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FACULTAD DE PSICOLOGÍA
Profesor:
Martínez, José
Integrantes:
Castañeda Tenazoa, Alexander
Costa Neyra, Ana
Maytan Paredes, Oliver
Meregildo Peña, Meylin
Ortiz Vallejo. Carolina
Pajares Ramírez, Gabriela
Rupay Zevallos, Bryan
Timoteo Palacios, Stedhin
Lima - Perú
2018
Introducción y Marco Teórico
Las ratas por naturaleza suelen evitar los lugares abiertos, y tienden a desplazarse por esquinas y
ángulos ocultos, estableciendo siempre un lugar que servirá de refugio. Este último sirve de punto
cero a partir del cual se hacen las demás incursiones en el medio y desde el punto de vista
evolutivo este comportamiento surge como un mecanismo adaptativo ante la depredación, ya que
se evitan los lugares abiertos quedando así menos expuestas.
Para orientarse, las ratas deben utilizar un sistema mediante el cual desenvolverse sin problemas
en ambientes simples y complejos logrando alcanzar así objetivos propuestos. Bajo esta premisa,
para encontrar el camino a través de un laberinto deben guiarse por el entorno creando un mapa
visual interno al cual acceder para volver sobre sus pasos y encontrar rutas conocidas o evitar los
lugares ya visitados que no aporten ningún beneficio. Este sistema de navegación está sustentado
por múltiples fuentes de información que la rata debe integrar y en algunos casos escoger las más
fiables.
La rata se vale de dos tipos de información, la externa y la interna. La información interna procede
principalmente del sistema vestibular que le informa sobre la dirección que tiene su cabeza, o la
velocidad a la que ésta se mueve. La información externa es la que proviene principalmente del
sistema visual, pero también del sensorial, olfativo y auditivo. Este último tipo de información le
será muy útil a la hora de establecer puntos de referencia facilitando así el aprendizaje del entorno
y su almacenamiento en la memoria (por ejemplo, una pista visual en una zona externa a un
laberinto). La rata deberá integrar los distintos tipos de información, para poder establecer el mapa
virtual interno correctamente, y acceder a él y al contexto en el cual se encuentra dicho mapa. A
veces, no dispondrá de la información externa de tal forma que deberá utilizar los mapas
generados únicamente con la información vestibular.
En este estudio se utilizará como sujeto a 1 rata macho de la cepa albina lewis, de 240-254 gramos
de peso, con una edad promedio de 19 semanas. El sujeto fue suministrado por el Bioterio de la
Universidad Peruana Cayetano Heredia. Durante el experimento, el animal permaneció con un
ciclo de luz / oscuridad de 12 horas (las luces se encendían a las 11:00 a.m.) y acceso a comida y
agua. La jaula donde una capa de aserrín en el fondo que es cambiada cada tres día.
Se utilizará el laberinto circular de Barnes, versión modificada de Troncoso y Cols. (2010). Éste
consiste en una plataforma circular de madera (120 cm de diámetro) elevada a un metro del suelo,
con 20 orificios (cada uno de 2,5 pulgadas de diámetro) de escape en la periferia. Sólo uno de los
orificios está comunicado con una caja de escape o caja meta (B). En la cara superior del centro
del laberinto se encuentra un envase o caja de inicio o salida (A), cuyo objetivo es introducir
cuidadosamente al animal para dar inicio a la prueba.
0
El agujero que se presenta de color gris oscuro, corresponde al agujero meta (agujero 0), en cuya parte
inferior se encuentra dispuesta una caja de escape, también conocida como caja meta
(Figura 1).
En el centro del laberinto se ubica una caja de salida (A), donde el animal será ubicado antes de realizar los
ensayos de la sesión (Figura 2).