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Inclusión: niños ciegos en el aula

Seño Punk

Cambiando totalmente de tercio, hoy volveré a hablar de inclusión igual


que lo hice aquí, pero de una manera más específica. Me voy a centrar en
la ceguera.

He de decir que hablaré mucho y muy bien de la ONCE como corporación


sin ánimo de lucro con la misión de mejorar la calidad de vida de las
personas ciegas y con discapacidad visual de toda España. Y no es porque
me hayan pagado ni nada parecido, es que actualmente, junto con su
fundación y su corporación empresarial, genera más de 115.000 empleos y
solventa de manera autónoma la atención especializada que requieren las
personas ciegas y discapacitadas visuales de toda España, y eso es de
mencionar y sobre todo agradecer.

Además, he de decir que yo me interesé por el tema hará algo más de un


año, concerté un par de citas en la ONCE con alguien que formaba parte
del equipo de educación, y quedé maravillada del grandísimo trabajo
que hacen. De hecho, la mayoría de información que os voy a contar, tiene
su origen en estas reuniones.
Comencemos con un poquito de perspectiva. Según el Informe sobre la
ceguera en España del Colegio de Médicos de Salamanca, la ONCE tiene
70.775 afiliados distribuidos de la siguiente manera:

Así que, como vemos, se trata de una discapacidad relativamente frecuente


a la que, por tanto, habremos de prestar bastante atención.

Los niños ciegos necesitan una adaptación de acceso al currículo (los


objetivos y contenidos son, evidentemente, exactamente iguales que para
los demás niños, pero sí necesitan una modificación, o en su defecto, la
provisión de elementos y recursos materiales concretos que posibiliten la
superación de sus limitaciones sensoriales), puesto que no pueden usar el
código visual de la lectoescritura como todos los demás, por lo que tienen
que utilizar un código táctil como lo es el Braille. Gracias al sistema de
puntos en relieve (los seis puntos se conocen como signo generador) que
ideó Luis Braille en 1825, hoy las personas ciegas poseen una herramienta
válida y eficaz para leer, escribir, y acceder a la educación, la cultura y la
información.
Pero, ¿cómo se les enseña a leer y escribir a los niños ciegos? ¿Podemos
hacer algo para ayudar desde el aula?

Enseñar a leer a niños ciegos


Para aprender a leer en Braille se necesitan básicamente tres cosas:
desarrollar el tacto, aprender el código, y, como siempre, animación a la
lectura. Abordaremos cada parte por separado.
1) Desarrollo del tacto
Si para cualquier niño en la etapa de Infantil el desarrollo del tacto, como
el de cualquier otro sentido, tiene gran importancia, podemos imaginar
perfectamente que para un niño ciego es absolutamente vital, sobre todo
porque leerá gracias a él.

Al contrario que ocurre con la vista, resulta que el tacto no es un sentido


tan inmediato (nos pasamos el día utilizando el sentido de la vista, y no
ocurre lo mismo con el tacto), y además no hay muchas oportunidades de
trabajarlo, de ponerlo a prueba, al menos no tantas como con la vista. Así
que los niños ciegos deben trabajar el tacto siempre que tengan
oportunidad. Y en eso la escuela puede echar una mano ¡o dos, si hace
falta! Porque además, aunque quien más lo necesite sea el discapacitado
visual, trabajar este sentido nos beneficiará a todos. Y además se puede
hacer muy fácilmente, ¿no creéis?
Pero además del sinfín de actividades que se nos puedan ocurrir para
compartir con ellos, también existen materiales específicos que les facilita
la ONCE, como los libros de discriminación de texturas, formas y
orientación espacial, o las cartillas de prelectura, que utilizan formas en
relieve, líneas de puntos para seguir con el dedo, y también actividades
específicas.

Respecto a la orientación espacial, se ha de decir que, aunque no lo parezca,


tiene una importancia vital en desarrollo del tacto para los niños ciegos,
puesto que la disposición de los puntos en el signo generador a veces tiene
exactamente la misma forma pero una disposición totalmente distinta que
se ha de aprender a discriminar. ¿No creéis que nuestra ayuda desde la
escuela puede venirles muy bien en este sentido?
2) Aprendizaje del código
Para esto, los niños ciegos cuentan, gracias de nuevo a la ONCE, con un
mínimo de 3 recursos (que yo conozca):

 La muñeca Braillin. Una muñeca muy chula con el signo generador en


su tronco, con el que pueden jugar a apretar y de esta manera esconder o
sacar cada punto, y que los niños más pequeños se llevan a clase para
familiarizarse con el sistema Braille desde lo más básico. Por supuesto,
también puede servir para explicar a sus compañeros la razón de
existir de dicha muñeca, generándoles curiosidad y por tanto
tratando la diferencia de manera positiva.

 Regletas con tornillos. Esto es ya mucho más específico, y se lleva a


cabo en actividades para grupos que organiza la ONCE, no en la escuela,
pero siempre es bueno conocer cosas más allá de lo que tenemos día a
día en el aula. Como veis, se trata de una tira de signos generadores
huecos en los que se van introduciendo tornillos. De un tamaño todavía
muy grande, porque veremos que esto va a ir menguando poco a poco.
Podría ser buena idea pedirlos prestados (si a mí me los dejaron, para
trabajarlo en el aula seguro que también los pueden dejar) y realizar
actividades chulas en clase del tipo adivina la palabra secreta o envía
un mensaje secreto a tu amigo o algo así, ¿verdad?

 Cartillas con actividades. Cada vez más específico, pero a mí me


recuerda bastante a las cartillas de caligrafía, ortografía… En estas
cartillas, veremos al principio signos enormes y además con tacto
especial (fondo como de marfil y puntos aterciopelados), pero poco a
poco serán puntos cada vez más pequeños, con actividades cada vez más
dirigidas al aprendizaje del código, y cada vez más parecido al estándar.
3) Animación a la lectura
¿Cómo se realiza animación a la lectura? Pues con cuentos, ¡como es
lógico! Evidentemente, en este caso los cuentos son especiales.

Para empezar, el texto está tanto en grafía como en Braille, para que
puedan leerlo tanto ciegos como videntes. Es importante porque se los
pueden leer los papás, la maestra en el cole… Pero lo más especial son los
dibujos. Los hay dos tipos: relieve en plástico o con telas y otros materiales
de diferentes texturas. Son muy chulos, y me encanta el hecho de que
llaman mucho la atención, puesto que llevar algo así a clase puede
convertirse en toda una experiencia para todos los niños del aula, y de paso
el niño ciego puede ser de nuevo el prota graciasa su diferencia.
Por supuesto, podéis imaginar que estos libros no se venden en cualquier
librería, son totalmente artesanales y tengo entendido que suelen
realizarlos a demanda. Eso sí, una vez utilizados se los queda la ONCE para
su sistema de préstamo. ¿A que es genial?
Enseñar a escribir a niños ciegos
Siguiente reto: escritura.

Los niños ciegos empiezan a escribir a la vez que el resto de su


compañeros con la grafía. Lógico, ¿no? Si no la inclusión sería un poquito
de mentirijillas…

Utilizan la máquina Pérkins, que es como una máquina de escribir pero


con sólo 6 teclas para los 6 puntos del signo generador (más barra
espaciadora, retroceso y tabulador, creo recordar). Esto tiene sus
dificultades, pero también sus ventajas:

 Dificultad: para cada letra, se tienen que apretar varias teclas a la vez,
con ambas manos. Así, de pronto, a mí me parece imposible…
 Ventaja: no tienen problema de mala letra, ¡siempre escriben bien! ;)
Escolarización
Como adelantábamos, los niños ciegos pueden y deben estar
escolarizados en el aula ordinaria, protagonizando una verdadera
inclusión (que no integración). Aunque es evidente que esta escolarización
plantea algún que otro problema. Para resolverlos, existen los profesores
de apoyo de la ONCE, que estarán dentro de clase en 3 sesiones de hora
y media cada una a la semana. Y no sólo ayudará al propio niño, sino que
también apoyarán y asesorarán al tutor y al resto de profesores en esas
adaptaciones de acceso al currículo.
Pero, además, la ONCE proporciona también material de apoyo gratuito.
Por ejemplo, los libros de texto. Realizan copias transcritas en Braille y e
incluso tratan de plasmar de alguna forma la imagen cuando es
importante. El gran problema aquí son las editoriales y los cambios de
libros que se realizan cada año, porque tratan de que ese libro sirva para
más de un niño en años consecutivos, pero claro, si cambian muchas cosas
o directamente de editorial, todo el trabajo (que podéis imaginar que es
mucho) habrá servido para un solo curso… ¡otra razón para dejar de usar
libro de texto, o al menos, para que no se cambien las ediciones tan a la
ligera!

Por otra parte, a partir de 4º ó 5º de primaria los niños ciegos reciben clases
de informática. Esto también es lógico, puesto que necesitan la
mecanografía para poder ganar velocidad al escribir, que al principio
seguro que es fácil seguir el ritmo de los compañeros, pero una vez éstos
se suelten, tiene que ser muy difícil…

Y bueno, no sé si habéis visto alguna vez un ordenador adaptado para


ciegos. Necesitan únicamente dos detalles importantes:

 Una tableta Braille, mediante la que no sólo pueden escribir, sino que
además tienen una línea de texto en Braille que corresponde con la línea
en la que se encuentra el cursor. Yo lo he visto funcionar y la verdad es
que ¡parece magia! xD

 Un programa con salida de voz. Esto parece más sencillo. Según qué
tecla aprieten en el teclado, el programa les lee el párrafo donde está el
cursor, o el documento desde el inicio…
Conforme crecen, disminuye el apoyo directo que les brinda la
ONCE (también muy lógico, tienen que adaptarse pero una vez
acostumbrados ya no necesitan tanta ayuda y también es importante que
aprendan a sacarse las castañas del fuego solitos), pero siempre conservan
el asesoramiento en caso de necesitar ayuda, así como la adaptación de
los libros, de cualquier nivel, también de la universidad.

Porque… a estas alturas nadie duda que estén tan incluidos en el sistema
escolar que puedan acceder perfectamente a la universidad, ¿verdad?

Los sentidos de un ciego


¿Quién no ha escuchado que los ciegos tienen, por naturaleza, aumentados
el resto de sentidos? Pues no es cierto (tampoco tenía mucho sentido,
¿eeeh?). El desarrollo del resto de sentidos no se logra de la noche a la
mañana, en el momento en que se quedan ciegos (si es que hay un momento
concreto), ni les viene “de serie” al nacer. Hay que trabajarlo muy
conscientemente. Les falta el sentido que más usamos con diferencia, así
que el resto de sentidos les tienen que alertar de cosas que a nosotros se nos
escapan, pero es gracias al trabajo que hay detrás de ellos.

Así que si tienes un niño ciego en clase no dudes ni un momento en


realizar mogollón de actividades sensoriales, tanto sobre el tacto como
de los otros 3 sentidos, puesto que en la vida de un ciego es fundamental el
desarrollo del resto de sentidos, y, de nuevo, el resto saldrán también
beneficiados.

Por cierto, curiosidad: los semáforos con aviso acústico no funcionan


siempre porque son los propios ciegos quienes tienen un mando que los
activa cuando necesitan pasar. ¡Y yo pensando que el sistema se pasaba
más tiempo estropeado que funcionando!
Para terminar, tres cositas.

La primera es que no me extraña que los ciegos estén tan agradecidos a la


ONCE, porque, como habéis podido comprobar, no sólo les proporciona
trabajo sino que además se encarga de todo lo que necesitan para poder
sentirse uno más entre tanto vidente. Desde aquí, toda mi admiración.

La segunda es recordaros que no es la primera vez que hablamos de ceguera


en este blog, puesto que aquí puedes leer una reseña sobre “El libro negro
de los colores”, un libro muy chulo y especial con el que podemos
trabajar la ceguera en el aula. ¡Os va a encantar!
La tercera y última es una reflexión final, una pequeña e inocente pregunta
que me reconcome y con la que me gustaría que cada uno
reflexionara… ¿Debe un maestro/a aprender Braille si tiene un niño
ciego o con deficiencia visual más o menos grave en el aula?

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