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Sica Paolo - Historia Del Urbanismo - El Siglo XX PDF
Sica Paolo - Historia Del Urbanismo - El Siglo XX PDF
Traducción de :
Joaquín Hernández Orozco
l
INSTITUTO DE ESTUDIOS DE ADMINISTRACION LOCAL
l
Madrid, 1981
Título original:
STORIA DELL'URBANISTICA
11 Novecento
1. El contexto general, económico y social faire inglés. Por lo demás, a tal perspectiva
ha quedado ajeno uno de los países más di-
El funcionamiento del sistema económico námicos del sistema capitalista mundial, es
mundial experimenta una sensible evolución decir, los Estados Unidos, que incluso desde
en el último cuarto del siglo XIX. Para com- antes de la guerra civil adoptan una política
prender el clima en el que va cobrando forma fuertemente proteccionista, expresión, sobre
el aparato instrumental de la moderna disci- todo, de los grupos industriales y financieros
plina urbanística resulta importante resaltar del Norte, interesados en mantener la exclu-
algunos de los elementos de dicha evolución. siva de un mercado interior pleno de excelen-
En 1873 tiene lugar la primera crisis mun- tes ~romesas
A
.
dial de superproducción en el campo de la En el frente interior de cada uno de los.
siderurgia y de los textiles: a partir de esta Estados, el régimen de plena concurrencia se
fecha el objetivo principal de la gran indus- ve comprometido por la formación de con-
tria ya no estará constituido únicamente por ciertos, cárteles y trusts entre 110s grupos em-
el aumento a toda costa de la producción, sino presariales más potentes y exentos de pre-
más bien por el incremento de los consumos juicios, a la búsqueda de nuevas economías
y de la extensión espacial del mercado. derivadas de una estrecha integración verti-
A partir de 1880 muchos países continen- cal o de la eliminación de la concurrencia
tales adoptan una serie de medidas que afec- horizontal. Entre 1870 y 1880 son precisa-
tan de modo obligatorio al comercio interna- mente los Estados Unidos los primeros en
cional. En Alemania, en 1879, industriales y marcar el camino hacia procesos de este tipo,
agricultores coinciden en la reclamación de con la constitución de la Standard Oil, se-
tarifas proteccionistas ; Francia aumenta sus guida por las concentraciones empresariales
propios aranceles aduaneros en 1881 y, po- que controlan las actividades productivas y
cos años después, revisa por completo su la distribución en los sectores clave de la ali-
propio sistema arancelario; entre 1880 y 1890 mentación y de la industria (aceites vegeta-
otros países, como Italia, Austria y Rusia, les, azúcar, tabaco, caucho, plomo, acero) o
elevan sus propias tarifas arancelarias sobre el sector de los servicios (teléfonos, ferroca-
las importaciones. A partir de 1900 hasta en rriles). En Alemania el fenómeno de los
Inglaterra surgen dudas sobre la posibilidad cárteles afecta muy particularmente a la in-
de mantener el sistema tradicional librecam- dustria siderúrgica (Krupp, Stinnes, Mannes-
bista respecto de los intercambios interna- mann) y a las industrias química y eléctrica
cionales. De este modo va desapareciendo (la Siemens, la AEG). Incluso en Gran Bre-
la perspectiva -que desde 1860 parecía cada taña, donde es menor el impulso favorable
vez más plausible, al irse multiplicando los a la cartelización, se establecen también entre
tratados comerciales bilaterales d e liberaliza- 1896 y 1901 conciertos y concentraciones en-
ción- de aproximación al modelo del laissez- tre las grandes empresas del cemento, del
Historia del urbanismo. Siglo X X
cloruro cálcico, del tabaco, de los textiles. se advierte en muchos casos una sensible dis-
La elaboración y puesta a punto de técnicas minución de población. A nivel territorial, la
de gestión empresarial complejas y sofistica- tasa de conjunto del crecimiento físico y hu-
das forman parte del proceso de concentra- mano de las mayores áreas urbanizadas, cre-
ción industrial tendente a neutralizar el au- cimiento particularmente rápido en presencia
mento de los gastos generales, repartiéndolos de una base industrial o terciaria sólida, da
respecto de una producción mucho más lugar, en torno a 1880, a la aparición de re-
amplia. giones metropolitanas en Gran Bretaña, en
A un capitalismo que se encamina hacia los Estados Unidos y en algunas áreas de
formas de organización completamente nue- Alemania, Francia y Bélgica.. La naturaleza
vas, caracterizadas por la presencia cada vez de la aglomeración física ya no resulta clara-
más penetrante de los monopolios, correspon- mente verificable en términos formales y es-
de también una problemática diversa de las tructurales simples, y aparece fraccionada en
concentraciones urbanas y de las articulacio- numerosos subsistemas institucionales, mien-
nes territoriales. En el interior de los grandes tras que el aparato productivo se revela com-
centros, las funciones directivas, públicas y plejo en sus ciclos, en sus estratificaciones
privadas, y las actividades financieras y co- históricas, en sus articulaciones espaciales y
merciales, en su incontenible proceso de con- en sus fases temporales. La misma corres-
centración, reclaman espacio, accesibilidad, pondencia entre entidad física y ' ordenación
economías externas; por otro lado, los me- político-ins titucional, si se mantiene firme e
dios tecnológicos, de tipo nuevo y viejo, han íntegra por debajo de un cierto nivel de la
consolidado ya complejas redes organizativas, jerarquía urbana, entra en crisis en los siste-
cuyo crecimiento -ya sea por la necesidad mas que proceden o vienen determinados por
de espacios cada vez mayores, ya por la in- la organización del territorio.
flexibilidad de la lógica
- interna de cada sis-
tema- provoca conflictos que resultan casi Hasta que tiene lugar la manifestación de
insolubles a postevioh, a no ser mediante estas mutaciones, el control público sobre la
enormes inversiones, pero que, metódicamen- ciudad ha podido ejercitarse de manera indi-
te coordinados previamente, pueden restituir recta mediante vinculaciones bastante limita-
mayores niveles de eficacia y determinar me- das impuestas al libre uso de la propiedad
nores costes de gestión. En la corona perifé- privada y a la libre iniciativa individual (en
rica de las ciudades, el aumento de la movi- gran parte, a través de las normas de higiene
lidad y la disponibilidad de la energía eléc- y reglamentación de la edificación), habién-
trica -que entra en el proceso industrial a dose podido llevar a la práctica las transfor-
partir de 1890- hacen entrever la posibilidad maciones más importantes de los centros ur-
de una parcial indiferencia de las localizacio- banos en ejecución de planes de reestructura-
nes productivas respecto de la centralidad, lo ción y modernización ad hoc, de iniciativa
que comporta una separación espacial entre pública o privada, aunque generalmente rea-
gestión y producción. Las mismas masas re- lizados por el capital privado, excepción
sidenciales, solicitadas por impulsos internos hecha de algunas instalaciones tecnológicas,
hacia nuevos consumos, o abrumadas por los algunos equipamientos colectivos o algún
intensos procesos de transformación funcio- complejo monumental. Ahora, en cambio, la
nal, tienden a redistribuirse por arcos cada política d e control indirecto se amplía y se
vez más vastos, conforme a un movimiento hace más eficaz, las actuaciones públicas tie-
centrífugo: la población de los distritos exte- nen que ir más allá de la simple praxis de un
riores comienza a crecer con índices bastante ciclo excepcional de grandes obras, o deben
superiores a los que corresponden a las áreas trascender de la mera ordenación estético-
centrales, en las que ya hacia finales del xrx monumental de los lugares centrales de la
La formación del urbanismo entre los siglos X I X y X X 9
Apenas si hace falta recordar aquí que la constituido hasta entonces un terreno de pri-
ampliación de la intervención del Estado y mera aproximación en el curso del XIX para
del poder público -y la consiguiente genera- los sondeos d e algunas políticas de neutrali-
lización de la municipalización de los servi- zación de los efectos socialmente detestables
cios básicos- no tiene nada que ver con una de la ciudad industrial (desde el movimiento
intervención en las relaciones de producción, en favor de los parques urbanos hasta el mo-
ni afecta sustancialmente a los mecanismos vimiento en pro del housing, es decir, de la
que determinan y refuerzan las desigualdades vivienda popular; desde ,el perfeccionamiento
sociales. La misma municipalización de los de las reglamentaciones higiénico-sani tarias
servicios -que, en principo, se presenta como hasta las teorías historicistas de la estética
una sustracción a la ley del mercado de algu- urbana; desde la maduración de las técnicas
nos elementos organizativos y de funciona- de elaboración de los planes de ensanche
miento de la ciudad- viene condicionada por hasta la formulación de diagramas y esque-
el sistema general y, de hecho, sirve de ins- mas sintéticos; desde la economía urbana
trumento funcional para la reorganización de hasta la generalización de los instrumentos
éste: efectivamente, por un lado, las adminis- legislativos). Y es natural, por tanto, que las
traciones y los entes públicos se ven obliga- propuestas que brotan del debate planteado
dos a encontrar en el ámbito del mercado en los años situados a caballo de los dos si-
libre del suelo las áreas indispensables para glos -en el momento, también, en el que las
la prestación de los servicios públicos de los disciplinas relacionadas con el medio urbano
que se han convertido en productores institu- se mueven en búsqueda de una credibilidad
cionales (escuelas, viviendas populares, equi- científica, es decir, en favor de la posibilidad
pamientos), y de otro lado, las intervenciones de reducir el cuadro problemático a términos
efectuadas, puntuales o «en red», se constitu- simples, en pro de la linealidad de las solu-
yen en potente factor de revalorización de la ciones y de la constancia de los resultados
misma propiedad inmobiliaria. factibles- resulten, como hemos de ver, bas-
tante desiguales, en escala, objetivos y cali-
El mismo urbanismo como disciplina autó- dad: desde la codificación, puramente de
noma -Stadtebau, City planning, uvbanis- «manual» libresco, de los elementos de la ciu-
me-, como inventario de instrumentos em- dad, al análisis histórico que instrumental-
pírico-científicos destinados a proporcionar mente tiende a poner de relieve la aptitud o
una síntesis propositivo-operativa de la evo- la adaptabilidad de los modelos del pasado
lución y transformación de la ciudad, nace respecto de funciones que ya han experimen-
también de las duras contradicciones que ofre- tado una transformación, en una combinación
ce la realidad urbana y social, a través de la del «diseño» y de las formas académicas con
formación de un cuerpo de «operadores» es- las nuevas tecnologías ; desde propuestas de
pecializados, de variada extracción cultural, nuevos ingenios o instrumentos tecnológicos
empeñados en el frente técnico-político, a aptos para renovar interiormente la ciudad
nivel de las administraciones públicas, en el decimonónica, a la individualización de for-
seno de grupos promocionales y reformistas, mas de crecimiento y de articulación estruc-
en la práctica privada, y más tarde, en las tural para organismos externos e indepen-
instituciones profesionales y en las universi- dientes de los centros tradicionales; desde
dades. modelos interpretativos, a modelos positivos
Son diversas, d e unos a otros países oc- de racionalización funcional; desde las técni-
cidentales e incluso en el interior de cada uno cas de control del uso del suelo, hasta una
de ellos, las líneas de enfoque metodológico filosofía gerieral de la planificación.
de la nueva disciplina que arranca de aquellos Precisamente por su heterogeneidad, este
campos sectoriales de intervención que han material puede ser clasificado y ordenado de
Historia del uubanismo. Siglo X X
modos muy diversos, como ocurre en las nu- cularmente funcional respecto al aprovecha-
merosas historias que de la ciudad y el urba- miento del suelo, y la radialidad que subraya
nismo se han escrito; nuestra exposición es- el carácter centrípeto del mercado inmobilia-
tará dirigida prevalentemente hacia el examen rio y la concentración de las funciones privi-
de las áreas culturales nacionales, por más legiadas) ; es decir, que el plan no podrá ago-
que no se descuiden tampoco las posibles vin- tarse en la indicación de una hipotética e in-
culaciones comunes que, particularmente en controlada forma de ciudad, o de un simple
este período, se refuerzan y se estabilizan. marco o esquema de parcelación, sino que
Puede observarse, en cualquier caso, cómo al- deberá entrar en el fondo de los aspectos de
gunas de estas propuestas no aparecen inte- relación de los diversos sectores organizativos,
resadas en modo alguno en modificar los tér- ahora institucionalizados. El plan es el caña-
minos de la praxis corriente, sino más bien mazo, el esquema básico de una configura-
en potenciarla e incluso institucionalizarla; ción de volúmenes y de espacios, pero tam-
otras, en cambio, como pueden ser las de bién, y sobre todo, de una teórica eficiencia
Arturo Soria y Mata, las de Ebenezer Howard de los medios capaces de asegurar el funcio-
y las de Tony Garnier, tienden a someter a namiento d e una ciudad. Y éstos ya no lo son
discusión las modalidades - e n conjunto- solamente las calles (el servicio público más
de formación de la ciudad, asentándose, de antiguo, contrapuesto, aunque solidario, a la
este modo, sobre un terreno capaz de dar parte privatizada de la ciuda,d), sino que
lugar a ulteriores desarrollos y avances. ahora comprenden también la red de abaste-
En el primer grupo entran aquellas metodo- cimiento de aguas (desde la fuente de capta-
logía~ que se aplican a la formulación del ción hasta el mismo usuario, con las necesarias
plan urbano de crecimiento-transformación de conexiones intermedias), el sistema de alcan-
la ciudad. En la práctica seguida en la situa- tarillado y eliminación de aguas residuales
ción preindustrial y protoindustrial, eran so- (desde el usuario hasta su dispersión), las re-
bre .todo las actuaciones e intervenciones diri- des de suministro de energía y los sistemas
gidas a cualificar y a orientar, como resultado de comunicación (los transportes públicos, los
concreto, el uso y la gestión del espacio; ferrocarriles, etc.) .
ahora se trata de dar a todo esto una regla Del segundo grupo forman parte aquellas
general, criterios de previsión, equilibrios es- formulaciones que parten de la crítica de al-
paciales preconstituidos, en los que se aven- gunos de los elementos básicos de la práctica
gan y concierten las exigencias del sistema corriente, para contraponerles una explícita
económico en todo su conjunto (y, en función alternativa, en clave metodológica o en clave
de ello, también de las clases subalternas) con espacial, rechazando la lógica, que continua-
los intereses directos y específicos de los mente se reproduce a sí misma, de la acumu-
«operadores» sobre el suelo. Se abre camino lación inducida por la renta inmobiliaria. Son
la idea de que el ambiente puede ser contro- propuestas expresadas inevitablemente a tra-
lado con un plan completo en su estructura vés de «modelos>> globales, congruentes y
y en todos y cada uno de sus detalles, a tra- óptimos, de organización urbana y de ocupa-
vés de una realización más o menos diluida ción del territorio, que presuponen una ver-
en el tiempo, pero de cualquier forma coor- dadera revisión, más que una simple adecua-
dinada, mediante el control de la dimensión ción, del cuadro institucional vigente.
de la población. El plan, por tanto, asumirá, Por otra parte, si bien las orientaciones y
como dato objetivo, el modelo existente de los objetivos son diversos, es común, en cam-
estratificación de las funciones económicas y bio, el sustrato ideológico de estas elabora-
el planteamiento estructural correlativo, en la ciones. En la recomposición y en el proyecto
consabida combinación ortogonal-radial (la del orden espacial termina por surgir la ima-
condición d e «ortogonal» como forma parti- gen d e una ciudad en la que los desequilibrios
, La formación del urbanismo entre los siglos XZX y X X 13
En las páginas que siguen examinaremos glo XIX, vol. l.", Madrid, 1981, págs. 80-85.
las contribuciones teóricas elaboradas en los Cfr. Ibid., vol. 2.", Madrid, 1981, págs. 1147-49.
Historia del urbanismo. Siglo X X
desciende de los stands de las Grandes Expo- yecto ha conseguido resumir (aunque sea,
siciones para plasmarse en las industrial villa- bien visto, con una simplificación un tanto
ges y llegar hasta la realización de las pri- tosca) los elementos más significativos, aun-
meras barriadas de iniciativa pública cons- que también bastante contrastados entre sí,
truidas en el área londinense) 4. Es dentro de de una tradición cultural de varios decenios
la experiencia madurada en estos campos don- de vida, hasta el punto de generar en pocos
de se precisan en Inglaterra los primeros lo- años un fuerte movimiento de opinión.
gros específicos de la disciplina urbanística El autor de la propuesta de la ciudad-jardín,
-en los organismos sanitarios de condado, Ebenezer Howard, había nacido en Londres
en otros entes públicos, en las sociedades en 1850. A la edad de poco más de veinte
cooperativas, en la actuación del capital pri- años se traslada a los Estados Unidos, donde
vado más avanzado- y donde se experimen- con algunos amigos intenta poner en marcha
tan las primeras formas de control del cre- una empresa agrícola, empleándose después
cimiento- de la ciudad industrial (ordenanzas como cronista en la ciudad de Chicago. A
de la edificación, nivel de calidad edificativo- partir de 1879, tras su retorno a Inglaterra,
urbanístico, ordenaciones morfológicas) . mientras trabaja en la profesión periodística,
se mueve dentro de la órbita de las corrientes
Hacia el último decenio del siglo, siguien- socialistas moderadas, conoce a los esposos
do el camino marcado por las primeras urba- Webb y a G. B. Shaw, entrando en contacto
nizaciones suburbanas nacidas de la iniciativa con problemas y experiencias que le servirán
de la clase medioburguesa, las temáticas airea- de inspiración y documentación de sus ideas.
das por los críticos victorianos de la metró- En 1898 Howard publica una obra titula-
poli industrial y por los reformistas social- da Tomorrow: A Peaceful Path to Real Re-
radicales se mueven en torno a la hipótesis form s , llamada a convertirse en el mayor
de los garden suburbs, a realizar conforme a condensador ideológico del debate sobre la
principios cooperativistas, a base del empleo ciudad durante, al menos, tres decenios. To-
de capitales con modesta tasa de beneficios morrow es un volumen bastante modesto,
y aprovechando la nueva movilidad que ofre- ilustrado con pocos gráficos en forma de ideo-
cen los transportes rápidos capaces de prestar gramas que sirven para apoyar eficazmente
servicio a un vasto arco de la periferia urba- las argumentaciones contenidas en el texto,
na. Precisamente en este contexto nace en constituido por una larga demostración plena
Inglaterra una idea simple y sugestiva que de fervor idealista, pero al propio tiempo
-en el marco de .un panorama bastante rico llena también de buen ,sentido, moderación y
de enunciados teóricos, propuestas y realiza- meticulosa perspicacia. Por identidad de tem-
ciones- aparece destinada a predominar am- peramento, Howard se expresa con un len-
pliamente a lo largo de los tres primeros de- guaje y unas argumentaciones realmente cau-
cenios del nuevo siglo, tanto en Europa como tivadores para el middle class man: la mayor
en los Estados Unidos: la ciudad-jardín. Po- parte del libro está dedicada a ilustrar el pre-
cas veces como en esta ocasión, en la historia supuesto financiero preventivo de la nueva
de las ideas sobre la ciudad, resultan las es- ciudad, con las tonalidades propias de una
peranzas y las tendencias del «público» tan
felizmente acordes con las sensaciones trans- Londres, 1898; reimpresa cuatro años después
mitidas por los aspectos más llamativos de con el nuevo título de Garden Cities of Tomorrow.
una propuesta. Pocas veces un programa-pro- La primera traducción italiana de la obra es la pu.
blicada con el título de L'idea della citti giardino,
Bolonia, 1962 (precedida de un ensayo original de
Cfr. Ibid., vol. 2.", págs. 909-919. P. L. Giordani), seguida de una reimpresión de
Cfr. Ibid., vol. le0, págs. 118-21, y vol. 2.", pá- 1972, con el nuevo título de La citti giardino del
ginas 1153 y sigs. futuro.
La formacidn del urbanismo entre los siglos XZX y X X 15
responsable lección de economía doméstica. finición sintética que hubo d e usar el propio
Las consideraciones de partida de Howard Howard, «proyectada para una residencia y
arrancan de la observación directa de la rea- una industria sana; [que] tiene una dimen-
lidad inglesa, con un razonamiento elemental, sión que hace po,sible un nivel pleno de vida
ilustrado luego sintéticamente en el conocido social, pero que excede del mismo; [que]
diagrama de los tres imanes. Dos fuerzas do- está circundada por un cinturón agrícola; y
minantes -observa Howard- han dirigido [en la cual] el total de los terrenos es de
hasta ahora las tendencias del asentamiento propiedad pública o de propiedad indivisa de
de la población inglesa: de un lado la ciudad, la propia comunidad». Pero para afirmarse
donde la oferta de trabajo, la facilidad de los concretamente, para convertirse en un mo-
intercambios y la presencia de tecnologías delo urbano realmente alternativo respecto
avanzadas van acompañadas por el alto nivel de la metrópoli concentrada, la ciudad-jardín
de los alquileres, la falta de condiciones hi- debe demostrar que puede ser, no solamente
giénicas adecuadas, la degradación de muchos una inversión provechosa en el plano social,
barrios residenciales y la contaminación del sino también un producto financieramente
aire que se respira; de otro lado el campo, factible y económicamente competitivo res-
donde los recursos ambientales quedan sin pecto de-los modos corrientes de producción
utilizar por efecto de la deficiencia o caren- de la ciudad.
cia total d e equipamientos, de la pobreza de Para conseguir estos objetivos, la ciudad-
la vida asociada y del bajo nivel de los sala- jardín debe, en primer lugar, quedar exenta
rios consecuencia de una insuficiente deman- de la hipoteca que suponen los altos valores
da de trabajo. Para desbloquear esta situa- del suelo propios de las aglomeraciones urba-
ción de contraste es preciso encontrar una ter- nas; es decir, ha de construirse sobre terrenos
cera alternativa, dotada de un poder de atrac- adquiridos a precios agrícolas, con autonomía
ción superior al desarrollado por las dos ten- de las ciudades existentes y fuera de la coro-
dencias actuantes, y ello tan sólo es posible na espacial afectada por la renta de posición.
a condición de que esta tercera vía sea capaz En segundo lugar, es preciso controlar la for-
de capitalizar los aspectos positivos de la ciu- mación de los beneficios inmobiliarios surgi-
dad y del campo, eliminando, en cambio, los dos con el transcurso del tiempo como
aspectos negativos de una y otro. consecuencia de la propia construcción de la
Esta tercera vía existe -afirma Howard-, ciudad y, puesto que el aumento del valor
y consiste en la construcción de asentamien- del suelo en relación con su urbanización es
tos planificados conforme a un modelo de un hecho inevitable, es necesario que tal
«ciudad-jardín», que comprenda precisamente plusvalor, derivado en realidad del trabajo
todas las ventajas de la ciudad y del campo de la comunidad-jardín en su conjunto, no
y que aparezca depurado de todos sus incon- resulte privatizado, sino que vaya a acrecer
venientes (fig. 1): una ciudad, según la de- el patrimonio de la propia comunidad 7. Es
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, THREE MAGNEiS.
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Figs. 1-5. Los imanes de Howard; la ciudad-jardín en la franja agrícola y el diagrama de un sector plani-
métrico del asentamiento urbano; la ciudad-jardín y la ciudad central, y el diagrama de las ciudades satélites
de Londres.
,
La formación del urbanismo entre los siglos X I X y X X 17
decir, que hay que garantizar el control pú- la conveniencia del asentamiento residencial
blico del suelo, actuando de modo que éste planeado.
siga quedando en manos de la comunidad Para reforzar y va4orizar su propuesta,
(la Sociedad para la ciudad-jardín), con ce- Howard la ilustra con un diagrama orienta-
sión a los particulares, tan sólo, del derecho tivo (que ha de adaptarse, como él mismo
de superficie por un número determinado de se apresura a repetir más de una vez, a las
años, a utilizar en base a un plan preciso circunstancias geográficas del caso concreto).
fijado para el asentamiento y previo el abo- Se trata de un modelo circular-radial de or-
no, como contrapartida, de un canon de ganización de los 1.000 acres «urbanos» que
arrendamiento. Los ingresos de la adminis- abarcan un perímetro de cerca de 1.200 me-
tración de la ciudad-jardín, que derivan ex- tros de radio: seis boulevard de 36 metros
clusivamente del percibo de las cuotas asig- de anchura atraviesan la ciudad dividiéndola
nadas a los cesionarios de los derechos de en sectores iguales; en el centro se sitúa un
superficie, quedan destinados al pago de los parque de cinco acres y medio de extensión,
intereses asignados a las acciones de la socie- circundado por los principales edificios públi-
dad, a la constitución de un fondo de amor- cos; en torno a éstos se desarrolla una coro-
tización para los acreedores, a financiar la na circular de 58 hectáreas de zona verde y
ejecución y gestión de las obras públicas y, destinada también a instalaciones deportivas,
en fin, a sufragar la asistencia social, las me- rodeada por una galería acristalada (el <#a-
didas de previsión por desgracias, etc. lacio de Cristal») que en parte funciona
El prototipo cuantitativo pensado por Ho- como equipamiento comercial y en parte
ward se alza sobre una extensión de 6.000 constituye una exposición permanente de los
acres, de los cuales 5.000 se destinan a cons- productos de la ciudad. La corona sucesiva,
tituir una franja agrícola externa con un siempre procediendo hacia el exterior, apa-
asentamiento de 2.000 habitantes, y 1.000 al rece ocupada por casas unifamiliares, estan-
do atravesada por el centro por la Grand
núcleo urbano residencial y a las actividades
Avenue circular de casi 130 metros de an-
industriales y artesanales, con un asenta-
chura, constituyendo propiamente una calle-
miento de 32.000 personas y una demidad parque, en cuyo margen interior se cuenta
de 60 habitantes por hectárea. El modelo con seis espacios especiales destinados a las
así configurado ha de considerarse como un escuelas públicas y con algunas áreas asigna-
prototipo medio equilibrado, no superable das a los edificios para el culto. Las vivien-
,en sí, pero repetible hasta el infinito (es de- das que dan a la Grand Avenue constituyen
cir, la posible ampliación se realiza por nú- una sucesión continua de crescents; la totali-
cleos autónomos sucesivos). Howard consi- dad del área residencial comprende 5.500 lo-
dera que justamente esta dimensión es la que tes edificables de una superficie media de
eleva al máximo las ventajas sociales y la 6 X 40 metros. En fin, en el anillo más ex-
que constituye un empeño financiera y em- terior del diagrama aparece dispuesta una
presarialmente realista, y sobre esta base de- franja industrial poco profunda, dotada de
muestra que los trabajos y obras pueden suministro de energía eléctrica y enlazada
incluso proceder por sectores de forma equi- mediante ramales adecuados a la línea férrea
librada en el tiempo, haciendo hincapié en principal. Más allá de las áreas industriales
una estrecha comparación con las condicio- se asientan las actividades productivas agrí-
nes corrientes del mercado del suelo, de los colas, en un vasto greenbelt exterior. Otro
alquileres, de los costes de distribución de diagrama aclara el nivel superior de la orga-
la producción hasta el consumidor, para de- nización territorial mostrando seis núcleos
ducir de aquí la competitividad de la pro- reagrupados en torno a una «ciudad central»
ducción agrícola e industrial del modelo y con una cifra de población de 58.000 habi-
2
Historia del urbanismo. Siglo X X
tantes, en la que se concentran algunos ser- reformista anglosajón) '. En particular, Ho-
vicios especializados ( figs . 2-5). ward reconoce su deuda respecto de Henry
Dado que, en realidad, Howard se mues- George y los temas debatidos por el refor-
tra bastante más interesado en la estructura mismo inglés (la nacionalización del suelo
de la empresa que debe realizar y gestionar urbano, la lucha contra la propiedad inmo-
la ciudad que en los resultados formales del biliaria), respecto d e J. Buckingham (por lo
proyecto, el mismo análisis d e su diagrama que se refiere a las exigencias de equilibrio
sirve para confirmar los caracteres típicos entre trabajo agrícola y trabajo industrial),
de su búsqueda empírica y su excepcional respecto de Wakefield (por las teorías sobre
intuición de publicista. El diagrama está des- la colonización sistemática) y respecto de A.
tinado, en parte, a persuadir a sus interlo- Marshall (por la idea de una migración for-
cutores con las imágenes más sugestivas que zada desde Londres hacia el exterior). El es-
puede ofrecer una experiencia consolidada tímulo a la síntesis propositiva de un nuevo
de la ciudad burguesa (el Crystal Palace, la tipo de organización urbana, social y produc-
Grand Avenue con sus crescents), mientras tiva viene dado, en cambio, por la obra de
que, también en parte, puede ser interpreta- Bellamy Looking Backward (de 1889), que,
do en función d e alusiones simbólicas (sobre aunque inspirada en una visión del futuro
todo, entiendo yo, la solución del centro, que ciertamente no es compatible con la de
punto de máxima concentración de los valo- Howard, desarrolla sin embargo algunas pro-
res inmobiliarios en la ciudad real, y aquí li- puestas de base -la presencia benéfica del
berado al transformarse en un parque vacío). progreso tecnológico, el igualitarismo, la di-
Así, Carlo Doglio, en un agudo ensayo pu- fusión generalizada de las calidades ambien-
blicado en 1953 ', resume los puntos más tales de la ciudad- ciertamente sugestivas
característicos que dan cuerpo a la idea ur- para la ética d e la ciudad-jardín. A tales ele-
banística d e Howard, citando los siguientes: mentos podemos añadir otros, referibles a la
inmigración planificada, Iímite a la dimen- formación cultural de Howard: el conoci-
sión de la ciudad, amenidad de los lugares, miento de la escena norteamericana, las ten-
relación entre ciudad y campo, control por dencias en marcha en favor de la huida
medio del plan, división en barrios, propie- suburbana, los movimientos en pro del re-
dad unificada de los terrenos, empresas mu- forzamiento del papel atribuido a los pode- ,
nicipales y cooperativas. Y si bien la pro- res públicos. E incluso el recuerdo del Mo-
puesta puede encuadrarse, sobre todo, en el rris de News from Nowhere («en otros lu-
marco de la difusa sensación de alarma y gares la ciudad invade el campo, aquí el
preocupación de la sociedad victoriana tardía campo debe invadir la ciudad»), no menos
por la ingobernabilidad creciente de Ia ciu- que el tema d e la fusión campo-ciudad, que
dad industrial, no es menos cierto que re- Howard consigue presentar casi como una
sulta indispensable investigar las fuentes del figura dialéctica. En fin, tampoco son nue-
modelo para esclarecer por completo su sig- vas en la escena inglesa las propuestas de
nificado (y el mismo Howard no deja de
señalar esas fuentes con precisión puntual,
convencido de que ello ha de contribuir a «. .. quisiera hacer ver cómo este esquema [ ...]
ha de imponerse especialmente a la atención del
demostrar en la ciudad~jardínla conclusión público por cuanto combina los aspectos más sobre-
natural de una precisa línea del pensamiento salientes de otros esquemas análogos, propuestos en
diversos períodos, y los combina de tal modo que
permite asegurar los mejores resultados de cada uno
C. Doglio: L'equiuoco della cittd giavdino, Ná- de ellos, eliminando los peligros y las dificultades
poles, 1953 (nueva edición, Florencia, 1974). Am- que en aquéllos -a veces, incluso en el pensamiento
plios extractos, también, en la revista «Urbanística», de sus autores- podían advertirse distinta y clara-
13, 1953. mente». E. Howard, op. cit., pág. 92.
La formación del urbanismo entre los siglos X I X y X X 19
como pueden ,ser el de la autonomía produc- una respuesta general y unívoca a todos los
tiva y, por consiguiente, el de independencia problemas de expansión de la ciudad y de
con respecto a la «ciudad central» para los planificación del territorio; un sector bastan-
empleos laborales, o el de la relación ciudad- te más considerable de los operadores y del
campo, que no puede llegar a instituirse público, por el contrario, se las arregla con
como elemento orgánico, aunque sólo sea éxito para captar y aprovechar los elemen-
dentro de los límites de la correlación ho- tos de la propuesta que resultan más fáciles
wardiana, sino meramente como hecho am- y sugestivos de aplicar. De hecho, los térmi-
biental externo (desde el punto de vista eco- nos de garderz suburb o de garderz city se
nómico la franja agrícola es un fracaso, y aplican también, de ahora en adelante, a las
tan sólo actúa como defensa del crecimiento urbanizaciones suburbanas planificadas, sin
indiscriminado). La misma vitalidad escasa referencia adecuada al modelo descentrado
del desarrollo inicial de Letchworth, y la in- howardiano, a sus tipologías específicas, a la
cierta respuesta del «público» (es decir, del dimensión de la iniciativa, ni a la fórmula
mercado) -que pronto hace que parezca im- cooperativista (fig. 11).
probable el interclasismo auspiciado por Ho- Entre las asociaciones promotoras que se
ward (solamente puede optar por residir en muestran activas en este terreno- en los pri-
la ciudad-jardín quien dispone de los medios meros quince años del siglo está la Garden
financieros adecuados)-, hacen dudosa la City Association (rebautizada más tarde con
posibilidad de acabar con el modelo de cre- el nombre de Garden City and Town Plan-
cimiento acumulativo de la metrópoli y po- ning Association), fundada en 1899 para es-
nen en peligro la tentativa de corregir timular la aplicación de las ideas howardia-
las características del mercado inmobiliario. nas, y cuyos fines expresos, por lo demás
Como hemos de ver, en la posguerra, con -que resuenan continuamente en la activa
el segundo experimento llevado a cabo en propaganda desarrollada en los mayores cen-
Welwyn, se logrará corregir algunos de los tros del Reino Unido-, inciden sobre un
«defectos» del primero, e incluso infundir a ámbito de experiencias muy diversificado,
la empresa un mayor dinamkmo en la reali- que va desde-la correcta planificación de
zación, pero al precio de renunciar a una al- asentamientos urbanos y rurales hasta la for-
.ternativa real, a escala territorial, respecto mación de new towrzs (en la línea marcada
de la red de los asentamientos existentes. por Letchworth), pasando por la creación de
garden suburbs, la construcción de poblados
Con el encauzamiento de la empresa de industriales, la adquisición de espacios abier-
Letchworth, la idea de la ciudad-jardín acen- tos y el alejamiento de las industrias respec-
túa su poder de captación entre los especia- to de las áreas de congestión.
listas, los empresarios y el gran público: las Más interesado, de modo más directo, por
repercusiones sobre la calidad y cantidad de el problema específico de la residencia en las
las iniciativas son inmediatas, si bien, como grandes ciudades se muestra el National
veremos, siguiendo una dirección que en lu- Housing and Town Planning Council, que
gar de hacer propias las indicaciones básicas desde 1900 desarrolla una notable actividad
d e Howard en pro de una alternativa a la de publicación de manuales y opúsculos y de
ciudad monocéntrica, se inclina más bien a organización de convenciones, reuniones y
potenciar y perfeccionar el crecimiento urba- exposiciones. Entre estas últimas son de se-
no por barrios suburbanos extensivos. Un ñalar las tres cottage exhibitions celebradas
grupo restringido de intérpretes rigurosos de entre 1907 y 1910 en Sheffield, en New-
las ideas de Howard considera que a través castle y en Swansea sobre terrenos municipa-
del mecanismo político-administrativo deli- les, destinadas a transformarse seguidamente
neado por éste ha de resultar posible el dar en pequeños barrios residenciales (figs . 12-14).
Historia del urbanismo. Siglo X X
Fig. 11. A. R. Sennet. Plan de una ciudad-jardín para 15.000 habitantes (1905).
Figs. 12-14. Planimetrías de las Cottage Exhibitions de Swansea, Sheffield y Newcastle.
Figs. 18 y 19 (en la página opuesta). Burnage Garden Village, en Manchester: planimetría de 1907 y vista.
Figs. 20-22. Planimetrías de Knebworth Garden Village, Woodlands y Glyn-Cory.
La formación del urbanismo entre los siglos X I X y X X 27
Historia del urbanismo. Siglo X X
a siete millas de Cardiff, para un total de sas por acre. Las secuencias de detached
1.400 casas y una cifra de población com- houses a lo largo d e las mallas viarias, con
prendida entre las 5.000 y las 6.000 perso- amplios espacios abiertos en el interior de
nas, conforme a una planta caracterizada por las manzanas, constituyen el sistema morfo-
el trazado de tres cvescents concéntricos atra- lógico elegido, según la personal estética de
vesados por una ancha avenue que lleva al Adams, en el que destaca la red viaria pri-
centro de la barriada l4 (fig. 22); cerca de maria ennoblecida por un denso arbolado
Stockport, en Cheshire, realiza el Newton continuo (véase, en particular, la desviación
Moor Estate, remitiéndose una vez más a los de la London Road incorporada como eje
módulos empleados en Alkrington. Dentro interior principal de la parte oriental del
de estas mismas tendencias deben citarse complejo). Los nudos equipados (plaza tra-
también aquí los contemporáneos «barrios pezoidal en la parte occidental, con el paseo
de fábrica», a partir de las ampliaciones de de acceso, y plaza intermedia sobre la Lon-
Port Sunlight y de Bournville, pasando por don Road), probablemente según indicacio-
la fundación de Earswick, al que ya se ha nes de Lutyens, son tratados, en cambio, con
hecho alusión anteriormente, hasta llegar a sistemas continuos de tevvaces. Se permiten
Hull Garden Village, promovido por el in- un cierto número de industrias a uno y otro
dus trial James Reckitt ; de particular relieve, lado de la vía férrea, en las áreas meridio-
en esta misma línea, es el complejo de Wood- nales del asentamiento
lands, debido al esfuerzo de una singular fi- Notable interés ofrece, incluso por los me-
gura de planner, Percy C. Houfton, estando canismos procedimentales que se emplean
destinado a los empleados de la explotación en ella, la planificación e introducción en el
minera de Brodsworth Main, con sus mil mercado de otra vasta área suburbana de
cottages dispuestos alrededor de un núcleo Londres, e1 complejo integrado por Ruislip
colectivo, el sano trazado en amplias caden- Manor y Ruislip-Northwood, sobre la direc-
cias formales y la rrvenue central de 120 pies triz de expansión occidental d e la metrópoli.
de anchura (fig. 21). Ruislip Manor es un estate de 1.300 acres
Desde el punto de vista de la dimensión, de terrenos boscosos al oeste de Harrow,
dos realizaciones se distinguen de las demás, que ahora resultan muy apetecibles, tras la
hasta el punto de alcanzar la medida de ver- electrificación del Metropolitan y de la Dis-
daderas y propias new towns a la escala in- trict Railway y la apertura de la Great Cen-
dicada por Howard. La primera es el Kneb- tral y la Great Western. La intención de la
worth Garden Village (fig. 20), un gran sociedad constituida para la revalorización
complejo situado a caballo de la Great residencial del lugar (Ruislip Manor Ltd.) no
Northern Railway y de la London Road, que es otra que la de dar vida a una ciudad sa-
en ese punto serpentea siguiendo el filanco de télite equipada: el primer paso consiste en
la línea férrea. Recomponiendo el conjunto convocar un concurso nacional que lleva a
de las primeras construcciones alzadas ya al seleccionar, entre las 62 propuestas presen-
Este del ferrocarril, Thomas Adams y Lu- tadas, el proyecto de los arquitectos A. y J.
tyens preparan un plan de amplios vuelos, Soutar, que constituirá después, con algunas
previsto para cerca de 6.400 viviendas y una modificaciones, el plan de ejecución. En la
población total de 30.000 residentes, sobre misma época el Council de Ruislip-North-
la base de una densidad media de ocho ca-
wood decide acogerse a las disposiciones de acres, las actividades comerciales y terciarias
la reciente Housing and Town Planning Act 250 acres, las industrias 45 acres). En 1913
de 1909 para proceder a la elaboración de se inicia ya la urbanización primaria con el
un plan regulador para un área de casi 6.000 trazado de m6s de dos kilómetros de calles
acres que comprende los terrenos de la Ruis- y un total de 7 5 acres urbanizados; ya está
lip Manor Ltd. Surge de aquí un plan inte- en funcionamiento la nueva estación y se
gral unitario, un joint pvoject, sancionado han levantado 142 construcciones. En la pos-
por una reunión d e administradores y de guerra la creciente urbanización llegará a
propietarios celebrada en noviembre de 1910: aproximarse gradualmente a las previsiones
la extensa área, servida por seis estacio- del plan 16.
nes del metropolitano, queda atravesada de
Norte a Sur por el complejo 'de Ruislip Ma- Junto al Garden City Movement y al
nor, en cuyo centro la Metropolitan Railway Housing Reform Movement, hay otra ten-
accede a proporcionar una nueva parada dencia que se mueve más bien hacia la for-
de la línea (figs. 23-24); el plan aparece mulación d e una legislación urbanística ge-
calibrado con arreglo a diversas densidades neral. Podemos identificar esta posición en
edificativas (1.310 acres a razón de cuatro la obra de Thomas Coglan Horsfall, de Man-
casas por acre, 660 acres a seis casas por
l6 Véase, a este propósito, W. Thompson: The
acre, 2.000 acres a ocho casas por acre,
Ruislip-Northwood and Ruislip Manor Joint Town
2.180 acres a doce casas por acre; por fun- Planning Scheme, en «Town Planning Review»,
ciones, la residencia unifamiliar ocupa 5.750 abril de 1913.
Historia del urbanismo. Siglo X X
chester, una de las figuras más representati- vas teorías urbanísticas y en particular por
vas de los orígenes del Town Planning Mo- las tendencias favorables al g,arden subuvb 19.
vement inglés 17. Horsfall está convencido de Puede completarse el cuadro hasta aquí
que dentro del marco del vigente sistema delineado aludiendo a la actividad de algu-
legislativo inglés, sectorial y particularista, nos de los profesionales y estudiosos que
es imposible llevar a la práctica una gestión trabajan en estos años. Figuras como las de
urbana eficiente y, en particular, establecer Raymond Unwin, Barry Parker y Thomas
una disciplina del crecimiento residencial; Adams, de los que ya hemos hablado, y
partiendo de la experiencia adquirida durante como las de Patrick Abercrombie y Patrick
un viaje a Alemania efectuado en el 97, que Geddes, nos sitúan ante una práctica que
le permite tomar contacto con los planes dista mucho de ser unívoca y ante un plan-
reguladores en vigor en las ciudades alema- teamiento teórico muy rico en temas, capa-
nas, escribe un ensayo, bajo el título The ces después de evolucionar y adaptarse, sin
Example of Germany, publicado después, en mutaciones bruscas, al cambio de las condi-
1904, como suplemento de la encuesta rea- ciones profesionales en el transcurso de un
lizada por T. R. Marr sobre la situación de largo período de tiempo: tanto Unwin como
la vivienda en Manchester y Salford. Este Abercrombie seguirán ejerciendo un papel
trabajo de Horsfall, junto con la influencia central en Inglaterra durante el período d e en-
ejercida por otras experiencias destacadas, treguerras, influyendo directamente, incluso,
como la obra desarrollada por el Birming- sobre el acontecer urbanístico de la segunda
ham City Council y la actividad desplegada posguerra, mientras que volveremos a en-
por el presidente del Housing Committee, contrar a Thomas Adams empeñado, entre
John Ne ttlefold 18, aparecen directamente 1923 y 1931, en los Estados Unidos, en la
vinculados a la aprobación de la primera redacción del plan regional de Nueva York.
Town Planning Act de 1909. Justamente, Raymond Unwin (1863-1940) es un pro-
el informe de las conclusiones obtenidas en ducto típico de la middle-class victoriana,
otro viaje de estudio a las ciudades alema- crecido en contacto con las ideas de Ruskin
nas, efectuado en 1905 por una representa- y de Morris, pero más directamente inclina-
ción de técnicos del Housing Committee, es do a dedicarse a la práctica profesional. Des-
el que constituye, en 1907, la pieza o docu- de 1896 a 1914 da vida a una sólida part-
mento clave que sirve de base para la redac- nership con Barry Parker, con el cual firma
ción del citado texto legal. Debe observarse, gran número de proyectos arquitectónicos y
en todo caso, que la Town Planning Act de urbanísticos, sin renunciar, al propio tiempo,
1909, si bien nace por efecto de la necesi- a profundizar en una orientación propia, me-
dad de establecer criterios generales de pla- todológica y política, desde su escrito Cotta-
nificación, aparece sin embargo fuertemente ge Plans and Common Sense, publicado en
influenciada por las condiciones reales de la 1902 dentro de la serie de los Fabian Tracts,
producción urbana fomentada por las nue- con el cual se destaca como uno de los má-
ximos exponentes del Housing Movement,
hasta el bien conocido Nothing Gained by
" A este respecto, J. P. Reynolds: Thomas Coglan
Overcrowding, de 1918, en el que trata de
Horsfall and the Town Planning Movement in En-
gland, en «Town Planning Review», abril de 1952. demostrar que las densidades urbanas eleva-
Véase, además, T. C. Horsfall: Improuement of
Dwellings and Surroundings of the People, Manches- l9 En sustancia, la ley es «un intento de imitar
ter, 1905. para un uso más general algo que se había manifes-
l8 Entre las obras de J. S. Nettlefold, señalamos: tado para atender a los gustos de unos pocos grupos
A Housing Policy, 1905; Slum Reform and Town privilegiados». W. Ashworth, op. cit., pág. 187. De
Planning.. ., etc., Birmingham, s. f .; Practica1 Town la evolución de la legislación urbanística inglesa ha-
Planning, y Practica1 Housing, Londres, 1910. blaremos más ampliamente en el capítulo VI. .
La formación del urbanismo entre los siglos X I X y X X 31
Fig. 25. P. Abercrombie y otros: plan para el área central de Dublin, en una elaboración de 1916.
Figs. 26 y 27. L. Brandt. Proyecto de ordenación de la franja litoral de Southport, planta y vista (ha-
cia 1911):
CAYERA OSCURA
BELVEOERF
EDIYBUROO
SCOLIA
LiNauAaam
EUROPA
MONDO
La formación del urbanismo entre los siglos X I X y X X 35
Figs. 28-32 (en la página opuesta). La Outlook Tower de Patrick Geddes en Edimburgo, vista y alzado,
con indicación de la distribución de los pisos-museo; un ejemplo de beautification ambiental según indicaciones
de Geddes; la «sección del vaileo.
Historia del urbanismo. Siglo X X
vada de estates descentrados y a menudo se- trea» de la ciudad antigua y los suburbios
parados del casco urbano edificado ". de la primera expansión, y por otro anillo
En este sentido, una de las contribuciones exterior, de media milla de profundidad, en
más singulares -singular también porque, el que puede permitirse la construcción de
aunque ajeno al ambiente estrictamente pro- pequeños núcleos habitados y de equipa-
fesional, constituye sin embargo, en muchos mientos colectivos, pero del que deben que-
aspectos, un primer texto orgánico de tra- dar excluidas las actividades productivas.
tamiento de los problemas urbanísticos- Más allá de este segundo cinturón defensivo
es el ensayo publicado en Leipzig en 1874 podrán surgir núcleos satélites debidamente
bajo el título Die Gropstadte in ihrer W06- dimensionados y equipados (fig. 36). En el
nungsnot und die Grundlagen einer durch- interior del casco viejo d e la ciudad, las zo-
greifenden Abhilfe. Este escrito, cuyo autor nas libres quedarán sometidas a prescripcio-
prefiere esconderse bajo el seudónimo de nes vinculantes de salvaguardia. Los des-
«Arminius», es en realidad obra de una con- arrollos urbanos serán controlados mediante
desa septuagenaria, Adelheid Dohna-Ponins- reglamentaciones de la edificación, planes
ki, residente desde mucho tiempo atrás en particularizados y vinculaciones específicas;
Viena, donde ha podido observar los resul- el equilibrio de la economía urbana podrá
tados del concurso del año 58 para la rees- asegurarse mediante un régimen de tasación
tructuración de la ciudad, habiendo vivido basado en los valores reales de mercado de
después en Londres, donde entra en contacto los edificios y del suelo.
con el movimiento en pro de la reforma Como expresión de la amplitud alcanzada
de las viviendas dirigido por Lord Shaftes- por el debate planteado en torno al tema de
bury. El ensayo en cuestión se sitúa dentro la ciudad industrial, cabe recordar la pro-
d e esa línea conservadora-reformista, típica puesta de modelo teórico d e desarrollo ela-
de numerosos movimientos intelectuales de- borada en 1896 por el periodista y publicista
cimonónicos (a los que se adscriben también Theodor Fritsch (1852-1933). La propuesta
en Alemania Huber y Bruch), de la que de Fritsch, publicada en Leipzig en su tra-
comparte la preocupación por la creciente re- bajo titulado D e Stadt der Zukutrft, puede
presión de las fuerzas del trabajo y la idea encuadrarse también en el vasto filón cons-
d e una gestión iluminada por parte de estra- tituido por esa literatura social que se re-
tos aristocráticos; el exordio contiene, pre- mite a los primeros proyectos de «coloniza-
cisamente, una concreta referencia al ensan- ción interior», de los que vuelve a tomar los
che de Viena (en cuya realización, a juicio puntos básicos, sintetizándolos en un esque-
de la autora, se han ignorado completamente ma racional (figs. 38-40). El punto de par-
las exigencias de las masas populares) que tida sigue siendo todavía la crítica al creci-
sirve de introducción a una crítica radical miento espontáneo de la ciudad, que se
del crecimiento arbitrario de las ciudades in- considera como causa de la degradación del
dustriales, que con excesiva frecuencia con- medio ambiente y de la población urbana:
tradice las reglas más elementales de un des- por el contrario, el principio de racionalidad
arrollo ordenado. De aquí deduce la pro- de la producción industrial se extiende desde
puesta, ,referida en particular al caso de Ber- el objeto a la ciudad, conforme a un plan
lín, de un modelo de desarrollo metropoli- preestablecido '*. Aun admitiendo la posibi-
tano caracterizado por un anillo interior de
zonas verdes, debidamente equipado, de pro- 32 «La mente humana se aplica al perfeccionamien-
piedad pública, situado entre la «masa pé- to incluso de la cosa más pequeña, desde el botón
para pantalones hasta el alfiletero, desde el taco de
billar hasta el portaplumas*, mientras que «hasta
'' Cfr. Paolo Sica: Historia del urbanismo. El Si- ahora nadie ha pensado todavía en la mejora y en
glo X I X , cit., vol. 1, pág. 263. la ordenación racional de las cosas más grandes [ ...1,
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 38-40. La ciudad del futuro de T. Fritsch (1896): un diagrama de base, una versión más elaborada y
un esquema con las Fabrikuorstadten satélites.
sentativas; cuñas de verde interrumpen las más que a veces se asimile a ésta impropia-
zonas edificadas, dotando al sistema de es- mente el modelo de Fritsch. Por lo demás,
pacios libres, más amplios conforme va cre- el escaso éxito de Fritsch, si se compara con
ciendo la densidad. El sistema radial-circular la enorme fortuna de que goza la idea de la
viene reforzado por un anillo ferroviario so- ciudad-jardín, puede achacarse no solamente
bre el que pueden articularse las industrias a su escasa propensión al proselitismo, sino
(en una de las versiones de su modelo, la 11- también a su incapacidad para suscitar en el
nea férrea atraviesa, siguiendo las márgenes público una carga ideológica tan estimulante
de un canal de servicio, núcleos de Fabrik- como la provocada por Howard, además,
vorstadten, separados de la ciudad central naturalmente, de la falta de concreción de
mediante una frondosa franja ininterrumpi- una adecuada y plausible base empresarial.
da de parque natural). La afirmación de De diversa naturaleza serán los diagramas
fondo de la propuesta está en la exigencia y los modelos elaborados más tarde por au-
de asegurar que la propiedad del suelo, en tores como Eberstadt y Wolf (figs. 41-42),
su totalidad, quede atribuida a la adminis- encaminados sobre todo hacia un proceso de
tración )pública, a la que se reserva la facul- clarificación funcional y estructural de la
tad de cesión de los derechos de edificación metrópoli, o bien a proporcionar represen-
por períodos de tiempo de 60, 90 y 120 taciones sintéticas de determinadas propues-
años. Pese a esta última consideración, pue- tas de desarrollo.
de decirse que, si se exceptúa la posición
de outsider de su autor, nos parece que son El establishment técnico-disciplinar se for-
escasos sus puntos de contacto con la formu- ma en Alemania hacia mediados de los años
lación bastante más conocida del inglés Ho- setenta, con las primeras elaboraciones sis-
ward -que es dos años posterior-, por temáticas maduradas a partir de la experien-
Historia del urbanismo. Siglo X X
cia directa que se obtiene del trabajo des- (parques, barrios suburbanos burgueses, cen-
plegado sobre los tableros de dibujo y las tros representativos) quedan sometidos a la
mesas de despacho de los estudios profesio- criba de una actividad de proyecto más cua-
nales privados y de las oficinas y centros lificada.
municipales relacionados con la edificación En el mismo año en que ve la luz en Leip-
(a los que a partir de 1890 se confiará casi zig la obra del anónimo «Arminius» se
por entero la planificación urbana); y preci- reúne en Berlín la Asamblea general de los
samente a partir de las operaciones concre- arquitectos e ingenieros alemanes (Verband
tas de gestión de la ciudad se pone en mar- deutscher Architekten -und Ingenieur-
cha el esfuerzo mayor encaminado a impo- Vereine), de la que surgen las primeras afir-
ner un orden, una regla, una certidumbre, maciones de carácter general en apoyo de la
a la ciudad industrial y a sus mecanismos necesidad de formular planes directores de
de desarrollo. La necesidad de contar con ampliación d e las ciudades y en la que se
planes directores generales de transforma- postula una división de competencias entre
ción y de expansión, su función e instrumen- actuación pública y actividad empresarial pri-
tación y la plataforma institucional, legisla- vada, atribuyéndose a la primera la respon-
tiva y normativa, son los temas centrales en sabilidad respecto del plan de conjunto de
torno a los cuales se consolidan, al propio la vialidad y de la creación de un cuerpo de
tiempo, la teoría y la práctica de la ciudad, normas higiénico-sanitarias, y a la segunda
encaminadas ambas a salvar o mejorar, a di- las operaciones de ejecución de parcelaciones.
versos niveles, las crecientes antinomias plan- Entre los especialistas que participan en
teadas entre iniciativa privada e interés la reunión berlinesa, el más destacado y
público, entre composición estética y organi- competente es Reinhard Baumeister (1838-
zación funcional, planificando al mismo tiem- 1917)) ingeniero y urbanista, autor de nu-
po el control y la estratificación social a los merosos planes directores de ciudades ale-
nuevos niveles de concentración humana, manas, especialmente en la región de Baden,
sobre la base de elementales presupuestos y profesor d e la Technische Hochschule de
sociológicos. Sin someter a discusión los mo- Karlsruhe, a quien hay que considerar autor
delos compositivos tradicionales, se trata de del primer manual completo de urbanismo,
analizarlos, enriquecerlos y sistematizarlos a por su trabajo publicado en Berlín en 1876
la luz de las nuevas exigencias de funciona- con el título de Stadterweiterungen in tech-
miento de la metrópoli industrial, facilitan- nischer, bazlpolizeilicher uvcd wirtschaftlicher
do su empleo a un número bastante mayor Beziehung 33. En el texto se afrontan orgáni-
de operadores públicos y privados, según re- camente las problemáticas relativas a la for-
glas simplificadas. Los técnicos, los ingenie- mación de los planes reguladores, se especi-
ros y los arquitectos no asumen en ningún fican las soluciones técnicas particulares, se
otro país un papel tan difuso y continuo en exponen las disposiciones y los reglamentos
la planificación urbana como en Alemania, municipales y, en fin, se examinan las cues-
donde elaboran las formas de control sobre tiones económicas ligadas al desarrollo ur-
varios aspectos de la edificación y sobre el bano. La afirmación de la «inevitabilidad»
mismo ambiente industrial, a diferencia de del plan como instrumento de orden econó-
lo que ocurre en las demás naciones indus- mico, garantía del valor de la propiedad in-
trializadas de Occidente -y en particular mobiliaria y d e su estabilidad, se sostiene
en el mundo anglosajón-, donde la activi-
dad edificativa corriente, canalizada por le- Una traducción parcial de la obra de Baumeis-
yes y reglamentos de eficacia indirecta, do- ter, junto a textos escogidos de Stübben, Gurlitt y
Eberstadt, pueden verse en G. Piccinato (ed.): La
mina el crecimiento de las ciudades, mien- costrurione dell'urbanistica, Germania, 1871-1 914,
tras que solamente determinados sectores Roma, 1974.
I La formación del urbanismo entre los siglos X I X y X X
sobre una base metodológica, ya muy rigu- tre los técnicos pertenecientes a las asocia-
rosa, que incluye la indagación preliminar ciones profesionales alemanas que funcionan
acerca de la estructura de la población, el en el período que va de 1880 a l,a primera
censo de la industria y del comercio, de las guerra mundial. Desarrollando su actividad
importaciones y las exportaciones, y los da- primeramente en Berlín y después en Aachen,
tos sobre el tráfico y sobre la actividad edi- se gana una amplia notoriedad en toda Ale-
ficativa en marcha 34. Con el texto de Bau- mania con su proyecto de 1881 triunfador
meister se sientan las premisas necesarias en el concurso nacional para la redacción
para la unificación y generalización de la del plan de expansión de la ciudad de Co-
praxis urbanística al nivel de las administra- lonia. De 1890 es su obra enciclopédica
ciones locales. Dev Stadtebau, Handbuch der Avchitektur,
Joseph Stübben (1845-1936) es, sin duda, editada en Darmstadt y destinada a conse-
el teórico y el operador más prestigioso en- guir un éxito ilimitado, sobre todo en los
dos decenios a caballo de 1900 (reimpre-
% «Si el plan director de Baumeister (Stadtplan) sa en Stuttgart en 1907, con amplias reela-
tiene como finalidad la de regular el crecimiento boraciones e integraciones, y vuelta a publi-
"natural" de la ciudad, es decir, la de eliminar las
causas artificiales que se oponen a un crecimiento car en nueva versión en Leipzig el año 24,
de la ciudad por áreas concéntricas, es claro que es también objeto en muchos países de vul-
eso es también, por su propia esencia, "eine Aufgabe garizaciones e imitaciones).
der Bodenparzellierung" (una subdivisión del terreno La cuarta parte de Dev Stadtebau, que
en lotes), en cuanto que "los particulares, en cali-
dad de propietarios del suelo y de promotores de
lleva el subtítulo de Proyecto, localización y
empresas de construcción, son los ejecutores reales veglamentación de las edificaciones, cons ti-
de la expansión urbana". Es decir, el Stadtplan es tuye un denso tratado de estética y de téc-
el instrumento que regula la construcción de la ciu- nica de construcción de la ciudad, en función
dad sobre la base de la propiedad privada del sue-
lo.» M. Folin (con prólogo de H. Hénard): Alle
del proyecto y ejecución del plan regulador,
origini dell'urbanistica. La costrurione della metro- de la sistematización ordenada y racional del
poli, Padua, 1972, pág. 20. amueblamiento urbano y de las instalaciones
La formación del urbanismo entre los siglos X I X y X X 43
Figs. 50 y 51. Esquema del plan de Fassbender para Viena (1893); un diseño-proyecto de O. Wagner para
la Karlsplatz ( 1909).
Si la figura de Stübben constituye el pun- las formas de habitación que la misma lleva
to de referencia y de conclusión de la praxis consigo, el crédito inmobiliario y cuestiones
d e proyecto d e la ciudad burguesa decimo- concomitantes, para después pasar revista a
nónica, en el conjunto de la obra de Rudolph algunas de las experiencias más significativas
Eberstadt, profesor de economía en la Uni- de la actividad edificativa no especulativa en
versidad de Berlín y hombre profundamente Alemania y en el extranjero. Y conste que
interesado por la cuestión de la vivienda algunos de sus análisis al respecto, particu-
dentro del marco general de los problemas larmente los que se refieren a la naturaleza
urbanos (figs. 48-49), puede individualizar- y efectos del mercado de la edificación en
se el punto quizá más maduro de reflexión una, ciudad de expansión, resultan ser, inclu-
sobre los aspectos que enlazan la praxis ur- so considerados hoy día, de un sorprendente
banística y la economía de la ciudad, punto realismo crítico libre de prejuicios.
en que se condensan las experiencias y las Las numerosas reuniones de todo tipo or-
elaboraciones teóricas derivadas de más de ganizadas a partir de 1900 en las principales
cuarenta años d e crecimiento urbano en Ale- ciudades alemanas, y que culminan en las
mania. Con su obra más importante, Hand- exposiciones de Berlín de 1910 y de Düssel-
buch des Wohnungswesens und der Wo6- dorf de 1911-12 37, permiten confrontar ade-
nungsfrage, publicada en Jena en 1909 (y
reeditada en 1910, en 1913 y en 1920, lo 37 Cfr. el apartado g) de este mismo epígrafe 2,
que constituye buena prueba de su éxito), y las notas 84 y 85 de este capítulo 1. Junto a los
estudiosos y teóricos del Stadtebau hay que recor-
Eberstadt analiza el problema d e la forma- dar la obra de decenas y decenas de técnicos empe-
ción de los precios en las áreas urbanas, la ñados, con amplia preparación científica, en la pues-
praxis del plan regulador y la selección de ta a punto de las teconolgías urbanas, un sector en
el que Alemania se encuentra en vanguardia del
mundo occidental. Señalemos, aunque solamente a
tettura e arti decorative*: Lo sviluppo dell'arte edi- título indicativo: M. Niemann: Die Versorgung der
liria delle cittd in Germania, noviembre de 1922; Stadte mit Leuchtgas, Stuttgart, 1897; 0. von Milíer
L'ampliamento di Anversa, octubre de 1923; 11 pia- y A. Hassold: Die Versorgung der Stadte mit Elek-
no regolatore della cittd del Lussemburgo, febrero tricitat, Darmstadt, 1897; M. Mattersdorff : Stad-
de 1924; La vegetazione nella cittd, noviembre de tische Verkehrsfragen, Berlín, 1907; 0. Lueger: Die
1925. Wasserversorgung der Stadte, Leipzig, 1908; . E.
La formación del urbanismo entre los siglos X I X y X X 45
Figs. 52-57. La obra de Camillo Sitte. La lección de la historia: el proyecto de G. Semper para el Zwinger,
en Dresde; la piazza dei Signori en Vicenza; la catedral de Salzburgo y la zona adyacente. Las propuestas:
planta modelo para un complejo de edificios públicos; proyectos para la ordenación de las zonas de la Votiv-
kirche y del Rathaus, en Viena.
Figs. 58-62. La influencia de Sitte: plan de K. Henrici para Dessau; la Arnulfstrasse y la Prinzregentenstras-
se en el plan para Munich de T. Fischer; un sector del plan regulador de Stuttgart elaborado entre 1860
y 1870, y las correcciones introducidas por T. Fischer (1902).
48 Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 63 y 64. El trazado del plan regulador de un suburbio de Darmstadt y e1 proyecto de reforma elabo-
rado por F. Puetzer.
Figs. 65-70 (en la página opuesta). El suburbio-jardín de Hellerau (Dresde), planta y vista de la maqueta;
colonia Romerstrasse, en Ulm, planta y vista; ciudad-jardín de Karlsruhe, y ciudad-jardín Werderau, en Nu-
remberg-Schweinau, planimetrías.
La formación del urbanismo entre los siglos XZX y X X
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 75 y 76. Una versión del Centro Mundial de las Comunicaciones, ambientado en la desembocadura del
Tíber; planta del Parque de María Luisa, en Sevilla, de J. C. N. Forestier.
La formación del urbanismo entre los siglos XIX y XX 51
siglo por Guadet, que sigue enseñando toda- des villes et systemes de parcs, de 1904, con la que
el autor trata de difundir en Francia el movimiento
vía composición arquitectónica conforme a en favor de los parques urbanos. Cfr. H. Prost:'
una versión apenas puesta al día de los prin- Hommage 2 Forestier, en «Urbanisme», núms. 3-4,
cipios de Francois Blondel. Los ejercicios y 1952.
La formación del urbanismo entre los siglos XZX y X X 53
Figs. 77-81. Los estudios de Hénard: vista del carrefour 2 girations, planta y vista de1 carrefour 2 voies
superposées, puente en X sobre el Sena, y propuesta para la utilización de la Galeries des Machines como
hangar de dirigibles.
Pero de las mismas filas de la École des congresos de urbanismo, Eugkne Hénard
Beaux Arts proceden también dos arquitec- (1849-1923) publica entre 1903 y 1909 ocho
tos y urbanistas como Eugkne Hénard (que fascículos bajo el título Études sur les trans-
pertenece a la generación precedente) y Tony f ormations de Paris.
Garnier que, sin sustraerse a las hipotecas Sus esfuerzos se orientan esencialmente
estilísticas o compositivas impuestas por una hacia una serie de investigaciones tipológico-
tradición consolidada, se distinguen no obs- formales que, rechazando el recurso a la par-
tante por una capacidad autónoma de pe- celación, constituyan indicaciones para una
netración de los fenómenos urbanos y de reorganización realmente incisiva de la ciu-
puesta en práctica de invenciones morfoló- dad decimonónica. A veces, Hénard elabora
gicas o metodológicas, aunque sea conforme sus dispositivos sin referencia situaciones
a dos tendencias diferentes entre sí y casi particulares (como en el carrefour 2 girations,
contrapuestas. o en el carrefour 2 voises superposées; figu-
ras 77-79), aunque con más frecuencia prefiere
Graduado como arquitecto en 1880, em- desarrollarlos en el interior de las estructuras
pleado en el departamento municipal de vivas de las ciudades. Así, analiza en esque-
Obras públicas de París desde 1882, intere- mas diagramáticos el funcionamiento y las
sado desde el inicio de sus actividades pro- estructuras de algunas ciudades europeas,
fesionales en los grandes temas urbanos Moscú, Berlín, Londres, París, tratando de
(propuestas y proyectos para las dos Expo- hallar esquemas teóricos de posible racionali-
siciones universales parisinas de 1889 y zación y equilibrio entre centralidad y cir-
1900) y participante asiduo en los primeros cularidad.
54 Historia del urbanismo. Siglo X X
La formación del urbanismo entre los siglos X I X
París es el objeto privilegiado de su inte- que parece motivada, sobre todo, por la vo-
rés y esfuerzos, y el campo de comprobación luntad de romper la forma continua de la
de sus elaboraciones teóricas. Para París, edificación, en función de lograr una estética
Hénard pone a punto algunos proyectos de urbana distinta, una relación visual más ar-
soluciones puntuales para determinados nu- ticulada, dentro de la dinámica del recorrido
dos o sectores urbanos, como en el caso del y de la alternancia rítmica entre zonas verdes
puente en X sobre el Sena, entre la cabecera y edificios.
del Louvre y el Institut de France (fig. 80), La necesidad de conseguir una mayor efi-
o en la propuesta de transformación del cacia en el tráfico y en los cambios de direc-
Champ de Mars, para su utilización como ción -aspiración que impregna, como tema
aeropuerto urbano, y de la adyacente Galerie central, casi toda la obra de Hénard- se
des Machines, construida para la Exposición traduce también en otra propuesta muy co-
de 1889, con objeto de dedicarla a hangar nocida, referida a la creación de un tramo
de dirigibles (fig. 81). Otros de sus esque- viario urbano a varios niveles, adaptable a
mas, en cambio, tratan de ordenar e implicar cualquier tipo de concentración de volúme-
a la estructura toda de la ciudad (figs. 82- nes y de actividades de aprovechamiento del
85): se trata, por ejemplo, de trazar una se- suelo ( figs . 86-87): un dispositivo tipológico
gunda croisée, de apoyo a la realizada por cuya conveniencia económica defiende Hé-
Haussmann, y un cinturón periférico de asen- nard, entendiendo que es de aplicación in-
tamiento~de carácter lineal, dos proyectos cluso en el interior de las ciudades antiguas 47.
que, de algún modo, pueden considerarse Hénard, con su adhesión sin reservas al
teóricamente -aunque no contextualmen- positivismo científico de fin de siglo y con
te- complementarios. Con la croisée, Hé- una feliz intuición de los intereses de ,la bur-
nard pretende realizar, respecto del modelo guesía capitalista más avanzada, analiza los
haussmanniano, un reforzamiento del siste. problemas mecánicos de organización de la
ma de penetración por los cuatro puntos car- metrópoli decimonónica y busca las corres-
dinales hasta el nudo funcional interior del pondientes soluciones en una modernización
Palais Royal, modificado y adaptado como de la estructura tradicional mediante la apli-
infraestructura de articulación a caballo de cación de .las nuevas tecnologías. Su concep-
la nueva arteria Este-Oeste. El sistema lineal
periférico parte de la idea de la posibilidad
47 En el caso de París, dado un coste de 140 fran-
de reutilización de la franja correspondiente
cos por metro cuadrado (excluidas las canalizaciones,
a las fortificaciones del Segundo Imperio, a cargo de las compañías concesionarias), toda la
previéndose su desmantelamiento: una serie obra puede ser llevada a término, según Hénard,
de parques aparecen enlazados entre sí por afectando a una superficie total de viales de 1.500
segmentos de bouleuards 2 redalzs, en los hectáreas, con un gasto de 2.100 millones de fran-
cos, a repartir a lo largo de un período de cien
cuales el canal de tráfico queda encuadrado años, con un presupuesto de gastos de 21 millones
por la repetición de un tipo de edificación anuales (sobre un total de 350, a que ascienden los
con línea de fachada en greca; donde, sin gastos corrientes totales de la ciudad). Cfr. E. Hé-
embargo, la tipología del redans no nace a nard: Rapport sur l'auenir des grandes uilles, en
Actes du premier Congres lnternational de lJUrba-
partir del interior de la célula residencial ni nisme, Londres, 1910, cit. en F. Choay, op. cit., pá-
como consecuencia de una distinta función gina 320. Entre las obras de Hénard, cfr. Etudes
organizativa de la arteria tradicional, sino sur les transformations de Paris, París, 1903-1909. '
Figs. 82-85 (en la página opuesta). Los planes de Hénard para París: plan general de la nueva Grande
~ & é e y vista del-área de-cruce a la a1t;ra del Palais ~ o ~ áplano
l; de la ciudad con el paseo exte-
rior 2 redans, y planimetría de un tramo del paseo.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 86 y 87. La calle actual y la calle futura, según las propuestas de Hénard.
insiste sobre el número cerrado de ,su tipo ancho, plantadas de árboles a lo largo de
de ciudad, y considera posible su acrecenta- uno solo de sus lados. La tipología edifica-
miento gradual y planificado. tiva se presenta en forma sistemática, en un
Del propio carácter de la ordenación ge- estudio de elementos acoplables, si bien Gar-
neral deducimos ya intenciones metodológi- nier, en su primera versión del proyecto, se
cas precisas. La ciudad vieja se deja intacta, niega a tomar en consideración edificios de
aunque sin quedar marginada de los nuevos altura superior a dos plantas (y esta parte
desarrollos efectuados, mientras que el ale- de su trabajo de investigación, que después
jamiento establecido entre las distintas par- se verá corregida en las variantes de 1917,
tes tiende a afirmar teóricamente el principio con la aparición d e edificios d e cuatro plan-
d e separación funcional y, al mismo^ tiempo, tas, revela la dependencia del autor respecto
a hacer posible el crecimiento de cada uno de las teorías, compartidas también por el
de los sectores. Estas indicaciones se preci- socialismo refo,rmista, sobre la vivienda obre-
san más al analizar con detalle los diversos ra unifamiliar). Es abolida la calle bloquea-
elementos constitutivos de la propuesta. da por la serie d e fachadas en línea continua
El sector residencial (figs. 89-91) está (lo que Le Corbusier llamará rue corridor),
constituido por una barriada alargada, casi y las viviendas adosadas entran en una com-
un sistema lineal, formado por manzanas re- posición regular con las zonas verdes públi-
gulares y atravesado en toda su longitud por cas y privadas; la exposición es racional y
una avenida central destinada a los medios se eliminan los patios cerrados. Con la apli-
públicos d e transporte, más ancha que las cación repetida del mismo criterio edificati-
calles paralelas adyacentes. Las manzanas, vo, la ciudad residencial ofrece en toda su
de 150 x 30 metros, aparecen distribuidas extensión una densidad uniforme, sustrayén-
en lotes de 15 metros de lado; las calles tra- dose a la tiranía piramida1 de los valores del
zadas en dirección Norte-Sur tienen 20 me- suelo (la total disponibilidad del suelo cons-
tros de anchura, las que discurren en direc- tituye uno de los presupuestos básicos del
ción Este-Oeste son de 13 ó 19 metros de proyecto).
58 Historia del urbanismo. Siglo X X
La formación del urbanismo entre los siglos XIX y XX 59
La misma claridad ejemplar surge también ticular de que es objeto el barrio residencial
del tratamiento de que son objeto los equi- y al amplio uso que se hace, en los edificios
pamientos sociales (figs. 92-96): las escuelas públicos del centro, del piso bajo libre. Las
se disponen conforme a un ritmo determi- industrias, cuya parte más sugestiva está
nado por la intensidad de la población; los constituida por la zona de los altos hornos
equipamientos del centro expresan el progra- (fig. 97), están servidas por un complejo
ma social y cultural de la Cité industrielle, sistema ferroviario enlazado a la red regional.
inspirado en esos principios de gestión pú- La ciudad de Garnier nos ofrece, en una
blica y en ese culto al trabajo que son pa- secuencia no polémica y casi calmosamente
trimonio del socialismo iluminado de princi- narrativa, la profundización en las temáticas
pios de siglo: aparecen el servicio de la nodales planteadas por la ciudad industrial
organización obrera, una Bolsa del trabajo, en el estadio de desarrollo de comienzos del
las salas de reunión de los sindicatos y de siglo xx y la superación de la conflictividad
las sociedades, la oficina de correos, el dis- en un modelo organizativo preciso, casi cien-
pensario médico y la casa de reposo para in- tífico; una especie de catálogo razonado que
válidos; y los museos, con sus colecciones constituye, quizá, la síntesis más avanzada
históricas, arqueológicas y botánicas. En los de las nuevas posibilidades de organización
edificios del centro la atipicidad de las solu- urbana que se haya elaborado con anteriori-
ciones permite una ejemplificación puntual dad a la Carta de Atenas 'O. Si las soluciones
del aprovechamiento de las nuevas posibi,li- planimétricas y las ejemplificaciones ilustra-
dades tecnológicas (cubiertas en voladizo, tivas de carácter tipológico pueden circuns-
grandes espacios diáfanos cubiertos, etc.); la cribirse en gran parte dentro de la herencia
estación de viajeros se distingue por una to- formal de lo académico, la obra de Garnier,
rre alta, único elemento del conjunto con no obstante, puede ser interpretada como
valor explícitamente simbólico. gran ejercitación me todológica, como lección
Una parte de los equipamientos quedan cuyas enseñanzas pueden recogerse no sola-
descentrados (el hospital, el cementerio, los mente atendiendo al conjunto, sino también
acueductos, las instalaciones de depuración descomponiendo este conjunto en una serie
de aguas y los elementos de evacuación de la de sectores (y la posibilidad de tal descom-
red de alcantarillado que van a dar al río). posición constituye, justamente, la primera
El hospital, en particular, constituye uno de
los puntos de fuerza del proyecto, con el 'O Por ello, no puede sorprender el juicio positivo
centro de helioterapia en el que se emplean que le merece a Le Corbusier, habitualmente tan
formas arquitectónicas de gran simplicidad poco benigno con las propuestas de los predeceso-
y rigor funcional. res y de los contemporáneos: «Una tentativa de or-
denación y una combinación de soluciones utilitarias
La ciudad aparece dotada de trasportes y de soluciones plásticas. Una regla unitaria distri-
públicos mediante la instalación de una lí- buye en todos los barrios de la ciudad la misma
nea de tranvías destinada a prestar en el fu- selección de volúmenes esenciales y fija los espa-
cios en armonía con las necesidades de orden prác-
turo, además, funciones de enlace in termuni- tico y las solicitaciones de un sentido poético propio
cipal, pero siempre sin dejar de ser accesible del autor.» Le Corbusier: Vers une architecture,
a los peatones gracias a la ordenación par- París, 1958, pág. 38.
Fig. 88 (en la página opuesta). Planta de la Cité industrielle de Garnier: 1 . Ciudad vieja; 2. Estación cen-
tral; 3. Barrios residenciales; 4. Centro de la ciudad; 5. Escuelas primarias; 6. Escuelas profesionales; 7. Hos-
pital; 8. Estación; 9. Zona industrial; 10. Estación industrial; 11. Cementerio; 12. Mataderos.
Figs. 89-91. El barrio residencial, planimetría; las «habitations en commun», planta; vista de la zona resi-
dencial.
60 Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 92-96. La ciudad de Garnier: planta y vista del centro cívico; la estación ferroviaria; planta y vista de
la escuela.
La formación del urbanismo entre los siglos X I X y X X
Figs. 97 y 98. Los altos hornos de la zona industrial; y planimetría y vista de una exploitation agricole.
gan las necesidades materiales y morales del indivi- nera desplegada por Garnier en el campo del
duo, nos hemos visto inducidos a crear reglamentos urbanismo 54.
que se refieren a tales ordenaciones, es decir, regla-
mentaciones de tráfico, ordenanzas sanitarias, etc., y
a suponer ya realizados ciertos progresos de orden 53 T. Garnier: Les grands travaux de la ville de
social que podrían traducirse en una aplicación co- Lyon, París, 1920 (con prefacio de E. Herriot).
rriente de aquellos reglamentos que, en realidad, las 54 Sobre Garnier, véanse los recientes estudios de
leyes actuales no autorizan en modo alguno todavía.» C. Pawlowski, op. cit., y D. Wiebenson: Tony Gar-
Cit. en C. Pawlowski, op. cit., pág. 77. nier: The Cité industrielle, Londres, 1971. Además,
T. Garnier: Une cité industrielle, étude sur la S. Tentori: Garnier tecnico e político della citta
construction des villes, París, 1917. industriale, en «Casabella», septiembre de 1961.
Historia del urbanismo. Siglo X X
barrio suburbano y de la ciudad-jardín con- los efectos y los beneficios de la ciudad. Las
siguen llenar; solamente en Holanda tiene lu- ventajas de la organización interior son evi-
gar un decidido cambio de orientación a par- dentes, porque la ciudad lineal, puesto que
tir de 1900, antes en el plano de una profun- nace conforme a una morfología estructural-
da reforma técnico-administrativa que en el mente compatible con el medio má,s revolu-
plano operativo. cionario puesto a su disposición por la tecno-
logía, es decir, el ferrocarril, se presta fácil-
Al igual que Howard, tampoco Soria y mente a la disposición en grandes franjas Ion-
Mata (1844-1920) - e l hombre al que se atri- gitudinales de todas las canalizaciones que son
buye la paternidad de otro «movimiento» en necesarias a la ciudad moderna (entre las
auge a partir de los primeros años del si- que se comprenden «el vapor destinado a la
glo xx, el movimiento de la ciudad lineal- calefacción de las viviendas y de las cocinas»
es un urbanista militante. Soria y Mata se nos y un «tubo neumático» para la distribución
presenta también como figura típica de inte- del correo) 56.
lectual del siglo XIX, inclinado al experimen- El trasfondo político-ideológico de la pro-
talismo y a una especulación elemental, dilet- puesta ha de buscarse en las teorías de la dis-
tante genial y ecléctico, y progresista. Da fe tribución igualitaria del suelo, concebido como
de ello su actividad en los más diversos cam- fuente primaria de productividad y de rique-
pos: intenta fundar en Madrid una escuela za y, según su difusión, de democracia social
neo-pitagórica, estudia una reforma de las so- (Soria se encuentra muy próximo a las posi-
ciedades autónomas, proyecta redes telefóni-
- .
ciones de Henry George, cuando éstas co-
cas, inventa un dispositivo automático para mienzan a ser conocidas en Europa). En re-
señalar las crecidas -de los ríos. ~ u r a n t eun lación con la política urbana, en particular,
largo período, desde 1880, aproximadamen- Soria y Mata confía en que el sistema de
te, hasta el final de su vida activa, se ocupa proyección del crecimiento urbano sobre el
de cuestiones relacionadas con la administra- territorio pueda nivelar el valor de los terre-
ción pública de Madrid, desde los servicios nos, aproximándolo al valor agrícola. En el
de tranvías hasta las instalaciones de traída plano morfológico-estructural, la ciudad li-
de aguas, pasando por los temas relativos a neal («la ciudad vertebrada»), a la vez que
la edificación. puede hacerse cargo, según su autor, del fu-
La primera descripción de la ciudad lineal turo crecimiento de la ciudad, también puede
aparece en marzo de 1882 en el diario madri- combinarse fácilmente con la jerarquía urba-
leño «El Progreso». Soria y Mata denomina na existente («las ciudades invertebradas»),
así a una estructura urbana estrechamente situando a estas últimas en los vértices de un
correlacionada con un sistema de transportes sistema nacional de triangulación del territo-
rápidos (figs. 100-104): la longitud de la rio (cuyos lados estarán constituidos, precisa-
ciudad lineal puede ser teóricamente infinita mente, por tramos de ciudad lineal). Enun-
(de Cádiz a San Petersburgo, dice Soria y ciada en los términos de un esquematismo
Mata), mientras que su anchura debe quedar, ingenieril-empresarial -que tiene puntos de
por el contrario, rigurosamente limitada para
garantizar que en cualquier punto de la fran-
56 Una recopilación de escritos de Arturo Soria
ja se dé una relación constante con la espina y Mata, y un amplio cuadro de su obra, en G. R.
dorsal de las comunicaciones. De esta manera, Collins y C. Flores (eds.): Artuvo Soria y Mata. La
cualquier sector de la ciudad puede mantener- citti lineare, Milán, 1968, con extensa bibliografía.
se en contacto con el campo, y viceversa: Además, G. R. Collins: La Ciudad Lineal de Ma-
drid, en «Journal of the Society of Architectural
por la distribución de los equipamientos que Historians», mayo de 1959; F. de Terán: Revisión
deriva directamente del modelo elegido, el de la Ciudad Lineal. Arturo Soria, en «Arquitectu-
campo puede experimentar en mayor medida ra», diciembre de 1964.
La formacron del uroanzsmo entre ros szgros n l n
contacto, más que con la cultura regionalista, un sistema de transportes sobre monorraíl;
con el ecumenismo saintsimoniano-, es ésta también el ingeniero chileno Carlos Carvajal
una idea que tiene el mérito de romper racio- Miranda elabora una versión de la ciudad
nalmente con el proceso habitual y consoli- lineal en función de la colonización agrícola
dado de crecimiento urbano y que volverá a en su país (colonias obreras agrícolas a lo lar-
ser tomada en consideración, en términos aná- go de las líneas de comunicación principales);
logos, en algunas investigaciones y experien- en la posguerra, H. González del Castillo
cias desarrolladas entre 1920 y 1940. propone modelos d e ciudades lineales en la
Como hemos visto en otro lugar de esta Exposición de la R,econstrucción celebrada en
obra, Soria y Mata, tras haber constituido Bruselas en 1919.
en 1894 una Compañía Madrileña de Urba- El más conocido de los seguidores de So-
nización, intenta aplicar su modelo lineal al ria y Mata es, quizá, el francés Georges Bé-
hinterland de Madrid con un proyecto que noit-Lévy, al que ya nos hemos encontrado
se basa en la creación de una línea de trans- antes como ambiguo mantenedor en Francia
portes públicos insertos en una gran avenida de las teorías de la ciudad-jardín; seguida-
arbolada a lo largo d e la cual se sitúan tam- mente, Bénoit-Lévy intenta una fusión entre
bién, separadas entre sí, las vías de circula- ciudad-jardín y ciudad lineal, porque está con-
ción correspondientes a los vehículos priva- vencido, incluso, de la sustancial coincidencia
dos, las bicicletas y los peatones; al sistema de objetivos d e ambas formulaciones. En
central se acoplan perpendicularmente, a uno 1924 Bénoit-Lévy expone su proyecto de ciu-
y otro lado, una serie de calles transversales dad lineal ante la Sociedad de Naciones; en
al servicio de grandes manzanas distribuidas 1927 solicita su aplicación a la expansión de
en solares alargados ". París; en 1928 funda la Asociación inter-
La labor de propaganda desarrollada por nacional de ciudades lineales, prosiguiendo
Soria y Mata en pro de la formación de un después, durante muchos años todavía, sus
movimiento de opinión favorable a la realiza- actividades como animador decidido del mo-
ción de ciudades lineales se inicia en 1897 vimiento 58.
con la publicación de la revista «La Ciudad
Lineal», que lleva el subtítulo de «Revista Otra figura significativa en el panorama
científica de higiene, agricultura, ingeniería europeo prebélico es la del belga Charles
y urbanización». A partir de este momento, y F. G. Buls (1837-1914). Perspicaz conocedor
sobre todo en los años que van de 1905 a de las ciudades europeas, en su condición de
1930, son numerosos los prosélitos del mo- burgomaestre de Bruselas desde 1881 a 1899
vimiento en favor d e la ciudad lineal y mu- se ocupa de la restauración de las zonas más
chas las variantes propuestas para la aplica- antiguas de la capital que habían quedado al
ción del modelo (figs. 105-107). En 1909 el margen del primer ciclo de las grandes obras
inglés J. W. Petavel elabora un esquema de decimonónicas (gracias a él se salva el área
expansión de las ciudades por brazos radiales de la Grand'Place, de la rue du Marché-aux-
lineales; objetivos de colonización agrícola Herbes y del Marché-aux-Poulets). Haciendo
tiene, en cambio, el proyecto de Edgar Cham- uso de sus experiencias personales y aprove-
bless, de 1910, que puede encuadrarse entre chando las aportaciones de Viollet-ledDuc, de
las temáticas propias de la América agraria y Stübben, de Gurlitt y de Sitte, Buls llega a
que viene constituido por una especie de fa- elaborar una teoría propia de la restauración
lansterio lineal infinito, escandido por mer- urbana, que responde a la idea de oponerse
cados y edificios públicos y superpuesto a estratégicamente a la práctica predominante
Cfr. P. Sica: Historia del urbanismo. El si- A este propósito, G. R. Collins: Cities on the
glo XIX, cit., vol. 1, págs. 355-57. Line, en «Architectural Review», noviembre de 1960.
Historia del urbanismo. Siglo X X
de los derribos y de las destrucciones indis- En todos los demás países de la Europa
criminadas del tejido urbano antiguo: es la occidental es evidente, en los primeros quince
teoría de la «liberación» de los monumentos años del nuevo siglo, una renovación de algu-
antiguos y de la «aclaración» edificativa, con nos aspectos de la práctica urbanística, aunque
la que se pretende dar una respuesta de con- limitada en gran medida a los programas de
junto -cultural, funcional e higiénica- a los expansión periférica. Se trata, sin embargo,
problemas de adecuación y transformación de de realizaciones aisladas, que nacen de la oca-
los núcleos antiguos en relación con las nece- sional preferencia de algún empresario o pro-
sidades de la «vida moderna». La obra princi- motor, o impulsadas por sociedades coopera-
pal de Buls, Esthétique des villes, de 1893, tivas, y en las que sólo excepcionlamente y de
traducida al alemán en el 98, al inglés en el modo desenfilado colaboran las administra-
99 y al italiano en 1903 (con la adición de ciones públicas; o bien de realizaciones que
un capítulo sobre Roma), ejercerá, junto con pueden encuadrarse en circunstancias particu-
los ulteriores escritos del autor, una marcada lares (tal es el caso de algunas villes de uacan-
influencia sobre Gustavo Giovannoni, que re-
cogerá y profundizará los temas de Buls 59. 1903). Son de señalar, entre otros, los siguientes es-
critos de Buls: La Restauvation des monuments an-
Cfr. C. F. G. Buls: Esthétique des villes, Bru- ciens, Bruselas, 1903; Esthétique des villes: l'isole-
selas, 1893 (trad. italiana, Estetica della citt2, Roma, ment des vieilles églises, Bruselas, 1910.
La formación del urbanismo entre los siglos X I X y X X 67
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tendencia a una moderada receptividad, al me- la vivienda (figs. 117-118). Tanto en la ar-
nos por parte del ala burguesa culturalmente ticulación de las partes como en el tratamien-
progresista 62. to de cada uno de los temas concretos, el tex-
La citt2 moderna de Antonio Pedrini, de to de Pedrini es fiel reflejo de las exigencias
1905, obra escrita con la intención de conse- y ,las preocupaciones de higiene materia1 y
guir una difusión masiva y dirigida, en par- social que agitan a las clases dirigentes de la
ticular, a ingenieros, técnicos sanitarios, de- época, y al mismo tiempo expresa también la
partamentos técnicos y organismos especiali- convicción de que existe la posibilidad de or-
zados de las administraciones públicas, viene denar y resolver las contradicciones de la
a ser, en ,la práctica, un manual de ingeniería ciudad mediante un cuerpo de técnicas ade-
sanitaria, caracterizado por un positivismo cuadas (j3.
árido y mecánico, que se las ingenia para pro- Aristide Caccia, que publica diez años des-
porcionar -junto a ,un cúmulo mal ordenado pués que Pedrini su obra Costruzione, tras-
de informaciones- un cuerpo de nociones f ormazione ed ampliamento delle citt2, nos
técnicas para prevenir o solventar los incon- ofrece una síntesis inspirada directamente en
venientes de la ciudad industrial, por lo que la obra de Stübben, de la que su texto es, en
se refiere al alumbrado público, al alcantari- amplias partes, una transposición aeconómi-
llado, a los planes urbanos, a los barrios
obreros, a los edificios, a las tecnologías de Ochenta y siete ciudades italianas son clasifica-
das mediante una argumentación comparativa aten-
diendo a la «forma de la planimetría o mapa» (rec-
Carlo Carozzi y Alberto Mioni señalan «la con- tangular, triangular, cuadrilátero irregular, poligonal,
tinua referencia acrítica a las experiencias que se dodecágono irregular, etc.), a la orientación de las ca-
van realizando en el extranjero, experiencias que se lles, al número de las plazas más importantes, a los
aceptan sin más como verdaderos modelos, dotados cursos de agua que las a'traviesan y a otras «notas
de validez cultural autónoma respecto de las situa- particulares» (ciudad cerrada o ciudad abierta). De
ciones económicas y los contextos históricos que los los planes reguladores se dice, entre otras cosas:
habían determinado, a los que en seguida se trata «La ordenación de una ciudad que haya de hacerse
de prestar oídos, aplicándolos a nuestros problemas. en breve tiempo y por razones higiénicas, exige lo
En esta falta de una "línea italiana" original, el ur- que se denomina plan de derribos; si tal ordenación
banismo se alinea, pues, junto a otras disciplinas, debe hacerse dentro de un período de veinticinco
como la sociología o la política económica». C. Ca- años, será necesario entonces lo que se llama plan
rozzi y A. Mioni: L'Italia in formazione, Bari, 1970, regulador.» Cfr. A. Pedrini: La citt2 moderna, Mi-
páginas 430-31. Ián, 1905, págs. 194-202 y 205.
Historia del urbanismo. Siglo X X
ca», parcial y bastante modesta con respecto fundo del desarrollo d e las ciudades italia-
al original, incluso con sus ilustraciones vuel- nas 67. Nitti y otros «meridionalistas» exami-
tas a dibujar desmañadamente (fig. 119). Las nan con perspicacia los desequilibrios territo-
tres partes principales del texto de Caccia se riales del Mezzogiorno; y otros estudios aná-
refieren, como indica el propio título de la logos aparecen en los volúmenes de la «Nuo-
obra, a la construcción de las ciudades (una v a ~ n t o l o ~ í a »Colajanni,
. que conoce las
síntesis histórica y, al mismo tiempo, una cla- obras de Booth, d e Meuriot, de Vandervelde,
sificación por tipos que comprende los dos en un ensayo de amplios vuelos sobre las re-
tercios del texto, siguiendo más directamente laciones entre economía y territorio, enfoca
todavía las líneas trazadas por Stübben), a su con precisión las causas estructurales de la
transformación (con ejemplos orientados aho- inmigración, la contraposición ciudad-campo
ra, preferentemente, a la propia casuística na- y «la decadencia continuada de la importan-
cional) y a su ampliación (unas pocas páginas cia de da tierra en el cálculo y en la produc-
sumarias, en las que se ofrece al lector poco ción de la riqueza».
más que una clasificación de los barrios de
expansión, tomada d e Buls) 64. Desde el punto de vista de una madurez
Otras contribuciones más profundas proce- teórica, tienen, en cambio, mayor relieve cier-
den, en todo caso, de campos marginales, tas orientaciones que pueden captarse en los
como sucede con los est$udios económicos y escritos de algunos de los arquitectos de la
jurídicos en que aparece más consolidada la nueva generación y, en particular, de Gustavo
tradición cultural. Ya en 1882, con su Teoria Giovannoni y de Marcello Piacentini, atraí-
della traslazione dei tributi, Pantaleonia rea- dos ambos por el debate que se abre en el
liza observaciones bastante precisas sobre la ambiente romano tras la redacción del plan
renta de posición urbana 65; más tarde, Luigi regulador de Sanjust de 1911. De Giovannoni
Einaudi examina los efectos de los impuestos es preciso recordar aquí, al menos, el artículo
sobre el mercado urbano 66; y las mismas me- aparecido en 1913 en la «Nuova Antología»
didas de Giolitti sobre áreas edificables dan bajo el título de IZ diradamento edilizio nei
lugar a otras contribuciones de estudio en este vecchi centrj, cuyo material, aumentado y
campo. Entre los estudiosos de la demografía, reelaborado, vendrá a formar parte ulterior-
Giorgio Mortara lleva a cabo un análisis pro- mente de una obra bastante más ambiciosa.
En dicho artículo, Giovannoni se pronuncia
terminantemente en contra de «los derribos
M Los nuevos barrios se clasifican en comerciales,
Roma, 1882.
" L. Einaudi: Studi sugli effetti delle imposte, G. Mortara: La popolazione delle grandi citth
Turín, 1902. italiane, Turín, 1908.
La formación del urbanismo entre los siglos X I X y X X 71
'mcJD,
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7Jr.
o .
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Fig. 91.
: #
movimiento en favor de los parques urbanos parques urbanos y en favor de la City Beautiful, nos
remitimos a P. Sica: Historia del urbanismo. El si-
y los parkways, que en gran parte se identifi- glo XIX, cit., vol. 11, págs. 657-69.
ca con la figura y la obra d e Frederick Law 'O Pueden indicarse, como expresiones típicas de
Olmsted, la naturaleza y el Zmdsmpe consti- este período, las obras de C. M. Robinson: The
tuyen la medida de la reconciliación entre ciu- Improvement of Towns and Cities, Nueva York,
1901, y Modern Civic Art, or the City Made Beau-
dad indmtrial y sociedad, civil, dando lugar tiful, Nueva York, 1903.
no solamente a realizaciones en sí mismas 'l G. Ford (ed.): City Planning Progress in the
excepcionales, sino también a una serie de United States, Washington, 1917.
74 Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 122-125. Un dibujo ilustrativo del plan de Burnham para Chicago de 1909; vista del centro de Cleve-
land, ordenado conforme a un plan de 1902; planta y vista del centro de San Diego, según un proyecto de
John Nolen (1907).
La formación del urbanismo. entre los siglos XIX y XX 75
York, 1916.
76 De C. M. Robinson deben recordarse, además
W. Hegemann y A. Peets: The American Vitru- de las ya citadas, estas obras: The Cal1 of the City
vius: an ArchitectJs Handbook of Civic Art, Nueva (1908) y City Planning, Nueva York, 1916.
York, 1922. Los autores pretenden atribuir a esta J. Nolen: Replanning Small Cities, Boston,
ambiciosa obra (gran formato, casi trescientas pági- 1912. Sobre la obra de John Nolen, figura bastante
nas y 1.200 figuras) un papel programático similar importante entre 1905 y 1930, véase J. L. Hancock:
al desempeñado más de dos siglos antes en Ingla- John Nolen and the American City Planning, Fila-
terra por el Vitruvius Britannicus de Campbell. delfia, 1964.
Historia del urbanismo. Siglo X X
convenciones y los movimientos de opinión, mas considerados» 'O. Tras las argumentacio-
se delinea un cuadro complejo de tendencias, nes de Ford es posible captar, sin duda, el eco
con diversidad d e orientaciones en función de del gran éxito obtenido por esa racionalización
los nuevos equilibrios sociales exigidos en el de la producción que se conoce bajo el nom-
uso de la ciudad y del territorio por la pro- bre de taylorismo y que precisamente en los
gressive era, cuadro del que resulta imposible años en torno a 1910 se ve perfeccionada y
aquí el proporcionar un balance, ni aun sin- teorizada: si el campo de aplicación de los
tético, por lo que para una profundización principios de la organización científica del
del tema nos remitimos a estudios más espe- trabajo puede extenderse incluso a la adminis-
cífico,~78. tración y gestión de la ciudad, entonces t,am-
bién el hombre de negocios -el más impor-
La «Ciudad Eficiente», la «Ciudad Prácti- tante de los tax-payers- podrá ser converti-
ca», la «Ciudad Funcional», vienen a ser las do al ideal de la planificación.
consignas que sustituyen al acento colocado Las exigencias expresadas por Ford, si bien
antes prevalentemente sobre los aspectos del no pueden tener todavía un reflejo práctico
decoro urbano por parte de la City Beautiful, inmediato, constituyen, d e todos modos, un
y cuyos ecos recoge la historiografía como soporte válido para todos cuantos se aprestan
expresión dominante en el período que va a encuadrar la actividad urbanística en un
de 1910 al New Deal. contexto institucional más estable: como es el
Uno de los más ardientes defensores de la caso de Robert U. De Forest, vicepresidente
necesidad de adoptar una actitud científica de la Russell Sage Foundation, que mantiene
respecto del planntng -todavía inactual por la necesidad de crear comisiones urbanísticas
la incapacidad de correlacionar el proyecto permanentes a nivel de las administraciones
dibujado con la información técnico-estadís- municipales, que no vengan obligadas a su
tica "-es George B. Ford, que colabora ya disolución al finalizar el período de la legisla-
en el libro de Marsh d e 1909 y cuya prepa- tura correspondiente; y de F. Shurtleff, quien
ración de estudioso une, a la formación reci- en una encuesta sobre el estado de la plani-
bida en la École des Beaux Arts de París, un ficación en Estados Unidos realizada a partir
título de ingeniero mecánico. Ford está con- de 1910 por iniciativa de Olmsted y publi-
vencido de que la planificación urbanística cada en 1914, pone de manifiesto las diver-
puede transformarse mediante un procedi- gencias existentes en las legislaciones de los
miento empírico en ciencia exacta, y de que diversos Estados, la incompatibilidad d e los
a partir de un examen completo y profundo procedimientos y la falta de información re-
de 40s datos debe derivarse «una, y sólo una cíproca entre territorios y entidades locales
lógica y convincente solución d e los proble- limítrofes *l.
Precisamente en estos años surgen tenden-
cias orientadas hacia cambios administrativos
78 G . Ciucci, F. Da1 Co, M. Manieri-Elia y M. Ta-
y nuevas formas de gestión municipal. Tras
furi: La cittd americana dalla guerra civile al New el maremoto que asola en 1900 el centro de
Deal, Roma-Bari, 1973; véase, sobre todo, M. Scott: Galveston, en Texas, destruyendo una tercera
American City Planning since 1890, Berkeley-Los An- parte de sus edificios, interviene el Estado
geles, 1969.
nombrando de oficio una comisión, compues-
79 La falta de preparación de los arquitectos para
ta por cinco hombres de negocios, para que var que la instauración de una homología en-
se haga cargo de las tareas relacionadas con tre los métodos de gestión de la ciudad y los
la reconstrucción durante todo el período de métodos operantes en las corporations encaja
emergenci,a. Es ésta la forma denominada de completamente -frente a un «público» teóri-
«Commi,ssion Government», conforme a la camente indiferenciado- con las componen-
cual la administración aparece dirigida por tes del poder económico.
un grupo de expertos con plenos poderes, sin L,a gradual conversión de las administra-
depender de un alcalde electo (esta solución ciones locales en favor de la planificación
se aplica también ulteriormente en algunas urbana aparece documentada por la e1,abora-
ciudades del Midwest y del West). En 1914 ción de planes reguladores generales en más
se experimenta en Dayton otro sistema que de cien ciudades americanas durante el perío-
consiste en confiar la gestión
- técnica a un do comprendido entre 1907 y 1917, si bien
manager, designado por el Consejo electo; en la ratificación legal de las reglamentaciones
1918 tal solución se perfecciona en el caso urbanísticas sigue tropezando todavía con
de Staunton, en Virginia, donde al manager fuertes .resistencias. Por tal ,razón hay que
se le designa además un grupo de colaborado- estimar que constituye un momento importan-
res técnicos que se ponen al frente de cada te la adopción de una reglamentación de zo-
uno de los departamentos sectoriales de 1.a ning por parte de la ciudad de Nueva York
administración municipal. En los años sucesi- en 1916, a instancias y gracias a los estudios
vos esta forma gerencia1 que se modela con- de E. M. Basset. La ordenanza de Nueva
forme a criterios propios de la gestión em- York, que nace con la finalidad de proteger
presarial (y que, no casualmente, aparece apo- a la propiedad inmobiliaria en las áreas resi-
yada por los business-men y por las clases denciales de la middle class frente a la inva-
profesionales) es adoptada en cierto número sión de las industrias y el comercio, vincula
de municipios menores (y entre los años vein- una parte de las áreas de Manhattan a desti-
te y treinta, incluso por Cleveland, Kansas nos funcionales específicos (residencia, comer-
City y Cincimati). cio), estableciendo en las distintas zonas, en
Un efecto sucesivo de este tipo de organi- relación con la anchura de las calles, alturas
zación tomado de la estructura -propia- de la variables para las edificaciones, susceptibles
corporation privada es la creación de las di- de incrementarse con el progresivo retran-
versas «agencias metropolit~anas»,destinadas que0 de las líneas de fachada (setback) 82.
a transformarse en entes autónomos ~d hoc, Siguiendo este ejemplo, otros Estados (y
dotados de amplios poderes de planificación, entre los primeros, los de Wisconsin, Min-
por encima de las respectivas circunscripcio- nesota e Illinois) autorizan a sus municipios
nes municipales (e incluso por encimsa de los a imponer restricciones de zoning incluso en
límites estatales) y a veces en contradicción defecto de plan regulador, y los poderes pú-
con ellas. El caso más conocido es el de la blicos relativos *alland-use y a la imposición
Port of New York Authority, creada en 1921 de reglamentaciones de la edificación se con-
por los Estados de Nueva York y New Jersey vierten en un hecho consumado y admitido,
para planificar las actividades y los equipa- al menos teóricamente (en realidad, todavía
mientos relacionados con el funcionamiento en los años veinte y hasta el New Deal, al-
del puerto del Hudson, organismo financiado gunas sentencias de los tribunales estatales
primeramente a base de créditos con cargo se pronunciarán en favor de recursos inter-
a los presupuestos de los dos gobiernos esta- puestos por particulares contra las vinculacio-
tales y posteriormente autofinanciado median- nes impuestas al uso del suelo). Al mismo
te*la emisión de obligaciones y la recaudación
de derechos de peaje y de tasas sobre las ins- Cfr. P. Sica: Historia del urbanismo. El si-
talaciones portuarias. Resulta superfluo ob,ser- glo XIX, cit., vol. 11, págs. 708-10.
78 Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 126 y 127. El núcleo suburbano de Forest Hili, cerca de Nueva York: vista aérea y planimetría general.
tiempo, la generalización del zoning, que nace el conjunto de las políticas de control urbano
como una especie de compromiso entre la que tienen en la City Beautiful y en el zoning
propiedad inmobiliaria y las exigencias de instrumentos de empleo prevalente en las
racionalización de las ciudades, representa áreas críticas de los dowtowns. El principio
también .un momento de freno y de entume- del descentramiento, surgido como alternati-
cimiento del movimiento d d planning respec- va lógica a la congestión promiscua, se tra-
to de los fermentos brotados del debate entre duce ahora en m a metodología positiva, que
los arquitectos y los urbanistas en los dos puede aceptarse como propia por un amplio
decenios que preceden al estallido del con- frente de operadores públicos y privados, ad-
flicto mundial 83. ministradores, empresarios, promotores, ar-
quitectos y usuarios.
La renovación de la práctica urbanística en Una realización importante -que tiene in-
los años de la progressive age se efectúa a tra- cluso el valor de prototipo, porque se destaca
vés del conocimiento de las realizaciones eu- de las numerosas imdustrial villages construi-
ropeas de los primeros años del nuevo siglo das en los mismos años, y que refleja también
y, en particular, de los programas de los mo- un cambio de actitud empresarial y profesio-
vimientos en favor de la ciudad-jardín. En nal- es el barrio suburbano de Forest Hill
1907 nace una Garden City Association of Gardens, construido en 1910 por la Russell
America que sirve para divulgar los objetivos Sage Foundation según proyecto de Frederick
y las teorías de Howard, de Unwin, de Tho- Law Olmsted, .hijo, y Grosvenor Atterbury
mas Adams. De este modo las tendencias sub- (fiigs. 126-127). Forest Hill Gardens surge
urbanas, ya presentes en gran medida en las en Long Island como un model suburb de
mayores metrópolis americanas, pueden ser Nueva York, en torno a una estación ferrovia-
encuadradas en una perspectiva de planifica- ria suburbana, dotado de todos los equipa-
ción que viene en cierto modo a completar mientos comunitarios y caracterizado por un
alto nivel de calidad edificativa, garantía que
83 Véase también, a este respecto, T. H. Logan:
ahora requiere el sector de la demanda social
The Americanization of German Zoning, en «Jour-
nal of the American Institute of Plannerw, octubre que puede expresarse gracias a su propio po-
de 1976. der adquisitivo.
La formacidn del urbanismo entre los siglos X I X y X X 79
chitect» (Nueva York, l876), «Arte italiana decora- cfr. W. Hegemann: Der Stadtebau nach Ergebnis-
tiva e industriale» (Roma-Venecia, 1890), «The Ar- sen der Allgemeinen Stadtebau-Ausstellung, Berlín,
chitectural Record» (Nueva York, 1891), «The Jour- 1911 y 1913; trad. italiana, Catalogo delle esposi-
nal of the Roya1 Institute o£ British Architects» zioni internazionali di urbanistica, Berlino 1910,
(Londres, 1893), «Architektur und Bautechnik» (Vie- Düsseldorf 1911-12, publicación de la que recomen-
na, 1895), «Der Architekt» (Viena, 1895), «Empo- damos su introducción, debida a D. Calabi y
rium» (Bérgamo, 1895), etc. M. Folin.
80 Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 128 y 129. Una página de la revista «Der Si , y cubierta de la revista «La Ciudad Lineal».
tas reuniones circulan ampliamente entre los bien buscan también un nuevo equilibrio en-
técnicos y los administradores. tre proyecto y producción, entre creatividad
Otra confirmación de la consolidación del y reproducibilidad técnica. Las breves referen-
aparato disciplinar y del reconocimiento de cias que aquí hacemos -remitiéndonos a es-
un papel profesional específico aparece cons- tudios más profundos y conocidos para una
tituida por la introducción de cursos de urba- valoración más responsable de estos movi-
nismo en los programas universitarios. Ya he- mientos- nos parecen, sin embargo, indis-
mos hablado de la cátedra de Civic Desing pensables para reconstruir las fases de un pro-
inaugurada en 1909 en la Universidad de Li- ceso que constituye premisa esencial del gran
verpool y de los cursos profesados por Ray- proyecto de renovación que se vive inmedia-
mond Unwin en Birmingham; en Alemania, tamente después del conflicto mundial.
a partir de 1908, se celebra anualmente un En los años noventa cobra forma en Bél-
seminario sobre problemas urbanísticos en gica, y bien pronto se extiende a toda Eu-
Charlottenburg, a cargo de J. Brix y F. Genz- ropa, la oleada impetuosa del Art Nouveau,
mer; en los Estados Unidos se instituye en con el ascenso de las ~ersonalidadesde Víctor
Harvard, en 1909, un primer curso universi- Horta y de Henry van de Velde. Como pri-
tario sobre los fundamentos del urbanismo, mer movimiento que nace como contestación
y apenas ocho años después ya existen sus de las formas tradicionales -con las obras,
buenas once universidades norteamericanas con la propaganda, las teorías y las enseñan-
que ofrecen cursos orientados al estudio de zas-, el Art Nouveau constituye a un tiempo
la planificación urbana 88. la superación del cerrado conformismo acadé-
mico, o del ciego t2tonnement del eclecticis-
mo, y la última tentativa de sistematización
3. La renovación de la Arquitectura, el de- coherente de un lenguaje estilístico que apun-
bate sobre las artes aplicadas y el na- ta hacia la calidad de los productos frente a
cimiento de los movimientos vanguardis- su mercantilización, a su transformación en
tas en Europa pura mercancía, atribuida a ultranza a la de-
cadencia de los valores espirituales. En el
Si las disciplinas de organización de conjun- año 1897 Horta realiza en Bruselas su obra
to del espacio se forman y se instituyen pro- maestra, la Maison du Peuple (figs. 130-13l ) ,
yectando técnicas más refinadas y flexibles de utilizando el nuevo lenguaje para un destina-
control de los procesos de reestructuración tario, el Sindicato de trabajadores socialistas,
productiva y, por ende, de la dinámica de que parece encarnar las instancias sociales
crecimiento urbano, la Arquitectura, por su más avanzadas del momento histórico. Van
parte, ha de confrontarse directamente con la de Velde, inclinado mayormente a teorizar
ciudad industrial. No se trata de una metá- didácticamente su trabajo, abre al año siguien-
fora: las personalidades que en estos años se te en Uccle, en las inmediaciones de Bruselas,
empeñan en desbloquear a la Arquitectura de un taller de artes aplicadas, y sitúa en el cen-
la estéril sucesión de reuivds estilisticos pre- tro mismo de sus investigaciones el principio
tenden ensayar las posibilidades alternativas de colaboración entre proyecto artístico e in- .
del lenguaje capaz de dar forma al espacio ur- dustria, en función de una producción en se-
bano, o al menos tratan de fijar sus imáge- rie, consiguiendo superar en este terreno los
nes puntuales o la coralidad del conjunto, si resultados logrados por los precedentes ingle-
ses de las Arts and Crafts y, en particular,
la obra de William Morris (figs. 132-134).
Véase, a este respecto, F. J. Adams y G. Hodge:
City Planning Instruction in the United States: The No hay país europeo en el que, como res-
Pioneering Days, 1900-13-30, en «Journal of the Ame- puesta a ,la solicitación del Art Nouveau, del
rican Institute of Planners», febrero de 1965. modernismo, no exista al menos una capa o
Historia del urbanismo. Siglo XX
e construction et d'ornementatio
UCCLE prCs Bruxelles
Icr objcts
ci poricni
la marqur
ri-dcrsur.
Figs. 130 y 131. V. Horta, Maison du Peuple, en Bruselas, vista exterior y sala de reunión.
Figs. 132-134. La obra de H . van de Velde: el manifiesto del taller de Uccle; una serie de cubiertos diseña-
da en 1902-1903; un arreglo de mobiliario realizado en Chemnitz en 1904.
La formacidn del urbanismo entre los siglos X I X y X X 83
sector de las élites intelectuales que no se vea significativa el edificio de la Bolsa de Ams-
envuelta en el ansia de esta renovación for- terdam (1898-1903), se busca precisamente
mal, aunque sea con enfoques distintos y con en el ámbito del lenguaje neo-romántico libre-
intensidad variable. A menudo estos impul- mente asumido, en la «honestidad» de las
sos se reciben superficialmente, sin una pro- estructuras y en la «sinceridad» de los mate-
fundización de las razones de que proceden, riales (figs. 139-140). Y solamente en el pe-
y se resuelven en una llamarada efímera o ríodo de posguerra se podrá medir hasta qué
en una actitud genérica de reivindicación de punto su enseñanza, junto con el conocimien-
las libertades creativas individuales; pero, to de la obra de F. L1. Wright, podrán influir
también con frecuencia, es precisamente el en diversas direcciones sobre los tanteos e
espacio vacío dejado por el agotamiento del investigaciones de los más jóvenes.
Art Nouveau el que prepara el terreno y abre En Viena domina la personalidad de Otto
el camino a experiencias sucesivas. Wagner, profesor desde el 94 en la Acade-
Por lo demás, en todos y cada uno de los mia de arte; en su obra más conocida, la
países las razones del Art Nouveau se con- Caja de Ahorros de Viena, de 1905 (figu-
frontan co9 las tendencias que surgen por to- ras 141-142), alcanza el ideal figurativo sim-
das partes induciendo a una subversión del plificado que Wagner proclama en su ensayo
gusto, al análisis del lenguaje, a la investiga- Moderne Architektur, del 95. Al maduro ri-
ción del dato racional, al enunciado de los gor profesional de Wagner se contrapone la
contenidos de un programa social. En Espa- desenfrenada vitalidad expresiva de Josef
ña, los arquitectos catalanes exentos de pre- Maria Olbrich y de Josef Hoffmann, los dos
juicios fuerzan el lenguaje y las mismas leyes artistas más importantes de la Sezession, el
constructivas en imposibles pastiches eclécti- movimiento fundado en el 97 y directamente
cos de gran efecto provocativo, y las obras vinculado a las experiencias del Jugendstil
de Gaudí llevan a término una operación de internacional (figs. 143-144). Al estilo de
extraordinaria tensión, sin vía de salida y sin Olbrich y Hoffmann, que reaccionan frente
retorno (figs. 135-136). En Francia, Guimard al academicismo oficial acentuando el precio-
utiliza los signos del Art Nouveau para enno- sismo colorista de las superficies, las fanta-
blecer las entradas del metropolitano parisino, sías lineales de los paneles y de las vidrieras
y Anatole de Baudot armoniza trinos ecléc- y la gama inagotable de los detalles decora-
ticos y novedades estructurales, mientras Pe- tivos, Adolf Loos contrapone una noción de
rret verifica el arte de construir a la luz de la arquitectura como pura expresión de la
las tecnologías más avanzadas del hormigón, utilidad. En nombre de esta concepción en
con claridad geométrica y con sentido del jus- su celebérrimo trabajo Ornamento y crimen,
to peso d e la materia (figs. 137-138). En Es- de 1908, Loos niega toda legitimidad histó-
candinavia, Eliel Saarinen y Ragnar Ostberg rica a las investigaciones estilísticas, a las
llevan adelante análogos procesos de renova- artes «aplicadas», al derroche y a la disipa-
ción, con una mayor condescendencia para ción de la creatividad individual 89. Sus cons-
con un cierto naturalismo romántico, en el tmcciones posteriores a 1908 reflejan clara-
que reabsorben los acentos eclécticos. En Ho- mente este programa cultural (figs. 145-
landa, Hendrik Petrus Berlage, al definir las 146): en el edificio de la Michaelerplatz,
- . el
cualidades de base de la Arquitectura, insiste enrarecido neoclasicismo de la base guarda
en la importancia de la concepción espacial, aún una cierta homología con el carácter plu-
del tratamiento de las masas murales, del riforme d e los signos d e la ciudad, pero d e
empleo de sistemas proporcionales, de la re-
ducción de la decoración: su concreta adhe- Cfr. A. LOOS:Parole nel uuoto, Milán, 1972. El
sión al movimiento de renovación de la ciu- artículo Ornament und Verbrechen puede encontrar-
dad burguesa, d e la que es expresión bien se en «Casabella», núm. 233, 1959.
Historia del urbanismo. Siglo X X
La formación del urbanismo entre los siglos XZX
todos modos aparece dominado por la «es- En Alemania este avance se ha visto posi-
candalosa» desnudez del bloque de las cuatro bilitado por las mismas estructuras estatales
plantas superiores. En la villa Steiner de la que con frecuencia ofrecen a los artistas ale-
St.-Veit-Gasse y en la villa de la Sauraugas- manes o europeos de vanguardia puestos de
se, con sus simples volúmenes blancos en1.u- responsabilidad en las escuelas técnicas, o
cidos, interrumpidos por las aberturas geo- bien por la protección y los encargos que
métricas, se ha consumado por completo esta ofrecen los ricos mecenas y el gran capital
sustitución de valores 'O. industrial. El arquitecto austriaco Josef Ma-
ria Olbrich es llamado a Darmstadt en 1899
Las nuevas instancias planteadas por el por el gran duque Ernst Ludwig von Hessen
capitalismo avanzado y por la industria afec- para constmir una villa para los artistas
tan, sobre todo en Alemania, al mundo de (Casa de los artistas, 1901-1908, y Palacio
la producción estética, poniendo al descu- de exposiciones, 1907; fig. 147); también
bierto y haciendo surgir una serie de pro- trabaja en Alemania otro austriaco, Josef
blemáticas críticas que en los demás países Hoffmann, fundador d e .la escuela artesana de
-salvo puntas que emergen aisladamente- Viena de la Wiener Werkstatte. En 1902
aparecen todavía, en gran parte, encubiertas Henry van de Velde es llamado por el gran
o retrasadas por una práctica profesional pa- duque de Sajonia-Weimar para dilrigir el Ins-
ralizada en el limbo de la academia, tenden- tituto de arte de Weimar (fig. 148), desti-
te a defender la autonomía de la arquitec- nado a «realzar el nivel d e la producción de
tura insistiendo ciegamente en la separación las industrias locales de artes aplicadas» 'l;
conceptual y de competencias entre determi- Peter Behrens dirige desde 1903 la Escuela
nantes tecnológico~constructivas de los edi- de artes aplicadas de Düsseldorf; en Berlín
ficios y elaboración de las soluciones for- se m,uestra muy activa la Gewerbeschule, di-
males. rigida por Bruno Paul; en Dresde la Deuts-
che Werkstatte, dirigida por Karl Schmidt,
basa sus enseñanzas, desde 1906, en el con-
Para una ampliación de las referencias que aquí cepto de producción en serie; Richard Rie-
hacemos y para los aspectos de que nos ocupamos merschmidt colabora en la organización de
en las páginas siguientes, nos limitamos a remitirnos
a la abundantísima historiografía general sobre el
la Münchner Werks tat ten fir Handwerks-
tema, y en particular a las siguientes obras: N. Pevs- kunst, de la que es nombrado director en
ner: Pioneers of Modern Movement from William 1913. Igualmente significativo es el hecho
Morris to Walter Gropius, Londres, 1936 (trad. ita- de que en 1906 se llame al mismo Behcrens
liana, Milán, 1945) y, del mismo autor, The Sour- para ocupar el cargo de asesor artístico de la
ces of Modern Architecture and Design, Londres,
1968 (trad. italiana, Turín, 1969); R. Banham: Theo- AEG, encomendándosele la supervisión o
ry and Design in the First Machine Age, Londres, proyecto, personalmente, d e la producción
1960 (trad. italiana, Bolonia, 1970); R. De Fusco: del gran Konzern de la electrici4d y, en par-
Storia dell'architettura contemporhzea, Roma-Bari, ticular, sus nuevas fábricas. El acuerdo de
1974; L. Benevolo: Storia dell'architettura moderna,
cit.; B. Zevi: Storia dell'architettura moderna, Tu- traer a Behrens a la AEG es obra de Emil
rín, 1950, nueva edición revisada, Turín, 1975; y Walter Rathenau, los más destacados ex-
M. Tafuri y F. Da1 Co: Architettura contemporhzea,
Milán, 1976. Un panorama ilustrativo de las obras
de arquitectura y artes aplicadas del Jugendstil pue- '' De los escritos de H. van de Velde contamos,
de verse en G. Massobrio y P. Portoghesi: Album en traducción italiana, con Per il nuovo stile, Mi-
del Liberty, Roma-Bari, 1975. lán, 1966.
Figs. 135-140 (en la página opuesta). Antonio Gaudí: vista de la casa Milá (1905) y patio de la casa Batlló;
Auguste Perret: garaje en la me Ponthieu (1905) y casa en la me FranMin, en París (1903); Hendrik Petrus
Berlage: interior del salón central y vista exterior de la Bolsa de Arnsterdam (1898-1903).
86 Historia del tubanismo. Siglo X X
Figs. 141 y 142. 0. Wagner, fachada principal y salón interior de la Caja de Ahorros de Viena (1905).
Figs. 143-146. J. Hoffmann, palacio Stoclet, en Bruselas; J. Olbrich, edificio de la Sezession en Viena;
A: Loos, el edificio de la Michaelerplatz y la casa Steiner.
La formación del urbanismo entre los siglos X I X y X X
Figs. 147 y 148. J. Olbrich, entrada de la Ernst-Ludwig-Haus, en Darmstadt (1901); H. van de Velde, el
edificio de la Escuela de arte de Weimar (1906).
Figs. 149-152. P. Behrens, Turbinenfabrik de la AEG en Berlín (1908), y depósito de agua en Frankfort
(1911-1912); Max Berg, el Jahrhunderthalle de Breslau (1912-1913), exterior e interior.
88 Historia del urbanismo. Siglo X X
ponentes de esa oligarquía dirigente y em- hunder thalle de Breslazx, 1912-1913 ; f igu-
presarial que interpreta las exigencias de re- ras 151-152) y Paul Bonatz, que en 1913,
novación del gran capital orientándolo hacia con su estación ferroviaria de Stuttgart, em-
un papel de guía y de control cultural de los plea por vez primera una composición asi-
fenómenos de producción y socialización de métrica de masas que no tiene corresponden-
la civilización industlrial. Esta es una pers- cia alguna en la tradición de los edificios de
pectiva que Walther Rathenau tratará de carácter representativo (fig. 154). Walter
aplicar a la dirección de la economía de gue- Gropius proyecta en 1911 y realiza en 1913,
rra y que reanudará después de la derrota en Alfeld an der Leine, con la colaboración
en su tentativa de volver a examinar y recu- de Adolf Meyer, la fábrica de calzado de
perar los valores de la cultura burguesa en la Fagus-Werke, un edificio industrial de
el seno de un sistema económico en el que disposición planimétrica elemental, resuelta
la iniciativa privada está llamada a superarse volumétricamente en una composición equi-
y a contrastarse a sí misma, sosteniendo al librada, aunque distando mucho de ser uni-
aparato público y regenerándose en el obje- taria, de los cuerpos de fábrica, pero en el
tivo básico de la racionalidad del desarrollo. cual el marcado efecto de ruptura formal de
A la luz de tales consideraciones, resulta to- algunas soluciones deriva del intento preciso
davía más importante la presencia, en el es- de valorizar los nuevos materiales de cons-
tudio de Behrens, alrededor de 1910, de trucción (figs 155-156). A sólo cinco años
Walter Gropius, de Ludwig Mies van der del proyecto de la Turbinenfabrick de Beh-
Rohe y del mismo Le Corbusier. rens, la Fagus-Werke de Gropius completa
La producción arquitectónica más avanza- un decisivo paso ideológico y conceptual,
da de estos años refleja el carácter problemá- que constituirá un punto de referencia obli-
tico y el experimentalismo de las nuevas ins- gado en la actividad de proyecto de los años
tancias políticas y culturales, sobre todo en veinte: de ser el solemne «templo del traba-
los compromisos solicitados por las nuevas jo», el edificio industrial ha pasado a ser el
funciones industriales y terciarias desarra- utensilio eficaz de la producción, que dude
lladas en los grandes centros del capitalismo en sus formas esenciales a la máxima econo-
maduro, que ofrecen ocasiones para d em- mía de las inversiones en capital fijo, res-
pleo de soluciones tipológicas y estructurales pondiendo a la idea de eliminación de los
que llevan a nuevos desarrollos del lenguaje despilfarros en los espacios y en los tiempos
expresivo. Peter Behrens ( 1868-1WO), ilus- de labor y explotación.
trador y pintor, llegado a la arquitectura en Otros arquitectos, como Tessenow en Ber-
torno a 1900, acepta estas exigencias en su lín, Schumacher en Hamburgo , Bestelmeyer
empleo de volúmenes simplificados y regula- en Dresde y Ficher y Kreis en Düsseldorf,
res, de gran eficacia expresiva (Turbinenfa- se ven influenciados por estas nuevas ten-
brick de la AEG, en Berlín, d e 1908)) uni- dencias, aun permaneciendo sustancialmente
ficando y repitiendo, cuando resulta necesa- ajenos al proceso de renovación. También
rio, los motivos clásicos de las decoraciones, en las obras de edificación corriente se ma-
y realizando la síntesis más acabada de los nifiesta una progresiva decantación de los
ideales del renacimiento industrial (figuras aparatos estilísticos (casas obreras del subur-
149-150). bio-jardín de Dresde-Hellerau, de Tessenow;
De un realismo totalmente antitético res- suburbio de Berlín-Falkenberg, de Taut) ,
pecto de las redundancias de la arquitectura pretendida a veces a través de una especie
oficial guillermina, aunque no inmune a ve- de eco de formas populares, como en la obra
ces a ciertos signos de eclecticismo, dan cum- de Paul Schultze~Naumburg, que más tarde
plida prueba arquitectos como Alfred Mes- ha de ser uno de los más intransigentes ad-
sel, Hans Poelzig (fig. 153)) Max Berg (Jahr- versarios del Movimiento Moderno.
La formación del urbanismo entre los siglos X I X y X X
Figs. 153-156. P. Poelzig, edificio industrial en Posen (1911-1912); P. Bonatz y F. Scholer, la estación de
Stuttgart (1913-1916); W. Gropius, Fagus-Werke, en Alfeld (1911-1913), planta y vista.
Figs. 157-160. Una villa construida por H. Muthesius en Berlín; las construcciones de la exposición de la
Werkbund en Colonia. de 1914: el teatro de H. van de Velde, el edificio de Gropius y el «pabellón de vidrio»
de B. Taut.
Figs. 161 y 162. P. Picasso, retrato de D. H. Kahnweiler, 1911; F. Léger, Mujer en azul, 1912.
Pechstein (Kirchner se destaca por su adhe- En Holanda, entre 1910 y 1914, trabaja
sión al tema de la metrópoli, del que nos ofre- ya Píet Mondrian, con su gradual y rigorista
ce en su pintura una síntesis crítica, en cier- proceso de superación del arte romántico y
tos aspectos paralela al lúcido diagnóstico de descriptivo encaminado hacia un abstractismo
Simmel); en 1911 Die Brücke se traslada a pictórico «objetivo» (fig. 166).
Berlín, donde, dos años después, se disuelve. En Rusia, tras la fallida revolución de
En el ámbito de las indagaciones expresionis- 1905, se muestran muy activos numerosos
tas -pero más inclinado hacia un afinamien- grupos de vanguardia: Lariónov y su mujer
to de las experiencias sensibles, a una puri- Natalia Goncharova fundan en 1909 el «ra-
ficación ascética o lírica d e los resultados, y yonismo», del que trazan un manifiesto en
en tal sentido distante y casi opuesto a las 1913; en este mismo año Maliévich ha sido
deformadas y nerviosas alucinaciones de los ya captado por las experiencias suprematistas
pintores de Die Brücke- se mueve también (fig. 167), orientándose hacia la superación
el grupo denominado Dev Blaue Reiter («El de toda relación con lo real (el manifiesto del
Caballero Azul»; fig. 165) ", fundado en Mu- suprematismo, publicado en San Petersburgo
nich en 1911 por Kandinsky y Franz Marc, en 1915 con la colaboración de Maiakovski,
al que se adhieren Kubin, Feininger y Paul define el movimiento como «la supremacía de
Klee. la sensibilidad pura en las artes figurativas»);
Tatlin, ya próximo a Maliévich, alejándose
95 K. Lankheit (ed.): Der. Blaue Reiter. Herausge-
del suprematismo, expone en 1915 sus apin-
geben uon Wassily Kandinsky und Franz Marc, Mu- turas en relieve», composiciones inspiradas
nich, 1965. en las técnicas y en los materiales modernos.
La formación del urbanismo entre los siglos XZX y X X
Figs. 163-165. E. L. Kirchner, frontispicio y programa del grupo Die Brücke, 1906; V. Kandinsky, dibujo
para el catálogo del grupo Der Blaue Reiter, 1912.
Figs. 166 y 167. P. Mondrian, Composición en línea y color, 1913; K . Maliévich, Circulo negro (hacia 1913).
se proyectan la intolerancia y la impaciencia otros manifiestos -en los que las negaciones
frente a la estrechez de miras de la situación prevalecen, por contenido y claridad, sobre
cultural y al retraso técnico de la Italia bur- las afirmaciones positivas- introducen el
guesa d e comienzos del siglo xx. El manifies- programa del movimiento en los diversos cam-
to de fundación del futurismo, redactado por pos de la actividad artística (Manifiesto. de
Filippo Tommaso Marinetti y aparecido en el los phtores futuristas de 1910, Manifiesto
diario parisino «Le Figaro» el 11 de febrero de los músicos futuristas de 1911, etc.).
de 1909, proclama una completa renovación La resonancia internacional del futurismo
de todas las actividades artísticas y de las es inme,diata, y no solamente por la intensa
formas expresivas, incluso una ruptura defi- labor de propaganda desarrollada por Mari-
nitiva con el pasado bajo el signo de la mo- netti, sino también porque las atrayentes te-
dernidad, del dinamismo, de la máquina 96; sis del movimiento estimulan con efectos di-
versos las expectativas y las insatisfacciones
de los estratos intelectuales europeos. A la
96 Reproducimos los pasajes del Manifiesto de Ma- Rusia zarista llegan ya los impulsos del fu-
rinetti que resultan más significativos en nuestro turismo entre 1909 y 1910, con algunos ar-
contexto: «C.. .] 4) Nosotros afirmamos que la mag-
nificencia del mundo se ha enriquecido con una
belleza nueva: la belleza de la velocidad. Un auto-
móvil de carreras con su capó adornado con grandes tas lunas eléctricas; a las estaciones voraces, devora-
tubos parecidos a serpientes de hálito explosivo ..., doras de serpientes humeantes; a las fábricas, colga-
un automóvil rugiente, que parece correr bajo los das de las nubes por los hilos retorcidos de sus
estampidos de la metralla, es más bello que la Vic- humos; a los puentes que parecen gimnastas gigantes
toria de Samotracia. [ . . .] 10) Nosotros queremos a caballo de los ríos, relampagueantes al sol con bri-
destruir los museos, las bibliotecas, las academias llo de cuchillos; a los buques arriesgados que hus-
de todo tipo, y combatir contra el moralismo, el fe- mean el horizonte; a las locomotoras de amplia co-
minismo y contra toda vileza oportunista o utilita- raza que trepidan sobre las vías, como enormes ca-
ria. 11) Nosotros cantaremos a las grandes multitu- ballos de acero embrídados con tubos, y al vuelo
des agitadas por el trabajo, por el placer o por la centelleante de los aeroplanos, cuyas hélices rugen
rebelión; cantaremos a las mareas multicolores y po- al viento como banderas y parecen aplaudir como
lifónicas de las revoluciones en las capitales mo- una muchedumbre entusiasta.» Cit. en M. De Miche-
dernas; cantaremos al vibrante fervor nocturno de li: Le avanguardie artístiche del Novecento, Milán,
los arsenales y los astilleros, incendiados por violen- 1966, págs. 370-71.
La formación del urbanismo entre los siglos X I X y X X 95
Figs. 168 y 169. U. Boccioni, Bottiglia-Tavola (1912); C. Carri, Dipinto parolibero (1915).
sus plazas, en sus iglesias; esta ciudad saqueadora tista, escrito en abril de 1910 par Marinetti, Boc-
que atrae como una ramera y que contagia a sus cioni, Carrh y Russolo. Cfr. M. Drudi Gambillo y
amantes la peste del arqueologismo crónico, es el T. Fiori (eds.): Archivi del futurismo, Roma, 1958-
símbolo peligroso de todo lo que en Italia obstacu- 62, pág. 19. Véase también, en esa misma obra, pá-
liza el resurgir de una mentalidad nueva y original. gina 23, el Manifeste futuriste contre Montmartre,
Aquí, en Roma, se congregan, como en propio terre- de A. F. Mac Delmare y Marinetti.
La formación del urbanismo entre los si;glos X I X y X X
- 170-175. Antonio Sant'Elia: central eléctrica, tres dibujos de la CittA Nuova (1914), proyectos de un
Figs.
hangar para aeronaves y de una central eléctrica.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 176 y 177. M. Chiattone, construcciones para un metrópoli moderna (1914) y catedral (1914).
-por vez primera, por Robert van't Hoff, sa de una arquitectura moderna nacional 'OD.
en el comentario a un dibujo aparecido en En la línea de Sant'Elia se mueve también
la revista «De Stijl» en 1919-, Sant'Elia Mario Chiattone, que se inspira inicialmente
no nos ha dejado una planta o una sección en un lenguaje figurativo lírico-expresionista,
transversal de sus edificios, ni siquiera un para arribar seguidamente a imágenes de una
modelo general de su Citti Nuova: la red de compostura estática prenovecentista; y que,
las intercomunicaciones en altura y en super- sin embargo, también nos transmite, en algu-
ficie es, evidentemente, el presupuesto y el nos de sus dibujos, composiciones de conjun-
módulo-forma de la invención tipológica, y to realmente sugestivas y originales lo' (figu-
sin embargo las directrices horizontales pare- ras 176-177).
cen cortarse sin contacto, contrayendo las
'O0 Cfr. M. Drudi Gambillo y T. Fiori (eds.), op.
imágenes en la visión estática de fragmentos
autónomos . La enigmática inconclusión de cit.; U. Apollonio: Antonio Sant'Elia, Milán, 1958;
L. Caramel y A. Longatti (eds.): Antonio Sant'Elia,
estas indagaciones dará llugar a las inconsis- Como, 1962. Véase además el número de abril-mayo
tentes discusiones de los años del fascismo, en de 1971 de la revista «Controspazio», dedicado al
que se hará de Sant'Elia un precursor de las futurismo, y en particular M. De Micheli: L'ideolo-
invenciones del Movimiento Moderno y en gía politica del futurismo, y E. Crispolti: L'idea
dell'architettura e dello spazio urbano nel futurisrno.
particular de Le Corbusier, o por el contra- 'O' Cfr. G. Veronesi: Disegni di Mario Chiattone,
rio, un combatiente proto-fascista por la cau- 1914-191 7, en «Comuniti», marzo-abril de 1962.
Capítulo 11
La arquitectura y el urbanismo
L L
1. Crisis y renovación de la cultura occiden- templada con extrema sospecha por la bur-
tal en el contexto económico y politico guesía conservadora y violentamente hosti-
gada por el capital internacional. En Occi-
La guerra de 1914-18 no solamente des- dente, los profundos impulsos revoluciona-
compone el sistema político y económico rios de las masas no son suficientes para cons-
mundial, sino que altera y destruye también tituir la base necesaria para la subversión de
los antiguos ordenamientos sociales. Todas las estructuras existentes, a pesar de las sa-
las naciones del mundo occidental, beligeran- cudidas y crisis que se suceden en numerosos
tes o neutrales, victoriosas o derrotadas, ex- países europeos. Alemania, en la ruina de la
perimentan, de modo más o menos profundo, derrota, es escenario de una serie de revolu-
las consecuencias del conflicto. ciones y de choques frecuentes en las ciuda-
La guerra marca, ante todo, el fin dramá- des más importantes; en Finlandia se produ-
tico de cuatro imperios, el ruso, el alemán, cen desórdenes y represiones; en Hungría
el austrohúngaro y el turco. Pero incluso tiene lugar la instauración de un gobierno
donde la armazón existente resiste, aunque comunista con Bela Kun en 1919, seguido
sea precariamente, a los efectos de los acon- por la dictadura de Horthy; en Italia se su-
tecimientos, la situación se presenta también, ceden las huelgas y los duros conflictos labo-
por lo general, rica en impulsos y tendencias rales; en Bulgaria estalla una revolución co-
potenciales de renovación: en el plano insti- munis ta en 1923, rápidamente sofocada. En
tucional surge la crisis de las relaciones entre los años que siguen a la terminación del con-
poder ejecutivo y poder legislativo, entre sis- flicto, comunismo y socialdemocracia, en una
tema electoral y soberanía popular, entre go- línea de ruptura que poco a poco va hacién-
biernos y testas coronadas; en el plano social dose más profunda, luchan por la supremacía
los desplazamientos de la riqueza tienden a en la mayoría de los Estados europeos, a la
destruir las últimas fronteras institucionales búsqueda de nuevos equilibrios socioeconó-
de clase y de casta, mientras que la anulación micos, que no guarden relación con la inade-
de las formas de ahorro propias del tiempo cuación de las viejas estructuras.
de paz semiproletariza a una parte de la clase El sistema productivo, sometido a una ace-
media no poseedora. leración frenética en los Estados empeñados
La revolución socialista en Rusia consti- en el conflicto, experimenta en la inmediata
tuye el acontecimiento político-social más im- posguerra una dura paralización (empobreci-
portante de los años de guerra, acogida con miento de los medios de producción, retrac-
viva adhesión y simpatía por amplias masas ción de la demanda y del capital), agravada
populares y por gran parte de los intelectua- por la desmovilización, que coloca en el mer-
les de izquierdas, aunque muy pronto con- cado de trabajo un excedente de millares y
Historia del urbanismo. Siglo X X
tende ofrecer una interpretación unidireccio- proponen como objeto de su propia actividad
nal y simplificada de vicisitudes complejas la angustia de la destrucción, el caos, el nau-
y dramáticas, a través de las cuales se reali- fragio de la razón.
zan mutaciones de gran alcance incluso a ni- A nuestro lado de esta vertiente, una parte
vel de la organización territorial y urbana, más consistente de la cultura europea sustan-
que todavía están, en parte, por estudiar, en cia, en cambio, su propio compromiso ético
su interdependencia con la evolución de los y político en torno a una actitud aconstruc-
sistemas económicos y políticos; sino más tiva», al trabajo concreto de recomposición
bien anticipar la relevancia que tiene un cam- de los procesos productivos, a una nueva de-
po de intereses que sigue siendo término de finición de tareas y cometidos, y a la formu-
confrontación prioritario de las elaboraciones lación de programas, en un panorama que se
que aquí debemos considerar y que es el presenta muy rico en articulaciones, oposicio-
único sector en el que se consigue, al menos nes y tangencias.
en parte, operar de modo concreto. En la La primera consecuencia de esta voluntad-
arquitectura de la casa y en el problema plan- deber de reconstrucción ética de la sociedad
teado por una demanda social masiva es don- civil consiste en que el área histórica que
de las investigaciones y las intuiciones de los constituye su sujeto y su objeto ya no es el
años prebélicos -la alternativa a la ciudad individuo, sino la colectividad (la comunidad,
decimonónica estudiada por los urbanistas, la el pueblo, las masas; las fuerzas del trabajo),
cuestión del producto en serie, las nuevas con la que se inicia un diálogo, según la tra-
tecnologías puestas a punto por la industria, dición de un cierto socialismo humanista:
las indagaciones formales de los movimientos y todo ello, si bien desplaza el papel del ar-
vanguardistas- pueden encontrar un terreno tista y de sus prestaciones, lo expone tam-
común de experimentación y de profunda re- bién a despiadadas contradicciones, que pue-
novación. Sobre la vivienda, como elemento den resumirse en el dilema entre individuali-
básico concreto de la comunidad y de la ciu- dad y sociedad orgánica, entre división del
dad del hombre, es sobre la que se proyec- trabajo y superación de la misma. En segun-
tan, por parte sobre todo de los artistas, de do lugar, el orden nuevo, el horizonte futuro
los arquitectos y de los urbanistas, las espe- de la sociedad renovada, no puede brotar más
ranzas de una regeneración y de un nuevo que de la colaboración y de la síntesis de
equilibrio social. las actividades productivas del hombre. Este
es un punto que no puede dejar de dar lu-
La implicación de la cultura occidental en gar a actitudes diversas, porque trae a cola-
el trauma social de la primera posguerra ción la relación entre arte e industria, entre
viene expresada por un dato común a todas producción artística y producción económica,
las manifestaciones creativas: la reacción con- entre papel creador del artista y presencia
tra la guerra, contra los errores y los horro- de la máquina. La relación a instaurar entre
res de una sociedad injusta y sanguinaria. el papel del trabajo intelectual y el binomio
Incluso las corrientes que no ven otra alter- máquina-industria constituye, efectivamente,
nativa que la de un ataque violento a las uno de los nudos conflictivos más agudos de
superestructuras culturales y a las institucio- la cultura positiva de la posguerra: en un
nes de la sociedad burguesa -casi para com- ámbito amplio del pensamiento europeo per-
pletar las destrucciones materiales originadas manece viva la urgencia de abrir un proceso
por la guerra- actúan también conforme a a la civilización industrial del capitalismo,
una específica intencionalidad ética y social que a través de la crítica del tecnicismo se
del arte: incluso cuando, llevando al extremo traduce en un programa de recuperación de
las actitudes más radicales del irracionalismo valores comunitarios, populares o populistas,
y la espontaneidad de los años de guerra, con el re torno nostálgico al corporativismo
Historia del urbanismo. Siglo X X
Este es, precisamente, el sector que ocu- dian entre ambas guerras mundiales, nos per-
pará mayormente nuestra atención en los epí- cataremos de que en casi todos los países del
grafes siguientes, a través de una rápida sín- mundo occidental este lapso de tiempo puede
tesis de las contribuciones más importantes distribuirse, con toda razón, en dos fases dis-
del pensamiento centroeuropeo, mientras que, tintas, que tienen su punto de articulación
por razones de economía de exposición, re- en torno a 1930.
mitiremos a algunos de los Capítulos sucesi- Ciertamente que cuanto ocurre en el plano
vos tanto el examen de los movimientos de político en algunos países, por ejemplo en
vanguardia en la Unión Soviética como la Italia y Checoslovaquia, o en Francia, no
referencia a las aportaciones más marginales puede encajarse fácilmente en este esquema;
de los demás países occidentales '. Pero an- pero en otros países, en cambio, el punto de
tes de seguir adelante parece oportuno tam- inflexión, 1930, va seguido de mutaciones
bién que tratemos de completar el cuadro bastante imprevistas de la situación interior:
histórico general en el que se inscriben, sobre la toma del poder por Hitler en Alemania,
todo en la segunda mitad de los veinte años el período staliniano en la Unión Soviética,
de entreguerras, las problemáticas urbanas, la misma crisis del laborismo en Inglaterra,
para esclarecer desde ahora las dificultades la administración demócrata en los Estados
evidentes, de nat,uraleza económica y política, Unidos.
que se oponen a una aplicación más difun- En el plano económico, esta valoración
dida de los renovados horizontes metodológi- resulta, en cambio, por lo general, más per-
cos madurados en los años veinte. tinente. La gran crisis del 29 demuestra la
incapacidad del sistema económico liberal
Si se examinan, antes incluso que las vici- para prevenir el desempleo a gran escala, la
situdes de la arquitectura y del urbanismo, mala distribución de la renta y la insatisfac-
los acontecimientos políticos y económicos ción de las necesidades de una amplia masa
comprendidos en los dos decenios que me- de personas, y todo ello incluso en presencia
de altos niveles de desarrollo tecnológico;
Pueden indicarse ya algunos de los textos gene-
y la crisis envuelve en un proceso de pro-
rales correspondientes al período que consideramos, funda revisión a las estructuras económicas
que debemos añadir a los ya señalados en el Capí- y productivas, modificando sus tancialmente
tulo anterior: J. M. Richards: A n Introduction t o el papel atribuido al Estado. En los Estados
Moderr~ Architecture, Londres, 1940 (trad. italiana, Unidos, donde repentinamente se derrumba
Bolonia, 1966); S. Giedion: Space, Time and Archi-
tecture, Cambridge, Mass., 1949 (traducción italia- el andamiaje del laissez-faive, arrastrando tam-
na, Milán, 1954); A. Whittick: European Architec- bién en su caída la imagen del Estado como
ture of Twentieth Century, Londres, 1950-53; J . Joe- espectador y tutor impasible del equilibrio
dicke: Geschichte der moderner Architektur, Stutt- que se realiza a través del mercado, se abre
gart, 1958 (trad. italiana, Florencia, 1960); R. Ban-
ham: Theory and Design in the First Machine Age,
el camino a la reestructuración capitalista por
Londres, 1960 (trad. italiana, Bolonia, 1970); V. medio de una serie de instrumentos institu-
Scully: Modern Architecture, Nueva York, 1961 cionalizables, surgidos de las duras necesida-
(trad. italiana, Milán, 1963); G. C. Argan: Progetto des impuestas por una situación de emergen-
e destino, Turín, 1965; P. Collins: Changing Ideals cia, pero aplicados y mantenidos con prag-
in Modern Architecture, Londres, 1965 (trad. italia-
na, M.ilán, 1972); M. Ragon: Histoire mondiale de mática determinación, en función de un mo-
l'architecture et de l'urbanisme moderne, Tournai, delo de desarrollo distinto; en Inglaterra, un
1972 (trad. italiana, Roma, 1974); D. Sharp: A V i - economista genial, John Maynard Keynes
sual History o/ Twentieth Century Architecture, Nor- -atento crítico ya de la actitud anacrónica,
wich, 1972. Para los manifiestos y programa, véase desde el punto de vista económico, mante-
U. Conrads: Programme und Manifeste zur Archi-
tektur des 20. Jahrhunderts, Berlín, 1964 (trad. ita- nida en la Conferencia de Versalles por las
liana, Florencia, 1970). naciones occidentales a la hora de organizar
Historia del urbanismo. Siglo X X
Tras la muerte de De Klerk, acaecida el una «disciplina del espíritu»: una disciplina
año 23, declina la época creativa de la Escue- colectiva, que sepulta al antiguo individualis-
la de Amsterdam, para cerrarse después rápi- mo). Mondrian, el exponente quizá más re-
damente con el transcurso de pocos años presentativo del movimiento, construye sobre
más 5. sus telas, a través de una búsqueda metódica,
El movimiento De Stijl se funda en Laren, límpidos equilibrios de campos cromáticos y
en 1917, por un grupo de artistas entre los de particiones compositivas (fig. 185). Pero
que se cuentan los pintores Theo van Does- Mondrian advierte que el lugar de nacimien-
burg, Piet Mondrian y Bart van der Leck, to del nuevo estilo, así como el destino-muer-
y lo sarquitectos J. J. P. Oud, Robert van't te de la obra de arte, están en la metrópoli
Hoff y Jan Wils; en ese mismo año ve la y, en su ensayo titulado Casa, calle, &dadJ
luz en Leyden la revista del mismo nombre, proclamará precisamente al neoplasticismo
que muy pronto abre sus páginas a una co- como elemento constructivo de la metró-
laboración internacional muy cualificada (fi- poli 6 .
gura 184). A pesar de los influjos de las doc- Con los estudios de descomposición y en-
trinas espiritualistas y teosóficas de que par- sambladura de planos realizados en 1920 por
ten algunos de los protagonistas de De Stijl, van Doesburg en colaboración con van Ees-
los primeros manifiestos programáticos del teren, se traduce explícitamente al espacio,
movimiento (de 1919, 1920 y 1921) ponen entre escultura y construcción, el proceso de
en claro su neta oposición al individualismo abstracción que lleva desde las formas natu-
artístico de los románticos y a su mundo fi- rales a las formas geométricas, proceso abier-
gurativo: la superación del arte como repre- to por Mondrian, con la acentuada reduc-
sentación debe llevarse a cabo no solamente ción a lo esencial de los elementos constitu-
a través de la sustitución de las formas na- tivos de la arquitectura, es decir, los planos
turales por las formas geométricas, sino tam- horizontales y verticales ( figs. 189-190). Los
bién mediante la búsqueda de principios ob- arquitectos tratan de traducir en realidad
jetivos de determinación y unificación del construible o construida los fundamentos de
espacio «según leyes creativas derivadas de la indagación, y si bien las casas de Robert
un principio constante». En relación con el van't Hoff, con sus evidentes sugerencias
proceso de conocimiento abierto por tales wrightianas, preceden en el tiempo a la cons-
premisas, la expresión subjetiva se reputa titución del grupo De Stijl e incluso sirven
descarriada, y efectivamente el neoplasticis- para orientar las temáticas de éste (fig. 191),
mo -que es la fórmula sintética que define las obras de Oud, de las que hablaremos más
el campo de indagación del grupo- apunta adelante, sí que recogen con extrema minu-
a la unidad de la producción artística según ciosidad algunas de las indicaciones de fondo
un método compositivo de inflexible rigor del movimiento. Por lo demás, casi todos
formal, en el que se pretende racionalizar los miembros del grupo De Stijl se muestran
los principios expuestos por el cubismo a la de acuerdo en atribuir a la arquitectura un
luz de la nueva visión de un mundo deno-
minado por la presencia de la máquina (la
máquina -afirma van Doesburg- es la es- Sobre Mondrian, cfr. 0. Morisani: L'astrattismo
di Piet Mondrian, Venecia, 1956 (con textos del
piritualización de un organismo e induce a autor); M. Seuphor: Piet Mondrian, Londres, 1957;
C. L. Ragghianti: Mondrian e líarte del X X s?colo,
Una documentación en G. Minnucci: L'abita- Milán, 1962; F. Menna: Molzdrian, cultura e poesia,
zione moderna popolare in Olanda, Roma, 1926; y Roma, 1962.
J. J. Vriend: The Amsterdam School, Amsterdam, Sobre van Doesburg, cfr. J. Balieu: Theo van
1970. Además, G. Canelía: L'epopea borghese della Doesburg, Studio Vista, 1974. Y además, B. Zevi:
scuola di Amsterdam, en «Casabelía», abril-mayo L'insegnamento critico di Theo van Doesburg, en
de 1957. «Metron», febrero de 1952.
Historia del urbanismo. Siglo X X
PROUN
Figs. 191-194. R. van't Hoff, villa en Huis ter Heide, 1916; G. Rietveld, but'aca rojo-azul (1918)) exterior e
interior de la villa Schroder en Utrecht (1924).
Historia del urbanismo. Siglo X X
boración, una vez más, con van Doesburg), ocupado ya desde 1918 en su labor de arqui-
de ofrecernos una impecable composición tecto de la ciudad de Rotterdam (puesto que
articulada de volúmenes en una secuencia ur- ocupará hasta el año 33)) lo que limita su
bana, con un proyecto que, por muchos de colaboración concreta con el grupo De Stijl;
sus aspectos, se nos presenta como uno de de todos modos, sus indagaciones formales,
los más densos en problemáticas y anticipa- aun adaptándose a los principios del movi-
ciones de los que aparecen en los años vein- miento, recogen de éste, sobre todo, la exi-
te '' (figs. 195-199); pocos años más tarde gencia de rigor geométrico y de disciplina
volveremos a encontrar a van Eesteren ocu- estilística (figs. 200-202). Si se exceptúa su
pando un puesto de gran responsabiildad, proyecto de fábrica del 19, bastante próximo
como arquitecto-jefe de ese plan de expansión a las análogas investigaciones de van Does-
de Amsterdam del 35 que constituye una burg, con su composición libre y asimétrica
etapa esencial -e incluso única- de la pla- y su dinamismo plástico, sus estudios para
nificación urbana durante los dos decenios el ~trand-boulevardse orientan ya hacia esa
de entreguerras ". Oud, por su parte, aparece temática de la repetición rítmica de unidades
de base en complejos homogéneos, resuelta
lo «En el proyecto de la Unter den Linden apa- por medio de un perfecto equilibrio de los
recen aludidos ya casi todos los .problemas que ten- elementos en juego, que será desarrollada
drá que afrontar la arquitectura moderna siempre luego en los barrios de Rotterdam que se en-
que trate de «insertarse» en un sector urbano alta-
mente caracterizado como puede ser el de las zonas frentan con acuciantes problemas de costes
centrales de las grandes ciudades: la posibilidad o y de suelo, y que más tarde volverá a ser
la necesidad de aceptar las grandes alineaciones via- adoptada en el Weissenhof de Stuttgart 12.
rias, la contraposición formal con los edificios his-
tóricos que hay que «salvar» o que englobar en la
nueva composición, la ordenación por grandes ma-
sas, identificada en volúmenes simples y esenciales, b ) EL MOVIMIENTO
MODERNO
EN ALEMA-
integrados entre sí conforme a dos o tres reglas NIA: L.A S I T U A C I ~ N CULTURAL A PARTIR
elementales: cuerpo alto porticado contrapuesto a DE 1918 Y EL NACIMIENTO DE LA BAU-
cuerpos bajos continuos, inserción de una torre HAUS;LA OBRA DE GROPIUS Y DE LOS
como punto foca1 del sistema. Aparece aquí, en ger-
men, todo el problema de las funciones escasamente ARQUITECTOS ALEMANES
individualizadas en las zonas centrales, para las que
se asignan a los diversos edificios de la composi- Tras el hundimiento del Imperio y la di-
ción de conjunto determinadas cantidades, cuya va- solución de la sociedad guillermina, en una
lidez no viene dada por necesidades intrínsecas de
este o de aquel edificio, sino por una relación com- Alemania enseñoreada por fermentos políti-
positiva que afecta a una parte de la ciudad, de cos radical'es y revolucionarios, los intelectua-
modo que expresándola se pretende influir sobre les de vanguardia, que han vivido las ten-
la transformación de toda la ciudad. Esta es la raíz siones del período prebélico y la tormenta
del town design, de sus contradicciones y de sus
posibilidades. Es el perfil que cuenta, con un des-
de la guerra, se sienten movidos a redefinir
tino genérico: los cuerpos bajos quedarán destina- el campo de los nuevos valores del arte y de
dos, en su mayor parte, a las actividades comercia- su propio papel, para tratar de insertarse en
les (más posibilidades de cambios en el interior de el proceso de reconstrucción ética, social y
la edificación, etc.); los bloques altos albergarán
oficinas, que en su construcción más al día exigen
también una cantidad genéricamente determinada de " Sobre la figura de Oud, véase, en particular,
metros cuadrados. Unos y otros, con los pocos ele- H. R. Hitchcock: J. J. P. Oud, París, 1931, y
mentos compositivos considerados, modificarán el G. Veronesi: J. J. P. Oud, Milán, 1953. Sobre los
aspecto de la calle.» C. Aymonino: LJabitazione personajes, las realizaciones y el cuadro general de
razionale. Atti dei Congressi CIAM, 1929-1930, la actividad urbanística en Holanda, indicamos desde
Padua, 1976, págs. 43-44. ahora la obra fundamental de G. Fanelli: Architet-
l1 Cfr. R. Blijstra: C. Van Eesteren, Amster- tura, edilizia, urbanistica. Olanda 1917-1940, Flo-
dam, 1971. rencia, 1978.
Historia del uvbanismo. Siglo X X
A R C W T K C T C. VAN E E O T L R E N '
CUcM DE STlJl.
material del país. El ansia por liberarse de El centro más dinámico de renovación cul-
la oscura consciencia del pasado en función tural es sin duda la ciudad de Berlín. El
de una palingénesis social puede quedar re- Novembergruppe es una asociación de inte-
flejada en la propuesta, plena de valor simbó- lectuales y artistas radicales, escritores, pinto-
lico, formulada por Hans Kampffmeyer en res, músicos y arquitectos (entre los que se
1918 para la construcción de toda una ciu- cuentan Taut y Gropius), que se muestran a
dad como monumento a la recuperación de favor de ala unión con el pueblo», en la pro-
la sociedad alemana, en lugar de tantos mo- funda revolución política, social y moral que
numentos conmemorativos dedicados a los espera a la nueva Alemania. El Arbeitsrat
caídos en el conflicto 13. für Kunst, del que Walter Gropius es cofun-
En torno a 1918, en muchos centros de dador y después, en 1919, incluso presidente,
Alemania se forman grupos y asociaciones de agrupa a pintores como Nolde, Feininger y
artistas que se proponen establecer un enlace Pechstein, escultores como Kolbe y Marks,
directo entre actividad poética y acción polí- arquitectos como Bruno Taut, Bartning, Hil-
tica: en Berlín, algunos artistas dan vida al berseimer, los hermanos Luckhardt y Men-
Arbeitsrat für Kunst, otros se reúnen para delsohn, y el crítico Adolf Behne 14. El pro-
formar el Novembergruppe; asociaciones pa- grama de la asociación prevé una arquitec-
recidas se constituyen también en Munich tura vinculada al pueblo, en función de la
(Arbeitsausschuss der bildenden Kunstler), cual se delinea ya, a finales de 1918, por el
en Francfort (Freier Bund zur Einbürgerung arquitecto Otto Bartning, un proyecto de re-
der bildenden Kunst), en Düsseldorf (Das
junge Rheinland), en Bielefeld (Der Wurf). l4 Respecto de la importacia de A. Behne, cfr.
M. Franciscono, op. cit., y A. Behne: Der Moderne
l3 Cfr. H.Kampffmeyer: Friedenstadt. Ein Vor- Zweckbau, Francfort-Berlín, 1964 (traducción ita-
schlag f i r ein deutsches Kriegsdenkmal, Jena, 1918. liana, Florencia, 1968).
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 203-208. Las investigaciones de B. Taut: dos dibujos de su obra Alpine Architektur; una ilustración
sacada de Die Auflosung der Stadte; planta y perspectiva de un edificio de la Stadtkrone; y perspectiva del
centro de la ciudad, de la obra Die Stadtkrone.
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales 117
forma de la instrucción artesanal y artística; unos dibujos ya más controlados que nos
pero para explicar el papel social de la nueva muestran un plano urbano caracterizado por
arquitectura muchos de los adheridos al Ar- una emergencia foca1 de edificios comunita-
beitsrat adoptan, en sus escritos y en sus rios dispuestos con arreglo a los dos ejes de
obras, símbolos y metáforas de carácter visio- un cuadrilátero y coronados por una torre
nario y utópico (como lo demuestra una ex- acristalada l7 (figs. 206-208). Pero si en esta
posición del grupo celebrada en 1919), que última obra puede entreverse, quizá, una po-
recogen la herencia del movimiento expresio- lémica más directa respecto de la práctica ur-
nista anterior a la guerra, de reacción frente banística corriente c a r e n t e de toda cualidad
a la aridez moral de la sociedad burguesa y emblemática, de un «centro», de una cconfi-
de protesta contra su opresivo y humillante guración»-, el contenido ideológico de fon-
conformismo. do no cambia. Taut, a través de otra metá-
La actividad del arquitecto Bruno Taut fora, alude también aquí a la estrecha cone-
entre los años 18 y 20 resulta perfectamente xión que existe entre expresiones urbanas
indicativa del clima ideológico que se vive y nueva civilización: la fraternidad entre los
en estos años, y ello, entre otras razones, por- pueblos y la regeneración espiritual de la
que el ardiente arrojo de sus convicciones comunidad orgánica del hombre, idealmente
no deja de ejercer una profunda influencia liberada de los egoísmos y del peso de la
sobre un amplio sector del pensamiento ale- propiedad privada, encuentran su expresión
mán contemporáneo, en un momento en que en la ciudad-catedral de cristal que proyecta
no solamente se manifiestan las más libres hacia lo alto sus formas gótico-expresionistas,
expresiones fantásticas, sino en que cobran conciliación de 10 singular y de la humanidad,
vida también iniciativas orientadas precisa- resultado de una obra colectiva de ejecutores
mente hacia los aspectos de la producción unidos bajo la dirección de un arquitecto
artística, como es el caso de la Bauhaus. En demiurgo, intérprete del nuevo sistema de va-
1919, en su obra Alpine Architektur, Taut lores espirituales y materiales.
publica una serie de dibujos coloreados reali- La inspiración de la obra de Taut en la
zados en los dos años anteriores (figs. 203- posguerra arranca de los años de la Werk-
204) que nos muestran su visión de una ciu- bund y de sus contactos con Scheerbart 18,
dad incontaminada que crece sobre los picos pero el nuevo momento político acentúa ahora
de una montaña encantada, proliferando las el mensaje profético de sus palabras y el pa-
conexiones orgánicas o cristalinas 15. Un año pel ideológico-mesiánico atribuido al opera-
después vuelve a estas temáticas en una nue- dor artístico. Próximos a la literatura y a las
va serie de dibujos recogidos en Die Auflo- imágenes de Taut trabajan de modo conti-
sung der Stüdte para describir proféticamente nuado en este mismo período -o bien se
el paisaje de una Europa renacida, formada expresan de modo más episódico- artistas
por comunidades urbanas difusas, dominadas como Obrist, como Finsterlin (con su Casa
por luminosas casas del pueblo de grandes del arte de 1919-1920; figs. 209-210) 19, ar-
superficies acristaladas, sobre el telón de fon- quitectos como Poelzig (teatro de Berlín, de
do del paisaje esculpido propio de la arqui-
tectura alpina l6 (fig. 205). El volumen DIe
l7 B. Taut: Die Stadtkrone, Jena, 1920.
Stadtkrone, que completa en 1920 la trilogía la Sobre el papel de Scheerbart, cfr. U. Kulter-
de las obras de Taut, ofrece elementos de mann: Paul Scheerbart und die Architektur im 20.
mayor concreción, como puede advertirse en Jahrhrrndert, en Handbuch des Bauwesens 1963,
Stuttgart, 1962. Para las influencias ejercidas sobre
Taut, cfr. Frühlicht, 1920-1922, Milán, 1974.
l-. Taut: Alpine Architektur, Hagen, 1919. l9 Sobre Finsterlin, cfr. H. Finsterlin: Idea dell'ar-
l6 B. Taut: Die Auflosung der Stadte, etc., Ha- chitettura (Architektur in seiner Idee), ed. cuidada
gen, 1920. por F. Borsi, Florencia, 1969.
118 Historia del urbanismo. Siglo X X
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales 119
1919: fig. 211; proyecto de un teatro para tanto metodológica como formal, de la acti-
Salzburgo, de 1920-21: fig. 212; y esceno- vidad de proyecto, que debe ponerse en con-
grafía para la película El Golem de Paul tacto directo con las exigencias vitales de la
Wegener), Luckhardt y Mendelsohn. Eric sociedad. Es éste un dato del debate habi-
Mendelsohn ( 1887-1953), discípulo de Theo- tualmente planteado en Alemania, que desde
dor Fischer en Munich, es autor, entre el 14 tiempo atrás subraya el principio de la inte-
y el 19, de una serie de diseños de arquitec- gración de las artes en el producto arquitec-
turas fantásticas a gran escala (figs. 2 13-2l5), tónico ( y es también un postulado del Ar-
en los que las reminiscencias futuristas se beitsrat für Kunst, de cuyos objetivos puede
combinan con la poética expresionista, en convertirse la Bauhaus en instrumento di-
el dinámico alargarse de los edificios hori- dáctico). La Bauhaus, comunidad de artistas-
zontalmente, a lo largo de sus ejes longitu- artesanos, está concebida no sólo como una
dinales; la torre Einstein, construida por especie de prefiguración de la más amplia
Mendelsohn en Potsdam entre 1919 y 1921, comunidad ideal y orgánica de una sociedad
es la primera traducción de estos estudios en que ha superado la división técnica del tra-
una arquitectura concreta, con su plástica bajo (la oposición entre trabajo intelectual
vigorosa en movimiento y la misma violen- y trabajo manual, que remite al conflicto
cia llevada al material y a las tecnologías tra- histórico entre capital y trabajo), sino que
dicionales con las que se realiza zo ( figs. 2 16- aspira también a ser su polo formativo y
217). directivo.
El programa de Gropius comprende un
En 1919 Walter Gropius es autorizado vasto campo de intereses relacionados con
por el gobierno socialdemócrata de Sajonia- la actividad de proyecto, desde las artes de-
Weimar para fundar en la capital de la Re- corativas al artesanado, a los prototipos re-
pública una Escuela de educación artística y producibles: no se niega, en principio, el
de proyecto, unificando las dos instituciones contacto con la industria, pero el acento cae
de este género existentes en la ciudad, la an- marcadamente sobre la producción artesa-
tigua Academia de bellas artes y la Escuela nalZ1.La misma cubierta del primer opúsculo
de artes aplicadas fundada por Henry van
de Velde en 1903. La nueva Escuela unifi- 21 En el prólogo del programa de la Staatliche
cada, que toma el nombre de Bauhaus [Das Bauhaus de abril del 19 se afirma, entre otras co-
staatliche Bauhaus Weimar 1, hereda los lo- sas: «iTodos nosotros, arquitectos, escultores, pin-
cales de los otros dos institutos e incluso tores, debemos volver al artesanado! Porque no exis-
algunos miembros de sus respectivos claus- te un "arte de profesión". No existe ninguna dife-
rencia sustancial entre artista y artesano. El artista
tros docentes. no es sino la potenciación del artesano. En raros
El punto de partida inicial de Gropius no momentos de luz que trascienden de la voluntad
es otro que el de conseguir un renacimiento del individuo, la gracia del cielo hace florecer por
de la profesionalidad artesana y una estrecha su mano, inconscientemente, el arte; pero en todo
artista debe haber, para ello, una base de capacidad
integración entre artes menores, decoración técnica y artesanal. Aquí se encuentra el origen de
y arquitectura, en función de una renovación, la imaginación creativa. iFormemos, pues, una nueva
corporación artesana sin aquella división de clases
20 Entre las obras de carácter general, U. Conrads que quería erigir un muro arrogante entre artesanos
y H. G. Sperlich: Phantastische Architektur, Stutt- y artistas! Nosotros, todos juntos, debemos querer,
gart, 1960; F. Borsi y G. K. Koenig: Architettura pensar y crear la nueva construcción del futuro,
dellJespressionismo, Génova-París, 1967. que será única en su estructura: arquitectura, es-
Figs. 209-217 (en la página opuesta). H. Finsterlin, idea para una casa del arte, planta y fachada (1919-20);
H. Poelzig, Grosses Schauspielhaus, en Berlín (reconstrucción, 1919), y proyecto para el Mozarteum de Salz-
burgo; E. Mendelsohn, tres dibujos, planta y vista de la Torre Einstein, en Potsdam (1920-21).
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 218-220. La cubierta de L. Feininger para el primer programa de la Bauhaus (1919); el sello de la Bau-
haus desde el 19 al 21; estudio de materiales en el Vorkurs bajo la dirección de J. Itten.
Figs. 221-226. W. Gropius, detalle de la casa Sommerfeld (1920)) el monumento a los caídos de Marzo, plan-
ta y vista; maquetas de casas stándard realizadas en la Bauhaus (1921); vista y planta de la Haus am
Horn (1923).
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 227-231. P. Klee, Mecánica de un barrio urbano (1928) y Beride ciudad acuática (1927); V . Kandinsk~,
En el cuadrado negro (1923); Moholy-Nagy, Z I I (1925); J. Albers, Fuga (1925).
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales 123
empeña en análogas indagaciones (fig. 229), inaugurada en diciembre del siguiente año
si bien a un nivel superior de abstracción (figs. 232-237). El edificio se presenta como
(Punkt und Linie zu Flache, 1925). Moholy- un complejo unitario, pero articulado diná-
Nagy (desde el 23) y Albers (desde el 25) micamente en volúmenes correspondientes
renuevan el curso de iniciación, liberándolo a las diversas funciones (las escuelas, los
de las inclinaciones místicos-esotéricas de talleres y laboratorios, las oficinas adminis-
1tten y orientándolo hacia una investiga- trativas, los ambientes de uso común, el blo-
ción más rigurosa sobre la naturaleza de que de las habitaciones-estudio para los es-
los materiales, sobre la función de la luz tudiantes), y constituye un ejemplo excep-
y sobre los principios formales de la com- cional de composición tridimensional, en el
posición, desarrollada mediante el empleo que los principios de la nueva arquitectura y
de elementos diversos, desde el cartón a sus cualidades de organización del espacio
la madera, pasando por el aluminio, el vi- se manifiestan de manera evidente en el dosi-
drio, la chapa y el alambre (figs. 230-231); ficado equilibrio de conjunto y en la misma
en particular, Moholy-Nagy, madurado en el inserción, inteligente y mesurada, de una
seno del ala moderada del constructivismo, solución «urbana», como sucede con el cuer-
pero dinámicamente receptivo de experien- po en puente que identifica y distingue las
cias diversas, juega un papel importante en dos partes funcionales de la edificación y
la formación estilística de la Bauhaus madura cualifica el paso a nivel del suelo. Las cuatro
y en la difusión de su planteamiento didác- edificaciones destinadas a viviendas del di-
tico, con su ensayo Von Material zu Archi- rector y los profesores de la Bauhaus surgen
tektur (publicado en la serie de los «Bauhaus- de la misma relación con el ambiente ex-
bücher» en 1929) Schlemmer, invitado en terior.
su condición de escultor, se ocupa principal- En Dessau se inicia también, en 1925, un
mente, no obstante, de las actividades tea- sistemático renacimiento didáctico y de difu-
trales, en una serie de aplicaciones de gran sión exterior de las experiencias de la Es-
relieve, llevando las investigaciones de los cuela, con la publicación de la serie de los
distintos ateliers a confluir en el espacio plás- «Bauhausbücher» ( fig . 238), encabezada por
tico-visual del escenario y realizando, en el ensayo de Gropius Internationale Archi-
cierto modo, esa colaboración de las artes tektur y proseguida hasta 1932 con sucesivas
que Gropius destinaba idealmente a la cons- contribuciones, con títulos de autores como
trucción de la arquitectura y de la ciudad. Klee, Mondrian, van Doesburg, Moholy-Nagy,
En 1924, tras las agrias polémicas susci- Kandinsky, Oud y Maliévich, entre otros,
tadas por los ambientes tradicionalistas y hasta un total de catorce obras
reaccionarios de Weimar contra el profeso-
rado y los estudiantes de la Escuela, y des-
as La lista completa comprende: W. Gropius:
pués de la victoria de la derecha en las elec- Internationale Architektur, Munich, 1925; P. Klee:
ciones de febrero de ese año para el Landtag Paedagogisches Skizzenbuch, 1925; A. Meyer: Ein
de Turingia, Gropius decide el traslado de Versuchshaus des Bauhauses in Weimar, 1925 (so-
la Bauhaus a Dessau, en las cercanías de bre la Haus am Horn); O. Schlemmer: Die Bühne
Berlín, aceptando la invitación recibida del im Bauhaus, 1925; P. Mondrian: Neue Gestaltung,
1925; T . van Doesburg: Grundbegriffe der neuen
alcalde von Hesse. En un primer momento gestaltenden Kunst, 1925; varios autores: Neue Ar-
la Bauhaus se aloja en locales provisionales, beiten der Bauhauswerkstatten, 1926; L. Moholy-
pero ya en el 25 se inicia la construcción de Nagy: Malerei, Photographie, Film, 1926; V . Kan-
la nueva sede, proyectada por Gropius e dinsky: Punkt und Linie zu Flache, 1926; J . J . P.
Oud: Hollandische Architektur, 1926; A. Gleizes:
Du Cubisme, 1928 (reimpresión); K. Maliévich: Die
S. Moholy-Nagy: Moholy-Nagy. Experiment in gegenstandlose Welt, 1930; W . Gropius: Bauhaus-
Totality, Cambridge, Mass., 1969. bauten in Dessau, 1931 (presentación de la nueva
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales 125
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INTERNATIONALE
ARCHITEKTUR
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Figs. 232-237 (en la página opuesta). M. Gropius, la Bauhaus de Dessau: planimetría, vista de la maqueta,
el paso superior entre los dos cuerpos o alas mayores, vista en escorzo, la fachada de vidrio corrida de los ta-
lleres y axonometría de las viviendas de los profesores.
Figs. 238-242. La producción de la Bauhaus: la primera y la última página del «Bauhausbuch» núm. 1, en
presentación preparada por L. Moholy-Nagy; la silla plegable de M. Breuer (1924-25); el conjunto residencial
Torten, en Dessau (1926-28): planta, esquema axonométrico de las casas del 28 y vista de la barriada con la
cooperativa de consumo.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 243 y 244. H. Meyer, planta y vista de la escuela de la Federación general de los sindicatos alemanes, en
las ideas maduradas en los últimos años de dos y desarrollados por Itten y por Albers,
docencia. Sin embargo, sobre tal decisión y simplificadora de las mismas tendencias
pesan también los crecientes enfrentamien- de Gropius respecto de la arquitectura, lleva
tos con los estudiantes, que tienden a forzar a la radicalización de los conflictos internos,
las distintas instancias que Gropius ha sa- a disensiones con Kandinsky- y- al abandono
bido mantener tenazmente en equilibrio. El de Schlemmer, que se produce a continuación
mismo Gropius indica, para que le suceda del alejamiento de Bayer, de Breuer y de
en la dirección de la Escuela, el nombre de Moholy-Nagy; mientras que la nueva orien-
Hannes Meyer, que ya trabaja en su sección tación en la gestión de la Escuela -el estu-
de arquitectura y que por su actitud de co- dio por «cuadrillas verticales », la reducción
rrecto racionalista -acreditada, entre otras al mínimo de la selección, la organización
cosas, por el reciente proyecto presentado al política de los estudiantes comunistas- crea
concurso para el palacio de la Sociedad de perplejidades y resentimientos en el claustro
Naciones en Ginebra de 1926-27- le parece de profesores, y comienza a preocupar a las
capaz de controlar las posiciones centrífugas autoridades de Dessau, obligadas a desplegar
manifestadas en el seno de la Bauhaus. toda su hostilidad para enfrentarse con la
Como director de la Bauhaus, Meyer trata oposición de los grupos reaccionarios, en me-
de resolver las crecientes contradicciones, por dio de las difíciles circunstancias generales
una parte reforzando la enseñanza técnico- que van preparando la caída de la República
científica de la arquitectura, reclutando para de Weimar. La situación interna de la Bau-
ello arquitectos como L. Hilberseimer, haus se le escapa de las manos a Meyer, y
H . Brenner y M. Stam, y, por otra, optando a pesar de que él mismo, para salvar su
por una nueva línea política de relaciones posición, dispone la disolución de las células
directas con el mundo del trabajo, recla- comunistas, en 1930 es relevado de su cargo,
mada por los estudiantes de izquierdas. El sin tan siquiera ser previamente consultado,
proyecto de la escuela de Bernau ( 1928-1930; por el burgomaestre Hesse, que lo sustituye
figuras 243-244), realizado en colaboración en la dirección por Mies van der Rohe 29.
con los estudiantes, en el que se tratan de La calculada elección como nuevo director
precisar las nuevas modalidades de organi- de la Bauhaus de Mies van der Rohe, el
zación y de vida de una comunidad escolar, autor del monumento a los mártires esparta-
constituye una de las obras subsiguientes a quistas, no sirve para calmar las aguas en la
los nuevos contactos establecidos con los sin- Escuela y, según las palabras del propio Gro-
dicatos y las cooperativas obreras. No obs-
tante, en el plano didáctico, la actitud de 29 Sobre la obra de Meyer, véase F. Da1 Co (ed.):
Meyer, antitética respecto de cualquier expe- H. Meyer. Architettura o rivoluzione. Scritti 1921-
rimento pedagógico del tipo de los plantea- 1945, Padua, 1969.
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales 129
pius, es necesaria «la ayuda de la policía diversas contribuciones; a todos estos fac-
para restablecer un mínimo de disciplina» 30. tores, junto a su labor constante de propa-
Con el alejamiento de los estudiantes extre- ganda y difusión, a la influencia ejercida por
mista~puede reanudarse la actividad docente; la prestigiosa sede de Dessau, a la fama per-
la reorganización del curso de los estudios sonal de Gropius y a sus mismas vicisitudes
que se lleva a cabo bajo la dirección de Mies políticas 31, hasta el ostracismo de los conser-
se sigue basando en la importancia atribuida vadores y su supresión por parte de los
a la sección de arquitectura, en la que pro- nazis, se deben el éxito de la Bauhaus y su
siguen las investigaciones tipológicas, estruc- creciente notoriedad. Y así, la idea de un
turales y formales sobre la edificación, y en espacio rectangular, modular, mensurable,
la que Hilberseimer va elaborando sus estu- que caracteriza gran parte de la arquitectura
dios sobre esquemas urbanísticos seriados y desde el año 20 al 30, y las mismas expre-
tipificados a distintas escalas (proyecto teó- siones formales de las obras realizadas, se
rico para la transformación de Dessau en identifican, generalizando y simplificando,
ciudad lineal, de 1932). con el «estilo Bauhaus», por más que tengan
Pero, ante el creciente avance del nacional- su origen en una pluralidad de centros de
socialismo, los días de vida de la Bauhaus investigación. El mismo partido nazi consi-
están ya contados: el año 32, caído el Consejo derará inevitable golpear, ante todo, a la
municipal de Dessau en manos de una ma- propia Bauhaus, en cuanto símbolo de las
yoría nazi, la Escuela se ve obligada a tras- aspiraciones más avanzadas de la sociedad
ladarse a Berlín, donde al año siguiente es moderna, convirtiéndola así en diana, en
definitivamente disuelta. Como hemos de ver punto central, de un blanco más amplio. Y
más adelante, tal hecho es el resultado in- si bien todas sus vicisitudes, analizadas aten-
evitable de la campaña de oposición conser- tamente, no nos ofrecen ahora una trayec-
vadora orquestada ya desde los tiempos de toria simplificada y rectilínea, no deben tam-
Weimar y constituye, al propio tiempo, el poco determinar que coloquemos en un
primer acto de depuración por parte del
nazismo de las expresiones de la cultura mo- 31 «La historia de la Bauhaus -se ha dicho-
derna en Alemania. es un drama en tres actos, como lo es la historia
de Alemania a partir de la firma del tratado de
En sus catorce años de existencia, a través Versalles y hasta el nombramiento de Hitler como
de su formación y evolución, la Bauhaus canciller del Reich. El paralelismo es sorprendente
y a duras penas se puede resistir la tentación de
desarrolla y difunde un patrimonio de pro- establecer una relación causal entre ambos proce-
posiciones teóricas, de conocimientos y de sos. He aquí las tres fases de la Bauhaus: 1919-
productos de diseño y proyecto que hacen 1924/25: Weimar, la época de Gropius, el expre-
de ella momento crucial de la civilización del sionismo tardío y su conflicto con el naciente racio-
nalismo; 1925-1930: Dessau, la época de Gropius
siglo xx. La riqueza de esta producción brota y de Meyer, la esperanza racionalista y su conflicto
de la misma evolución de la orientación con los residuos de la fase precedente; 1930-1933:
didáctica de la Escuela, de sus mismos con- Dessau-Berlín, la época de Mies van der Rohe, el
flictos y de su dialéctica cultural interna, así racionalismo y su conflicto con el incipiente irra-
como de su capacidad para atraer y utilizar cionalismo. Las tres fases de Alemania son éstas:
1919-1924: el caos, el desempleo, el asesinato polí-
a algunos de los artistas más representativos tico; 1925-1929130: la prosperidad engañosa del
de la generación que trabaja a caballo de la plan Dawes, de los créditos internacionales y de
primera guerra mundial, y para orientar sus la racionalización industrial; 1930-1933: de nuevo
el caos, el paro y el asesinato político.» T. Maldo-
nado, en un artículo aparecido en la revista «Ulm»
En una carta fechada en noviembre de 1963, de septiembre de 1963, vuelto a publicar en el
dirigida a T. Maldonado, de la que se da cuenta en citado número especial monográfico de la revista
«Controspazio», número especial citado, pág. 106. «Controspazio», págs. 103-04.
130 Historia del urbanismo. Siglo X X
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales 131
Figs. 245-252 (en la página opuesta). W . Gropius y otros, planta del barrio Dammerstock en Karlsruhe;
planta de la Siemensstadt, en Berlín, y vista de los edificios proyectados por Gropius; W. Gropius, casa pre-
fabricada ampliable, vista y plantas; estudios para la barriada de Spandau-Haselhorst, casa alta (axonometría
y planta) y casa baja.
Historia del urbanismo. Siglo X X
arrollados en la práctica profesional de Gro- tos concretos de enlace con la ciudad y como
pius durante su permanencia en la Bauhaus alusivas indicaciones de una extensión a ésta
y después de salir de ésta (concursos, pro- del mismo principio de composición espacial.
yectos, realizaciones), por más que vengan Esta búsqueda de integración con el tejido
determinados por las ocasiones concretas del urbano, aunque precaria como consecuencia
encargo, también pueden considerarse como de las dimensiones limitadas de los nuevos
complementarios de su obra de teórico y de asentamientos, se intenta también en el caso
maestro. Y en este sentido cabe considerar, de la Siemensstadt, proyectada con la cola-
sobre todo, los proyectos para los complejos boración de O. Bartning, F. Forbat, H . Ha-
residenciales de Dammerstock, en Karlsruhe ring, H . Henning y H. Scharoun (figs. 246-
247).
gente. Sabe que la estricta lógica formal encuentra, Entre el 29 y el 3 1, siguiendo también la
en la crisis de los valores de la historia, fuerza de línea de los intercambios de experiencias
ultima ratio; y si ninguna civilización es ya posible dentro y fuera de Alemania, Gropius pro-
en función de principios estables, sino solamente en
la claridad y en la firmeza de los actos, su aspira- fundiza sus estudios sobre tipologías edifica-
ción no es otra que la de operar en lo más vivo tivas, enlazando la indagación experimental,
de una situación dada, con la oportunidad y la en las alternativas que en ese momento cons-
exactitud de una intervención quirúrgica. La racio- tituyen uno de sus nudos problemáticos, con
nalidad ya no es una guía o una luz que venga
de lo alto, sino una técnica infalible; la condición una intervención concreta. En 1929 presenta
que la justifica es la constatación de la crisis, que al concurso convocado para el proyecto de la
es ante todo crisis del sentimiento; de aquí el barriada Spandau-Haselhorst de Berlín una
continuo tránsito desde el puro racionalismo al puro solución basada en una gama de tipologías
pragmatismo, la sustancial identidad de proceso diversas (figs. 250-252), con casas que van
artístico y proceso crítico, de actividad creativa y
de actividad didáctica.» G. C. Argan: Walter Gro- desde una a doce plantas (es el tema que
pius e la Bauhaus, Turín, 1951, pág. 12. desarrollará después, todavía con una actitud
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales 133
Figs. 253-258. W. Gropius: casas lameliformes a orillas del Wannsee, vista axonométrica, planta del séptimo
piso y de la terraza de cubierta (1931); proyecto para una Academia de filosofía en Erlangen (1923); Oficina
del trabajo, en Dessau (1928-29); Totaltheater proyectado para E. Piscator, axonometría (1926).
Historia del urbanismo. Siglo X X
críticamente muy abierta,. en la reunión de tro total», 1926) y para el teatro de Járkov
los CIAM de Bruselas en el año. 30); para (1931) ".
el tipo de la «casa alta» se ponen a punto
por vez primera bloques residenciales de Cuando la Escuela de Gropius se traslada
once pisos servidos por ascensores y por pa- a Dessau, Berlín es e1 centro de elaboración
sos horizontales comunes. Más tarde, en las más fecundo de investigaciones arquitectóni-
casas de estructura de acero proyectadas a cas de toda Alemania, en el momento en que
orillas del Wannsee (1931; dos baterías de a los protagonistas más jóvenes de los movi-
ascensores y escaleras que sirven a viviendas mientos intelectuales de los primeros años
de dimensiones superiores a la media), se de la posguerra se les ofrecen continuamen-
dedica particular atención a las plantas atípi- te encargos profesionales públicos y privados,
cas (piso bajo, con el lugar de aparcamiento que les llevan a medir sus fuerzas con los
de autos, el séptimo piso, con el restaurante representantes de las generaciones ya conso-
y los jardines colgantes, y la terraza, con lidadas. El año 25 se forma en Berlín, para
gimnasio y solarium), no sin dar acogida a difundir los principios de la nueva arquitec-
algunas de las indicaciones ofrecidas por la tura, el grupo Der Ring, integrado por arqui-
insistente predicación de Le Corbusier (figu- tectos modernos de diversas tendencias (Gro-
ras 253-255). pius, Mies van der Rohe, Bruno y Max Taut,
A la tipología de la casa de una planta Erich Mendelsohn, los hermanos Luckhardt,
(cuya legitimidad en situaciones particulares Hans Scharoun, Poelzig, Bartning, Hilber-
ha admitido Gropius en su intervención de seimer y otros): la asociación -cuyo nom-
Bruselas) se dedican los estudios del 31 rea- bre viene a indicar explícitamente la idea de
lizados para la Hirsch Kupfer un Messing- trabajo en común, sin un líder y con exclu-
werke A. G. (figs. 248-249) con vistas al sión de jerarquías internas- organiza en los
proyecto de una vivienda ampliable, basada años siguientes algunas exposiciones, publica
en un sistema de construcción por elementos un ensayo de Taut y se encarga de la redac-
prefabricados (paneles de madera autopor- ción de una sección de la revista «Beuwelt»;
tantes revestidos exterior e interiormente). algunos de los miembros de Der Ring dan
Junto a las realizaciones y a los proyectos vida más tarde a los CIAM, en unión de
de construcciones residenciales hay que con- otros arquitectos europeos. Pero, de cual-
siderar igualmente las propuestas de equipa- quier modo, aparte de los lazos profesionales
mientos atípicos, no ajenas a los temas gene- y de las convergencias tácticas, el balance
rales de la indagación sobre los ordenamien- de estos años se presenta muy articulado y
tos urbanos M (figs. 256-258): las oficinas del contradictorio, marcado por una sutil dia-
trabajo construidas en Dessau (1928-29) y léctica -entre los distintos protagonistas y
los proyectos para el teatro de Piscator («tea- en el mismo seno de la evolución personal
de cada uno- cuyos términos se explicitan,
«El énfasis expresivo de estos edificios, con sobre todo, a través de las obras proyectadas
estructuras oblicuas, complejas y voluminosas, con y ejecutadas, más que mediante la confron-
elementos rotantes y fachadas con escaleras y ram- tación de las posiciones manifestadas. Para
pas vistas, es sin duda complementario del rigor reconstituir ahora algunos de los elementos
y de la simplicidad de la edificación residencial,
que se reduce a la repetición de pocos tipos edifi-
de esta situación, aunque no sea más que en
cativos uniformemente orientados. Los edificios pú-
blicos, de hecho, son los puntos principales de las 35 Respecto de la obra de Walter Gropius, ade-
ordenaciones urbanas, donde se concentran los va- más de los trabajos ya citados sobre la Bauhaus,
lores singulares, representativos, expulsados del teji- pueden verse: S. Giedion: Walter Gropius, París,
do residencial durante el proceso de normalización.» 1931; G . C. Argan: Walter Gropius e la Bauhaus,
L. Benevolo: Storia dell'architettura moderna, cit., cit.; H . Gilbert: The Synthetic Vision of Walter
página 559. Gropius, Johannesburg, 1959.
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales
Figs. 259-265. L. Mies van der Rohe: proyecto de rascacielos para la Friedrich-
strasse, perspectiva y planta (1919); rascacielos en acero y vidrio, perspectiva y
planta (1921); edificio de oficinas en hormigón armado (1922); vista y planta
de la casa rural de ladrillo (1923).
Figs. 266-273. L. Hilberseimer: estudios para la ciudad vertical, axonometría y perspectiva; la transformación
de Dessau en ciudad lineal, situación de hecho y proyecto (1932); estudios sobre densidades edificativas (1929-
31); la reestructuración de Chicago, dos fases intermedias del proceso, y esquema urbano general (ulterior
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales
Figs. 279-284 (en la página opuesta). Las propuestas para Berlín: L. Hilberseimer, proyecto para la Helles-
ches Tor (1927) y propuesta para la City (1930); P. B~hrens,un dibujo para la ordenación de la Alexander-
platz (1929); H . Scharoun, ordenación del área de la Jaegerstrasse (1927); L. Mies van der Rohe, proyecto
de reordenación de la Alexanderplatz (1929); W. y H. Luckhardt, proyecto de reordenación de la Alexander-
platz (1929).
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales 139
Historia del urbanismo. Siglo X X
de la plaza como una cortina continua de' nunca a adherirse a ellas en profundidad
edificios, adhiriéndose a la épica metropoli- (véanse, del primero, el enorme complejo de
tana del nuevo capitalismo alemán surgido la 1. G. Farben, en Francfort, de los años
de la crisis 39. 28-29, fig. 285, y la Haus des Rundfunks
Las arquitecturas de Mendelsohn son ex- berlinesa, del 29, y del segundo la fábrica
presivas de una vivaz dialéctica que lleva a Hoechst, en Francfort, fig. 287); algunos de
la confrontación entre las personalidades más los más jóvenes que han pasado por las ex-
destacadas operantes en Alemania en los periencias expresionistas, como Hans y Was-
años veinte y al análisis de las nuevas pro- sili Luckhardt (fig. 286), y sobre todo Hugo
blemáticas abiertas por la Neue Sachlichkeit. Hiring y Hans Scharoun, abandonan los ele-
Incluso los autores a la sazón ya confirma- mentos fantástico-utópicos de sus primeros
dos, como Hans Poelzig y Peter Behrens, se proyectos, pero parecen reacios a eliminar
hacen eco de las estimulaciones originadas toda réaction poétique de. sus obras de este
por el nuevo clima cultural, aunque sin llegar período, e insertan en los planeamientos pla-
nimétricos y en las volumetrías ahora codifi-
39 Sobre la obra de Mendelsohn, véanse: A. Whit- cadas, a menudo con indudable maestría, los
tick: Erich Mendelsohn, Londres, 1949; B. Zevi: rasgos polémicos de variaciones formales y
Erich Mendelsohn, en «Metron», núm. 49-50, 1954, de acentuaciones plásticas, en la mayor par-
y sobre todo, del mismo autor, Erich Mendelsohn, te de los casos limitadas al tratamiento mural
Opera completa. Architettura e immagini architetto-
niche, Milán, 1970; además, S. King: The Dra- en superficie (bloques de la Siemensstadt de
wings of Erich Mendelsohn, Berkeley, 1969. Haring y de Scharoun, fig. 288; edificios
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales 141
Figs. 289-295 (en la página opuesta). La obra de A. Klein: viviendas en Berlín-Wilmersdorf; los estudios
sobre tipologías edificativas; el barrio de Bad Dürrenberg, junto a Leipzig, vista, planta y maqueta de una
vivienda (hacia 1930); las investigaciones funcionales sobre el alojamiento.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 296-299. Le Corbusier: estudio para el cuadro Violon Vertical, 1922; el Partenón y el Delage Grand
Sport, 1921 (de Vers une architecture); E. Freyssinet, hangar en Orly, 1916; G. Mattk Truco, la pista sobre
la cubierta de los talleres de la Fiat en el Lingotto (1920-23).
turinés del Lingotto construido para la FIAT función)- surge la concepción de una acti-
por el ingeniero Matte Truco (figs. 298-299). vidad de proyecto potencialmente resolutiva
Estos son los años en que Le Corbusier de todas las contradicciones de la sociedad,
estudia el diseño de las «máquinas semovien- arraigada en la fe en el progreso científico
tes» -buques, automóviles, aeroplanos-, y en la racionalidad industrial, extendida a
los «espacios habitables» que la industria todo el campo de los instrumentos del hom-
produce en gran número de ejemplares de bre. La obra tuvo gran resonancia, y se tra-
serie: productos tecnológicos en los que la dujo al alemán en el 26 y al inglés en el 27 45;
analogía que puede establecerse con la vivien- entretanto, en el 25, con su nueva obra
da (machine 2 habiter) no ha de entenderse Urbanisme, Le Corbusier ha reanudado las
mecánicamente al nivel de las modalidades temáticas relativas a la ciudad, con una am-
de producción, sino como expresión racio- plia ilustración de sus proyectos coetáneos.
nal de una función exactamente definida, ade- Su interés concreto por el proyecto, que
más de ser «categorías espaciales arquitectó- se ha manifestado ya con el prototipo estruc-
nicamente organizadas a la escala de lo tural de la Maison Domino del 14 y con
colectivo» 44. la ejecución de la villa de Chaux-de-Fonds
En el 23 Le Corbusier publica el primero del 17 (inspirada todavía en las obras de
de sus trabajos de difusión de sus ideas, Perret, y no inmune a los ecos académicos
con el título Vers une architecture, obra de y a las impresiones traídas de la Werkbund
carácter fragmentario que, por lo demás, re- de Colonia), encuentra confirmación con la
coge en gran parte escritos anteriores del Maison Mono1 del 19, con la Maison Citrohan
autor aparecidos en «L'Esprit Nouveau», y del 20 y con los immeubles-villas del 22.
en la que a lo largo de una rápida disgresión El prototipo de la Maison Domino, pro-
histórica, metodológica y programática, se yectado en el 14 y presentado como esqueleto
pasa revista a los fenómenos de la arquitec- de soportes de hormigón armado y de ta-
tura y de la ciudad. El recurso a la historia bleros de piso enlazados por una escalera,
se utiliza para arrojar luz sobre los problemas proclama, no tanto la posibilidad de las nue-
contemporáneos, para ver si es verdad que
vas tecnologías constructivas, como la reno-
en cualquier época vital de la humanidad el
vación de los métodos de proyecto y de
espíritu nuevo, el signo de los tiempos, se ha
producción. En una escansión planimétrica,
caracterizado por expresiones creativas dis-
estructural y espacial que nos coloca, en su
ciplinadas por una serie de normas invarian- extrema. esencialidad, ante dos niveles super-
tes (y una de estas invariantes es el empleo
puestos y disponibles, definidos por un mó-
del ángulo recto). Del conjunto de los ensayos dulo fijo (mientras un módulo distinto deter-
contenidos en el volumen y de su mismo y
mina el enlace vertical entre las dos plantas),
provocativo aparato ilustrativo -como en el
la desnuda armazón de la Maison Domino
polémico emparejamiento del Partenón con
hace vislumbrar la posibilidad de una con-
el auto Delage Grand Sport (fig. 297), y en
creta y cualificativa presencia de un uso y
la última ilustración del libro, una pipa in-
de una arquitectura, y al propio tiempo de
glesa ofrecida al lector sin comentario alguno
(pero que implícitamente se muestra como
objeto llegado a la perfección de su forma- 45 La traducción alemana de Vers une architec-
ture lleva por título Kommende Architektur, Stutt-
44 G. Gresleri: Leggiamo «L'Esprit Nouveau», gart, 1926; la inglesa el de Towards a New Archi-
en «Parametro», septiembre-octubre de 1976, pági- tecture, Londres, 1927. Para. la primera traducción
na 23. Todo el número está dedicado a un examen italiana hay que esperar hasta 1973 (Milán). Para
puntual de la revista. Cfr. además R. Gabetti y Urbanisme, cfr. The City of Tomorrow, Nueva
C. M. Olmo: Le Corbusier e «L'Esprit Nouveau», York, 1927; Stadtebau, Stuttgart, 1929; Urbanis-
Turín, 1976. tica, Milán, 1967.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 300-305. La estructura de la Maison. Domino, y ensamblaje del prototipo en un esquema de barrio;
planta libre y posibles soluciones planimétricas.
Figs. 306-309. Planta y vista del pabellón de «L'Esprit Nouveaufi; distribución en alvéolos de los immue-
bles-villas, axonometría.
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales 147
una colocación en las coordenadas del espa- hasta el menor detalle del mobiliario, cons-
cio, más amplio, de la ciudad (figs. 300-305). tituido por objetos-tipo de serie (las sillas
De estas posibilidades, las células de las Thonet), para formar un ambiente homogé-
casas Mono1 del 19 constituyen una posibi- neo, en una articulación programática con el
lidad más, y la Maison Citrohan del 20 una espacio natural (el árbol que se deja crecer
determinación precisa, es decir, un prototipo dentro de la arquitectura, que en su artifi-
reproducible con las técnicas industriales de ciosidad viene a ser metáfora de un equilibrio-
masa, al menos como montaje de elementos integración más realista y complejo entre
corrientes en el mercado tecnológico (la refe- naturaleza y arquitectura que ha de realizarse
rencia a una marca de automóviles, la Citroen, a escala urbana).
es explícita). El modelo de la casa-estudio, En el 26 Le Corbusier, en un escrito re-
tan común en París en estos años, especial- dactado conjuntamente con P. Jeanneret ,
mente en los ambientes artísticos frecuentados enuncia los principios de la nueva arquitec-
por Le Corbusier, se convierte en la maison- tura, los llamados «cinco puntos», que com-
oz~til, la maison-type de posible aplicación prenden los pilotis [pies derechos exentos
para la solución de las necesidades residen- en el piso bajo], las terrazas-jardín, la planta
ciales a nivel masivo. libre, el ventanal en longitud [fajas continuas
El immeuble-villa, que lleva fecha del 22 de antepechos] y la fachada libre. Pero si
y aparece inserto en la Ville contemporaine los cinco puntos se aplican en primer lugar
pour 3 millions d'habitants, consiste en una a la arquitectura, también se traducen estruc-
multiplicación en sentido horizontal y ver- turalmente en un tipo de ciudad diverso, ex-
tical, para un complejo de 120 alojamientos, cluyendo la inserción del edificio en las mallas
de una célula-espacio residencial (un tipo bloqueadas en la metrópoli decimonónica: la
Citrohan modificado), según un principio ville Savoye, proyectada tres años más tar-
compositivo rico en desarrollos potenciales; de (figs. 310-311), que es casi la automá-
pero este proyecto, en relación con la dimen- tica traducción de los cinco puntos en un
sión asumida por la agregación, experimenta manifiesto construido, no es desde luego una
también con algunos hechos innovadores de ciudad en metáfora, pero ciertamente tam-
carácter colectivo, como la cubierta-solarium poco es una escultura aislada; es, en reali-
(figuras 308-309). Una célula del proyecto de dad, una estructura física cuyos criterios
edificios-villa del 22 está constituida por el compositivos son programática y estructural-
pabellón que Le Corbusier presenta en la Ex- mente coherentes con una nueva organización
position des Arts Décoratifs del 25 en Pa- urbana.
rís 46 (figs. 306-307): y aquí la novedad de Esta concepción nueva de la ciudad, im-
la propuesta (respecto de las construcciones plícita ya en los elementos constitutivos, es
académicas, pero también en relación con elaborada por Le Corbusier entre el 21 y
otras de tendencias más actuales, como el el 22, con el proyecto para la Ville contem-
pabellón holandés de J. F. Staal, realizado en poraine pour 3 millions d'habitants, nacido
el estilo de la escuela de Amsterdam, o como como respuesta polémica a la petición de pro-
el pabellón austriaco de J. Hoffmann, o in- yectar una fuente decorativa que habría de
cluso como el extraordinario pabellón ruso exponerse en el Salon d'Automne de París
de Mélnikov) está en la presentación tan del 22 (figs. 312-315). La Ville contempo-
«antidecorativa» de una vivienda stándard, raine pretende constituir un gran exploit
de un prototipo de vida doméstica, definido demostrativo presentando un modelo posi-
ble («contemporáneo» o actual, precisamen-
46 Para una reseña de la Exposición, cfr. R. Ra-
te, no meramente futurible, enteramente rea.
pini: Le arti a Parigi nel 1925, en aArchitettura lista en sus contenidos) que debe actuar
e arti decorative», abril de 1925 y enero de 1926. como instrumento crítico implícito, tanto res-
Historia del urbanismo. Siglo X X
pecto de la ciudad real (con la inadecuación enlace de los barrios entre sí y con la franja
de su trama viaria, con la conmixtión irra- verde extraurbana, y por una cuadrícula de
cional de las funciones, con el nivel decadente vías locales de servicio; hacia el exterior del
del crecimiento urbano, con su insuficiente conjunto central y más allá del cinturón verde
dotación de equipamientos públicos, con las se disponen las ciudades-jardín y las zonas
condiciones antihigiénicas del habitat), como industriales. El núcleo del sistema aparece
respecto de las propuestas formuladas hasta dominado por 24 edificios de planta cruci-
entonces para resolver las deficiencias y erro- forme de 60 pisos, para albergar las activi-
res de ésta (desde las teorías de Sitte a las dades terciarias, administrativas y directivas;
tendencias de la ciudad-jardín, sobre todo hacia el Oeste aparece dispuesto el centro
en la interpretación dominante del barrio cívico, al que se une un parque urbano de-
suburbano). Justamente la ciudad existente, finido en módulos por la cuadrícula viaria,
y las teorías que la mantienen con vida, re- pero tratado en su conjunto conforme a un
sultan anacrónicas, son ellas las que se en- diseño naturalista. Una serie de niveles dis-
cuentran precisamente fuera de la historia, tintos sirven para clasificar el tráfico en el
del «espíritu nuevo» que Le Corbusier dis- baricentro del sistema, con arreglo a las
cierne en las fuerzas y en las posibilidades diversas funciones (tráfico aéreo, tráfico mo-
más vivaces de la sociedad. torizado rápido, líneas férreas nacionales). Al-
Los puntos en que se basa el modelo de rededor del área directiva se extienden las
la ville contemporaine son: un trazado viario residencias, constituidas por los sistemas edi-
racional, normalizado respecto de las diversas ficativos de los immeubles-villas, de doce
utilizaciones; un centro comercial, directivo, pisos (es decir, seis dobles plantas), articu-
y de grandes servicios; una oferta residencial lados en parte con independencia de la malla
urbana y una franja de residencias suburbanas viaria, en formación 2 redents, o bien en
(ciudad-jardín), con sus propios equipamien- amplios cuadriláteros «en alvéolos». En las
tos, en equilibrio con un tejido de espacios zonas 2 redents tiene lugar una aplicación
abiertos arbolados; una zona de reserva de más rigurosa de los nuevos principios distri-
suelo con vistas a la expansión futura. La butivos, con la eliminación de la rue corridor
ciudad está constituida por una ordenación y la posibilidad de acceso mecanizado a los
central rectangular fijada por dos arterias bloques en puntos terminales; en todas partes
ortogonales que se prolongan hacia el ex- se establece la libertad de la circulación peato-
terior del sistema, asegurando una amplia nal en los espacios abiertos arbolados y equi-
«toma» del territorio, por una red intermedia pados. Con la utilización de este tipo edifi-
de viales en ángulos de 45 grados, de cativo y de su particular articulación urbana,
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales
Figs. 312-315. La ville contemporaine, planta general y detalle del centro; vista del eje central y de la
zona residencial.
Historia del urbanismo. Siglo X X
para poder desarollar al máximo su capa- sión de un viaje que Le Corbusier efectúa
cidad de satisfacer un arco más amplio de por América Latina en el 29. En Río, por
exigencias del hombre. Entre ambos términos ejemplo, un tramo serpenteante de autopista
no puede existir más que un solo término de varios kilómetros de longitud que discu-
de correlación y de fusión, como confronta- rre sobre la cubierta de un bloque continuo
ción de estructuras de conjunto, con propias de viviendas, a treinta metros sobre el nivel
atribuciones específicas, que han de buscarse del suelo, enlaza las diversas áreas funcio-
sobre todo a la escala de toda la articulación nales de la ciudad (la costa, el interior, el
territorial, de las infraestructuras, de los sis- centro comercial, la universidad, el aeropuer-
temas de zonas verdes y del paisaje. to, el puerto).
La serie de los proyectos urbanos de gran Entre el 30 y el 34 Le Corbusier desarro-
dimensión se enriquece con otras contribu- lla este tema para la ciudad de Argel, con el
ciones en los años treinta. Sigue tratándose proyecto Obus («destinado a hacer trizas,
de soluciones aplicadas a grandes metrópolis, - de una vez por todas, las routines adminis-
pero que en este caso valen también por las trativas y a instaurar en el urbanismo las
indicaciones generales que de ellas derivan. nuevas escalas de dimensiones exigidas por
Los primeros esquemas son elaborados para las realidades contemporáneas»; figs. 320-
Buenos Aires, Río de Janeiro, Sáo Paulo (fi- 322). Aquí la estructura residencial continua
gura 319)) Montevideo y Bogotá, con oca- que sostiene la autopista y une los dos su-
Historia del urbanismo. Siglo X X
rine. Dentro del mismo decenio son igual- gicas y operativas que, tanto en Francia como
mente importantes el proyecto de urbaniza- en otras partes, se anticipan evidentemente
ción de la orilla izquierda del Escalda, en a la realidad de su tiempo. En 1935 se pu-
Amberes, nacido de la participación en un blica el proyecto de la Ville radieuse, presen-
concurso internacional (1933), y el plan ela- tado ya anteriormente al CIAM de Bruse-
borado para la ciudad de Nemours, en Arge- las (fig. 323); mientras que en 1942-43, con
lia, entre Orán y Tremecén (1934). las investigaciones desarrolladas para el grupo
Seguidamente Le Corbusier tampoco duda de la Ascoral (Assemblée des constructeurs
en aprovechar cualquier ocasión parcial que pour une rénovation architecturale), Le Cor-
se le ofrece para tratar de fomentar y provo- busier afronta esquemas organizativos a escala
car procesos más generales, como tiene opor- territorial, que después se recogen y difunden
tunidad de hacer con la ordenación propuesta en la publicación de 1945 que lleva por título
para el área de la Porte Maillot parisina, Les trois établissements humains (fig. 327).
que arranca de la construcción de un monu- El sistema de los tres asentamientos humanos
mento al general Foch, o con el proyecto está constituido por las unidades de produc-
del 36 para uno de los ilots insalubres de ción agrícola, por la ciudad lineal industrial
la capital (fig. 324). En el 37, bajo el patro- y por la ciudad radiocéntrica de los intercam-
cinio de los CIAM, Le Corbusier intenta la bios. En la ciudad lineal el sistema de comu-
construcción de una unité d'habitation para nicaciones constituye el eje básico de un asen-
4.000 residentes en la Exposición interna- tamiento organizado, en relación con la uti-
cional de la vivienda: la idea no es otra que lización productiva de los recursos naturales:
la de mostrar el edificio en sus fases suce- las fermes radieuses, unidades cooperativas
sivas de construcción, para favorecer el co- de producción, y los ateliers industriales se
nocimiento por parte del público de los fines colocan manteniendo una relación orgánica
y de las soluciones que ofrece la nueva ar- con la residencia, mientras que los núcleos
quitectura («verdadera lección de biología de existentes se convierten en polos acumulado-
la arquitectura»; figs. 325-326). Pero también res-difusores de know-how y de management,
esta oportunidad se malogra: en un primer de cultura y de informaciones. La oposición
momento las autoridades parisinas parecen entre ciudad y campo no se diluye, sino que
dispuestas a destinar al proyecto el área del se concibe de otra manera, en una malla de
bastión Kellermann -el único tramo que escala geográfica en la que están presentes las
queda al sur de París, cerca de la ciudad condiciones a l nivel de las estructuras fí-
universitaria, de la vieja línea de fortifica- sicas imaginadas- necesarias para la reduc-
ciones-, pero, cuando el programa ya ha ción de los desequilibrios tradicionales del
sido puesto a punto, se retira el permiso territorio, de las relaciones subalternas, de
concedido y a Le Corbusier no le queda otra las alineaciones.
salida que realizar un pabellón de lona en A esta excepcional actividad de reflexión
la Porte Maillot en el que expone sus solu- y de experimentación, desarrollada siguiendo
ciones urbanísticas para la ciudad 4'7. las vías paralelas de la arquitectura y del
La investigación experimental, no vincu- urbanismo, no se corresponden en todo el pe-
lada a ninguna situación preconstituida, no ríodo que va del año 20 al 40 más que
es jamás abandonada por Le Corbusier por- algunas realizaciones aisladas aunque impor-
que le permite -con carácter complementa- tantes, de edificios concretos (las residencias
rio respecto de la investigación aplicada- y villas privadas, la Cité du Refuge de 1929-
desarrollar a fondo proposiciones metodoló- 33, en París, la Casa de Suiza en la ciudad
universitaria de París de 1930-32, el Centro-
47 Véase el número de febrero de 1935 de soyús construido en Moscú entre el 28 y el
«L'Architecture d'aujourd'hui». 35). La única ocasión concreta para expe-
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 323-326. La ville radieuse, fotografía de la maqueta; propuesta para el ilot insalubve de París; vista
y planimetría de la propuesta de Le Corbusier para la la Exposición de 1937.
Fig. 327. Le Corbusier, dibujo para Los tres asentamientos humanos: 1. La unidad de cultivo agrícola; 2. La
ciudad lineal industrial; 3. La ciudad radiocéntrica de los intercambios.
Figs. 328 y 329. La barriada de Pessac, planimetría y vista durante las obras de construcción.
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales 155
rimentar soluciones más generales se la ofrece descripciones de los proyectos que hemos exa-
a Le Corbusier en el 25 el complejo resi- minado hasta aquí. Su producción se impone
dencial de Pessac, en las inmediaciones de por la claridad ejemplar de cada prueba y de
Burdeos (figs. 328-329), si bien a una escala cada imagen, y supera, a una distancia astro-
bastante alejada de la prefigurada por sus nómica, a cualquier otra experiencia contem-
proyectos contemporáneos y dentro de un poránea en el mesurado ambiente francés de
marco económico bastante estrecho, respecto su época (figs. 330-334), mientras se mueve
a espacios y costes. El encargo proviene de en un ámbito enormemente más amplio que
Henri Fruges, un excéntrico industrial de el rigurosamente delimitado de Gropius y de
Burdeos conquistado por la lectura de Vers los racionalistas alemanes y holandeses. Y sin
une mchitecture e interesado en dar vida a embargo, Le Corbusier, por sus grandes cua-
un moderno barrio de fábrica para alojar a lidades receptivas y comunicativas, se encuen-
los empleados y obreros de su empresa; Le tra en condiciones de poner en relación ex-
Corbusier, por su parte, proyecta sobre el periencias diversas, y a la misma tradición
modesto lotissement de Pessac todas sus pro- francesa con el Movimiento Moderno. La
pias ansias experimentales, tratando de ele- excepcionalidad de los resultados formales y
varlo a la categoría de modelo ejemplar, de los ingenios tipológicos no queda cerrada
sugestivo en sus dispositivos de composición, en un ámbito personal, sino que atrae y pro-
exacto en las soluciones tipológicas, innova- voca toda una cadena de ecos y de respues-
dor en los métodos constructivos. De aquí tas, y logra garantizar un estímulo continuo
surgen retrasos, adaptaciones y contrastes, del debate y de la indagación, que se traduce,
tanto en la fase de proyecto como en la de a su vez, en garantía de un nivel más elevado
ejecución, dificultades que se deben en gran de resultados.
parte a la resistencia ofrecida por los inte- Partiendo de la convicción de que las in-
reses creados 48; los nuevos métodos de cons- mensas posibilidades positivas ofrecidas por
trucción intranquilizan a las empresas loca- la tecnología y por la industria de la era
les, mientras que la venta de las casas tro- de la civilisation machiniste no encuentran
pieza con dificultades, por su elevado precio, correspondencia alguna en la construcción
por la distancia que hay de Pessac al centro del ambiente habitado del hombre, la inves-
y por la falta de agua potable 49. tigación de Le Corbusier tiende a indivi-
La excepcional importancia de la obra de dualizar las condiciones de organización de
Le Corbusier, en su conjunto, puede apre- la ciudad moderna -sobre la base de una
ciarse ya considerando las ilustraciones y las antropología esquemática, referida a las nece-
sidades primarias del hombre y a las funcio-
nes elementales del orden social existente-,
4"«Primero, los empresarios de la zona pertur- con vistas a poner a punto los mismos ele-
bados en sus routines; después, los arquitectos mentos necesarios para intervenir sobre la
furiosos (simplemente). Se llegó a soliviantar la
opinión pública; y la opinión pública puede dejarse ciudad existente.
soliviantar hasta un punto inconcebible. Si Pessac Los puntos esenciales de esta indagación,
se hubiera construido en las proximidades de París como se ha visto, están presentes en la obra
nada de esto habría ocurrido nunca, porque los de Le Corbusier desde el inicio de los años
parisinos no se dejan engatusar tan ingenuamente.
Muy pronto se nos denegó, al municipio, a la pre- veinte, y van integrándose, componiéndose
fectura y a la sociedad suministradora, ihasta la y enriqueciéndose de alternativas y de solu-
posibilidad de traer el agua potable a la nueva ciones, con arreglo a una serie de invenciones
urbanización!» Le Corbusier: Quand les cathéduales sucesivas y de aportaciones coherentes entre
étaient blanches, París, 1937, pág. 23.
49 Cfr. B. Brace Taylor: Le Corbusier e Pessac,
sí y directamente coordinadas por ámbitos
Roma, 1973, una puntual reconstrucción de este escalares complementarios, desde la célula ha-
caso. bitativa a la estructura urbana: lo que signi-
Historia del uubanismo. Siglo X X
Figs. 330-334. A. Perret, ciudad vertical (1922); A. Lurcat, ciudad vertical (1930); H. Sauvage, casa de vi-
viendas en París, sección transversal y vista; proyecto de un complejo residencial junto al Sena.
fica que incluso el fragmento tipológico, si más sorprendentes y sugestivas cuanto más
bien constituye una especie de repliegue es- obstinadamente enraizadas aparecen en el
calar debido a la especificidad de los conte- mismo conjunto de premisas, en el mismo
nidos en estudio o a las limitaciones operati- proceso crítico de transformación de lo real.
vas, se carga no obstante de la misma Y, en esta misma clave de interpretación, es
amplitud horizontal metodológica de los pro- bastante significativo, tras las grandes sín-
yectos de mayor empeño; y que, por el con- tesis de los planes urbanos de los primeros
trario, incluso las síntesis más excepcionales, años treinta, el empeño de medirse de nuevo,
como el proyecto Obus para Argel, incluyen para atemperarse a ella, con la «sufrida» ca-
y reabsorben, dentro de sus macroestructuras suística de la Carta de Atenas, que Le Cor-
de incidencia geográfica-territorial, dentro del busier redacta en primera persona para su
entero «paisaje», todo el esfuerzo analítico publicación, aunque lo haga conservando el
que las ha acompañado o precedido. Más aún, anonimato, recuperando y recomponiendo así
las variaciones formales y compositivas que los resultados del CIAM del 33.
a cualquier escala animan e impulsan a las Del balance total de los resultados de las
obras de Le Corbusier -en un equilibrio elaboraciones de los dos decenios de entre-
siempre controlado entre la «norma» inva- guerras, tan sólo a la visión de la ciudad
riante y la especificidad de la invención pro- expresada por Le Corbusier es posible atri-
pia de toda intervención- resultan tanto buirle un nivel de congruencia con la evolu-
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales 157
ción económica del capital y con los avances los representantes del capitalismo más avan-
tecnológicos producidos en el mismo período. zado, individualizando en la «autoridad» la
Para Le Corbusier la ciudad, solamente ope- única posibilidad que se ofrece a la colec-
rando a este nivel, puede significar, como tividad: convencido como está de que en el
producto, una equilibrada distribución de bie- seno de cualquier sistema económico-político
nes y servicios, mientras que como instru- la evidencia y la incidencia de los cambios
mento de producción, como capital fijo, puede cualitativos operados por la «revolución» de
convertirse en factor esencial de producti- la arquitectura son capaces de neutralizar o
vidad, de ahorro, de trabajo, de eficiencia. de plantear en términos completamente dis-
Por ello, a este nivel, la arquitectura puede tintos la misma conflictividad social, las rela-
actuar como transformación-satisfacción de ciones entre las clases y entre capital y tra-
la sociedad humana, y como tal es una alter- bajo 'l.
nativa de la revolución, si es verdad que las
perturbaciones sociales son «au fond, une
question de logis» 50. Y ésta es la razón de d) INTERNACIONALISMO
DEL MOVIMIENTO
que Le Corbusier, por más que manifieste MODERNO:DE LA E X P O S I C I ~ N WEISSEN-
en numerosas ocasiones su genérica adhesión H O F A LOS CIAM
a los ideales democráticos, no dude en diri-
girse a cualquier tipo de poder constituido, La recíproca confrontación de experiencias,
ya sea éste ejercido por los Soviets o por el trabajo coordinado, la actividad de pro-
paganda y de difusión de las ideas a través
Para esclarecer este. punto reproducimos aquí, de realizaciones concretas y los concursos pú-
de entre las innumerables citas que podrían entre- blicos constituyen, para los arquitectos que
sacarse de los escritos de Le Corbusier, el tajante se consideran parte activa del Movimiento
comentario contenido en Urbanisme respecto de las
críticas recibidas desde posiciones opuestas al plan Moderno, instrumentos y canales privilegia-
Voisin: «Muy poco hace falta para oírse llamar dos de verificación interna y de consolidación
revolucionario. Modo elegante, pero eficaz, para dis- de las relaciones con el público.
tanciar de una sociedad absorbida por entero en la La ocasión para una de las demostraciones
conservación de su propio equilibrio a los anima-
dores qué llevan en sí el elemento perturbador [ . . . ]. más directas de la nueva arquitectura -más
Como compensación, después de la revolución de incisiva que el impacto iconográfico que es
Moscú, es un pecadillo habitual de los moscovitas posible conseguir a través de las revistas, y
-de allí y de aquí- el atribuirse exclusivamente que la influencia ejercida por los ensayos
a sí mismo el calificativo de revolucionarios. Todo teóricos- se ofrece por vez primera con la
lo que no ha sido previamente seleccionado por
ellos, quedando ostentosamente adornado con la exposición del Weissenhof, organizada en
auténtica etiqueta, es sólo burgués, capitalista y Stuttgart el año 27 por la Deutscher Werk-
banal [...l. Yo tenía muy a gala el no salirme del bund y financiada en parte por la RFG, y que
plano técnico. Soy arquitecto y no estoy dispuesto por quienes participan en ella tiene carácter
a hacer política. Que cada uno en su propio campo,
según la más rigurosa especialización, lleve sus pro- internacional (además de los arquitectos ale-
pias soluciones a sus extremas consecuencias [ ... ].
El progreso económico y social deriva de problemas NO existe un estudio exhaustivo de conjunto
técnicos resueltos felizmente. El presente estudio sobre la obra de Le Corbusier. En su defecto, entre
ha pretendido simplemente formular una solución los numerosos estudios aparecidos, cfr. S. Giedion:
clara: valga lo que valga. No puede encuadrarse Le Corbusier et l'apchitecture contemporaine, París,
bajo ninguna etiqueta, no va dirigido ni a la sacie- 1930; M . Gauthier: Le Corbusier ou l'nrchitecture
dad burguesa capitalista ni a la 111 Internacional. au service de l'homme. París, 1944; S. Papadaki:
Es una obra técnica. Y que no se esperen de mí, Le Corbusier, Architect, Painter, Writer, Nueva
como del Ejército de Salvación, declaraciones en la York, 1948; J. Alazard: Le Corbusier, Florencia,
plaza pública. No se revolzrciona haciendo las revo- 1951. Sigue siendo fundamental la recopilación de
luciones. Se revoluciona aportando soluciones.» Le la Oeuvre complete publicada en varios volúmenes
Corbusier: Urbanistica, Milán, 1967, págs. 289-90. por Girsberger, Zurich.
158 Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 335-337. La exposición Weissenhof de Stuttgart: maqueta del primer proyecto de conjunto de Mies van
der Rohe (1925); dos vistas del complejo.
Figs. 338-341. Plano de la exposición organizada por la Werkbund en Stuttgart: 1. Mies van der Rohe; 2.
J. J. P. Oud; 3. Victor Bourgeois; 4. A. G. Schneck; 5. Le Corbusier; 6. W . Gropius; 7. L. Hilberseimer; 8.
B. Taut; 9. H . Poelzig; 10. R. Docker; 11. M. Taut; 12. A. Rading; 13. J.. Frank; 14. M. Stam; 15. P.
Behrens; 16. H. Scharoun; vistas del bloque construido por Mies van der Rohe, de las casas en hilera de
M. Stam y de una de las dos casas de Le ~ o r b u s i e r .
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales 159
manes, provinientes en gran parte de las filas métrica, perfecciona la tipología de las casas
del grupo Der Ring, se invita a proyectar de dos plantas en hilera; más excéntricas son
edificios concretos o grupos de viviendas a las aportaciones del anciano Behrens, que pa-
Le Corbusier, a los holandeses Oud y Mart rece hacerse eco de acentos tradicionales, y,
Stam, al belga Victor Bourgeois). Mies van por razones opuestas, del joven Hans Scha-
der Rohe, invitado el año 25 a hacerse cargo roun, que se complace en cambio en un plas-
de la ordenación general del área de la expo- ticismo refinado. Un resultado de magistral
sición, se encuentra ante la necesidad de ase- dominio del tema es el logrado por Mies van
gurar una unidad de conjunto al complejo der Rohe en su bloque abierto de cuatro
en cuestión, pero sin conocer previamente, plantas, que corona desde el punto más alto
más que de una forma vagamente aproxima- el conjunto de la exposición: con un esqueleto
da, las soluciones correspondientes a los edi- estructural en metal, con las cocinas y los ser-
ficios concretos a levantar, que todavía se vicios proyectados en unidades susceptibles
encuentran en fase de proyecto. Evitando de producción industrial y con las soluciones
todo tipo de veleidad academicista, Mies planimétricas variadas de los apartamentos, el
intenta organizar la composición del conjunto, bloque de Mies constituye un hito significa-
que se extiende por la ladera de una colina, tivo en su labor de investigación personal,
conforme a una serie de categorías de bloques pero además es también uno de los tipos más
paralelepipédicos, de terrazamientos y de espa- caracterizados, en estas fechas, en cuanto res-
cios abiertos (fig. 335); sin embargo, esta pri- puesta a los problemas de la vivienda de
mera idea pierde, en parte, su fuerza en el masa. La exposición del Weissenhof, pre-
proyecto definitivo y en la ejecución, por sentada por Mies van der Rohe en su discurso
el predominio de viviendas unifamiliares o inaugural como una etapa de «la gran lucha
reunidas en pequeños grupos (cosa que se en pro de un nuevo modo de vivir», y visitada
decide así para favorecer la cesión de las diariamente por 20.000 personas, constituye
construcciones a los particulares al finalizar un momento importante de afirmación entre
la exposición); de esta manera viene a faltar el gran público del gusto propio de la arqui-
una estrecha correlación volumétrica entre tectura moderna y de fomento del conoci-
las partes del complejo, para dar lugar a un miento de sus posibilidades.
efecto más pintoresco y libre, y a una dispo- En 1930 la Werkbund presenta en el Grand
sición del tejido viario más convencional (fi- Palais de París la producción moderna de Ale-
guras 336-337). mania. Esta vez es Gropius el encargado de
De todos modos, si bien cada edificio cons- la preparación de la exposición, para lo que
tituye inevitablemente una especie de pabellón requiere la colaboración de Bayer, Breuer y
autodemostrativo, la exposición se rige en su Moholy-Nagy. La exposición está constituida
conjunto por una sustancial homogenidad de por una serie de interiores de viviendas (que
su inspiración y de sus objetivos (figs. 338- idealmente forman parte de un bloque de
34 1). Así, mientras Gropius, trabajando so- diez plantas) arreglados con muebles y ob-
bre dos casas unifamiliares, prosigue sus inter- jetos de serie, y sirve para poner de manifiesto
venciones sobre la coordinación modular en el alto nivel alcanzado por las investigaciones
orden a la seriación productiva, Le Corbusier más recientes que se están desarrollando en
trata de experimentar, aunque sea de un modo Alemania (fig. 342). Gran parte de este mis-
un poco forzado, con los puntos enunciados mo material vuelve a exhibirse en la Bauhaus-
anteriormente por él, aplicándolos a una casa stellung de Berlín del año siguiente, enrique-
en estructura de acero que comprende dos cida con otros elementos, como la casa-modelo
viviendas gemelas, y a otra vivienda, en cam- diseñada por Mies van der Rohe.
bio, que viene a desarrollar el tipo Citrohan; En 1932 se celebra otra exposición de ca-
Oud, en una sucinta composición planivolu- rácter internacional en Viena, promovida tam-
Historia del urbanismo. Siglo XX
Figs. 342-345. La sala preparada por Gropius en la Exposición de París de 1930; planta de la exposición
de la Werkbund en Viena (1932), las casas en hilera de J. Hoffmann y las casas de G. Rietveld.
bién por la Werkbund (figs. 343-345). Repi- Ocasiones singulares de comparación, difu-
tiendo el modelo organizativo de Stuttgart, sión y propaganda las constituyen también
las aportaciones individuales se coordinan con los grandes concursos internacionales de ar-
objeto de formar un pequeño conjunto resi- quitectura y de urbanismo que tienen lugar
dencial, con viviendas aisladas o en hilera. en los años críticos de gestación y de afirma-
Junto a los arquitectos austriacos, que están ción del Movimiento Moderno,
en franca mayoría (Hoffmann, Loos, Strnad, El concurso de 1922 para el edificio del
Holzmeister, etc.), participan también el ale- «Chicago Tribune)), en Chicago, da lugar a
mán Haring, el francés Lurcat, Gabriel Gue- una manifestación bastante significativa de la
vrekian, que a la sazón trabaja en París, y el arquitectura americana y constituye, al propio
holandés Rietveld; de los Estados Unidos se tiempo, una especie de prisma a través del
invita a R. Neutra y A. Grünberger. Pero el cual contemplar las investigaciones europeas
balance de la Wurkbundsiedlung vienesa re- de principios de la posguerra, captadas en .
sulta, en conjunto, decepcionante, y denuncia un momento excepcional de transición: tras
un punto de pausa en las temáticas del Movi- los proyectos que obtienen los primeros pre-
miento Moderno, incluso un verdadero paso mios -el de Hood y Howell, muy hábil, que
atrás respecto de la exposición Weissenhof luego será ejecutado fielmente, y el de Eliel
de cinco años antes, con la que resulta inevi-
table establecer una comparación 52. a los bloques intensivos construidos en el decenio
anterior por la administración vienesa; tal prefe-
«De esta experiencia no resulta ninguna con- rencia, en 1932 y en un ambiente alemán, tiene un
tribución importante a la solución de los problemas evidente significado social, de renuncia a la inte-
técnicos y económicos de la edificación popular, gración de los barrios obreros en la ciudad y de
sino tan sólo una indicación en favor de las casas evasión hacia la periferia semi-rural.» L. Benevolo:
bajas y de las barriadas extensivas, contrapuestas Storia dell'architettura moderna, cit., pág. 606.
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales 161
Figs. 346-349. El concurso para la sede del «Chicago Tribune»: proyectos de B. Bijvoet y J. Duiker, de M.
Taut, de L. Hilberseimer y de W. Gropius.
Figs. 350-353. El concurso para el palacio de la Sociedad de Naciones en Ginebra: el proyecto de H . Me-
yer, el primer proyecto de Le Corbusier y el proyecto academicista del italiano Broggi; vista del conjunto rea-
lizado.
/í
Historia del urbanismo. Siglo X X
Saarinen, segundo premio, que proyecta un ción final (fig. 353), redactada por estos cua-
compacto y refinado bloque edificativo-, tro arquitectos, se inspira en la composición
miden sus fuerzas las vanguardias radicales de los dos proyectos sucesivos de Le Corbu-
alemanas y holandesas, desde Gropius a los sier, provocando una áspera polémica e in-
hermanos Taut, pasando por Hilberseimer, cluso la acción judicial contra la Sociedad de
Loos y Duiker (figs. 346-349). Al margen y Naciones por parte del arquitecto francés, al
más allá del orden de los premios, que res- que no puede satisfacer este implícito reco-
ponde a un resultado enteramente realista y nocimiento a posteriori del hecho en cues-
consecuente dentro de la evolución de la tión 55.
arquitectura del rascacielos en Norteamérica, El concurso internacional convocado por
no parece que las tendencias de estos últimos el gobierno de la URSS en 1935 para la cons-
arquitectos sean apreciadas debidamente por trucción del nuevo palacio de los Soviets,
el jurado, pero de todos modos siguen siendo en Moscú, es objeto de una calurosa acogida,
muy significativas por lo que tienen de cla- por lo que a participación se refiere, entre
rificación de las posiciones respectivas, en una los arquitectos europeos, que consideran tal
especie de diálogo interno dentro del movi- acontecimiento como ocasión realmente de-
miento europeo 53. cisiva, de enorme importancia política y cul-
Cinco años después, en el concurso para tural. Además de los arquitectos soviéticos
el palacio de la Sociedad de Naciones que envían también sus proyectos Gropius, Le
ha de construirse en Ginebra, entre las innu- Corbusier, Mendelsohn, Poelzig y Perret. Le
merables soluciones neo-clasistizantes de los Corbusier propone una excepcional inser-
377 proyectos presentados, destacan las pro- ción, en el panorama del centro histórico
puestas del holandés Wijdeveld, del suizo de Moscú, de una estructura en la que la
Hannes Meyer y, sobre todo, el comprome-
tido complejo estudiado por Le Corbusier y 65 «A nuestra distancia temporal -afirma Bene-
Pierre Jeanneret ( figs. 350-352). La solución vol- este incidente resulta muy instructivo para
de Le Corbusier articula el edificio en el pai- la historia de las relaciones entre el Movimiento
saje según una composición volumétrica que Moderno y el público. La demostración de Le
Corbusier, que se funda en ventajas funcionales,
trata de responder a los requisitos derivados objetivas y controlables, no se ha perdido ni mucho
de las diversas funciones del complejo, me- menos, ni siquiera entre sus propios adversarios,
diando entre la frontalidad monumental del pero ha sido aceptada por partes separadas: «sí» a
bloque de la sala de Asambleas, en el eje de las ventajas funcionales, «no» al nuevo lenguaje
arquitectónico que las mismas comportan. El con-
la entrada, y el ala asimétrica de los edificios curso de la Sociedad de Naciones, si bien se resuelve
del Secretariado ". Tras la decisión salomó- materialmente en una derrota de los arquitectos
nica del jurado de premiar nueve proyectos modernos, viene a dar, sin embargo, un golpe de
de inspiración distinta, comprendido el de gracia, moralmente, al prestigio de la academia.
Le Corbusier, 1.a selección de un área algo Situados ante un problema concreto, con condicio-
namientos técnicos y económicos más bien estrictos,
más alta, colina arriba, da ocasión a una se- los arquitectos academicistas se muestran incapaces
gunda redacción de los proyectos premiados, de resolverlo de modo satisfactorio. Han tenido que
a la que sigue la decisión de confiar defini- hacer una neta distinción entre valores técnicos y
tivamente la ejecución de la obra a P. Nenot, artísticos, haciendo ostentación de defender a éstos
contra aquéllos, y han terminado por revestir de
J. Vago, C. Lefebvre y C. Broggi. La solu- formas clasistizantes un organismo funcional tomado
de prestado: y así, aislando la consistencia real de
53 NOS remitimos al documentado y sugestivo su aportación, han demostrado su vanidad, porque
análisis de M. Tafuri: La montagna disincantata, no han logrado hacer un edificio bello, ni siquiera
en la obra colectiva La citti americana, cit. pasable, y, sin embargo, han agravado sus costes
" Cfr. R. Papini: L'architettura europea al con- con insulsas cornisas e inútiles espesores murales,
corso di Ginevra, en {(Architettura e arti decora- en pura pérdida .» L. Benevolo: Storia dell'archi-
tive», septiembre-octubre de 1927. tettura moderna, cit., pág. 513.
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales 163
Figs. 354-358. El concurso para el palacio de los Soviets en Moscú: los proyectos de W. Gropius, de A. Pe-
rret y de E. Mendelsohn; el proyecto presentado por Le Corbusier, vista de la maqueta y diseño del ambiente.
ficultades que surgen en la Unión Soviética nificación urbanística, vista como término de
en esas fechas, se contarán entre las causas un proceso de transformación de la práctica
que contribuyen, como hemos de ver segui- operativa de la arquitectura
damente, a que no llegue a celebrarse en Las reuniones de los años siguientes, del 29
Moscú el IV Congreso de los CIAM. al 33, se organizan precisamente teniendo
presentes los niveles crecientes de compleji-
En 1928, Le Corbusier y un grupo de co- dad de los asentamientos humanos: es decir,
legas franceses piden autorización a la .con- partiendo del balance definitivo de las inves-
desa Hélene de Mandrot para organizar en tigaciones y de las cuestiones todavía plan-
su castillo de La Sarraz, junto al lago Léman, teadas sobre el problema del alojamiento de
un congreso de los arquitectos modernos. masa, para llegar, a través del examen de las
En junio de ese mismo año, en La Sarraz, agregaciones en unidades de barrio, hasta la
bajo la presidencia del anciano arquitecto consideración más amplia de los organismos
suizo Karl Moser y con participación de ar- urbanos. En 1929 el 11 Congreso, organizado
quitectos de todos los países europeos (con por Ernst May en Francfort, tiene por ob-
excepción de Inglaterra), se fundan los CIAM jeto la vivienda mínima: se confrontan los
(Congres Internationaux d'Architecture Mo- resultados conseguidos en los diversos paí-
derne), que se proponen llevar a cabo una ses (fig. 359), pero sobre todo en Alemania,
labor de estudio y de difusión del Movi- proponiéndose como objetivo la definición de
miento Moderno en un momento en que la los requisitos esenciales de la residencia de
critica y la historiografía están ya en condi- masa en el marco de la intervención pública
ciones de efectuar un primer balance del en orden a la solución general del problema
mismo 57. Este primer congreso preparatorio de la vivienda. El minimum es, justamente,
sirve para programar las actividades de los
años sucesivos, si bien Le Corbusier expone
inmediatamente un borrador de discusión ar- «El urbanismo es la planificación de los luga-
ticulado en seis puntos (la técnica moderna res y de los ambientes diversos que deben albergar
y sus consecuencias, la estandardización, la el desarrollo de la vida material, sentimental y
espiritual en todas sus manifestaciones, individuales
economía, el urbanismo, la educación de la y colectivas, y comprende tanto los asentamientos
juventud y la realización: arquitectura y Es- urbanos como los rurales. El urbanismo ya no pue-
tado). La declaración de conclusiones de los de estar sometido exclusivamente a las reglas de un
participantes, que revela claramente la directa esteticismo gratuito, sino que tiene naturaleza esen-
cialmente funcional. Las tres funciones fundamen-
intervención del mismo Le Corbusier, dedica tales de cuyo cumplimiento debe preocuparse el
un párrafo sintético a las funciones de la pla- urbanismo son: 1) habitar, 2) trabajar, 3) distraerse.
Sus objetivos son: a) el destino del suelo, b) la
organización de los transportes, c) la legislación.
5Y Entre los textos que ven la luz entre el 26 Las tres funciones indicadas no vienen facilitadas
y el 32 hay que registrar, sobre todo, los siguientes: por el estado actual de los asentamientos. Las rela-
L. Hilberseimer: Internationale neue Baukunst, ciones entre los diversos lugares en que se ejercitan
Stuttgart, 1926; G. A. Platz: Die Baukunst der deben volverse a calcular, para establecer una justa
neuesten Zeit, Berlín, 1927; P. Meyer: Moderne proporción entre volúmenes construidos y espacios
Architektur und Tradition, Zurich, 1928; H . R. libres. El reparto desordenado del suelo, fruto de
1-Iitchcock: Modern Architecture, Romanticism and las parcelaciones, de las ventas y de la especulación,
Reintegration, Nueva York, 1929; B. Taut: Die debe ser sustituido por un sistema racional de re-
neue Baukunst in Europe und Amerika, Stuttgart, agrupación de fundo~.Esta concentración, base de
1929; M. Malkiel - Jirmounsky: Les tendences de todo urbanismo que responda a las necesidades pre-
l'architecture contemporaine, París, 1930; S. Che- sentes, asegurará a los propietarios y a la comunidad
ney: The New World Architecture, Londres, 1930; la distribución equitativa de los plusvalores deri-
Fillia: La nuova architettura, Turín, 1931; A. Sar- vados de las obras de interés común realizadas.»
toris: Gli elementi dell'architettura razionale, Milán, Cit. en L. Benevolo: Storia dell'architettura mo-
1932. derna, cit., pág. 535.
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales 165
PARIS WARSCHAU U
m l
--, ,
--o
-..-
Fig. 359. La comparación entre alojamientos y tipos de edificación efectuada en la reunión del CIAM 11 en
Francfort .
la condición civil a la que se refiere el am- rie de funciones que en el pasado le eran
biente de vida de la sociedad de masas e n peculiares y -en el marco de una progresiva
primer lugar la clase obrera, destinataria nivelación de las exigencias
- de los indivi-
ideal y privilegiada, aun cuando sea tácita- duos- la independencia creciente de la mu-
mente, de los arquitectos modernos-, en jer y la necesidad de liberar su existencia de
una equilibrada «economía» de todos aque- la subordinación a la vida doméstica; de aquí
llos factores en juego que caracterizan la rea- derivan presupuestos y condiciones para la
lización y el disfrute de los alojamientos. Los definición de la vivienda stándard, a la que
resultados y proyectos expuestos en Francfort hay que asegurar valores óptimos de higiene
se presentan en planimetrías dibujadas a la y habitabilidad sin recurrir a la praxis habi-
misma escala y con las mismas indicaciones tual -y considerada inevitable- de la casa
gráficas, precisamente para centrar la aten- unifamiliar con jardín. El informe de Le Cor-
ción sobre los términos objetivos de la orga- busier y Pierre Jeanneret (Análisis de los
nización del alojamiento sin dejarse distraer elementos fundamentales del problema de la
por consideraciones formales y, de cualquier Maison Minimum) distingue los problemas
otro modo, ajenas al tema propuesto. organizativos de las funciones respecto de los
Entre las intervenciones habidas, la breve problemas constructivos, volviendo a propo-
comunicación de May con la que se abre el ner los principios ya conocidos sobre la liber-
congreso (El alojamiento para el nivel mi- tad del plano horizontal utilizable y de las
nimo de vida) plantea el problema general, fachadas, y extendiendo su aplicación al pro-
subrayando la dificultad de efectuar estudios yecto urbano. Victor Bourgeois (Normas de
exactos sobre el tema y propiciando la cola- la edificación y alojamiento minimo) toca los
boración interdisciplinar en este campo. Gro- problemas de la aireación y de la iluminación
pius, en su comunicación (Los presupuestos de la casa, mientras Hans Schmidt, de Basi-
sociológicos del alojamiento humano para la lea, concluye su intervención sobre el tema
poblacGn industrial urbana), desarrolla un de la legislación vigente (Normas de la edifi-
rápido análisis de la evolución de la familia cación y alojamiento minimo) invocando la
como célula institucional de la sociedad, po- necesidad de contar con disposiciones lega-
niendo de relieve la socialización de una se- les más flexibles respecto de los aspectos cons-
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 360-363. El CIAM 111 (1930) de Bruselas: comparación de dos soluciones planimétricas para un barrio,
los costes de construcción al variar el número de plantas, comparación entre dos esquemas de urbanización, rela-
ción entre altura de los edificios y soleamiento, según el conocido esquema de Gropius.
Figs. 364 y 365. El CIAM IV del 33: las plantas, con indicaciones gráficas unificadas, de Amsterdam y Los
Angeles, sometidas al examen de los congresistas.
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales 167
que Le Corbusier define como «una biología el anonimato esconde la inagotable iniciativa
del mundo», un cuadro objetivo de las vincu- de Le Corbusier, denuncia incluso la mano
laciones estructurales e institucionales, una de éste en la compaginación y en la formula-
síntesis de las problemáticas planteadas. Fal- ción de los 95 puntos doctrinales y progra-
ta, en cambio, casi por completo, una con- máticos, que engloban algunas de las ccons-
frontación de las experiencias concretas de tataciones» del 33. A una primera parte que
planificación, y tampoco se trata de enunciar enuncia algunas observaciones generales so-
programas, cosa que se deja para un congreso bre los centros urbanos y los ámbitos regio-
sucesivo. En Atenas, donde todo este mate- nales de competencia (desde el punto 1 al
rial se expone en las salas del Politécnico, se punto 8) sigue una segunda parte (del 9 al
celebran reuniones oficiales, pronunciando 70) sobre «el estado crítico actual de la ciu-
conferencias van Eesteren, Giedion y Le Cor- dad» en la que se pasa revista a los cuatro
busier. Durante el viaje de regreso se intenta sectores de la organización urbana definidos
sacar algunas conclusiones del trabajo des- por Le Corbusier (vivienda, tiempo libre,
arrollado: nace así un documento de «cons- trabajo y tráfico) y a los problemas de los
tatacionew (que precisamente denuncia la centros históricos, acompañando la denuncia
voluntad de limitarse a los aspectos analíti- de las insuficiencias existentes de una serie
cos de los problemas urbanos, sin tratar de de peticiones («debemos exigir»); la tercera
delinear los elementos de una política urba- parte (del punto 71 al 95) contiene los «pun-
nís tica común) tos doctrinales» que se corresponden parcial-
En este sentido, no hace más que apla- mente con las «constataciones» del 33. Si se
zarse una verdadera conclusión. Que verá la exceptúan las afirmaciones relativas al patri-
luz ocho años después, en París, con la difu- monio histórico -en las que, quizá por vez
sión del documento anónimo que lleva por primera en el seno de las indagaciones del
título La Carta de Atenas 63,precedido de un Movimiento Moderno, se precisa el principio
noble prefacio firmado por el escritor Jean de la conservación íntegra o de un juicio cir-
Giraudoux ". La Carta de Atenas, que tras cunstanciado sobre su sustitución-, no exis-
ten en la Carta de Atenas elementos de no-
62 Sobre el Congreso de Atenas, cfr. la revista vedad respecto del pasado. Pero este docu-
«Annales techniquem, Atenas, octubre-noviembre de mento sobre la construcción de la ciudad mo-
1933, los números de septiembre de 1933 y de mayo derna -escrito cuando media Europa se
de 1934 de la revista «Quadrante», y además el encuentra bajo el tiro de las baterías y sufre
reciente número monográfico de «Parametro» de
diciembre de 1977. los bombardeos aéreos- es importante pre-
63 Cfr. Urbanisme des CIAM. La Charte dJAthk- cisamente porque no constituye ni un mani-
nes, París, 1943 (traducción italiana, La Carta fiesto ni un prontuario de diagramas o de
d'Atene, Milán, 1960). modelos teóricos, sino que se limita a fijar
«NO hablamos del cielo -comienza diciendo una serie de principios básicos: una especie
Giraudoux-, para el cual no hay método que
valga. Pero puesto que todo hombre posee la Tierra de código de comportamiento y una indica-
y todo ciudadano posee su País, con el mismo ción de método para los urbanistas, una pista
título que todos los demás hombres o ciudadanos, u orientación para las investigaciones y una
no existe política humana y nacional más que en plataforma para las intervenciones concretas.
la ambición de hacerles fácil y real el ejercicio de
esa igualdad. A cada hijo que nace, la Patria le
A partir del 33 la actividad de los CIAM
debe el mismo don de bienvenida: ella misma, en disminuye, como consecuencia de las dificul-
su conjunto, sin restricciones, y una Patria grande
no se distingue solamente por la grandeza de su sustraídos, pues, sus propios tesoros a relicarios y
naturaleza y de su espíritu, sino también por la peregrinaciones, la Patria se vuelve hacia la vida
posibilidad de acercamiento a quienes la forman y cotidiana con sus certidumbres y hacia el porvenir
por la facilidad concedida a éstos para que disfruten con sus aventuras.» Prefacio de Jean Giraudoux a
de ella. Por otra parte, solamente en tal condición, La Carta dJAtene, trad. italiana cit.
Historia del urbanismo. Siglo X X
tades internas y externas con que tropieza la demanda social, sino de la individualiza-
el movimiento. El V Congreso se celebra en ción correcta de las necesidades. Es preciso
París el año 36, sobre el tema de la vivienda «poner orden» tanto respecto de las necesi-
y el tiempo libre (la correspondiente docu- dades como respecto de la realidad física:
mentación, recopilada por Le Corbusier, se la exigencia de una clasificación simple es el
publica al año siguiente con el título Logis et punto crucial de transición desde una anar-
loisirs) ". El VI Congreso, cuya celebración quía física y social a un equilibrio ético-exis-
estaba prevista en Estados Unidos, se ve frus- tencial que constituye, por sí mismo, condi-
trado por el comienzo de la segunda guerra ción imprescindible de la nueva polis de la
mundial 66. era moderna. Viene a ser la sociología ele-
mental de Gropius, que se atiene a los resul-
tados científicos obtenidos por el estudioso
alemán Müller-Lyer, expuesta en el curso de
su intervención en el CIAM 11 de Francfort;
Volviendo a examinar el conjunto de las es también la distribución cuatripartita de
investigaciones que hasta la redacción de la las actividades humanas mantenida por Le
Carta de Atenas se orientan, a las diversas Corbusier y expresada después con el mismo
escalas, hacia la construcción de la ciudad, carácter apodíctico y absoluto en sus proyec-
podemos tratar de deducir el significado y tos experimentales.
la metodología de la <<ciudad racionalista» Identificado un modelo de individuo, con
que se perfila, más allá de la fragmentariedad sus necesidades cuantificables -según el
de las hipótesis y de las realizaciones, en una axioma igualitario de la unidad bio-psicoló-
síntesis ideal de convergencia sobre algunos gica de todos los hombres, que por otra parte
presupuestos comunes. tiene la función histórica de poner en crisis
¿ Qué compromisos regulan la definición viejos parámetros ideológicos de juicio-, se
de los esquemas y de los tipos de interven- describen sus comportamientos típicos, para
ción para la ciudad moderna? ¿Qué relación deducir de aquí espacios-funciones que resul-
se quiere establecer entre la organización del ten congruentes con ellos. Incluso la familia
espacio y la fenomenología de la vida social? y los grupos humanos se estudian bajo el
Según la concepción de Gropius, de Le Cor- signo de lo biológico, más que bajo el as-
busier y de los arquitectos de los CIAM, la pecto de lo «político»: la sociabilidad, la
arquitectura está «integrada» en tanto en politicidad, no se asumen como elementos
cuanto sea coherente con «el desarrollo evo- problemáticos, en continua conflictividad,
lutivo de los procesos vitales biológicos y so- sino como expresión de «funciones» que tras-
ciológicos del hombre» y con «las funciones» cienden de los propios individuos. El hombre,
de la sociedad. La arquitectura es la traduc- la sociedad, se presentan ahora verdademente
ción inmediata de los comportamientos hu- ccarentes de historia», pero no tanto en el
manos y sociales: traducción cuantitativo-cua- sentido de que los modelos que los encuadran
litativa que depende, por tanto, no de una afirmen su existencia en un limbo impreciso
representación pasiva de la realidad, no de o en una realidad no plausible, sino más
una asunción de los niveles distorsionados de bien por el hecho de que se tratan de esque-
matizar y de hacer absolutos los parámetros
de esta realidad: es decir, se refiere el hom-
B y f r . Logis et loisirs, París, 1937. bre biológico a la satisfacción de necesidades
66Otros congresos CIAM se celebrarán en 1947 antes negadas por la historia, pero se tiende
en Bridgewater, en 1949 en Bérgamo, en 1951 en
Hoddesdon, en 1953 en Aix-en-Provence, en 1956
a considerar a estas últimas como elementos
en Dubrovnik y, finalmente, en 1959 en Otterlo, separados y objetivos; mientras, de manera
donde se disuelve la organización. determinista, se aíslan las «funciones» de la
, La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales 171
decisivo, incluso por el empeño de verifica- 3. Los logros del empirismo anglosajón. El
ción puesto en práctica en concretas situa- concepto de «neighborhood unit»
ciones político - administrativas, donde ello
resulta posible. Creemos que es posible re- Antes de la guerra, como se ha visto en
conocerlo así, aunque sea sin ocultar las el Capítulo precedente, la ciudad-jardín y la
ambigüedades y contradicciones que surgen, colonia suburbana, en el marco de hipótesis
en el origen mismo de la indagación, de las de descentramiento a distinta escala, parecen
interdependencias establecidas entre nuevo constituir el instrumento más incisivo y prac-
modo de habitar y exigencias de la repro- ticable para el control de la metrópoli. En
ducción en el ámbito de la estructura econó- el período comprendido entre las dos guerras
mica dominante "; como también de la des- esta tendencia se consolida en muchos países
naturalización y de la reducción de gran parte como praxis, prevaliéndose de instrumentos
de aquellos resultados a través de la fácil institucionales más adecuados, y se precisa
rigidización de una metodología tendencial- en sus aspectos teóricos y metodológico, so-
mente abierta en una preceptiva reifincante bre todo por lo que respecta a los elementos
(que vuelve a conciliarse, en muchos aspec- de definición de la dimensión óptima del
tos, con la práctica tradicional), que luego se barrio y de los stándards funcionales; mien-
convierte en premisa para el saqueo siste- tras, declina con la segunda tentativa de
mático y la desviación en sentido único de Howard en Welwyn la concepción originaria
los nuevos niveles de «economía» de la vi- de la gavden city, dejando no obstante en
vienda y, por tanto, de la nueva relación Inglaterra una herencia consolidada, que in-
entre costes y beneficios, en función de unos cidirá en un primer momento sobre el plan
márgenes mayores de beneficio inmobiliario del Gran Londres redactado en los años de
y de la producción de la mercancía-casa 69. la segunda guerra mundial, y luego, des-
pués de la guerra, sobre el programa de las
m Afirma, acertadamente, Emilio Battisti: «Al ni- new towns.
vel tipológico de la célula y del barrio, la contra- De las corrientes del pensamiento anglo-
dicción característica viene representada [ .. . ] por
la diferencia existente entre el valor del trabajo
sajón nacen algunas hipótesis metodológicas
que los miembros de la familia prestan para llevar y de intervención que se aglutinan para
adelante directamente la gestión familiar, sustra- formar una dirección que podemos definir
yendo tal trabajo, que se desarrolla en el interior genéricamente como de urbanismo «orgáni-
de la casa, a las leyes del mercado, y el valor del co», pero en cuyo seno también cabe contar
trabajo que los miembros de la familia realizan
para adquirir los recursos necesarios para enco- aportaciones de pensamiento bastante diver-
mendar a otros, en todo o en parte, aquella tarea.» sas entre sí, por un lado tendentes a contra-
Y añade: «La célula de habitación tipo aparece ponerse a las formulaciones del urbanismo
dimensionada para un modelo de familia que está «racional» (y especialmente a Le Corbusier)
íntegramente consagrada al trabajo dependiente: san-
ciona la familia obrera y no sólo el origen salarial
de su propia renta; sanciona y hace considerar el miento mismo y la tentativa de colocar el discurso
trabajo de la mujer, reduciendo al mínimo los pro- de la "minimización" en el ámbito de la reivindi-
blemas de administración y manutención domésti- cación de la casa para todos, es decir, en el ámbito
cas. Lleva al exterior del espacio habitado una serie de una solución general del problema de la vivien-
de tareas que constituían la sustancia de la "eco- da, y que, en cambio, aislado de su contexto, ha
nomía doméstica" y proclama el valor de servicio quedado reducido a menudo a esquematizaciones
colectivo de ésta.» E. Battisti: Avchitettuva, ideolo- banales, siendo utilizado a todos los niveles de la
gía e scienza, Milán, 1975, págs. 47 y 43. especulación del suelo y de la construcción dentro
69 «Valga por todos el ejemplo de la reducción de la lógica del aumento de los beneficios y las
de los stándards de los alojamientos que los racio- rentas.» A. Rossari: Gli studi di Alexandev Klein
nalista~habían situado dentro de un discurso com- e il movimento vazionalista, introducción a la obra
plejo, en el que entraban la redención de la con- de A. Klein: Lo studio delle piante e la pvogetta-
dición femenina, una renovada eficiencia del aloja- zione degli spazi negli alloggi mínimi, cit.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 366 y 367. Disposición planimétrica en cul-de-sac en la Melbourne Court, en Welwyn, y vista de la
Handside Close.
Figs. 368-371. C. A. Perry, planta de una neighborhood unit (1929); E. G. S. Eliot, plano teórico de una
neighborhood unit; planta de Radburn con indicación de las unidades vecinales, y planimetría de un grupo de
viviendas.
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales 175
y por otro, en cambio, propensas precisa- jación de las relaciones primarias (la Ge-
mente a integrar los resultados de éste. meinschaft de Tennies) y por la acentuación
Las premisas de que parten estas tenden- de relaciones impersonales en torno a las
cias pueden referirse a las temáticas antime- instituciones secundarias.
canicistas de la sociología norteamericana En Inglaterra, el ideal de un neighbor-
(que no son independientes de los preceden- hood planniízg basado en una hipótesis inter-
tes constituidos por una cierta dirección de clasista, en la cooperación entre grupos socia-
las teorías sociales alemanas de finales del les e individuos de diversa extracción de
XIX,a cuyo efecto se puede recordar el nom- clase y distintas capacidades profesionales
bre de Tonnies, por ejemplo) y, en el plano -como antídoto de la oposición entre las
disciplinar, en términos muy generales, a las clases, de la división del trabajo y de la
primeras experiencias del garden suburb. La segregación espacial que en la ciudad es, con
tesis central de esta teoría concreta en la frecuencia, su resultante-, es cultivado ya
familia la unidad de base, como institución- por Howard y asume contornos más precisos
microcosmos que estructura las agrupaciones en la obra de Unwin. En Estados Unidos es
humanas y que constituye el elemento natu- posible identificar ya una aplicación de este
ral de control social en un ámbito más am- concepto en el suburbio de Forest Hills, en
plio localizado en el «vecindario» (neighbor- Long Island, proyectado a partir de 1910 y
hood), en el que se instituyen las relaciones cuya realización es patrocinada por la Russell
entre las unidades familiares: la prueba ex Sage Foundation; mientras, por otro lado,
contrario de esta presunción la proporciona un concurso de ideas convocado poco antes
la desintegración de la vida institucional que de 1915 por el Chicago City Club, para la
se manifiesta en las áreas degradadas (en los definición orgánica de un sector de 640 acres
slums) como consecuencia de las insuficien- de la ciudad, ofrece ya elementos precisos de
cias o de las violaciones de la cualidad del enucleación funcional de una zona residen-
espacio de relación. El sociólogo Charles cial 71.
Horton Cooley, autor de un texto de notable El mérito del perfeccionamiento de esta
influencia, Social Organization, publicado en idea en los años veinte se suele adjudicar a
Nueva York en 1909, pone en relación, por Clarence A. Perry, que formula y define el
ejemplo, el crecimiento de los índices de concepto de «unidad vecinal» (neighborhood
criminalidad, no solamente con la degrada- unit) en el séptimo volumen de su Regional
ción en sí del ambiente de vida (una con- Survey of New York and Its Environs, para
clusión que ya habían hecho suya los pensa- desarrollarlo después, diez años más tarde,
dores sociales burgueses desde mediados en su Housing for the Machine Age. Los
del XIX en adelante), sino también, y sobre contenidos sociológicos a que hemos aludido
todo, con el grado de desorganización social se amplían en la formulación de Perry, enla-
de las áreas urbanas 70. Más en general, se zándose con una serie de conceptos técnico-
argumenta que los valores codificados de la funcionales, como puede ser la relación entre
sociedad son puestos en peligro por la rela- estructuras del tráfico (canales) y residencia,
y entre esta última y equipamientos colec-
tivos. Los requisitos de la neighborhood unit
En relación con la explicitación de estas teo-
rías podemos reconocer con claridad, en el aposto-
se identifican por las «funciones sociales»
lado «sobre el terreno» de algunos reformadores localizadas que pueden definirse en relación
decimonónicos, como Jane Addams en Chicago, Oc- con las necesidades de la vida cotidiana de
tavia Hill y el canónigo Barnett en Londres, una la familia: escuelas elementales, pequeños
función de «animación social» de la vida de los
barrios proletarios, orientada a la reconstrucción del
tejido social, más que del físico, de la ciudad in- Cfr. A. Yeomans (ed.): City Residential Land
dustrial. Development, Chicago, 1916.
Historia del urbanismo. Siglo X X
(figs. 372-378). Paul Wolf, por ejemplo, en de diversa capacidad. En estos años se ponen
sus trabajos de investigación publicados el también a punto esquemas similares, más o
año 19, presenta un esquema para una triple menos conocidos, por parte de E. De Groer,
ciudad-jardín de 100.000 habitantes, formada T. Adams y otros; dentro de esta categoría
por tres unidades distintas enlazadas por sus de propuestas podemos incluir también la
ejes primarios a un «foro» central; el tejido ciudad lineal de Miliutin y el plan de Le
urbanizado aparece formado por viviendas Ccrbusier para los tres asentamientos hu-
de dos plantas, reforzado por casas de cuatro manos 78.
pisos dispuestas a lo largo de las calles prin- Como puede comprenderse fácilmente, se
cipales ' l . El esquema del americano Mhitten, trata en la mayoría de los casos de asercio-
del año 23, apunta a un descentramiento de nes sistemáticas que llevan a sus consecuen-
la ciudad central mediante núcleos satélites cias extremas, en términos lógico-estructu-
autónomos, en una ejemplificación en la que rales, un determinado principio organizativo
cobran marcado relieve las infraestructuras de la ciudad (el tráfico, las funciones redu-
de los transportes de masa. Adolf Rading cidas a términos simples, etc. ): propuestas
propone un crecimiento territorial equilibra- congruentes que, por una parte, tienen el
do mediante el bloqueo del desarrollo im- valor de sistema cognoscitivo
- de la realidad
puesto a la ciudad centra1 (1924). La singu- y, por otra, el de modelos con. los que con-
lar propuesta de E. Gloden para una colo- frontar el irracional desarrollo urbano, con
nización planificada (1923) se basa, en cam- la idea de reducir los riesgos que éste com-
bio, en células urbanas diferenciadas por porta y de planificar un «equilibrio». Aun-
funciones (ciudad administrativa, ciudad aca- que respecto de las investigaciones que parten
démica, ciudad del comercio al por mayor, de la organización de la residencia y de los
centro artesanal organizado en el núcleo me- servicios para integrar sus resultados en orga-
dieval restaurado, ciudad-estación), enlazadas nizaciones más complejas -dejando, por lo
en forma de red dentro de un territorio sal- demás, una zona de sombra en cuanto atañe
vaguardado para su destino a la producción a la definición de los niveles metropolitanos
agrícola. Raymond Unwin, sin duda con un superiores-, los estudios de este tipo, si
ojo puesto en el caso de Londres, se preo- bien se analizan, mientras se preocupan de
cupa una vez más de subrayar la conveniencia un equilibrio de conjunto, ignoran, en cam-
del desarrollo por satélites, racionalizando bio, cuanto se refiere al orden interno de las
la ciudad central con la previsión de una partes funcionales.
. zona industrial servida por el ferrocarril, y
enlazando los centros residenciales autosufi-
cientes con el centro de los servicios comer- 4. Las actuaciones sobre la ciudad y la pla-
ciales y terciarios a través de los barrios nificación urbanistica en los dos decenios
periféricos de primera expansión. Más inge- de entreguerras
nuo es el esquema de la model town designed .¿Cómo podemos valorar la producción ar-
for traffic expuesto por A. T. Edwards el
quitectónica y la actividad urbanística del
año 30, a base de sectores radiales amplia-
período comprendido entre las dos guerras?
bles hacia el exterior a lo largo de arterias
m A este respecto puede verse T. A. Reiner:
P. Wolf: Stadtebau, Leipzig, 1919. Utopía e urbanistica, Padua, 1967.
Figs. 372-378 (en la pagina opuesta). Modelos teóricos de ciudad elaborados por P. Wolf (1919), R. Whit-
ten (1923) y A. Rading (1924); los esquemas de colonización de E. Gloden, fragmento de aglomeración y es-
quema regional (1923); esquema de organización propuesto por R. Unwin (1919-22); la model-town de A.
T . Edwards (1930).
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales
Historia del urbanismo. Siglo X X
,
'Un examen panorámico del tema, que no se tamente por el Estado. Pero asistimos igual-
centre exclusivamente en los casos destaca- mente a aplicaciones desviadas y parciales
dos y que se enfoque sobre el conjunto de de los métodos del racionalismo y de las
los fenómenos observados en el período, nos mismas temáticas del barrio suburbano de-
coloca ante una situación en evolución, car- rivadas de la corriente de la ciudad-jardín
gada de elementos conflictivos y de contraste. -en función del mercado y junto a la praxis
En arquitectura, junto a la modesta e im- tradicional-, en el crecimiento periférico de
perfecta penetración de las temáticas del ra- la ciudad: algunos criterios de racionaliza-
cionalismo, entran en juego orientaciones ción de los tipos edificativos y de organi-
eclécticas que se nutren de la remisión, aun- zación del tejido urbano estudiados por el
que sea en clave evolutiva y de reelaboración, Movimiento Moderno sirven para perfeccio-
a las áreas históricas del lenguaje expresivo nar la extracción del plusvalor del suelo,
Muchos de los jóvenes arquitectos «radicales» mientras que los módulos de la ciudad-jar-
que se muestran muy activos en la Europa de dín, desligados de toda perspectiva de alige-
los años veinte abrazan la causa de la arqui- ramiento de la ciudad monocéntrica, vienen
tectura, más que por cualquier otra razón, a caracterizar a algunas expresiones de la
porque están convencidos de que en ella se periferia de la burguesía media. No obstante,
encuentra reflejado un sistema de valores más el impacto de las investigaciones del Movi-
adaptado al momento histórico en que actúan, miento Moderno se advierte en la conside-
valores capaces de sustituir a los que han sido ración, cada vez más consciente, de los ele-
destruidos por la guerra, pero sin llegar a cap- mentos que caracterizan a la vida colectiva,
tar por entero sus propias premisas teóricas; como son los equipamientos escolares o los
y, tras la interrupción entre el 30 y el 33 de centros de barrio, aunque todo ello se realiza
la experimentación tecnológica, cuando decli- conforme a una gama de soluciones diversas,
na incluso la adhesión condicionada de algu- según las particularidades locales, los hábi-
nos sectores academicistas temporalmente tos y costumbres, y las posibilidades conce-
ganados por los nuevos cánones formales, el didas por las reglamentaciones vigentes y
repliegue en el tradicionalismo o en el regio- por la presencia de la iniciativa pública 'O.
nalismo constituye un antídoto que sirve de En las intervenciones a mayor escala lleva-
consuelo ante el fracaso de las grandes espe- das a cabo en los centros antiguos preva-
ranzas que se habían depositado en los pro- lecen criterios de proyecto todavía más tra-
gramas del movimiento moderno. dicionales, allí donde continúan proponién-
A los niveles intermedios de organización
de la ciudad, debemos registrar algunas in- a0 Comenta Giuseppe Samonh: «Se fue creando,
tervenciones ejemplares en el sector de la de hecho, en el desarrollo de la ciudad, una grave
vivienda subvencionada en Alemania, en Ho- discrepancia cualitativa entre las estructuras reali-
landa, en Viena, en los Países Escandinavos, zadas por las corrientes racionalistas en un campo
limitado, en el que fue posible hacer prevalecer
donde las administraciones locales se respon- una revisión de las tipologías edificativas, fundadas
sabilizan de la producción de alojamientos, ahora en valores que asumían las formas concebi-
si bien las instituciones estatales contribuyen das como expresión inmediata de relaciones espa-
también a tales realizaciones; y en Inglate- ciales correspondientes a determinadas funciones, y
todas las demás estructuras más extendidas, en las
rra, donde gran parte del housing subven- que prevalecieron los intereses del mundo oficial,
cionado es construido y administrado direc- que penetraba ampliamente en toda obra de la acti-
vidad urbanística con sus criterios restringidos y
actuaba por ignorancia, por presunción escéptica,
Una reseña iconológica de las tendencias aje- descuidando las instancias más generales e impor-
nas al Movimiento Moderno puede verse en G. Mas- tantes que la renovación de la ciudad iba plantean-
sobrio y P. Portoghesi: Album degli anni Venti, do.» G . Samoni: L'urbanistica e lJavvenire delle
Roma-Bari, 1976. citth, Bari, 1960, págs. 78-79.
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales 181
dose derribos y demoliciones por directrices embargo, reconocer también aquí los elemen-
(en Madrid, en Bruselas, etc.); en tales su- tos de novedad sedimentados, incluso en sus
puestos puede apreciarse, si acaso, que en la mismas contradicciones, por decantación de
rígida recompactación de la malla urbana, los logros metodológicos más avanzados de
por lo regular afectada por los plusvalores la primera posguerra. En la planificación
de densidad edificativa que son premisa y urbana se generaliza el empleo del plan regu-
consecuencia de estas operaciones, la media- lador y se perfeccionan sus dispositivos de
ción academicista pierde el papel formaliza- aplicación. La forma específica asumida por
dor a escala urbana que con tanto esfuerzo el plan es ahora la de una organización por
ha mantenido a todo lo largo del siglo XIX. áreas (en vez de la prevalente organización
La sustitución de partes enteras de tejido por «elementos» y configuraciones espacio-
urbano para introducir elementos nodales de planimétricas, como en los planes decimonó-
carácter, por lo general, terciario, resulta, en n i c o ~ ) ' ~es
, decir, por sectores espacio-fun-
conjunto, infrecuente, y ha de referirse a cionales que tienen por objetivo el distinguir
formas particulares de concentración del ca- las diversas funciones, regulando en relación
pital o del poder político (Estados Unidos, con ellas el uso del suelo, mediante índices
Inglaterra, la Italia fascista); en cambio, es o tipologías edificatorias, para armonizarlas
habitual la reconstrucción edificio por edifi- en un organismo unitario. La clave de esta
cio, o por incorporaciones de propiedades, formulación viene constituida precisamente
de las áreas centrales, con una acentuación por la «zonificación» por funciones (residen-
incontrolada del proceso de terciarización en cia, industria, servicios generales, etc.), si
la inmensa mayoría de los casos. Son bas- bien conviene observar que se consigue apli-
tante raras las intervenciones planificadas de car solamente a las previsiones de crecimien-
saneamiento urbano con aclaración de las to, mientras que por lo general se da por
manzanas, reconstrucciones parciales o res- fijo e inmutable (es decir, no modificable
tauraciones; por tal razón, el saneamiento ni tan siquiera sujeto a mutación) el estado
del centro de Kassel se convierte en punto de hecho de la ciudad existente. Para que
de referencia obligado en la literatura espe- la congruencia recíproca de las funciones sea
cializada; mientras, en Italia, en vísperas ya realizable es preciso que cada función sea,
de la segunda guerra mundial, pueden seña- ante todo, congruente en sí misma, es decir,
larse dos aplicaciones, aunque un tanto des- que resulte exactamente proporcionada a la
figuradas, de las teorías de Giovannoni en realidad existente, o mejor, a su proyección
los proyectos de saneamiento de las ciudades evolutiva: he aquí que ahora el aparato ana-
viejas de Bari (que no pasa del papel) y de lítico ya empleado en las formulaciones más
Bérgamo (que sólo se ejecuta parcialmen- avanzadas de la práctica decimonónica tardía
te) 'l. (y sobre todo en Alemania y en Inglaterra)
Esta permanencia -o evolución natural- se ve potenciado, ya sea ensaqchándose sus
de la praxis tradicional no nos impide, sin fronteras (es decir, tomando en considera-
ción los datos físicos, geológicos, climáticos,
Esta praxis hibrida se refleja en ciertos ma- edafológicos, etc.), o bien incluyendo dentro
nuales de carácter mixto en auge en este período.
Citemos, al solo título de ejemplo: C. B. Purdom:
de ellas indicaciones de previsión cara ;i1
Town Theory and Puactice, Londres, 1921; E. Jo- futuro (en los sectores estadístico-demográ-
yant: Traité d'urbanisme, París, 1923; A. Rey,
J. Pidoux y C. Barde: La science des plans des
villes, París, 1928; M . Dikansky: La ville moderne, La definición en G. Di Benedetto: Intuoduzio-
París, 1927. Para una reseña de planes reguladores ne all'urbanlstica, Florencia, 1977, del que hemos
del período, hasta el 35, puede verse B. Schwan: sacado algunas sugerencias para esta parte de nues-
Stadtebau und Wohnungswesen deu Welt, Berlín, tra exposición y al que nos remitimos para un exa-
1935. men más amplio de la cuestión.
Historia del urbanismo. Siglo X X
mobiliaria, nudo cuya disolución a nivel teó- Finalmente, para entender cabalmente la
rico se ha identificado, sin posibilidad de razón de que se vayan profundizando las
apelación, como condición precisa para la disfunciones operativas, hay que dejar cons-
racionalidad del orden urbano y del mismo tancia de que, con posterioridad a la segunda
desarrollo capitalista; la cuestión de la re- guerra mundial, tendrá un notable peso la
muneración de las vinculaciones y, con carác- acentuación de aquella diversificación ( o dis-
ter más general, de la aplicabilidad y de la tanciamiento) institucional, sólo excepcional-
función social de la expropiación, se consi- mente paliada por dispositivos de planifica-
dera como elemento de equilibrio, en general, ción concertada, entre la atribución de pode-
de las relaciones entre renta y beneficio, es res de planificación a los entes locales y la
decir, de equilibrio en el desarrollo de los potenciación de la producción de bienes y
diversos factores del capital, como asimismo servicios concretos propios de la organización
de equilibrio entre actuación pública y actua- civil (la vivienda de bajo coste, la sanidad,
ción privada en la construcción de la ciudad. las infraestructuras) por parte del Estado,
Decae el principio de la máxima valoriza- conforme a una división vertical por órganos
ción de la propiedad inmueble en cuanto de competencia.
único medio de construcción de la ciudad;
dicha propiedad sigue siendo un agente muy
importante en la determinación de las opcio- 5. Las aportaciones de los sectores especia-
nes posibles y en la construcción material lizados al conocimiento del territorio:
de la ciudad, pero en el terreno de los prin- la sociologia, la economia espacial, la
cipios queda subordinada ahora a la actua- geografia y la historia urbana
ción o intervención pública (posibilidad de
imponer determinadas vinculaciones, expro- Para completar el cuadro que estamos de-
piación forzosa, etc.), que encuentra su con- lineando es preciso mirar también más allá
validación en la legislación y en los planes. de la práctica concreta de las intervenciones
La ratificación de la expropiación como ele- sobre la ciudad que se verifican en el perío-
mento de actuación del plan se asegura en do que consideramos en este volumen, para
la práctica al ente público en algunos países captar el sentido de una evolución de con-
(como Holanda), y en otros aparece prevista junto de la disciplina urbanística que madu-
a nivel legislativo (por ejemplo, en la misma rará sobre todo en la posguerra, modifican-
Italia, con la ley del 42); en otros casos se do o ampXando sus fundamentos teóricos,
delegan en entes autónomos amplias facul- sus instrumentos metodológicos y sus esque-
tades de expropiación, con vistas al sumi- mas operativos, y para captar el sentido mis-
nistro de bienes específicos o a la prestación mo de las operaciones de análisis y de plani-
de servicios sociales 83. ficación llevadas a cabo sobre el territorio
en su conjunto.
m «Y no tiene mucha importancia que el nuevo Nuevas metodologías de indagación y de
peso de la presencia pública se manifieste todavía conocimiento de los fenómenos urbanos y
en formas no coordinadas, a través de interven- territoriales surgen en los años veinte como
ciones sectoriales, mal enlazadas a la estructura aplicaciones específicas de técnicas elabora-
urbana de conjunto; lo que cuenta es la proporción
de las iniciativas y su capacidad de incidir, al me- das, o en vías de formación, en sectores ya
nos en parte, sobre el mecanismo general de la consolidados de las ciencias humanas, la eco-
urbanización, y sobre todo su capacidad para pro- nomía, la geografía, la estadística, la socio-
poner finalidades diversas y más amplias. La admi-
nistración pública, en suma, se presenta también a
nivel urbano como el candidato más idóneo para proceso de producción del espacio en el más amplio
asegurar una expansión programada, es decir, racio- proceso productivo capitalista .» G. Di Benedetto,
nalizada, a través de la oportuna integración del op. .cit., pág. 24.
Historia del urbanismo. Siglo X X
grupos en términos económicos y políticos 85. cuen tra una correspondencia de es te diagrama
Pero Park integra el principio de la compe- en la organización del área de Chicago.
tición entre los grupos sociales con el de la Las investigaciones iniciadas por Park,
cooperación interna entre los individuos que Burgess y McKenzie se convierten en punto
componen cada uno de esos grupos: y a par- de referencia obligado de los análisis socio-
tir de aquí Park pone de relieve las cons- lógicos de las comunidades urbanas, y en
tantes que definen la identidad de grupo, los este aspecto, según el consenso o el disenso
sistemas de valores internos que caracterizan a que dan lugar, provocan un notable flore-
a las áreas naturales. cimientos de-estudios importantes sobre la
Burgess ilustra el proceso natural de dis- realidad urbana en Norteamérica 86. Un as-
tribución de la población y de las activida- pecto más directamente conexo con la disci-
des en un centro urbano con un diagrama plina urbanística es el que se refiere, en
en forma de anillos concéntricos, a partir del cambio, a las formulaciones que de ella deri-
núcleo central formado por las áreas comer- van a propósito de las estructuras organiza-
ciales más preciadas: desplazándose sucesi- tivas y funcionales de las ciudades. Por ejem-
vamente hacia el exterior se encuentra pri- plo, algunos es tudiosos tratan de contrapo-
mero un área de transición ocupada por em- ner a las teorías interpretativas de Burgess
presas comerciales y pequeñas industrias, lue- (consideradas demasiado elementales) hipó-
go un área residencial obrera, seguida de un tesis correctoras; poco antes de la segunda
área residencial de nivel elevado y finalmen- guerra mundial, Homer Hoyt formula la
te de una zona de residentes caracterizados teoría del desarrollo por sectores, llegando a
por sus desplazamientos pendulares cotidia- la conclusión de que las áreas industriales
nos, zona situada en áreas suburbanas y de tienden a constituirse siguiendo
- los ejes de
suburbios satélites (fig. 381). Burgess en- comunicación y que en relación con esta dis-
tribución las áreas residenciales se disponen
85 Pueden interesar las observaciones de Park en forma de sectores de arco, en particular
sobre las relaciones entre plan regulador y articu- cerca de los centros comerciales: en el inte-
lación espontánea de la ciudad: «El plan regulador
rior de estos sectores circulares es donde se
[...] fija límites y confines, establece en términos
generales la colocación y el carácter de las cons- produce el fenómeno de la estratificación-
trucciones ciudadanas e impone dentro del área movilidad hacia el exterior de las clases de
urbana una disposición ordenada a los edificios mayor renta En el 45 C. D. Harris y E. L.
erigidos por la iniciativa privada o por la autoridad ~11-manreelaboran las observaciones - prece-
pública. Dentro de las limitaciones prescritas, de
cualquier modo, los inevitables procesos de la na- dentes, exponiendo una teoría del desarrollo
turaleza humana vienen a conferir a estas áreas y por núcleos de funciones especializadas (re-
a estos edificios un carácter que resulta menos sidencia, comercio al por menor y al por
fácilmente controlable. Por ejemplo, en nuestro mayor, administración, recreo, etc. ; figu-
sistema, fundado en la propiedad individual, no ra 382)88.
es posible determinar por anticipado la medida de
concentración de la población que se tendrá dentro
de cualquier área concreta. La ciudad no puede es- 86 Citemos, al solo título de ejemplo, entre los
tablecer los valores del terreno, respecto del cual primeros estudios los siguientes: F. M. Thrasher:
abandonamos en gran parte a la iniciativa privada The Gang: a Study of 1313 Gangs in Chicago,
la tarea de determinar los límites de la ciudad y la Chicago, 1927; L. Wirth: The Ghetto, Chicago,
posición de sus barrios residenciales e industriales. 1929; H . Zorbaugh: The Goal Coast and the Slum,
Los gustos y las ventajas personales, los intereses Chicago, 1929; R. y H. Lynd: Middletown: A Study
profesionales y económicos, tienden indefectiblemen- in Contemporary Culture, Nueva York, 1929.
te a separar -y, por tanto, a clasificar- a la pobla- H. Hoyt: The Structure and Growth of Resi-
ción de las grandes ciudades. De este modo la dential Neighborhoods in Americalz Cities, Wash-
ciudad adquiere una organización y una distribu- ington, 1939.
ción de la población que no han sido proyectadas C. D. Harris y E. L. Ullman: The Nature of
ni controladas.» R. E. Park, op. cit., pág. 8. Cities, en «The Annalw, vol. 242, 1945.
186 Historia del urbanismo. Siglo X X
Las últimas contribuciones citadas, si bien taciones de A. Pred6hlg1, que establece una
pueden enlazarse a las matrices de la ecolo- distinción entre factores extraeconómicos y
gía urbana, se insertan también, por otro factores económicos (renta del suelo, costes
lado, en las corrientes de las teorías de la técnicos de producción y costes de trans-
localización y de la economía espacial, que porte), y de H. Ritschl, que pone de mani-
perfeccionan sus propios instrumentos en re- fiesto la existencia de un abanico más amplio
lación, sobre todo, con las investigaciones de variables de localización, actuando cada
llevadas a cabo respecto de los asentamientos una de ellas en razón de sus costes especí-
industriales y comerciales. ficos =. Movido por intenciones de inmediata
Las primeras expresiones de una teoría de operatividad, August L,osch publica en 1939
la localización industrial se inician con los un tratado bastante más exhaustivo, que
estudios de Alfred Weber expuestos en Uber viene a recoger toda la literatura especiali-
den Standort der Industrien, trabajo publi- zada anterior, encuadrando sistemáticamente
cado en 1909 *'. La hipótesis general de la materia en toda la riqueza de sus articu-
Weber sobre la minimización de los costes laciones e interdependencias 93.
de producción se verifica a la luz de los
factores territoriales: coste de los transpor- 91 A. Predohl: Das Standortsproblem in der
tes de las diversas materias primas desde Wirtschaftstheorie, en «Weltwirtschaftl. Archiv»,
los lugares de origen hasta la fábrica, y de los XXI, 1925.
productos terminados desde la fábrica hasta 92 H. Ritschl: Reine und Historische Dynamik
el lugar de consumo (en su forma más ele- des Standortes der Erzeugungszweige, en «Schmo-
ller's Jahrbuch», 1927.
mental, para dos lugares de aprovisionamien- 93 A. Losch: Die raumliche Ordnung der Wirt-
to y un lugar de consumo, la resultante viene schaft, Jena, 1939. «Comienza Losch precisando los
expresada por un «triángulo localizador»; que considera conceptos y problemas fundamentales:
figura 383), y coste del trabajo, a los que se ubicaciones, sus relaciones de situación, su forma
(puntos, superficies), sus influencias (entre empre-
añade la variable del ahorro de aglomeración sas concurrentes, entre empresas similares); terri-
(economías externas, integración horizontal torios económicos, confines entre territorios simples
y vertical de la producción) Siguiendo las y entre sistemas de territorios. Se tratan después
huellas de Weber, destacan también las apor- los dos problemas de la formación de las ubicacio-
nes: lugar y origen de las ciudades (Stadt, una
aglomeración puntiforme de ubicaciones n o rurales)
Recuérdense las elaboraciones pioneras de von y de las zonas económicas (Gürtel). Y a continua-
Thünen (Der isolierte Stadt.. . etc., Hamburgo, ción se examinan en particular los dos sectores de
1926), pero ya bastante avanzadas, de las que he- la Standortlehre industrial y de la agraria, para
mos hablado en Historia del urbanismo. El Si- llegar finalmente al planteamiento de las ecuaciones
glo X I X , l.", págs. 240-41. Precedentes importantes generales de equilibrio entre ubicaciones de la pro-
son también los estudios de J. G. Kohl: Der Ver- ducción, ubicaciones del consumo y relaciones recí-
kehr und die Ansiedlungen.. . etc., Leipzig, 1841, procas. La segunda parte se ocupa de las "regiones
para la indagación de las relaciones entre la ciudad económicas" (Wirtschaftsgebiete): primero en con-
y su traspaís natural, y los de C. H . Cooley: The diciones simples (mercados, redes de mercados, sis-
Theory of Transportation, en «Publications of the temas de redes, redes de sistemas) y bajo el influjo
American Economic Association», mayo de 1894, de condiciones más complejas (diferenciación eco- ,
para las relaciones entre los transportes y la arma- nómica, natural, humana, política); y luego sintéti-
zón urbana. camente, tal y como se presentan en la realidad
90 A. Weber: Uber den Standort der Industrien, empírica, orgánicas y caóticas. La tercera parte se
Tubinga, 1909. ocupa del comercio, que se funda en la tendencia
Figs. 381-385 (en la página opuesta). La estructura de la ciudad por anillos, según la hipótesis de E. W.
Burgess, y su comparación con la teoría de los sectores y la de los núcleos múltiples; el «triángulo localizador»
de A. Weber; distribución teórica de los centros de servicio regionales, y modelo hexagonal de las áreas de
servicio; la aplicación realizada por W. Christaller a una región de la Alemania meridional.
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales
HETZ
@
Historia del urbanismo. Siglo X X
Las mismas teorías de la localización, pero aplicadas 95. Aquí, por lo demás, se mantie-
examinadas tomando como base de la obser- nen vivos intereses análogos hasta 1920, es
vación los asentamientos urbanos, son objeto decir, desde que el economista Richard T.
de la obra de Walter Christaller (figs. 384- Ely, conocedor y estudioso de las investiga-
385). Dando por descontado el presupuesto ciones llevadas a cabo en Alemania a co-
de que una cierta dimensión de hinterland mienzos de siglo, funda en la Universidad
productivo constituye el soporte vital esen- de Wisconsin el Institute for Research in
cial de cualquier concentración urbana, Chris- Land Economics and Public Utilities, trasla-
taller estudia las funciones asumidas por la dado después, en 1925, a la Northwestern
ciudad y las relaciones que se instauran con el University de Chicago. El predominante in-
territorio circundante 94: la ciudad es un polo terés por los fenómenos de la economía
de prestación de servicios centralizados (fun- urbana que es propio de los años 1925-32
ciones centrales), cada uno de los cuales, en (análisis de los mecanismos institucionales
razón de su dimensión y/o especialización, de la urbanización, análisis de mercados,
afecta a su propia región complementaria de tendencias de asentalniento, políticas fiscales,
influencia. En condiciones teóricas, cada desplazamiento de las actividades comercia-
localidad debería ser el centro de servicio de les, etc.) % va seguido, con la depresión y
un área circular (o mejor, hexagonal) de te- la política gubernativa del New Deal, por
rritorio definido. En una aplicación de la una ampliación del ámbito de los estudios al
teoría a las regiones de la Alemania meridio- territorio agrícola, a la utilización de los
nal, Christaller clasifica por categorías las recursos, a los problemas de la conservación,
localidades centrales en función de su dimen- a la electrificación rural y a las migraciones
sión, desde el nivel mínimo de un área de interiores; las numerosas contribuciones que
territorio servida por el Marktort (pueblo ahora convergen sobre el ámbito urbano re-
con mercado, de 800 habitantes, que presta gistran también un desplazamiento de los
servicio a 45 kilómetros cuadrados de terri- contenidos hacia el housing, hacia la indus-
torio y a 2.700 habitantes) hasta el límite tria de la construcción, hacia el tema de la
superior del Landeshauptstadt (cabecera re-
gional de 300.000 habitantes, que presta ser-
vicio a 32.400 kilómetros cuadrados de 95 Cfr. M. Jefferson: The law of the Primate
y nuevas metodologías operativas, para dar G . S. Wehnvein: Outline of Land Economics, Ann
lugar después a una serie de investigaciones Arbor, 1922; H. B. Dorau y A. G. Hinman: Urban
Land Economics, Nueva York, 1928; H. James:
Land Planning in the United States for City, State
and Nation, Nueva York, 1926; C. Woodbury:
al equilibrio de la división (territorial) del trabajo. Apartment House Increase and Attitudes T'oward
Una cuarta parte se dedica aún a esclarecer las pre- Home Ownweship, Nueva York, 1926; y además
cedentes aportando una ulterior serie de ejemplos el estudio que forma parte del vol. 1 de la obra
y comentarios.» Cfr. U. Toschi: Geografía econb- Survey of New York and Its Environs, Nueva
mica, Turín, 1959, págs. 25-32. York, 1927, bajo el título Some Speculations Re-
94 W. Chris taller: Die zentralen Orte Süddeut- gurding the Economic Basis of Urban Concentra-
schland, Jena, 1933. tion.
La arquitectura y el urbanismo entre las dos guerras mundiales 189
propiedad de la vivienda y hacia la locali- Hautes Études, cátedra que ocupa Poete
zación de los empleos industriales 97. hasta 1948. En el curso de su larga actividad
En Inglaterra son de destacar los estudios de investigación, Marcel Poete elabora un
sobre localización industrial de P. Sargant método de indagación histórica fundado en
Florence, M. P . Fogarty y S. R. Dennison 98, la observación de los hechos y en una acti-
más importantes como análisis de campo tud filosófica no muy alejada, en ciertos as-
que en su perfil teórico (una excepción en pectos, de la orientación marcada por Patrick
este sentido la constituyen las inves tigacio- Geddes, pero en el cual el evolucionismo
nes de H. W. Robinson sobre la economía biológico aparece integrado con la lección de
de la industria de la construcción) ". De Bergson, orientado hacia el descubrimiento
tono menor y más aisladas son las contribu- de las interrelaciones entre los .datos físico-
ciones procedentes de los demás países eu- ambientales y el élan vital de la sociedad
ropeos 'O0. humana 'O'. Son numerosas las contribuciones
La historiografía urbana logra algunos de coetáneas en el campo de la topographie his-
sus resultados más significativos en Francia, torique, los ensayos en materia de geografía
sobre todo por el impulso que imprime a urbana (entre los que se cuentan los estudios
este tipo de estudios Marcel Poete (1866- pioneros de R. Blanchard sobre Grenoble) 'O2
1950), que en fecha tan temprana como la y de geografía humana, que llevan a interpre-
de 1904 crea en la Bibliothkque de Travaux tar en términos históricos las interrelaciones
Historiques de la Ville de Paris un curso de entre población y territorio 'O3. La historio-
historia sobre la ciudad de París, y que en grafía general cuenta con las obras fundamen-
1907 y 1908 organiza una serie de exposi- tales de Pirenne sobre la ciudad medieval '04
ciones del material recogido. En 1914 el y con la amplia síntesis, en numerosos volú-
seminario se transforma en cátedra de his- menes, de Pierre Lavedan, que comienza a
toria de París, en la École Pratique des publicarse a partir de 1926 'O5.
Fuera de Francia aparecen también mono-
97 Cfr. W. J. Reilly: T h e Luw of Retail Gravi-
grafía~de historia urbana de notable impor-
tation, Nueva York, 1931; H . Bartholomew: Urban tancia (entre las cuales están el estudio de
Land Uses... etc., Cambridge, Mass., 1932; W. H . 'W. Hegemann sobre Berlín y el trabajo de
Newman: T h e Building Industry and Business Cy- S. E. Rasmussen sobre Londres) 'O6, y la gran
cles, Cambridge, Mass., 1935; C. Goodrich: Migra-
tion and Economic Opportunity, Filadelfia, 1937;
E. M. Hoover, Jr.: Location Theory and the Shoe
'O1 Cfr. M. Poete: Une vie de cité: Paris de sa
and Leather Industries, Cambridge, Mass., 1937;
C. Abrams: Revolution in Land, Nueva York, 1939; naissance 2 nos jours, París, 1924-31; Introduction
H. Hoyt: T h e Structure and Growth of Residen- 2 l'urbanisme, París, 1929; Paris et son éuolution
tia1 Neighborboods in American Cities, Washington, créatrice, París, 1939.
1939; M. Weimer y H . Hoyt: Principles o f Urban 'O2 R. Blanchard: Grenoble, étude de géographie
Real Estate, Nueva York, 1939; C. D. Long, Jr.: urbaine, París, 1912.
Building Cycles and the Theory of Inuestment, 'O3 Cfr. P. Vida1 de la Blanche: Principes de
mo, para sus propios intereses-, y de otro das, producir con salarios reales bajísimos y
los sindicados y las fuerzas de la izquierda aumentar sus propias ventas en el exterior;
moderada que, a pesar de su posición mayo- en cambio, se ven duramente afectados todos
ritaria y de su genérica aspiración a una los empleados de renta fija, el pequeño aho-
transformación de las estructuras económicas rro, los obreros y los pensionistas.
y sociales, no saben elaborar un programa El paso del período de inflación al de esta-
concreto para incidir decididamente sobre el bilización de los años 23-29 se realiza tam-
bloque de poder existente, que incluso pien- bién en beneficio del gran capital alemán e
san en poder controlar liberándose de sus internacional. El plan Dawes, que pone fin a
propios sectores más radicales. Por ello, el la larga controversia mant,enida con la En-
decenio de la gestión weimariana, si bien tente, viene, en sustancia, a transformar una
satisface en un genérico cuadro democrático política de «reparaciones», orientada en par-
las exigencias de rejuvenecimiento y de ra- ticular en beneficio de Francia, en un verda-
cionalización del aparato político-administra- dero negocio para la gran finanza internacio-
tivo gracias a los esfuerzos de los cuadros nal y sobr,e todo estadounidense. El ingente
más avanzados de la burguesía, deja libre un empréstito de 800 millones de marcos-oro
amplio espacio a la recuperación y madura- concedido a Alemania para reequilibrar su
ción de fuerzas contrarias que, finalmente, economía, estabilizar el curso de la moneda
sabrán aprovechar la caída de la República. y conseguir la nueva afluencia de dinero fres-
Ciertamente, estas debilidades aparecen co e inversiones desde el exterior, se traduce
indisolublemente ligadas a las circunstancias en un fuerte impulso a la recuperación pro-
internacionales, que frenan los programas y ductiva, pero también en una clara depen-
condicionan la recuperación económica. El dencia respecto del capital industrial-finan-
aumento de la necesidad de aprovisionamien- ciero americano, dependencia qu,e se expiará
tos del exterior, tras la pérdida de los terri- duramente durante la gran crisis del 29. Con
torios polacos, de la Alsacia-Lorena y de las la recuperación, el capitalismo alemán, apro-
colonias, y al mismo tiempo la disminución vechando la existencia de una sólida orga-
de las materias primas en el interior a causa nización de base y de cuadros técnicos y
de las agitaciones obreras, son circunstancias obreros especializados, puede reanudar y re-
desfavorables que afectan gravemente a la forzar la tendencia prebélica favorable a la
economía alemana. La insuficiencia de las re- creación de grandes trusts industriales. En
servas de oro para mantener el equilibrio la 1925 se crea la 1. G . Farben, el gran cártel
balanza comercial se ve agravada por las du- de la industria química, con una producción
ras exigencias de «reparaciones de guerra» que se extiende por diversos sectores, desde
que provienen de los aliados, lo que d,eter- los fertilizantes a la fotografía y a las ma-
mina fatalmente una progresiva devaluación terias plásticas; al año siguiente se consti-
de la moneda alemana. Este fenómeno, favo- tuye el Konzern siderúrgico de la Vereinigte
recido por grupos de especuladores, llega a Stahlwerke A. G., del que entran a formar
adquirir un carácter desastroso entre 1921 y parte las acererías Thyssen, Stinnes, Phoe-
1923 (respecto del marco-oro, el marco-papel nix A. G. y Otto Wolf; el Wiking Konzern
pasa del valor de un cuarto en el 19 al domina la industria nacional del cemento, y
valor de cuatro diezmilésimas en el 23). el Siemens Konzern la industria eléctrica;
Como consecuencia de la inflación consiguen ricos magnates como Hugo Stinnes poseen
enormes beneficios, además de los poseedo- intereses en vastos sectores de la industria y
res de bienes reales, sobre todo las empresas de los servicios del país. Algunos de estos
financiadas con préstamos y obligaciones hi- grupos están ligados a los partidos de extre-
potecarias, que logran liberarse de sus deu- ma derecha y a los círculos militares, y finan-
194 Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 386 y 387. Vista y planimetría de la Siedlung Rundling, en Leipzig-Lossnig (H. Ritter, 1930).
y comerciales, hospitales y parques públicos. inciertas vicisitudes por las que atraviesa el
Frecuentemente, todo ello se realiza con la poder central ya desde el 25, consiguen lle-
participación -y a veces con la presencia var adelante c o n una continuidad a veces
en puestos de responsabilidad dentro de las ejemplar, y hasta la toma del poder por el
administraciones locales y r.egionales- de nazismo- un programa de intervenciones
los arquitectos modernos: Martin Wagner de considerable alcance. Las soluciones urba-
es asesor en materia de edificación y urba- nísticas y la arquitectura del movimiento
nismo en Berlín, Bruno Taut desempeña moderno se imponen sin esfuerzo en las
cargos directivos en Magdeburgo entre el 21 ciudades más industrializadas, si bien los
y el 23, Ernst May puede realizar entre el nuevos métodos se estudian y difunden tam-
26 y el 30 en Francfort una serie de con- bién a nivel nacional: incluso poco antes
juntos residenciales importantes d,entro del del advenimiento del nazismo, el organismo
marco de un plan urbanístico general, Mies estatal para la investigación en materia d.e
van der Rohe dirige un proyecto del Weis- vivienda y construcción (Reichsforschungsge-
senhof en Stuttgart ; otros, como Gropius, sellschaft) publica una serie de estudios ex-
Haesler y Scharoun, desempeñan un papel perimentales sobre los nuevos métodos cons-
relevante en toda una serie de realizaciones tructivos basados en la unificación y en la
públicas. Todo cuanto se ha puesto a punto prefabricación aplicadas a la edificación '.
gracias a las investigaciones individuales y Y sin embargo, a pesar del prestigio de
colectivas llevadas a cabo hasta 1925 pasa, la nueva arquitectura, la parte más conside-
en muchos casos, a formar parte integrante rable de la producción edificativa permanece
de los instrumentos de intervención, pudien- impermeable a las hipótesis operativas más
do consolidarse y perfeccionarse dentro de avanzadas, o traiciona sus pr,esupuestos (figu-
los propios departamentos técnicos munici- ras 386-387). La mayoría de los técnicos y
pales que se encuentran más al día; e in- operadores se adhieren de forma puramente
cluso la r,enovación teórica y metodológica superficial a la renovación metodológica des-
madurada en el seno de la Bauhaus encuen- arrollada en los centros más vitales del país,
tra también una aplicación concreta y una aproximándose sin entusiasmo a los ideales
posibilidad experimental al nivel de las ad- democráticos y reformistas de las adminis-
ministraciones locales, que en su mayoría
se encuentran firmemente en manos del par- Es preciso remitirnos aquí al apígrafe 2, b) del
tido socialdemócrata y que, a pesar de las segundo Capítulo.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 388-393. Plan regulador de Kiel (1922); esquema de expansión de Francfort basado en el Traban-
tenprinzip; diagrama de la Gran Colonia: los centros satélites de gravitación centrípeta y los núcleos de
desarrollo autónomo; Colonia, una propuesta de expansión por franjas lineales; Dortmund, esquema de orga-
nización funcional-estructural de la ciudad y de los barrios suburbanos.
El período comprendido entre las d o s guerras en Alemania 199
Figs. 394-397. Los estudios efectuados por la Siedlungsverband Ruhr-Kohlenbezirk, centros urbanos y franja
productiva, y la red de carreteras del plan regional; el distrito económico del Rin y el Main, jerarquía de
los centros urbanos y propuesta de reequilibrio mediante la descentralización.
En la posguerra los anteriores objetivos administrativo del Gran Berlín: las directi-
vuelven a adoptarse y a proponerse a distin- vas asumidas se refieren a indicaciones de
tos niveles; en un primer momento, cuando zoning de carácter general, a la realización
las posibilidades operativas son todavía muy de asentarnientos planificados y al estableci-
limitadas, con el predominio de una serie de miento de comunicaciones rápidas, incluso
propuestas urbanísticas o arquitectónicas ex- al servicio de los núcleos más periféricos;
perimentales o de carácter amplio, y más una nueva ordenanza de la edificación viene
tarde, bajo la dirección de Martin Wagner, acompañada de una mayor precisión de las
con el paso a una serie de realizaciones im- características de cada zona establecién-
portantes, sobre todo en el campo de la edi- dose hasta once categorías- y de un pro-
ficación residencial. grama para dotar a la ciudad de equipamien-
En 1920 se constituye la unidad adminis- tos, parques y áreas forestales.
trativa del Gran Berlín como resultado de Contemporáneo de la constitución del
la fusión de ocho municipios urbanos, 59 Gran Berlín es el plan elaborado en 1920
municipios rurales y 27 distritos. Para la por Martin Machler en el que se traza un
coordinación de la actividad urbanística de esquema territorial-regional de la metrópoli.
los 20 nuevos distritos en que queda ahora Se trata de un plan «prospectivo», no basa-
dividido todo este territorio se crea el Ente do en análisis preliminares de previsiones,
Historia del urbanismo. Siglo X X
Schcmatische Massenteilung.
Durfhgdnqslini@n
Figs. 398 y 399. El proyecto de reordenación de Berlín de Martin Machler: diagrama general y propuesta de
un eje direccional Norte-Sur en el centro de la ciudad.
que podemos denominar «utópico», y no que ofrece el plan de Machler (fig. 398),
tanto por la falta de una adecuada relación concebido como indicación de una estructura
con instrumentos incluso sectoriales de con- de conjunto a controlar mediante las infra-
trol, cuanto por el clima de tensión ideal en estructuras, el empleo del zoning y la distri-
el que se inscribe, que viene a ser el mismo bución de los servicios sociales y de la resi-
clima vagamente mesiánico del Arbeitsrat dencia, pr,esenta un radio total de 50
k r Kunst y sobre todo de los .escritos de kilómetros y comprende una superficie de
Taut 7. El esquema circular diagramático cerca de 7.800 kilómetros cuadrados. El es-
quema define un sistema de centralidad
H e aquí las palabras con que Machler describe (centro representativo, cultural y comercial,
su plan desde las páginas de «Frühlicht»: «I-Ioy verdadera Stadtkrone de la ciudad) incluido
no tenemos todavía la posibilidad de ofrecer el en un radio de cinco kilómetros; más allá de
exacto cálculo matemático de la superficie que será
necesaria para garantizar este preciso desarrollo de
Berlín. Pero, a partir de la perceptibilidad de tales reconstrucción, y no sólo en sentido traslativo, sino,
necesidades y de la valoración del escaso material sobre todo, en el sentido propio del término. Se
estadístico de que disponemos, podemos definir una trata de una obra arquitectónica, pero no en el
media orientativa de dicha superficie de la metró- sentido de construcciones singulares, sino en el sen-
poli. [. . . ] Una vez establecidas a grandes rasgos tido de una creación arquitectónica unitaria, en la
la planta y sus distribuciones, todos los hombres que la construcción singular sea célula de una gran
del futuro alemán deberán emplear sus fuerzas, sus estructura arquitectónica adecuadamente articulada,
conocimientos y sus posibilidades en la gigantesca y en la que esta estructura constituya a su vez
tarea de la creación de la nueva metrópoli de un organismo vital en el interior del gran tejido
Berlín, construida conforme a un proceso orgánico celular comunitario que es el Estado.» Cfr. M. Mach-
y armonioso. Sin embargo, esta tarea solamente ler: Le funzioni della metropoli tedesca, en B. Taut:
podrá realizarse si la nueva época es una época de Frühlicht, 1920-1922, Milán, 1974, págs. 1934-94.
El período comprendido entre las dos guerras e n Alemania 203
él, además de una corona de reserva de sue- de viviendas; y las que determinan la apli-
lo con un radio máximo de 10 kilómetros a cación de una nueva ordenanza de la edifi-
contar desde el centro, se disponen los sec- cación, en vigor desde 1925, para el área
tores residenciales, industriales y de produc- urbana, con especificación de alturas, tipos
ción agrícola de directo interés para el abas- de edificación y densidades, que viene a su-
tecimiento de la ciudad., La zona industrial plir en parte la falta de un verdadero plan
se despliega a lo largo de un eje Noroeste- regulador (figs. 439-440).
Sudeste, apoyándose en los dos subcen tros
de Oranienburg y Konigs-Wusterhausen, En estos anos el mayor empeño de la ad-
mientras que el eje residencial de las zonas ministración berlinesa aparece orientado ha-
destinadas a los empleados del sector tercia- cia la edificación residencial y 1%lucha contra
rio y a la burguesía (los barrios industriales la renta inmobiliaria, aunque sea tratando
se conciben también como ámbitos de asen- siempre de evitar el tener que recurrir a la
tamiento de la residencia obrera) sigue la expropiación forzosa. Apoyan a la munici-
directriz Nordeste-Sudoeste y se apoya por palidad en el desempeño de su cometido las
el Sudeste en Potsdam. El sistema de trans- cooperativas de edificación declaradas de uti-
portes se articula en varios ejes radiales que lidad pública, en, lo que respecta a las cons-
se unen al norte y al sur del núcleo central trucciones económicas, entidades entre las
mediante dos terminales enlazadas entre sí que se cuentan la GSW (Gemeinnützige Sied-
por un ferrocarril subterráneo, con elimina- lungs- und Wohnungsbaugesellschaf t Berlin),
ción de las estaciones de cabecera. Para las qu,e el año 25 absorbe a todas las sociedades
áreas centrales, el pIan Machler sugiere la de la ciudad de Berlín y las propiedades in-
concentración en un área especializada de to- muebles de las anteriores sociedades asisten-
das las funciones del gobierno y de la ad- ciales, la GAGFAH (Gemeinnützige A.G.
ministración central ( fig. 399). für Anges tellen-Heimstat t.en), la GEYUOBAG
El esfuerzo de síntesis efectuado por (Gemeinnützige Wohnungsbau A.G. Gross-
Machler no pasa de ser, de todos modos, Berlin) y la DEGEWO (Deutsche Gesell-
poco más que un documento cultural de los schaft zur Forderung des Wohnungsbaus
años de principios de la posguerra, por su Gemeinnützige A.G.), fundada en 1924 como
misma falta de elaboración, como ya hemos cooperativa de empleados. Más importante
indicado, de instrumentos específicos de es la GEHAG (Gemeinnützige Heimstatten-
actuación, de una valoración de los modos y Aktiengesellschaft ), constituida el año 24
de las fases de intervención, y de elementos como consecuencia de la fusión de las ante-
para una verificación del modelo. Disposi- riores empresas con participación accionarial
de los sindicatos socialistas berlineses y de
ciones más concr.etas son las que llevan a la
la Wohnungsfürsorge-gesellschaf t. Cofunda-
creación de un Departamento central de ur-
dor e inspirador de la actividad de la GEHAG
banismo en 1922, para coordinar unitaria-
es Martin Wagner, a la sazón director del de-
mente las transformaciones de la ciudad, con
partamento de construcción de la circunscrip-
particular referencia a las zonas industriales,
ción de Berlín-Schoneberg y convencido parti-
al área de la Exposición y a la construcción
dario de la organización de los trabajadores
del ramo en asociaciones cooperativas en régi-
Si se confrontan las indicaciones de Machler men de cogestión y participación en los bene-
con el subsiguiente plan para el Berlín nazi elabo- ficios empresariales, conforme a los programas
rado por Speer (epígrafe 3, d, de este Capítulo), de la socia!democracia. A él se debe el nom-
no resulta difícil apreciar una cierta afinidad in-
bramiento de Bruno Taut como director de
quietante, que a duras penas puede circunscribirse
dentro de los límites de la «vocación» de una parte la sociedad el año 24, cargo que Taut con-
determinada de la estructura urbana. servará hasta el 33, contribuyendo a realzar
Historia del urbanismo. Siglo X X
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Figs. 400-408. Los primeros barrios de Berlín: Siedlung Lindenhof (M. Wagner, 1918-19), planimetría co-
rrespondiente a su estado actual, vista aérea, las residencias y la casa para solteros proyectada por B. Taut;
Siedlung Tempelhofer-Feld (F. Brauning, 19231, planta y fachada de las edificaciones; planta de la Cecilien
Garten Siedlung (1922); dos vistas de la Siedlung de Kopenick (O. R. Salvisberg, 1921-22).
El período c o m p r e n d i d o entre Zus d o s guerras e n Alemania 205
Figs. 409-412. GroBsiedlung Britz (M. Wagner y B. Taut, 1925-27): planimetría general, vista aérea, pers- ,
pectiva a ras de tierra de la herradura central y dos planimetrías típicas de las edificaciones.
Figs. 413-415. Siedlungen Onkel Toms Hütte y Fischtalgrund, de la GAGFAH y de la GEHAG (M. Wag-
ner, B. Taut, O. R. Salvisberg, H. Haring, 1926-31), planimetría general y vistas de Ias barriadas.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 416-419. Dos vistas de la Siedlung Carl Legien (B. Taut y F. Hillinger, 1929-30); planta y vista de la
Siedlung «Freie Scholle» (B. Taut, 1924-26 y 1929-31).
Fig. 420. La expansión de Berlín entre los años 20 y 40, y los barrios más importantes surgidos en 10s
años veinte en el cinturón berlinés: 1. Lindenhof (1918-21), 2. Cecilien Garten (1922-26), 3. Heiligensee
( 1924), 4. Tempelhofer-Feld (1924-27), 5. Schollenhof (1924-31), 6. Hufeisensiedlung Britz ( 1925-31), 7. Afri-
kanischerstrasse (1926-27), 8. Eichkamp (1926-27), 9. Onkel Toms Hütte (1926-31), 10. Siemensstadt (1928-
30), 11. Carl Legien (1929-30), 12. Haselhorst (1930-34).
Historia del urbanismo. Siglo X X
rio en dirección Norte-Sur, en el que se in- de la ciudad. Aunque sin llegar jamás a la
jertan por el Sur el complejo proyectado por formulación de un plan preciso, los proyec-
Scharoun y por el Norte los bloques diseña- tos y las obras realizados o encarrilados por
dos por Gropius. Se eliminan los patios in- Wagner tocan todos los sectores de la orga-
teriores, las soluciones tradicionales en T y nización urbana, desde la residencia en las
en U, y los ángulos muertos; la distancia en- áreas centrales terciarias hasta los equipa-
tre los bloques de apartamentos de cuatro mientos públicos (proyectos de escuelas, hos-
plantas viene determinada por las exigencias pitales, edificios para la administración mu-
de iluminación (lo que equivale a establecer nicipal, baños públicos en el Wannsee a lo
un índice territorial preciso); las tipologías largo de una amplia curva del río Havel,
edificativas aparecen estandardizadas, pero inicio de las obras del centro de ferias y ex-
no impiden enriquecimientos figurativos, más posiciones de Witzleben, figs. 437-38); el
rigurosos en las soluciones de Gropius y con año 29 se delinea también un sistema de
una dosis mayor de complacencia en los blo- parques para el área metropolitana. En una
ques de Scharoun (figs. 246-247). En los situación más compleja y en una dimensión
márgenes del sector de que se han encargado que cada vez resulta más difícil de controlar,
Gropius y sus colaboradores, la Siemensstadt Wagner intenta repetir la experiencia de
aparece integrada por los bloques de H. Hert- May en Francfort, tratando sobre todo de
lein y de F. Forbat (figs. 431-433). encuadrar la oferta residencial dentro de un
A partir del 27, cuando Martin Wagner organismo urbano que se vaya coordinando
asume el cargo de director del departamento y reorganizando en una estructura metropo-
central para la edificación del municipio de litana cada vez más diversificada y estrati-
Berlín, se produce una tentativa de coordi- ficada (figs. 441-442). La revista «Das Neue
nación de toda la actividad edificatoria den- Berlin» difunde los proyectos y las realiza-
tro del marco de una expansión planificada ciones de la administración berlinesa.
E l período c o m p r e n d i d o e n t r e las d o s guerras e n Alemania 209
m W. Büning
m O R. Salvisberg
0 B. Ahrends
Figs. 425-436. Las otras Siedungen berlinesas: vista de la Siedlung Eichkamp (B. Taut, 1926-27); vista
y planta de la Siedlung Friedrich-Ebert (P. Mebes y P. Emmerich, 1929-31); complejo de Reinickendorf
(1929-30), edificios de O. R. Salvisberg y W. Büning; planimetria completa de la Siemensstadt, edificios de
H . Hertlein y F. Forbat; complejo de Spandau-Haselhorst (1930-32), un bloque de F. Forbat, planimetria
general y edificios de P. Mebes y P. Emmerich.
210 Historia del uubanisrno. Siglo X X
NEUE BAUORDNUNG
El período comprendido entre las dos guerras en Alemania 211
Figs. 437-442 (en la página opuesta). M . Wagner y H. Poelzig, proyecto del centro de exposiciones de
Berlín; M. Wagner y R. Ermisch, proyecto de un centro recreativo a orillas del Wannsee; la normativa de
las ordenanzas de la edificación y la división en zonas vigentes en 1925; plano del metropolitano berlinés en
1928, y las zonas de influencia de la ciudad más allá de sus confines municipales.
212 Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 443-446. Vista de la Alexanderplatz en 1932, con los edificios de Behrens; los grandes almacenes
«Warenhaus-Karstadt» en la Hermann-Platz, en la zona meridional de la ciudad; planta y vista de la maqueta
(primera versión) del complejo Woga, construido por E. Mendelsohn en las inmediaciones de la Lehniner-
Platz en 1926-28.
El periodo comprendido entre las dos guerras en Alemania 213
Figs. 447-450. Dos Kleinsiedlungen proyectadas por E. May en Silesia; el proyecto presentado al concur-
so para el plan regulador de Breslau, planimetría general y esquema organizativo.
Figs. 451-454 (en la página opuesta). Dos vistas de la Siedlung Bruchfeldstrasse, el espacio interior de los
bloques de viviendas y el centro social (E. May y C. H Rudloff); las viviendas de la Siedlung Hohenblick
(E. May y C. H. Rudloff).
El período comprendido entre las d o s guerras e n Alemania 215
Fig. 455. Planimetria de Francfort con las barriadas construidas o proyectadas en los años veinte; en parti-
cular: 1. Westhausen, 2. Praunheim, 3. Romerstadt, 4. Hohenblick, 5. Bornheimer Hang, 6. Helierdorf, 7.
Riedhof Oeste, 8. Riedhof Este, 9. Bruchfeldstrasse, 10. Ciudad-jardín Goldstein.
Historia del urbanismo. Siglo X X
reas que incluyen la preparación de un plan tituido por el uso de cubiertas horizontales
regulador general, el proyecto de conjuntos y por el empleo de superficies geométricas
de viviendas populares y la dirección de la sin salientes ni aleros; menos radical es la
sociedad constructora más importante de disposición planimétrica, con el empleo de
Francfort, propiedad en gran parte de la patios en forma de U.
misma administración local; además, entre En 1926 se redacta un esquema de plan
sus competencias de control y gestión se regulador, que define una ordenación orgá-
cuentan también la supervisión de la edifi- nica y de conjunto de la expansión residen-
cación subvencionada (aunque sea de modo cial. En su esquema, el plan de. May combina
indirecto, es decir, a través del dictamen fa- algunas tendencias de la cultura alemana de
vorable a la obtención por los interesados de la época (en particular, las enseñanzas de
préstamos municipales o federales) y la res- Schumacher) con sus propias concepciones
ponsabilidad de la aplicación de las ordenan- teóricas (Breslau), tratando de que resulten
zas de edificación y de las prescripciones re- adecuadas como solución concreta, simplifi-
lativas al amueblamiento urbano, fijo o pro- cadas y operativamente factibles por sectores
visional. institucionales: la apertura de un frente de
En 1925, con base en determinados cálcu- asentamientos independiente de la ciudad vie-
los estadísticos de previsión de la demanda ja, en una cadena de comunidades suburba-
de alojamientos, se redacta un plan decena1 nas separadas entre sí por franjas de zonas
de producción de viviendas, que es revisado verdes o por cuñas de terrenos cultivados, a
y ajustado a las nuevas demandas en 1928. una distancia de cinco o seis kilómetros del
Para financiar la actividad de construcción centro comercial, resulta favorecida por la
se emplean los ingresos derivados del im- existencia de una red adecuada de transpor-
puesto sobre localizaciones, además de los tes y por el dominio público de parte de los
préstamos concedidos por la municipalidad y terrenos precisos, pero sobre todo es el fruto
por la Caja de Ahorros de Francfort, garan- de una explícita alternativa respecto de la
tizados por hipotecas constituidas sobre las concentración de la ciudad existente y de su
propias construcciones (según el balance ge- periferia decimonónica ( fig. 455).
neral, el 45 por 100 de los préstamos se con- La continuidad de la expansión periférica
ceden a cooperativas, el 30 por 100 a dos prevista en el plan del 26 se pierde en gran
sociedades constructoras municipales, el 25 parte como consecuencia del carácter frag-
por 100 al departamento municipal de edifi- mentario de algunas intervenciones y de la
cación y el resto a empresarios privados). falta de ejecución de otras, si bien un tramo
Respecto de la política del suelo, se recurre orgánico de estas previsiones llega a reali-
a los terrenos de propiedad municipal y a la zarse con la ejecución del proyecto del valle
expropiación de nuevos terrenos edificables. del Nidda, al norte de la ciudad, donde se
Las primeras obras promovidas por la ad- levantan las grandes Siedlungen Praunheim,
ministración municipal de Francfort son las Hedderheim (Romerstadt) y Westhausen,
de construcción de dos complejos residencia- planificadas por el departamento municipal
les, la Siedlung Bruchfeldstrasse, en el cua- de construcciones ( Stadtischen Hochbau am-
drante Sudoeste de- la ciudad, y la Siedlung tes), con la colaboración de diversos arqui-
Hohenblick, hacia el Norte ( figs. 45 1-454). tectos. Los terrenos precisos se han obteni-
A partir de este momento May se adhiere do, en parte, gracias a la desecación de
sin reservas a las nuevas formulaciones de algunos sectores pantanosos de propiedad
Gropius y de los demás arquitectos moder- municipal y mediante la expropiación de fin-
nos, que tienen sus reflejos incluso en las cas privadas en el caso de Westhausen; el
expresiones de la arquitectura; un efecto de complejo residencial comprende cerca de
ruptura de estas primeras obras viene cons- 4.000 viviendas ,( 1.440 en Praunheim, cons-
El período comprendido entre las dos guerras e n Alemania 217
truidas entre 1926 y 1930 por el municipio galerías corridas); la adopción de un tipo
de Francfort ; 1.220 en Romerstadt, barriada de cocina por elementos adaptables construi-
edificada ,por la Gartenstadt A.G. entre el 27 dos en serie (conocida .después con el nom-
y el 29, y 1.520 en Westhausen, construidas bre de «Frankfurter Kiiche»; fig. 470) cons-
por la Gartenstadt A.G. y por la Nassauische tituye un precedente significativo para el
Heimstatte entre el 29 y el 31), en edificios estudio de la estandardización de los ele-
de dos y cuatro plantas, con amplios espacios mentos del equipamiento tecnológico de la
colectivos para zonas verdes públicas y equi- vivienda "; en Praunheim (como ya se había
pamientos (Praunheim y Romerstadt cuen- hecho antes en Hohenblick) se emplea un
tan con 50-60 viviendas por hectárea, apa- tipo de construcción mediante paneles pre-
reciendo construida el 17 por 100 de la fabricados de hormigón, experimentando así,
superficie total, manteniéndose para espa- aunque no sin dificultades de muy diversa
cios libres el 50 y el 55 por 100, respectiva- especie, con otro de los presupuestos básicos
mente; Westhausen, con 95 viviendas por de la investigación propia del Movimiento
hectárea, ofrece una superficie construida Moderno (fig. 471). La elaboración de una
equivalente al 16 por 100 del total y espa- serie de diagramas sirve para evaluar los
cios libres en proporción del 62 por 100); beneficios y ventajas de la orientación de
la amplia curva del río y el verde paseo cons- las edificaciones en relación con el sol, y
truido a lo largo de su orilla constituyen el lleva a la conclusión de que en la latitud de
tema de enlace que caracteriza al conjunto Francfort la mejor disposición de las vivien-
residencial. Cada barriada está dotada de das es la que prevé que los cuartos de estar
tiendas de artículos de primera necesidad, y y las cocinas se orienten hacia el Oeste,
Romerstadt y Praunheim cuentan cada una mientras las alcobas y los servicios higiénicos
con su escuela. Las manzanas de edificios es- quedan orientados al Este.
tán servidas por una instalación central de La construcción de las distintas barria-
calefacción, y algunos grupos de viviendas das ofrece la oportunidad de llevar a cabo
disponen de lavanderías colectivas (figs. 456- una experimentación de agregaciones tipo-
460 y 461-465). lógicas y composiciones urbanas diversifica-
Otras barriadas importantes son las Sied- das, desde las animadas y fluidas secuencias
lungen Bornheimer Hang, Hellerof (fig. 467) de la Siedlung Romerstadt, a la colonia Ried-
y, al sur del Main, Riedhof, construidas más hof, de F. Roeckle, con su mayor grado de
dentro de la periferia de Francfort (fig. 466), densidad determinado por su proximidad a
con dimensiones que oscilan en torno a las la ciudad, pasando por la ordenada geome-
1.O00 viviendas cada una de ellas; a estas tría de la Siedlung Hellerof, proyectada por
colonias se añaden una docena de conjuntos Mart Stam, y por la denominada «ciudad-
residenciales menores. jardín» Goldstein, de May y Schwagenscheidt
Uno de los rasgos que caracterizan la (figura 468), prevista para 30.000 personas
aportación de May en relación con las nue- y que no llega a realizarse, en la que se lleva
vas unidades urbanas es la continuidad de a sus extremas consecuencias el proceso de
la labor de proyecto a todos los niveles ope- exclusión rigurosa de elementos naturalistas,
rativo~,desde las soluciones tecnológicas y para combinar trazado viario y unidad edifi-
constructivas, desde el diseño de interiores cativa según módulos y jerarquías sucesivas.
al del barrio, hasta el establecimiento de las
relaciones del barrio con la ciudad. Al nivel Según las afirmaciones del propio May, mien-
de la vivienda se ponen a punto series com- tras que una sola «cocina de Francfort» del tipo
empleado en la Siedlung Westhausen vendría a
pletas de células habitativas (fig. 469), com- costar unos 395 marcos, gracias a su producción en
ponible~en diversas tipologías (de una plan- serie se había conseguido rebajar su precio hasta
ta, de dos plantas, con escalera central, con los 238,50 marcos.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 456-460. E. May, ordenación de conjunto de las tres barriadas, Romerstadt, Praunheim y Westhausen,
construidas a lo largo del valle del Nidda; vista aérea y vistas de las viviendas de la Siedlung Romerstadt.
Figs. 461-467 (en la página opuesta). Planimetría de la Siedlung Praunheim (E. May, H. Bohm y E. Kauf-
mann), y dos vistas de la misma; planta y vista de la Siedlung Westhausen (E. May y H. Bohm); planta de
las Siedlungen Riedhof-West (E. May y F. Roeckle, 1927-30) y Hellerof (M. Stam, 1929-31).
El periodo. c o m p r e n d i d o entr.e lus dos guerras e n Alemania 219
7
220 Historia del urbanismo. Siglo XX
El periodo comprendido entre las dos guerras e n Alemania 221
Para las intervenciones en las áreas centrales bién por haber invertido la tradicional rela-
-y con objeto de evitar que las expansiones ción de subordinación de la edificación pública
externas se conviertan en oasis aislados del respecto de la privada.
contexto urbano- May esquematiza un mé- La obra de May y las realizaciones de
todo de transición desde las densas manza- Francfort constituyen una muestra ejemplar,
nas decimonónicas a un sistema de construc- que no se repite, de la política urbana de
ciones en línea. En un plano más general, se la época de Weimar; en el control -.per-
apunta por vez primera hacia una correla- fecto en este caso, aunque siempre sectorial-
ción de 1.0s barrios dentro de un sistema de del ciclo de la residencia, contrapuesto a la
conjunto, y también por vez primera se in- imposibilidad de actuar sobre el organismo
tenta afrontar la relación entre residencia y urbano en su conjunto (desde- la renta del
trabajo, jamás tocada antes en la praxis ad- suelo a la localización de las actividades pro-
ministrativa; por otra parte, son numerosos ductivas), queda reflejado en el interior de
los equipamientos colectivos y las obras pú- una ciudad el ilusorio compromiso socialde-
blicas que se realizan al mismo tiempo que mocrático que en el orden económico y po-
las barriadas residenciales (fig. 472). La re- lítico general delega en las administraciones
vista «Das Neue Frankfurt» (fig. 473), que locales la tarea de la redistribución -según
se publica entre el 26 y el 30, no solamente equilibrios indudablemente avanzados- de
cumple la función de comentar y divulgar la renta nacional o del plusvalor social, pero
las realizaciones municipales, sino que sirve dejando la palanca clave del sistema en manos
también para abrir un amplio debate cultural del capital. May es lúcidamente consciente de
a nivel europeo, al dar cabida en sus páginas estas contradicciones (que quizá constituyen
a colaboraciones y aportaciones del más alto uno de los factores que le impulsan a intentar
nivel. la aventura soviética), pero por otra parte
La actividad del municipio de Francfort conserva una confianza sin quiebras en la
prosigue incluso después de 1930, año en capacidad de los instrumentos técnico-disci-
que May se traslada a la Unión Soviética a plinarios de la nueva arquitectura para con-
invitación del gobierno de este país, para pro- vertirse en guía y modelo del sistema, evi-
yectar algunas ciudades nuevas en Siberia. tando sus rígidos condicionamientos iniciales
A pesar de las dificultades que plantea la y redimiéndose de su propia «marginalidad»
situación económica, sus colaboradores pue- estructural. Estas realizaciones, en cambio,
den completar, al menos en parte, los pro- como en las demás ciudades alemanas, que-
yectos que se encontraban en fase de eje- dan fatalmente interrumpidas, como primer
cución, hasta la llegada al poder del nazismo, elemento variable del sistema económico, en
consiguiendo que el total de viviendas cons- el momento de la crisis; una variable en
truidas entre el 25 y el 33 ascienda a las relación con la cual el sistema tan sólo co-
15.000 unidades, cifra equivalente a más yunturalmente se siente representado por la
del 90 por 100 del total de la producción «ciencia de la arquitectura», como quizá
residencial del período. De este modo, la puede deducirse de la transformación de la
experiencia de Francfort adquiere un gran Siedlung Goldstein en el período nazi, en el
valor demostrativo, no solamente por los nue- que pasa de modelo formal de «plan» urbano
vos métodos operativos adoptados, sino tam- a colonia rural, con 10 que sus habitantes
Figs. 468-473. (en la página opuesta). Planimetría de la Siedlung Goldstein (E. May y TU. Schwagen-
scheidt, 1930); algunos de los tipos planimétricos elaborados en Francfort; vista de la ~FrankfurterKüche»;
empleo de los sistemas de prefabricación; la Grossmarkthalle (M. Elsaesser, 1927-28); una cubierta de la re-
vista «Das Neue Frankfurt».
Historia del urbanismo. Siglo X X
Lokstedt
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n
HAMBURG 1
El período comprendido entre las d o s guerras e n Alemania 223
tuvieron que compensar las disminuciones obras realizadas en las áreas centrales (aper-
salariales experimentadas con una economía turi! de la Monchebergstrasse, 1908-13), con
parcial de subsistencia agrícola ". la ordenación del Stadtpark (1909) y con sus
proyectos para la expansión extensiva de la
periferia (ciudad-jardín de Volksdorf y com-
plejo de Alsterdorf ) 13.
Percatado de la creciente insuficiencia de
La experiencia de Hamburgo en el período la jurisdicción administrativa de la ciudad
comprendido entre las dos guerras puede es- de Hamburgo en relación con la dimensión
tudiarse como muy significativa de temáticas y con la dinámica del área económica de
territoriales y urbanas que, de forma más gravitación directa de la ciudad, Schumacher
circunscrita y menos evidente, son comunes, somete a las autoridades gubernativas cen-
no obstante, a muchas ciudades alemanas de trales su proyecto para una ampliación de
tipo medio: de una parte, en Hamburgo los límites institucionales del municipio, que
puede seguirse con extrema claridad ese supone la incorporación de los distritos de
proceso que entre las dos guerras lleva a Altona y Harburg y de las isla del Elba. La
muchas ciudades alemanas a intentar una comisión nombrada para proceder a la defi-
recomposición territorial en el ámbito admi- nición de la nueva configuración territorial
nistrativo y de la gestión urbanística; de otra, solicita previamente la elaboración de una
las políticas desarrolladas en estos años, cen- serie de planes de carácter técnico, sectoria-
tradas en la exigencia prioritaria de la casa les pero coordinados entre sí, mientras sub-
económica, se desenvuelven en una sustan- raya la necesidad de contar con una unidad
cial continuidad de inspiración y de solu- geográfica como base de .la nueva organiza-
ciones tipológicas respecto del período pre- ción: surge así la concepción de un «Gran
bélico y, aunque sea en la medida permitida Hamburgo», como entidad administrativa or-
por la recesión económica, de los años si- gánica. Los estudios de Schumacher verifi-
guientes a la caída de la República de Wei- cados entre los años 20 y 30 para el des-
mar. Esta continuidad viene asegurada por arrollo racional de la conurbación hacen
la presencia y por la fecunda actividad des- referencia precisamente a esta nueva dimen-
arrollada en Hamburgo, en su calidad de sión económica l4 ( figs. 476-477).
superintendente de la edificación, por Fritz En espera de la formación de un nuevo
Schumacher, cuya participación en la política ente de gestión, las administraciones de las
urbanística de la ciudad a partir de 1905 circunscripciones limítrofes proceden a con-
ya hemos tenido ocasión de ver, con sus cluir acuerdos recíprocos para el control de
ámbitos espaciales y de servicios específicos.
l2 Sobre Francfort, para este período, véanse: Particularmente importante es la constitución
Das Wohnungswesen der Stadt Frankfurt am Main,
Francfort, 1930; W. Bangert: Baupolitik und Stadt-
gestaltung in Frankfurt am Main, Würzburg, 1937; l3 Cfr. P. Sica: Historia del urbanisnzo. El Si-
G . Grassi (ed.): Das Neue Frankfurt 1926-1931, glo X I X , l.", Madrid, 1981, págs. 281-87.
Bari, 1975. Sobre May véase la monografía de J. l4 Cfr. F. Schumacher: Aus der Arbeit des Ham-
Buekschmitt: E. May, Stuttgart, 1963; y además, burgisch-Preussischen Landesplanung - Ausschusses,
M. Tafuri: E. Muy e l'urbanistica razionale, en <Lo- en «Wasmuth's Monatshefte für Baukunst», 1931,
munitb, octubre de 1964. páginas 381-84.
Figs. 474-478 (en la página opuesta). Hamburgo, la Comunidad portuaria establecida en 1929; el área de
Hamburgo en 1937 (superficie rayada) y después de esta fecha (límites en trazo ancho); las distancias-tiem-
po desde el centro de la ciudad, y esquema de Schumacher para la expansión de Hamburgo; la Chilehaus de
F. Hoger (1922-26).
Historia del urbanismo. Siglo X X
El período comprendido entre las dos guerras e n Alemania
Figs. 479-487 (en la página opuesta). La edificación residencial en Hamburgo: complejo de la Pinneberger
Chaussee, en Altona, planta y vista (F. R. Ostermeyer, 1926-28); complejo Fritz-Eber-Hof, vista y planta (F.
R. Ostermeyer, 1929); vista de un bloque de viviendas de Oelsner en Altona; complejo de la Jarrestrasse,
axonometría y vista (K. Schneider, 1928); complejo de la Habichplatz, planta y vista (K. Schneider, 1927-28).
Figs. 488-494. El gran conjunto residencial de Hamburgo-Barmbeck: las previsiones del plan regulador y la re-
visión de Schumacher, el plan de ejecución, vista aérea; plan originario y plan modificado de un sector de la
barriada, vista aérea y a ras del suelo (H. y O . Gerson, 1928).
Figs. 495 y 496. Escuelas en Heimsbüttel y en Winterhude, de F. Schumacher.
Historia del urbanismo. Siglo X X
E l período comprendido entre las d o s guerras e n Alemania
Figs. 497-504 (en la página opuesta). Las realizaciones en la ciudad de Magdeburgo: el plano de la ciudad, una
casa con la fachada pintada por Oskar Fischer; planta y fachada del pabellón de la agricultura y la ganadería
(B. Taut); planta y vista del conjunto residencial de la Diesdorferstrasse (H. Ruhl y G . Gauger, 1927); dos
edificios de J. Goderitz, la Stadthalle (1927) y un hospital (1926-28).
Historia del urbanismo. Siglo X X
Taut desempeña la dirección del servicio, A pesar de las dificultades económicas que
organiza un departamento para el control impiden en la práctica la ejecución de casi
urbanístico de la ciudad, elabora los puntos todos los proyectos acometidos (con excep-
esenciales de un plan regulador (fig. 497) ción de un palacio de exposiciones), Taut,
en el que se prevén parques y equipamientos en un rasgo característico de su utopismo
públicos ( figs. 499-500)) y proyecta comple- fantasioso, se repliega en un proyecto de
jos residenciales para trabajadores, junto a rejuvenecimiento ambiental de la ciudad, ha-
edificios para actividades colectivas y un pa- ciendo que se vuelvan a pintar, por pintores
lacio de asambleas. La revista «Frühlicht» como C. Krayl y O. Fischer, las fachadas
-que dirige el propio Taut y que en el oto- de los edificios de las calles principales con
ño del 21 traslada su redacción a Magde- diseños abstractos y de colores vivos (figu-
burgo- viene a dar testimonio de esta ra 494), operación que no deja de tener
actividad y refleja la evolución que se va amplia resonancia.
operando en el pensamiento de Taut y que El 23 Taut abandona Magdeburgo y regresa
va de la participación en las vanguardias a Berlín, para abrir allí un estudio privado
berlinesas a la preocupación por los proble- y asumir después el puesto de proyectista
mas concretos del planeamiento urbano le.
el balance que hace el propio B. Taut: 11 mio primo
'"fr. B. Taut: Frühlicht, 1920-22, cit., con una anno come assessore all'urbanistica, en las pági-
introducción de G. Samona. Véase, en particular, nas 219-26.
Figs. 510-516 (en la página opuesta). Colonia, esquema de F. Schumacher para el área interior de la línea
de fortificaciones; planta y vista de la Siedlung Kalkerfeld; los complejos residenciales de Koln-Mülheim y
de Koln-Zollstock; esquema de conjunto y plan de detalle para la ordenación de los parques de circunvala-
ción de T. Nussbaum.
El período comprendido entre las dos guerras en Alemania 229
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 526-530. El saneamiento del centro de Kassel: la zona antes y después de la operación; el corte dc
la arteria principal desde la Martinplatz al Altmarkt, y el aislamiento de MarstaU antes y después de las
obras; vista de la nueva arteria principal desde el Altmarkt.
El período comprendido entre las dos guerras e n Alemania 233
además del prestigioso complejo residencial tan radical como aislada, de intervención
del Weissenhof, financiado en parte por la sobre el tejido urbano antiguo, que une a la
RFG y del que ya hemos hablado en el permanencia de criterios decimonónicos nove-
Capítulo anterior, se construye en 1929-30 dades metodológicas y procedimentales de
la Siedlung Wallmer (fig. 5 17); en Leipzig relieve. El proyecto, que afecta a toda la ciu-
surge la Wohnstadt Neu-Gohlis; también dad medieval que se alza sobre ambas orillas
pueden citarse otros ejemplos aislados de del Fulda, se basa esencialmente en la demo-
este tipo en Düsseldorf, en Duisburg (fi- lición de las construcciones surgidas en el
gura 518)) en Karlsruhe (Siedlung Dammer- interior de la amplia malla de sus manzanas,
stock), en Rahenow (Siedlung Friedrich-Ebert- en la apertura de una calle principal Este-
Ring, de O. Haesler, 1928-29) y en Manheim Oeste (la nueva Marktstrasse, entre el Alt-
(figuras 519-520). En Breslau, donde se vive markt y la Martinplatz) y en el aislamiento
una situación cultural animada por la pre- del edificio de la Marstall, en el lado Norte;
sencia de Max Berg, que desempeña el cargo el tejido así aclarado se presenta todavía de-
de Stadtbaurat, de Oskar Schlemmer, a la finido por la edificación en cortina de sus
sazón organizador de la sección teatral de márgenes, pero con amplios espacios abiertos
la Bauhaus, de Adolf Rading y de Hans dentro de las manzanas (figs. 526-530). El
Scharoun, son episodios de cierto relieve la valor de esta realización, por lo demás, no
Siedlung Zimbel, del 29, y del mismo año ha de verse solamente en algunos de los obje-
la pequeña exposición organizada por la tivos perseguidos por el proyecto técnico-
Werkbund con la colaboración, entre otros,
urbanístico (que por vez primera afecta a
de Rading y de Scharoun (figs. 521-522).
un vasto muestrario homogéneo de tejido
En Hannover, en cambio, la episódica pre-
sencia de van Doesburg y de El Lissitzky urbano, sin recurrir a las demoliciones en
tapiz), sino también en el empleo de todos
no consigue sacar a la ciudad de su clima
tradicional. También en Dresde, en Nurem- los medios legislativos y de todos los dispo-
berg y en Munich, al igual que en muchos sitivos económicos de que dispone la admi-
centros menores, los viejos métodos siguen nistración municipal, adaptados caso por caso
vigentes (figs. 523-525)) con permanencia de a cada una de las situaciones concretas plan-
los planteamientos urbanísticos y las tipolo- teadas (subvenciones concedidas a los particu-
gías más habituales (tejados en vertiente, lares para su manutención, condicionadas a
ventanas de diseño rústico, etc.) 19. la demolición de las construcciones llamadas
a desaparecer; demoliciones acordadas de edi-
Respecto de la ciudad de Kassel hay que ficio por la Baupolizei respecto de los edificios
citar el plan de saneamiento del centro his- inseguros o ruinosos; ;econstrucción de algu-
tórico llevado a cabo el año 26, operación, nas partes a costa del propio municipio);
en gran medida estas obras son subvencio-
l9 «Así se hacía también en grandes ciudades,
como en Düsseldorf, y todos los esfuerzos se enca-
nadas con cargo a los fondos obtenidos du-
minaban a dar a las casas un aspecto antiguo, rante el período de vigencia de una super-
mediante los tejados muy pendientes, de tejas, las tasa sobre los alquileres. Por otra parte, el
impostas y a veces incluso por medio de detalles Sanierungsplan de Kassel se desarrolla como
medievales o barrocos. Para acentuar el aspecto
tradicional, las casas se reagrupaban a menudo en
operación técnicamente autónoma y viene a
torno a una plaza escalonada de aire rústico: denunciar una serie de problemas no resuel-
en conjunto, todo este tipo de construcciones re- tos; y si bien las personas desalojadas pueden
presentaba un gran esfuerzo por atribuir a las ser trasladadas a viviendas de nueva cons-
expansiones urbanas de ciudades grandes y medias
un aspecto de pueblo o de ciudad pequeña.» B. Mi-
trucción situadas en la periferia de la ciudad,
Iler - Lane: Architettura e política in Germania no es menos cierto que el conjunto de la
1918-1745,Roma, 1973, pág. 124. operación se traduce también en una eviden-
Historia del urbanismo. Siglo X X
Todavía más importante, desde nuestro nacionalsocialismo para favorecer sus intere-
punto de vista, es Darré, colaborador de ses de clase; tales apoyos, incluso, se han
Hitler y ministro de Alimentación y Agricul- hecho más frecuentes y convencidos tras la
tura del 33 al 42, intérprete de las tenden- crisis del 29, ante las incertidumbres de
cias más radicales del «retorno a la tierra». los partidos democráticos y la posible even-
En los escritos de Darré (Das Bauerntum tualidad de agitaciones y levantamientos obre-
als Lebensquelle des novdischen Rasse, de ros, momento en que la gran industria se
1929, y Neundel aus Blut und Boden, de inclina en favor de la perspectiva de un
1930) se funden política económico-social y Estado autoritario capaz de neutralizar los
elementos racistas; defensor de las teorías impulsos destructores y las reivindicaciones
del determinismo geográfico y de la presen- de los trabajadores.
cia sobre el suelo alemán de una aristo- .A ,partir del 33, los fermentos anticapita-
cracia campesina cuya existencia hay que ga- listas presentes en algunos sectores «revolu-
rantizar y reforzar con una política de con- cionarios» del movimiento y aludidos incluso
trol eugenésico, Darré desempeña una parte por algunos puntos del programa del par-
fundamental en la afirmación de la ideología tido en sus primeros años de vida -la esta-
oficial anti-urbana del nazismo, que no sólo talización de los cárteles, la expropiación
tendrá repercusiones significativas en el plano de los latifundios-, son acallados, y el úni-
urbanístico, sino que supondrá también un co elemento que queda en tal sentido es el
marcado impulso de las miras imperialistas principio genérico, escasamente comprome-
del nazismo respecto de los territorios orien- tedor, de la prevalencia de los fines públicos
tales. El programa social de Darré, caracte- de la actividad económica sobre los privados.
rizado por el slogan convencional «Sangre Como se ha señalado en más de una ocasión,
y Tierra» y basado en las insistentes argu- de los dos términos de la alianza entre na-
mentaciones sobre la inferioridad de las ra- cionalismo y socialismo proclamada por el
zas nómadas y la superioridad espiritual de NSDAP [Nationalsozialistische Deu tsche Ar-
los pueblos sedentarios, apunta a la desinte- beiterpartei], si el primer término es insufi-
gración de los latifundios de la Alemania ciente para describir la realidad del movi-
oriental, que deberán ser sustituidos por un miento, es cierto que el segundo queda pri-
tejido de propiedades pequeñas y medianas vado totalmente de cualquier tipo de corres-
de cultivadores directos de la tierra. pondencia real con las relaciones de produc-
ción y con la vida social del país.
La crítica y el rechazo violento del mar- De hecho, el Consejo general de la eco-
xismo y del capitalismo liberal occidental nomía alemana, instituido por Hitler en julio
han sido uno de los temas de fondo de la de 1933, cuenta entre sus miembros con
ideología oficial del nazismo en los años que algunas figuras de primera importancia en el
preceden a la conquista del poder. En rea- mundo industrial, como pueden ser el mag-
lidad, las relaciones entre el nazismo y el nate de la industria química Bosch, de la
gran capital alemán, iniciadas en 1923 con IG-Farben, Karl Friedrich von Siemens, Vo-
la primera subvención concedida a Hitler gler, de la Vereinigte Stahlwerke, Gus tav
por el magnate de la industria pesada Fritz Krupp y, naturalmente, Fritz von Thyssen.
Thyssen, jamás han sido puestas en peligro Más tarde, conforme a los principios del cor-
por las filípicas anticapitalistas de los expo- porativismo, los intereses de los distintos
nentes más autorizados del movimiento. La grupos económicos capitalistas son organiza-
postura de Thyssen ha sido imitada por otros dos por una ley de noviembre de 1934 en
industriales y hombres de negocios (como seis Reichsgruppen (de la industria, del. co-
Hugo Stinnes, o el editor Bruckmann, de mercio, del artesanado, de la banca, de los
Munich), que confían en la capacidad del seguros y de la energía); a la Cámara econó-
Historia del urbanismo. Siglo X X
mica del Reich, presidida en Berlín por un de los trabajadores, atestiguada, por otro
alto representante de la industria electroquí- lado, por la contención o incluso la dismi-
mica, corresponden en el resto del país dieci- nución de los salarios reales. En este período
ocho cámaras regionales, colocadas bajo el de tiempo alcanza precisamente sus índices
control de industriales, financieros y jerarcas más altos el proceso de concentración capi-
del partido. talista y de cartelización de los intereses pri-
Las fuerzas del trabajo se encuadran en vados 'l; una excepción parcial viene consti-
el Deutsche Arbeitsfront, que viene a susti- tuida por la creación de algunas empresas
tuir a los suprimidos sindicatos democráti- públicas, entre las cuales cabe recordar la
cos, de los que hereda incluso el patrimonio Reichswerke Hermann Goering, dedicada a
inmobiliario y de instalaciones; pero los sin- la explotación de los minerales de hierro,
dicatos se conciben por el partido nazi como que bien pronto conseguirá ponerse a la
órganos corporativistas de indoctrinación y altura de los grandes cárteles del sector me-
regimentación de la clase obrera (los «solda- talúrgico-mecánico, absorbiendo algunas in-
dos trabajadores»), de exaltación de los valo- dustrias confiscadas a propietarios judíos y,
res patrióticos y morales del trabajo, y de tras la toma de Austria, el complejo indus-
eliminación de la conciencia de clase, mien- trial de la Alpine Montan-Gesellschaft 22.
tras la negociación de los contratos colecti-
vos se confía a «fiduciarios» nombrados por
el Canciller. b) LA POLÍTICACULTURAL DEL NACIONAL-
El «segundo plan cuatrienal» anunciado SOCIALISMO
por Hitler en 1936 (que sigue a los cuatro
años que van del 32 al 36, oficialmente de- En los años de su formación, el nazismo
finidos como «primer plan cuatrienah por no llega a desarrollar de manera explícita
la propaganda nazi) -y a cuya cabeza se una posición propia, original y unitaria, so-
coloca a uno de los hombres más eficaces bre los problemas de la producción artística
del partido, Hermann Goering, titular tam- e intelectual, y de modo más específico sobre
bién del cargo de ministro de la Aeronáutica
y jefe de la Luftwaffe- es esencialmente 21 Según los datos que aporta Bettelheim, el
un programa económico general que tiene aumento del capital medio de las sociedades anóni-
como finalidad el conseguir la independencia mas entre los años 33 y 43, el incremento de los
dividendos en el mismo período y la reducción
respecto del exterior de la producción ale- del número de sociedades (que pasan de 10.437
mana en los sectores clave. El plan, en su en el 31 a 5.404 en el 42) vienen a ilustrar sufi-
conjunto, indica una serie de objetivos, entre cientemente este fenómeno, que va acompañado
los que se cuenta la preparación militar, a también de la disminución de la pequeña y mediana
conseguir a través de una coordinación téc- industria y de las empresas artesanales. Un último
dato significativo: en el 42, 108 sociedades anóni-
nica y una racionalización de las capacidades mas, es decir, el 2 por 100 del total, poseen el
productivas y de las relaciones de producción 59 por 100 del capital accionarial. Datos más
existentes, más que con instrumentos ex- analíticos revelan que las puntas más altas del
traordinarios de intervención. Son éstas las fenómeno se dan en el sector extractivo, en la
siderurgia y en la industria química. Cfr. Bettel-
bases de esa política de autarquía que, £un- heim: L'économie allemande sous le nazisme, París,
dada en las exigencias de una economía de 1946, págs. 62-63.
guerra, logrará notables resultados en cuan- ' V é a s e , sobre este punto, la síntesis general de
to a la explotación minera y de carburantes E. Collotti: La Germania nazista, Turín, 1962.
y en la producción de materias sintéticas, Sobre las premisas políticas e ideológicas del nacio-
nalsocialismo, cfr. G. L. Mosse: T h e Crisis of Ger-
determinando en cambio un freno de la pro- man Ideology. Intellectual Origins of the Third
ducción de bienes de consumo que denuncia Reich, Nueva York, 1964 (trad. italiana, Milán,
la presión que se ejerce sobre el nivel de vida 1968).
El periodo comprendido entre las dos guerras e n Alemania 237
la arquitectura y sobre la ciudad. Dicha po- estudian los sistemas constructivos tiadicio-
sición va precisándose más bien de modo nales; el 28 publica los dos ensayos -Arte
empírico, primero a través de la oposición y raza y El aspecto de la casa alemana- que
a las expresiones de las vanguardias artísti- le convierten en principal abanderado de las
cas y de la arquitectura del movimiento mo- realizaciones conservadoras. Las tesis conte-
derno, expresiones de algún modo afiliadas nidas en el primero, de carácter verdadera-
ideológicamente a la República democrática mente panfletario, vinculan la «degenera-
de Weimar, y más tarde, una vez conquis- ción» de la arquitectura alemana, expresada
tado el poder, como respuesta a las exigen- por el Movimiento Moderno, a la decadencia
cias, que distan mucho de ser homogéneas, racial; en el segundo se insiste en los aspec-
planteadas por la nueva dirección política. tos deficientes de la nueva cultura arquitec-
La arquitectura del Movimiento Moderno, tónica, comparándolos con los mejores ejem-
desde sus primeras manifestaciones, es aco- plos de la casa tradicional alemana Estas
gida con reserva y hostilidad por las corrien- tesis dan lugar a una serie de polémicas que
tes que encarnan la reacción cultural y polí- afectan a varios aspectos específicos de la
tica. Esta oposición se difunde y organiza nueva arquitectura w. A Schultze-Naumburg
más a partir del 26, cuando en muchas ciu- se debe también la fundación del grupo lla-
dades alemanas aparecen los primeros barrios mado «Block» (antitético al «Ring» de los
modernos. Las polémicas suscitadas preten- arquitectos modernos), del que entran a for-
den atacar lo que parece una concepción mar parte profesionales y profesores de ten-
decididamente favorable a una plena y cons- dencia conservadora, como Schmitthenner y
ciente vida urbana, para contraponerle la Bestelmeyer.
visión de una Alemania patriarcal y rural, A estos argumentos de orden «filosófico»
favorable al retorno a las tradiciones cultu- se añaden otros de carácter más descarada-
rales alemanas: son afirmaciones que se apo- mente político: el suizo de lengua alemana
yan en una línea de desenvolvimiento del Alexander von Senger, en dos escritos de los
pensamiento alemán que se ha mostrado acti- años 28 y 31, Krisis der Architektur y Die
va a lo largo de todo el siglo XIX y que ha Brandfackel Moskaus (La crisis de la arqui-
reverdecido en la síntesis spengleriana, que tectura, y La tea incendiaria de Moscú) cali-
ve las causas de la decadencia de los pue- fica las nuevas obras de «bolchevismo arqui-
blos, que marchan hacia su au todes trucción, tectónico» (definición que se repetirá fre-
en los desequilibrios socioculturales provo- cuentemente después en las publicaciones
cados por las grandes concentraciones urba- reaccionarias), y bordea los límites del terro-
nas y en el distanciamiento de la concepción rismo ideológico sugiriendo que el movimien-
primigenia que identifica tierra y pueblo.
Basándose en los argumentos de Spengler, 23 «La casa alemana da la' sensación de surgir
de la tierra misma, como un producto natural, como
Emil Hogg, profesor de arquitectura en Dres-
un árbol que hunde sus raíces en la profundidad
de, define la nueva arquitectura como «nó- del suelo y forma un todo con él. Esto es lo que
mada», provocadora de un cierto sentido nos da el sentido de la patria (Heimat), de vincu-
de «desarraigo», de «empobrecimiento espi- lación con la sangre y con la tierra (Erde): para
ritual», de «proletarización»; le hace eco el un cierto tipo de hombres [ello es] condición de
su vida y significado de su existencia.» Cfr. P.
arquitecto Schultze-Naumburg, particularmen- Schultze - Naumburg: Das Gesicht des deutschen
te activo en el frente conservadurista, que Hauses, Munich, 1929, pág. 90, cit. en B. Miller-
ve en la nueva arquitectura alemana la «de- Lane, op. cit., pág. 154.
cadencia racial» del pueblo. Para fundamen- 24 Por ejemplo, las polémicas suscitadas sobre la
cubierta plana, forma «oriental» que tsn sólo se
tar el retorno a las expresiones de la sociedad
adapta a los países meridionales, análoga a las que
rural, Schultze-Naumburg escribe el año 26 se desarrollan en Iitalia. Cfr. B. Miller-Lane, op. cit.,
su Abc des Bauens, un manual en que se página 135.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Al cierre de la Bauhaus se añade la depu- lada, a inspirar ciertas ilusiones a los artistas
ración o la marginación de los arquitectos modernos; hasta junio de 1934 numerosos
identificados genéricamente
- como «moder- críticos y arquitectos -entre los que se cuen-
nos», que son separados de los puestos do- tan Luckhardt, Wagner, Haring y el mismo
centes y de los cargos de responsabilidad Gropius- dirigen escritos y alegatos a Goeb-
técnico-administrativa en los entes y organis- bels en favor del reconocimiento del arte y
mos públicos. Hans Sharoun y Adolf Rading de la arquitectura moderna, intentos destina-
son relevados de sus puestos en la Academia dos fatalmente al fracaso, a pesar de las
de arte de Breslau, Walter Curt Behrendt polémicas internas que suscitan entre los pro-
pierde su cargo en el departamento de la pios grupos nazis. Las fuertes reacciones de
edificación de la administración estatal pru- la Kampfbund y la toma de posesión del
siana y Wilhelm Kreis cesa en la dirección propio Führer en Nuremberg cierran defini-
del Instituto de los arquitectos alemanes, el tivamente la cuestión. Gropius, Mies van
Bund deutscher Architekten. Los departamen- der Rohe, Wagner, Mendelsohn, Hilbersei-
tos técnicos de las administraciones munici- mer, Haring, Luckhardt y Haesler quedan
pales son prácticamente desmantelados por ahora excluidos hasta de la actividad profe-
decisiones autoritarias: Martin Wagner es sional, y muchos de ellos abandonan la Ale-
alejado de Berlín, Martin Elsaesser de Franc- mania nazi: Gropius emigra rápidamente a
fort, Goderitz de Magdeburgo. Igual suerte Inglaterra, Mendelsohn a los Estados Unidos,
espera a las sociedades cooperativas de cons- y otros, como Mies van der Rohe, se mar-
trucción, que son absorbidas por las organi-
chan más tarde, entre los años 35 y 38. De
zaciones de! partido, comenzando por la
los que permanecen en su patria, los más
GEHAG.
conocidos, como Haesler, se retiran del ejer-
En el plano organizativo, para hacer posi- cicio de la profesión hasta 1945.
ble que el partido ejerza un control riguroso
sobre las diversas expresiones de la actividad
artística, se crea en noviembre del 33 la Quitados de enmedio los más destacados
Reichskulturkammer, organismo colocado ba- exponentes del Movimiento Moderno y reco-
jo la dependencia directa del .ministro de nocido por todos el decisivo alcance ideoló-
Propaganda, al frente del cual está Goebbels. gico de la arquitectura, queda aún por resol-
La Reichskulturkammer se organiza en «cá- ver la cuestión de las formas expresivas que
maras», dedicada cada una de ellas a un ramo de manera mejor sean capaces de interpretar
distinto de la actividad artística, que fun- los objetivos del nuevo acontecer político,
cionan también como estamentos profesio- sobre todo con vistas al amplio programa de
nales en que todos los artistas vienen obliga- obras públicas que el régimen pretende poner
dos a inscribirse para poder desarrollar su en marcha. La Kampfbund, que desde 1933
propia labor. Los nazis, sin embargo, tras publica la revista «Deutsche Technik», diri-
haberse desembarazado de los arquitectos de gida por Gottfried Feder (y que cuenta con
Weimar, como políticamente contrarios, y la colaboración, entre otros, incluso de pro-
después de haber desmantelado la organiza- fesionales bas tante conocidos, como T. Fis-
ción pública de construcción de viviendas cher, F. Schumacher y F. Hoger), y que re-
populares, se abstienen de asumir oficialmen- fuerza sus filas con las adhesiones de Schmitt-
te una postura de censura decidida contra hener, Bestelmeyer y Senger, se manifiestan
las expresiones de la arquitectura del. Movi- a favor de una explícita condena de cual-
miento Moderno. Goebbels no estima nece- quier residuo del Movimiento Moderno y de
sario que se malgasten energías en una cam- la imposición de una línea estilística precisa,
paña orientada contra el nuevo estilo, e in- que viene a identificarse, conforme a las
cluso llega, con su actitud hábilmente calcu- orientaciones ya defendidas durante los años
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 531-538. Dos dibujos de Hitler, para un arco de triunfo y para una gran cúpula en Berlín (1925); P. L.
Troost, el palacio del Jefe del gobierno (Casa Parda) en Munich, 1936; C. Klotz, proyecto de Casa de la cien-
cia para el Arbeitsfront; H . Giesler, escuela del partido nazi en Chiemsee; planta y vista de la Ordensburg
Vogelsang (C. Klotz); interior de uno de los locales de reunión del partido.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 539-541. Un pabellón y una enseña publicitaria del Arbeitsfront; edificio industrial de la Mannesmann-
y reactualizada de éstos. Soluciones estricta- por .speer, para las grandes obras llevadas a
mente complementarias, y que no se contra- cabo en Nuremberg, Berlín y las demás ciu-
dicen entre sí, que se justifican en una carac- dades alemanas.
terización por «géneros» de la intervención Gran parte de la actividad edificatoria pro-
estatal, en el ámbito de la misma ideología. movida por la Hitler Jugend y por el Arbeirs-
En la arquitectura urbana representa tiva, front que preside Robert Ley cae dentro
que tiene el cometido de cualificar los cen- de una acepción particular de la arquitectura,
tros del poder, es el propio Hitler quien a la que queda referida la realización de una
indica las directrices a seguir, a partir de la serie de edificios-escuela para los dirigentes
construcción de la Casa del arte alemán de del movimiento (Ordensburgen), de las se-
Munich, proyectada por P. L. Troost con la des del partido nazi, de los centros comuni-
colaboración, según se afirma expresamente, tarios y de las exposiciones propogandísticas
del dictador (y presentada a veces, sin más, (figs. 534-540): obras inspiradas en gran par-
como obra de este último), iniciada en el 33 te en un conglomerado de elementos dispares
(fig. 533). Hitler, que se complace en afir- de la tradición alemana, desde las fortifica-
mar que ha cultivado la práctica de la arqui- ciones militares a la arquitectura románico-
tectura desde sus años juveniles, se toma a medieval, desde el eclecticismo romántico de-
pecho sobre todo, más que cualquier opción cimonónico hasta el estilo nórdico-tirolés, que
particular estilística, la escala monumental de vuelve a proponerse incluso para los interio-
los edificios públicos, destinados a expresar res a base de obra de carpintería y paredes
la heroica voluntad colectiva del poderío del desnudas en los que destacan las insignias
Reich y de su pueblo (más tarde diseñará del partido.
también algunos proyectos de improbable rea- Una línea intermedia, de compromiso, que
lización, como el de un monumento al par- deslíe los modos expresivos del Movimiento
tido, a erigir en Berlín, de casi 230 metros Moderno en versiones eclécticas, con reso-
de altura, y el de una estación para Munich nancias de los autores de principios del xrx
de un kilómetro y medio de diámetro). De (Messel, Bonatz, etc.), es adoptada por los
todos modos, el estilo sabiamente elaborado arquitectos que ya entre los años 20 y 30
por Troost para la Casa del arte alemán, se situaban en una posición neo-academicista
inspirado en un tajante y simplificado neo- -como Tessenow, Schmitthernner, Bestel-
clasicismo shinkeliano, constituye el prototipo meyer, Holzmeister y Fahrenkamp- y que
que será adoptado después a mayor escala en esos años realizaban numerosos encargos
El período comprendido entre las dos guerras e n Alemania 243
el tiempo que se pierde en Berlín en los a estudiar el problema de la Neue Stadt nazi
traslados casa-lugar de trabajo, excluidos los en el plano disciplinar tan sólo produce una
trayectos efectuados a pie o en bicicleta, equi- serie de modelos de asentamiento carentes
vale a sus buenas 1.368.000 horas diarias, de elementos originales, que pretenden ins-
cifra que sobre la base de una planificación pirarse en el Burg rural germánico y que
racional de los asentamientos podría reducirse inevitablemente configuran un tejido de edi-
en dos tercios, con un ahorro de millón y ficación residencial de baja densidad, reco-
medio de marcos por día, cantidad suficiente gido en torno a un centro jerárquicamente
para construir 46.000 nuevas viviendas por predominante, ocupado por los edificios e
año (figs. 542-543), ofreciéndose además instituciones del partido, y que no tienen
todo un catálogo de los perjuicios biológi- ningún tipo de sucesiva aplicación concreta,
cos, económicos, morales y físicos que deri- por más que pueda reconocérseles alguna
van de la mala organización de la residencia. afinidad con ellos a los planes para el traza-
En un segundo escrito, también del 39, Die do de las dos ciudades obreras de la Her-
Neue Stadt auf Sozialer Grundlage, se pro- mann-Goering-Werke y de la Volkswagen,
ponen modelos de asentamientos óptimos re- respectivamente ".
firiéndose a los resultados de un concurso De este modo, la promoción de esa «bur-
convocado para la construcción de una ciu- guesía agrícola» (Ackerbiirgertum) que ha-
dad satélite de 20 .O00 habitantes (proyectos bría debido constituir el nervio de la sacie-
de G. Hahn, H. Killus y otros; fig. 546). dad nazi queda confiada a la construcción
Heinz Killus, en un artículo del año 40, vol- de los burgos agrícolas periféricos, situados
viendo al mismo tema, interviene para deli- entre la ciudad y el campo. Como se recor-
near una composición ideal de la ciudad por dará, ya en el 31, durante el gobierno Brü-
sucesivos ámbitos organizativos y espaciales ning, con el cambio de actitud de las fuer-
exactamente correspondientes a la organiza- zas políticas y en una coyuntura económica
ción jerárquica del partido (los «núcleos», muy deteriorada se había dado vida a un
es decir, las unidades base de barrio de 2.000 programa de casas unifamiliares para desem-
a 6.000 habitantes serían homólogas a los pleado~situadas en zonas periféricas y dota-
Ortsgruppe, los cuadros zonales del partido); das de pequeñas parcelas cultivables de huer-
se especifican después las densidades y los to 30, subordinando la financiación pública
servicios, contrastando también el esquema al cumplimiento de tales condiciones, ade-
con la organización de la defensa antiaérea más del compromiso por parte de los futu-
(auspiciando la circularidad de las instalacio- ros destinatarios de contribuir con su trabajo
nes y de las estructuras en red, para garan- a la construcción de las viviendas, evaluán-
tizar el servicio incluso en el caso de que
se produzca una interrupción en un punto; 29 Sobre este punto, cfr. C. F. Otto: City-Plan-
figura 545) En conclusión, la propensión ning Theory in Nationalist-Socialist Germany, en
«Journal of the American Society of Architectural
28 Cfr. H. Killus: Der Totalitatsgedanke in Neuen 1-Iistorians», marzo de 1965.
Stadtebau, en «Wasmuth Monatshefte für Bau- 30 Cfr. L. Piccinato: Le colonie agricole per i
kunst und Stadtebau», abril de 1940. disoccupati, en «Architettura», abril de 1932.
Figs. 542-547 (en la página opuesta). Dos ilustraciones de la obra Arbeitstatte-Wohnstatte de G. Feder:
los recorridos casa-trabajo de los obreros de la fábrica C. Lorenz en Berlín-Tempelhof, y la comparación entre
una buena y una mala organización de las relaciones casa-trabajo; vista del «poblado creciente»; esquema de
articulación en núcleos para una ciudad de 50-100.000 habitantes, según H. Killus; esquema de asentamiento
de Kuhn-Frohlich (de Die Neue Stadt, de G. Feder); una propuesta para la ordenación periférica de las ciu-
dades (A. Zona urbana edificada; B. Zona semi-rural; C. Zona rural con parcelas de 24 hectáreas; D. Zona
de pequeñas explotaciones agrarias).
El período comprendido entre las dos guerras e n Alemania 245
Historia del urbanismo. Siglo X X
El periodo comprendido entre las dos guerras e n Alemania 247
dose el trabajo prestado como cuota del «ca- locales socialistas- cobra nueva vida con
pital» invertido en las obras 31. Con la toda la legitimidad que en la nueva situa-
afirmación del nazismo, este precedente his- ción deriva del contexto ideológico que he-
tórico -que trastocaba por completo las mos examinado (fig. 547). Esta política edi-
orientaciones prevalentes en las Siedlungen ficatoria es convalidada ahora mediante la
urbanas edificadas por las administraciones observación de que en las regiones de Ale-
mania de industria descentrada (Baden-Würt-
31 H e aquí algunas de las directivas impartidas
temberg, Silesia) las consecuencias del des-
por el gobierno de Brüning: «El Reich concede empleo se han visto mitigadas gracias a las
préstamos amortizables a interés reducido, a los especiales condiciones de vida del obrero, o
municipios y agrupaciones de municipios, para la sea, gracias a la posibilidad de autosuficien-
construcción de colonias suburbanas destinadas a
los desempleados. Los terrenos de las colonias de-
cia alimentaria; si bien el régimen nazi mo-
ben ser muy extensos para hacer posible que los difica algunas de las directrices en que se
productos de la tierra ayuden considerablemente a basa la constmcción de las Siedlungen rura-
satisfacer las necesidades alimentarias de las fami- les, dando preferencia a los trabajadores en
lias, de modo que dentro de un plazo breve pueda paro en condiciones de entregar aportaciones
prescindirse de la asistencia social a los parados. La
extensión de cada parcela individual será, como dinerarias, además de su propio trabajo,
mínimo, de 600 metros cuadrados, y, como má- para la realización de sus viviendas.
ximo, de 5.000 metros cuadrados; [...l. Además En relación con estas orientaciones sur-
de los desempleados, se deben admitir también en gen multitud de estudios para la determina-
las colonias los obreros que trabajan en régimen
de jornada laboral reducida; no obstante, los des- ción de las dimensiones económicas de las
ocupados temporalmente y las familias numerosas parcelas agrícolas adscritas a la casa, de la
deben gozar de prioridad. [...] El territorio debe distribución de los cultivos de subsistencia
estar situado de manera que quienes habiten en él y de la magnitud del trabajo cotidiano ne-
puedan reanudar su actividad principal o accesoria cesario para la producción hortícola y agra-
apenas lo permitan las condiciones económicas. Las
viviendas deben construirse con gran sencillez y ria z (fig. 548). Sin embargo, más impor-
con empleo de materiales locales. Los sistemas cons- tantes son las iniciativas que se toman en el
tructivos deben estudiarse de manera que la mayor plano propagandístico, en un intento de re-
parte de las obras puedan realizarse por los propios
interesados, que allí deseen establecerse. Los gastos
de construcción de la casa.y del arreglo del peque- '' Según algunos de estos estudios, una familia
ño huerto, comprendido el coste del terreno, no de colonos formada por 4-5 personas que pretenda
deben superar los 3.000 marcos. Una parte de este satisfacer la mitad de sus necesidades de alimen-
gasto debe ser aportada en forma de trabajo por tación a base del cultivo agrícola necesita disponer
el obrero que allí se establece.» Cit. en F. Fariello: de una superficie total de no menos de 3.700 me-
Le colonie rurali perifkriche, en «Architettura», tros cuadrados, distribuida de este modo: para el
octubre de 1937. El texto prosigue indicando las jardín, 650 metros cuadrados, subdivididos así:
dimensiones de la casa (un cuarto de estar de 12-14 300 para legumbres y fruta, 150 para jardín y flores,
metros cuadrados; una alcoba de 9-12 metros cua- 50 para el gallinero, 150 para la casa y los viales;
drados; dos dormitorios pequeños; un local para para los terrenos de cultivos agrícolas: 500-600
los animales de corral; los espacios necesarios para metros cuadrados para patatas; 600 para la patata
guardar los utensilios de trabajo, los piensos y los necesaria para la cría del cerdo, 400 para el nabo
productos obtenidos). Cfr. también L. Dodi: Quar- y la remolacha (parte del pienso de una cabra);
tieri operai. Forme e tendenre attuali dei quartieri 1.600 para el cultivo de cereales y plantas forra-
suburbani gervzanici, en «Urbanistica», marzo de jeras (centeno, cebada, etc.). Cfr. F. Fariello, artículo
1935. citado.
Figs. 548-554 (en la página opuesta). Estudio de los cultivos hortícolas para las parcelas de la Siedlung
rural; planta y vista de la barriada experimental Ramersdorf, en Munich; planta y vista del poblado modelo
construido en la exposición de Düsseldorf; colonia Stotteritz, en Leipzig, y distribución de conjunto de los
asentamientos creados en el exterior de la ciudad.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 555-561. Colonia Am Sommerwald, junto a Pirmasens, planta y vista; colonia Adolf Hitler, en Lud-
wigshafen, planta y vista; plantas de la colonia Britz, junto a Berlín, y de la colonia Goldstein, en Franc-
fort del Main; vista de la Dauerkleingarten-Siedlung Rebberge, en Berlín.
El período comprendido entre las dos guerras e n Alemania 249
coger indicaciones y consensos para organizar ños núcleos centrifugados hacia el horizon-
un programa sistemático de construcción de te extremo de la ciudad (figs. 553-554). En
viviendas populares. A comienzos del 34 la los años sucesivos se multiplican estas rea-
Werkbund, reorganizada ahora con elemen- lizaciones: se trata, por lo general, de asen-
tos del partido, realiza la Siedlung Kochen- tamiento~ de modesta entidad, de no más
hof, preparada por Schmitthenner, en Stutt- de 50 ó 100 casas unifamiliares, sólo rela-
gart, no lejos de la Siedlung Weissenhof, tivamente enlazados de modo orgánico a los
precisamente para contraponer la nueva vi- planes urbanos, porque, entre otras cosas,
sión nacional-popular a las construcciones para ahorrar al máximo en los costes gene-
«mecánicas y frías» de la arquitectura inter- rales y de urbanización, se explotan indis-
nacional; pero la iniciativa en cuestión, de- criminadamente los terrenos de dominio pú-
bido a las sordas polémicas internas del pro- blico, municipales o esta tales, disponibles, o
pio régimen sobre las orientaciones estéticas bien se organizan las Kleingartensiedlungen
del nuevo curso de los acontecimientos (que situándolas a lo largo de las calles y vías
vienen a dejar en mal lugar a Schmitthener, periféricas secundarias. Las viviendas son
vinculado a la Kampfbund de Rosenberg), también modestas, de tipo tradicional, a ve-
no recibe más que escasa publicidad. ces adosadas dos a dos especularmente, con
El primer manifiesto oficial de propagan- tejados en vertiente («ningún alemán que se
da de la línea del partido en el sector de la respete quiere vivir bajo una cubierta pla-
vivienda popular lo constituye, en cambio, na»), repetidas en hileras prolongadas, con
la Siedlung Ramersdorf, construida también huertos privados de dimensiones variables,
en el 34, en la periferia de Munich: se trata desde 500 a 5.000 metros cuadrados (figu-
de una exposición permanente de la casa na- ras 555-561).
cionalsocialista, constituida por una barriada Resulta totalmente fútil, si no es a mero
modelo de cerca de 150 casas unifamiliares, título de ejemplo, el aislar, dentro de esta
levantadas en grandes parcelas dotadas de producción, expresiones singulares o típicas.
jardín, en torno a una franja de parque de Solamente conviene recordar que algunas de
uso común; en las inmediaciones del barrio estas realizaciones se deben a las cooperati-
se alza un pabellón donde se exhiben plan- vas de edificación que funcionaban ya en la
tas-tipo de hotelitos rurales, así como mo- Alemania weimariana, sustraídas en el año 34
delos de ordenaciones ambientales y de dis- a las administraciones locales e incorporadas
posición de interiores ( figs. 549-550). La a un ente nacional dependiente del gobierno
construcción del nuevo asentamiento de Ra- federal (véase el caso de la colonia Britz,
mersdorf es acogida por la prensa oficial con cerca de Berlín, construida por la GEHAG
gran despliegue de titulares; los críticos del entre el 32 y el 34), otras al Arbeitsfront y
régimen, contraponiendo esta realización a otras a los mismos municipios, como com-
la del Weissenhof, saludan en aquélla el plemento o modificación de los programas
nuevo papel fundamental que juega el mo- ya puestos en marcha (véase, en tal sentido,
vimiento nazi en favor del retorno a la tie- el nuevo planeamiento de la Siedlung Gold-
rra. Ulteriormente se celebran otras exposi- stein, en Francfort, preparada ya por May y
ciones de este tipo, con la construcción de sus colaboradores). Al margen y más allá de
barriadas residenciales permanentes: en el 37 la penetrante celebración ideológica orques-
en Düsseldorf (figs. 551-552) y en el 38 en tada con base en los motivos de la salud de
Francfort. la raza y del retorno a la tierra 33, las Rand-
En la exposición de Munich el municipio
de Leipzig ha presentado ya un balance de 33 He aquí como describe Rigotti, basándose en
560 viviendas rurales construidas y de otras los textos de las publicaciones oficiales, la Dorfsied-
tantas en curso de construcción, en peque- lung Langenhorst realizada junto a Velbert, en
(
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 562-567. El plano de las Reichsau~obahnen en 1938; el enlace de las autopistas en torno a Colonia;
vista de un puente y dibujo de P. Bonatz para un viaducto; bifurcación y centro de servicio; la entrada de
la autopista en Mannheim.
El período comprendido entre las dos guerras en Alemania 25 1
y proyecto para el Standort 111; planimetría de la ciudad; los tipos edificativos adoptados; perspectiva aérea
del complejo y perspectiva del centro representativo.
El período comprendido entre las dos guerras en Alemania 253
Figs. 574 y 575. Planimetría de la ciudad obrera de la Kraft durch Freude Wagen; plan de urbanización de
la costa de la isla de Rügen.
ciudad ideal, modélica, que el nazismo que- el cruce del eje Ruhr-Berlín con el eje Ham-
rría destinar a los soldados-trabajadores ele- burgo-Sajonia, en las inmediaciones de la
gidos del pueblo alemán, mientras las indus- línea férrea Hannover-Berlín y de la auto-
trias aeronáuticas y de fabricación de las V-2 pista, Volltsburg se presenta como un agre-
surgen en torno al Lager de Buchenwald, y gado centrado en torno a un núcleo cívico,
las instalaciones de la IG-Farben y de la con un despliegue en anillos envolventes y
Krupp proliferan junto a Auschwitz para ex- concatenados, y con la fábrica colocada al
plotar el trabajo forzado de los deportados otro lado de la vía férrea (fig. 574). Hasta
y los judíos 37. la caída de la Alemania nazi tan sólo se han
No lejos de la ciudad de la Hermann- podido construir 2.350 viviendas; el progra-
Goering-Werke, en las inmediaciones de ma de construcción, modificado y ampliado,
Hannover, se funda en 1938 Volksburg, se reanudará en la posguerra.
como centro de producción del Volltswagen, La organización Kraf t durch Freude -es-
el auto utilitario prometido por Hitler al pecie de «Educación y Descanso»-, instru-
pueblo alemán volviendo a poner en marcha mento de primera línea del consenso y de la
un plan presentado desde el 34 por el cons- integración obrera en la máquina social na-
tructor Ferdinand Porsche (el proyecto hitle- cionalsocialista, convoca en 1936, dentro de
riano, en cambio, se encuadra, una vez más,
dentro del marco de la racionalización de la Arbeitsfront, Robert Ley): quien desease el utili-
producción bélica, y no sin desconcertantes tario debía anticipar una contribución proporcional
a su salario o estipendio. El resultado de esta ope-
rasgos de demagogia política) S. Surgido en ración fue que, efectivamente, centenares de miles
de personas cayeron en la trampa tendida por
" Cfr. Die Stadt dev Hermann-Goering-Wevke, Hitler, Funk y Ley, y se comprometieron a pagar
en «Stadtebau», septiembre de 1939. semanalmente un tributo extraordinario de 5 mar-
S Collotti recuerda «la colosal compaña propa- cos; fondos que, en realidad, sólo sirvieron para
gandística puesta en marcha para la presentación financiar la producción de vehículos ligeros para la
previa del Volkswagen (lanzada por el director del Wehrmacht». E. Collotti, op. cit., págs. 141-42.
El periodo comprendido entre las d o s guerras en Alemania 7cc
igs. 576-582. La Nueva Cancillería de Berlín, fachada al patio interior y detalle decorativo (A. Speer);
iaqueta del complejo y vista de la fachada del Reichsbank que da al Spree; maqueta del edificio del Luft-
hrtministerium; planimetría y vista de la maqueta del aeropuerto de Tempelhof.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 583-589. Las grandes instalaciones berlinesas para las Olimpiadas del 36 (W. March): planimetría ge-
neral y vista aérea; la entrada del Campo de Mayo; planta de la villa olímpica; teatro al aire libre e ins-
talaciones para las pruebas d e natación; vista de la Academia del Reich.
E l período comprendido entre las d o s guerras e n Alemania 257
sus programas de organización del tiempo li- ilustre del estilo de la arquitectura «heroica»
bre de los trabajadores alemanes, un con- oficial, tajante y frío en su ejecución, carga-
curso para la creación de una ciudad balnea- do de símbolos y alegorías nazis, que el
ria con capacidad para 25.000 personas en autor volverá a repetir después en el pabe-
la costa oriental de la isla de Rügen, en el llón germánico de la Exposición de París
mar Báltico. El proyecto, del que son auto- de 1937. La celebración en Berlín de los
res el ingeniero C. Klotz y el arquitecto Put- juegos olímpicos del 36 es aprovechada tam-
litz (fig. 575), prevé una cinta de bloques bién por el Führer como ocasión preciosa,
residenciales de cinco pisos, dispuestos para- no sólo para imponer a los demás países la
lelamente a la playa y a una distancia de perentoria realidad de la perfecta organiza-
unos 150 metros de la línea del mar, en un ción alemana (con una operación de indu-
desarrollo total de más de cuatro kilómetros dable terrorismo psicológico), sino también
y medio; el conjunto cuenta, a intervalos para dar cuerpo a un muestrario significativo
regulares, con diez centros equipados, dota- de las nuevas concepciones urbanísticas apli-
dos de restaurantes y salas de lectura y re- cadas a la capital4'. A esta finalidad res-
unión, que avanzan hacia el mar perpendicu- ponde el complejo de edificaciones estudiado
larmente respecto de la alineación residen- por el arquitecto Werner March, ubicado en
cial, y aparece cortado en el centro por una las zonas orientales de Berlín, que compren-
inmensa plaza de gala en la que se levanta de el Estado olímpico, el Estadio de nata-
la gran sala de fiestas. El proyecto, luego ción, el Campo de Mayo y la torre-campana-
abandonado, constituye un ejemplo bien sig- rio, el teatro al aire libre, el edificio de la
nificativo de las técnicas de propaganda y Academia del Reich y la villa olímpica 41 (fi-
de regimentación colectiva del nazismo 39. guras 583-589).
Pero ni siquiera estos resultados, aunque
prestigiosos, ni las otras obras en marcha en
d) EL NAZISMO EN LAS CIUDADES: DEL la capital (Ministerio de la Luftwaffe en la
P L A N PARA L A NUEVA C A P I T A L A LAS Leipzigers trasse, fig . 580, renovación de la
OBRAS DE NUREMBERG
Y A LOS PROYEC- sede del Reichsbank, figs. 578-579) son su-
TOS PARA LOS DEMÁS CENTROS MA- ficientes para satisfacer las ambiciones de
YORES
40 «Una vez decidido que los Juegos olímpicos
Figs. 590 y 591. Las propuestas de O. Biel para la reordenación del centro de Berlín: planta general y tramo
del eje Norte-Sur a caballo del río Spree.
42 Cfr. O. Biel: Ein Beitrag zur Neuordnung der 43 «LO que en Berlín es feo, lo suprimiremos.
Berliner Innenstadt, en «Deutsche Bauzeitung», No habrá nada que nos parezca demasiado bello
mayo de 1937. «Así, la concepción de la capital para adornar a Berlín. Quien entre en la Canci-
del Reich -afirma el autor, concluyendo su expo- llería del Reich debe experimentar la sensación de
sición de presentación del proyecto- aparece como que entra en la morada del dueño del mundo 1.. .]
un símbolo, parangonable a la Rueda Solar del ¡Debemos construir en tales dimensiones que, en
Norte, con el cruce de los ejes en los puntos cardi- comparación, San Pedro y su plaza parezcan de
nales, inscrita, conforme a la voluntad y al senti- juguete! Como material, utilizaremos el granito [ . . . l .
miento de la raza nórdica, en el universo de un Berlín será algún día la capital del mundo.» A. Hit-
orden trascendente.» , ler : Conversazioni segrete, cit ., págs. 89-90.
E1 período comprendido entre las dos guesras e n Alemania 259
NtUGESTALTUNG BERL
Figs. 592-596. El plan de A. Speer para Berlín (1939): planteamiento general, el nuevo eje triunfal N o r t e s u r ,
la plaza circular y los nuevos edificios en el centro de la ciudad, planimetría y vista de la maqueta.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 597-599. El Berlín de Speer: fotomontaje en perspectiva de la ordenación de conjunto, vista de la ma-
queta de la sede del Mando supremo del ejército, y fotomontaje en el que pueden apreciarse la gran cú-
pula en proyecto, la puerta de Brandeburgo y la Cancillería.
cos y de diseño urbano que la definen, como discurre hacia el norte de la nueva estación
a la organización de conjunto de la metrópoli meridional, junto a la cual desearía edificar
(residencias, industrias, sistemas de tráfico Hitler un inmenso arco triunfal de 120 me-
urbano), con excepción de la red ferroviaria, tros de altura con los nombres esculpidos
que continúa dentro del ámbito de competen- de los soldados alemanes caídos en la Gran
cias de los ferrocarriles estatales. Speer, para Guerra, 1.800.000. En el cruce con la Pots-
la reestructuración del sistema de transportes damerstrasse se abre una plaza circular de
de masa y para el trazado de las vías de circu- 210 metros de diámetro, flanqueada por
lación, cuenta con la colaboración del ur- edificios representativos capaces de acoger a
banista Leibbrandt . las organizaciones centrales del partido y
Speer adopta los criterios de axialidad y otras funciones directivas; junto a la plaza
de monumentalismo propios de la tradición se alza el gigantesco complejo del Mando
académica, definiendo un sistema interior de Supremo de las Fuerzas Armadas. Prosi-
dos ejes cardinales cruzados, que combina guiendo hacia el norte, el cardo corta al
después con un planteamiento radial-anular decumano de la Unter den Linden-Charlot-
de las zonas de expansión de la metrópoli tenburger Chaussee un poco más allá de la
(figuras 592-596). La directriz este-oeste del puerta de Brandeburgo, y termina hacia el
sistema monumental interior resulta del re- norte con un enorme pabellón destinado a
forzamiento y de la prolongación del tramo la celebración de los congresos del partido,
de la Unter den Linden, mientras que el eje de 400 metros de lado, frente a la plaza de
norte-sur, nuevo cardo de la planta urbana, las Asambleas: la sala del edificio debería
El período comprendido entre las dos guerras e n Alemania 26 1
alcanzar una capacidad suficiente para años 42 y 44 45. En cuanto a Berlín, la ciu-
150.000 personas y habría de estar coronada, dad sufrirá enormes daños en los últimos
según los diseños del propio Führer, por una meses de la guerra: el 20 por 100 de los
gigantesca cúpula de 250 metros de diáme- edificios de la capital quedan destruidos o
tro, capaz de contener varias veces dentro dañados de modo irreparable, otro 10
de sí a la misma basílica de San Pedro de por 100 de ellos se ven afectados grave-
Roma (figs. 597-599). Al norte del cauce mente (en los barrios céntricos la devasta-
del Spree, ensanchado y rectificado, se colo- ción total llega al 41 por 100). Al terminar
ca otro complejo monumental destinado a el conflicto, 75 millones de metros cúbicos
albergar el Regimiento de la Guardia, frente de escombros cubren la ciudad, y más del 32
a una amplia superficie de agua. Se proyecta por 100 de las viviendas han desaparecido
un sistema de instalaciones deportivas, el o resultan totalmente inhabitables. La po-
Reichssportfeld, debido al arquitecto Wer- blación, que era de 4.300.000 personas, que-
ner March, llamado a situarse en la directriz da reducida a 2.800.000. Más de un millón
este-oeste, al norte del Grünewald, englo- y medio de habitantes han muerto o han
bando las instalaciones ya existentes y el abandonado la capital 46.
Estadio olímpico; se sitúan otros edificios
a lo largo del lado inferior del Tiergarten. Por lo que respecta a la ciudad de Nurem-
De todo el megalómano proyecto de Hit- berg, elegida como sede oficial de las pe-
ler y Speer tan sólo pueden llegar a iniciarse riódicas concentraciones masivas del partido,
la rectificación del tramo del Spree que co- se decide la construcción de un complejo
rresponde al proyectado Gran Pabellón, la unitario de carácter monumental capaz de
expropiación de los terrenos destinados a las constituir el marco escenográfico adecuado
instalaciones ferroviarias, un tramo de la di- para los desfiles de las juventudes hitleria-
rectriz viaria que va desde la puerta de Bran- nas, para las evoluciones gimnásticas y mili-
deburgo a la Reichskanzlerplatz y una parte tares y para los encendidos discursos del
del sistema anular exterior (el quinto anillo Führer 47. La realización de este primer pro-
periférico, con un total de 128 kilómetros
de viales, comprendidos los enlaces con el 4"obre Albert Speer, cfr. F. Borsi: L'archi-
sistema de las autopistas alemanas). En el 38 tettura e il nazismo. Alber Speer: il Generalbauins-
tiene lugar, además, la construcción de las pektor del Terzo Reich, en «Controspazio», diciem-
bre de 1939.
nuevas edificaciones del modernizado aero- 4 V o b r e el urbanismo en Berlín y en las demás
puerto de Tempelhof 44 (figs. 58 1-582), y en ciudades alemanas bajo el Tercer Reich, véanse:
ese mismo año se procede al traslado de la L. Brett: The Architecture of Authority, en «Archi-
columna triunfal situada frente al Reichstag, tectural Review», mayo de 1939; L. Lenzi: AY-
chitettura del Terzo Reich, en «Architettura», agosto
que se coloca ahora dentro del Tiergarten, de 1939; y las dos obras de A. Speer: Neue deut-
en una nueva ambientación áulica. sche Baukunst, Berlín, 1943, y Au coeur du Troi-
En febrero del 42 las obras quedan prác- sieme Reich, París, 1971.
47 «Las manifestaciones de masas no solamente
ticamente interrumpidas, en el momento en
refuerzan al individuo, sino que lo cautivan y con-
que el Generalbauinspektor Albert Speer es vencen, contribuyendo a crear el espíritu de cuerpo.
nombrado ministro de Armamentos, cargo El hombre que, como primer representante de una
en el que dará una espléndida prueba de su nueva doctrina, se siente expuesto, en su empresa
capacidad y eficacia, consiguiendo triplicar y en su fábrica, a serias molestias e incompren-
siones, tiene necesidad de sentirse fortalecido por
la producción de material bélico entre los la convicción de ser miembro y adalid de una gran
comunidad. Y tan sólo una manifestación de masas
puede darle la impresión de la existencia de esta
Cfr. E. Costa: La ricostruzione dell'aeroporto comunidad.» A. Hitler: La mia battaglia, Milán,
di Tempelhoj, en «Architettura», abril de 1939. 1937, pág. 172.
262 Historia del urbanismo. Siglo X X
El período comprendido entre las dos guerras e n Alemania 263
Figs. 600-603 (en la página opuesta). Las obras de reordenación de Nuremberg: maqueta del complejo, una
vista del Zeppelinfeld, una parada militar ante el Führer en la Luitpoldarena, y un detalle decorativo de
estas últimas instalaciones.
Figs. 604-607 (en la página opuesta). Las obras de Munich: planimetría (1. Konigsplatz; 2. Casa del Füh-
rer; 4. Oficinas administrativas; 5. Templetes de entrada; 6. Casa Parda); vista de la maqueta a lo largo de
la Arcisstrasse; vista de uno de los templetes dedicados a los caídos de la Revolución, y vista de los templetes
levantados a lo largo de la Arcisstrasse.
-- . - -. i
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P -pr,llf.-p2-.*'"'"2p2
Figs. 608-612 (sobre estas lineas). Planimetría y vista de la maqueta de la nueva ordenación del centro de
Dresde, según proyecto del arquitecto Wilhelm Kreis; la intervención sobre el centro de Weimar, planimetría
general y detalle de la plaza Adolf Hitler; proyecto para el concurso de trazado de la nueva Adolf Hitler Platz
sobre un nuevo eje, entre Elbefeld y Barmen.
Historia del urbanismo. Siglo X X
ducto a gran escala de las concepciones urba- oriental mediante la demolición de los edi-
nísticas del nacionalsocialismo es también la ficios existentes y la construcción de dos
primera obra de conjunto del joven arqui- bloques rígidos, en correspondencia con la
tecto Albert Speer, muy apreciado por Goeb- Gliptoteca y la Galería de Arte, destinados
bels como escenógrafo de las ceremonias a la Casa del Führer y a las oficinas adminis-
del partido y por ello recomendado ahora a trativas del NSDAP. Frente a los Propileos
Hitler. El proyecto se articula en torno a un de Klenze se construyen dos templetes si-
gran paseo de desfiles y paradas de dos ki- métricos que marcan la entrada desde la Ka-
lómetros de longitud y de 60 metros de rdinenplatz y desde el centro de la ciudad
anchura, que enlaza los diversos equipzmien- (figuras 604-607).
tos necesarios (figs. 600-603): el Campo de En Dresde se proyecta una reordenación
Marte, para los desfiles de la Wermacht, el debida al arquitecto Wilhelm Kreis: se trata
campo Zeppelin y la Luitpoldarena para las de una plaza de grandes proporciones (Adolf-
reuniones de masas al aire libre, el palacio Hitler-Platz) unida a la Rathaus Platz por
de Congresos, con un salón principal capaz un eje de un kilómetro de longitud que ter-
para 50.000 personas, y el Estadio Germá- mina sobre el fondo de la Torre de la Ju-
nico, que conforme a las indicaciones del ventud del Reich. La plaza aparece circun-
Führer debería tener capacidad para 400.000 dada por tres de sus lados por edificios de
espectadores (con unos terrenos de juegos arquitectura uniforme, destinados a las acti-
con dimensiones del orden de 380 por 150 vidades y reuniones de las organizaciones
metros). De todo el complejo proyectado, el del partido nazi (figs. 608-609).
palacio de Congresos tan sólo se ha iniciado También se celebran concursos y se ela-
cuando estalla la guerra, mientras que en boran proyectos para las ciudades menores
el 38 se habían acabado ya la Luitpoldarena (como puede ser el concurso para la ordena-
y el Zeppelinfeld, con capacidad para más ción del complejo Elbefeld-Barmen-Wüpper-
de 1O0 .O00 espectadores, con un planeamien- tal; fig. 612). La ex capital, Weimar, tani-
to escenográfico de las tribunas, delimitadas poco puede escapar, naturalmente, a un pro-
por el inmenso pórtico horizontal interrum- yecto de reestructuración del centro destina-
pido en el centro por el podio del dictador, do a imprimirle un «semblante» nazi 48, ela-
con el contrapunto de los grandes mástiles borado por el arquitecto Hermann Giesler,
verticales que sostienen los estandartes con que reagrupa en torno a la prevista Hit-
la svástica germánica. Los peculiares efectos lerplatz los nuevos edificios de la Casa del
teatrales obtenidos mediante el empleo de pueblo, de las sedes del Arbeitsfront y del
elementos clasistizantes, simplificados por partido, y el palacio del gobierno local (figu-
una estilización rigorista, tendrán también ras 610-611).
otras aplicaciones en las sucesivas obras del
régimen.
48 «[.. .] razones higiénicas, de tráfico y políticas
imponían la necesidad de dar al turista la sensación
En Munich, la Konigsplatz de von Klenze clara de que había ocurrido algo nuevo, grandioso
se termina bajo el Reich por el arquitecto y heroico.» L. Lenzi: Architettura del Terzo Reich,
Troost, que procede a la ordenación del lado citada.
Capítulo IV
El período comprendido
entre las dos guerras
en la Unión Soviética
El inicio de los primeros estudios sobre división territorial del trabajo, el método
la planificación del desarrollo económico se seguido por el GOSPLAN sirve para definir
remonta a los años del comunismo de gue- los límites de las regiopes económicas (12 en
rra, con los cometidos de coordinación de la Rusia europea y 9 en la Rusia asiática)
la economía atribuidos al Consejo del tra- y para identificar en el interior de cada una
bajo y la defensa (STO), y con la supervi- de ellas las localizaciones potencialmente pre-
sión y el control de los precios encomen- ferenciales y el conjunto de las redes de
dados al Consejo superior de Economía Na- servicio; en este cuadro general, ya a co-
cional (VSNKH, al que se adscriben consejos mienzos de !os años veinte, se ponen en
económicos regionales, los SNKH). En 1920 marcha los programas específicos encainina-
se crea una Comisión estatal para la electri- dos a la explotación de los yacimientos de
ficación (GOELRO), con la misión de pro- hierro de los Urales (que llevarán a la cons-
ceder a la individualización y censo de las trucción de Magnitogorsk) y del Kuzbáss.
fuentes de energía eléctrica, al estudio de Al GOSPLAN se encomienda una reforma
una red de distribución y a la construcción de los órganos, de los niveles y de las com-
de centrales de producción. El plan de esta petencias territoriales, desde la provincia al
Comisión, que dará lugar en diez años a la distrito rural, que responde a la importante
construcción de una treintena de centrales función de asegurar, a través de la nivela-
eléctricas, pone sobre el tapete, sin embargo, ción administrativa, un grado homogéneo de
la exigencia de disponer de análisis terri- control político (y, en efecto, las prerroga-
toriales precisos y de objetivos generales de tivas decisorias locales quedarán después va-
planificación, a estudiar en al marco de polí- cías de contenido real, como consecuencia
ticas regionales; utilizándose en gran parte del establecimiento de una dirección econó-
conocimientos y evaluaciones ya disponibles, mica fuertemente centralizada).
se identifican dos líneas básicas de comuni- En diciembre del 27, en el mismo XV Con-
cación y de desarrollo para el inmenso terri- greso del partido que sanciona la expulsión
torio de la URSS, concretadas en las direc- de Trotski y de 75 miembros de la opo-
trices que se articulan sobre los trazados sición, se anuncia oficialmente la elaboración
ferroviarios Donbáss - Moscú - Leningrado y de un plan económico quinquenal. En esta
Kuzbáss-Urales-Moscú ( figs. 6 13-614). fecha se encuentran ya en marcha los estu-
Tras un año de actividad, el GOELRO dios paralelos y concurrentes del VSNKH
se fusiona con la Comisión estatal de plani- para la confección de un programa especí-
ficación (GOSPLAN) constituida en 1921, fico para el sector sidero-metalúrgico, y del
a la que se asigna la tarea de conseguir una GOSPLAN para la elaboración de un plan
reorganización planificada de la economía; económico general, estudios que reflejan las
en los cuadros del GOSPLAN, integrados respectivas y distintas orientaciones de am-
inicialmente por unas cuarenta personas (nú- bos institutos, formado el primero por jóve-
mero que en el 23 se eleva ya a cerca de nes economistas «bolcheviques» y el segun-
300 miembros), actúan economistas, inge- do, en gran parte, por técnicos de extracción
nieros, especialistas en estadística y técnicos burguesa. La óptica adoptada por el GOS-
de los diversos sectores. A partir de los PLAN, que se apoya en los datos estadís-
primeros estudios verificados por el GOS- ticos de los primeros años de estudio, de
PLAN surge ya el problema de la individua- los que en el 25 se ha publicado ya un
lización de las regiones económicas del país primer balance general, deja entrever una
con vistas a la mejor utilización de los extra- sustancial desconfianza en la posibilidad de
ordinarios recursos existentes (fig. 6 15): ha- con tras tar las leyes económicas tradicionales,
ciendo hincapié en los criterios de integra- y tampoco consigue superar la visión de una
ción productiva, de autosuficiencia y de economía predominantemente campesina, con-
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 613-615. Plan de electrificación de la zona de Moscú (1920); el sistema de producción y distribución
de energía eléctrica en la Rusia europea, en los años cuarenta; la distribución en regiones
- económicas del te-
rritorio de la Unión Soviética en los años 1926 y 1946.
El período comprendido entre las dos guerras e n la Unión Soviética 269
siderando incluso precario y de escasa in- pias del período de la NEP y, en particular,
fluencia el desarrollo industrial conseguido para el debate orquestado por los grupos de
con la NEP; el VSNKH, en cambio, apunta vanguardia. El régimen staliniano apunta a
hacia una rápida industrialización, invirtien- una conducción unificada, dirigista, de la
do las relaciones existentes entre producción vida nacional, que no prevé tercera vía algu-
agrícola y manufacturera. Ante las perento- na entre consenso total y autoexclusión del
rias proyecciones del VSNKH, consideradas sistema l .
con gran favor por el establishment del par- Objetivo declarado del plan es el distri-
tido, el GOSPLAN revisa y actualiza sus buir el crecimiento económico y social por
estudios, presentando dos hipótesis diversas todo el país, favoreciendo un mayor equili-
para el programa de industrialización inclui- brio entre las diversas regiones y unas me-
do en el plan quinquenal, una mínima, ba- jores condiciones de vida; pero el problema
sada en previsiones más cautas de la evo- de la elección entre inversiones para bienes
lución económica, y la otra máxima, realizable de producción o para bienes de consumo se
en una coyuntura excepcionalmente favo- ha resuelto ya en favor de la primera posi-
rable. bilidad. El plan quinquenal organiza la eco-
La adopción por parte del Soviet Supre- nomía industrial en dos sectores: el grupo
mo de la más comprometida de las dos correspondiente a la industria pesada, mi-
variantes -adaptada, además, a los datos nera, siderúrgica y metalúrgica, al que se
elaborados por el VSNKH- se explica por destinan los 314 de las inversiones totales
la preponderancia de las razones políticas (aunque algunos autores estiman que esta
sobre las económicas. El despegue forzado proporción asciende al 82 por 100), y el
de la industria pesada (opción asumida, en grupo de la industria ligera, al que va el res-
realidad, según las indicaciones de la iz- to de los capitales disponibles. La prioridad
quierda radical) y la colectivización de los concedida a la realización de las grandes
campos no solamente constituyen un relan- instalaciones productivas lleva a definir la
zamiento de la producción, sino que supo- política de los kombinat, centros integrados
nen también la supresión de la economía
campesina de la NEP y la activación de una Son muy numerosas las obras disponibles, in-
relación distinta entre la clase obrera y el cluso en lengua italiana, sobre las vicisitudes eco-
Estado. El evolucionismo de los marginalis- nómicas y políticas de la Rusia soviética. Podemos
tas «mencheviques» del GOSPLAN y las citar: C. Bettelheim: L'économie soviétique, París,
1950; A. Baykov: Lo sviluppo del sistema econd-
mismas interpretaciones de Preobrazhenski mico soviitico, Turín, 1952; M. Dobb: Storia dell'
se ven superados por el apriorismo de las economía sovi?tica, Roma, 1957; S . N. Prokopovic:
decisiones políticas y por las intervenciones Storia econbmica dell'Urss, Bari, 1957; varios auto-
de ruptura operadas en todos los sectores de res: La rivoluzione permanente e il socialismo in
un solo paese, Roma, 1963; E. H. Carr: Storia
la economía. Esta racionalidad política, an- della Russia Souiitica, Turín, 1964; C. Bobrowski:
tes que económica, de las decisiones hace La formazione del sistema econbmico sovietico,
que la adopción del primer plan quinquenal Milán, 1965; R. W. Campbell: Soviet Economic
de 1928-33 constituya un punto de referen- Power: Its Organizatiola, Growth and Challenge,
cia que no puede subestimarse a la hora de Londres, 1967; N . Bucharin y E. Preobrazenskij:
L'accumulazione socialista, Roma, 1969; A. Ehrlich:
interpretar, desde este momento en adelante, Il dibattito sovi2tico sull'industrializzazione. Bari,
algunos aspectos centrales de la vida interna 1969; R. Di Leo: Operai e sistema sovietico, Bari
de la URSS. Con la decadencia gradual del 1970; A. Nove: Storia econbmica dell'Unione Sovi&
sistema de mercado en relación con la eje- tica, Turín, 1970; E. Preobrazenskij: Della NEP al
socialismo, Milán, 1970; N. Spulber (ed.): La stra-
cución de los objetivos del plan, se restringe tegia sovi&ica per lo suiluppo economico, Turín,
y desaparece el margen disponible para las 1970; R. W. Davies: Le origini della pianificazione
formas de dialéctica política y cultural pro- souittica, Turín, 1972.
270 Historia del urbanismo. Siglo X X
m m w m m w m
Figs. 616 y 617. La red ferroviaria al este de Moscú en 1920 y en los años cincuenta.
Orsk) y de la Rusia septentrional (Konosha- Las orientaciones del primer plan quin-
Kotlas-Vorkuta); solamente algunos tramos quenal se ven también confirmadas, en parte,
de nueva construcción, como las líneas que por el segundo, destinado a cubrir el perío-
van del Turkestán a la Siberia occidental, la do 1933-37, que se propone sin embargo
Tatarsk-Pavlodar y la Kazán-Sverdlovsk, sir- objetivos más contenidos y que asigna una
ven preferentemente al mercado agrícola proporción mayor de inversiones a la pro-
(figs. 616-617). ducción de bienes de consumo (por ejemplo,
Algunos datos de conjunto nos ofrecen el la inversión en el sector de la vivienda se
cuadro general de los resultados conseguidos triplica respecto de la correspondiente al
en el 33. La producción de energía eléctrica período 1929-33, si bien los programas de
se duplica, se ponen en marcha nuevas ex- construcción se refieren muy particularn~ente
plotaciones mineras, nuevas instalaciones pe- a los asentamientos de nueva formación).
trolíferas y nuevos altos hornos, en propor- Todo ello, por lo demás, no altera sustan-
ción del 25 por 100 de los ya existentes; la cialmente las condiciones de financiación de
producción de la industria básica supera la acumulación de capital, fundada en los
los objetivos fijados, aunque los suministros salarios reales, en la contención drástica de
de carbón, de acero y de hierro colado que- los consumos y en la política de precios con-
dan por debajo de las previsiones. En cam- trolados.
bio, desciende peligrosamente la producción La situación internacional, en la que se
agrícola, hasta dar lugar a una grave escasez perfila ya la agresividad del nazismo hitle-
entre el 32 y el 34, disminuyen los consu- riano, induce a modificar el cuadro general
mos y se reducen los niveles de vida, incluso de la planificación, desplazando una parte de
por lo que se refiere a las disponibilidades las inversiones hacia la producción de arma-
de vivienda '. En conjunto, si bien una serie mentos y hacia la industria química y mecá-
de circunstancias que derivan de las difíciles nica. Las preocupaciones militares y de de-
condiciones de la economía mundial entran fensa se hacen aún más acuciantes en el 38,
en juego para modificar el cuadro de las el año en que debería iniciarse el tercer plan
previsiones -no se verifica la hipótesis de quinquenal: se revisan ahora los objetivos
obtención de elevados créditos de los países generales, a la búsqueda de un mayor nivel
desarrollados, y desciende la demanda exte- de autosuficiencia regional. Conforme a esta
rior de los productos alimen tarios sovié ti- óptima, se corrige la delimitación adminis-
cos-, puede decirse que el país da pruebas trativa de las grandes regiones, en función
de una gran capacidad organizativa y pro- de un equilibrio de los recursos básicos, y se
ductiva, precisamente en los años en que trata de frenar el crecimiento demográfico
los países occidentales se ven duraniente de las ciudades mayores (Moscú, Leningra-
afectados por la depresión 3 . do, Kíev, Járkov, Rostov, Gorlti, Sverd-
lovsk) y de forzar el desarrollo de las regiones
«Dado el sistema de balances empleado, ni tan orientales extremas, que se encuentran fuera
siquiera se planteó la hiphtesis de sacrificar una del radio de acción de las fuerzas aéreas de
mina o una fábrica para construir barrios obreros, los potenciales invasores. La guerra, de he-
o para potenciar la industria textil, por lo cual a
partir de 1930, y hasta los años sesenta, el nivel
de vida y de consumo de la fuerza de trabajo de Geografia econhmica delllUnione Soviitica, Turín,
la segunda potencia industrial del mundo se ha 1960; y los ensayos breves de E. Thiel: T h e Power
quedado en los porcentajes propios de los países Industry in the Soviet Union, en «Economic Geogra-
subdesarrollados.» R. Di Leo: Dalla NEP al Piano, phy», abril de 1951; D. B. Shimkin: Economic
en la obra colectiva Socialismo, cittd, architettura, Regionalisation in the Soviet Union, en «Geogra-
URSS, 1917-37, cit. pág. 31. phical Review», octubre de 1952; T. Shabad: Soviet
Sobre este tema, cfr. H. Chambre: L'aménage- Economic Regionalisation, en «Geographical Re-
ment du territoire en URSS, París, 1959; P. George: view», abril de 1953.
272 Historia del urbanismo. Siglo X X
cho, dará lugar a la aceleración del impulso ran que el arte de vanguardia es la auténtica
de industrialización orientado hacia el Este, expresión del bolchevismo. Anatoli Luna-
con el alejamiento de las f:ibricas de los charsky, primer comisario para la cultura,
centros más próximos a la frontera europea fomenta la labor de ruptura de los artistas
(más de 1.300 establecimiento industriales, modernos y de los futuristas, confiándoles
comprendidas las importantes industrias elec- puestos directivos en las escuelas estatales
trónicas de Leningrado, se trasladan hacia y en la universidad: Maliévich es nombrado
los Urales, el Turkestán, la región del Volga profesor de la Academia de bellas artes de
y la Siberia occidental). Moscú y luego de la de Vítebsk, donde tam-
bién enseña Marc Chagall, que seguidamente
pasa a ocupar la cátedra de pintura de la
2. El debate y las investigaciones sobre la Escuela de artes aplicadas de Moscú, y en
arquitectura y el urbanismo el 24 se convierte en director del Instituto
para el estudio de la cultura artística de
a) LA P R O D U C C I ~ N ARTÍSTICA
Y LA FORMA- Leningrado; Kandinsky es profesor en Mos-
CIÓN DE LOS GRUPOS DE LA VANGUARDIA cú, funda la Academia de ciencias artísticas
REVOLUCIONARIA y se ocupa de la organización de los museos;
muchos otros artistas ocupan también pues-
La Revolución de Octubre, con la realidad tos oficiales.
de sus profundas mutaciones políticas y so- Las corrientes que se identifican en el
ciales, y con la perspectiva-de la edificación rechazo del arte tradicional -por formación
del socialismo, parece abrir a los artistas, ideológica y por un fácil tránsito psicoló-
a los arquitectos y, en general, a los expo- gico favorecido por las resistencias ofrecidas
nentes de la cultura, una amplia esfera de por los conservadores- llegan a madurar la
acción, destinándoles, incluso antes que a convicción de que les corresponde un papel
la realización de tareas concretas, a desem- histórico propio dentro de la compleja rea-
peñar un papel general preciso en el seno lidad revolucionaria de los días del comu-
de la sociedad soviética. Tanto los academi- nismo de guerra: un servicio a la revolución
cistas como los protagonistas de la vanguar- que aparece dominado por la urgencia de
dia prebélica se ven forzados ahora a recon- objetivar en la colectividad las esperanzas y
siderar las posiciones mantenidas con ante- los entusiasmos del hombre nuevo, nacidas
rioridad a la revolución, los primeros con en el seno de los pequeños grupos de van-
los encargos recibidos de la aristocracia y del guardia, con la representación simbólica de
poder zarista, los segundos con su militancia los contenidos de la revolución, con la pro-
en los grupos radicales de incitación y de ducción de espacios y objetos, con la arqui-
renovación intelectual, desarrollada en con- tectura, con la construcción de la ciudad.
tacto con los movimientos europeos (pue- En un primer momento, que corresponde
den recordarse aquí la participación de Kan- a los años del comunismo de guerra, dentro
dinsky en la exposición del Blaue Reiter de las acuciantes limitaciones impuestas por
celebrada en Alemania en diciembre de 1911, una situación económica muy precaria, la
el encuentro de Tatlin con Picasso en el 13 producción artística no puede hacer más que
y el viaje de Marinetti a Moscú y San Pe- limitarse a una función propagandística, cele-
tersburgo en el 14). brativa y pedagógica, que, por lo demás,
Desde los primeros meses de 1918, Ma- responde puntualmente a las primeras indi-
liévich, Kandinsky, Tatlin y Maiakovski, en caciones proporcionadas por el mismo Lenin.
su calidad de miembros de la sección de Entre el 18 y el 20 la actividad de los artis-
artes figurativas del Norkompros (el Comi- tas se orienta hacia el manifiesto mural, la
sariado del pueblo para la educación), decla- decoración urbana (en Vítebsk, Chagall de-
Historia del u~banismo.Siglo X X
Figs. 619-624. Embarcación y tren de propaganda; cabalgata en favor de la producción en Petrogrado y mon-
taje escenográfico en la plaza del Palacio de Invierno para la celebración del primer aniversario de la Revo-
lución; El Lissitzky, cartelón de propaganda ante una fábrica de Vítebsk (1919); L. Popova y A. Vesnin,
Propaganda aérea (1920).
El período comprendido entre las dos guerras en la Unión Soviética 275
Figs. 625-627 (en la página opuesta). V. Tatlin, proyecto de monumento a la 111 Internacional, 1919; El
Lissitzk~,proyecto para una tribuna (1920); A. Vesnin, escenografía para El hombre que fue jueves (1923).
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 628-632. Proyecto para un mercado central en Moscú, tesis fin de carrera de los estudiantes del Vju-
temas Barshch y Siniavski (1926); proyecto fin de carrera de 1. Krassilikov, Sede central de los sindicatos;
investigaciones plásticas desarrolladas en la Escuela de arte de Leningrado; Palacio del Trabajo, proyecto fin
de carrera en el Vjutemas de V. Teplitzki; M. Barshch y Siniavski, el Planetarium de Moscú (1928).
El período comprendido entre las dos guerras e n la Unidn Soviética 279
rico y vendrá a cancelar las hipótesis opera- pasa al estudio y proyecto de los objetos, en
tivas de las vanguardias en el campo de la la perspectiva de una síntesis entre arte e
arquitectura y del urbanismo. industria.
En la sección de arquitectura del Vjute-
Precisamente en este campo, la vivacidad mas desempeñan una labor docente algunos
del debate cultural -que se inicia y precisa de los protagonistas más caracterizados del
a partir del 23- viene testimoniada por la debate planteado en torno a la arquitectura
presencia de grupos, escuelas, asociaciones e en los años veinte: M. Ginzburg, A. Vesnin,
instituciones que se muestran muy activas N. Ladovsky, K. Mélnikov; pero el sector
en las ciudades más importantes, así como más vivaz de la Escuela es, quizá, la sección
por las propuestas teóricas elaboradas y por de estética industrial, que funciona bajo la
el volumen y la calidad de los resultados dirección del pintor constructivista Ródchen-
obtenidos en el terreno de los proyectos. ko y con la colaboración de El Lissitzky y
Moscú es el epicentro de la producción de Tatlin. En el 25 tiene lugar una primera
cultural. En Moscú subsiste la MAO, la exposición de las obras de los alumnos de
Asociación de los arquitectos moscovitas, la sección «metales y madera» (Metkaf) y
fundada en el siglo XIX y en cuyo seno per- de la sección «interiores y mobiliario» (Dev-
duran tendencias contradictorias (durante al- met), dirigida por El Lissitzky, en la que se
gún tiempo, junto a los academicistas y tra- dejan sentir las influencias holandesas y ale-
dicionalistas, forman parte de ella incluso manas absorbidas por el maestro. No obs-
arquitectos radicales, como Ginzburg), mien- tante, tan sólo en el 27 se mantendrán con-
tras que las tendencias más avanzadas en- tactos directos entre la Bauhaus y el Vjute-
cuentran expresión en el Vjutemas, la Es- mas (que a partir de ese año se denomina
cuela de artes y oficios de Moscú, creada Vjutein); en el 29 será Hannes Meyer quien
por el Estado en 1920 unificando la vieja proponga un intercambio de estudiantes, aun-
escuela de arquitectura y las primeras es- que esta iniciativa no tendrá éxito como
cuelas surgidas de la revolución. consecuencia de su destitución; en el 31 se
Centro de formación de los jóvenes arqui- celebrará en Moscú una exposición de la Es-
tectos soviéticos y, al propio tiempo, pales- cuela de Dessau, cuando ya es inminente su
tra donde se dilucidan algunas de las contro- desaparición '. La producción del Vjutemas
versias más acaloradas entre formalistas y y de los demás Institutos soviéticos de ar-
productivistas, el Vjutemas, por su génesis, quitectura juega un papel importante en la
por sus premisas teóricas y por la organiza- renovación del gusto y de la misma práctica
ción de sus enseñanzas, presenta algunos de la arquitectura; y algunos de los jóvenes
puntos de contacto con la Bauhaus. Su fina- arquitectos graduados en estos centros de
lidad institucional, la enseñanza de una pre- enseñanza también tienen ocasión de reali-
paración artística para al industria, se des- zar, incluso antes del 30, obras realmente
pliega a través de un plan de estudios de significativas (figs. 628-632).
cuatro años (luego de cinco, a partir de La primera agrupación de arquitectos pro-
1926), con un primer año concebido como gresistas que surge en la posguerra es la
curso preparatorio, tras el cual debe optarse ASNOVA (Asociación de los nuevos arqui-
por una de las especializaciones (arquitectu- tectos), fundada el año 23 bajo la dirección
ra, estética industrial, artes gráficas, tejedu- . de Ladovsky y de la que forman parte tam-
ría, cerámica, pintura, escultura). El primer bién Mélnikov y El Lissitzky. Diversiticada
curso sirve para orientar a los estudiantes
en el conocimiento de los materiales, me- = Cfr. S. Bojko: 11 Vchutemas, originalita e con-
diante elementales ejercitaciones compositi- nessioni di un'esverienza didattica in URSS, en
vas, mientras que en los cursos ulteriores se «Controspazio~,abril-mayo de 1970.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 638-643. J. Gólosov, Círculo de los trabajadores municipales de Moscú (1928); K. S. Mélnikov, club
de los tranviarios de Moscú (1929), y club Kautchuk, de Moscú (1927); J. Lanzov, proyecto de club de ba-
rrio; 0. Stapran, A. Subin y A. Drnitrev, planta y vista del proyecto de un club obrero en Moscú.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 644-651 (en la página opuesta). Las investigaciones del Stroikom sobre la residencia: las células tipo
A, B, E y F ; K. A. Ivanov, F. A. Terejin y P. 1. Smolin, plantas y sección transversal tipo de una casa-comu-
na proyectada para su construcción en Leningrado (1928); A. Fufaev, planta y vista de la casa colectiva de
la cooperativa Dukstroi, en Moscú (1927).
El período comprendido entre las dos guerras en la Unión Soviética 285
J-U
Historia del urbanismo. Siglo X X
recorrido único de servicio cada dos o cada todo, del tiempo liberado para el desarrollo
tres plantas, respectivamente, aseguran ma- de actividades de ocio, colectivas e indivi-
yores márgenes de economía; la célula tipo F, duales. Algunos proyectos (hermanos Ves-
en fin, utiliza un solo recorrido de servicio nin, Gólosov y otros) son el reflejo de mo-
para tres plantas, con altura neta de sólo delos habitativos que dan por totalmente
2,25 metros para los corredores, los locales superada la concepción familiar tradicional,
de servicio y una de las alcobas, aprove- con la colectivización de casi todas las fun-
chando de este modo tres niveles respecto ciones domésticas, hasta llegar al estadio
a los dos de los locales de estar y consi- «supercolectivista» de Kuzmin, con células
guiendo así los máximos coeficientes de eco- individuales de pocos metros cuadrados de
nomía. A las aportaciones del Stroikom han extensión para adultos, y dormitorios colec-
de añadirse las propuestas formuladas por tivos para los niños.
quienes participan en los concursos de la OSA ' Una expresión de estas orientaciones ideo-
y los resultados de otras investigaciones aná- lógicas es la construcción en 1928-29 del
logas desarrolladas en el ámbito universi- complejo del Narkomfin en el paseo Novin-
tario. sky de Moscú, proyectado por Ginzburg y
A partir de estas primeras indicaciones, Milinis, que puede albergar 195 familias,
los miembros de la OSA elaboran el principio con un total de más de mil residentes (figu-
de la vivienda colectivista, la «casa-comuna» ras 652-657). En el bloque alargado, que
[ dom-Komuna 1, basándose quizá en ideas emplea pies derechos exentos en la planta
ya latentes en parte en las primeras investi- baja, fachada libre y huecos al exterior en
gaciones de Le Corbusier (immeubles-villas, franjas corridas, las células habitativas ser-
del 22), con calles interiores o recorridos en vidas por un corredor continuo aparecen
galería al servicio de varias plantas, y equi- dotadas todavía de cocina individual, pero
pamientos colectivos englobados en el inte- de modo que las viviendas puedan ser fácil-
rior del edificio, a la búsqueda de un nuevo mente transformadas si el caso lo requiere
equilibrio entre las superficies reducidas al (el edificio se presenta como forma de tran-
mínimo de las células familiares y la amplia sición entre los hábitos sociales heredados
dotación de servicios generales, que favore- del pasado y la comuna residencial perfecta);
cen los intercambios sociales y la liberación los servicios comunes (cocina y restaurante
de la mujer respecto de sus obligaciones de planta) se llevan a los extremos del blo-
domésticas (figs. 648-649). Entre los teóri- que, mientras que en un cuerpo separado,
cos del nuevo modo de vida familiar, Larin accesible mediante una comunicación cubier-
subraya la idea de una mayor eficacia pro- ta desde la primera planta, se concentran los
ductiva: colectivizando los servicios, elimi- locales colectivos para los servicios más es-
nando parte del trabajo doméstico, pueden pecializados (gimnasio, guardería, biblio-
liberarse tiempos y energías individuales sus- teca).
ceptibles de aplicarse a la producción; otros
piensan en la casa-comuna en función, sobre El prevalente interés de las investigacio-
nes y realizaciones en este campo por los
* Como es sabido, estas tentativas están relacio- elementos del alojamiento y por su composi-
nadas con las nuevas investigaciones y el debate
referente a la libertad sexual, la familia y el matri- ción en unidades de habitación colectivas
monio, que tienen lugar en los primeros años post- (figs. 650-651 y 658-659) deja, en cambio,
revolucionarios, por parte de estudiosos como el inexplorada la consecuente valoración de los
jurista Hoichbarg y la política soviética Alexandra resultados al nivel de la organización urbana
Kollontái. Cfr. W. Reich: La rivoluzione sessuale,
Milán, 1963; y J. Stora-Sander (ed.): Alexandra
(y, de hecho, las comunas residenciales se
Kollontai. Marxisme et réuoltrtion sexuelle, París, proponen indiferentemente incluso en el seno
1973. de ordenaciones urbanísticas totalmente tsa-
El período comprendido entre las d o s guerras e n la Unión Soviética
Figs. 658-661. 1. Nikoláiev, la casa-comuna para los estudiantes del Instituto textil de Moscú (1929); K.
Alabian, maqueta de casa-comuna para Eriván, Armenia; M. Barshch y V. Vladimirov, proyecto de casa-comu-
na para la sección del Stroikom (Moscú, 1928), planta y axonometría.
dicionales). Una excepción notable está cons- La línea de investigación sobre mínimos
tituida por el proyecto de casa-comuna ela- de habitación y sobre la casa-comuna como
borado por M. O. Barshch y V. Vladimirov elemento de organización de la sociedad so-
para las oficinas de Stroikom (figs. 660-661). cialista -que en muchos aspectos ha llevado
Calculado para 1.680 residentes, con células a los arquitectos soviéticos a una posición
individuales reducidas a nueve metros cuadra- más avanzada respecto a cuanto se va elabo-
dos, pero compensadas por una amplia dota- rando contemporáneamente en los países cen-
ción de locales comunitarios y espacios exte- troeuropeos- se agota súbitamente alrede-
riores equipados, este proyecto se presenta dor de 1930, ya sea como consecuencia de
tipológica y formalmente como un módulo un replanteamiento interno del propio grupo
componible que deja entrever posibilidades de de la OSA, o bien como resultado de la
una rica articulación a nivel urbano (obsér- intervención en el tema de la dirección del
vese, en particular, cómo la supermanzana, partido comunista. El primer número del
casi cuadrada, es atravesada por una vialidad año 1930 de la revista de la OSA sale a la
continua que pasa por debajo del bloque calle conteniendo una violenta crítica contra
más alto). la casa-comuna, definida como «casa de ve-
El período comprendido entre las dos guerras en la Unión Soviética
Figs. 662-667. K. Mélnikov, proyecto presentado al concurso para la barriada de la calle Serpujóvskaia de
Moscú (1922-23); El Lissitzky, proyecto de rascacielos (1923-26), ubicación en Moscú a lo largo del anillo
de los boulevards interiores, y ambientación en la puerta Nikítskaia; N. Ladovsky, proyecto para el núcleo de
Kostino (1929); V. Lavrov, proyecto de ciudad socialista (1928).
El período comprendido entre las dos guerras en la Unión Soviética 29 1
Figs. 668-671. Las propuestas de los «disurbanistas»: M. Barshch y M. Ginzburg, el plan de reconstrucción
«Moscú-ciudad verde» (1930), esquema territorial general, parte del sistema viario y del sistema de aloja-
mientos individuales, detalle del acoplamiento entre sistema de viales y residencias, elementos residenciales.
Figs. 672 y 673. Esquema general de los servicios de un sector de la ciudad lineal según las tesis de los
«disurbanistas», y sector típico de un tramo de territorio.
Historia del urbanismo. Siglo X X
temas, en las que se transparenta la voluntad sobre la distancia») ". En las diferencias que
de quemar etapas en ].a investigación, recu- se manifiestan en el interior del grupo, algu-
perando el terreno perdido y asimilando en nos de los constructivistas, como Sabsóvich
parte los presupuestos de que parten las y Vesnin (los «urbanists\s»), piensan en par-
investigaciones centroeuropeas, para orien- tir de una desagregación de las ciudades exis-
tarlos seguidamente en función de las exi- tentes sobre la base de los elementos funda-
gencias de un modelo de «ciudad socialista». mentales del sistema de vida colectivizada (la
La toma de conciencia de una casuística con-
creta en las pruebas de laboratorio desarro- l1 Afirma Sabsóvich: «Debemos dejar de proyec-
lladas sobre los elementos constitutivos de tar grandes ampliaciones de las ciudades existen-
tes [...]. Debemos elaborar inmediatamente planes
la ciudad no cambia la cualidad de los re- que no se refieran a la futura expansión, sino a la
sultados obtenidos, que apuntan hacia una descentralización de nuestras ciudades. Ciertamente,
dinámica contraposición planimétrica y volu- todos estos problemas son difíciles. La economía
métrica de formas, funciones y tipos edifica- del pasado nos arrastra por el camino de la locali-
zación de los establecimientos industriales y del
tivos concebidos para provocar la implicación desarrollo urbano seguido por el capitalismo. Este
del usuario, para identificarlo con el empeño camino, para quien no mira más allá de sus narices,
de edificación de la nueva sociedad (figs. 666- parece el más idóneo y el más económico [ ...] , pero
667). lo que desde el punto de vista de la economía pri-
No obstante, la dirección más innovadora vada parece ser más conveniente, en un último
análisis, desde el punto de vista de la economía
y radical del urbanismo soviético de los años colectivizada, resulta ser lo menos conveniente. Todo
situados en torno a 1930 hay que referirla a proceso de desarrollo tiene su propia lógica impla-
los grupos constructivistas-productivistas de cable, y por ende, también la tiene el desarrollo de
la OSA, cuyo campo de intereses se aparta las ciudades conforme a la concepción capitalista,
desarrollo que hasta hoy hemos seguido también
súbitamente de la investigación sobre el nuevo nosotros y que incluso nos empuja en esa dirección
«modo de vida» a través de la vivienda, para para el futuro. Debemos rechazar este criterio, des-
orientarse hacia la definición de estructuras truir las ligaduras que nos atan a él y contraponerle
territoriales adecuadas a los principios de la la edificación planificada de los nuevos centros
sociedad socialista: un sector en el que son urbanos de tipo socialista C...]. El esquema de
descentralización de la gran ciudad contemporánea
bien explícitas las indicaciones críticas y las puede considerarse en términos de gradual organi-
propuestas contenidas en una parte de los zación en torno a ella -conforme a un plan prees-
textos clásicos del marxismo. En el mismo tablecido y sobre un territorio de 30-50 kilómetros
número de la revista de la OSA en que apa- de radio- de nuevos centros habitados de concep-
ción socialista, en los que deben construirse tam-
recen las críticas a la casa-comuna se enuncian bién nuevas plantas industriales, que hoy aparecen
también los principios fundamentales de la ligadas de una u otra forma a las grandes ciudades
nueva ciudad socialista; tomando al pie de existentes. Estos centros socialistas deben ser tam-
la letra las tesis engelsianas del Anti-Dühring, bién el centro organizativo de grandes estableci-
mientos agrícolas, creados mediante la colectivi-
en las que se pronostica -con la eliminación zación de las explotaciones campesinas circundantes,
del modo de producción capitalista- el fin y deben constituir, en fin, el lugar de trabajo para
inevitable de la oposición entre ciudad y cam- los obreros de esos grandes establecimientos agríco-
po, se rechaza la concentración tradicional de las. Estos nuevos asentamientos deben también irse
los centros urbanos, para propugnar una nue- convirtiendo gradualmente en centros culturales: en
ellos han de construirse, efectivamente, esos nuevos
va distribución de las personas y las activi- institutos culturales cuya localización se proyecta
dades en el territorio, por sistemas equilibra- hoy en las ciudades existentes. A ellos pueden irse
dos, dispuestos sobre elementos de articula- transfiriendo también paulatinamente los organis-
ción y servicio, enlazados con la producción mos administrativos (entre ellos las sedes centrales)
que actualmente se concentran en nuestras grandes
y alimentados por sistemas de transporte ciudades.» L. M. Sabsóvich: Il problema della citta,
capaces de asegurar un alto grado de movi- en P. Ceccarelli: La costruzione della cittd sovi&
lidad entre las diversas partes (la «victoria tica, cit.
El período comprendido entre las dos guerras e n la Unión Soviética 293
Figs. 680-685. Los estudios de N. M. Miliutin: esquema del plan para Magnitogorsk (1. Ferrocarril; 2. In-
dustria; 3. Zona verde; 4. Residencia; 5. Hospital; 6. Dirección del viento dominante) y propuesta de Mi-
liutin (1. Ferrocarril; 2. Industria; 3. Zona verde; 4. Arteria de tráfico; 5. Residencia; 6. Parque; 7. Río
Ural; 8. Río Volga; 9. Dirección del viento dominante; 10. Centro cívico); plan de las fábricas de tractores
de Stalingrado (1. Residencia; 2. Zona verde; 3. Industria; 4. Ferrocarril; 5. Río Volga; 6. Parque) y esque-
ma reorganizado conforme al funcionamiento en línea (1. Residencia; 2. Zona verde; 3. Industria; 4. Ferro-
carril; 5 . Río Volga; 6. Dirección del viento dominante); esquema de las instalaciones de la fábrica de auto-
móviles de Nizegorod (1. Industria; 2. Residencia; 3 . Parque; 4. Río Oka)y propuesta para una reorganización
en línea (1. Residencia; 2. Industria; 3. Parque; 4. Zona verde; 5. Río Oka).
El período comprendido entre las dos guerras en la Unión Soviética 297
\
los ejes de transporte y a veces una enrare- del proceso de avance hacia el socialismo y,
cida enucleación de polos nodales con solu- por tanto, de la naturaleza socialista de la
ciones de un formalismo injustificado; la re- ciudad soviética; aunque también cabe reco-
lación entre residencia y trabajo no recibe nocer que las tesis disurbanistas son defor-
respuestas convincentes, y queda difumina- madas artificiosamente para poderlas anular
da, de manera imprecisa, tras la fácil mitifi- más fácilmente sin que dejen residuos, supri-
cación de la movilidad, de la «victoria sobre miendo incluso los aspectos correspondien-
la distancia»; pero todavía se profundiza me- tes al debate sobre las técnicas y las formas
nos en la relación entre ciudad y campo, más apropiadas de organización territorial.
enunciada en términos voluntaristas y asu- Y, en efecto, esta última llamarada ideoló-
mida tan sólo emblemáticamente por la pro- gica de la vanguardia, esta frontera extrema
puesta espacial. ( o último refugio) de la prefiguración de la
En otro plano de enjuiciamiento, en rela- realidad, acaba convirtiéndose en expresión
ción con la situación económica de la Unión de una contestación de la política oficial del
Soviética en los años treinta, todavía resul- partido y que en términos más generales
ta más evidente la abstracción de las pro- suena como crítica -con sus propias pará-
puestas disurbanistas con respecto a las pro- bolas alternativas respecto de la organización
blemáticas reales de la época. Como se ha espacial existente y la práctica urbanística
visto, las condiciones económicas de la URSS oficial- a la falta de solución, en términos
han requerido, desde el comienzo de la re- innovadores, de los problemas de la nueva
cuperación de la inmediata posguerra, la sociedad socialista. En este sentido, la clau-
masiva utilización de las ciudades heredadas sura autoritaria del debate d e c r e t a d a im-
del zarismo, como precioso e indispensable plícitamente en un primer momento por la
patrimonio de capital fijo, aunque en parte, resolución del 15 de junio de 1931 del Pleno
ciertamente, anticuado y costoso; mientras del Comité central del partido sobre la eco-
que, en orden a la construcción de nuevos nomía urbana de la ciudad de Moscú y de
centros o a la ampliación de los centros exis- los demás centros de la URSS, y reiterada
tentes, las limitaciones económicas se hacen después en declaraciones autorizadas de los
todavía más acuciantes, una vez hecha la miembros más influyentes del partido 15-
elección en favor de la prioritaria concentra- es parte de una actitud más general, refe-
ción de las inversiones en los sectores de la rida a los estudios sobre el nuevo modo de
industria pesada. La opción en favor de vida y, más tarde, como se verá en las pági-
la industrialización-urbanización garantiza, a nas siguientes, a las posiciones de los arqui-
igualdad de capital empleado, índices más
altos de productividad y costes inferiores; la
movilidad de la fuerza de trabajo es un ele- l3 Véase la crítica destructiva de Kaganóvich en
un libro publicado el año 32 en Francia: «Nuestras
mento esencial dentro del ciclo productivo, ciudades han desempeñado un papel particularmente
es decir, la movilidad entre los diversos sec- revolucionario: han llevado a las grandes masas
tores y sobre todo desde la empresa agrícola campesinas a la grandiosa lucha histórica contra el
a la fábrica, y no por cierto, como piensan capitalismo. Este papel ha sido desempeñado por
los disurbanistas, entendida como ubicuidad, las grandes ciudades y, en primer término, por
Leningrado y Moscú. Esta es la razón de que las
como superación de la distancia o como os- charlatanerías sobre el redimensionamiento o la
cilación pendular. liquidación de estos centros no merezcan ni la más
Dadas estas premisas, resulta inevitable mínima atención [...] (El disurbanismo) es una
la reiterada acusación de ideologismo que se solemne tontería.» L. M. Kaganóvich: L'urbanisme
souiétique, París, 1932, pág. 112. Cfr., a este pro-
imputa a los disurbanistas por el aparato ofi- pósito, además de las obras ya citadas,, F. Da1 Co:
cial de un partido que va imponiendo, cada 11 non problema della cittd socialista, en «Contra-
vez más, su propia función de único garante piano», núm. 3, 1970.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 686 y 687. E. Mendelsohn, fábrica textil Krásnoie Znamia de Leningrado (1925); Le Corbusier, el
Centrosoyús de Moscú (1929).
Figs. 688 y 689. Equipo de E. May, Standardgorproiekt, estudios de Kvartali para Makiéievka (1932); es-
quema de organización de la ciudad soviética.
tectos europeos que operan en Rusia y al pa- este año Mendelsohn proyecta la fábrica tex-
pel expresivo y formativo que se atribuye a til de Krásnoie Znamia, en Leningrado (fi-
la arquitectura. gura 686)) el 28 Le Corbusier recibe el
encargo de proyectar el Centrosoyús de Mos-
d) LA CONTRIBUCI~N DE LOS ARQUITECTOS
cú, cuyo diseño entrega al año siguiente (fi-
EUROPEOS
gura 687). La revolución socialista, como se
ha dicho, había engendrado grandes espe-
Otra componente, la presencia de arqui- ranzas entre los intelectuales de Occidente,
tectos europeos en la URSS, se inserta tam- en medio de las contradicciones que se en-
bién, en torno a 1930, en el conflicto que tretejen, en los años de la inmediata posgue-
opone entre sí a las ideologías urbanísticas rra, entre lucha política y trabajo de la van-
de la vanguardia soviética y al poder eco- guardia; lo que explica tambiin, más tarde,
nómico-político. La actividad de los arqui- la participación en concursos, las visitas y la
tectos occidentales en Rusia data en realidad intensificación de los intercambios culturales.
de mediados de la década de los años veinte, Sin embargo, lo que ocurre en 1930, con
a partir del tratado ruso-alemán de 1925: en el reclutamiento de arquitectos europeos
El período comprendido entre las dos guerras en la Unión Soviética 299
Los contrastes de los proyectistas occi- que pretende, sobre todo, imponer y refor-
dentales con la burocracia soviética -que zar, incluso al nivel del planeamiento urba-
examinaremos sobre el fondo del debate ge- no, las directrices oficiales del partido ya
neral sobre la arquitectura y el urbanismo, aceptadas y convalidadas en cuanto respecta
que va exasperándose progresivamente y a las expresiones de la arquitectura.
prepara un giro decisivo y sin apelación po-
sible- parecen madurar en las resistencias
opuestas al compromiso repetido de las pro- e) LA CONDENA DE LAS EXPERIENCIAS DE
pias concepciones sobre la calidad y la eco- LA VANGUARDIA Y LA E L E C C I ~ N DE LA
nomía del espacio, en la falta de realismo y PRAXIS TRADICIONAL Y D E L CLASICISMO
de predisposición a englobar en el plan las
«contradicciones» de la realidad, los retra- A comienzos de los años treinta se asiste
sos, los desajustes, el criterio soberano de la a un reflujo rápido -y pronto a la desapa-
productividad: a un May, por ejemplo, le rición total- de los movimientos de van-
resulta difícil poder aceptar que los barra- guardia en todos los campos, desde la lite-
cones obreros de Magnitogorsk, que impi- ratura a las artes plásticas y el urbanismo.
den la ejecución de las composiciones orde- La resolución de 1930 del Comité central
nadas de su proyecto y la normalización de
del partido condena ya, de hecho, como utó-
los tipos edificativos, subsistan en la situa- pica y reaccionaria, la actuación en favor de
ción en que actúa el único existen2 m i ~ i m u m
la transformación del cuadro ambiental tra-
posible. En una segunda fase van a ser obje-
dicional, que se remite a un tiempo indeter-
to de ataques y censuras precisamente los
minado. En 1932, por decisión política de
aspectos de simplificación extrema del len-
la cúspide del poder, son unificadas las aso-
guaje, la unificación de los stándards y las
ciaciones literarias y artísticas; como resul-
escansiones repetitivas de los espacios; y
esta actitud corresponde a una fase de evo- tado de la fusión de las distintas organiza-
lución, dentro de la praxis del plan económi- ciones de arquitectos se forma la Unión de
co y político del partido, del significado Arquitectos de la URSS, en la que durante
mismo de la nueva ciudad socialista, que ya algún tiempo se mantienen, aunque atenua-
no se contempla solamente -como era el das, tendencias diversas, si bien el predo-
caso en el momento del despegue producti- minio corresponde a los academicistas ( Iofan,
vo- como una función variable de la fábri- Joltovsky , Gelfreich, Rudner ).
ca, como apéndice de ésta sin identidad El acontecimiento que más que cualquier
propia, sino como expresión destacada de otro identifica, tanto dentro como fuera de
la «cultura» soviética, como plenitud de las la URSS, el decidido cambio de orientación
manifestaciones institucionales de la vida so- que se produce a partir de 1930 es el con-
cialista. Cuando A. Mostakov, en 1937, es- curso para la construcción del nuevo Palacio
cribiendo en una revista de arquitectura, de los Soviets de Moscú, convocado en 1932
coloca en cabeza de su artículo el título El (figs. 690-695), para el que se requiere ex-
innoble legado del arquitecto Ernst May -y plícitamente a los concursantes que «la mo-
para entonces hace ya tres años que May ha numentalidad, la simplicidad, la integridad y
abandonado la Unión Soviética-, no está la elegancia de la concepción arquitectónica»
tratando de buscar una cabeza de turco, sino reflejan cumplidamente «la grandeza y la su-
Figs. 690-697 (en la pagina opuesta). El concurso para el Palacio de los Soviets de Moscú (1923): el pro-
yecto de M. Ginzburg, fotografía de la maqueta y planta; una perspectiva de la propuesta de J. B. Van Lo-
ghem; proyecto del equipo de la ASNOVA; proyecto de J. Zoltovski y proyecto de B. Iofan; la versión de-
finitiva del proyecto de Iofan, vista y sección transversal del edificio.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Fig. 705. El crecimiento de las ciudades de la Unión Soviética entre 1926 y 1939.
a la ciudad (en cuantía que se calcula en a las actividades económicas de los diversos
casi 25 millones de personas en el período centros (las ciudades en que predominan las
que va del 26 al 39)) dirigido en parte hacia actividades industriales ven incrementada su
las ciudades nuevas de los Urales, de Siberia, población durante este período en un 184
del Asia central, y en parte hacia los centros por 100, proporción a la que corresponde
de formación antigua (fig. 705). un 69 por 100 en el caso de las ciudades de
Las cifras demográficas de 1939 indican base comercial-terciaria, con excepción de las
que 12 ciudades superan ya el medio millón capitales político-administrativas de algunas
de habitantes (contra sólo cuatro en 1914): Repúblicas, como pueden ser Eriván, Tash-
está a la cabeza Moscú con 4.137.000 kent, Almá-Atá y Ulán-Udé, en las que se
almas, seguida por Leningrado (3.191.000), dan índices de urbanización más altos). En-
Kíev (846,000), Járkov (833.000), Bakú tre los centros más dinámicos se cuentan Sta-
(809.000), G o r k i (644.000), Odessa lin, en el Donbáss, área minera e industrial;
(604.000)) Tashkent (585.000), Tbilisi Stalingrado, en el Volga; Sverdlovsk, centro
(519.000) y Rostov (510.000). Pero todavía de la zona industrial de los Urales; Novosi-
resulta más significativa la comparación con birsk, centro administrativo de la región mi-
los datos del 26 respecto de las ciudades nera e industrial del Kuzbáss; Voronez, cen-
intermedias (el número de centros con más tro industrial y ferroviario; Gorki Yaroslav
de 100.000 habitantes aumenta de 31 a 81 e Ivanovo, en el distrito industrial central
entre los años 26 y 39), así como la inter- situado al nordeste de Moscú; Gorki (la an-
pretación de esos mismos datos con respecto tigua Nizhni Nóvgorod) experimenta en doce
El período comprendido entre las dos guerras en la Unión Soviética 307
Figs. 706 y 707. V. D. Kokorin y N. J. Kolly, poblado obrero del Kasírskoi GES (1919-21); L. Vesnin.* DO-
A
blado obrero para los trabajadores -de 10; taller& de reparación de locomotoras de Podolski (1922).
Figs. 708-710. B. Sakulin, esquema de organización del territorio de Moscú (1918), y esquema de distribu-
ción de la población en los territorios de la Rusia europea (1922); a la derecha, el plan de descongestión
de Moscú mediante ciudades satélites estudiado por el Mossoviet (1919).
El período comprendido entre las dos guerras en la Unidn Soviética 309
desarrollos del XVIII,del XIX y de principios Por otro lado, desde los años del comu-
del xx no han incidido de modo profundo, nismo de guerra, se inician estudios para la
si no es por cuanto afecta al nuevo plantea- elaboración de un plan de conjunto de la
miento estructural y funcional determinado capital, estudios de cuyo desenvolvimiento
por la presencia del ferrocarril, y por las nos vamos a ocupar seguidamente hasta lle-
proliferaciones periféricas, sobre las que se gar a la aprobación del plan del 35. La
han ejercido las primeras tentativas epidér- urgencia de dar forma a la ciudad que, tanto
micas de importación de los modelos eu- para la Unión Soviética como para el resto
ropeos. del mundo, es la sede central del socialismo
En el clima de la revolución, a la fasci- -renovándola en sus nuevos significados y
nante tarea de la apropiación popular de la en sus estructuras, pero valorizando también
ciudad burguesa, de sus servicios y de sus los elementos más destacados de su histo-
espacios, se unen las primeras hipótesis em- ria-, constituye el tema central de estas
brionarias de planificación socialista. Y es elaboraciones, que oscilan, según las ocasio-
natural que el impulso hacia la reutilización nes, entre modelos de uso territorial e imá-
de las estructuras construidas implique tam- genes urbanas, viéndose frenadas inicialmen-
' bién, en una primera fase, el proyecto de te por una evidente impreparación técnica
refuncionalización de los modelos europeos y resultando a menudo discutibles, bien por
más al día: sobre todo si se considera que el intento de trasplante mecánico de hipó-
las temáticas del barrio extensivo y de la tesis ajenas o inadecuadas, o bien por la
ciudad-jardín pueden ser asumidas como una proyección, a veces deformante, de las ten-
alternativa plausible respecto de las condi- siones de la vanguardia. A pesar de todo,
ciones de vida en que se ha desenvuelto el esta continua secuencia de propuestas, dis-
proletariado con anterioridad a la revolu- pares en sus contenidos y en sus orígenes,
ción, por lo que parecen prestarse, al me- sirve para aportar alguna luz tanto al ámbito
nos como momento experimental y provi- de los cuadros técnicos como de los ambien-
sional, a su adecuación a los principios del tes políticos, e incluso para clarificar las
nuevo ordenamiento social, a la exigencia relaciones recíprocas entre estas dos esferas
de una dotación más amplia de espacios y decisorias.
servicios colectivos, y a la integración entre Hemos visto la influencia que ejercen las
ciudad y campo. En este período son nume- temáticas de la ciudad-jardín sobre los pri-
rosos los barrios y poblados obreros que na- meros fenómenos de crecimiento urbano de
cen en las proximidades de las industrias la capital en la posguerra. A modelos esen-
manufactureras situadas en el exterior de la cialmente consistentes en la fundación o in-
ciudad, y que tienden a poner en relación centivación de núcleos satélites se refieren
las modalidades de la ideología suburbana también los primeros esquemas de plan ge-
occidental con el principio de la colectividad neral, como es el caso del elaborado por
socialista : desde el complejo residencial del B. Sakulin en 1918 (fig. 708), que considera
Kasírslcoi GES, de V. D. Kokorin y N. J. la totalidad del área de gravitación de Mos-
Kolly (1919-21; fig. 706), al realizado junto cú, dotándola de una distribución de infra-
a 10s talleres de reparación de locomotoras estructura~radiales y anulares de transporte
de Podolski, diseñado por L. Vesnin (1922; (un proyecto posterior del mismo Sakulin,
figura 707) y a las ciudades-jardín de Sokol del 22, extenderá este concepto a toda la
(N. V. Markovnikov, 1923-25) y de Duk- región central de la Rusia europea al Sur
stroi (V. 1. Venderov, 1924-25). Precisamen- del Volga, fig. 709; también en este caso
te para disciplinar estas iniciativas, entre los el elemento base del asentamiento de la
años 18 y 20 se establecen normas precisas población es la ciudad-jardín, mientras que
sobre la edificación. el elemento infraestructura1 está constituido
310 Historia del uvbanisrno. Siglo X X
Figs. 711-714. S. Schestakov, plan para el Gran Moscú (1925); Le Corbusier, esquema del plan para Mos-
cú (1931); M. Kírov, parque de la Cultura y del Reposo (1929), plan general de Moscú y vista de la or-
denación propuesta para la colina Lenin.
Figs. 715-718. El plan de E. May para el Gran Moscú (1931): esquema general, las fases de la descentraliza-
ción planificada, detalle planimétrico de uno de los Kombinat, y la ordenación del área central.
El período comprendido entre las dos guerras e n la Unión Soviética 313
primer momento establece una dura polémi- poco a poco en centro directivo de toda la
Ca con Ginzburg, criticándole su adhesión a nación y en lugar bien equipado de la ciu-
las teorías disurbanistas, y luego, en el 31, dad; la conmixtión de funciones se decanta
en respuesta a un cuestionario que le some- liberando los ejes de desarrollo, materiali-
ten las autoridades moscovitas, envía una zando una zona productiva contigua al cen-
propuesta, sintetizada en veinte dibujos, en tro directivo e individualizando las ramifica-
la que profundiza, conforme a su habitual ciones del nuevo modelo; las zonas verdes
procedimiento, en el tema de la capacidad se van constituyendo paulatinamente, por
de funcionamiento de un dispositivo estruc- fases, como estructura destinada a integrar
tural congruente, para tratar de comprobar el sistema. Los «pasos» estructurales, mo-
después su aplicabilidad al caso de Moscú mentos de construcción de la ciudad nueva,
(figura 712). -se trata, en sustancia, de un son, no obstante, estadios equilibrados que
proyecto de ciudad nueva -superpuesta a pretenden responder a las exigencias de una
la antigua, de la que tan sólo se conserva el transformación gradual, sobre la base de gru-
complejo del Kremlin-, organizada sobre pos de kombinat cada vez más inmediata-
dos ejes perpendiculares mayores, definido mente adyacentes a la ciudad vieja.
el primero como eje cultural y el segundo El proyecto de Hannes Meyer (fig. 719)
como eje administrativo (una planta que, en asume las mismas indicaciones de fondo acep-
ciertos aspectos, hace recordar la Ville con- tadas por May, pero propugna un reforza-
tempovaine o el Plan Voisin). miento de la directriz en valle que se dirige
En 1931 la dirección de la Oficina del hacia el Sudeste, articulando en ella seis dis-
plan de Moscú invita a siete «equipos»
- -
de tritos internos de elevada densidad (cerca
arquitectos (encabezados por los europeos de 700 habitantes por hectárea) y diez dis-
E. May, H. Meyer y K. Meyer, y por los tritos exteriores destinados a la expansión
soviéticos G. Krasin, Kratiuk y N. Ladovsky, con una densidad intermedia (300 habitantes
además del grupo de la VOPRA) a presen- por hectárea); Kurt Meyer adopta una me-
tar propuestas para la reestructuración de dida cuantitativa más realista y un modelo
Moscú, incluso que comporten amplias de- más compacto, haciendo que destaque, sobre
moliciones y reconstrucciones; los proyec- todo, en su planteamiento conceptual, el pa-
tos se exponen el año 32, entre alabanzas y pel de Moscú como capital política del país
polémicas, y parecen poder constituir posi- (figura 720). Más vinculadas a hipótesis ra-
bles puntos de apoyo para el futuro plan de dicales y «dinámicas» aparecen las propues-
la capital. La solución más profunda es pro- tas que provienen de los equipos soviéticos
bablemente la estudiada por Ernst May (fi- (figuras 721-724): y no tanto el esquema ra-
guras 715-718): May imagina un organismo dial-lineal de Krasin como el proyecto de
continuo que se articula en forma estelar so- Kratiuk, con su previsión de expansión de
bre el antiguo centro urbano, en núcleos dis- las funciones terciario-directivas hacia el
puestos en racimo sobre una estructura por- Nordeste conforme a un sistema lineal cre-
tante (los kombinat, unidades de 100.000 ciente integrado en franjas residenciales, y
a 150.000 habitantes). Los racimos de kom- sobre todo como los proyectos del grupo
binat, autosuficientes a los niveles interme- VOPRA y de Ladovsky. El primero traduce
dios, se integran entre sí en una estructura abstractamente en términos estructurales una
de conjunto mediante un sistema de comu- rígida individualización de las funciones, se-
nicaciones coherente con el nuevo modelo. gún coordenadas cartesianas; el segundo cen-
El paso de la ciudad centralizada a la ciudad trifuga unidireccionalmente la estructura his-
radial-nuclear-lineal se planifica por fases tórica, definiendo una forma de crecimiento
temporales sucesivas: el centro histórico, sus- en parábola, en la que el vértice y fulcro
traído a la residencia, se va transformando del sistema está constituido por el área di-
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 719-724. Los proyectos para el Gran Moscú: esquemas, por este orden, de las propuestas de H. Meyer,
de K. Meyer, de Krasin, de Ladovsky, de Kratiuk y del equipo VOPRA (según Quilici).
de una reunión celebrada en julio del 34 en das a la previsión de amplios parques y áreas
el Kremlin, en la que intervienen, entre equipadas. Con evidente concesión a temas
otros, incluso Stalin y Kaganóvich. En esta áulico-monumentales de impronta acadgmica
ocasión Stalin recuerda las ventajas económi- (de la Plaza Roja arranca un eje en dirección
cas que ofrecen las ciudades centralizadas, Sudoeste, de más de 20 kilómetros de lon-
desautorizando una vez más implícitamente gitud, escandido por plazas y conjuntos mo-
a los teóricos del disurbanismo, y traza un numentales), se sientan no obstante las ba-
cuadro de las mejoras funcionales y estéticas ses de un programa de renovación a largo
que es preciso introducir en la capital. plazo, que procede paralelamente a la re-
Con el plan regulador general que se estructuración de las áreas centrales y a la
aprueba oficialmente en 1935 (figs. 725-727) construcción-descentralización de la periferia,
se pone fin, de hecho, al largo y atormenta- y que en la posguerra arrojará unos resulta-
do diálogo entre las autoridades políticas y dos comparables, al menos en parte -desde
los urbanistas europeos y soviéticos, inicián- el punto de vista organizativo, si no tipo-
dose la construcción programada de la ciu- morfológico-, con los conseguidos en Lon-
dad. El plan se basa en estos principios dres. En particular, el barrio (kvartal) se
generales: la población de la ciudad no de- toma como unidad de construcción del plan
berá superar los cinco millones de habitan- (en su equilibrio entre cantidad residencia1
tes; la superficie afectada (poco menos de y elementos de la vida asociada), y varios
30.000 hectáreas en 1935) habrá de dupli- barrios vienen a constituir un distrito urba-
carse; las arterias centrales existentes y las no (mikvoraion), dotado de equipamientos
mayores en proyecto habrán de tener, por de nivel superior.
término medio, una anchura no inferior a
30-40 metros; se reconstruirán o reordena- Una reseña, aunque no sea más que sin-
rán 26 plazas principales; los barrios resi- tética, de cuanto se ha realizado hasta el
denciales tendrán unas dimensiones ajusta- año 40 puede darnos una idea de la entidad
das a una superficie comprendida entre las de los esfuerzos dedicados a la capital sovié-
10 y las 16 hectáreas, con casas de cinco-seis tica, tanto más extraordinarios si se tienen
pisos; se confirmarán las áreas industriales en cuenta la inactividad y la impreparación
existentes; se creará, más allá del área de la que caracterizan a los años anteriores a la
futura expansión, un cinturón protector de revolución.
parques y bosques, de una profundidad de En el período comprendido entre la Re-
unos 10 ltilómetros. La estructura portante volución de Octubre y la entrada en vigor
del plan se confía a dos arterias perpendicu- del plan del 35, junto con cuanto se realiza
lares entre sí, en dirección Nordeste-Sud- en el sector residencial i n s u f i c i e n t e res-
oeste y Noroeste-Sudeste, que se cortan pecto de la demanda, pero siempre de gran
idealmente en el Kremlin, que de este modo empeño de conjunto-, cabe citar los pro-
se pone en relación con los cuatro cuadran- gresos efectuados en las infraestructuras de
tes de la ciudad. El plan, en sus líneas base: entre el 13 y el 31 la red de tranvías
maestras, acepta las premisas generales de pasa de 262 kilómetros de recorrido a 422,
algunas de las elaboraciones precedentes, la red de distribución de agua potable de 537
aunque sea descartando, en general, las in- a 805 kilómetros, la red de alcantarillado de
dicaciones formales, y convalida el modelo 447 a 627 kilómetros, la red de distribu-
tradicional, centrípeto, de la estructura ur- ción de energía eléctrica es incrementada en
bana moscovita, planeando el crecimiento un 34 por 100 y se extiende por vez primera
futuro con base en un sistema de vialidad a las zonas periféricas; los servicios sociales
anular y ejes radiales, y en soluciones edi- y culturales (instrucción elemental, media y
ficativas por intervenciones compactas, uni- superior), los parques y la red sanitaria re-
316 Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 725-727. V. N. Semenov y S. Chernyshev, el plan de Moscú de 1935; el eje monumental que arran-
ca del Palacio de los Soviets; el plano expuesto al público.
El período comprendido entre las dos guerras en la Unión Soviética 317
Fias. 728-730. B. Velikovski, oficinas del Mostorg, 1925-27; A. L. y V. Vesnin, almacenes Mostorg, 1927;
P.-GÓ~OSOV, la sede del diario «Pravda», 1929-35.
gistran un incremento muy notable. Además (Teatrálni proiézd, Ojotni riad, plazas Nó-
de los clubs obreros de que ya hemos ha- vaia y Stáraia), para formar un sistema de
blado, entran en juego nuevos equipamien- espacios públicos. Algunas calles importantes
tos para constituir puntos de enlace y de -como la calle Gorki, según proyecto de
organización del tejido urbano, y con fre- A. Mordinov y P. Krasílnikov, y la Bolsháia
cuencia para sentar las bases de ulteriores Kalúzskaia, parte ahora de la perspectiva
desarrollos de mayor empeño; y algunas de Lenin, según proyecto de A. Golch, A. Mor-
estas arquitecturas vienen a testimoniar el dinov y V. Skosyrev- se reordenan y re-
ansia de renovación de los años de la NEP, construyen con nuevos inmuebles de más
incluso en la diferencia, a menudo evidente, plantas (para el ensanche de la calle Gorki
que se da entre soluciones y nivel de la rea- de 16 a 60 metros se desplazan mediante
lización técnica (Instituto de' Mineralogía de rodillos movidos eléctricamente algunos de
V. Vesnin, del 24, edificio de la organiza- los edificios históricos más importantes, en-
ción comercial Gostorg de Velikovski, del tre ellos un hospital construido hacia me-
25-27, sede de «Izvestia» de Barkin, del 25- diados del XIX).Todo el anillo de la circun-
27, Instituto Electrotécnico de Gladkov y valación Sadóvoie Kaltsó [Anillo de los
Melman, del 27, almacenes Mostorg de los Jardines) se reordena mediante ensanches y
hermanos Vesnin, del 27, Instituto de la in- reconstrucciones de numerosos tramos de ca-
dustria textil de Nikoláiev y Fisenko, del 28, lles y de las plazas; más allá del mismo se
edificio de «Pravda» de Gólosov, del 29-35, insertan lbs radiales exteriores, como
Casa del Estudiante de Nikoláiev, del 30, et- el Leningradski Prospiékt, que es prolonga-
cétera; figs. 728-730). ción de la calle Gorki a partir de la estación
Con la puesta en marcha del plan se abre de Bielorrusia. Y a pesar de que algunos de
una fase de transformaciones de la estructu- los proyectos más importantes estudiados en
ra urbana (figs. 731-740): en el centro de los años treinta no pueden después ejecutar-
Moscú se abre la gran plaza Maniézhnaia, en se (figs. 741-143), será sobre este robusto
torno a la cual se sitúan nuevos edificios entramado sobre el que surgirá en los años
públicos, entre los que se cuentan el palacio siguientes a la segunda guerra mundial una
del Soviet de los Ministros (N: Langman) serie de arquitecturas monumentales que,
y el Hotel Moskvá (A. Schúsev); además conjuntamente con los sectores residenciales,
de la plaza Maniézhnaia se reestructuran definirán plenamente la forma y la imagen
otros nudos importantes del área central urbana de la capital.
El período comprendido entre las dos guerras e n la Unidn Soviética 319
Figs. 731-737 ( e n la página opuesta). Las transformaciones de Moscú; el ensanche y ordenación de la calle
Gorki: planimetría (1. Plaza del Picadero y de la Revolución; 2. Plaza Soviétskaia; 3. Plaza Pushkin; 4.
Plaza Mayakovski; 5 . Plaza de la estación de Bielorrusia); embocadura de la calle Gorki antes y después de
las obras; la estatua de Mayakovski y la plaza Mayakovski; la plaza Pushkin y la plaza Soviétskaia.
Figs. 738-740. Las transformaciones de Moscú. La reconstrucción del cinturón de circunvalación, Sadóvoie
Kaltsó [Anillo de los Jardines]: planimetría general ( l . Plaza de la Insurrección; 2. Plaza Mayakovski; 3.
Plaza Bolsháia Koljózhnaia; 4. Plaza Lermontóvskaia; 5. Plaza Tangánskaia; 6. Plaza Dobrinínskaia; 7. Pla-
za Octiábrskaia; 8. Plaza Krímskaia; 9. Plaza Zubóvskaia; 10. Plaza Smoliénskaia), y dos vistas.
Historia del urbanismo. Siglo XX
Fig. 748. Perspectiva de la zona Oeste de Moscú desde las áreas centrales, con el Palacio de los Soviets.
Figs. 756-758. A. P. Ivanitzky y otros, plan regulador de Bakú (1927); un proyecto para la nueva univer-
sidad de Almá-Atá; la avenida de la Revolución de Vorónezh.
Figs. 759-761. S. Serafimov y S. Kravets, oficinas de las industrias estatales en Járkov (1925-33), vista ge-
neral, planimetría y detalle.
El período comprendido entre las dos guerras en la Unión Soviética 525
Figs. 762-769. Equipo de E. May, primer plan para Magnitogorsk (1930); plan de 1932 y propuesta de
1933; instalaciones industriales de Magnitogorsk; esquema del plan de May y planta definitiva con las zonas
urbanas de la orilla derecha; planimetría y vista de un barrio residencial de la orilla derecha.
El período comprendido entre las dos guerras e n la Unión Soviética
Figs. 770 y 771. E. May, plan de Tirgan (1930-31); H. Meyer, plan para Goiki del Kama (1932).
Figs. 772-775. La ciudad nueva de Avtostroi, para las fábricas de la Ford situadas cerca de Niihni-Nóvgorod:
plan de Nizhni-Nóvgorod y Avtostroi, plan de E. May (1930-31<),planimetría de un sector del plan y vis-
ta aérea del conjunto.
Historia del urbanismo. Siglo X X
lización de las instalaciones industriales (fi- Sobre la base de las mismas orientaciones
gura 765); dos años después trabajan ya en adoptadas en los primeros proyectos para
la construcción de los enormes talleres unas Magnitogorsk, Ernst May, con su equipo,
100.000 personas -técnicos, obreros, kulacs elabora también los planes para Kuzneck
expropiados e inurbados-, que se alojan en (1930), para Tirgan (1930-31; fig. 770))
tiendas de campaña, barracones y otras cons- para Stschglovsk (1930-31) y para Avto-
trucciones de fortuna, mientras van surgien- stroi, la ciudad satélite de Gorki a orillas del
do junto a las fábricas las primeras barriadas Volga (1930-31; figs. 772-775). Conforme a
residenciales. Para hacer frente al problema principios similares se redactan los planes
planteado por la dificultosa y lenta realiza- reguladores de que se hace cargo Hannes
ción de las zonas residenciales de la ciudad, Meyer (Gorki del Kama, 1932, fig. 771; Bi-
circunstancia que está a punto de originar la robidzhán, 1933-34; Karagandá).
crisis del programa primitivo, May elabora En Stalingrado se trata de organizar la ciu-
sucesivos proyectos de variante (figs. 763- dad en torno a las gigantescas fábricas mon-
764): en febrero del 33, un par de meses tadas por los técnicos americanos. A un pri-
después de vencido el último plazo fijado mer proyecto que prevé un desarrollo lineal
por las autoridades, presenta el esquema de- a lo largo del curso del Volga, en una franja
finitivo, aprobado sólo en parte, en el que de 42 kilómetros de longitud, sigue una pro-
se ratifican los sectores que ya se encuentran puesta de articulación, en dimensiones más
en avanzada fase de realización, mientras realistas, de núcleos residenciales de 75 .O00
que ,en julio siguiente la labor de May resulta a 90.000 habitantes alrededor de los com-
ya desaprobada en la práctica; es ignorada plejos de producción. El plan de V. N. Se-
otra variante presentada, y una decisión gu- menov y D. M. Sobolev (1929) organiza el
bernativa dispone precisamente el despla- agregado urbano por distritos residenciales
zamiento de las zonas residenciales previstas de 6.500 habitantes y con aplicación del
desde la otra orilla del río Ural a la orilla principio de la supermanzana equipada.
derecha, trastocando las primitivas indica- Por lo que respecta a la ciudad de Novosi-
ciones oficiales en favor de un contacto in- birsk, un plan de 1930, debido a Babenkov,
mediato entre fábrica y residencia (figs. 766- Vlasov y Poliakov, adopta una combinación
767). Al propio tiempo se abandona también de ejes principales en ángulo de 45", super-
la elección morfológica de bloques en línea, puestos a una malla secundaria ortogonal
en favor de un sistema de manzanas con pa- (con resonancias que nos recuerdan la Ville
tio conforme a un trazado axial-reticular z contempotwine de Le Corbusier), con rigu-
(figuras 768-769). rosa aplicación de los principios del zoning,
tanto a nivel urbano como en el interior de
las zonas residenciales, dando lugar a una
Cfr., para enjuiciar mejor estas vicisitudes, feliz adaptación de elementos tradicionales
V. Quilici: Citt2 russa e citta souietica, cit., pági- y procedimientos más actualizados (figuras
nas 238-46. Sobre Magnitogorsk, J. Scott : «Mag- 776-778).
netic City», Core of Valiant Russia's Industrial
Might, en «National Geographic Magazine», mayo En 1933 el holandés Mart Stam se encar-
de 1943. ga del planeamiento de la ciudad nueva de
Figs. 776-783 (en la página opuesta). Plan de Novosibirsk (Babenkov, Vlasov y Poliakov, 1930), axonome-
tría de un sector de la ciudad y planimetría de las instalaciones deportivas y los parques; M. Stam y colabo-
radores, plan para Makéievka (1933); Giprogor, la tercera variante para el plan territorial de Bakú (1932);
V. Vesnin, con la colaboración de S. Andreievski, N. Kolly y G . Orlov, la presa del Dniéper (1929); Va-
rentsov. Lavrov v Milovanov, perspectiva de un sector de Nóvoie Zaporózhie, el asentamiento construido junto
a la (19373; plan del canal ~ o s c ú entre
, el Moskova y el valga.
El periodo comprendido entre las dos guerras en la Unión Soviética
Historia del uvbanismo. Siglo XX
Makéievka, dentro del cuadro de la urbani- dional, convertida en uno de los símbolos
zación de la cuenca del Donbáss: sobre el más destacados de la planificación soviética
pequeño centro rural existente se inserta un y que se anticipa al primer plan quinquenal
retículo de viales que se convierte en sopor- para convertirse después en uno de los ele-
te de una organización por kvartali racional- mentos básicos del mismo. Las obras de la
mente dimensionados según variantes tipo- central del Dniéper son dirigidas por un in-
lógicas y agregativas (fig. 779). geniero, A. V. Vinter, que cuenta con la
colaboración de un grupo de arquitectos mo-
Entre los instrumentos urbanísticos regio- dernos (Andréievski, Kolly, Korchinski y Or-
nales que corresponden al primer plan eco- l o ~ encabezados
, por V. Vesnin), triunfado-
nómico quinquenal cabe recordar aquí el res en el concurso convocado para la elabo-
plan para la región de Bakú. El plan nace ración del proyecto de las obras arquitectóni-
en 1932 por iniciativa de la empresa estatal cas del complejo (figs. 781-782). En el se-
Az-Neft y del Consejo municipal de Bakú, gundo quinquenio, con la potenciación de la
que encargan al Giprogor de Moscú (Insti- política de electrificación, se construyen en
tuto Estatal de Urbanismo) un estudio gene- todo el país más de 22 centrales hidroeléc-
ral del área: colaboran en el mismo, bajo tricas.
la dirección del arquitecto Semiarov-Prozhe-
rovski, economistas, técnicos en transportes, Otras obras dignas de mención, entre las
expertos en problemas petrolíferos, agrono- muchas realizaciones importantes para la po-
mistas, arquitectos y urbanistas. El plan, que tenciación de la estructura territorial, son,
inicialmente considera, entre otras cosas, la por ejemplo, el canal navegable Moskova-Vol-
construcción de cinco nuevas ciudades con ga, que enlaza la capital con el Báltico, el
una cifra de población comprendida entre los Mar Blanco y el Caspio, y que sirve además
60.000 y los 80.000 habitantes (fig. 780)) se para resolver el problema de abastecimiento
lleva después a la práctica con amplias mo- de agua de la ciudad (fig. 783); y, en cone-
dificaciones respecto del proyecto originario. xión también con las obras de Moscú, el
Entre las obras de carácter territorial hay gaseoducto Saratov para el transporte y dis-
que situar en un primer plano de importan- tribución del gas de uso doméstico (con una
cia la presa del Dniéper, en Ucrania, cons- red de más de 500 millas de desarrollo), co-
truida entre el 27 y el 32, fuente energética menzado a construir en los primeros años
para la alimentación de toda la Rusia meri- cuarenta.
Capítulo V
Italia en el período comprendido
entre las dos guerras mundiales
1. Los temas centrales de la ideologia fas- ros, el fascismo, acentuando las acciones de
cista y la politica económica y social sus escuadras, consigue ampliar sus bases en
del régimen las ciudades, en provincias y en las zonas
rurales, y con la marcha sobre Roma del 22
Con la rápida transición de la euforia de impone su presencia en el gobierno central.
Vittorio Véneto al estado de ánimo de la Este acontecimiento marca el inicio del ataque
«victoria mutilada)), el fin de la guerra hace a las instituciones liberales, conducido sin
que vuelvan a surgir acerbamente los des- ningún tipo de consideración, mediante el uso
garros sociales que se habían manifestado en combinado de legalidad y de violencia: la
los años inmediatamente anteriores al con- aprobación en el 23 de la ley electoral Acer-
flicto mundial. Las aspiraciones, a menudo bo, la declaración de expiración del mandato
confusas y carentes de estrategia, de las ma- de los diputados de los demás partidos y la
sas obreras y campesinas, el descontento supresión del periodismo independiente en
generalizado de los ex-combatientes, las in- el año 26 son los pasos decisivos que llevan
satisfacciones de los intelectuales y las pre- a la dictadura, a los que sigue inmediata-
ocupaciones de la pequeña y mediana bur- mente la penetración capilar de las institu-
guesía se agudizan en las espiras de la crisis ciones del partido en la organización política,
económica y de la inflación, y entre las graves administrativa y, civil, al lado o por encima
incertidumbres y dudas de los gobiernos li- de las instituciones del Estado. El Gran Con-
berales ante la situación política, tanto inte- sejo del Partido fascista es una innovación
rior como internacional. Las autoridades le- constitucional que incluso puede llegar a in-
gítimas pagan estas dudas y vacilaciones con terferir a !as mismas instituciones monár-
una pérdida gradual de consenso general, quicas; la milicia fascista queda unida al
mientras el movimiento obrero se ve afec- ejército, al igual que los tribunales especiales
tado por una áspera dialéctica como con- quedan adscritos a la magistratura ordinaria
secuencia de la cual terminará por formarse, y que los federales de los partidos son asimi-
en el congreso de Livorno, .a comienzos del lados a los prefectos del Ministerio del Inte-
21, el pequeño Partido comunista; en cam- rior. Una ley del 26 confiere al Jefe del
bio, el movimiento fascista va consiguiendo, gobierno la facultad de dictar decretos con
de cuantas ocasiones se le ofrecen, elementos fuerza de ley; a nivel local, los alcaldes elec-
de unificación en su organización interna y tivos son abolidos, siendo sustituidos por
apoyos crecientes del exterior. alcaldes de directa designación gubernativa.
El punto de inflexión de la situación polí-
tica italiana puede fijarse en el momento de Los numerosísimos estudios disponibles
la ocupación de las fábricas en septiembre sobre los orígenes ideológicos del fascismo y
de 1920: tras el fracaso de los motines obre- su afirmación, sobre sus relaciones con las
Historia del urbanismo. Siglo X X
fuerzas sociales y sobre su <{cultura»', con- necesidad inaplazable de delinear con más
cuerdan en subrayar la falta de un sistema claridad una plataforma ideológica a la que
doctrinal coherente y unificado, sustituido poder referir el programa de desarrollo del
por una compleja síntesis funcional de formas nuevo orden fascista. El 26 de mayo de 1927,
y contenidos de muy diversa extracción; y, día de la Ascensión, Mussolini pronuncia en
por otro lado, ponen de relieve el constante la Cámara de Diputados un largo discurso,
divorcio, en los aspectos más cualificados de cuidadosamente preparado, en el que define
la vida pública, entre su ideología y su praxis, por vez primera los objetivos generales de la
entre sus consignas y sus estrategias operati- política fascista. En el «discurso de la As-
vas. Aquí vamos a aludir seguidamente a censión», el Duce parte de un examen «de
aquellos elementos de elaboración teórica la situación del pueblo italiano desde el punto
-por lo demás, centrales en la ideología de de vista de la salud y de la raza», deduciendo
conjunto del movimiento- y a aquellos ava- de aquí un cuadro general «bastante gris» de
tares de la acción económica y social a los la realidad imperante; acto seguido establece
que han de reconducirse las políticas y las una elemental ecuación entre potencia política
intervenciones que guardan relación con las y potencia demográfica, y denuncia en la «ci-
transformaciones urbanas y territoriales. vilización contemporánea* y, en parte, en el
Si en la fase de aproximación al poder la «urbanismo industriala que constituye uno
falta de una rigurosa conceptualización, la de sus caracteres peculiares, el atentado más
afirmación del. primado de la acción sobre grave infligido a la sanidad moral y a la
la reflexión y el pragmatismo instintivo (e fecundidad de la estirpe (aunque de forma
incluso la polémica y el escarnio con respecto subordinada -lo que constituye de por sí un
a cualquier forma de pensamiento disciplina- dato no carente de significación-, también
do) podían constituir una ventaja para el par- se reputa responsable del decrecimiento demo-
tido, a partir del 26, en cambio, surge la gráfico a la pequeña propiedad rural). Cerran-
do esta malla de presunciones y corolarios
l Entre las obras más importantes de carácter ge- apodícticos, Mussolini deduce de ellos la exi-
neral de la prolífica historiografia sobre el fascismo, gencia de contar con una política combinada
podemos señalar: P. Alatri: Le orígini del fascismo, de «descongestión de las ciudades» y de
Roma, 1956; L. Salvatorelli y G . Mira: Storia d'ltalia
nel periodo fascista, Turín, 1956; A. Aquarone: «ruralización» (excepción hecha de las «in-
L'organizzazione dello Stato totalitario, Turin, 1965; dustrias sanas», es decir, «de las que traba-
G. Perticone: La politica italiana dal, primo al se- jan en la agricultura y en el mar»), compro-
condo dopoguerru, Milán, 1965; R. De Felice: Il metiendo en tales objetivos el programa futuro
fascismo. Le interpretazioni dei contemporanei e degli
stdrici, Bari, 1970; del mismo autor: Antologia su1 del partido y del gobierno. En los mismos
fascismo. 11 giudizio politico, Roma-Bari, 1977, y años, de forma bastante menos clamorosa,
Antología su1 fascismo. Il giudizio stbrico, Roma- desde el «pacto del palacio Vidoni» del 25
Bari, 1977; G . Carocci: Storia del fascismo, Milán, hasta la publicación de la Carta del trabajo
1972; B. King: Il fascismo in Italia, Bolonia, 1973;
G. Quazza (ed.): Fascismo e societd italiana, Turín,
de abril del 27, van delineándose en los Ór-
1973; E. Santarelli: Storia del fascismo, Roma, 1973, ganos institucionales y en el aparato jurídico
y también Il fascismo. Testimonianze e giudizi stbrici, los rasgos característicos de un orden corpo-
Messina-Florencia, 1973; A. Glucltsmann: Fascismo: rativo que, conforme a un equilibrio parita-
il vecchio e il nzlouo, Milan, 1974; W . Reich: Psico- rio entre capital y trabajo, aparece destinado
logia di massu del fascismo, Milán, 1974; A. Lyttel-
ton: La conquista del potere. Il jascismo da1 1919 en teoría a controlar las relaciones de pro-
al 1929, Roma-Bari, 1974; P. V. Cannistraro: La ducciGn y a planificar todas las actividades
fabbrica de1 consenso: fascismo e mass media, Roma- económicas.
Bari, 1975; E. Gentile: Le origini dell'ideologia fas-
cista ( 1718-1725), Roma-Bari, 1975; A. Tasca: Nascita
El descenso de los índices de natalidad
e avuento del fascismo. L'ltalia da1 1718 al 1722, y los parámetros del crecimiento urbano no
Roma-Bari, 1976. justifican, en realidad, las alarmistas conclu-
Italia en el período comprendido entre las dos guerras mundiales 333
siones a que se llega respecto del destino de modo particular la estabilidad de la concep-
la nación italiana, tal y como lo ve Mussolini, ción familiar-patriarcal, microcosmos de je-
de cuya impresión se hacen eco inmediata- rarquía y autoridad- pueden proyectarse fá-
mente los retóricos del régimen. Se trata más cilmente en favor del propósito expansionista
bien de una problemática de importación, del régimen.
desarrollada en un debate suscitado y man- La política rural fascista cobra cuerpo a
tenido en Francia y en Alemania, por más través de una serie de instrumentos legislati-
que ya hubiera tenido alguna acogida pura- vos, de asignaciones presupuestarias, de incen-
mente ocasional en Italia antes de la guerra; tivos económicos y de intervenciones terri to-
pero de todas formas constituye ahora una riales, bajo la presión constante de una pe-
plataforma fecunda en el plano propagandís- netrante acción propagandística desarrollada
tico, porque da ocasión a Mussolini de recu- con todo lujo de medios. Los rasgos caracte-
perar -adaptándolas con poco esfuerzo a rísticos de la cultura oficial se difunden en la
la situación italiana- síntesis filosóficas ya teorización de este aspecto de la política
confeccionadas de carácter bien sugestivo, fascista con un ardor y una entrega no infe-
como la del Untevgang des Abendlandes (La riores a los dedicados a la exaltación de los
decadencia de Occidente) dictada por Oswald valores nacionales y de la romanidad (un tema
Spengler el año 18 y convertida en texto con el que, naturalmente, no faltan innume-
primario de inspiración del nacional-socialismo rables puntos de contacto: puede recordarse,
alemán (por lo que tampoco resulta sorpren- al solo título de ejemplo, la solemne conme-
dente que el propio Mussolini se encargue moración del bimilenario de Virgilio, el «poe-
de hacer traducir al italiano una obra de in- ta del Imperio y de los campos», celebrado
terpretación más específica del apocalipsis con amplitud de medios e iniciativas en Roma,
occidental, debida a Richard Korherr y apa- en Nápoles y en Mantua, donde Arnaldo
recida en Alemania con prefacio del propio Mussolini llega a plantar un bosquecillo for-
"
Spengler, redactando por sí mismo una intro-
ducción al texto) Traducida en los términos
políticos de la Italia de la posguerra, la
mado por las plantas citadas en las Geórgicas).
La «batalla del grano», campaña lanzada el
año 27, aspira a intensificar la producción
elección de una prolífica sociedad rural y de cerealista mediante la concesión de incentivos
una restauración del primado del campo sobre y subsidios a la mayor productividad por
la ciudad, a la vez que refleja la hostilidad hectárea.
latente que sienten el fascismo y su jefe hacia Pero el empeño del régimen en este sector
la clase obrera urbanizada, sirve también para se manifiesta sobre todo en la labor de boni-
facilitar el consenso de los intereses agra- ficación de tierras y de revalorización agríco-
rios, de la pequeña burguesía de empleados la. Desde 1923 el capaz economista y agro-
y comerciantes, y del mismo proletariado nomista Arrigo Serpieri, en su calidad de
agrícola, volviendo a proponer la imagen re- subsecretario de Economía Nacional, había
trospectiva paleocapitalista de un mundo mo- acometido ya un estudio profundo de la si-
dificado ahora por la realidad del capitalismo tuación de los campos italianos, poniendo a
industrial; por otra parte, es una elección punto ese concepto de «bonificación integral»
que puede ser ampliamente justificada a los que, innovando el planteamiento tradicional
ojos de la opinión pública por la grave situa- -limitado hasta entonces a labores de dese-
ción de crisis en que se encuentra la economía cación, drenaje y reordenación del suelo-,
del campo; siendo así, finalmente, que los tomaba ya en consideración formas progra-
acreditados valores del «ruralismo» -y de madas de puesta en cultivo de terrenos in-
cultos, de colonización y de revalorización
R. Korherr: Regresso delle nascite: morti dei intensiva de los cultivos: con las nuevas leyes
popoli, con prefacio de B. Mussolini, Roma, 1928. aprobadas el año 24, que hacían obligatorias
Historia del urbanismo. Siglo X X
las mejoras en las zonas destinadas a sanea- nente perspectiva del desbloqueo de los arren-
miento y bonificación de los terrenos, Serpieri damientos. A dicha entrevista sigue inme-
apuntaba a obtener la venta de las tierras por diatamente la promulgación de la ley de 24
parte de los grandes propietarios latifundis- de diciembre de 1928 que faculta a los pre-
tas absentistas que no estuviesen conformes fectos para dictar ordenanzas tendentes a
en actuar por cuenta propia, para conseguir limitar el aumento de la población urbana:
así una redistribución de la propiedad agrícola derivan de aquí una serie de disposiciones
más adecuada a las necesidades generales. Tras locales de carácter, en mayor o menor grado,
la puesta en marcha de la política <auralista» represivo (en Milán, por ejemplo, se establece
se aprueba la ley de diciembre de 1928 (de- que los trabajadores con menos de tres años
nominada «Ley Mussolini~o de la «bonifi- de residencia en la ciudad no podrán tener
cación integral») que regula los procedimien- acceso a las viviendas populares construidas
tos a seguir para la ejecución de las obras por el IACP; en otros casos se prevé incluso
de bonificación de interés nacional, con apor- la repatriación forzosa a los lugares de ori-
tación de fondos del Estado hasta del 75 gen). Estas disposiciones culminan en las me-
por 100, y para las de interés local, con sub- didas adoptadas en 1939 contra la urbaniza-
vención pública del orden del 30 al 50 ción, fuertemente limitativas de la libertad
por 100; inmediatamente los gastos en este de trabajo, especialmente para las categorías
sector crecen considerablemente, pasando de sociales menos favorecidas, los trabajadores
los 182 millones de liras del año 27 a los 258 marginales, los desempleados, los braceros,
millones del año siguiente. Pero entre tanto, etcétera, quienes precisamente tan sólo pue-
la orientación del régimen, abandonando las den esperar una mejora de su situación eco-
aspiraciones reformistas de Serpieri, se ha ido nómica mediante su traslado a un área pro-
adaptando a los intereses de los propietarios ductiva más dinámica. Con arreglo a la ley
agrarios; es ya una orientación a la que el del 39, efectivamente, tan sólo queda autori-
mismo Serpieri acaba por plegarse (aunque zado a trasladar su residencia a una ciudad
se ,encuentre ya en una posición bastante cabecera de provincia, o a municipios de po-
subordinada, hasta su marginación definitiva blación superior a los 25.000 habitantes, o a
de la esfera del poder a comienzos del año localidades de notable importancia industrial,
35)) y que, como hemos de ver, no se verá quien esté en condiciones de demostrar que
contradicha ni siquiera por la intervención se ve obligado a hacerlo así por exigencias
más representativa y cualificada acometida de su carrera, profesionales o de empleo, e
por el Estado, es decir, por la actuación de incluso tales motivos se consideran insufi-
revalorización y mejora de la llanura Pontina cientes si el interesado no puede garantizar
confiada a la Opera nazionale combat tenti. preventivamente que posee los adecuados me-
En cuanto a la política anti-urbana pode- dios de subsistencia. La ley, además, prohibe
mos decir que esta tendencia se refuerza con a los trabajadores agrícolas el inscribirse en
acentos cada vez más intransigentes a partir las oficinas de colocación en solicitud de
del discurso del 26, potenciando las motiva- empleo de tipo diverso, incluso dentro de los
ciones sociales con argumentos de naturaleza propios municipios en que residan.
económica. En una entrevista concedida al Los resultados conseguidos por la política
«Popblo d'Italia» en noviembre del 28, Mus- agrícola y por la política anti-urbana del ré-
solini reafirma la necesidad de adescongestio- gimen -al menos si se comparan con las
nar despiadadamente~las ciudades y, en todo consignas continuamente reiteradas por la
caso, de impedir la urbanización: en esta oca- propaganda fascista- se revelan, en resu-
sión la preocupación aducida para justificar midas cuentas, como decepcionantes. El one-
tal opción resulta ser la precaria situación roso legado dejado en el sector agrícola por
del mercado de la edificación, ante la inmi- los gobiernos liberales no basta para justificar
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 335
el arrinconamiento de toda reforma de las vez más estrechas que el régimen instaura
estructuras, la falta de evolución de los mo- con los intereses industriales -entre los que
dos de producción y de la mecanización, ni destacan, en íntima conexión con las activi-
la escasa atención prestada a los niveles de dades financieras, los grupos oligopólicos sep-
productividad; el latifundio extensivo sigue tentrionales del acero (la nueva Ansaldo
constituyendo una parte proporcionalmente nacida del «salvamento» operado en el 23),
considerable del suelo cultivado, mientras cada de la electricidad (Edison), de las fibras (Snia
año centenares de pequeñas propiedades son Viscosa), del caucho (Pirelli), de la indus-
incautadas por el Fisco por insolvencia de tria química (Montecatini) y del automóvil
sus dueños; tampoco mejoran las condiciones (Fiat)-, y de otro lado los procesos ingentes
generales en que se desenvuelven los produc- de transformación estructural que se operan
tores rurales, que siguen siendo muy preca- en el curso de estos veinte años, sobre todo
rias, aparte de algunas mejoras conseguidas con posterioridad a la crisis de 1929-30.
en el sector de la asistencia social; incluso el Al breve período de liberalización dirigido
éxito de la «batalla del grano», que deter- por el ministro De Stefani (1924-25) siguen
mina entre los años 25 y 35 un notable las medidas adoptadas bajo la dirección de
aumento de la producción y la reducción, Giuseppe Volpi, orientadas en gran parte a
en el mismo periodo, de un 75 por 100 de las la protección dirigista de las industrias na-
importaciones, pierde dimensiones si se pone cionales. En esta coyuntura de reflujo de la
en relación con la disminución de los consu- política de relanzamiento liberal es en la que
mos per capita y con la flexión de las cosechas el fascismo, dominadas y absorbidas las aso-
de otros cultivos, y sobre todo con los cos- ciaciones sindicales existentes, trata de tra-
tes de producción. Por el contrario, como ducir en nuevos elementos institucionales los
hemos de ver, la acción de freno de la urba- principios de la «colaboración de las clases»,
nización, obviamente ineficaz en los centros en función de una economía «organizada por
más destacados de desarrollo industrial, ante obra de los mismos productores, bajo la alta
la falta de una estrategia de control espacial dirección y el control del Estado». La orde-
de las inversiones productivas, resulta con- nación de las nuevas relaciones formales entre
trarrestada por las políticas de intervención capital y trabajo conforme a la doctrina cor-
directa pública y privada, por la libertad que porativista delineada por el jurista Alfredo
se deja a la especulación del suelo y por los Rocco, tendente a la «superación del libe-
mismos instrumentos de planificación ela- ralismo y del socialismo», se confía a las
borados. corporaciones, organismos de categoría a los
El fracaso del ruralismo y del anti-urba- que debería competir la planificación consen-
nismo ha de ponerse en relación, sin embargo, sual de la economía, ejercida sobre base pa-
no solamente con la incapacidad de frenar ritaria por parte de todos los componenies
y redimensionar los privilegios y los benefi- del proceso productivo 3 . En realidad, margi-
cios específicos dominantes en los dos sectores nadas las puntas integralistas del sindicalismo
(renta agraria y renta inmobiliaria urbana), fascista, en las relaciones entre trabajadores
sino también, en el cuadro de conjunto de y patronos las corporaciones se transforman
la política económica desarrollada a lo largo en instrumentos de contención, e incluso de
de estos veinte años, con el peso que asume el valoración, de las reivindicaciones obreras,
establishment industrial dentro del bloque ante la diferencia que se da entre el peso real
de poder sobre el que se articula el régimen. de los intereses empresariales (de represen-
La aceptación de la posición subalterna reser-
vada a la industria en el plano de la ideolo- Sobre el papel de Alfredo Rocco, cfr. A. Ungari:
gía oficial sirve para esconder, por el con- Alfredo Rocco e l'ideología giurídica del fascismo,
trario, de un lado la red de relaciones cada Brescia, 1963.
Historia del urbanismo. Siglo X X
I
1
tación directa) y los escasos reflejos que tienen Las transformaciones urbanas y territoria-
las instancias de base de los trabajadores les de los años 1920-40 dejan profundas y
(cuyos representantes son nombrados desde desiguales huellas del marcado contraste que
arriba, y no por elección directa); mientras, se da entre contenidos doctrinarios y estruc-
por otra parte, las corporaciones dejan total- turas económicas y sociales, contraste del que
mente de cumplir su cometido económico, hemos querido anticipar aquí algunos temas
papel que es asumido, en cambio, por el gran de fondo. Y ello es así también porque la
capital industrial y por los tradicionales Ór- demanda de las instituciones, de las fuerzas
ganos burocráticos de la administración del económicas y de los grupos sociales, articulada
Estado. El Consejo nacional de corporaciones, en una realidad nacional que dista mucho
instituido en 1930, no pasa de ser un órgano de ser homogénea, se infiltra igualmente al
marginal en la vida económica y política del nivel ideológico de las competencias de los
país, que ni tan siquiera es consultado con operadores encargados de traducirla en arqui-
ocasión de la constitución del IMI (Istituto tecturas y en sistemas espaciales. Por ello,
mobiliare italiano, 1931) y del IR1 (Istituto antes de proseguir y profundizar en las temá-
per la ricostruzione industriale, 1933) -en- ticas y en las realizaciones de los dos decenios
tidades, ciertamente, que distan mucho de ser fascistas, convendrá traer a colación algunos
corporativas, y que incluso con tras tan sus tan- aspectos más singulares y característicos de la
cialmente con los principios del corporati- cultura arquitectónica y urbanística italiana,
vismo-, que interviniendo en el saneamiento en el momento en que Italia, solicitada desde
del sistema bancario y en la institucionaliza- dentro y desde fuera a desempeñar un propio
ción de la práctcia del «salvamento» o apun- y concreto papel productivo, se ve atravesada
talamiento de los sectores estratégicos del por los ecos de esa renovación radical de las
desarrollo industrial, marcan el punto de en- ideas, de los contenidos y de los métodos que
trada permanente del Estado en la partici- llevan adelante las vanguardias europeas en
pación o plena posesión de numerosos com- la primera posguerra.
plejos productivos importantes y abren el
camino a una especie de co-dirección estatal-
privatista de la economía. Mientras siguen 2. Cultura e instituciones en la Italia de
resonando las estereotipadas celebraciones de entreguerras
la sociedad rural, el Estado italiano, de ese
modo, identifica gran parte de sus propios a) RENOVACI~N
Y PERMANENCIAS CULTURA-
intereses vitales con los intereses de los ma- L E S E N LA ARQUITECTURA, E N SU RELA-
yores carteles financieros e industriales, con- CIÓN CON EL RÉGIMEN FASCISTA
solidando las alianzas de estas fuerzas con las
articulaciones del poder burocrático y contri- En este lugar no podemos hacer una expo-
buyendo a impulsar la racionalización de la sición exhaustiva del debate en que se ven
producción y a formar un estrato dirigente implicados grupos y tendencias diversas acerca
y una clase obrera más adecuados a los nuevos del significado di la nueva arquitectura (a
objetivos productivos y que no desmayarán cuyo fin es preciso remitirse a los numerosos
en su empuje ni tan siquiera en la fase autár- trabajos publicados sobre el tema '), pero sí
quica de la economía italiana 4.
Cfr., entre otros, M. Tafuri: Ludovico Quaroni
A este propósito, cfr. W. GuGin: Fascismo e e lo sviluppo dell'avchitettura moderna in Italia,
gran capitale, Milán, 1956; E. Rossi: Padroni del Milán, 1964; C. De Seta: La cultura architettonica
vapore e fascismo, Bari, 1966; P. Melograni: Gli in Italia tra le due guerre, Bari, 1972; E. Bonfanti
industriali e Mussolini, Milán, 1972. Para los aspec- y M. Porta: Citti, museo, architettura. Il grupo
tos económicos, cfr. S. La Francesca: La política BBPR nella cultura architettonica italiana, 1932-1970,
econdrnica del fascismo, Roma-Bari, 1976. Florencia, 1973.
Italia en el período comprendido entre las dos guerras mundiales 337
nos parece oportuno hacer un breve resu- tectos; en cambio, son precisamente los re-
men de sus episodios más importantes, a la presentan tes de las nuevas tendencias pic tó-
luz de algunas observaciones de carácter ge- ricas -en particular, los futuristas y los
neral, sobre todo por lo que respecta a las pintores del grupo aValori plistici»-, y no
relaciones con el régimen fascista y con el los arquitectos, los que establecen contactos
Movimiento Moderno. con De Stijl y con L'Esprit Nouveau. Por
Conviene recordar, en primer término, que otra parte es digno de tenerse en cuenta que
la llegada al poder del fascismo es anterior al por este lado llegará a la arquitectura mo-
conocimiento y afirmación en Italia de la ar- derna una contribución crítica y operativa más
quitectura moderna, que se difunde precisa- bien escasa: y si algunos de los futuristas,
mente dentro ya del nuevo acontecer político; como Marinetti, Prampolini y Fillia -cuya
y, en segundo término, que el núcleo ideo- relación con el fascismo no carece, en muchos
lógicamente más avanzado del fascismo no se aspectos, de analogías respecto de la que
presenta en modo alguno como un sistema mantienen los arquitectos progresistas-, no
estático, sino como movimiento que se reputa dejarán de desarrollar una obra extemporánea
.
promotor de una movilización de los esfuerzos de flanqueo y apoyo, lo cierto es que de
e incluso de una «revolución». La compo- ella no derivará ninguna aportación realmente
nente neo-hegeliana del fascismo (o, si se sustancial, no pasándose, si acaso, de ambi-
quiere, la racionalización del fascismo en tér- guas implicaciones: los futuristas tienden a
minos neo-hegelianos) entrelaza la idea del identificar con su propio movimiento a cual-
orden social con el principio de una actividad quier arquitectura moderna, pseudomoderna
revolucionaria: revolución moral del indivi- o simplemente extravagante, pero permanecen
duo y de la nación, dos polos de los que el ajenos a las motivaciones que exceden del
Partido es elemento intermediario y cata- nivel expresivo de las obras, o a la batalla
lizador. antiacadémica '. De aquí que una historia
En relación con los orígenes del movi- paralela de las artes y de la arquitectura en
miento en favor de la arquitectura moderna Italia pueda resultar, ciertamente, útil para
en Italia, es previa la observación de que esa individualizar la génesis de las diferencias y
tendencia no cobra forma como movimiento las facetas de una situación cultural en el
autónomo, sino como conocimiento reflejo, fondo rica y articulada en sus premisas, en
retrasado y aproximado de cuanto se va contingencias políticas y en sus resultados,
elaborando en Alemania, en Francia, en Ho- pero debiéndose tener en cuenta que el des-
landa y en los demás países europeos. Todo arrollo del debate sobre la arquitectura mo-
ello comporta el predominio inicial de una derna en el período de entreguerras puede
asimilación externa de modos formales y de seguirse provechosamente, sobre todo, exa-
metodologías operativas, ancladas genérica- minando las posiciones mantenidas por sus
mente en algunas de las orientaciones gene- protagonistas directos, sus nudos problemáti-
rales del Movimiento Moderno, pero separa- cos y sus ambiguas relaciones con las oposi-
das de los contenidos más radicales implícitos ciones culturales y con el régimen fascista.
en sus posiciones innovadoras, y más todavía
del duro esfuerzo que ha debido desarrollarse El aggiornamento de los modos de la ar-
en el seno de aquellas elaboraciones. A tal quitectura que se verifica en Italia en los
circunstancia hay que añadir la separación primeros años de la posguerra, restringido a
de hecho que se da entre las diversas com- los dos centros de Roma y Milán, no llega
ponentes que actúan en las artes figurativas
Sobre este tema, del que aquí no nos podemos
en Italia, donde los grupos de las vanguardias ocupar más ampliamente, véase el número monográ-
europeístas reúnen conjuntamente a pintores, fico de la revista «Controspazio» de abril-mayo
decoradores y escultores, e incluso a los arqui- de 1971.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 784-789. A. Limongelli, estudio de rascacielos; P . Ascheri, el patio de los vidrieros en el concurso
para el barrio artesano de Roma (en colaboración) y la casa de trabajo para los ciegos de guerra; G. Mu-
zio, casa en el barrio Moscova de Milán, 1921; G. De Finetti, casa de la Meridiana en Milán, 1925; G. Ponti
y E. Lancia, casa en la vía Domenichino de Milán, 1930-31.
Figs. 790-794 (en la página opuesta). L. Figini y G. Pollini, proyecto de cochera para automóviles (1927)
y proyecto para una sede del Dopolavoro (1927); L. Figini, G. Frette, A. Libera y G. Pollini, la «casa eléc-
trica» en la Exposición de Monza de 1927; G. Terragni, dibujo para la casa de viviendas «Novocomun»,
1927; L. Baldessari, L. Figini y G. Pollini, oficinas De Angeli Frua en Milán, 1930-32.
Italia e n el periodo c o m p r e n d i d o entre las d o s guerras mundiales
Historia del urbanismo. Siglo X X
a efectuar una revisión de la práctica profe- diada fusión de algunos elementos del movi-
sional ni a establecer un juicio distinto sobre miento moderno con la arquitectura tradi-
el papel y las perspectivas que corresponden cional (fig. 789).
a la disciplina. En Roma se desarrollan las Para encontrar en Italia un primer enlace
limitadas elaboraciones de P. Aschieri y A. con el Movimiento Moderno internacional es
Limongelli ' (figs. 784-786), mientras Mar- preciso esperar hasta diciembre de 1926, cuan-
cello Piacentini, ya conocido por algunas do el grupo de arquitectos formado ese año,
obras de molde académico realizadas entre el «Gruppo 7» (G. Figini, G. Frette, S. Lar-
1905 y 1915, se aproxima, hacia 1920, al co, G. Pollini, C. E. Rava, G. Terragni y
estilo vienés de comienzos del siglo xx, no U. Castagnola, este último sustituido en el 27
sin suscitar alguna que otra polémica inspi- por A. Libera), comienza a hacer públicas
rada en un cierto tradicionalismo naciona- sus propias tesis en el primero de los cuatro
lista '; en los mismos años Brasini difunde artículos-manifiesto aparecidos en la «Ras-
sus escenografías urbanas neopiranesianas segna Italiana». El programa del grupo, en
[Giambattista Piranesi, grabador y arquitecto realidad, se presenta ya cargado de ambi-
italiano del XVIII] ; en 1919 se funda la Es- güedades y de limitaciones respecto de las
cuela Superior de Arquitectura, donde Gus- premisas del Movimiento Moderno, en el
tavo Giovannoni, A. Foschini, V. Fasolo y momento en que se adhiere al nuevo «estilo»
V. Morpurgo estabilizarán estas tendencias como expresión «de nuestro tiempo» y de las
orientadas hacia un pesado academicismo. En nuevas condiciones políticas del país, igno-
Milán algunos arquitectos (C. Muzio, G . De rando en cambio la problemática central de
Finetti, P. Portaluppi, E. Lancia, G. Ponti, la vivienda de masas como paso obligado para
O. Cabiati, A. Alpago Novello) proponen una llegar a prefigurar una nueva organización
versión más cauta y estilísticamente refinada de la ciudad y de la vida cívica. También se
de los modelos tradicionales: De Finetti mira afirma, incluso, la continuidad con la tra-
hacia las obras de Loos, tratando de hacer de dición de la renovación estilística : la arquitec-
mediador de sus formas en el recuerdo del tura moderna se ve, sobre todo, como una
neoclasicismo lombardo (fig. 788); Muzio, necesidad impuesta por las nuevas tecnolo-
autor de una casa en la vía Moscova muy gías, como la del hormigón armado (que se
elogiada por Piacentini, justifica este retorno considera susceptible de «alcanzar una men-
a la regla académica en el campo de las ex- talidad clásica»). Uno de los puntos poten-
periencias arquitectónicas y urbanísticas ale- cialmente más fecundos de las tesis del «Grup-
gando la necesidad de orden y de método (fi- po 7», sobre el que con más frecuencia
gura 787); algunos de estos arquitectos, como insisten los redactores del programa, el de la
Cabiati, 'Buzzi, Fiocchi y, sobre todo, Gio renuncia al individualismo en función de
Ponti, se harán intérpretes más tarde, entre la producción en serie, es objeto en realidad
la clientela burguesa de Milán, de una estu- de escasa profundización y aparece conce-
bido, probablemente, en el sentido de una
Cfr. R. Papini: Il concorso per il quartiere homogeneidad estilística del producto arqui-
dell'artigianato in Roma, en aArchitettura e arti de- tec tónico.
corative», octubre de 1926. Entretanto, mientras aparecen los primeros
Léanse, por ejemplo, estas consideraciones de
Ojetti: «La sala del cine [ .. . ] de la plaza de San proyectos y se realizan las primeras obras de
Lorenzo en Lucina es [...] bonita, cómoda y orgá- Terragni y de Pagano (figs. 790-794), los gru-
nica, especialmente por el empleo lógico que se hace pos de arquitectos que se van constituyendo
del hormigón, pero con algún fatal recuerdo austro- en algunos de los mayores centros urbanos
alemán, recuerdo que, como era natural, enfadó a
confluyen en el denominado Movimiento Ita-
mucha gente que, en Roma, quiere sentirse total-
mente romana, incluso en el cine.» U. Ojetti: I nani liano en favor de la Arquitectura Racional
fra le colonne, Milán, 1920, pág. 77. (MIAR) y presentan los resultados de las
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 34 1
nuevas investigaciones en dos exposiciones dernos proyectan, junto con otros academi-
celebradas en los años 28 y 31. Con ocasión cistas, la ciudad universitaria de Roma.
de la segunda, P. M. Bardi -volviendo a Después, el año 33, la preparación de la
tomar la orientación indicada en un escrito Triennale milanesa, con la realización de una
suyo aparecido el 30 de enero en «LYAmbro- serie de construcciones experimentales en el
siano» bajo el título Architettura arte di parque del Sempione en torno al palacio del
Stato- intenta establecer un enlace más Arte de Muzio, viene a constituir una primera
directo con el régimen fascista, afirmando con toma de contacto con un público de masas,
vigor en su Rapporto su11'architettura, diri- siendo saludada o considerada como una afir-
gido a Mussolini, la idea de que la nueva mación efectiva de los arquitectos raciona-
arquitectura, y sólo ella, está en condiciones listas; si bien no dejan de señalarse, en com-
de interpretar la «revolución en marcha» del paración con el prototipo constituido por el
fascismo y de traducir en realidades los nue- proyecto del Weissenhof de Stuttgart -ade-
vos ideales sociales. Sin embargo, la investi- más de su retraso temporal-, la menor homo-
dura esperada por Bardi no es otorgada, a geneidad cualitativa y de inspiración de las
pesar de ser publicado su Rapporto por las construcciones expuestas, su poco orgánica
Edizioni di Crítica Fascista; mientras, la falta diseminación en el parque y su carácter pura-
de apoyo del Sindicato nacional de arquitectos mente provisional, y el predominio de las
a la corriente de los innovadores -a la que viviendas unifamiliares y de los edificios con
se opone el programa del RAMI (Raggruppa- un destino especial lo (figs. 795-800).
mento Architetti Moderni Italiani), tendente Así pues, si bien la arquitectura moderna
a conseguir un compromiso entre tradición y se ha convertido en pocos años en interlocutor
tendencias modernas- provoca el fracaso de cultural válido, cambiando los términos del
la línea política del MIAR. debate en curso, no han faltado tampoco
Los éxitos parciales del año siguiente, que confusiones y oscilaciones en su seno, ni ata-
coincide con el décimo aniversario de la mar- ques y tentativas de falseamiento o de anexión
cha sobre Roma, no desc~m~ponen los equili- por parte de la oposición 'l. En las polé-
brios perseguidos por el régimen fascista,
O' Cfr. el número especial de la revista «Domus»
mientras se acentúan resistencias y polémicas, de junio de 1933.
si bien el grupo toscano consigue la impor- l1 Aislamos aquí, entre las innumerables referen-
tante victoria en el concurso para el pro- cias que podrían extraerse de las publicaciones de
yecto de la estación de Florencia (ratificada la época, dos posiciones significativas que reflejan
más tarde por la autorizada aprobación del las resistencias opuestas a la afirmación de la ar-
quitectura moderna: la repulsa de Caronia-Roberti,
propio Duce '), la exposición de la Revolución inspirada en la identidad tradición-nacionalismo, y la
registra una amplia presencia de las nuevas tentativa de conciliación de Pera, aunque sea en el
generaciones y, en fin, algunos arquitectos mo- marco de una absorción de lo nuevo en la historia.
Para Caronia, la ética del arquitecto fascista es,
En junio del 34, al recibir a los autores del plan sobre todo, de vigilancia rigurosa contra las influen-
de Sabaudia y a los de la estación de Florencia, cias exteriores: «He aquí [ ...] una tarea -escribe-,
Mussolini afirma: «Tengo que precisar, de manera por decirlo así, de defensa del arquitecto fascista:
inequívoca, que yo soy partidario de la arquitectura éste debe considerarse movilizado en una especie
moderna, de la de nuestro tiempo [...l. Sería ab- de milicia de fronteras para luchar contra las impoy-
surdo pensar que nosotros, hoy en día, no pudiése- taciones, contra los exotismos deformadores del es-
mos tener nuestro propio pensamiento arquitectónico; píritu de la raza, contra la amenaza de esa interna-
es absurdo no desear una arquitectura racional y cional que nosotros rechazamos con todas nuestras
funcional, propia de nuestro tiempo. Cada época nos fuerzas, porque queremos ser y permanecer, sobre
ha dado su arquitectura funcional: incluso los monu- todo y celosamente, italianísimos. [. . .] Al igual que
mentos de Roma, que nosotros estamos volviendo a los Romanos hicieron de sus monumentos el signo
desenterrar hoy, respondían también a su propia fun- imperecedero de su mejor siglo y un instrumento
ción ...» Citado en A. Muñoz: Roma di Mussolini, eficaz de exaltación imperial, del mismo modo nos-
Milán, 1935, pág. 445. otros, los fascistas, queremos que monumentos nues-
Historia del urbanismo. Siglo X X
micas que se suscitan sobre el significado de intérprete más auténtico y autorizado, sin que,
la nueva arquitectura, los mejores arquitectos no obstante, los exponentes del movimiento
l
de las jóvenes generaciones no dudan en moderno tengan la capacidad suficiente para
1
dejarse implicar en polémicas marginales, re- ir más allá de una contraposición de niveles
batiendo una por una las acusaciones dirigidas formales, para enlazar su propia acción con
contra los productos de la nueva arquitectura las premisas ideológicas de las que ha nacido
-su aspecto utilitarista y mecánico, su frial- la nueva arquitectura. El régimen, por su
dad, su internacionalismo-, a veces con cal- parte, en la persona del mismo Mussolini,
culada ingenuidad, a veces con una táctica fomenta el pluralismo superestructural de este
abiertamente oportunista. El debate desem- debate, que le permite moverse dentro de
boca fatalmente en un choque de tendencias una actitud de equidistancia, o de mediación
dentro del régimen, del que todas y cada una o incluso de carácter pendular, que no siem-
de las partes tratan de presentarse como el pre consigue ocultar una cierta desconfianza
de fondo respecto de las motivaciones y los
tros, de nuestros días y de carácter absolutamente métodos de los arquitectos modernos, por
itálico hablen y sigan hablando en el futuro de nues-
tra era, y que sean instrumento de exaltación y de más que éstos proclamen en toda ocasión su
propaganda de la época fascista, verdadero funda- disposición a colaborar. En los encargos ofi-
mento de la nueva civilización.» S. Caronia-Roberti: ciales más importantes, hábilmente dosifica-
Architettuva ed etica fascista, Palermo, 1934, págs. 24 dos entre los representantes de las diversas
y 31. En este mismo escrito el autor cita como auto-
crítica ejemplar del arquitecto fascista el caso de
corrientes, y en las heterogéneas colaboracio-
Carlo Polii, que, «siendo triestino irredento» ((hay nes en común - d e las que los episodios más
aquí una censura crítica indirecta a Pagano?), había destacados son la ciudad universitaria de
estudiado en Munich y «en sus primeras obras, a Roma y la Exposición universal del 42-,
pesar de haber estudiado apasionadamente los monu- modernos y tradicionalistas construyen con-
mentos italianos, dejaba traslucir todavía su prepa-
ración alemana; de lo que se daba cuenta y se lamen- juntamente la ciudad fascista, a menudo apro-
taba. Habiéndoseme encargado la revisión de un ximando sus respectivas posiciones culturales
proyecto suyo, le sugerí algunas leves modificaciones en el contacto reciproco y en las mediacio-
de detalle, a lo que me respondió que: "aceptaba mis nes de compromiso. Compromiso que incluso
modificaciones como verdaderas y propias nacionaliza-
ciones de su proyecto"» (pág. 36). Y he aquí ahora
parece consolidarse, desplazando su eje hacia
lo que, en cambio, dice L. Pera: «He considerado una aceptación más general de los cánones
la Arquitectura pisana -comienza afirmando- con del monumentalismo académico, a partir del
el espíritu del arquitecto moderno; es decir, obser- 37, con el comienzo de las tareas de prepa-
vándola conforme a los conceptos del racionalismo ración de la E 42, saludada con iguales aus-
contemporáneo y presentándola en forma compara-
tiva» (pág. 3). En el curso del análisis se descubre picios por los artículos editoriales de «Casa-
que el racionalismo «no es un hallazgo de los ar- bella», la revista milanesa dirigida ahora por
quitectos modernos» (pág. 8)) y que la diferencia Pagano, y de «Architettura», la revista roma-
está en el hecho «de que en tiempos pasados se na de Piacentini. Pero precisamente a partir
hacía racionalismo sin saberlo» (pág. 9). Después el
hilo del razonamiento basado en la correspondencia de este episodio -cuando con la presión
entre forma y función se interrumpe, afirmándose nacionalista, y por efecto del mismo impacto
que «la Arquitectura pisana, en cuanto se la con- de las orientaciones asumidas por la arqui-
sidere como necesidad de expresión plástica de fuer-, tectura oficial de Estado en la Alemania nazi,
zas sociales en desarrollo, como "voluntad creativa"
de un pueblo, como "ambición de definir colectiva-
se hace más evidente la subordinación de la
mente la grandeza heroica" de un ciclo histórico, cultura a la ideología-, algunos de los pro-
obedece de modo absoluto a la ley que el raciona- tagonistas de más elevado rigor moral e inte-
lismo se impone, porque es justamente la expresión lectual, como Pagano, sabrán extraer después,
materializada del grado de civilización del pueblo en los años de guerra, más o menos aislada-
de Pisa y de su potencialidad política y cultural» (pá-
gina 33). L. Pera: Il razionalismo e l'architettura pi- mente, las consecuencias de conjunto deriva-
sana, Pisa, 1936. das d e una ilusión que duró casi veinte años.
Italia en el período comprendido entre las dos guerras mundiales 343
Figs. 795-800. La V Trienal de Milán del 33: planimetría; G. Pagano, F. Albini, R. Camus, G. Mazzo-
leni, G. Minoletti y G. Palanti, casa con estructura de acero; L. C. Daneri y L. Vietti, casa con estructura
de acero; L. Figini y G. Pollini, villa-estudio para un artista; E. Griffini, E. Faludi y P. Bottoni, casa para
vacaciones junto al mar; L. Baldessari, pabellón de la prensa.
b) Los PROTAGONISTAS DE LAS VICISITUDES radicadas en los dos centros constituidos por
URBAN~STICASITALIANAS EN EL PERÍODO Roma y Milán, un esquema crítico que difí-
FASCISTA cilmente puede eludirse cuando se intenta ha-
cer un balance de las vicisitudes experimen-
A partir de la esquemática ilustración del
tadas por la arquitectura italiana entre las dos
nacimiento y desarrollo del movimiento en
favor de la arquitectura moderna en Italia guerras. Seleccionar algunas voces destacadas
puede deducirse ya la riqueza que ofrece una de este debate es algo que puede servir para
confrontación polémica de posiciones, sufrida enriquecer los contornos de éste, a condición,
en algunas casos de forma casi dramática, en naturalmente, de que no se las separe de su
el ámbito de ese pluralismo controlado, hecho propio contexto de conexiones; incluso por-
de golpes y contragolpes calculados, sobre el que -hay que señalarlo así- una valoración
que se apoya el totalitarismo fascista y más amplia y profunda de este período histó-
del que forma parte, quizá, esa misma pola- rico debería tener siempre en cuenta otros
rización de orientaciones ideológicas opuestas ámbitos culturales e institucionales que toda-
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 801-805. M. Piacentini, hipódromo de Villa Glori en Roma (1920)) boceto para el hotel degli Am-
basciatori en Roma (1925-27) y fachada principal de la Casa de .los Mutilados, también en Roma (1925-28);
G. Giovannoni, proyecto para el barrio del Rinascimento (1920) y proyecto de escuela elemental en Monte-
rotondo (1921).
Historia del urbanismo. Siglo X X
antiguos -idea que vuelve a repetir en la ficativa», en una serie de artículos ,de revista
posguerra con la propuesta de creación de un que después, en 1931, resumirá en su obra
nuevo centro de la capital hacia el Este, y Vecchie citt2 ed ed'liizia nuova".
con el apoyo (prestado al grupo de los jóvenes La teoría de la «aclaración» del tejido edi-
urbanistas romanos-, hasta su partici.pación ficado de Giovannoni se basa en el- criterio
en la redacción del plan de Roma del 31, su de conseguir una aligeración del tejido antiguo
teorización de las iniciativas culturalmente mediante demoliciones sólo parciales, de edi-
más reaccionarias del régimen
- y su directo ficios sin valor, de partes d e edificios o de
compromiso con los intereses de la especula- superfetaciones, con el fin, por un lado, de
ción inmobiliaria y del gran capital financiero. redescubrir y revalorizar los monumentos ma-
Casi omnipresente en las comisiones y jurados yores o las características más peculiares del
encargados de enjuiciar los más importantes ambiente urbano, y por otro lado con objeto
concursos nacionales de urbanismo y de ar- de mejorar las condiciones higiénicas y, al
quitectura, Piacentini se encuentra en con- propio tiempo, la circulación y el estaciona-
diciones de ejercer con mucha frecuencia un miento d e vehículos (fig. 804). Se trata de
control directo sobre las opciones de planea- un principio que, si en algunos aspectos puede
miento, interviniendo de vez en cuando para coincidir a primera vista, al menos en parte,
corregir o matizar las soluciones, e incluso a con los intereses celebrativos del urbanismo
veces (como en Brescia), sustituyendo a algún oficial -la liberación y valorización perspec-
proyectista en la ejecución de las realizacio- tiva y estratégica de los edificios monumen-
nes definitivas 16. tales-, en la práctica apunta hacia este obje-
A la vivacidad intelectual y a la despreocu- tivo a través de una vía d e compromiso, no
pación de Piacentini, Gustavo Giovannoni exenta de una cierta condescendencia para
opone una seria formación de investigador y con los elementos casuales y pintorescos del
una consistente cultura histórica. Como arqui- paisaje urbano, y que generalmente sólo ad-
tecto, Giovannoni es autor de algunos pro- mite como actuación de reordenación la re-
yectos escasamente significativos (fig . 80.5)) constitución d e los paramentos murales libe-
mientras que en su obra de proyectación urba- rados, excluyendo la manipulación brutal, por
nística, desarrollada en un período bastante líneas directas y axiales, del tejido urbano
breve, destacan el plan de la «ciudad-jardín» (desde el punto de vista del rendimiento eco-
de Montesacro ,(1920) y el del barrio de la nómico de las actuaciones, el sistema de la
Garbatella en Roma (del mismo año, en cola- aclaración, condicionado a la identificación
boración con Piacentini): obras que, con todas histórico-científica de las preexistencias y de
sus limitaciones, vienen a evidenciar esa tenue las superfetaciones, es muy sobrio en recons-
relación con una lparte de las experiencias trucciones masivas, no permite compensar
europeas que Giovannoni ha mantenido en el menor aprovechamiento del suelo con índi-
su condición de estudioso de la arquitectura ces mayores de utilización y se presta mal
en los primeros años del siglo, a la bús- para justificar los derribos axiales del monu-
queda de un razonado encuadre de principios mentalismo oficial). Pero Giovannoni no es
y d e métodos. Giovannoni, remitiéndose a la calpaz de defender este principio hasta sus
praxis adoptada en las ciudades alemanas y últimas consecuencias, y en los casos con-
a las teorías de Charles Buls, ha profundizado, cretos se presta a los peores compromisos. Por
sobre todo, en la teoría de la «aclaración edi- ello, en más de una ocasión se asiste en rea-
lidad a una trágica farsa: por una parte, los
le Sobre Piacentini, véanse L. Angelini: Per un'af-
arquitectos que proyectan los derribos y los
fermazione di nuova architetttrra italiana, en «Empo-
rium», mayo de 1918; y A. Muñoz: Marcello Piacen-
tini, en aArchitettura e arti decorative», septiembre- l7 G. Giovannoni: Vecchie cittd ed edilizia nuova,
octubre de 1925. Turín, 1931.
Italia e n el período comprendido entre las d o s guerras mundiales 347
selli intenta definir los instrumentos urba- te más -y aparece menos sujeta a las san-
nísticos de planeamiento a gran escala, plan- ciones y a las censuras de los ideólogos del
teando el problema de la elaboración de un partido fascista- en el ambiente milanés,
plan de utilización del territorio nacional, y tanto por lo que respecta a las orientaciones
delineando con precisión el concepto de región disciplinares como a las contribuciones críti-
orgánica respecto de los ámbitos territoriales cas y polémicas de Persico y Pagano, de las
definidos por los límites administrativos vi- que arranca y cobra cuerpo, en torno a la
gentes 21. revista «Casabella», una precisa línea ideoló-
En el ámbito romano deben recordarse tam- gica sobre el papel que corresponde a la
bién los estudios con vistas a difundir las arquitectura.
experiencias europeas contemporáneas que se En el clima de escasa información y de
realizan en los años veinte por Gaetano Min- mera aproximación que impera en la Italia
nuccia y en los años treinta por Giuseppe de estos años -del que son reflejo la abun-
Samoni, con su ensayo del 35 en el que nos dancia y la deficiente calidad de las publica-
ofrece una reseña de las realizaciones conse- ciones y las numerosas revistas especializadas
guidas con posterioridad a la primera guerra en temas de decoración, arquitectura y urba-
mundial ". nismo- destaca entre los años 30 y 40
la revista «Casabella», fundada en Milán
La urgencia por enlazar las experiencias en 1928 24. A partir del 30 es redactor y
propias con el movimiento europeo se advier- co-director de «Casabella» Edoardo Persico
(1900-1936), educado en los ambientes anti-
Q
de 1930. Del mismo Piccinato, véase también la voz fascistas turineses y empeñado entre los años
Urbanistica de la Enciclopedia Italiana, y el manual 20 y 24 en una labor política, dedicándose
Urbandstica, Roma, 1945. después a la actividad de crítico de arte y de
" E. Fuselli: Urbanistica di Mussolini: il piano
literatura. Persico, con su colaboración en
regolatore nazionale, en «Quadrante», noviembre
de 1933. «Casabella», define su propio campo de in-
G. Minnucci: L'abitazione moderna popolare tereses en torno a la crítica de los fenómenos
nell'architettura contenzporinea olandese, Roma, relacionados con la arquitectura, terreno al
1926, además de los artículos publicados anterior- que puede aportar la contribución de su am-
mente en «Architettura e arti decorative»: Moderna
architettura olandese, julio de 1924, Edilizia cittadina plio bagaje cultural, mostrando una particu-
e piani regolatori (11 Congresso di Amsterdam, 2-7 lar atención por todo cuanto acaece fuera de
luglio), octubre de 1924, y Moderna architettura las fronteras italianas. Persico mira justa-
olandese, octubre de 1924. Para las escasas contri.
buciones informativas sobre las realizaciones efectua-
das en los países extranjeros, aparte de los artículos " Las «cabeceras» de mayor relieve en actividad
de «Casabella» y, más saltuariamente, de «Domus», durante estos veinte años -fuente importantísima,
cfr. G. Rigotti: I nuovi quartieri operai a Stoccolma, aunque parcial, de informaciones sobre las posiciones
en «Urbanistica», marzo-abril de 1934; del mismo oficiales mantenidas en este período- están cons-
autor: I borghi operai, ibid., enero-febrero de 1936, tituidas por las revistas «Architettura e arti decora-
y también I borghi dalle «Siedlungen» alle «Green- tive» (1921-31))dirigida por Giovannoni y Piacentini,
belt Towns», ibid., enero-febrero de 1937; F. Fa- como órgano del Sindacato Nazionale Architetti,
riello: L'urbanistica e l'abitazione in Russia, en transformada después en «Architettura» (1932-43))
«Architettura», septiembre de 1936; P . Carbonara: bajo la dirección de Piacentini; «Domus» (iniciada
L'edilizia popolare negli Stati Uniti d'America, en en 1928 y que todavía se sigue publicando), dirigida
«Architettura», enero de 1939; A. Della Rocca: 11 por Gio Ponti, portavoz de un posibilismo equidis-
movimento urbanistico nei paesi nordici, en curbanis- tante entre las diversas corrientes culturales; y «Ur-
tica», septiembre-octubre de 1939. En este sentido banistica» (1933-4.5))de Betta y Melis. Menos im-
puede señalarse también el volumen de P . Carbo- portantes son la «Rassegna di architettura» (1929-40)
nara: L'Architettuva in America, Bari, 1939. y «Polígono» (1923-31);«Quadrante» (1933-36))diri-
23 G. Samonh: La casa popolare, Nápoles, 1935, gida por Bardi y Bontempelli, ha publicado, en su
obra reimpresa recientemente con el título La casa breve período de vida, algunos artículos de notable
popolare degli anni Trentu, Venecia-Padua, 1973. interés.
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 349
mente a Europa, o mejor, a la parte de Euro- mas se tocan de nuevo en Punto ed a capo
pa en que la exigencia de renovación de las per l'architettura, el más largo de los ensayos
formas artísticas y culturales revela un vínculo escritos por Persico, caracterizado por una
directo con los ideales y los programas de toma de conciencia aún más lúcida de la in-
transformación socia1 25: desde las páginas de consistencia que tienen las fórmulas adopt-adas
«Casabella» y de otras revistas, y con sus para conferir una identidad y una razón de
conferencias, comentando los hechos de la ser a la nueva arquitectura, allí donde, a su
arquitectura moderna y los personajes y acon- juicio, la respuesta está en un enlace directo
tecimientos que constituyen sus contornos, entre producción de la arquitectura y «exi-
Persico construye por fragmentos su propio gencias reales del país» 27.
discurso político coherente, conducido fre- Siguiendo el camino abierto -por Persico,
cuentemente a través de alusiones y afirma- y frente a la progresiva clausura de perspec-
ciones que todavía están por sondear en sus tivas impuesta por el fascismo, los colabora-
implicaciones, no debidas solamente al clima dores más asiduos de «Casabella» sabrán ex-
político imperante, sino también a su propia traer la conclusión, casi inevitable, de que
elección moral de utilizar la arquitectura como la batalla en pro de la arquitectura pasa
espejo y metáfora de una situación más gene-
ral de la sociedad italiana. Algunas de sus
intuiciones nos sorprenden todavía por su ex- "contemporaneidad", y la de la "moralidad", sin
ningún apego a los problemas reales y sin ningún
traordinaria oportunidad y agudeza, como contenido verdadero. La guerra entre "racionalistas"
cuando, comentando la Triennale milanesa y "tradicionalistas" se ha resuelto, de este modo, en
del 33, que para muchos constituye una se- un diálogo vacío e inconsistente en el que los inter-
gura afirmación de los arquitectos modernos, locutores adversarios daban muestras de la misma
viene a denunciar su balance de resultados impreparación teórica y de la misma incapacidad para
resolver el problema de una arquitectura que no sea
que estima realmente involutivo 26. Estos te- estéril ni falseadora de la realidad [...]; las aspi-
raciones a un estilo moderno se han reducido a una
z= «Ciertamente, la Europa a que él se refería era serie de compromisos [.. .], sin embargo, la actitud
una "región del espíritu" tan seleccionada que resul- inicial del racionalismo viene a indicar que esta exi-
taba, para los más, bastante menos fácil de hallar gencia también es viva en Italia, y que encontrará
que una Europa plena de apenas encubierta sim. su solución adecuada cuando los artistas consigan
patía, cuando no de abierta admiración y envidia, vencer el contraste entre las premisas p la práctica,
para el régimen fascista.» E. Bonfanti y M. Porta, y no teman parecer demasiado intrasigentes, en un
op. cit., pág. 4. clima estético que se contenta con fórmulas genéri-
26 «Para nosotros, el "racionalismo" italiano ha cas y con toscas transacciones.» E. Persico: Gli
muerto. Nacido como necesidad artificiosa de nove- architetti italiani, en «L'Italia letteraria», 6 de agos-
dad, o como imitación del extranjero, jamás ha tenido to de 1933, incluido en E. Persico; Tutte le opere
.interés sino como documento acreditativo de una in- (1923-1935), edición a cargo de G. Veronesi, Mi-
quietud espiritual que no ha conseguido establecer lán, 1964, págs. 145-47.
con coherencia los términos del problema. En el 27 «En Italia no se han entendido, ni quizá se
extranjero, el "racionalismo" ha sido un movimiento podían entender, estos valores. De la arquitectura
fecundo en ideas y experiencias, y ha renovado las alemana, e incluso de Le Corbusier, solamente se ha
bases más profundas del gusto europeo; en Italia, aceptado el formalismo polémico; para el que la tesis
en cambio, se ha dispersado en la retórica de las "racionalista" se resuelve siempre en una mera reac-
polémicas, por lo que, en resumidas cuentas, de tanta ción frente a la indiferencia de los adversarios. El
guerra no queda más que el recuerdo de algún escri- "racionalismo" italiano es necesariamente refractario
tor brillante y de algún que otro propósito paradó- al ímpetu de las tendencias europeas,' parque jamás
jico. La verdad es que el "racionalismo italiano" no se ha depositado fe en él. Y así, del europeísmo del
ha nacido de ninguna exigencia profunda, sino de primer "racionalismo" se ha pasado, con fría inteli-
posiciones dilettantes, de mero aficionado, como el gencia de las situaciones prácticas, a la "romanidad"
europeísmo de salón del "Grupo 7", o de pretextos y a la "mediterraneidad", hasta la proclamación últi-
prácticos de los que aparecen excluidos cualesquiera ma de la arquitectura corporativa.» E. Persico: Punto
motivos de interioridad ética [ .. .]; la polémica ha ed a capo per l'architettura, en «Domus», noviem-
creado solamente aspiraciones confusas, como la de la bre de 1934.
Historia del urbanismo. Siglo X X
por la acción política. Giuseppe Pagano pro- estrategia de Pagano consiste en apoyarse
seguirá la enseñanza de Persico a la muerte siempre en los mismos elementos doctrinarios
de éste, en una labor de adhesión y contes- de la ideología fascista, para plegarlos des-
tación insistente dentro del propio partido pués a sus propias razones ideales; del mismo
fascista, más tarde tratando de apoyar las modo, en su actividad profesional acepta con
corrientes «de izquierdas», al menos cultu- entusiasmo las temáticas oficiales del régimen
ralmente más avanzadas, y siempre mante- -con la excepción del concurso para el Pa-
niendo una dura polémica contra el monu- lazzo del Littorio, junto al Coliseo, siendo el
mentalismo y la retórica («la vida contra la único de los arquitectos italianos destacados
academia»), afirmando el valor de la produc- que juzga dicho proyecto como totalmente
ción en serie 28, de la simplicidad de los me- inaceptable-, tratando luego de modificar sus
dios y de los resultados en función de la premisas en sus resultados críticos o en los
demanda social expresada por las clases que proyectos; y así actúa desde el encargo de
trabajan, en nombre del orden colectivo de proyecto de la ciudad universitaria de Roma,
la ciudadz9. En las polémicas verbales, la desarrollado bajo la dirección de Piacentini,
hasta en su participación en la Triennale de
28 «En el campo de la técnica edificatoria, el pro- Milán del 36 sobre la arquitectura rural ita-
ceso de revisión en favor de un enlace más intenso liana (un tema elegido por las jerarquías fas-
y más lógico entre industria y construcción tiene cistas por razones de oportunismo populista,
lugar en muchos sectores y partiendo de diversas
consideraciones. La primera razón es la económica, dentro del marco de la política de «ruraliza-
es decir, el ahorro de tiempo y dinero. La segunda es ción»), donde propugna la comprensión inte-
técnica, o sea, el mejoramiento de las condiciones ligente de la «racionalidad» de los contenidos
generales y particulares de la construcción. La tercera y de los medios de esas expresiones meno-
es social, es decir, conservar a casas con idéntico
res ", pasando también por el plan urbanístico
destino la identidad de su aspecto exterior. Ante
tales razones, el arquitecto moderno, que no vive
ajeno a los problemas reales de la economía, reac- 30 El tema oficial interesa a Pagano, de un lado,
ciona tratando de encontrar algunas soluciones prác- para insistir en su empeño a favor del movimiento
ticas que concilien su inspiración artística con la reali- moderno (reafirmando la función como fundamento
dad de la vida. La solución más elemental viene lógico-estético de la arquitectura), y de otro, para
representada por el intento de normalizar los elemen- polemizar contra las posiciones idealistas de los ar-
tos que componen la construcción, de manera que quitectos y de los historiadores del arte: «La historia
resulte económica la producción, perfecta la ejecución de la arquitectura se ocupa, casi sin excepciones, de
y fácil el montaje.» G. Pagano: Le costruzioni in la arquitectura estilista, es decir, de aquella forma
serie, en «Casabella-Costruzioni», diciembre de 1939. del arte de la edificación que se considera digna de
29 Delineando las condiciones precisas para un atención por su valor intencionalmente estético y
correcto desarrollo de la ciudad, Pagano afirma: francamente orientado hacia formas decorativas. En
d . Eliminar, en cuanto sea posible, la propiedad la historia de la arquitectura estudiamos, por lo gene-
privada de las zonas de la periferia, e impedir que ral, la historia del gusto arquitectónico a través de
la propiedad privada que aún pueda existir en esas las formas áulicas adoptadas por las construcciones
zonas se venda a terceros sin previa autorización mayores: los templos, las iglesias, los palacios. Las
del municipio, al que, en todo caso, deberían reser- razones técnicas, las relaciones de tradición formal
vársele los derechos de tanteo y retracto. 2. Crear y las influencias de carácter económico y funcional
alrededor de la ciudad zonas de propiedad munici- que hayan podido originarse no interesan, en la ma-
pal, mediante permutas, compraventas o expropiacio- yoría de los casos, ni al mundo de los estudiosos ni
nes. 3. Arrendar estos terrenos a los particulares, al de los propios artistas. En el examen de la ar-
por períodos prefijados y conforme a modalidades quitectura estilista nos interesa enormemente el
reguladas por planes temporales que inviten a la "cómo", pero no el "porqué". Aceptamos el hecho
construcción por tiempo limitado. 4. Vender defi- consumado y analizamos la creación del genio como
nitivamente los terrenos cuando la zona esté urbanís- una manifestación del gusto, como una expresión
ticamente definida y sólo en el caso de que esté libre del espíritu al margen de cualquier relación
acabado, cuando menos, el proyecto de toda una con las razones prácticas del fenómeno constructivo.
manzana.» G. Pagano: U n sistema per lJaccrescimento Por el hecho de que el interés crítico de los estudio-
orginico delle cittd, en «Casabella», junio de 1935. sos de la arquitectura dirige su atención tan sólo a la
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 351
para la Exposición Universal de Roma del 42. lar» 33; más tarde, sobre este mismo tema
Sin embargo, justamente a continuación de las específico, aparecerán los estudios de 1. Dio-
desilusiones sufridas en estas experiencias, tallevi y F. Marescotti, presentados por sus
Pagano abandona toda esperanza de despla- autores bajo un título bien significativo, como
zar el eje impuesto por la dictadura y hasta de repertorio sistemático de las «visiones de re-
hacer coincidir su visión ética con los obje- novación propues tas por los grandes arqui tec-
tivos de una corriente rebelde en el seno del tos europeos », ejemplificación de «un elemen-
partido. Esta sufrida maduración es la que to esencial en la formulación de la casa del
lo lleva, a partir del 8 de septiembre del 43, mañana» 34. En este contexto debe recordarse
a las filas de la Resistencia y, finalmente, a también la encuesta sobre la residencia obrera
los campos de concentración alemanes. Sus realizada en la provincia de Milán por los
vicisitudes personales trascienden, ciertamen- arquitectos Pucci y Bottoni 35 (figs. 806-807).
te, en esta conclusión, del temple moral que En el campo de la enseñanza universitaria,
anima el tránsito histórico de la arquitectura la labor docente de Cesare Chiodi, profesor
en Italia entre los años 27 y 40, pero parece de planeamiento urbano y después de urba-
que sirven de testimonio de las convicciones nismo en la Facultad de Ingeniería, aunque
ideales de Persico sobre la imposibilidad de inspirada en una consideración prevalente-
que la nueva arquitectura crezca fuera de una mente tecnicista de los problemas urbanos,
sociedad libre y ordenada 31. parte de una amplia y actualizada base infor-
Del grado más alto de circulación de las mativa, enriquecida por un texto publicado
ideas que es posible en el ambiente milanés el año 35, L a cittd m o d e r n a , que en nada
de los años treinta dan testimonio también el desmerece si se le compara con las análogas
vivo interés que allí se siente por Europa (en síntesis históricas de los manuales aparecidos
el ámbito cultural de Milán operan Pollini, en esos mismos años en Europa (figs. 808-
Bottoni y T&ragni, los únicos representantes 810).
italianos en el Congreso del CIAM del 3 3 ) 32
y la misma orientación de las investigaciones
teóricas que allí se realizan. Los estudios de
E. A. Griffini sobre la vivienda racional en-
lazan con los ejemplos de los CIAM y de Más bien escasas, fechadas todas hacia fi-
Klein, tratando de contrastar en el plano de nales de los años treinta y circunscritas al área
la objetividad de la investigación la distinción milanesa, son las contribuciones de investi-
corriente entre «casa-vivienda acomodada» gación en el sector de la vivienda de masa
[«casa d i civile a b i t a z i o n e » ] y «casa popu- y de la organización de la ciudad, sector en
el que se observa -más que en los resul-
máxima conclusión edificativa de los diversos perío- tados de la arquitectura en general, que son
dos, no podemos ni queremos enlazar estas conclu- mejores- una marcada diferencia respecto de
siones con aquellas premisas puramente utilitarias e las experiencias más destacadas del Movimien-
inicialmente constituidas por exclusivas superaciones
del hecho estructural, económico y funcional.» G. Pa-
to Moderno en Alemania, en Holanda, en
gano y G. Daniel: Architettura rurale italiana, «Qua- Rusia e incluso, desde un punto de vista or-
derni della Triennale», Milán, 1936, págs. 7-8.
31 Sobre la obra de Pagano, véanse, principalmente: 33 E. A. Griffini: Costruzione razionale della casa,
C. Melograni: Giuseppe Pagano, Milán, 1955; C. De Milán, 1931 (notablemente ampliada en las ediciones
Seta (ed.): Giuseppe Pagano. Architettura e citt2 posteriores).
durante il fascismo, Roma-Bari, 1976; y el número 1. Diotallevi y F. Marescotti: Ordine e destino
monográfico de la revista «Pariimetro» de abril della casa popolare, risultati e anticipi, Milán, 1941.
de 1975. 35 De P. Bottoni, véase también el texto Urba-
Cfr. G. Pollini: La citt2 funzionale, il IV Con- nistica, Milán, 1938, publicado en los «Quaderni
gresso Internazionale di Architettura Moderna, en della Triennale».
«Urbanistica», mayo-junio de 1934. 36 Cfr. C. Chiodi: La citt2 moderna, Milán, 1935.
352 Historia del urbanismo. Siglo X X
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 353
ganizativo y dimensional, en el resto de Euro- nuevo sistema. En este singular proyecto vuel-
pa. No obstante, deben recordarse, en este ven a proponerse los ejemplos polémicos de
sentido, el barrio obrero de Rebbio (1938)) Le Corbusier sobre la relación entre ciudad
concebido como satélite de la ciudad de moderna y ciudad histórica, y la serialidad
Como, proyectado por Sartoris y Terragni y y el montaje característicos de algunos estu-
que no llega a realizarse (figs. 81 1-814))y los dios de Hilberseimer.
barrios descentrados de Milán proyectados Análogo en sus intentos metodológicos
durante la guerra por Albini, Bottoni, Camus, -por la misma perentoriedad del modo de
Cerutti, Fabbri, Mazzocchi, Minoletti, Palan- entender la relación con el pasado- puede
ti, Pucci y Putelli por cuenta del Istituto case considerarse el plan del 36 para la ciudad de
popolari, que tampoco llegan a ejecutarse. Aosta de G. L. Banfi, E. Peressutti y E. N.
A Gardella, Albini, Minoletti, Pagano, Pre- Rogers, que proponen una ciudad residencial
daval y Romano se debe el proyecto Milano «geometrizada», mediante la sustitución com-
verde de 1938 (figs. 815-817)) una propuesta pleta del tejido antiguo, alrededor de los
de reestructuración y reorganización de la monumentos mayores (fig. 820); este estudio
zona Sempione-Feria de Milán, cuyo significa- forma parte del plan general del Valle de
do provocativo no desmerece si se le compara Aosta encargado al equipo BBPR36bis por
con las orientaciones urbanísticas más avan- Adriano Olivetti, un trabajo modesto en cuan-
zadas de la Europa de esa época. En la misma to a sus problemáticas de fondo, pero com-
línea, aunque metodológicamente más rigu- prometido en cuanto se refiere a las cuida-
roso, se encuentra el proyecto Citta ovizzon- dosas indagaciones preliminares llevadas a
tale de Pagano, Diotallevi y Marescotti, de cabo y a su correcto planteamiento metodo-
1940, el experimento quizá más interesante lógico 37.
de estos veinte años, el único en el que, entre Sin referencia, en cambio, a un contexto
otras cosas, se busca una estrecha coordina- histórico concreto surgen los estudios de Giu-
ción entre las di.versas escalas de -proyecto
- (las seppe Vaccaro, publicados en el 37, que des-
viviendas unifamiliares en L, las manzanas, arrollan una formulación tipológica inusitada
el conjunto urbano). De esta propuesta los (la denominada «casa en colina»), capaz, se-
autores proporcionan dos ejemplos, un com- gún el autor, de reunir las ventajas que ofrece
plejo de unidades de habitación de cerca de la vivienda aislada con la mayor economía
7 .O00 habitantes, sin ubicación definida, y que permiten los bloques colectivos: en este
una aplicación experimental en el centro de caso se busca la organización urbana en la
Milán, en la zona del Corso Garibaldi (fi- alternancia de sistemas edificatorios y zonas
guras 818-819): aquí el contraste con la ciu- equipadas, conforme a un modelo de «expan-
dad decimonónica adquiere un marcadísimo sión lineal continua* aplicable a las ciudades
relieve, tanto por el empleo provocativo de
las casas de una planta (que sin embargo per- 36 bis Se trata del equipo profesional, de fama ,in-
miten una densidad de 250 habitantes por ternacional, constituido en 1934 por los arquitectos
hectárea) como por la íntegra sustitución del Ludovico Barbiano di Belgioioso, Enrico Peressutti
y Ernesto N. Rogers, y del que también formó parte,
tejido urbano, excepción hecha de algunas hasta su muerte en 1945, Gian Luigi Banfi (N.
preexistencias históricas (Brera, S. Marco, S. del T.).
Simpliciano) que quedan englobadas en el 37 Cfr. E. Bonfanti y M. Porta, op. cit.
Figs. 806-810 (en la página opuesta). Dos documentos fotográficos de la encuesta sobre las viviendas obre-
ra; en la provincia de Milán realizada por Pucci y Botoni; tres gráficos del texto La citti moderna de C.
Chiodi, 1935.
Figs. 811-814. Barrio obrero de Rebbio, junto a Como, de G. Terragni y A. Sartoris, 1938: situación ge-
neral, planirnetría y dos perspectivas.
Historia del tlrbanismo. Siglo X X
existentes (figs. 82 1-824). Por el contrario, explica los gravosos compromisos asumidos
las intuiciones de Guido Fiorini, partiendo en los años que preceden a la crisis econó-
del desarrollo de una idea estructural, se mica en la realización de obras públicas ordi-
traducen en una formulación urbana vinculada narias y extraordinarias, y la tentativa de
a la influencia de los ambientes neo-futuris- mantener en actividad este sector incluso des-
tas, con los que el autor mantiene contacto pués de 1930, cuando la coyuntura económica
(figuras 825-826). aconseja el fomento del empleo en trabajos
que requieren baja cualificación para mitigar
el paro, y cuando las necesidades políticas
3. Las actuaciones sobre el territorio imponen la urgencia de destinar ingentes ca-
pitales a las inversiones coloniales y a la
a) LASOBRAS P ~ B L I C A SY LA P O T E N C I A C I ~ N preparación de la guerra.
D E LAS INFRAESTRUCTURAS Las carreteras, las autopistas, la raciona-
lización y la electrificación de los ferrocarriles
En la reorganización económica y produc- y la reestructuración de los puertos consti-
tiva de la nación, querida por el régimen tuyen las intervenciones más importantes so-
fascista, se reserva un papel importante a las bre las redes infraestructurales. En 1928,
obras públicas, en el sector de los equipa- cobrada conciencia del creciente desarrollo
mientos y de las infraestructuras urbanas y de la motorización privada y de la necesidad
territoriales. En el plano económico, estas de proceder a una reordenación de la via-
obras pueden tener marcada incidencia en el bilidad nacional, se constituye, conforme al
descenso del nivel de desempleo, que se ha modelo de los Ferrocarriles del Estado, la
visto agravado por la retracción de la deman- Azienda autbnoma strade statali (AASS) para
da americana de mano de obra (1921-24) que la construcción y gestión de la red primaria
durante decenios ha constituido una válvula (carreteras de primera clase, rebautizadas aho-
de escape para los excedentes italianos de ra con el nombre de «carreteras estatales»,
fuerza de trabajo, y después por la crisis con un desarrollo total de más de 20.000 ki-
internacional del 29, cuyas consecuencias, lómetros). Al año siguiente la AASS presenta
como se ha dicho, sufre también Italia. Pero un programa de reconstrucción de cerca de
la evidencia de unos resultados espectaculares 6.000 kilómetros de trazado, a ejecutar en
e inmediatos en este sector quiere convertirse seis años, que lleva a la definición de la red
también en uno de los argumentos palpables principal italiana anterior a la segunda guerra
de credibilidad del régimen, frente a la len- mundial (entre las arterias principales ejecu-
titud y las indecisiones características de la tadas se cuentan las denominadas Tirrenia,
Italia liberal en las realizaciones anteriores Jónica, Adriá tica y Gardesana occidental).
a la primera guerra mundial (casos del mo- En 1930 las estadísticas ponen de relieve la
numento a Víctor Manuel y del Palacio de existencia de un volumen de tráfico sobre
Justicia, en Roma, por no citar más que dos el territorio nacional equivalente a seis veces
ejemplos bien conocidos); y se trata, además, el que existía antes de la guerra; en este
de presentar en pocos años el aspecto tan- mismo año se unifica la señalización de carre-
gible de una nación renovada en una serie teras y se aprueba el primer Código de la
de testimonios monumentales, en un conjun- Circulación (Cbdice della Strada).
to de símbolos, en un estilo propio. Esto La red italiana de autopistas (rete autostra-
dale), que viene a alterar por vez primera el
38 Cfr. G. Vaccaro: Una nuova cocenzione edilizia predominio histórico mantenido por los trans-
che risponde a un problema uitale, en «Domus»,
mayo de 1937; La casa a collina e la citt2 con case
portes ferrovariarios, debe su origen a la labor
a collina. Arch. Gitiseppe Vaccaro, en «Architettura», de promoción desarrollada por el empresario
noviembre de 1937. e ingeniero milanés Piero Puricelli, que ya
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 357
Figs. 827-832. La construcción de la red italiana de autopistas: las autopistas construidas en el periodo fas-
cista, puente de hormigón en la Milán-Bérgamo junto a Crespi d'Adda, viaducto en la Brescia-Bérgamo a
la altura de Palazzolo sobre el Oglio, y entrada de la autopista Milán-Laghi en Milán; las obras de la red fe-
rroviaria: subestación de Aulla para la electrificación de una línea férrea, y entrada del túnel de Vernio
en la línea «direttíssima» Bolonia-Florencia.
Historia del urbanismo. Siglo X X
de ley del mismo año autoriza la transferencia nistración papa1 anterior a la Unificación; por
de fuerza de trabajo entre las diversas regio- lo que los resultados obtenidos en la batalla
nes de la península, con el objetivo de sus- contra el parasitismo latifundista pueden reco-
traer población a las zonas con exceso de nocerse, no solamente mediante la confronta-
mano de obra para distribuirla en aquellas ción con la realidad anterior a las intervencio-
otras donde se produce una demanda de tra- nes, sino también recurriendo a una perspec-
bajo no satisfecha. tiva histórica más amplia (figs. 834-835). Por
'
Con el nuevo apoyo prestado a los planes otra parte, la región tiene una densidad de
de revalorización agrícola, los consorcios pri- población bastante baja, con una media gene-
vados vuelven a operar en comarcas como el ral de siete habitantes por hectárea, contando
Ravennate, el Ferrarese y el Bolognese, mien- con amplias comarcas desiertas, en parte pro-
tras que, por su parte, los entes públicos ya piedad de entidades y de dominio público,
instituidos al efecto -entre los más impor- mientras que los propietarios privados se ca-
tantes se cuentan el Ente Tre Venezie y el racterizan por su absentismo o, en todo caso,
Ente Maremma, y sobre todo la ONC- lle- por su escaso interés en actuar por propia
van también a cabo sus primeras intervencio- iniciativa (ciertamente, tampoco la expropia-
nes en los territorios de su respectiva compe- ción afecta a beneficios llamativos, al estar
tencia. La ONC, en particular, al encomen- constituidas las rentas reales tan sólo por la
dársele el más prestigioso programa público actividad de pastoreo). Además, la proximi-
de colonización, el de bonificación de los mar- dad del Agro a la capital es un factor que
jales Pontinos (Agro pontino), y con las otras facilita la publicidad de los resultados con-
iniciativas ya acometidas, se convierte en seguidos y -en una relación ideal de com-
instrumento importante de los fines del ré- plementariedad con las grandes obras de la
gimen, estando llamada a desempeñar, hasta Roma fascista- la demostración de la versa-
1943, un papel de gran relieve en la vida tilidad del régimen en su forma de enfren-
social italiana, en el planeamiento territorial tarse con la problemática urbana y territorial,
agrario, en las bonificaciones y en la planifi- en sus nuevos y variados aspectos, con solu-
cación de obras públicas, de complejos de ciones propias y originales.
fincas rústicas y de núcleos urbanos (fig. 833). En estrecho contacto con las instancias di-
rectoras del régimen, la ONC es el organis-
Con la bonificación y colonización del Agro mo técnico-administrativo que se responsa-
romano [las marismas del Lacio], el fascismo biliza de la operación, casi en su totalidad:
realiza su obra más significativa de transfor- están en sus manos el plan territorial, las
mación territorial bajo control público, en el obras de bonificación, la puesta en cultivo de
marco de la formación de esa pequeña pro- los terrenos hasta ahora incultos, la cons-
piedad campesina que se sitúa en el centro trucción de los nuevos poblados (borghi), la
de su programa social. reorganización administrativa provincial y mu-
Son suficientemente conocidos los motivos nicipal, el control de la actividad económica
que impulsan al nuevo régimen a empeñarse y las relaciones con los colonos. Bastante más
precisamente en el territorio P'ontino en una extemporáneas -y vinculadas a la iniciativa
experiencia que tiene el carácter de punta de personal de Mussolini- son las circunstan-
lanza, demostrativa de la eficacia y del dina- cias que llevan a individualizar el número y
mismo del nuevo acontecer político, y prueba la distribución sucesiva de los centros mayo-
de su capacidad para galvanizar a la propia res, que a menudo se deciden y anuncian por
organización estatal. La cuestión del Agro ro- el propio Duce incluso antes de que se haya
mano es considerada por la opinión pública llegado a una selección definitiva de su ubi-
como una herencia sin resolver, no sólo de los cación. Por otro lado, entre tales centros tan
gobiernos liberales, sino de la misma admi- sólo Pontinia es proyectada por los departa-
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 361
mentos técnicos de la ONC, mientras que el poblados). Una cuarta comarca en la provincia
proyecto de Littoria se confía a proyectistas de Roma, con el centro de Pomezia, vendrá
de fuera por encargo directo, y en los casos de a formar parte del complejo pontino en 1939.
Sabaudia, Aprilia y Pomesia se recurre a la El balance de conjunto de las infraestructuras,
convocatoria de concursos nacionales 39. al final de las obras, puede sintetizarse en
Con las dos leyes de 1910 y 1919 ya se estas cifras: 2 .O00 kilómetros de canales y 900
había tratado de impulsar la iniciativa privada de carreteras, además de los poblados y cen-
hacia la construcción de «poblados rurales» tros construidos (fig. 839).
(«borgate ruralia) y de obras de urbanización La articulación del asentamiento humano
en el Agro romano, en las proximidades 'de refleja el intento de crear una estable estruc-
la capital. La ONC, en los mismos inicios tura social-productiva campesina, vinculada
de su actuación, procede a la confiscación de a la tierra por una propiedad inmobiliaria
terrenos mediante la cesión de los mismos unifamiliar y al aparato institucional por una
por parte del Estado o de otros entes pú- serie de lugares colectivos capaces, en con-
blicos, o mediante expropiación forzosa a los junto, de neutralizar la atracción ejercida por
dueños particulares; en una segunda fase, la gran ciudad, mediante una oferta bien di-
definidos los límites territoriales de la in- mensionada de servicios sociales estrictamente
tervención -en una circunscripción que por compenetrados con la red organizativa del
el momento comprende áreas a revalorizar con partido fascista; articulación que se expresa,
más de 60.000 hectáreas de terrenos incultos en sus crecientes niveles de complejidad, en
y en parte boscosos, entre Cisterna y Terra- la triada jerárquica finca-poblado-ciudad (po-
cina-, se redacta un plan técnico de sanea- dere-borgo-cittk). Los predios o fincas tienen
miento hidráulico precedido por una serie de unas dimensiones comprendidas entre las 5 y
meticulosos estudios hidrogeológicos y sobre las 30 hectáreas (con una media de 15 hectá-
el'estado de los terrenos. Las obras de boni- reas y a veces con hazas de menos de 5
ficación, con el trazado de los canales y los hectáreas en las zonas de regadío); las casas
primeros rellenos y desecaciones, se inician de los colonos (case colbniche), dotadas de
en 1926; en 1930 se procede al desmonte, estructuras de servicio, se construyen a lo
mientras se va delineando la estructura de la largo de las carreteras y vías de comunica-
red viaria principal y secundaria. Las obras ción, en filas regulares. Al servicio de una
avanzan rápidamente, con empleo de grandes población de alrededor de 100 familias se
recursos humanos: 25.000 obreros, alojados levantan los «borghi», concebidos como cen-
en barracas, aparecen empeñados en un durí- tros de explotación agraria, establecidos en
simo esfuerzo, tanto más penoso por cuanto los cruces de la nueva red de caminos me-
que las obras de desecación, de canalización nores y con frecuencia surgidos a partir de
de las aguas y de preparación del suelo se los mismos lugares donde se habían centra-
efectúan con métodos e instrumentos bas- lizado las obras de bonificación, ampliados
tante primitivos (figs. 836-838). En 1932 los después por la ONC mediante la creación de
primeros colonos entran en las fincas que les depósitos de la maquinaria agrícola, almace-
son asignadas, con lo que concluye la primera nes y silos, y dotados de equipamientos
fase de las obras, que comprende 1.350 fin- administrativos y sanitarios, con la casa del
cas y 10 poblados, con la cabecera de pro- Fascio y con la iglesia. Las «ciudades», en
vincia establecida en Littoria; el año 33 se fin, de dimensiones comprendidas entre los
termina la segunda fase (850 fincas y 8 po- 3.000 y los 5.000 habitantes (salvo el caso
blados) y el 35 la tercera (1.097 fincas y 4 de Littoria, cabecera de provincia), surgen
39 Véase, a este propósito, la estimable aporta-
en debida correspondencia con los puntos de
ción de R. Mariani: Fascismo e cittd nuove, Mi- mayor fuerza de la red de infraestructuras:
lán, 1976. su función preeminente de centros adminis-
Historia del urbanismo. Siglo X X
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 363
' línea litoral, en el punto en que se encuentra colocación de la primera piedra, tiene lugar
l
con las carreteras militares 53 y 54: se prevé el 5 de agosto de 1933, antes incluso de que
para el centro una población de 5.000 habi- se haya resuelto el concurso de segundo grado.
1 tantes, fijándose en unas 20.000 almas la El complejo es inaugurado demagógicamente
correspondiente a toda la circunscripción mu- el 15 de abril del siguiente año, fecha en que
nicipal que habrá de constituirse a base de ni tan siquiera los edificios más importantes
algunos territorios hasta entonces pertene- se han terminado 43.
cientes a los términos municipales de Cisterna,
Terracina, Sezze y S. Felice al Circeo. En el caso de Pontinia, para la cual la ONC
En mayo del mismo año, entre los trece decide aprovechar la labor de su propio de-
proyectos presentados al concurso se selec- partamento técnico, el plan es redactado por
cionan tres para pasar a un concurso de se- el ingeniero A. P'appalardo, que cuenta con la
gundo grado, en el que resulta triunfador un colaboración de Frezzotti. El resultado es una
grupo de arquitectos jóvenes (Gino Cancellot- solución en planta geométrica atravesada por
ti, Eugenio Montuori, Luigi Piccinato y Al- ejes diagonales, con una capacidad prevista
fredo Scalpelli) que han seguido atentamente de 3.000 habitantes (fig. 851). El proyecto
las investigaciones que en esos años se llevan y la fundación. del núcleo se llevan a cabo
a cabo en Europa. Y efectivamente, en su en 1934, la inauguración oficial tiene lugar en
propuesta, en comparación con el anterior diciembre de 1935. El nuevo término muni-
proyecto para Littoria, se evidencia la bús- cipal se constituye a base de territorios hasta
queda de una solución más articulada, tan- entonces pertenecientes a los municipios de
to en la distribución de los edificios pú- Sezze, Priverno y Terracina 44.
blicos como en la selección de las tipologías En el caso de Aprilia, destinada a surgir
residenciales y en el trazado de los viales (fi- en el cruce del eje principal del Agro con la
guras 846-850). Por tales características Sa- carretera de Anzio, se vuelve a la práctica
baudia será considerada p o r las corrientes del concurso nacional, que se convoca en
antiacadémicas de la crítica contemporánea 1935: la población prevista será también de
e incluso por una parte de la historiografía 3 .O00 habitantes y el carácter del nuevo cen-
posterior- casi como contrapuesta a las de- tro habrá de ser francamente agrícola. Entre
más ciudades pontinas, como uno de los pun- los diecisiete proyectos presentados, en enero
tos más firmes de la nueva cultura urbanística de 1936 (figs. 852-853), el jurado designado
y arquitectónica: valoración excesiva que no
resiste una crítica desapasionada y que sola- 43 Sobre Sabaudia, G. Pensabene: Sabaudia, en
mente tiene sentido en el seno de la dialéctica «Casabella», octubre de 1933; L. Piccinato: Il signi-
cultural a que se tiende en aquellos años. Tam- ficato urbanistico di Sabaudia, en «Urbanistica», ene-
poco resultaría difícil poner de relieve -cier- ro-febrero de 1934; M. Piacentini: Sabaudia, en
«Architettura», junio de 1934; P. Vago: Sabaudia,
tamente junto si la omisión de todas las atri- en «LIArchitecture d'aujourd'hui», julio de 1934; y
vialidades» y de los rasgos más característicos además: Nuovi edifici a Sabaudia. Architetto Angelo
de la arquitectura oficial- no solamente la Vicario, en «Architettura», abril de 1935; Nuovi
adhesión sustancial a las hipótesis socioeconó- edifici a Sabaudia. Arch. Oriolo Frezzotti, en «Archi-
micas de partida del programa, sino también tettura», mayo de 1935; Nuovi edifici a Sabaudia.
Dott. arch. Gino Cancellotti, Eugenio Montuori, Luigi
su traducción en temáticas tipológicas y espa- Piccinato, Alfredo Scalpelli, en «Architettura», sep-
ciales asumidas de un modo más bien con- tiembre de 1935. Una relación vista desde Inglaterra
vencional (la separación funcional entre plaza es la de W. Dougill: T w o New Towns in Italy.
cívica, plaza religiosa y plaza del mercado; la Littoria and Sabaudia, en «Town Planning Review»,
junio de 1936.
conciliación entre sistema edificativo cerra- 44 Sobre Pontinia, cfr., sobre todo, el número es-
do, sistema abierto y viviendas aisladas). pecial de diciembre de 1935 de «La Conquista della
La fundación oficial de Sabaudia, con la Terra».
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 840-845. Planimetría de la primera fase de las obras en el Agro pontino; la primera ciudad nueva del
Agro, Littoria: planimetría general, la ciudad en construcción en 1932, vista aérea en 1940, dos arquitectu-
ras de O. Frezzotti (ayuntamiento y cuartel de la milicia fascista).
1:igs. 846-850 (en la página opuesta). La realización de Sabaudia: dos de los proyectos presentados al con-
curso nacional, planimetría del proyecto triunfador de G. Cancellotti, E. Montuori, L. Piccinato y A. Scal-
pelli, y dos vistas aéreas.
Italia e n el período comprendido entre las d o s guerras mundiales 367
Historia del u~banismo.Siglo X X
Figs. 851-857. Las otras ciudades del Agro pontino: planimetría de Pontinia; planimetría y maqueta dcl
proyecto presentado al concurso para Aprilia por F. Fariello, S. Muratori, L. Quaroni y E. Tedeschi; plai~
regulador de Aprilia de C. Petrucci, L. M. Tufaroli, E. F. Paolini y R. Silenzi, y dos vistas de la ciudad; plan
regulador de Pomezia.
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 369
al efecto premia los redactados por el grupo tes hasta entonces a la circunscripción admi-
compuesto por los arquitectos Petrucci, Tu- nistrativa de Roma 46.
faroli, Paolini y Silenzi, particularmente gratos
en las altas esferas del régimen; una polémica La bonificación de los marjales pontinos
suscitada por Piacentini sobre los resultados constituye el éxito más celebrado de la política
del concurso es bien pronto acallada. El pe- territorial del fascismo, magnificado por una
queño núcleo -en el que se advierte, como eficaz labor de propaganda, tanto en el inte-
en el caso de Pontinia, la influencia del pro- rior como en el exterior del país, que sabe
yecto para Sabaudia- presenta una configu- presentar con gran énfasis las realizaciones
ración compacta, definida por una arteria de arquitectónicas, el respeto de los plazos pre-
circunvalación que envuelve por tres lados al vistos para las obras, la vida serena y labo-
centro representativo, delimitado hacia el riosa de los colonos en las tierras redimidas,
Este por una franja de zonas verdes públicas los resultados económicos obtenidos y los efec-
(figuras 854-856). La inauguración tiene lugar tos positivos de la operación respecto del
el 18 de noviembre de 1937. El territorio del desempleo existente: en una palabra, la capa-
término municipal se obtiene desgajándolo de cidad del régimen para planificar orgánica-
la circunscripción administrativa de la propia mente economía, sociedad y territorio.
Roma 45. Pero es, sobre todo, este juicio de conjunto
Pomezia, la quinta ciudad de nueva funda- el que es preciso desmontar, incluso admi-
ción, por su ubicación a las puertas de Roma, tiendo que quepa acreditar al régimen la capa-
se destina, conforme al programa oficial, a ser cidad de llevar a efecto una intervención
«la puerta de entrada del Agro redimido, en pública de transformación territorial de di-
relación también con la expansión de Roma mensiones jamás intentadas antes en Italia,
hacia Ostia». La ONC convoca un concurso movilizando en ella un ingente esfuerzo orga-
en el 37 que, tras una primera fase de selec- nizativo. Operación ordenada desde las alturas
ción, lleva al año siguiente a que se confíe en su fase decisoria y ejecutiva, la bonifica-
la ejecución de la obra al mismo grupo triun- ción de los marjales pontinos se ve marcada-
fador en el concurso para el proyecto de Apri- mente condicionada también por los fuertes
lia, también en esta ocasión en contra de las intereses ideológicos y políticos que el propio
preferencias personales de Piacentini, que ha régimen le atribuye.
formado parte del jurado encargado de resol- Con respecto a los objetivos económicos
ver el concurso. El plan, concebido para la ya generales, la empresa del Agro pontino no
habitual previsión de 3.000 habitantes, se constituye, en realidad, ni un episodio de re-
articula en la composición de un sistema lineal forma agraria ni un relanzamiento producti-
mayor (en el que puede vislumbrarse el re- vo de la agricultura: con la exclusión de
cuerdo de alguna que otra Siedlung semi- alternativas distintas (por ejemplo, de ingentes
urbana), sobre el que se acopla en T un siste- intervenciones técnicas y de reordenación de
ma secundario, generando en el punto de la propiedad en el latifundio meridional), esta
encuentro el centro representativo (fig. 857 ). opción demuestra precisamente la extrema
La inauguración de Pomezia tiene lugar el 29 cautela del régimen en relación con la gran
de noviembre de 1939; el nuevo término mu- propiedad rústica (las bonificaciones pontinas
nicipal se integra con territorios pertenecien- suponen, incluso, una revalorización en la
dotación de infraestructuras para aquellas pro-
45 Sobre Aprilia, cfr. M. Piacentini: Aprilia, en
«Architettura», mayo de 1936; A. Melis: 11 concorso 46 Sobre Pomezia, cfr. A. Melis: 11 concorso per
per il piano regolatore di Aprilia, en «Urbanistica», il piano regolatore di Pomezia, en «Urbanlstica», ju-
nov,iembre-diciembre de 1936; Aprilia realizzata, en lio-agosto de 1938, y P. Marconi: Concorso peu il
«Urbanistica», mayo-junio de 1938; Aprilia, en piano regolatore di Pomezia, en «Architettura», sep-
«Architettura», julio de 1938. tiembre de 1938.
Historia del u~banismo.Siglo XX
Figs. 858-861. Guidonia, la «ciudad del aire»: planimetría general, vista de la entrada a la plaza con la
Torre Littoria situada a la derecha, el edificio del ayuntamiento en la plaza central, y vista de la iglesia de
la Madonna di Loreto.
Figs. 868-871. Las tentativas de colonización del latifundio siciliano: plano del borgo Antonino Cascino y vista
axonométrica del borgo Fazio; vista de la iglesia, con la casa del párroco, del borgo Schirb; sede del PNF
y tiendas artesanas en el borgo Bonsignore.
asistencia técnica y financiera, y de verdadera 6.000 de las 10.000 hectáreas resultan ser
y propia colonización. De la asignación total cultivables). De este modo, sobre cada centro
de 1.000 millones de liras, 400 millones se viene a gravitar por término medio una pobla-
destinan a obras públicas en los distritos de ción de cerca de 1.500 personas. El pueblo
bonificación, incluidos los centros rurales de (borgo) comprende la iglesia y la casa del
colonización, y 600 millones a subvencionar párraco, la casa del Fascio, el cuartel, la clíni-
obras acometidas por los particulares. Se re- ca, locales para artesanos, la casa de comidas
dacta rápidamente un programa general de ac- (trattoria), la farmacia, la oficina del Ente di
tuación que es ratificado por un decreto mi- colonizzazione, una fuente pública. ..
nisterial del mes de abril siguiente, estable- Antes del colapso económico y militar
ciéndose así las normas relativas a la puesta del 43 se llegan a realizar ocho poblados,
en cultivo de las tierras mejoradas (dimensión distribuidos en ottas tantas provincias de la
de las parcelas agrícolas, de las casas de los isla: borgo A. Fazio (en la provincia de Tra-
colonos y de los equipamientos con ellas pani, proyectado por el arquitecto Epifanio),
relacionados); se prevé que los centros rurales borgo G. Gattuso (Caltanissetta, arq. Carac-
se sitúen en posición baricéntrica respecto de ciolo), borgo A. Cascino (Enna, arq. Marletta),
un área de cerca de 10.000 hectáreas (es decir, borgo A. Rizza (Siracusa, arq. Gramignani),
de casi 5 kilómetros de radio) para un total de borgo S. Giuliano (Messina, ing. Baratta), bor-
casi 240 predios de 25 hectáreas cada uno go P. Lupo (Catania, ing. Marino), borgo
(por cuanto que, por término medio, tan sólo G. Schirb (Palermo, arq. Manetti Cusa) y
Historia del urbanismo. Siglo X X
política de las zonas industriales se resuelve surgen los edificios públicos más importantes,
en la selección de localizaciones, que se veri- la iglesia, el hotel, la sede del partido, la
fica de manera verticista, y en la sucesiva escuela elemental. Las arquitecturas, realizadas
elaboración de planes autónomos de sector, por los dos autores del plan y por el arquitecto
dado que la necesidad residencial para la mano Montuori, resultan en todo caso decorosas (la
de obra se considera en todo caso satisfecha escuela de Valle y Guidi, el grupo de casas
por los centros urbanos existentes (exceptuada de Montuori), aunque realizadas con gran
la situación particular que ofrece el núcleo economía, con un empleo limitado del hor-
habitado de Marghera, en el área del puerto migón armado y con «sujeción de los criterios
industrial de Venecia) 56. Solamente hacia fi- constructivos a las exigencias de la más intran-
nales de los años treinta -en el marco de sigente autarquía edificatoria~.Esta exagerada
la política de autarquía y de la búsqueda de economía en el gasto se advierte sobre todo
una mejor explotación de los recursos ener- en las zonas residenciales obreras, con sus
géticos propios- se procede al proyecto y calles interiores «estudiadas con la idea ex-
realización de algunos poblados planificados, clusiva de economizar, como vías de dirección
situados en las inmediaciones de los lugares única y de un solo carril», con su incompleta
de extracción, en zonas deshabitadas o muy urbanización y con una evidente pobreza de
descentradas. Esta nueva orientación empre- calidad ambiental y de servicios. Estas defi-
sarial se ha hecho posible gracias a la con- ciencias -además de los precisos límites ideo-
cesión a las industrias mineras del mismo tipo lógicos que imponen la dispersión y el aisla-
de facilidades que se otorgan a los Institutos miento de las casas y que incluso excluyen
autónomos de la vivienda popular para la la embrionaria densidad social de las ciudades
construcción de residencias obreras. pontinas- hacen de Carbonia un poblado in-
La nueva ciudad de Carbonia, en la provin- hóspito y alienante, en medio del paisaje
cia de Cagliari (figs. 873-875)) aparece pro- desnudo de las montañas de Iglesias 57.
gramada como centro y cabecera del vasto dis- No llega a realizarse, en cambio, el asenta-
trito industrial previsto en el Iglesiente [re- miento para mineros de Porto Scuso (figu-
gión minera del S.O. de Cerdeña] , donde la ra 876)) estudiado por Pagano y Predaval
explotación del subsuelo se inicia en el 36, para un total de más de 18.000 habitantes,
tras la constitución de la Azienda carboni con caracteres netamente urbanos (amplia
italiana. Después del 37 se redacta el plan gama de equipamientos, ferrocarril, puerto,
de la ciudad por los arquitectos Cesare Valle densidad de 135 habitantes por hectárea), y
e Ignazio Guidi, concebido para una cifra que a pesar de los inevitables condiciona-
total de población del orden de los 20.000 mientos impuestos por la ideología oficial del
habitantes: el proyecto ejecutivo, que modi- régimen (casas para obreros, casas para em-
fica un estudio anterior, trata de adaptar a pleados, hotelitos para directivos, bloques de
la movida orografía del terreno una red viaria viviendas de alquiler) constituye uno de los
elemental, organizando el agregado urbano proyectos más notables de barrio organizado
en franja, en tres subconjuntos enlazados a la preparados antes de la última guerra.
estación ferroviaria de Sulcis por tres vías Mejores que Carbonia resultan los núcleos
principales en las que se concentran, dentro de Arsia y Pozzo Littorio, construidos por la
de la zona edificada residencial, los equipa- Azienda carboni italiana en Istria y proyec-
mientos colectivos. Se proporcionan viviendas tados, respectivamente, por los arquitectos
de tres categorías diferentes, para los mineros, G. Pulitzer-Finali y E. Montuori. El poblado
para los empleados administrativos y para los de Arsia se extiende entre la montaña y la
directivos; en el centro principal intermedio
57 Cfr. Carbonia, nuova citth della Sardegna, en
" Cfr. el epígrafe 6, d) de este mismo Capítulo. «Architettura», septiembre de 1940.
378 Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 872-878. La zona industrial de Apuania; la nueva ciudad minera de Carbonia, en Cerdeña: planime-
tría general, vista general del poblado y vista del centro, con el Dopolavoro y la Casa del Fascio; planta
general del poblado obrero de Porto Scuso; el núcleo de Pozzo Littorio, planimetría y vista axonométrica dcl
centro cívico.
Italia e n el periodo comprendido entre las dos guerras mundiales 379
carretera estatal, con el centro cívico reunido ciones distintas, cuando no opuestas, que han
en torno a una plaza próxima a la entrada de asumirse, respectivamente, para la capital
de la mina, y con las viviendas para cuatro y para las demás ciudades italianas 59. La
núcleos familiares, en dos plantas, alineadas «fuerza del número» es una prerrogativa que
a lo largo de dos calles de servicio (figs. 879-
59 Del discurso de Bottai conviene recoger un
881). Pozzo Littorio, próximo al centro de largo párrafo: «El urbanismo [...] es la menos
Albona, a siete kilómetros de Arsia, destinado abstracta de las ciencias, la más condicionada por la
a albergar a las familias de los 600 obreros vida política del país [...l. Hace falta llevar, deci-
de la mina, presenta una neta separación didamente, el urbanismo al plano de la política. La
entre la zona residencial obrera y los hotelitos urbs, la ciudad, debe ser considerada como ele-
mento funcional de la Nación. Hace falta estudiar
de los directivos, situados al lado opuesto a la cuál sea, en una determinada Nación, en un deter-
entrada de los pozos de explotación; el barrio minado momento histórico, la función que ha de
obrero aparece, en este caso, recogido en asignarse a la ciudad, e incluso en este aspecto es
torno al centro, con edificios más altos, de preciso también distinguir una ciudad de otra. Por-
tres plantas, 27 apartamentos y tres huecos que es cierto, por ejemplo, que la orientación general
del Régimen Fascista es contraria al fenómeno de
de escalera, y edificios de dos plantas, cuatro la urbanización, pero también es verdad que el Ré-
apartamentos y huerto-jardín dispuestos en gimen, a menudo a través de la palabra misma de su
las márgenes del barrio. En el centro colec- Jefe, ha manifestado su complacencia al ver crecer
tivo, la casa del Partido con la achaparrada la ciudad de Roma. Y ello porque nosotros reco-
nocemos a la ciudad de Roma una función de Ca-
«torre littoria», la iglesia, la escuela, el mer- pital, que también se expresa y manifiesta a través
cado, el cine y la policlínica consiguen formar de la fuerza de su número. Así pues, mientras pode-
un espacio de aire rural, agradablemente or- mos desear que el fenómeno de la urbanización que
questado (figs. 877-878). todo lo inunda se detenga en ciertos centros de
nuestro País, no podemos dejar de desear que la
ciudad de Roma adquiera también la fuerza del nú-
mero, ese peso específico en la vida nacional que
4. Las actuaciones sobre las ciudades la ponga realmente en condiciones de asumir y des-
empeñar su función de Capital. Bastaría citar, como
a) ELEMENTOS
DE IDEOLOGÍA
Y PRAXIS DE ejemplo, cuál ha sido la importancia de París en la
formación histórica de la nación francesa: es decir,
LA POL~TICAURBANA DEL RÉGIMEN FAS-
cuál ha sido la contribución que la ciudad de París
CISTA ha dado a la unidad francesa; debiendo preguntar-
nos si no es posible, incluso, que el retraso en la
En un discurso pronunciado en abril de formación unitaria de nuestro País desde septiembre
1937 ante quienes participan en el primer de 1870 a la Marcha sobre Roma de 1922 se haya
Congreso nacional de urbanismo, el ministro debido también al hecho de que Roma siguiese sien-
do, también numéricamente, una ciudad de segundo
Bottai se considera capacitado para emitir un orden entre las demás ciudades italianas, que habían
juicio de conjunto sobre la política urbanís- tomado una marcada delantera sobre ella. Esta consi-
tica nacional en relación con las ciudades. deración demuestra la necesidad de plantear los pro-
En sus afirmaciones quedan resumidas una blemas urbanísticos, siempre, en el plano político. El
posición teórica y una serie de experiencias urbanismo fascista determinado por la política del
régimen exige, como política de vigor y de unidad,
de más de un decenio de actuación: resumen que se confiera una importancia urbanística cada vez
del que surge con claridad no solamente el mayor a la ciudad de Roma, que se perfeccionen sus
papel preeminente que desempeña la ciudad equipamientos, que se quiera que Roma posea todos
de Roma en la concepción política nacional los requisitos propios de una gran ciudad moderna,
para que pueda desempeñar así su función de capital
(e incluso, en ese momento, del Imperio), de Italia y para que sea capaz, el día de mañana, de
sino también la presencia de dos orienta- asumir la función, que todos nosotros le auspicia-
mos, de Capital del mundo moderno.» G. Bottai:
E. Montuori: Il piano regolatore di Pozzo Litto- Discorso p~onunciatoalla Sapienza per l'inaugurazione
rio (Arsia), Istria, en «Urbanistica», septiembre- del Primo Congresso Nazionale di Urbanistica, en
diciembre de 1942. Política fascista delle arti, Roma, 1949, págs. 98-100.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 879-881. El centro minero de Arsia: planimetría general, vista general y vista del centro cívico.
las directrices del régimen reservan exclusi- neral, la atención prestada al municipalismo,
vamente a la capital, por más que este creci- tanto en cuanto a su base histórica (más o
miento deba planificarse atendiendo a la par- menos ligada al pasado romano) como res-
ticular naturaleza representativa de la ciudad, pecto de sus contenidos económicos y sociales,
excluyendo un crecimiento productivo e in- el «clientelismo» determinado por los intere-
dustrial proporcionado a su efectiva dimen- ses creados (sobre todo los del capital inmo-
sión. Las demás ciudades, si bien en ciertos biliario) y la voluntad de galvanizar el gre-
aspectos deben modelarse conforme al ejemplo garismo de partido en sus centros regionales
de la capital («romanidad» de las interven- y provinciales. Y por encima de todo está,
ciones, modos de transformación), por lo en fin, la misma exigencia del régimen de
demás deben diferenciarse de ella por la pues- estampar su propio sello sobre la realidad
ta en práctica de una política de contención física de Italia: cosa que, ciertamente, puede
del crecimiento, en armonía con los programas tratarse de conseguir a través de las obras
de fomento de la ruralización y de rechazo de públicas y de la actividad de planificación a
la metrópoli. todos los niveles, pero que se evidencia de
La política anti-urbana y de valorización modo muy particular, maximizando la rela-
de lo rural, que constituye en el plano ideo- ción entre inversiones y resultados, a través
lógico uno de los temas fundamentales de la de intervenciones típicamente urbanas, lleva-
visión fascista, tiene aquí, pues, una impor- das a cabo en el corazón de los núcleos his-
tante excepción, en principio, en cuanto res- tóricos o, al menos, en nudos densamente
pecta al caso de Roma. Por otra parte, incluso estructurados. Si Roma ha dado, como afirma
al nivel de' los enunciados programáticos, los Mussolini, el «ejemplo viril», las demás ciu-
presupuestos generales de la política social dades seguirán el mismo camino; y la propa-
fascista resultan contradichos en más de una ganda del régimen no deja pasar ocasión al-
ocasión: entran en juego, en este marco ge- guna de hacer sentir la presencia del «ritmo
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 381
fascista» de renovación y reconstrucción que La actitud del fascismo frente a los pro-
se expande de un extremo a otro de la penín- blemas del ámbito urbano debe examinarse
sula, que casi se transforma así en un gigan- teniendo en cuenta tanto la política de control
tesco taller de obras ". Así pues, tras el recha- fiscal y legislativo de la propiedad urbana,
zo oficial de lo urbano y la exaltación de la como la actividad promovida en la esfera de
vida rural, no solamente se ocultan los datos competencia de los existentes Istituti per le
reales del proceso de urbanización, sino tam- case popolari y las medidas adoptadas para
bién las mismas tendencias urbanocéntricas de fomentar la producción edificativa con idea
gran parte de la política de obras públicas de hacerla accesible a amplios estratos socia-
que el régimen, con su desenvuelto pragma- les formados por empleados y por la pequeña
tismo, permite y fomenta. burguesía. De aquí surge un vaivén oportu-
Esta centralidad del problema urbano en nista de medidas y disposiciones, frecuente-
el programa fascista, con su contorno de mente contradictorias, tendentes a equilibrar
arraigados intereses prácticos e ideológicos, no los impulsos provinientes de partes sociales
encuentra realmente ninguna formulación ex- y sectores diversos, en relación con los cuales
haustiva y original en el plano teórico-político, el fascismo trata de ampliar su propia base
ni tampoco precisión y continuidad de orien- de consenso: a partir de la concesión de satis-
taciones en cuanto se refiere al gasto público facciones más o menos marginales a los pro-
y a la política de los municipios y de los pietarios de bienes raíces -alternadas con
entes estatales, e incluso, hasta el 42, ni tan tentativas de estabilización de precios y alqui-
siquiera en la misma legislación. En las pági- leres-, se trata de buscar una posible solu-
nas que siguen nos proponemos documentar ción en el control de las generalizadas ten-
las oscilaciones, las aproximaciones y las dis- dencias a la urbanización, expediente este
continuidades, forzosas o calculadas, de la último más dilatorio que resolutivo y, por lo
política urbana del fascismo, aislando sinté- demás, contrarrestado por el favorecimiento,
ticamente algunas de sus líneas básicas: la de diversas maneras, de la posibilidad de ac-
actitud para con la propiedad inmueble y la ceso a la propiedad de la vivienda.
política de la vivienda popular -instrumento Para valorar las medidas adoptadas respecto
de control y de orientación potencialmente de la propiedad inmueble urbana es preciso
muy importante-, la práctica de convocatoria remitirse previamente a las disposiciones esta-
de concursos para la elaboración de los planes blecidas con anterioridad, durante la guerra
reguladores -un aspecto de la confrontación mundial y el término de la misma, por el
cultural avalada y promovida por el régi- Estado liberal: cuando menos al decreto de
men- y la elaboración de la ley urbanística diciembre de 1917 que establecía el derecho
del 42 (que de algún modo viene a dar con- de prórroga de los arrendamientos mante-
clusión perentoria, aunque tardía -e incluso niendo los niveles vigentes de los alquileres
con ciertos elementos de ambigüedad-, a la hasta dos meses después de concluida la paz,
praxis institucionalmente discrecional vigente plazo seguidamente prorrogado en el 19 hasta
hasta ese momento en cuanto se refiere a la el 31 de julio de 1921 para contener las ten-
redacción de los instrumentos urbanísticos). siones sociales de la posguerra, mientras se
pretende estimular la construcción de casas
populares eximiendo de impuestos por diez
60 «Para el Duce, todo el Reino es romano, como años a las construcciones terminadas den-
lo es hoy todo el Imperio. Desde Génova a Turin, a tro del 21 y por seis años a las acabadas
Milán,, a Venecia, a Bolonia, a Florencia, a Nápoles, dentro del 25. En 1920 otro decreto dispo-
a Bari, a Bríndisi, a Cagliari ..., el pico y la pala,
ne el retorno gradual a la libertad de con-
y el palustre del constructor no descansan.» P. Ora-
no, en el prólogo a B. Mussolini: 1 lavori ptibblici, tratación de los arrendamientos, pero apla-
Roma, 1937, pág. 10. zando el término de entrada en vigor,
382 Historia del urbanismo. Siglo X X
en ciertos casos, hasta mediados del 23: exenciones a las que en el 28 se señala un
provocando así contrariedades y violentas pro- plazo de vigencia de veinticinco años. La
testas por parte de los dueños de fincas, se- misma crisis económica del 29 tiene unos
riamente preocupados incluso por la mera efectos en el sector inmobiliario urbano bas-
aparición de hipótesis de socialización del tante menos graves de los que origina en los
«derecho a la vivienda» o de municipalización otros ramos de la actividad productiva, entre
de las áreas edificables, tesis surgidas en el otras circunstancias como consecuencia de una
seno de las administraciones socialistas más propensión coyuntural de los capitales a des-
avanzadas o de !as ligas y asociaciones de plazarse hacia las inversiones inmobiliarias;
inquilinos. y precisamente en estos años, la propiedad
El fascismo, a su llegada al poder, se en- inmueble, con la acentuación de la relación
cuentra ante estas tensiones opuestas, que de integración entre renta inmobiliaria y be-
trata de neutralizar no tanto a través de un neficio, con el reforzamiento del crédito a
compromiso concertado entre las partes, sino largo plazo y con la generalización de la mo-
más bien mediante una alternada sucesión de dalidad del condominio para la que se pro-
medidas legislativas. Las veladas promesas mulgan nuevas disposiciones, experimenta un
de abolición de todo control sobre los alqui-. . importante proceso de recomposición y de
leres hechas a los propietarios se materializan evolución estructural, que el régimen de libre-
en un decreto de desbloqueo promulgado el cambio posterior a la segunda guerra mundial
23, mitigado por la posibilidad de obtención sabrá aprovechar plenamente 61.
de prórrogas hasta el 26, a solicitar a unas En el sector de la vivienda popular, ya los
comisiones arbitrales designadas al efecto. gobiernos liberales de la primera posguerra
Pero ya en el 24, y también después, en habían tratado de estimular la recuperación
el 26 y el 27, se conceden ulteriores dilacio- de la actuación pública: tal era la orientación
nes en la efectividad de los desahucios, y en del Texto Unico de noviembre de 1919, pre-
el mismo año 27 se impone por ley una sentado por el gobierno Nitti, que disponía
reducción de cerca del 10 por 100 de los el otorgamiento de nuevas asignaciones de
alquileres, en el marco de la estabilización fondos en favor de los entes públicos de
de la lira. El 28, en fin, se dedice la libera- construcción de casas económicas y de los
lización casi total de la contratación, que
debe ser efectiva para mediados de 1930; , Como lo resume Lando Bortolotti: «La pro-
pero a la efectividad del desbloqueo sigue piedad inmueble urbana -o mejor: su aspecto esen-
cial, la renta inmobiliaria- se presentan hacia fina-
una reducción forzada de los alquileres en les del período fascista y en los veinticinco años
el 34, un empréstito obligatorio impuesto a siguientes con caracteres notablemente diferentes a
los propietarios en el 35 y otro bloqueo bienal los que habían tenido "los propietarios de casas"
decretado en el 36 y a continuación prorro- de la primera posguerra. Aquel estrato de rentistas,
gado hasta desembocar en el congelamiento que había visto en el fascismo su tabla de salvación,
resulta en realidad desautorizado y empobrecido,
dispuesto para el período bélico. mientras da pasos de gigante la integración entre
Para compensar, en parte, los efectos de renta y beneficio en las empresas constructoras. En
esta política, que penaliza las expectativas tal modificación juega un papel esencial la expansión
de la vieja propiedad inmueble urbana -no y generalización del sistema del condominio, junto a
la consiguiente expansión del crédito a la edificación;
sin permitir al propio tiempo su fuerte reva- o dicho en otras palabras, junto a la afirmación y al
lorización-, se ponen en marcha paralela- creciente peso específico de un nuevo mecanismo de
mente disminuciones de los impuestos extra- acumulación de capitales, a través de la actividad edi-
ordinarios en las grandes ciudades y se am- ficativa.» L. Bortolotti: La proprieta edilizia e il
fascismo, en astudi stbricin, año XII, octubre-diciem-
plían las exenciones fiscales en favor de los bre de 1971. Véase también el recentísimo ensayo
edificios de nueva construcción, de los recons- del mismo autor, Storia della politica edilizia in Italia,
truidos y de los saneados en alguna forma, Roma, 1978.
Italia e n el período comprendido entre las d o s guerras mundiales 383
municipios, y que concedía al efecto exen- vada por la necesidad de adaptar la actividad
ciones fiscales por plazos muy largos. edificativa a las exigencias particulares de cada
El fascismo introduce en la praxis de los una de estas categorías, pero que apunta en
ICP [ Istituti case popolari ] importantes mo- realidad, fundamentalmente, a la formación
dificaciones estatutarias que tienden a des- de un estrato social propietario que se sienta
movilizar el patrimonio inmobiliario, en algu- solidario con el régimen, aunque internamente
nos casos no despreciable, constituido ya en pueda aparecer dividido por delimitaciones
los pocos años de vida de estas entidades, corporativas bien precisas.
para tratar de favorecer una difusión más En 1937, cuando la promulgación de las
capilar de la vivienda en propiedad inclu'so leyes sobre la autarquía provoca una acusada
entre las capas menos pudientes de la sacie- retracción de la industria de la construcción,
dad. El 25 se dicta una medida que dispone se opera un giro en las orientaciones de la
la abolición de la inalienabilidad e indivi- edificación urbana de masa, con el anuncio
sibilidad de las propiedades de estos entes por parte de Mussolini de un programa de
públicos que había impuesto con carácter construcción de viviendas «de carácter exten-
obligatorio el Texto Unico del 19, y el año sivo y semi-rural» que ha de llevarse a efecto
siguiente un decreto-ley asigna fondos esta- mediante la creación de las denominadas cca-
tales a la construcción de casas populares des- sas popularísimas» '". Enunciados programá-
tinadas a su venta inmediata o a ser asignadas ticos para una actividad de los entes públicos
con pacto de venta futura. Se trata de una que debe ser solidaria con la política de
disposición que coloca en situación de desven- «desurbanización» han precedido ya, al menos
taja a los usuarios más pobres, que no están en un decenio, a este giro 63, pero sin que
en condiciones de pagar conjuntamente el todavía se haya ejecutado en tal sentido nin-
importe del alquiler y el de la amortización gún plan concreto, ni a nivel general ni para
del capital; pero que, sobre todo, reduce los cualquier ciudad aislada, permaneciendo aún
márgenes de maniobra de la gestión pública, la actividad de los entes públicos condicio-
anulándole otras posibilidades alternativas res- nada por la oportunidad, más o menos casual,
pecto de la propiedad privada en virtud de de encontrar el necesario suelo edificable, y
la consistencia de un patrimonio inmobiliario caracterizada, en cualquier modo, por orien-
inalienable, mientras restaura la privatización tarse prevalentemente hacia tipos edificativos
integral del tejido urbano residencial. plurifamiliares. Y en realidad, incluso el pro-
Por lo demás, el régimen fascista no apun- nunciamiento del 37 en favor de las viviendas
ta exclusivamente hacia los ICP en su política «popularísimas», si bien tiene alguna tras-
de la vivienda. Desde el 24 se ha operado ya
una elección precisa en favor de la produc- 62 Algunas referencias en: D. De Simone: Le case
ción ampliada de unidades residenciales de popolarissime, Roma, 1937; Consorzio nazionale fra
gli Istituti fascisti per le case popolari: Le case
masa a medio y bajo coste, con la funda- popolari (norme e tipi di carattere generale), Roma,
ción del Istituto nazionale case per gli im- 1937; A. Lamaro: La casa per le masse e l'ideologia
piegati statali (INCIS); con una formulación fascista, Milán, 1941.
que extiende a todo el territorio nacional 63 «El presidente del ICP de Roma, el arquitecto
Calza Bini, en una entrevista concedida al "Giornale
un tipo de actuación adoptado ya con éxito
d'Italia" en marzo de 1928, declaraba que "los gran-
en Roma, el Instituto en cuestión controla y des institutos de construcción de viviendas populares
organiza las asignaciones y créditos públicos, deberán tratar de llevar a la periferia, e incluso más
encaminándolos hacia las categorías interme- allá, a todos aquellos que no tengan necesidad de
dias de personas de rentas fijas clasificadas por permanecer en la ciudad, volviendo así a atraer a la
tierra y al amor a la tierra a quienes, desdichada-
estratos profesionales de usuarios (casas para mente, se han alejado de ella".» Cit. en L. Borto-
magistrados, para ferroviarios, para mutilados, lotti: Livorno dal 1748 al 1958. Profilo stbrico-urba-
etcétera), conforme a una orientación moti- nistico, Florencia, 1970, pág. 349.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Este activismo -que se explica por la volun- conocimiento de datos relativos a la situación
tad del régimen de afirmar y difundir sus de hecho, o sin la previsión de proyecciones
propias capacidades de realización, de en- temporales capaces de constituir, al menos,
sanchar el ámbito del consenso aceptando de una referencia común para los participantes;
manera posibilis ta una confrontación teóri- en segundo lugar, los resultados se ven orien-
camente abierta y amplia en el plano cultural tados o frenados en la instancia de enjuicia-
y de encubrir opciones políticas autoritarias miento por el proceder de comisiones, de fun-
con una especie de homenaje externo a la cionarios y de expertos de alta categoría
libertad de ideas de individuos y grupos- administrativa, a través de cuya mediación es
esconde, en cambio, en el terreno de los he- fácil mitigar o embotar el impacto de las posi-
chos, un sustancial inmovilismo y conserva- ciones críticamente más atentas y avanzadas
durismo en el plano cultural y político. En (algunos personajes del establishment cultural
primer lugar, los concursos se proponen sin del régimen, a cuya cabeza se encuentran los
contar previamente con una base aceptable de dos académicos Giovannoni y Piacentini, des-
septiembre de 1933; L. Piccinato: 11 piano regolatore Concorso per il piano regolatore di Belluno, ibid.,
di Benevento. Arch. Luigi Piccinato, ibid., diciembre septiembre-octubre de 1936; N. de R.: Piano rego-
de 1933; S. Molli: I1 piano regolatore di Benevento latore esecutivo di Imperia. Arch. A. Susini, ing. N .
del dott. prof. arch. Luigi Piccinato, en «Urbanisti- Gandolfo, en «Architettura», diciembre de 1936;
ca», enero-febrero de 1934; A. Pica: Concorso nazio- L. Piccinato: 11 concorso per il piano regolatore
nale per il piano regolatore di Pavia, en «Architettu- di Pistoia, ibid., diciembre de 1936; M. Paniconi:
ra», marzo de 1934; F. Reggiori: Il concorso per il Concorso per il piano regolatore di Belluno, ibid.,
piano regolatore di Busto Arsizio, ibid., abril de 1934; mayo de 1937; V. Civico: 11 concorso di Savona,
S. Molli: 11 concorso per il piano regolatore di Busto en «Urbanistica», julio-agosto de 1937; V. Civico:
Arsizio, en «Urbanistica», mayo-junio de 1934; A. Un piano regolatore, una variante, una piazza, ibid.,
Cian: Concorso per il piano regolatore di Pauía, ibid., enero-febrero de 1938; C. Calcaprina: Concorso per
mayo-junio de 1934; F. Reggiori: 11 concorso per il il piano vegolatore di Savona, en «Architettura»,
piano regolatore di Monza, en «Architettura», abril agosto de 1938; A. Melis: Concorso per il piano
de 1934; L. Dodi: Il piano regolatore di Salsomaggio- regolatore di Rieti, en «Urbanistica», septiembre-
re dell'ing. prof. Cesare Chiodi, en «Urbanistica», octubre de 1938; 11 concorso per il piano regolatore
julio-agosto de 1934; L. Piccinato: Concorso per il di Alessandria, ibid., enero-febrero de 1939; A. Me-
piano regolatore di Castelfranco Emilia, en «Archi- lis: Piani regolatori esecutivi. Novara, Vigevano, Su-
tettura», agosto de 1934; Cmcorso per il piano vona, Pordenone, ibid., marzo-abril de 1939; G. Pe-
regolatore di Monreale, en «Urbanistica», septiembre- trucci: Piano regolatore di Chieti scalo, ibid., mayo-
octubre de 1934; R. Fagnoni: 11 piano regolatore di junio de 1939; S. Molli: 11 piano regolatore di Zara,
Faenza, ibid., septiembre-octubre de 1934; 11 con- ibid., julio-agosto de 1939; L. Quaroni: Concorso per
corso per il piano regolatore di Piacenza, ibid., sep- il piano regolatore di Pordenone, en «Architettura»,
tiembre-octubre de 1934; F. Reggiori: Concorso per
il piano regolatore di Gallarate, en «Architettura»,
noviembre de 1934; A. Cian: Il piano regolatore di
%
diciembre de 1 9; G. Calcaprina: Concorso per il
piano regolatore de a cittd di Rieti, ibid., abril de
1940; C. Petrucci: Sassari, il progetto del piano
Imperia, en «Urbanistica», noviembre-diciembre de regolatore di mdssima, en «Urbanistica», mayo-junio
1934; L. Moretti: Concorso per il piano regolatore de 1940; 11 concorso per il piano regolatore della
e di ampliamento di Piacenza, en «Architettura», cittd di Omegna, ibid., septiembre-octubre de 1940;
enero de 1935; P. Marconi: Concorso per il piano P. Carbonara: Progetto di mdssima per il piano rego-
regolatore di Novara, ibid., marzo de 1935; A. Melis: latore di Sassari, en «Architettura», diciembre de
11 piano regolatore di Vigevano, en «Urbanistica», 1940; G. Roisecco: 11 piano regolatore di Pola. Arch.
enero-febrero de 1936; M. Paniconi: 11 piano rego- Luigi Lenzi, ibid., diciembre de 1940; L. Lodi: 11
latore di Sassari, en «Architettura», julio de 1936; concorso per il piano regolatore di Lecco, en «Urba-
V. Civico: Urbanistica dei centri minori, il piano ' nktica», enero-febrero de 1941; Concorso per il pro-
regolatore di Sassuolo, en «Urbanistica», julio-agosto getto del piano regolatore di Biella, ibid., enero-
de 1936; A. Midana: Il piano regolatore di Imperia, febrero de 1941; P. Marconi: Piano regolatore di
en «Architettura», agosto de 1936; A Melis: Con- ampliamento di Rieti, en «Architettura», marzo de
corso nazionale per il progetto di piano regolatore 1941; G. Borrelli De Andreis: 11 nuovo piano rego-
e di ampliamento della cittd di Pistoia, en «Urba- latore di Zara, capitule della Dalmazia, en «Urbanis-
nistica», septiembre-octubre de 1936; G. Rigotti: tica», julio-agosto de 1942.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 882-888. Una propuesta para un «poblado fascista»; los barrios satélites proyectados para Milán por
F. Albini, P. Bottoni y colaboradores: dislocación de los barrios (1. C. Ciano, en Legnano; 2. A Musso-
lini, en Vigentino; 3 . Oberdan, en Lambrate; 4. Italo Balbo, en Niguarda), planimetrias de los barrios Mus-
solini, Oberdan y Balbo, y dos vistas del barrio Ciano en Legnano.
Italia e n el periodo comprendido entre las dos guerras mundiales 387
empeñan esta función de arbitraje autorizado de la praxis decimonónica tardía con esque-
y casi inatacable de las orientaciones de la mas más actualizados derivados de las teorías
planificación urbana en Italia); la misma difu- de la ciudad-jardín o de aplicaciones impro-
sión y publicidad de los resultados proyectua- visadas de criterios de molde racionalista. Con
les, tal y como se refleja en las páginas de las mucha frecuencia la deformante atención pres-
revistas especializadas, se lleva adelante con- tada a los problemas de la vialidad se pone
forme a las temáticas más equívocas, haciendo en relación con una definición sumaria de
caso omiso de cualquier empeño cultural real- zonas funcionales caracterizadas por una regu-
mente interesante e incluso reduciendo, en vez lación rudimentaria de índices, alturas o tipos
de acentuarlas, las diferencias de plantea- edificativos 68. En algunos casos las propuestas
miento que se dan entre las diversas contri- de modelos alternativos nacen mecánicamen-
buciones. Además, en el iter inmediatamente te en homenaje a las directivas oficiales,
subsiguiente al concurso se ratifica la recu- como en el caso del plan regulador de Foggia,
peración burocrático-verticista de la gestión en que la convocatoria del correspondiente
urbanística, mediante la reelaboración en co- concurso, publicada el año 28, tras las pri-
mún de proyectos clasificados ex-aequo, a meras declaraciones apodícticas de Mussolini
través de una nueva redacción oficial confiada sobre la descongestión de las cuidades, re-
a los departamentos técnicos municipales o quiere que se prevean poblados rurales, pun-
mediante la designación de un supervisor o de tualmente «diseñados» por los concursantes,
un nuevo proyectista autónomo de confianza que permitan al núcleo urbano expansiones
del régimen, que a veces suele ser incluso compactas en mancha de aceite; tan sólo
algún miembro de la comisión encargada de hacia finales de los años treinta surgen tenta-
juzgar el concurso (a este respecto, valga por tivas de estudiar formas de organización urba-
todos y muy por encima de todos los demás na, por barrios, por directrices o por núcleos
ejemplos posibles, el caso del hábil acaparador satélites, de los que se ofrecen ejemplifica-
de cometidos que es Placentini). De cualquier ciones .tipológicas y morfológicas que, en su
modo, la imposibilidad en que se encuentran intento de verificar y componer las premisas
los arquitectos de controlar y coordinar las y los resultados de las investigaciones a las
diversas fases de actuación de sus propias diversas escalas, pueden ser concebidas como
propuestas, priva a éstas de toda posibilidad elementos interlocutores de solicitación de
de efectiva incidencia en el terreno tanto prác- una actitud distinta de gestión de la ciudad
tico como teórico, aunque sea dentro del (figuras 889-894).
limitado ámbito en que se mueven los encar- Si las contribuciones teóricas y metodoló-
gados de la ejecución de las obras. gicas resultan modestas, igualmente decep-
Pero, incluso haciendo caso omiso de tales cionantes son los programas generales. La mis-
limitaciones evidentes, cabe afirmar que tam- ma definición de la «ciudad corporativa», que
poco los arquitectos y los urbanistas se mues- no deja de tener su momento pasajero de
b
notoriedad cuando nace por obra del grupo expediente, que Persico sabe señalar inme-
BBPR con ocasión del concurso en el que diatamente como «el último disfraz del ra-
participa en colaboración con otros arqui tec- cionali smo italiano», como «repertorio de
tos para la redacción del plan regulador de lugares comunes», como «improvisación de
Pavía de 1932 (fig. 895), es objeto de suce- ideólogos en el vacío».
sivas reiteraciones, en un par de artículos
aparecidos en la revista «Quadrante» y en la La ampliación de los poderes públicos de
comunicación presentada por aquel mismo control del territorio es ratificada por algunas
grupo al Congreso Internacional de arquitec- disposiciones del 22 dictadas para la tutela
tos celebrado en Roma en 1935 69, para que- de las bellezas naturales y de los monu-
dar reducida después a una mera fórmula, :. mentos de interés histórico, que son como un
una simple consigna sin verdadero contenido; anticipo de la ley del 39, importante por la
o mejor, a expediente, dudoso en sí mismo, facultad que concede a las Soprintendenze de
susceptible de encuadrarse en el marco de la formular sus propios planes de tutela territo-
tentativa de la intelligenisia de los arqui- rial, aunque todavía inspirada en criterios
tectos modernos de dar peso a su propio papel abstractos y sectoriales de valoración. Pero
como operadores, en este caso apropiándose, es sobre todo la aprobación de la ley urba-
para transponerlo al plano disciplinar, de uno nística del 42 la que marca un verdadero hito
de los conceptos-guía de la ideología fascista, en la legislación italiana en la materia, vi-
tratando de enlazar «racionalismo» y «corpo- niendo a evidenciar la voluntad del régimen
rativismo~a título de conclusión de un des- de ordenar y reforzar las posibilidades de
envuelto excursus histórico que delinea una gestión pública de las ciudades y territorios.
oposición entre el anarquismo individualista El problema de la necesidad de contar con
de la decadencia medieval, del romanticismo una ley urbanística general, orgánica y uni-
y del liberalismo, y el orden geométrico de ficadora ha salido a la luz pública como con-
las concepciones propias de «una colectividad secuencia de la misma exigencia de adoptar
organizada jerárquicamente», desde los ro- caso por caso innovaciones importantes en los
manos al fascismo 70. Una fórmula, y un
der el puesto a la nueva ciudad, que, consciente de
su propio ser, distingue netamente, como en la acti-
69 Cfr. E. N. Rogers y G . Ciocca:' La citt2 cor- vidad del hombre, trabajo y descanso: el verde de
porativa, en «Quadrante», febrero de 1934; y L. B. la naturaleza se alternará con la casa en el esquema
Belgioioso y G. L. Banfi: Urbanistica corporativa, geométrico, conforme al cual la libertad individual
ibid., agosto-septiembre de 1934. queda salvaguardada en el marco de una clara orga-
«En el campo urbanístico, el esquema de la nización colectiva [ ...1 El Estado corporativo,
ciudad regular es la manifestación de una colectividad asigna una función precisa a los factores de la vida
organizada jerárquicamente, orientada y guiada por social, política y económica de la Nación, encuadra
una mentalidad ordenadora C...] Cuando no existe, a los individuos en una trabada unión nacional, para
o cuando llega a faltar, un organismo estatal o una potenciar al máximo el rendimiento de cada uno.
organización social totalitaria, el desorden se impone [ ...] Por ello, el Estado organizará corporativamente
sobre el poder ordenador del hombre: la ciudad, el urbanismo de modo que los planes reguladores
como un árbol, crece añadiendo una casa a otra, concretos sean emanación de un plan regulador de la
un patio a otro, sin otra ley que la de la necesidad Nación.» L. B. Belgioioso y G. L. Banfi: Urbanis-
individual [ ...1 La ciudad romántica [ . . .1 debe ce- tica corporativa, cit.
Figs. 889-895 (en la página opuesta). Grupo Cancellotti, Fuselli, Lenzi, Montuori, Nicolisi, Piccinato, Scal-
pelli y Valle, proyecto presentado al concurso para el plan regulador de Arezzo, primer premio; C. Chiodi y
G . Merlo, concurso para el plan regulador de Bolzano, segundo premio ex-aequo; grupo Chiodi, Merlo y Braz-
zola, concurso para el plan regulador de Foggia, tercer premio ex-aequo, planimetría general y planta de
una borgata; grupo Petrucci, Susini, Tufaroli y Paolini, concurso para el plan regulador de Foggia, segundo
premio, planta y vista axonométrica de una borgata ruvale; grupo Banfi, Belgioioso, Peressutti y Rogers, con-
curso para el plan regulador de Pavía.
Historia del urbanismo. Siglo X X
en otro orden de cosas, para atenuar la ima- De tal posibilidad potencial, sin embargo,
gen rigorista de este instrumento legislativo, no disponemos de ninguna verificación con-
las disposiciones de carácter discrecional que creta. La ley del 42 comenzará a aplicarse
el mismo contiene, aplicables en función de realmente tan sólo después de la guerra, en
mediaciones concretas (en particular, la f acul- el marco de un régimen económico distinto,
tad -y no la obligación- de formar el plan y de hecho permanecerá inoperante durante
regulador, salvedad hecha de los catálogos mucho tiempo respecto de las afirmadas ur-
obligatorios impuestos ministerialmente, y las gencias impuestas por la reconstrucción y la
posibilidades implícitas de proceder a efectuar recuperación productiva, en el ámbito de la
parcelaciones en defecto de un plan detallado, nueva integración que se establece entre renta
previa autorización del municipio). y beneficio, del favor otorgado ahora a una
Así, la ley puede ser legítimamente presen- concepción librecambista del uso del suelo y
tada como instrumento de la política oficial de la incapacidad política, técnica y financiera
de «desurbanización» (sin que puedan ser de las administraciones públicas.
consideradas como puramente instrumentales
las declaraciones formuladas a tal propósi-
to) 73, mientras que, por otro lado, con la
teórica actuación a través de planes particu-
lares y de la expropiación, puede ser consi- Al tratar de valorar las determinantes y las
derada como factor importante de raciona- modalidades de los procesos de transforma-
lización urgente y dirigida de la función social ción urbana en el período que consideramos,
de la propiedad privada del suelo en el inte- debemos referirnos, por un lado, a los pará-
rior de las concentraciones urbanas. Tampoco metros cuantitativos de crecimiento espacial
resultaría impropio, en el fondo, considerarla que pueden ponerse en relación de congruen-
como instrumento potencial de realización de cia con el crecimiento demográfico y, por otro
aquella definición, que ya ha quedado vacía lado, a las mutaciones operadas en la articu-
de contenido, de la «ciudad corporativa», en lación funcional y estructural de los núcleos
la que los arquitectos racionalistas entreveían urbanos por efecto de la redistribución de los
confusamente - e n su esfuerzo por traducir equilibrios internos relativos a las diversas ac-
en analogías congruentes las consignas de la tividades presentes (productivas, residenciales,
política social del régimen- una exigencia comerciales, financieras, de mando político e
de control y de coordinación rigurosos del institucional, etc. ).
desarrollo urbanístico, así como una división Debe observarse, ante todo, que la base de
de cometidos y funciones entre ciudad y crecimiento demográfico que afecta con distin-
campo. ta intensidad a la red. de las ciudades ita-
lianas entre 1901 y 1921, en función también
19 de enero de 1942; V. Testa: La distribuzione de la acentuada industrialización acaecida en
della popolazione, ibid., 1 de febrero de 1942; V. Ci- los años del gobierno Giolitti y de la guerra
vico: Funzione sociale dell'architettura. L'urbanistica -como puede advertirse, en particular, en los
come problema nazionale, ibid., 1 de marzo de 1942; polos más destacados de las regiones septen-
M. Piacentini: Funzione sociale dell'urbanistica. Pro- trionales-, va seguida, en los dos decenios
blemi sociali dell'urbanistica, ibid., 15 de marzo de
1942; E. Detti: Funzione sociale dell'urbanistica. sucesivos, por un período de deceleración del
Fini dell'urbanistica moderna, ibid., 15 de abril de fenómeno, que puede atribuirse a una coyun-
1942; A. Melis: Funzione sociale dell'urbanistica. tura económica de menor dinamismo, o en
Limiti dell'urbanistica, ibid., 1 de mayo de 1942. cualquier forma afectada por procesos de
73 Véase la anticipación de A. Calza Bini: 11 «piano
territoriale» come strumento della politica fascista
reconversión productiva, más que a la expli-
del disurbanamento, en «Urbanistica», enero-febrero citación de políticas de reequilibrio territorial,
de 1941. por más que ésta sea la línea que el régimen
Historia del urbanismo. Siglo X X
fascista hace suya. Considerando toda la pers- particular, Verona, La Spezia, Bari, Taranto
pectiva histórica de nuestro siglo, más allá y y Reggio Calabria.
más acá de los dos decenios que aquí exami- Menos fáciles de cuantificar son los impul-
namos ahora, puede afirmarse que en el perío- sos que modifican la distribución de las fun-
do fascista no nos encontramos ante impulsos ciones urbanas, traduciéndose en sustanciales
exagerados de urbanización (en particular, si mutaciones de destino y, a veces, en radicales
se considera la restricción que se impone a la transformaciones del ordenamiento físico: la
emigración transoceánica a comienzos de los competición por los ámbitos espaciales a los
años veinte); hasta tal punto que en cierto que pueden atribuirse los más altos poten-
número de centros el incremento de población ciales de valorización de la renta y del inter-
resulta directamente atribuible a los índices cambio, así como los más destacados valores
demográficos naturales, o incluso se mantiene estratégicos de predominio ideológico, arrastra
por debajo de éstos. Esto no quita, sin em- consigo, en una cadena de ajustes y repercu-
bargo, para que entre el 21 y el 36 la pobla- siones, a los sectores intermedios y a los más
ción clasificable como urbana aumente, en débiles de la organización social. Las diversas
conjunto, en más de dos millones de almas, posibilidades de convertibilidad del patrimo-
y para que en la franja superior del entramado nio edificativo existente, propio de todo cen-
urbano tales incrementos puedan interpre- tro urbano (por sustitución de funciones o por
tarse como directa o indirectamente correla- transformación de estructuras), entran en jue-
cionados con la expansión de las actividades go para dar una respuesta a estas solicita-
productivas. Una confrontación, dentro de ciones favorables a la revisión de las jerar-
ese mismo intervalo temporal, entre las diez quías tradicionales.
ciudades italianas mayores nos presenta a la ¿Qué aportación específica ofrecen los ins-
cabeza los aumentos de población de Roma trumentos de planificación y de intervención
( +74 por IOO), seguida por Milán ( + 3 6 a esta dinámica de fuerzas en acción? ¿Y cuá-
por 100), Bolonia ( + 3 2 por 100), Turín les son las orientaciones y los modelos que
( + 2 5 por 100), Génova y Venecia ( +17 estos instrumentos inducen? Es preciso obser-
por 100) y Florencia ( +14 por 100); casi var, en primer lugar, que la elaboración de
estacionarias aparecen Palermo y Nápoles los planes urbanísticos no deja entrever obje-
+
( 3 por 100 y + 1 por 100, respectivamen- tivos de contención de la expansión urbana, y
te), mientras que Catania se muestra en re- que solamente en muy contados casos alude
gresión (-7 por 100). Es decir, entre las a programas de descentramiento o de rurali-
aglomeraciones urbanas mayores -aparte del zación. Los numerosos planes reguladores que
caso de la capital, totalmente excepcional, consiguen alcanzar su sanción legal l4 rara-
como ya hemos indicado-, las ciudades del mente excluyen una marcada fermentación
triángulo industrial, junto con Bolonia, siguen
'74 Para el período 1929-1938 la revista «Urbanis-
siendo todavía los elementos propulsores del tica» daba esta lista: 1929, Arezzo; 1930, Bolzano,
sistema territorial (mientras que en Venecia Cagliari, Pisa; 1931, Faenza, Génova centro; 1932,
el crecimiento demográfico ha de atribuirse al Catania, Génova-Este, Peruggia, Verona; 1933, Busto
despegue económico del nuevo centro indus- Arsizio, Castelfranco Emilia, Monreale, Monza, No-
trial de Marghera-Mestre, englobado en la vara, Padua, Pavía, Piacenza, Sabaudia, Savona,
Terni, Tirrenia, Tortona; 1934, Aosta, Como, Galla-
circunscripción municipal en el 26): en Milán, rate, Imperia, Mantua, Mestre, Potenza, Rímini, Sas-
en el decenio 1330-40, el saldo activo de urba- sari, Vigevano; 1935, Belluno, Pistoia, Pordenone,
nización de la población asciende a cerca de Savona, Treviso; 1936, Aprilia, Forli; 1937, Cas-
20.000 personas al año, con flujos migratorios tellammare di Stabia, Pomezia, Rieti; 1938, Alessan-
dria, Bolonia, Casale, Lodi, Palermo. Cfr. La mostra
provinientes de Lombardía, de la Emilia y di Roma e l'attuale livello dell'uvbanistica italiarza, en
del Véneto. Entre las ciudades intermedias, «Urbanistica», noviembre-diciembre de 1937. Pero
muestran elevados índices de crecimiento, en véase también nuestra reseña contenida en la nota 67.
Italia en el período comprendido entre las dos guerras mundiales 393
Figs. 896-898. Plan regulador y de ampliación de la ciudad de Piacenza, y ;hii rcgulrdur para Novara; aba-
jo, el plan regulador de Pavía (arquitecto Morandotti, 1933).
Historia del urbanismo. Siglo X X
periférica en mancha de aceite, con elevadas conservan su vigencia legal durante mucho
densidades de uso del suelo y, en cambio, con tiempo, incluso después de la caída del régi-
exiguas reservas de espacios equipados y zo- men -y proyecta una larga sombra también
nas públicas verdes o deportivas; las normas sobre los nuevos instrumentos elaborados en
sobre construcción en terrenos rústicos, más la posguerra-, precisamente en virtud de los
allá de la periferia edificada -desligada por concretos intereses inmobiliarios a que res-
ciertos elementos previstos y por oportunas ponden.
vinculaciones colaterales-, parecen orien- El plan regulador, más que un factor de
tadas, más que nada, a permitir de cualquier orientación y control de las transformaciones
modo la máxima libertad a la propiedad pri- de las ciudades, es, pues, con gran frecuen-
vada del suelo (fisg. 896-898). cia, un soporte genérico y débil de la iniciativa
La actuación incierta y compromisoria de privada, de una serie de prácticas urbanas y
los instrumentos de planificación y, en ge- de gestión sectorial, y de la política de obras
neral, el crecimiento urbano, confirman tales públicas de las administraciones locales y cen-
apreciaciones. Y si bien los Istituti case trales. En este sentido, las obras de urbani-
popolari, una vez asumidos los objetivos del zación primaria y de vialidad desarrollan, en
descentramiento, tratan de llevar a cabo in- el fondo, la misma función institucional de
tervenciones puntiformes más allá de los 1í- los planes por lo que respecta a la expansión
mites del suelo urbanizado de las ciudades urbana, mientras que una análoga función de
o incluso en pleno campo, tales tentativas promoción y de consolidación del crecimiento
caen dentro, en realidad, de la estrategia de y de las transformaciones en marcha se con-
segregación social (caso ejemplar, en este fía a la realización puntual de edificaciones
sentido, es el de las borgate romane), depen- y complejos equipados. Junto a las obras de
diendo de la calculada falta de competitividad carácter exclusivamente celebrativo, que vie-
del ente público con respecto a la actividad nen a dar testimonio de la vacía grandilo-
privada, y viniendo a funcionar, en fin, como cuencia, de la superchería ideológica y de la
sondeo-piloto con vistas a una ampliación del llamativa ostentación del poder, aparece tam-
valor de la renta inmobiliaria mediante la bién una consistente oferta de edificios admi-
creación de infraestructuras elementales pro- nistrativos destinados a los organismos esta-
porcionadas gracias a inversiones públicas. Allí tales, a Casas del Fascio y otras actividades
donde la periferia se cualifica en función de del partido; además de equipamientos recrea-
un particular tejido extensivo, como sucede tivos y de instalaciones para espectáculos de-
en ciertas ciudades de tipo medio de la Italia portivos, concebidos predominantemente para
septentrional, ello tiene lugar por motiva- crear episodios cualificados y vistosos, más
ciones inmanentes a la demanda habitativa, al que para asegurar niveles generalizados de
mercado y a la estructura de la empresa cons- consumos populares 75. Entre las obras de tipo
tructora, y no en virtud de una política ur-
bana preordinada y coherente. Así, en con- l5 Afirma, a este propósito, Bortolotti: «De los 200
junto, la expansión de las ciudades se va edificios públicos construidos en el primer decenio
confirmando conforme a un modelo centrípeto fascista a cargo del Ministerio de Obras Públicas,
en el que la homogeneidad de la «mancha de unos 69 estaban destinados a los cuerpos armados
de policía y de la Guardia de finanzas, 45 eran edi-
aceite» sólo resulta interrumpida por alguna ficios militares, 15 edificios carcelarios, 6 edificios
que otra penetración viaria preferencial, por para comandancias de marina y milicia portuaria;
las características orográficas, por la edifica- tan sólo 7 eran edificios universitarios y científicos,
ción a lo largo de las vías radiales o por algún y 6 institutos botánicos, de silvicultura y simila-
res. Verdad es que sucesivamente vinieron las "ciu-
equipamiento de nueva construcción. Muchos dades universitarias" de Roma y de Milán, pero se
planes reguladores urbanos (podemos citar, trataba en todo caso de obras que despertaban un
entre otros, los de Roma, Milán y Bolonia) cierto clamor, que cubrían situaciones de atraso y
Italia e n el periodo comprendido entre las d o s guerras mundiales 395
Figs. 899-902. Las obras públicas del régimen: el edificio de Correos y Telégrafos en la vía Chiodo de La
Spezia, el palacio de la Ecomía Corporativa en Pesaro, el palacio del Gobierno en Pescara, la torre de la co-
lonia marítima de Massa.
muestran los volúmenes y las morfologías que cluso cuando se prevén en los planes regu-
se emplean en la reconstrucción, y de manera ladores, las transformaciones internas pierden,
indicativa las mismas densidades de población en la fase de ejecución, esa cierta medida de
elevadas que se recomponen en las nuevas organicidad, aunque vandálica, que los vincula
manzanas. Liberado del incómodo obstáculo al modelo general urbano, para asumir el
de las casas viejas, el suelo se ajusta, como carácter de reestructuraciones autónomas de
por milagro, al valor que la centralidad de su partes limitadas del tejido. Estos planes-pro-
situación le atribuye. Los terrenos expropia- yecto no solamente no compensan, sino que
dos, transferidos al dominio público, vuelven denuncian y agravan la falta de una real plani-
a cederse, a precios a veces muy modestos ficación urbana. Las consecuencias de estas
(«para favorecer la rápida terminación de las operaciones de saneamiento llevadas a cabo
ordenaciones edificativas»), a bancos y sacie- en el período fascista se advertirán en todo
dades constructoras que con ello obtienen be- su alcance -en la práctica administrativa y en
neficios enormes. Y mientras el Estado se la realidad económica- en el momento de la
hace cargo de las demoliciones, el régimen se recuperación posterior a la guerra, cuando
asegura el espacio necesario para levantar al- incluso los planes no iniciados todavía o que
gunos edificios destinados a albergar sus insti- habían quedado interrumpidos se reanudan y
tuciones, dejando el resto a la actividad priva- se llevan a término.
da; las reconstrucciones prevén, sobre todo,
edificios representativos, administrativos, co-
merciales y de viviendas de lujo.
5. La e u o l ~ ~ i óurbanistica
n de Roma entre
También en este caso, pues, nos encontra- las dos guerras mundiales
mos dentro de un proceso de reforzamiento
de la centralidad urbana: a la destrucción- a) LA PRIMERA EL
POSGUERRA. DESMAN-
reconstrucción programada se le asigna un TELAMIENTO Y ABANDONO DEL PLAN
papel piloto de ruptura, al que ha de seguir SANJ U ~ T
una destrucción cada vez mayor de las antiguas
estructuras, que si no se centra necesaria- Para plantear el tema de forma más fácil
mente en la renovación física, se realiza al y clara es posible articular en tres fases dis-
menos a través de una terciarización de los tintas la evólución urbanística de Roma entre
usos del suelo. En cambio, no queda efecti- 1918 y 1943: la posguerra prefascista, del 18
vamente garantizada la operación complemen- al 25; los años que van del 25 al 37, que
taria de descentramiento; las «lindas casitas giran en torno a la preparación y redacción
rodeadas de verdor» y las «alegres barriadas» del plan del 31, período en que se compren-
que los discursos oficiales aseguran que se den las realizaciones monumentales más sig-
encuentran «en fase avanzada de construc- nificativas del régimen fascista; y el período
ción» para dar nuevo alojamiento a los des- 1938-43, en el que se completan las grandes
plazados del centro, no pasan casi nunca del obras acometidas, pero que también nos per-
papel, o bien se convierten en realidad dema- mite apreciar un cambio sensible en las orien-
siado tarde, cuando los habitantes expulsados taciones del planeamiento, centradas ahora en
de sus antiguos hogares han ido a aumentar torno a la idea de una Roma Imperial y
la densidad de población de otras zonas cén- dominadas por la realización de la E 42, con
tricas y populares, agravando las condiciones el impulso que se imprime a la directriz de
en que éstas se encuentran. Muchos derribos expansión hacia el mar. Naturalmente, la sol-
son operaciones ya del todo autónomas ini- dadura interna entre las distintas fases aparece
cialmente, decididas al margen de cualquier asegurada por una continuidad de referencias
plan de conjunto, con base en un plan particu- a diversos niveles, por los intereses económi-
lar aprobado por decreto especial; pero in- cos prevalentes en la ciudad -es decir, en el
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 903-906 (en la página opuesta). Vista desde arriba del barrio delle Vittorie, y vista de la piazza Maz-
zini; planimetría de la «Ciudad-jardín Aniene» (Monte Sacro) en 1931 y fotografía aérea.
Figs. 907-913. Primer proyecto de la barriada de la Garbatella, estado del barrio en 1931 y dos vistas de
las primeras construcciones (acceso a la piazza Brin y piazza Brin); planimetría del barrio Trionfale y dos vis-
tas de los edificios de la segunda fase.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Teniendo en cuenta los resultados obteni- una ley del 25 coloca la ciudad bajo la auto-
dos por la comisión de 1916-18, se constituye ridad de un gobernador (governatorato) de-
en 1923 otra comisión, esta vez con la misión pendiente del Ministerio del Interior y dotado
de poner a punto una revisión del plan de atribuciones formalmente inapelables, que
Sanjust; también forman parte de ella, junto comienza a actuar a partir del 1 de enero
a algunos miembros de la administración de 1926. Durante todo el resto del período
capitolina y a otros técnicos, Giovannoni y que consideramos, con la sola y breve inte-
Piacentini. Fruto del trabajo de los expertos rrupción del 35 al 37 en que ejerce el cargo
es la, denominada Variante general, terminada el ministro Bottai, el gobierno de Roma se
el 26, documento que, aunque jamás llegará mantendrá firmemente en manos de hombres
a ser oficialmente aprobado, servirá a los ad- procedentes de las filas de la aristocracia, per-
ministradores para orientar la actividad edifi- sonalmente vinculados a intereses inmobilia-
cativa evitando cualquier referencia al plan rios (el príncipe Potenziani, el principe Bon-
legalmente en vigor todavía. El modelo de compagni-Ludovisi, el príncipe Colonna, el
una decidida proyección del centro de la ciu- príncipe Borghese) ' O .
dad hacia el Oeste, mantenido desde tiempo
atrás por Piacentini, encuentra aquí su con-
firmación al preverse una concentración a la b) LA ROMADE MUSSOLINI.
EL PLAN REGU-
expansión residencial en ese sector, que sin LADOR DEL 31, LOS DERRIBOS Y LAS
embargo se ve agravado por una edificación <(LIBERACIONES)>,EL CRECIMIENTO DE
intensiva. Respecto de las transformaciones LA CIUDAD BURGUESA Y LA CONSTRUC-
internas, adoptada en principio la intangibi- CIÓN DE LOS POBLADOS PERIFÉRICOS
lidad del centro antiguo, la variante introduce
de hecho una serie de ensanches y derribos en Ya hemos hablado de la posición particu-
los Foros Imperiales, en la piazza Madama lar que la capital ocupa en la estrategia del
y en el Tritone, además de una «paralela al fascismo: el control que Mussolini se reserva
Corso»; los mismos criterios se aplican tam- respecto de las cuestiones más importantes
bién, de uno u otro modo, al barrio del del urbanismo nacional, desde la renovación
Rinascimento, para e'l que Giovannoni consi- de los centros menores hasta las obras de
gue imponer sobre el papel su concepción del bonificación, se hace todavía más directo y
«aclaramiento» de la edificación. asiduo en el caso de Roma, donde se concen-
Con la disolución del Parlamento en 1925 tran los propósitos más espectaculares y de-
y la afirmación sin oposición del régimen mos trativos del poder político. Forzando los
fascista, una disposición de carácter nacio- procedimiento y el ritmo temporal de la
nal abole el carácter electivo de las adminis- práctica administrativa y burocrática, aprove-
traciones locales, sustituyendo la figura del chando y plegando a sus interpretaciones las
antiguo alcalde elegido (sindaco) por la del ideas de los arquitectos, de los arqueólogos
nuevo podesta, de nombramiento gubernativo. y de los academicistas italianos, orientando
En el caso de Roma, donde desde el año 23 los instrumentos del planeamiento para luego
el municipio viene regido por un comisario, trastocarlos con nuevos programas extempo-
r á n e o ~ y acallando toda suerte de críticas
le case popolari di Roma alla borgata giardino «Gar- y polémicas internas, el Duce une a su nom-
batella*, en ~Architctturae arti decorative», enero-
febrero de 1930. Para otros barrios del ICP roma- bre la paternidad de la nueva Roma fascista.
no, cfr. A. Calza Bini: Le nuove costruzioni dell'ls-
tituto per le Case popolari in Roma al quartiere 80 Para la actividad municipal hasta el año 30,
Trionfale, ibid., marzo de 1924; M. Munari: Il quar- véame: L. Maroi: L'attivitd edilizia a Roma nel 1928,
tiere Trionfale 2 . O a Roma e l'attivita dell'lstituto en «Capitolium», 1929, págs. 44-49, y F. M.: Un
case popolari, en «Edilizia popolare», marzo-abril ventennio di attivita edilizia a Roma, ibid., pá-
de 1972. ginas 482-88.
Italia e n el periodo comprendido entre las dos guerras mundiales 403
Si bien una improvisación verticista y autori- nacional, una fuente de modelos de compor-
taria orienta gran parte de las decisiones, por tamiento 'l. Todo cuanto alguna vez había
más que la convalidación y el asentimiento de sido considerado como papel instrumental
Mussolini resultan motivados en ocasiones por del pasado para la afirmación de los dere-
el oportunismo o por opciones puramente em- chos del hombre -y después para la idea
píricas y ocasionales, a pesar de que la lite- de nacionalidad-, vuelve a proponerse ahora
ratura plebiscitaria y acrítica que acompaña a como espejo, y como justificación, de la vo-
las realizaciones esconde en su verbosidad luntad de poder de una nación y hasta de una
declamatoria las tensiones, las oscilaciones y raza. Por ello, las estratificaciones seculares
las complejas relaciones que incluso en este de la historia de Roma no se encuentran en
caso subyacen bajo los resultados logrados un plano de paridad: la Roma cristiana y la
por los técnicos y los arquitectos, lo cierto Roma postunitaria solamente son el puente
es que el hablar de una «Roma de Mussolini» que une los dos vértices extremos de la his-
nos parece, incluso hoy, aunque sea a la luz toria de la ciudad, que se reflejan el uno en
de un juicio crítico muy discutido, de lo más el otro, la Roma de los Césares y la Roma
justo y legítimo. fascista. Valorizar los restos de la primera
Al papel central que se atribuye a Roma Roma con los criterios urbanísticos de la
en la mística fascista no puede dejar de co- Roma fascista, quitando de en medio todo
rresponder una transformación profunda de lo que obstaculice la realización de las esce-
sus estructuras físicas, hacia una dimensión nografía~ monumentales queridas por el ré-
simbólica que haga presente y tangible, en gimen, constituye el tema central de las trans-
el corazón mismo de su fuente de inspiración, formaciones de la capital, «ejemplo viril»
el impacto de la revolución fascista. El fas- para las demás ciudades italianas m.
cismo sale de las indecisiones del período
precedente, forzando la visión «latina y ro- Entre las muchas posibles citas de los textos de
mana» d s la ciudad, en una subordinación los ideólogos fascistas, cabe elegir ésta: «El Sepulcro
completa de la ciudad real a la ciudad triun- de los Escipiones y la vía Apia no son solamente
fal. Con la actitud del fascismo respecto de monumentos. Sacados de nuevo a la luz, son un
libro de la raza: la biblia romana, que hace falta
Roma asistimos quizá al ejemplo del mayor saber leer y en la que es preciso saber inspirarse.
relieve ideológico jamás atribuido a una ex- Los templos republicanos del Largo Argentina ha-
presión urbana en el curso de la historia; blan a nuestro intelecto como las páginas de Livio
claro está que si este juicio hubiese de de- hablaban al espíritu profético de Maquiavelo. ¿Qué
es la religión? Un veligare a los Hombres con Dios.
peader tan sólo de las realizaciones operadas El medio es la acción, la obra, el acto magnánimo.
podría ser discutible; pero si junto a los ¿Y qué acto puede ser más magnánimo que el de
proyectos y a las realizaciones consideramos cooperar a la grandeza de la Patria, al triunfo de la
también la enfática mitología de masas que estirpe? ¿A la elevación de nuestra propia gran fami-
se hace girar en torno a los valores simbólicos lia, la Nación? La religión, por lo tanto - c o m o
advertían Maquiavelo y Livio, como nos lo advierten
de la romanidad y el uso que de ella se los sagrados monumentos de la República-, es un
hace en la propaganda a todos los niveles de monumento ideal de la Política. Como afirmaba Maz-
la organización humana, no cabe duda de que zini -y hoy confirma Benito Mussolini-, religión y
aquella afirmación no puede verse desmentida. política deben ir compaginadas y no pueden comba-
tirse o desconocerse entre si.» P. Napoli: Avte e
Los restos del pasado romano se convierten architettuva in regime fascista, Roma, 1938, pág. 96.
en la principal fuente ideológica del régimen. 82 «Nosotros nos contentamos -afirma el sena-
La arqueología de Roma ya no es ahora un dor Pietro Fedele en un discurso pronunciado en
mero texto de referencia canónica para la 1935 en el Parlamento- con ver la llamada Roma
pintoresca en las estampas de Pinelli, y la Roma
arquitectura, ni un simple código de sistemas desaparecida en las acuarelas de Rosler-Franz.» Cit.
estilísticos, ni un repertorio de reglas; es en F. P. Mulé: La parola al piccone, en <dapito-
más bien una religión política, un mensaje liuma, octubre de 1934.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 914 y 915. La Roma monumental de A. Brasini: propuesta de ordenación del barrio Flaminio, y pro-
puesta para la ampliación de la piazza Colonna, unida a la piazza Montecitorio y enlazada con el Panteón.
Figs. 916-919. Las propuestas del grupo «La Burbera»: el centro monumental situado en el cruce de las nue-
vas arterias Norte-Sur y Este-Oeste, dos vistas; la reordenación de la piazza Colonna con su enlace al Pan-
teón, y la ordenación prevista para los Foros Imperiales.
Historia del urbanismo. Siglo X X
tores o por puntos por otro, convalidan «Gran Roma» (figs. 920-925) que, al tiempo
y amplían el programa municipal de obras de en que contempla una serie de intervenciones
«liberación» y «valorización» de los restos internas, incluso serias, de acabado y retoque
romanos que se encuentra en marcha ya desde (reordenación de la pjazza Navona, aisla-
el año 24, cuando se dan los primeros golpes miento del Augustaeum, ordenaciones de la
de pico alrededor de los mercados trajanos. vía Zanardelli, de la Argentina y del barrio
En la historia urbanística de la Roma post- del Rinascimento, apertura de nuevas calles,
unitaria no faltan, como ya hemos visto en como la que debe unir en línea recta la piazza
otro lugar, ejercitaciones y propuestas per- Venezia y la vía Nazionale), tiene el mérito,
sonales y extemporáneas, traducidas en dise- no obstante, de mantener una clara proyección
ños y elaboraciones gráficas: unas veces cons- de la ciudad hacia el sector radial oriental,
tituyen episodios sin más consecuencias, que planteada sobre la base del monumental viale
no van más allá de la crónica efímera, otras della Vittoria que desde la estación Termini
dan ocasión a que se despierte el interés se inserta directamente en la Casilina y apa-
y a que surja el debate. Las ordenaciones rece enlazado, mediante una bifurcación, a la
triunfalistas imaginadas bajo el signo de un estación, descentrada y transformada en esta-
gigantismo neopiranesiano [G. Piranesi, gra- ción de tránsito en el marco de una reorde-
bador y arquitecto italiano del XVIII] por el nación de las infraestructuras ferroviarias 88.
académico Armando Brasini para la recons- El nuevo eje director, que ordena al sud-
trucción de los puntos nodales del centro este de la Termini el centro monumental
histórico, resultan interesantes, sobre todo, moderno (Foro Littorio), se prolonga en la
como precedente significativo de algunos pro- dirección opuesta hacia el centro antiguo,
yectos ulteriores: para la Spina dei Borghi, atravesando la piazza S. Bernardo, enlazan-
Brasini imagina una enorme y densa colum- do mediante una am,plia curva con la piazza
nata monumental desde piazza Pía hasta la Barberini, pasando por debajo del relieve
plaza de San Pedro, mientras en una perspec- de Trinith dei Monti, prosiguiendo a lo lar-
tiva aérea nos presenta la ampliación de la go del margen de villa Medici y desembo-
piazza Colonna, unida a la piazza Montecitorio cando en el lpiazzale Flaminio. Un monu-
y a la piazza di Pietra, con una nueva calle mentalismo de gran academia, pero que des-
de enlace con el Panteón 86 (figs. 916-919). ciende a los términos poco habituales de una
En 1928, en la primera reunión del Istituto concepción más compleja de la ciudad, para
di studi romani, el abogado Virgilio Testa, enunciar una alternativa estructural y funcio-
estudioso de los problemas urbanísticos, pre- nal que no carece de elementos de conexión
senta una propuesta de expansión hacia el orgánica con el territorio 89.
mar, dando acogida a la instigación del Duce,
precisamente cuando se encuentran en fase de Un proyecto para el desplazamiento de la esta-
terminación las obras de la carretera que ción Termini -que, no obstante, se conservaba como
conduce al lido de Ostia 87. Alrededor del 26 estación de cabecera- había sido estudiado en el 25
por Coppede y Ugolotti. Cfr. L'aruetramento della
Piacentini publica su propio plan para la stazione di Termini, en «Capitolium», 1925-26, pá-
ginas 610-15.
85 Cfr., por ejemplo, T. V.: La sistemazione del Cfr. M. Piacentini: Per la Grande Roma, en
centro di Roma, en «Capitolium», junio de 1925; «Capitolium», 1925-26, págs. 413-20; A. Nezi: Le
1. Costantini: Progetto per una nuova vía del Quiri- sistemazioni metropolitane. La «Grande Roma» di
nale, ibid., diciembre de 1926. Marcello Piacentini, en «Emporium», abril de 1926.
86 D. Delle Santi: L'bpera del Governo Fascista Véase, en coincidencia con las propuestas de Piacen-
a Roma, en «Capitolium», marzo de 1928. tini, pero con tentativas de teorización, D. Barbieri:
87 Cfr. V. Testa: La costruzione di un qaartiere Peu la Grande Roma. Formazione e sviluppo delle
lineare a Roma, en «Roma», agosto de 1928. Testa grandi cittd moderne, Roma-Milán, 1927. Sobre este
propone la adopción del modelo de la ciudad lineal debate, véanse también: Appio Secondo: La ricos-
de Soria y Mata. truzione del centro di Roma, en «Capitolium»,
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 407
Los estudios de Brasini y de Piacentini son sabemos si precisamente con base en un cono-
importantes porque constituirán los núcleos cimiento directo del proyecto de Brasini del
inspiradores de dos propuestas más orgánicas 16)- para darse cuenta de que no es más
y coordinadas presentadas el año 29, con oca- que una nueva proposición, apenas retocada,
sión de una reunión de la International Fede- de la invención brasiniana. Pero, en todo
ration for Housing and Town Planning cele- caso, la confrontación de posiciones que se
brada en Roma en septiembre de ese año. produce en la citada reunión del 29 resulta
Bajo la dirección de Piacentini, el «Gruppo particularmente interesante, tanto porque las
urbanisti romani», compuesto por jóvenes dos soluciones propuestas definen dos moda-
licenciados de la Escuela de Arquitectura lidades y dos orientaciones netamente diver-
.
abierta en Roma poco antes de 1920 (entre sas, y en ciertos aspectos opuestas, de política
los que se cuentan Cancellotti, Fuselli, Lenzi, urbanística, como por el mismo papel asumido
Nicolosi, Piccinato, Scalpelli y Valle), plantea por ambos jefes oficiales de grupo, Piacentini
su intervención sobre la base de una proyec- y Giovannoni. El proyecto del grupo de los
ción planificada de la ciudad hacia el Este, en aurbanistas romanos» revela intereses y di-
el marco de un descentramiento por distritos mensiones a escala urbano-territorial y, aun-
que se mueve conforme a la directriz dei que no carezca de soluciones internas de tipo
Castelli: rehusando recurrir a la fácil suges- tradicional, se esfuerza por delinear una es-
tión de las imágenes, el estudio de los «Ur- tructura realmente alternativa a la codificada
banisti romani» trata de profundizar en un por una praxis de muchos años y por la
nuevo modelo de funcionamiento y desarrollo última Variante general de 1925-26; las so-
de la capital (figs. 926-929). En contrapo- luciones del grupo «La Burbera» no salen
sición con el «Gruppo urbanisti romani», del ámbito del centro antiguo, sobre el que
otro grupo de proyectistas, reunido bajo la proyectan no solamente toda su carga des-
denominación de «La B u r b e r a ~y encabezado tructiva, sino también la gravitación concén-
por Gustavo Giovannoni, grupo ya bastante trica de la ciudad decimonónica y moderna
conocido por su orientación academicis ta y (poco tiempo después volveremos a encontrar
superficialmente innovadora (Aschieri, Del algunos de sus puntos de vista, como por
Debbio, Fasolo, Foschini, Limongelli y otros), ejemplo la solución sugerida para los Foros
.elabora un proyecto de inspiración monumen- Imperiales, simplificada y podada de redun-
tal concebido sobre todo para conferir una dancias arquitectónicas, en las grandes obras
nueva imagen, una nueva forma urbis fas- mussolinianas) .O' Piacentini, al dirigir la va-
cista, al centro antiguo (figs. 916-919): se liente propuesta del grupo aurbanistas roma-
trata, en el plano urbanístico, de una pro- nos», nos ofrece en este caso una prueba de
puesta para «romanizar» Roma, insertando a coherencia con sus propias tesis mantenidas
la fuerza en el tejido de las áreas centrales anteriormente, además de clarificar inteligen-
un sistema de cardo y decumano caracterizado
en la intersección de los dos ejes por la aper-
90 Véase R. Pacini: Il futuro Piano Regolatore di
tura de una gran plaza mediante la demo- Roma nei progetti del gruppo degli urbanisti romani
lición de algunas manzanas. El padre espiritual e del gruppo degli architetti della «Burbe~a», en
del grupo «La Burbera» es, evidentemente, cRassegna di architettura», 1929, págs. 408-25. Para
Brasini : basta examinar la solución Panteón- noticias sobre la exposición del 29, cfr. V. Testa:
La prima Mostra Nazionale delle abitazioni e del
piazza Colonna -ya aludida por Mussolini Piani Regolatovi, en «Capitolium», 1929, págs. 489-
en su discurso de 1925 en el Capitolio (no 97; La Mostra del Governatorato di Roma, ibid.,
páginas 498-501; L. Piccinato: Il momento urbanis-
tico alla prima Mostra nazionale dei piani regolatori,
1925-26, págs. 97-105, y G. Giovannoni: Ricostruzio- en «Architettura e arti decorative», enero de 1930;
ne del vecchio centro di Roma o descentramento?, R. Pacini: La Mostra dei piani regolatori a Roma,
ibid., págs. 221-25. en «Emporium», noviembre de 1929.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 409
Figs. 920-923 (en la página opuesta). La «Gran Roma de Piacentini~:el Foro Littorio en Termini, vista
de un lado del Foro Littorio, y embocadura de la nueva vía Barberini desde la piazza S. Bernardo; el plan
para la «Gran Roma».
Figs. 924-929. Otras dos láminas del proyecto de Piacentini: esquema del nuevo centro y rectificación de
la vía Nazionale; el plan del cGruppo urbanisti romani»: esquema de las arterias de tráfico, solución del
nuevo centro, detalle del área central y el nuevo viale Mussolini.
410 Historia del tirbailismo. Siglo X X
Figs. 930-932. El plan regulador de 1931: plano de conjunto, detalles de las ordenaciones previstas entre
el Augusteo y TrinitA dei Monti, y entre piazza Venezia y el Coliseo.
temente los problemas urbanísticos con que del gobernador, príncipe Boncompagni-Ludo-
se enfrenta la capital: de su aproximación visi, los arquitectos Brasini, Piacentini, Gio-
a los jóvenes urbanistas romanos -muy pron- vannoni, Bazzani, Calza Bini y Del Bufalo.
to traicionada, como hemos de ver, en la for- Quedan excluidos, en cambio, los arquitectos
mulación del plan regulador del 3 1- quedará de «La Burbera» y los jóvenes del grupo
sin embargo algún lazo que volverá a surgir «Urbanis ti romani».
con calculada prudencia en ulteriores oca- El plan regulador, entregado a Mussolini
siones. Por el contrario, Giovannoni reniega el 28 de octubre de 1930, es aprobado en
de hecho, por vez primera sin ninguna especie mayo del año siguiente por el Consejo Supe-
de mixtificación, de sus convicciones teóricas rior de Antigüedades y Bellas Artes y por
acerca de la «aclaración» urbanística, tras ha- el Consejo Superior de Obras Públicas (fi-
ber optado por ponerse de parte de los aca- guras 930-932). De las ideas de Piacentini
démicos para no avalar las tesis de los grupos -el técnico más autorizado de cuantos for-
innovadores y, al propio tiempo, para no man parte del grupo de proyectistas-, apa-
perder contacto con el ámbito del poder recidas ya en sus escritos y en la Variante, y
decisorio. confirmadas en el plan de los aurbanistas
Poniendo fin a la fase de las propuestas romanos», tan sólo queda en la nueva redac-
no oficiales, el governatorato instituye en mar- ción la reordenación de las actividades direc-
zo de 1930 una comisión encargada de re- tivas en la zona de las instalaciones ferrovarias
dactar el nuevo plan regulador. Forman parte de la estación Termini, desplazada en direc-
de ella, junto a los representantes de los ción Sudeste dentro del marco de una com-
organismos capitolinos y bajo la presidencia pleta reorganización, en pasos subterráneos,
, Italia e n el periodo comprendido entre las dos guerras mtindiales 411
del sistema ferroviario; pero incluso esta solu- bano monótono y caótico, destinado a albergar
ción acaba por ser suprimida en el momento a los estratos de empleados pertenecientes a
de la aprobación definitiva del plan, cuando la pequeña y media burguesía: extendiéndose
se poda considerablemente la ordenación fe- desde el populoso barrio «africano», obra en
rroviaria, quedando excluida de este modo la parte de la Societi Generale Immobiliare,
posibilidad de formación del nuevo centro hasta el barrio de la piazza Bologna, la barria-
directivo. Por lo que respecta al centro histó- da de Prenestino y toda la zona a extramuros
rico, el nuevo plan sigue las consignas oficiales de la porta Maggiore y de la porta S. Gio-
de la política del régimen: y si bien no hace vanni. Esta periferia, dejada a la iniciativa
que el Panteón resulte directamente visible de los constructores privados, no parece tener
desde la piazza Colonna -como se decía en gran peso en las preocupaciones de la admi-
las primeras indicaciones del Duce-, prevé nistración capitolina, demasiado ocupada con
en cambio un vasto programa de derribos, las grandes obras llevadas a cabo en las áreas
entre los que destacan las intervenciones a centrales 'l.
realizar en el barrio del Rinascimento, la rees-
tructuración de la piazza Venezia y la apertura Desde el 24 la labor de liberación de las
de la nueva paralela al Corso. En fin, por lo antigüedades romanas de entre los «restos
que respecta a la expansión urbana, ésta viene que las ensombrecen» avanza guiada por los
caracterizada por un desarrollo continuo y arqueólogos Antonio Muñoz y Corrado Ricci,
monótono, sin episodios de relieve, con mar- con una regularidad que no se ve afectada
cado predominio de zonas de edificación in- por la formulación del nuevo plan, inspirada
tensiva; constituyen la excepción las zonas sobre todo en la idea de valorización monu-
libres del parque arqueológico, al Sur, de un mental de construcciones singulares, aisladas,
parque público en la villa dei Giordani y la restauradas y, a veces, regularizadas. Falta
conservación de dos villas privadas, la villa en cambio todo criterio sistemático de estudio
Doria Pamphili al Oeste y la villa Ada al y registro de cuanto va desapareciendo en el
Norte. Por añadidura, tras cuatro años de curso de las demoliciones y de cuanto, sacado
vigencia, el plian se ve fuertemente compro- a luz por las excavaciones, es después da-
metido por la introducción de' una nueva ñado o vuelto a cubrir como consecuencia de
norma que autoriza la construcción de «nú- las exigencias impuestas de ordenación y
cleos edificados» fuera de los Iímites del arreglo urbano de los elementos monumenta-
mismo, norma destinada a tener una impor- les singulares: lo que supone un balance de
tancia decisiva en la construcción desordenada graves pérdidas, incluso desde este punto
de la periferia. de vista, para la historia de Roma y para la
También las modalidades de gestión en- misma arqueología. A las obras de carácter
trarán en juego para premiar los intereses de «arqueológico» se suman después los derribos
la propiedad del suelo y de las empresas
constructoras. Para fomentar la producción 91 Sobre el plan regulador de 1931, véanse, ante
privada se aprueba una ley sobre las deno- todo: Governatorato di Roma: Piano regolatore di
minadas «casas convenidas» («case conven- Roma 1931, Milán-Roma, 1932; D. Angeli: 11 piano
zionute~),que a cambio del compromiso de regolatore di Roma, en «Nuova Antología», marzo
de 1932; V. Testa: L'urbanistica e il piano regola-
bloqueo de los alquileres por el irrisorio tore di Roma, en «Capitolium», agosto de 1932;
período de cinco años otorga, como compen- A. Bianchi: 11 nuouo piano regolatore di Roma, en
sación del lucro cesante, una sustanciosa sub- «Emporium», octubre de 1933. Además, L. Lenzi:
vención por cada vivienda arrendada. La T h e New Rome, «en Town Planning Review», mayo
nueva periferia, ampliamente construida con de 1931; y, para ciertos aspectos particulares, L. Pic-
cinato: Le zone verdi nel nuouo piano regolatore
empleo del expediente de las «casas conve- di Roma, en «Capitolium», mayo de 1931; C. Valle:
nidas», irá configurando un agregado ur- Per il piano regionale di Roma, ibid., junio de 1931,
Historia del urbanismo. Siglo X X
. -
Fig. 933. Síntesis de las grandes obras realizadas en el centro histórico de Roma durante el período fascista.
Figs. 934 y 935. La zona del Capitolio [Campidogliol y de los Foros, antes y después de las transformacio-
nes efectuadas.
Italia en el período comprendido entre las dos guerras mundiales 413
Figs. 936-942. La liberación de los Foros: las áreas comprendidas entre piazza Venezia y el Coliseo, antes
y después de los derribos efectuados para la realización de la vía dell'Impero; dos vistas de la vía dell'Impero;
la vía del Mare con el aislamiento de los templos de Vesta y de la Fortuna Virile; la vía del Mare a la
altura de la Roca Tarpeya, y la colina Capitolina desde la piazza Montanara.
Historia del urbanismo. Siglo X X
para la apertura de nuevos y más amplios Una de las obras más celebradas del régi-
trazados viarios, y para la reordenación mo- men es la apertura de la vía dell'Impero,
numental de zonas particulares de la vieja inaugurada el 28 de octubre de 1932, en el
Roma (fig. 933). décimo aniversario de la marcha sobre Roma.
Antes de examinar con más atención algu- En pocos años, a partir del 24, sin excesivos
nas de estas grandes obras resulta oportuno estudios ni evaluaciones preliminares, exca-
indicar su desnuda secuencia cronológica, para vando 300.000 metros cúbicos de terrenos,
poder enterarse del alcance de conjunto de de masas tobáceas y de construcciones anti-
esta actividad que se desarrolla sin tregua. guas, y demoliendo 5.500 unidades de habi-
En 1924 se inician las demoliciones entre el tación, se abre a través de los Foros una
Vittoriano [el monumento a Víctor Ma- ancha avenida (viale) rectilínea entre la piazza
nuel 111 y el Coliseo, para sacar a la luz Venezia y el Coliseo conforme a un plan ya
del día los Foros de Trajano, de César y de presentado en los primeros años del siglo
Augusto; el 25 comienzan las demoliciones por Corrado Ricci, el autor más importante
entre el Tíber y ,el arco de Jano para el aisla- de las ordenaciones arqueológicas romanas.
miento de los templos de Vesta y de la For- En este caso, la intacta amenidad de los Foros,
tuna Virile y la ordenación de la vía Zanar- en su continuidad, es la que paga la aper-
delli; el 26 se inician las obras de liberación tura de una perspectiva imperial: de los
del teatro de Marcelo y se redacta el pro- 76 .O00 metros cuadrados de superficie exca-
yecto para la apertura de la vía Barberini, vada, sus buenos 64.000 son después vueltos
cuyas obras se terminarán seis años después; a cubrir Para el trazado de la nueva arteria.
el 27, demoliciones y aislamiento en la zona La vía del Imperio, encuadrada por un arco
de la vía di Torre Argentina para sacar a luz del Coliseo y adaptada al ritmo del paso de
los templos republicanos; el 28, demoliciones las «quadrate legioni~,se convertirá en una
al oeste del Capitolio entre el Ara Coeli y el de las imágenes más habituales de la pro-
teatro de Marcelo, excavaciones en el Foro paganda fascista, presente siempre en los
de Nerva y primera idea de la vía dell'Impero; manifiestos, en los libros escolares y en las
el 32 se promulga el decreto de demolición tarjetas postales. Sobre el muro que sirve de
de la zona comprendida entre el Corso, la contrafuerte hacia el Palatino se fijará un
vía della Frezza, la vía Tomacelli y el Tíber, mapa en mármol del Mediterráneo, en el que
para la realización del Augusteo, cuyas obras se muestra el Imperio romano en el ápice
se iniciarán dos años después; el 33, inaugu- de su poderío, a modo de augural incitación
ración de la vía dei Trionfi; el 35, proyecto a la expansión del imperio fascista 03.
para el corso Rinascimento, iniciándose las
demoliciones el año siguiente en la piazza pero, en «Urbanlstica», septiembre-octubre de 1937;
S. Apollinare y en la piazza S. Andrea della y, una vez más, el fascículo especial de la revista
Valle; el 36, demoliciones para la ordenación «Architettura» del año 1936. Acerca del impacto
de las realizaciones fascistas sobre los observadores
de la piazza Nicosia; el 37, primer golpe de
extranjeros, cfr. J. Patric: Imperial Rome Reborn,
pico de Mussolini para la demolición de la en «National Geographic Magazine», marzo de 1937;
«spina» dei Borghi y para la apertura del y G . Bardet: Une nouvelle ?re romaine sous le signe
eje Castel Sant'Angelo-San Pedro; el 38, en- du faisceau, la Rome de Mussolini, París, 1937.
93 Cfr. G. Q. Giglioli: Il foro di Augusto, en
sanche de la vía delle Botteghe Oscure y
«Capitolium», 1926-27, págs. 395-402; C. Ricci: II
demoliciones en la vía Giulia a la altura de Mercato di Traiano, ibid., 1929, págs. 541-55. Para
S. Giovanni dei Fiorentini 92. el proyecto originario de V. Fasolo, véanse F. P .
M u k : Per lJallacciamento dei Fori Imperiali col
Colosseo, en «Capitolium», 1930, págs. 378-88; y
92 Sobre el conjunto de las obras de Roma, véanse: A. Muñoz: La vía dell'lmpero e la vía del Mare,
A. Muñoz: Roma di Mussolini, Milán, 1935; V . Ci- ibid., noviembre de 1932, y V í a dell'Impero, en
vico: LJattualit2 urbanistica: Roma capitule dellJIm- «Emporium», octubre de 1933. Respecto a la difu-
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 415
La vía dell'Impero se inserta en el cuadro conseguir el espacio necesario para los desfiles
más general del aislamiento del Capitolio y ceremoniales del régimen 95.
del Palatino, y de la ordenación del Foro En el cuadro de los escenográficos arreglos
Itálico, de la apertura de la vía del Mare, de los Foros se inserta el episodio del con-
del trazado de la vía dei Trionfi y del encua- curso nacional para el proyecto de la Casa
dramiento del Vittoriano (figs. 934-942). La Littoria, destinada a albergar el museo de la
vía del Mare, que va desde la piazza Venezia Revolución Fascista, junto con la Dirección
al Lungotevere Aventino, comporta una serie Central y otros organismos del partido: epi-
de demoliciones entre el arco de Jano y el sodio que constituye una de las ocasiones
Tíber, el aislamiento del templo de la Fortuna celebrativas más acariciadas por el régimen
Virile y del templo de Vesta, y la liberación desde la conclusión de las obras de la vía
del teatro de Marcelo, con la destrucción del del Imperio, para disponer, en el centro de
barrio de piazza Montanara; la ordenación una de las áreas históricas excepcionales de la
del área situada en torno al Vittoriano -pre- capital, entre el Coliseo y el mausoleo hum-
vista por el plan de 1909 y por la Comisión bertino, el nuevo punto monumental principal
real del 19 con soluciones todavía relativa- de la Roma fascista; se trata, pues, de llevar
mente contenidas, y por el plan del 31 me- el signo de la arquitectura del régimen al
diante la construcción de dos pabellones late- ambiente de los Foros, para consumar la so-
rales en exedra- se lleva a cabo, en cambio, lemne y simbólica cita entre Fascismo y
mediante la completa demolición de las man- Romanidad ( figs. 943-946). El planteamiento
zanas comprendidas entre la piazza S. Marco triunfalista no prescinde de una participación
y la piazza Ara Coeli, haciendo desaparecer plebiscitaria, pues junto a los intérpretes ofi-
para siempre el recogido ambiente en forma ciales de los arcos y las columnas se cuenta
de embudo de esta última, indisolublemente también con el asentimiento de las filas de
unido hasta entonces al planteamiento dado los arquitectos modernos, con la sola excep-
por Miguel Angel a la plaza del Capitolio 94; ción de Pagano, que en un artículo, en forma
la vía dei Trionfi se «saca» de la existente de diálogo, publicado en la revista «Casabella»
vía di S. Gregorio mediante desbanques y en julio del 34, critica la ,elección del área
ensanches, y desplazando hacia una posición y razona cumplidamente su abstención («. ..so-
desenfilada la «meta sudante», una típica rui- bre ese solar no se puede construir el palazzo
na romana ilustrada ya por Piranesi, para del Littorio. Simplemente por estos). El re-
sultado del concurso confirma la exactitud
de las previsiones de Pagano: el jurado, inte-
sión en revistas especializadas extranjeras, cfr. G. Cal-
za: T h e V í a dell'Impero and the Imperial Fora, en grado por Piacentini, Bazzani, Brasini, Calza
«Journal of the RIBAD, marzo de 1934. Bini, Portaluppi y el profesor Muñoz -ade-
Véanse C. Cecchelli: Arx Terrarum, en «Capi- más de los honorables Starace y Marinelli, en
tolium», 1926-27, páginas 10-19 y 201-09, y G. representación del partido fascista-, se limita
Giovannoni: Attcrno al Campidoglio. Per la chiesa a seleccionar un numeroso grupo de proyectos
di S. Rita da Cascia, ibid., 1929, págs. 593-605 (esta
iglesia fue reconstruida algunos años después en un que pasan después a una exposición piíblica,
tramo que siguió en pie de la vía montanara); A. Mu- en la que aparecen incluidas en un mismo
ñoz: V í a dei Monti e vía del Mare, Roma, 1932; paquete las soluciones propuestas por Terrag-
A. Bianchi: 11 centro di Roma. La sistemazione del ni, por el grupo Banfi-Belgioioso-Figini-Peres-
Foro Itdico e le nuove víe del Mare e dei Monti,
en «Architettura», marzo de 1933; y también de
sutti-Pollini-Rogers y por el grupo Montuori-
A, Muñoz: La vía dei Trionfi e l'isolamento del Piccinato, junto a las de Copede, las de Fa-
Campidoglio, en «Capitolium», noviembre de 1933;
G . Giovannoni: La sistemazione del Foro Boario e
del Velabro, ibid., 1936-37, págs. 516-30; A. Bianchi: 95 Cfr. A. Muñoz: V í a dei Trionfi. lsolamento del
La sistemazione della Bocca della Verit2 e del Vela- Campidoglio, Roma, 1933; y La uia del Circo Mhssi-
%ro, ibid., págs. 573-91. mo, en «Capitolium», octubre de 1934.
416 Historia del urbanismo. Siglo XX
solo, las del Del Debbio-Foschini-Morpurgo siguen espacio en el 36 para la ejecución del
o incluso el proyecto de Ferrati, que lleva al proyecto de Piacentini para la piazza Ni-
torreón monumental un par de arcos que cosia 97.
pretende significar la M de Mussolini %. En el 36 comienzan también las obras de
ejecución del corso del Rinascimento según
En 1932 se aprueba el decreto que dispone proyecto de Arnaldo Foschini ( figs. 950-951),
las demoliciones en la zona comprendida entre que responden a la idea de hacer más fácil
la vía del Corso, la vía Tomacelli y la vía el enlace entre el barrio de Prati y el corso
della Frezza, para aislar las ruinas del mauso- Vittorio Emanuele; se derriban los edificios
leo de Augusto: el mismo Mussolini da el pri- de la piazza S. Andrea della Valle y de la
mer golpe de pico el 22 de octubre de 1934, y piazza S. Apollinare, quedando incorporada
a partir de este momento las obras proceden
con rapidez, haciendo desaparecer 27.000
97 Cfr. V. Testa: Attuazione del piano regolatore
metros cuadrados de viejas edificaciones, sus-
di Roma: zona dell'Augusteo, en «Capitolium», mar-
tituidas por las tristes e insípidas fachadas zo de 1933, y La sistemazione del Mausoleo di
de Vittorio Ballio-Morpurgo ( figs. 947-949). Augusto, ibid., mayo de 1935; E. Ponti: Come
No muy lejos de allí otras demoliciones con- sovse e come scomparse il quartieve attorno al Mau-
soleo di Augusto, ibid., mayo de 1935; Q. R.: La
sistemazione della zona circostante Z'Augusteo, en
96 Véanse el número especial de la revista «Archi- «Architettura», fascículo especial de 1936; V. Mor-
tettura» de 1934 y A. Cuzzer: 1 gralzdi concorsi, purgo: La sistemazione augustea, en «Capitolium»,
en «La Casa», núm. 6 . s.a. marzo de 1937.
Italia en el período comprendido entre las dos guerras mundiales
que las obras de la vía della Conciliazione, que ciones presentes en el seno de este hetero-
permanecen interrumpidas como consecuencia géneo grupo, responde a un predominio del
de la guerra, se terminan después de la caída planteamiento académico del conjunto sobre
del fascismo, para el jubileo de 1950 'O0. las soluciones particulares, en cualquier caso
estimables, de algunos de los edificios con-
Estas obras no agotan la serie de realiza- cretos (figs. 962-965); por otra parte, la labor
ciones y propuestas que afectan a las áreas de los proyectista modernos, y en particular
consolidadas 'O' (figs. 959-961 ). A aquéllas la de Pagano, influencia de algún modo las
hay que añadir, de cualquier modo, las de soluciones de los académicos (Piacentini, por
construcción de nueva planta de edificios y ejemplo, renuncia a su primera versión del
complejos equipados. Por lo que respecta a la edificio de las oficinas del Rectorado, conce-
nueva ciudad universitaria de Roma (para bido inicialmente como una torre monumental
la que ya existe un viejo proyecto redactado, de diez pisos, en favor de efectos más conte-
entre otros, por Giovannoni), en el 32 se nidos) 'O2. Un complejo en el que el trazado
confía la labor de proyectación a un grupo académico de la planta se combina con las
formado por Piacentini, Aschieri, Foschini, opciones formales y figurativas de la arqui-
Michelucci, Pagano, Ponti y Rapisardi: el tectura y la ornamentación es el Foro Musso-
resultado, dados los contrastes y los compro- lini, un gran centro deportivo equipado que
misos que derivan de las distintas orienta- nace como ampliación del programa inicial de
construcción de una Academia Fascista de
'O0 Véanse M. Piacentini y A. Spaccarelli: Dal educación física. El plan general, que afecta
Ponte Elio a S. Pietro, en «Capitolium», enero de a una extensión de 85 hectáreas situada en
1937; API: La sistemazione della zona da1 Ponte la especie de ensenada que forma el Monte
S. Angelo alla piazza S. Pietro, en «Illustrazione Mario bajo la villa Madama, ha sido elaborado
vaticana», octubre de 1937; y, sobre todo, G. Tardini:
Basilica Vaticana e Borghi. Dati sthrici, Roma, 1938 por el arquitecto Del Debbio en 1928, corre-
(con amplia bibliografía). Una relación posterior a gido después en el 30 y revisado una vez más
la conclusión de las obras en la posguerra: H. Le- en el 32, para ponerlo en relación con el
maitre: L'aménagenzent des acces 2 Saint-Pierre de acceso constituido por un nuevo puente que
Rome, en «La vie urbaine», enero-marzo de 1951.
se prevé construir sobre el Tíber (el actual.
'O1 Sobre las diversas propuestas que -a menudo
veleidosamente- surgen de iniciativas personales de puente del Duque de Aosta); Del Debbio
arquitectos concretos o grupos de arquitectos, véanse: realiza la Academia de Educación Física y el
V. Civico: Roma, la nuova arteria attraverso la Roma estadio dei Marmi, una construcción «agonab
del Rinascimento secondo il progetto Civico-Lavag- neo-antigua decorada con una pesada esta-
nitzo, en «Urbanistica», marzo-abril de 1936; Varios
autores: Per la creazione di un ntlovo centro monu-
tuaria; el ingeniero Constantini construye el
mentale dell'urbe, Roma, 1937; M . Gai y E. Natale: estadio Olímpico y los campos de entrena-
Trasversale nel quartiere del Rinascimento, en «Ur- miento de tenis, y el arquitecto Moretti es
banistica», enero-febrero de 1937; V. Civico y R. autor de la «Casa delle armi» y del proyecto
Lavagnino: Per la nzigliore sistemazione delle zone para el piazzale dellYImpero'O3 (fips. 966-969).
cerztrali di Roma. Il nuovo tridente di piazza Venezia
recíproco di quello di piazza del Popolo, ibid., mar-
zo-abril de 1937; V. Civico y R. Lavagnino: Per la 'O2 Cfr. R. Pacini: La citti universitaria di Roma,
realizzazione dell'attraversamento Jondamentale est- en «Architettura», agosto de 1933; Fr. E.: Die
ouest: la parallela avia Nazionale, ibid., mayo-junio zukünftige Universitatsstadt in Rom, en cDeutsche
de 1938; S. Tadolini: Una strada veloce da piazza Bauzeitung», noviembre de 1933; R. Ceccherini:
Barberini a piazza SS. Aphstoli, ibid., noviembre- Dallo Studiurn Urbis alla Citt2 degli Studi, en <La-
diciembre de 1938; La sistemazione dei riori Cam- pitolium», y la reciente reconstrucción de G . Canig-
pitelli-S. Angelo a Roma, ibid., mayo-junio de 1940; gia: La cittd universitaria di Roma, en «La Casa»,
M. Zocca: La mostra dei progetti per la sisternazione número 6, s.a.
urbanistica dei monumenti romani, en «Palladio», lo3 Cfr. M. Piacentini: 11 Foro Mussolini in Roma,
1940, fascículo 11; A. Petrignani: La II mostra delle en «Architettura», febrero de 1933; M. Paniconi:
sistemazioni urbanistiche, ibid., 1941, fascículo IV. Criteri informatori e dati su1 Foro Mussolini, ibid.,
420 Historia del urbanismo. Siglo X X
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Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 421
Figs. 962-965. La ciudad universitaria: planimetría y vista general, el Rectorado y la plaza central según
el primer proyecto, y vista del edificio del Rectorado construido.
En el área del Foro Mussolini $e sitúa tam- ria de Del Debbio, Foschini y Morpurgo
bién la Casa Littoria, cuya realización había quedará interrumpida por la guerra, y des-
quedado suspendida tras el poco afortunado pués de concluida ésta, al terminarse las obras,
concurso del 34: se trata ahora de una deci- quedará destinada a albergar el Ministerio de
sión personal del Duce, que viene a anular Asuntos Exteriores (fig. 970). Entre las obras
también los resultados de otro concurso con- llevadas a cabo en los últimos años deben
vocado para la ordenación del área compren- recordarse también el complejo de Cinecitta
dida entre el viale Aventino y Ia vía della y los edificios del Centro experimental de
Marmorata 'O4. La ejecución de la Casa Litto- cinematografía y del Istituto nazionale Luce 'O5
Figs. 966-969. El complejo del Foro Mussolini: ordenación general, vista aérea de la Academia y del piaz-
zale dell'Impero, vista de la Academia y estadio dei Marmi.
Figs. 970-973. El palacio Littorio (actual Farnesina) de V. Ballio-Morpurgo, E. Del Debbio y A. Foschini;
vista de la ordenación de Cinecitti (G. Peressutti); las obras de la nueva estación Termini (A. Mazzoni): or-
denación planimétrica y maqueta del edificio.
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 423
(figura 971); los primeros trabajos de cons- tica de construcción de viviendas para los
trucción de la nueva estación Termini, proyec- estratos más pobres viene reclamada urgente-
tada en un pesado estilo académico por A. mente por el impresionante aumento del nú-
Mazzoni ( figs. 972-973 ), quedan interrumpi- mero de los expulsados del centro y de las
dos por la guerra. personas sin hogar como consecuencia de
las ingentes obras acometidas en el centro
El nacimiento de los caseríos o poblados antiguo.
periféricos ( b o r g a t e perifi.riche), abusivos u La alteración de las características origina-
oficiales, no es un fenómeno que se produce rias del complejo residencial de la Garbatella,
en la primera posguerra. Los grupos de cha- con la inserción de «albergues populares» y
bolas y demás construcciones de fortuna en de bloques de edificios de elevada densidad
los terrenos incultos y sin edificar situados con idea de aumentar la capacidad de la ba-
más allá del límite edificado de la ciudad se rriada, es una de las primeras medidas de
han ido formando ya hacia finales del si- emergencia que se adoptan. Pero desde el 24
glo XIX, en los años de la fiebre de edificación en adelante (y ésta es la fecha en que se
y en que se efectúan numerosas obras pú- inician las excavaciones en los Foros Impe-
blicas en la capital; y el poblado de porta riales) comienza ya a cobrar cuerpo una polí-
Metronia, realizado en torno a 1910, es ya tica oficiai tendente a la realización de «bovga-
en aquellas fechas un asentamiento «progra- te popolari», conforme al criterio de proceder
mado», concebido para albergar a la población a una dispersión por el territorio, en recíproco
marginal de Roma con el mínimo compromiso aislamiento, de agrupamientos de casas muy
de gasto. modestas, carentes, por lo general, de los ade-
A partir de 1920 la proliferación de cha- cuados servicios interiores y de equipamien-
bolas abusivas y demás construcciones semi- tos de barrio, construidas a toda prisa y de
provisionales que se intensifica a lo largo de mala manera (fig. 974). La serie de los «PO-
las vías públicas radiales como consecuencia, blados» ( b o r g a t e ) oficiales se inicia con el
entre otros factores, de una persistente inmi- de Acilia, construido en el año 24 a quince
gración espontánea desde todos los puntos kilómetros del centro, hacia zonas todavía
de la provincia, plantea a las autoridades capi- palúdicas, para albergar a los habitantes ex-
tolinas graves problemas de decoro y de orden pulsados de las áreas de los Foros de César
público, justamente en el momento en que se y de Trajano. Entre el 28 y el 30 se trazan
trata por todos los medios de valorizar el otros tres poblados, destinados a acoger a los
«carácter fascista» y el prestigio de la Ciudad residentes desplazados de las zonas del Capi-
Eterna 'O6. Además, la necesidad de una polí- tolio y de la Argentina: S. Basilio, entre la
vía Tiburtina y la vía Nomentana; Prenestina,
pio votivo internazionale della pace dedicato al Sacro a lo largo de la vía del mismo nombre (fi-
Cuore di Cristo Re. Arch. Marcello Piacentini, ibid., gura 977); y Gordiani, entre la vía Prenestina
septiembre de 1934; N. de R.: Colonia elioterápica y la Casilina (figs. 975-976). El nivel de habi-
dell'opera Nazionale Balilla a Roma, ibid., enero
de 1935; M. Paniconi: Concorso per l'auditorium tabilidad es todavía peor que el de los ejem-
di Roma, ibid., diciembre de 1935; M. Zanetti: Con- plos precedentes, las viviendas, con frecuen-
corso per il Ministero dell'Africa Italiana, ibid.,
noviembre de 1939; 11 concorso per il nzinistero degli tando tal disposición sería posible constituir, con
Affari Esteri in Roma, ibid., noviembre de 1940. escaso gasto, verdaderos poblados rurales, con una
lo6 En un informe redactado en 1929 y dirigido población de 1.000 a 1.500 personas, bajo la vigi-
al gobernador de Roma, se propone trasladar a los lancia de un puesto de Carabineros Reales y de la
inmigrados y a los desempleados «a terrenos propie- Milicia Voluntaria para la seguridad nacional». Cfr.
dad del Governatorato situados en campo abierto Relazione per il 1929 a S. E. il principe Francesco
y no visibles desde las grandes arterias urbanas, don- Boncompagni Ludovisi, Gover~zatore di Roma, del
de se les permitiría construir sus viviendas con los delegato ai servizi assistenziali del Governatorato,
materiales de las construcciones demolidas. Adop- Raffaello Ricci, en «Capitolium», marzo de 1930.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 974-981. Las borgate de Roma: plano de localización de los poblados periféricos construidos entre el 28
y el 40 (1. Primavalle; 2. Tufello; 3. Val Melaina; 4. S. Basilio; 5. Pietralata; 6. Tiburtino 111; 7. Prencs-
tina; 8. Centocelle; 9. Borgata Alessandrina; 10. Gordiani; 11. Tor Pignattara; 12. Quadraro; 13. Tor M;i
rancio; 14. Trullo); planta y vista d e la borgata Gordiani, vista de la borgata Prenestina; la ubicación dc
las borgate Quarticciolo y Primavalle junto a los fuertes militares; planimetría d e los poblados d e Pietralat;~
y S. Maria del Soccorso.
Italia e n el período comprendido entre las d o s guerras mundiales 425
Figs. 982-985. Planta y vista de la borgata intensiva del Quarticciolo; proyectos para la borgata de Prima-
valle y para la de Magliana Nuova.
cia, cuentan con un solo cuarto, y los servicios paración con las barracas de una planta de
higiénicos y el agua potable se utilizan en S. Basilio, de Prenestina y de Gordiani, aquí
común. En S. Basilio se experimenta un tipo se produce un cambio perceptible de orien-
edificativo «semi-rural», dotando cada casa tación hacia un mayor aprovechamiento del
de un espacio exterior privado para el cultivo suelo, con la construcción de viviendas menos
de un huerto, propósito que no pasa del papel precarias y con previsión ya de algunos ser-
ante la falta de preparación y la miseria de vicios colectivos. Tufello, Val Melaina y Quar-
los habitantes del barrio 'O7. ticciolo ( figs. 982-983) se construyen desde
Entre el 33 y el 40 se prepara otra serie un principio a base de edificios de cuatro a
de poblados periféricos : Trullo, Pietralata, siete plantas; otros núcleos, como S. Maria
Tufello, Val Melaina, Primavalle, Tor Maran- del Soccorso y Pietralata (figs. 980-981), se
cio, Quarticciolo; cinco de ellos edificados, y realizan inicialmente con viviendas de dos
no por casualidad, junto a otros tantos acuar- plantas y después se amplían con bloques de
telamiento~militares (figs. 978-979). En com- tres o cuatro pisos. Es típico también, en este
sentido, el caso del poblado de Primavalle
lo7 Sobre el tema, cfr. G. Berlinguer y P. Della (1937)) surgido en torno a un pequeño asen-
Seta: Borgate di Roma, Roma, 1960; F. Ferrarotti: tamiento de casitas para desahuciados y de
Roma da capitule a periferia, Bari, 1970. Por el con- dormitorios colectivos establecidos por el
trario, un testimonio de la época, edulcorado y
paternalistamente engañoso, en G. Ceroni: Una gior-
Gouevnatovato de la ciudad (fig. 982): el pro-
nata ad Acilia, lJagreste borgata delle famiglie nu- yecto inicial, que preveía la reestructuración
merose, en «Capitolium», abril-mayo de 1940. del asentamiento mediante la construcción de
Historia del urbanismo. Siglo X X
edificios plurifamiliares y la creación de una a Víctor Manuel 11-, sin que cuenten con
corona exterior de viviendas unifamiliares con ningún episodio cualifica tivo de arquitectura
huerto, resulta después transformado en el fascista, tras el arrinconamiento en que ha
plan ejecutivo y todavía es objeto de notables quedado el resultado del concurso para el
modificaciones en su ejecución concreta, con Palazzo del Littorio; entre las realizaciones
aumento del número de plantas y de los ín- nuevas -es decir, las que no derivan del
dices de densidad de los bloaues residenciales
I
rejuvenecimiento destructivo del centro histó-
y sin que lleguen a realizarse los servicios rico- tan .sólo pueden contarse edificios sin-
colectivos 'O8. gulares o complejos con un destino definido,
El año 40 se proyecta un último poblado como las instalaciones deportivas del Foro
periférico, el de Magliana Nuova (fig. 985)) Mussolini y la ciudad universitaria; la peri-
que debe construirse en la orilla derecha del feria moderna está constituida por la agrega-
Tíber, a la altura de la E 42, donde se llevan ción intensiva de las barriadas de empleados
a cabo ya las obras de la ~ x ~ o s i c i óconme-
n y de la pequeña burguesía, y en los mismos
morativa del vigésimo aniversario del Fas- barrios altos, entre el Flaminio y los Parioli,
cismo '" ". faltan enriquecimientos significativos recien-
tes de la estructura urbana; en fin, el plan de
expansión en mancha de aceite del 31, em-
C) EL PROYECTO DE LA E 42 [E.U.R.] Y LA peorado por las sucesivas violaciones de su
C O R R E C C I ~ N DEL PLAN DE ROMA normativa, no permite entrever ninguna orien-
tación clara para la expansión urbana, salvo
A partir de 1938 comienza a advertirse en la tendencia genérica, falta de soluciones y de
las jerarquías más autorizadas del régimen instrumentos adecuados, al ensanche de la
fascista un claro sentido de insatisfacción ante ciudad hacia los Castelli y el mar.
las inciertas pers~ectivasurbanísticas de la La idea de preparar una Gran Exposición,
capital, sensación agudizada por las renovadas a celebrar el 1942, para conmemorar digna-
ambiciones que despierta la proclamación del mente el vigésimo aniversario de la conquista
Imperio. del poder por el fascismo, idea debida pro-
Las transformaciones interiores, casi todas bablemente al mismo Mussolini, se intuye
llevadas ya a término en estas fechas, han ahora como excepcional ocasión de hacer con-
creado, con la vía dei Trionfi y la vía del creta y creíble una revisión de la estructura
Imperio, dos ejes escenográficos de gran pres- del plan regulador, cualificando precisamente
tigio para el ritual celebrativo del régimen, la expansión de la ciudad. Y es natural, des-
cuyo mayor brillo, no obstante, deriva de cartadas algunas propuestas que apuntan a la
los elementos ambientales preexistentes -el preparación de la Exposición en zonas que
paisaje de naturaleza y ruinas clásicas com- todavía insisten en el centro histórico (se
prendido entre el Celio y el Palatino, el arco habla del Foro Mussolini, o del Gianicolo),
de Tito, el Coliseo, la columna Trajana o, que cobre consistencia, entre las diversas alter-
incluso, el monumento decimonónico dedicado nativas, la que vuelve a proponer las anti-
guas aspiraciones, jamás actualizadas pero de
'Od P. O.Rossi: Dove non c'e pi& la cith: nascita vez en cuando reverdecidas, en favor de un
e sviluppo della borgata dl Primavalle, en «Parame- crecimiento urbano hacia el litoral tirreno 'lo.
tro», marzo de 1976.
lo9 Cfr. L. Quaroni: La «Magliana Nuoua», una
borgata operaia alle porte di Roma. Arch. Mario De 11° Cfr., por ejemplo, después de las sugerencias
Renzi, en «Architettura», abril de 1940. Sobre el ICP de Virgilio Testa de las que hemos hablado, G . Gio-
romano, véase también: Recente at~ivitadell'lstituto vannoni: L'espansione di Roma verso i colli e verso
fascista nuthnomo per le case popolari di Roma. il mare, en «Roma», enero de 1934; y A. Bianchi:
Cenni generali sull'hpera dell'lstituto, ibid., agos- 11 Lido di Roma e lo sviluppo di Roma verso il
to de 1941. mare, en «Capitolium», junio de 1937.
Italia en el período comprendido entre las dos guerras mundiales 427
En las intenciones de Mussolini -y de los resultado del contraste planteado entre una
urbanistas y administradores que tienen un trama potencial urbano-residencial y una serie
peso determinante en la política romana-, el de edificios celebrativos, y en parte compro-
gran centro de la E 42 debe constituir el ele- miso derivado de la diversa inspiración de los
mento cardinal de un sistema que derive del autores del plan. De todos modos, el acuerdo
núcleo monumental romano-fascista del centro entre los proyectistas parece todavía perfecto,
antiguo (Foros y zona arqueológica) y que se y en mayo del 37 Pagano puede hablar, en
proyecte después hacia el mar, como núcleo las páginas de «Casabella», de una «colabo-
básico de partida del futuro impulso de edifi- ración total y verdaderamente eficaz» en la
cación desde esa parte. La futura metrópoli marcha y dirección de los estudios. La impre-
que irá de Roma a Ostia sancionará simbóli- sión de que los arquitectos modernos con-
camente, al asomarse al Mare Nostrum, la siguen controlar la situación parece confir-
aspiración a la hegemonía sobre el Medi- mada, por lo demás, por el hecho de que se
terráneo (fig. 986). les confíe el asesoramiento en proyectos de
Para la preparación y realización de la E 42 edificios singulares o de partes del complejo
[ E.U.R. =Exposizione Universale di Roma] (a Pagano la exposición de la industria, a Pic-
se constituye un Ente autónomo que enco- cinato la parte residencial, a Rossi los equipa-
mienda la redacción de un plan general a los mientos de recepción, a Vietti el parque de
arquitectos Pagano, Piacentini, Piccinato, Ros- atracciones).
si y Vietti. Para el área seleccionada, situada Sin embargo, incluso el escaso margen de
al sur de Roma, en la zona de Tre Fontane, autonomía concedido a las actitudes innova-
se prevé la creación de un complejo en parte doras en el seno de la cultura fascista resulta
de carácter permanente, destinado a formar, al incómodo para el establishment conservador
término de la exposición, no sólo el esqueleto, romano, por los intereses económicos que ya
sino también el núcleo ya en funcionamiento se proyectan sobre el programa y por las am-
de un nuevo barrio. En marzo del 37 está ya biciones de demiurgo de Piacentini, situado
dispuesto un anteproyecto que afecta a 400 ahora en la cúspide de su poder político por
hectáreas de superficie; un mes después se sus relaciones con el gobierno, con el Sin-
dispone ya de la maqueta y de las elabora- dicato de arquitectos fascistas, con los Minis-
ciones gráficas (figs. 987-990). terios de Obras Públicas y de Instrucción
El proyecto se basa en el eje de la vía Im- Pública, con la Facultad de Arquitectura y
periale, que partiendo desde la piazza Venezia con la organización burocrática del Ente autó-
y tras atravesar las áreas arqueológicasadebe nomo: al menos, así deben interpretarse la
enlazar Roma con la E 42 y, después, con el designación de Piacentini como director gene-
mar. En el proyecto inicial de la Exposición ral del proyecto de la E 42 y la reelaboración
están presentes ya las exigencias celebrativas del plan, bajo. su supervisión, por el servicio
del programa, a las que se pliegan las solu- de arquitectura del Ente.
ciones urbanísticas, que hacen uso de ejes El nuevo esquema de 1938, en el que el
de perspectiva, de simetrías ,mayores y me- nombre de Piacentini precede al de los arqui-
nores, y de edificaciones monumentales; las tectos más jóvenes nombrados jefes de grupo,
mismas disimetrías insertas para animar algu- supera las incertidumbres del planteamiento
nas soluciones parciales, o como homenaje a precedente gracias a su propia coherencia
criterios compositivos más actualizados, no académica (fig. 991): el esquema general se
resultan incisivas ni convincentes. En con- ha ampliado y robustecido, se ha hecho más
junto, la propuesta no consigue establecer una cuadrado y más rígido, más denso de sime-
precisa unidad ambiental y figurativa: el trías cruzadas conforme a las dos directrices
empleo promiscuo de ejes monumentales y ortogonales; los elementos paisajísticos natu-
de articulaciones más variadas, es, en parte, rales se han desplazado todos hacia las már-
428 Historia del urbanismo. Siglo X X
Italia e n el periodo comprendido entre las dos guerras mundiales
Figs. 986-990 (en la página opuesta). La realización de la E 42: la situación de la Exposición con res-
pecto a la ciudad y al mar; el primer proyecto de 1937: planimetría, vista de la maqueta con los edificios
cn torre en la vía Imperiale, y dos perspectivas.
Figs. 991-998. La realización de la E 42. Proyecto del 38, de Piacentini y del departamento técnico de la
Exposición; los proyectos presentados a diversos concursos: el Palacio de Recepciones y Congresos (Fariello,
Muratori y Quaroni); vista de la piazza Imperiale (Fariello, Muratori y Quaroni); vista de la piazza della
Romaniti (Aschieri, Bernardini, Pascoletti y Peressutti); el palazzo della Civilti Italiana (Banfi, Belgioioso,
Peressutti y Rogers; en el centro, a la izquierda); los edificios del INPS y del INA (Muzio, Paniconi y Pe-
diconi); edificio para la piazza delle Forze Armate (Figini y Pollini; abajo, a la derecha); el palazzo della
Civilti Italiana (Albini, Gardella, Palanti y Romano).
Historia del urbanismo. Siglo X X
genes del conjunto, las secuencias edificadas de la arquitectura moderna en clave acadé-
se han abreviado y aparecen descompuestas mica, sometiéndose a todas las limitaciones
en bloques aislados. Es un esquema que, por derivadas de las técnicas a emplear: algunos
sus vinculaciones internas y por su monumen- de ellos, como el grupo BBPR, Figini y Polli-
talidad capaz de sugerir un «centro imperial ni, Quaroni, se adaptan a la lógica rnonumen-
de una ciudad fascista», casi puede garantizar talista; otros, como Albini, Gardella, Palanti,
por anticipado, junto a los destinos especí- Romano y Minoletti, consiguen sustraerse par-
ficos asignados a cada una de las partes con- cialmente a ella, sin ir mucho más allá de
cretas, esos resultados de grandilocuente ex- la omisión de los signos acreditados de la
presividad «plenamente romana» que Piacen- romanidad. Pagano, en los números de <La-
tini espera de las arquitecturas destinadas a sabella» de enero y febrero de 1941, expresa
materializarlo, para las que se apunta hacia abiertamente su desilusión y su resentimiento.
una adhesión plebiscitaria entre las nuevas Los propósitos de Piacentini han logrado su
promociones de arquitectos italianos a través objetivo, y la E 42 viene a ser su inacabada
del mecanismo de los concursos nacionales '". obra maestra política lr2.
Con los concursos se consigue, efectiva- Se convoca un concurso para la ordenación
mente, la participación de los mejores arqui- de la vía Imperiale que, prolongando la vía
tectos de las nuevas generaciones (figs. 992- dei Trionfi, debe atravesar la muralla Aure-
998): el Palacio de Recepciones y Congresos liana y entrar en la Exposición (figs. 999-
se encomienda a Adalberto Libera, el Palacio 1.002); otra vía pública llevará a esta arteria
de la Civilización Italiana a Monaco y La el tráfico proviniente de la orilla derecha del
Padula, la plaza Imperial a Fariello, Muratori, Tíber, a través de un puente situado a la
Quaroni y Moretti, los edificios de la plaza de altura de la basílica de San Pablo. Sin em-
las Fuerzas Armadas a De Renzi, Figini y bargo, en el 41, con la angustiosa prolonga-
Pollini, y así sucesivamente; en la lista de ción de la guerra, no hay más remedio que
quienes reciben encargos de ejecución de abandonar las grandes obras de la E 42 (fi-
obras aparecen los nombres de Albini, Gar- gura 1.003). El príncipe Borghese, gobernador
della, Minoleti, Luccichenti, Monaco, Bottoni, de Roma, nombra entonces una comisión de
Lingeri, Terragni, Banfi, Belgioioso, Peressutti expertos para que elabore un nuevo programa
y Rogers. urbanístico que, planificando la zona com-
Incluso los grupos con criterios más al prendida entre la ciudad y el mar, debería
día se pliegan a-una actitud de interpretación recomponer, en el cuadro de la expansión
urbana, el área de la Exposición; al frente
de la comisión está Piacentini, libre esta vez
111 Cfr. A. Brischi: L'E 42, en «La Casa», fas-
cículo núm. 6, L'architettura moderna in Italia, de interlocutores de prestigio y de peso, con
Roma, s.a., págs. 308. Añade Bruschi: «En el plan
todo parecía encajar y repetirse: cada edificio tenía 112 Sobre todo el asunto de la E 42, nos remi-
su simétrico; cada volumen reclamaba su correspon- timos a V. Civico: Fattori e aspetti urbanistici
diente volunmen; cada eje viario, cada límite de pla- dellJEsposizione del 1941 a Roma, en «Urbanistica»,
za, tenían su fondo correspondiente; toda perspectiva enero-febrero de 1937; Elementi su1 progetto di
aparecía reclamada por una perspectiva equivalente; mdssima del piano regolatore dell'Esposizione Uni-
todo edificio encuadraba una visión grandiosa; cada versale di Roma, ibid., mayo-junio de 1937; Quattro
árbol, cada desnivel, eran empleados en el intento concovsi appalto su1 Tevere a Roma, en {(Architettu-
de adecuarse a la ley del proyectista símbolo de una ra», febrero de 1940; y además, al fascículo especial
ley política autoritaria» (ibid.). de esta misma revista de diciembre del 38.
Figs. 999-1.004 ( e n la pagina opuesta). La ordenación de la vía Imperiale: planimetría, una propuesta pre-
sentada al concurso y dos soluciones para la plaza situada a la altura de la Garbatella; el palazzo della Civil-
tA, de B. La Padula, uno de los pocos edificios ya terminados en el momento de suspensión general de las
obras; vista de la E. U. R. en la posguerra.
Italia e n el periodo comprendido entre las dos guerras mundiales
Historia del urbanismo. Siglo X X
la única excepción del acomodaticio Giovan- múltiples campos de actividad paralelos, ais-
noni. Los estudios concluyen con la redacción lándolas unas veces y poniéndolas en relación
de una Variante general 1941-42 que da aco- otras: la evolución y el reforzamiento del
gida a los intereses inmobiliarios polarizados aparato industrial tras el estancamiento de
en los últimos años del régimen en torno a la posguerra, la concentración en la ciudad
la E 42: la directriz de la vía Cristoforo de poderosos intereses financieros, la política
Colombo, que atravesando la Exposición se edificativa de la administración socialdemó-
dirige hacia el mar, constituye el instrumento crata hasta el año 23, la cuestión del nuevo
más evidente de dicha circunstancia '13. plan regulador general, los planes particulares
Se interrumpe así, calladamente, el progra- y las intervenciones de transformación sobre
ma que hubiera debido marcar el apogeo de el centro histórico en las que las concepciones
la visión «romana» del régimen, la demos- monumentales se compenetran con la renta
tración más espectacular de sus capacidades inmobiliaria y con la estratificación de la orga-
de realización y, al propio tiempo, el relan- nización terciaria, y las transformaciones expe-
zamiento urbanístico de la capital en el con- rimentadas por la periferia a partir del año 30
senso casi plebiscitario a los arcos y a las (la ampliación de los servicios, la política de la
columnas por parte de los arquitectos italianos vivienda, el descentramiento productivo, las
de todas las tendencias. Las modernas «rui- infraestructuras). Y detrás de todas estas cues-
nas» del fascismo en el área de las Tre Fon- tiones y circunstancias está la vivacidad de
tane, melancólicamente asomadas a la cam- una situación cultural que cuenta entre sus
piña ostiense, se convertirá en uno de los fon- instrumentos más avanzados con la revista
dos predilectos de los primeros directores de «Casabella», con las exposiciones de la Trienal
cine neorrealistas de la posguerra. Pero su y con los grupos de los arquitectos racionalis-
«extrañamiento» no estará destinado a durar tas en contacto con los CIAM europeos, pero
mucho tiempo: las inversiones efectuadas en- que además se presenta muy rica en iniciati-
tre los años 38 y 42, junto con las últimas vas y en posiciones autónomas que contras-
orientaciones asumidas por el plan, se verán tan marcadamente con el clima academicista
abundantemente capitalizadas por la renta romano.
inmobiliaria y por los intereses con ella cone- La retracción productiva acusada entre el
xos en los años cincuenta (fig. 1.004). año 20 y el principio del 22 (en que se pasa
de 15.000 a 135.000 parados) va seguida de
6 . La evolución urbanistica de las ciudades una recuperación sostenida, favorecida por la
mayores en el periodo comprendido entre reacción positiva de los mecanismos de acu-
las dos guerras mundiales mulación tradicionales inducidos por la po-
lítica de molde liberal del Ministerio De Ste-
fani, y facilitada por la misma diversificación
de la industria milanesa, que se revela como
Para examinar las vicisitudes de la ciudad factor de estabilidad por las posibilidades que
de Milán entre los años 18 y 43 es preciso ofrece de compensación entre sectores en deca-
seguir a la vez las directrices desplegadas en dencia (textiles y metalurgia) y sectores en
expansión. En estos años se establecen sólidos
113 Sobre las vicisitudes urbanísticas de Roma du-
rante el fascismo, véanse M. Piacentini y P. Guidi: vínculos entre la derecha económica y el
Le vicende edilizie di Roma da1 1870 ad oggi, Roma, régimen (la Confindustria, conviene recor-
1952; F . Castagnoli, C. Ceccheli, G. Giovannoni y darlo, nace en el 19 a partir de la Asociación
M. Zocca: Topografía e urbanistica di Roma, Bolo- de sociedades anónimas, y en ese mismo año
nia, 1958; 1. Insolera: Roma moderna, Turín, 1962;
L. Quaronni: Immagine di Roma, Bari, 1969. Para se funda en el Círculo de industriales el
muchos aspectos, son importantes las publicaciones fascio milanés de combate). Los mayores gru-
del Instituto de Estudios Romanos. pos indutriales extienden sus actividades por
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 433
Figs. 1.005-1.007. La distribución de las industrias en el territorio mrlanés en 1940; las factorías de la Pire-
Ili en la Bicocca; la evolución del fenómeno migratorio en Milán.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.008-1.012. Los barrios populares de la posguerra en Milán: planimetría de la barriada del Campo
dei Fiori (1919), vista del barrio Génova situado en la puerta del mismo nombre (1920-24) y vista del ba-
rrio del Campo dei Fiori en la segunda posguerra; planimetría y tipos de edificación del poblado de la Sacie-
dad cooperativa «La Postelegrafónica» (G. Broglio, 1919).
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 435
toda 1.a conurbación milanesa, abriendo así y decenas de empresas en las que están
un ciclo que no se interrumpirá durante todo representados todos los sectores productivos,
el período que consideramos (fig. 1.OO5): la y que después, en el 33, como consecuencia
Montecatini, el poderoso trust de la produc- de la crisis del 29, será adquirida por el
ción química, instala sus fábricas en el 20 en Estado, junto con el Banco de Roma y el Cré-
Bovisa, en el 25 en Linate, después en Rho, dito Italiano, en el momento de la constitu-
en Cesano Maderno, en Bruzzano y en el ción del IR1 [Istituto per la ricostruzione
mismo término municipal de Milán (Farmita- industriale]. Y precisamente sobre el telón
lia, 1935); la Snia Viscosa, fundada en Turín, de fondo de este intransigente predominio del
abre instalaciones fabriles en Cesano Maderno, capital industrial, financiero e inmobiliario, y
en Paderno Dugnano, en Varedo, en Magenta; de la exigencia de ordenación del asenta-
la Pirelli multiplica sus filiales en el exte- miento de amplias masas de fuerza laboral (fi-
rior (Argentina, 1917; Brasil, 1929; Bélgica, gura 1.007), han de interpretarse las vicisi-
1936; creación del holding Pirelli en Suiza tudes del desarrollo urbano de Milán desde
en el 39)) consiguiendo enormes beneficios el final de la guerra hasta la caída del
con el desarrollo de la motorización, y en fascismo.
el 43 descentraliza sus propias instalaciones
trasladándolas a Monza (fig. 1.OO6); la Mag- En la inmediata posguerra, la administra-
neti Marelli explota el sector en expansión ción municipal socialista trata de promover
de los aparatos de radio, concertando su una política edificativa tendente a hacer frente
actuación con toda una serie de empresas a la grave escasez de viviendas de bajo coste.
menores; entre las industrias alimentarias del Fracasa 1.a tentativa de apoyar esta política
dulce se abre camino la Motta, fundada en con nuevos instrumentos fiscales cuando se
el 19 y transformada en sociedad anónima rechaza la propuesta del consejero Turati en
en el 30. En el territorio conservan notable favor de una elevación de los alquileres más
importancia las industrias textiles tradicio- bajos, bloqueados desde antes de la guerra,
nales, al lado de las cuales se consolidan tam- con la contrapartida de una detracción de
bién nuevos sectores de la producción comer- los 314 del aumento para constituir un fondo
cial, en Brianza, en Lecco (Moto Guzzi), en especial municipal destinado .a la construcción
el Varesotto, en las regiones de Sondrio y «de casas populares y económicas, preferible-
Bérgamo. Entre las empresas comerciales ad- mente en régimen de propiedad indivisa e
quiere importancia nacional la Rinascente de inalienable» l14. No obstante, la administra-
los hermanos Bocconi, reestructurada en el 17 ción favorece la actividad del ICP y de las
y que a partir del 20 abre grandes almacenes cooperativas, mediante la concesión de áreas
en Turín, Génova, Bolonia, Florencia, Roma,
Nápoles y Palermo y da vida en el 28 a la 114 «En comparación con la fuerte imposición pro-
gresiva en vigor en Viena, esta propuesta era muy
sociedad Upim (Unico Prezzo 1taliano Mila- Iimitada y adecuada para no asustar ni tan siquiera
no), que en el 34 se fusiona con la propia a la pequeña propiedad burguesa; sin embargo, a
Rinascente; y en el 31 entra en el mercado causa de la amplia reacción de temor suscitada en
la Standa (S. A. Magazzini Standard), que amplios sectores de la población, fue rechazada en la
muy pronto abre filiales en Venecia, Turín, primera discusión, a pesar de la mayoría socialista
existente en el Consejo municipal. Esta fue una
Génova, Ancona, Roma y Nápoles (el año 38 -y no de las más importantes- ocasiones perdidas
fucionan quince grandes almacenes Standa). por los socialistas en estos años, en unos momentos
Junto al capital industrial, tiene lugar después en que las clases obreras podían ser orientadas hacia
el imponente desarrollo del capital financiero, la toma del poder: el no haber sabido aprovechar tal
ocasión de enseñorearse de la situación resultó deter-
con el impresionante ascenso entre el 19 y minante para facilitar al fascismo su escalada del
el 27 de la Banca Commerciale Italiana (Co- poder.» D. Franchi y R. Chiumeo: Urbantstica a
mit), verdadera central de control de decenas Milano in regime fascista, Florencia, 1972, pág. 156.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Italia en el período comprendido entre Zas dos guerras mundiales 437
Figs. 1.013-1.018 (en la página opuesta). La ampliación del territorio municipal ratificada en 1923; el con-
curso de 1926-27 para la redacción del plan regulador de Milán: proyecto Portaluppi-Semenza, esquema ge-
neral y detalle de las zonas occidentales; el proyecto Alpago-Novello, De Finetti, Muzio, Ponti y Reggiori;
el proyecto Chiodi, Merlo y Brazzola, planta general y detalle de las zonas nororientales.
Figs. 1.019-1.021. El plan Albertini: planta general, el plan para las áreas centrales y detalle de las áreas
de expansión hacia el Oeste.
Historia del urbanismo. Siglo X X
edificables a precios inferiores a los del mer- taluppi-Semenza, que se caracteriza por esta-
cado y de exenciones de arbitrios y consumos blecer una radical reestructuración del centro
sobre los materiales de construcción, mientras en función de un mayor aprovechamiento
al propio tiempo consigue incrementar las ad- económico. El segundo, premio (Alpago-No-
quisiciones de terrenos para ir engrosando el vello, De Finetti, Muzio, Ponti y Reggiori),
patrimonio municipal de suelo iniciado ya a en cambio, corresponde a un proyecto basado
partir de 1906. En 1919 el Istituto case popo- en una solución más cauta y equilibrada del
lari de Milán inicia la construcción de cuatro sistema del tráfico y en el principio del des-
complejos residenciales equipados (Campo dei centramiento; el proyecto que recibe el tercer
Fiori, figs. 1.008-1.010; Baravalle; Gran Sas- premio (Chiodi, Merlo y Brazzola) parte de
so; y Tiépolo), a los que siguen después los la consideración de las relaciones con el
barrios Vittoria, Génova (fig. 1.009) y Ma- territorio y trata de poner freno a la urba-
genta, mientras se proyectan también los ba- nización en mancha de aceite mediante la
rrios de Friuli, Pascoli, Botticelli, Del Sarto previsión de barrios satélites.
y Monza, cuyas obras se inician en el 24, ya El proyecto triunfador, presentado al con-
bajo el nuevo régimen fascista. En estos años curso bajo el lema «Cih per amor», interpreta
adquieren también gran desarrollo las inicia- de cerca las instancias del capital inmobiliario
tivas cooperativas (poblado de la Sociedad milanés al que sus dos autores están liga-
constructora cooperativa «La Postelegrafbni- dos, y es también el esquema que en los años
ca», con 283 apartamentos, proyectado por subsiguientes influirá directamente en la re-
G. Broglio; figs. 1.011-1.012). dacción del plan regulador oficial de 1930-34.
En 1923 quedan anexionados a Milán once Su idea de fondo es la de poder «adecuar»
términos municipales de su corona periférica, indefinidamente la estructura antigua, en to-
entre los que se cuentan Affori, Baggio, Lam- das sus partes, «a las exigencias de la vida
brate, Musocco y Niguarda (fig. 1.013). Tal moderna», acentuando las funciones de Milán
medida hace que pronto resulte inadecuado como «ciudad de los negocios», a través de
el plan regulador en vigor, que es de 1912. una gran cantidad de intervenciones sobre el
Por el momento no se hace otra cosa que centro, estableciendo elevadísimas densidades
constituir una comisión, presidida por el ase- de edificación 115 (hasta los 265.000 metros
sor para asuntos de edificación, Cesare Chiodi,
que emite un informe sobre la situación ur- '15 «El centro irá agrandándose poco a poco, pero
banística general en el que, inspirándose en más como aglomeración de ciudad de negocios que
de viviendas, y por consiguiente ésta debería ser pre-
parte en las teorías de la ciudad-jardín, se cisamente la tendencia a favorecer [...] El resto de
critica el monocentrismo del núcleo de cabe- la ciudad, hasta la línea de las murallas españolas
cera territorial y la concentración en el centro (i Bastioni), se convertirá en un conjunto de estruc-
de todos los servicios mayores de la ciudad. turas destinadas a oficinas, con grandes tiendas y un
tráfico muy denso, para el que serán necesarios bien
Algunos años más tarde se procede a con- pocos elementos reguladores [ ...] Consecuentemente,
vocar un concurso nacional para la redacción hemos previsto un cierto número de calles de treinta
del nuevo plan regulador ( figs. 1.O 14-1.O 18): metros para despejar el centro por completo. Las nue-
en la primavera del 27 las propuestas pre- vas calles, por lo demás, son necesarias también para
sentadas son enjuiciadas por una comisión de hacer frente a las necesidades planteadas, por una
parte, por la circulación automovilística, y por otra
la que forman parte, entre otros, Arnaldo para revalorizar las áreas centrales, que ahora están
Mussolini (hermano del Duce), Ugo Ojetti, mal utilizadas [...] pues cuando se limitan las an-
Piacentini, el arquitecto Stacchini, autor de churas de las calles es imposible aumentar las alturas
la estación, el pintor Mario Sironi y el escultor de los edificios, con lo que tiene lugar un deficiente
aprovechamiento de conjunto.» De la memoria aneja
Wildt, además de un cierto número de fun- al proyecto «Cib per amor» de Portaluppi-Semen-
cionarios. Tres son los proyectos premiados: za, cit. en L. Berni, P. Farina y A. Grimoldi: Ascesa
el primer premio se otorga al proyecto Por- e declino di una cittd borghese, en «Le arti», marzo
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 439
cúbicos por hectárea, según se ha calculado). todas las directrices, sin valoración alguna de
Además de las actuaciones en el centro, se las características de la expansión ni de la
prevé una enorme expansión periférica, muy naturaleza de la ciudad en sus diversas zonas.
tupida de mallas viarias, pero carente -y no Descartando todo tipo de restricción o afec-
por casualidad- de cualquier tipo de previ- tación del uso del suelo, la fina malla del
sión de zonificación, incluso restringida a las plan, que acaba con un anillo de circunva-
solas áreas industriales, con la idea de elimi- lación que sigue aproximadamen te el límite
nar cualquier especie de vinculación respecto exterior del área afectada, se considera como
de la utilización del suelo ante cualquier uniformemente edificable, excepción hecha de
tipo de demanda edificativa, y con el -pro- la «posibilidad de la formación de nuevos
pósito de favorecer las localizaciones produc- centros», aunque falta cualquier tipo de indi-
tivas, que se encuentran a la búsqueda de cación de zonificación, que se considera im-
movilidad y de economías externas. El ám- posible de proponer. En conjunto, los dos
bito del plan aparece cerrado por una gran planes, del 30 y del 31, que serán aprobados
circunvalación protegida por un «cinturón al mismo tiempo por el Ministerio corres-
verde» (en realidad, una franja que tan sólo pondiente, revelan, tanto en su diseño como
tiene una profundidad de 100 a 300 metros) en su normativa y en las observaciones de
y por la previsión de un metropolitano de 126 apoyo contenidas en la memoria aneja, una
kilómetros de líneas. actitud quizá no superada de sumisión al esta-
El nuevo plan regulador de Milán es elabo- do de hecho y a las fuerzas económicas pre-
rado por el ingeniero Albertini, jefe del de- dominantes, y de desconfianza en la actuación
partamento técnico municipal, publicándose pública: la tendencia «centrípeta» de la ciudad
en dos tiempos, por partes separadas (figu- se considera, en todos y cada uno de sus
ras 1.019-1.021). En 1930 ve la luz el plan aspectos, como elemento que no solamente
regulador de la zona interior a la primera es imposible contener, sino que ni tan siquiera
línea de fortificaciones (los Navigli), que afec- se puede reglamentar l16; de aquí se deduce
ta a cerca del 1/14 del total del territorio la necesidad de facilitar «el acceso a los orga-
municipal: el criterio determinante adoptado nismos públicos», lo que basta para declarar
es el de una consistente reorganización de las inevitable la formación de una nueva red
áreas centrales, con el fin de facilitar los en- viaria, imponiéndola por encima del «respeto
laces con la estación ferroviaria y la periferia, a los ambientes tradicionales»; se considera
mediante el ensanche de las radiales (direc- que el «factor social casa», es decir, el pro-
trices Piazza Duomo-Verziere-corso di Porta blema de la vivienda, resulta insoluble, a no
Vittoria, piazzale Libia-viale Lazio, porta Lu- ser que se ofrezcan «estímulos a las nuevas
dovica-S. Ce1so.-S. Nazaro, Porta Ticinese-
Porta Genova-centro, vía Mac Mahon-piazzale 116 «... la zona urbana de Milán está circundada
lega Lombarda) y la .creación de un anillo por un vasto territorio que, desde ahora, ha entrado
interno. En el 3 1 se publica el plan de am- ya en el ciclo de la especulación del suelo. No se
trata ya de terrenos agrícolas de los que se p.ueda
pliación de la ciudad, que afecta a la zona disponer con relativa libertad, sino de áreas que han
exterior a las murallas españolas (los Bastioni, pasado ya de mano en mano, revalorizándose como
o segunda línea de fortificaciones), en exten- terrenos edificables, como consecuencia de su proxi- .
sión de cerca del 80 por 100 del término midad a la gran ciudad o a sus suburbios. El intro-
municipal: una parcelación en alfombra en ducir en esta red de negocios, tan entretejida ya, la
perturbación que inevitablemente genera el zoning,
que devalúa un área al limitar en ella la edificación
de 1974. Sobre el concurso del 27, véase M. Pia- y valoriza otra al autorizar un grado considerable
centini: 11 concorso nazionale per lo studio di un de aprovechamiento, no ha parecido, en el estado de
progetto di piano regolatore e d'ampliamento per la cosas actual, conveniente.» C. Albertini, en la me-
cittd di Milano, en «Architettura e arti decorative», moria aneja al plan, cit. en D. Franchi y R. Chiumeo,
noviembre-diciembre de 1927. op. cit., pág. 97.
440 - Historia del urbanismo. Siglo X X
Italia e n el período comprendido entre las uV3 guerras mundiales 441
Figs. 1.027-1.030 (en la página opuesta). La ordenación del largo S. Babila: planes del 31 y del 34, la de-
molición de la Galería De Cristoforis, el rascacielos de la Snia Viscosa (1936) y el palazzo del «Toro» (1938)
en la piazza S. Babila.
Figs. 1.031-1.037. Las áreas comprendidas entre la piazza della Scala y S. Babila, antes y después de las
intervenciones para la construcción del corso Littorio (hoy Matteotti); la piazza degli Affari: variante del 31,
ordenación del 40 y vista del Banco de Roma; el Palacio de Justicia (M. Piacentini): ubicación en el tejido
edificado y vista del edificio.
Figs. 1.022-1.026 (en la página opuesba). El área situada al sur del Duomo, los proyectos de ordenación
del 28 y del 32, y el proyecto ejecutivo del 37; un proyecto de O. Cabiati para una «torre littoriap en el
área de la Minica Lunga (premiado en el 35) y un proyecto de Portaluppi-Muzio-Magistretti-Griffini del 37
para los lados Sur y Oeste de la piazza del Duomo.
Historia del urbanismo. Siglo X X
construcciones» ; sobre todo, alegando como 1.026). Conforme a las primeras propuestas,
justificación la incapacidad económico-presu- toda la zona debería articularse sobre la
puestaria del municipio, en vez de reducir los nueva plaza Diaz, estrecha y alargada, flan-
programas e imponer vinculaciones más rígi- queada de pórticos, que habría de ponerse en
das, se prefiere multiplicar las posibilidades comunicación con la piazza del Duomo a tra-
de lucro privado para hacer más apetecibles vés de un pasaje cubierto. Con esta operación
las intervenciones prefiguradas en el plan. De se resolvería también el problema de la
donde resulta que el plan aparece concebido «Miinica Lunga», el ala que queda del patio
como «programa indicativo» («di massima») del Palacio Real, que a los maníacos de la
O, al menos, como programa «susceptible de simetría no les parece aceptable '17. Tras una
las variantes que pueda requerir el cambio serie de arreglos y compromisos entre la ad-
de la situación»; o sea, que se afirma explí- ministración y los representantes de la pro-
citamente que el plan no es otra cosa que el piedad de los terrenos y edificios sobre las
instrumento catalizador del beneficio privado. formas, los volúmenes y las alturas de la
Orientación que tampoco consiguen modificar nueva ordenación, se llega en 1934 al acuerdo
las disposiciones legales con las que el plan de convocar un concurso público en el que se
es aprobado, en conjunto, en febrero del 34. sugiere, entre otras cosas, el tema de una
Por ello, no puede sorprender que, con- «torre littoria* destinada a cerrar la Minica
forme a esta óptica de fondo, se considere Lunga y a regularizar por esa parte la plaza.
como mera contradicción irrelevante la praxis El concurso, a pesar de la elevada participa-
de proceder a una compilación de ajustes de ción conseguida, no tiene éxito, y la cuestión
planificación por zonas especiales antes incluso se dilucida ahora mediante la contratación
de preparar la definición del instrumento directa con los grupos financieros dueños de
general, práctica mantenida incluso después estas áreas, para los que el arquitecto Piacen-
de la aprobación del plan a nivel municipal. tini proyecta los edificios: en 1937, cuando
Siguiendo la línea de un primer convenio ya se ha iniciado la construcción de algunos
estipulado en el 23 para la reconstrucción edificios,. la -piazza Diaz cambia una vez más
de la zona comprendida entre el corso Vitto- de forma y queda enlazada con la piazza del
rio Emanuele, la vía Agnello y la vía Rade- Duomo mediante una calle, encuadrando de
gonda, a partir del 30 se aprueban sucesiva- este modo, por el otro lado de la plaza, la
mente los planes para las áreas situadas al entrada monumental de la Galería y del Men-
sur, al este y al nordeste de la piazza del goni, conforme a una solución muy del agrado
Duomo, para la zona del Palacio de Justicia de los propietarios de los inmuebles. En ese
y para el barrio de los negocios. mismo año se convoca todavía un concurso
Las propuestas relativas a las áreas situa- en el que se invita a someter proyectos para
das en torno a la catedral (Duomo) vienen completar la parte meridional de la plaza, es
motivadas oficialmente por el propósito de decir, precisamente la desembocadura de la
proceder a la definitiva terminación de la piazza Diaz en la del Duomo, con previsión
piazza del Duomo, que deberá convertirse en de una doggia-arengavio» que deberá susti-
una «plaza tranquila, de descanso», mediante tuir al extremo de la Miinica Lunga, que en-
un «descentramiento» del tráfico, que deberá tretanto ha sido parcialmente demolida. En
llevarse hacia las plazas vecinas, obtenidas esta ocasión se requieren también propuestas
mediante demoliciones y «aclaraciones» del para la ordenación del edificio situado al fon-
tejido edificado. do de la plaza (que a la sazón aloja a las Cor-
Uno de los sectores del tejido a reestruc-
117 Cfr. F. Reggiori: Il concorso per la Torre Litto-
turar está constituido por las áreas situadas ria sul1'~reu della «M2nica Lunga), di Palarzo Reale
al sur de la plaza, donde están ubicadas im- in piazza del Duomo a Milano, en «Architettura»,
portantes compañías financieras (figs. 1.022- agosto de 1935.
Italia en el período comprendido entre las dos guerras mundiales 443
Figs. 1.038-1.042. Proyecto del arquitecto Stacchini y del departamento técnico del Municipio para la orde-
nación del entorno de la nueva estación y su enlace con el centro, planimetría y vista perspectiva; dos so-
luciones para la vía dei Giardini (la calle se construirá después con un trazado más desplazado hacia el Este
en su tramo intermedio); una vista reciente de la estación central y de la actual vía Pisani.
tes y la reparcelación de los terrenos edifi- áreas centrales, con la consiguiente expulsión
cables, comienza a formarse un núcleo de de las capas populares, además del aumento
actividades directivas; hacia el interior, este migratorio de la población (la media anual
eje es después prolongado hasta llegar al de llegadas, que en el período 1921-25 es
Largo Cairoli, mediante los derribos efec- de 17.754 personas, aumenta a 32.170 en
tuados para el trazado de la vía De Marchi 1926-30, a 39.344 en 1931-35 y a 41.705
y de la vía dei Giardini (figs. 1.038-1.042). en 1936-40)) determinan la aparición de una
En cambio, son demolidos y parcelados los difícil coyuntura en el sector de la vivienda
terraplenes de la vieja línea férrea que dis- popular de masa, a pesar del fuerte incre-
curría a lo largo de los Bastioni, abandonán- mento experimentado por el mercado privado
dose las propuestas que pretendían utilizar de la edificación. Con gran retraso respecto
estos terrenos para el tendido de un sistema del volumen de la demanda se desarrolla la
de trenes suburbanos, resultando con ello producción de viviendas del IACP milanés,
favorecida la propia administración ferro- que sin embargo se caracteriza por una acti-
viaria, que aspira a obtener grandes benefi- vidad de conjunto que, en el plano cuanti-
cios con la venta de esos terrenos. tativo, es muy superior a la de las demás
ciudades italianas en este mismo período (fi-
Las ingentes demoliciones y el paralelo gura 1.044). Para alojar a los desahuciados
y continuo proceso de terciarización de las por las primeras demoliciones del Verziere
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales
Figs. 1.043-1.046. Vista de la barriada de S. Siro (1931-50); el conjunto de las intervenciones del IACP mi-
lanés hasta 1937; planimetría del proyectado barrio Duce; vista del barrio Filzi, proyectado por Albini, Camus
y Palanti (1936).
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.047 y 1.048. Vista del área de la Feria en 1940; planimetría del parque Lambro.
Entre los equipamientos urbanos más im- con el Po, a pesar de los numerosos pro-
portantes llevados a término en estos dos de- yectos que son objeto de consideración ( 1918:
cenios deben recordarse la Universidad Cató- creación de la Azienda portuale de Milán;
lica del Sacro Cuore, construida en el 35 1925: creación en Venecia de la Societi ita-
según proyecto de Muzio ,'21 y la Universidad liana di navigazione; 1932: «variante Pre-
Bocconi, diseñada por Pagano y Predaval y moli»; 1941: institución del Consorzio per il
realizada entre el 37 y el 41; y también los canale navigibile Milán-Cremona-Po) lZ.
mataderos y el mercado de carnes (1929), el
aeropuerto Forlanini ( 1934-37), el puerto de
escala para el amerizaje de hidroaviones (1934,
transformado y equipado luego como insta-
laciones de recreo y disfrute del tiempo libre) Turín supera el difícil tránsito a la econo-
y los parques Lambro (de 78 hectáreas; fi- mía de paz experimentando una violenta
gura 1.047) y Solari. transformación de sus estructuras producti-
Es importante la realización de la Feria vas, orientadas ya anteriormente por la pre-
de Milán, creada en 1920 por iniciativa sencia de la gran industria, que convierte a
de un grupo de industriales y albergada antes la ciudad en punto clave del sindicalismo
en algunos barracones levantados entre porta italiano en la primera posguerra ( 112.O00
Venezia y porta Nuova; en el 23 la Feria afiliados a la Confederazione del lavoro turi-
se traslada, ya como organización permanente, nesa en 1918, y más de 20.000 obreros en
al área de la piazza d2Armi,donde se disponen huelga en las agitaciones del 21). La quiebra
los adecuados pabellones destinados a los dis- de centenares de empresas pequeñas y media-
tintos sectores comerciales y productivos. De no-pequeñas por efecto de la crisis o su ab-
los 1.233 expositores de 1920 (de los que 265 sorción por los grupos monopolistas tienen
son extranjeros), la Feria pasa a los 5.485 su correspondencia en las dificultades que ex-
en 1937 (1.747 extranjeros); la afluencia de perimentan también algunas industrias ma-
visitantes en este último año es de 2.267.000 yores, como la SIP, la Savigliano y la misma
personas (fig. 1.047). En 1938 se celebra un Fiat, que se ven obligadas a recurrir al capital
concurso de ideas para la nueva ordenación extranjero.
de las instalaciones en la zona comprendida La Fiat logra hacer frente con éxito a la
entre S. Siro y el piazzale Accursio, opera- crisis, y se impone como la mayor industria
ción que luego no se lleva a cabo .'21 del área turinesa. En el 22, el año en que la
La red de infraestructuras de comunica- producción desciende a su nivel más bajo
ción se refuerza con la apertura de las pri- (del orden de la mitad, respecto de los casi
meras autopistas, la Milán-Laghi, la que va 20.000 vehículos fabricados en el 17), la
a Bérgamo y Brescia, y la de Turín, de las sociedad da empleo a 16.000 obreros; pero
que ya hemos hablado anteriormente. Resul- bien pronto, con la absorción de la Spa y la
tan infructuosas, en cambio, las tentativas de Rapid (dos empresas de construcciones auto-
construcción de un canal navegable de enlace
ra Sobre las vicisitudes de Milán, además de los
Maurizio Mazzocchi, en «Architettura», agosto de textos ya citados, véanse S. Deila Morte y O. Lissoni:
1941; N. de R.: Quartiere di abitazione a Milano La Milano voluta da2 Duce a la vecchia Milano, Mi-
per famiglie di lauoratori aventi numerosa prole, lán, 1935; F. Reggiori: Milano 1800-1943. Itinerario
ibid., junio de 1942. urbanistico-edilizio, Milán, 1947; L. Dodi: LJurba-
123 F. Reggiori: l «collegi» dellJUniuersit2 Catth- nistica milanese da1 1860 al 1945, en «Urbanistica»,
lica del Sacro Cuore a Milano, en «Architettura», números 18-19, 1956; V. Vercelloni: Storia urbanis-
junio de 1935. tica di Milano: 1922-4,', en «Casabella», julio de
'"* A. Melis: Il concorso per il piano regolatore 1961; G. De Finetti: Milano, costruzione d i una cittd,
della nuova Fiera di Milano, en «Urbanistica», julio- Milán, 1969; E. Dalmasso: Milano capitale econd-
agosto de 1938. mica d'ltalia, Milán, 1972.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.049-1.052. Ubicación de las mayores industrias turinesas, con indicación de la posición de los nuevos
establecimientos del Lingotto; las factorías de la Snia Viscosa en Settimo Torinese, con el poblado Gualino,
y vista de las viviendas; el gran complejo del Lingotto, en una foto de los años veinte.
Figs. 1.053-1.059 (en la página opuesta). El puente Príncipe di Piemonte, sobre el Po (Pagano y Levi Mon-
talcini, 1925-28), vista de la Exposición internacional de 1928 y proyecto del pabellón de la Química, de
G. Pagano; vista de la zona del puente de las Molinette (abajo a la izquierda, el complejo del hospital Mag-
giore di S. Giovanni Battista); el estadio municipal construido según proyecto de Fagnosi y Ortensi (1933);
planimetría de un barrio del IACP turinés (hacia 1920) y vista de una barriada residencial realizada en tor-
no a 1925.
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales
Historia del urbanismo. Siglo X X
movilísticas, la primera de ellas adquirida el 27, el 36 por 100 de los obreros se en-
a la Ansaldo tras la ruina del coloso empre- cuentran empleados en empresas con más
sarial genovés), con el lanzamiento de nuevos de 250 operarios, y el 45 por 100 en em-
modelos de gran éxito (el 501, el 505, el 510 presas de 10 a 250 operarios; en esa misma
y el 509), con la publicidad derivada de !a fecha la industria mecánica da ocupación
actividad deportiva y con las ventas en píiblica a 44.546 trabajadores '"6.
subasta administradas por la Sava (la sociedad Los procesos de reestructuración y de relo-
creada expresamente para este fin), la empresa calización de la gran industria (figs. 1.049-
de Agnelli vuelve a dominar el sector de las 1.052) pueden simplificarse gracias a la cons-
construcciones metálicas y mecánicas. En el 27 trucción de las nuevas instalaciones de la Fiat.
más de 47.000 de los 55.000 automóviles En 1916, cuando la industria de los Agnelli
fabricados en Italia salen de las factorías de experimenta una fuerte expansión produc-
la Fiat; de ellos, más de 28.000 se exportan, tiva por efecto del aumento de los pedidos
constituyendo un porcentaje superior al 80 de material bélico por el Estado, se decide
por 100 del total de las exportaciones de este el desplazamiento de las factorías hacia la
sector. También es notable la producción de zona de Lingotto, fuera de las barreras de
material rodante de ferrocarriles, de aeronaves arbitrios y consumos, y bien servida por la
comerciales y de grandes motores para bu- red ferroviaria de mercancías. Nace en esta
ques. A través de la Sita, la Fiat se asegura ocasión el establecimiento industrial en varias
la gestión de los transportes en toda la penín- plantas proyectado por el ingeniero Giacomo
sula, mientras que el desarrollo de sus parti- Matté-Trucco e inaugurado en 1923, una cons-
cipaciones financieras (en la Ilva, en el Lloyd trucción que será muy apreciada por Le Cor-
Triestino, en la Montecatini, en la Terni, por busier por la extraordinaria disposición, sobre
citar tan sólo las empresas mayores) viene la cubierta, de la pista automovilista de prue-
asegurado por la Ifi-Fiat, creada para cui- bas, de 24 metros de anchura, con curvas de
darse de los intereses accionariales y para un radio exterior equivalente o superior a
dirigir las sociedades dependientes. los 35 metros y con un desarrollo medio del
Por debajo del coloso que es la Fiat, la circuito de más de un kilómetro l Z 7 . El paso
estructura productiva salida de la crisis pos- sucesivo, planeado ya en el 26 con la adqui-
bélica se presenta todavía bastan te diversi- sición de los primeros terrenos, es la cons-
ficada, con las industrias de material eléctrico trucción de las nuevas factorías de Mirafiori,
(Savigliano), con la sociedad eléctrica SIP iniciadas el 38, tras el viaje efectuado por
(empresa piamontesa, segundo grupo en im- Giovanni Agnelli a Detroit en el 34 para
portancia del sector en Italia, tras la Edison hacerse una idea, de manera directa y perso-
milanesa), con las industrias alimentarias del nal, de las tecnologías de producción más al
dulce (Talmone, Miriondo, etc.) reagrupadas día y para examinar de cerca las modalidades
en la Unica, que administra una cadena de de la política empresarial de viviendas y ser-
tiendas especiahadas en toda Italia, y sobre vicios para los trabajadores. El nuevo com-
todo con la Snia, del industrial Gualino, re- plejo de Mirafiori, proyectado por Vittorio
estructurada bajo la nueva denominación de
Snia-Viscosa, que opera en el sector de las Cfr. P. Gabert: Turin, uille industrielle, Pa-
fibras artificiales; en el sector automovilístico rís, 1964.
aún resiste la Lancia, que tiene sus fábricas l Z 7 Como ya se ha dicho en otro lugar, Le Cor-
en Borgo S. Paolo. El nivel de concentra- busier publica una fotografía de esa pista en el volu-
ción del capital se pone de relieve también men Vers une architecture, y de ella recibe algunas
sugerencias para los planes de Río de Janeiro y de
por el peso de la fuerza de trabajo empleada Argel. Sobre el Lingotto, cfr. G. Levi: Il Lingotto,
en las empresas, en una fase caracterizada storia di un quartiere operaio (Torino, 1922-1973),
por una notable renovación tecnológica: en Turín, 1974.
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 45 1
las obras efectuadas en la red ferroviaria, con ses y, en particular, de los temas compo-
el rebajamiento del nivel. del tendido viario sitivos de Mendelsohn, como se pone de
en los tramos comprendidos entre la estación manifiesto en las fachadas que dan a la piazza
de porta Nuova y Borgo S. Paolo y porta Castello y en los edificios adosados a las
Susa, y con la construcción de travesías y iglesias gemelas que se alzan en el lado sur
pasos superiores; la realización de numerosas de la piazza S. Carlo. La memoria aneja al
obras públicas (entre ellas, instalaciones de- proyecto viene a ser una demostración de los
portivas 131 y el nuevo Policlínico en las criterios empleados, dirigida a las fuerzas
Molinette; figs. 1.056-1.O.%'); y la conside- económicas turinesas, incapaces de aprovechar
rable ampliación de la red de viales (con la adecuadamente las oportunidades de inver-
apertura, entre otras cosas, de una vialidad sión y de obtención de beneficios en la pro-
de penetración hacia las colinas orientales). moción de un centro comercial y terciario
que sólo la nueva arquitectura, con una solu-
El proyecto de ensanche de la vía Roma, ción unitaria y racional, puede hacer posi-
que se remonta a los años subsiguientes a ble la. Como consecuencia del interés susci-
la unificación italiana, se había vuelto a tado por el proyecto de Pagano y sus colegas,
proponer oficialmente en 1914 por iniciativa el podeirtd suspende la reconstrucción del
del departamento técnico del municipio, que segundo tramo de la vía Roma (desde la
presenta un plan que después vuelve a con- piazza S. Carlo a la piazza Carlo Felice), para
siderarse en la posguerra. Un decreto de 1930, el que se convoca después un concurso nacio-
que establece los criterios a seguir en la inter- nal (en el 33; figs. 1.063-1.067))que concluye
vención, fijando la nueva anchura de la calle, sin un triunfador único, con la asignación de
pone en marcha la construcción de los prime- dos premios ex-aequo (grupo Ortensi-Miche-
ros edificios debidos a la iniciativa privada en lazzi y grupo Melis-Molli-Morelli-Dezzutti-De
el tramo comprendido entre la piazza Castello Rege-Bardelli). Del proyecto se hace cargo, en
y la piazza S. Carlo. Para contrastar con una definitiva, Piacentini, en su condición de ase-
alternativa precisa las orientaciones de la sor del municipio: la solución urbanística
administración pública, que se consideran de- adoptada convierte en realidad la continuidad
masiado agnósticas respecto de los resultados del corredor cubierto peatonal entre las dos
estéticos de la iniciativa, un grupo de ar- plazas terminales, creando un largo monu-
quitectos turineses del MIAR formado por mental definido por dos bloques simétricos
Pagano, Levi-Montalcini, Cuzzi, Aloisio y a espaldas de las iglesias de San Carlos y
Sottsass redacta en 1931 el proyecto de Santa Cristina '" (figs. 1.068-1.071).
remodelación unitaria que constituye el pri-
mer ejemplo en Italia de un diseño a escala Cfr. Vía Roma-vía Nuova, en «Casabella», ju-
urbana de gusto y planteamiento modernos, lio de 1931. Véase también C. De Seta (ed.): Giu-
seppe Pagano, Architettura e cittd durante il fas-
aunque sea sobre una planta tradicional (fi-
cismo, cit., págs. XXVI-xxvrz.
guras 1.060-1.062). El proyecto evidencia un 133 Cfr. Concorso per il secondo tratto di vía
seguro conocimiento de los ejemplos de simi- Roma in Torino, en «Urbanistica», marzo-abril de
lares actuaciones de los arquitectos berline- 1934; P. Marconi: 11 concorso per il piano regola-
tore del secondo tratto di vía Roma a Torino, en
«Architettura», mayo de 1934; La ricostrurione del
131 G.M.: 11 nuovo stadio del Littorio a Torino, secondo tratto di vía Roma a Torino, ibid., junio
en «Architettura», abril de 1933. de 1939. Además, A. Cruzzer: I grandi concorsi, en
Figs. 1.060-1.067 (en la página opuesta). El proyecto para la vía Roma, de Pagano, Cuzzi, Levi-Montalcini,
Aloisio y Sottsass: planimetría y dos perspectivas; el concurso de1 33: axonometría del proyecto Grassi-Pas-
santi-Perona-Ferroglio, proyecto Melis-Molli-Morelli-Dezzutti-De Rege-Bardelli, proyecto de Sottsass, planime-
tría al nivel de la calle y subsuelo del proyecto Colonnetti-Del Giudice-Vannacci-Acinelíi.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.068-1.071. La construcción de la vía Roma: planimetría ejecutiva, los bloques edificados en la placita
interior según la ordenación dispuesta por Piacentini, y dos vistas de los edificios circundantes.
Figs. 1.072-1.077 (elz la págiiza opuesta). El proyecto Viale-Zappa presentado al concurso para el plan regu-
lador de Génova (1931) y la zona de Piccapietra según el proyecto Daneri-Ferrari; planimetría del plan regula-
dor de Génova elaborado en 1932 (1. Piccapietra; 2. Piazza S. Vincenzo; 3. Piazza Dante; 4. Piazza della
Vittoria; 5. Piaza al Mare, la Foce; 6. Piazza De Ferrari; 7. Mercato dei Fiori; 8. Pescheria); solución
para la piazza Dante, planimetría, estudio para los rascacielos de dicha plaza y comparación con el Empire State
Building.
Figs. 1.078 y 1.079. Los rascacielos de la piazza Dante en construcción, y vista de la plaza.
de los resultados del concurso, al ser autor el arquitecto Morozzo della Rocca 136. Arrin-
del proyécto triunfador el ingeniero Viale, conada la idea de la paralela a la vía S. Lo-
que es también el jefe del departamento téc- renzo, la piazza Dante constituirá en los años
nico municipal, se redacta en pocos meses siguientes la realización más prestigiosa de las
por el municipio un plan regulador ejecutivo incluidas en el plan (figs. 1.O78-1.O79).
oficial, que es aprobado en septiembre de En torno al «plan regulador» del 32, dentro
1932 (figs. 1.O74-l.O77). Llevando a cabo y fuera de sus límites, girarán los planes eje-
casi un compendio de las soluciones surgidas cutivos de detalle, los concursos y las pro-
del concurso, el plan viene a confirmar el puestas de los años sucesivos: para el área
enlace Norte-Sur desde la piazza Corvetto al de la Foce, para el centro histórico, para la
puerto, así como sus buenas tres travesías en zona de Piccapietra, para la expansión que
sentido Este-Oeste (el tramo piazza Corvetto- sigue la directriz oriental.
Piccapie tra-galería de la Acquasola-vía S. Vin- En 1934 se celebra un concurso para la
cenzo, el tramo constituido por la paralela ordenación de uno de los puntos nodales de
a la vía S. Lorenzo desde piazza Cavour hasta la zona, ya ampliamente urbanizada, situada
la piazza Dante y por la galería subterránea en torno al Bisagno: la piazza della Foce.
bajo la colina de Carignano, y finalmente la Otro concurso, algunos años antes, había lle-
circunvalación que da al mar). Se trata de vado ya a definir la ordenación de la piazza
una actuación que afecta a un gran volumen della Vittoria, frente a la estación de Brignole,
de tejido edificado, como se pone de mani- donde Piacentini había realizado, en 1924, el
fiesto, en particular, con la gran densidad arco monumental del mismo nombre; siendo
que ofrecen las áreas situadas a caballo de ahora el mismo Piacentini quien recibe el
la directriz de las viejas murallas (viale encargo del proyecto, aunque el que redacta
IV Novembre, corso Podesth) y en la pre- sufrirá después muchas modificaciones en la
visión de una paralela a la vía S. Lorenzo, fase de ejecución (figs. 1.080-1.083). Para el
por más que su posición se haya determinado, complejo de la Foce se otorga el primer pre-
según se afirma, «conforme al trazado de mio al proyecto presentado por R. Morozzo
menor resistencia arqueológica» 135; el epicen- della Rocca y B. Ferrati, y el segundo al grupo
tro de las transformaciones urbanas es la formado por C. Daneri y A. Bagnasco 137 (fi-
piazza Dante -polo del siglo xx alternativo guras 1.084-1.O87). Seguidamente es Daneri
respecto del decimonónico constituido por la quien realiza el imponente complejo residen-
piazza De Ferrari-, caracterizada por la pre- cial-hotelero de la desembocadura del Bisagno,
sencia de cuatro «rascacielos» estudiados por modificando las indicaciones del plan regu-
lador en lo que respecta a una serie de edi-
13j «La nueva calle hará que resulte fácilmente ficios con terrazas, aportando una solución
accesible la zona monumental y valorizará las igle- más ágil y de mayor rendimiento económico,
sias de S. Donato, S. Agostino, la Torre degli Enbria-
ci, SS. Cosimo e Damiano y S. Torpete; para no
alterar el marco ambiental de la zona, el Plan regu- 136 La presentación gráfica de esta ordenación en
lador excluye las demoliciones en profundidad y, en las páginas de la revista «Architettura» de diciembre
consecuencia, la construcción de nuevos edificios en de 1932, nos ofrece los perfiles de los rascacielos de
las mhgenes de la calle, y tan sólo permitirá la la piazza Dante junto a la ságona, a la misma escala,
reconstrucción de las fachadas y la restauración de del Empire State Building, que en aquellos años se
las casas que se levantan a uno y otro lado [...] encuentra en construcción. Es una comparación muda,
pero ciertamente el beneficio económico de la nueva pero significativa en su ambigüedad de lectura, que
obra se extenderá ampliamente a las zonas adyacentes por un lado nos indica la diversidad de escala de
donde el incremento de los valores inmobiliarios las dos soluciones, y por el otro la coloca en el
promoverá toda una vasta operación de saneamiento mismo plano, asimilándolas.
y restauración de las viejas construcciones.» E . Fu- l 3 I Cfr. Ma. Pa.: Concorso per la sistemazione
selli: Il piano regolatore di Genova, en cArchitettu- della piazza della Foce a Genova, en «Architettura»,
ra», diciembre de 1932. noviembre de 1934.
460 Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.089-1.092. El plan de saneamiento del centro antiguo, de P. Barbieri (1937); un plan para Piccapie-
tra (hacia 1935), el plan definitivo redactado en 1938 por el departamento técnico municipal y vista de la
ordenación prevista.
con bloques separados y emparejados que para que al año siguiente se presente una
emergen, por así decirlo, de plataformas for- propuesta totalmente contradictoria con la
madas por los pisos bajos, destinados a tien- anterior, para el trazado de una paralela a
(fig. 1.088).
das y oficinas lJ8 la vía Garibaldi sobre la actual vía della
En 1937 el arquitecto Barbieri pone a Maddalena.
punto un proyecto para el centro antiguo, En 1938 vuelve a proponerse por el de-
como propuesta a insertar en el ámbito del partamento técnico municipal un plan particu-
plan regulador (fig. 1.089): inspirado, en al- lar, con el carácter de actuación incluida en
gunos aspectos, en las teorías de Giovannoni, el ámbito del plan del 32; para el área de
se propone el saneamiento higiénico, la «acla- Piccapietra (figs. 1.090-1.O92), solicitada to-
ración» ambiental, el alejamiento del tráfico davía por poderosos intereses inmobiliarios,
de paso y la facilitación de la circulación de vuelve a actualizarse, más o menos disfrazada,
penetración, a la vez que una definición de una antigua propuesta del año 14, debida al
áreas directivas y residenciales. Ello no quita ingeniero Gamba, el autor de la vía XX Set-
tembre y del puente monumental, para esta-
P. Nervi: La nuova piazza al mare alla foce di blecer un enlace subterráneo, bajo la expla-
Genoua, en «Architettura», julio de 1938. nada de la Acquasola, entre la estación, la
Italia en el período comprendido entre las dos guerras mundiales 461
Figs. 1.093-1.095. La ordenación del sector de Priaruggia, Sturla, Quarto y Quinto según el proyecto pre-
sentado al concurso por el grupo Daneri, Ferrari, Morozzo della Rocca, Vietti, Viale y Zappa, y un ejemplo
de tipologías para la zona de hotelitos; el plan regulador para la zona de Albaro redactado por el departa-
mento técnico municipal de Génova en el 36.
Historia del urbanismo. Siglo X X
piazza Corvetto y la piazza De Ferrari, con de Albaro y Pisa, si bien reduciendo su an-
una malla viaria enriquecida con sistemas chura de 40 a 22-25 metros; y especifica con
continuos porticados; las ilustraciones gráficas más detalle los tipos edificativos y la norma-
que acompañan al proyecto nos indican, no tiva a aplicar (villas, hotelitos, palacetes, quin-
obstante, la total adhesión de las soluciones tas, edificios colectivos de viviendas -a los
propuestas a los criterios monumentalis tas que se permiten alturas hasta de 40 me-
más característicos de los últimos años del tros-, casas populares y edificios indus-
régimen, así como las elevadísimas densidades triales) 13'.
de edificación que habrían de resultar de su
puesta en práctica. Siguiendo la pauta marcada por estos ins-
Para definir los criterios de la expansión trumentos, pues tos a punto tan dificultosa-
urbana y para disciplinar sus actividades, se mente, Génova incrementa y hace más denso
convoca en 1931 un concurso nacional de su tejido edificado, sobre todo en el valle del
ideas en el que se requiere que los partici- Bisagno y hacia la colina de Albaro, sin que
pantes proporcionen indicaciones para las se produzcan transformaciones significativas
áreas que siguen la directriz oriental, en los de estructura. Aparte de algunos equipamien-
sectores de las colinas que dan al mar, per- tos colectivos, entre las mayores obras efec-
tenecientes a los antiguos términos munici- tuadas en los veinte años que consideramos
pales de Quarto, Quinto, Nervi y S. Ilario. hay que citar la galería entre la Zecca y la
Entre los diez proyectos presentados preva- piazza Corvetto, construida entre el 22 y
lece la solución estudiada por el grupo de el 28, que enlaza más directamente los dos
C. Daneri, L. Ferrari, R. Morozzo della Rocca, extremos de la ciudad, y muy particular-
L. Vietti, A. Viale y G . Zappa, cuyos ele- mente las dos estaciones; no se ejecuta, en
mentos característicos vienen constituidos por cambio, un proyecto preparado para la cons-
la concreta definición de las infraestructuras trucción de un metropolitano, que es objeto
(duplicación de la Aurelia por la parte alta, de estudio en el 34. La potenciación del puer-
dejando la vía existente como espina dorsal to -siempre en el centro mismo de la vida
de organización de la malla residencial; pre- genovesa- se efectúa mediante la prolonga-
visión de un ferrocarril metropolitano de ción del dique exterior entre el 20 y el 30, y
trazado independiente, en parte subterráneo sucesivamente con la construcción de nuevas
y en parte flanqueando la línea férrea exis- dársenas (dársena Vittorio Emanuele, dársena
tente) y por una división en zonas de diversa Mussolini); en el puerto viejo se construye
edificabilidad (villas, hotelitos, núcleos, etc. ), otro dique seco [bacino di carenaggio], y
disciplinadas por unas ordenanzas de la edifi- en 1930 entra en funcionamiento la nueva
cación bastante articuladas (figs. 1.093-1.094). estación marítima 14"; e1 muelle viejo se dota
El concurso, sin embargo, no consigue plas- de los equipamientos necesarios para el atra-
marse en un documento oficial: solamente que de los nuevos trasatlánticos.
en 1936, y de forma limitada a la zona de
Albaro, en el tramo que va desde S. Nazaro
a Boccadasse, se pone a punto, por una comi-
sión formada por representantes de los sin- Las vicisitudes urbanísticas de Venecia tras
dicatos y de los organismos municipales y la primera guerra mundial han de considerarse
gubernativos, un plan particular que viene a
sustituir al que todavía se encontraba en vi- 1 3 ~Véase M. De Rege: Il nuovo piano regolatore
gor y que era de 1914 (fig. 1.095); este plan, e di ampliamento di Albavo, Genoua, en «Urbank-
tica», enero-febrero de 1937.
en sustancia, confirma las líneas maestras del 140 Cfr. P. Ma.: Stazione Marittima Andrea Doria
precedente, comprendida la arteria central, no a Genova. Arch. Luigi Vietti, en «Architettura»,
realizada, que flanquea las calles existentes noviembre de 1933.
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 463
Figs. 1.096-1.OW. La zona industrial de Venecia-Mestre: planimetría del barrio obrero-«jardín» de Mar-
ghera, vista de Marghera sobre el telón de fondo de la laguna, y plan regulador de Mestre redactado por el
departamento técnico municipal de Venecia.
en el marco más amplio del excepcional terri- Cine) y a renovar su función económica (aper-
torio que circunda la ciudad, con su laguna, tura del Casino en el 36), dos iniciativas que
las islas y la tierra firme. Y sin embargo, los llevan, entre el 20 y el 40, a la urbanización
procesos de urbanización, basados en inter- del Lido.
venciones productivas sectoriales y en planes La Sociedad del puerto industrial de Ve-
urbanísticos no ligados a programas financie- necia, que se constituye inmediatamente des-
ros y económicos, acentúan la diferencia fí- pués de la guerra por iniciativa de poderosos
sico-funcional que separa a Venecia de su peri- grupos industriales y financieros venecianos,
feria y preparan así futuros desequilibrios, consigue que se le otorgue la concesión de las
llevando al establecimiento de dos órbitas en obras del puerto, a realizar conforme a un
posición, con la marginación y la lenta deca- plan que prevé la apertura de un canal entre
dencia, en este caso, de las extraordinarias Marghera y Venecia (canal Vittorio Emanuele,
preexistencias del centro histórico: fenómeno inaugurado el 22)) la construcción de una
respecto del cual resultan marginales incluso vasta zona industrial y la realización de ba-
los programas destinados a fomentar el papel rrios residenciales para la mano de obra (fi-
cultural activo de la ciudad (como es el caso gura 1.096). Las industrias que van a insta-
de la institución en el 32 de la mostra del larse en la tierra firme parecen crear una
Historia del urbanismo. Siglo X X
alternativa respecto de las presiones ejercidas mente reelaborado por el departamento téc-
sobre la ciudad lagunar. nico municipal (fig. 1.099)) sirve para la re-
En el 26 la nueva realidad territorial re- dacción de un anteproyecto de plan para el
sulta sancionada por la absorción por parte saneamiento y ampliación del núcleo edificado
de Venecia de los términos municipales de de Mestre, caracterizándose por la previsión
Mestre, Favaro, Zelarino y Chirignago. Al de un crecimiento compacto hacia la laguna
año siguiente se redacta un plan urbanístico y el puertecito de S. Giuliano.
para la zona de Marghera en el que se prevé la En 1939 se elabora un plan de saneamiento
creación de una «ciudad-jardín» para 3 O .O00 para la ciudad histórica, tras los estudios
habitantes destinada a los trabajadores de la e£ectuados por el higienista Raff aele Vivanti
nueva zona industrial (figs. 1.097-1.O98): de y la promulgación de la ley de 21 de agosto
hecho, a pesar del nombre, un vasto barrio del 37 sobre «salvaguardia del carácter lagu-
obrero, separado del centro de Mestre por la nar y monumental de Venecia». El plan con-
presencia del ferrocarril y planeado conforme sidera una serie de mejoras de la vialidad
a un esquema radiocéntrico y sobre un eje peatonal, nuevas soluciones para la vialidad
arbolado, pero sin una cualificación funcio- acuática con la reapertura de canales ya exis-
nal ni una correlación morfológica precisa con tentes y la búsqueda de nuevas áreas residen-
la edificación. ciales para atenuar los altos índices de haci-
El desarrollo de Marghera y la generali- namiento de la población (zonas Cannaregio
zación del transporte sobre neumáticos llevan y S. Marta, creación de «bolsas») 142.
en 1932 a la realización del puente que cons-
tituye la autopista translagunar según pro-
yecto elaborado entre el 28 y el 30, que prevé
el trazado de la nueva infraestructura en
paralelo con el ferrocarril. Al igual que había El segundo y el tercer decenio del siglo xx
sucedido con ocasión de la apertura de la línea marcan una acusada evolución de la vida
férrea, el puente no deja de solicitar adecua- económica y social de la ciudad. Se apagan
ciones internas de la antigua estructura de los ecos culturales más vivos de la generación
Venecia, lo que determina la construcción de los primeros años del siglo, animados por
en el 33 de la estación-garaje de automóviles los nombres de Oriani, Carducci, Panzacchi
[autorimessa], seguida algunos años después y Pascoli, y se atenúan los caracteres ligados
por la reconstrucción de la estación ferro- al servicio y beneficio de una economía pre-
viaria 141, la apertura del Rio Nuovo y el ponderantemente agraria, con la proliferación
ensanche del Rio Ca'Foscari; en cambio, en
contra da las esperanzas de los administra- 142 Sobre Venecia, véanse los artículos publica-
dores venecianos, se acentúan los intereses dos por D. Torres en la revista «Urbanistica» entre
que tienden hacia la tierra firme. El fuerte los años 38 y 40: La legge per Venezia del 21 agos-
to 1937, n. 1901, enero-febrero de 1938; 11 problema
desarrollo experimentado por Mestre lleva urbanistico di Venezia quindici anni fa, noviembre-
ya, alrededor de 1930, a la saturación del pri- diciembre de 1939; 11 problema urbanistico di Ve-
mer distrito industrial, lo que induce a la nezia. Organizzazione gerárchica delle comunicazioni,
administración a convocar un concurso nacio- enero-febrero de 1940; 11 problema urbanistico di
nal para la ordenación conjunta del área de Venezia. Le iree costruibili di Venezia e dintorni,
marzo-abril de 1940; 11 problema urbanjstico di
Mestre y Marghera. El material presentado Venezia. Lo sviluppo della cittá in terraferma, julio-
al concurso, que se cierra el año 34, previa- agosto de 1940; 11 problema urbanistico di Venezia.
La sistemazione urgente de la viabilitd interna e
141 Cfr. U. Nebbia: Autorimessa a Venezia, en pella delle piu importanti zone dell' antica citti,
«Casabella», noviembre de 1934; M. Paniconi: Con- noviembre-diciembre de 1940. Nos remitimos, ade-
corso per la nuova stazione di Venezia, en «Archi- más, al número monográfico de la revista «Urbanis-
tettura», noviembre de 1935. tica» de enero de 1968, núm. 52.
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 465
Figs. 1.102-1.107 (en la página opuesta). El concurso para la ordenación de la vía Roma: situación del
área; propuesta del grupo Pini-Susini-Vitellozi-Rabbi, planimetría y vista de la «torre separa-tráfico» situada
entre la vía S. Felice y la vía del Pratello; grupo Bertocchi-Bottoni-Giordani-Legnani-Pucci-Ramponi, planime-
tría y (abajo) perspectiva axonométrica; abajo, a la izquierda, la reconstrucción de la zona en la posguerra.
Figs. 1.108-1.114. Planta de las variantes y adiciones efectuadas en el plan de 1889; el concurso para la re-
dacción del plan regulador de Bolonia, 1939: planimetría general, planta y vista del barrio del Sudoeste en
el proyecto presentado por el grupo Marconi; planta y vista de los barrios de Levante en el proyecto del
grupo Calza Bini-Della Rocca-Guidi-Lenti-Sterbini-Zella Milillo.
Historia del urbanismo. Siglo X X
congruente
- fachada cóncava ld5. De los tres También en este caso recurre la adminis-
proyectos premiados ex-aequo por el jurado tración municipal a la vía del concurso pú-
(del que también forma parte Piacentini), el blico, que se convoca en enero de 1938:
primero, obra de los arquitectos Pini, Susini dentro del genérico marco informativo del
y Vitellozzi y del ingeniero Rabbi, traduce estado de hecho que se comunica a los con-
las ingentes demoliciones previstas en un tri- cursantes destaca la previsión de un incre-
dente viario potenciado, en abierta simetría mento demográfico, para los treinta años de
con el nudo opuesto de porta Revegnana, validez del plan, comprendido entre 150.O00
acentuada por la «torre separa-tráfico» que se y 200.000 habitantes. La comisión designada
alza entre la vía S. Felice y la vía del Pra- para fallar el concurso, de la que forman parte
tello; a un principio similar responde el pro- el arquitecto Piacentini y el ingeniero Chiodi,
yecto del arquitecto Degli Innocenti, que libe- examina los nueve proyectos presentados (fi-
rando el tejido adyacente mediante ensanches guras 1.108-1.114) y concede el primer pre-
y demoliciones, deja intacta, en cambio, la mio al del grupo integrado por A. M. Degli
cuña edificada situada entre la vía del Pratello Innocenti, D. Filippone, G. Riccardi, C. Van-
y la vía S. Felice, situando una «torre littoria)) noni, M. Zocca y, como cabeza de grupo, el
en el lado norte de esta última; B'ertocchi, arquitecto P. Marconi. El plan del grupo
Bottoni, Giordani, Legnani, Pucci y Ramponi, Marconi viene a resumir, aplicándola a un
autores del tercer proyecto, parten de un aná- centro de notables dimensiones, una praxis
lisis exhaustivo de la consistencia edificativa de ordenación tecnicista del crecimiento y de
y social del área, para proponer, no obstante, las transformaciones urbanas, interpretadas
una intervención de sustitución radical que, y garantizadas por una adhesión a las ten-
en parte, interpreta y reconstituye morfológi- dencias espontáneas ya evidenciadas, confia-
camente el tejido antiguo por manzana y, das a una malla de parcelación tendente en
en parte, lo renueva, concentrando las resi- cualquier caso a asegurar la inmediata practi-
denCias én el lado oriental de la vía Roma en cabilidad del plan; al acrítico y satisfecho
tres bloques de muchas plantas, de 60 metros empirismo de las soluciones propuestas para
de altura. Como resulta evidente, aparte de el planeamiento físico, afrontadas por secto-
toda consideración cualitativa, las tres solu- res (liberación de los monumentos, vialidad,
ciones aparecen viciadas por la forzada auto- barrios, etc.), corresponde un agnosticismo
nomía (tanto funcional como morfológico- de fondo respecto de las necesidades colecti-
espacial) que deriva de la falta de un cuadro vas y de la consideración de los factores de
de previsiones, aunque no sean más que la dinámica del desarrollo. Por lo que hace
orientativas, a escala urbana. A partir de tales a la vialidad principal el plan establece una
deficiencias -mientras se aplaza toda decisión separación del tráfico pesado respecto del
sobre la ordenación de la vía Roma, que des- «ligero y veloz», canalizando el primero hacia
pués, en 1940, desemboca en una proposición una vía periférica para camiones que discurre
de compromiso que constituirá una incómoda por la parte interior del trazado ferroviario,
herencia para las administraciones del período derivada de la Emilia a la altura de Borgo
posterior a la guerra- surge la exigencia de Panigale, volviendo a confluir con ella en
dar curso a la redacción de un plan regulador S. Lazzaro, y destinando al segundo dos arte-
general .'41 rias de penetración internas, aprovechando
tramos preexistentes, situadas al norte y al
ld5 M. Paniconi: Palazzo del Gas a Bologna. Arch.
sur de la directriz vía Rizzoli-vía Bassi. El
A. Legnani e Ing. L. Petvucci, en «Architettura», ensanche se contiene al norte por la vía
enero de 1937.
146 Véase A. Melis: 11 concorso pev un progetto de 1937; y también P. Carbonara: Concorso per un
di sistemazione della nuova vía Roma e della zona pvogetto di sistemazione della nuova vía Roma a
adiacente a Bologna, en «Urbanistica», julio-agosto Bologna, en «Architettura», noviembre de 1937.
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 469
periférica destinada a los vehículos pesados, Tras la conclusión del concurso, se invita
y se desarrolla en dirección sudeste y sudoes- a los representantes de los grupos premiados
te, previéndose la creación de dos grandes a contribuir a la redacción del plan particu-
áreas residenciales: el barrio del sector occi- larizado definitivo estudiado por la adminis-
dental aparece organizado sobre una cuadrícu- tración municipal, con la asesoría general a
la «con injertos de sabor ligeramente román- cargo del arquitecto Marconi. En relación con
tico», atravesada por un sistema de cardo y este cometido, Marconi presentará más tarde
decumano sobre el que se asienta una zona un proyecto propio de reestructuración del
edificada adaptada a un ritmo de grandes área de la plaza de la estación '48.
bloques, sobre el telón de fondo del santua-
rio de S. Luca; en el arco oriental surgirá un
barrio de peso equivalente pero de carácter
más popular. Para las áreas centrales se indi-
En la posguerra la frágil economía de Flo-
can demoliciones y «aclaraciones» fundamen-
rencia sufre una crisis en los sectores tradi-
tadas en exigencias higiénicas, de tráfico y de
cionales del artesanado y en sus escasas in-
valoración de los monumentos (palazo Ben-
dustrias, que, como la Galileo, han disfrutado
tivoglio, iglesia de San Pablo, basílica de San
durante breve tiempo el estímulo producido
Esteban).
por los pedidos bélicos. Los movimientos de
Más problemáticas y menos convenciona-
ocupación de fábricas en el 20 y los desór-
les son las soluciones propuestas por los gru-
denes del 21 debidos al asesinato del secre-
pos clasificados en el segundo y el tercer
tario del partido comunista Spartaco Lavag-
puesto (G. Calza Bini, A. Della Rocca, 1. Gui-
nini por parte de los fascistas, son expresión
di, E. Lenti, G. Sterbini, P. Zella Milillo; y
de las exasperadas tensiones de estos años que
V. Civico, L. Dodi, D. Ortensi, C. Perelli,
tan sólo la consolidación del nuevo régimen
G . Rabbi, G . Sacchi, C. Tornelli), en el caso
conseguirá sofocar.
del primero de ellos, aparte de otros motivos,
En el período fascista Florencia consolida
por su aventurada propuesta de favorecer la
sus funciones de ciudad de burguesía media,
futura edificación conforme a una óptica de
artesanal y de servicios, a cuyas características
descentramiento por comunidades periféricas,
corresponde un cierto tipo de cultura provin-
caracterizado por episodios edificativos con-
ciana -aunque a veces sofisticada-, expre-
trolados por un diseño que adopta los nó-
sada en la bohemia florentina de las Giubbe
dulos compositivos del racionalismo interna-
Rosse [«casacas rojas»], por la presencia de
cional; y en el caso del segundo de dichos
un literato como De Robertis y por la acti-
grupos, en cambio, por la contención y come-
vidad de importantes casas editoras como la
dimiento de las intervenciones previstas, tanto
Vallecchi y la Sansoni, esta última controlada
en el centro histórico como en las zonas de
por Giovanni Gentile, filósofo y ministro
expansión. Un plan bastante equilibrado, re-
de Educación Nacional. El impgilso dado al
dactado conforme a un planteamiento actuali-
turismo con la institución del Mayo musical
zado que parece remitirse al conocimiento de
florentino a partir de 1930 se explica fácil-
los principios rectores de la Carta de Atenas
mente en el marco de una valorización de la
-en la solución dada al crecimiento urbano,
función cultural de la ciudad que acredita el
por núcleos autónomos tendencialmen te iden-
mito de un liderazgo intelectual, que solamen-
tificados por cuñas de zonas libres-, es el
elaborado por el grupo clasificado en cuarto banlstica», enero-febrero de 1940; G. Roisecco:
lugar (P. Bottoni, G . L. Giordani, A. Legnani, Concorso per progetto di m2ssima del piano rego-
M. Pucci) 147. latore di Bologna, en ~Architettura~, abril de 1941.
148 Progetto di sistemazione per la piazza della
14' Cfr. A. Melis: Concorso per il progetto di stazione a Bologna. Arch. Plinio Marconi, en
massima .del piano regolatore di Bologna, en «Ur- «Architettura», mayo de 1943.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.115-1.122. El plan regulador de Florencia de 1915-24: planimetría del barrio industrial de Rifredi
y una vista del aspecto futuro de la zona industrial; el concurso para la nueva estación: los proyectos de
B. Ferrati y de G. SamonA; el proyecto del grupo Toscano, vista desde arriba y vista del interior y el exterior
del edificio ya construido.
Italia en el período comprendido entre las dos guerras mundiales 47 1
te tiene un puesto real en la coreografía del de la actuación del plan se renuncia a utilizar,
municipalismo nacional fascista, al margen precisamente, su parte más positiva, o sea, la
de las actitudes enfáticas y retóricas más rim- facultad de expropiación concedida al ente
bombantes en auge ahora en Italia. público en la redacción de los planes par-
En este clima se sitúa la política urbana ticularizados. Tan sólo una zona de la ciudad
de los años del fascismo, conforme a una muestra las huellas de una intervención pla-
doble línea de acción: de un lado, la promo- nificada de iniciativa pública: se trata de
ción de los intereses inmobiliarios, del otro un área con destino residencial-industrial en
la realización de espectaculares complejos Rifredi, realizada a través de expropiaciones,
de equipamien tos representativos y funcio- sobre la base de un plan particular redactado
nales. El primero de tales objetivos aparece en 1916 (figs. 1.116-1.117)) sumario en la
perfectamente garantizado por el plan regu- planta pero correcto en cuanto a las dimen-
lador compilado en 191.5 por el departamento siones de los servicios, y justamente orientado
de vías públicas del municipio bajo la super- respecto de la directriz de expansión natural
visión de un ingeniero especializado en acue- de la ciudad hacia el Oeste.
ductos, y aprobado en 1924 (fig. 1.115): si El plan del 24, a pesar de que alrededor
el plan Poggi podía ser definido como plan del 34 se promueven algunos estudios sobre
de ampliación, el nuevo instrumento en vigor el tema ,'41 permanecerá en vigor casi has-
puede ser descrito como plan de «relleno», al ta 1960, guiando la expansión exterior de la
determinar la ocupación total del espacio com- ciudad. Pero los años del fascismo no pasan
prendido entre la ciudad antigua y las colinas sin dejar la huella de una actuación gravosa
más próximas (entre otras cosas, prevé la sobre las estructuras antiguas, con la opera-
parcelación incluso del Campo di Marte, la ción de «saneamiento» del barrio de Santa
única área libre que ha conseguido establecer Croce, no prevista por el plan del 24. Antici-
la ciudad en su expansión). Mallas más tupidas pado ya por una propuesta del arquitecto
hacia la zona de Gavinana, un poco más an- Fagnoni de 1928, de inspiración vagamente
chas hacia Legnaia y todavía más anchas hacia giovannoniana, y fundamentado oficialmente
Rifredi: los problemas se reducen a una cues- en razones higiénicas, el plan de saneamiento
tión de dimensiones, pero no de estructura. en cuestión nace como consecuencia del habi-
Faltan por completo una lectura y una visión tual favorecimiento de los intereses inmo-
con perspectiva de futuro, es decir, capaces biliarios y de una confusa voluntad de mo-
de crear las premisas necesarias de una nueva dernización de las estructuras urbanas, a
estructura de soporte y de establecer una rela- través de un proyecto del departamento téc-
ción clara entre la ciudad y su territorio. La nico municipal redactado el año 36, que prevé,
falta de selección con vistas a la expansión o, para cuando se concluyan las obras, la remo-
al menos, de ejes viarios que puedan constituir delación integral de las manzanas sobre la
directrices espaciales preferenciales, incremen- misma malla viaria ampliada (figs. 1.123-
tan sin alternativas posibles la gravitación de 1.125). A diferencia de lo que ocurre con
las nuevas aglomeraciones sobre el sistema o tras intervenciones coetáneas sobre centros
anular de los viales. Incluso las soluciones históricos, que por regla general incluyen la
más interesantes adoptadas para la ordenación creación de núcleos de edificios públicos y
ferroviaria (supresión de la línea Florencia- representativos, en este caso no se prevé más
Pisa en el tramo interior al barrio de S. Jaco- que una compacta utilización del suelo, ex-
pino, y del ramal Florencia-Roma desde S. cepción hecha del modesto «vacío» de la
Salvi a la vía Vittorio Emanuele) no pasan de piazza Ghiberti. Incluso el resultado con-
ser simples expedientes para ganar amplias creto de la operación es incierto y parcial,
áreas para la expansión indiferenciada de la 149 Véanse los estudios Peu la Firenze futura,
malla residencial. Por otra parte, en el curso Florencia, 1934.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.123-1. W . Las estadísticas de mortalidad del municipio de Florencia; el proyecto Fagnoni para el
saneamiento de Santa Croce (1928-30) y el proyecto del departamento técnico municipal; la casa del Fascio
«Dante Rossi», una de las primeras construcciones realizadas tras las demoliciones; el gran «vacío» creado
donde se inicia la vía Pietrapiana, en la posguerra.
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 473
dado que el plan termina por demostrar su Entre las demás obras realizadas s e c u n -
falta de motiva.ción respecto de las mismas darias en relación con las reprimidas proble-
capacidades efectivas que, en aquel momento, máticas sociales y con respecto al mismo pla-
ofrecen los intereses inmobiliarios: tan sólo neamiento urbanístico de la ciudad, pero que
algunos de los solares liberados por la ope- nos indican adecuadamente el clima cultural
ración de saneamiento llegan a completarse, de la época- pueden citarse la sede de la
desde el punto de vista edificativo, durante Escuela de guerra aérea en las Cascine, de
el período de veinte años que consideramos; R. Fagnoni, y la casa de la GIL, en la piazza
los demás «huecos» abiertos por «el pico y Beccaria: dos edificios que, con las ocupacio-
la pala» solamente se rellenarán bien avan- nes de espacios libres o zonas verdes que com-
zada la posguerra, con la entrada en juego de portan, demuestran una vez más la incapa-
una serie de equipamientos terciariosO'' (fi- cidad de salir de la lógica de utilización de
guras 1.126-1.127). las estructuras ya existentes, erosionándolas
Entre las realizaciones notables en el sec- y empobreciéndolas '53.
tor de las obras públicas hay que recordar, A lo largo de todo este período cobran
en primer término, la construcción, casi con- forma, a partir de una expansión sin vigor,
temporánea, del Estadio Berta ''' -importan- 10s nuevos barrios del Romito, de piazza
te por las pioneras soluciones técnico-estruc- Vieusseux, de Cure, del Campo di Marte,
turales empleadas por Pier Luigi Nervi- y de Gavinana. Es escasa la evolución del sector
de la estación de Santa María Novella, que productivo e industrial: las pocas empresas
constituye una de las afirmaciones más afor- diseminadas en el interior de la ciudad y en
tunadas de la arquitectura moderna en Italia sus márgenes, y los mismos núcleos mayores
durante el período fascista y, desde luego, la (Pignone, Rifredi), no bastan todavía para
primera en una obra pública de estas dimen- modificar la fisonomía de conjunto de una
siones. La construcción de la estación es uno ciudad de servicios y de residencia -que en-
de los pocos acontecimientos locales que al- cuentra la justificación económica de su creci-
canzan en estos años relieve a nivel nacional, miento en los mecanismos de la renta inmo-
insertándose en el cuadro general como un biliaria-, ni para hacer mella en el compacto
momento áspero de choque entre los defen- mundo rural que la circunda '54.
sores de la nueva arquitectura «funcional» y
los partidarios de las exigencias monumen-
tales y representativas: en el concurso nacio-
nal del 33, fallado por una comisión hetero-
di Firenze di Santa Maria Novella, ibid., abril de
génea, prevalece el criterio de Piacentini sobre 1936. Una puntual reconstrucción del concurso pue-
la pertinaz oposición de Ojetti, otorgándose la de verse en L. De Luigi: La stazione di Firenze, en
victoria al proyecto más feliz de los presen- «La Casa», número 6, sea., con amplia bibliografía.
tados (figs. 1.118-1.122), casi inmune a todo 153 Para otras realizaciones, véanse: S. M.: Con-
corso per la nuova sede della Mostra mercato dell'ar-
residuo academicista, elaborado por el grupo tigianato di Firenze, en «Architettura», enero de
encabezado por Michelucci '*. 1939; y La sede della Mostra mercato dellJartigianato
a Firenze. Architetti Sirio Pastovini y Mario Pelle-
150 R. Fagnoni: La sistemazione edilizia a scopo grini, ibid., septiembre de 1940.
di visanamento della zona di S. Croce a Firenze, l" Para las vicisitudes urbanísticas de Florencia
en «Urbanlstica», mayo-junio de 1936; e 1. Insole- en el período fascista, véanse: Varios autores: Fi-
ra: LJinsegnamento delle citti: gli sventramenti a renze: sviluppo e problemi urbanistici, en «Urba-
Firenze, en «Comunitb, octubre de 1962. nistica~,núm. 12, 1953; E. Detti: Firenze scomparsa,
lS1 Cfr. G.Michelucci: Lo stadio «Giovanni Berta» Florencia, 1970; G. Fanelli: Firenze, architettura e
in Firenze delling. Pier Luigi Nervi, en {(Architettu- citti, Florencia, 1973. Para una descripción gene-
ra», marzo de 1932. ral del período, véase, zdemás, la reciente obra de
Cfr. 11 concorso per la stazione di Firenze, en M. Palla: Firenze nel regime fascista (1927-1734),
«Architettura», abril de 1933; R. Pacini: La stazione Florencia, 1978.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.128-1.132. La tercera zona de saneamiento del rione Carita, planimetría, vista de la piazza Carita
con el nuevo edificio delle Assicurazioni [Seguros]; el edificio de Correos y Telégrafos; plan de actuación de
la sociedad constructora Laziale en Fuorigrotta, y vista de las demoliciones efectuadas en la piazza Leopardi
hacia finales de los años treinta.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.133-1.137. La expansión de Nápoles hacia el Este: vista del viale Agusto en el rione Flegreo, vista
de la Mostra d'oltremare, la piazza deil'Impero; el plan regulador para las áreas comprendidas entre Fuo-
rigrotta y Bagnoli, parte Nordeste y parte Sudoeste.
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 477 .
terizado por la inercia de la gestión y por la en estos años afectan precisamente a las áreas
proliferación de iniciativas públicas y priva- de expansión, hacia el Oeste, en torno al
das sin marco alguno de referencia, el gobierno Vomero (vía Aniello Falcone, vía Gigante,
fascista, mediante una ley especial de agosto vía B. Caracciolo, etc.), y hacia el Este (la vía
de 1925, crea un Alto Comisariado para Ná- Ferraris, como enlace del centro con la auto-
poles, con la misión de coordinar la realización pista Nápoles-Pompeya, abierta alrededor del
de las obras públicas ejecutadas por el Estado, año 30; la prolongación del corso Meridionale,
favorecer el descentramiento y ordenar el al norte de la estación). Hacia Fuorigrotta se
sistema de vialidad. Para desempeñar este consolidan las zonas edificadas ( figs. 1.131-
puesto se designa a Michele Castelli, adminis- 1.132)) en dependencia respecto del polo in-
trador capaz, procedente de las filas giolittia- dustrial de la Ilva, aunque con. intervención
nas, que durante un decenio condicionará la también del Isti~uto case popolari (rione
vida económica y administrativa de la ciu- Miraglia, de 193d).
dad, dando lugar a una serie de iniciativas También es considerable el catálogo de
dispares de las que nos puede informar el las obras realizadas sobre estructuras existen-
balance definitivo de gastos correspondien te tes y para la ejecución de nuevos equipa-
al período 1924-34 155. Castelli, de todos mo- mientos, financiadas y efectuadas por el Es-
dos, no se apresta con el mismo entusiasmo tado o por la administración municipal, entre
a definir un instrumento urbanís tic0 actuali- el 26 y finales de los años treinta. El puerto
zado, que quizá considera demasiado emba- es ampliado con las nuevas instalaciones efec-
razoso para el libre juego de su propia auto- tuadas en el sector comercial y de pasajeros,
nomía administrativa; de hecho, el informe- y con el desarrollo del sector industrial, re-
programa presentado el año 26 por una co- estructurándose por completo la amplia franja
misión de estudio presidida por Gustavo que forma el frente de la ciudad, no sin
Giovannoni y constituida con la misión de intervenciones sobre el tejido adyacente; en
poner a punto los criterios informadores para el 33 tiene lugar la adjudicación por concurso
la redacción de un nuevo plan regulador ge- de las obras de la nueva estación marítima
neral, no da lugar a ningún resultado con- (molo angioino), que hace tabla rasa de las
creto. Por el contrario, a partir de esta fecha instalaciones preexis tentes, situándose como
se multiplican las iniciativas sobre problemas elemento terminal, dando al mar, de la deci-
y sectores específicos. monónica piazza del Municipio: el autor del
En primer lugar, ajustándose al procedi- complejo, inaugurado en 1936, es el acadé-
miento habitual en estos años (seguido ya en mico Cesate Bazzani, que obtiene el encargo
los casos de Roma, Milán y Génova), entre de proyecto previa anulación del resultado
el 26 y el 36 se aprueban planes particulares de un concurso celebrado con anterioridad lS6.
para ordenaciones parciales de barrios, que se Al norte del Municipio y al este de la vía
ejecutan seguidamente, en todo o en parte Roma se actúa en profundidad sobre el tejido
(rione Sannazzaro-Posillipo del 26, rione Are- edificado mediante la operación de «bonifica»
nella del 26, rione S. Lucia-monte Echia-Piz- [saneamiento] del rione [barrio] Carita, con-
zofalcone del 28, rione Amedeo-Piedigrotta, forme al plan elaborado por el ingeniero Sar-
redactado el 29 para la zona de la nueva nelli (figs. 1.128-1.130): los ampiios vanos
estación de Margellina); otras obras realizadas libres abiertos con el nuevo trazado viario
(vía Diaz, que viene a completar, hasta la
155 Treinta y cuatro millones para edificios mili-
vía Roma, el ramal superior del bidente que
tares, cuatro cuarteles y el arsenal, 10 millones en se separa del trazado rectilíneo en la piazza
obras de restauración (teatro S. Carlo, Museo Nazio-
nale, Museo della Floridiana), siete millones para el 156 N. de R.: Concorso per la nuova stazione ma-
alcantarillado, dos millones y medio para restauración rittima per passeggeri a Napoli, en «Architettura»,
y ampliación de edificios escolares ya existentes. nov.iembre de 1934.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.144-1.150. El Banco.de Sicilia (Caronia-Roberti) y el Palacio de Justicia (E. y G. Rapisardi); el con-
curso para la redacción del plan regulador: dos versiones del nuevo centro político y comercial, con relleno
total o parcial de la bahía, según el proyecto del grupo Caracciolo; el esquema general del plan presentado
por el grupo Susini; planimetría y vista de una ordenación propuesta en torno al teatro Massimo.
Italia e n el período comprendido entre las d o s guerras mundiales 481
decimonónicas de Palermo, que han tenido 1.142): un estudio estadístico del 28 confirma
.
sus episodios de mayor relieve en el corte todavía la existencia en el centro histórico de
de la vía Roma (que se llevará a término más de 10.000 «catoi» (en su 65 por 100
el año 26) y en los «saneamientos» de los constituidos por un solo local) que dan aloja-
rioni de S. Antonino, S. Vito, S. Giuliano miento a más de 30.000 personas, con eleva-
y de la Concería. dísimo~índices de densidad habitativa; las
Tampoco en este caso puede permanecer cifras oficiales del 35 denuncian la destruc-
el régimen indiferente ante la precariedad de ción de más de 10.000 unidades de habita-
una situación urbana en la que se agravan ción y de 5.000 «catoi», con más de 35.000
los problemas de las clases sociales margina- personas expulsadas de sus hogares. Pero, a
das, ni ante la magnífica ocasión que se le pesar de ello, no se procede a definir al mismo
ofrece de demostrar sus propias capacidades tiempo una solución al problema de la vi-
organizativas, llevando rápidamente a término vienda popular: volviendo a seguir una direc-
las obras ya planteadas en los decenios pre- ción iniciada ya como consecuencia de las
cedentes y ampliando los programas de in- grandes obras decimonónicas que comienzan
tervención. con la construcción del teatro Massimo, las
El Gobierno, por un decreto-ley de 26 de operaciones de saneamiento se utilizan sobre
mayo de 1926, asigna sus buenos 270 millo- todo para introducir en el centro histórico
nes de liras a la ciudad de Palermo, de los nuevas edificaciones destinadas a albergar
que 105 se dedican a operaciones de sanea- funciones directivas (edificios de la Caja de
miento: uno de los artículos de la citada Ahorros; galería y edificios de la vía Napoli;
disposición invita al municipio a presentar un palacio de Correos, de Mazzoni, 1928-35, fi-
plan general en el que se encuadren los pro- gura 1.143; Delegación provincial de Obras
yectos parciales previstos o en vías de ejecu- Públicas, 1931-34; Banco de Sicilia, de Ca-
ción. El tema, discutido en una reunión de ronia-Roberti, 1932-38, fig. 1.144; Cuartel
técnicos y administradores celebrada en el 27, de bomberos; edificio del cuerpo de ingenie-
queda, no obstante, arrinconado: también en ros civiles; Palacio de Justicia, de E. y G .
este caso vuelve a producirse la habitual se- Rapisardi, 1938-57, fig. 1.l45) la'. Surgen, en
paración -institucional, además de temporal, cambio, nuevos barrios hacia la periferia
de fases- entre los saneamientos, considera- (Borgo Nuovo, Olivuzza, Perez, barriada-
dos como operaciones de urgencia, y el plan jardín del Littorio).
general, que tan sólo será objeto de consi- La comisión encargada de fallar el concurso
deración en 1939. para el plan regulador de Palermo, convo-
cado en el 39, concede tres primeros premios
A partir del 27 se inician las demoliciones
ex-aequo a los proyectos de los grupos Ca-
de una vasta área del barrio de Albergheria
racciolo, Filippone y Susini, y un segundo
-del que sólo se libra poco más que la arte-
premio al grupo Airoldi 162. En el balance
ria central del mismo nombre-, del rione
del concurso (figs. 1.146-1.150), junto al in-
Conceria d o n d e se trata de soldar la vía
tento de esclarecer el modelo de organización
Maqueda y la vía Roma con un núcleo ente-
territorial de la ciudad (travesías Norte-Sur,
ramente nuevo situado al sur de la vía Ban-
penetración desde el Oeste, directrices de ex-
diera (corte de la vía Napo1i)-, de las
pansión, ubicación de los grandes equipamien-
manzanas adyacentes al teatro Massimo y de
las que dan a la estación (para realizar la
embocadura monumental a la vía Roma, tras Cfr. S. Muratori: Concorso per il nuovo pa-
el concurso ganado en el 22 por el arquitecto lazzo di Giustizia di Palermo, en «Architettura»,
noviembre de 1938.
G. Capitb, una obra que será llevada a tér- Cfr. el número de la revista «Urbanistica» de
mino entre el 33 y el 36). El balance de noviembre-diciembre de 1941, dedicado al concurso
las demoliciones es imponente (figs. 1.138- para el plan regulador de Palermo.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.151-1.154. El -plan -para el centro de Brescia, vista del Torrione, la zona demolida y vista aérea de
laordenación de conjunto.
guras 1.l35-l.l57). La piazza Littoria (hoy una asignación estatal de casi 11 millones de
piazza della Liberta), conseguida gracias a liras; se reembolsa a los particulares del 30
la destrucción del viejo hospital existente por 100 de los gastos efectuados en la eje-
en la piaaza Baroni y cerrada por la Casa cución de las obras que les corresponde sufra-
Littoria, obra de A. Bergonzo (1939), com- gar. Esta es, en la historia de las ciudades
pleta sacia el Sur el complejo de Piacentini, italianas hasta el año 45, junto con la más
integrándolo según los cánones del monumen- modesta actuación efectuada en el barrio del
talismo fascista (figs.
- 1.158-1.159). Salicotto de Siena, la única realización pro-
Mientras se llevan a cabo todavía las obras movida y dirigida a través de una tentativa
de la ciudad baja, el año 26, y por iniciativa metodológicamente correcta de efectuar una
del Rotary Club, se convoca un concurso na- lectura capilar del tejido y con una actitud
cional para la redacción de un plan de sanea- de respeto sustancial a los elementos ambien-
miento de la ciudad vieja, para el que el tales preexistentes 16' (figs. 1.160-1.163).
Municipio proporciona algunos documentos
de apoyo, con una tabla en que se recoge En Padua se inician en 1918 los estudios
el censo de las casas inhabitables y de las que correspondientes a un «plan regulador» para
necesitan obras de saneamiento. El concurso el «saneamiento y la ordenación de los barrios
se cierra en el 27, pero seguidamente se aban- centrales y para la construcción de una barria-
dona cualquier tipo de actuación concreta da urbana en la localidad de Vanzo», dentro
hasta el 33: en este año se redacta un ante- de la ciudad amurallada. La consideración de
proyecto de plan de actuación, cuya definición dos zonas solas de la ciudad fuera del encua-
ejecutiva se confía al año siguiente al inge- dramiento general (figs. 1.164-1.l65) pone
niero L. Angelini. El plan, aprobado en el 35, de manifiesto inmediatamente la naturaleza
adopta los criterios giovannonianos de «acla- enteramente instrumental del programa en
ración» interior de las manzanas, de cauta cuestión, concebido en función de concretos
liberación de partes monumentales y de sus- intereses sectoriales. El proyecto para las
tracción de superficies de solar marginales en zonas centrales, aprobado el año 22, sienta
cada manzana para crear espacios y ensanches las bases para una reconstrucción compacta
de calles: un elemento temático aparece cons- del área actualmente cubierta por las calles
tituido por la penetración peatonal abierta Duca d'Aosta, Verdi, Risorgimento, Baiamon-
desde el Mercato delle Scarpe hasta la vía ti, Busonera y Martiri della Liberta y por la
Lupo y, por tanto, hasta la piazza Vecchia. piazza Insurrezione: con la demolición del
El Municipio promueve las mejoras y los barrio de Santa Lucia desaparecen, además
proyectos arquitectónicos mediante la redac- de un tejido ambientalmente apreciable, las
ción de cuatro planes particulares y detalla- casas de Andrea Mantegna y de los Savona-
dos (que luego modifica en algunos puntos, rola, que son sustituidas por las nuevas edifi-
como consecuencia de las contrapropuestas caciones que albergan a la Cámara de Co-
formuladas por los propietarios afectados), y mercio y al Instituto de Previsión Social.
lleva a cabo las expropiaciones y las trans- 16%. Angelini: 11 piano di risanamento di Bér-
formaciones necesarias, utilizando para ello gamo Alta, en «Urbanistica», marzo-abril de 1936; y
del mismo autor: Il piano di risanamento di Bérgamo
168 L. Angelini: Una sistemazione urbarzistica a Alta. Le opere realizzate e in corso, ibid., mayo-
Bérgamo, en «Urbanistica», marzo-abril de 1937. junio de 1943.
Figs. 1.155-1.163 (en la página opuesta). El centro de la ciudad baja de Bérgamo: el plan de Piacentini,
vista aérea de la ordenación efectuada, la Torre de 10s Caídos, planimetría de la piazza Littoria y vista de la
Casa Littoria; el saneamiento de la ciudad alta de Bérgamo: la parte central de la zona afectada, solución-
tipo de una manzana, la solución de la embocadura de la vía Donizetti desde el Mercato delle Scarpe, antes
y después de la liberación de un solar.
486 Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.164 y 1.165. Padua, plano de las reconstrucciones efectuadas al este de la piazza Garibaldi; vista
de la proyectada «ciudad-jardín» d e Vanzo.
Figs. 1.166-1.170. Bolzano, plan d e ensanche (de Piacentini), planta y maqueta de la piazza della Vittoria,
y dos vistas d e la plaza.
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 487
Figs. 1.171-1.173 (en la página opuesta). Forl'i, plan para la reestructuración de la piazza Saffi, el plan
regulador, y vista de la piazza delía Vittoria.
Figs. 1.174-1.176 (en la página opuesta). Livorno, el plan regulador del 27, los chalets del viale Italia y
el primer plan de saneamiento de Piacentini.
Historia del urbanismo. Siglo X X
de la escisión del partido socialista; y que, zonas edificadas, dos en torno al Duomo y
por otro parte, en Livorno es muy influ- dos en el área del antiguo hospital y junto
yente la riquísima familia Ciano, estrecha- a la dársena, estas últimas llamadas a dejar
mente ligada al régimen -al que debe en espacio libre para la construcción del palacio
gran parte su fortuna- y más tarde empa- del Gobierno. Una subsiguiente modificación,
rentada con el Duce. introducida el año 38, aumenta el peso de
La entrada en vigor en el 27 de un plan las intervenciones con la apertura de dos
regulador general ( fig. 1.174), macroscópico calles paralelas a la vía Grande (a la sazón
en sus previsiones de crecimiento (que incluso corso Vittorio Emanuele), que apuntan hacia
duplica la ciudad existente, tendiendo a la el Duomo (una de ellas, llamada «Nuovo Cor-
saturación completa del área interior al tra- so», que va desde el Duomo a la piazza delle
zado de la línea férrea Génova-Roma), sirve Erbe, está provista de pórticos); el plan se
no obstante para asegurar a la ciudad un completa con una plaza de asambleas situada
desarrollo bastante ordenado, que va produ- frente al palacio del Gobierno. Las polémicas
ciéndose conforme a la natural selección de que suscita el nuevo plan acaban por deter-
clase, a la que contribuyen iniciativas tanto minar el aplazamiento de su aprobación; y
públicas como privadas. Hacia la estación y cuando, en el 41, el Consejo Superior de
las áreas industriales se orientan las inter- Obras Públicas devuelve al Municipio, con
venciones del Istituto case popolari; en las algunas observaciones, el material de estudio
zonas que dan al mar se autorizan parcela- remitido, la administración municipal consi-
ciones para la construcción de villas y chalets dera necesario recabar el asesoramiento de un
burgueses, hasta llegar a Antignano (figu- experto de notoria fama en materia de urba-
ra 1.175). En 1935 el Municipio consigue nismo. Siguiendo el camino que le es habitual,
adquirir la extensa villa Fabbricotti, cuyos Marcello Piacentini entra en esta combina-
terrenos, en gran parte, se parcelan después, ción. Tras efectuar una revisión del proyecto
conforme a un trazado de viales en cuadrícu- municipal ( fig. 1.176), Piacentini se decide
la, con una serie de tipos edificativos dife- en favor de un planteamiento diverso y más
renciados; en la edificación predomina el ambiciosamente destructivo, que considera en
chalet grande («palazzina»), cualificándose así este caso la completa reestructuración de la
el nuevo barrio, que es ocupado por estratos vía Grande y de la piazza del Voltone, para
de clase media y altos empleados. crear en la primera de ellas un telón de fondo
También Livorno desarrolla su programa de perspectiva monumental; volviendo a to-
de grandes obras en las zonas centrales. El mar una idea ya formulada anteriormente, se
ciclo se inicia con algunas demoliciones lle- prevé también la partición en dos de la piazza
vadas a cabo en el 31 en las inmediaciones Grande, con la construcción de un edificio que
del Duomo, en el barrio del Casone, del si- mira al Duomo. El programa de Piacentini,
glo XVII, donde se construyen el palacio de sin embargo, queda sin efecto como conse-
Correos y el Monte dei Paschi, y donde se cuencia del inicio del conflicto bélico mun-
realiza, con fondos provinciales, una especie dial; en la posguerra se volverán a tener en
de «galería» monumental; en el 33 las demo- cuenta, parcialmente, algunas de sus orien-
liciones se prosiguen en la vía S. Francesco. taciones 177.
En el 35, en cambio, el departamento técnico
municipal elabora un verdadero plan de re- 177 Cfr. A. Sirnonini: Livovno. Andisi, necessita,
modelación del centro que afecta a cuatro avvenire, en «Urbanistica», marzo-abril de 1942;
Figs. 1.177-1.182 (en la página opuesta). Un plan para la «hipodamización» de la ciudad vieja de Bari,
planimetría y vista; planimetría del plan Petrucci y diseños para la ordenación del acceso desde la vía Sparano
y de la plaza de detrás de la catedral; planimetría del plan de Bríndisi del 36, con los saneamientos pre-
vistos.
Italia e n el periodo comprendido entre las d o s guerras mundiales
Historia del uvbanismo. Siglo X X
además, L. Bortolotti: Livorno da1 1748 al 1958. En 1927 Bríndisi se convierte en capital
Profilo stdrico-urbanistico Florencia, 1970. de provincia. Se trata de una decisión que
«SUS autores, considerando que la Bari Vieja
"es la mayor de las porquerías higiénico-edificativas
y el mayor obstáculo al ulterior desarrollo de nuestra Cfr. M. Paniconi: Piano regolatore della cittd
ciudad", y estando "convencidos de que las grandes vecchia di Bari, en «Architettura», abril de 1932.
soluciones no se afrontan con medias tintas, siendo '*O Cfr. N. de R.: Palazzo delle Poste e Telegrafi
conscientes del momento revolucionario (!)" que vi- a Bari e a Savona, en «Architettura», noviembre
vían y que a su juicio permitía "todas las auda- de 1934; N. de R.: Palazzo delle Opere Ptibliche in
cias", descartaban cualquier solución de derribo, "que Bari. Arch. Carlo Vannoni, ibid., enero de 1935;
en ningún caso hubiera sido la solución ideal", para C. Petrucci: Nuova sede della Facoltd di Giurispru-
proponer "la integral de la demolición y la recons- denza e di Economia e Commercio della R. Uniuer-
trucción''.» D. Di Bari: Bari: vicende urbanistiche sita di Bari. Arch. Concezio Petrucci, ibid., septiem-
del centro stdrico (1867-1967), Bari, 1968. bre de 1937.
Italia e n el periodo comprendido entre las dos guerras mundiales 493
viene a sancionar una fase de transformación venciones queridas o programadas desde las
de la ciudad, a la que el fascismo confía el alturas del poder.
enlace marítimo con las escalas portuarias
coloniales o semi-coloniales del Mediterráneo
(Albania, islas del Egeo, Etiopía); y ve acen-
tuarse su papel de centro terciario y de ser-
vicios, mientras crece su población por efecto En Varese, a un plan regulador de 1916
de la inmigración. El núcleo central se trans- (ensanche de las calles centrales Rezzano y
forma, primero con la sustituición de funcio- Verbano, prolongación de la calle Carreggia
nes (entidades públicas que ocupan los edi- para formar un barrio obrero hacia la estación
ficios civiles y religiosos), después con las del ferrocarril) sucede otro plan del 29, ela-
nuevas construcciones (Correos, Banco de Ná- borado por V. Morpurgo, en el que se prevén
poles, hoteles). El panorama del puerto se remodelaciones interiores en la piazza Monte
enriquece con una estructura en forma de Grappa, en la vía Volta y en el corso Roma,
timón de nave que constituye el monumento para crear una directriz de circulación rápida
dedicado al Marinero Italiano la', para cuya desde el viale Magenta a la vía Aguggiari; las
realización se había convocado un concurso modificaciones de este plan introducidas en
en el 32. el 31 llevan a la redacción de un proyecto
En 1934 el Municipio formula un plan de detallado (ingeniero Alliaud) sobre cuya base
expansión y de aclaraciones interiores (figu- se lleva a término la ordenación de la piazza
ra 1.182): con estas últimas, consideradas in- Monte Grappa, tras la celebración en el 34
dispensables para el ,saneamiento, sobre todo de un concurso nacional lU (figs. 1.183-1.184).
social, de la ciudad la" se trata de definir un En Como, un programa de reconstruccio-
sistema de vías públicas a través del centro nes intensivas del centro histórico, puesto a
histórico, desde el Seno di Ponente al Seno punto en 1919-23 por los ingenieros Catelli
di Levante, que integre el trazado decimonó- y Giussani, prevé, entre otras cosas, demo-
nico que se dirige desde la estación al puerto; liciones y derribos en torno a la piazza del
se prevén derribos de numerosos edificios en Duomo, el trazado de una calle rectilínea des-
los barrios de las Sciabiche y de S. Pietro de el Duomo a S. Eusebio, el ensanche de
degli Schiavoni. El plan se lleva a efecto par- las calles Garibaldi, Boldoni y Luini, y la
cialmente, con destrucción del barrio de las apertura de otros tramos viarios menores. Los
Sciabiche y la ordenación de la piazza di Santa resultados del concurso nacional del 34, con-
Teresa, a la que se dota de unas escalinatas vocado para la redacción del nuevo plan regu-
que descienden hacia el mar. Las reales exi- lador y en el que triunfa el grupo Bottoni -
gencias locales quedan subordinadas -o in- Dodi - Giussani - Lingeri - Pucci - Terragni -
cluso se ignoran por completo- a las inter- Uslenghi, son luego reelaborados y formali-
zados por el departamento técnico municipal:
18' Cfr. R.: 11 concorso per il monumento al Ma- se reduce la entidad de las intervenciones en
rinaio Italiano in Brindisi, en «Architettura», sep- las áreas centrales, aunque conservando la pre-
tiembre de 1932.
18' En la relación aneja al plan del 34 se lee: visión de ensanche de la vía Luini y de la vía
«. .. los derribos de casuchas viejas determinarán la Independenza, concebidas, respectivamente,
descongestión de población rural de la ciudad, lleván- como «cardo» y «decumano» de la ciudad
dola hacia la periferia y a las zonas próximas a la amurallada ( fig. 1.186).
campiña, donde se alojará en caseríos más adecuados
a sus particulares exigencias que las hacinadas vivien-
das de los barrios centrales, que actualmente originan 183 Cfr. La sistemazione architettonica della piazza
graves inconvenientes, al dificultar la realización de Monte Grappa, en «Casabella», septiembre de 1934;
los servicios de policía urbana en la forma que sería Ma. Pa.: Concovso per il progetto degli edifici, e di
adecuada al tenor de vida más racional y decoroso sistemazione della piazza Monte Grappa in Varece,
propio de una ciudad capital de Provincia.)) en «Architettura», febrero de 1935.
Historia del urbanismo. Siglo X X
liuumtta f U'Oltnernite
PIANO REGOLlTORE
./ <.l"l_. .!/O .I.IO .11u1.
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 497
de las áreas afectadas, que adquieren en se- nuevo edificio de Correos, el palazzo Littorio
guida un tono de burguesía media lag. y la Casa del Mutilado (fig. 1.193).
En Rímini, donde el año 33 se erige una En Siena se intenta llevar a cabo el sanea-
estatua de César en la plaza del mismo nom- miento higiénico y ambiental del pequeño ba-
bre para conmemorar el paso del Rubicón lW, rrio del Salicotto, con un proyecto de acla-
las intervenciones urbanísticas de mayor en- ración del tejido urbano estudiado por el
tidad son el saneamiento del Borgo S. Giulia- correspondiente departamento municipal, so-
no, aprobado el año 34 (con demoliciones de bre la base del respeto a la planta y volú-
edificios para revalorizar el acceso al puente menes existentes y de la conservación d,e las
de Tiberio), y la liberación del arco de Augus- características sociales de la zona ( fig . 1.194).
to (figs. 1.191-1.192), obra en la que el El Municipio se hace cargo de las ordenacio-
propio Duce da el primer golpe de pico en nes viarias y de los servicios públicos, así como
el 36, impartiendo al mismo tiempo dispo- de la demolición de las construcciones con-
siciones «para que se defina lo más pronto sid,eradas antihigiénicas; las expropiaciones
posible el proyecto ejecutivo» de ordenación precisas se realizan sin tener que recurrir a
de las zonas adyacentes, que todavía se en- la ley de Nápoles. El plan, aprobado el año 28
cuentra pendiente de estudio (el área en y controlado en su ejecución por la Soprin-
cuestión terminará por ordenarse con la aper- tendenza ai Monumenti, queda interrumpido
tura de una plaza anónima, pero después, por la guerra.
en la posguerra). En Ancona se plant,ean e inician numero-
En Lucca se realiza la remodelación de la sas obras: la ampliación del puerto entre los
vía Beccheria y, mediante algunas demolicio- años 30 y 40, el plan de saneamiento de
nes, se construyen en el centro antiguo el los rioni de Porto, S. Pietro y Montirozzo, la
ordenación de la Porta Pía y del arco de
Trajano (que mediante la demolición de una
la9 Véanse A. Cortesi, G. Gambirasio y M. Tiella:
Inchieste edilizie sulle citta italiane: Parma, en serie de casas «deberá ser visible incluso
«Casabella», núm. 218, 1958; y Atti del Convegno desde el mar») y la construcción de diversos
su1 Centro Stbrico, Parma, 1968. equipamientos nuevos, como el palazzo del
lgO «Primer camisa negra de la historia»: así llama Littorio (hoy Ayuntamiento) y el edificio de
a César el jerarca Emilio Bodrero, en inevitable para- Correos. Hacia el Este se abre la directriz de
lelo con Mussolini, cuando en el discurso de inaugu-
ración del monumento se complace en subrayar «todo expansión del viale della Vittoria, que se
el íntimo valor que tiene el acto, como cosa nuestra injerta en la piazza Cavour.
actual, contemporánea, como hecho, no de la histo- En Terni, ya desde comienzos de los años
ria, sino de la vida misma, no solamente por la veinte, se vuelve a operar sobre el centro
anología de circunstancias, de acontecimientos, de dis-
posiciones y, sobre todo, del hombre que realizó histórico: el arquitecto Bazzani prepara las
entonces y el que realiza ahora labor tan prodigiosa, modificaciones a introducir en la piazza del
sino también porque todo ello nos permite, gracias Pbpolo, donde construye el edificio de Co-
a la suprema grandeza de la obra de Benito Musso- rreos y Telégrafos sobre el solar de la iglesia
lini, experimentar el orgullo de sentirnos, más que
nunca, herederos, legítimos y primogénitos, de
de S. Giovanni Decollato (figs. 1.195-1.l96).
Roma». F. Sapori: IZ fascismo e Z'arie, Milán, 1943, En el 31 tiene lugar un concurso nacional
páginas 62-63. para la redacción del plan regulador general,
Figs. 1.189-1.197 (en la página opuesta). Parma, las barricadas del Oltretorrente en 1922, y plan de sa-
neamiento del Oltretorrente; Rímini, el arco de Augusto antes de su liberación, y propuesta de ordenación
del conjunto; Lucca, las demoliciones y reconstrucciones en la vía Beccheria; Siena, plan de saneamiento del
barrio del Salicotto; Terni, el edificio de Correos y Telégrafos (de Bazzani, propuesta de Bazzani para la
piazza Vittorio Emanuele, y plan regulador de Bravetti-Lattes-Staderini, ganador del concurso nacional convo-
cado al efecto.
Historia del uvbanismo. Siglo X X
Figs. 1.198-1.205. Aquila, los nuevos edificios de la vía S. Bernardino; Lecce, la ordenación de la piazza
S. Oronzo; Taranto, situación de la ciudad vieja, plan de saneamiento y plan regulador de ampliación; Messina,
el concurso para la reconstrucción de la Palazzata, una propuesta de Libera y Ridolfi, planimetría y vista del
proyecto triunfador, del grupo Samoni.
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 499
está presente en Messina con la construcción parecen exceder del potencial económico de
del nuevo palacio de Justicia lg4. la ciudad (masiva expansión hacia el interior
Durante todo el período fascista la ciudad y hacia el paseo marítimo, ampliación del
de Siracusa permanece sin contar con un ins- área portuaria). En estos veinte años se llevan
trumento de control urbanístico; el plan regu- a cabo, sobre todo, obras de acabado y de
lador preparado en el 33 no es aprobado des- ordenación.
pués por las autoridades ministeriales porque En Sassari se celebra, sin éxito, en el 33
se le considera gravemente lesivo para la im- un concurso nacional para la redacción del
portante zona arqueológica situada al norte plan regulador. El plan estudiado en el 39
de la ciudad. En cambio, se lleva a -efecto la por el arquitecto Petrucci prevé, entre otras
apertura de la vía del ~ i t t o r i o(el actual corso cosas, ingentes intervenciones en el baricentro
Matteotti), mediante una serie de derribos de la ciudad vieja para la formación de una
que desde el templo de Apolo apuntan direc- plaza destinada enteramente a edificaciones
tamente hacia el corazón del Ortigia, dando públicas y de carácter representativo lg7 (fi-
lugar a un eje de actividades terciarias flan- gura 1.207).
queado por edificios de oficinas. Ante el éxito Otras numerosos ciudades menores e inter-
de tal obra se considera seguidamente la posi- medias, como Alessandria, Brunico, Cremo-
bilidad de reestructurar también, por entero, na, Ferrara, Módena, Iesi, Pesaro, Ascoli Pi-
el barrio de la Graziella, pero el proyecto en ceno, Avellino, Benevento, Catanzaro y Enna,
cuestión no pasa de las meras intenciones. se ven también afectadas por intervenciones
Con amplia participación se celebra en interiores de remodelación ( figs. 1.208-1.214),
el 32 en Catania un concurso para la redac- a menudo limitadas a manzanas concretas
ción del plan regulador lS5; el documento que aisladas o partes de manzanas lg8.
subsiguientemente se redacta en el 34 por
una comisión formada por el arquitecto Gio-
vannoni, el arquitecto Fichera y el ingeniero 8. La acción del fascismo en las colonias
Fusco, orienta la expansión residencial hacia
el cuadrante nororiental, intentando liberar la a) LA CULTURA COLONIAL EN LA ITALIA
FASCISTA
ciudad del dogal formado por el trazado ferro-
viario que la separa del mar; en el centro Los precedentes -muy significativos en
antiguo prosiguen las obras de aclaración y el plano político e ideológico- de la actitud
demolición (fig. 1.206). del fascismo respecto de la expansión colonial
También en Cagliari se organiza un con-
curso para la redacción del plan regulador piano regolatore della citth di Cagliari, en «Archi-
(1930) '%; las propuestas que de él derivan tettura e arti decorative», noviembre de 1930. Ade-
más, S. Rattu: Sistemazioni urbanistiche di Cagliari;
lW N. de R.: 11 palazzo di giustizia di Messina il terrapieno, en «Urbanistica», mayo-junio de 1938;
dellJarch. Marcello Piacentini, en ~Architetturae arti A. Melis: Le torri e i bastioni a Cagliari, ibid.,
1
decorative», abril de 1929. marzo-abril de 1940.
lQ5 C. S.: Concorso per il piano regolatore di lg7 Cfr. S. Rattu: Sassari: il piano di risanameflto
Catania, en «Architettura», septiembre de 1932. Ade- del centro della citti uecchia, en «Urbanistica», julio-
más, G. Nicotra: Catania. 11 giardino Bellini e la agosto de 1939.
sistemazione di una zona urbana a sud, en «Urba- lg8 Para una reseña general, cfr. 1. Insolera:
nistica~,marzo-abril de 1938. LJinsegnamento delle citth. Il decennio dell'antistoria
lm Cfr. F. Luraghi: Esito del concorso per il (1930-40), cit.
Figs. 1.206-1.214 (en la página opuesta). Catania, plan de saneamiento del rione Antico Corso; Sassari, el
proyecto para la piazza, del Littorio; Ferrara, un plan no ejecutado para el saneamiento de la zona de S. Ro-
mano; Módena, los saneamientos efectuados entre las calles Ganaceto y Ruini; Iesi, un plan no ejecutado
de derribos en el centro; Benevento, la ordenación del área del arco de Trajano según el plan Piccina-
to; Enna, la intervención para la construcción del palacio del Gobierno, planimetría y maqueta.
Historia del urbanismo. Siglo XX
nos remiten a los años de la campaña de Libia Ciertamente no resulta sencillo ocultar las
(e incluso, más hacia atrás, a las empresas dificultades que ofrece la colonización y va-
africanas de Crispi, a las que ya se ha aludido lorización del territorio libio, salvo que se
en otro lugar de esta obra). empleen afirmaciones desprovistas de todo
En los años giolittianos la oleada de pro- escrúpulo. Corradini, en L'ora di Tripoli,
paganda nacionalista cobra nuevo vigor, de- presenta a árabes y turcos como los devas-
jando escaso margen a las valoraciones serenas tadores de la obra de los griegos y los ro-
y documentadas sobre la oportunidad de una manos en Africa, y compartiendo este punto
reanudación de la acción colonial, ante la de vista se sostiene, desde muy diversos án-
explosión enfática de un patriotismo emotivo gulos, que con el retorno de los pueblos
e intolerante. A través de una copiosa lite- latinos aquellas tierras volverán a ser fértiles
ratura científica y pseudocientífica, Libia y pobladas. Por lo que respecta a los árabes,
-hacia donde se orientan las apetencias co- una parte de la prensa, incluso la que parece
loniales italianas, sobre todo desde que, a más seria, no duda en aconsejar, sin medias
partir de 1905, el Banco di Roma consigue tintas, su exterminio, mientras que, como al-
asegurarse en el país algunas concesiones mi- ternativa, para hacer posible una ocupación
neras- se describe a la opinión pública como italiana con suficiente grado de penetración,
una especie de tierra de promisión, fértil y se admite también la «vía legal», mediante
de enormes riquezas potenciales, tanto agríco- una oportuna interpretación de las normas
las como del subsuelo, destinadas, por su pa- jurídicas '"l.
sado y por su presente, a su dominación por Con tales precedentes, y en el clima psico-
Italia. Por el contrario, se censuran, como lógico que se ha creado en Italia como con-
inspiradas por un idealismo derrotista y ca-
rentes de realismo político, las repetidas de-
Exposición del libro colonial fascista, celebrada en
nuncias formuladas por una parte considerable Roma, en el palacio de Exposiciones, en la prima-
de los socialistas, y por un radical como Sal- vera de 1936. De Pascoli es bien conocido, sobre
vemini, contra las mixtificaciones históricas y todo, el discurso La grande proletaria si e mossa,
geográficas lg9. Algunas figuras influyentes de publicado en el periódico «La Tribuna» del 27 de
la literatura se hacen eco también de la pro- noviembre de 1911, y en el que, volviendo a tomar
elementos procedentes de otros escritos anteriores y
paganda política: D'Annunzio y el mismo Pas- sobre la base de consideraciones proporcionadas por
coli se muestran decididamente favorables a Corradini, transfería a la escala de las naciones la
la política de conquista colonial "O. idea y la terminología de la lucha de clases.
"O' Como puede saberse por el relato de un diario
de la época, en el Congreso de los juristas italianos
lg9 En los artículos publicados en «Unitb en 1912: celebrado en Roma en noviembre de 1911 «. . . Filo-
Erodoto e Plinio nazionalisti ( 6 de enero); Archeo- mussi Guelfi, aplaudidísimo, ha desarrollado su idea
logia tripolina (17 de febrero); Come si fabbrica una sobre la necesidad de atribuir la propiedad del suelo
tevra promessa ( 8 de junio); LJacqua a Tripoli (23 en Tripolitania al Estado Italiano, y ello en base al
de noviembre). El lector podrá encontrar estos concepto inspirador de las Leges Agrariae de la
artículos reunidos en el volumen de G . Salvemini: Roma antigua, conforme a las cuales el cultivador
Come siamo andati in Libia e altri scritti da1 1900 de la tierra no era más que un usufructuario y, por
al 1915, Milán, 1963. tanto, en caso de cultivarla mal, debía ser destituido
" En una de las tragedias de D'Annunzio, Pih por el Estado y reemplazado por otra persona que
che lJamore, escrita alrededor de 1906, el protago- desempeñase mejor su cometido. Siendo los árabes,
nista Corrado Brando (nombre que habla por sí en su mayoría, pésimos cultivadores, la aplicatoriedad
mismo) no tiene otra aspiración que la de superar de tal concepto jurídico resultaría muy conveniente».
en gloria y valor a los grandes exploradores italia- Cfr. F. Michels: .LJimperialismoitaliano, Milán, 1914,
, nos del continente africano, y se expresa así: «Tengo página 131, nota. Michels no deja de señalar que
mi pensamiento, e incluso tengo mi imperio, una si se diese valor a una norma de esa especie, resul-
palabra romana que hay que hacer itálica: Teneo te, taría bastante embarazosa la posición de muchos
Africa.» Las palabras en latín de esta frase profética latifundistas italianos del Mediodía del país, propie-
se estamparán en lo alto del salón de ventas de la tarios de enormes extensiones de tierras incultas.
Italia en el período comprendido entre las dos guerras mundiales 503
Figs. 1.215 y 1.216. Las filiales del Banco di Roma al servicio del ímperio; las revistas de propaganda co-
lonial.
secuencia del arreglo posbélico de los intere- de los imperios coloniales- para poner de
ses de los países vencedores en la contienda, relieve sus capacidades realizadoras y «paci-
el fascismo se orienta bien pronto hacia una ficadoras~y el definitivo acceso de la nación
enérgica reanudación de las actividades de italiana al rango de gran potencia. Muy par-
valorización de las colonias. Aunque no pueda ticularmente, el control de Libia y de las islas
subestimarse la relación que evidentemente del Egeo tiene un notorio valor político y
se da entre esfera política, intereses finan- estratégico para la ampliación de la presencia
cieros y beneficios coloniales ( fig. 1.2 15), italiana en el Mediterráneo (fig. 1.216), al
conviene advertir que para el régimen el que Mussolini se refiere con el apelativo de
empeño puesto en las posesiones de ultramar Mare Nostrum.
constituye, sobre todo, la ocasión deseada Desde 1924 la política de reorganización
para llevar a efecto una demostración de su de las colonias cobra una orientación más
eficacia organizativa: Italia debe marchar dinámica, conforme a tales líneas d,e actua-
ahora a las colonias determinada a una acción ción. Se envía a personalidades relevantes del
de intransigente gestión fascista, para demos- partido para ocupar los cargos de goberna-
trar dentro del propio país -frente a las dores en Trípoli, en Asmara, en Mogadis-
objeciones de los anticolonialistas- las ven- cio. Se crean o se potencian las estructuras
tajas políticas y económicas que ofrece un administrativas y financieras, así como las
gobierno autoritario, y respecto del extran- instituciones civiles en el campo de la educa-
j,ero -en especial, respecto de los países que ción escolar y en el de la sanidad; se orga-
desde tiempo atrás se encuentran en cabeza nizan manifestaciones rituales que confirman
504 Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.217-1.222. La arquitectura colonial: palacio del Littorio en Bengasi, edificio de Correos en ApoUo-
nia, una Casa del Fascio en Somalia, el teatro de Bengasi (de Piacentini y Piccinato), una iglesita del arqui-
tecto Rava en Suani Ben Adem, y casas populares (de Di Segni) en Trípoli.
la presencia italiana, como pueden ser la Feria de intereses a que responde la presencia ita-
o el Gran Premio automovilístico de Trípoli. liana, sino también, y sobre todo, para subra-
Se redactan los primeros planes reguladores yar la legitimidad de ésta. Las crónicas no
de los centros más importantes y se promue- omiten el poner de relieve un hecho como
ven las realizaciones de infraestructuras y de el descubrimiento de una estela de mármol
obras públicas, tanto urbanas como territo- en la que se contiene el testamento de
riales. Se trata de favorecer la presencia de Tolomeo Neóteros en favor de Roma.
empresas agrícolas e industriales. Los gastos La arquitectura y la planificación urbana
coloniales pasan, de los 107 millones de liras juegan en todo este panorama un importante
de 1921; a los 530 millones de 1930. Tam- papel material e ideológico: organización del
bién se favorece por el gobierno fascista la trabajo, separación de clases y de razas, por
exploración del Africa septentrional (las in- un lado, consenso y espejo del poder, por el
vestigaciones y excavaciones de las ciudades otro. La técnica mimética de la arquitectura
muertas de Sabratha, Leptis Magna, Cirene), y la de imposición del estilo fascista al paisaje
no sólo como demostración de la amplitud colonial son dos facetas de la dominación
Italia en el período comprendido entre las dos guerras mundiales 505
que conviven sin dificultad alguna: ello hace una serie de restricciones que hacen que la
posible que junto a un improbable eclecti- norma implantada resulte bastante más retró-
cismo exótico, generalmente de inspiración grada que la adoptada por Francia para Arge-
morisco-veneciana, desplegado a manos llenas, lia e incluso que la establecida por Portugal
sobre todo en los equipamientos públicos en los casos de Angola y Mozambique (la
destinados a la población local, o junto al concesión de la «ciudadanía especial», que no
clasicismo monumental de los centros urba- es automática, sino que se examina en cada
nos, surjan también productos modernos o, caso previa solicitud, aparece subordinada al
más frecuentemente, pseudo-modernos, que cumplimiento de numerosas condiciones cau-
encuentran una posible base de referencia telares, y tan sólo comprende la posibilidad
en la tradición mediterránea 'O2 (figs. 1.217- de acceso a la carrera militar en unidades li-
1.222). bias, de ejercicio del cargo de pode.& en
los municipios libios o de asesor en los mu-
A la reanudación imperialista de la guerra nicipios de población mixta, y el derecho a
de Etiopía corresponde un viraje en las orien- llevar armas).
taciones de la política colonial, que ahora se De la subordinación ideológica de la cul-
inclinan hacia un racismo de imitación -aun- tura a la razón de Estado y de partido pue-
que no por ello menos siniestro que su mo- den recordarse aquí algunas expresiones rela-
delo- y hacia un nacionalismo insolente, tivas a los estudios y a las disciplinas de la
templado bajo el signo de la romanidad y arquitectura y de la planificación del territo-
capaz de trastocar por completo, mediante
rio, advirtiendo que el fenómeno afecta, casi
una descarada propaganda ideológica, sectores
cada vez más amplios de la cultura nacional. sin excepción, a las áreas más diversas de la
producción intelectual. En cierto sentido po-
El decreto-ley de 19 de abril de 1937, que
demos fechar en este campo la ampliación
castiga con reclusión de uno a cinco años a
programática del activismo cultural (con ante-
los ciudadanos italianos que mantengan «re-
laciones de índole conyugal» con personas rioridad centrado casi exclusivamente en la
nativas del Africa Oriental italiana (art. l o ) , acrítica exaltación de la romanidad) coinci-
viene a ser la primera expresión jurídica de diendo con la aparición del primer número
la defensa a ultranza de la «estirpe itálica» de la revista «Palladio», nacida el año 37
y del racismo colonial. Tras este primer paso como resultado del primer Congreso nacional
viene después un decreto-ley de enero del 39 de historia de la arquitectura, y que se inicia
que, como consecuencia de la proclamación precisamente con una serie de trabajos dedi-
de ~ i g i acomo parte del territorio nacional cados a Etiopía. En los años sucesivos, con-
(octubre del 38), concede una «ciudadanía forme se va acercando la entrada en guerra
especial» a los libios: expediente con el que de Italia, este tipo de orientación se hace cada
en realidad se niega a los nativos africanos vez más explícita, hasta el punto de aparecer
la mayor parte de los derechos correspon- como consecuencia de un programa calculado
dientes a la ciudadanía italiana, imponiendo en función de una reivindicación territorial
legitimada por antiguas -cuando no prehis-
tóricas- presencias culturales. Desde Malta
"2 Véanse, al sólo título de ejemplo, N. de R.: a la Suiza italiana, desde Candía a Tunicia, las
Architettuva libiche degli arch. Cado Enrico Raua e
Sebastiano Larco, en «Architettura», septiembre de reliquias monumentales romanas, las obras
1931; F. Reggiori: Avchitettuve per la nostva mng- que aún perduran de la empresa que fueron
giore colonia, en «Dedalo», 1931; B. M. Apolloni: las Cruzadas y de la acción de las repúblicas
L'attzcale momento edilizio della Libia, en «Archi- marineras, y los testimonios de la hegemonía
tettura», diciembre de 1937; P. Marconi: L'avchitettu-
ra nella colonizzazione della Libia. Opere dell'arch. veneciana, se presentan como carne viva de
Giovanni Pellegvini, ibid., diciembre de 1939. la nación, como miembros que hay que volver
506 Historia del urbanismo. Siglo X X
of Architectural Historians», marzo de 1965, del geográfica de Italia que «buscaba desde siempre a
que hemos tomado algunas de las referencias conte- Africa [...] con la voz telúrica de su propio des-
nidas en nuestro texto. tino». G. Tallarico: LJItalia in Africa per diritto
206 «Países achaparrados y cuadrados los primeros biologico, editora1 de la {(Gazzetta del Popolo».
[los países centroeuropeos]; país el italiano esbelto 207 En particular, E. Forno: Su alcune architettura
y alargado: de conformación estática aquéllos, de coloniale straniere, en «Architettura», enero de 1938;
carácter dinámico éste; y si, como algún antropo- C. Valle: La legislarione urbanistica nel Marocco
geógrafo sostiene, la expresión del relieve geográfico Francese, en «Urbanistica», marzo-abril de 1938; del
es índice a veces de las cualidades del pueblo que lo mismo autor: Urbanistica coloniale francese in Africa,
habita, entonces Italia, esbelta y alargada, forjada en en «Architettura», mayo'de 1938.
forma de quilla, como nave en movimiento, es preci- Cfr. Atti del I Congresso Nazionale di Urba-
samente la que se apresta a partir, para ir a otros nistica, Roma, 1937, vol. 1, primera parte (Le di-
lugares a efectuar conquistas.» El articulista llega a rettive generali).
Italia en el período comprendido entre las dos guerras mundiales
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Figs. 1.223-1.226. Algunos esquemas de Bafile para la construcción de poblados indígenas en Etiopía.
igualmente, como no cabía por menos que otorgamiento de su título honorífico. En junio
esperar, en los planes reguladores elaborados del 25 es nombrado gobernador de Tripoli-
para las ciudades abisinias . tania el jerarca Emilio De Bono; y hasta 1928,
después de una serie de expediciones milita-
res, no puede llevarse la ocupación efectiva
hasta la línea del paralelo 29'", y solamente
en el 31 quedará desarmado y sometido el
Con el acuerdo ratificado en Locarno en Fezzán [la región S.O. de Libia]. El traspaís
1912 se sanciona el reconocimiento de la so- de la Cirenaica es reconquistado también len-
beranía italiana sobre Libia y el Dodecaneso; tamente bajo el mando de los gobernadores
ese mismo año el gobierno italiano crea el Bongiovanni, Mombelli y Teruzzi entre los
Ministerio de Colonias. La administración de años 23 y 30.
Libia, no obstante, tras los gastos ingentes La obra efectiva de colonización del terri-
ocasionados por la guerra, no tiene unos ini- torio de Libia se inicia, en la práctica, durante
cios felices, por más que en Trípoli, desde el gobierno del conde Volpi di Misurata en
1914, después de la reordenación catastral Tripolitania. Tras la afectación al patrimonio
de los terrenos del patrimonio nacional en público nacional de todos los terrenos incultos
torno a la ciudad, tienen lugar las primeras
respecto de los que los nativos no puedan
asignaciones a ciudadanos italianos de lotes
hacer valer títulos de propiedad privada, se
de tierras de 5 a 50 hectáreas. La guerra
procede a las asignaciones de lotes de tierras
de 1915-18 detiene el proceso de organiza-
de labor, en régimen de concesión, a empresas
ción de la colonia (dividida en dos agobier-
privadas dotadas de considerables medios de
nos», el de Tripolitania, con su capital en
inversidn, según un decreto de febrero de
Trípoli, y el de Cirenaica, con la capital en
1923, que establece tres tipos de concesión
Bengasi) e incluso restringe la zona efectiva-
(mediante el pago de un canon anual y con
mente controlada por las autoridades mili-
facultad de acceso a la propiedad tras la
tares italianas.
puesta en cultivo de las tierras, mediante la
De este modo, cuando en 1921 el conde
adquisición inmediata del dominio pleno o en
Giuseppe Volpi llega a Tripolitania como ter-
simple arrendamiento). Esta es la fase en que
cer gobernador civil de esta provincia, la
tiene un neto predominio el latifundio capi-
ocupación italiana aparece todavía limitada
talista: Volpi mantiene estrechas relaciones
al área de Trípoli, a la zona de Homs y a la
con los grupos de las altas finanzas italianas
exigua franja costera que comprende algunos
y, por otra parte, está convencido de que la
oasis mayores. Es precisamente Volpi quien
presencia de grandes sociedades especulativas
inicia la reconquista territorial, ocupando en
resulta necesaria para dar un inicio seguro a
febrero de 1922, con los solos medios de
la obra de revalorización agraria. En efecto, la
que se dispone en la colonia, el centro de Mi-
parte más importante de las asignaciones de
surata, empresa que le valdrá después el
tierras efectuadas desde el 14 al 25, con un
total aproximado de 33.400 hectáreas, va a
caso cualquier tipo de vivienda y donde, como máxi- parar a manos de pocas empresas explota-
mo, podrá autorizarse la construcción de algún que doras, y una sola sociedad, la SIBA, cuenta
otro edificio con destino especial. El mismo barrio con concesiones en cuantía que gira en torno
indígena deberá quedar siempre a sotavento y bajo
impluvio con respecto a los barrios metropolitanos, de las 10.000 hectáreas (figs. 1.227-1Z 9 ) .
y se enlazará mediante una vía de tránsito indepen- La sustitución de Volpi por el general De
diente a aquellas otras zonas en que el elemento Bono coincide con el intento de promover
indígena pueda ser utilizado (zonas industriales, hor- resultados más consistentes desde el punto de
tícolas, e t c . ) . ~Varios autores : Opere per l'organirra-
zione civile in Africa Orientale Italiana, Roma, 1939, vista económico, mediante una ampliación
página 159. más capilar de los canales de crédito en favor
Italia e n el período comprendido entre las d o s guerras mundiales
Figs. 1.227-1.231. Las concesiones de tierras en las cercanías de Trípoli hacia 1930; dos vistas de una ex-
plotación agrícola fortificada en El Merg, cerca de Barce; la concesión agraria de la Unión colonial italo-
árabe en Guarscia, y vista del poblado.
de los colonos, tras haber podido constatar citarse las de la Unión colonial italo-árabe,
que la orientación precedente suponía el ries- que construye el pequeño poblado de Guars-
go de fomentar el acaparamiento de tierras, tia, y las de la Sociedad toscana de empre-
no siempre acompañado de la puesta en cul- sas coloniales; figs. 1.230-1.231); pero sólo
tivo y mejora de las mismas, y a veces de en el 27, con e l aumento de las -contribu-
extensiones desproporcionadas a las efectivas ciones, se produce algún incremento en el
disponibilidades financieras del concesionario. número de las empresas.
Características no muy diferentes ofrece tam- Estos objetivos genéricos de contención
bién, hasta estas fechas, la colonización agríco- del latifundio asumen una orientación más
la que se lleva a cabo en Cirenaica: paralela- precisa en la época del gobierno Badoglio,
mente a la operación de afectación al dominio que se inicia a finales del año 28, cuando el
público nacional de las tierras incultas, que régimen se separa de los criterios de una «co-
se lleva a cabo sobre todo entre los años 26 lonización económica» con control limitado
y 27 (bien mediante «expropiación por causa del Estado, en favor del principio de una
de utilidad pública», o por adquisición directa «colonización demográfica» planificada y asis-
a los indígenas, o previa indemnización por tida por el Estado. Este es un tema que ya
la pérdida de los derechos de uso y disfrute), desde estos años aparece inserto hábilmente
tienen lugar entre el 22 y el 26 algunas con- en el contexto social italiano, cuando aumenta
cesiones importantes (entre las que pueden la desocupación como efecto de la drástica
Historia del urbanismo. Siglo X X
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Historia del urbanismo. Siglo X X
muchedumbre que aplaude a rabiar y en pre- pontina: iglesia, Casa del Fascio, escuela con
sencia de 2.000 soldados indígenas a caba- alojamiento para el maestro, ambulatorio,
llo, algunos notables árabes hacen donación cuartel de carabineros, oficina de Correos,
simbólica al dictador de una «espada del mercado y, a veces, hostelería-fonda; bastante
Islam» (fabricada en Florencia). similar, aunque a escala más reducida, es tam-
En 1938 los resultados económicos y «de- bién la articulación morfológica y tipológica
mográficos», aun a costa de un gasto público de los núcleos en cuestión, en los que se
cada vez más ingente, van mejorando: las emplean predominantemente formas amedi-
cifras oficiales informan de la presencia de terráneam realizadas en mampostería blan-
13.000 colonos, ya inmigrados al Africa me- queada con cal. Falta, en cambio, una distri-
diterránea italiana, de los cuales 2.400 se bución proporcionada de población en el cen-
han establecido en los poblados cirenaicos tro del núcleo, puesto que los colonos apa-
y el resto en explotaciones agrarias y pobla- recen repartidos, casi en su totalidad, por
dos de Tripolitania, cerca de Horms, Misu- las zonas puestas en cultivo (figs. 1.232-
rata y Tigrinna. Este balance permite a Balbo 1. D a ) .
la formulación de un nuevo programa de in- El 3 de noviembre de 1938 diecisiete
migración forzada, a realizar en un bienio buques que han zarpado de Génova -la
mediante la formación de una serie de caseríos denominada «flota del trabajo*, según los
agrícolas, de cerca de 3.400 nuevas explota- habituales slogans de la retórica fascista-
ciones, y con el asentamiento de otros 20,000
desembarcan en la «cuarta orilla» italiana, es
colonos. La ejecución del programa se confía decir, en el puerto de Trípoli, cerca de 15.000
al Ente para la colonización de Libia y al
colonos que han de trasladarse a las fincas
Instituto nacional fascista de Previsión So- que les han sido asignadas. Su reclutamiento
cial. En cuanto a las modalidades de partici-
se ha efectuado en 39 provincias italianas
pación de los colonos se prevé un ciclo que
por el Comisariado para la emigración inte-
pasa por una fase de trabajo asalariado, luego
por otra que supone el establecimiento de rior, siguiendo criterios muy selectivos para
un régimen de aparcería durante un período reducir al mínimo las posibles dificultades de
'de cinco años y, finalmente, por otra de ambientación, que podrían resultar perjudi-
acceso a la propiedad mediante amortización ciales pára el éxito de la operación. Se ha
en un plazo que va de veinticinco a trein- otorgado preferencia, sobre todo, a los pe-
ta años. queños propietarios y a los aparceros, que
son atraídos a las nuevas tierras por mejores
Los nuevos poblados rurales [borgate ru-
perspectivas de trabajo y bienestar.
rali] surgen en Cirenaica (los tres centros de
D'Annunzio, Battisti y Oberdan, proyectados A lo largo de 1939 los organismos de
por el arquitecto Di Fausto, y el de Baracca, colonización realizan un tercer grupo de po-
proyectado por el arquitecto Pellegrini) y en blados (Garibaldi, Marconi, Micca, Corradini
Tripolitania (los de Crispi, según proyecto de y Tazzoli en la Libia occidental, Mameli, Fil-
Di Segni y Pellegrini; Giordani, proyectado zi y Sauro en la Libia oriental), además de
por Di Fausto; y Gioda y Oliveti, proyec- cerca de 1.500 casas para colonos destinadas
tados por Di Segni, que vienen a sumarse a a albergar a otra masa de inmigrantes que
los poblados de Breviglieri y Bianchi, ya ini- llegan en el mes de noviembre del mismo
ciados con anterioridad). Los elementos de año. Al propio tiempo, junto a la coloniza-
organización de estos poblados están consti- ción «metropolitana» se desa.rrolla también
tuidos por los edificios representativos y por una colonización «musulmana» en las tierras
los equipamientos de servicio, conforme a una puestas en explotación distribuidas alrededor
técnica ya experimentada en las «ciudades» de algunos poblados de la zona costera (Fa-
de las zonas de «bonificación» de la llanura ger, Zahra, Mansura, Chadra, Nahiba y Gedi-
Italia e n el período comprendido entre las dos guerras mundiales 513
Figs. 1.239-1.245. La nueva Trípoli: el monumento a los Caídos, de Brasini; el palacio del gobierno; el
plan regulador de Trípoli y la ordenación prevista para el área situada ante la residencia del gobernador;
un proyecto del arquitecto Di Fausto para la plaza de la Catedral; vistas del paseo marítimo Conte Volpi
y del autódromo.
33
Historia del urbanismo. Siglo X X
da, en la Libia oriental, Mahamura y Naima de las grandes vías públicas» 212,toma pose-
en la Libia occidental) ''l. sión de nuevo edificio para convertirlo inme-
diatamente en el centro representativo del
Trípoli, con sus 25.000 habitantes en el poderío político y cultural italiano '13.
momento de la ocupación militar en 1911 El arquitecto Florestano Di Fausto, gran
(de los que 4.000 son italianos), es la mayor constructor de embajadas y consulados italia-
ciudad de la colonia y, por tanto, la que es nos, sustituye al arquitecto Limongelli, a la
objeto de más atenciones por parte de los muerte de éste, como asesor en cuestiones de
gobernantes italianos. Pero poco es lo que se arquitectura del Municipio de Trípoli, y, entre
realiza en ella antes del 22, fecha en que otras cosas, redacta un proyecto (fig. 1.243)
se asienta allí la sede del gobierno Volpi, para la fachada de la nueva catedral (erigida
si se exceptúan los acuartelamientos de las entre el 23 y el 28), englobando el edificio
tropas, algunas obras en el puerto y la restau- en una ordenación porticada de la plaza en
ración del arco de Marco Aurelio, que se lleva que se levanta; sobre este tema también se
a cabo entre el 14 y el 18; un plan regulador convoca un concurso público en 1930 "14 En-
redactado antes del 22 queda, en la práctica, tre las realizaciones más significativas del ré-
sin ejecutar, salvo en algún aspecto mínimo, gimen hay que recordar igualmente la prepa-
y es sustituido por planes de parcelación o ración de la Feria de Trípoli y la construcción
por planes específicos de expropiación. Duran- del autódromo (fig. 1.245).
te la etapa del gobierno Volpi se inicia un Alrededor de 1930 se somete a estudio
programa de obras públicas y de ordenaciones un plan regulador general de la ciudad (ar-
urbanas que comprende la construcción del quitectos Alpago-Novello, Cabiati y Ferrazza)
paseo marítimo en torno a la ciudad vieja, con con el fin de recomponer las proliferaciones
el monumento a los caídos italianos cuya eje- edificativas, más bien inorgánicas, que se han
cución se confía a Brasini (una pesada rotonda producido hacia el Este y hacia tierra aden-
con ocho contrafuertes; fig. 1.239))la restau- tro, en el Sur (figs. 1.241-1.242). Se respeta
ración del Castillo (realizada también por sustancialmente la ciudad vieja (si se excep-
Brasini) y la construcción del palacio de túan algunas limitadas intervenciones de de-
Justicia. La sede del gobierno es obra, en molición y el aislamiento del arco de Marco
cambio, del arquitecto Meraviglia-Mantegazza Aurelio), rodeada en parte por el despliegue
(1924-30; fig. 1.240); el gobernador Volpi Di envolvente de la ciudad italiana que se pro-
Misurata, «el hombre de las grandes ideas y
"2 Cfr. R. Calzini: Da Leptis Magna a Gadames,
211 Sobre los diversos aspectos de la colonización Milán, 1926 (introducción).
italiana en Libia, véanse, además de las obras gene- G . . . el conde Volpi pensó que la residencia del
rales citadas: G . Narducci: Storia della colonizzazione gobernador debía ser capaz de influir, con el lujo
della Cirenaica, Milán-Roma, 1942; M. Finocchiaro: razonable de la vida representativa, a través de la
La colonizzazione e le trasformazioni fondiarie in solemnidad de las recepciones, de las comidas y
Libia attraverso le sue fasi, 1914-1966, Roma, 1966; de las fiestas oficiales, sobre la mentalidad árabe,
V . Roberti: La archittetura libica e i nuovi centri proclive a reconocer el poder de la riqueza». En
agricoli, en «Emporium», diciembre de 1938; P. Car- A. Piccioli: La nuoua Italia dJOltremare, Milán,
bonara: Recenti aspetti della colonizzazione demogra- 1933, pág. 862. Puede consultarse el texto de Piccioli
fica della Libia, en «Archi.tettura», abril de 1939; como cuadro indicativo de noticias sobre el tema.
E. Zimmerle: Libysche Kolonisation, en cWasmuths 214 Cfr. Il progetto per il concorso della piazza
Monatshefte für Baukunst», octubre de 1939; M. Gu- della Cattedrale di Tripoli, en {(Architettura e arti
tierrez Spadafora: Aspetti e realizzazioni dell'Ente decorative», agosto de 1930; 11 concorso per la sis-
per la Colonizzazione della Libia, en «Oltremare», temazione di piazza della Cattedrale in Tripoli, ibid.,
octubre-noviembre de 1942. El interés que ofrecen mayo de 1931.
las iniciativas italianas en la Alemania nazi aparece 215 Cfr. 11 padiglione del Governatorato di Roma
documentado en O. Schmieder y H. Wilhelmy: Die alla Fiera di Tripoli, en «Architettura e arti deco-
Faschistische Kolonisation in Nordafrika, Leipzig, rative», julio de 1929; 11 nuovo autodromo di Tri-
1939. poli, en «Architettura», febrero de 1935.
Italia e n el período c o m p r e n d i d o entre las d o s guerras mundiales
Figs. 1.246-1.248. La nueva Bengasi: el plan regulador de Alpago-Novello, Cabiati, y Ferrazza; una vista
del barrio italiano en el centro antiguo; y vista del paseo marítimo (lungomare) de la Victoria, con la Catedral.
yecta con trazados en cuadrícula. Desde la En Bengasi las primeras obras de cierto
piazza Italia, nudo de articulación situado al relieve se llevan a cabo entre 1922 y 1930.
sur del Castillo, parten dos ejes principales: En esos años se equipa y organiza el centro
el corso Vittorio Emanuele, en dirección Sud- representativo italiano en la zona que da
este -y en el que se levantan el palacio de al puerto, prosiguiéndose así el envolvimiento
Justicia, la central de Correos, el Ayuntamien- de la ciudad. indígena iniciado ya desde las
to y el Banco de Nápoles-, que termina en primeras construcciones efectuadas y desde
la residencia del gobernador, tras atravesar la el establecimiento de las primeras instala-
plaza de la Catedral; y el corso Sicilia, en ciones militares situadas al Norte (acuartela-
dirección Sudoeste, que más allá de la zona miento Torelli) y al Sudeste (Mando de tro-
de la Feria comercial cruza el viale Petrarca, pas, centro de automovilismo, sanidad, etc. ).
avenida que sirve de enlace entre la piazza El elemento más importante del centro ita-
Brighenti y la estación. Una transversal inte- liano está constituido por la piazza del Re,
rior y otra de contención, más periférica, ase- arbolada, a la que da el palacio del Gobier-
guran los enlaces semi-anulares de las zonas no "', y a la que va a confluir el corso Italia,
edificadas exteriores, mientras que a lo largo eje de los equipamientos civiles más iinpor-
del puerto el lungonzave Volpi (al que dan tantes de la ciudad. La piazza del Re queda
el teatro Miramare, la Banca d'Italia y un enlazada, mediante la vía Roma y la vía Bric-
Grand Hotel de formas orientales) se prolonga cola, con la piazza del Municipio, que queda
hacia el Este, en dirección al oasis de Tagiu- dentro de la ciudad árabe, donde se alza el
ra '16 (fig. 1.244). nuevo Ayuntamiento italiano.
Figs. 1.249-1.251. Rodas: la expansión de la edificación, el plan regulador, la zona italiana sobre el puerto
del Mandracchio.
italiana» (figs. 1.249-1Z l ) . Con tal nombre se construye, proyectada también por Di Faus-
tan sólo se indica, en realidad, el paseo ma- to, la casevma Regina, inaugurada el 26, que
rítimo que bordea el puerto resguardado del exhibe en su fachada dos medallones con las
Mandracchio, es decir la amplia avenida del efigies de César y del Duce.
Foro Ithlico con la secuencia de edificios, de Respecto de las demás islas del Dodeca-
estilos diversos, proyectados en gran parte neso, solamente en Cos se lleva a cabo alguna
por el arquitecto Florestano Di Fausto, que intervención urbanística, con la ordenación,
prácticamente monopoliza los encargos profe- también en este caso, de un paseo marítimo
sionales en la circunscripción del gobierno (Foro Ithlico) al sudeste del centro viejo; las
del Egeo '19; separándose de la ciudad vieja, dos construcciones mayores realizadas por el
hacia el Norte, Di Fausto realiza el Mercado, gobierno de las islas son el palazzo della
«inspirado racionalmente en modelos de ar- Reggenza y el de la Podestería, ambos de Di
quitectura oriental» y coronado por una Fausto, autor igualmente de la iglesia católica
cúpula verde, el Círculo de Italia, el Palacio del Agnus Dei. En Leros, en una profunda
de Justicia, con el estilo de la arquitectura bahía de la isla, los italianos instalan la base
romana del XVI, la Casa del Fascio, la iglesia naval de Porto Lago, dotada de dique seco *O.
de S. Giovanni dei Cavalieri, el palacete del
obispo latino, el palacio del Gobierno, en
gótico veneciano, y, en fin, la Comandancia
de Marina. Más allá del puerto del Man-
dracchio se va desarrollando la zona balnearia Hasta el inicio de las operaciones logísticas
y turística, con el hotel delle Rose situado de la guerra etíope, el empeño demostrado
en el centro de un parque. En una zona por el fascismo en la revalorización económica
situada al sudoeste de la ciudad amurallada, de Eritrea es más bien modesto, aunque en
entre las torres de España y de Santa María, todo caso mayor que el de los precedentes
219 Cfr., sobre este arquitecto, M. Biancale: Flo- Cfr. M. Parodi: L'hpeua del regime nell'ísola
restano Di Fausto, Ginebra, 1932. di Rodi, en «Rivista delle colonie~,marzo de 1940.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.252-1.258. Plano de Masawlva, y vista del centro de la ciudad vieja; plan de Asmara, vista de
la zona de hotelitos y una ordenación monumental con fuente; vista panorámica de Agordat y plan regulador
para el ensanche de Assab.
Italia e n el periodo c o m p r e n d i d o entre las d o s guerras mundiales 519
Figs. 1.266-1.271 ( e n la página opuesta). Las grandes carreteras del Imperio; la situación de Addis Abeba
en el momento de la conquista italiana, planimetría (1. Colina de S. Giorgio; 2. Pequeño Ghebbi; 3. Gran
Ghebbi; 4: Estación), vista del área situada alrededor de la iglesia de S. Giorgio y vista del Gran Ghebbi;
esquema del primer plan de Guidi y Valle, y planta de la zona monumental.
Historia del urbanismo. Siglo X X
zación y explotación del país quedan com- dican, con orgullo, en el 38, que casi 100.000
prendidas en la «colonización de tipo capita- italianos trabajan ya en Etiopía), el gobierno
lista» confiada al gran capital privado, y comienza a distribuir cantidades ingentes de
en la «colonización de tipo industrial» desarro- fondos para la realización de obras públicas
llada por compañías concesionarias para la en los centros habitados y en el resto del
transformación industrial de los productos territorio, mediante contratas, muy remune-
agrícolas o minerales (por lo que respecta a rativas, concertadas con empresas privadas.
este último sector, se verifican algunas inves- El comienzo de la guerra frena primero y
tigaciones por entidades y sociedades que se trunca después los programas del Gobierno
dedican a la prospección de los recursos del fascista.
subsuelo en el Tigré, en torno al lago Tana,
en Dessie, en Lechemti, en Giggica). Entre En el momento de la ocupación italiana,
tanto se inician las obras de construcción de Addis Abeba no es más que un abigarrado
la red de carreteras -cuyo plan se dice que poblachón habitado por algunas decenas de
ha sido trazado personalmente por el Duce-, miles de personas, mal cohesionado y débil-
llamada a integrar el débil sistema de vías mente estructurado. Al ministro Bottai, que
de comunicación existente ( fig. 1.266); para lo sobrevuela en un avión militar, le parece
la adecuación de la red ferroviaria, consti- «un agregado urbano formado enteramente
tuida en toda el Africa Oriental por sólo tres al azar». Una especie de enjambre de tuculs
líneas (la Masawwa-Asmara-Agordat-Biscia, la y de alojamientos hechos de arcilla y ramas
Mogadiscio-Villaggio-Duca degli Abruzzi y se extiende en torno a alguna que otra man-
la Addis Abeba-Djibouti), se prevé como obra zana aislada formada por construcciones de
de ejecución prioritaria el enlace de Addis mampostería y alrededor de algunos monu-
Abeba con el puerto de Assab, para el que se mentos dispersos (figs. 1.267-1.269): el Gran
anuncian ya importantes obras de reestruc- Ghebbi imperial (una serie de construcciones
turación. Por lo que respecta a la planificación de distintos estilos destinadas a la corte y
urbana, en diciembre del 37 el portavoz más a los servicios administrativos) se ha ido
autorizado de la arquitectura del régimen desarrollando a partir de 1890; el nuevo
dedica casi todo un número a ilustrar los Ghebbi es de 1934; están también los edi-
planes reguladores de las ciudades principales ficios del parlamento y de las legaciones diplo-
del Africa Oriental, acompañados de las me- máticas, algunas iglesias y misiones, y la
morias redactadas por sus respectivos autores, estación ferroviaria, construida el año 29, tras
si bien se trata, más que de programas pon- la llegada del ferrocarril en el 17. Hasta el
derados seriamente, de meras lucubraciones período comprendido entre los años 20 y 30
de gabinete, que bien pronto deberán ser no se ha inaugurado el acueducto que abas-
objeto de radical revisión, atribuyéndoseles tece de agua a los edificios imperiales y a
nuevas dimensiones, comenzando por el plan
algunas fuentes públicas; el alumbrado eléc-
correspondiente a la capital 224. trico y el teléfono tan sólo funcionan en los
Entretanto, mientras se fomenta el traslado edificios más importantes; la población ca-
de los colonos, de obreros y de otros ope-
rece de sistema de alcantarillado.
radores económicos (las fuentes oficiales in-
En el 36 se inician ya los primeros estudios
224 El mismo editorial de presentación advierte
para la elaboración de un plan regulador, por
que «es claro que, dados los numerosos elementos parte de una comisión de técnicos del Govev-
de incertidumbre existentes, no puede hablarse de natorato de Roma, por más que todavía no
planes reguladores definitivos, de suerte que los pro: se hayan disipado ciertas dudas acerca de la
yectos aquí presentados tan sólo pueden tener el valor
de programas preliminares». Cfr. Momento urbanis-
oportunidad de establecer la capital en una
tico e architettonico delllImpero, en «Architettura», zona tan interior del país, que por consi-
diciembre de 1937. guiente depende para su subsistencia de la
Italia en el período comprendido entre las dos guerras mundiales 525
masiva importación de toneladas y toneladas eje Norte-Sur que conecta el nuevo con el
de mercancías de todo tipo, desde la carne viejo Ghebbi, inserta en su vértice superior
enlatada a la leche condensada, pasando por sobre una plaza rectangular que agrupa a los
la pasta, el aceite, el cemento y la madera, edificios gubernativos a la sombra de una
imprescindible estos dos últimos elementos Torre Littoria y al palacio del virrey, con la
para llevar a cabo las construcciones precisas. explanada que se extiende ante él, destinada
Las indecisiones del gobierno italiano se dejan a las paradas militares; más abajo se situará
a un lado cuando en el 37 comienza a circular el barrio directivo-administrativo, y más al
en la Sociedad de Naciones la propuesta de sur, en correspondencia con el viejo Ghebbi,
ratificar la conclusión del conflicto italo- surgirán «complejos monumentales simbólicos
etíope con la cesión de todo el país a Italia, destinados a exaltar la fundación del Impe-
salvo una porción del mismo, el territorio rio», aunque todavía pendientes de su con-
situado en torno a la vieja capital, Addis creta definición. La ciudad indígena, en
Abeba, constituida así en un pequeño Estado cambio, estará constituida por un agregado
autóctono bajo la soberanía de Ras Tafari de poblados diferenciados por raza y religión.
(Hailé Selassié). Ante tal perspectiva, en ese Por lo demás, la zona comercial de filtro
mismo momento Addis Abeba es proclamada -de la que quedará aislada la iglesia de
oficialmente capital del Imperio 225. S. Giorgio, encuadrada por una escarpadura
El plan regulador redactado por Ignazio del terreno y por una serie de terrazas de
Guidi y Cesare Valle se propone traducir en acceso- se organizará también conforme a
previsiones espaciales la fórmula del «parale- una división entre mercado indígena y mer-
lismo» entre la vida de los «nacionales» y la cado europeo, sirviendo de sutura entre ambas
zonas el complejo de los suk 227 (figs. 1.270-
de los «indígenas» a que deben adaptarse las
1.27 1).
relaciones entre conquistadores y ocupados.
Este plan evidencia inmediatamente su in-
Los dos arquitectos piensan poner en práctica
aplicabilidad : distancias demasiado onerosas
este criterio aprovechando la configuración
entre los complejos públicos y la estación
natural del lugar y superponiendo la nueva
ferroviaria, pendientes excesivas de las áreas
ciudad sobre el núcleo existente: la neta
a urbanizar, subestimación de los elementos
separación entre barrios indígenas y barrios
preexistentes, aun reconociendo su efectiva
italianos queda garantizada por los profundos debilidad. El segundo plan regulador, redac-
lechos de los torrentes Kortumi y Gamelk; tado en el 38 (fig. 1.272)) abandona a los
hacia el Este, a la izquierda de Gamele, sur- indígenas, casi por entero, la ciudad vieja
girá el barrio italiano, hacia el Oeste, a la (en la que ya se han producido las primeras
derecha del Kortumi, el barrio indígena; para intervenciones edificativas), y desplaza la ubi-
mayor seguridad, la zona comprendida entre cación de la ciudad nueva hacia las áreas
ambos cursos de agua quedará destinada a más libres y llanas situadas al sur, en torno
centro comercial, accesible por un lado para a la estación. Una composición de conjunto
los residentes italianos y por el otro los indí- más rigurosa y ajustada adopta, no obstante,
genas. La calidad de las soluciones arquitec- los mismos criterios de individualización de
tónicas y espaciales marcará todavía más las las partes y de segregación funcional que
distancias entre las dos ciudades «parale-
las» 226. La ciudad italiana nacerá sobre un
superposición italiana sobre la antigua dominación.»
1. Guidi y C. Valle: Programma urbanistico per
225 C. Poggiali: Albori dell'lmpero. LJEtiopia como Addis Abeba, en «Architettura», diciembre de 1937.
2 e come sari, Milán, 1938, págs. 340-41. En cuanto constituyen, «como en todas las
«La inserción del nuevo centro entre los edi- ciudades coloniales, uno de los mayores atractivos,
ficios que ya representaban la mayor expresión del tanto para los europeos residentes como para los
dominio de la dinastía abisinia, reafirma la total turistas de paso». Ibid.
Historia del urbanismo. Siglo X X
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. cw -: .' Figs. 1.272 y 1.273. El plan defini-
tivo para Addis Abeba y fotografía
de la maqueta del nuevo Ayuntamiento
proyectado por Marconi.
Figs. 1.274-1.280. Esquema d e Bosio para Gondar y vista perspectiva de las ordenaciones propuestas; ante-
proyecto d e plan para Dessik, primer plan para Dire-Daua y plan de Adama; planes para Harar y Nefasit.
Historia del urbanismo. Siglo X X
da lugar a la formación de cuatro zonas dife- expansión planificada; con previsión para
renciadas (extensiva, semi-extensiva, comer- esta última c o m o suele ser habitual en la
cial y de los negocios); mientras «la zona práctica- de un trazado en cuadrícula regular
industrial y las viviendas obreras adyacentes para las zonas terciarias y comerciales, y otro
habrán de dislocarse hacia la parte baja de algo más libre para las áreas residenciales
la ciudad, a sotavento y en posición desenfi- (figura 1.279). En Dire-Daua, la autonomía
lada de las vistas»; y el barrio indígena que- de la ciudad nueva, situada al oeste del barrio
dará «separado de la ciudad blanca». También indígena, aparece asegurada en cambio por el
este plan es revisado y modificado ulte- uadi Dacciatu (fig. 1.277); la disposición de
riormente. la cuadrícula viene definida por la línea férrea.
En Harar, un centro con algunas decenas Más esquemáticos son los planes de los cen-
de miles de habitantes, el plan regulador re- tros de Adigrat (ingeniero Gamba) y Adua (in-
sulta más pragmático al establecer la inme- geniero Delfini), y los de Adama (fig. 1.278)
diata yuxtaposición entre la ciudad vieja y la y Cheren.
Capítulo VI
Las vicisitudes urbanísticas
en otros países europeos
mía (nacionalizaciones del Banco de Inglaterra, dres, atravesada, como Letchworth, por la
de la producción de combustibles, de la elec- Great Northern Railway. La planta de la
tricidad, de los transportes interiores; control ciudad estudiada por Louis de Soissons mues-
de los alquileres y de los precios de los in- tra una cuidada articulación de las partes en
muebles, producción de viviendas de bajo torno al nudo ferroviario, punto central de
costo, planificación de las inversiones y de la convergencia de cuatro subsectores del asen-
localización industrial, lucha contra los des- tamiento: en el arco sudoeste se encuentra
equilibrio~territoriales; expansión de los ser- situado el centro cívico, en el arco sudeste el
vicios civiles, servicio sanitario nacional, le- área destinada a la industria. Los barrios se or-
gislación completa en materia de seguridad ganizan conforme al habitual sistema de hote-
social). Programa que, aunque en parte mo- litos aislados o en hilera, en series de dimen-
dificado después en sus dimensiones, guiará siones reducidas, ligeramente retranqueados
la acción de los laboristas durante los prime- respecto de la alineación de las calles, o dis-
ros años de la segunda posguerra. puestos en torno a penetraciones en cul-de-sac.
La cifra de población se prevé en 40.000 per-
Para entender el desenvolvimiento del pen- sonas, y en cuanto al grado de utilización del
samiento urbanístico inglés en los años que suelo vuelven a proponerse los generosos stan-
siguen a 1918 no puede dejarse de hacer dards propios de una comunidad extensiva de
referencia a los términos del debate surgido buen nivel económico: 1.298 acres se destinan
ya entre 1905 y 1915, como consecuencia, a fines residenciales y a los espacios de man-
sobre todo, de las teorizaciones e iniciativas zanas, 170 acres a la industria, 80 al centro
de Howard. cívico y comercial, 150 a escuelas y 72 apa-
Los partidarios del movimiento en favor recen ocupados por la línea ferroviaria y sus
de la ciudad-jardín tratan de insertar sus pro- instalaciones; a parques y al cinturón verde
puestas en los programas de reorganización exterior se destinan 608 acres. La posición
de la posguerra, esforzándose en pro de un más cercana a Londres de la nueva garden-
relanzamiento de sus iniciativas. Howard y city, si bien permite una preparación y eje-
sus más próximos colaboradores -C. B. cución más fácil de la iniciativa, crea en
Purdom, F. J. Osborn, W. C. Taylor- fun- cambio una mayor dependencia de la oferta
dan en 1918 el New Town Group para hacer de empleos, sobre todo terciarios, del cen-
propaganda de la aplicación generalizada de tro de Londres, lo que atribuye a Welwyn
la idea de la Garden city; y seguidamente el carácter de ciudad satélite, de integración
pasan a realizar un segundo experimento con residencia-trabajo reducida. Las dificultades
la creación de Welwyn. experimentadas en Letchworth se salvan en
Aprovechando la ocasión de la venta en Welwyn aplicando una solución que ahora
pública subasta de algunas propiedades situa- resulta ya bastante alejada del programa ini-
das en Hertfordshire, Howard se asegura cial de Howard, de tan improbable viabili-
en 1919 la adquisición de casi 1.500 acres de dad (figs. 1.281-1.286).
terrenos para la construcción de una segunda
ciudad-jardín; otras adquisiciones sucesivas Por lo demás, el ocaso de la hipótesis ori-
ginaria de Howard, alternativa de la metró-
le permiten llegar a un total de 2.377 acres,
poli existente, deja detrás de sí una herencia
y de este modo, en abril de 1920, puede cons-
tituirse la Welwyn Garden City Ltd., con un
capital social de 250 .O00 libras esterlinas; Cfr. L. de Soissons y A. Kenyon: Site Planning
para dirigir el departamento de planificación in Practice at Welwyn Garden City, Londres, 1927;
y los artículos de L. de Soissons: Recent Work at
de la sociedad se llama al arquitecto Louis de Welwyn Garden City, en ((Architect's Journal», agos-
Soissons. En este caso, el área afectada se to de 1925; F. J. Osborn: Recent Work at Welwyn,
encuentra solamente a veinte millas de Lon- ibid., noviembre de 1927.
Las vicisitudes urbanísticas en otros paises europeos
sólida que, desarrollada en el plano teórico centro de barrio). Los criterios compositivos
entre los años 20 y 40, incidirá, como hemos siguen siendo los de la tradición paisajística
de ver, sobre la formulación del plan del Gran suburbana (incluso más tarde, cuando se cono-
~ o n d r e sredactado en los años de la segunda cen los métodos del M~vimientoModerno,
guerra mundial, e incluso, después de la gue- los planes de los barrios ingleses rechazan la
rra, sobre el programa de las new towns. Uno subordinación rígida a la orientación, o la
de los artífices más importantes de una ela- repetición que deriva del empleo de métodos
boración pragmática de las premisas howar- constructivos unificados). Implícitamente esta
dianas es Raymond Unwin, protagonista cen- praxis genera una filosofía de la planificación
tral de un cierto sector del debate europeo por composición de unidades menores como
que se .desarrolla entre los años 20 y 30: elementos de base de entidades más vastas,
habiendo entrado en los años de la guerra al conforme a un proceso molecular de agrega-
servicio del Ministry of Munitions para ha- ción en el que parecen perderse la percepción
cerse cargo de los acuartelamientos militares, de la gran escala de la ciudad y el control de
a la terminación del conflicto se nombra a los fenómenos de carácter metropolitano '.
Unwin Chief Technical Officer de construc- Prosiguen entre tanto los estudios sobre el
ción y planificación en el Ministry of Health, housing, con un trabajo de recapitulación y
puesto de alta responsabilidad desde el que selección de las experiencias tradicionales 4 ;
puede desplegar una actuación de programa- solamente a partir de 1930 tienen lugar nue-
ción y orientación de estudios e investigacio- vas experiencias en este campo, como conse-
nes en el campo urbanístico. Y si en la pre- cuencia de la difusión de los ejemplos más
guerra Unwin había dedicado sus esfuerzos actualizados alemanes y holandeses, y de la
a experimentar una traducción realista de la obra de arquitectos extranjeros (piénsese en
ideología de la garden city en el interior del el paso de Gropius por Inglaterra, y en las
barrio suburbano, ahora orienta sus posi- realizaciones del grupo Tecton dirigido por
bilidades y capacidades hacia la búsqueda de el ruso B. Lubetkin y formado por A. Chitty,
equilibrios urbanos de conjunto que se resu- L. Drake, M. Dugdale, V. Harding y D. Las-
men en el principio del descentramiento por dun, al que se deben las casas altas de High-
núcleos satélites relativamente autónomos. point en Highgate, en Londres, de 1935-38,
y el Finsbury Health Center de 1938-39; fi-
En los veinte años que median entre las
guras 1.287-1.289).Los arquitectos modernos
dos guerras la dimensión corriente de la inter-
fundan después el grupo MARS (Modern Ar-
vención pública sigue siendo la del barrio
chitecture Research Society), constituido como
urbano y suburbano, favorecida por toda una sección inglesa de los CIAM.
serie de leyes (ley Addison de 1919, ley Cham-
berlain del 23, ley Wheatley del 24, ley Cfr., a este propósito, el epígrafe 3 del Capí-
Greenwood del 30) que prevén la distribución tulo 11.
En cuanto a los estudios de estos años, pueden
de créditos y facilidades para la residencia de verse, entre otros, J. J. Clarke: The Housing Pro-
nivel de calidad controlado. Gradualmente, blem: Its Growteh, Legislation and Procedure, Lon-
sobre todo después de las pruebas efectuadas dres, 1920; H. R. Aldridge: The National Housing
en Radburn, Estados Unidos, los departa- Manual, Londres, 1923; H . Barnes: Housing: The
Facts and the Future, Londres, 1923; G. W. Clark:
mentos técnicos de condado ponen a punto The Housing of the Working Classes in Scotland,
el criterio de la neighborhood unit como ele- Glasgow, 1931; T . Adams: Economic Density of
mento de referencia de la planificación urbana, Low-cost Housing in England, en R. M. Whitten y
para indicar una unidad territorial identificada T. Adams: Neighborhoods of Small Homes, Cam-
por sus características físicas y sociales equi- bridge (Mass.), 1931; J. R. H. McDonald: Modern
Housing, Londres, 1931. Sobre la reestructuración
libradas (población de 4.000 a 10.000 habi- de las áreas degradadas, cfr. Council for Research
tantes, equipamientos en un radio abarcable and Housing Construction: Slum Clearance and Re-
con un recorrido a pie de 10-15 minutos, housing. First Report, Londres, 1934.
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos 535
1,
atrás de los beneficios que supone la plani- planificado, expresada con tanto vigor en las
ficación urbanística, Neville Chamberlain, si páginas de Tomorrow. A partir de 1920 vuel-
bien refuerza las atribuciones de las local ve a adoptarse el principio del descentra-
authorities (considérese, por ejemplo, la ins- miento y de la distribución equilibrada de la
titución del Interim development control, es población: pero surge la convicción de que
decir, la posibilidad de prohibir las construc- un programa de tal naturaleza no puede con-
ciones cuando se está a la espera de la elabo- cebirse, en modo alguno, como una operación
ración de un plan), luego deja en gran parte autónoma en el espacio, sino que debe exa-
sin contenido sus posibilidades operativas, con minarse er! el marco de una política econó-
el establecimiento de restricciones y cautelas mica nacional; y que, por tanto, la planifi-
de diversa índole. Por otra parte, a partir cación de nuevos asentamientos o la nueva
precisamente de esta fecha, la actitud de sos- distribución de los asentamientos existentes
pecha mantenida generalmente hasta entonces ha de venir precedida por un conocimiento
respecto de la planificación urbana y terri- profundo de los recursos naturales, de las
torial se modifica y se invierte gradualmente redes de los transportes y de la dislocación
a lo largo de los años treinta: ante la capa- de las áreas industriales 6 . Otros estudios
cidad atribuida a los regímenes autoritarios afirman la exigencia de una recomposición
para planificar racionalmente economía y del aparato institucional administrativo 7 .
territorio, ante los mismos resultados conse- Estas contribuciones teóricas, en un primer
guidos por las administraciones democráticas momento, son elementos propios tan sólo de
en los Estados Unidos y, más tarde, ante la una minoría de técnicos, pero muy pronto se
coyuntura bélica, la idea del plan gana terreno amplía la convergencia cultural, mientras se
sensiblemente en el seno de los grupos políti- hacen posibles conexiones con el poder polí-
cos dominantes, hasta afirmarse sólidamente, tico que tienen reflejos directos en la sucesiva
a niveles muy avanzados, en la praxis y en la legislación urbanística. En la Local Govern-
legislación en los años que van del 40 al 47 '. ment Act de 1929 se considera ya la posibi-
Para comprender este proceso no pueden lidad de establecer planes regionales mediante
olvidarse los progresos madurados en el cam- la asociación de varios condados, y este prin-
po teórico y metodológico del análisis y de cipio se reitera en 1932 con la promulgación
las técnicas de planificación territorial. En de la nueva Town and Country Planning Act.
cierto sentido puede decirse que el inicio de En estos mismos años comienzan a aparecer
estas tendencias ha de relacionarse también los primeros trabajos específicos de análisis
con las formulaciones de la ciudad-jardín: regional (figs. 1.291-1.295), como el Survey
mientras que en las experiencias de la expan- de la región del East Kent, un área donde la
sión suburbana tan sólo se captaba un aspecto presencia de las minas de carbón ha provocado
exterior y reductivo de la enseñanza de Ho-
ward, en el sector de la planificación regional Cfr. H. Warren y W. R. Davidge (eds.): De-
tiene gran peso la idea del descentramiento centralization of Population and Industry: a New
Principle in Town Planning, Londres, 1930.
Por ejemplo, C. B. Fawcett: The Provinces of
Cfr. H. Chapman: The Town and Country Plan- England, Londres, 1919; G. D. H. Cole: The Future
ning Act, Londres, 1933. Más en general, A. Ver- of Local Government, Londres, 1921; W . A. Robson:
neuil: La législation sur l'urbanisme en Grande- The Development of Local Government, Londres,
Bretagne, París, 1948. 1931.
Figs. 1.290-1.295 (en la página opuesta). La planificación urbana y regional en Inglaterra: el plan de Shef-
field sobre la base de la Ley de 1909; los planes regionales en estudio en Inglaterra y Gales en 1923; p!an
regional del distrito de Brighton y Hove (R. A. Hudson); plan regional del área de Cambridge, clasificacion
de los centros (1934); plan regional del área de Doncaster, clasificación de los pueblos (1932); plan regio-
nal del área de Leeds y Bradford, áreas construidas y espacios abiertos (1937).
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.296 y 1.297. Team Valley Estate: vista de conjunto y plan de W. Holford ejecutado en 1936 (1. Río
Team; 2. Edificios públicos; 3. Entrada principal; 4. Estación de autobuses; 5. Hotel; 6 y 7. Establecimien-
tos industriales; 8. Estación ferroviaria; 9. Zonas verdes; 10. Instalaciones deportivas; 11. Ferrocarril).
Figs. 1.298 y 1.299. Una lámina del Barlow Report (el empleo en la industria extractiva, en las manufactu-
ras y en los servicios en 1931) y otra del Scott Report (distribución de los empleos infra-retribuidos).
540 Historia del urbanismo. Siglo X X
Las vicisitudes urbanísticas en otros paises europeos 541
Figs. 1.300-1.304 (en la página opuesta). Los cambios de la distribución de la población en Londres, de los
años 11 al 21, del 21 al 31 y del 31 al 51 (cada punto representa un aumento de 100 personas, las áreas
rayadas representan las zonas donde se registra una disminución de población; la línea de trazo grueso indica
el límite de la conurbación del Gran Londres); una ilustración gráfica del Bressey-Lutyens Report (1937);
una vista del típico ribbon development especulativo.
Historia del urbanismo. Siglo X X
desarrollo urbano; y sin embargo, en todo también un papel muy importante a las co-
este arco de tiempo, de las problemáticas en municaciones de superficie; y sin embargo,
esta metrópoli inmensa han nacido hipótesis con excepción de la construcción de un tramo
y experiencias singulares e importantes para de la Western Avenue (que atraviesa una de
la gestión capitalista de la ciudad, desde los las mayores áreas industriales de la conurba-
parques urbanos a los garden suburbs y a las ción) y de la North Circular Road, no se
teorías del descentramiento regional de Ho- efectúa ninguna adecuación importante del
ward. En el período que consideramos en trazado viario, a pesar de que no faltan algu-
estas páginas, este carácter de laboratorio nas indicaciones en favor de planes de con-
experimental de la conurbación londinense, junto a tal respecto, como las ofrecidas por
con el tradicional empirismo de sus solucio- el Bressey-Lutyens Survey del 37, realizado
nes, no queda en modo alguno desmentido; por el Ministry of Transport l4 (fig. 1.303).
pero las hipótesis que se ofrecen, en una línea Son deficientes también las disposiciones es-
de sustancial continuidad con el pasado y en pecíficas de control, y hasta la promulgación
relación con el desarrollo real del territorio, de la Ribbon Development Act de 1935 la
terminan por converger en la definición de construcción en franja siguiendo el trazado
instrumentos legislativos y operativos que en- de las vías públicas es la regla corriente (fi-
cuentran un punto de soldadura hacia finales gura 1.304), sin que estén en vigor normas
de la última guerra mundial, cuando la capital adecuadas para la separación en los nuevos
del Reino Unido sienta las bases, a diversos asentamientos del tráfico local y del tráfico
niveles, de su ciclo más reciente de desarrollo de travesía. Las consecuencias de todo ello
urbanístico. se advierten claramente en el carácter particu-
La cifra de población del Greater London lar que es propio de la urbanización en este
pasa de los 7,5 millones de personas en 1921 período: con respecto a la configuración es-
a los 8,2 millones en 1931, hasta llegar a telar periférica de la conurbación londinense,
los 8,7 millones en 1939. El crecimiento tal y como se presentaba al comenzar el
suburbano que de aquí deriva (figs. 1.300- primer conflicto mundial, el período de entre-
1.302) aparece sostenido, en parte al menos, guerras se caracteriza por el «relleno» de los
por la ampliación, mejora y coordinación de sectores intermedios todavía libres, mediante
la red de los transportes de masas: las exten- trazados viarios radiales o tramos anulares
siones del metropolitano afectan en particular de enlace entre las radiales mayores, al mar-
a la Nothern Line (hasta Edgeware, hacia el gen de un plan de conjunto.
norte, en 1922-24, y hasta Morden, hacia el El mayor contingente de esta expansión
sur, en 1926) y a la Picadilly Line (hasta aparece constituido por la residencia subur-
Cockfosters, hacia el norte, en el 33, y hasta bana, que aumenta en proporción superior al
Uxbridge y Hounslow, hacia el oeste). En crecimiento de la población, por los acentua-
el mismo período se procede a la electrifica- dos fenómenos de redistribución territorial
ción de las líneas férreas suburbanas (Sou- y por la preferencia otorgada a la vivienda
thern Railway, y Metropolitan Railway hacia unifamiliar (entre el 21 y el 39, un período
el norte): desde 1933 la utilización de los en el que la población, como se ha dicho,
transportes rápidos hace posible la extensión experimenta un incremento de 12 0 0 .O00 uni-
del área del mercado londinense de trabajo dades, el número de nuevas viviendas cons-
hasta un radio de 120 kilómetros, hasta
Brighton y Hove. Además, el control que l4 Cfr. Sir C. Bressey y Sir E. Lutyens: Highway
ejerce el metropolitano londinense sobre las Development Survey 1937 (Greater London), Lon-
dres, 1938. A tal propósito, W. R. Davidge: The
compañías de autobuses favorece la coordina- Highway Development of Greater London. A First
ción de ambos medios de transporte. Con la Impression of the Bressey-Lutyens Report, en «Jour-
generalización del automóvil privado espera nal o£ the RIBA», mayo de 1938.
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos 543
Figs. 1.305-1.311. La expansión residencial de Londres entre 1918 y 1939, y un típico suburbio construido
por la inciativa privada en los años treinta; los complejos residenciales construidos por los entes públicos
entre 1918 y 1939; el Ossulston Estate del London County Council, vista y planta; un barrio del London
County Council en el área de Notting Hill Gate; planimetría de un barrio situado en Downham.
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos 545
RAYMOND UNWIN'S
CREEN GlRDLE
1939
Figs. 1.317-1.323. Los esquemas para la ordenación del Gran Londres: los green belts propuestos por W.
Bull, Lord Meath y G. Pepler; sección del parkway de Pepler; Ia propuesta de Crow; e1 plan de la Grea-
ter London Society (1914-18); el diagrama de C. B. Purdom; la propuesta de Unwin del 33 y el plan de R.
Hardy-Syms del 34.
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos 549
Figs. 1.324 y 1.325. Los terrenos adquiridos hasta 1962 por aplicación de lo dispuesto en la Green Belt Act
de 1938, y vista de un tramo del green belt en las inmediaciones de Harfield, en Hertfordshire.
El plan de Unwin no tiene consecuencias propio plan para el Green Belt, acompañado
inmediatas a nivel ministerial, e incluso la de una serie de medidas financieras bajo la
misma comisión, por falta de la adecuada do- forma de grants a los condados adyacentes
tación económica, queda disuelta (formada para la adquisición de terrenos de propiedad
nuevamente, con distinta constitución, en el privada no urbanizados y dedicados a par-
34, contando como asesor con la participa- que. El inmediato éxito de esta iniciativa
ción de R. Hardy-Syms, es disuelta de nuevo -en los primeros catorce meses se aprueba
en el 36; fig. 1.323). En el 37 se constituye la adquisición de más de 28 millas cuadradas
otro grupo de estudio de las líneas directrices de territorio, en gran parte en los condados de
de una política regional (Standing Conference Buckinghamshire, Essex y Middlesex- marca
on London Regional Planning), con partici- el comienzo de una nueva fase de las vicisi-
pación de representantes de las autoridades tudes urbanísticas de la región londinense,
locales regionales; en el 39 esta comisión per- que pronto obtiene su necesaria sanción con
suade al Ministry of Health sobre la conve- la promulgación de la Green Belt (London
niencia de preparar un plan regional, pero los and Home Counties) Act de 1938, que con-
estudios consiguientes no pueden llegar a creta los métodos de salvaguardia y de utili-
iniciarse a causa de la guerra 24. zación de este nuevo patrimonio público de
En cambio, se revela como decisiva la fuer- suelo (figs. 1.324-1.323).
za de las argumentaciones de Unwin para la
administración londinense, tras la victoria del En este difundido sentido de conciencia
Larbour Party en las elecciones del condado de la necesidad de revisar y racionalizar el
de Londres y su conquista del órgano técnico sistema económico-terri torial -pero también
de éste, el LCC. En el 35 el LCC lanza su de incertidumbre acerca .de las modalidades
concretas de la acción política- se encuadra
Cfr. D. Thomas: London's Green Belt. The la obra de Sir Patrick Abercrombie llevada a
Evolution of an Idea, en aGeographica1 Journal», nú- Cabo en la metrópoli londinense, En los
mero 129, 1963; y, del mismo autor, The Green Belt,
en J. T. Coppock y H. C. Prince (eds.): Greater
años en que la c i t y of ~~~d~~ prepara
London, Londres, 1964, y London's Gyeen Belt, Un esquema para la de las zo-
Londres, 1970. nas centrales destruidas por la guerra, Aber-
Historia del urbanismo. Siglo X X
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Figs. 1.326-1.330. El plan para el Condado de Londres: el análisis social de los barrios y esquema del plan;
dos esquemas teóricos de ordenación de una zona residencial, con densidades de población, respectivamente,
de 100 y de 136 personas por hectárea; proyecto para los barrios de Shoreditch y Bethnal Green.
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos 551
crombie se encuentra empeñado en una acti- nes de la Comisión Barlow, en una coordi-
vidad desarrollada a los dos niveles superiores nación con los objetivos ya expresados por
de la planificación urbanística, trabajando en el plan del condado: a) bloqueo de los asen-
la redacción del plan para el condado de Lon- tamiento~industriales en el área del Gran
dres y del plan para el Gran Londres. Londres; b ) descen tramien to residencial-in-
En 1941 el Minister of Works and Build- dustrial desde el área central hacia el exterior;
i n g ~interesa del LCC la preparación de un C ) disminución de conjunto de la población;
plan para el condado de Londres: J. H. For- d) mantenimiento del papel internacional del
shaw, arquitecto-jefe del Council, y Abercrom- puerto de Londres; e) aumento de las atri-
bie, en calidad de asesor del mismo, concluyen buciones de control de la planificación física
en el plazo de dos años los trabajos corres- y de los valores del suelo.
pondientes al encargo que se les ha confiado El plan establece, fuera del condado de
(figuras 1.326-1.330)) basando las soluciones Londres, cuatro franjas concéntricas con des-
del plan en el principio de una reorganización tinos específicos: el anillo suburbano interior
por barrios, tendente a favorecer la descon- (inner suburban ring), que incluye las áreas
gestión del Condado mediante la dislocación
ya urbanizadas y con índices elevados de
hacia el exterior de las industrias inadecuadas
densidad situadas en torno al condado de Lon-
y de fracciones proporcionales considerables
dres, que será preciso «aclarar» y aligerar
de habitantes '.
mediante reconstrucciones debidamente di-
Entre tanto, en el 42 el gobierno inglés, a
mensionadas de las zonas dañadas por los
través del Minister of Works and Planning,
bombardeos alemanes; el anillo suburbano
que ha heredado del Minister of Health las
competencias en materia de planificación, en- (suburbalz rilzg), hasta el límite exterior si-
carga al propio Abercrombie, con aprobación tuado a 12 millas de Charing Cross, edificado
de la Standing Conference on London Regio- ya en parte, que deberá ser estabilizado en
nal Planning, la preparación de un plan para sus funciones residenciales e industriales; el
el Gran Londres. Nace así, en estrecha co- cinturón verde (green belt ring), más allá
nexión con el grupo técnico de la Standing del segundo anillo y con una profundidad
Conference, el Greater London Plan de 1944, media de cinco millas, que comprende áreas
publicado al año siguiente y que abarca los en gran parte adquiridas conforme a la G r e m
territorios correspondientes a 143 autoridades Belt Act de 1938, asignadas esencialmente
locales, comprendiendo un total de 2.599 a los usos propios del aprovechamiento del
millas cuadradas en el exterior del County of tiempo libre, y en el que los centros existentes
London 26. tan sólo podrán experimentar incrementos
Abercrombie, cuando se apresta a acometer limitados, estrictamente determinados por el
su labor, tiene ante sí la sólida tradición aumento de la demanda social; y el anillo
howardiana, los esquemas de la London So- exterior (outer country ring), destinado toda-
ciety, los estudios de Unwin y la obra en vía a fines prevalentemente agrícolas, y al
marcha del LCC; además de las indicaciones que deben canalizarse las proporciones de
contenidas en los tres informes Barlow, Scott población que conviene descentrar (por un
y Uthwatt. En efecto, las ideas-guía del plan total que supera el 1.000.000 de personas,
del Gran Londres, sintetizadas en cinco pun- integradas, según los cálculos efectuados, por
tos, adecuan los programas urbanísticos del 6 18.O00 unidades provinientes del centro,
área metropolitana londinense a las conclusio- según el plan del condado, y 4 15.000 proce-
dentes de áreas congestionadas de la conur-
25 J. H. Forshaw y P. Abercrombie: County of
bación), mediante la construcción de ocho
London Plan, Londres, 1943.
26 P. Abercrombie: Greater London Plan, 1944,
ciudades satélites, para las que se sugieren
Londres, 1945. diez posibles localizaciones (fig. 1.331).
Historia del urbanismo. Siglo X X
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HATFIELD
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos 553
1PATRICKABERCROMBIE'S
GREEN BELT 1
Figs. 1.331-1.336 (en la página opuesta). El GreaterLondon Plan de P. Abercrombie: los cuatro rings y el
sistema principal de vialidad; las propuestas ejemplificadas: integración y extensión de un asentamiento ru-
ral-industrial en Hatfield, esquema de conjunto y detalle; una neighborhood para 12.000 personas en West
Ham, en el inner urban ring; esquema de la new town de Ongar.
Figs. 1.337-1.342. Las ejemplificaciones del plan de Abercrombie, una ciudad lineal industrial en el Lee
Valley y un centro recreativo en Broxbourne; el green belt propuesto en el plan del 44, y las new towns
de la región londinense (1. Indicadas en el Greater London Plan; 2. Otras new towns; 3. Indicadas en el
Greater London Plan, pero no aceptadas); una perspectiva del plan de improvements de la Roya1 Academy
(ordenación del área de Picadilly Circus); esquema del plan del grupo MARS.
Historia del urbanismo. Siglo X X
En el conjunto propuesto, green belt ring rápida y de trazado circular). Del anillo D
y outer country ring constituyen los elemen- arrancan una serie de nuevas radiales de ca-
tos, ya conocidos, de un dispositivo que, en rácter nacional, mientras que en su interior
su funcionamiento coordinado, resulta ser se aprovecha, previa mejora, la malla de
originalmente innovador. El greelz belt se viales existente. Las vías anulares más exte-
acepta como instrumento de control urbanís- riores tienen la función, sobre todo, de enla-
tico-edificativo conforme a los principios ex- zar entre sí las radiales orientadas hacia el
puestos por Unwin y según las indicaciones centro y de evitar el tráfico de travesía desde
del Informe Scott sobre la utilización de las extremos opuestos de la conurbación (fi-
áreas rurales por franjas productivas equipa- gura 1.332). La red ferroviaria se potencia
das en torno a las grandes ciudades; sin em- mediante líneas radiales y un nuevo anillo
bargo, Abercrombie incrementa su profundi- circular.
dad y prescribe la exclusión de algunos tipos El valor metodológico y programático del
de actividades rurales, como la ganadería y el plan de Abercrombie en relación con la fu-
pastoreo, menos adecuadas para que resulten tura política urbanística del área metropo-
compatibles con la presencia de usos del suelo litana (y más en general, de la nación) aparece
ya urbanos; además, descarta la hipótesis de la confirmado por las ejemplificaciones de pro-
afectación general al dominio público de toda yectos que lo acompañan: desde propuestas
esta enorme extensión de suelo -aunque, formuladas a la escala de barrio (una solución
eso sí, sin excluir la transformación en te- para una neighborhood de 12.000 personas en
rrenos de propiedad pública de aquellas zo- West Ham, en el Inner Urban Ring, figu-
nas que ofrezcan un mayor interés paisajístico ra 1.335; y otra, también en West Ham, para
o permitan una favorable utilización del suelo dos neighborhoods de 8.000 personas cada
para la localización de equipamientos colecti- una), hasta las referentes a asentamientos
vos- y prevé su mantenimiento como zona industriales (modelo de crecimiento para la
sin edificar mediante el establecimiento de ciudad rural-industrial de Hatfield, de 9.000
normas de especial salvaguardia ( fig. 1.339). a 20.000 personas, con dos neighborhoods
En cuanto a las new towns programadas, cuya conjuntas; figs. 1.333-1.334))pasando por las
filiación arranca de una cadena de formula- relativas a equipamientos a escala urbana
ciones que, por gradaciones sucesivas, se re- (centro recreativo equipado en Broxbourne;
monta hasta Howard, se indica que deberían figura 1.338) o territorial (parque en Lee
surgir como parte de un proceso de planea- Valley; fig. 1.337)) y por la ejemplificación
miento que no apunta a la «disolución» de de una de las nuevas ciudades satélites. El
Londres, sino incluso al reforzamiento de sus plan del Gran Londres indica esta solución
funciones, a modo de confirmación del es- para Chipping Ongar, un pueblecito con una
quema concéntrico tradicional y como racio- población de 3.000 habitantes situado a 21
nalización de sus partes (fig. 1.340). millas de Charing Cross (fig. 1.336): el esque-
Un sistema de anillos de circulación sir- ma propuesto, a adoptar como guía para las
ve a la ordenación territorial del Gran nuevas ciudades satélites de la corona metro-
Londres, en parte con elementos ya existentes politana, prevé la creación de seis neighbor-
(como el anillo A subarterial, de enlace de bood units de 10.000 personas, con densidad
las terminales ferroviarias, y el anillo B, neta media de 30 personas por acre, en torno
todavía dentro del área del condado), o que a un centro cívico y cerca de un área indus-
habrá que integrar (anillo C, constituido en trial, con previsión de un sistema de parques
parte por la existente North Circular Road, de conexión interior. De la población total
que será preciso completar en su arco meri- del conjunto, prevista en 60.000 habitantes,
dional), o que será necesario realizar ex novo 54.300 deben provenir del programa de des-
(anillo D,una autopista urbana de circulación centramiento territorial preparado.
Las vicisitudes urbanísticas en otros paises europeos 555
Figs. l .343-1.349 (en la página opuesta). Manchester, el barrio de Wythenshawe: planimetría de una neigh-
borhood unit y vista de un sector; Liverpool: localización de los barrios de Speke (1) y de Kirby (2), pla-
nimetría del barrio de Speke y vista de la maqueta; una reestructuración urbana en St. Andrews Gardens
(1933-38).
Figs. 1.350-1.355. Birmingham: suburbio de Weoley Castle y barrios de Meadway Lea Hall y Kents Moat;
dos proyectos presentados al concurso para la reconstrucción de las zonas centrales, celebrado en 1928; Glas-
gow: Penilee Estate y vista de un tenement block del Pollok Estate.
Historia del urbanismo. Siglo X X
donación privada y, en parte, comprados por tución de áreas degradadas, con realización
el municipio, para constituir en conjunto el de complejos residenciales públicos de bajo
Wythenshawe Ward, un patrimonio de suelo coste 'l.
de casi 5.000 acres (cerca de 2.400 hectáreas). En Birmingham se proyecta en 1922-23 el
La barriada de Wythenshawe es planificada Sheldon Estate, barriada prevista para más
por Barry Parker como área satélite contigua de 40 .O00 habitantes, construida sobre una
a nuevas instalaciones industriales, para una planta de tres mallas cuadradas, con 283 acres
población de más de 40.000 personas. El de terrenos industriales, 300 acres destinados
gran complejo (figs. 1.343-1.345) se basa en a equipamientos colectivos y zonas verdes
el establecimiento de una separación y selec- públicas, y con una densidad residencial de 10
ción de los tráficos, en el principio de la a 12 unidades edificativas por acre (al ini-
neighborhood unit, en la creación de una com- ciarse la guerra la barriada aparece todavía,
pleta gama de equipamientos sociales y en el en gran parte, sin edificar). Son notables igual-
empleo del landscaping para obtener una va- mente los barrios periféricos de Meadway
riedad de soluciones en relación con una Lea Hall y de Kents Moat (fig. 1.351), así
escansión del tejido moderadamente acadé- como el núcleo suburbano surgido en los te-
mica; más de 40 acres se destinan a la in- rrenos de Weoley Castle Estate (fig. 1.350),
dustria, mientras el centro cívico ocupa 62 con un total de 312 acres, más de 2.700
acres. Se trata de favorecer la coexistencia viviendas, un área central de servicios públicos
de clases diversas al aportarse capital privado y gran parte del suelo destinado a usos colec-
además del público; en efecto, el Council tivos. El centro urbano de la ciudad -no sin
construye una parte de las viviendas, dejando una precisa relación con estas expansiones
una cierta cantidad de parcelas a los empre- externas- se somete a un ulterior proceso
sarios privados. En Wythenshawe la idea de de terciarización y modernización: con el con-
la ciudad-jardín se presenta con nuevas dimen- curso celebrado en 1927-28, a cuyos resul-
siones, en su misma proximidad al centro de tados se da amplia publicidad (figs. 1.352-
Manchester: y sin embargo, se trata de un 1.353), la administración municipal de Bir-
resultado importante, porque es el primer mingham retorna a la ética de la civit res-
experimento de descentración planificada que ponsability que tanta trascendencia había
se lleva a cabo fuera de Londres, gestionado tenido en los dos últimos decenios del si-
por una administración pública 30. glo XIX ?
En Liverpool la realización más importante Otros complejos de dimensiones notables
es la del barrio industrial de Speke, iniciado se construyen en Glasgow (Penilee Estate,
a partir del año 30 (figs. 1.346-1.348). Del 1.900 apartamentos; Pollok Estate, 750 acres
total de sus 2.200 acres, 626 se destinan a la y más de 5.000 unidades de habitación, seis
industria (a través del arrendamiento de los centros comerciales y el 50 por 100 del área
terrenos), 626 a la residencia (en cuantía pre- destinado a usos públicos; figs. 1.354-1.355),
vista de 6.000 unidades de habitación, por un
total de 25.000 habitantes), 430 a instala- 31 Cfr. Slum Clearance in Liverpool, en «Journal
ciones aeroportuarias, 100 a instalaciones of the RIBAD, octubre de 1935; Redevelopment o/
ferrovariarias y más de 700 a espacios de uso Central Areas in Liverpool, ibid., enero de 1939.
público; al comenzar la guerra el barrio tan M. Dougill: Birmingham Civic Centre Com-
petition. A Criticism o/ the Designs, en «Town
sólo aparece construido en una cuarta parte Planning Review», julio de 1928; del mismo autor:
de su extensión. En el centro urbano se veri- Concorso internazionale per la sistemazione edilizia
fican también importantes obras de susti- del centro di Birmingham, en aArchitettura e arti
decorative», febrero de 1929. Respecto de las trans-
formaciones de Birmingham en el siglo xrx, cfr.
Cfr. W. Dougill: Wythenshawe. A Modera Sa- P. Sica: Historia del urbanismo. El siglo X I X , vo-
tellite, en «Town Planning Review», junio de 1935. lumen l.", Madrid, 1981, págs. 142-146.
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos
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Figs. 1.356-1.359. Nottingham: vista y planimetría del barrio de la Lenton Abbey, y planimetría del WoUa-
ton Park Estate; Leicester: plan originario del Braunstone Estate.
en Leicester (Braunstone Estate, 1.200 acres, 744 acres de extensión total, convertida en
más de 4.300 viviendas, de las cuales más parque público; figs. 1.356-1.338) y en Edim-
de una tercera parte se dedican a realojar burgo (West Pilton Estate) 34.
a las familias desplazadas del centro como con-
secuencia de una operación de slum clearance
llevada a cabo) 33, en Nottingham (barrio de
la Lenton Abbey y, sobre todo, el Wollaton
Park Estate, 93 acres destinados a fines resi-
denciales dentro de una gran propiedad de
de higiene urbana y rural) y de otras de nueva proyecto del núcleo de Drancy-La Muette, en
creación (Union des Villes et Communes de las inmediaciones de París. Resultado tanto
France, Association des Cités-jardin de Fran- más notable si se considera que, frente a las
ce), que aspiran a aproximar la práctica ur- resistencias opuestas por los ambientes aca-
banística a las experiencias que en Europa demicistas y ante las insinuaciones más o
parecen orientarse principalmente hacia la menos groseras acerca de los contenidos po-
recuperación económica y la reconstrucción líticos de la nueva arquitectura 36, los arqui-
de las ciudades. tectos modernos, y el mismo Le Corbusier,
En este contexto resulta relevante la obra no consiguen superar las iniciativas pura-
de Henri Sellier, alcalde del municipio de mente personales ni logran que sus propios
Suresne, en la banlieue parisina, afiliado a la métodos se pongan en contacto con experien-
Asociación francesa de la ciudad-jardín y cias sociales más amplias 37. En este sentido,
miembro del Consejo general del Sena des- a la participación de Beaudouin y Lods puede
de 1910 a 1941 (y presidente de esta orga- unirse también la obra de André L u r ~ a en
t el
nización en el 27 y en el 28). Sellier, ya «municipio rojo» de Villejuif, junto a París,
antes de la guerra, ha estado empeñado en que lleva a la realización de un ejemplar com-
una actividad de fomento de la construcción plejo escolar (fig. 1.366).
de viviendas baratas (HBM, «Habitations A
Bon Marché») en el área de París, con base La producción legislativa entre los años 19
en la idea de aproximar en lo posible inver- y 30, indicio de una difundida exigencia del
sión privada e iniciativa pública; a él se debe, establecimiento de reglas generales y unívocas
después de la guerra, el desarrollo de un pro- para el control de la urbanización, es la prue-
ceso de clarificación, racionalización y adap- ba, al mismo tiempo, con su sustancial fracaso
tación de la óptica de la ciudad-jardín a en el plano práctico, de que los intereses
la producción edificativa de masa. Sellier dominantes en este sector están en condicio-
acepta la solución de la ciudad-jardín como nes de neutralizar y eludir cualquier tentativa
ccellule sociale complete», en la que pueden de limitación de sus privilegios. Una primera
estar representadas «todas las categorías so- ley de marzo de 1919 obliga a la forma-
ciales [ . ..], desde las más pobres hasta las ción de planes reguladores municipales (plans
que gozan de una cierta riqueza», y trata de d'aménagement) en todas las ciudades de más
modificar gradualmente, pero sin concesiones, de 10.000 habitantes, en los municipios del
la tendencia contraria a la vivienda plurifa- Departamento del Sena, en las localidades
miliar 35. El resultado más avanzado de este de más de 5.000 habitantes cuya cifra de
esfuerzo será la realización de complejos resi- población hubiere crecido en más del 10
denciales alrededor de París y la institución
de una vinculación concreta, aunque episódica, 36 Entre las reacciones incontroladas desencadena-
entre actuación pública en el campo de la das por la arquitectura de Le Corbusier, en el clima
edificación de masa y producción de vanguar- de aguda tensión social que agita a Francia, pueden
recordarse las acusaciones de fascismo que parten
dia, contando para ello con la colaboración en 1929 de las columnas de «L9Humanité»; o las
de M. Lods y de E. Beaudouin, miembros denuncias, más frecuentes, de su presunto comunis-
activos de los CIAM, que participan en el mo, repetidas a ultranza por el publicista A. De Sin-
ger en su Le Cheval de Troie du Bolchevisme,
35 De H. Sellier, además de sus numerosos en- publicado en el 31; para los lectores de «Le Figaro»,
sayos y artículos, véanse: Les banlieues urbaines, en fin, la obra del maestro suizo, juzgada salomó-
París, 1920; Rapport au nom de la Commission des nicamente, no es más que «una colusión del bolche-
Habitations Ouvri&es, París, 1921; La crise du vismo y el capitalismo». Cfr. J. Piret: L'opinion et
logement et l'interuention publique dans I'agglomé- l'urbanisme (1913-1964)' en la obra colectiva L'urba-
vation parisienne, París, 1921; y, en colaboración con nisation fran~aise,París, 1964, pág. 291.
A. Bruggeman, Le problime du logement, París, 37 Sobre la obra de Le Corbusier, cfr. el epígra-
1930. fe 2, c ) , del Capítulo 11.
Historia del urbanismo. Siglo X X
por 100 en el último decenio, en las esta- lugar, reunidos en «sindicatos» creados de
ciones turísticas y balnearias, y en las locali- oficio.
dades de interés histórico o paisajístico (para En torno a 1935 se produce un relanza-
las que habría de confeccionarse el oportuno miento de la planificación urbanística con-
catálogo): el plan debe incluir todos los ele- forme a una perspectiva territorial más com-
mentos esenciales para un programa de ur- pleja, aunque caracterizada como de costum-
banización (vías públicas, espacios públicos, bre por una articulación burocrática y verti-
zonas verdes, áreas para servicios colectivos) cista. El decreto especial del 32 relativo a
y debe ir acompañado de un reglamento de la planificación de la región de París, del que
actuación; se reserva a los prefectos la auto- hablaremos seguidamente, amplía su ámbito
ridad para requerir un estudio de conjunto de vigencia al resto de Francia, con previ-
que afecte a varios municipios y para consti- sión de projets régionaux d'urbanisme, planes
tuir oficialmente syndicats de communes; los directores cuya elaboración corresponde a los
planes debidos a la iniciativa privada deben Comités Régionales, autorizados a proporcio-
depositarse previamente en los oportunos nar un cuadro general de disposiciones de
organismos municipales. El completo fracaso zonificación, de prohibiciones de uso y de vin-
de las disposiciones del 19, ya sea por la culaciones de diversos tipos; los municipios
falta de financiación a los municipios para comprendidos en los perímetros de los planes
llevar a cabo los estudios pertinentes de regionales pueden ser invitados a formar un
plan propio que, de cualquier modo, debe
planificación, o bien por l a ausencia de san-
quedar sometido a la aprobación del Comité.
ciones para las transgresiones cometidas por
Cualquier iniciativa queda siempre subordi-
los particulares, induce a la elaboración de
nada a la aprobación prefectoral.
una segunda ley, aprobada el año 24, que
extiende la obligación de redacción del plan a Las subsiguientes normas legislativas, pro-
todos los municipios en crecimiento, previa mulgadas en los años de la guerra, se sitúan
ya en la perspectiva de la reconstrucción. En
decisión de los órganos superiores, y que
octubre del 40 se publica la ley para la re-
subordina la concesión de los permisos de
construcción de las áreas destruidas por la
parcelación otorgados a los particulares a la guerra, que aporta un instrumento innovador
aprobación previa por parte de una Comisión con la institución de associations syndicales
de Departamento y del propio Prefecto: pero de propietarios de una misma área urbana
también la nueva ley consigue unos resultados para llevar a cabo programas de remem-
bastante parciales, porque la propiedad pri- brement et reconstruction. Entretanto se crea
vada conserva todavía un buen margen de un Comisariado técnico de Reconstrucción
juego para aprovechar las lagunas existentes Inmobiliaria, transformado al año siguiente
en la instrumentación jurídica y las derivadas en Comité Permanente de ordenación, mo-
de la falta de preparación y de la complicidad dernización y extensión de las ciudades, de-
de las autoridades públicas. Tras una serie de pendiente de la Dirección de asuntos de-
años de improvisación y anarquía -durante partamentales y municipales del Ministerio
los cuales las iniciativas privadas utilizan pre- del Interior: de las prefecturas dependen el
feriblemente la cobertura de las sociedades cumplimiento de la obligación que tienen los
anónimas y del capital bancario- viene la ley municipios de redactar sus planes, las decla-
Sarraut, de marzo de 1928, aunque ofrece un raciones de utilidad pública, la aprobación
carácter más bien retrospectivo; en efecto, la de las parcelaciones, la autorización para la
ley regula la urbanización primaria y secun- formación de planes regionales y las medidas
daria de los lotissements trazados a partir del de financiación. La ley de 15 de junio de
final de la guerra, imputando su coste, por 1943, en fin, recoge en un texto único todas
mitades, al Estado y a los habitantes del las disposiciones maduradas con anterioridad,
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos 563
Figs. 1.366-1.371 (en la página opuesta). Vista de conjunto del complejo escolar construido en Villejuif según
proyecto de A. Lur~at;la ciudad-jardín de Umgemach, en Estrasburgo; planimetría y vista de la Cité-jardin
du Chemin Vert, realizada por el Foyer Rémois; esquemas generales de planeamiento de las cités-jardins de
Lille-Délivrance y de Tergnier, construidas por los Chemins de Fer du Nord.
Historia del urbanismo. Siglo X X
desarrollada por las oficinas departamentales escala metropolitana entre París y los muni-
de las cHabitations ?iBon Marché»: ade- cipios suburbanos aparecen ya fijados por las
más de los complejos residenciales realizados reestructuraciones ferroviarias del Segundo
en el área de París, pueden señalarse las cités- Imperio, que acompañqn coetáneamente a
jardin del departamento de Seine-et-Oise en las grandes obras haussmannianas, si bien tan
Argenteuil, Versalles y Saint-Germain-en- sólo después de la primera guerra mundial
Laye. A través de iniciativas de distinta natu- tiene lugar una fuerte proyección de la pobla-
raleza surgen la cité-jardin Ungemach en ción hacia más allá de la primera franja de
Estrasburgo (1927) y los barrios del Foyer banlieue. Por otro lado, al vacío dejado en
Rémois en Reims (figs. 1.367-1.369). El el plano operativo por el abandono de las
más importante de los complejos del Foyer técnicas haussmannianas de intervención no
Rémois, una sociedad anónima fundada en corresponde la elaboración de instrumentos
1912, es el de la ciudad-jardín del Chemin más flexibles y más adecuados a la progra-
Vert (1922-24), construida para 3.500 habi- mación, antes que a la proyectación física, de
tantes según proyecto de Auburtin, típica- la capital, de manera que la misma definición
mente orientada conforme a los modelos an- del sistema de transportes de las líneas sub-
glosajones, en la que asumen una notable terráneas tiene el valor de instrumento desti-
importancia los equipamien tos colectivos 'O. nado a posteriori a satisfacer la insaciada ham-
En la difundida práctica del barrio suburbano bre de movilidad determinada por la segre-
entran también los centros construidos por la gación funcional de los sectores y por la ter-
Compagnie des Chemins de Fer du Nord, que ciarización del centro urbano. Examinando el
realiza las cités de Longueau, Tergnier y Lille- período de entreguerras se obtiene la impre-
Délivrance, con un total de 11.000 unidades sión de encontrarse ante un conjunto de in-
de alojamiento, terminadas entre los años 19 tenciones episódicas y no trabas entre sí, que,
y 25 'l (figs. 1.370-1.371); a la iniciativa según las ocasiones, se refieren a la residen-
de la Compagnie des Chemins de Fer du Nord cia, a los transportes, al saneamiento de los
se deben también algunas realizaciones del barrios históricos, a las ordenaciones monu-
capital industrial (Compagnie Miniere, indus- mentales, etc., a las que corresponde una
trias metalúrgicas del Doubs, Sociedad Mi- ocupación igualmente casual y caótica del
chelin en Clermont-Ferrand). territorio, abandonado en esta fase, sin me-
diaciones, a las leyes de la privatización y del
beneficio.
En torno a 1910 se abre una plataforma
de debate -aunque sea más bien insegura-
sobre el destino urbanístico de París y en
particular sobre las perspectivas de recons-
Las vicisitudes urbanísticas de París entre truir una unidad orgánica entre las áreas cen-
los años 20 y 40 pueden servir para docu- trales, en fuerte progresión terciaria, y el
mentar la realidad de la cada vez más amplia cinturón periférico de los municipios subur-
divergencia entre el ritmo y la naturaleza de banos, cada vez más afectado por una urba-
las transformaciones territoriales, de una par- nización residencial en alfombra, de baja
te, y el aparato institucional de los instru- densidad y de mediocre nivel de estructuras
mentos de control e intervención directa, de equipadas. Proponiendo el aprovechamiento
otra. Dimensiones y sistemas de relaciones a de la disponibilidad de los terrenos militares
del cinturón de fortificaciones que está a
40 Cfr. H . S.: Le Foyer Rémois, en «La vie ur-
punto de desmantelarse, Hénard había indi-
baine», núm. 18, 1923.
41 Cfr. Album des cités jardin du Chemin de
cado en su día la conveniencia de ordenar
Fer d u Nord, París, 1921. cerca de 400 hectáreas de nuevos parques que
Las vicisitudes urbanisticas en otros países europeos 567
Figs. 1.372-1.374. El concurso para el plan de París: proyecto triunfador, de Jaussely, Expert y SoIIier; plan-
teamiento de conjunto y detalle del proyecto de los arquitectos Berrington y Faure-Dyjarric.
Figs. 1.375-1.377. La «Cité-jardin du Grand Paris»: proyecto de conjunto, y detalles de la zona industrial
y del Centro social.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.378-1.381. Las variaciones de la población en el área metropolitana de París de 1926 a 1931, la par-
celación residencial existente en la corona suburbana en 1946, ejemplo de parcelación dispersa en la cercanía de
Villejuif (1, canteras; 2, terrenos militares y servicios públicos; 3, espacios construidos antes de 1914; 5 , 1í-
mites de la parcelación), y distribución de la ciudad jardín realizada en el Departamento del Sena.
Historia del uvbanismo. Siglo X X
' Figs. 1.382-1.388. La ciudad-jardín del Departamento del Sena: planes de los núcleos de Dugny, Arcueil-
Cachan y Stains, vistas de los suburbios de Stains y de Drancy, planimetría y vista de la cité jardin de
St. Gervais-Pantin-Les Lilas.
Figs. 1.389-1.393 (en la página opuesta). La ciudad-jardín del Departamento del Sena: planimetría y vista
del complejo residencial de Suresnes; primer proyecto y plan de realización de la ciudad-jardín de Plessis-
Robinson, y vista de conjunto.
Las vicisitudes urbanísticas en otros países .europeos
Historia del urbanismo. Siglo X X
desde mediados del siglo XIX,hacia'el Norte, conurbación parisina, calculadas en cerca de
hacia el Este y hacia el Sur, a lo largo de 13.000 hectáreas entre 1911 y 1931 44.
la vía férrea de Orléans. Más de 10.000 hec- Los terrenos de propiedad municipal se uti-
táreas, para un total de 700.000 habitantes, lizan para la construcción de complejos resi-
se urbanizan entre 1920 y 1930, cuando la denciales públicos, las denominadas «ciuda-
población de París aumneta en otro 1.000.000 des-jardín», por cuenta de los propios servi-
de almas (figs. 1.378-1.380). Se trata de un cios técnicos de la HBM («Habitations i Bon
proceso anárquico y precario de ocupación del Marché») del Departamento del Sena (figu-
territorio, respecto del cual la ley del 19 resul- ra 1.381); la etiqueta de ciudad-jardín se
ta ser completamente ineficaz, análogamente aplica en este caso inicialmente a barriadas
a lo que ocurre con la sucesiva ley del 24, de baja densidad y de extensión modesta,
que subordina la concesión de los permisos mientras que en un segundo momento, en
de parcelación a la aprobación por parte de torna a 1930, se modifican estos criterios,
una comisión del departamento y del prefecto, proyectándose complejos equipados de edifi-
pero que ofrece escasas garantías para asegu- cios de varias plantas, concebidos como polos
rar un nivel decente de urbanización primaria de crecimiento periférico y destinados a esta-
y secundaria, y que, en cambio, produce el blecer un principio de organización dentro de
efecto de elevar el coste del suelo y de multi- las áreas parceladas anárquicamente en los
plicar el contencioso entre empresarios, adqui- años precedentes. El comienzo de esta evolu-
rentes y administraciones públicas. ción Se manifiesta a través de los barrios de
Frente a esta febril actividad de las empre- Dugny (proyectado en 1919 por Bassompierre,
sas privadas son muy escasos los frutos reco- De Rutte y Sirvin, al norte de Le Bourget,
gidos por la actuación pública. El Consejo para un total de 1.400 habitantes), de Stains
general del Departamento del Sena trata de (de 1919, proyectado por Gonnot y Albenque
plantear una política inmobiliaria con la im- sobre unos terrenos de 27 hectáreas, con
posición de gravámenes sobre el plusvalor del destino a una población predominantemente
suelo, pero todos los esfuerzos que se hacen obrera), de Drancy (1920, de Bassompierre y
en tal sentido terminan por fracasar, ante el De Rutte), de la Cité-jardin des Lilas (1920,
empuje de los intereses contrarios del capital de Pelletier y Teisseire), de Champigny
inmobiliario. Tras este fracaso, el Departa- (1922, de Pelletier y Teisseire) e incluso de
mento del Sena se repliega en una política de Arcueil - Cachan (Payret - Dortail), Gennevil-
adquisición directa de su patrimonio de áreas liers, Bagnolet, etc.: todos son núcleos que,
edificables periféricas, siendo ayudado en este por lo general, comprenden de 1.200 a 1SO0
empeño por la Oficina departamental de las habitantes y que responden a modelos ingle-
«Habitations i Bon Marché» que, dirigida ses, con marcado predominio de las viviendas
por el infatigable Henri Sellier, ha iniciado unifamiliares aisladas o en línea (figs. 1.382-
ya, desde finales de 1916, un programa de 1.386). Una segunda fase, que se inicia a
adquisición de fincas agrícolas enteras y que partir del 22, marca ya un cambio en favor
en estos años consigue hacerse dueña de 370 de la vivienda colectiva y de una mayor con-
hectáreas de terrenos para destinarlas a la sistencia y organización de las intervenciones
construcción de nuevas barriadas populares. (Suresnes, proyectado por Mistrasse y Quo-
En total, entre estas adquisiciones y otras de nian en 1922, y Pré-St. Gervais-Pantin-Les
menor entidad, se trata de un millar de Lilas, proyectado por F. Dumail, de 1924; fi-
hectáreas que resultan controladas, al menos guras 1.387-1.390); una tercera fase iniciada
originariamente, por la iniciativa pública: en
apariencia, todo un éxito, pero en realidad 44 Cfr. H. Sellier: Cités-jardin et groups d'habita-
poca cosa, si se compara lo conseguido con tions de Paris et d u Département de la Seine, en
las exigencias de asentamiento que plantea la «La vie urbaine~,agosto-octubre de 1923.
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos 573
hacia 1928 ve progresar una racionalización los principios del Movimiento Moderno (fi-
del espacio del barrio en el marco de una guras 1.397-1.400).
dotación más amplia de equipamientos y, al Los organismos departamentales del Sena
mismo tiempo, una renovación y una mejora realizan entre los años 20 y 30 cerca de
de los modelos de los alojamientos. Esta tran- 18.000 viviendas; otros programas, incluso
sición desde la segunda a la tercera fase puede ya en fase de proyecto, deben abandonarse,
apreciarse sin dificultad en el barrio de Ples- como sucede con el barrio de la Bek-Epine,
sis-Robinson (figs. 1.391-1.393), iniciado en previsto para cerca de 30.000 habitantes, para
1924-25 con un primer sector de 220 aloja- cuya construcción se firma el correspondiente
mientos en pequeñas construcciones dispuestas acuerdo en 1931, quedando después práctica-
libremente en el terreno y ampliado después, mente ahogada esta iniciativa por efecto de
entre el 32 y el 35 (arquitecto Payret-Dortail), la lentitud administrativa, de los conflictos
hasta abarcar 65 hectáreas y 5.000 unidades de competencia y del comienzo de la crisis
de habitación, conforme a una configuración económica. En conjunto, el total de viviendas
más ordenada e intensiva, a lo largo de la construidas por la iniciativa pública en la
línea del metropiltano. A Plessis-Robinson, región de París asciende a cerca de 85.000
destinado a funcionarios y profesionales libe- unidades, construidas en parte por las oficinas
rales, se añade en la zona sur de París (en HBM de las administraciones periféricas y en
parte, ejecutando las indicaciones de la Cité- medida más considerable por los servicios
jardin du Grand Paris) el barrio de Chatenay- de la HBM de la Ville de Paris, a los
Malabry (de Bassompierre, Arfidson, De Rutte que se deben un buen número de los 40.000
y Sirvin; figs. 1.394-1.396), construido entre alojamientos que vienen a ocupar los terre-
el 31 y el 33, con un total de 56 hectáreas nos de las viejas fortificaciones, una vez des-
y 4.000 viviendas, y dotado de numerosos embarazados de los millares de chabolas allí
equipamientos colectivos debidos a la labor levantadas, que son urbanizados entre los
incansable de Henri Sellier. Entre los com- años 20 y 32, creándose una franja compacta
plejos de la segunda fase, además de las reali- de edificios de varias plantas 45 (fig. 1.402).
zaciones más heterogéneas de Boulogne-sur-
Seine, de Charenton y de Maison Alfort, son El gran crecimiento periférico de París no
muy notables, por sus innovaciones técnicas solamente es consecuencia del aumento de la
y urbanísticas, dos barrios de modestas dimen- población, sino también del éxodo continuo
siones proyectados por E. Beaudouin y M. que tiene lugar desde las áreas centrales. Las
Lods: en el primero de ellos, la Cité du administraciones del período prebélico han
Champs des Oiseaux, en Bagneux, de 1930- dejado un legado de numerosos programas
32, los dos arquitectos, en colaboración con de reconstrucción de los Zlots insalubres del
Freyssinet, introducen por vez primera mé- centro histórico, pero cuando estos programas
todos de prefabricación e industrialización se reanudan en 1920 (fig. 1.403), las asigna-
(figura 1.401); el segundo de estos barrios, la ciones de fondos disponibles son modestas,
Cité de la Muette,, en Drancy, de 1932-34 siendo también muy limitados los resultados
-de cerca de 10 hectáreas, 1.250 viviendas (tan sólo uno de los i b t s será demolido en el
y 440 habitantes por hectárea, constituido por período comprendido entre las dos guerras).
bloques de 16 plantas de estructura metálica Por otra parte -a pesar del bloqueo de los
y paneles de hormigón, con cuatro viviendas alquileres durante los años de guerra y de la
por planta, y que entran en composición con promulgación de una ley del 24 que trata de
casas de tres plantas agrupadas y con los equi- poner freno a las transformaciones de destino
pamientos colectivos-, debe considerarse, en 45 Un panorama de las realizaciones del departa-
su conjunto, el más mento del Sena puede verse en la revista «Urba-
conseguido en Francia con la aplicación de nisme~,septiembre-octubre de 1932.
, Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos 575
de los edificios, para evitar el cambio de los edificios construidos por la fundación Emile
fines residenciales a otros usos alternativos-, Deutsch de la Meurthe a imitación de los
el proceso de concentración de las actividades colleges ingleses, a partir de 1927 comienzan
terciarias ha ido aumentando, junto con el a surgir una serie de casas para los estudiantes
incremento de las actividades productivas de las distintas nacionalidades; en el grupo de
especializadas (artículos de lujo, vestido, pu- los pabellones que se insertan, conforme a una
blicidad) que constituyen una de las tradi- parcelación del suelo más bien mecánica, a
ciones de la capital francesa. También algunas lo largo del boulevard Jourdain, dominados
de las ricas áreas occidentales de la ciudad se por la Maison Internationale (1935, cons-
ven afectadas por este fenómeno: el eje 'de truida gracias a una donación de J. D. Rocke-
los Champs Elysées va cambiando su propio f eller ), constituye una excepción el esplén-
carácter por efecto de una marcada invasión dido Pavillon Suisse realizado en 1930-32 por
del terciario, mientras la edificación caracte- Le Corbusier, por encargo del Comité de las
rística de la alta burguesía va completando universidades suizas ( fig. 1.409). Con ocasión
las manzanas situadas en torno al Bois de de la Exposición colonial del 3 1, preparada en
Boulogne. El impulso que este eje directivo el parque de Vincennes, se ordena el com-
imprime a la directriz Oeste determina in- plejo del Jardín zoológico y se construye el
cluso la convocatoria de un concurso de ideas Musée des Colonies a la entrada del parque
para la ordenación de la zona comprendida (hoy Musée des Arts Africains et Océaniens),
entre 17Étoile y la place de la Défense (fi- proyectado por los arquitectos Laprade y
guras 1.404-1.407), con resultados casi inva- Jaussely. El peso del establishment académico
riablemente caracterizados por un rebosante vuelve a manifestarse en el concurso convo-
exhibicionismo de gvandeuv académica 46. cado para la sustituición del palacio del Tro-
Pocas son también las realizaciones progra- cadéro con ocasión de la Exposición Universal
madas más circunscritas, casi todas patrocina- del 37: inútilmente formula Le Corbusier
das por la autoridad pública, en las que se hipótesis distintas como posibles alternativas
manifiesta, sobre todo entre los afios 30 y 40, de los programas inicialmente preparados;
una rígida cerrazón respecto de las expresio- inútil es también el escrito redactado por un
nes de la arquitectura moderna. Podemos grupo de artistas y literatos de vanguardia
recordar aquí el complejo de la ciudad univer- condenando el proyecto ejecutivo del Palais
sitaria y las instalaciones destinadas a las de Chaillot debido a J. Carlu, L. A. Boileau
Grandes Exposiciones (Arts décoratifs del 29, y L. Azéma, de corte académico-monumental
Exposición colonial del 31, Exposición Uni- (figura 1.410). Con la Exposición del 37,
versal del 37). La ciudad universitaria va co- Francia ofrece un marco adecuado a los
brando forma a partir de 1922, al sur del pabellones de Speer, para la Alemania hitle-
parque Montsouris, aprovechando también un riana, y de Jofan, para la Unión Soviética, en
tramo de las viejas fortificaciones abandona- los que se expresa, a su máximo nivel, la
das, en una extensión de cerca de 40 hectá- recuperación academicista operada en los dos
reas (fig. 1.408): tras el grupo inicial de países más avanzados en las investigaciones
46 Cfr. H. Prost: Le concours d'idées pour l'amé-
de la arquitectura moderna entre los años 20
nagement de lJAvenue entre 1'Étoile et la place de la y.30. En esta misma ocasión se realiza tam-
Défense, en «Urbanisme», abril de 1932. bién el complejo neo-monumental del Musée
Figs. 1.402-1.409. Las parcelaciones intensivas de iniciativa privada y pública en las áreas del viejo cinturón
defensivo de París; el cuadro de 10s iiotr insaiubres según un estudio de 1918; el concurso para la expansión
Oeste: ordenación de la place de la Défense en el proyecto de Lesage y Miltgen, ordenación de la Porte Mai-
llot en el proyecto de Mallet-Stevens, plaza monumental en la Défense de Molinié, Nicod y Barbaud, y una
ordenación áulica del puente de Neuilly; planimetría del complejo de la Ciudad universitaria y vista del
pabellón suizo de Le Corbusier.
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos 577
Figs. 1.410 y 1.411. Plano general del Palais Chaillot (J. Carlu, L. H. Boileau y L. Azéma), y vista del Mu-
sée d'Art Moderne (J. C. Dondel, A. Aubert, P. Viard y M. Dastuge). l
Raymond Poincaré crea, en el Ministerio del mo, como responsable ante el Comité. Dentro
Interior, un Comité supérieur de l'aménage- del plazo previsto, es decir, dos años des-
ment et de l'organisation générale de -la pués de la entrada en vigor de la ley, se
région parisienne. Una de las secciones del entregan al ministro del Interior, Albert
comitétiene la misión de centralizar y orgn- Sarraut, los estudios sobre la región parisina.
nizar los estudios de los planes regul&es d e El conjunto de los elementos elaborados li-
los municipios de la región; sección de la mita su parte programática a dos sectores: la
que forma parte también Henri Prost, de definición de perimitres d'agglomération des-
regreso de su misión de varios años en Ma- tinados a indicar las zonas propuestas para
rruecos junto al mariscal Lyautey. $e prepara una urbanización complementaria, capaces de
una exposición actualizada de la situación de reequilibrar los valores del suelo, de permitir
hecho, que pone de manifiesto la ingente ex- un cuadro de previsiones para las adminis-
tensión territorial ocupada por la residencia traciones municipales y de preservar las áreas
dispersa y la destrucción de gran parte de las libres residuales y, en particular, las dotadas
reservas de bosques del traspaís, y se consi- de valores ambientales; y, en segundo lugar,
deran los proyectos existentes preparados por la previsión de un esqueleto básico de auto-
las administraciones estatales y, en particular, routes de circulación rápida -para facilitar
los programas confeccionados por el servicio el tráfico entre el centro, la banlieue y la
de Ponts et Chaussées. Por una ley subsi- red nacional de carreteras-, en el que des-
guiente, de 14 de mayo de 1932, se autoriza tacan cuatro autopistas radiales y una «vía
578 Historia del t~rbanismo.Siglo X X
Varr
ROUEN
'
Figs. 1.412-1.417. Los estudios para el plan de París: lámina del plan directeur de la región parisina; el
sistema de accesos a la capital; la Autoroute de I'Ouest, planimetría y dibujo en perspectiva; la Autoroute
du Sud. Planimetría general del plan de ampliación de la red del metropolitano de París.
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos
Triunfal» como continuación del eje de lYÉtoi- terminación del Metro conforme a un plan
le. Las indicaciones del plan se completan aprobado el año 36 que prevé nuevos tramos
con una serie de vinculaciones generales y dentro del perímetro urbano y hacia la ban-
de recomendaciones relativas a la previsión lieue (fig. 1.417); racianalización de la red
y realización de la red de infraestructuras (fi- ferroviaria, construcción de equipamientos
guras 1.412-1.416). hospitalarios y escolares, organización de los
A causa de las lentitudes de procedimiento servicios técnicos más importantes.
y de las cautelas y sospechas de las muni-
cipalidades interesadas, el plan no se aprobará
hasta el mes de junio del 39, mediante un
decreto-ley. De las obras programadas, puede
completarse antes del comienzo de la segunda En Lyon se completa el valiente programa
guerra mundial la autopista del Oeste; pero de aménagement et extension de la ciudad
en el 44, hacia finales de la guerra, el Plan iniciado ya, como se recordará, por el alcalde
Directeur de París resultará ya prácticamente Edouard Herriot con la colaboración de Tony
inservible. Garnier. Los Grands Travaux lioneses apun-
Así pues, en los veinte años que van del 20 tan hacia la racionalización de la ciudad exis-
al 40 la política urbanística general se limita tente, actuando sobre el sector de los grandes
a marcar el paso, en una situación económica equipamientos públicos y de la residencia po-
que en el curso de los años treinta se va pular. La clara individualización de las exi-
haciendo más difícil cada vez; y mientras se gencias funcionales de la ciudad se traduce
hace más lenta la producción edificativa pú- en un esquema coordinado que, en sus as-
blica y privada, se agudizan en cambio los pectos técnicos específicos y en su programa
problemas que derivan de la falta de una social, supera a todas y cada una de las solu-
programación territorial a escala urbana, en ciones precedentes. Del 18 al 35 se llevan
un área caracterizada por una acentuada de- a término el Estadio municipal ( 1913-18),
cantación espacial de la división del trabajo con capacidad para cerca de 30.000 especta-
(ya en estos años se calcula que existe una dores, una construcción en la que vuelven
pendularidad de desplazamientos diarios del a aflorar ciertas tendencias «celebrativas» del
orden de las 350.000 unidades). Los asenta- maestro francés y de su educación áulica y
mientos exteriores permanecen, a menudo, clasistizante; los mataderos de la Mouche
desconectados y al margen de todo enlace fun- (1908-24), el monumento a los Caídos en el
cional con los lugares de trabajo, como resul- parque de la Tete d 7 0 r (1924), la central
tado de la falta de previsión de las infraes- telefónica (1927), el hospital de la Grange
tructuras adecuadas; y toda una serie de pro- Blanche ( 1911-27), con su racional solución
puestas específicas relativas al centro urbano en pabellones, la escuela de artes textiles de
-como pueden ser la cuestión de los aparca- la Cruz Roja (1930-33) y, en fin, el barrio
mientos subterráneos, planteada ya en el 29 de los États Unis (1920-35; figs. 1.418-
por el prefecto de París, o la inserción de 1.421). En este barrio Garnier puede volver
dos arterias de circulación rápida, para el a poner en práctica sus estudios precedentes
tráfico automovilístico, en el propio cauce del sobre la residencia, iniciados en la época de
Sena, por debajo de los quais- se quedan en la Cité Industrielle, aunque sea también en
una fase preliminar de estudio, entre otras este caso dando por descontada -a pesar
razones porque son de difícil valoración fuera de los límites definidos de su aplicación-
del marco de unas previsiones más generales, una sensible divergencia entre las intenciones
aunque sean esquemáticas. Y viceversa, aun- de proyecto y su traducción ejecutiva: en la
que sea con dificultades, se opera en algunos publicación de los Grand Travaux, el barrio
sectores de la organización urbana existente: presenta un trazado lineal, servido por cuatro
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos 581
Figs. 1.427-1.431. Plan de aménagement de Lille (J. Gréber y M. Cordonnier); proyecto de J. Gréber para
el plan regulador de Marsella, plano de conjunto y detalle de la red de viales en el área central; la expan-
sión de Tours (1. Estado de la ciudad en 1850; 2. Expansión compacta, 1850-1919; 3. Expansión discontinua,
1850-1919; 4. Saturación, 1919-1939; 5. Urbanización dispersa, 1919-1939; 6 . Expansión 1939-1962) y de Tou-
louse (1. Centro histórico; 2. Expansión en el siglo XIX; 3. Barrios extensivos construidos hasta 1920; 4. Ba-
rrios de casas unifamiliares; 5. Zonas industriales; 6 . Zona universitaria; contorneados en trazo grueso se in-
dican los primeros grands ensembles realizados en la segunda posguerra).
Historia del urbanismo. Siglo X X
vías públicas paralelas, con edificios de tres realojar a los habitantes expulsados del centro
o cuatro plantas y apartamentos de dos, tres y como consecuencia de las últimas obras de
cuatro habitaciones; la ejecución del proyecto reordenación llevadas a cabo, pero tal opera-
tiene lugar de forma modificada y empobre- ción resulta después fracasada por efecto del
cida, con soluciones más corrientes y con un nivel que alcanzan los precios de arrenda-
fuerte aumento de la densidad. A pesar de miento, inaccesibles para las clases pobres a
tales deficiencias, el barrio de los États Unis pesar de los topes máximos fijados. Poco
sigue siendo, en cierto sentido, modélico; a él después de 1930, J. Gréber redacta un plan
puede contraponerse, aunque no sea más que de aménagement et d'extension que subraya
para medir la distancia recíproca que los sepa- y refuerza el papel de las infraestructuras
ra, el barrio del municipio suburbano de productivas y del intercambio 4 7 ( figs. 1.428-
Villeurbaine, construido en 1934 por M. L. 1.429).
Leroux ffigs. 1.422-1.424): un conglomerado En Tours, en torno al centro antiguo y a
compacto de 2.000 viviendas concentradas en los barrios decimonónicos que surgen más allá
seis hectáreas (con una densidad de 1.100 del boulevard Béranger-Heurteloup (barrios
habitantes por hectárea), en el que la compo- Rabelais, des Prébendes, Pascal, La Fuye), se
sición académica y un gratuito hibridismo de desarrolla la periferia de principios del si-
formas -sustraídas en parte a las investiga- glo xx hacia el Oeste y el Sur, hasta el ferro-
ciones del Movimiento Moderno, con fines de carril, en forma de urbanización más desorde-
actualización superficial del gusto- cubren nada, incongruente en los trazados, morfoló-
el suelo disponible con el máximo aprovecha- gicamente desigual y pobre en cuanto a dota-
miento posible. En los años treinta Lyon re- ción de servicios. Entre los años 19 y 40 se
visa el plan regulador; de esta época son saturan los barrios de la primera corona, que
el censo y el programa de zonas verdes, y una se expanden, en parte, conforme a un damier
propuesta para el trazado de un boulevard de de tipo decimonónico, aunque no sin alguna
circunvalación destinado a enlazar las radiales que otra excepción, como puede ser el barrio
regionales que entran en la ciudad (figu- «a la inglesa» de Cottage Park, en la zona
ras 1.425-1.426). de St. Cyr-sur-Loire. La armadura de con-
En Lille, después de la guerra, se desman- junto sigue subrayada todavía por las más
telan finalmente las obras de fortificación antiguas vías rurales de aproximación al cen-
que rodean a la ciudad y se hacen desaparecer tro viejo: es más bien la calidad residencial
las servidumbres militares existentes; el pro- la que diferencia las expansiones periféricas
yecto de Gréber y Cordonnier, triunfador en por clases y status, con los municipios exte-
el concurso convocado para la ordenación ge- riores septentrionales de St. Cyr, St. Sympho-
neral de la ciudad, define las líneas directrices rien y Ste. Radegonde ocupados por la pe-
del nuevo plan en una serie de anillos con- riferia burguesa de los comerciantes y los
céntricos de circulación, en parte utilizando profesionales liberales, y con la zona de Val
las áreas, ya libres, de las fortificaciones (fi- (barrios de St. Pierre-des-Corps y La Riche)
gura 1.427). poblada por el proletariado fabril y atormen-
En Marsella, un crecimiento al azar, de tada por la presencia de la línea férrea (fi-
relleno de cuencas de valle y de ocupación gura 1.430). En Tours la ley del 19 no llega
de terrenos en las colinas y en la costa, se a tener aplicación alguna, confirmándose una
combina con algunas intervenciones progra- inercia y una imprevisión no son infre-
madas en el sector de los equipamientos y de
47 Cfr. J. GrCber: Ville de Marseille. Plan d'amé-
la vivienda de iniciativa pública. La admi-
nagernent et d'extension, París, 1933. Sobre el
nistración municipal confía a algunas socie- desarrollo de la ciudad véase la serie de artículos
dades inmobiliarias la construcción de barria- de G. Rambert: L'agglomération marseillaise. Étude
das de viviendas de bajo coste destinadas a de géographie urbaine, en «La vie urbaine», 1919-21.
Las vicisitudes urbanísticas en otros países ez4ropeos 583
Figs. 1.432 y 1.433. La expansión urbana de Le Mans (1. Planta romana; 2. Perímetro urbano en 1850; 3.
Expansión 1850-1919; 4. Expansión 1919-1930; 5. Las cités construidas entre 1919 y 1939; 6. Expansión
1939-1962; 7. Las cités construidas entre 1939 y 1962; 8. Expansión 1919-1962; 9. Zonas industriales); plan
de Jaussely para Grenoble (1922) después de las modificaciones introducidas por R. J. Prud'homme (1928).
Otro caso interesante de ciudad media que modo diverso, las consecuencias de la confla-
experimenta entre ambas guerras un vigoroso gración en el plano económico (inflación,
desarrollo de las actividades productivas es aumento de precio de los materiales e incre-
el de Grenoble, que se convierte en centro de mento de los costes de construcción, etc.).
organización del turismo alpino del Delfinado Holanda, hasta el 24, se resiente también de
y de la Saboya, pero que también es capaz la ocupación francesa del Ruhr y de la crisis
de aunar una óptima dotación hotelera y unas de la producción alemana, que utiliza los
pujantes instituciones universitarias y cientí- canales y los puertos holandeses para sus
ficas con una eficiente estructura industrial tráficos comerciales; seguidamente, a partir
capaz de aprovechar la presencia de una mano del 24, con la recuperación productiva se ini-
de obra especializada proviniente de la tradi- cia un período de prosperidad que se pro-
cional base artesanal de la ciudad. El creci- longa sin dificultades hasta el 31, mantenido
miento demográfico es excepcional (de los también por los elevados beneficios coloniales
87.000 habitantes del año 31 pasa a los obtenidos en estos años. El gobierno de coali-
150.000 de comienzos de la segunda guerra ción nacional que se forma tras las elecciones
mundial, y eso sin contar los términos mu- del 33 consigue asegurar al país un equilibrio
nicipales periféricos que forman parte de la político estable hasta el momento de la ocu-
aglomeración): al mismo corresponde tam- pación nazi, mznteniéndose alejado de los ex-
bién un crecimiento urbano que se orienta tremismos de la derecha y de la izquierda, por
conforme a soluciones urbanísticas adecuadas lo demás de escaso peso.
y a una clara organización funcional (figu- Los acontecimientos internacionales de la
ra 1.433)) con el viejo centro situado en la inmediata posguerra influyen también en Ho-
orilla izquierda del Isere y dominado por el landa sobre el debate cultural: grupos de inte-
fuerte ds l a Bastille, en la orilla derecha, lectuales radicales, anarquistas, cristiano-socia-
que se consolida como área comercial y de listas, etc., siguen con atención la revolución
servicios administrativos con el polo de la popular en Rusia y las tentativas de algunos
place Grenette y con la zona de la estación, sectores revolucionarios que tratan de imponer
mientras las industrias, situadas inicialmente en Holanda un régimen de tipo soviético
a lo largo de la línea férrea, se canalizan des- (huelgas y revueltas de Rotterdam, que du-
pués hacia la llanura del Drac y del Isere, rante algunos días permanece en manos de
tras las obras de regularización de los dos los obreros). De tal situación agitada son
ríos 51. buena expresión las numerosas asociaciones
culturales y de opinión fundadas en las ciuda-
des más importantes. La acción del grupo De
3. Holanda Stijl, recogiendo en parte las difundidas aspi-
raciones a la renovación ética y social, inten-
a) LA S I T U A C I ~ N GENERAL Y LAS TENDEN-
tará transformar los objetivos orientándolos
CIAS OPERATIVAS E N EL CAMPO DISCIPLI-
hacia una actitud distinta del quehacer artís-
NAR DEL URBANISMO; LAS GRANDES IN-
tico y profesional, imponiendo los resultados
TERVENCIONES DE PLANIFICACI~N TERRI-
de sus propias investigaciones en el escenario
TORIAL
europeo 52: pero un examen más penetrante
Incluso los países que no se ven envueltos y circunstanciado del animado tejido cultural
directamente en el conflicto mundial, como de estos años revela la existencia de un espec-
es el caso de Holanda, advierten también, de tro muy articulado de posiciones, de las que
De Stijl tan sólo es una de las puntas más
Naissance d'une grande cité: Le Mans, au milieu destacadas.
du X X siecle, París, 1953.
51 Cfr. P. George: Grenoble, en L'urbanisation 52 A este propósito, cfr. el epígrafe 2, a), del
fran~aise,cit., págs. 84-94. Capítulo 11.
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos 585
Figs. 1.434 y 1.435. Plan para una ciudad satélite de Amsterdam en el Gooi (Keppler y De Miranda, 1926),
y plan de expansión de Utrecht de H. P. Berlage (1920).
más actuales de cuño anglosajón, que afectan Contando con una tradición ya experimen-
a las orientaciones adoptadas por los países tada y aceptada, renovada con la Woningwet
vecinos, Francia y Bélgica, acuciados a la sazón (Ley de la vivienda) de 1901, que es uno
por agudos problemas urbanos. En el Congre- de los hitos fundamentales de su práctica ur-
so de la International Federation for Town & banística, Holanda se encuentra en condicio-
Country Planning and Garden Cities, cele- nes de planificar con orden y sin traumas su
brado en Amsterdam en el 24 y que tiene por producción edificativa, consiguiendo compo-
objeto el estudio del plan regional de las gran- ner d crecimiento urbano en planes cohe-
des ciudades y del problema de los parques rentes, y mediando siempre entre la actuali-
urbanos, intervienen activamente, entre otros, zación de los organismos funcionales y el
Unwin, Abercrombie, Adams y Purdom, así recurso a soluciones compositivas, arquitec-
como los americanos Shurtleff y Goodrich. turas, materiales y expresiones de tipo más
Las temáticas de las ciudades satélites y de tradicional. Todo ello se logrará mediante una
las ciudades-jardín, que se plantean en las integración flexible de instrumentos de dis-
comunicaciones presentadas al Congreso, son tinta escala, desde los planes ejecutivos para
acogidas, sin embargo, con algunas reservas sectores urbanos hasta los planes de ordena-
por una parte de los arquitectos holandeses, ción regional 53 (fig. 1.435).
por entender que no se adaptan a la particu-
lar situación del país, tan densamente poblado 53 Sobre el debate cultural y sobre las realiza-
y cuyos centros aparecen caracterizados por ciones del período, cfr. G. Fanelli: Architettuva mo-
su mutua interacción en toda una serie de derna in Olanda, 1900-1940, Florencia, 1968, y fun-
damentalmente: Architettura, edilizia, uvbanistica.
relaciones complejas (fig. 1.434). Las con- Olanda, 1917-1940. Además, R. Blijstra: LJurbanisme
clusiones posibilistas adoptadas a este res- aux Pays-Bas depuis 1900, Amsterdam, 1963; sobre
pecto por el Congreso ponen marcadamente el housing en el primer decenio posbélico, cfr. la obra
Historia del urbanismo. Siglo X X
colectiva 'Arbeider~wonin~enin Nederland, Rotter- " Sobre los poblados del Zuiderzee, cfr. Neder-
dam, 1921; y Nederlandsch Instituut voor Volkshuis- landsch Instituut voor Wolkshuisvesting en Stede-
vesting en Stedebouw: De Woningwet 1902-1923, bouw: Het Nieuwe Land: De Opbouw de Wie-
Arnsterdam, 1930. ringermeer, Amsterdam, 1932.
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos 587
de parcelación del distrito (fig. 1.442) aparece simples, construidos con elementos pref a-
constituido por unidades mínimas de base bricados.
de 24 hectáreas, de 8 0 0 300 ~ metros, limi- A diferencia de lo que ocurría con los pro-
tadas por tres de sus lados por canales; la gramas ejecutados hasta 1918, la gestión de
mitad de la anchura de la parcela-tipo corres- la colonización la lleva ahora directamente el
ponde a la distancia óptima establecida entre Estado, que acomete una primera fase de
los colectores de drenaje que se han tendido puesta en cultivo de las tierras mediante la
en el subsuelo; las parcelas se agrupan en organización de explotaciones colectivas, pro-
«términos» y aparecen dispuestas en retículo cediendo después a la distribución de las
en función de la red de canales y colectores mismas en predios y a su ulterior arrenda-
(una primera línea de parcelas se establece miento, previa una selección ciudadosa de los
en los límites del pólder en sentido perpen- colonos, a cuyo efecto se valoran su grado
dicular a los diques de contención; fig. 1.443). de preparación técnica (es indispensable que
El análisis edafológico dicta las técnicas más estén en posesión de un título de estudios en
apropiadas de drenaje para cada tipo de suelo agricultura), sus antecedentes de buena con-
y al mismo tiempo define el programa de ducta y sus disponibilidades de suficiente
cultivo agrícola, conforme a seis categorías capital; un Crédito agrícola facilita la conce-
de aprovechamiento de las tierras establecidas sión de préstamos a tipos bajos de interés. El
en relación con la cantidad de terreno dedi- arrendamiento de las fincas se otorga por
cado al cultivo. Las dimensiones de las explo-
plazo de doce años, pero en función de su
taciones varia desde un mínimo de 12 hectá- buena administración y cultivo las concesio-
reas (superficie mínima rentable para un
nes vienen a ser prácticamente hereditarias.
núcleo familiar de tipo medio) a un máximo
En el plano administrativo, tras depender
de 60 o algo más, para algunas fincas admi-
inicialmente el Wieringermeer de la Adminis-
nis tradas directamente por el Estado .
tración estatal, en 1946 se procede al nombra-
Un aspecto particular del plan del pólder
miento de un Consejo municipal consultivo; a
es el que se refiere a la construcción de los
partir de 1950 tendrá lugar la elección del
centros habitados. Corrigiendo el sistema
Consejo de pólder por sufragio universal,
adoptado en el caso del Wieringermeer, don-
y más tarde el pólder quedará fraccionado en
de no se había previsto ningún centro de
categoría superior a la de distrito, el plan del cuatro municipios que se administrarán autó-
pólder del Nordeste fija la capitalidad de la nomamente.
zona en el asentamiento central de Emme- Después de la guerra, efectuada ya la colo-
loord, con cerca de 10.000 habitantes, alrede- nización del pólder del Nordeste, se inician
dor del cual se disponen, en corona, siguiendo las obras de los nuevos pólders de Oostelijk
una circunferencia de 5-7 kilómetros de radio, Flevoland (1957; 54.000 hectáreas) y de Zui-
los núcleos habitados menores (Nagele, Tolle- delijk Flevoland (1968; 43 .O00 hectáreas). En
beek, Marknesse, etc.), de cerca de 2.000 conjunto, según lo previsto, se consigue un
habitantes. En Emmeloord .tienen su sede aumento del territorio nacional de más de
las dependencias bugernativas, las asociaciones 200 .O00 hectáreas, extensión que corresponde
profesionales, los bancos, las escuelas secun- a una décima parte del total de tierras de cul-
darias y profesionales, y las tiendas y alma- tivo del país. De esta forma llegará a término
cenes; todos los poblados se construyen con- una obra de gran complejidad, objeto de una
forme a un modelo análogo, con una plaza planificación tecnocrática caracterizada por al-
situada en el centro, alrededor de la cual se tos niveles de preparación científica y de
levantan los edificios públicos (fig. 1.444). e£icacia ejecutiva, mediante la cual una nueva
Para las casas de campo de los colonos se unidad territorial, productiva y social, rigu-
emplean dos o tres tipos edificatorios bastante rosamente controlada en su desenvolvimiento,
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.436-1.441. Las operaciones de bonificación del Zuiderzee: el plan general con indicación de los cua-
tro pólders, planimetría del pólder del Noroeste (Wieringermeer), vista de las obras de acondicionamiento del
suelo en el interior del sistema de diques, las primeras casas de colonos del pólder, planimetría de un sector
del asentamiento central del pólder (según proyecto de Granpré Moliere), y planimetría del poblado de
Slootdorp.
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos
Figs. 1.442-1.444. Planta del pólder del Noroeste, la preparación del terreno con los canales y las conduc-
ci&es subterráneas de drenaje, y vista aérea del poblado d e Ens en 1947.
se inserta como elemento coherente en la par- uno de los sectores es notable, en cambio son
ticular economía de este país 55. más bien débiles las inmediatas correlaciones
entre éstos; pero del proceder de la actividad
privada y pública no dejan de extraerse las
b) LAS VICISITUDES URBAN~STICAS DE AMS- conclusiones metodológicas y prácticas que
TERDAM llevarán después a considerar el plan general
como referencia capital, aun cuando flexible
El gran esfuerzo de planificación urbana e integrable, de toda operación de transfor-
efectuado por el Municipio de Amsterdam en- mación urbana.
tre los años 20 y 40 puede calibrarse aten- Desde los años de la guerra se operan ya
diendo a los programas y realizaciones que algunas reestructuraciones importantes en la
afectan al centro antiguo, a la actividad edi- ciudad vieja (fig. 1.445). En 1916 se inicia
ficativa pública y privada, a la construcción la reconstrucción de una serie de manzanas
de nuevos barrios y, en fin, a la redacción del del barrio hebreo de Vilenburg que compren-
plan regulador general de 1934. Si bien hasta den 368 viviendas insalubres (a parte de los
comienzos de los años treinta el nivel de aca- expulsados se les asignan viviendas en el
bado técnico de las intervenciones en cada barrio del Afrikaanschebuurt, y a otra parte de
ellos se les aloja provisionalmente hasta que
Sobre el acondicionamiento del Zuiderzee, véan- posteriormente pueden ser realojados defi-
se: K.Jansma: T h e Drainage o f the Zuider Zee, en
aGeographica1 Review», octubre de 1931; P. Pin-
nitivamente en las nuevas casas); entre el 28
chemel: Le polder du Nordest (Pays-Bas), en «Anna- y el 29 se sanea el barrio de Valkenberg, in-
les de géographie», septiembre-octubre de 1953. troduciendo en él algunos equipamientos pú-
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.452-1.458. La realización del barrio de Amsterdam-Sur: vista de conjunto, planimetría y vista de un
grupo de viviendas de De Klerk, planimetría del sector comprendido entre el Amstellaan y el An~stel,vivien-
das de De Klerk en la Henriette Ronerplein, edificio de G. J. Rutgers entre la Rijnstraat y la Amstelkade,
edificio de la Takstraat en el complejo residencial obrero De Dageraad, de P. L. Kramer.
Historia del urbanismo. Siglo X X
blicos (en este caso una parte de los terrenos del suelo debido al crecimiento urbano; los
es utilizada por constructores privados); en arrendatarios, por su parte, gozan de la ven-
1930 se interviene sobre las manzanas de las taja -muy importante, sobre todo, para las
calles Ridder y Jonker, en las que desde tiem- empresas pequeñas y para las cooperativas-
po atrás 548 viviendas habían sido declaradas de limitar sus gastos de inversión. El Consejo
inhabitables. Los datos de partida de estas municipal modifica en numerosas ocasiones
reestructuraciones son de tal magnitud que las condiciones generales de los contratos, que
resulta imposible realojar inmediatamente a finalmente se orientan hacia el arrendamiento
todos los residentes desplazados, aunque por perpetuo con revisión cada cincuenta años del
regla general no se procede a ninguna inter- precio y demás obligaciones derivadas del
vención sin antes contar con alguna garantía contrato.
de que existe un nuevo arreglo posible, por Por lo que respecta a las modalidades de
más que tampoco sean ajenos a estas opera- la expansión urbana, la municipalidad de Ams-
ciones fines de «saneamiento social» 56 y de terdam procede mediante planes particulari-
lucro privado mediante la destrucción y susti- zados de urbanización, siguiendo directrices
tución ambiental 57. Junto a las intervenciones que parecen implicar, por partes, a casi todo
de transformación del tejido urbano tienen el arco de traspaís disponible, desde las zonas
lugar también ensanches y modificaciones de al norte del Ij a las áreas del sur, para las
calles; desde 1919 a 1928 una Comisión na- que durante los años de la guerra se ha apro-
cional de protección de los bienes ambientales bado un plan definitivo de Berlage: son
procede a la redacción de un inventario pro- orientaciones que, leídas en su conjunto, pare-
visional de los inmuebles de valor histórico cen aludir a una operación de descentramiento
y artístico. por núcleos contiguos o satélites parcialmente
Con la reactivación económica que se inicia equipados, sin que, no obstante, se disponga
a partir de 1920 se hace posible una intensa de una formulación explícita en tal sentido
producción de edificación residencial de tipo ni se haya intentado una racionalización de
medio y popular, en parte debida a la inicia- conjunto con tal fin (figs. 1.446-1.451). Hacia
tiva pública y en parte a los empresarios el Este, más allá del Amstel, se construye
privados. Como sucede también en otras ciu- el barrio Africano, con alojamientos en parte
dades holandesas, la administración municipal realizados por el Municipio y en parte por una
de Amsterdam practica una política pública fundación hebrea, para albergar a los expiil-
del suelo: el Municipio compra o expropia sados de Vilenburg; al Nordeste se abre la
los terrenos destinados a la expansión y los «ciudad-jardín» de Oostzaan (1921), desti-
prepara para su urbanización (canales, alcan- nada a los obreros de los astilleros navales,
tarillado, puentes, carreteras, parques y par- un barrio extensivo completamente dotado de
terres), volviéndolos a ceder seguidamente en equipamientos y constituido por algunos cen-
arrendamiento a los promotores interesados, tenares de construcciones ligeras sobre ci-
conforme a un principio puesto en práctica mientos de hormigón; hacia el Norte en el 26
ya desde 1896 con el fin de canalizar hacia se completa la otra «ciudad-jardín» (Nieu-
la propia colectividad el incremento de valor wendam), que comprende viviendas destinadas
a la clase media y a la aristocracia obrera, el
56 Amsterdam, como otras ciudades holandesas,
mantiene colonias para familias «asociales», que son barrio de Buikslooterham (que incluye tam-
poco menos que ghettos vigilados. En el 26 se ter- bién algunas casas para ancianos) y el barrio
minan dos grupos de alojamientos de este tipo, de Nieuwendammerham, con características
Asterdorp y Zeeburgerdorp, que luego, durante la similares a las del anterior. Los criterios de
última guerra, serán demolidos. asignación de las viviendas aparecen regulados
57 Sobre la renovación de los barrios viejos, cfr.
Municipal Housing Department: Slum Clearance in por disposiciones que establecen un orden de
Amsterdarn, Amsterdam, 1930. prioridad que coloca en primer lugar a las
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos 593
familias que se han visto obligadas a aban- Los proyectos privados para el Amstel y
donar un barrio sometido a operaciones de para los demás barrios son controlados por
saneamiento, en segundo lugar a las familias el Municipio a través de su revisión por parte
que ocupan una vivienda insalubre y en el de una comisión cualificada de arquitectos,
tercero a las que habitan en viviendas donde que en algunos casos llega a proporcionar in-
se da un verdadero hacinamiento 58. dicaciones específicas y vinculantes para la
Hacia el Sur, a partir de 1924, sobre el definición de las diversas zonas del plan o
planeamiento de Berlage se completa el barrio para determinados aspectos de las soluciones
del Amstel, en gran parte construido por em- arquitectónicas. Proyectistas de reconocida
presarios privados y destinado a las clases competencia (como De Klerk, Kramer, Rut-
medias, y que constituye una de las realiza- gers y otros) son llamados para diseñar, a ve-
ciones más significativas de la primera pos- ces por designación del propio Municipio, las
guerra, con su trazado basado en la tradicional fachadas de los edificios construidos con arre-
dependencia entre canales viarios y formación glo a las planimetrías empleadas por los em-
edificativa, en una relación totalmente reno- presarios y promotores particulares. Se presta
vada por las amplias cadencias espaciales particular atención a las plazas públicas, ele-
y por la generosa mediación de los espacios mentos centrales de organización de los ba-
arbolados (figs. 1.452-1.438). En el barrio del rrios, para cuya ordenación se convocan con-
Amstel trabajan M. De Klerk (Stalinlaan, cursos o se establecen normas más severas de
1922), P. L. Kramer, J. F. Staal (casa alta revisión de proyectos (plaza del barrio de
en Victorienplein ), M. Staal-Kropholler, G. J. Amsterdam-Oeste, Mercatoplein, etc.).
Rutgers, H. T. Wijdeveld y otros; a pesar
de la dependencia de los edificios respecto de El plan regulador general que el Municipio
la disposición urbanística, las soluciones de de Amsterdam comienza a estudiar en 1934
los apartamentos consiguen también una pre- constituye un cambio de orientación en la
cisa claridad funcional, mientras las expre- política urbanística que sigue inmediatamente
siones formales de las arquitecturas concretas a la valoración crítica del proceso de expan-
-caracterizadas a veces por un empleo exce- sión «por barrios» y que deriva de la nece-
sivo de variaciones particulares, en el uso de sidad, cada vez más patente, de contar con
una decoración totalmente confiada a las plás- un planeamiento más general de los problemas
ticas ondulaciones de las paredes en ladrillo, urbanísticos (hay que advertir que ya des-
a las divisorias con ventanas y a los perfiles de S 321 la municipalidad se ha asegurado
de las cubiertas y tejados- resultan conte- administrativamente un territorio de más de
nidas por la unidad de los materiales y por 17.000 hectáreas mediante la absorción de
la altura constante de los edificios; de todo casi 13.000 hectáreas de pólders rurales peri-
ello deriva un ambiente sugestivo, a escala férico~,y que esta expansión requiere una
humana, que celebra el ascenso de la élite escala distinta de previsiones e interdepen-
obrera y de los empleados a un nivel y a dencia~;a la vez que el continuo incremento
un hábito de vida burgueses 59. del patrimonio municipal de suelo ofrece pro-
me tedoras perspectivas operativas; fig . 1.460).
City of Amsterdam: Amsterdam: Development
of the Town Housing Improvement, Amsterdam, considerado por algunos más bien extrínseco y for-
1924. malista en el trazado en Y de su arteria funda-
59 «El barrio fue construido con singular grandio- mental y en la consiguiente disposición de la trama
sidad por la unidad figurativa que resulta del con- viaria que con ella se coordina, tiene [ . . .] el mérito
junto de los grandes paseos arbolados y de los blo- de favorecer esa unidad que todavía hoy es atributo
ques de edificios todos iguales, que constituyen esencial de la vida cívica y que ya no vuelve a
todavía, en su armoniosa fusión, uno de los ejemplos encontrarse en los barrios racionalistas y en los ac-
más válidos y sugestivos de arquitectura residencial tuales con igual fuerza expresiva.» G. SamonA,
de Europa. El diseño planimétrico de este barrio, op. cit., pág. 96.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.459-1.461. El plan de expansión de Amsterdam hacia el Norte de J. Boterenbrood (1923); la exten-
sión del patrimonio municipal de suelo en la segunda posguerra; el plan regulador general de Arnsterdam
de 1935.
Las vicisitudes urbanísticas en otros paises europeos
Figs. 1.462-1.464. Las obras de movimientos de tierras en el lago de Sloterpas (en la parte de arriba de la
foto se ve un sector del barrio de Bosch-en-Lommer), maqueta del nuevo barrio de Slotermeer, y vista de los
barrios de expansión en la parte occidental de Amsterdam realizados en la posguerra (arriba, en el centro, el
barrio de Slotermeer).
Historia del urbanismo. Siglo X X
La difundida conciencia de esta exigencia se los realmente existentes ( Ams terdam alcan-
revela en algunas propuestas generales ela- za en 1935 la cifra de 750.000 habitan-
boradas hacia la mitad de los años veinte, tes). A partir de esta hipótesis se deduce
como el plan de J. Boterenbrood para el inmediatamente el cálculo de las necesi-
«Gran Amsterdam» del 25, basado en la idea dades residenciales: considerando una dis-
de establecer un enlace orgánico entre el minución de la magnitud familiar hasta el
centro y las zonas situadas al norte, al otro índice de 3,37 personas por familia (res-
lado del Ij, hacia las que se vuelca, duplicán- pecto del índice existente de 3,74) resulta
dose, la ciudad histórica (fig. 1.459); o como que a la demanda de alojamiento deberá ha-
el sucesivo plan del 26, preparado por A. W. cerse frente con la previsión de 84.000 nue-
Bos, director del departamento municipal de vas viviendas, a las que deben añadirse otras
obras públicas. Las críticas suscitadas por este 13.460 para compensar las demoliciones por
proyecto oficial (en particular, por la falta saneamiento, más otras 12.000 que se han
de un serio análisis de base) resultan bastante de destinar a los núcleos familiares que aban-
importantes como premisa para el plantea- donan, obligada o espontáneamente, las áreas
miento de los estudios del plan del 34. En centrales como consecuencia del proceso de
este aspecto, resulta decisiva, de cualquier terciarización que afecta a las mismas. En
modo, la eficaz organización técnica de la el cálculo se computan también las 1.370 vi-
administración municipal, que se concreta con viendas ya existentes en las áreas de expansión
la creación en 1928 del departamento de previstas por el plan.
urbanismo, a cuyo frente se coloca, como di- En la alternativa entre desarrollo centrado
rector, al ingeniero L. S. P. Scheffer, que en su conjunto y amplio descentramiento te-
cuenta con la colaboración de Th. K. van rritorial con barrios espacialmente indepen-
Lohuizen, como encargado de los análisis, y dientes, prevalece la primera de estas hipó-
desde 1929 con la de C. van Eesteren, como tesis en razón a la fuerte concentración de
arquitecto-jefe del plan. los empleos en el centro histórico: dejadas
El plan regulador general adoptado por el a un lado las hipótesis de ciudades-jardín o
Consejo municipal en 1935 (fig. 1.461) se ciudades satélites, para no exacerbar los fenó-
basa, ante todo, en un cuadro completo de menos de pendularidad, e incluso las pro-
datos analíticos (lo que, para este período, puestas de Le Corbusier en favor de una neta
constituye por sí mismo en Europa un im- contraposición entre la ciudad nueva y la
portante resultado metodológico) y, por con- antigua, se opera en cambio en el sentido de
siguiente, en una profunda valoración de los conseguir una expansión compacta, de carác-
factores de desarrollo económico y demográ- ter semi-intensivo, definida funcionalmente
fico que inciden sobre el crecimiento de la con precisión, manteniendo la continuidad
ciudad; una amplia memoria programática con la estructura existente, por barrios a los
ilustra los criterios generales de planeamiento que se atribuye un alto grado de coherencia
y los diversos aspectos de las soluciones par- interna y de identificación espacial, separando
ticulares adoptadas. las diversas zonas residenciales mediante fran-
Descartando la hipótesis de un crecimiento jas equipadas de zonas verdes ".
impreciso e indefinido, una primera fase de
60 En el 34 Scheffer afirma: «La preocupación por
las investigaciones se encamina a definir la encontrar una forma adecuada para la futura expan-
nueva dimensión demográfica de la ciudad, sión, en la que sea posible concretar al máximo la
evaluada en un ámbito commendido entre idea de la ciudad descentralizada eliminando de esta
900.000 y 1.100.000 habitantes. El plan apa- solución SUS posibles desventajas, se desprende cla-
ramente de nuestro plan general. Los barrios resi-
rece dimensionado para una denciales situados más allá del área urbana apa-
de 96-000 lo que representa un recen concebidos por grandes unidades, como com-
aumento de casi 300.000 sobre la cifra de plejos más o menos autónomos, separados entre sí por
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos 597
Figs. 1.465-1.469. El concurso de 1933-34 convocado por el municipio de Amsterdam para la definición
de nuevas tipologías edificativas: el proyecto de J. H. van den Broek, planimetría y perspectiva; proyecto de
G. T. Rietveld, fachada y planta de las viviendas; el barrio de casas-torre de J. B. van Loghem; proyecto
de G. Versteeg, planimetría, axonometría y planta de las viviendas.
(figura 1.462). El parque de Amsterdam Bos cada uno de ellos de un centro comercial, y
se ordena con criterios científicos, basados atravesado por franjas de zonas verdes en
en cuidadosos estudios geo-ecológicos, con em- dirección Este-Oeste (figs. 1.463-1.464).
pleo de elementos compatibles con el habitat Por los márgenes de variabilidad dejados
de las tierras de los pólders. a los proyectos ejecutivos de edificación, así
Finalmente se pasa a la construcción de los como por la amplitud de las soluciones gene-
primeros barrios residenciales: en el 35 se da rales, el plan de Amsterdam del 34 demues-
comienzo ya al complejo de Bosch-en-Lommer, tra su fácil capacidad de actualización y de
al oeste de la ciudad, según proyecto del adaptación a los cambios técnico-económicos
departamento técnico municipal, con un total sobrevenidos después de la guerra; en particu-
de cerca de 10.000 viviendas dispuestas en lar, la red viaria de circulación rápida puede
edificación abierta, y que se terminará en ser transformada después en una serie de auto-
1938 62; en el 38 se prepara el plan para la pistas libres de cruces con las vías públicas
zona de Slotermeer, estudiado con empleo ordinarias.
de una serie de maquetas y perspectivas in-
Al margen de las vicisitudes del plan regu-
teresantes, también con unas dimensiones que
lador conviene recordar también el concurso
se aproximan a los 10.000 alojamientos, sub-
convocado en el 33 y resuelto en el 35 para
dividido en siete núcleos menores, dotado
la definición de nuevas propuestas de tipos
62 Cfr. The Amsterdam Boschplan, en «Journal de edificación, sobre la base de un programa
of the RIBAD, mayo de 1938. para un barrio de viviendas populares con una
Las vicisitudes urbanísticas en otros paises europeos 599
superficie de 300 X240 metros. Los 92 pro- barrio de Oud-Mathenesse, del 22, previsto
yectos presentados, clasificados conforme a originariamente, con carácter provisional, so-
seis categorías tipológicas, ofrecen un notable bre un área triangular difícil, se resuelve por
abanico de soluciones, entre las que se dis- Oud mediante una disposición planimétrica
tinguen las de van Tijen, las de van den articulada sobre distintos ejes de simetría,
Broek, las del grupo de A. Staal, las de Riet- mientras que la solución tipológica sigue sien-
veld, etc.; los resultados del concurso, no do bastante tradicional, aunque fundamentada
utilizados en aquel mismo momento, cons- en un empeño de proyecto extremadamente
tituyen después una experiencia preciosa para riguroso (figs. 1.474-1.475); en el barrio de
la construcción de los barrios residenciales Kiefhoek, construido del 25 al 29, Oud des-
realizados en la posguerra (figs. 1.465-1.463). arrolla con bastante mayor rigor planimétrico
y tipológico-formal la . vivienda unifamiliar
de dos plantas (también aquí, no obstante,
el complejo aparece rígidamente vinculado por
las preexistencias, que hacen que se prefiera
En Rotterdam la expansión urbana se pre- una planta más bien tradicional y que limitan
senta con carácter bastante sostenido, en rela- la intención de utilizar con constancia geo-
ción con la creciente actividad del puerto, métrica y seriada el tipo edificativo elegido).
que en 1938 accede al primer puesto, por vo- En Hoek van Holland, a poca distancia de
lumen de tráfico, entre los puertos europeos: Rotterdam, Oud realiza en el 24 el barrio
el suburbio de Vreewijk pasa de los 4.000 del mismo nombre, en el que dos cuerpos,
habitantes de 1920 a 17.000 en 1933; Blij- cada uno de 16 alojamientos en dos plantas,
dorp y Bergpolder, áreas todavía sin edificar aparecen compuestos en un complejo orgánico,
en el año 20, alcanzan cada una de ellas unificado por el mirador continuo de los apar-
los 10.000 habitantes en el 30; análogos rit- tamentos superiores y definido por las tien-
mos de crecimiento se producen en zonas das en chaflán redondeado (figs. 1.476-1.478).
todavía más periféricas, como Hillegersberg, Junto a las obras de Oud es digno de mención
Schiebroek y Overschie. en Rotterdam el barrio construido en Spangen
Entre las primeras barriadas planificadas por M. Brinkman a partir de 1920, caracteri-
de iniciativa privada son de señalar las nue- zado por edificios con apartamentos en la
vas expansiones de Beukelsdijk y Vreewijk: planta baja y en el primer piso y con vivien-
este último barrio, de casas unifamiliares, das duplex en las dos plantas superiores, ser-
con una densidad de 40 viviendas por hectá- vidas por un amplio balcón corrido que fun-
rea y un total de cerca de 3.000 alojamientos, ciona como galería colgante más que como
se proyecta en 1921 por Granpré Molikre, por simple elemento de acceso a los alojamientos,
cuenta de una sociedad constructora, dentro con un resultado espacial y ambiental extre-
de los términos de la estética suburbana, en madamente rico en valencias y relaciones
una evidente búsqueda de equilibrio entre tra-
dición y renovación (figs. 1.470-1.471). Se 63 Afirma Fanelli: «En la compleja y significativa
deben, en cambio, a la iniciativa pública al- conexión de todas las partes se realiza una equili-
gunas de las realizaciones más significativas brada relación entre la vida de cada vivienda y la
entera unidad residencial [ . . .] cada detalle está con-
del movimiento moderno holandés, como los cebido para cualificar una necesidad del residen-
barrios proyectados por Oud, el arquitecto te [ .. . ]. La experiencia de Brinkman tiene un valor
perteneciente al grupo De Stijl cuya colabora- absoluto que la impone como referencia importante,
ción se ha asegurado la municipalidad de Rot- con implicaciones que todavía hoy son actuales en
terdam: en el barrio de Tusschensijken de la problemática de la cultura urbanística contempo-
ránea. [ .. . ] En cuanto a una posible colocación de
1920-21, constituido por manzanas alargadas la experiencia de Spangen en el panorama holandés
en patios cerrados, Oud racionaliza la vivienda de estos años, se verá que, respecto de los celebrados
de tradición holandesa ( figs. 1.472-1.473); el barrios de Oud [ ...] , no se puede dejar de reconocer
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.488-1.491. La Haya, barrio obrero de Laawijk, viviendas del barrio «Daal en Berg», planta y vista
del barrio Duindorp.
Figs. 1.492-1.495. Hilversum, ayuntamiento (W. M. Dudok, 1923-24), un área de los nuevos barrios realiza-
dos por el municipio Y por sociedades de edificación. dos escuelas de M. M. Dudok (escuela de la Rembrandt-
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos 603
Union Internationale des Villes y la Garden de otras ciudades, en Herenthals (A. Puissant,
Cities and Town Planning Association. 192 1), en Auderghem (Vanderslagmolen y
Este empeño programático -acometido, Verbist, 1921), en Hemixen (Cols y De
antes del final del conflicto, a nivel de estu- Roeck, 1922), en Hoboken (M. van Rompaey,
dio por comisiones bilaterales que inician 1921) y en Ganshoren (J. Ghobert, 1922);
sus trabajos en los países aliados de Bélgica o como los poblados industriales construidos,
(sobre todo en Inglaterra, Holanda y Fran- conforme a una tradición que se remonta a
cia)- no deja de plantear una serie de in- los últimos años del XIX, por las Sociétés
terrogantes acerca de los métodos y las mo- de Charbonnages en Eysden (fig. 1.501))
dalidades de intervención (reintegración his- Hechteren-Zolder, Waterschei y Zwartberg.
toricista o desarrollo ex nouo, exigencia de Esta misma orientación, que aparece influi-
un plan general, nivel del control público, da por las contemporáneas teorías de R. Un-
etcétera). Por otra parte, al finalizar la guerra, win, se auspicia también para la expansión
ante la destrucción de casi 200.000 alojamien- de las grandes ciudades. Verwilghen, en su
tos, resulta igualmente viva la exigencia de intervención en el congreso de la International
una producción masiva de viviendas de bajo Federation for Town & Country Planning
coste. A este objetivo responde la creación and Garden Cities celebrado en Amsterdam
en 1919 de la Société Nationale des Habita- en 1924, afirma que debe adoptarse la ciu-
tions ?i Bon Marché, para ayudar financiera- dad-jardín como elemento básico de un des-
mente, mediante préstamos a interés reducido, centramiento planificado ligado al sistema de
a las sociedades y empresas de construcción. los transportes, a distancias determinadas por
En este clima se refuerzan en Bélgica las tiempos aceptables para el desplazamiento
influencias de los movimientos europeos, acti- pendular, y delinea un diagrama teórico de
vos ya antes de la guerra, desde las experien- desarrollo urbano; L. van der Swaelmen apli-
cias de la vecina Holanda a las teorías de la ca estos principios a la capital, Bruselas, valo-
ciudad-jardín: esta última hipótesis es, pre- rizando la ubicación posible de un cinturón
cisamente, la que parece polarizar los temas de barrios satélites 'j6; el mismo van der Swael-
socialmente más avanzados t a n t o en función men y H . Hoste intentan poner en práctica
de la reconstrucción como de los programas una aplicación en clave regional del modelo
de edificación popular- en torno a la ideo- de baja densidad con la ciudad-jardín de
logía de un socialismo humanitario-paterna- Klein Rusland, concebida como elemento de
lista que hace del foyer unifamiliar, de un un sistema industrial lineal a lo largo del
ambiente residencial grato y esencialmente canal Gante-Terneuzen. En este sentido, las
cités-jardins de Bruselas, a que nos hemos
anti-urbano, uno de los puntos de referencia
de la renovación de la sociedad. La opción de referir más adelante, figuran entre los
favorable a la ciudad-jardín se reitera en una proyectos más importantes realizados entre
ulterior conferencia sobre Habitations Bon los años 20 y 30.
En el marco de las ocasiones profesionales
Marché promovida en 1920 por la Union des
que ofrecen los barrios residenciales subur-
Villes; y conforme a estos ptincipios se rea-
banos es donde se desarrolla, sobre todo la
lizan los nuevos asentarnientos de las zonas en
confrontación entre los arquitectos de forma-
reconstrucción, como son la ciudad-jardín de
ción tradicional, que tienen sus modelos en
Batavia, junto a Roulers (de R. Verwilghen,
el cottage anglosajón y en la estética unwinia-
A. Pompe y F. Bolson, de 1920)) el barrio
na del suburb, y los modernistes como V.
Ezelbrug, junto a Menin, de 1921, y las ciu- Bourgeois, J. Eggericx y H. Hoste, que a
dades-jardín de Kafvaart y Ligy, junto a partir del 26 introducen las hipótesis meto-
Ypres (la primera de R. Acke, 1921, figu-
ra 1.500; la segunda de R. Verwilghen, De L. van der Swaelmen hay que citar la obra
1922); como los nuevos barrios de expansión Préliminaires d'art ciuique, Leyden, 1916.
Historia de2 urbanismo. Siglo X X
dológicas adoptadas por el Movimiento Mo- forman parte de esta operación las ingentes
derno. La actualización de los modernistas, obras efectuadas en la zona comprendida entre
llevada con cautela al principio, se hace más la place Royal, la rue Royal, la colegiata de
rigurosa hacia 1930, cuando precisamente en los Santos Miguel y Gúdula y la Grand'Place,
Bruselas se celebra el tercer congreso de los con la apertura de la rue Cardinal Mercier; y
CIAM en el que Le Corbusier expone por el importante proyecto de jonction mediante
primera vez los principios de la Ville Radieu- línea subterránea entre la gare de Midi y la
se. Desde 1930 aparecen una serie de pro- gare Bruxelles-Nord, cuya ejecución se ter-
puestas teóricas a escala urbana tendentes minará en los años cincuenta, con demolición
a ensayar las teorías del zoning, la relación de decenas y decenas de edificios en la su-
entre viviendas, servicios e infraes tructuras, perficie '' (figs. 1.507-1309).
y las hipótesis del crecimiento urbano, ahora Entre los barrios suburbanos figuran en
con rechazo radical de las hipótesis de la ciu- primer plano las ciudades-jardín de Le Logis,
dad-jardín y de la casa unifamiliar aislada; Floréal, Kapelleveld, Puits Noires y la Cité-
propuestas como las de V. Bourgeois para Moderne de Berchem-St. Agathe. Las cuatro
Bruselas (del 30 es el proyecto del nouveau primeras barriadas citadas, que comprenden
quartier para una zona industrial lineal situa- un total de 2.400 alojamientos, surgen en el
da a lo largo del canal de Willebroek, también cuadrante sudorienta1 de la ciudad según pro-
del 30 es el proyecto del barrio enlazado yecto de conjunto debido a L. van der Swael-
con la nueva estación internacional, y del 31 men: Le Logis y Floréal se componen de
es el esquema de zoning para la Gran Bruse- varios núcleos (Le Trapeze, L'Entonnoir, Le
las; figs. 1.502-1.505))como la de S. Jasinski Plateau, Le Carré), individualizados mediante
para la creación de un barrio administrativo el aprovechamiento de las particularidades
en Bruselas, como las posteriores presentadas del terreno, y enlazados entre sí por boule-
al concurso de Amberes de 1933 y las formu- vards (figs. 1.510-1.513); Kapelleveld (500
ladas después por H. Hoste y P. A. Michel viviendas) se distingue por su considerable
para Brujas, que combinan, según destinos dotación de equipamientos y por la presencia
funcionales específicos, los modelos de la en el centro del complejo de cuatro torres de
Siedlung y de la Ville Radieuse (fig. 1.506). apartamentos de cinco plantas ( figs. 1.514-
La gran crisis, interrumpiendo los canales de 1.516). Participa en gran medida en el pro-
financiación destinados a la vivienda a bajo yecto de las viviendas J. Eggericx, que aporta
coste, corta de raíz toda posibilidad de expe- su conocimiento directo de los garden suburbs
rimentar en concreto estas orientaciones sobre ingleses y el gusto por el ambiente pintoresco.
la base de programas globales coordinados 67. En la zona Noroeste de Bruselas surge la Cité
Moderne de V. Bourgeois (1922-25; figu-
En Bruselas las transformaciones operadas ras 1S17-1.520)) una barriada de dimensiones
en el período 1920-40 afectan a dos frentes bastante más modestas, que se presenta como
de intervención vinculados entre sí dentro del término de compromiso y de transición entre
proceso de estratificación y selección funcional
de la capital: la reestructuración de las áreas L. Verniers: Les transformations de Bruxelles
centrales y la imponente expansión periférica. et l'urbanisation de sa banlieue, depuis 1795, Leau,
El primer grupo de obras completa el ciclo 1934; P. Abercrombie: Bruxelles. Études de dévelop-
de renovación comenzado a partir de la mitad pement et du tracé urbain, Bruselas, 1935; M . Van-
hamme: Bruxelles capitule. Éuolution de la ville
del siglo XIX siguiendo el ejemplo de París: de 1830 2 nos jours, Bruselas, 1947; J. L. Berbier:
Brussels Repanned. The Mont des Arts, en «Journal
Sobre estos aspectos, cfr. M. Smets: L'avéne- o£ the RIBAD, abril de 1957; M. Mathieu: La jonc-
ment de la Cité-jardin en Belgique. Histoire de tion Nord-Midi. Ses conséquences pour la géo-
lJhabitat social en Belgique de 1830 d 1930, Bru- graphie urbaine de Bruxelles, en «Bulletin de la So-
selas, 1977. ciété Royales Belge de Géographie», marzo de 1961.
Las vicisitudes urbanísticas en otros paises europeos 607
Figs 1,500 y 1.501. La cité-jardin de Kalfvaart en Ypres (R. Acke, 1921), y la cité-jardin de la Société des
Charbonnages du Limbourg en Eysden.
608 Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.507-1.509. Bruselas, las áreas centrales con el trazado de la jonction subterránea entre la gare Nord
y la gare de Midi (en superficie de trazos se indica el tejido urbano sustituido); la situación del área com-
prendida entre Santa Gúdula y la Place Royal, antes y después de las obras de ordenación.
Figs. 1.510 y 1.511. Las barriadas de Le Logis y Floréal, planimetría y vista de un sector.
Figs. 1.512-1.520 (en la página opuesta). Viviendas de dos plantas en Le Logis y edificio en altura de
J. Eggericx (1927-30); proyecto de un edificio de apartamentos de H . Hoste en el suburbio de Kapellveld,
planimetría de Kapellveld y vista de una vivienda diseñada por P. Rubbers; V. Bourgeois, barriada de La
Cité Moderne: planimetría, vista de conjunto, vista del edificio central de tres plantas y de un grupo de vi-
viendas.
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.521-1.526. El concurso de Amberes de 1933: proyectos de A. Gutton, del grupo Viret-Marmorat-Mon-
noyer, y de L. Stijnen; vista y planimetría del proyecto presentado por Le Corbusier en colaboración con Hos-
te y Locquet; vista perspectiva de la ordenación propuesta por E. Envaux y Heymans.
la estética suburbana todavía dominante y las sultados constituyen uno de los momentos
exigencias de tipificación y racionalización de más importantes de verificación y confronta-
los procedimientos constructivos y composi- ción a nivel urbano de la cultura europea
tivos, visibles sobre todo en la plaza central, hacia mediados del período de entreguerras,
con los bloques laterales 2 redents de dos con la participación, entre otros, de Le Cor-
plantas y con el edificio nodal de tres pisos. busier, en colaboración con Hoste y Loc-
En Amberes el episodio más importante se quet 69 (figs. 1S21-1.526).
refiere al programa de urbanización de la
orilla izquierda del Escalda, según un proyecto Cfr. A. Gutton: La Nouvelle Anvers. Aménage-
ment de la vive gauche de Z'Escaut, en «La vie ur-
que venía acariciándose desde varios decenios baine», julio de 1933; H. Reichow: Dev Plan Einer
atrás. En 1933 se convoca un concurso inter- Neustadt Antwerpen, en «Wasmuths Monatshefte
nacional de carácter promocional, cuyos re- für Baukunst», 1933.
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos 611
hecho decaer las razones vitales de un des- campo de la edificación de masa viene faci-
arrollo secular. La desastrosa situación de la litada, por lo demás, por una política de ad-
economía pone al descubierto los desequi- quisición de suelo para constituir un patrimo-
librio~acumulados por el transcurso del tiem- nio público que la mupicipalidad ya había
po, sobre todo en la última fase del impetuoso iniciado antes de la guerra y había proseguido
crecimiento decimonónico, que ha exaltado en la posguerra, lo que determinará que el
las funciones terciarias del antiguo centro, patrimonio de suelo, cifrado en 4.690 hectá-
comprimiendo en cambio en un amplio arco reas en 1918 (casi una quinta parte del total
exterior los consumos sociales cotidianos: la de la superficie del término municipal), llegue
disminución del número de habitantes, por a las 8.000 hectáreas en 1929 (el 30 por 100
ejemplo, que es consecuencia de que se haya de la extensión del término municipal).
puesto fin al papel burocrático-administrativo En el programa de socialización expuesto
de la gran capital, no alivia en modo alguno por Otto Bauer en 1919 en su escrito Der
las precarias condiciones de alojamiento de la Weg zum Sozialismus -que es texto prima-
mayoría de la población (fig. 1S27). Ya du- rio de referencia para una exacta comprensión
rante la guerra, con el bloqueo de los alqui- de la política urbana de los socialdemócratas
leres y con la prohibición del desahucio (me- en la capital-, la vivienda ocupa un lugar
didas adoptadas en 1917 y 1918), se ha pre- central: la obligada imposibilidad de controlar
tendido atenuar de algún modo la crisis cre- el capital productivo y la negativa a apoyar
ciente de la vivienda. Pero en diciembre de formas de conflictividad permanente entre ca-
1919 el Consejo de Estado se ve obligado pital y trabajo, y mucho menos a avalar pers-
a promulgar un decreto por el que se auto- pectivas revolucionarias -en una actitud
riza, en determinadas condiciones, la requisa constantemente condicionada por la situación
de las viviendas superfluas; este decreto será política y económica de Austria en Europa-,
utilizado ampliamente por la administración inducen a centrar el programa en la gestión
socialdemócrata tras su victoria por gran ma- de los equipamientos colectivos y de los ser-
yoría en las elecciones de 1920, disponiendo vicios prestados en la fábrica y en la ciudad,
la requisa, entre los años 19 y 25, de casi donde la cuestión de la vivienda pasa a un
45.000 alojamientos (además de cerca de primer plano de importancia; el «derecho a
25 .O00 habitaciones o cuartos independien- la casa», destinado a convertirse en factor
tes), de los cuales más de la mitad se requi- importante de la socialización del capitalismo,
san en 1921, y que se destinan para realojar se verá favorecido por una amplia aplicación
a las personas sin hogar que se encuentran de un sistema justo de expropiación '71.
en peores condiciones.
Con la requisa de viviendas, la adminis- «A SU administración [de los consejos] -afir-
ma Bauer- se confiarán todas las instituciones de
tración socialista no ha hecho otra cosa, en la fábrica creadas en beneficio de los obreros, como
la práctica, que aplicar valerosamente la bien las casas obreras, las cocinas comunes y comedo-
conocida proposición de Engels sobre la socia- res, las cajas de ayuda y los economatos r...]. La
lización del patrimonio edificativo existente. dirección técnica debe reservarse a elementos técni-
Pero tales medidas tan sólo constituyen una cos que tengan la necesaria preparación teórica y
práctica, para no comprometer la producción. La di-
política de emergencia, y van seguidas además rección económica ha de quedar excluida de la com-
por un empeño positivo de ampliar la oferta petencia de los comités, porque una empresa no debe
residencial. La vigorosa acción pública en el ser administrada en interés exclusivo de sus opera-
Figs. 1.527-1.533 (en la página opuesta). Viena, la situación de la vivienda en 1934; planimetría de la Klein-
gartensiedlung de la Hoffingergasse y vista de una colonia de casas con huerto; A. Loos, un dibujo, planime
trías de las viviendas y axonometría del barrio Heuberg (1921-23); maqueta presentada al concurso para el Otto
Haas-Hof.
Las vicisitudes urbanísticas en otros paises europeos
Prlmo plano
Plano terreno
Historia del urbanismo. Siglo XX
grama resulta incrementado, para fijarse des- o controla los proyectos de los arquitectos
pués, para el quinquenio siguiente de 1928- independientes, que en gran número y por
33, en un contingente de 30.000 viviendas. grupos participan en el programa de la admi-
Semejante empresa puede afrontarse gracias nistración (entre los proyectistas está, además
a la reforma del sistema impositivo sobre los de Loos, Peter Behrens, que estudia un mo-
inmuebles de propiedad privada, que tiene delo de unidad residencial escalonada, que
lugar justamente en febrero del 23, y con luego no llega a aplicarse) 73.
cuya recaudación puede cubrirse hasta el. 40 La localización de los Hofe, en el interior
. .
por 100 de los gastos de inversión. A partir y en perfecta adaptación a las líneas de la
de este momento los esfuerzos realizados en ciudad decimonónica, tiene lugar aprovechan-
este campo por el Municipio de Viena en do áreas residuales no edificadas, recompo-
favor de la edificación de casas populares son niendo las mallas definidas por el plan regu-
continuos y sostenidos: del 26 al 33 el por- lador y evitando por regla general el recurrir
centaje de la inversión en este sector respecto a demoliciones de áreas construidas; de este
del total del gasto público aparece compren-
dido entre el 70 y el 90 por 100. 73 Cfr. A. Rossi: Peter Behrens e il problema
Bajo la dirección del alcalde Karl Seitz se dell'abitazione moderna, en «Casabella», núm. 240,
1960; en el mismo número de esa revista aparece
organiza una sección especial de arquitectura, también el artículo de P. Behrens: Il Comune di
mediante la cual el Municipio proyecta direc- Vienna come committente di costruzioni, reprodu-
tamente los nuevos complejos residenciales cido de «Bauwelt», núm. 41, 1928.
Historia del urbanismo. Siglo X X
modo los nuevos barrios asumen el carácter tecnológica de los elementos del alojamiento,
de puntos urbanos principales situados a la y los métodos tradicionales de construcción,
altura de la periferia intermedia de la ciudad, si bien responden a la voluntad de absorber
a menudo a lo largo de las mayores direc- proporciones importantes de mano de obra,
trices del tráfico (fig. 1.537). La construcción también permiten, sin dificultad, las variacio-
en monobloque cerrado permite, en relación nes expresivas que hacen de estos complejos
con las áreas, conseguir densidades edifica- los «monumentos» residenciales de la clase
tivas bas tante altas, con concentración de algu- obrera austriaca 15.
nos centenares de alojamientos (Karl Marx- .Un examen conjunto de los mayores Hofe
Hof, 1.382 viviendas; Sandleiten-Hof, 1.587 ; de la «Viena roja» nos da la razón de la uni-
George Washington-Hof, 1.O85; Rabenhof, cidad de una experiencia que sublima, por así
1.109; Engels-Platz, 1.467; Karl Seitz-Hof, decirlo, condiciones y vínculos que son pro-
1.173); pero el empleo de modelos tradi- pios de una situación urbana específica y
'
cionales, que permite prescindir de las res- de una particular coyuntura económica, en
tricciones impuestas por la renta inmobiliaria, el proyecto de una «ciudad socialista» en la
se combina aquí, en una vigorosa composición que la calidad de la vida asociada, popular
ambiental, con la generosa dotación de los y coral, posible a través de la redistribución
servicios colectivos integrados en el interior del producto social, alude, aunque sea un
de los bloques, desde las escuelas a las lavan- poco patéticamente, a un trabajo liberado de
derías públicas, a las cocinas colectivas y la sujeción o sumisión al capital. Véanse,
a los espacios equipados comunes (figs. 1.535-
1.536). La superficie ocupada por los edifi- período el Movimiento Moderno; en ellas no se da
cios no supera nunca el 50 por 100 del total la tesis de fondo de que, a través de la organi-
del solar, a menudo desciende a menos de zación y la ordenación de la célula habitativa en or-
su 40 por 100 y, a veces, como en el caso ganismos arquitectónicos de tipo nuevo, se podría
llegar a realizar una ciudad nueva, un arreglo urbano
del Karl Marx-Hof, apenas si llega al 30 alternativo respecto de las ciudades existentes.»
por 100. C. Aymonino: L'abitazione razionale, cit., pág. 30.
Si nos referimos a las tipologías adoptadas l5 «Impedir el despego de las masas respecto del
en las viviendas y a los sistemas de proyecto partido, emplear una fuerza de trabajo genérica y
medios de producción anticuados en una masiva ac-
y de construcción, destaca la ausencia de in- tuación gestionada por el Municipio en el campo de
vestigaciones específicas en este sector y la la edificación, hacer de tal política de la vivienda,
falta de elementos realmente innovadores concebida coetáneamente como volante de recupe-
respecto de los stándards desarrollados por ración económica y como afirmación del "derecho a
los contemporáneos modelos alemanes, holan- la casa", una imagen del "trabajo socialista", son
objetivos íntimamente unidos entre sí. [...] La "nue-
deses, soviéticos y anglosajones ( fig. 1534). va Viena" no será una ciudad globalmente afectada
Una cierta unificación, que deriva de algunos por nuevas funciones que exijan directamente su
criterios adoptados en el programa general, reestructuración general o traigan a colación sus re-
se refleja en la dimensión reiterada' de los laciones con el territorio, sino que será una especie
apartamentos (de 38 metros cuadrados en la de ciudad-exposición, una suerte de gigantesca "ex-
posición" de la nueva ética proletaria encastillada en
primera fase de actuación, de 40, 49 y 57 las viviendas obreras. Así pues, nada de proyecto
metros cuadrados a partir de 1927), pero las global de "ciudad alternativa". Solamente la reali-
soluciones compositivas impiden una rigurosa zación parcial -obligatoriamente parcial- de una
repetición tipológica y a veces crean descom- épica socialista, de una épica de la "democracia resi-
dencial" obrera.» M. Tafuri: Austromarxismo e citta.
pensaciones y arreglos forzados en la distri- «Das vote Wien», en «Contropiano», núm. 2, 1971.
bución interior 14. El bajo nivel de innovación Nos remitimos a este fundamental trabajo de Tafuri
para el análisis amplio de las raíces ideológicas del
74 {(Efectivamente, ninguna de las casas de vecin- experimento de la «Viena roja», así como para la
dad realizadas es un "modelo" de residencia para interpretación del programa socialdemócrata en clave
todos, como los que venía elaborando en ese mismo de «utopía regresiva».
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos 617
Fig. 1.537. La distribución en la ciudad de las barriadas de la «Viena roja»: 1. Karl Marx-Hof; 2. Sandlei-
ten-Hof; 3. Bebelhof, Liebknechthof, Lorenzhof, Frolichhof; 4. Fuchsenfeldhof, Am Fuchsenfeld; 5. MetzIeins-
taler-Hof, Reumanhof, Julius Popp-Hof, Herweghhof, Matteottihof ; 6. George Washington-Hof; 7. Rabenhof; 8.
Beerhof, Janecekhof; 9. Otto Haas-Hof, Winarskyhof, Gerlhof ; 10. Engels-Platz; 11. Paul Speiser-Hof; 12.
Karl Seitz-Hof.
Figs. 1.538 y 1.539. Planimetría del grupo del Otto Haas-Hof (A), Winarsky-Hof (B) y Gerlhof (C), y vis-
ta del Winarskyhof.
618 Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.540-1.547. Planimetría del grupo del Metzleinstaler-Hof (A), Reumanhof (B), Julius Popp-Hof (C),
Herweghof (D) y Matteotti-hof (E); planimetría, vista de detalle y vista de conjunto del Reumanhof; pla-
nimetría del Rabenhof y del Sandeleitenhof, vista de un edificio del Rabenhof, y panorámica del Sandleitenhof.
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos 619
entre los complejos mayores, el grupo del proyectado por Karl Ehn en 1927 en el extre-
Otto Haas-Hof (de Dirnhuber, Schuster, Loos mo norte de la ciudad, junto al Danubio, a lo
y Lihotzky, del 24), del Winarskyhof (de largo de la Heiligenstadterstrasse ( figs. 1.556-
Behrens, Frank, Hoffmann, Strnad y Wlach, 1.559). De un área total de poco más de 15
del 24) y del Gerlhof (de Ried, 1930), con hectáreas y media, los bloques residenciales
los bloques compactos en sus superficies mu- ocupan una superficie de 28.750 metros cua-
rales que se cierran sobre sí mismas o se drados, es decir, poco más del 18 por 100
conectan a los equipamientos existentes (fi- de la extensión total disponible, con sus 1.382
guras 1.338-1.539); o el grupo del Metzleins- viviendas para más de 5.000 personas. Los
taler-Hof (de Kalesa y Gessner, iniciado el bloques cerrados, alargados y desviados teles-
19), del Reumannhof (Gessner, 1924)) del cópicamente, envuelven a dos -grupos esco-
Julius Popp-Hof (Schmid y Aichinger, del lares y de equipamientos, en correspondencia
25), del Herweghhof (Schmid y Aichinger, con la Halteraugasse y con la Strasse-zum-
del 26) y del Matteottihof (también de Sportplatz, que se prolongan como travesías
Schmid y Aichinger, 1926)) del que se pone del complejo para la circulación rodada. En
de manifiesto su «toma» de la ciudad, por posición ligeramente asimétrica con respecto
más que se haya efectuado en tiempos distin- al baricentro del Hof, puesto que se sitúa en
tos, en el nudo situado entre el Margareten- el mismo eje de la Heiligenstadt Bahnhof, se
gürtel y la Fendingasse (figs. 1.540-1.543), abre una gran plaza, la Karl Marx-Platz, don-
una solución que vuelve a presentarse en el de el tema compositivo adopta una fortísima
Rabenhof (Schmid y Aichinger, 1925; fi- caracterización expresiva y plástica, con los
guras 1.544 y 1.546) y en el Sandleitenhof grandes arcos rebajados de las plantas bajas
(Hoppe, Schonthal, Matuschek, Theiss, y las torres subrayadas por la presencia de
Jaksch, Krauss y Tolk, 1924; figs. 1.545 y galerías o logias que resaltan marcadamente
1.547); el Karl Seitz-Hof (Gessner, 1926), en en la planta superior de las fachadas: un
el que el semicírculo monumental de entrada «Foro» en el que el énfasis del epos prole-
multiplica y acentúa la unitaria autonomía tario llega a su punto álgido, contraponiéndose
del conjunto, desplegándola en un horizonte a la plenitud coloquial de los patios interiores
panorámico (figs. 1S48-1.549); el George equipados y arbolados 76.
Washington-Hof (de Krist y Oerley, 1927), Los imponentes resultados de la política
en el que la amplia dotación de espacios socialdemócrata -en el 33, en el momento
abiertos se conjuga equilibradamente con las de la caída del partido y de su política, la
moderadas alturas de los - b l ~ q u e shasta , rozar administración municipal posee y administra
la fusión naturalista (figs. 1.550-1.551); el 66.000 viviendas populares y un gran número
gran conjunto cuadrilátero del Bebelhof (Ehn, de servicios públicos e incluso de tiendas-
1925), con la fachada monumental que da dejan poco espacio a otras intervenciones
a la ~ t e i n b a u e r ~ a s s een, el grupo del ~ i e b k - urbanas, incluso en el mismo sector de los
nechthof, Lorenzhof y Frohlichhof (figuras equipamientos colectivos (los baños públicos
1.552-1.553); o la Engelsplatz (Perco, 1930), construidos en Amaliendad, de Schmalhofer y
el último gran complejo donde a la habitual Nadel, del 27, y el estadio de O. E. Schwei-
disposición planimétrica y a la exaltación de zer, del 31, se cuentan entre las pocas obras
los elementos temáticos de entrada y de paso, realizadas en el período). A diferencia de lo
con una concentración de los elementos atípi- que ocurre en la República de Weimar,
cos, se contrapone un tratamiento más abs- donde, especialmente en Berlín, las nuevas
tracto y repetitivo de los bloques residen- experiencias de la edificación residencial se
ciales ( figs. 1.554-1.555). Pero el complejo
con el que idealmente se identifica la imagen Cfr. D. Brooke: The Karl Marx-Hof, Vienna,
de la «Viena roja» es el Karl Marx-Hof, en «Journal of the RIBA», agosto de 1931.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos 62 1
Figs. 1.548-1.555 (en la página opuesta). Planimetría del Karl Seitz-Hof y vista de la plaza circular; plani-
tnetría del George Washington-Hof y detalle de un edificio; planimetría del grupo del Bebelhof (A), Liebk-
nechthof (B), Lorenzhof (C) y Frolichhof (D), y planta del patio del Bebelhof; planimetría y vista del com-
plejo de la hngelsplatz.
Figs. 1.556-1.559. El Karl Marx-Hof: planimetría de conjunto, vista de un patio equipado, la fachada del
edificio que da a la estación ferroviaria y vista del frente interior que da a la Karl Marx-Platz.
Historia del urbanismo. Siglo X X
insertan en un proceso coherente de rees- cacia de este programa para cubrir sin contra-
tructuración capitalista y, por ende, de pro- dicciones los objetivos propuestos nos habla,
fundas transformaciones urbanas, en Viena en el plano de la evolución urbanística de
no se toca la estructura de la ciudad: las Viena, la misma imposibilidad de controlar
grandes intervenciones residenciales -en el las tendencias al crecimiento urbano soste-
mismo contraste que se establece entre con- nidas por la iniciativa privada; y en el plano
tinuidad formal respecto del pasado e innova- económico más general, su misma función
ción de modelos organizativos- vienen a in- objetiva de sostén del capital productivo 78.
troducir las cualidades urbanas que la demo- Y sin embargo, es la precipitación de los acon-
cracia proletaria puede desarrollar, alterando tecimientos que vienen a trastocar la situa-
profundamente su imagen de conjunto. Entre ción política la que cierra bruscamente la
tensión ideal y renuncia, la «Viena roja» cons- experiencia vienesa: tras la resistencia por los
tituye la expresión más significativa de la obreros organizados frente a las bandas nazis,
valorización ética del papel que corresponde los socialistas son excluidos del Municipio
a la clase obrera, dentro de los límites, no para ser sustituidos por un comisario guberna-
sólo objetivos, que ofrece una situación his- tivo que con una de sus primeras disposiciones
tórica compleja en la que se resuelve, en una pone fin a la política de edificación pública ".
agitada posguerra, una de las «vías hacia el
socialismo» intentadas en el ámbito de una
rigurosa práctica institucional 77. De la inefi- 6. España y Portugal
Figs. 1.560-1.563. Madrid, vista de la avenida de José Antonio (Gran Vía) desde la calle de Alcalá, y vista
aérea en la que puede apreciarse la fuerte densificación del tejido urbano; la localización de las colonias
rurales de la periferia de la ciudad, y fotografía de la colonia Buenavista.
Figs. 1.564-1.571 ( e n la página opuesta). El plan territorial de Cataluña; proyecto del GATCPAC para la
reconstrucción de la Diagonal y para la «Ciutat de Repos»; planimetría del Pla Macid; planimetría y (debajo)
vista aérea de la casa Bloc; la propuesta de un nuevo módulo de crecimiento urbano comparado con la malla
del plan Cerdá; una perspectiva del Pla Marcii.
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.572 y 1.573. Maqueta de B. Parker para la ordenación de la plaza Dom Pedro IV de Oporto, y vista
de la plaza.
plano. El Consejo de Eeconomía hace público Aliados, según proyecto del inglés Barry Par-
un plan de transformación socialista de la ker (figs. 1.572-1.573); en el 39 las autori-
región, basado en un decreto de colectiviza- dades municipales confían la redacción del
ción y control obrero, y en otro decreto ulte- plan regulador al arquitecto Marcello Pia-
rior (junio de 1937) de municipalización de cen tini
la propiedad urbana. Con la marcha de Sert y
con la aceptación de encargos organizativos
por parte de Torres Clavé en la administra- 7. Suiza
ción municipal y en la Escuela de Arquitec-
tura, toca a su fin el GATCPAC. Los difíciles Desde comienzos de siglo las predominan-
momentos de emergencia y movilización son tes influencias francesas y alemanas han em-
testigos también de la acumulación de inicia- pezado a difuminarse en una variedad mucho
tivas de au togestión, planificación y control, mayor de aportaciones, en la que las temáticas
dentro del marco de contrastes cada vez más de la expansión suburbana y las teorías sittia-
agudos entre los grupos de carácter anarquista, nas parecen chocar con algunas tendencias
los sindicatos y los partidos oficiales de iz- locales. En este sentido, la obra de Camille
quierdas 'l. Martin, traductor de los escritos de Sitte, y la
de Hans Bernoulli, profesor de urbanismo en
En Portugal, tras el golpe militar del 26, Zurich desde antes de la primera guerra mun-
accede al poder en el 29 Oliveira Salazar, que dial, abren el camino al ciclo de experiencias
instaura en el país una rígida dictadura. En y de relaciones que se desenvuelve hacia me-
Lisboa el ministro Duarte Pacheco, hacia fi- diados de los años veinte en torno a la figura
nales de los años treinta, acomete un ensan- de Karl Moser, decano del Movimiento Mo-
che de la ciudad conforme a criterios esceno- derno en Suiza: Moser, precisamente, es
gráficos propios de comienzos de siglo. En nombrado presidente de honor en el primer
Oporto, entre el 23 y el 29, se ordena el congreso de los CIAM, en La Sarraz, organi-
centro terciario y comercial, con la plaza Dom zado por iniciativa de Le Corbusier. La revista
Pedro IV (hoy da Liberdade) y la avenida dos «ABC» se convierte en órgano de difusión
de las experiencias más avanzadas. Esta reno-
81 Un cuadro sintético informativo, ilustrativo y
bibliográfico, en «Hinterland», núm. 1, diciembre
de 1977. Cfr. también F. Mintz: L'autogestion dans 82 Cfr. V. Civico: Elementi e dati sull'urbanistica
lJEspagne réuolutionnaire, París, 1970. portoghese, en «Architettura», diciembre de 1939.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.574-1.582. Zurich, las primeras colonias periféricas construidas en la posguerra: localización, vista de
la colonia Riedtli, planimetría y vista de los bloques de la Limmatstrasse; la barriada Neubühl, planime-
tría, vista general e interior de una vivienda; Ginebra, una colonia suburbana construida por una sociedad
cooperativa, y vista de la Cité Vieusseux.
Figs. 1.583-1.590 (en la página opuesta). Ginebra, la reconstrucción del barrio de St. Gervais (propuesta de
Braillard) y plan del Groupe Génevois; Basilea, Siedlung Freidorf de H. Meyer, planimetría y vista, y ba-
rrio Hirzbrunnen de H . Bernoulli, planimetría y vista aérea; planta y vista del barrio construido en la Expo-
sición de Basilea de 1930.
Las vicisitudes urbanísticas en otros paises europeos 629
Historia del urbaizisnzo. Siglo X X
vación de los métodos y del gusto, que procede tribuyen a hacer de este núcleo, modesto en
sin laceraciones, ostracismos ni violentas polé- 'sus dimensiones, uno de los mejores ejem-
micas entre distintas tendencias, puede se- plos europeos del período comprendido entre
guirse perfectamente, sobre todo, a través las dos guerras 84. %
la Comisión; otro numeroso grupo de arqui- En comparación con estos modelos de tipo
tectos, reunidos bajo la denominación de tradicional destaca el barrio construido para
Groupe Génevois pour la Reconstruction de la exposición de 1930, que se ajusta, en las
la Rive Droite, elabora una propuesta de soluciones planimétricas y tipológicas, a las
conjunto ex tendiendo el área de intervención indicaciones más actualizadas de los CIAM
a todo el sector comprendido entre el puente (figuras 1.589-1.590).
de la Coulouvreni2re y el parque de Mon
Repos, y adoptando las sugerencias de Le
8. Los Paises Escandinavos
Corbusier sobre la construcción de una serie
de bloques alineados en serie (figs. 1.583- Con su relativa estabilidad política, la
1.584). Se formulan también, sin éxito, una ausencia de conflictos graves internos, el pre-
serie de propuestas para la reconstrucción dominio de una cierta clase media y la espe-
parcial de la ciudad vieja (1920, 1930, 1937). cialización de su producción, Suecia, Dina-
En Basilea surge el Freidorf Muttenz, pro- marca y Noruega consiguen superar sin grave
yectado por Hannes Meyes para la Unión de daño los difíciles años de la posguerra y,
cooperativas suizas de consumo y realizado luego, a partir de 1930, de la depresión mun-
entre 1919 y 1921 (figs. 1.5851.586))con un dial. A continuación de la crisis, los partidos
planeamiento de rigurosa racionalización de de la socialdemocracia escandinava conquis-
la tradición decimonónica, renovado por una tan la mayoría parlamentaria, en Dinamarca
generosa dotación de espacios no edificados en el 3 1 (tras un breve paréntesis en el 24),
y por la ordenada función atribuida a las com- en Suecia en el 32 y en Noruega en el 34.
ponentes ambientales 87. El barrio Hirzbrun- Los gobiernos socialden~ócratas controlan la
nen, en cambio, nace como consecuencia de crisis, aunque aceptando también un déficit
una iniciativa empresarial de los arquitectos temporal en sus presupuestos (como es el
H. Bernoulli y A. Künzel, que adquieren la caso de Suecia) para combatir el desempleo,
propiedad periférica del mismo nombre, situa- para poner en práctica seguidamente un mo-
da en la carretera principal que va a Riehen, derado programa de nacionalización (que que-
en la directriz favorecida por la nueva esta- da limitado a los casos de ineficacia o de
ción ferroviaria de Baden; la construcción monopolio por parte de las empresas priva-
del complejo es llevada a cabo después por das) y una serie de medidas -seguridad so-
algunas cooperativas de construcción, para las cial, sistema de pensiones, seguros obligato-
que Bernoulli se hace cargo del plan de con- rios, sistema fiscal progresivo, etc.- que
junto mientras Künzel se ocupa de los aspectos tienden a evitar las excesivas desigualdades y
económicos y financieros (figs. 1.587-1S 8 8 ) . apuntan hacia un sistema eficaz de welfare
La terminación del barrio tiene lugar entre state que parece indicar una posible «tercera
el 24 y el 30, sobre la base de construcciones vía» ante la neta contraposición planteada en-
aisladas o en serie, de dos plantas, y con inte- tre capitalismo y comunismo. En este modelo
gración de algunos equipamientos colectivos, trata de inspirarse también, en parte, Finlan-
entre los que se cuentan las tiendas y un dia, aunque sea en el ámbito de una situación
Kindergarten subvencionado por el Estado política y social menos estable y en unas con-
diciones económicas bastante menos favo-
86 P. Bradley: Planning Geneva, Switzerland, en
«City Planning», julio de 1933. rables.
87 J. Gubler: Le Freidorf Muttenz de Hannes ' También la política urbanística aparece
Meyer, en «Werk», abril de 1973. orientada por una controlada intervención
88 Cfr. Das Hir~brunnenquartier in Basel, en pública en la edificación y en el crecimiento
«Werk», septiembre de 1930. Sobre la situación
de las ciudades, al margen de esquemas rígi-
urbanística de Basilea en los años treinta, véase F.
Lodewig: Die Bedeutung dev Grünanlagerz, en dos y prefijados. Así, la depresión y la con-
«Merk», abril de 1939. siguiente caída de los valores inmobiliarios
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.591-1.596. Plan regulador de Uppsala (iniciado en los años veinte); planimetría y maqueta de un ba-
rrio de expansión diseñado por U. Ahrén en 1929; esquema regulador de la ciudad de Estocolmo en 1928;
planimetría y vista del barrio de Valhailavagen, al nordeste de la ciudad.
Figs. 1.597-1.605 (en la página opuesta). Los barrios de Estocolmo: planimetría de un complejo residencial
en la zona de expansión al oeste de la ciudad (Konradsberg, Marienberg, Rolambshon), del barrio de Norr
Malarstrand y del barrio de Ringvagen; asentamiento residencial de la cooperativa Forbundet y bloques co-
lectivos a orillas del lago Malar; planimetrías de un bloque de viviendas con equipamientos colectivos (S. Mar-
kelius); vistas de los barrios de Kungsklippan y de FredhaU-Traneberg.
Las vicisitudes urbanísticas en otros paises europeos 633
Historia del trrbanismo. Siglo X X
dan ocasión a que las administraciones locales los Países Escandinavos, sin solución de con-
incrementen, mediante adquisiciones efectua- tinuidad entre 1930 y 1960.
das en el mercado libre, su ya considerable En Estocolmo, la redistribución de la po-
patrimonio de suelo en las áreas suburbanas: blación a lo largo de las franjas y las direc-
en los años treinta, Estocolmo llega a poseer trices exteriores se debe en parte a la acti-
8.000 hectáreas de terrenos, y Helsinlti más vidad de sociedades financieras y empresaria-
de 5.000; Oslo dispone de una dotación de les privadas y en parte a la actuación de
terrenos libres equivalente en extensión al cooperativas de edificación entre las que des-
doble de las superficies ya construidas de taca la HSB, constituida en 1924 89. En el
la ciudad, mientras que el municipio de Co- articuladisimo arco exterior de la ciudad a l
penhague posee más de una tercera parte de norte del Norrmalm, en el Ostermalm, en la
los terrenos urbanos y suburbanos destinados isla de Kungsholmen, en el Sodermalm- sur-
a la expansión de la edificación. gen numerosos barrios (Ringvagen, Norr Ma-
Desde los años de la posguerra es muy larstrand, ciudad-jardín de Valhallavagen,
elevada la producción de viviendas públicas Kingsklippan, etc.; figs. 1.595-1605): se tra-
de bajo coste y de casas subvencionadas, y ta, con frecuencia, de complejos de edificios
aparece muy difundido el empleo de coope- de tres a cinco plantas en los que el empleo de
rativas, vinculadas frecuentemente, como ocu- elementos estandarizados y la economía de las
rre en Suecia, a las organizaciones sindicales. soluciones planimétricas de las viviendas se
Las aplicaciones concretas se caracterizan por traducen en una considerable reducción de los
la adopción empírica de los modelos del costes que permite la recuperación de amplias
Movimiento Moderno, tanto en lo que res- superficies libres para su destino a activida-
pecta al empleo de los tipos de edificación des colectivas ' O . Por lo demás, la ágil distri-
como en lo que se refiere a las ordenaciones bución periférica de los asentamiento se ve
urbanísticas, en una mediación con las formas enormemente facilitada por el imponente pa-
tradicionales que sabe aprovecharse de una trimonio público de suelo acumulado por
base organizativa consolidada y eficaz. el municipio de Estocolmo a partir de los
primeros años del siglo xx e incrementado
Las ciudades suecas se caracterizan por un poco a poco hasta llegar a superar en 1939
crecimiento bastante consistente, pero orde- las 9 .O00 hectáreas. La continua utilización
nado, de los suburbios periféricos, con apli- de este patrimonio público para la construc-
cación, en dimensiones reducidas, de las fór- ción de nuevos barrios residenciales (desde
mulas de la ciudad-jardín (las villastad). En 1925 a 1935 cerca del 5 5 por 100 del total
1931 se da nueva formulación a la ley que de las viviendas de nueva planta se han cons-
regula el planeamiento urbanístico -que es- truido sobre terrenos municipales) no lleva
taba en vigor desde 1907-, invitándose a consigo la enajenación de la propiedad públi-
las ciudades mayores a redactar su respectivo ca, sino que implica simplemente la conce-
plan regulador. Las orientaciones de proyecto sión del derecho de superficie.
que arrancan de la tradición académica (fi-
gura 1.591) resultan modificadas hacia 1930 Cfr. Swedish Cooperative Union, etc.: Housing,
Estocolmo, 1949 (sobre la K. F. Kooperativa For-
con la introducción de los criterios de racio-
bundet); U. Alm: Cooperative Housing in Sweden,
nalización y de economicidad de los pará- Estocolmo, 1939. Sobre las realizaciones en el sector
metros recurrentes (figs. 1.592-1.593) que, del housing en Suecia, algunas fuentes informativas
sobre todo en el campo de la residencia de contemporáneas están constituidas por la revista
masa, en contacto directo con las posibili- «Byggmastaren», por las publicaciones de la HSB
y por los catálogos de la Exposición de Estocol-
dades de realización y sin ninguna sobrecarga mo de 1930.
ideológica más o menos gravosa, caracterizan 90 F. Fariello: L'espanrione della citt2 di Stoccolma
a la producción sueca y, más en general, de verso la periferia, en «Architettura», julio de 1938.
Las vicisitudes u~banísticasen otros países europeos 635
Figs. 1.606-1.612. El concurso para el área del Norrmalm: el proyecto de A. Lilienberg de 1928, la solu-
ción planimétrica del proyecto de A. Virgin y T. Bergentz, planta y vista perspectiva de variante de la so-
lución de P. Wolf y H. Richter, el esquema enviado por Le Corbusier; la propuesta de P. Hedqvist del 42,
y la solución ofrecida por el departamento técnico municipal en el 43.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.613-1.621. Copenhague, plan territorial de vialidad (1926) y plan del 36 para los parques y los espa-
cios abiertos; un esquema del «plan de los dedos» cuya elaboración se inicia en el 45; K. Fisker, dos planime-
trías para barriadas de casas unifamiliares en hilera, planimetria y vista de un bloque de patio central y
varias plantas; A. Jacobsen, vista y planimetría de las viviendas del barrio de Bellavista (1934).
Las vicisitudes urbanísticas e n otros países europeos 637
Figs. 1.622 y 1.623. Un proyecto de concurso de S. Pedersen para la nueva Universidad de Oslo; el esque-
ma viario del plan regulador de la ciudad de 1934.
Incluso faltando planes reguladores pro- apertura hacia una articulación ambiental del
piamente dichos, el crecimiento de las ciu- edificio 93.
dades se desenvuelve conforme a módulos
regulares, sostenido también en este caso por En Noruega se promulga en 1932 una ley
la intensa actividad desarrollada por las coope- general sobre la construcción. La actividad en
rativas de edificación. En Copenhague se el ámbito de la edificación subvencionada
interviene para controlar la expansión urbana es, cuantitativamente, bastante considerable,
mediante una serie de planes sectoriales (un si bien los criterios de proyecto son bastante
esquema para la vialidad principal de 1926, menos avanzados que los de los demás países
figura 1.613; y un plan de zonas verdes y escandinavos.
áreas libres a salvaguardar puesto a punto El tradicionalismo del ambiente noruego
se refleja también en la capital, Oslo, en los
en 1936, fig. 1.614; respecto de este último
proyectos academicistas del arquitecto S. Pe-
estudio de carácter sectorial, determinante
dersen para la nueva Universidad (fig. 1.622),
para el ulterior «plan de los dedos» cuya para el área de la estación o para los nuevos
elaboración se inicia en el 45, fig. 1.615, es barrios residenciales, que, por lo demás, se
de señalar la labor desarrollada por el urba- insertan en un proceso de consolidación me-
nista y estudioso S. E. Rasmussen, profundo tropolitana cuyas exigencias se advierten a
conocedor de las experiencias inglesas); en el más de un nivel. La ciudad elabora en el 34
campo de la residencia de masa es impor- un anteproyecto de plan regulador (figu-
tante la obra de Kay Fisker, que evoluciona, ra 1.623)) encuadrado en un programa más
partiendo de una formación académica, hacia general que comprende los centros vecinos
una diestra simplificación de modos expresi- de Aker y Baerum N.
vos (figs. 1.616-1.619). Alumno de Fisker es
93 Cfr. L. Lenzi: L'architettura di oggi in Dani-
Arne Jacobsen, cuyo singular barrio Bella- marca, en {(Architettura*, octubre de 1940. Para el
vista, construido en las inmediaciones de c o - período considerado pueden verse los números de
penhague en el 34 (figs. 1.620-1.621))ha de los años treinta de la revista «Arkitekten», publi-
incluirse entre las dos expresiones más desta- cada en Copenhague.
N Cfr. H . Hals: Fra Christiania ti1 Stor-Oslo. Et
cadas' en este sector, por la capacidad que forslag general-plan for Oslo, Oslo, 1929. Además,
demuestra su autor para conciliar el rigor Oslo Kommun,ale Boligrad: Boligarbeidet gjennen
de la investigación tipológica con la franca tyve &, 1911-1931, Oslo, 1932.
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos
t KULOSAARI
BRAND0
.
Figs. 1.633-1.635. Axonometría y vista de las casas escalonadas de A. Aalto en Kauttua (1937-40), y plan
regulador de Rovaniemi (1945).
sidencial construido entre 1920 y 1925. Un directivo de la ciudad (1928-29; fig. 1.636))
complejo notable, de finales de los años trein- y el proyecto para un barrio residencial con
ta, es la villa olímpica para los Juegos pre- edificios altos aislados, directamente vinculado
vistos para 1940, proyectada por los arquitec- a las hipótesis de Le Corbusier, realizado
tos H . Ekelung y M. Valikangas. en 1930 por un grupo de arquitectos del
En este contexto se inserta la obra de «Frente de izquierdas» checoslovaco adheridos
Alvar Aalto, de importancia decisiva para el a los CIAM (P. Bücking, J. Gillar, A. Miille-
desarrollo del repertorio de la arquitectura rova, J. Spalek; fig. 1.637). Praga, donde se
del Movimiento Moderno en Finlandia: en producen algunas de las manifestaciones más
el campo de las investigaciones sobre la vi- interesantes de la nueva arquitectura, es obje-
vienda económica, Aalto está presente con to de numerosas propuestas de intervención
la realización del barrio residencial anexo a la (figura 1.638); a partir de 1935 una serie
fábrica de Sunila (1936; figs. 1.630-1.632) y de transformaciones afectan en profundidad
con el proyecto para las casas obreras de la a un considerable sector de las áreas centrales,
fábrica de papel de Kauttua (1938; figs. 1.633 siguiendo los mezquinos criterios del trazado
y 1.634); más tarde se ocupa también de pro- de arterias mediante el derribo del tejido
yectos a escala urbana y regional, con la prepa- antiguo (fig. 1.639).
ración del plan regulador para Rovaniemi Entre los acontecimientos urbanísticos más
(1945; figs. 1.635) y con el programa de significativos del período se cuentan los de la
actuación en el valle del río Koteniaki ( 1943). ciudad de Hradec Krilbve, en Bohemia, don-
de, gracias a la mayor autonomía administra-
tiva otorgada por la nueva Constitución che-
9. Los paises d.e la Europa centro-oriental, coslovaca, puede materializarse una fructífera
los Balcanes, Turquia e Irán. colaboración, establecida ya antes de la guerra,
entre el alcalde F. Hulrich y el arquitecto
Región de encrucijada, la nueva República J. Gociir. El plan regulador redactado por
checoslovaca, nacida de la desmembración del G O C en ~ 1923 (fig. 1.640) recompone la
Imperio austrohúngaro, mantiene evidentes morfología urbana, caracterizada por las pro-
vínculos con la cultura tradicional centro- liferaciones caóticas de principios del siglo xx,
europea que ha tenido en Viena su centro, articulando sobre el trazado, todavía libre,
pero también ve desarrollarse movimientos de de las fortificaciones (en una evidente apli-
vanguardia que a partir de 1920 se ponen cación del ejemplo de la Viena imperial) una
en contacto con las experiencias de la Ale-
serie de equipamientos colectivos, en gran par-
mania de Weimar y, más tarde, con las de la
te proyectados por el mismo G O C(escuelas~
Unión Soviética; K. Teige es el protagonista superiores, iglesias, edificios administrativos;
más conocido de la labor de enlace con los
figuras 1.641-1.642)) y ordenando en formas
CIAM, mientras que J. Krejcar, que ha tra-
regulares la periferia residencial por enuclea-
bajado también en la URSS del 33 al 36, es,
quizá, el más dotado y genial de los arqui- ciones definidas. Se trata de un resultado
tectos en activo entre los años 20 y 40. Entre que pone en relación elementos de la tradi-
los planes a escala urbana elaborados en el ción compositiva y arquitectónica ecléctica
período, y que reflejan la penetración en (desde Wagner al Art Nouveau y al expre-
el seno de las vanguardias checoslovacas de sionismo alemán) con las más recientes apor-
las premisas del Movimiento Moderno, pue- taciones de la cultura centroeuropea 96.
den recordarse el proyecto de concurso de
Krejcar para un sector de Praga situado al Cfr. C. Mazzocchi: L'architettura in Cecoslo-
norte de la ciudad vieja, al otro lado del vacchia. Josef Goc&, en «Rassegna di architettura~,
Vltava, destinado a constituir el nuevo centro septiembre de 1931.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.636-1.642. Proyecto de concurso para la ordenación de un barrio de Praga situado al norte del centro
antiguo (J. Krejcar, 1928-29); un barrio residencial proyectado por el «Frente de izquierdas» (P. Bücking, J .
Gillar, A. Müllerova y J. Spalek, 1930); proyecto para el centro histórico de Praga del grupo SIA, y plani-
metría con los cortes viarios efectuados a partir de 1935 (en gris); J. Gocar, plan regulador de Hradec Kra-
lbve (1923), el gimnasio estatal (1924-26) y el edificio de la dirección de los ferrocarriles del Estado (1933-34).
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos 643
En los años treinta tienen gran resonancia tradición paternalista de las company towns,
las realizaciones planificadas de la empresa queda excluido el recurso al huerto-jardín
Bat'a en la ciudad industrial de Zlín, que como forma de autosubsistencia), el elevado
surge en Moravia, en un valle de la vertiente nivel de calidad de las viviendas y de los
occidental de los Cárpatos. La industria del equipamientos colectivos se hace posible gra-
calzado de la familia Bat'a, nacida como ne- cias a la competitividad de los productos de
gocio familiar de confección de sandalias de la empresa y a los bajos salarios abonados a
madera, amplía sus dimensiones y diversifica los obreros, por lo demás en relación favo-
su producción después de la primera guerra rable respecto de los alquileres (el precio del
mundial bajo la dirección de Thomas Bat'a arrendamiento anual de tres habitaciones y
(a los calzados se añaden ahora los neumáticos sus servicios equivale al salario correspondien-
para automóviles y aviones, el linóleo y los te a 185 horas de trabajo); además, la Bat'a
productos textiles). La extraordinaria expan- financia sus realizaciones con capital propio,
sión del pequeño centro de Zlín, que el año produce sus propios materiales y los elemen-
35 llega a los 40.000 habitantes, es un as- tos edificativos unificados de sus complejos
pecto tan sólo del florecimiento y de la residenciales, y efectúa las obras por contrata
organización del gran trust: al mismo viene empleando el sistema de destajo. En su pe-
a añadirse la gestión completa del ciclo repro- ríodo de máxima expansión, la Bat'a abre
ductivo obrero con la construcción de barrios sucursales y colonias obreras en otros países
de viviendas, escuelas elementales, medias y europeos (Holanda, Alemania, Yugoslavia,
profesionales, hospitales, hoteles de varias Inglaterra) 98.
plantas, un cinematógrafo e instalaciones de-
portivas; en segundo lugar, surge también En Hungría, la sacudida revolucionaria de
un «proyecto social» de amplio alcance que Béla Kun no deja de polarizar las tendencias
implica al operario en la producción a través más vivas hacia la renovación de la cultura
de una distribución de los beneficios en cuan- local: entre los arquitectos, Jozsef Vago y
to superan determinados límites cuantitativos Lajos Kozma intentan convertirse en intér-
prefijados por la empresa y a través de la pretes, en las organizaciones profesionales y
creación de un accionariado de fábrica del en los ambientes de la Universidad, del nuevo
que quedan excluidas las personas ajenas a acontecer político, pronto truncado por la dic-
la empresa; además, el planeamiento urbano tadura de Horty. La contrarrevolución polí-
y los sistemas residenciales se organizan con- tica vien2 acompañada, en una primera fase,
forme a criterios más actualizados de pla- por una pesada reacción cultural que tan sólo
nificación mediante la continua labor de se mitiga hacia finales de los años veinte (en
un departamento técnico especializado (fi- el 28 F. Molnar puede estar presente, como
guras 1.643-1.646), pero recurriéndose tam- delegado húngaro, en La Sarraz; más tarde,
bién a concursos de ideas para la ordenación la revista «Tér és Forma» puede comenzar a
de los nuevos barrios urbanos (incluso Le Cor- difundir las ideas de la arquitectdra moderna).
busier elabora en el 35 un proyecto de con- En los años sucesivos se produce una situa-
junto para la ciudad; fig. 1.647) 97. En esta ción contradictoria, con la posición marginal
organización científica y totalitaria, que apun- de los grupos radicales y con la asunción de
ta sin vacilaciones a un modo de vida ur- los descubrimientos de léxico y tipológicos del
bano (en Zlín, contrariamente a lo que racionalismo por parte de los arquitectos que
ocurre en tantos y tantos ejemplos de la desempeñan puestos oficiales y que pueden
Figs. 1.643-1.647. El plan regulador del valle de Zlín; dos vistas del centro de Zlín y vista de un barrio
residencial; el proyecto de Le Corbusier para el valle de Zlín (1953).
Las vicisitudes urbanísticas en otvos países europeos 645
Figs. 1.648-1.651. Dos perspectivas del proyecto de J. Vago presentado al concurso para la modernización de
Budapest (plaza de la estación y bulevar de Atila); un proyecto para el centro de Bled (Yugoslavia), y proyec-
to un- sector de expansión de Liubliana.
asegurarse los encargos del régimen ". El con- Belgrado, Zagreb y Liubliana, con la adopción
curso para la transformación de la capital, de modelos urbanos eclécticos o tardíos (fi-
Budapest, celebrado hacia mediados de los guras 1.650-1.651).
años treinta -en el que participa también
J. Vago, exiliado ya en Francia desde el prin- En Grecia, como en los demás países bal-
cipio de la dictadura de Horty y que figura cánicos, son inexistentes o muy débiles los
entre los vencedores del concurso para el ecos culturales procedentes de las naciones
proyecto de la sede de la Sociedad de Nacio- más avanzadas de Europa; los arquitectos y
nes en Ginebra-, revela, por lo demás, las los urbanistas invitados como asesores o eje-
incertidumbres que caracterizan a esta fase cutores de planes de transformación urbana
de la cultura húngara (figs. 1.648-1.649). (a veces a través de canales .diplomáticos) im-
portan, por lo gperal, técnicas y métodos
Los fermentos culturales europeos tienen de origen académico, adecuados, por lo de-
en Yugoslavia un peso mucho más marginal, más, al nivel productivo del país y a las
por más que su influencia pueda apreciarse, exigencias del poder político local.
sobre todo, en los centros más importantes, En Atenas, los años que van del 20 al 40
se caracterizan, en gran parte, por la impo-
99 Alguna noticia al respecto, en F. Lembo y
S. Castellana: Da dove viene lJurchitettura unghere- nente corriente migratoria de los fugitivos
se?, en «ParAmetro», junio de 1975. procedentes del Asia Menor (a partir del 21))
Historia del urbanismo. Siglo X X
que da lugar a que surjan una serie de asen- en favor de los antiguos dueños, pero con
tamiento~y campamentos preparados apresu- prohibición también de que vuelvan a ven-
radamente en Ia extrema periferia urbana (fi- derse durante un plazo mínimo de tres años.
guras 1.652-1.653). Los adquirentes que forman parte de la Aso-
Mientras que la capital aparece carente por ciación entran en posesión de sus solares me-
completo de iniciativas programadas, merece diante la restitución de una cuota proporcio-
atención, en cambio, en esta perspectiva, la nal de sus acciones a la sociedad. El exceso
total reconstrucción de la parte baja de Saló- derivado de la venta del total de los terrenos
nica (Tesalónica) conforme al plan del arqui- se reparte después, en un 50 por 100 entre
tecto francés Hébrard, después de liberada los miembros de la Asociación, mientras que
la ciudad del dominio turco en 1912. La ope- el 50 por 100 restante va a parar a las arcas
ración de reedificación resulta facilitada por municipales. Con la ayuda de este instrumento
un violento incendio que en agosto de 1917 legislativo resulta posible realizar, casi ínte-
deja a 70.000 personas sin hogar, destruyendo gramente, el académico plan de Hébrard re-
gran p a r e de los barrios residenciales musul- dactado en 1918 (figs. 1.654-1.657): aprove-
manes y dejando incólume poco más que al- chando los episodios monumentales que se
gunos de los monumentos bizantinos más im- han salvado del incendio como focos de un
portantes. Un aspecto singular del programa retículo ortogonal cortado por algunos ejes
de reconstrucción, confiado por el gobierno jerárquicamente preeminentes y por una serie
griego a una comisión de urbanistas ingleses de radiales, el plan lleva, en conjunto, a una
y franceses, viene constituido por la elabora- reordenación satisfactoria del organismo ur-
ción de un instrumento jurídico especial, de- bano, desde el punto de vista funcional y de
nominado justamente «ley urbanística de Saló- localización de las áreas equipadas; por el
nica», que permite a la administración pública contrario, bastante menos felices son algunas
llevar a cabo una intervención en profundidad, de las soluciones particulares adoptadas (por
sin condicionamientos por parte de los deten- ejemplo, los monumentos existentes, genera-
tadores de la propiedad privada del suelo. La dores temáticos del plan, quedan circundados
ley, ante todo, prohíbe la reconstrucción o y. ahogados por la anónima edificación especu-
reparación de cualquier edificio antes de que lativa de tipo residencial y comercial) 'O0.
se redacte el nuevo plan; establece seguida-
mente el principio de que procede llevar a En Turquía, donde la revolución de Kemal
cabo una reconstrucción basada en principios Atatúrk logra entre los años 20 y 23 impo-
urbanísticos racionales, en la que se reconoce nerse, venciendo las últimas resistencias ofre-
a los propietarios el derecho de prelación cidas por el sultán Mahomet VI, apoyado por
sobre sus propios terrenos y la posibilidad las grandes potencias, el esfuerzo de moder-
de percibir una cierta proporción del plus- nización del país afecta profundamente tam-
valor derivado de la nueva ordenación; un bién a la organización de las ciudades más
elemento innovador es la obligada participa- importantes. Se elaboran nuevos instrumentos
ción en una asociación común de todos los legislativos modelados siguiendo el ejemplo de
propietarios cuyas fincas estén comprendidas los países occidentales y se crea un Banco
en el ámbito del plan, con asignación a cada de los Municipios para la financiación de las
uno de ellos de una cuota accionarial propor- obras de transformación; se instituye, en fin,
cional al valor de su predio, a determinar una sección de urbanismo en las escuelas de
median te certificación expedida por un grupo Ingeniería y de Bellas Artes de Ankara, aun-
de expertos. Tras la aprobación del plan, los
terrenos de la Asociación de propietarios ha- 'O0 Cfr. J. W. Mawson: The Salonika Town Plan-
brán de parcelarse, valorarse y ponerse en ning Act, en «Town Planning Review», diciembre
uenta, con reserva de un derecho de tanteo de 1921.
Historia del urbanismo. Siglo X X
que después los ambiciosos planes de las nue- directriz meridional se disponen las funciones
vas clases dirigentes se confiarán, en su ma- gubernativas y administrativas 'O2. En el 3 1
yoría, a técnicos y urbanis tas occidentales. tiene lugar un concurso internacional para la
Ejemplo representativo de la renovación del realización del nuevo Palamento nacional (fi-
país es la ciudad de Ankara, a la que se guras 1.664-1.663); un concurso posterior,
traslada la capitalidad del Estado por deci- en el 42, se dedicará al monumento-mausoleo
sión de Atatúrk, el 1." de octubre de 1923. del padre de la Patria, Atatúrk 'O3.
Se trata aquí de crear, junto a la antigua El urbanista francés Henri Prost, en los
ciudadela otomana surgida sobre la ciudad ro- años en que se ocupa en los estudios sobre la
mana, las funciones y las estructuras políticas región parisina, es invitado por el gobierno
y administrativas del Estado. Un primer pro- turco a participar en un concurso para la
yecto estudiado en 1925 por C. Lorcher, redacción del plan de Estambul, en unión de
miembro de la comisión de edificación del Agache. Prost, que se ve obligado a recha-
municipio de Estambul, prevé la soldadura zar la oferta, es designado más tarde, tras la
de la ciudadela con la estación ferroviaria, dis- conclusión de hecho del concurso con un
poniendo los edificios públicos sobre una se- fallo nulo, como experto que ha de participar
rie de terrazas preparadas en las pendientes en la redacción del plan de la ciudad, a ela-
de la ciudadela (fig. 1.658); pero se trata de borar con la colaboración de los servicios téc-
un plan modesto, que parece insuficiente en su nicos municipales. Tras un año y medio de
misma previsión de dimensiones (cerca de estudios se ponen a punto los elementos direc-
200.000 habitantes), y pronto queda arrinco- tores del plan: el trazado del bulevar Atatúrk
nado lo'. En 1928 una comisión instituida para es una de las soluciones más importantes de
controlar los planes de desarrollo de las ciu- las que se indican, previéndose para el enlace
dades turcas organiza un concurso público de las áreas centrales terciarias de la ciudad
para la redacción del plan de la capital, en vieja con los barrios residenciales del Cuerno
el que destaca el nombre del arquitecto ber- de Oro; en torno al mismo se organizan las
linés Hermann Jansen, que luego se quedará previsiones para las diversas partes de la ciu-
en el país como ejecutor del programa urba- dad, la ordenación del parque arqueológico
nístico y como asesor del gobierno turco sobre el solar de la antigua Bizancio (la ex-
hasta 1939, ocupándose, entre otras cosas, de planada a la que sirve de fondo la Mezquita
todo el distrito de Ankara y de la ordenación Azul; fig. 1.668)) la liberación del acueducto
de algunos centros menores (Tarso, Adana). romano, la reestructuración del área del puen-
El plan de Jansen (figs. 1.639-1.663) consc?- te de Galata (figs. 1.666-1.667) y la ordena-
lida la ciudad vieja y fija en el área casi ción de la plaza Taksim, en el barrio de Beyo-
llana situada en torno a la estación el nudo glu (Pera), más allá del Cuerno de Oro, con
de desarrollo de la ciudad nueva, asentada una esplanade cuyos espacios se obtienen
sobre dos directrices perpendiculares entre mediante la demolición de viejos acuartela-
sí, calcadas sobre el trazado de los antiguos mientos (fig. 1.669). Las técnicas del aisla-
caminos caravaneros (los actuales Hipodrom miento de los monumentos, de los derribos
Caddesi-Talatpasa Bulvari, y Atatúrk Bulvari). y de la creación de perspectivas panorámicas
La ciudadela queda comprendida en el cua-
drante nororiental, mientras que en el norocci-
'O2 A. Cuda: Ankara 1935, en cDeutsche Bauzei-
dental se prevé la realización de un complejo tung», enero de 1936.
de equipamientos públicos (estadio, hipódro- Cfr. M. Piacentini: 11 concorso internazionale
mo, parque Gen~lik,etc.) y a caballo de la pel monumento all'Ataturk Kemal Pascd ad Ankara,
en «Architettura», noviembre de 1942. Sobre la ca-
'O' Cfr. C. Ch. Lorcher: Der Neue Bebauungsplan pital turca véase también el documentado trabajo
für Angora, en «Wasmuths Monatshefte für Bau- de Akgura: Ankara et ses fonctions urbaines, en
kunst», 1925. «La vie urbaine», enero-marzo de 1960.
Las vicisitudes urbanísticas en otros paises europeos
Figs. 1.658-1.665. La construcción de la nueva capital de Turquía: el plan de C. Ch. Lorcher para Ankara;
el plan de H . Jansen (1932): esquema general, planimetría y vista del parque Genclik, vista de la estación fe-
rroviaria, vista del paseo de acceso a la estación; el concurso par8 el proyecto del nuevo Parlamento turco:
maqueta del proyecto de J. Vago y dibujo en perspectiva del proyecto de C. Holtzmeister. -- .
Historia del urbanismo. Siglo X X
se aplican aquí sin rigidez a una estructura las murallas que aún seguían en pie, se demue-
urbana extremadamente compleja. El plan, de- len las puertas y se procede a la apertura de
bido a los cambios acaecidos en la dirección arterias rectilíneas en el interior de la densa
política, tan sólo se ejecuta parcialmente; casi trama edificada (Khiaban-e-Sha-Reza, Khia-
veinte años después, en 1957, se volverá a ban-e-Pahlevi, etc. ; fig. 1.670); intervencio-
llamar a Prost para que se haga cargo del nes análogas se llevan a cabo en otras ciu-
control de la recuperación y puesta al día de dades (Hamadan, Qazvin, Mechhed; figu-
sus propuestas 'O4. ra 1.671) 'O5.
lo4 Véase el número dedicado a Prost por la re- lo5 P. Bénoit: Les villes de l'lran. Des cités
vista «Urbanisme», núm. 18, 1965. d'autrefois 2 l'urbanisme contemporain, París, 1969.
Las vicisitudes urbanísticas en otros paises europeos
Figs. 1.670 y 1.671. Planimetría del tejido central de Teherán y de la ciudad de Mechhed: pueden apreciarse
los trazados viarios efectuados a partir de 1920.
breos centroeuropeos ante la oleada de antise- aunque no sea más que como arreglo provi-
mitismo suscitada en Francia por el caso sional.
D r e ~ f u s ,Theodor Herzl ( 1860-1904) elabora Estas incertidumbres quedan bien pronto
los principios del movimiento. En 1895 Herzl truncadas por el mismo curso de. los acon-
publica su ensayo Der Judenstaat, en el que tecimientos, cuando las primeras tentativas
propugna la fundación de una compañía he- pioneras, y todavía esporádicas, de coloniza-
brea, bajo la forma de sociedad por acciones ción de Palestina ponen de relieve, sin nin-
y confiada a la protección política de Ingla- guna sombra de duda, que sólo la idea de un
terra, cuya misión ha de ser la de crear una retorno a la Tierra Prometida de los ante-
nueva nación judía. En 1897 se celebra en pasados es capaz de movilizar a las masas
Basilea el primer congreso sionista, mientras y a los capitales necesarios para la empresa.
que las ideas de Herzl suscitan gran entusias- Entonces se constituyen las organizaciones
mo en los círculos israelitas de toda Europa que llevarán a la creación del Estado de Israel,
y, sobre todo, en los Balcanes y en Rusia, el Keren Keyemet le-Israel (KKL, Fondo na-
donde a los primeros progroms desencadena- cional judío) y, más tarde, el Keren Hayesod
dos por las propias autoridades a comienzos (Llamada unida), fusionados después, en los
del siglo xx ha seguido el fracaso de la insu- años veinte, para formar la Jewish Agency for
rrección popular de 1905, haciendo que se Palestine (Agencia Judía), reconocida como
difunda la convicción de que el problema he- organismo consultivo en el estatuto que ins-
breo no podrá ser resuelto tampoco por una tituye el mandato británico sobre Palestina.
revolución socialista. Entretanto, la sede del El Keren Keyemet se muestra particularmen-
nuevo Estado sigue todavía sin fijarse, y el te activo en la adquisición de considerables
mismo Herzl, tras haber tratado vanamente extensiones de tierras de los latifundios ára-
de entablar conversaciones con el sultán de bes, de las que se expulsa a los fellahs para
la Sublime Puerta para la adquisición de Pa- proceder a la fundación de colonias agrícolas;
les tina, considera incluso, con criterio posi- una asociación privada, sostenida por el barón
bilista, a la Argentina como meta de la colo- Edmond de Rothschild, financia también las
nización, sin oponerse tampoco a una oferta empresas de colonización. Entre tanto se van
formulada en 1903 por Inglaterra de con- sucediendo las oleadas de inmigración (Ali-
cesión de un territorio autónomo en Uganda, yah), iniciadas ya a finales del siglo XIX:
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.672-1.677. La colonización sionista de Palestina: esquema de un primitivo asentamiento agrícola de cul-
tivadores de agrios, del tipo de moshav, y esquema de un kibbutz; plantaciones y repoblación forestal en el
desierto; planirnetría y vista del poblado-moshav de Nahalal.
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos 655
pacta organización del barrio comercial -si- facultades para determinar los ámbitos terri-
tuado en el baricentro urbano, a caballo de toriales de aplicación obligatoria de la ley y
la estación- y del barrio industrial -situado al que las autoridades locales deben someter
al sur de la línea férrea principal- con la en todo caso los esquemas de planeamiento
baja densidad de la zona residencial, colocada elaborados. Pero faltan una aplicación general
siguiendo las directrices radiales, con espa- y cuidadosa de las disposiciones de la ley y,
cios verdes en cuña, y en el cinturón exte- en todo caso, una política unitaria para los
rior 'O8 (figs. 1.683-1.684). territorios urbanos y no urbanos, lo que da
lugar, de una parte, a que se eludan por el
Si bien la colonización agrícola constituye momento evaluaciones y opciones mejor estu-
el aspecto más original de la presencia europea diadas en relación con las preexistencias so-
en Palestina, no menos significativas son las ciales, y de otra parte a que se remita el
formas de planificación de los asentamientos arreglo de todo conflicto sobre el desarrollo
que surgen junto a las grandes ciudades, me- económico del nuevo Estado judío al día si-
diante los cuales se crean las bases para la guiente de la obtención de la autonomía. En
gradual destrucción de la cultura autóctona. el período del mandato británico, las líneas
También en este aspecto la institución del aproximativas del diseño territorial derivan,
mandato inglés (1922-48) viene a cerrar la en la práctica, de las vinculaciones y realida-
fase de la improvisación pionera: incluso antes des fácticas establecidas (propiedad del suelo,
de la ratificación oficial del mandato interna- iniciativas existentes); las numerosas land
cional, las atuoridades inglesas promulgan una companies, con sus propios técnicos cualifi-
T o w n Planning Ordinance, inspirada en su cados y con su aparato organizativo-empresa-
propia T o w n Planning Act de 1909 y desti- rial, programan de hecho tanto el desarrollo
nada a ejercer una influencia decisiva sobre la urbano como el agrícola.
planificación urbana en Israel. Más tarde, en Un ejemplo de ciudad europea de carácter
193.5, para disciplinar las actividades de las netamente urbano es Tel-Aviv, que se ha des-
administraciones locales, se crea el cargo espe- arrollado como único suburbio de la ciudad
cial de Town Planning Adviser, dotado de de Jaffa en los primeros años del siglo xx
y que hacia 1926 ha crecido ya hasta la cifra
'O8 Sobre la colonización sionista en Palestina in- de 40 .O00 habitantes, expandiéndose sin un
dicamos: C. Nawratski: Die jüdische Kolonisation plan preciso a lo largo de la costa y formando
Palastinas, Munich, 1914; Modern Town Planning una aglomeración edificada densa, sólo en
in Palestine, en «Architect's Journal», septiembre parte cualificada por algunas ordenaciones
de 1925; R. Kauffmann: Planning of Jewish Settle-
ments in Palestine, en «Town Planning Review», no- unitarias y por la unificación de la altura de
viembre de 1926; A. Ruppin: The Agricultura1 Co- los edificios (figs. 1.685-1.688).
lonisation of the Zionist Organisation in Palestine, Muy distinto es el tipo de asentamiento
Londres, 1926; A. Choveaux: The New Palestine,
en aGeographica1 Review», enero de 1927; E. Keith-
europeo en Haifa y Jerusalén, articulado sobre
Roach: Changing Palestine, en «National Geographic una corola de garden suburbs, formados gene-
Magazine», abril de 1934; E. R. Cast: Economic ralmente por casas unifamiliares con jardín, y
Geography of Palestine, en «Economic Geography», situados, frecuentemente, a distancias incluso
julio de 1937; J. Gottmann: The Pioneer Fringe in considerables unos de otros, en lugares par-
Palestine, en «Geographical Review», octubre de
1937; E. R. Cast y O. W. Dotson: Urban Population
ticularmente favorecidos desde el punto de
of Palestine, en «Economic Geographyv, enero de vista altimétrico y de exposición. Estos nú-
1938; el número de septiembre de 1938 de la revista cleos, apadrinados por la misma ideología de
«Werk»; Y. Schiffman: The New Palestine, en la colonización-refundación que preside la for-
~(ArchitecturalReview», octubre de 1938; Urbanis- mación de los asentamientos rurales (hasta
rica e edilizia in Palestina, en «Metron», núm. 10,
1946; A. Sharon: Collective Settlements in Israel, tal punto, que a veces no se excluyen formas
en «Town Planning Review», enero de 1955. de autosubsistencia agrícola), si por un lado
Historia del urbanismo. Siglo XX
Las vicisitudes urbanísticas en otros países europeos 657
Figs. 1.685-1.688. Tel-Aviv, crecimiento de la ciudad desde 1907 a 1933, una calle de la ciudad en 1926, y
vista de una zona residencial hacia 1940; vista de la plaza Disengoff (alrededor de 1940).
han d e plantear problemas no precisamente lina del Monte Carmelo, en terrenos adqui-
fáciles de recomposición en los planes regu- ridos por la Palestine Land Development
ladores urbanos elaborados después de la se- Company (Central Carmel, West Carmel y
gunda guerra mundial, por otro, en cambio, South Carmel; figs. 1.689-1.691). En Jerusa-
una vez soldados en un sistema continuo, ven- lén, al sur de la ciudad, en el camino de
drán a constituir un modelo perfectamente Belén, sobre el cono redondeado de una mon-
funcional respecto de las nuevas formas de taña, surge el suburbio de Talproth, formado
dominación y de capitaIismo urbano madu- por 800 viviendas independientes y coronado,
radas con la consolidación del nuevo Estado en su parte más alta, por la sinagoga, la es-
soberano. En Haifa, importante nudo de cuela, el teatro y las oficinas de la adminis-
arranque de la red ferroviaria ( Siria, Transjor- tración del distrito; al noroeste de la ciudad,
dania, Egipto), ciudad a la que no es difícil en la carretera de Jaffa, nace Beth Hakerem;
pronosticar un afortunado porvenir de centro otros barrios nacidos hacia 1930 son los de
portuario comercial e industrial, el mayor de Talpioth y Bait-u-Gan ( figs. 1.692-1.694). En
los suburbios residenciales surge sobre la co- 1930 se establecen para Jerusalén algunas dis-
Figs. 1.678-1.684 (en la página opuesta). Las áreas de colonización de Palestina; planta del poblado de Mig-
da1 y vista de Beith Hanan; planta y vista del poblado de Beth Alpha; planta y perspectiva a vuelo de pá-
jaro del proyecto de R. Kauffman para Afuleh.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.689-1.694. Haifa, planimetría general con indicación de los nuevos suburbios, los barrios situados al
sur y al oeste del Monte Carmelo; Jerusalén, la ciudad y la zona de expansión meridional, planta de los ba-
rrios de Talpioth y Bait-u-Gan.
Las vicisitudes urbanisticas en otros países europeos 659
Figs. 1.695 y 1.696. El esquema viario del plan regulador de Acre preparado en 1940; la propuesta de
R. Kauffman para la planificación de la bahía de Haifa.
experimentan las competencias y los servicios dero colapso del sistema empresarial y especu-
de la máquina administrativa y burocrática lativo local, con un crack comparable al de
del gobierno federal y de los Estados, sobre Chicago de ochenta años antes.
todo en el sector de la política fiscal. Los centros mayores*y medianos, en su
conjunto, presentan ritmos de crecimiento
La distribución de la población en el terri- bastante sostenidos. Pero las nuevas concen-
torio y la dinámica del crecimiento urbano nos traciones no pueden ser consideradas sola-
revelan, en toda su dimensión, los procesos mente ciudades más grandes: por el contrario,
de transformación económica y social (fi- son aglomeraciones cualitativamente diversas,
gura 1.697). Si bien se perpetúa a nuevos que desarrollan intrincadas redes de relacio-
niveles la ideología de la small town (y muy nes, una densa movilidad sobre vastas áreas,
particularmente con la generalización de la un descentramiento de actividades, formas de
carrera hacia la residencia suburbana), el uso del suelo de elevada intensidad, plura-
officidl censas de 1920 indica por primera vez lidad de núcleos y marcada diferenciación de
la existencia de un predominio de los habi- las funciones. Se asiste a una gran expansión
tantes de centros clasificados como urbanos urbana, ahora como fenómeno de masas: con
(el 51,4 por 100 de la población vive en nú- la producción de modelos más populares,
cleos de más de 2.500 habitantes, y más de como el Ford S, el automóvil privado resulta
una tercera parte en ciudades de más de ahora accesible para amplios estratos de la
100.000 almas); en Nueva Inglaterra, en los población (de los nueve millones de unidades
Estados septentrionales del Midwest y en la que circulan por las carreteras en 1920 se pasa
costa del Pacífico, estos fenómenos son más a los 27 millones en 1930)) y da un enorme
acusados y vienen a confirmar una polariza- impulso al crecimiento urbano periférico, ya
ción del entramado urbano que la colonización sea por la alta accesibilidad que permite en el
de vastos territorios agrícolas jamás ha con- hinterland, como por los efectos de conges-
seguido subvertir ' (fig. 1.698). Pero también tión que provoca en las downtowns (figu-
regiones nuevas se ven afectadas por fenóme- ra 1.701). Los índices de crecimiento de las
nos de urbanización masiva. En California, la comunidades exteriores alcanzan niveles in-
ciudad de Los Angeles crece en los años veinte concebibles hasta entonces, y hacen que pa-
con características totalmente nuevas en com- rezcan insignificantes las análogas tendencias
paración con los centros de formación más an- manifestadas antes de la guerra2. El creci-
tigua. En el mismo período se desencadena el miento aparece ahora caracterizado por el tí-
colosal boom de la Florida: la ciudad de pico fenómeno de la expansión discontinua,
Miami pasa de los 30.000 habitantes de 1920
a los 75.000 en 1925; las perspectivas de Glaab y Brown dan estos porcentajes de creci-
especulación y de ganancias fáciles provocan miento para algunos de los suburbios más conocidos
de las ciudades mayores norteamericanas en los años
una verdadera congestión de iniciativas em- veinte : Beverly Hills, 2.485; Glendale, 363,5; In-
presariales qua hacia 1925 elevan la oferta de glewood, 492,8; Huntington Park, 444,9 (todos ellos
terrenos urbanizables hasta situarla en torno núcleos suburbanos de Los Angeles); Cleveland
a la cifra de 20 millones, hasta que el merca- Heights, 234,4; Shaker Heights, 1.000,4; Garfield
do, debilitado ya a comienzos del 26, co- Heights, 511,3 (suburbios de Cleveland); Grosse
Pointe Park, 724,6; Ferndale, 689,9 (suburbios de
mienza a perder impulso después de que un Detroit); Webster Groves, 74; Maplewood, 70,3;
huracán destruye poblados enteros de nueva Richmond Heights, 328,3 (suburbios de St. Louis);
construcción. Tiene lugar entonces un verda- Elmwood Park, 716,7; Oak Park, 60,5; Park Ridge,
207,9 (suburbios de Chicago). Cfr. C. N. Glaab y
A. T. Brown: Le citta nella storia degli Stati
l Cfr. J. Gottman: Megalopolis: the Urbanized Uniti, Nápoles, 1970, pág. 402. También, T. Hawley:
Northeastern Seaboard of the United States, Nueva The Changing Shape of Metropolitan America. De-
York, 1961. concentration Since 1920, Glencoe, s.f.
Ciudad y territorio en los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 663
Figs. 1.697-1.700. La distribución de las ciudades de los Estados Unidos en 1930 y la localización de la fuer-
za de trabajo empleada en la industria; la ocupación del territorio en la.costa oriental, entre Boston y Wash-
ington, de 1810 a 1930, y la densidad de población de esa misma área en 1940; vistas del centro de Cleve-
land y del centro de Buffalo hacia 1930.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.702-1.708. La edificación residencial durante la primera guerra mundial: planimetría del barrio de
Crane Tract en Bridgeport, planimetría y dos vistas del poblado de Atlantic Heights, planta de Hilton ViUage,
fotografía cenital y vista del poblado de Yorkship, junto a Camden, N. J.
Ciudad y territorio e n los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 667
Figs. 1.709 y 1.710. Las intervenciones en el sector residencial llevadas a cabo por la Massachusetts Homes-
tead Commission, y tipología de las viviendas unifamiliares.
como en cuanto ocasión de experiencias pre- siguiendo obtener algunos apoyos en favor
ciosas para los arquitectos y los administrado- de sus propias tesis. No obstante, la issue de
res públicos; y por el hecho de que, por vez Muscle Shoals queda en suspenso, sin que se
primera, un mito de la tradición norteame- le dé una solución concreta, hasta la época
ricana -la convicción de que existe una opo- de la depresión: tanto Coolidge en el 28 como
sición insalvable y destructiva entre interven- Hoover en el 31 intervendrán en la cuestión
ción pública y actividad privada- es puesto para poner el veto presidencial a dos solu-
en tela de juicio en cuanto hace a la validez ciones aprobadas por el Congreso en las que
casi suprahistórica que desde siempre se le ha se propone la utilización pública de las ins-
venido atribuyendo. Además de su participa- talaciones.
ción en el campo de la edificación residencial,
algunos organismos federales han podido con- En los años veinte el tema de la vivienda
trolar ciertos sectores de la producción indus- popular comienza a ser tratado en sus aspectos
trial y de la economía; se han creado, entre problemáticos, tanto en lo que respecta a la
otros entes públicos, la War Industries Board, producción de casas baratas como en lo que
la Fue1 Administration y la Railroad Adminis- se refiere a la eliminación de las áreas degra-
tration, organismos encargados de planificar dadas en el interior de los centros urbanos.
específicos sectores de producción, mediante En 1920 ve la luz pública un libro de esti-
concierto con el capital privado. mulante interés sobre la crisis de la vivienda:
También resulta preciso destacar cierto epi- The Housing Famine. How to End it, firmado
sodio, por su importancia como precedente por J. Murphy, E. E. Wood y F. L. Acker-
significativo de ulteriores acontecimientos. El man, en el que por primera vez se captan y
presidente Wilson había autorizado en 1916, exponen las determinantes estructurales de la
como medida encuadrada en la economía de producción edificativa residencial. La misma
guerra, la construcción de algunas presas en Wood, en su ensayo Housing Progvess in
la localidad de Muscle Shoals, en el río Ten- Western Europe 4, difunde una serie de cono-
nessee, para la producción de energía eléctrica cimientos sobre la política de edificación pú-
destinada a alimentar la elaboración local de blica en Inglaterra y en otros países europeos,
nitratos. Al terminar la guerra, una fuerte tanto en lo relativo a los modelos de asenta-
corriente de opinión, dirigida por el senador miento (entre los que se otorga preferencia
Norris, insiste en la conveniencia de que la a las garden cities) como en lo tocante a los
propiedad y la gestión de las mismas sigan mecanismos de funcionamiento e incentiva-
en manos del gobierno federal. Interviniendo ción. Sin embargo, queda aún por superar la
en la controversia, el industrial Henry Ford hostilidad generalizada en el establishment
se ofrece en 1921 a hacerse cargo de las insta- local y federal frente a la actuación pública
laciones de Muscle Shoals y %poneren marcha directa; por ello, no resulta sorprendente que
la industrialización de toda la región del Ten- las únicas medidas adoptadas en este sector
nessee mediante un programa de colonización en la posguerra se refieran a la financiación
que prevé la construcción de dos presas por de la industria edificativa privada, que se
parte del gobierno y la cesión en arrenda- dedica casi exclusivamente a la producción
miento del complejo resultante por un período de complejos residenciales suburbanos de casas
de cien años; parte del plan es la construc- unifamiliares, atendiendo así a la demanda de
ción de una ciudad lineal de 25 millas de la burguesía media. Tampoco tienen una inci-
desarrollo capaz de apoyar el asentamiento
de la gran industria sobre la base de crear E. E. Wood: Housing Progress in Western
Europe, Nueva York, 1923. Cfr. también, de la
una pequeña propiedad agrícola en manos misma Wood: The Housing of the Unskilled Wage
de los trabajadores. El mismo Norris se opone Earner, Nueva York, 1919, y Recent Trends in
vivamente al «proyecto social» de Ford, con- American Housing, Nueva York, 1931.
Ciudad y territorio e n los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 669
dencia efectiva las «agencias» creadas en los en gran parte por Nolen, que incluso abre un
distintos Estados, como puede ser la New estudio técnico propio en Jacksonville en
York State Housing Board, instituida en 1925 (figs. 1.714-1.715).Es el caso, una vez
el 26, que por vez primera concede exenciones más, de algunos barrios suburbanos para em-
fiscales a los constructores privados condi- pleados y obreros realizados por poderosas
cionándolas al establecimiento de un nivel de compañías industriales, como puede ser Tyro-
alquileres que resulte accesible a los estratos ne, en Nuevo Méjico, de la compañía minera
sociales más populares. La dificultad de hallar Pelps Dodge Corporation, cuyo proyecto, re-
créditos para este género de inversiones hace dactado en 1917 por B. Godhue con la cola-
que en gran parte se desvanezcan las posibi- boración de Clarence S. Stein, consigue una
lidades ofrecidas por tales medidas. interpretación original de un barrio extensivo
Por ello, si queremos apreciar la madura- con centro cívico, recuperando módulos de la
ción y la difusión de los modelos de asenta- arquitectura colonial española; como Long-
mientos residenciales en el curso de los años view, en el Estado de Washington (figu-
veinte, es preciso dirigir la mirada a las reali- ras 1.718-1.720)) fundado en 1922 por la
zaciones de la actividad empresarial privada. Long-Be11 Lumber Company y diseñado por
Este es el caso de Shaker Heights, junto a el estudio de Hare & Hare con intervención
Cleveland, promovido por los industriales Van de G. E. Kessler como planning consultant,
Sweringen, que se levanta sobre 1.400 acres con su esquema organizativo de impronta aca-
de terrenos libres, tiempo atrás sede de una démica en cuadrícula cortada por radiales,
comunidad shaker, proyectado en 1916 pero pero notable por el alto nivel de las ordena-
urbanizado a partir de 1920, cuando la pobla- ciones ambientales6; 0 como Chicopee, en
ción ha crecido, pasando de 1.700 a 15.500 Georgia, de la Johnson & Johnson Company,
personas, apareciendo el conjunto como una proyectado por Earle S. Draper, un garden-
típica utilización especulativa de las temáticas suburb en miniatura para una población de
de la ciudad-jardín para el consumo de la 2.000 habitantes, dotado de un green belt
high nziddle-class; de Mariemont, cerca de de 4.000 acres; o el asentamiento de La Gran-
Cincinnati, un rico suburbio debido a la ini- ge, también en Georgia, estudiado en el 27
ciativa de la viuda de un industrial, construido por la Callaway Mills ( figs. 1.7 16-1.7 17).
sobre una superficie de 365 acres, dando al John Nolen y Earle S. Draper, este último
Little Miami River, y ejecutado con el aseso- colaborador durante algún tiempo del primero,
ramiento de John Nolen, que también en este se cuentan e.ntre las figuras más interesantes
caso combina con maestría esquemas geomé- de los años que siguen a la primera guerra
trico~y ordenaciones paisajistas (figs. 1.7 11- mundial. Nolen advierte que el planning es
1.713); de Palos Verdes Estates, proyectado una actividad compleja, de múltiples impli-
por los hermanos Olmsted con el asesora- caciones políticas, cuyo horizonte en la situa-
miento de C. H. Cheney, que no es más que ción norteamericana aparece ligado a una serie
un suburbio-jardín para residentes de elevado de reformas técnico-administrativas en los di-
nivel de ingresos, cuyas amenities aparecen versos sectores de la administración urbana;
protegidas por un minucioso reglamento zo- con un conocimiento profundo y al día de las
nal, mientras que el control del nivel de las
arquitecturas queda encomendado a una co- Será útil recordar que la conferencia anual so-
misión de seis expertos. Este es el caso igual- bre urbanismo del 25 se celebra precisamente en
mente de numerosos asentamientos planifica- Florida -St. Petersburg y Palm Beach-, bajo la
dos en Florida, promovidos hacia finales de presidencia de Nolen.
Cfr. S. H. Hare: American Small Towns. Long-
los años veinte por algunas compañías especu- view, Washington, en «Town Planning Review», di-
lativas que pretenden aprovechar el excepcio- ciembre de 1935, y Longview, Washington, en «Ar-
nal boom turístico de la región, y diseñados chitectural Record», julio de 1936.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Ciudad y territorio e n los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 671
Figs. 1.711-1.717 (en la página opuesta). Mariemont, en las inmediaciones de Cincinnati, planimetría, vista
aérea algunos años después de iniciarse su realización, y vista de algunas de sus viviendas; los planes de J. No.
len para los poblados residenciales de Venice y de Belmont-on-the-Gulf, en Flocida; los planes de E. S. Dra.
per para los poblados industriales de Chicopee y de La Grange, en Georgia.
Historia del urbanismo. Siglo XX
tos, publicistas, ecólogos y social critics inte- vaguardia y la utilización de los recursos
resados en las más amplias implicaciones de la naturales; al conocer el primer plan quinque-
planificación urbana y territorial. Entre los nal de la Unión Soviética, estima acertados
fundadores se encuentran Clarence Stein y su sus objetivos de desarrollo integrado por en-
socio Henry Wright, el director del «Journal tidades regionales. Benton MacKaye, experto
of the American Ins titute of Architectw Char- en problemas ecológicos y durante algún
les H . Whitaker, el economista Stuart Chase, tiempo empleado en el United States Forest
los estudiosos de los problemas urbanos y Service a las órdenes de Gifford Pinchot, se
territoriales Benton MacKaye y Frederick interesa sobre todo por enlazar las determi-
Ackerman, el empresario de visión filantrópica nantes territoriales a los problemas de la ocu-
Alexander Bing y Lewis Mumford, crítico y pación, al equilibrio productivo entre industria
filósofo del planning. Otros estudiosos, como y agricultura, y a la cualidad de la vida aso-
Edith Elmer Wood, Catherine Bauer y Tracy ciada. Y es preciso ocuparse más extensa-
Augur, se incorporan más tarde al grupo; mente de la obra de MacKaye anterior a la
otros, como Clarence Perry, aun sin afiliarse constitución de la RPAA, precisamente porque
al mismo, mantienen contactos fecundos con su concepción del plan como instrumento de
sus miembros. reequilibrio socioeconómico y espacial -y,
La posición común dentro del marco del por tanto, de eliminación de mecanismos de
progresismo radical presupone una serie de acumulación determinados por la ética del be-
fuentes culturales e ideológicas -desde Ve- neficio-, que ya ha formulado con anterio-
blen a Charles Horton Cooley, desde Olmsted ridad, viene a constituir ahora la plataforma
a Dewey, desde Geddes a Howard, a los so- de referencia común con la que se identifica
cialistas fabianos y hasta parte de la obra de todo el grupo.
Spencer- que en cada uno de los protago- Graduado en Harvard y empleado en el
nistas se resuelven en distintas acentuaciones Forest Service desde 1905 a 1918, en este
en el campo operativo. Con el Housing Mo- último año MacKaye pasa a prestar servicio
vement de los años de la Progressive Era, que en el Department of Labor, para el que re-
en Nueva York, al menos, ha ejercido un im- dacta en 1919 un amplio informe que lleva
pacto no desdeñable sobre la opinión pública, por título Employment and Natural Resour-
enlaza Whitaker, quien, junto con Ackerman, ces 8. Aunque determinado en alguna medida
la Wood y Stein, trata de forzar los límites p3r la situación económica derivada de la
de las medidas de guerra, insistiendo sobre la guerra, este estudio anticipa ya algunas temá-
evidencia de que existe una necesidad social ticas generales que tendrán después una im-
que no es meramente coyuntural, y sobre la portancia capital para la formación ideológica
perentoriedad de contar con una legislación de la RPAA y que más tarde volverán a con-
pública permanente acompañada de una ac- siderarse y adoptarse incluso por la actuación
tuación, directa o indirecta, del gobierno. del New Deal: la idea de un patrimonio pú-
blico de los recursos nacionales, la propuesta
Mumford, secretario de la RPAA, compen-
de ceder en arrendamiento, en vez de mal-
sa la falta de una específica formación en
vender, !as áreas mineras federales del West
el campo de la arquitectura y el urbanismo
y de Alaska, la exigencia de un control pú-
con una sólida preparación de gene~alistque
blico de la energía hídrica para la planificación
le permite historificar las experiencias y las
territorial; además, aquí aparece el principio
intuiciones de los colegas del grupo, confi-
de contar con una colonización interior de
riéndoles a menudo una incisiva dignidad cul-
carácter cooperativo (tesis en la que no deja
tural. Stuart Chase, estudioso de la economía,
reactualiza los temas del Conservation Mo-
vement, insistiendo en la necesidad de contar B. MacKaye: Employment and Natural Re-
con una planificación económica para la sal- sources, Washington, 1919.
Ciudad y territorio en los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 673
de interesarse personalmente el propio presi- to» de población de las grandes ciudades, auri-
dente Wilson, que incluso hace que se asignen que en este caso aparece contemplada no como
algunos fondos para la construcción de una iniciativa empresarial, sino como antítesis del
colonia experimental en New England, aun- principio del lucro y de la apropiación privada
que luego el proyecto no puede llevarse a la de los recursos naturales, dentro de la perspec-
práctica). En 1920, MacKaye, junto a Stuart tiva de una utilización racional, por parte de
Chase y Whitaker, es uno de los redactores la sociedad, de su propio territorio vital '.
del Northern Plan (que incluye los territorios
de Wisconsin, Minnesota, North y South Da- Así pues, el regionalismo es el elemento
kota, Montana, Idaho y Washington), prepa- ideológico de conexión que unifica las posi-
rado para estudiar la posibilidad de reducir, ciones personales de los miembros de RPAA
mediante las apropiadas intervenciones, el y, al propio tiempo, el que determina la estra-
coste de la vida de las poblaciones asentadas: tegia programática y operativa en la que han
uno de los elementos en que se basa el pro- de insertarse las diversas operaciones con-
grama es la formación de una serie de colo- cretas que deban llevarse a cabo sobre la ciu-
nias-jardín, planificadas sobre una articulación dad, desde el housing al descentramiento, des-
de vías de circulación primarias y concebidas de la predisposición de las infraestructuras a
como unidades de producción agrícola e in- la reconversión industrial. Esta .actitud del
dustrial. grupo aparece expuesta, del modo más exhaus-
El proyecto del Appalachian Trail es ela- tivo, en los artículos publicados por Mum-
borado por MacKaye con el apoyo del Com- ford, Stein, Ackerman, Chase, MacKaye, B d -
mittee on Community Planning del American re, Wright, Bing ..., en un número de la re-
Institute of Architects. El trail es una pista vista «Survey Graphic» dedicado a los pro-
o camino, debidamente equipado y acondi- blemas de la planificación regional, en el que
cionado, siguiendo las crestas de la cadena se integran y se equilibran análisis críticos y
montañosa de los Apalaches, desde el Estado propuestas de solución: rechazo de la conges-
de .Maine al de Georgia (fig. 1.721)) a reali- tión y de las metrópolis gigantescas, descen-
zar mediante el trabajo de pioneros volunta- tralización industrial y residencial, política
rios y abierto para facilitar la colonización edificativa, potencialidad de las nuevas fuentes
y el trabajo de explotación que llevan a cabo de energía lo. Mumford define el tema de la
los obreros de las ciudades industriales de la región orgánica («El regionalista intenta pla-
llanura y de la costa: con un adecuado apoyo
B. MacKaye: An Appalachian Trail. A Project
político y mediante las oportunas inversiones in Regional Planning, en «Journal of the American
financieras -MacKaye confía en el apoyo de Institute of Architectw, 1921; J. R. Ross: Benton
los sindicatos y de los grupos radicales y MacKaye: The Appalachian Trail, en «Journal of
reformistas, a los que acude también para la the American Institute of Plannerw, marzo de 1975.
' O Cfr. L. Mumford: The Fourth Migration y
solución de estos aspectos del problema-, Regions-To Live in; C. S. Stein: Dinosaur Cities;
los asentamientos provisionales formados por F. L. Ackerman: Our Stake in Congestion; S. Chase:
los campos de trabajo necesarios para la Coals to Newcastle; B. MacKaye: The New Explo-
realización de esta obra hubieran debido trans- ration: Charting the Industrial Wilderness; R. W .
formarse después en ciudades permanentes Brukre: Giant Power-Region Builder; H . Wright:
The Road to Good Houses; A. M . Bing: New Towns
de trabajo cooperativo, con amplias posibi- for Old: Can W e Have Garden Cities in America?,
lidades de empleo y de renta, consiguiéndose . en «Survey Graphic», mayo de 1925. Esta serie de
de este modo que se invirtiese el flujo migra- artículos, junto con otros ensayos de los miembros
torio dirigido hasta entonces de modo cons- de la RPAA, están recogidos en la reedición cuidada
por C. Sussman: Planning the Fourth Migration.
tante hacia las áreas metropolitanas. Viene a The Neglected Vision of the Regional Planning Asso-
ser la misma dinámica que Howard imagi- ciation of America, Cambridge (Mass.) y Londres,
naba para la descongestión y el «aligeramien- 1976.
Historia del urbanismo. Siglo X X
-EPOCH .III-
THE POSSIBLE STATEOFTHE
TUTURE lN WHlCH EACH P A K SEWES
I T 3 LOCICAL FUNCTION IN SUPPORT OP
WHOLESOME ACT IVITY AND GOOD LIVINC. Sc-
1920
POPUATKW OF WüñTiES ANO
PROPOñllW ff TOTAL COUWY
LWWi IIYUWD CmES.<50,000
Ua oVER W l O Z O ) - l W btBM.
FTS.1.721-1.727. El Appalachian Trail según los estudios de Benton MacKaye; el plan de la RPAA para la
región de Nueva York: la primera y la segunda fase de urbanización de la región, y la posible recomposición
del territorio en la tercera época, la dimensión de los centros urbanos en 1850 y 1920, un esquema para la uti-
lización del suelo; el estudio preliminar efectuado en 1923 por la RPAA para la creación de una new town
en la región de Nueva York.
Ciudad y territorio e n los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 675
nificar un área-región de modo que todos los ción» del enmarañado enredo de problemas
lugares y todos los recursos naturales, desde físicos, sociales y económicos que la concen-
el bosque a la ciudad, desde la montaña al tración comporta-, mediante un modelo de
nivel del mar, puedan desarrollarse equilibra- utilización de todos los recursos naturales de
damente, y de manera que la población resulte la región, en el que juegan un papel determi-
distribuida de tal forma que pueda utilizar nante la distribución de la energía eléctrica
aquellos recursos, y sus ventajas naturales, en y la creación de sistemas orgánicos de comu-
vez de anularlos o destruirlos; concibe a los nicaciones rápidas.
habitantes, a la producción y a la tierra como En el plan de la CHRP para la región de
una sola y única entidad»), y tras haber de- Nueva York, como ejemplificación metodo-
lineado la historia de la colonización ameri- lógica acabada de las teorías del regionalismo,
cana a través de una serie de oleadas migra- se resume la labor ideológica y práctica de los
torias sucesivas, con características diferentes arquitectos de la RPAA, y en el mismo alcan-
en cuanto a los modos de ocupación del terri- zan un punto de confluencia y de máxima co-
torio, teoriza acerca del horizonte de posibi- herencia, de una parte, la inspiración que
lidades que ofrece la civilización de la energía proviene de los movimientos ingleses del des-
eléctrica y de la movilidad, una «cuarta mi- centramiento y de la filosofía orgánica de Pa-
gración» que se resume en la regionalización trick Geddes, y de otra, la línea del progre-
planificada, antitética a la megalópolis cons- sismo autóctono que tiene sus orígenes en el
truida por la «tercera migración». Este es un Park Movement y en el Conservation Move-
enfoque que para los miembros de la RPAA ment, filtrada después a través de las expe-
se clasifica como diametralmente opuesto a la riencias más recientes de planificación dirigida
acepción corriente del regional planning, con- que han sido posibles en el breve período de
cebido para regimentar el crecimiento de las la guerra. En un contexto más amplio, pero
áreas metropolitanas desagregando y raciona- en condiciones radicalmente diferentes, es
lizando mecánicamente los sectores de la or- decir, partiendo de los problemas del sub-
ganización urbana de manera capaz de regene- desarrollo más que de los de la concentración,
rar espacios apropiados para los intereses las teorías del regionalismo encontrarán una
económicos dominantes, asumidos sin modi- aplicación pragmática en la experiencia de la
ficar en las premisas de los planes; nuevo Tennessee Valley Authority, en la que, no
enfoque del que la RPAA proporciona un obstante, no participará ninguno de los miem-
ejemplo en 1926 con el estudio dedicado al bros de la RPAA ".
plan regional del Estado de Nueva York,
elaborado por H . Wright y C. Stein, con la Esta actividad, que antes de la disolución
colaboración, más desenfilada, de los demás de la RPAA en los años treinta atraviesa otros
miembros del grupo, para la Commission of momentos importantes de profundización crí-
Housing and Regional Planning (CHRP) del tica y de empeño político (mesa redonda so-
Estado de Nueva York (figs. 1.722-1.726). bre regionalismo celebrada en !a University
of Virginia en el 31, y polémica sobre el
Basado en una gran aportación de datos
Regional Plan de Nueva York de la Russell
histórico-analíticos y fundamentado en una
Sage Foundation, del que hablaremos más
serie de hipótesis teóricas y programáticas, el
adelante), basta ya para clasificar al grupo
plan de la CHRP se presenta como un master
como organización destacada del progresismo
plan a escala regional, y no solamente referido
radical y reformista del planning americano
al área de gravitación metropolitana de Man-
hattan. Uno de los presupuestos que lo encua-
l1 Sobre la RPAA, cfr. R. Lubove: Community
dran es precisamente el de la descongestión de Planning in the 1920: The Contribution of the
las actividades y de los asentamientos del Regional. Planning Association of America, Pitts-
área neoyorquina -y, por tanto, la «aclara- burgh, 1965.
Historia del urbanismo. Siglo X X
desde 1920 a 1930; y quien considere las ac- ya en manzanas de 60 x 180 o de 6 O x 270,
titudes predominantes en aquel período, ca- y los proyectistas tan sólo pueden jugar con
racterizado por la orgullosa complacencia del la disposición interior de los bloques edifi-
big business por sus éxitos espectaculares, así cados. En una primera fase el sistema adop-
como por el despreocupado y alegre espejismo tado es el de unidades de habitación consti-
de un american dream que parece hallarse al tuidas por edificios en hilera, con eliminación
alcance de la mano, no tendrá ninguna difi- del frente a la calle mediante el empleo de
cultad en percatarse del excepcional valor éti- un camino peatonal arbolado exterior y la
co de las posiciones sustentadas por la RPAA. ruptura de los bloques en unidades menores
No obstante, la labor de la RPAA aparece (de dos a seis grupos de escaleras) organi-
acreditada también por algunas realizaciones zadas en torno a patios comunes acondiciona-
materiales en el campo del housing, aunque dos. En las manzanas construidas seguida-
no sea más que en dimensiones limitadas, pero mente, los edificios se articulan de un modo
que llegan a imponerse como términos de más preciso en sub-módulos cerrados sobre
referencia ineludibles para los ulteriores pro- espacios públicos. Las tipologías, el trata-
gresos del urbanismo norteamericano. miento de los espacios interiores, las bajas
El interés del grupo por las teorías de Ho- densidades y el sentido de barrio suburbano
ward y de Unwin, madurado tras un viaje son aspectos que relacionan directamente a
de Stein a Inglaterra, no logra materializarse Sunnyside con las características ambientales
en un programa en favor de una garden city de las garden cities inglesas y, en igual me-
americana, a pesar de que en 1923 se estudia dida, con los ideales americanos de la comu-
un proyecto teórico para un asentamiento de nidad suburbana (figs. 1.728-1.730). Se trata
25.000 habitantes en el área de Nueva York de un resultado que, por lo que respecta al
(figura 1.727). No obstante, a partir del 24 escenario americano, se presenta en este mo-
los arquitectos de la RPAA son requeridos mento aislado, aun con los pesados límites
para proyectar dos barrios de carácter expe- que le impone el hecho de estar destinado a
rimental en la periferia de Nueva York, Sun- la clase media de empleados y funcionarios,
nyside Gardens, en Queens, y Radburn, en siendo prácticamente inaccesible para los es-
New Jersey.. En este caso el encargo lo hace tratos populares (durante la depresión, inclu-
la City Housing Corporation, una sociedad de so, parte de los arrendatarios se verán obli-
beneficios limitados financiada por el empre- gados a abandonar sus casas, perdiendo los
sario A. M. Bing (miembro también, como derechos adquiridos hasta ese momento).
hemos visto, de la RPAA), con el fin de El segundo encargo, que se produce cuatro
fomentar formas de iniciativa cooperativista años después que el de Sunnyside, se refiere a
y de demostrar la posibilidad de acceso a la un área iibre situada en New Jersey, a poco
propiedad de la casa por parte de los sectores más de 25 kilómetros del centro de Manhat-
de la población de rentas bajas y medias. La tan, en el borough de Fairlawn. El barrio de
misma diversidad de los programas permite Radburn no aparece condicionado por la exis-
desarrollar experiencias innovadoras, si bien, tencia de una red viaria anterior, y de este
a fin de cuentas, los dos barrios quedan des- modo los proyectistas -A. J. Thomas, T.
tinados a las clases medias-altas. Adams, Stein y Wright- pueden diseñar un
El primer encargo, el del barrio de Sunny- esquema organizativo rico en jerarquías y tran-
side Gardens, proyectado por Stein, Wright siciones, que aprovecha al máximo, casi hasta
y Ackerman, afecta a una serie de manzanas el límite teórico, los principios de separación
en Queens, donde la City Housing Corpora- de las vías de circulación y de destino de los
tion ha adquirido en el 24 terrenos de unas 30 espacios abiertos en relación con las unidades
hectáreas de extensión. Las áreas en cuestión, residenciales. Los principios formalizados por
todavía libres, aparecen no obstante divididas el plan de Radburn (que después serán de em-
Ciudad y territorio e n los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 677
pleo corriente en los barrios planificados) son experiencias anglosajonas, las arquitecturas
resumidos por Stein de esta forma: a) el em- son tradicionales en las formas, y a pesar de
pleo del superblock (complejo de viviendas) en la atención prestada a las tipologías edifica-
lugar de la manzana tradicional; b ) jerarquía tivas, falta todo tipo de tentativa de raciona-
y especialización de los viales; c) separación lización de los procedimientos técnico-cons-
completa del tráfico de vehículos y de la tructivos. Como Sunnyside, también Radburn
circulación peatonal; d ) disposición planimé- tiene un costo de construcción que lo con-
trica de las viviendas de modo que los am- vierte en barrio reservado a la middle class,
bientes dedicados al reposo y los cuartos de que no resulta accesible, por ejemplo, para los -
estar aparezcan orientados hacia las zonas obreros de la vecina zona industrial de Pa-
ajardinadas privadas o hacia el parque públi- terson. La construcción del barrio se interrum-
co; e) los parques se consideran estructura pe por efecto de la crisis del 29 (en el 33 tan
interna eseacial del asentamiento. Además de sólo se han levantado doce casas); cuando
la aplicación de estos principios, Radburn se reanudan las obras el esquema originario
aparece organizado conforme al sistema de se hará más denso en su interior y en el
neighborhoods (unidades vecinales) con radios exterior quedará inmerso en un crecimiento
de cerca de 850 metros desde el centro esco- periférico anodino.
lar, que se convierte también en elemento A los dos barrios citados hay que añadir
discriminante de la población de la neighbor- tres complejos residenciales proyectados más
hood (7.500 personas, que aseguran precisa- tarde por Clarence Stein -el más activo, en
mente el correcto funcionamiento de la unidad el plano profesional, de los arquitectos de la
escolar). La superposición de las áreas de ser- RPAA-, con la colaboración de H. Wright.
vicio en el centro del barrio ofrece un margen Chatham Village, junto a Pittsburgh ( figu-
suficiente para una aplicación flexible de la ras 1.736-1.737), nace en 1930 por iniciativa
densidad y de la distribución de las residen- de una fundación privada que utiliza un
cias y para el establecimiento de la escuela legado de 13 millones de dólares para la
superior y del centro comunitario (figs. 1.731- construcción de un barrio modelo. La super-
1.735). ficie disponible, de 20 hectáreas, situada a un
A pesar de que los proyectistas, a causa de par de millas del centro urbano, tan sólo se
la limitada extensión de los terrenos y por utiliza en una tercera parte; el terreno, en
disponer de un budget insuficiente, se ven ligera pendiente, introduce un elemento de
obligados a abandonar la idea de proteger el novedad experimental con respecto a los
perímetro del barrio con un green belt (por ejemplos de Sunnyside y de Radburn. El tipo
las mismas razones se renuncia también a de edificación está constituido por casas uni-
asociar la residencia con los lugares de pro- familiares de dos plantas dispuestas en hilera,
ducción), Radburn se presenta como la apli- escalonadas siguiendo la altimetría; las áreas
cación fiel de un modelo teórico, eco directo libres quedan acondicionadas en terrazas.
de las garden cities, aunque sea sin alcanzar También en 1930 es el complejo de los
los mismos niveles de autosuficiencia: en el Phipps Garden Apartments ( fig . 1.738), un
ámbito sectorial de la organización de la resi- núcleo de dimensiones modestas situado en
dencia demuestra la posibilidad de llevar a las márgenes de Sunnyside Garden, donde
cabo una aplicación razonada y coherente, Stein acomete por primera vez una construc-
extremadamente rigurosa, de nuevos prin- ción intensiva, con edificios de seis plantas
cipios organizativos, teniendo en cuenta algu- y una densidad de población de 500 personas
nos elementos, a la sazón consolidados, de la por hectárea. El complejo de Hillside Homes,
civilización norteamericana y, sobre todo, el realizado en Nueva York, en el Bronx, a par-
uso del automóvil particular. En cambio, con- tir del 32, es un barrio para 5.000 personas,
forme a las características habituales de las de elevada densidad, planteado sobre una
Historia del urbanismo. Siglo X X
\ KEY
Figs. 1.728-1.732. Sunnyside Gardens, planimetría general, planimetría del primer sector realizado en el 24 y
vista de un patio interior acondicionado; Radburn,. -plano completo del asentamiento, y la parte construida del
barrio residencial.
1111
Ciudad y territorio en los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 679
Figs. 1.733-1.740. Vista aérea de Radburn, un camino peatonal interior y la penetración del tráfico motori-
zado de servicio en las unidades residenciales; planimetría general y vista del complejo residencial de Cha-
tham Village; plano de la manzana de los Phipps Gardens Apartaments; planimetria y vista aérea de las Hill-
side Homes.
Historia del urbanismo. Siglo X X
trama edificativa componible; si bien las áreas interpuesto por las autoridades de Euclid, un
de que se dispone aparecen cortadas ya por suburbio de Cleveland, y tan sólo gracias a
dos calles trazadas previamente por la admi- la decisiva intervención de Alfred Bettmann
nistración local, el resultado obtenido se en la audiencia de apelación ante el Tribunal
presenta unitario, con los elementos residen- Supremo Federal, en Washington, es posible
ciales recogidos en torno a un área central resolver la cuestión definitivamente en sentido
destinada a los servicios públicos (figs. 1.739- positivo.
1.740). Phipps Garden Apartments y Hillside Se afirma el plan regulador a escala urbana
Homes constituyen una notable contribución -con una variedad sorprendente de conte-
en favor de la aplicación de standards accesi- nidos y de enfoques metodológicos, que no
bles a más amplias masas de población, apro- aparecen consolidados por una praxis opera-
vechándose los conocimientos derivados de tiva ni por una legislación unificada-, sobre
precedentes realizaciones anglosajonas o cen- todo como instrumento de organización de
troeuropeas (en más de una ocasión se ha intereses y de perspectivas de desarrollo, más
señalado que los grandes patios colectivos, que como dato de referencia vinculante y per-
articulados por los resaltes de los cuerpos de manente respecto de una generalidad de suje-
fábrica interiores, ofrecen un lejano parentesco tos económicos individuales. Planes de impro-
tipológico y formal con los ejemplos vieneses). vement de la vialidad,- planes de reanimación
de las downtowns, planes de ordenación esté-
tico-paisajística de partes cualificadas del orga-
d ) LOS INSTRUMENTOS DE CONTROL Y PLA- nismo urbano y planes para la realización de
NIFICACI~N,
Y LA O R G A N I Z A C I ~ N DE LA infraestructuras y equipamientos específicos
GESTIÓN URBANA surgen ahora como elementos catalizadores de
una colaboración y de un debate entre leader-
La adopción de reglamentaciones de control ship económica y poderes públicos a diversos
mínimo bajo la forma de building codes o de niveles, entre órganos de planificación, apa-
zoning laws tiende a generalizarse en la pos- ratos de partido, técnicos independientes y
guerra: siguiendo el precedente de la ley apro- grupos de presión (figs. 1.741-1.745).
bada en Nueva York en 1917, dos años Aunque con dificultades, se inicia también
después una decena de Estados se han mani- el proceso de maduración de las exigencias de
festado ya en favor de la adopción del zoning, coordinación a escala territorial. Las crecien-
y son muchas las ciudades que han establecido tes tensiones que se generan entre las admi-
con entusiasmo ordenanzas de la edificación, nistraciones exteriores y las de las ciudades
por más que la correcta aplicación de estos centrales (que ahora, como consecuencia de la
instrumentos resulte ser todavía bastante pro- nueva distribución territorial de la población
blemática (tanto, que la derogación de las derivada de la mayor movilidad, representan
normas en casos concretos se convierte en una estratos distintos del electorado) hacen surgir
práctica complementaria del zoning, hasta lle- en algunos casos formas de gobierno metro-
gar al extremo casi paradójico de Chicago, politano para determinados servicios y para
donde son millares las derogaciones concedi- sectores organizativos específicos, así como
das en pocos años respecto de la aplicación comisiones de expertos con misiones de análi-
de la Zoning Ordinance de 1923). De todos sis y estudio de los problemas. Entre las
modos, tampoco esta forma mínima de control ciudades más activas en tal dirección se cuen-
tiene una vida fácil en cuanto a su aceptación tan Nueva York, Chicago y Los Angeles, de
institucional en el sistema americano: en el 26 las que hablaremos en particular más adelante,
la sección del distrito de Ohio del Tribunal aunque aquí ha de señalarse la primerísima
Supremo se pronuncia en favor de la incons- importancia que tienen también las iniciativas
titucionalidad del zoning al resolver el recurso tomadas en Washington, con la institución
Ciudad y territorio en los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 681
en 1926 de la National Capital Park and En el plano legislativo hay que señalar la
Planning Commission ( figs. 1.746-1.747); en aprobación en el 27 de una Standard City
las twin cities St. Paul y Minneapolis, con Planning Act, que trata de favorecer la insti-
la creación de la Metropolitan Planning Dis- tución generalizada de comisiones de planifi-
trict Association of St. Paul-Minneapolis and cación y la adopción de master plans para las
Environs; en Filadelfia, donde en el 24 se ciudades, pero que de hecho tiene luego escasa
constituye la Regional Planning Federation of incidencia, al ser interpretada en sentido muy
the Philadelphia Tri-State district, presidida restrictivo, ajeno por completo a las intencio-
por Russl van Nest Black y que en 1932 nes de sus redactores (entre los que figuran
publica un master plan complementado por E . M. Basset, A. Bettmann y F. Law Olmsted,
un notable trabajo de investigación (figu- hijo). Seguidamente conviene recordar los
ras 1.749-1.750); en Buffalo, con la institu- primeros pasos dados por el gobierno federal
ción en el 25 de la Niagara Frontier Planning en el sector particular, pero de considerables
Board (fig. 1.748); en San Francisco, con la implicaciones, de la circulación por carretera
constitución de la Regional Planning Associa- y de las infraestructuras relacionadas con di-
tion of the S. Francisco Bay Counties. En cha circulación: la Federal Highway Act de
estos casos, el esquema típico de planificación 1916 abre el camino a una serie de disposi-
consiste en prescripciones detalladas para los ciones ulteriores que poco a poco van aco-
sectores del zoning, de la vialidad, de los giendo las indicaciones provinientes de las
transportes públicos, de las infraestructuras realizaciones y experiencias en marcha (a
ferroviarias y fluviales, de los parques y de la comienzos de los años veinte se construyen
ordenación de los centros representativos más las primeras autopistas normalizadas de varios
importantes; solamente en casos excepcionales carriles, y en el 28 se experimenta en New
los análisis y propuestas afectan a ámbitos Jersey el primer nudo de distribución en forr
más detallados y capilares. ma de trébol de cuatro hojas); en 1940, antes
Se llevan a cabo otras tentativas de plani- de la entrada del país en la ,guerra, se termina
ficación regional a nivel estatal, en Wisconsin, la Pennsylvania Turnpike, entre Harrisburg
Michigan, New Jersey, Vermont e Illinois, y los suburbios de Pittsburg, aprovechando el
conforme a tendencias que se polarizan esen- trazado abandonado de una línea férrea fuera
cialmente sobre los problemas de la conserva- de uso; a partir de 1930 se llevan a cabo
ción, desarrollo y planificación de los recursos los primeros estudios y trabajos empíricos
naturales, y sobre la consideración de pro- sobre los fenómenos de la circulación urbana
gramas de obras públicas. Junto con el perfec- e interurbana (figs. 1.751-1.756).
cionamiento de la metodología del planning, A pesar de los progresos logrados en pocos
se afinan también las técnicas de programación años, la planificación urbana aparece todavía
financiera, que permiten adaptar los progra- configurada como un cúmulo de técnicas hete-
mas de actuación (más o menos deducidos de rogéneas y sectoriales, de aplicación improvi-
los planes urbanísticos) a los presupuestos y sada y no institucionalizada, cuya incidencia
balances económicos, y a concretas fases tem- sobre la organización urbana es a menudo
porales: siguiendo el ejemplo de aplicaciones casi irrelevante. Las intervenciones de los par-
ya iniciadas antes de 1920 (en Minneapolis, ticipantes en la Conferencia nacional de urba-
Newark, Kalamazoo), numerosas ciudades, nismo celebrada en Washington en 1927 tien-
como San Francisco, Detroit y Cincinnati, ela- den a poner de relieve, junto a algunos éxitos
boran en los años veinte planes-programas de significa tivos del movimiento en favor del
realizaciones públicas a largo plazo 12. planning, las graves deficiencias en. que se
l2 Cfr. M. Scott: American City Planning Since
debaten las mayores ciudades americanas, que
1890, Berkeley-Los Angeles-Londres, 1971, págs. 204 obligan ,a sus administradores a empeñarse
y sigs. denodadamente en la resolución de gran nú-
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.741-1.745. Un plan de improvement para la ciudad de Rochester, plan viario orientativo para la
expansión suburbana redactado por la City Plan Commission de Fort Worth bajo la dirección de H. Bartho-
lomew; una perspectiva del general plan redactado para Camden, N. J.; planimetria de la propuesta de E. Saa-
rinen para el riverfront de Detroit, y el proyecto de H. Bartholomew para el riverfront de St. Louis.
Ciudad y territorio e n los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 683
- -.
W T C N T ~ A L ANO erlenfia
INDUSTRIAL AREAS
or
Figs. 1.746-1.750. Las fases de desarrollo del sistema viario en la ciudad de Washington y el sistema de' par-
ques para la ciudad y sus alrededores, según los estudios efectuados por la National Capital Parks and Plan-
ning Commission; el sistema industrial de la ciudad de Buffalo según el plan de la Niagara Frontier Planning
Board; los estudios de la Regional Planning Federation of the Philadelphia Tri-State District, distribución de
la población en la región metropolitana de Filadelfia en 1920 y distribución teórica óptima.
Historia del urbanismo. Siglo X X
UOURLY VARIATION or
TRAFFIC ENTERING BERGEN C O U N T Y
~ ~ ~ ~ ~ v M s u u R I ~
rrx-inri ~ ~ D u ~ ,
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cou*rv PLA**I*O n01no
OOun<.auooi u-
Figs. 1.751-1.756. El desarrollo de la técnica del tráfico: una viñeta humorística aparecida en el «Chicago
Tribune» en los años veinte; una super-highway en Detroit en 1926; la Grand Central Parkway de Nueva York
en 1939 y la autopista que va desde Virginia hacia Washington en 1940; diagrama de los flujos de acceso
al centro de Bergen, New Jersey (1937), y en el área central de Detroit (1936).
Ciudad y territorio en los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 685
mero de problemas prácticos acuciantes, pero sacudida y parece que se está a las puertas
con resultados insuficientes si se comparan con del día del Apocalipsis; de todos modos, re-
la virulencia de las vicisitudes urbanísticas. Es sulta claro a todas las partes políticas y socia-
un hecho sintomático el que en 1929 los les, cualesquiera que sean sus orientaciones
líderes del planning movement se decidan a ideológicas, que la «Gran Depresión)) no pue-
buscar apoyos en los industriales para poner de equipararse a una de las tantas crisis recu-
en pie una organización permanente de in- rrentes y pasajeras del sistema, y que requiere
formación y para estimular la responsabilidad necesariamente una reelaboración profunda
de los administradores y de los operadores en de las estructuras y de los métodos.
el sector público, en una iniciativa que se inte- A partir de 1930 los Estados Unidos, en
rrumpe después, casi súbitamente, por efecto un tiempo abanderados del capitalismo mun-
de la gran crisis de octubre 13. dial, ofrecen el aspecto de un país a la deriva:
miles de inversores pierden sus ahorros, las
fábricas y los bancos cierran sus puertas,
2. De la Gran Crisis al Ncw Deal el desempleo aumenta vertiginosamente. En
1932 la crisis toca fondo, con casi 13 millones
Los PRIMEROS ANOS DE LA D E P R E S I ~ NY
de parados, con 32.000 quiebras, con las fre-
a)
LA OBRA DE HOOVER
cuentes huelgas de campesinos y las manifes-
taciones airadas de los productores agrícolas,
Sobre la eufórica certidumbre de la prospe- con la ocupación ilícita y la explotación de
ridad nacional creada en los roaring twenties hecho de las minas por parte de los trabaja-
viene a caer de improviso la dramática crisis dores; las acerías, hasta poco antes base
económica de octubre del 29, poniendo al fundamental de la economía norteamericana,
desnudo las graves contradicciones del sistema trabajan el 12 por 100 de su capacidad pro-
social, financiero y productivo existente: los ductiva (fig. 1.757). Los signos de la depre-
salarios medios se han ido haciendo cada vez sión son visibles en los campos, en las ciu-
más inadecuados para sostener un nivel de dades pequeñas y en las metrópolis, donde
demanda interior capaz de absorber los aumen- aumenta el número de las personas sin hogar
tos de la producción industrial y agrícola que y donde muchas familias de clase obrera y
han sido posibles gracias a la nueva revolución de los empleados se ven obligadas a vivir en
tecnológica, sin que tal absorción pueda que- condiciones extremadamente precarias. La mi-
dar asegurada tampoco por la demanda exte- seria, no circunscrita ya a los ghettos negros,
rior; una desordenada política de crréditos ha sale del interior de las casas y se vuelca sobre
provocado una carrera febril de inversiones las ciudades l4 (fig. 1.758). La crisis, en sus
sin concierto alguno, y el mercado accionarial,
l4 «En la periferia de las ciudades y en las áreas
excitado por prácticas especulativas, ha ele-
no edificadas de las grandes metrópolis, grupos de
vado los valores de las acciones muy por gentes sin hogar se construían chabolas con restos
encima de la efectiva solidez patrimonial de de cartón y chapas viejas. La mayor de estas Hoouer-
las empresas. Con el crack nacional los mis- villes -más de ocho mil almas- había surgido
mos fundamentos del sistema social se ponen en St. Louis; pero casi no había ciudad en que no
hubiera aparecido, al menos, una. En Portland,
en peligro, la tradicional confianza en el equi- Oregon, se había formado una de estas colonias bajo
librio automático del sistema se ve seriamente el puente de Ross Island, y otra. (con más de tres-
cientas personas) en el Sullivan's Gulch. Por debajo
l3 Para una información más amplia sobre los te- del Riverside Drive, en Nueva York, un campamento
mas tratados en este epígrafe nos remitimos, una de este tipo de ocupantes ilícitos serpenteaba a lo
vez más, a M. Scott, op. cit. Cfr. también, J. L. Han- largo del Hudson, en un tramo que iba desde la
cock: Planners in the Changing American City, calle 72." a la 110.". En la barriada de Red Hook,
1900-1940, en «Journal of the American Institute of en Brooklyn, los parados vivaqueaban en los verte-
Plannerw, septiembre de 1967. deros municipales, en chamizos construidos con cha-
686 Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.757 y 1.758. La caída de la producción industrial y de la edificación como consecuencia de la Gran
Depresión; vista de una «Hooverville» en los arrabales de Nueva York en 1932.
diversos aspectos, tiene una incidencia que va tran en desuso, situados en la Pennsylvania
mucho más allá del ámbito económico, afec- Avenue; el presidente, tras disponer que la
tando igualmente a la credibilidad del aparato Casa Blanca sea aislada y defendida militar-
político, a la capacidad del business para mente, hace intervenir a las tropas federales
polarizar consensos y a la misma fe en el para dispersar a, los licenciados revoltosos y
sistema social vigente; y ello incluso para las para que incendien el poblado en que se han
mismas clases intermedias, para cuyo uso y refugiado.
consumo se ha fraguado y vuelto a proponer Los años que van desde finales del 29 a
la figura mítica de ese american dream que comierkos del 33 constituyen un período en
ahora parece encontrarse en su ocaso. Hay un el que se producen una serie de tentativas,
episodio que resulta particularmente expresivo sin éxito, del gobierno Hoover con idea de
de la ruptura de las convenciones institucio- enderezar la economía nacional. Hoover, para
nales y de la presencia y la presión de estratos hacer frente a la crisis, propone un programa
y grupos diversos en las ciudades, y expresivo de construcción de carreteras y edificios pú-
también, al propio tiempo, del distanciamien- blicos, la concesión de créditos a los agricul-
to que separa a la administración del presi- tores y la institución de una Reconstruction
dente Hoover del país real: en el 32, una Finance Corporation, a la que se encomienda
muchedumbre de ex-combatientes reunidos en la concesión de préstamos y facilidades de
Washington para pedir que se les liquiden las financiación a las compañías privadas, a los
indemnizaciones por servicios prestados que ferrocarriles, a los bancos y a las empresas.
se les adeudan, acampan, mientras cantan Pero resulta claro que la administración
himnos patrióticos, en un poblado de barracas Hoover no dispone de una política válida ni
levantado en los Anacostia Flats, y ocupan de la necesaria convicción para llevarla a la
algunos edificios del gobierno, que se encuen- práctica: los límites de su propia tradición
ideológica impiden a los republicanos el saber
tarra de viejos Ford y chapas de barriles abando- captar la novedad de la situación económica y
nados. A lo largo de las orillas del río Tennessee, política, para tratar de buscar en función de
en Knoxville, y entre los pantanos que se extienden
bajo la Pulaski Skyway, en New Jersey, en los esa novedad soluciones alternativas. En el
hornos abandonados de los condados carboníferos de último año de la gestión de Hoover, los indus-
Pennsylvania, entre los grandes depósitos de des- triales intentan constituir un Consejo nacional
perdicios situados al otro lado de la Blue Island de economía, vinculado a las Cámaras de
Avenue de Chicago, los desheredados de la fortuna comercio más que al gobierno federal; en el
ofrecían sus últimas resistencias.» W. E. Leunchten-
burg: Roosevelt r il New Deal (1932-1940), Roma- frente opuesto, estudiosos como Rexford G.
Bari, 1976, pág. 2. Tugwell sostienen que es necesaria una econo-
Ciudad y territorio e n los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 687
mía enteramente 'planificada por el Estado del Estado de Nueva York en los primeros
para salvar al país del desastre total. años de la crisis, labor de la que ha sido
La crisis pone al desnudo, incluso a nivel parte integrante un programa de asistencia a
oficial, las deficiencias más importantes exis- los parados y de recuperación industrial; pero
tentes en la situación en que se encuentran no puede afirmarse que durante la campaña
las ciudades, tal y como puede verse a través electoral, planteada con la colaboración de un
de los resultados obtenidos por una comisión grupo de consejeros seleccionados en las uni-
investigadora nombrada por el propio Hoover versidades del Este (Raymond Moley, Rexford
en el mismo mes de diciembre de 1929 (Re- Guy Tugwell y Adolf Berle, hijo, entre otros),
search Committee on Social Trends), que ha- hayan aflorado orientaciones precisas acerca
cen que por vez primera se tambalee la con- de la futura actuación de su administración.
fianza de la Casa Blanca en las capacidades Por lo demás, como ha sido observado desde
del liberalismo económico monopolista. Des- diversos ángulos, en la ideología del New
taca la gravedad de la situación del housing, Deal falta un principio orientador realmente
un sector en el que la rigidez de los esquemas unificante. Sus líderes y ejecutores, desde
de la economía librecambista se revela desas- Roosevelt y su brailz trust a los hombres colo-
trosa, y cuyas deficiencias son puestas de ma- cados en la dirección de las innumerables
nifiesto despiadadamente por la crisis, con sus agencias federales, coinciden en algunos prin-
aspectos colaterales de alta incidencia de cipios comunes (tradición reformista, falta de
enfermedades, de criminalidad, etc., hasta con- confianza en el librecambismo incontrolado,
vertirse en espejo en que se refleja la desin- polémica an timonopolís tica y antiurbana, re-
tegración del país 15. Por otra parte, salvo chazo de una peligrosa desestabilización del
algunas excepciones, en las administraciones sistema, afirmación del Estado como empresa-
públicas la crisis tiene como efecto una reduc- rio y promotor, y no como simple agente de
ción, o incluso la supresión, del personal téc- negocios de intereses ajenos), pero elaboran,
nico. En 1931 se reúne una conferencia sobre según los casos, hipótesis y objetivos que re-
el problema de la vivienda (Confmence on sultan incluso conflictivos entre sí; y si la
Home Building and Home Ownership), con- meta de conseguir una economía planificada
vocada por la presidencia: aunque no faltan queda fuera del empeño y de los horizontes
voces discrepantes, vuelve a confirmarse en del New Deal, no menos cierto es que sobre
esta ocasión la voluntad de evitar una inter- el uso de los instrumentos públicos sectoriales
vención directa del gobierno, predominando tampoco existe una homogeneidad de puntos
la idea, en cambio, de favorecer una política de vista. Y sin embargo, si frente al impera-
de facilitación de préstamos. tivo histórico de traducir los valores éticos
de una tradición en una política práctica se
contaminan y se deforman las hipótesis ori-
ginarias, si la actuación de la administración
demócrata en este breve período aparece tan
a menudo improvisada y contradictoria, y si
Franklin Delano Roosevelt, antes incluso de bien algunos de los resultados sectoriales son
su elección para la Casa Blanca en el 32, es inseguros o dudosos, la verdad es que el
conocido como sincero intérprete de la tradi- balance de conjunto de la obra del New Deal
ción reformista desarrollada a comienzos de nos ofrece un modelo coherente de raciona-
siglo, más que por su labor como gobernador lización del capitalismo americano que tras-
ciende visiblemente de la tradición reformista,
l5 En particular, una de las monografías prepa-
radas por el grupo de investigación aparece dedicada
pero en el que, sin embargo, se integran y
a la ciudad. Cfr. K. D. MacKenzie: The Metro- sobreviven impulsos y motivaciones ideológi-
politan Community, Nueva York, 1933. cas dispares, por más que se trate de fuerzas
Historia del urbanismo. Siglo X X
y empujes situados en los márgenes superes- Tribunal Supremo, sus objetivos son recogidos
tructurales del sistema. ese mismo año por la Wagner Act (National
Remitiéndonos a la rica documentación his- Labor Relations Act), dictada para tutelar los
tórica y crítica disponible l" podemos con- derechos de los trabajadores. Otras medidas
venir en que el significado político central de legislativas -como la Securities Act del 33,
la actuación del New Deal a través de la para el control de la actividad financiera; la
cual la administración rooseveltiana consigue Banking Act del 35, para el control federal
recomponer, en el período permitido por la de los institutos bancarios, y la Social Security
situación de verdadera emergencia, las desga- Act, también del 3.5, que establece un sistema
rradura~inquietantes del capitalismo ameri- de previsión social obligatorio para la mayor
cano- está en su capacidad de perseguir al parte de los trabajadores- entran también
mismo tiempo los objetivos de recuperación en este marco de perspectivas de una articu-
económica y las reformas de estructura. Sacar lación más penetrante del Estado en la socie-
la economía del estancamiento, regenerar el dad norteamericana.
, poder adquisitivo y fomentar la recuperación En toda otra serie de disposiciones, por el
de las inversiones son logros que no pueden contrario, prevalecen las motivaciones econó-
tener más que una eficacia transitoria si no micas y coyunturales, por más que no siempre
se sitúan en la perspectiva histórica de un sean exclusivas. Tal ocurre, en particular, con
equilibrio entre los diversos factores de la la legislación dictada en favor de la agricultu-
sociedad nacional y, en particular, de la orga- ra, desde la Agricultura1 Adjustment Act
nización económica de la clase obrera, de la del 33, mediante la cual se crea la Agricultura1
que tan sólo el Estado puede ser garante Adjustment Administration (AAA), que tie-
institucional. En este sentido, tiene particular ne por misión la redistribución de los cultivos
importancia la promulgación de la National y la concesión de indemnizaciones a los agri-
Industries Recovery Act, aplicada por la Na- cultores por la destrucción de excedentes de
tional Recovery Administration (NRA), dis- cosechas, a la Farm Credit Act del 33, como
posición que, remitiéndose a la experiencia de consecuencia de la cual surge, por fusión de
la War Industries Board, por un lado recupera diversos organismos federales de crédito agra-
el papel directivo del Estado y por otro esti- rio, la Farm Credit Administration; desde la
mula las inversiones productivas (con el libra- disposición que crea la Rural Electrification
miento de más de tres millones de dólares Administration (REA) en el 35, a la que ins-
para la realización de obras públicas), mien- tituye en el 37 la Farm Security Administra-
tras, en fin, pone orden en las relaciones labo- tion, entidad creada para apoyar a los campe-
rales (a los empresarios se les conceden acuer- sinos arrendatarios de tierras mediante la
dos controlados, mientras que los obreros concesión de créditos y el establecimiento de
obtienen el derecho a la contratación colec- medidas de asistencia cooperativa. Más indi-
tiva, junto a la fijación de mínimos salariales cativas todavía son las medidas legislativas
y de un techo máximo para los horarios de con las que el gobierno asigna ingentes capi-
trabajo); abrogada la efectividad de la Natio- tales para crear puestos de trabajo de emer-
iza1 Industries Recovery Act en 1935 por el gencia, cuyo desarrollo afecta en gran parte
a la organización de las ciudades y del terri-
l6 Véanse, en particular: A. M. Schlesinger: The
Age of Roosevelt, Boston, 1957 (trad. italiana, La torio de todos los Estados de la Unión. Ya en
crisi del vecchio órdine, Bolonia, 1959, y L'auvento la primavera del 33 Roosevelt presenta un
del New Deal, Bolonia, 1963); R. Hofstader: The programa para la defensa y ordenación de los
American Political Tradition, Nueva York, 1958 recursos naturales, gracias al cual cobra vida
(trad. italiana, La tradizione política americana, Bo- el Civilian Conservation Corps, financiado
lonia, 1960); M. Einaudi: La riuoluxione di Roose-
velt, 1932-1952, Turín, 1959; D. Wecter: The Age por cada uno de los Estados, con un gasto
of the Great Depression, Nueva York, 1969. aue llega a los 500 millones de dólares.
Ciudad y territorio e n los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 689
el contraste que se plantea entre Ickes, que se llevan a anticipar el juicio que -creemos-
muestra favorable a los programas coordina- ha de encontrar amplia verificación en el
dos de obras públicas, y Harry Hopkins, examen que efectuamos seguidamente de las
preocupado tan sólo de multiplicar los em- realizaciones más propiamente urbanísticas del
pleos para los parados, discrepancia en la New Deal, desde el housing a las greenbelt
que este último consigue llevarse la mejor towns, pasando por la misma Tennessee Val-
parte. Obligado por la perentoriedad de las ley Authority. Es decir, que por muchas
necesidades planteadas, Ickes decide nombrar, razones la variable de la armadura urbana
en el seno del National Resources Committee, y del «territorio», como fundamento econó-
un Research Committee on Urbanism, del que mico estructurado o estructurable del sistema,
pasan a formar parte, entre otros, el planner no se encuadra de hecho en un proyecto de
Arthur A. Comey y el sociólogo Louis Wirth: plan definido teóricamente en todos sus pun-
el resultado de los estudios efectuados por el tos: la reproducción de lo urbano en las ex-
Committee se plasmará en el volumen publi- presiones consideradas como más significati-
cado en el 37 con el título Our Cities: Their vas por la historiografía especializada, parece
Role in the National Economy y presentado proponerse, por un lado, como ocasión y
a la National Planning Conference celebrada soporte del complejo aparato de instrumentos
en Detroit ese mismo año, con el que se económicos, como el multiplicador de jobs de
pretende poner punto final al estado en que que se dispone para redistribuir un poder
se encuentra el desarrollo urbano en los Es- adquisitivo mínimo (incluso si los mismos
tados Unidos, conviniendo, en sustancia, en la resultados conseguidos juegan objetivamente
falta que existe de orientaciones válidas de en función de la integración de grupos sociales
política urbanística. En los años de guerra la que están a punto de deslizarse hacia una
National Resources Planning Board, que no peligrosa marginación), y por otro lado, como
pasa de verse simplemente tolerada por un ejemplar, aunque ficticia, representación de
Congreso en el que los conservadores vuel- modelos ideológicos de laboratorio, incapaces
ven a ganar terreno, acelera su propia caída sin embargo, no sólo de incidir, aunque sea
con la presentación de un informe redactado marginalmente, sobre las estructuras edifica-
por el Committee on Longrange Work and tivas urbanas, sino también de evitar la acu-
Relief Policies en el que se defiende la opor- mulación de ulteriores formas de conflictivi-
tunidad de acometer un vasto programa de dad en el seno de la gran ciudad.
asistencia y previsión social. En el 43 la
National Resources Planning Board es defi-
nitivamente suprimida.
Un examen, aunque sea sumario, de los
aspecto surgidos del modelo planteado por el
New Deal pone, pues, de manifiesto la vincu- Pocas semanas después de su toma de pose-
lación estratégica de las medidas de naturaleza sión, el 10 de abril de 1933, el presidente
económica y de las reformas institucionales, Roosevelt solicita del Congreso la aprobación
mientras permite que se excluyan, además de de la constitución de la Tennessee Valley
un posible diseño orgánico de planificación Authority (TVA), organismo federal de pla-
económica, toda trascendencia espacial de las nificación para todo el territorio de la cuenca
intervenciones públicas. Sí resultaría impropio del río Tennessee. El nacimiento de este pro-
querer ver elementos orientadores en ese sen- grama es, en primer lugar, la respuesta directa
tido en la obra de las «agencias» creadas en que da el gobierno a las resistencias ofrecidas
función anti-coyuntural (CWA, FERA), la contra la utilización para la producción de
actividad de la P U A y las vicisitudes experi- energía eléctrica de las instalaciones federales
mentadas por la National Planning Board nos de Muscle Shoals, en Alabama (fig. 1.759),
Ciudad y territorio en los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 691
campo de enfrentamiento, como hemos visto Los límites territoriales de la TVA apa-
antes, en el que se desarrolla un largo con- recen definidos casi exactamente por la super-
flicto político e ideológico entre los grupos ficie de la cuenca del río Tennessee, que se
progresistas y los más intransigentes detracto- extiende dentro de los confines de siete Es-
res de la intervención estatal en la economía, tados del Deep South, incluyendo las zonas
que cierran filas en favor de la transferencia occidentales de Carolina del Norte y de Vir-
al capital privado de la presa y de las centrales ginia, las zonas septentrionales de Georgia, de
eléctricas («del mismo modo que se hace con Alabama y de Mississippi, parte de Kentuck~
cualquier otro material bélico de desecho al y las llanuras de Tennessee: una extensión
terminar la guerra», como dice Lilienthal, uno de 40 .O00 millas cuadradas (equivalente a
de los directores de la TVA). De este modo, cuatro quintas partes de la superficie de In-
cuando el 18 de mayo el Congreso aprueba glaterra), con cuatro millones y medio de ha-
la Tennessee Valley Authority Act, el nuevo bitantes, circundada exteriormente por algu-
organismo, ya desde el momento mismo de su nos importantes centros urbanos (St. Louis,
institución, supone la victoria del principio Louisville, Atlanta, Birmingham) y caracteri-
conforme al cual el gobierno federal tiene zada interiormente por la existencia de un
derecho a planificar y administrar las fuentes centro mayor (Memphis) y de una red de ciu-
de energía. Pero el programa de la TVA no dades intermedias (Nashville, Chattanooga,
apunta solamente a la utilización circunscrita Knoxville). Región en que a sus graves des-
de algunas propiedades públicas : es, el propio
presidente Roosevelt quien advierte'con cla- abarca los vastos campos del control de las inun-
ridad que el gobierno espera de la TVA una daciones, de la erosión del suelo, de la repoblación
intervención global de planificación que ha forestal, de la eliminación de las tierr marginales
de ir mucho más allá de los términos en que f
de la explotación agrícola y de la istribución y
diferenciación de la industria. En suma, esta planta
se planteaba la cuestión en los años en que se
eléctrica de tiempo de guerra conduce lógicamente
suscitó la controversia sobre el caso de Muscle a la planificación nacional de toda una cuenca que
Shoals la. abarca muchos Estados y afecta a la vida y bienes-
tar de millones de individuos, incluso cara al futuro.
l8 «ES claro que las instalaciones de Muscle Shoals Afecta y da vida a todas las formas de actividad
constituyen tan sólo una pequeña parte de la unidad humana.» Cit. en D. E. Lilienthal: TVA, Democracy
potencial de todo el río Tennessee. El intento actual, on the March, Harmondsworth, 1944, pág. 64 (trad.
si se contempla en toda su plenitud, trasciende de italiana, Democrazía in cammino. Dieci anni di es-
los límites de la mera distribución de energía, y perienza del TVA, Roma, 1946.).
Historia del urbanismo. Siglo X X
manifestadas por los grupos privados intere- mía y química de la TVA experimentan en
sados en la explotación energética (las Electvic el campo de la producción en forma concen-
Utilities), se programan la localización y las trada que puede permitir considerables aho-
dimensiones de las centrales eléctricas en rros en cuanto a gastos de embalaje, de trans-
función de un sistema de ocho presas mayores porte y de utilización; el fosfato así preparado
(Gilbertville, Pickwick, Landing, Wilson, se emplea en la revitalización de los terrenos
Wheeler, Guntersville, Hiwassee, Norris) que agrícolas, en el momento en que las fincas
se convierten en polos de referencia para las pueden disfrutar de energía eléctrica barata y
sucesivas intervenciones junto con las insta- aprovechar las oportunidades de asesoramien-
laciones menores (en total, la TVA construye to que les ofrece el ente público para la
dieciséis nuevas presas e introduce mejoras adecuación de sus técnicas de producción.
en el funcionamiento de las cinco ya existen- Entre las obras realizadas se cuentan tam-
tes). Las tarifas públicas marcadas para la bién los núcleos habitados destinados a los
energía eléctrica el año 33, de niveles bastante trabajadores empleados en la construcción de
más bajos que los mantenidos hasta entonces las presas. Para la labor de planificación
por la oferta privada, permiten una utilización de los astntamientos y demás cuestiones re-
más amplia de esta fuente energética, lo que lacionadas con la edificación, Arthur E. Mor-
repercute favorablemente sobre la producción gan acude al arquitecto Earle S. Draper, autor
agrícola e industrial, obligando a las com- ya de algunas ciudades obreras en los Estados
pañías privadas a adecuarse a la concurrencia. del Sur. A Draper se debe la orientación de
Las ingentes inversiones efectuadas en la reor- programación y de investigación de los depar-
denación de la cuenca fluvial (más de cien tamentos técnicos de la TVA en favor de
millones de dólares hasta el año 45) aseguran edificios de bajo coste prefabricados y des-
la navegabilidad de tramos del río y otros montables, para facilitar el transporte de un
cursos de agua en más de 650 millas de reco- lado a otro, pero aptos igualmente para poder
rrido; casi 15.000 kilómetros de playas para ser empleados también para la construcción
recreo de la población se abren a lo largo de de asentamientos permanentes. Aunque for-
las orillas de ríos y embalses, con un desarro- zado a trabajar con asignaciones presupues-
llo superior al de la costa atlántica de los tarias bastante limitadas, Draper puede reali-
Estados Unidos y al del golfo de Méjico; zar entre los años 33 y 34 el poblado de
millares de hectáreas de tierras se transforman Norris, en las inmediaciones de la Norris
en parques públicos administrados por la Dam, enlazado por un tramo de carretera a
misma TVA o transferidos a la administra- la estatal que va de Knoxville a Cincinnati
ción de los Estados o de los condados; dece- (figuras 1.766-1.768): contruido sobre un te-
nas de miles de trabajadores quedan em- rreno algo accidentado, en una zona de coli-
pleados en las obras de repoblación forestal nas, presenta un trazado extensivo, con un
e ictiológica (en las riberas que dan a las centro comunitario y escolar al servicio de
presas y embalses se colocan más de diez mi- los barrios de viviendas unifamiliares, y apa-
llones de plantas, y hasta el 39 más de veinte rece rodeado por un gveen belt exterior de
millones en el conjunto de las tierras admi- protección. Bajo la supervisión de Draper y
nistradas por la TVA; el patrimonio piscícola de la Division of Land Planning de la TVA,
se multiplica por cuarenta); se construyen trabajan en el proyecto de Norris los land-
cerca de 200 kilómetros de nuevas carreteras planners T. B. Augur, M. Di11 y C. Towne,
y 225 kilómetros de vías férreas. Las nuevas junto con los arquitectos R. Wank, C. Barber,
instalaciones construidas junto a las presas L. Grandgent y J. Bradner 20. Después de
son capaces de producir 150.000 toneladas de Cfr. T. B. Augur: T h e Planning of the Town
fosfatos al año utilizando los yacimientos del of Norris, en «The American Architect», abril
Tennessee medio; los especialistas en agrono- de 1936.
694 Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.760-1.763. El valle del Tennessee y el sistema de presas, las conexiones fluviales con el Midwest
y con el golfo de Méjico, vistas de las presas de Norris y de Pickwirck Landing.
Ciudad y territorio en los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundiat 695
Figs. 1.764-1.768. Una esclusa en la presa de Fort Loudon y vista de uno de los parques ordenados por la
TVA; vista, planimetría general y planimetría de detalle de la ciudad de Norris.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Norris se contsruyen los centros de Wheeler sulta avanzado en sus premisas y muy signi-
y de Pickwick Landing. Para coordinar las ficativo en sus resultados; pero también es
iniciativas, Draper y sus colaboradores actúan importante por el principio que sienta, por los
en estrecho contacto con los demás órganos métodos y las estructuras organizativas que
sectoriales de planificación de la TVA. establece, y por la misma imagen que ofrece
A pesar de la dura oposición de los grupos al público, que viene a consagrar la interven-
e intereses más conservadores, encastillados ción y el papel del Estado e n l a resurrección-
en los principios del liberalismo económico reestructuración del capitalismo 22.
integral, y en particular de los industriales de No obstante, tan sólo en este sentido puede
las compañías eléctricas privadas (Willkie, el incidir la TVA sobre el sistema americano;
presidente de la Commonwealth and Southern si algún ideólogo de izquierdas presente en
System, por su lucha sin cuartel contra el sus cuadros organizativos ha confiado en que
New Deal y la TVA, se convierte en campeón la TVA puede constituir un factor de modifi-
del ala reaccionaria y candidato republicano cación de las relaciones de producción vigen-
a la presidencia, contra Roosevelt, en las elec- tes, tal esperanza, de hecho, se ha desvanecido
ciones del año 40), el programa de la TVA ya en los primeros meses de actividad del
permanece sin alteración alguna hasta llegar ente en cuestión, cuando Lilienthal autoriza
al término de su realización. La TVA repre- a Harcourt Morgan a orientar el programa
senta el éxito más notable del New Deal en agrícola en función de los intereses de los
el campo de la planificación (y, en cierto grandes plantadores y de los farmers de las
sentido, puede decirse que constituye su título regiones afectadas. Por lo demás, los grupos
de nobleza), y en los años de la posguerra políticos conservadores del Congreso, los cua-
sigue siendo punto importante de referencia dros sectoriales de la administración pública y
para los teóricos del Welfare State 'l. Algunos los intereses privados no aparecen dispuestos
de sus datos -como el empleo directo de a consentir ninguna ampliación de esta expe-
200.000 obreros, las iniciativas pioneras en riencia, ni tan siquiera dentro de los límites
diversos sectores, el aumento de las rentas y
los consumos respecto de otras regiones del U Además de las obras ya citadas, señalemos:
S. Chase: Rich Land, Poor Land. A Study of Waste
país y el balance financiero positivo que los in the Natural Resources of America, Nueva York,
organizadores y directores están en condicio- 1936; D. D. Dohtchévitch: L'expérience de la
nes de presentar- son elementos que no Tennessee Valley Authority, París, 1939; U.S. Go-
pueden ser discutidos ni tan siquiera por los vernment Printing Office: T V A , Its Works and
más encarnizados detractores de la empresa. Accomplishments, Washington, 1940; F. S. Chapin:
Communities for Liuing. Prepared for the Aduisory
Es un resultado que se hace posible en los Panel on Regional Material of Instruction for the
años de la depresión por efecto de una serie Tennessee Valley, Athens (Go.), 1941; J. Huxley:
de imperativos realmente acuciantes (sobre T V A , Adventure in Planning, Cheam, 1945; J .
todo el desempleo), de la demanda de grupos Dahir: Region Building. Community Development
de intereses (sobre todo los sindicatos) y de Lessons from the Tennessee Valley, Nueva York,
1955; J. R. P. Friedmann: The Spatial Structure of
la consolidación de una ideología del interven- Economic Development in the Tennessee Valley,
cionismo público programado a la que, cierta- Chicago, 1.955; Varios autores: T V A . The First
mente, no es ajeno el ejemplo del primer plan Twenty Years, Kingsport, 1956. Y también: E. S.
quinquenal soviético. Desde el punto de vista Draper: Demostration Parks in the Tennessee Valley,
disciplinar, el gigantesco esfuerzo de acondi- en aArchitectura1 Record», junio de 1937; Varios
autores: Studies of River Development in the Knox-
cionamiento de la cuenca del Tennessee re- ville-Chattanooga Area, en «Economic Geography»,
julio de 1939; C. McCarthy: T V A and the Tennessee
21 Para un plan de posguerra planteado conforme Valley, en «Town Planning Review~,julio de 1950;
al ejemplo de la TVA, cfr. A. H. Hansen y H. S. H. K. Menhinick Y L. L. Durisch: Tennessee Valley
Perloff: Regional Resource Development, Washing- Authority: p1anning in Ooeration, ibid., julio dé
ton, 1942. 1953.
Ciudad y territorio en los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial
Figs. 1.769-1.773. La cuenca del Columbia River y vista de la presa de Grand Coulee; localización de la
presa Hoover, planimetría de Boulder City y planeamiento de la presa sobre el río Colorado.
Historia del urbanismo. Siglo X X
definidos por su función de apoyo infraestruc- caso, de un imponente empeño técnico y orga-
tural al sistema, y bloquean el programa pre- nizativo (la Grand Coulee Dam tiene una
parado por el presidente en el 37 para la altura de casi 120 metros, a diferencia de las
creación de siete agencias federales similares presas, más bajas, del valle del Tennessee),
a la TVA (para la costa atlántica, para los que incide directa o indirectamente sobre el
Grandes Lagos y el valle de Ohio, etc.). .En aprovechamiento conjunto de los recursos y
los años cuarenta, a la «desmovilización mo- sobre la economía de toda la región: pero en
ral» de la TVA sigue un parcial desmantela- este caso el gobierno federal renuncia a la
miento de sus estructuras físicas y organi- creación de un ente administrativo ad hoc que
zativas. Podemos atribuir un significado bien se haga cargo de la coordinación de todas
representativo al destino que se depara a la las fases de la intervención, y prefiere actuar
ciudad de Norris, puesta a la venta en pública a través de sus organismos departamentales
subasta en el 48, con todo su patrimonio edi- (el Corps of Army Engineers, al que se deben
ficativo, las instalaciones de traída de aguas, los proyectos de las presas, el Bureau of
el ancantarillado, los equipamientos colectivos Reclamation, el National Parks Service, el
y los edificios escolares; y ello porque en esta Soil Erosion Service, el Bureau of Land Ma-
ocasión fracasa también hasta la tentativa de nagement del Department of Agriculture).
las familias residentes de asociarse y adquirir Tan sólo en el 36 el Congreso aprueba por
por sí mismas la ciudad; ya que sus posibi- decreto la creación de la Bonneville Power
lidades financieras quedan por debajo de las Administration, con facultades y atribuciones
ofertas presentadas por un grupo privado de limitadas a la producción y distribución de
Filadelfia, organizado ulteriormente bajo la ra- la energía eléctrica obtenida gracias a las
zón social denominada Norris Properties Inc. presas 23.
Las demás intervenciones emprendidas bajo
el New Deal, a las que hemos de aludir segui- En el curso del río Colorado, en la parte
damente, no se caracterizan, en realidad, por baja de una cuenca fluvial de 632.000 kiló-
responder a un programa coordinado de des- metros cuadrados, se construye entre los años
arrollo económico-territorial a diversos nive- 30 y 40 la colosal presa Hoover (más de 220
les, sino que parecen entrar, en cambio, en metros de altura y de un espesor de casi 200
el ámbito de las obras públicas corrientes. metros en la base). Al margen de los datos
técnicos del tema, un elemento importante
La cuenca del Columbia River abarca una del programa viene constituido por la creación
considerable extensión de los territorios del de Boulder City, el asentamiento destinado a
Pacific Northwest, de los Estados de Oregon, servir durante seis años y medio de residencia
de Washington, de Idaho, del occidente de equipada para los obreros y técnicos que in-
Montana, de parte de Wyoming, de Utah y de tervienen en las obras, y después como centro
Nevada, con un total de 260.000 millas cua- permanente del área en que se levanta la
dradas, unas seis veces la extensión del valle presa (figs. 1,771-1.773). La construcción de
del Tennessee. Tras el estudio de algunos pro- Boulder City se hace necesaria habida cuenta
yectos hacia finales de los años veinte, en de que hay más de 40 kilómetros de distancia
1933 Roosevelt, inmediatamente después de la al centro habitado más próximo (Las Vegas);
aprobación de la Tva Act, autoriza la construc- el proyecto se ejecuta, en parte, por las mis-
ción de la presa de Bonneville y poco después mas empresas contratistas que realizan la
de la presa de Grand Coulee, como parte de
23 Cfr. H. E. Tennant: Changing Frontier in the
un programa que comprende la construcción
Columbia Basin, en «Economic Geography», octubre
de otras ocho plantas menores de control y de 1938; G. Macinka: The Columbia Basin Project.
utilización de las aguas del río Columbia (fi- Expectations, Realizations, Implications, en «Geo-
guras 1.769-1.770). Se trata, también en este graphical Review», abril de 1963.
Historia del urbanismo. Siglo X X
presa, consorciadas entre sí (Six Companies), toric Sites and Building Act, que permite
y en parte por el gobierno federal, sobre unos proteger las áreas y los conjuntos de mayor
terrenos de una extensión total de 120 hectá- valor histórico-cultural, y gracias a la cual es
reas y conforme a un plan de conjunto debido posible afectar al dominio público el Salem
a S. R. De Baer. De particular empeño son, Maritime National Historic Site, en Massa-
dadas las condiciones climáticas y la natura- chusetts " (fig. 1.777).
leza del territorio, los equipamientos colec-
tivos, las infraestructuras y las instalaciones
técnicas (suministro y depuración de aguas). d) LAS INTERVENCIONES P ~ B L I C A S EN EL
SECTOR DEL H OUSING
Entre las intervenciones de naturaleza sec-
torial podemos incluir también aquí las rela- Entre los años 28 y 33 la construcción de
tivas a los parques nacionales. La política de viviendas por parte de la empresa privada
afectación al dominio público o de adquisi- sufre un descenso del 95 por 100. El bloqueo
ción de suelo para integrar un patrimonio casi completo de las inversiones de capital
público, y de valorización y acondicionamientc, privado, que agrava notoriamente las condi-
de terrenos para el uso colectivo, iniciada en ciones habitativas de amplias capas de ciuda-
torno al cambio de siglo, se prosigue después danos, y el creciente desempleo en todo el
de la primera guerra mundial gracias a la país, acallan la tradicional hostilidad de los
labor de Thomas C. Vint, que en el 22 entra intereses creados contra la intervención pú-
en el National Park Service, del que en el 27 blica, de tipo directo e indirecto, en el sector
es nombrado arquitecto-jefe: para la ordena- del housing. El mismo Hoover, como se ha
ción de los parques federales, Vint elabora visto, ha debido promover la celebración de
en los años veinte una serie de master plans una Conference on Home Building and Home
que incluyen también tipologías para los equi- Ownership, para dar vida seguidamente, en
pamientos, especifican los procedimientos para el 32, a un grupo de Federal Home Loan
su gestión administrativa e indican las meto- Banks -que tienen escaso éxito-, con el
dología~de actualización y adecuación de las fin de facilitar préstamos a los constructores
obras a realizar (figs. 1.774-1.776). Como se de viviendas. En cambio, la administración
ha dicho, la labor de valorización de los par- Roosevelt interviene en el sector mediante la
ques resulta potenciada bajo la administración constitución de numerosos entes y agencias
Roosevelt, tanto con el empleo de millares de federales, unas autónomas y otras dependien-
obreros hasta entonces parados en la realiza- tes de los departamentos del Interior o de
ción de las obras que no requieren capital Agricultura, con la misión de asegurar cré-
ditos a las empresas o de acometer directa-
fijo ni tecnologías costosas, como mediante la
mente iniciaitvas de proyecto de barrios re-
realización también de obras públicas de más
sidenciales.
amplios vuelos; puede servir de ejemplo, en
Entre las primeras medidas adoptadas por
tal sentido, la construcción de la Blue Ridge
la administración demócrata en el 33 cabe ci-
Parltway entre los futuros parques naciona-
tar la promulgación de una Home Owners
les de las Great Smoky Mountains (1934;
Loan Act, con la que se trata de evitar el
500.000 acres) y del Shenandoah Valley
desahucio de millares de familias que se ven
(1935; 150.000 acres). Entre los .parques
en la imposibilidad de pagar los réditos de los
creados bajo la administración Roosevelt se
préstamos obtenidos (sin embargo, se trata
pueden recordar también el Everglades Natio-
de una medida que no satisface todas las ne-
nal Park, en Florida, el de las Olympic.Moun-
cesidades planteadas, porque si bien es cierto
tains, el Joshua Tree National Monument y
el White Sands National Monument. Es im- 24 N. T. Newton: Design on the Land. The De-
portante la promulgación en el 35 de la His- velopment of Landscape Architecture, Londres, 1971.
Ciudad y territorio en los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 701
que permite salvar económicamente a un mi- título Rehousing Urban America, publicada
llón de familias, también lo es que más en el 35, recapitula los resultados de la labor
de 250.000 pierden la casa, además de los precedente, clasificándolos conforme a las dis-
beneficios haita entonces obtenidos, tan sólo tintas problemáticas urbanas, mientras dedica
en 1933). En octubre del 33, Ickes da vida una sección especial a las mejores realizaciones
a la Public Works Emergency Housing Cor- llevadas a cabo en los países europeos (fi-
poration, que tiene como cometido el de guras 1.778-1.779). Los organismos guberna-
asistir y financiar proyectos estatales, así tivos, por su parte, desarrollan una labor apre-
como el ejecutar a título demostrativo pro- ciable en favor del conocimiento y difusión de
yectos federales. Algunos Estados promulgan los métodos y modalidades de proyecto que
normas legislativas encaminadas a la creación pueden resultar más satisfactorios 26 (figu-
de housing authorities (Nueva Jersey, Michi- ras 1.780-1.783).
gan, Nueva York, Illinois, Kentucki, etc.), Prosiguen entretanto los esfuerzos de la
mientras los administradores públicos dan administración demócrata por reactivar el sec-
vida a la National Association of Housing tor de la producción edificativa pública o
Officials, organización dedicada al estudio de concertada. Con base en la National Housing
los standards necesarios para mejorar las ca- Act del 34 se constituye la Federal Housing
sas baratas y los barrios populares: la asocia- Administration (FHA) para la concesión de
ción, impulsada por Catherine Bauer, organiza préstamos a familias de ingresos medios; la
una serie de coderencias y reuniones en las Housing Division de la PWA se dedica a
ciudades más importantes del Este y del Me- la reconstrucción de algunas barriadas urba-
dio Oeste, y moviliza consensos en favor de nas degradadas (en Nueva York, Cleveland,
una política en pro de la residencia popular Chicago, Indianapolis, Atlanta), pero se ve
(entre los participantes invitados se cuenta frenada en su labor por las decisiones de un
también Sir Raymond Unwin). Las comunica-
ciones presentadas a un congreso celebrado en terrenos en el interior del barrio para ponerlos a
Baltimore en octubre del 34 sirven para ela- disposición de las autoridades escolares. Igual trata-
borar un programa nacional en favor del miento se daba a los espacios de juegos cuando las
housing, así como para fijar standards y nor- autoridades públicas encargadas de los parques pres-
taban colaboración. Los lotes de terreno debían tener
mas de comportamiento que después cons- suficientes dimensiones para permitir la adopción
tituirán un esquema que tenderá a integrar de una disposición relativamente abierta, con buena
las zoning laws y la legislación ya en vigor iluminación y vistas para todas las unidades familia-
en cada una de las ciudades, conforme a las res, con espacios de recreo, árboles, etc., procurándo-
se eliminar, en lo posible, el ruido y los peligros del
disposiciones de las public health authori- tráfico de travesías. Los edificios variaban, desde
ties ". La obra de Henry Wright que lleva por casas de una o dos.plantas para las ciudades peque-
ñas, pasando por bloques de apartamentos sin as-
25 Para el sector de la edificación de la Public censor y de no más de cuatro plantas para las
Works Administration, según G . H . Gray, «algunas ciudades grandes, hasta edificios de seis pisos con
de las prescripciones más importantes eran: un estu- escaleras y ascensores en Nueva York. El nivel mí-
dio de la población a alojar; la composición de cada nimo de calidad, en cuanto se refiere al número, di-
familia, con indicación del empleo de cada uno de mensión y accesibilidad de las viviendas y por lo
sus componentes; el lugar de trabajo o la escuela a que respecta a la seguridad general de las edifica-
que acude cada uno de sus miembros; la existencia ciones, era, por lo general, el exigido en la mayo-
de servicios de transporte, comerciales, educativos y ría de los casos por las autoridades sanitarias y por
de otras actividades, como pueden ser los lugares del la legislación vigente en la materia, con algunas me-
culto; la previsión de actividades recreativas a cu- joras incluso». G. H. Gray: Housing and Citizenship.
bierto y en lugar cerrado, incluida la posibilidad de A Study of Low-cost Housing, Nueva York, 1946,
cultivar hobbies por parte de adolescentes y adul- página 34.
tos, así como la accesibilidad a lugares de distrac- 26 H. B. Hackett : How the PWA Housing Division
ción, como los cines. Si las escuelas no estaban ya Functions, en aArchitectura1 Record», marzo de
establecidas en los barrios vecinos, se reservaban 1935.
Historia del urbanismo. Siglo X X
. .
'y ORIGINAL PLAN SUGGESTLD REVIPD PLAN
Figs. 1.778-1.783. Henry Wright, comparación entre dos soluciones para la distribución de un solar urbano,
y estudios de tipologías residenciales; materiales docentes de la PWA, ejemplo de barriada y composición
con tipologías standard; una mala y una buena parcelación, según el manual Planning Profitable Neigh-
borhoods, publicado en 1938 por la Federal Housing Administration.
Ciudad y territorio en los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 703
Figs. 1.784-1.791. Algunos barrios de la PWA: vista del Cedar Central y plano del Lakeview Terrace, en
Cleveland; planimetría y vista de las Carl Mackley Houses, en Filadelfia. Algunos barrios de la USHA: pla-
nimetría del complejo de Farnham Court y vista del complejo de Elm Haven, en New Haven; las Ida B. Weiis
Homes, en Chicago, y las East Homes, en Louisville.
Historia del urbanismo. Siglo X X
tribunal de distrito que declara ilegales los desde el 33 al 42 clasificándolas por campos
procedimientos de expropiación empleados y tipos de intervención: nuevos asentamien-
por organismos del Gobierno Federal, esti- tos residenciales urbanos o suburbanos de bajo
mando que las facultades de intervención co- coste sobre terrenos libres u obtenidos como
rresponden al respectivo Estado. Limitada así resultado de operaciones de slum clearance
la eficacia de la PWA, la admini~tra~ción (realizados principalmente por la PWA, por
Roosevelt trata de ponerse a cubierto c:n su la RFC, por la USHA y, después, por la
actuación proponiendo un proyecto d(: ley FPHA); edificación privada subvencionada (a
regulador de la edificación federal, propug- través, sobre todo, de la FHA); rural housing
nado por el senador Wagnes, aprobadlo en (principalmente mediante facilidades de finan-
el 36 por la Cámara de Representantes, pero ciación concedidas por la Farm Credit Admi-
frenado en el Senado en la fase de discusión, nistration, por la Farm Security Administra-
y que resulta definitivamente aprobado en tion y por la FPHA); y edificación «de
el 37, bajo el nombre de Wagner-Steagall guerra» (confiada principalmente a la Federal
Housing Act 27. De esta ley deriva la crea- Works Administration y a la FPHA). A estos
ción de la United States Housing Authority sectores corresponden también, naturalmente,
(USHA), dependiente del Departamento del finalidades bastante diversas, desde el apoyo
Interior, autorizada a efectuar préstamos a los a la economía rural hasta el estímulo de la
particulares hasta del 90 por 100 del coste industria edificativa, pasando, en los años de
de las viviendas, a proporcionar ayudas eco- la guerra, por la garantía de la eficacia pro-
nómicas a las familias de rentas bajas y, en ductiva bélica del país.
fin, a asumir tareas directas de proyecto y Entre los barrios urbanos y suburbanos de
ejecución de obras (hacia finales del año 40 la PWA merecen ser recordados aquí los
la USHA puede jactarse de contar con 350 Cedar Central Apartments (arquitecto W .
proyectos ejecutados o en fase de realización). McCornock; fig. 1.784) y el Lakeview Terrace
En 1942, en el marco de una reorganización (J. L. Weiriberg; fig. 1.785) en Cleveland, el
de las housing agencies a nivel gubernativo, grupo de Trunbull Park en Chicago (J. A.
la Federal Public Housing Authority (FPHA) Holabird) y las Carl Mackley Houses en Fi-
viene a sustituir a la USHA. Finalmente, en ladelfia (P. Barney, 1935; figs. 1.786-1.787);
el 45, se presenta para su aprobación una entre las realizaciones de la USHA destacan,
General Housing Act, convertida después en por su calidad, los grupos de Farnham Court
la Housing Act del 49, que faculta al gobierno (figura 1.788) y de Elm Haven en New Ha-
federal para estar presente, como norma gene- ven (1941; fig. 1.789)) el gran barrio de edi-
ral, en casi todas las formas de intervención ficios de seis plantas de Queensbridge en Nue-
pública en el sector de la edificación; y que va York (F. Ballard y otros, 1939))las Ida B.
determina la creación de una nueva entidad Wells Homes en Chicago (fig. 1.790) y las
de carácter permanente, la National Housing East End Homes en Louisville (fig. 1.791). Se
Agency (NHA). trata, en la mayoría de los casos, de asenta-
Podemos analizar las realizaciones de la mientos de dimensiones moderadas, en forma-
actividad edificativa pública o subvencionada ción abierta o semi-cerrada, en los que por
Cfr. T. McDonnel y S. J.: The Wagner Housing vez primera los bloques plurifamiliares son
Act, Chicago, 1957. objeto de un tratamiento unitario, quedando
Figs. 1.792-1.799 (en la página opuesta). Las realizaciones de la FHA: planta y vista de los Interlaken
Garden Apartmerits en el condado de Westchester, vista del complejo de Kew Gardens Hill en Flushing, N. Y.,
planimetría de un patio y vista aérea del complejo de Baldwin Hills, junto a Los Angeles; un poblado de
la Farm Security Administration, en Chandler, Arizona: plano general, planta de las viviendas y planimetría
de la parte residencial.
Ciudad y territorio e n los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 705
Historia del urbanismo. Siglo X X
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Figs. 1.800-1.805. Un campamento para trabajadores emigrantes, y esquema de un campo para jornaleros
agrícolas inmigrados; vista del campamento de Yuba City (California), planimetría de los poblados de Eleven
Mile Corner (Arizona), Tulare (California) y Harlingen (Texas).
Historia del urba~zismo.Siglo X X
militar, quedan bajo el estricto control del construcción de asen tamien tos planificados
gobierno federal, como puede ser el caso de cuya ejecución debe someterse al gobierno por
los asentamientos construidos por la Atomic lo que respecta a la concesión de préstamos y
Energy Commission en Oak Ridge, Tennessee facilidades de financiación: los objetivos de-
(proyectado por la firma Skidmore, Owings & clarados por los promotores incluyen, junto
Merrill, que cuenta con J. Merrill, T. B. a la recuperación de la industria de la cons-
Augur y L. Zach como planning consultants), trucción, la lucha contra el paro y el comienzo
en Richland, Estado de Washington (Graham, de una planificación demostrativa del sector
Anderson, Probst y Uhite, con la colabora- de la residencia. Se seleccionan un primer
ción de S. G. Turnbull) y en Los Alamos, grupo de localidades favorables al proyecto en
Nuevo Méjico (L. Sheridan y, después, W. S. las inmediaciones de Milwaukee, Los Angeles,
Kruger & Associates). San Francisco y Nueva ' ~ o r k .Para el área
de Nueva York se llega a la fase de proyecto
de una new town para 18.000 personas: es
el complejo residencial de Valley Stream, que
se prevé construir en el Nasau County, sobre
Dentro del panorama -que dista mucho unos terrenos de 350 acres de extensión, di-
de ser rico- de las realizaciones planificadas señado por Stein con la colaboración de C.
del New Deal en el campo del housing, ofre- Mutler y F. Vitolo, conforme a una puntual
cen una importancia particular las denomi- aplicación de los principios urbanísticos ya
nadas greenbelt towns, no solamente por las estudiados en Radburn (fig. 1.810). El pro-
mayores dimensiones de la intervención públi- yecto termina convertido en letra muerta
ca, sino también porque representan, en defi- como consecuencia de la falta de preparación
nitiva, manifestaciones de esa ideología del de la máquina administra tiva y gubernativa.
descentramiento o del reasentamiento dirigido La idea de la construcción programada de
que convierte al rural-agricultura1 o al rural- poblados satélites es anticipada ya con fuerza
industrial environment en objetivo totalizante por Rexford G. Tugwell, director de la
de una nueva visión social. Hasta qué punto Resettlement Administration, el organismo
esta perspectiva resulta ilusoria -y ambigua, instituido en el 35, dependiente del Depart-
en los aspectos que aluden a un nuevo plan- ment of Agriculture, en el momento en que
teamiento territorial- puede ponerse de re- se declara la inconstitucionalidad de la Na-
lieve atendiendo no solamente al modesto tional Industvies Recovery Act por el Tribu-
balance cuantitativo de esta operación, sino nal Supremo de los Estados unidos. Los fon-
también al hecho de que algunos sectores de dos necesarios, también en este caso, están
la iniciativa industrial y empresarial se orien- asegurados por las disposiciones de la Emer-
tan también hacia programas sus tancialmente gency Relief Appropriation Act del 35. Tug-
análogos. No hace falta remontarse a la pro- well, que desarrolla gran actividad como expo-
puesta de Henry Ford para Muscle Shoals; un nente típico del brain trust de Roosevelt en
episodio significativo, que podemos conside- la época de la campaña electoral, es un ex-
rar como precedente de las greenbelt towns, perto en economía agraria y convencido de-
es aquel en que el gobierno federal es reque- fensor de una reforma social basada en el
rido por un grupo de industriales de Nueva reasentamiento de la población rural expul-
York y por la lucidez y competencia técnica sada de los campos por la crisis económica,
de Clarence Stein a realizar determinado plan. por la reestructuración tecnológico-productiva
El programa en cuestión, en el que aparecen y por la agravación de los fenómenos ecoló-
interesadas muy particularmente tres grandes gicos de erosión del suelo. El plan de Tugwell
empresas de materiales de construcción grave- apunta a la construcción en gran escala de
mente afectadas por la recesión, considera la complejos residenciales en terrenos adquiridos
Ciudad y territorio en los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 711
Figs. 1.810-1.812. Planimetría del asentamiento de Valley Stream; Greenbelt (Maryland), situada entre Wash-
ington y Baltimore, y vista aérea del complejo residencial. .
Ciudad y territorio en los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 713
Figs. 1.813-1.818. Greenbelt, planimetría, vista del centro y de 1 s viviendas, .y vista de la piscina; planime-
trías de Greenhills, Greendale y Greenbrook.
Historia del urbanismo. Siglo X X
no; sus elementos componentes son los habi- del Distrito de Columbia declara ilegal la
tuales, si bien las soluciones adoptadas resul- construcción de Greenbrook, la izew town
tan ser menos rigurosas. propuesta en New Jersey, e inconstitucional
Greendale, en el área metropolitana de la delegación de atribuciones legislativas en
Milwaukee (arquitectos H. A. Bentley y el presidente que resulta de las disposiciones
W . G . Thomas, urbanistas J. Crane y E. de la Emergency Relief Appropriation Act.
Peets; fig. 1.817)) ofrece una feliz integra- Después de transcurrir dieciocho meses desde
ción entre los temas proyectuales y los ele- el comienzo de sus actividades, la Resettle-
mentos del paisaje natural; se conserva un ment Adminis tration queda, de esta manera,
curso de agua existente, como elemento de desmantelada, si bien aún resulta posible
valoración, en el interior del barrio, dispo- llevar a término, con los fondos ya asigna-
niéndose las viviendas en series lineales or- dos, las new towns que se encuentran .en
denadas, con amplio predominio de la resi- curso de ejecución. Tugwell presenta su di-
dencia unifamiliar aislada. Un eje central, misión en diciembre del 36; el gobierno
Broad Street, apunta hacia el Town Hall y federal conserva la propiedad d e . los tres
da servicio al complejo de los equipamientos asentamientos construidos, hasta que en 195.5
colectivos. La dimensión del núcleo es redu- son cedidos a empresarios privados 32.
cida (572 viviendas).
La cuarta de las greenbelt towns proyec-
tadas, que luego no llega a realizarse, Green-
brook, ofrece las mismas características; pre-
vista su construcción originariamente a cinco
millas de distancia del centro de New Bruns- Entre los fermentos y las tensiones refor-
wick (arquitectos A. Mayer y H. S. Chur- mista~que agitan los primeros años del New
chill, urbanistas H. Wright y A. Kamstra; Deal se puede incluir, por algunos de sus
figura 1.818)) se proyecta para un total de aspectos, el proyecto de Broadacre elabora-
750 viviendas. do por F. Ll. Wright a partir del 3 1 y dado
Las greenbelt tozuns, por la abundancia a conocer públicamente en la primavera
de suelo de que disponen, se presentan como del 35. Precedida de una crítica apasianada
complejos residenciales extensivos, casi como a la metrópoli capitalista y de una declara-
parques habitados, dotadas generosamente ción de desconfianza en su supervivencia,
de instalaciones públicas y comunitarias (son, expuestas en el ensayo The Disappeaving
entre otras cosas, los primeros asentamien- City, publicado en el 32, la propuesta de
tos planificados dotados en su interior de Wright, si bien puede fecharse emotivamen-
establecimientos comerciales del tipo de los te en el contexto histórico del trauma social
shopping centevs). A la alta calidad del pro- determinado por la crisis del 29 y de las
yecto corresponde en cambio una cantidad esperanzas suscitadas por el New Deal, pue-
bastante modesta del producto, insignificante de reconducirse, sin embargo, por una parte,
en relación con la magnitud de los fenóme-
nos de las áreas metropolitanas afectadas e 3 3 0 b r e las greenbelt towns véanse, sobre todo:
irrisoria prácticamente respecto de la urgen- C. Stein: Toward New Towns for America, Cam-
bridge (Mass.), 1966 (trad. italiana, Verso nuove
cia que en el plano nacional ofrecen los pro- citta per l'Am2rica, Milán, 1969; P. A. Conkin:
blemas del sector de la vivienda (las gveen- Tomorrow a New World; the New Deal Community
belt towns no llegan ni tan siquiera al umbral Program, Ithaca, 1959. Y también: Greenbelt Towns,
de asentamiento previsto en fase de proyec- en aArchitectura1 Record», septiembre de 1936; R. L.
Reiss: American Greenbelt Towns, en «Town and
to, es decir, al nivel de 3.000 familias con Country Planning», enero de 1938; F. C. Stephenson:
un total de 10.000 habitantes). Greenbelt Towns in the United States, en «Town
En mayo del 36 el Tribunal de Apelación and Country Planning», invierno de 1942-43.
Ciudad y territorio e n los Estados Unidos, entre la primeva y la segunda guevva mundial 715
Figs. 1.819-1.825. F. L1. Wright, el plan de Broadacre: vista cenital de la maqueta, tipología d e una vi-
vienda, el área para las actividades y manifestaciones al aire libre, planimetría y maqueta de una unidad
productiva agrícola, perspectiva general y perspectiva del centro cívico.
. Historia del urbanismo. Siglo X X
experimentos más recientes como los del mo- pación del territorio sigue siendo todavía el
vimiento Back-to-the-land de Ralph Borso- retículo regional jeffersoniano (con las casas
di "; pero, por otra parte, es también el unifamiliares distribuidas en lotes mínimos
mensaje autobiográfico de una individualidad de suelo de cuatro acres de extensión), en
genial que ha sabido mantener casi cincuenta el que sin embargo la capilaridad del tejido
años de experiencias profesionales vinculadas aparecerá integrada por haces lineales de co-
con frecuencia a la búsqueda de modelos municación y donde la homogeneidad del
existenciales pioneros, íntimamente acaricia- grano se verá escandida por polos equipados
dos y sufridos. (centros culturales, de aprovechamiento del
En sus premisas teóricas, la propuesta de tiempo libre, equipamientos hospitalarios,
Wright parte de la crítica a la civilización edificios administrativos, unidades industria-
industrial - urbana, negadora de los valores les aisladas). Las planimetrías con las que
humanos e individuales más auténticos, para Wright nos ejemplifica un sector de Broada-
fundarse en la redistribución de una calidad cre, los modelos, las perspectivas, las tipolo-
ambiental que tan sólo es posible en la re- gías, nos presentan justamente las sabias
cuperación de ese mito de la frontera que, imágenes de un landscape tecnificado, con
en una sociedad tecnificada, puede verse vagas reminiscencias, precisamente, de una
reactualizado en la fusión de ciudad y cam- cierta fiction science decimonónica, cuyo dato
po, en un general «derecho a la tierra». Esta programático es el aislamiento de los ele-
nueva realidad «urbana», en efecto, puede rea- mentos construidos y su contigüidad física
lizarse a través de los medios que la tecno- con el campo cultivado o natural: un mundo
logía más avanzada es capaz de poner a dis- sin jerarquías, incontaminado por la proble-
posición del hombre, medios personalizados mática urbana (fig. 1.819-1.825). Más que
y sustraídos incluso a la hipoteca masifica- explicarnos el funcionamiento de esta ciudad,
dora de la concentración, desde el automóvil más que constituir una profundización téc-
al taxi-helicóptero, pasando por la energía nico-proyectual, los diseños de Broadacre
eléctrica y los instrumentos de comunicación son un documento ideológico, un acto de fe
no física (teléfono, radio). Broadacre será y de presunción: esta ciudad sin márgenes
una ciudad de bajísimo índice de densidad, no es más que el contexto ideal de la arqui-
tectura de Wright, de sus proyectos y de
33 Ralp Borsodi es, alrededor de 1920, el promo-
sus realizaciones anteriores al 35, que vuel-
tor de un experimento de comunidad autosuficiente, ven a aparecer como tipos autónomos, auto-
intentado primero en una finca agrícola de ocho acres justificados cada uno de ellos por su propia
de extensión, situada a dos horas de tren de Nueva carga vital, en una secuencia más demostra-
York, y luego en un asentamiento organizado; duran-
te el New Deal, Borsodi consigue incluso una ayuda
tiva que lógica, como los personajes a los
financiera del Federal Subsistence Homesteads Pro- que se pasa revista al final de una auto-
gram para la realización de una colonia agraria en biografía. Arquitecturas que son el espejo
Ohio. Tampoco puede olvidarse la aparición, en el fiel de esa sociedad capitalista sin clases
período de la depresión, de otros movimientos ra- imaginada por W r i g h ~ ,pero que conserva
dical-populares, como el fundado por el novelista y
reformador social Upton Sinclair bajo la sigla EPIC todas las connotaciones específicas de la high
(End Poverty In Caliíornia). Para el complejo pa- middle class en la que el maestro de las
norama histórico en que se inserta la hipótesis de prairie houses encontraba su clientela prefe-
Wrigth, remitimos al lector al documentadísimo es- rida y casi exclusiva.
tudio de G. Ciucci: La cittd nell'ideologia agraria e
F. Ll. Wright, en la obra colectiva La cittd ameri- La propuesta de Wright, solamente por
cana, cit. vía de sutiles cambios y de lejanas conso-
Ciudad y territorio en los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 717
Sobre Broadacre, véanse, ante todo, los textos Wright. A Study in Architectural Content, Engle-
más importantes del mismo F. L1. Wright: The wood Cliffs, N. J., 1966; G. R. Collins: Broadacre
Disappearing City, Nueva York, 1932; Architecture City: Wright's Utopia Reconsidered, en la obra co-
and Modern Life, Nueva York, 1937 (en colabora- lectiva Four Great Makers of Modern Architecture,
ción con B. Brownell); When Democracy Builds, Nueva York, 1970; S. Grabow: Frank Lloyd Wright
Chicago, 1945; The Living City, Nueva York, 1958 and the American City: The Broadacre Debate, en
(trad. italiana, La cittd viuente, Turín, 1966); además ~Journal of the American Institute of Planners»,
de la presentación del proyecto en Broadacre City: abril de 1977.
A New Community Plan, en aArchitectura1 Record», 35 «ES un retiro; un lugar donde jóvenes de ambos
abril de 1935. Y también: N. K. Smith: Frank Lloyd sexos vienen a estudiar arte, zambulléndose, entre
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.826-1.831. E. Saarinen, planimetría de la Cranbrook Academy o£ Art; R. Neutra, Health House cn
Griffith Parks, Los Angeles (1927)) y dos perspectivas del proyecto de la Rush City Reformed (19271:
G . Howe y W. Lescaze, el Savings Fund Society Building, en Filadelfia (1932), y perspectiva del proyecio
para la reestructuración de la Chrystie-Forsyth Parkway en Nueva York (1931-32).
Figs. 1.832-1.839 (en la página opuesta). W. Gropius y M. Breuer, maqueta del barrio de New Kensington
(1942); el proyecto para un nuevo asentamiento en Concord (Gropius y alumnos de la Universidad de Har-
vard, 1946); W. Gropius y K. Wachsmann, esqueleto de la pakaged house y detalles de los elementos de
montaje (1942); Mies van der Rohe, las tres planimetrías sucesivas del campus del I I T (Illinois Institute of
Technology), en Chicago, estudiado a partir de 1939.
Historia del urbanismo. Siglo X X
a partir del 39 con el estudio de sucesivas de la América de los años sesenta, expuesto
variantes, y las primeras construcciones se por cuenta de la General Motors y puesto
inician en el 42; figs. 1.837-1.839) y los pro- a punto por el designev y escenógrafo Nor-
yectos para los Promontory Apartments, a man Be1 Geddes con la colaboración del
orillas del lago Michigan ( 1 9 4 6 ) constituyen especialista en cuestiones de tráfico Miller
el prólogo de una intensa actividad a la que Mc Clintock (fig. 1 . 8 4 0 ) , y en el pabellón de
dedicará toda la última fase de su produc- esa misma empresa proyectado también por
ción. Geddes ( figs. 1.841-1.842), los instrumentos
En las universidades, en la práctica pro- expresivos de la vanguardia exaltan en imá-
fesional, en la industria, la contribución de genes brillantes el dominio tecnológico del
los maestros europeos se afirma, pues, duran- know-bow americano sobre el gigantismo de
te los años del conflicto mundial, pero tam- la metrópoli". El aura tumultuosa de las
bién sufre inevitablemente las consecuencias 38 Dicen Tafuri y Da1 Co: «Toda la búsqueda de
históricas de un desarrollo socioeconómico Be1 Geddes [ .. . ] se basa en una lúcida conciencia
que en estas aportaciones intelectuales busca de las potencialidades de la producción industrial, en
nuevos márgenes y garantías de valorización la coincidencia de cualidad y valor de uso: en
y reproducción. Sobre el destino de los pro- cuanto reducción de la arquitectura a mass medium,
el design es instrumento de valorización, a través
ductos del Movimiento Moderno en tierras de la información, al servicio de un universo equi-
americanas puede arrojar luz, quizá, la divul- librado en el "infinito" desarrollo capitalista. [ ...]
gación que a nivel de sugestión de masas se Actuando por entero en el seno de las nuevas ins-
opera en la Feria mundial de Nueva York tancias celebrativas, los instrumentos de la vanguar-
dia, filtrados por la excitante realidad de la "ciudad-
organizada en el 39, momento celebrativo rascacielos", se convierten en funcionales instrumen-
de la resurrección del capitalismo americano tos de mercado.» M. Tafuri y F. Da1 Co: Architettura
tras el gran susto del 29. En el «Futurama» contemporhea, cit., págs. 243-45.
Ciudad y territorio en los Estados Unidos, entrs la primera y la segunda guerra mundial 723
Figs. 1.843-1.845. Nueva York, las instalaciones controladas por la Port of New York Authority, vista de
las instalaciones de Jersey City y del terminal de Hoboken, y plano de las Belt Lines de la Port of New
York Authority.
Historia del urbanismo. Siglo X X
perspectivas de Hugh Ferriss ha cedido el la ciudad con la creación del Riverside Park,
paso al equilibrio racionalmente planificado, por debajo del cual pasa el ferrocarril; las
sin los derroches ni los residuos de una ne- líneas del subway, que han visto incremen-
gación totalmente ideológica de los mecanis- tados sus recorridos en 260 millas entre los
mos productivos 39. años 14 y 21, experimentan un aumento de
185 millas de red urbana y suburbana en un
segundo ciclo de obras de ampliación que
3. Las ciudades norteamericanas se desarrolla entre el 30 y el 43; la adecua-
ción de la red de viales prosigue con la
terminación de la prolongación de la Séptima
Avenida en el 29 y con el ensanche de Va-
rick Street, en el borough de Manhattan, en
Con casi dos millones y medio de habi- función de las obras del metro, mientras que
tantes, Manhattan llega a su máxima con- once años después se prolonga también la
centración de población residente en torno Sexta Avenida y se ensancha Church Street,
a 1910. A partir de esta fecha el área cen- al sur del Canal Street, también como con-
tral del gigantesco sistema metropolitano secuencia del trazado de una línea del sub-
acusa ya un gradual decrecimiento: se abre way.
una fase en la que la organización del apa- La complejidad e importancia de las acti-
rato terciario puede ser mejorada y reestruc- vidades portuarias y de las instalaciones pro-
turada gracias al impulso que proviene de la ductivas con ellas relacionadas se pone de
impetuosa recuperación económica, con el manifiesto con la creación en 1921 de la
auxilio instrumental del zoning code promul- Port o£ New York Authorit~, organismo
gado en año 17, y con los nuevos pasos fundado por los Estados de Nueva York
estructurales que las grandes infraestructuras y de Nueva Jersey como ente permanen-
requieren. Este proceso de concentración y te de planificación de los complejos por-
de racionalización de la mayor metrópoli del tuarios, poniendo fin de este modo a toda
capitalismo mundial puede observarse, preci- una sucesión de medidas meramente secto-
samente, a sus distintos niveles, siguiendo riales y a las interminables controversias y
las operaciones típicas que se llevan a cabo conflictos surgidos entre las diversas compa-
en las áreas centrales, de las que hemos de ñías ferroviarias. Superando las muchas opo-
hablar más adelante (infraestructuras, ele- siciones planteadas por los intereses creados,
mentos del aparato terciario-directivo, inicia- públicos y privados, la Port of N. Y. Autho-
tivas en favor de la edificación de masas), rity puede elaborar su propio plan de infra-
que sin embargo deben ponerse también en estructuras (Belt Lines), realiza el Holland
relación con la nueva dinámica y cualidad Tunnel en el 29, construye otros túneles y
que asumen el desarrollo periférico y la mo- puentes durante el New Deal, administra cua-
vilidad territorial, y, al propio tiempo, con tro terminales portuarias, cuatro terminales de
la elaboración de políticas urbanas y de ins- transportes de superficie y otros tantos aero-
trumentos de planificación. puertos (incluidos, en la posguerra, el aero-
Se mejora la eficiencia del sistema ferro- puerto de La Guardia y el aeropuerto inter-
viario con la reestructuración de la New Cen- nacional), y se convierte en un centro de
tral Railroad (1916-37), de la que se elimi- poder concreto de planificación paralelo al
nan todos los pasos a nivel que existen en de la City of New York (figs. 1.843-1.845).
Pero los cambios, perceptibles ya en la
Sobre el tema de este epígrafe remitimos al
lector a las historias generales de la arquitectura mo- forma urbana y en el skyline de la ciudad,
derna. Pero vease también W. H. Jordy: American se producen en la organización de la down-
Buildings and Their Architects, Nueva York, 1972. towiz, donde se acentúa, hacia finales de los
Ciudad y territorio en los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial
Fins. 1.846-1.848. R. Hood v T. Mead Howells. el Daily News Building, 1930; Shreve, Lamb y Harmon, el
~ & i r e State Building, 193i; "R. Hood, ~ o d l &y Fouilhoux, el McGraw-Hill Building, 1931.
años veinte, el proceso de concentración edi- que resulta evidente la voluntad de asimilar
ficativa vertical de las grandes empresas pri- las experiencias europeas de vanguardia,
vadas (bancos, sedes de trusts, representacio- aprovechándolas en función de la máxima
nes comerciales, etc.) iniciado ya en los últi- eficiencia tecnológica y de obtención de bene-
mos años del siglo XIX. En el período de ficios; hasta llegar al exploit del Empire
entreguerras surge, a cierta distancia del polo State Building, realizado según proyecto de
ya configurado de Wall Street, un segundo Shreve, Lamb y Harmon, excepcional desde
cluster de skyscrapers que tiende a coagu- el punto de vista técnico y organizativo; figu-
larse en torno .a la terminal del Grand Cen- ras 1.846-1.848). Pero, en el plano urbanís-
tral: la perspectiva de la Park Avenue -que tico, es la construcción del Rockefeller Cen-
se desarrolla prodigiosamente a partir de ter (1931-40) la que viene a marcar concre-
1920, en el tramo comprendido entre las tamente un hito importante de evolución
calles 46." y 96.", con la construcción de una innovadora en el modelo de la concentración
larga serie de mansiones de lujo para hom- terciaria, en el marco de una operación que
bres de negocios- queda cerrado en el 25, convierte en realidad un proyecto de integra-
a la altura de la calle 43.",- -por el New York ción social-productiva dominad; por la pre-
Central Building, atravesado por pasajes acon- sencia totalizante del business en el uso orga-
dicionados para la circulación automovilís- nizado de un espacio urbano cualitativamente
tica; en el 28 y en el 29 se inicia la cons- articulado sobre una serie bastante compleja
trucción de numerosos skyscrapers, que se de variables.
terminan después de la depresión (Cities Ser- La primera idea acerca de este complejo
vice Tower, Bank of Manhattan Trust Com- surge en 1926 como consecuencia de una
pany, Irving Trust Tower, Chrysler Build- iniciativa de la Metropolitan Opera Company
ing, etc., además del Daily News Building en favor de la construcción de un centro de
de 1930 y del McGraw-Hill Building del año carácter cultural y comercial a la altura de la
siguiente, ambos diseñados por Hood, en los calle 57.", entre la Octava y la Novena Ave-
Historia del urbanismo. Siglo X X
Ciudad y territorio en los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 727
Figs. 1.849-1.853 (en la página opuesta). Una vista aérea de Nueva York en 1930: delante de la St. Patrick
Cathedral, en el centro de la foto, existe todavía un área de baja densidad, hacia la que se orientan los
proyectos de Rockefeller; estudio de B. Wistar Morris para la Metropolitan House y (abajo) dos esquemas
de 1930 para el Rockefeller Center; a la derecha, una perspectiva de estudio del segundo esquema.
Figs. 1.854-1.859. Planimetría de una solución de 1932, detalle de una vista de proyecto de la plaza peatonal
interior, plan ejecutivo de conjunto; vista del movimiento de tierras en marzo de 1932, el edificio central en
construcción en agosto del mismo año y vista del Rockefeller Center.
Historia del urbanismo. Siglo XX
nida. El interés del proyecto elaborado se- bloques ya están terminados y se encuentran
guidamente por B. W. Morris -para un en uso desde hace tres años; el Centro se
área más al Sur, delimitada por las calles 48." inaugura oficialmente en 1939 (figs. 1.856-
y 51.") por la Avenue of Americas y por la 1.859). El gigantesco complejo plurifuncio-
Quinta Avenida- está en la enucleación de nal, que junto a centenares de locales de ofi-
una civic plaza delante del complejo de la cinas comprende también estudios radiofóni-
Opera, circundado por un conjunto monu- cos, museos, un hospital, shopping centers
mental de edificios comerciales escalonados y equipamientos comerciales menores, dos
en altura, dispuestos conforme a un eje de teatros, night clubs y restaurantes, puede apa-
simetría y enlazados por walkways elevados recer, si se le considera desde puntos de
a los que van a dar servicios públicos de vista opuestos, como el símbolo reconfor-
diversos tipos (figs. 1.849-1.850). El gran tante de la recuperación económica dirigida
financiero y mecenas que dará su propio nom- por un business world socialmente responsa-
bre al nuevo centro entra en la combinación ble, o como el reflejo del predominio, cada
empresarial aprovechando la solicitud de vez más eficazmente acuciante, del gran capi-
apoyo económico formulada por la misma tal sobre la metrópoli; en el plano estricta-
Metropolitan Company, para pasar después mente urbanístico, el Rockefeller Cen ter,
a hacerse cargo por completo de la iniciativa justamente por su cualidad de microcosmos
cuando en 1929 la Metropolitan Company organizado y por sus soluciones, potencial-
se ve obligada a renunciar a sus planes como mente receptivas de una ulterior relación a
consecuencia de la crisis económica. Ahora escala urbana, parece sentar las premisas de
se trata de poner en movimiento el complejo un método de intervención, susceptible de
aparato de programación y ejecución de la generalización, sobre las caóticas downtowns
obra: las oficinas de la Metropolitan Square de las ciudades norteamericanas 40.
Corporation creada por Rockefeller consi- La definición del programa, el proyecto y
guen asegurarse algunos capitales de apoyo la construcción del Rockefeller Center ocu-
(Radio Corporation, Roxy's Theater), con- pan los años que van del 26 al 40, deri-
ciertan opciones vinculantes respecto de futu- vando, en parte, el carácter sugestivo que
ros contratos de arrendamiento, seleccionan ofrece esta labor del hecho de la ininterrum-
y coordinan las empresas contratistas y or- pida continuidad de las operaciones incluso
ganizan minuciosamente las fases y tiempos durante los años de la crisis. Lo mismo pue-
de ejecución. Tras la celebración de un con- de decirse del plan general de Nueva York
curso restringido, sobre la base de las pro- estudiado por la Russell Sage Foundation:
puestas originarias de B. U. Morris, entre el Regional Plan arrd Survey of New York
los arquitectos reunidos desde 1929 en un and Its Environs, cuyos estudios se inician
Advisory Board (entre los que destacan los en el 21, se formalizan y amplían entre el
nombres de Charles A. Platt, H. U. Cor- 29 y el 31, y se traducen en programas de
bett y Cass Gilbert), el proyecto atraviesa actuación en los años treinta.
distintas fases de elaboración (figs. 1.851- En 1921, por iniciativa de Charles Nor-
1.855); pero hacia mediados de 1930 ya ha ton, que ya ha trabajado junto a Burnham
cobrado cuerpo, en lo sustancial, la solución en Chicago, y con el apoyo de Robert de
de conjunto que después será estudiada y
modificada en los detalles por la firma pro- 40 Cfr. D. Loth: The City Within a City: the
fesional de los Associated Architects (Rein- Romance of Rockefeller Center, Nueva York, 1966;
hard & Hofmeister; Corbett, Harrison & y el estudio crítico de M. Tafuri: La montagna disin-
cantata, en la obra colectiva La cittd americana,
Mac Murray; Hood, Godle & Fouilhous). cit. Además, W. Weisman: The Way of the Price
El planeamiento definitivo del conjunto se Mechanism: the Rockefeller Center, en «Architec-
pone a punto en 1935, cuando los primeros tural Review», núm. 648, 1950.
Ciudad y territorio en los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 729
Forest, presidente de la Russell Sage Foun- partida del plan, de las que Thomas Adams,
dation, se constituye el Committee on Re- además de coordinador, es el principal res-
gional Plan o£ New York and Its Environs, ponsable, se refieren a la necesidad de poner
del que es nombrado presidente el propio freno al impulso de centralización, favore-
Norton. El Comité recluta rápidamente un ciendo el desarrollo más equilibrado de los
grupo ejecutivo para la organización del plan, asentamientos y una disminución de los fenó-
del que forman parte F. P. Keppel, F. Shurt- menos propios del pendularismo. Las funcio-
leff y el inglés Thomas Adams, que en el 23 nes en crecimiento, la residencia y el trabajo,
pasa a dirigir las investigaciones de base y los equipamientos comerciales y las indus-
el proyecto (Adams tiene a sus espaldas una trias, se integran sobre una base regional;
larga actividad desarrollada en Inglaterra con una red de infraestructuras viarias y ferrovia-
anterioridad a 1913, del 13 al 21 ha estado rias debe enlazar Long Island, el Bronx,
empleado como asesor de planificación por Queens y el hinterland de New Jersey, en
el gobierno canadiense y en el 22 ha sido un sistema integrado alrededor de Manhat-
visiting lecturer en el Massachusetts Institu- tan, para tratar de conseguir que la penín-
te of Technology de Boston). Norton acude sula, aunque siga siendo el polo central de
también a Raymond Unwin para que actúe la organización funcional de la región metro-
de asesor, pero las indicaciones de éste, que politana, no se vea necesariamente afectada
ponen en guardia contra el reforzamiento del por los movimientos y por los flujos que
sistema de infraestructuras y auspician un corresponden a los intercambios entre los
amplio descentramiento, le parecen demasia- polos sub-regionales. Sobre la base de estas
do cautas al Regional Plan Committee. De hipótesis, Adams acepta la previsión macros-
todos modos, entre los urbanistas llamados cópica de una región metropolitana de 15 ó
a colaborar se encuentran F. Law Olmsted, 20 millones de habitantes, susceptible de
hijo, Nolen, G. Ford, H. Bartholomew y convertirse en realidad en un período de
E. H. Bennet: un formidable grupo de ex- tiempo de treinta o cuarenta años.
pertos, no muy distantes, por su formación, Respecto de las instituciones y las tenden-
de las premisas teóricas que animan al grupo cias existentes, Adams adopta una actitud
de la RPAA, cuyas actividades ya hemos de cauto realismo. A las administraciones
tenido ocasión de examinar. afectadas por el plan les reitera en varias
Los límites geográficos afectados por los ocasiones el carácter estrictamente consultivo
estudios del plan definen el área de pendula- que corresponde a las funciones del Regional
ridad y de gravitación del Manhattan, en una Plan Committee, reafirmando que no existe
extensión de más de 5.500 millas cuadradas, ninguna autoridad oficialmente constituida
con una población de casi nueve millones de para llevar a efecto, en cuanto tal, el plan:
habitantes. Tras la publicación de una serie ~orrespondea cada una de las comunidades
de ocho volúmenes dedicados a las investi- y de las administraciones electas la respon-
gaciones de base (factores económicos preva- sabilidad de la eventual actuación de la parte
lentes en el crecimiento y organización me- del plan para la que sean competentes; y
tropolitanos; población, valores del suelo y respecto de estas competencias, la función
gobierno local; tráfico rodado; edificios del Committee no es otra que la de recep-
landuse; planificación de barrio y de unidad ción y elaboración de las propuestas efectua-
vecinal; nivel de los servicios públicos), en das. Respecto de la orientación a adoptar en
1929 la Russell Sage Foundation presenta el relación con los mecanismos de desarrollo
plan para la región de Nueva York, con existentes, Adams y su grupo afirman que
el volumen titulado The Graphic Regional quieren dar amplio reconocimiento a las ten-
Plan, del que se hace amplia difusión y pro- dencias en marcha, pero también, al propio
paganda (figs. 1.860-1.862). Las hipótesis de tiempo, que no desean limitar los objetivos
Historia del urbanismo. Siglo X X
Ciudad y territorio e n los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 731
Figs. 1.860-1.865 (en la página opuesta). El Regional Plan of New Y o r k and Its Environs (1923-29): análisis
del tráfico de pasajeros en los ferrocarriles (según el Survey, vol. IV), diagrama de las funciones del área
metropolitana de Manhattan, plano general de la vialidad; la comparación entre la agregación al azar de los
rascacielos y la ordenada ciudad del futuro; tipos de business districts para un área central, para un área
intermedia, para un área periférica y para un área suburbana abierta.
Figs. 1.866-1.870. El Regional Plan o f New Y o r k and Its Enuirons: propuesta de ordenación del East River
Waterfront entre las calles 32." y 87.", proyecto para el Harlem River Valley; un dibujo de Hugh Ferriss;
R. Hood, proyecto Manhattan 1950, con grupos de rascacielos y de «puentes-residencias», y detalle de los
puentes.
Historia del urbanismo. Siglo X X
como puede ser la residencia popular de por John D. Rockefeller, hijo, el promotor
masas 43. de la empresa del Rockefeller Center, a quien
se debe la donación a la ciudad del Fort
Tras la publicación de The Building of Tryon Park, con el complejo de los Clois-
the City se disuelve el Comité dirigido por ters, con una extensión total de 62 acres,
Adams, y sus cometidos de gestión del plan además de la cesión de 700 acres de terrenos
son asumidos por la Regional Plan Associa- libres de New Jersey a la Palisades Inter-
tion, que pone en marcha una labor de coor- state Park Commission para hacer posible el
dinación con los condados colindantes con paso de una parkway de acceso al George
la ciudad de Nueva York, para dar comienzo Washington Bridge. En el área metropoli-
a la actuación del plan, y que tendrá sus tana operan, conforme a las mismas orien-
resultados más concretos en la construcción taciones, las organizaciones del Estado y de
del sistema de las comunicaciones viarias, en los condados: la Westchester County Com-
la adecuación de las líneas ferroviarias y mission, cuyo ámbito territorial de compe-
en la dotación de parques regionales (en tencias comprende las zonas situadas al norte
el 37 se ha realizado ya más de una tercera de la City neoyorquina y que funciona desde
parte de la red viaria prevista, y se ha am- el año 23, realiza en una década una serie
pliado considerablemente el sistema de los de parques y de núcleos equipados (es nota-
parques; figs. 1.871-1.872); pero en realidad, ble el núcleo de Playlan, en Rye Beach, es-
respecto de los objetivos que persigue, la tudiado por Jay Downer y Gilmore D. Clarke
acción de la Regional Plan Association va a en 1930; fig. 1.873); la Long Island State
integrar un contexto de iniciativas ya puestas Park Commission abre en 1929 el Jones
en marcha por parte de los órganos públicos. Beach State Park, en la orilla meridional de
En este sentido, es particularmente notable Long Island, una franja de terrenos acondi-
la contribución personal de Robert Moses, cionada para actividades balnearias de masas,
director, ya desde el 22, de la Long Island servida por una parkway de acceso (figu-
State Park Commission y miembro después, ra 1.874). En Long Island, frente a la Flush-
a nivel estatal, del State Council of Parks, ing Bay, se celebra en el 39 la World's Fair
que es llamado a formar parte de la admi- (figs. 1.875-1.876).
nistración de la ciudad de Nueva York por Entre los años 20 y 40 la acuciante de-
el alcalde Fiorello La Guardia, elegido en manda de viviendas de coste medio y bajo
el 33. A Moses se deben un plan de rehabi- hace que surjan en Nueva York algunas ini-
litation de Central Park y de Prospect Park, ciativas empresariales interesadas en la cons-
la creación de numerosos playgrounds y de trucción de barriadas de elevada densidad,
pequeñas zonas verdes en Manhattan, y la en las zonas periféricas o en las inmediata-
realización de la Henry Hudson Parkmay en mente adyacentes a las áreas centrales, me-
el West Side; bajo su gestión, el patrimonio diante la sustitución de amplias zonas de
municipal de áreas verdes, en conjunto, se tejido urbano degradado. Hacia finales de los
enriquece en sus buenos 6.000 acres. Hay años veinte se construyen los complejos re-
que recordar también la labor desarrollada sidenciales del Amalgamated Housing en el
Bronx ( l926), del Amalgamated Dwelling
43 Sobre el Regional Plan de Nueva York, cfr.
T. Adams: Planning the New York Region. An en East Grand Street (1930) y los Mesa
Outline of the Organization, Scope and Progress Verde Apartments en Jackson Heights
of the Regional Plan, Nueva York, 1927; y del pro- (1926); los Paul Lawrence Dunbar Apart-
pio Adams: The Planning of the New York Region, ments en Harlem (A. J. Thomas, 1926-28;
en «Journal of the RIBAD, agosto de 1929; H. A.
Kantor: Charles Dyer Norton and the Origilzs o f
figuras 1.877-1.878) son el razonable resulta-
the Regional Plan of New York, en «Journal of the do de una empresa filantrópico-especulativa
American Institute of Planners», enero de 1973. destinada a satisfacer necesidades de los white
Historia del urbanismo. Siglo X X
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Figs. 1.871-1.876. La fase de promoción de la actuación del Regional Plan: la terminación del anillo viario
metropolitano entre el 28 y el 41, gráfico de la pendularidad de entrada en Manhattan en el 24, en el 32
y en el 40; vista aérea de Playland, en el Westchester County, y vista de la Jones Beach, en Long Island;
planta y vista de la World's Fair de 1939.
Ciudad y territorio e n los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial
Figs. 1.877-1.882. Los Paul Lawrence Dunbar Apartments en Harlem, vista y planta; vista y planimetría
del barrio de Queensbridge; planimetría y vista del barrio de Parkchester.
Historia del urbanismo. Siglo X X
collars negros. El Knickerbocker Village llo de los dos siglos y que ha generado,
(F. F. French, 1933)) financiado con un como su fruto más maduro, el plan metropo-
préstamo de la Reconstruction Finance Cor- litano que, justamente para Chicago, ha sido
poration, con una población de 765 personas redactado por Daniel Burnham en 1909 44.
por acre, es el primero de los grandes com- El prestigioso trabajo de Burnham no es
plejos residenciales de alta densidad, al que aprobado oficialmente hasta 1917, si bien
siguen después, en un ciclo que ocupa los algunas obras públicas acometidas antes de
años que van del 39 al 44, las Queensbridge dicho año se han inspirado sustancialmente
Houses (F. R. Ballard y otros, 1939; figu- en el programa delineado por el plan en
ras 1.879-1.880)) realizadas por la USHA cuestión; de cualquier modo, el documento
(técnicamente uno de los resultados más de Burnhan, incluso después del 17, sigue
aceptables conseguidos), el barrio de Park- siendo, sobre todo, un programa de referen-
chester, construido para la Metropolitan Life cia más que un proyecto indiscutido y vincu-
Insurance Company (R. H. Shreve, 1939; lante para la gestión municipal. A partir de
figuras 1.881-1.882)) y la Stuyvesant Town, 1920 se inicia la reestructuración del sistema
del mismo grupo empresarial, levantada en ferroviario con la construcción de la nueva
el Lower East Side, desde la First Avenue estación de pasajeros y mercancías de la
al East River, formada por edificios de 14 Pennsylvania Railroad; se ensancha parcial-
plantas, con capacidad para 900 familias y mente hacia el Norte la Michigan Avenue,
con una densidad de más de 900 personas que consolida su aspecto de cortina mural
por acre. Las tipologías empleadas son, por monolítica sobre el lakefront y sobre el par-
lo general, elementales y esquemáticas, mien- que; se realizan la Ashland y la Western
tras que la composición del conjunto, con Avenues en dirección Norte-Sur, y los cortes
demasiada frecuencia, revela, como único en sentido Este-Oeste de la Roosevelt Road
dato digno de destacar, el obsesivo grado de y del Augusta Boulevard, así como la diago-
utilización del suelo, sin dejar margen a las nal constituida por la Ogden Avenue, que
posibilidades ofrecidas por la nueva compac- va desde la Western Avenue hasta el Lincoln
tación de las manzanas urbanas preexistentes Park, al norte de la ciudad; se protegen las
en unidades mayores. Pero, de todas formas, zonas interiores de parque (Humboldt Park,
hay que decir que Nueva York, por lo que Garfield Park, Douglas Park, McKinley
respecta al large scale housing, se anticipa Park), intentándose su enlace mediante ave-
en un decenio, al menos, a las demás ciuda- m e s arboladas; más tarde se acondiciona el
des norteamericanas. Grant Park, con la formación de la Nor-
therly Island y la construcción del Field
Museum of Natural History (1920)) del
Shedd Acquarium (1929)) del Adler Plane-
tarium (1929-30) y de la Orchestra Shell
La metrópoli situada a orillas del lago Mi- (1931); se rectifica, en fin, el curso del Chi-
chigan, que ha crecido impetuosamente en cago River.
los últimos decenios del siglo XIX, ha visto No obstante, el sentido de las indicaciones
nacer, además de algunas expresiones de las de Burnham, vueltas a proponer en los estu-
más significativas de la arquitectura norte- dios realizados por la Chicago Plan Commis-
americana, como las obras de la Chicago sion (fig. 1.883)) tan sólo de modo muy
School y de Frmk Lloyd Wright, ese movi- indirecto pueden advertirse en las transfor-
miento en favor de la City Beautiful que, maciones que enriquecen y definen al pode-
surgido de la World's Fair de 1893, se ha
impuesto como una de las tendencias predo- 44 Cfr. P. Sica: Historia del zirbanismo. El si-
minantes del urbanismo del período a caba- glo XIX, vol. 2.") Madrid, 1981, págs. 720-30.
Ciudad y territorio e n los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 737
Figs. 1.883-1.888. Chicago, un estudio de la Chicago Plan Commission para la ordenación de South Water
Street; el proyecto de E. Saarinen para el Grant Park y el lakefront: planimetría del sector comprendido entre
el Chicago River y la Illinois Central, vista del Grant Hotel y de la plaza que se abre ante él, vistas del
Grant Hotel desde el Norte y desde el Chicago Tower; la embocadura de la North Michigan Avenue, con
el Wrigley Building a la izquierda y el Tribune Tower.
Historia del urbanismo. Siglo XX
Figs. 1.889-1.891. El puente levadizo sobre el Chicago River, entre la Michigan Avenue y la North Michigan
Avenue; vista del Palmolive Building y vista del Field Building.
ros0 aparato central terciario del Loop, donde Chicago River (figs. 1.888-1.890), con la
las hipótesis de unificación morfológica asu- construcción del Wrigley Building (de Gra-
midas al nivel del plan se disuelven después ham, Anderson, Probst y White, 1919-21)
ante la impetuosa vitalidad del capital pri- y del bloque gemelo añadido en el 24, del
vado, que en la admitida autonomía opera- Tribune Tower (R. Hood y J. M. Howells,
tiva que viene dada por la construcción ver- de 1923-25, objeto, como se recordará, de
tical de los solares concretos encuentra toda- un concurso internacional bien conocido) y
vía amplios márgenes de valorización, y no de los edificios del número 333 de la North
sólo económica. E igualmente veleidosas re- Michigan (Holabird y Roche, 1927-28), Lon-
sultan las elaboraciones expresadas por Eliel don Guarantee (A. S. Alschuler, 1922-23),
Saarinen en el 23 para la ordenación de una Lincoln Tower (H. H. Riddle, 1927-28) y
zona directiva-monumental a lo largo del Palmolive Building (Holabird y Roche, 1928-
lakefront, entre el Loop, el Grant Park y el 29); en el curso de un decenio la North Mi-
Chicago River, tratando de plegar la hipó- chigan Avenue es reconstruida por completo,
tesis del rescacielos, integrándola en ingenio- desde el puente hasta Oak Street, mientras
sos complejos del intercambio, a una compo- se transforma rápidamente también el sector
sición de conjunto apta para controlar for- comprendido entre la North Michigan y el
malmente la gran escala de la metrópoli 45 lago, y sobre todo la parte que da al lago,
(figs. 1.884-1.887). Resultan apreciables, en con la creación de la prestigiosa secuencia
cambio, la disposición y ordenación de la de bloques en altura, destinados a aparta-
North Michigan Avenue tras la apertura en mentos, de la Gold Coast. Hay que señalar
el 20 del puente levadizo tendido sobre el también los nuevos rescacielos que se levan-
tan en el Loop, el Jewelers Building (1924-
45 Sobre este proyecto y sobre la posición de 26), el Daily News Building (Holabird y
E. Saarinen al entrar en contacto con la realidad Roche, 1928-29), la Civic Opera (Graham,
americana, léase el estupendo análisis que hace
M. Tafuri en el citado ensayo La montagna disin- Anderson, Probst y White, 1928-29), el
cantata. Board of Trade 'Building (Holabrid y Root,
Ciudad y territorio e n los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 739
1929-30) y, en fin, el Field Building (Gra- las necesidades sociales insatisfechas podrán
ham, Anderson, Probst y White, 1931-34; ser controladas a través de los remedios tra-
figura 1.891)) construido durante la depre- dicionales del laissez-faive, de la filantropía
sión y que ofrece las características de una y de la represión. En marzo de 1923 se
decantación decorativa que anuncia nuevas organiza una convención de los representan-
orientaciones del gusto; y los nuevos com- tes de los centros del área regional de Chica-
plejos situados a lo largo del Chicago River, go (Cook County, Lake County y algunas
desde la Union Station hasta el Marchandise comunidades de Indiana) para examinar la
Mart (ambas edificaciones, que son, respec- posibilidad de emprender una acción urba-
tivamente, de 1916-25 y 1928-31, se deben nística concertada de largo alcance; el ejem-
al prolífico estudio integrado por los arqui- plo de las iniciativas que ya están en mar-
tectos Graham, Anderson, Probst y White). cha en Nueva York y en Los Angeles acelera
El proceso de completa reestructuración la formación de una Chicago Regional Plan-
de las áreas centrales que se lleva a cabo ning Association, a cuyo frente se coloca, en
entre el 20 y el 30, sin parangón posible calidad de director, Daniel H. Burnham, hijo
con ninguna otra ciudad norteamericana, no del autor del plan de 1909. El programa
es más que una de las facetas del violento planteado por Burnham Jr. pretende basarse
e incontrolado despliegue de fuerzas sociales sobre todo en el compromiso de las admi-
que hace de Chicago uno de los puntos de nistraciones locales respecto de la redacción
referencia más representativos de la realidad de planes urbanos, respecto de los cuales la
cultural y económica de los roaring twenties Regional Planning Association se ha de en-
en América, los años de la consagración na- cargar de la coordinación necesaria de los
cional del jazz, del prohibicionismo y de la sectores de la vialidad, del zoning, de los
gran criminalidad organizada. En la ciudad, parques, del abastecimiento y distribución
la marcada concentración de capitales de la del agua y de algunas infraestructuras; por
downtown subraya la diferencia ya existente el contrario, el secretario de la Asociación,
entre las diversas partes de la estructura ur- Robert Kingery, se muestra partidario de la
bana, mientras que en las articulaciones más redacción de un plan director preliminar,
degradadas de este agregado humano, ecoló- por más que deba ser gestionado con gran
gicamente estratificado (por utilizar la termi- cautela a nivel político, capaz de poder orien-
nología jnventada en estos mismos años por tar los planes concretos a escala urbana.
Park, Burgess y MacKenzie), surgen tensio- Con su actitud pragmática y posibilista, aun-
nes sociales irreductibles, después de haberse que sin recurrir a la formulación de un plan
consolidado, en los años de la guerra, en el estudiado en sus detalles conforme al cami-
South Side, el black ghetto (que ya en el 19 no seguido por T. Adams en Nueva York,
se convierte en centro de sangrientos riots, la Chicago Regional Planning Association
agravados por duras represiones de la policía llega a obtener, en el transcurso, de un dece-
municipal). nio, los objetivos de orientación y coordina-
De cualquier modo, las sucesivas adminis- ción auspiciados por Kingery, sobre todo en
traciones locales parecen preocuparse, más el sector de las grandes arterias viarias, pu-
que nada, de actualizar su propia acción pro- diéndose señalar también importantes resul-
gramática orientándola hacia una gestión de tados en cuanto al incremento del sistema
la realidad metropolitana que busca a ultran- de parques; si bien, en el balance de con-
za la eficacia, en la confianza de que dentro junto de estos años, tiene una incidencia
de las mallas de nuevas combinaciones insti- negativa la urbanización desordenada de la
tucionales, aptas para multiplicar los márge- región metropolitana, como consecuencia de
nes de economías externas de las inversiones, estimaciones desproporcionadas del futuro
las tensiones más graves determinadas por crecimiento de la población.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Chicago sufre más que ninguna otra gran tura recibe sus buenos 120.000 visitantes
ciudad de los Estados Unidos el golpe de la (el total de visitantes en 1933 será de más
crisis del 29, presentando algunos de los de 22 millones, siendo otros 14 millones los
índices más altos de desempleo, como con- que corresponden a la reapertura de la Expo-
secuencia de la fortísima contracción de la sición en el verano del año siguiente). Entre
actividad edificativa y de la producción in- los edificios que atraen la atención del pú-
dustrial; la caída de los ingresos fiscales blico están el Travel and Transport Building,
paraliza toda posible actividad de la admi- proyectado por Bennet, H. Burnham y Hola-
nis tración pública. La demolición de nume- brid, un pabellón cuya cubierta aparece sos-
rosos edificios que durante la depresión han tenida por puntales, riostras y tirantes metá-
dejado de utilizarse (entre los que se cuenta licos, y el Sky Ride, una estructura en forma
el Marshall Field Warehouse Wholesale Sto- de puente que corta transversalmente el
re de Richardson) para destinar sus solares complejo de la feria y sobre la cual circulan
a la instalación de parking lots de pago, o vehículos tirados por cables con capacidad
simplemente para evitar el pago de impues- para 36 pasajeros cada uno de ellos. Las
tos, es un índice claro del profundo trauma novedades técnicas vienen acompañadas por
sufrido por la ciudad. una híbrida y artificiosa adopción de elemen-
En contraste casi paradójico con el colap- tos formales de la nueva arquitectura eu-
so de la economía urbana tiene lugar la ropea, que sin embargo no deja de tener un
apertura de la Century of Progress Exposi- cierto impacto publicitario sobre esa evolu-
tion del 33, como consecuencia de una ini- ción del gusto requerida en el curso de los
ciativa adoptada antes de la crisis por un años treinta por toda una pluralidad de estí-
grupo de operadores financieros -Charles mulos diversos.
Gates Dawes y Rufus C. Dawes, Philip K. Sin embargo, sobre los programas urba-
Wrigley, Robert R. McCormick- con la idea nísticos tan sólo viene a incidir concreta-
de renovar, a cuarenta años de distancia, mente la acción del New Deal, asegurando
los fastos de la Exposición Colombiana. la continuidad de la actuación pública en el
Volviendo a utilizar las afortunadas opcio- período comprendido entre el final de los
nes del 93, los organizadores de la nueva años veinte y la segunda guerra mundial.
empresa habían contratado en el 28 un staff Chicago, sede de una administración dirigida
cualificado de arquitectos de gran prestigio por el poderoso aparato local del partido
nacional, como H. W . Corbett, R. Hood y demócrata, no queda al margen de las aten-
R. T. Walker, de Nueva York; P. P. Cret, ciones del gobierno federal; por otra parte,
de Filadelfia, y A. Brown Jr., de San Fran- el plan regulador vigente constituye una pau-
cisco, a los que se unen después E. H. Ben- ta perfectamente atendible para las interven-
net, H. Burnham y J. A. Holabird; una vez ciones públicas, que otras ciudades no pue-
definida el área de la exposición en una den jactarse de poseer. El empeño más im-
parte del Burnham Park y de la Northerly portante afrontado con asignaciones de fon-
Island, a finales del verano del 29 se desig- dos federales es la ampliación del Lincoln
na un grupo de proyecto ejecutivo presidido Park y la ordenación del North Lake Shore
por Daniel H. Burnham, hijo, y del que for- Drive (construcción del Link Bridge y enlace
man parte también L. Skidmore y N. A. de Belmont con la North Avenue; fig. 1.895);
Owings, llamados a tener una afortunada entre las obras mayores cabe recordar la
carrera profesional. construcción de la planta depuradora de agua
Gracias a que se llevan adelante las obras potable del South District (fig. 1.896)) la
a pesar de la depresión es posible inaugurar creación de numerosos equipamientos esco-
la Exposición en mayo del 33 (figs. 1.892- lares (es notable la Crow Island School de
1.894)) que solamente en el día de su aper- Eliel y Eero Saarinen, Perkins, Wheeler y
Ciudad y territorio e n los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 741
Figs. 1.892-1.897. Planimetria de la Century of Progress Exposition de 1933, vista del conjunto de la Expo-
sición, con el Sky Ride, y vista del Travel and Transport Building; panorámica del Nort Lake Shore Drive,
ordenación planimétrica de la South District Filtration Plant superpuesta a la fotografía cenital del área,
vista de las Jane Addams Houses iniciadas por la PWA y terminadas por la Chicago Housing Authority.
Historia del urbanismo. Siglo X X
Figs. 1.898-1.905. La zona edificada de Los Angeles en la segunda mitad del siglo XIX; vistas de una villa
de los hermanos Greene en Pasadena y de una villa proyectada por 1. Gill en King's Road; situación de la
urbanización del área de Los Angeles en 1893, en 1915 y en 1932; el barrio de Beverly Hills en 1922 y
en 1952.
Ciudad y territorio e n los Estados Unidos, entre la primera y la segunda guerra mundial 743
Figs. 1.906-1.909. La parcelación de Huntington Palisadcs (1927); csqucma cn perspectiva dcl programa de
control del régimen hidrológico del condado de Los Angeles (1922); las parcelaciones interrumpidas durante
la gran depresión; vista del centro de Los Angeles en los años cincuenta.
llegan a sumar 1.238.000 en 1930, mientras, que sea capaz de controlar coetáneamente los
que en el mismo decenio 1920-30 la pobla- nuevos y acuciantes fenómenos de urbaniza-
ción del condado crece desde 936.000 a ción, preparando anticipadamente las líneas
2.208.000 almas; entre 1920 y 1930 el nú- maestras de un sistema de comunicaciones,
mero de los inmigrantes supera al total del ocupándose de la salvaguardia de las áreas
contingente llegado entre 1850 y 1920. El litorales y de los parques, preocupándose del
centro comercial, que cataliza y selecciona abastecimiento de aguas y disponiendo lo con-
las actividades terciario-directivas, experimen- veniente para la eliminación de los residuos
ta alteraciones de su tejido edificado, enri- sólidos y líquidos. En 1922 se celebra en
queciéndose también con numerosos edificios Pasadena una conferencia general de 38 mu-
de varios pisos, aunque sin dar nunca lugar nicipios y 50 centros menores; como resul-
a un agregado morfológico parangonable a tado de la misma cobra vida, algunos meses
las downtowns de las demás ciudades norte- más tarde, la de Los Angeles County Regional
americanas de dimensiones equivalentes. En- Planning Coinmission, a cuyo frente se co-
tre los años 20 y 30 se ordenan y consolidan loca a Hugh R. Pomeroy, un manager pú-
las más importantes arterias de circulación, blico excepcionalmente dotado por su gran
algunas de las cuales, como el Sunset Boule- capacidad de promoción de toda suerte de
vard y el Wilshire Boulevard, asumen un actividades. Mientras la Comisión del Con-
destacado carácter temático y paisajístico, dado examina centenares de propuestas de
con las escandidas secuencias de arbolado que creación de asentamientos y va delineando un
vienen a definir la inusitada amplitud del, sistema general de transportes, otros planes
espacio viario, y más allá de las cuales pro- y programas son sometidos a estudio por
lifera la lozanía de una arquitectura comer- parte de las administraciones municipales de
cial heterogénea y extravagante. Los Angeles (fig. 1.907) y de otros centros
En el intento de disciplinar la febril urba- de la conurbación, o incluso por grupos pri-
nización del área de Los Angeles se distin- vados como la Southern California Develop-
gue Gordon L. Whitnall, decidido defensor ment Association (plan de H . Bartholomew
de las ventajas de la planificación regional, y C. Cheney); en 1926 la Association of City
que desde 1913 trabaja activamente en su Planning o£ Los Angeles County organiza
campaña a favor de la creación de una City una serie de conferencias sobre la aplicación
Planning Commission, que lleva adelante acu- del zorzing en la planificación, con interven-
diendo a todo tipo de asociaciones y grupos ción en calidad de expertos, entre otros, de
de intereses de la ciudad, desde la Municipal H. Bartholomew y C. Aronovici, y que de-
League h.asta el Socialist Party, pasando por terminan seguidamente la adopción de una
la Chainber of Con~mercey la Realty Board zorzing ovdinarzce para todo el condado.
de Los Angeles. En 1920 Whitnall consigue Las veleidades de planificación de los en-
que el Consejo municipal apruebe una orde- tes locales no resultan suficientes para con-
nanza por la que se crea una comisión de tener las consecuencias del boom demográfico
estudio y de carácter ejecutivo llamada a e industrial. Son más bien los efectos de la
ocuparse de los problemas metropolitanos, depresión los que vienen a congelar tempo-
de la que después se convierte en director. ralmente el proceso de urbanización en mar-
Al mismo tiempo, partiendo de los problemas cha (fig. 1.908), que vuelve a reactivarse con
del acondicionamiento hidrogeológico del te- la recuperación económica y con la intensifi-
rritorio que tan de manifiesto se han puesto cación de la corriente inmigratoria. En los
como consecuencia de las devastadoras inun- años de la guerra se acentúa el carácter in-
daciones acaecidas en la región desde 1910, dustrial y terciario de la enorme conurbación
va madurando la convicción de que es pre- de Los Angeles (que ha pasado a ser la ter-
ciso contar con una autoridad intermunicipal cera área metropolitana de los Estados Uni-
Historia del urbanismo. Siglo X X
dos, detrás de las de Nueva York y Chicago), clase propio de la metrópoli capitalista; y así
con el fortísimo impulso dado por el gobier- ocurre desde los centros residenciales de lujo
no federal a las industrias aeronáuticas (la (Be1 Air, Brentwood, Pacific Palisades) a las
Lockheed, la Douglas y la Hughes tienen áreas especiales (como la ciudad universitaria
aquí sus plantas de producción), con el des- de la UCLA en Westwood Village, iniciada
arrollo experimentado por los sectores de la en 192.5)) pasando por la zona de utilización
mecánica, de la electricidad y de la electró- turística de South Bay (Marina del Rey y
nica, y con el tratamiento de materiales no Venice), y por las áreas de instalaciones in-
ferrosos procedentes de Latinoamérica. dustriales y portuarias (San Pedro y Wilming-
La estructura metropolitana se solidifica ton), hasta llegar a los enclaves étnicos del
con la construcción del gigantesco sistema de área histórica (ghetto japonés de Little Tokyo,
autopistas iniciado hacia finales de los años ghetto chino de Chinatown, Barrio mejicano)
treinta (Arroyo Seco Parkway), elemento y al enorme barrio negro (desde el centro
portante de esta city of the motor age, ca- hasta Watts) 48.
rente prácticamente de un servicio de trans-
portes públicos, en la que se exalta, a todos " Sobre la historia urbana de Los Angeles, véan-
los niveles de comportamiento y de expresión, se: L. L. Hill: La Reina. Los Angeles in Three
el modelo de un consumismo individual exas- Centuvies, Los Angeles, 1929; A. Wagner: Los
Angeles. Zweimillionenstadt in SudKalifornien, Leip-
perado. La conurbación de Los Angeles, in- zig, 1935; M. Tabuteau: Los Angeles, en d a h i e r s
mune a algunos de los excesos de la patolo- dlOutre Mer», julio-septiembre de 1953; R. Nadeau:
gía urbana propia de las ciudades de forma- Los Angeles jrom Misrion t o Modern City, Nueva
ción decimonónica (fig. l .9O9), se presenta York, 1960; W. Crouch y B. Dinerman: Southern
con un alto grado de diferenciación y cualifi- California Metropolis, Los Angeles, 1963; R. M.
Fogelson: T h e Fragmetzted Metropolis, Los Angeles
cación funcional de las partes, que no des- 1850-1930, Cambridge (Mass.), 1967; R. Banham:
miente, en los umbrales inferiores de la es- Los Angeles. T h e Architecture o/ Four Ecologies,
cala social, el carácter segregacionista y de Nueva York, 1971.
Indice general
2 . Francia ...............................................................
a) La situación general. las tendencias operativas. la evolución de los instru-
mentos técnicos y legislativos .......................................
b ) París . Del concurso para el Gran París a las ciudades-jardín de banlieue.
El plan general de Prost .............................................
C ) La actividad urbanística en algunas de las mayores ciudades de Francia ...
3 . Holanda ............................................................
a) La situación .general y las tendencias operativas en el campo disciplinar
del urbanismo; las grandes intervenciones de planificación territorial ...
b ) Las vicisitudes urbanísticas de Amsterdam ...........................
C ) Las demás ciudades holandesas .......................................
4 . Bélgica ...............................................................
Indice general
5 . Austria ...............................................................
6 . España y Portugal ......................................................
7. Suiza ............................................................
8 . Los Paises Escandinavos .............................................
9 . Los paises de la Europa centro.orienta1. los Balcanes. Turquía e Irán ......
10. La colonización sionista de Palestina ....................................
C H ADWICK,13.
CHAGALL, M., 273.
CHAMBERLAIN, N., 534, 537, 547.
CHAMBLESS, E., 65, 66. EBERSTADT, R., 36, 39, 43, 44.
CHAMBRE, H., 271. EDEN,W. A., 26.
CHAPMAN, N., 537. EDISON,335.
CHASE,S., 672, 673. EDNARDS, A. T., 178.
CHENEY,C. H., 669, 745. EESTEREN, van, 109, 112-114, 168, 169.
CH EREN,529. EDNARDS, A. T., 178.
CHERNYSHEV, S., 307, 312, 314. EGGERICX, J., 605, 608.
CHEVALLEY, 451. EINAUDI,L., 70.
CHIATTONE, 96, 98, 99. EKELUNG, H., 641.
CHILD,S., 665. EKSTER,275.
CHIODI,C., 351, 353, 438, 468. EL LISSITZKY,112, 233, 279-281, 289, 310.
CHIRICO, De, 112. ELIEL, 160, 740.
CHITTY,A., 534. ELIOT,E. G . S., 174.
CHOAY,F., 62. ELLINGTON, D. D., 711.
CH RISTALLER,W ., 186, 188. EMMERICH, P., 206, 208, 209.
CHURCHILL, H. S., 714. ENVAUX, E., 650.
ERITH, R. C., 637.
EXPERT,567.
EYCK,E., 194, 196.
FAUSTO, Di, 513. GEDDES, P., 13, 30, 33, 35, 80, 189, 672, 675.
FEDER,G., 234, 239, 243. GEGELLO, 323.
FEININGER, L., 92, 115, 120, 121. GELFREIC H , 301.
FELLNER, F., 240. GEORGE, H., 18.
FEO, W. de, 275. GERSON, H. y O., 225, 227.
FERRARI,B., 457, 458, 461. GESSNER, 619.
FERRARI,L., 462. GIBELLINO, M., 280.
FERRATI,470. I GIEDION,S., 46, 105, 134, 157, 169.
FERRAZZA, 516, 520. GIESLER,H., 204, 241.
FERRIS,H., 724, 731. I GILL, I., 742, 744.
FIAT, 335. I GILLAR,J., 641, 642.
FICHERA,501. GINZBURG, M., 168, 279, 280, 284, 287, 291, 293,
FIGINI, G., 340. 311, 313, 323.
FIGINI, L., 338, 343, 429, 430. GIODA,512.
FILIPPONE,D., 468, 481. GIOLITII,391.
FILLIA, 337. GIORDANI, 467-469, 512.
FINETTI,G. de, 338, 340, 437, 438. GIOVANNONI, 66, 70-72, 181, 340, 342, 344-347,
FINSTERLIN, H., 117, 119. 385, 398, 402, 407, 410, 432, 460, 469, 477, 478,
FIOCCHI,340. 482, 492, 495, 501.
FIORINI, G., 355, 356. GIRADOUX, J., 169.
FISCHER,A., 132. GIULIANO, S., 375.
FISCHER,O., 227, 228, 239. GIURALONGO,T., 172.
FISCHER,T., 47, 48, 119. GIUSSANI, 493.
FISKER,K., 636, 638. GLAAB, N., 662.
FLORES,C., 63. GLADKOV, 317.
FOGARTY, M. P., 189. GLEIZES,91.
FOLIN, M., 42. GLODEN,E., 178.
FORBAT,E., 208, 209, 211. GOBETTI,451.
FORD,G. B., 76, 563, 565. GOCAR,J., 641, 642.
FORD,H., 668. GODENTZ, J., 227, 231.
FOREST,de, 76. GODHUE,B., 669.
FORESTIER,J. C. N., 50, 52. GOEBBELS, 239, 240, 243, 251, 264.
FORMIN,1. A., 307, 320, 321. GOECKLE,48.
FORSHAW,551. 1
GOERING,H. 235, 253.
FORSTNER, L., 206. G O L C H ,A., 317.
FOSCHINI,A., 340, 407, 416, 417, 419, 421,' 422. GOLDSTEIN, S., 221.
FOURIER,19. G o ~ o s o v ,1. y P., 307.
FRANCISCONO, M., 115, 131. G o ~ o s o v ,J., 281-283.
FRANCO, F., 624. GONZÁLEZ DEL CASTILLO, H. 65, 66.
FRANC,J., 158, 619. GORDON, F., 177.
FRENCH,F. F., 736. GORDON, G., 177.
FRETTE,G., 338, 340. 'GOUCHAROVA, N., 92.
FREYSSINET, E., 144. I
GRAEFF,W., 112.
FREZZOTTI, O., 364-366. I
GRAHAM, 738, 739.
FRIEDRICH -EBERTS,206. GRAMSCI, 451.
FRITSCH,T., 37, 38. GRANDE MOLIERE,580, 600.
FRUGES,H., 155. GRATAMA, J., 107.
FUFAEV,A., 284. GRAY,280.
FULLER,H., 251. GREBER,J., 568, 581, 582.
FUNK,254. GREENE,hermanos, 742, 744.
Fusco, 501. GRESLERI,G., 145.
FUSSELLI,E., 347, 348. GRIFFINI, E. A., 351, 441, 443.
GROD,C. M., 231.
GROER,E. de, 178.
GROPIUS,W., 88, 91, 112, 113, 115, 120, 121, 123.
GABO,272. 125, 127, 129, 131-134, 144, 158, 159, 162, 163,
GAMBA,460, 529.
GAN,A., 277, 280.
GARCÍAMERCADEL, F., 623. GRUS,91.
GARDELLA, I., 353, 354, 429, 430. 1
GUADET,52.
GARNIER,T., 12, 52, 53, 56, 59, 61, 150. GUALINO, 450, 451.
GATES,J. M., 637. GUEVREKIAN, 160.
GATTUSO, G., 375. GUIDI, I., 467, 469, 525.
GAUDI,83. GUIMARD, 83.
GAUGER, G., 227. GURLITT,C., 40, 48.
GEDDES,N. B., 722. GUTTON,A., 610.
Zndice de autores citados
HOWARD, E., 12-19, 22, 23, 31, 39, 62, 63, 78, 80,
173, 532, 537, 554, 676.
HAECKEL, 184. HOWELL.160.
HAEFELI,M. E., 630. HOWELLS, J. M., 736.
HAESLER, O., 132, 197, 227, 231, 233, 239. HOYT,H., 185.
H A H N ,G., 244. HUBACHER, C., 630.
HAILE SELASSIE,521, 525. HUBBARD, H. U., 665, 667.
HAJOS,E. M., 213. HUBER,V. A., 36, 37.
HALDEMANN, B. A., 665. HULRICH,F., 641.
HAMILTON, H. O., 303. HUME,B. S., 637.
HANSEN, T., 240. HUNTINGTON, H. E., 743.
HARDING, V., 534, 661. HUSZAR, 112.
HARDY-SYMS, 548. HUXLEY,T. H., 33. '
RICCI, C., 411. SCHMACHER, F., 88, 90, 223, 225, 231, 239.
RICHARDS,J. M., 105. SCH~SEV A.,, 281, 303, 307, 310, 317, 323.
RICH ARDSON, 740. SCH ULTZE-NAUMBURG, 237.
RICHTER,H., 110, 112, 227, 635, 637. SCHUSTER, 619.
RIDDLE,H . H., 738. SCH WAGENSC H EIDT, W., 221.
RIDOLFI,498. SCHWEITZER, O. E., 619.
RIGOTTI,249. SEBASTIANI, 376.
RIMPL, H., 243. SECCHI,B., 188.
RIPHAHN,M., 231. SEGNI,di, 512.
RITSCHE,H., 186. SEITZ,K., 615.
RITTER,N., 197. SELLIER,A., 561, 572, 573.
RIZZA,A., 375. SEMENOV, V. N., 307, 314, 316, 323, 328.
ROBERTI,480, 481. SEMENZA, 438.
ROBERTIS,de, 469. SEMIAROV-PROZ HEROVSKI, 330.
ROBINSON, H. W., 189. SEMPER,G., 45, 240.
R o c c ~ ,della, 469. SENGER,A. Von, 237.
Rocco, A., 335. SENNET,A. R., 19, 24.
ROCKEFELLER, J. D., 733. SERAFIMOV, S., 323, 324.
ROCHE,738. SERPIERI,A., 333, 334, 359.
RODCH ENKO,275, 277. SERRACAPRIOLA,Maresca di, 474.
ROECKLE,F., 217, 225. SERT, J. L., 623, 624, 626.
ROGERS,E. N., 353, 355, 389, 429, 430. SEUPHOR, M., 109.
ROMANO, G., 353, 354, 429, 430. SHABAD, T., 271.
ROOSEVELT, F. D., 73, 664, 687, 688, 691, 696, 700. S H AFTESBURY, Lord, 37.
ROSENBERG, A., 234, 238. SHARP, D., 105.
ROSSAN,A., 173. SHAROUN, A., 239.
ROSSI, 427. S H EFFIELD, 537.
ROTH sc H ILD, E., 651. SHIMKIN,O. B., 271.
ROUAULT, 91. SHREVE, R. A., 725, 736.
RUTTE, de, 568, 572, 573. SHURTLEFF. A. A.. 665. 667.
SICA, P., 13, 37, 46, 51, 65, 67, 73, 77 223, 235
SIEMENS,K. F. von. 235.
SILENZI,~ R., 368, 369.
SIMBIRTZEV,V. N., 302.
SAARINEN, E., 83, 639, 682, 717, 718, 738-740. SIMMEL,184.
S A B S ~ V I CC.
H , M., 289, 292. SIMONE,de, 383, 474.
SACCHI, G., 469. SIMONOV, G., 307, 323.
SAGEBIEL,E., 243. SINGELENBERG, P., 107.
SAKULIN, B., 308, 309. SINIAVSKI, 278.
SALVISBERG, O. R., 204, 205, 209. SIRONI,M., 458.
SAMONA, G., 180, 348, 470, 498, 499. SIRVIN,568, 573.
SANJUST,397, 398. SITTE, C., 36, 45-47, 51, 627, 640.
SANT'ELIA,A., 96, 98, 150. SKIDMORE, L., 740.
SARGANT FLORENCE, P., 189. SKOSYREV, V., 317.
SARRAUT, 562. SMITH, D. H., 543.
SARTORIS, A., 164, 353, 451. SMOLIN,D. I., 284.
SAUVAGE, H., 156. SNOW,B., 706.
SAVOIA,L. de, 521. SOBOLEV, D. M., 328.
SCALPELLI,A., 365, 366. SOFFICI,95.
SCARINEN, E., 640. SOISSONS, L. de, 532.
SCOTT,24. SOKOLOV, N., 294, 296, 325.
SCULLY,V., 105. SOLLIER,567.
SCHARDUN, A., 132, 140, 141, 158, 159, 197, 206, SOREL,93.
208. SORIAY MATA,A., 12, 62, 63, 65, 79.
SCHEFFER,L. S. P., 596. SOULAS, J., 307.
SCHESTAKOV, S., 311. SOUTAR,A., 28.
SCHINDLER, R. M., 720. SOUTAR, J., 28.
SCHIRO,G., 375. SOTTSASS, 453.
SCHLEMMER, O., 120. SPACCARELLI, A., 417, 418.
SCHMIDT,168, 619. SPALEK,J., 641, 642.
SCHMITT,R., 85. SPEER,A., 255-261, 264, 575, 624.
SCH MITT H ENNER, 206, 242, 249. SPENGLER, O., 233, 234, 237.
SCHNECK,A. G., 158. SPULBER,N., 269.
SCHNEIDER, K., 225, 227. STAAL,J. F., 147, 593, 599.
SCHOLER,89. STAAL-KROP H OLLER, M., 107, 593.
SCHRODER, G., 199, 251. STACC H INI, 438.
760 Indice de autores citados
STADERINI, 499.
STALIN,315.
STAPRAN, O., 283. ULLMAN,E. L., 185.
STARACE, 415. UNWIN,R., 20, 22, 26, 30, 31, 78, 81, 178, 214,
STEFANI,de, 335, 432. 534. 548. 549, 551. 554, .585, 676, 701.
STEIGER; 630.
STEINS,S., 69, 672, 673, 675-677, 711.
STENBERG,. 275.
STERBINI,G., 467, 469.
STEWART, M., 538.
STILJ, de, 110. VACCARO, G., 353, 478.
STINNERS, H., 193, 235. VAGO,J., 162, 643, 645, 649.
STORA-SANDERS, J., 286. VALIKANGAS, M., 641.
STRNAD,160. VALLARO, G., 355.
STRONG,W. A., 711. VALLE,C., 525.
ST~BBEN, J., 20, 36, 40, 42-44, 51, 70, 80, 172. VANLOGHEM,J. B., 301.
STUD,B., 227. VANNONI, C., 468.
SUBIN,A., 283. VECCHI, de, 520,
SUSINI,467, 468, 480, 481. VEGMAN, G., 280, 293.
SWAELMEN, L. van der, 605, 606. VEILLER,L.,. 75.
VELDE,H. Van der, 70, 82, 85, 87, 90, 119, 123.
VELIKOVSKI, 317.
VENDEROV, V. L., 309.
VERONESI,G., 113.
VERWILG H EN, R., 60.5.
TAFURI,M., 103, 104, 162, 199. VESNIN,A. V., 274, 279, 281, 282, 286, 292, 330.
TALLARICO, G., 506. VESNIN,L., 309, 317, 320.
TAMMS, F., 251. VESNIN,V., 317.
TATLIN,273, 279. VIALE, A., 457, 461, 462.
TAUT, B., 89, 115-117, 134, 158, 162, 164, 195, VÍCTORMANUEL11, 356, 426.
197, 202, 204-206, 227-229. VIETTI, L., 427, 461, 462.
TAUT,M., 134, 161. VIOLA,499.
TAYLOR,W. C., 532. VIRGILIO,333
TEDESCHI,E., 368, 373. VIRGIN,A., 635, 637.
TEIGE, K., 167. VITELLOZZI,467, 468.
TENTORI,S., 61. VITMAN,V., 323.
TEPLITZKI,V., 278. VIVANTI,R., 464.
TEREJIN,F. A., 284. VLADIMIROV, V., 288, 294, 325.
TERRAGNI,G., 168, 338, 340, 351, 353, 430, 493. VLAMINCK, 91.
TESSENOV,H., 51, 88, 242. VLASOV,328.
TESTA,V., 406, 416. VLUGT,L. C. Van der, 603.
THIEL, E., 271. VOLPI, G., 335, 506, 508, 514.
T H OMAS, A., 102, 733. VOYCE.A.. 303. 304.
TOMAS.M . G.. 714. VRIEND, J.' J., 109.
T H O&ON, F.' M. L., 26.
THOMPSON, W., 29, 31.
THRASNER. F. M.. 185.
T HYSSEN, F. von, '235.
TIALAV,W., 251. WACHMANN. K.. 718. 721.
TIJEN,W. van, 603. WADSWORTH, R. S.,'711.
TITUS,G. F., 706. WAGNER, M., 195, 201, 203-206, 208, 211, 239.
TONGERLOO, van, 111, 112. WAGNER,0.. 44, 45, 79, 86, 641.
TONNIES,175, 184. WAGNER; Senador, 704.
TOPORAVA, 282. WAKEFIELD, 18.
TORNELLI, C., 469. WALKER,R. T., 740.
TORRES,495. WANK,R., 693, 711.
TORRESCLAVÉ,J., 626. WARREN, H., 537.
TOURNAI,105. WATEMAN, S., 659.
TOWNE,C., 693. WATSON,24.
TRIGGS,32. WEBB, A., Sir, 14, 547.
TROOST,P. L., 241, 242, 257, 264. WEBER,A., 186.
TROSTKI,N., 266, 267, 282, 323. WELWYN,532, 533.
TUFAROLI,L. M., 368, 369. WENDINGEN, 107.
TUGWELL, R. G., 686, 687, 710. WEATTEY,534.
TYRWAITT, J., 33. W H EELER, 740.
TZARA,T., 93. W H ITAKER, 673.
l Zndice de autores citados
Auschwitz, 254.
Australia, 19.
Adama, 527, 529. Austria, 7, 36, 45, 79, 236, 61 1
Addis-Abeba, 523, 526, 528. Austostroi, 327.
Adelaida, 19. Avelino, 501.
Adigrat, 529. Azerbaiján, 323.
Adua, 529.
Africa, 502, 505, 506, 523.
Akmolinsk, 270.
Alabama, 690.
Alaska, 673. Baku, 323, 324, 329, 330.
Albania, 493. Baltimore, 712.
Albona, 379. Barcelona, 52, 67, 69, 623, 624.
Alejandría, 516. Bari, 104, 181, 358, 392, 492.
Alemania, 7, 8, 22, 30, 36, 37, 39, 40, 44-46, Barnes City, 743.
51, 79, 85, 91, 101, 102, 105, 106, 113, 115, Bartring, 206.
119, 123, 132, 134, 159, 180, 191, 194, 200, Basilea, 628, 631, 651.
234, 238, 243, 247, 254, 258, 273, 333, 337, 342, Bayreuth, 251.
348, 351, 372, 384, 575, 643, 652. Bélgica, 8, 22, 62, 68, 435, 585, 604, 605.
Alessandría, 501. Benevento, 501.
Alfeld, 89. Bengasi, 506, 515, 516.
Alkrington, 26. Berezniki. 325.
Alma-Ata, 306, 324. , , . -
Altona, 227. ~ e r g e n ,684.
Amberes, 42, 52, 79, 610. Berlín, 36, 40, 43, 44, 53, 79, 80, 85, 87, 88, 90,
América, 35, 73, 739. 105, 112, 114, 115, 124, 129, 131, 134, 137, 143,
América Latina, 1.51. 159, 189, 191, 194-196, 199, 200-202, 204, 206,
Amsterdam, 67, 107, 112-114, 166, 585, 589, 590, 207, 211, 228, 236, 241-244, 248, 249, 251, 253,
593, 595-597, 720.
Ancona, 435, 497. Berna, 68:
Anderghem, 605. Beverly Hills, 744.
Angola, 505. Bielefeld, 115.
Ankara, 648, 649. Bielorrusia, 323.
Aosta, 353. Birmingham, 32, 80, 557, 558.
Aprilia, 361, 368. Birobidzhan, 328.
Apuania, 376. Bochum, 200.
Apulia, 378. Bogotá, 151.
Aquilia, 489, 499. Bolonia, 105, 357, 394, 435, 464, 465, 467.
Argel, 152, 156, 168. Bolzano, 486, 487, 495.
Argelia, 153. Bombay, 33.
Argentina, 435. Borgata Alessandrina, 424.
Arizona, 706, 707. Boston, 663, 683, 729.
Armenia, 323. Bovisa, 435.
Arsia, 377, 380. Bradford, 537.
Ascoli, 501. Brasil, 435.
Asis, 347. Brescia, 344, 346, 447, 482.
Asmara, 503, 518, 520. Breslau, 87, 137, 230, 251.
Assab, 518, 520. Brianza, 435.
Atenas, 59, 156, 168-170, 645, 646. Bridgeport, 666, 667.
Atlanta, 691. Bríndisi, 492. '
Dakota, 673.
Dallas, 665. Gales, 28.
Darmstadt, 43, 48, 79, 85, 87. Ganshoren, 605.
Dassau, 47, 48, 127, 133, 136. Gante, 33, 43, 80.
Dessau, 123-125, 129, 134, 138, 238, 279. Gelsen Kirchen, 200.
Dessie, 527, 528. Génova, 323, 358, 390, 392, 435, 454, 457, 461,
Detroit, 450, 681, 682, 684, 717. 462, 477, 512, 521, 691.
Dinamarca, 631, 637. Georgia, 323, 691.
Dinant, 604. Gimma, 528.
Dire-Dava, 527, 529. Ginebra, 161, 162, 628, 630, 645.
Donbass, 267. Glasgow, 557, 558.
Dortmund, 198, 200. Gleiwtz, 251.
Dresde, 45, 48, 88, 233, 263, 264. Gondar, 527.
Dublín, 31, 37, 79. Gordiani, 423, 424.
Dvisburg, 137, 200, 230, 233. Gorki, 271, 306, 323, 328.
Dushambe, 325. Gorki del Kama, 327, 328.
Düsseldorf, 15, 43, 44, 79, 80, 85, 88, 242, 247 Gorki Yaroslav, 306.
Dzerzhiner, 325. Graz, 611.
Zndice geográf icc
Kafuaart, 667.
Kandagach, 270.
Karaganda, 328. Madrid, 43, 63, 64, 623, 624.
Karlsruhe, 51, 132, 233. Magdeburgo, 41, 227.
Kartaly, 270. Magenta, 435.
Kaschirsk, 287. Magliana Nuova, 426.
Kassel, 232, 233. Magnitogorsk, 267, 270, 293-295, 301, 325, 326,
Kauttua, 641. 328.
Kazán, 323.
Indice geográfico
W Wolfenbüttel, 251.
Woodlands, 28.
Washington, 73, 80, 176, 663, 673, 680, 681, 683, Wyoming, 699.
684, 686, 711, 712.
Watts, 743.
Weimar, República de, 87, 112, 191, 223, 227, 234, Y
237. 238, 240, 263.
~ e l w i n 23,
, 173, 174. Ypres, 604, 607.
Wendingen, 108. Yugoslavia, 643, 645.
West Han, 553.
~esthausen,217.
Wieringermeer, 587.
Wiesbaden, 43.
Winterhude, 225.
Wiscosin, 77, 188, 681. Zagreb, 645.
Wittenau, 206. Zlin, 644.
Witzleben, 208. Zurich, 627, 628.