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La graduación es solo un concepto. En la vida real te gradúas todos los días.

La graduación es un proceso que continúa hasta el último día de tu vida. Si


puedes entender eso, marcarás una diferencia.
Arie Pencovici.
Distinguidas autoridades educativas y civiles que nos honran con su presencia.
Maestros.
Alumnos integrantes de la generación 2015-2018.
Padres de familia.
Público en general.

Agradezco la oportunidad de estar frente a ustedes en representación de mis


compañeros que egresamos. Me siento feliz y es un honor para mí ser la
portavoz de las palabras de despedida que no son solo de alegría, sino de
optimismo, de agradecimiento y de exhortación.
Hoy se termina una página más del libro de nuestras vidas, un capítulo más
está por escribirse. Recordar es volver a vivir. Esto no es una despedida
aunque así lo parezca, las despedidas suelen ser tristes y hoy estamos aquí
celebrando y eso debe ser motivo de alegría.

En nuestro primer día de clases teníamos todas las expectativas, la


incertidumbre de cómo serían nuestros compañeros, nuestros maestros, las
clases, la escuela. Muchos fuimos los que emprendimos el viaje, sólo unos
cuantos logramos terminar la aventura. Los que se quedaron en el camino
algunos ya son padres, otros reprobaron materias y se dieron de baja, los
más desafortunados dejaron la escuela porque el dinero faltaba en casa.
La vida cambia, es imposible mantenerse siempre en un mismo lugar. Se me
viene a la mente cuando no prestábamos atención a las clases o no
entrabamos a ellas, cómo no recordar las bromas de los compañeros, los
regaños de los profesores, el típico compañero que copiaba la tarea, el que
pasaba las ecuaciones de mate, el ruidoso, el callado, el bromista, el
divertido, el sonriente, adiós a esas aventuras. ¿Qué haremos ahora sin
ellos? Pasamos de ser conocidos a ser grandes amigos.
Esto no sería posible sin aquellos seres maravillosos que Dios nos dio,
nuestros padres. Por sus esfuerzos, por entendernos, por su atención, su
cariño y comprensión. En cada etapa de nuestra vida hemos sentido y visto
su apoyo constante además de la confianza puesta en nosotros.
Señalándonos que para alcanzar el éxito el mejor camino es el estudio, sin
sus palabras quizás no hubiésemos entendido lo que significa ser todo un
profesional.
A ustedes que sufrieron cuando nos vieron cometer sus mismos errores,
acompañándonos en nuestras desveladas, que lloraron a nuestro lado,
dándonos consejos cuando teníamos que tomar una decisión difícil, que con
paciencia y atención nos escuchaban, su apoyo sentimental, económico y
moral ha sido incondicional.
Sé que no somos perfectos, tenemos muchos defectos pero siéntanse
orgullosos porque ustedes fueron y son nuestra fuerza, nuestra inspiración,
parte de nuestro motor que nos impulsa a mirar siempre hacia adelante y con
la cara en alto. Es nuestro turno de tomar las riendas de nuestras vidas y
poner a prueba todo lo que nos enseñaron.

Educar a una persona no es hacerle aprender algo que no sabía sino hacer
de él alguien que no existía. Siempre hay un maestro que te enseña.
Extiendo un enorme agradecimiento a mis maestros que compartieron sus
saberes y pasiones, abriendo nuestras alas al conocimiento, que en
ocasiones la tuvieron de que hacer de héroes y en otros momentos de
villanos. Quienes son fuente de sabiduría, grandes mentores que supieron
cómo despertar nuestros talentos y genialidades.
A ellos que nos hablaron del pasado, del presente y del futuro, que supieron
cómo convertirlo en algo sencillo de comprender, exigiéndonos para que
lográramos superar nuestras propias barreras. Sé que para algunos de
ustedes fuimos un dolor de cabeza, más cuando hacíamos nuestros
berrinches, gracias por buscar obtener lo mejor de nosotros y enseñarnos lo
que somos capaces de hacer, son un ejemplo a seguir, les debemos parte
de nuestro éxito y los invito a que como hasta hoy se sigan preparando día
con día.
Generación 2015-2018. A ustedes me estoy dirigiendo.
Compañeros inolvidables, amigos, confidentes, cómplices, almas
gemelas. En este día culmina lo que hace tres años comenzó, todos
tomaremos caminos diferentes. Ha sido una dicha el poder estudiar
al lado suyo, gracias por su apoyo en las horas de clase, por sus
sonrisas, su alegría. En estos momentos nuestro corazón se
embriaga de una manera inexplicable, existe una mezcla de tristeza,
felicidad y satisfacción por haber llegado a la meta, es hora de decir
adiós a esta gran familia.
Quiero desearles mucha suerte y que su vida sea victoriosa, que sus
sueños se cumplan, jamás se den por vencidos, saliendo de este
recinto seremos alumnos graduados. Crecer duele pero al mismo
tiempo no podemos dejar de entusiasmarnos por la nueva etapa que
se aproxima., nuevos retos y metas, lugares distintos y personas
nuevas, la aventura continua.
A partir de hoy saldremos al mundo pero no indefensos sino con esa
armadura de acero que son nuestros valores; nuestros
conocimientos, el campo de batalla nos espera para demostrar lo
que hemos aprendido.
Recordemos que el estudio, y nada más que el estudio, es la llave
que nos abrirá las puertas del mañana y cuando volvamos la vista
hacia atrás miraremos que habrá valió la pena.
En hora buena, gracias.

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