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Brasília, Julio de 2008

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)

Vincent Defourny
Director de la UNESCO en Brasil

Célio da Cunha
Coordinador Editorial

Marilza Regattieri
Coordinadora de Educación a.i.

Gobierno del Estado de Rio Grande do Sul

Yeda Rorato Crusius


Gobernadora del Estado de Rio Grande do Sul

Osmar Gasparini Terra


Secretario Estadual de Salud (Coordinador del Programa Primera Infancia Mejor)

Mariza Abreu
Secretaria Estadual de Educación

Mônica Leal
Secretaria Estadual de Cultura

Fernando Schüller
Secretario Estadual de Justicia y Desarrollo Social

Las autoras son responsables por la opción y presentación de los hechos que contiene este libro, así como
por las opiniones que expresa el mismo, que no son necesariamente las de la UNESCO, ni comprometen a
su organización. Las indicaciones de nombres y la presentación del material a lo largo de este libro no implican
que se manifieste cualquier opinión por parte de la UNESCO respecto a la condición jurídica de cualquier
país, territorio, ciudad, región o de sus autoridades, ni tampoco la delimitación de sus fronteras o limites.

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Alessandra Schneider y Vera Regina Ramires

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Colaboradores de la presente publicación:

Arita Gilda Hübner Bergmann - Gerente del Programa Primera Infancia Mejor
Lacy Maria da Silva Pires - Supervisora Técnica
Leila Maria de Almeida - Coordinadora General del Programa Primera Infancia Mejor
Liése Gomes Serpa - Supervisora Técnica
Maria da Graça Gomes Paiva - Supervisora Técnica
Maria Helena Capelli - Supervisora Técnica
Osmar Gasparini Terra – Secretario Estadual de Salud de Rio Grande do Sul
Sandra Silveira Nique da Silva - Supervisora Técnica
Vera Maria da Costa Ferreira - Supervisora Técnica
Wilda Maria Blasi - Supervisora Técnica

Traducción: Enrique Elías


Revisión: DPE Estúdio
Proyecto gráfico y portada: Edson Fogaça
Diagramación: Rodrigo Domingues
Fotos: Las fotos de la portada y de las páginas 18, 22, 26, 30, 31, 37, 57, 62, 69, 72, 77, 82 y 104
son de propiedad del fotógrafo Beto Scliar. Las demás, pertenecen al acervo del Programa.

©UNESCO, 2008

Schneider, Alessandra

Primera Infancia Mejor: una innovación en política pública / Alessandra Schneider y


Vera Regina Ramires. – Brasília : UNESCO, Secretaria Estadual da Saúde do Rio Grande do Sul, 2008.
136 p.

BR/2007/PI/H/11 (versión española publ. 2008)

1. Primera Infancia—Evaluación de Proyecto--Políticas Públicas—Brasil 2. Educación


Infantil—Evaluación de Proyecto--Brasil I. Ramires, Vera II. UNESCO III. Rio Grande do
Sul. Secretaria Estadual da Saúde IV. Título

CDD 305.23

Secretaria Estadual de Salud de Rio Grande do Sul


SAS, Quadra 5, Bloco H, Lote 6, Programa Primera Infancia Mejor - PIM
Ed. CNPq/IBICT/UNESCO, 9º andar Av. Borges de Medeiros, 1501, 6º andar –
70070-914 - Brasília - DF - Brasil Ala Norte, Centro.
Tel.: (55 61) 2106-3500 90110-150 - Porto Alegre – RS - Brasil
Fax: (55 61) 3322-4261 Tel.: (55 51) 3288-5853/5955/5887/5888
E-mail: grupoeditorial@unesco.org.br Fax: (55 51) 3288-5810
E-mail: primeirainfanciamelhor@saude.rs.gov.br
Site: www.pim.saude.rs.gov.br

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S U M Á R I O

Resumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .7
Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .9
Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .11
Cuestiones para reflexión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .13
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .15
Contextualizando el Programa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .16
Algunos indicadores socioeconómicos, educativos y de salud . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .17
Los derechos de los niños y la legislación brasileña para la protección de la infancia . . . . . .19
El nacimiento de un Programa dirigido hacia la primera infancia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .23

Capítulo 1 - ¿Por qué invertir en la Primera Infancia? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .27


La situación de la primera infancia en Brasil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .29
Algunas contribuciones de la ciencia sobre el desarrollo de la Primera Infancia . . . . . . . . . . .38

Capítulo 2 – Presentando el PIM . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .53


De la teoría a la práctica: presupuestos teóricos y ejes estructurales del PIM . . . . . . . . . . . . .56
Estructura y funcionamiento del Programa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .69
El PIM en el ámbito de la Diversidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .76

Capítulo 3 - Algunas experiencias municipales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .83


El PIM en el municipio de Bento Gonçalves y la
participación intersectorial: un nuevo paradigma de acción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .83
El PIM – Niños egresados de la Unidad de Cuidados
Intensivos (UCI) Neonatal: la experiencia del municipio del Rio Grande . . . . . . . . . . . . . . . . .88
El PIM en el municipio de Santiago – Un futuro mejor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .93
El PIM en el área rural: la experiencia del municipio de São João do Polêsine . . . . . . . . . . . .96
Los niños egresados del PIM en el municipio de São Sepé . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .99

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Capítulo 4 – El PIM: de propuesta innovadora a política pública . . . . . . . . . . . . . . . . . .105
La adhesión de los municipios y el crecimiento del PIM . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .107
Las actividades paralelas de advocacy sobre la Primera Infancia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .110
El PIM como política pública amparada por la Ley Estadual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .115

Capítulo 5 – Consideraciones finales (reflexionando sobre la experiencia) . . . . . . . . . . .119

Referencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .125
Nota sobre las autoras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .133

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R E S U M E N

La presente publicación tiene por objetivo presentar el Programa “Primera Infancia


Mejor” (PIM), lanzado en abril de 2003 en el Estado de Rio Grande do Sul. El PIM es

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
una de las más importantes políticas públicas de dicho Estado y trabaja con el fin de
alcanzar la consecución de un desarrollo integral para la infancia. Este libro se inicia con
la discusión de la importancia de las inversiones en los primeros años, basadas en el
escenario infantil brasileño y en las contribuciones de la ciencia acerca de la importan-
cia que representan los primeros años para el desarrollo infantil. El Programa, entonces,
es presentado a través de la discusión de sus postulados teóricos; sus ejes estructura-
les; y sus modalidades de servicios. Son presentadas cinco experiencias llevadas a cabo
en diferentes municipios, así como el PIM en el contexto del Proyecto de Diversidad; el
desarrollo del programa desde su inicio; la cooperación técnica de la UNESCO; la asis-
tencia del Centro de Referencia Latinoamericano para la Educación Preescolar (CELEP),
de Cuba; el apoyo del UNICEF; y, las actividades dedicadas a la infancia temprana hasta
el momento de ser considerado como una política pública permanente, otorgando
total atención a la primera infancia en el Estado de Rio Grande do Sul. La experiencia
del programa ha demostrado que no solamente es posible, sino también deseable,
movilizar tanto a las personas que ocupan cargos decisorios, como a la sociedad en
general, para la implementación de políticas dirigidas hacia la infancia temprana. Ello
beneficia el conocimiento de los niños, su desarrollo físico y social, el mejoramiento de
los lazos de sus familias con las comunidades a las que pertenecen y la promoción de
la ciudadanía y la participación social, que contribuyen, sin lugar a dudas, al crecimien-
to de una nación.

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P R E F A C I O

El gran número de descubrimientos científicos recientes ha revelado la extraordinaria


importancia que tienen los primeros años de la infancia de los niños en la formación de

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
sus habilidades y competencias humanas, las cuales existirán a lo largo de toda su vida,
y que son esenciales para su realización como personas integradas en la sociedad. Ello
nos mostró la imperiosa necesidad de estructurar una política pública para la promoción
del desarrollo integral de la primera infancia en el Estado de Rio Grande do Sul.
El Programa Primera Infancia Mejor (PIM) fue el fruto de esta reflexión. El PIM se inició
en 2003, durante el gobierno anterior, y luego fue revestido de mayor importancia por la
administración actual. La ampliación de su alcance se da, asimismo, para propiciar la arti-
culación de todas las políticas públicas orientadas hacia las madres embarazadas y a los
niños pequeños, buscando asegurar su desarrollo más adecuado y, a través del mismo,
un cambio de dirección hacia una sociedad más integrada, menos violenta y más saludable.
El PIM, sin embargo, no se limita simplemente a este tipo de integración, sino que va
mucho más allá de este fin. Su principal objetivo es el de estimular el desarrollo socio-
emocional y cognoscitivo de los bebés y los niños, para que puedan aprender mejor y más
rápido al ingresaren en la escuela; y, para que puedan regular, de forma más adecuada,
sus sentimientos y su comportamiento, y con ello, tener un mejor desempeño en la vida.
Por todos estos aspectos, el PIM es una propuesta amplia y profundamente transfor-
madora, que pretendemos llevar a todas las familias del Estado de Rio Grande do Sul, y
a donde exista una madre embarazada o un niño pequeño, atendiendo, principalmente,
aquellas más pobres. También es parte esencial de nuestra innovadora propuesta, dentro
de una política estadual de prevención de la violencia. Estudios longitudinales muestran
que al cuidar mejor de nuestros bebés, estaremos desarrollando seres humanos más afec-
tivos y con mayor control de su impulsividad y agresividad. Por lo tanto, tenderán a ser
más pacíficos y sociables durante su vida adulta, además de adquirir una menor propen-
sión para la dependencia de drogas. El PIM es un programa esencialmente de promoción
de la salud que involucra a todas las dimensiones humanas, trabajando - desde sus raíces
- el desarrollo durante la primera infancia.
En la actualidad ya son más de 40 mil familias y más de 60 mil niños los que son acom-
pañados en sus casas semanalmente por el PIM en 217 municipios del Rio Grande.
Pretendemos, en los próximos tres años, multiplicar esta atención, para alcanzar a todos

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los niños en situación de vulnerabilidad social en este Estado. Al propiciar que los hijos
tengan una escolaridad más completa que la de sus padres y que se sociabilicen mejor,
las familias más pobres dan paso a una ruptura en la transmisión intergeneracional de la
pobreza, favoreciendo una mejoría en su situación económica y social.
Es importante mencionar que la calidad y la rapidez de la implantación del PIM se debe
en gran parte a las alianzas establecidas con entidades internacionales, en particular con
la UNESCO, que nos permitió el acceso a las informaciones y experiencias que son pun-
tos de referencia mundial para el tema.
Creemos que el PIM, por su concepción, estructura, fuerte alianza con los municipios
y por su carácter intersectorial, es un Programa innovador que permitirá realizar un cam-
bio trascendental en el modo de trabajar las políticas educativas, sociales y de salud en
todo Brasil. Dando la oportunidad a un comienzo de vida digno para todos los brasileños,
estaremos cambiando para mejor, en el mediano y largo plazo, toda la sociedad.

Yeda Rorato Crusius


Gobernadora del Estado de Rio Grande do Sul

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P R E S E N T A C I Ó N

La Representación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la


Ciencia y la Cultura (UNESCO) en Brasil, en alianza con el Gobierno del Estado de Rio

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Grande do Sul, se complace en presentar el Programa intersectorial Primera Infancia
Mejor (PIM), adoptando como política pública permanente la atención integral de la pri-
mera infancia en dicha Unidad de la Federación.
En marzo de 1990, bajo el liderazgo de la UNESCO, los representantes de los países
miembros de la Organización, reunidos en Tailandia, aprobaron la Declaración Mundial
de Educación para Todos, que reconoce que todos los individuos tienen derecho a opor-
tunidades educativas que satisfagan sus necesidades básicas de aprendizaje. Esta
Declaración, adoptada por 183 países (entre ellos Brasil), incluyó a la educación y a la asis-
tencia en la primera infancia, como parte de la educación básica, afirmando que “el
aprendizaje se inicia con el nacimiento. Ello implica que se lleven a cabo cuidados básicos
y la educación inicial durante la infancia, proporcionados por medio de estrategias que
comprometan a las familias y a las comunidades o programas institucionales, según sea
el caso” (Art. 5). Esta afirmación señala que la primera infancia – base sólida para todos
los procesos de aprendizaje humanos - es un tema que requiere una política amplia e
intersectorial. El Programa Primera Infancia Mejor, implementado en el Estado de Rio
Grande do Sul, Brasil, es una demostración concreta de cómo plantear el desafío de la
atención integral, promoviendo una acción articulada entre las áreas de salud, educación,
asistencia social y cultura, en beneficio de los niños, madres embarazadas y las familias
en situación de mayor vulnerabilidad social.
Investigaciones y experiencias realizadas durante las últimas décadas demostraron evi-
dencias contundentes de que la educación y los cuidados de calidad a lo largo de la pri-
mera infancia forman los pilares esenciales para la promoción del bienestar y del desarrollo
del potencial de aprendizaje de los niños. Análisis económicos también han demostrado
que es en el inicio de la vida cuando las inversiones públicas y sociales encuentran su
mejor costo-beneficio, sean de índole intelectual, emocional o motora.
Este reconocimiento llevó a las naciones a asumir en la ciudad de Dakar, en 2000, entre
los compromisos para la Educación para Todos, la meta de ampliar y mejorar la calidad
de la educación y de los cuidados en la primera infancia, con especial atención en los
niños en situación de vulnerabilidad. Brasil es uno de los países signatarios de este

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compromiso, y la UNESCO es la institución de las Naciones Unidas que tiene entre sus
atribuciones la de liderar, a escala mundial, el cumplimiento de esta meta.
Al lanzar el Programa Socio-educativo Primera Infancia Mejor en 2003, y al conferirle
el status de política pública estadual de atención integral a la primera infancia desde
2006, el Gobierno del Estado de Rio Grande do Sul asume un importante papel al reco-
nocer que “el aprendizaje de una vida comienza en la primera infancia”, y que “los pri-
meros seis años de vida de un niño valen para siempre”.
La presente publicación busca registrar y difundir la experiencia exitosa alcanzada por
el PIM y su trayectoria desde proyecto piloto hasta política pública, describiendo sus pos-
tulados teóricos, sus ejes estructurales y sus modalidades de atención. Cinco experiencias
municipales fueron identificadas entre innumerables otros casos innovadores y fueron
incluidas en este libro, otorgando voz a la creatividad y al protagonismo de los munici-
pios (aliados imprescindibles en la implementación y ejecución del Programa).
Esta publicación presenta, además, el panorama actual sobre la situación de los niños
brasileños con edades comprendidas entre los cero y seis años; las contribuciones de las
ciencias sobre el desarrollo en la primera infancia; y, analiza los resultados de los progra-
mas que se dirigieron hacia la promoción del desarrollo infantil.
Compartir y divulgar este Programa, que ya beneficia a decenas de miles de familias y
niños menores de seis años, en más de 200 municipios “gaúchos” es el principal objetivo
de este trabajo, con la expectativa de que el relato de esta experiencia sirva de inspira-
ción y estímulo para el desarrollo y fortalecimiento de políticas integradas de atención a
la primera infancia en Brasil.
Finalmente, es importante resaltar que en la educación durante la primera infancia, se
instaura – concretamente - la posibilidad de asegurar a todos los niños y jóvenes itinerarios
educativos de éxito. En ella, se asientan las bases de un continum educativo exitoso a lo
largo de la vida.

Vincent Defourny
Director de la UNESCO en Brasil

N. del T. Se llaman “gaúchos” a las personas oriundas del Estado de Rio Grande do Sul.

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T E M A S P A R A R E F L E X I O N A R

¿Cuál es la importancia de los primeros años en la vida de un individuo?


¿A que edad comienza la educación de un niño?

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
¿Qué significa desarrollo integral en la primera infancia?
¿Existe alguna relación entre el desarrollo integral en la primera infancia y el desarro-
llo de una nación?
¿Cuál es la situación de la población brasileña de cero a seis años de edad?
¿Cuál es el papel y la responsabilidad de los gobiernos para con el desarrollo de los
niños en sus primeros años?
¿Existe alguna relación entre la intersectorialidad y la promoción del desarrollo en la
primera infancia?
¿Qué políticas públicas conoce que están dedicadas a la educación y a los cuidados en
la primera infancia?
¿Vale la pena invertir en programas dirigidos hacia la educación y los cuidados de los
niños pequeños?
Este libro representa una tentativa de responder – o por lo menos - discutir y reflexio-
nar sobre estas cuestiones. Está inspirado en la experiencia pionera del Programa Primera
Infancia Mejor, el PIM, desarrollado desde 2003 por el Gobierno del Estado de Rio Grande
do Sul, Brasil, en estrecha colaboración con los municipios gaúchos, y que cuenta con la
cooperación técnica de la UNESCO. Este documento presenta un panorama sobre la rea-
lidad de la primera infancia brasileña en lo concerniente a algunos indicadores de educa-
ción, salud y asistencia social; aborda, también, las contribuciones de la ciencia sobre el
desarrollo infantil; y, analiza los resultados de programas que se dirigieron hacia la pro-
moción de la educación y los cuidados en la primera infancia.
El PIM es presentado en el Capítulo 2, desde sus fundamentos teóricos; sus ejes estruc-
turales; su organización y funcionamiento. Actualmente implantado en más de 200
municipios gaúchos, algunas experiencias municipales son también relatadas en este
libro, así como las actividades de advocacy en pro de la infancia vinculadas con el
Programa.

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La evolución del PIM y sus resultados posibilitaron que este programa diera origen a
una Ley Estadual que lo instituyó como una Política Pública Estadual. Compartir y divul-
gar esta experiencia son los objetivos principales de este libro, en beneficio de los niños
brasileños y sus familias. ¡Tenga una buena lectura!

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I N T R O D U C C I Ó N

El objetivo de este libro es el de presentar el Programa Primera Infancia Mejor (PIM),


implementado en abril de 2003 en el Estado de Rio Grande do Sul. Dirigido hacia la pro-

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
moción del desarrollo integral en la primera infancia, el PIM se constituye en una de las
más importantes políticas públicas de este Estado y, bajo la Coordinación del la Secretaría
Estadual de Salud, articula los esfuerzos de las Secretarías de Educación, Cultura, Justicia
y Desarrollo Social.
Implementado mediante la creación de alianzas entre Estados y Municipios, el PIM se
estructura en torno de tres ejes: la familia, la comunidad y la intersectorialidad. El
Programa da prioridad a áreas cuya población se encuentra en situación de vulnerabili-
dad y riesgo social; que concentran un alto número de niños de cero a seis años y madres
embarazadas; que presentan índices elevados de mortalidad infantil y un gran número de
niños no asistidos por escuelas de educación infantil.
Hasta diciembre de 2006, el PIM fue implantado en casi el 50% de los Municipios de
Rio Grande do Sul, atendiendo a 40 125 familias y beneficiando a 60 187 niños.
Contando con el apoyo y la cooperación técnica de la UNESCO, la sensibilización, el reco-
nocimiento y la valoración de la primera infancia por parte de los responsables de la
Secretaría Estadual de Salud, y la voluntad política del Gobierno del Estado, en 2006 el
Programa fue instituido como parte integrante de la Política Estadual de Promoción y
Desarrollo de la Primera Infancia, mediante la Ley Estadual No.12.544.
El PIM viene haciendo posible la construcción de una nueva historia en la vida de todos
los niños y familias atendidas, gracias al apoyo de las comunidades y de todos los secto-
res involucrados, generando impactos para esa misma comunidad. Guiado por principios
éticos y democráticos; reconociendo la importancia de su carácter interdisciplinario e
intersectorial, al promover la salud y el desarrollo de los niños atendidos, el PIM favorece
a su crecimiento, y aumenta las posibilidades de lograr un proceso de educación y de for-
mación de alta calidad. Consecuentemente, el Programa contribuye para la consecución
de un futuro productivo y exitoso, previniendo y minimizando los problemas de desarrollo
y aprendizaje, así como los riesgos de evasión escolar, la violencia, los conflictos con la
ley, entre otros.
En un país con problemas tan graves como es Brasil, de desigualdades sociales extre-
mas, violencia, falta de seguridad y falta de respeto para con los derechos humanos más

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elementales, invertir en la primera infancia se constituye como una estrategia política de
la más alta importancia. Sus resultados, a corto, mediano y largo plazo, además de la his-
toria individual de cada niño, contribuyen para cambiar los rumbos del país.

Contextualizando el Programa
Situado en el extremo sur del Brasil, el Estado de Rio Grande do Sul abarca un área de
281 748 538 Km2 comprendiendo 496 municipios. Posee una población estimada en 10
984 000 habitantes en 2006, de los cuales 129 000 son niños con menos de uno año,
571 000 son niños entre uno y cuatro años, y 369 000 entre los cinco y seis años de edad,
totalizando una población de 1 069 000 niños entre cero a seis años, cuyo porcentaje
poblacional es del 9,73% (según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística – IBGE-
2007).
Rio Grande do Sul es el quinto Estado más populoso del Brasil y el tercero con el más
alto Índice de Desarrollo Humano (IDH). Su historia se remonta al Siglo XVII, cuando en
1627, los jesuitas españoles crearon las Misiones cercanas al Río Uruguay. Fueron expul-
sados por los portugueses en 1680, y en 1687 los jesuitas portugueses fundaron los Sete
Povos das Missões (Siete Pueblos de las Misiones). Las luchas por la posesión de las tierras
entre portugueses y españoles llegaron a su fin en 1801, cuando los propios gaúchos
dominaron los Sete Povos, incorporándolos a sus territorios. En 1807, estas tierras fueron
elevadas a la categoría de Capitanía.
El Estado de Rio Grande do Sul está conformado por una población descendiente,
principalmente, de la inmigración y colonización europea del Siglo XIX, siendo uno de los
Estados más “europeos” del Brasil. Los azorianos, sumados a los amerindios, a los portu-
gueses continentales y a los esclavos africanos, vinieron a componer la población riogran-
dense. Los principales inmigrantes fueron los italianos y los alemanes. Los alemanes
comenzaron a llegar a partir de 1824 y los italianos a partir de 1875. Además de ellos,
podemos citar entre otros grupos de inmigrantes minoritarios, a los españoles, polacos,
rusos, judíos, árabes, japoneses, argentinos y uruguayos, entre otros.
Rio Grande do Sul, por lo tanto, ofrece una rica diversidad cultural la cual, de forma
sucinta, puede ser sintetizada en dos vertientes: la gaúcha, propiamente dicha, cuyas raí-
ces están vinculadas a los antiguos habitantes de las pampas; y, a la cultura traída por la
colonización europea, a través de los colonos portugueses y españoles, y los inmigrantes
alemanes e italianos.
La cultura gaúcha nació entre la Argentina, el Uruguay y el sur del Brasil, estando
caracterizada por la vida en el campo y la crianza de ganado bovino. Los gaúchos vivían
en una sociedad nómada, basada en la ganadería. Más tarde, con el establecimiento de
las haciendas de ganado, acabaron por establecerse en grandes estancias dispersas por

16
las pampas. El gaúcho era el mestizo de indio, portugués y español, y su cultura fue bas-
tante influenciada por las costumbres de los indios guaraníes, charrúas y por los colonos
hispánicos.
En la otra vertiente, se encuentran los alemanes, que comenzaron a establecerse a lo
largo del Río dos Sinos, a partir de 1824. Allí, establecieron una sociedad basada en la
agricultura y en la ganadería familiar, muy distinta de los grandes latifundios gaúchos,
que habitaban las pampas. Hasta 1850, los alemanes ganaban fácilmente las tierras y se
convertían en pequeños propietarios. Sin embargo, después de esa época, la distribución

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
de tierras en Brasil se tornó más restringida, dificultando la colonización en las proximi-
dades del Valle dos Sinos. Desde entonces, los colonos alemanes pasaron a expandirse
buscando nuevas tierras en lugares más lejanos y llevando su cultura hacia otras regiones
del Rio Grande do Sul, principalmente a las tierras bajas, y a las laderas de las sierras.
Los primeros inmigrantes italianos, al llegar al Brasil, se establecieron en Rio Grande do
Sul a partir de 1875. Estos colonos fueron traídos hacia la región para trabajar como
pequeños agricultores, ocupando las tierras en las faldas de la denominada “sierra gaúcha”.
En dicha región, fueron establecidas las tres primeras colonias italianas: Conde D’Eu,
Dona Isabel y Campo dos Bugres, actualmente conocidas como las ciudades de Garibaldi,
Bento Gonçalves y Caxias do Sul, respectivamente. Con el devenir del tiempo, los italia-
nos pasaron a subir a la sierra y a colonizarla, dando origen a innumerables otras ciuda-
des, introduciendo en la región la actividad vitivinícola, que hasta la actualidad es la base
de la economía de diversos municipios gaúchos. Se estima que hoy en día viven tres millo-
nes de italianos y sus descendientes en el Estado, representando cerca del 30% de su
población.

Algunos Indicadores Socioeconómicos, Educativos y de Salud


Rio Grande do Sul representa la cuarta más importante economía del Brasil. Esto se
debe a la dimensión de su Producto Bruto Interno (PBI), que alcanza el 8,08% del PBI
nacional, superado solamente por los Estados de São Paulo, Minas Gerais y Río de
Janeiro (BRASIL, Ministerio de Salud, 2006a). La economía del Estado gaúcho ostenta
una relación con los mercados nacional e internacional superior al promedio brasileño,
oscilando conforme evoluciona la economía del país y, también, de acuerdo con la
dinámica de las exportaciones brasileñas.
La economía de Rio Grande do Sul se basa en la agricultura (soya, trigo, arroz y
maíz, entre otros productos); también en la ganadería y en la industria (cuero, calzados,
alimentos, textiles, madera, metalurgia y química). Durante la década de 1990, y en
el inicio del Siglo XXI, hubo el surgimiento de polos tecnológicos de importancia en el
Estado, especialmente en el área de la petro-química y de la tecnología de la información.

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La industrialización de Rio Grande do Sul está elevando su participación en el PBI bra-
sileño, trayendo inversiones, mano de obra e infraestructura para el Estado.
El índice de alfabetización en el Estado era del 94,8% para la población con 15
años en adelante, en 2005 (BRASIL. Ministerio de Salud, 2006a). De los niños con eda-
des entre 7 y 14 años, en 2006, la tasa de asistencia a las escuelas varió del 97,5%
(en las familias con rentas mensuales de hasta medio salario mínimo per cápita), hasta
el 99,7% (en las familias con renta mensual de más de tres salarios mínimos per cápita)
(IBGE, 2007). En 2005, para cada mil habitantes había 2,02 médicos; 1,12 dentistas;
0,96 enfermeros; y, 2,82 camas de hospital (BRASIL. Ministerio de Salud, 2006b). Los
índices de sanidad indican que el 83,91% de la población contaba con abastecimien-
to de agua en 2005; el 79,41% cuenta con algún tipo de desagüe sanitario; y, el
86,78% está atendida por el servicio de recojo de basura. La Administración del
Estado posee una organización compuesta por 19 Coordinaciones Regionales de
Salud (CRS), 30 Coordinaciones Regionales de Educación (CRE) y 22 Delegaciones
Regionales de Asistencia Social.
Con una posición privilegiada en el escenario nacional, el Estado ostenta el menor
coeficiente de mortalidad infantil: 13,9/1000 nacidos vivos en 2006 (IBGE, 2007). El
Índice de Desarrollo Humano (IDH) en el Estado era del 0,81 en 2000 (ATLAS SOCIO-
ECONÔMICO DO RIO GRANDE DO SUL, 2007), y el Índice de Desarrollo Infantil (IDI)
del 0,72 en 2004 (UNICEF, 2005). Sin embargo, aún cuando se hayan registrado avan-
ces significativos a favor de la infancia, se constata que todavía existe en el Estado una
parte importante de la población en situación de vulnerabilidad social, con indicado-
res que exigen una mayor atención. Uno de dichos indicadores se refiere a la franja de
renta en familias con niños
entre cero y seis años de
edad, de hasta medio sala-
rio mínimo per cápita, cuyo
porcentaje es del 33,6%,
considerado como debajo
de la línea de la pobreza
(IBGE, 2007). La desigual-
dad social y la pobreza tie-
nen como consecuencia
niños que sufren mala nutri-
ción; habitan viviendas pre-
carias, que muchas veces no
cuentan con sanidad básica;

75,28% de los infantes de cero a seis años están fuera de la escuela en Rio Grande do Sul

18
tienen dificultad de acceso a las escuelas y a los servicios básicos de salud; y son más
vulnerables a las discriminaciones de género, etnia o clase social, lo que puede acarre-
ar un mayor índice de violencia cotidiana de estas familias.
Con relación a la atención prenatal, un dato preocupante es que en 2005, el 18,7%
de los recién nacidos vivos eran hijos de madres con hasta 19 años de edad (BRASIL.
Ministerio de Salud, 2006b). Además de ello, datos del Sistema de Informaciones de
Niños Nacidos Vivos, de 2006, revelan que el 91,3% de las madres embarazadas rea-
lizaron un seguimiento prenatal, pero, muchas de estas mujeres recibieron como máxi-

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
mo 3 consultas médicas durante su periodo de embarazo, cuando lo adecuado es, por
lo menos, de siete consultas. En este sentido, es posible observar que, a pesar de que
la cobertura de atención prenatal ya sea significativa, aún necesita ser mejor imple-
mentada, de forma que pueda garantizar la disminución de las muertes infantiles y la
prevención de disturbios en el desarrollo infantil.
La comprobada importancia de la educación en el proceso de desarrollo del niño en
los primeros años de vida y la creciente necesidad de las familias de disponer de una ins-
titución que comparta el cuidado y la educación de sus hijos, así como el número de niños
atendidos, hacen que la oferta existente aún se encuentre muy lejos de cubrir la deman-
da para este nivel de enseñanza. Según el Censo Escolar de 2006, el número de niños de
cero a seis años matriculados en escuelas de educación infantil fue de apenas 264 225.
De este total, 75 218 niños estaban matriculados en guarderías infantiles y 189 007 en
la preescola. Merece ser destacado el hecho de que de la población total de 1 069 000
niños de cero a seis años (IBGE, 2007), se estima que 804 775 aún no se encuentran
incorporadas al sistema de atención educativa. Este número representa el 75,28% de la
población infantil de cero a seis años que no cuenta con la atención institucional necesaria,
lo que hace imprescindible pensar en adoptar una nueva posición respecto de la gestión
pública municipal y estadual, que incorpore a la Primera Infancia como una prioridad
absoluta.

Los Derechos de los Niños y la Legislación brasileña de Protección a la Infancia


En la historia de la legislación brasileña, desde el Siglo XIX, se identifican tres corrien-
tes jurídico-doctrinarias con relación a la protección de la infancia en el país (PEREIRA,
2000). La primera de ellas, conocida como la Doctrina del Derecho Penal del Menor, se
inspiraba en los Códigos Penales de 1830 y 1890. Dicha doctrina se preocupaba, espe-
cialmente, por la delincuencia, y basaba la impunidad en el entendimiento del “menor”
con respecto de la práctica del acto criminal. Posteriormente, pasó a tomar fuerza la
Doctrina Jurídica de la Situación Irregular, con la llegada del Código de Menores de 1979.

19
Pereira destaca que el periodo de vigencia de dicho Código fue caracterizado por una
política asistencialista, fundada en la protección del menor abandonado o infractor.
Las decisiones tomadas en nombre de la Ley, guiadas por dicha doctrina, estaban mar-
cadas por la “competencia de carácter penal y tutelar del Juez; su interferencia ocurría en
las hipótesis de práctica del acto infractor y en las demás situaciones catalogadas como
problemas sociales” (PEREIRA, 2000, p. 13). Las situaciones de peligro o irregulares esta-
ban asociadas al abandono material o moral, considerándose que éstas podrían conducir
al “menor” hacia la criminalidad. Se comprendía que tales situaciones consideradas como
irregulares eran consecuencias de la situación irregular de la familia, principalmente, por
causa de su segregación.
Marques señala el paternalismo de las instancias dirigidas hacia la infancia y la adoles-
cencia en esta doctrina, ya que el niño y el adolescente eran considerados como objetos
de medidas de protección, dentro de una perspectiva tutelar, receptores de una práctica
asistencialista, dada “como regalo y, por lo tanto, sin considerar sus derechos a la convi-
vencia familiar y comunitaria, ni a la opinión o al respeto o a la dignidad” (MARQUES,
2000, p. 468).
La Doctrina Jurídica de la Situación Irregular fue substituida por la Doctrina
Jurídica de la Protección Integral, que pasó a liderar Brasil, a partir de la
Constitución Federal de 1988. El Código de Menores, de igual forma, dio
lugar al Estatuto del Niño y del Adolescente (Ley 8.069, del 13 de julio de
1990). La Doctrina Jurídica de la Protección Integral tuvo sus bases en el
movimiento de movilización de inicios de la década de 1980, marcado por
un intenso debate acerca de la protección de la infancia y de la adolescen-
cia (PEREIRA, 2000).
El Brasil se fue alineando, de esta manera, con las directrices y documentos internacio-
nales de protección de la infancia. Por su parte, en 1948, la Declaración Universal de los
Derechos Humanos de las Naciones Unidas destacó para los niños el “derecho a cuida-
dos y asistencia especiales”. En 1959, la Declaración Universal de los Derechos de los
Niños determinaría, en su segundo principio, que:
El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y
servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda
desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saluda-
ble y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar
leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el
interés superior del niño (UNICEF, 1959).
Los derechos establecidos en dichas declaraciones son principios, no representando
obligaciones para los Estados, a diferencia de las Convenciones, que delinean políticas
legislativas a ser adoptadas por los Estados Partes. De esta manera, en 1989, año en el

20
que se conmemoraban los 30 años de la Declaración Universal de los Derechos de los
Niños, fue aprobada, por unanimidad, la Convención Internacional de los Derechos de los
Niños, en la sesión del 20 de noviembre de la Asamblea General de las Naciones Unidas,
después de un arduo trabajo por parte de los 43 países miembros de la Comisión de
Derechos Humanos. Brasil ratificó esta Convención el 24 de septiembre de 1990, por
medio del Decreto Nº 99.710, que asegura, en su artículo 3.1, lo siguiente: “Todos las
acciones relativas a los niños, llevadas a cabo por instituciones públicas o privadas de
bienestar social, tribunales, autoridades administrativas u órganos legislativos, deben
considerar – primordialmente - el interés mayor del niño” (UNICEF, 1959).

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Se observa un cambio en el enfoque de la legislación brasileña respecto a la protec-
ción de la infancia, que se separa de la exclusión y de la represión, para situarse en el
ámbito de la protección, con prioridad absoluta, que ya no es exclusiva de la familia y del
Estado: es un deber social. Se pasa al enfoque de la inclusión social, de la prevención y
de la promoción del desarrollo integral de la infancia.
En la Doctrina Jurídica de Protección Integral a los Niños - que antes eran tomados
como objetos de las acciones del Estado, del Poder Judicial y de la propia familia - éstos
pasan a ser reconocidos como sujetos de derecho, como individuos en condición especial
de desarrollo. La Constitución Federal de 1988, en su artículo 227, contempla el princi-
pio del mejor interés de los niños, al establecer que:
Es deber de la familia, la sociedad y del Estado asegurar al niño y al adoles-
cente, con prioridad absoluta, el derecho a la vida, la salud, la alimentación,
la educación, la recreación, la profesionalización, la cultura, la dignidad, el
respecto, la libertad y a la convivencia familiar comunitaria, además de colo-
carlos a salvo de toda forma de negligencia, discriminación, explotación, vio-
lencia, crueldad y opresión (BRASIL, 1989).
El Estatuto del Niño y del Adolescente (ECA) lo incorporó entre sus dispositivos, espe-
cíficamente, al considerar al niño y al adolescente, como sujetos de derechos y al asumir
la doctrina de la protección integral, asegurando – de esta manera - los derechos funda-
mentales inherentes a la persona humana (RAMIRES; RODRIGUES, 2003). En los siguien-
tes artículos, tales dispositivos están bien explícitos:
Art. 4º.- Es deber de la familia, de la comunidad, de la sociedad en general
y del poder público, asegurar con absoluta prioridad, la puesta en práctica
de los derechos referentes a la vida, la salud, la alimentación, la educación,
al deporte, al esparcimiento, a la profesionalización, a la cultura, a la digni-
dad, al respeto a la libertad y la convivencia familiar y comunitaria.

21
Art. 5º.- Ningún niño o adolescente será objeto de ninguna forma de negli-
gencia, discriminación, explotación, violencia, crueldad y/u opresión,
impuesta como castigo en forma de Ley, ni tampoco será víctima de ningún
atentado, por acción y omisión, a sus derechos fundamentales.
Art. 7º.- Los niños y adolescentes tienen derecho a la protección, a la vida y
a la salud, a través de la puesta en vigor de políticas sociales públicas, que
permitan el nacimiento y su desarrollo saludable y armonioso, en condicio-
nes dignas de existencia (BRASIL, 1990).
Esta perspectiva redirecciona todas las cuestiones relacionadas con los niños y los ado-
lescentes, tanto en la esfera de las políticas gubernamentales, como en las decisiones
judiciales. De una postura más asistencialista y punitiva, se da un traslado hacia una
nueva postura dirigida hacia el cuidado, la protección y la educación. Antes de la
Constitución Federal de 1988 (BRASIL, 1989) y
del ECA (BRASIL, 1990), la atención a la franja
generacional debajo de los siete años era de
naturaleza asistencial, no-educativa, dentro de
una visión de salud pública no universal, no
existiendo un compromiso mayor del Estado
para con la primera infancia. Después de
1988, sin embargo, la nueva legislación legiti-
ma el papel y el compromiso del Estado con la
primera infancia.
El ECA reconoce al niño y al adolescente como suje-
En el ámbito de la educación, la tos de derecho y preconiza su protección integral
Constitución Federal identifica su preocupa-
ción con respecto a los primeros años. En este sentido, su artículo 208, inciso IV, establece
que “El deber del Estado con la educación será hecho efectivo mediante la garantía de
atención en guarderías infantiles y la educación preescolar a las crianzas de cero a seis
años de edad” (BRASIL, 1989). El artículo 211, párrafo 2º, atribuye a los municipios la res-
ponsabilidad de una actuación prioritaria en la enseñanza preescolar y fundamental, de
la misma forma que lo hace el artículo 11, inciso V de la Ley de Directrices y Bases de la
Educación Nacional.
Se sabe, sin embargo, que solamente una legislación avanzada no garantiza el cumpli-
miento y la implementación de todos sus dispositivos. Es necesario mucho más que ello.
Es preciso contar con voluntad política, sensibilización, identificación con los fines y com-
promiso por parte de los gestores, participación, y control social, así como inversiones,
articulación entre las varias esferas del gobierno, entre otros requisitos. En este contexto,
el PIM surge como una experiencia y una política pública que busca dar vida a esta legislación,

22
para garantizar – de hecho - los derechos de los niños, promoviendo, integralmente, su
desarrollo.

El Nacimiento de un Programa dirigido hacia la Primera Infancia


El PIM fue concebido en la Secretaría Estadual de Salud de Rio Grande do Sul en 2003,
por el entonces Secretario de Salud, Osmar Gasparini Terra. Médico de formación e interesa-
do por los avances de las investigaciones y descubrimientos en el área de las neurociencias,

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Gasparini Terra se sensibilizó con el hecho de que tales avances demostraban una relación
directa entre los cuidados y estímulos adecuados en la primera infancia y el desarrollo cere-
bral y global del niño. Cuando fue elegido Prefecto de la Municipalidad de Santa Rosa (1993
– 1996), Terra cuadruplicó el número de guarderías infantiles entonces existentes y capacitó
profesionales para cuidar a los niños entre cero y tres años de edad.
Siempre interesado en el desarrollo de los primeros años de vida de los niños, Terra
creó una Organización No Gubernamental dirigida al debate de las políticas públicas que
se preocupan por este periodo de vida. El nombre de dicha ONG es Instituto de Zero a
Três (Instituto Cero a Tres). El visitó programas que estaban siendo implementados en
otros países, como fue el caso de Cuba, con la iniciativa “Educa a tu Hijo”, y pudo cons-
tatar los importantes beneficios que aporta para el desarrollo de los niños cubanos. Fue
exactamente este programa el que se convertiría en el modelo inspirador de las líneas
básicas del PIM. Sobre esta base, reunió un competente equipo técnico y formuló el
Programa Primera Infancia Mejor, que recibió el apoyo y estímulo por parte del entonces
Gobernador del Estado, Germano Rigotto (2003 – 2006) y fue implementado, oficialmen-
te, a nivel estadual, el 7 de abril de 2003. Los resultados positivos obtenidos por el
Programa sensibilizaron a la Gobernadora Yeda Crusius, elegida para el mandato de 2007
a 2010, quien lo apoyó y se responsabilizó por su continuidad, tomando conciencia de su
importancia al considerarlo como una de las políticas prioritarias de su gobierno.
Comprometido con el desarrollo integral de la primera infancia, el PIM articula los
esfuerzos de las esferas estaduales y municipales; de la sociedad civil y de los varios otros
sectores interesados y comprometidos con la educación y el desarrollo de los niños con
edades entre cero y seis años. Su objetivo principal es el de “orientar a las familias, res-
petando su cultura y experiencias, para que promuevan el desarrollo integral de sus hijos,
desde su gestación hasta los seis años de vida, con énfasis en el periodo de cero a tres
años”.
Respetando las experiencias y la cultura de las familias atendidas, el PIM tiene al pro-
tagonismo como una de sus bases fundamentales. Considera a la comunidad y a la fami-
lia como los más importantes agentes en la promoción de la salud y del desarrollo de sus
hijos. Contribuye con el rompimiento del ciclo de pobreza en las familias atendidas a través

23
del reforzamiento de los cuidados y de la educación de calidad. Ello representa un paso
importante en el sentido de que transforma el papel y los derechos de nuestra infancia
consagrados en nuestra legislación, y les da forma y vida.

El protagonismo de las
familias es una de las bases
fundamentales del PIM

24
26
C A P Í T U L O 1

¿Por qué invertir


en la primera infancia?

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Se puede afirmar que en la actualidad existe prácticamente un consenso sobre
importancia que tienen las inversiones que amparan a la educación y a los cuidados diri-
gidos hacia la primera infancia, es decir, el periodo comprendido desde la concepción
hasta el sexto año de vida. Numerosos estudios e informes de experiencias exitosas ampa-
ran esta afirmación (BANCO MUNDIAL, 2002; COFFEY, 2007; CUBA; UNICEF; CELEP,
2002; GRUNEWALD; ROLNICK, 2007; LOVE; SCHOCHET; MECYSTROTH, 2002; KIRPAL,
2002: McCAIN; MUSTARD, 1999; MUSTARD, 2002; SCHNEIDER; TERRA, 2001; TARULLO,
2002; UNICEF, 2005; YOUNG, 1996; 2002; 2007).
En marzo de 1990, bajo el liderazgo de la UNESCO, la comunidad mundial reunida
en Tailandia, anunció la Declaración Mundial de la Educación para Todos (también cono-
cida como la Declaración de Jomtien), la cual reconoce que todos los individuos tienen
derecho a gozar de oportunidades educativas que satisfagan sus necesidades básicas de
aprendizaje. La Declaración de Jomtien enfocó a la educación básica y destacó, en su
Artículo 5º que “el aprendizaje comienza con el nacimiento”, incluyendo a la educación
y los cuidados de la primera infancia (ECPI), como parte de la educación básica. Además
de ello, el citado documento afirmó que los servicios destinados hacia la primera infancia
podrían ser proporcionados, sea a través de estrategias que involucren a las familias y las

27
comunidades, o mediante programas institucionales. Esta afirmación señala que la prime-
ra infancia – base sólida para todos los aprendizajes humanos – es un área de la educa-
ción que requiere atención por parte de las políticas nacionales. La primera infancia fue,
de esta manera, declarada como no exclusiva del dominio privado de las familias.
A pesar de las inspiraciones conceptuales y de las políticas que la Declaración de
Jomtien promovió, no se dio un progreso significativo en la expansión de los servicios de
ECPI en los países. La Evaluación del Año 2000 de la iniciativa Educación para Todos (EPT)
promovida por la UNESCO mostró que, en dicho inicio de milenio, de los más de 800
millones de niños con menos de seis años de edad, menos de un tercio era beneficiado
por alguna forma de educación infantil. Además de ello, casi 113 millones de niños (de
las cuales el 60% eran niñas), no tenían acceso a la enseñanza fundamental y, además,
por lo menos 880 millones de adultos eran analfabetos, de los cuales la gran mayoría
eran mujeres (UNESCO, 2001). Tales cifras van en contra de la dignidad humana, impi-
den la superación de la pobreza y el desarrollo sostenible de los países. De acuerdo con
otro estudio conducido en 2000, con ocasión del décimo aniversario de la Declaración de
Jomtien, la visión ampliada de aprendizaje, a partir del nacimiento, está lejos de ser una
realidad. En la mayoría de los países, la educación y los cuidados en la primera infancia
son todavía entendidos básicamente como educación preescolar, que es ofrecida a los
niños a partir de los tres años de edad.
El Foro Mundial de Educación
para Todos, realizado en el año
2000 en Dakar, Senegal, promo-
vió una evaluación de los progre-
sos obtenidos durante la década
1990 - 2000. En dicha ocasión,
164 países del mundo – entre
ellos Brasil – se comprometieron a
redoblar esfuerzos para alcanzar,
hasta el 2015, una educación
básica de calidad para todos.
En este evento, el compromiso
para con la educación y los cuida-
dos durante la primera infancia
La expansión y el mejoramiento de la educación y de los cuidados
en la primera infancia es una meta de 164 países, entre ellos, Brasil fue renovado y ampliado. El
Marco de Acción de Dakar esta-
blece seis metas, de las cuales, la primera de ellas consiste en la “expansión y mejora-
miento de la educación y de los cuidados en la primera infancia, especialmente para los
niños más vulnerables y desfavorecidos” (UNESCO, 2001, p. 15). A pesar de que esta
meta no presente datos numéricos a ser alcanzados durante el periodo 2000 – 2015, urge

28
que los gobiernos inviertan, tanto en la expansión del acceso, como en la mejora de la
calidad y la equidad de los servicios de la ECPI. El Marco de Acción de Dakar presenta una
visión ampliada de los servicios de la ECPI, afirmando que deben ser integrales y más
amplios, con el fin de que respondan a las necesidades de aprendizaje, desarrollo y cre-
cimiento de los niños pequeños, de forma holística. Comparado con el Artículo 5º de la
Declaración de Jomtien, la primera meta del Documento de Dakar es mucho más especí-
fica y directa, en términos de los objetivos de las políticas para alcanzar el ECPI.
El Informe de Monitoreo Global de Educación para Todos de 2007, denominado

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
“Bases Sólidas: Educación y Cuidados en la Primera Infancia”, alerta sobre los riesgos que
los países enfrentan al ser negligentes con las conexiones existentes entre la educación y
los cuidados en la primera infancia; la educación primaria, secundaria y la alfabetización
de los adultos (UNESCO, 2007). Este informe adopta un abordaje holístico al considerar
que la Educación y los Cuidados en la Primera Infancia (ECPI) tienen como objetivo “el
apoyo a la supervivencia, al crecimiento, al desarrollo y al aprendizaje de los niños –lo que
supone ocuparse de la salud, nutrición e higiene, así como por el desarrollo cognoscitivo,
social, físico y emocional- desde el nacimiento hasta su ingreso a la escuela formal en
ambiente formal, informal y no-formal” (UNESCO, 2007, p. 5).
La educación y los cuidados durante la primera infancia pueden mejorar el bienestar de
los niños de tierna edad, promoviendo su desarrollo integral, sobre todo en los países que
no pertenecen al llamado “primer mundo”. En tales países, los niños tienen cuatro oportu-
nidades de diez de vivir en extrema pobreza, y 10,5 millones mueren anualmente, antes de
cumplir los 5 años de edad por causa de enfermedades prevenibles (UNESCO, 2007).
Alcanzar la justicia social en nuestro país y garantizar una sociedad más democrática,
igualitaria y no discriminatoria pasa por la atención que se le brinde a la primera infancia. Las
contribuciones de la ciencia señalan la importancia fundamental de los seis primeros años
de vida para el desarrollo sostenible de los individuos. Por lo tanto, programas integrados
y dedicados a la educación, los cuidados y la promoción del desarrollo infantil, se mues-
tran como un recurso eficiente para revertir el ciclo intergeneracional de la pobreza en los
países, auxiliando a sus niños, familias y comunidades. A continuación se presenta un
breve panorama de la situación de la infancia en Brasil, que identifica los principales pro-
blemas a ser superados, para, a continuación, ofrecer algunas contribuciones de las ciencias
e informes de experiencias exitosas, que apoyan la viabilidad de la inversión en la prime-
ra infancia.

La Situación de la Primera Infancia en Brasil


De acuerdo con la Investigación Nacional por Muestra de Domicilios (PNAD, por sus
siglas en portugués, 2006, llevada a cabo por el IBGE en 2007), la población brasileña
estimada en 2006 era de 187 228 000. Dentro de la franja de cero a cuatro años de edad,
habían 14 210 000 niños, lo que representaba el 7,59% de la población. Por otro lado,

29
en la franja generacional comprendida entre los cinco y los nueve años, se estima que
habían 16 734 000 niños, lo que corresponde al 8,94% de la población. La población
estimada en el Estado de Rio Grande do Sul era de 10 984 000, de los cuales 700 mil
niños se encuentran con edades comprendidas entre los cero y cuatro años (6,37% de la
población estadual). Entre los cinco y nueve años de edad, la PNAD estimó que había 898
mil niños (8,17% de la población).
El Brasil se encuentra entre los países que poseen los más bajos porcentajes de población
infantil-juvenil. En 2005, cuando la población brasileña con edades entre los cero y 14
años representaba el 27,8% de la población, el país superaba solamente al Uruguay, a
Chile y a la Argentina, que presentaban 23,8%, 24,9% y 26,4%, respectivamente (UNITED
NATIONS, 2007). Según el PNAD, en 2006, el porcentaje brasileño se redujo hasta alcanzar
el 26%, lo que significaba que en aquella época vivían en Brasil 48,6 millones de niños y
adolescentes de hasta 14 años. Los fenómenos de descenso registrados en la fecundidad
y el gradual envejecimiento de la población vienen reduciendo la proporción de esta franja
generacional, que en 1996 representaba el 31,2% de la población.
Sin embargo, este segmento de población merece una atención especial por parte
de las políticas públicas y de los proyectos sociales. Cerca de 28,9 millones de familias bra-
sileñas tienen hijos adolescentes con hasta 14 años de edad, lo que representa casi la
mitad de las familias del Brasil (48,9%). Estas familias componen un segmento vulnerable
de la población en términos de niveles de pobreza. Según el IBGE (IBGE, 2007), el por-
centaje de familias consideradas pobres, que son aquellas con rendimiento mensual per
cápita de hasta medio salario mínimo, era de 25,1%
con relación al total de familias brasileñas, en 2006. Si
consideramos a las familias con niños entre los cero y
14 años, el porcentaje se eleva hasta el 40,4%. Si consi-
deramos solamente a las familias con hijos en la prime-
ra infancia (cero a seis años de edad), la situación es
más dramática: 45,4% de estas familias viven con una
renta mensual per cápita de hasta medio salario míni-
mo. En el Estado de Rio Grande do Sul, este porcenta-
je es del 33,6%. En la franja que vive con más de medio
a un salario mínimo per cápita, en dicho Estado, se
encuentra el 30,6% de las familias; mientras que en el
segmento de las familias que recibe entre más de un a
dos salarios mínimo, el porcentaje es del 20,2%; y, las
que se encuentran sobre los dos salarios mínimos per
Los niños brasileños entre los cero y
cápita, es del 10,9% (IBGE, 2006). Se constata que los
seis años componen uno de los seg-
mentos más vulnerables de la pobla- niños brasileños de cero a seis años componen uno de
ción del país los segmentos más vulnerables de la población (sino el

30
más vulnerable), debiendo recibir mayor prioridad por parte de las acciones gubernamen-
tales y de la sociedad civil.
Brasil tiene, entonces, algunos desafíos que vencer en lo concerniente a la población
de primera infancia. Además de la pobreza en la que vive gran parte de estos niños, el
país necesita reducir su tasa de mortalidad y de desnutrición infantil. La universalidad del
derecho al registro civil de nacimiento, así como la oferta prenatal y parto humanizado
para las embarazadas, también está más allá de lo que sería deseado. De la misma forma,
la garantía efectiva de los derechos de los niños, conforme lo establecen la Constitución

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Federal de 1988 y el Estatuto del Niño y del Adolescente (ECA), de 1990; la reducción de
los índices de violencia doméstica y de los riesgos que se presentan para el desarrollo y la
promoción de los factores de protección de este desarrollo y de la salud mental de nues-
tros niños, son aspectos que requieren la atención y el cuidado por parte de los gobiernos
y de la sociedad. El trabajo infantil y una oferta suficiente y de calidad en la educación
infantil también son cuestiones que esperan soluciones.
Uno de los obstáculos que se presenta para que se conozca la real situación de la pri-
mera infancia en Brasil es el gran número de niños no inscritos en los registros civiles.
Según estimativas del IBGE, con base en datos contabilizados en 2003, cada año, aproxima-
damente, 750 mil niños brasileños completan un año de edad sin haber sido registrados,
lo que corresponde a más de un quinto del total
de los recién nacidos. Sin contar una inscripción
en el Registro Civil -requisito básico para su
reconocimiento como ciudadano- el niño no
existe ante el Estado y deja de tener acceso a
una serie de beneficios que la Ley le garantiza.
La falta de esta inscripción dificulta también la
formulación de programas dirigidos para la
población infantil, y agrava cuestiones como el
tráfico de niños y el trabajo infantil (UNICEF,
2005).
En el campo de la educación infantil, la Ley
de Directrices y Bases de la Educación Nacional
(LDBEN) promovió algunos cambios importantes
a partir de 1996. Guarderías infantiles y preescue-
las -hasta entonces parte de la Asistencia Social-
se tornaron oficialmente reconocidas como un
Un porcentaje significativo de la población brasile-
derecho de los niños, y pasaron a ser parte de la ña de cero a seis años de edad aún no es atendi-
educación básica. La LDBEN dividió la educación da por el sistema de educación y vive en condicio-
infantil en guarderías (para niños de hasta tres nes de extrema pobreza

31
años) y en preescuelas (para niños de cuatro a seis años). Con la nueva Ley, estas institu-
ciones deben de ajustarse y pasar del cuidado básico hacia la práctica educativa, ofrecien-
do un estándar mínimo de calidad y que garantice el acceso a todos los niños.
Según la Síntesis de los Indicadores Sociales (IBGE, 2007), la asistencia escolar de los
niños entre cero y seis años viene aumentando en Brasil, a pesar de que aún está lejos de
lo deseable. En 2006, el porcentaje de niños de cero a seis años de edad que frecuentan
instituciones educativas llegó al 43% (en contraste con el 27,5% registrado en 1996). Sin
embargo, existen diferencias significativas en el acceso a la escuela entre las franjas gene-
racionales. En el grupo de niños de cero a tres años, solamente el 15,5% frecuentó guar-
derías en Brasil en 2006; mientras que el grupo de cuatro a seis años, el 76% de los niños
tuvo acceso a la preescuela durante el mismo año. Los niños pobres son los más perjudicados
en el momento de acceder a las guarderías. Del grupo de cero a tres años de edad, cuyas
familias tienen una renta mensual per cápita de hasta medio salario mínimo, apenas el
9,9% frecuentaba las guarderías en 2006; en contraste con el 40,7% de los niños de cero
a tres años, provenientes de familias con una renta familiar per cápita superior a los tres
salarios mínimos. En la región sur, estos porcentajes variaron entre el 11,4% y el 44,8%,
respectivamente. En dicha región, el 18,3% del total de los niños de cero a tres años tuvo
acceso a guarderías en 2006. Entre los niños de cuatro a seis años, la asistencia ha sido
mayor, a pesar de que la cobertura aún no sea integral. De los niños que viven en familias
con una renta mensual per cápita de hasta medio salario mínimo, el 68,1% frecuentaron
las preescuelas en 2006 a nivel nacional; y, el 50,8%, a nivel regional. Por su parte, los niños
dentro de esta generación, cuya renta familiar mensual per cápita fue superior a tres sala-
rios mínimos, tuvieron mayor acceso a las preescuelas, tanto en Brasil como en la región sur,
cuyos porcentajes alcanzaron el 95,7% y el 94,6%, respectivamente.
La renta de las familias tiene una mayor influencia al inicio de la vida escolar de los
niños (guarderías y preescuelas) y en la enseñanza media (15 a17 años). El bajo rendi-
miento familiar es menos percibido durante la enseñanza fundamental (seis a 14 años),
la cual es obligatoria y está prácticamente universalizada en Brasil (IBGE, 2007).
Solamente 1 427 942 niños brasileños estaban matriculados en guarderías en Brasil
(incluyendo aquí a los establecimientos federales, estaduales, municipales y privados) en
2006 (BRASIL. Ministerio de Educación, 2007). En la región sur, fueron contabilizadas 259
364 matrículas, de las cuales 75 218 pertenecían al Estado de Rio Grande do Sul. En la
preescuela, durante el 2006, 5 588 153 niños fueron matriculados en establecimientos
de enseñanza, tanto federales, estaduales, municipales y privados, en todo Brasil. De
estas matrículas, 608 007 fueron realizadas en la región sur, de las cuales 187 007 pertene-
cían al Estado de Rio Grande do Sul.
En las regiones urbanas, más de la mitad de las guarderías eran instituciones priva-
das (15 891 de las 29 562 existentes en 2006) en Brasil. Con relación a las preescuelas,

32
la participación de las instituciones privadas también es significativa en las zonas urbanas
brasileñas (26 082, de un total de 59 969 preescuelas en 2006, BRASIL. Ministerio de
Educación, 2007). Estos factores dificultan el acceso de un gran contingente de niños a
la educación infantil, conforme postula la legislación brasileña, y nos lleva a tomar en
consideración la urgencia e importancia de la implementación de políticas y programas
dirigidos hacia la primera infancia.
El Brasil presenta la tercera mayor tasa de mortalidad infantil de América Latina, ubi-
cándose detrás de Bolivia y Guyana (UNICEF, 2005). En el periodo de 1999 a 2004 hubo

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
una caída en este índice, de 32,6%, llegando al 26,6 por cada mil niños nacidos vivos. La
meta del gobierno para el 2015 es llegar a un índice de 16 por mil niños nacidos vivos.
Para el 2007, se espera un índice de 24 por mil nacidos vivos.
Es igualmente preocupante el hecho de que existen disparidades entre las regiones y
los grupos sociales. Mientras que en el nordeste del Brasil la tasa de mortalidad infantil
en 2002 fue de 41,4 por mil nacidos vivos, en la región sur, este índice fue del 17,9.
Durante el mismo año, el Estado de Rio Grande do Sul presentó un índice de 15,4 por
mil nacidos vivos (UNICEF, 2005). Sin embargo, en 2006, Rio Grande do Sul presentó la
menor tasa de mortalidad infantil del país: 13,9 por mil nacidos vivos. En ese mismo año,
el Estado de Alagoas presentó la más elevada, con 51,9, mientras que el promedio nacio-
nal fue de 25,1 por mil nacidos vivos (IBGE, 2007).
La reducción en el índice de mortalidad está asociada a las mejorías logradas en las
condiciones de vida de la población y a la atención en salud del niño y las madres embara-
zadas. En este sentido, las cuestiones como seguridad alimentaria y nutricional, sanea-
miento básico y vacunación, son decisivas. Sin embargo, en Brasil, dichos avances no
benefician a la población de manera uniforme.
Además de las diferencias entre regiones, existen también diferencias dentro de una
misma región, como por ejemplo, las de índole social y racial. Así, a nivel nacional, la tasa
de mortalidad infantil relativa al 20% de los más pobres, era más del doble en relación al
20% de los más ricos en 2000, de acuerdo con el UNICEF. La tasa de mortalidad infantil
entre los hijos de mujeres negras era un 39,7% mayor que la de los hijos de mujeres blan-
cas. Entre los hijos de mujeres indígenas, esta diferencia alcanzó el 75,6% en el mismo
año (UNICEF, 2005). Por lo tanto, es preciso enfocar los programas sociales y de salud
hacia los grupos más vulnerables.
Aunque el número de muertes a partir del segundo mes de vida se redujo, el índice
de mortalidad entre los recién nacidos se mantiene estable, lo que hace necesario inten-
sificar el acompañamiento prenatal, así como la atención en el parto y el posparto. Sin
embargo, la mortalidad neonatal, causada principalmente por enfermedades perinatales,
que son las que se originan durante la primera semana de vida (los nacimientos prema-
turos, la asfixia durante el parto y las infecciones neonatales son las más frecuentes), pueden

33
ser prevenidas y/o reducidas, si se cuenta con el debido acompañamiento prenatal para
las embarazadas, y refuerzos en los cuidados durante y después del parto (UNICEF, 2005).
El papel desempeñado por la madre es fundamental para la reducción de la mortali-
dad infantil. La recomendación de que la lactancia materna sea exclusiva hasta los seis
meses y se prolongue hasta los dos años no es seguida en Brasil, donde, según datos del
Ministerio de Salud de 1999, apenas el 9,7% de los niños se alimentaran solamente con
leche materna hasta los seis meses en aquel año. Además de ello, el grado de instrucción
educativa de la madre también es un factor importante en el índice de mortalidad infantil,
el cual es significativamente reducido conforme aumenta el número de años de estudio
de la madre.
En los que respecta a la desnutrición infantil, hay una tendencia hacia la caída de estos
índices entre los niños menores de cinco años desde la década de 1970. La proporción de
niños con bajo peso para su edad, que era de 18,4% en 1974, cayó al 5,7% en 1996, por-
centaje menor que el promedio en América Latina, que es del 8,3%, pero, que es más alto
que en los países desarrollados, que es de casi el 1%, y además más alto que el índice reco-
mendado, que es del 4% (UNICEF, 2005). La región del semi-árido brasileño es la región
que presenta los mayores problemas de desnutrición, miseria y vulnerabilidad infantil.
Además de la deficiencia proteínica y calórica, relacionada con los indicadores de
peso, altura y edad, la falta de micronutrientes, como el hierro, la vitamina A y el Yodo
(el llamado hambre oculto), puede ocasionar daños en la salud de los niños. La falta de
hierro está relacionada con la ausencia de apetito, pudiendo llegar a comprometer el
desarrollo intelectual y psicomotor de los niños. Bajos niveles de vitamina A, comprometen
la visión (y pueden hasta causar ceguera total) y debilitan el sistema inmunológico,
aumentando el riesgo de ocurrencia de diarreas, que pueden llevar a la muerte. El Yodo
es necesario para evitar problemas de salud, como retardo del crecimiento, problemas en
el desarrollo cerebral y retardo mental severo. En el embarazo, la falta de Yodo puede
desencadenar abortos, malformación del feto y nacimiento prematuro o retardo mental
(UNICEF, 2005).
La desnutrición y las demás deficiencias nutricionales tienen una relación muy estre-
cha con la pobreza, que envuelve, entre otras cosas, una alimentación insuficiente y/o
inadecuada. Además de ello, en general, la desnutrición está asociada a la exposición de
enfermedades infecciosas. Las enfermedades infecciosas (una diarrea, por ejemplo), eleva
el riesgo de desnutrición en los niños, estableciéndose un círculo vicioso de alto riesgo.
La inmunidad del niño puede ser impactada, lo que podrá generar nuevas infecciones, y
así desembocando en una cadena perniciosa. Entonces, para que sea posible superar los
problemas de desnutrición, es necesaria la atención en salud para los niños, lo que implica,
entre otras cosas, una orientación adecuada hacia las familias.
Entre las principales causas de muerte entre los niños brasileños con edades de uno

34
a seis años, se encuentran los accidentes y las agresiones. “La violencia contra los niños
es comprendida como cualquier acción u omisión que provoque daños, lesiones o tras-
tornos en su desarrollo. Presupone una relación de poder desigual y asimétrica entre el
adulto y el niño” (UNICEF, 2005, p. 21). Es preocupante el hecho de que la mayoría de
las veces, la violencia contra los niños se lleva a cabo dentro del propio hogar, y es practi-
cada por la familia. Ello se debe al hecho de que existen factores bastante complejos, de
orden cultural, social, psicológico, económico, entre otros. El UNICEF (2005) presenta una
clasificación de estas relaciones que no cumplen su función de protección de la infancia.
Siendo ellas:

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
• Las ocasionadas por prácticas educativas que originan la violencia física: castigo,
palmadas, surras, entre otras;
• Los accidentes, negligencias, abusos, incluyendo el sexual; y,
• Las acciones u omisiones que llevan a la muerte.
Estos factores, muchas veces ocasionan que el niño se aleje del hogar, o que sea alejado
de la convivencia familiar, lo que puede llevarlo a otras formas de violencia, que pueden
ocurrir en las calles o en albergues. Por otro lado, al ocurrir en la mayoría de los casos en
espacios privados, la violencia puede presentarse encubierta por meses y hasta años. Los
niños pequeños no tienen como denunciar la violencia que sufren, y no siempre su pala-
bra es tomada en cuenta, pudiendo ser considerada como una fantasía del niño. El
miedo, la vergüenza y los sentimientos de culpa también son factores que contribuyen
para el silencio de las víctimas, dificultando la protección de los niños y la intervención
sobre tales situaciones (ROSAS; CIONEK, 2006).
La literatura especializada, en general, considera cuatro tipos de violencia doméstica
contra los niños: la violencia física (que corresponde al uso de la fuerza física en el proceso
disciplinario de un niño, o toda acción que cause dolor físico); la violencia sexual (que
corresponde a todo acto o juego sexual entre uno o más adultos y un niño o un adoles-
cente, que tiene por finalidad la obtención de satisfacción sexual del adulto); la violencia
psicológica (que se manifiesta por el menosprecio del niño o del adolescente, como humi-
llaciones, amenazas y/o impedimentos, causando sufrimiento psíquico, minando su auto-
estima). La violencia doméstica también puede manifestarse a través de actitudes de
rechazo o de abandono afectivo; y, la negligencia, que sería la ausencia de cuidados físi-
cos, emocionales, sociales, falta de asistencia y de cuidados necesarios para el buen desa-
rrollo del niño (ROSAS; CIONEK, 2006; SILVA, 2002).
Según un estudio llevado a cabo por el Laboratorio de Estudios del Niño (LACRI, por
sus siglas en portugués) y el Instituto de Psicología de la Universidad de São Paulo
(IP/USP), la modalidad de violencia contra los niños y adolescentes con hasta 19 años de
edad que presenta mayor incidencia, es la negligencia (UNIVERSIDADE DE SÃO PAULO,

35
2007). Los datos disponibles en este estudio son relativos a 70 municipios de 14 Estados
brasileños, además del Distrito Federal, y se refieren a los tres meses del primer semestre
de cada año. De esta manera, de los casos notificados en 2006 entre los niños y adoles-
centes que son víctimas de violencia doméstica, el 41,1% de ellos fue víctima de negli-
gencia. En 2007, este porcentaje se elevó hasta el 46,3%. La violencia física aparece en
segundo lugar, con un 26,7% de los casos informados en 2006; y, el 25,1% en 2007.
Ella es seguida por la violencia psicológica, que victimó al 18,9% de los niños y adoles-
centes en 2006 y al 19,5% en 2007. La violencia sexual estuvo presente en el 13,2% de
los casos reportados en los municipios investigados en 2006, y en el 9% de los casos en
2007. En Rio Grande do Sul, en 2007, fueron estudiados nueve municipios, y el tipo de
violencia más frecuentemente notificada fue la física (UNIVERSIDAD DE SÃO PAULO,
2007).
La violencia doméstica tiene un gran impacto en todas las esferas del desarrollo de
los niños y los adolescentes, pudiendo alcanzar los planos afectivo, cognoscitivo, social,
físico y neurológico. Debido a la gran cantidad de casos y a la magnitud de las secuelas
causadas en la persona que sufre de violencia física, los investigadores la consideran
como uno de los más grandes problemas de la salud pública (GONÇALVES; FERREIRA,
2002; HABGZANG; CAMINHA, 2004; HABGZANG et al., 2005, 2006; PFEFFERBAUM;
ALLEN, 1998; POLANCZYK et al., 2003; RIBEIRO; FERRIANI; REIS, 2004). Los niños que
experimentan actos violentos cotidianamente, pueden desarrollar una pérdida de la sen-
sibilidad emocional respecto a la violencia, pasando a percibirla como un componente
normal de la realidad. Cuando adultos, pueden presentar dificultades en sus relaciones
interpersonales, trastornos de personalidad, y también, pueden tornarse padres o madres
que maltratan a sus hijos, repitiendo el ciclo de volencia que sufrieron.
Para romper con el ciclo de la violencia, es necesario prestar atención a la familia
como un todo, y no solamente preocuparse con los niños. Familias con dinámicas violentas,
en general enfrentan una mayor exclusión social que las familias que no presentan esta
dinámica. Para el UNICEF, “la ampliación de la articulación y la integración de programas
y proyectos de apoyo socio-familiar deben ser, por lo tanto, las principales directrices de
la política de convivencia familiar” (UNICEF, 2005, p. 35). La política de asistencia social
en Brasil ha sido caracterizada por un cambio en el paradigma en este sentido, habiendo
elegido a la familia como la unidad básica para la acción. Esta política busca estimular que
en el contexto del Sistema Único de Asistencia Social (SUAS), los trabajos preventivos de
fortalecimiento de los vínculos familiares y comunitarios sean ampliados. Este es un desafío
que merece la dedicación de los gestores, de los estudiosos y de la sociedad brasileña en
general.
En lo que respecta al trabajo infantil, la PNAD mostró que en 2006 había en Brasil
cerca de 2 718 millones de niños, entre 5 y 15 años de edad, trabajando, debiéndose
tomar en cuenta que, en esta franja generacional, el trabajo es ilegal en el país. Hubo una

36
reducción con relación a 2005, cuando 2 934 millones de niños trabajaban. En la brecha
de cinco a nueve años de edad, cerca de 237 mil niños trabajaban en 2006 y entre los
niños con 10 a 15 años, la cifra alcanzaba los 2,5 millones. El país viene trabajando año
a año en la reducción de estos números. En 1996, considerando la franja de 10 a 15 años,
se constata que el porcentaje era siete puntos más elevado, involucrando el trabajo de
4,2 millones de niños. Aun cuando se trate de un importante desafío, el mismo debe ser
superado en pro de la infancia y la sociedad brasileña.
La PNAD revela, además, que de los niños trabajadores con edades entre cinco y 15

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
años en 2006, el 51,3% (cerca de 1 273 millones) estaba involucrado en actividades agrí-
colas, de los cuales, más de la mitad de ellos (675 mil) residía en Estados del Nordeste.
Otro factor agravante, según la PNAD (IBGE, 2006), es que entre los jóvenes de cinco a
17 años que trabajan, la tasa de asistencia escolar disminuyó en relación a los que no tra-
bajan, en una proporción de 93,6 para el 81%.
En Rio Grande do Sul, según datos divulgados por la Delegación Regional del Trabajo –
Núcleo de Apoyo a los Proyectos Especiales (2007)- el trabajo infantil ocupa a cerca del 11%
del total de niños y niñas entre los cinco y 14 años. La mayor incidencia se presenta en la
agricultura familiar, en el reciclaje de desperdicios y en el comercio ambulante. En algunas
regiones del Estado, existen registros de jóvenes trabajando en la extracción de acacia. En la
sierra, los niños trabajan en el cultivo de hierbas, especiarías y el ajo; y, en la región del Vale
dos Sinos y en Erexim hay niños que cumplen jornadas exhaustivas en talleres caseros de
fabricación artesanal de calzados. En la capital del Estado, los niños comercializan productos
en los semáforos, además de desempeñar otras actividades ilícitas, como el tráfico de drogas
y la prostitución. De las 496 ciudades gaúchas, apenas 138 poseen Comisiones Municipales
del Programa de Erradicación del Trabajo
Infantil (DRT, 2007). Con ocasión de la
PNAD (IBGE, 2006), el 16,6% de los
infantes en Rio Grande do Sul habrían
comenzado a trabajar desde los nueve
años; el 56% comenzaron entre los 10 y
14 años; y, el 26,4%, se iniciaron entre
los 15 y 17 años.
En lo que atañe al respeto a los
problemas de salud mental en la infancia
y la adolescencia, Hackett & Hackett
destacan que, en los países en desarrollo,
datos de prevalência son escasos (HAC- Muchos niños en Brasil aún viven privados de los cuidados y
KETT; HACKETT, 1999). Duarte y otros, de la educación, necesarios para su desarrollo
realizaron una revisión de la literatura

37
sobre estudios epidemiológicos conducidos en América Latina y en el Caribe e identifica-
ron solamente 10 trabajos publicados entre 1980 y 1999 (DUARTE et al., 2003). Las tasas
de prevalência, basadas en muestras probabilísticas de niños y adolescentes, varían del 15
al 21%.
La literatura especializada discute los factores de riesgo para los problemas de salud
mental en la infancia. Los niños y los adolescentes están expuestos a innumerables factores
de riesgo, que van desde los de índole biológica (anormalidades biológicas del sistema ner-
vioso central causadas por lesiones, infecciones, desnutrición o exposición a toxinas); los
genéticos (historia familiar de depresión, por ejemplo); los psico-sociales (disfunciones en la
vida familiar, discordia conyugal grave, psico-patología materna, criminalidad paterna, falta
de lazos afectivos entre padres e hijos); hasta los eventos de vida estresantes (muerte o sepa-
ración de los padres) y la exposición a malos tratos (negligencia, abuso físico, psicológico o
sexual) (UNITED STATES, 1999). Los factores ambientales, como comunidades desorganiza-
das y escuelas inadecuadas también pueden traer reflejos negativos para la salud mental en
la infancia y la adolescencia. Bordin y Paula destacan que “la compleja interacción entre los
factores de riesgo biológicos, genéticos, psicológicos, y ambientales, tienen un impacto
negativo sobre el comportamiento y el desarrollo” (BORDIN; PAULA, 2007).
En Brasil, gran parte de la población de niños y adolescentes vive en condiciones adver-
sas y se encuentra expuesta a muchas situaciones de estrés, lo que aumenta el riesgo de
que aparezcan problemas de salud mental. Tales problemas comprometen las relaciones
interpersonales, y aumentan el riesgo de fracaso escolar.
Es preciso estar conciente de la importancia de la prevención precoz en la
salud mental, pues ella está inexorablemente vinculada a la salud en general
y al éxito del aprendizaje escolar, e inversamente asociada a los conflictos con
la Ley y la privación de la libertad (BORDIN; PAULA, 2007, p. 113).
Sin la educación y los cuidados adecuados, un considerable porcentaje de estos niños
y jóvenes se convertirán en el futuro en una población adulta problemática, con serios
prejuicios para estos individuos, sus familiares y la sociedad como un todo.

Algunas contribuciones de la ciencia sobre el desarrollo en la primera infancia


Los primeros años de la vida de un niño constituyen un periodo crucial para su desarrollo
en todas las esferas que lo componen: afectiva, cognoscitiva, social y física. El desarrollo es
definido como un proceso de cambio, en el cual el niño pasa a dominar niveles cada vez
más complejos de movimiento, pensamiento, sentimiento y de interacción con personas
y objetos de su ambiente. El desarrollo infantil involucra tanto un gradual desdoblamiento
de las características biológicamente determinadas como de trazos que resultan de las
experiencias y aprendizajes infantiles. Los aspectos de índole físico, mental y emocional

38
son fundamentales en el desarrollo global del niño. El aprendizaje es también crucial para
el desarrollo y es definido como el proceso de adquisición de conocimientos, habilidades,
hábitos y valores, a partir de la experiencia, experimentación, observación, reflexión y/o
estudio e instrucción (MYERS, 1995, apud EVANS, 2000).
Newcombe, al discutir el concepto del desarrollo, lo considera en términos de los
cambios que ocurren a lo largo del tiempo, de manera ordenada y relativamente duradera,
y que afectan las estructuras físicas y neurológicas; los procesos de pensamiento; las emo-
ciones; las formas de interacción social y muchos otros comportamientos (NEWCOMBE,

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1999). Uno de los objetivos de estudiar el desarrollo es el comprender los cambios que
parecen ser universales. Por ejemplo, los niños de todo el mundo sonríen al ver rostros
humanos durante el segundo o tercer mes de vida; pronuncian su primera palabra alre-
dedor del décimo mes y comienzan a caminar a partir del primer año de vida. El conoci-
miento generado puede ser usado para determinar, entre otras cosas, cuáles comporta-
mientos son esperados para las diferentes edades. Un segundo objetivo del estudio del
desarrollo es el de explicar las diferencias individuales. Algunos niños son sociables y
extrovertidos; otros, tienen dificultades en lidiar con extraños y con nuevas situaciones.
Un tercer objetivo es entender la forma como el comportamiento de los niños es influen-
ciado por el contexto ambiental o una determinada situación. El contexto ambiental no
incluye solamente la situación inmediata, sino también los atributos de los escenarios más
amplios, en los que las personas conviven, como la familia, los vecinos, el grupo cultural
y el grupo socioeconómico. Estos tres aspectos del desarrollo infantil – padrones univer-
sales, diferencias individuales e influencias contextuales - son todos necesarios para una
comprensión integrada de lo que es el desarrollo.
El desarrollo infantil es un proceso complejo y continuo por medio del cual el niño
adquiere capacidades crecientes
para moverse, coordinar, pensar,
sentir e interactuar con los otros y
con el medio que los rodea (OPS,
1999). El desarrollo comienza
antes del nacimiento y continúa a
lo largo de todo el ciclo de vida.
Desarrollo no es sinónimo de cre-
cimiento. Mientras que el creci-
miento es definido por un cambio
en el tamaño, el desarrollo se
caracteriza por cambios de com-
plejidad y de función.
El proceso de desarrollo es La interacción con los cuidadores es fundamental para un desarrollo
multi-dimensional: incluye la adecuado del niño

39
dimensión psicomotora (capacidad de moverse y de coordinar los movimientos); la
dimensión emocional (capacidad de sentir y tener auto-confianza); y, la dimensión social
(capacidad de establecer relaciones con los otros). Estas dimensiones están interrelacio-
nadas y deben ser consideradas de manera integrada. Todos los niños se desarrollan
según una secuencia o esquema general, pero el ritmo y la calidad de este proceso varía
de niño a niño, y de cultura a cultura (MYERS, 1992).
El principio orientador es el proceso de desarrollo infantil que exige oportunidades
educativas, para que, además de los cuidados de asistencia en salud, alimentación, pro-
tección y la tenencia del niño, resulten de un proceso compartido, puesto que dependen
tanto del tipo y de la calidad de las interacciones interpersonales, como del las actividades
establecidas entre el adulto y otros niños. A partir de las interacciones, el niño desarrolla
niveles progresivamente más complejos de acción, pensamiento, afectividad e interacción
social. Las contribuciones de numerosos teóricos y de las investigaciones científicas vie-
nen demostrando esto durante las últimas décadas.
Entre los descubrimientos más extraordinarios de la ciencia está la que describe cómo
el cerebro se desarrolla desde el útero hasta el final de la vida. Esto fue posible gracias a
la gran evolución tecnológica ocurrida durante las últimas dos décadas, que permitieron,
por primera vez, gracias a la visualización del cerebro humano en funcionamiento, un
mejor entendimiento de la química cerebral y la multiplicación – en una escala gigantes-
ca – de los trabajos de la psicología experimental. Este esfuerzo multidisciplinario fue
recompensado por una visión sorprendente de cómo las competencias humanas surgen
y se organizan.
La constatación de que las habilidades y competencias humanas tienen su base cere-
bral organizada en los primeros años de vida, nos obliga a repensar sobre los cuidados
que hay que tener con la primera infancia. Según Shore, “la formación inicial de los sis-
temas vivos establece las condicionantes para el funcionamiento de cada aspecto del
organismo – sea éste interno o externo – a través de toda la vida” (SHORE, 1994).
Desde las primeras semanas de embarazo se lleva a cabo una prodigiosa multiplica-
ción de las células que componen nuestro cerebro: las neuronas. Ellas aún no existen en
la segunda semana del embarazo, pero 20 semanas después ya cuentan 100 mil millo-
nes, todas ligadas entre si, en una enorme red que alcanza, todavía, durante la primera
infancia, unos quatrilhões de conexiones.
Estas neuronas se diferencian en grupos, funciones y en espacios diferenciados gené-
ticamente, cargando poderosos programas de interacción con el ambiente en el que vivimos.
Los estímulos del ambiente modifican las conexiones que nuestras neuronas establecen
entre si y nos permiten ir percibiendo el mundo a nuestro alrededor, procesando estas
informaciones y reaccionando de diversas formas respecto de ellas. Cada año surgen nuevas

40
evidencias en el ámbito de la neurociencia de que los primeros años de desarrollo – desde
la concepción hasta el sexto año y, particularmente, de los cero a los tres años – estable-
cen las bases de las habilidades y competencias que afectarán el aprendizaje, el compor-
tamiento y la salud a lo largo de la vida (McCAIN, MUSTARD, 1999).
Nacemos con un cerebro en proceso de organización y atravesamos un largo perio-
do de infancia mientras sus estructuras van madurando. Este proceso de maduración se
da en periodos determinados para cada función, y es básicamente conformado por el
aumento y especialización de las conexiones entre las neuronas. La formación y el refuer-

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
zo de estas conexiones son las tareas claves del desarrollo cerebral inicial. Particularmente,
desde el nacimiento hasta los tres años de edad, se vive un periodo crucial en el cual se
formará más del 90% de las conexiones cerebrales, esto es, las sinapsis que unen las neuronas,
unas con otras. Según Kandel y Jessel, el detalle de la formación de la red de neuronas
del cerebro depende de las interacciones específicas con el medio ambiente. La influencia
del ambiente en el cerebro muda con la edad y efectos profundos ocurren en las fases
iniciales del desarrollo posnatal.
Una de los descubrimientos más significativos es la importancia que tienen los estí-
mulos externos en la organización de estas redes neuronales (SHORE, 2000). De esta
forma, las investigaciones confirman lo que muchos padres ya sospechaban: la manera
cómo ellos interactúan con el hijo en los primeros años y las experiencias que puedan pro-
porcionar o estimular, tienen un impacto significativo sobre el desarrollo cognoscitivo,
emocional, físico y social del niño.
El informe “Repensando el Cerebro: Nuevas Visiones sobre el Desarrollo Inicial”
(SHORE, 2000) representó un marco de referencia en el efecto de la popularización del
entendimiento sobre la importancia de los primeros años de vida para el desarrollo cere-
bral humano. Cinco conclusiones de las recientes investigaciones fueron presentadas, y
son las siguientes:
1 – El Desarrollo Humano depende de la interrelación entre la naturaleza /
biología (nature) y la educación / ambiente (nurture). Los neurocientíficos han
demostrado que en el transcurso de todo proceso de desarrollo, comenzando aún antes del
nacimiento, el cerebro está influenciado no solamente por la herencia genética individual,
sino también por las condiciones ambientales, incluyendo el tipo de educación, cuidado,
ambiente y los estímulos que recibe el individuo.
2 – El cuidado inicial y la educación tienen un impacto decisivo y de larga
duración en cómo las personas desarrollan su capacidad de aprender y su habilidad
para regular sus propias emociones. La manera como los padres, las familias y los
otros tutores se relacionan y responden a los niños pequeños, y las formas en cómo ellos
manejan el contacto de sus hijos con el ambiente, afectan directamente la formación de

41
los caminos neuronales. Los neurocientíficos están descubriendo que una conexión fuer-
te y segura con un cuidador cariñoso puede tener una función biológica protectora y
hasta cierto punto “inmunizadora”, contra los efectos adversos del estrés o de traumas
posteriores (logrando que el niño realmente aprenda, a pesar de las tensiones comunes
de la vida diaria).
3 – El cerebro humano tiene una capacidad increíble de cambiar, pero el tiempo
es crucial. Mientras que el proceso de aprendizaje continúa durante toda la vida, hay
“periodos sensibles”, o épocas en las que el cerebro se muestra particularmente eficiente
para tipos específicos de aprendizajes (especialmente para la organización de la visión,
audición, habla y relaciones sociales). Durante la primera década de vida, y particularmente
durante los primeros años, la habilidad del cerebro para cambiar y hacer compensaciones
es impresionante. Estos periodos son llamados “periodos críticos del desarrollo”.
4 – La plasticidad del cerebro significa, también, que hay épocas en las que
las experiencias negativas o la falta de estímulos adecuados son más susceptibles
a presentar efectos perjudiciales y duraderos. El desarrollo cerebral refleja un gran
número de experiencias físicas, cognoscitivas, emocionales y relacionales. El cerebro se
organiza en respuesta al padrón, intensidad y la naturaleza de dichas experiencias.
Nuevos conocimientos sobre la vulnerabilidad del cerebro en desarrollo respecto de los
factores ambientales sugieren que experiencias precoces de negligencia y/o trauma;
exposición a sustancias tóxicas (como la nicotina, el alcohol y la cocaína) durante el
embarazo; depresión por parte de la madre; institucionalización; y, pobreza – que cons-
tituyen los principales factores de riesgo – interfieren en el desarrollo de las áreas sub-
cortical y límbica del cerebro, resultando en extrema ansiedad, depresión y/o en incapa-
cidad para establecer vínculos saludables con otros individuos. Experiencias adversas
durante la infancia pueden, también, deteriorar las habilidades cognoscitivas.
5 – Evidencias científicas reunidas por especialistas en neurología y en desa-
rrollo infantil señalan la conveniencia y eficacia de las intervenciones en los pri-
meros años de vida. Los niños nacidos en familias con un menor nivel de educación formal
son los que más se benefician, cognoscitivamente hablando, de los programas de inter-
vención. Además de ello, el impacto de las intervenciones durante la primera infancia
parece ser de largo plazo: el acceso a los programas de cuño educativo está asociado a
una reducción de casi el 50% de probabilidades de que los niños repitan el año escolar,
durante la escuela primaria.
Fraser Mustard, uno de los más importantes investigadores en desarrollo infantil de
la actualidad, afirma que las vías cerebrales que afectan la capacidad de leer y escribir, el
comportamiento y la salud, se organizan en una fase muy temprana en el cerebro humano
(2003). En el centro de este transcurso de desarrollo precoz se encuentra el proceso afectivo.
Un niño tiene su curiosidad ampliada para aprender con el mundo cuando se siente segu-

42
ro emocionalmente, gracias a los cuidados y afectos que le dispensa el cuidador. Por el
contrario, cuando es inseguro y mal cuidado, el niño se retrae y disminuye su capacidad
de explorar el universo a su alrededor. Este estrés aumentado, influenciará poderosamente
en su salud futura y en su comportamiento.
Estas conclusiones fueron perfeccionadas en investigaciones subsecuentes, en las
cuales se distingue el trabajo de Allan Shore. Desde el inicio de la década de 1990, este
autor viene investigando y publicando estudios sobre la integración de los descubrimientos
de las neurociencias básicas con la psicología del desarrollo y la psico-dinámica, constru-

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
yendo, paulatinamente, una teoría muy bien basada del “yo” y de los afectos, como
reguladores del “yo” en su interacción con el ambiente, notoriamente el ambiente inter-
subjetivo. Ella demuestra, con una riqueza de datos, lo crucial que es para el desarrollo
del cerebro del bebé y del niño pequeño, la interacción con el medio, influenciada siempre
por otro cerebro, el del cuidador primario, sea el de la madre o el de la persona que más
convive y cuida del bebé. Para el autor:
Existe ahora un amplio entendimiento de que el cerebro es un sistema auto-
organizador, pero hay quizás menos conocimiento sobre el hecho de que
dicha auto-organización del desarrollo cerebral ocurre dentro de un contex-
to de una relación con otra persona. Esta otra persona, el cuidado primario,
actúa como un regulador psico-biológico externo del crecimiento del siste-
ma nervioso del niño que es “dependiente de la experiencia”, cuyos compo-
nentes están organizándose rápidamente, desorganizándose y reorganizán-
dose en la explosión del crecimiento cerebral, que se lleva a cabo durante
los dos primeros años de vida. Esta “experiencia” es específicamente afecti-
va, y el sistema de influencias mutuas, recíprocas, que es creado por la rela-
ción cuidador-niño, contribuye para el papel central del afecto en la forma-
ción de los vínculos de apego entre este par. Estas experiencias también
están moldeando la maduración de las conexiones estructurales dentro de
las áreas límbicas corticales y sub-corticales (que comandan las emociones)
que vienen a regular las funciones socio-afectivas (SHORE, 1994, p. 5 e 6)..
Asimismo, según Shore, el cuidador abusivo no solamente juega e interactúa menos
con su niño, sino que además, induce un estado traumático de efecto negativo duradero.
Este cuidador no calma al niño, no le proporciona un consuelo interactivo, y los estados
emocionales intensamente negativos del niño duran por largos periodos de tiempo. Tales
estados también se presentan acompañados por severas alteraciones en la bioquímica del
cerebro inmaduro, especialmente en la áreas asociadas al desarrollo de las competencias
interpersonales (SHORE, 2003).
El aumento de glico-corticoides provocado por el estrés –ocasionado, a su vez, por
el maltrato- en el periodo posnatal inmediato, lleva a la muerte neuronal de los “centros
afectivos”, creando un circuito límbico anormal (BENES, 1994), y daños permanentes en

43
el direccionamiento de la emoción en los canales adaptativos (DEKOSKY; NONNEMAN;
SCHEFF, 1982).
La interacción entre los cortico-esteroides y los neurotransmisores exitatorios (produ-
cidos por el estrés) es la causa de la muerte programada de neuronas, y representa el
mecanismo etiológico primario para la fisiopatología de las alteraciones neuro-psiquiátricas
(Margolis et al. 1994). “Aquí, tenemos un modelo para una morfogénesis límbica desa-
justada, una alteración estructural que irá a producir futuras funciones adaptativas. Este
es el contexto para la psico-patogénesis” (SHORE, 2003, p. 105).
Por lo tanto, viene siendo reconocido que las primeras experiencias relacionales
desempeñan un papel importante en el curso del desarrollo, en sus varias dimensiones, y
los investigadores se han interesado en los procesos a través de los cuales esto ocurre.
Flavell, Miller y Miller analizaron el substrato cognoscitivo que posibilita el desarrollo social
humano. Este desarrollo implica que el niño deberá discriminarse de los otros y adquirir
gradualmente una noción sólida del self como independiente, y al mismo tiempo conec-
tarse socio-emocionalmente con las personas. Dicho proceso se caracteriza por un movi-
miento dual de alejamiento y aproximación, y para los autores, el substrato cognoscitivo
permite, y al mismo tiempo es enriquecido, y se torna más complejo con este movimiento
(FLAVELL; MILLER; MILLER, 1999).
El desarrollo socio-cognoscitivo, por lo tanto, comienza con los primeros instantes del
proceso de separación e individualización y de conexión emocional con el otro en los
bebés. Este desarrollo incluye la comprensión creciente de las emociones y de los preceptos
y, también, el conocimiento de los niños acerca de los atributos personales de los otros y
del self. Incluye, además, el conocimiento de las causas del comportamiento y una com-
prensión de las relaciones sociales que implican el reconocimiento de las relaciones recíprocas
como la amistad, las relaciones amorosas y los juzgamientos morales.
Self es el concepto que indica el “yo” de la mente: “Una tarea central para el niño es
adquirir la noción de que él es una entidad distinta y separada, claramente diferenciada de
todos los otros, pero conectada emocional y socialmente a ellas” (FLAVELL; MILLER;
MILLER, 1999, p. 169). Este proceso de articulación y definición del self comienza tempra-
no en la vida del bebé, de la misma forma que los bebés aprenden muy temprano que los
seres humanos son objetos especiales con los cuales ellos podrán interactuar de maneras
muy especiales. Los objetos humanos también se tornan gradualmente distintos de los
humanos para los bebés. Ellos aprenden que las personas, y no los objetos, responden a
sus señales; aprenden que el comportamiento de las otras personas puede ser previsible e
inesperado respecto de su propio comportamiento; aprenden que las contingencias van en
la dirección opuesta también: las otras personas actúan, y el bebé reacciona apropiada-
mente, lo que le posibilita expandir su conciencia de las contingencias recíprocas.

44
Las interacciones recíprocas, por lo tanto, son las que posibilitan el proceso de dife-
renciación del self. Además de ello, las primeras tentativas de un bebé para comunicarse,
las cuales también representan intentos de conectarse con otras personas, amplían su
capacidad de responder a los gestos y expresiones faciales de emoción de los otros. Los
bebés aprenden a usar ese repertorio de expresiones como una guía para sus acciones
(FLAVELL; MILLER; MILLER, 1999; BEE, 1996). Al final del primer año de vida, los bebés
estarán un mínimo concientes de la existencia de las experiencias internas, como los deseos,
las emociones, las intensiones, y de que estos estados internos pueden ser compartidos

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
con otras personas.
Mientras tanto, el punto máximo de las conexiones con los otros, como es señalado
por Flavell, Miller y Miller, es lo que ellos llaman de apego social y que se basa en la des-
cripción de Bowlby (FLAVELL;
MILLER; MILLER, 1999; BOWLBY,
1990). El apego resulta del desarrollo
de lazos cargados de afecto con
algunas personas, tales como la
madre o el padre. Es un proceso de
interacción social de dos vías, en la
medida en que involucra siempre a
los sentimientos y comportamientos
de los padres y del bebé. Alrededor
de los nueve meses de vida, los
bebés comienzan a mostrar señales
claras de la formación de apegos La calidad de los cuidados recibidos durante la primera infancia
específicos. es decisiva para el desarrollo infantil

El concepto de apego evidencia una articulación importante entre el desarrollo cog-


noscitivo y el social y permite comprender dos dimensiones indisociables de un mismo pro-
ceso que es el desarrollo infantil.
El apego sirve como un buen ejemplo de cómo el desarrollo cognoscitivo y el
social están íntimamente ligados durante el desarrollo. Cada uno de ellos limi-
ta, pero también facilita el proceso del otro. En lo que respecta a la dirección
de lo social para el cognoscitivo, las interacciones sociales y las relaciones emo-
cionales del bebé con sus cuidadores, éstas deben constituir un elemento casi
indispensable para la formación y el desarrollo de los procesos cognoscitivos.
Es difícil concebir cómo podría existir cualquier desarrollo cognoscitivo signifi-
cativo si la cantidad y calidad de las relaciones sociales del bebé con otros seres
humanos cayeran bajo la influencia de algún mínimo desconocido. Los huma-
nos son seres sociables, y su desarrollo cognoscitivo requiere relaciones socia-
les humanas (FLAVELL; MILLER; MILLER, 1999, p. 154-155).

45
El estilo de comportamiento de la madre o del principal cuidador (como por ejemplo,
cuán disponibles y apropiadas sean sus respuestas), interfieren en estos lazos de apego,
contribuyendo en sus características. Y es en esa base en la que los niños estarán constru-
yendo sus expectativas acerca del comportamiento de sus figuras de apego; sus representa-
ciones del self, de las personas y del mundo a su alrededor, y de las interacciones entre
ambos. Y es también sobre esta base -que podrá ser una base segura o no- es sobre la
que el niño pequeño estará capacitado para explorar el mundo, tener curiosidad, aprender,
interactuar, etc. (BOWLBY, 1989).
En fin, se puede afirmar que la calidad de los cuidados recibidos durante la primera
infancia es decisiva para el desarrollo saludable del niño. La capacidad de percepción, la
memoria, el desarrollo del lenguaje, de la actividad simbólica y de las estructuras de pen-
samiento, en fin, todas éstas, son dimensiones sensibles respecto de la calidad de estos
cuidados.
Fontaine, Torre y Grafwallner asociaron los cuidados y la educación recibida en la primera
infancia con el éxito posterior del niño en la escuela (FONTAINE; TORRE; GRAFWALLNER,
2006). Estos autores resaltan los efectos de la calidad de los primeros cuidados en las
habilidades de lectura por parte de los niños en situación de riesgo, a través de un estu-
dio desarrollado en el Judith P. Hoyer Early Child Care and Family Education Center (Judy
Center). En esta misma línea de investigación, Vickerius y Sandberg estudiaron el signifi-
cado y las implicancias que tiene la actividad de jugar durante los primeros años, para las
interacciones sociales y el aprendizaje (VICKERIUS; SANDBERG, 2006).
El papel ejercido por otros cuidadores fuera de los padres, fue investigado por Marty,
Reddick y Walters. Estos autores constataron que estas figuras disponibles en las institu-
ciones de educación infantil, como las guarderías y las preescuelas, o los visitadores de las
familias, como es el caso de programas como el PIM, desempeñan una importante función
de apoyo y soporte para una relación de apego seguro entre el niño y sus padres (MARTY;
REDDICK; WALTER, 2005). Estas figuras refuerzan y promueven dicha relación, y ese factor
tiene implicancias para la planificación de programas de cuidados dirigidos hacia la pri-
mera infancia, para el trabajo institucional y para la formulación de políticas públicas.
Por otro lado, experiencias de pérdida; de cuidados inadecuados o negligentes; y, de
privaciones relacionadas con las figuras paternas, fueron asociadas a comportamientos
antisociales o delincuenciales en la adolescencia y en la vida adulta (WINNICOTT, 1987).
Esta asociación es de especial interés, si consideramos la situación de pobreza y vulnera-
bilidad de una parcela significativa de familias brasileñas que tienen niños y adolescentes,
y en el importante número de jóvenes que se involucraron en conflictos con la Ley en
Brasil.
La constatación de estas informaciones nos lleva a una nueva visión del desarrollo
humano y a la conclusión de que ninguna acción social, o política pública, puede ser más

46
importante que aquellas que se preocupan por la primera infancia. Programas de acciones
ya realizadas en este sentido, apoyan esta afirmación. “Las intervenciones importantes
efectuadas al inicio de la vida son vistas como pequeñas inversiones que traerán altos
retornos en términos de bienestar físico, mental y económico, durante toda la vida del
niño y del adulto” (BANCO MUNDIAL, 2002, p. 7). Los programas dirigidos hacia el estímulo
y promoción del desarrollo infantil producen resultados interesantes en el sentido de que
reducen las tasas de mortalidad infantil, aumentando el número de matrículas escolares;
reducen los índices de repetición de año y de evasión escolar; y, aumentan la capacidad
de ganancias futuras en el mercado de trabajo.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Young, revisando los resultados de programas de desarrollo de la primera infancia lleva-
dos a cabo en diversos países como Israel, Turquía, México, Guyana, Chile, Venezuela y
Bolivia, entre otros, señalan resultados como mejorías en la salud y nutrición; índices más
altos de inteligencia; mayor número de matrículas escolares; menor número de repetición
del año escolar; y, mayor participación de las mujeres en la fuerza de trabajo. Por otro
lado, si los niños fueran privados de un ambiente seguro, amoroso y no fueran apropia-
damente estimulados al inicio de sus vidas, no podrán desarrollar totalmente sus funciones
de lenguaje, pensamiento y socialización (YOUNG, 1996).
Una investigación realizada por el Banco Mundial reveló que la asistencia frecuente
a la educación infantil también ejerció una importante influencia en la escolaridad final
de los brasileños. Dos años de preescuela contribuyeron para aumentar en promedio un
año de escolaridad. Además de ello, niños que tuvieron acceso a la educación infantil
tuvieron menores probabilidades de ser reprobados y presentar un desfase entre su edad
y el año lectivo. Este estudio concluyó, además, que un año de preescuela tuvo como
resultado un aumento del 2 al 6% en los salarios (BANCO MUNDIAL, 2002).
Datos del Instituto de Investigaciones Económicas Aplicadas (IPEA) corroboran estos
descubrimientos, comprobando que un niño pobre que frecuenta dos años de educación
preescolar tendrá un 18% más de poder de compra cuando sea adulto. Para el UNICEF,
por lo tanto, “la inversión en educación infantil puede ser vista también como una elección
en favor de la garantía de equidad de género; del enfrentamiento a la criminalidad; y, del
combate a la pobreza y a la exclusión social” (UNICEF, 2005, p. 68).
En las publicaciones sobre el tema, existe una unanimidad entre los autores respecto
de los beneficios de las inversiones en programas que buscan promover el desarrollo en
los primeros años de los niños (COFFEY, 2007; GAAG, 2002; GRUNEWALD; ROLNICK,
2007; LOVE; SCHOCHET; MECYSTROTH, 2002; KIRPAL, 2002; McCAIN; MUSTARD,
1999; MUSTARD, 2002; 2007; YOUNG, 1996; 2002; 2007). Estos programas señalan que
el desarrollo en la primera infancia es el origen de la formación del capital humano y pre-
sentan los mayores índices de retorno en el desarrollo económico y también en relación
costo-beneficio para reducir la pobreza y promover el crecimiento económico de un país.

47
Los niños que participan de programas para el desarrollo de la primera infancia acostum-
bran a lograr mejores resultados en la escuela y en la vida. El retorno de las inversiones
en estos programas supera las de aquellos que están asociados a cualquier otra inversión
en la infraestructura de los países.
Grunewald y Rolnick resaltan que los programas dirigidos hacia la primera infancia
pueden ser desarrollados a larga escala y obtener óptimos resultados si presentan las
siguientes características: enfocarse en los niños en situación de riesgo y estimular direc-
tamente el compromiso de los padres; promover un compromiso a largo plazo con el
desarrollo en la primera infancia; e, incitar prácticas innovadoras y de alta calidad. Los
autores consideran, entre las condiciones que pueden indicar que un niño se encuentra
en situación de riesgo, a la baja renta familiar; la presencia de violencia o negligencia en
el hogar; un bajo grado de instrucción de los padres; bajo peso al nacer; y, dependencia
química de los padres (GRUNEWALD; ROLNICK, 2007). Condiciones que, como vimos
anteriormente, afectan a un significativo número de la población infantil brasileña.
La calidad de vida que un niño tendrá y las contribuciones que él hará para la socie-
dad, acostumbran ser trazadas durante los primeros cinco años de vida (GRUNEWALD;
ROLNICK, 2007). Si este periodo se caracteriza por la presencia de apoyo para su evolución
cognoscitiva, en el lenguaje, en las habilidades motoras, en sus habilidades adaptativas y
en su funcionamiento socio-emocional, es más probable que el niño alcance resultados
exitosos en la escuela y que, más tarde, contribuya de manera eficaz en la sociedad. Por
el contrario, sin el apoyo adecuado durante estos primeros años, el niño estará más propen-
so a abandonar la escuela, recibir beneficios del gobierno y presentar conflictos con la
Ley.
Young se refiere a algunos estudios conducidos en los Estados Unidos, el Asia, en el
Medio Oriente y en América Latina que evidenciaron los resultados positivos de programas
orientados hacia la educación durante la primera infancia. Estos resultados mostraron
efectos positivos en el coeficiente intelectual de los niños, en las condiciones con que
ingresaron en la escuela y su predisposición para el proceso de alfabetización, y además,
mejores resultados al final de los primeros años de la escuela primaria (YOUNG, 1996).
Estudios longitudinales realizados en los Estados Unidos confirmaron que los programas
dirigidos hacia niños pequeños que vivían en la pobreza, trajeron beneficios importantes
y duraderos. El compromiso de los padres en tales programas se mostró crítico para la
garantía de los resultados positivos.
La revisión realizada por Myers de entre 19 evaluaciones longitudinales de los efectos
de las intervenciones precoces en América Latina corrobora estos descubrimientos. Este
autor identificó mejoras en la salud y nutrición en programas como los desarrollados en
Colombia y Bolivia, que estimularon la inmunización de los pequeños (MYERS, 1995).
Niños que participaron de programas para la primera infancia en Colombia, Jamaica y el

48
Perú, presentaron escores más altos de inteligencia que los que no participaron. Las
tasas de matrícula en la escuela en Colombia, también, fueron más elevadas entre los
niños que participaron del Programa. Myers también constató que los niños participantes
de programas de primera infancia en Brasil, específicamente en los Estados de Alagoas y
Ceará, en Colombia y en la Argentina, obtuvieron mejor rendimiento académico en la
escuela y alcanzaron mayores progresos que los niños no participantes, bajo las mismas
circunstancias.
Barnett analizó los resultados de 36 estudios acerca de programas dirigidos a la pri-

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
mera infancia y los efectos a largo plazo en el desarrollo cognoscitivo, en la socialización
y el éxito escolar de niños de familias con baja renta. Su revisión incluyó estudios de educa-
ción preescolar, guarderías y programas que adoptaron la estrategia de visitas domiciliares.
Sus conclusiones indicaron que tales intervenciones produjeron grandes beneficios a
corto plazo en el coeficiente intelectual de los niños e importantes efectos a largo plazo
en el desempeño escolar, en la reprobación y en el encaminamiento para clases especiales,
así como en el ajuste social. La calidad y la inversión realizada en los programas fueron
fundamentales para su éxito (BARNETT, 1995).
Una de las experiencias más citadas sobre los programas para la primera infancia es
el Proyecto Preescolar High/Scope Perry, realizado en Ypsilanti, Michigan, en los Estados
Unidos, que condujo una evaluación longitudinal, acompañando a niños desde la época
en que participaron del proyecto preescolar, con tres o cuatro años, hasta los 40 años de
edad. Todos los participantes eran niños afroamericanos que vivían en un mismo barrio
en los años 60. Ellos fueron divididos en dos grupos, de forma aleatoria. Un grupo recibió
un programa preescolar de aprendizaje activo de alta calidad, y otro grupo fue analizado
como un grupo de control. Fueron evaluadas ciertas características, aptitudes, actitudes
y tipos de desempeño, y los resultados más notables para los participantes que recibieron
el programa preescolar, cuando llegaron a los 27 años, fueron:
a) Renta mensual más alta (29% ganando una renta igual o superior a los $ 2 mil,
en contraste con el 7% del grupo de control);
b) Porcentaje más alto de casa propia (36% contra 13%);
c) Nivel más alto de instrucción (71% contra 54%, completaron la enseñanza media);
d) Porcentaje más bajo de personas asistidas por servicios sociales en los últimos
10 años (59%, contra el 80%);
e) Número menor de ingresos a prisiones hasta los 27 años (7% contra 35% con cinco o
más ingresos a prisiones); y,
f) Porcentaje de tiempo en programas para deficiencias mentales educables (15%
contra 34% pasaron uno o más años en estos programas).

49
Dados estos resultados, a largo plazo se calcula que el Programa haya economizado
$ 7,16 por cada dólar invertido, debido a las reducciones en los gastos de educación pri-
maria, previdencia social, salud mental y sistema penitenciario, combinadas con el
aumento de la productividad a largo plazo (YOUNG, 1996).
Por todo ello, es posible afirmar que “la provisión de buenos cuidados y apoyo a la
primera infancia es esencial para todos los niños, pero de suma importancia para los
pobres y vulnerables, en el sentido que compensa sus desventajas” (UNESCO, 2007, p.
25). James Heckman, premio Nóbel de Economía en 2000, resaltó que la inversión en la
primera infancia, especialmente enfocada en los niños más vulnerables, “es una rara inicia-
tiva de política pública que promueve la equidad y la justicia social” (HECKMAN apud
UNESCO, 2007, p. 25).
Invertir en programas orientados hacia el desarrollo en la primera infancia, por lo
tanto, es un imperativo ético, social y económico de los gobiernos y de las sociedades. En
el capítulo siguiente, se presenta la experiencia del Programa Primera Infancia Mejor,
conocido como PIM, desarrollado en Brasil, específicamente, en el Estado de Rio Grande
do Sul.

50
52
C A P Í T U L O 2

Presentando el PIM

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
El Programa Primera Infancia Mejor (PIM) fue lanzado oficialmente en el Estado de
Rio Grande do Sul el 7 de abril de 2003 a través de la suscripción del Decreto Nº 15/2003,
que lo instituyó, y definió las responsabilidades del Estado y sus municipios. En dicha oca-
sión fue firmado el Protocolo de Intensiones 2003 entre las cuatro Secretarías Estaduales:
de Saude; de Educación; de Cultura; de Trabajo, de Ciudadanía y de Asistencia Social (a
partir de 2007, denominada Secretaría de Justicia y Desarrollo Social), con el apoyo del
Gabinete de la Primera Dama, para el establecimiento de acciones conjuntas con miras a
la implementación y al funcionamiento del Programa. También en dicha fecha, fueron ins-
tituidos el Comité Estadual para el Desarrollo Integral de la Primera Infancia (CEDIPI,
Decreto Nº 42.199); el Día Estadual del Bebé (23 de noviembre); y, la Semana Estadual
del Bebé (Decreto Nº 42.200), integrando el calendario oficial, como un estímulo para
que la sociedad de Rio Grande do Sul, reflexione y se organice en torno de la primera
infancia, participando de actividades socio-educativas en sus comunidades, valorizando y
promoviendo el desarrollo integral de sus niños. El Decreto Nº 42.201, en la misma fecha,
instituyó el Premio “Vivan los Niños”, que es otorgado a los municipios que presentan los
menores índices de mortalidad infantil, galardón a ser otorgado en el Día Mundial de la
Salud — 7 de abril1.
1. Los Decretos y los Protocolos son presentados como en un CD-ROM que acompaña esta publicación.

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Bajo el liderazgo de la Secretaría Estadual de Salud, e integrando los esfuerzos de las
Secretarías Estaduales de Educación; de Cultura; y de Justicia y Desarrollo Social, el PIM
refleja, en su concepción, implantación y evolución el reconocimiento de la importancia y
de la complejidad del desarrollo infantil. El Programa asume su compromiso para con la pro-
moción de este desarrollo, articulando a los sectores y los esfuerzos necesarios para ello.
Uno de los postulados del PIM es que el desarrollo infantil es un proceso complejo,
que involucra varias dimensiones: la neurológica; la afectiva; la cognoscitiva; y, la social.
No es un proceso fuera de un contexto. Otorga a la familia y al ambiente del niño, así
como a la comunidad donde este inserta, una importancia vital. Igualmente, el contexto
social más amplio, cultural, histórico, político y económico, también tendrán implicancias
significativas para este desarrollo.
Por lo tanto, tal y como lo muestra Young, “para un niño, la capacidad de pensar,
formar relaciones sociales y llevar a cabo todo su potencial, está directamente relacionada
con el efecto sinérgico de la buena salud, la buena nutrición, los estímulos apropiados y
la interacción con personas importantes y significativas” (YOUNG, 1996). Los programas
orientados hacia los niños en sus primeros años de vida, entonces, deben ser amplios,
integrados y buscar satisfacer todas sus necesidades, así como la promoción de sus
potencialidades.
Los cuidados y la educación de los niños en sus primeros años de vida tienen secuelas
decisivas en su desarrollo. Hasta los seis años de edad, el 90% de las sinapsis cerebrales
ya habrán sido formadas, así como el desarrollo del lenguaje y del potencial del vocabu-
lario del niño, su estabilidad emocional, los contornos más amplios de sus auto-estima,
su sentido de moralidad, responsabilidad, empatía, reracionamiento social y los aspectos
fundamentales de su personalidad (UNICEF, 2005). Se trata de un periodo crucial, como
ya lo hemos visto, y potencialmente importante y promisorio, en términos de inversión y
atención.
Discutiendo lo que son los “Programas de Desarrollo de la Primera Infancia”, el informe
del Banco Mundial sobre este tema en Brasil señala que dicho término:
Incluye a los servicios dedicados al crecimiento físico e intelectual de los niños
en sus primeros años de vida (de cero a seis años). Estos servicios incluyen
guarderías, preescuelas, visitas domiciliarias efectuadas por profesionales
entrenados, servicios de salud y nutrición y educación de los padres.
Intervenciones importantes en el inicio de la vida son vistas como pequeñas
inversiones que generan altos retornos en el bienestar físico, mental y eco-
nómico durante la vida del niño y del adulto. Las investigaciones también
demuestran que dichas intervenciones precoces son especialmente benéfi-
cas para los niños carentes (BANCO MUNDIAL, 2002, p. viii).

54
Concientes de todos estos factores y con experiencias anteriores que ya revelaban el
interés, la sensibilidad y la dedicación para con los primeros años de la infancia, Osmar
Gasparini Terra, Secretario de Salud de Rio Grande do Sul y su equipo formularon el PIM,
proceso que contó con la participación y la cooperación técnica del Sector de Educación
de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO), en Brasil y de su Oficina Antena en el Estado de Rio Grande do Sul. Atento a
la realidad de la infancia en el Estado y a las características y a la diversidad de sus municipios,
el PIM fue fuertemente inspirado en la experiencia cubana desarrollada en la iniciativa
“Educa a Tu Hijo”.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
El Programa “Educa a Tu Hijo” fue implementado en 1992 en Cuba con el apoyo de
el UNICEF. Está basado en estudios e investigaciones desarrollados entre 1983 y 1992. De
carácter intersectorial y comunitario, y contando con la decidida participación de la familia,
“Educa a Tu Hijo” busca la promoción del desarrollo integral de los niños entre cero a seis
años de edad. En 2002, el Programa ofrecía cobertura al 70,9% de la población infantil
cubana de cero a seis años, que no estaba siendo atendida por la vía institucional de la
educación infantil: los llamados Círculos Infantiles y Aulas de Preescuelas en dicho país.
En 1998, como resultado de esta experiencia, fue creado el Centro de Referencia
Latino Americano para la Educación Preescolar (CELEP), con el objetivo de promover los
intercambios sistemáticos con especialistas latinoamericanos y de otras latitudes, vinculados
con la educación y el desarrollo en la primera infancia. El CELEP ofrece asesoría en la formulación
de programas y proyectos educativos institucionales y no institucionales en otros países,
además de contribuir en la mejoría profesional de los educadores. Por medio del CELEP,
la experiencia cubana ya fue compartida con especialistas de Chile, Argentina, Colombia,
Ecuador, Brasil, República Dominicana, entre otros países, que participaron de intercam-
bios sobre dicha materia de la educación infantil y del desarrollo en la primera infancia.
La tecnología desarrollada por “Educa a Tu Hijo”, a través de la organización de sus
equipos, y la articulación de las varias instancias involucradas, las capacitaciones destina-
das a preparar, acompañar y evaluar a los profesionales involucrados, sirvió como modelo
para el PIM, resguardadas las diferencias contextuales y culturales entre los países.
El PIM nació, de esta forma, basado en estudios y experiencias concretas que demos-
traron los beneficios de la acción socio-educativa y de los cuidados de calidad destinados
a la primera infancia. Fue concebido a la luz de un nuevo paradigma orientador en la
comprensión y de las acciones en los campos de la salud, la educación, la asistencia social
y la cultura. En contraposición al modelo que privilegiaba la intervención sobre los proble-
mas, las enfermedades y el déficit, se apreció el pasaje al paradigma de la atención integral,
contemplando acciones educativas y de promoción de la salud y del desarrollo y preven-
ción de las dificultades, además de las acciones de atención y asistencia cuando sean
necesarias. De las acciones especializadas y enfocadas, se busca contemplar acciones de
carácter interdisciplinario e intersectorial, que tomen en consideración la complejidad de
los aspectos de la salud y de la educación infantil.

55
El PIM reconoce, por lo tanto, lo imperativo de las políticas intersectoriales e integra-
das, y se organiza a partir de una alianza entre el Estado, los municipios y las institucio-
nes no-gubernamentales que se adhieren al Programa.

De la teoría a la práctica: presupuestos teóricos y ejes estructurales del PIM


El PIM se organiza en torno de tres ejes estructurales: la Familia, la Comunidad y la
Intersectorialidad. La familia es concebida como el grupo humano primario más impor-
tante en los años iniciales de la vida de todo individuo. Es una unidad afectiva de relaciones,
de cuidados, de protección y educación. No está constituida, necesariamente, por lazos
sanguíneos o legales.
En la sociedad brasileña, la familia ocupa un lugar central en la configuración del
individuo y en el proceso de construcción de su subjetividad. La familia es importante, no
solamente por los cuidados que efectivamente dispensa a sus hijos, sino también por la
dimensión simbólica que la caracteriza, a través de la cual, identidades, valores, vínculos
y modelos de comportamiento se van constituyendo. Además de ello, los estilos de inte-
racción y cuidados proporcionados, y los estímulos ofrecidos, tienen un papel primordial
en el desarrollo afectivo, cognoscitivo y neuropsicomotor del niño, especialmente en sus
primeros años.
La importancia de la familia se torna aún más crucial cuando consideramos que casi
el 75,28% de la población infantil de cero a seis años no tiene acceso a las instituciones
de educación infantil en Rio Grande do Sul (con base en la población estimada en el
Estado en 2006 y en el número de niños matriculados con edades entre cero y seis años,
IBGE, 2007; MEC/INEP, 2006). El PIM cumple, así, un importante papel de apoyo a las
familias, orientándolas y promoviendo el desarrollo integral de sus hijos.
El Ministerio de Salud, en 2002, en la Guía Referencial para Administradores
Municipales, respecto de las políticas intersectoriales en favor de la infancia, ya resaltaba
que todas las políticas dirigidas a los niños de cero a seis años de edad y orientadas por
el abordaje integral de las necesidades del desarrollo infantil, no podrían prescindir de la
inclusión de las familias en sus programas. En este sentido, los organizadores destacan
que:
El formular políticas de protección a las familias pobres, en las cuales el foco
de elección del público prioritario para atención sea la presencia del niño
pequeño en el núcleo familiar, parece ser una de las formas de garantizar
mejores condiciones de desarrollo para los niños… El papel de las políticas
públicas debe ser el de garantizar a las familias las condiciones necesarias
para ejercer su competencia y responsabilidad. Para ello, se debe facilitar el
acceso de las familias a los servicios y programas de formación, mejorar sus

56
condiciones de vida, reafirmar las responsabilidades y autoridad de los
padres en la educación de sus hijos, además de proporcionar mayor y mejor
información sobre las necesidades del desarrollo infantil (BRASIL. Ministerio
de la Salud, 2002, p. 79-80).
El PIM respeta y considera las experiencias y la cultura de las familias atendidas en la
planificación de sus acciones. Semanalmente, lleva hasta sus casas conocimientos sobre el
desarrollo infantil, incentivándolas a la reflexión, a observar a sus hijos para identificar sus
potencialidades, sus carac-

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
terísticas y dificultades,
promoviendo el cuidado
adecuado de sus hijos. A
través de los materiales
ofrecidos por el Programa,
como la Guía Familiar, por
ejemplo, o mediante la
interacción con la visitado-
ra o del soporte ofrecido
por ella, las familias atendi-
das por el PIM tienen acce-
so a informaciones y viven-
cias esenciales para favore-
El PIM lleva semanalmente a las casa de las familias atendidas, conocimien-
cer los cuidados y la edu- tos sobre el desarrollo infantil
cación de sus niños.
No se trata de un modelo paternalista o asistencialista de acción. En primer lugar,
porque las acciones en los ámbitos de la educación, de la salud, de la asistencia social y
de la cultura no se llevan a cabo solamente en los espacios formales e institucionales
constituidos para esa finalidad. En segundo lugar, porque la condición de vulnerabilidad
y riesgo social en los que dichas familias se encuentran dificultarían –y muchas veces
imposibilitarían- el acceso al conocimiento y a la experiencia proporcionada por el
Programa de otra forma. Y, por último, pero no por ello menos importante, porque la
familia es considerada como un agente competente, activo y co-participativo en el
Programa, construyéndolo, en conjunto, con los equipos involucrados, en la medida en
que su participación, contribución, demandas y feedback son elementos centrales en su
implementación.
Además de la familia, la comunidad también se constituye en un eje central del PIM.
La comunidad es concebida en el Programa como un espacio fundamental de potencia-
lidades, recursos humanos, materiales e institucionales. Sus costumbres, sus tradiciones,
sus producciones culturales, son elementos importantes en la educación, en la salud y en

57
el desarrollo de los niños.
Brazelton y Greenspan, al
discutir las necesidades
esenciales de los niños
para su crecimiento,
aprendizaje y desarrollo,
incluía la necesidad de
comunidades estables,
amparadoras y de conti-
nuidad cultural (BRAZEL-
TON; GREENSPAN,
2002).
El PIM valoriza y esti-
La comunidad es uno de los ejes centrales del PIM
mula este papel de la
comunidad, así como su potencial de movilización, divulgación, apoyo a las acciones educati-
vas y de salud, volcadas hacia el desarrollo integral de la primera infancia. La aproximación
con la cultura y los recursos de cada comunidad son valorizados y buscados por el
Programa, y son entendidos como elementos importantes sin los cuales la evolución del
PIM en el municipio quedaría comprometida.
El carácter intersectorial en la atención de los niños, como uno de los ejes estructu-
rales del PIM, es el resultado de la constatación de que la fragmentación de las iniciativas,
la sectorialización excesiva y el énfasis en la especialización de las acciones, resultan en
políticas inadecuadas y en programas puntuales que, además de dispersar los recursos,
reducen su eficacia y efectividad. Aisladamente, u operando a través de una simple yux-
taposición, los sectores de salud, educación, asistencia social, cultura y justicia, no alcan-
zan los resultados esperados, y muchas veces, ni siquiera los de sus propios campos de
actuación. Esto sucede por la interdependencia entre las necesidades y demandas de la
población y su relación con los factores sociales complejos, que no pueden ser reducidos
a la sectorialización técnico-administrativa (BRASIL. Ministerio de Salud, 2002). Además
de ello, las mejorías en el ámbito de la salud dependen también de múltiples factores económi-
cos y sociales.
Es indispensable, por lo tanto, la articulación de todos los sectores involucrados con
la atención del niño pequeño y con la promoción y la protección de sus familias, a través
de un modelo integrado de ejecución local de una política pública para la infancia.
Guiado por estos principios, el PIM considera al niño y a su familia como una unidad de
análisis y de intervención para su formulación, con base en la integración de los diferen-
tes niveles del gobierno, y articulando a las familias y a la sociedad civil con las acciones
gubernamentales.

58
Wimmer y Figueiredo conceptúan a la intersectorialidad como “una práctica integradora
de acciones de diferentes sectores que se complementan e interactúan para lograr un
abordaje más complejo de los problemas” (WIMMER; FIGUEIREDO, 2006, p. 151-152).
Los autores consideran que para poder estructurar acciones colectivas más complejas, capaces
de lidiar con los diferentes matices de la realidad y de proporcionar el desarrollo de la
autonomía en los sujetos, la articulación intersectorial y transdisciplinaria se muestran
como fundamentales. La complejidad de los sectores de salud, educación y de asistencia
social, no permite un abordaje fragmentado por estructuras sectorializadas.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La intersectorialidad en el PIM se define como un conjunto articulado de acciones en
redes de apoyo para la madre embarazada, los niños de cero a seis años y para sus familias.
En esta articulación quedan preservadas las especificidades de cada Secretaría, el incentivo
para la implementación de programas y para la complementariedad de la red, de forma
que se integre un conjunto de actividades que estén en sintonía y que puedan ir al
encuentro de las demandas de la población-objetivo. Para el Ejecutivo Estadual, elegir a
la primera infancia como prioritaria, se tornó un eje integrador de políticas públicas, que
pasó a ser contemplado por parten de las Secretarías asociadas, a través de diferentes
acciones de programas desarrollados por las mismas.
La Secretaría Estadual de Salud tiene como atribución el tratamiento de las políticas
de salud en el ámbito estadual, con miras a la promoción, prevención y atención en salud.
Al ser coordinadora del PIM, adopta estrategias específicas y articula programas y servi-
cios de su propia red, con énfasis en la participación intra- e intersectorial, en especial en
aquellos programas y servicios cuya atención y acción están dirigidas hacia la familia, la
embarazada y el niño. El PIM ejerce una interfase con otras acciones de la Secretaría
Estadual de Salud, dentro de la lógica adoptada por el gobierno estadual de preparación
del ciudadano del mañana, con una mejor calidad de vida. En 2006, Rio Grande do Sul
(RS) fue señalado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), como el
Estado brasileño con el menor índice de mortalidad infantil. Este es el indicador de salud
más significativo de una población específica en cualquier parte del mundo. En los últi-
mos años, el coeficiente de mortalidad infantil viene cayendo en una curva decreciente
en RS. Pero debemos dejar en claro que solamente se alcanza este escenario con una red
articulada de estructuras y acciones eficaces, preventivas y curativas, y ello acaba influen-
ciando en la mejoría de todos los demás indicadores de salud, y no sólo en el segmento
infantil, sino en todas las etapas de la vida. En esta red gaúcha se incluye el incremento
permanente del Programa Salud de la Familia, verdadera puerta de entrada a las comu-
nidades. Se agrega, además, el Programa Vivan los Niños. Esta acción lleva acabo, por
ejemplo, un mapeo semanal de las muertes infantiles. Este inventario permite tomar
acciones técnicas enfocadas en las áreas de mayor incidencia. El Programa establece el
acompañamiento de las mujeres embarazadas por medio de exámenes periódicos prena-
tales. Todas estas medidas se dan de forma amalgamada con los municipios. Otra tarea

59
de la Secretaría vinculada a iniciativa de una infancia mejor, es el Programa de Prevención
de la Violencia, que es otra prioridad del Gobierno del Estado. Esta iniciativa viene tratando el
grave problema de la violencia como una cuestión de salud pública en Rio Grande do Sul.
La Secretaría Estadual de Educación, además de los proyectos implementados en las
áreas de educación infantil y de formación de educadores, desarrolla el Proyecto “Escuela
Abierta para la Ciudadanía”, que tiene por objetivo trabajar con las familias, niños y la
comunidad en general, durante los fines de semana, mediante su participación en activi-
dades socio-educativas, culturales y deportivas. Esto significa no solamente abrir las puertas
de las escuelas públicas a la comunidad, sino, sobre todo, abrir horizontes y perspectivas
de futuro para las poblaciones más marginadas, socialmente hablando, cultivando vidas
y desarmando la violencia. Junto al PIM, representantes de cada una de las Coordinadoras
Regionales de Educación (CRE), participan de las visitas y asesorías a las familias del
Programa, además de la inserción en el Grupo Técnico Estadual (GTE), y junto al Grupo
Técnico Municipal (GTM), en cada municipio que implementa el Programa.
Por otro lado, la Secretaría Estadual de Cultura establece una interfase con el
Programa Primera Infancia Mejor, a través de su amplia política que incluye la puesta a
disposición de toda la población de los acervos de sus instituciones. Son estas las funda-
ciones de teatro, televisión, radio y música; los museos históricos de arte; los centros de
desarrollo de expresión que desarrollan actividades de arte y educación con niños y ado-
lescentes; las bibliotecas orientadas al público infantil-juvenil; la Casa de Cultura Mário
Quintana; y, los institutos de música, teatro, danza, cinema y tradición y folclore. Otro
compromiso, en esta alianza de apoyo al Programa Primera Infancia Mejor, es la promoción
de actividades de capacitación sobre cultura, arte, educación, juegos, confección de
juguetes, narración de historias, entre otros temas, para Grupos Técnicos Municipales,
monitores y visitadores. Estas capacitaciones pueden ser estaduales, regionales y/o municipales.
En el área de la Asistencia Social, la Secretaría Estadual de Justicia y de Desarrollo
Social es la responsable por la coordinación de esta política pública en el Estado.
Promueve y orienta servicios, programas y proyectos que, directa o indirectamente, apo-
yan el desarrollo infantil. Estos servicios están divididos en Protección Social Básica (PSB)
y Protección Social Especial (PSE). La PSB tiene sus acciones enfocadas en la prevención y
vigilancia social de los territorios, con servicios continuos de atención a la familia y a sus
integrantes, de forma que se fortalezcan los vínculos familiares y comunitarios. Entre ellos
podemos citar:
• Orientación y Apoyo Socio-Familiar (OASF), que propone actuaciones con familias
para que ellas puedan cumplir su papel socializante y de protección de sus miembros, así
como desarrollar su autonomía con miras a su interacción social; y,

60
• Apoyo Socio-Educativo en Medio Abierto (ASEMA), que promueve acciones socio-
educativas con familias en situación de riesgo personal y social.
Estas acciones deben ser desarrolladas en los Centros de Referencia y Asistencia
Social (CRAS), unidades públicas estatales responsables por la atención y vigilancia social.
Los CRAS, según la Política Nacional de Asistencia Social, deben dar prioridad a la atención
de las familias del Programa Bolsa Familia (PBF). Este es un Programa de transferencia de
renta a las familias en situación de vulnerabilidad social, financiado por el Gobierno
Federal, por medio de repases mensuales de dinero, donde las familias asumen compro-

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
misos que deben ser cumplidos. Este Programa desarrolla acciones conjuntas de asistencia
social, salud y educación, siendo el Estado el responsable de la coordinación de las accio-
nes intersectoriales y la capacitación de los gestores y profesionales que en él actúan. Se
incluyen, también, en la red de servicios, el Programa Emancipar que, por intermedio de
un abordaje multisectorial, busca emancipar personas, familias y comunidades, rompiendo
los vínculos de dependencia con los programas estatales de transferencia de renta. La eje-
cución de este Programa da prioridad a los municipios en donde ya se implementa el PIM.
La participación de esta Secretaría junto al PIM se destaca, además, por la oferta de
apoyo y orientación familiar, auxilio en la búsqueda y generación de renta en las comu-
nidades, así como en la prevención de la violencia doméstica y el abuso sexual durante la
infancia. Por lo tanto, esta cooperación intersectorial dirigida hacia la primera infancia
viene integrando a los servicios y acciones de las secretarías asociadas, contribuyendo
para impulsar el desarrollo social de los municipios que se adhirieron al PIM. En estos
municipios, la red de cooperación intersectorial se reproduce. Las principales característi-
cas de esta red son la interdependencia, la complementariedad y la horizontalidad de sus
acciones, que presuponen la división de responsabilidades y competencias. La orientación
hacia una directriz central busca la adecuación y la sintonía de las acciones, evitando el
paralelismo y, además, reforzando recursos y garantizando el mantenimiento de las auto-
nomías decisorias.
Se debe añadir, además, que podrán integrar esta red intersectorial, las ONG y otras
entidades de la sociedad civil. Dicha integración no es simplemente deseable sino, más
bien, recomendable, como viene revelando la experiencia obtenida en diversos munici-
pios participantes del Programa.

Algunos presupuestos teóricos


El PIM fundamenta teóricamente sus acciones en las contribuciones de la teoría his-
tórico-cultural de Vygotsky; en los aportes ofrecidos por la teoría del aprendizaje de
Piaget; en los descubrimientos de la neurociencia acerca del desarrollo cerebral inicial: y,
en la teoría sobre la formación y el desarrollo de los vínculo afectivos de Bowlby. Las

61
contribuciones de Winnicott, acerca de la importancia del ambiente y de las funciones
desempeñadas por las figuras materna y paterna en el desarrollo psicológico infantil
también fueron incorporadas (WINNICOTT, 1975; 1983; 1993).
En la medida en que el desarrollo es concebido como un proceso complejo, se torna
necesario que se tome en cuenta sus muchas dimensiones. Las contribuciones del modelo
histórico-cultural inspirado por Vygotsky nos enseñan que “el niño debe ser considerado
como un ser eminentemente social, que tiene su desarrollo organizado en y por las rela-
ciones interpersonales”
(VYGOTSKY 1987). Por
ejemplo, el desarrollo
neuropsicosocial del
niño es transformado
por sus interacciones
sociales; por la cantidad
y calidad de los estímulos
que ella recibe y de las
interacciones en que
participa. La red de cone-
xiones entre las neuro-
nas se multiplica expo-
En el PIM, el desarrollo es concebido como una construcción social nencialmente durante los
primeros años de vida, y
esa evolución no es ajena a los cuidados y estímulos recibidos por el niño:
Las funciones del cerebro se desarrollan rápidamente a medida que el niño
tiene contacto con su grupo social; aprende la lengua materna y los modos
de hacer las cosas inherentes a su cultura. El niño que no tiene acceso a la
interacción con personas significativas (adultos y otros niños con los cuales
mantienen relaciones afectivas y que lo ayudan a participar de la vida de la
familia y de la comunidad) no se desarrollará, ni irá a conocer adecuada-
mente el mundo en el que vive (BRASIL. Ministerio de Salud, 2002, p. 42).
En dicha concepción, por lo tanto, el desarrollo del niño es considerado como una
construcción social, en la cual entran en juego los aspectos biológicos; interpersonales;
educativos; las condiciones de vida; de trabajo de la familia: o, el tipo de organización de
las familias, y además, la visión del mundo y del desarrollo infantil de los técnicos y ges-
tores involucrados en este desarrollo.
Vygotsky comprendía que el origen de los cambios que le ocurren al hombre, a lo
largo de su desarrollo, se encuentra en la sociedad, en la cultura y su historia. Al nacer,

62
el niño se integra en una historia y en una cultura: la historia y la cultura de sus antepa-
sados –cercanos y distantes- que se constituyen como importantes referencias en la cons-
trucción de su desarrollo. A lo largo de esta construcción están presentes las experiencias,
los hábitos, las actitudes, los valores y el propio lenguaje de aquellos que interactúan con
el niño, en su grupo familiar (VYGOTSKY, 1987).
Se encuentran también presentes en esta construcción, la historia y la cultura de otros
individuos con quienes el niño se relaciona en otras instituciones cercanas, como, por
ejemplo, la escuela; o, contextos más lejanos de la propia ciudad, país, entre otros. De ahí,

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
la importancia que asume la familia y la comunidad como ejes estructurantes del PIM.
Para Vigotsky, el individuo no es solamente activo, sino interactivo, por que constru-
ye conocimientos y se constituye a partir de relaciones intra- e interpersonales. Y en el
intercambio con otros sujetos y consigo mismo, es que se van internalizando los conoci-
mientos, los papeles y las funciones sociales, lo que permite la constitución de la propia
conciencia. Sin embargo, se debe resaltar que el niño no es visto como pasivo, como un
simple receptor de conocimientos.
Para el autor “el niño participa activamente en la construcción de su desarrollo; de
su propia cultura y de su historia, modificándose y provocando transformaciones en los
demás sujetos que interactúan con él” (VYGOTSKY, 1988).
Entre las importantes contribuciones de este referencial teórico, se puede resaltar la
visión del proceso de desarrollo, no como un fenómeno individual y predeterminado por
las características innatas de temperamento y personalidad del niño, pero si como un pro-
ceso interactivo, en continua interrelación con el ambiente y sus figuras significativas, y
en constante movimiento. Siendo así, lo que hace a un niño, así como lo que se hace con
un niño, tendrá una importancia decisiva en su formación. Consecuentemente, progra-
mas dedicados a intervenir precozmente en la promoción de este desarrollo, como el PIM,
tienen muchas oportunidades de alcanzar resultados exitosos, como esta experiencia
viene demostrando.
Según Vygotsky, el desarrollo pleno del ser humano depende del aprendizaje que se
realiza en un determinado grupo cultural, a partir de la interacción con otros individuos
de su especie. Esto quiere decir, por ejemplo, que un individuo criado en una tribu indí-
gena que desconoce el sistema de escritura y no tiene ningún contacto con un ambien-
te letrado, no se alfabetizará. Lo mismo ocurre con la adquisición del habla. El niño sólo
aprenderá a hablar si pertenece a una comunidad de hablantes, es decir, las condiciones
orgánicas (poseer el aparato fónico), sin embargo son necesarias, pero no son suficientes
para que el individuo adquiera el lenguaje. En esta perspectiva, es el aprendizaje lo que
posibilita y moviliza el proceso de desarrollo: “El aprendizaje presupone una naturaleza
social específica y un proceso a través del cual los niños penetran en la vida intelectual de
aquellos que los rodean” (VYGOTSKY, 1984, p. 99 apud REGO, 2000).

63
Vygotsky identifica dos niveles de desarrollo: uno se refiere a las conquistas ya alcan-
zadas, que el autor llama nivel de desarrollo real o efectivo; y, el otro, al nivel de desarro-
llo potencial, que se refiere a aquello que el niño es capaz de hacer, sólo que con la ayuda
de otra persona (adultos o niños con más experiencia). En este caso, el niño realiza tare-
as y soluciona problemas a través del diálogo; de la colaboración; de la imitación; de la
experiencia compartida y de las pistas que le son ofrecidas. Este nivel es para Vygotsky,
mucho más característico de su desarrollo mental del que consigue hacer solo. La distan-
cia entre el nivel de desarrollo real (aquello que él es capaz de hacer de forma autónoma)
y el nivel de desarrollo potencial (aquello que realiza con el apoyo de otras personas) es
llamada “zona de desarrollo proximal”, que define aquellas funciones que aún no madu-
ran, que están en proceso de maduración, pero que están en estado embrionario. El
aprendizaje es el responsable por crear la zona de desarrollo proximal, en la medida en
que, en interacción con otras personas, el niño es capaz de colocar en movimiento varios
procesos de desarrollo que, sin la ayuda externa, serían imposibles de ocurrir. Estos pro-
cesos se internalizan y pasan a ser parte de la adquisición de su desarrollo individual
(REGO, 2000, p. 71-74). En esta perspectiva es que el PIM preconiza la promoción del
desarrollo infantil, siempre a partir de intervenciones y orientaciones realizadas con los
familiares, buscando calificar los procesos interactivos del padre y la madre y de los demás
cuidadores con el niño.
El Programa también considera las contribuciones de Piaget, un investigador de la
inteligencia humana, de los procesos de formación del conocimiento y de la construcción
de individuos autónomos (PIAGET, 1987; 1994). Las contribuciones de dicho autor seña-
lan el hecho de que el conocimiento humano tiene su origen en la acción transformado-
ra de la realidad, sea material o mentalmente, a lo que denominó “constructivismo”. En
ese sentido, el desarrollo de la dimensión cognoscitiva del niño depende de su interac-
ción con los otros, de cómo considera los puntos de vista del otro y del contraste de sus
opiniones con los demás, a través de una secuencia de etapas en la que los niños adquie-
re esas nociones. Por lo tanto, el niño necesita de ayuda de los adultos para “descubrir”
los conocimientos de su mundo, debiendo ser el centro de la organización de las activi-
dades lúdicas y pedagógicas.
Las contribuciones ofrecidas por la neurociencia en las últimas décadas también ofre-
cen aportes importantes, tanto para la concepción del Programa, como para la planifica-
ción y la realización de sus acciones. Según Cunha, y Schneider y Terra, ya quedó eviden-
ciado por los neurocientíficos que la determinación genética que organiza el cerebro del
bebé es importante hasta la vigésima primera semana de embarazo. A partir de ese
momento, y principalmente después del nacimiento, la experiencia vivida, especialmente
hasta los tres años de edad, tendrá un impacto tan grande en la arquitectura del cerebro,
hasta el punto de extenderse hasta las capacidades y habilidades del futuro adulto

64
(CUNHA, 2002; SCHNEIDER; TERRA, 2001).
Como resultado de la nueva experiencia interactiva que se establecerá entre el bebé
recién nacido y su madre o los principales cuidadores, los 100 mil millones de neuronas
que constituyen la base genética del cerebro humano van a modificarse. Surgen redes neu-
ronales, cuyas funciones van desde la capacidad de regulación homeodinámica; lo sensorial;
la motricidad; los sentimientos; la capacidad de elaborar conceptos y buscar soluciones; el
pensamiento hasta las formas de sentir la experiencia. Cunha describe como:
Mientras que un padre está intentando confortar a un bebé que llora, o una

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
madre conversa con su hijo en una atenta relación “ojo a ojo”; o, mientras
el nieto escucha la historia que el abuelo le cuenta, en una cuestión de
segundos, miles de células del cerebro de estos niños proliferan, se desor-
ganizan, son eliminadas, organizadas y reorganizadas por el estímulo de
estas experiencias particulares. Se forman nuevas conexiones, otorgando
más definición y complejidad al intrincado circuito que podrá permanecer
por el resto de la vida y constituir lo que será el adulto. A final de cuentas,
el cerebro es el único órgano del cuerpo que se auto-esculpe, a partir de la
experiencia externa e introspectiva. El aprendizaje modifica y reorganiza la
estructura y la fisiología del cerebro (CUNHA, 2002, p. 354).
De esta forma, nuestro cerebro es ecológico. Él aprende y se desarrolla en el ambien-
te en que vivimos (SCHNEIDER; TERRA, 2001). Existe una interacción compleja entre los
genes con que se nace y la experiencia posibilitada por el ambiente en lo que respecta al
desarrollo del cerebro. Hay un consenso, en la actualidad, de que la relación dinámica
entre el bagaje genético heredado y los primeros cuidados recibidos por un niño tienen
un impacto decisivo sobre cómo los bebés forman su self, desarrollan su capacidad de
aprendizaje y regulan las propias emociones (CUNHA, 2002).
Los estudios desarrollados en este campo de la neurociencia también han demostra-
do que las diversas formas de percepción del mundo, de asociación y de respuesta cere-
bral, tienen periodos críticos para su formación, pasados los cuales difícilmente serán
construidos adecuadamente. Son las llamadas ventanas de maduración, que se abren y
cierran en periodos determinados. Después de estos periodos, queda extremamente difí-
cil organizar o recuperar determinada función (DOHERTY, 1997).
Cunha señala que estudios recientes que integraron el análisis del comportamiento
con la función cerebral indicaron que, de la misma forma que para el bebé, portador del
peor gen, capaz de determinarle una enfermedad genética con o sin el desarrollo del sis-
tema nervioso central, o patologías como el autismo, cuya origen estaría en la interferen-
cia del proceso de migración neuronal, una experiencia interactiva segura y empática
puede marcar mucha diferencia en el desarrollo. Por otro lado, el bebé dotado de los más
perfectos genes, que experimente una interacción pobre, insuficiente o desorganizada con

65
su cuidador, podrá desenvolver disturbios que van desde simples problemas de adecuación
del comportamiento, hasta cuadros psico-patológicos más serios. (CUNHA, 2002).
Se constata, de esta forma, que los niños nacidos en las familias más desfavorecidas
–desde el punto de vista económico, social o educativo- pueden ser beneficiados por
intervenciones que ofrezcan soporte, conocimiento y orientación, en el sentido de pro-
mover y estimular su desarrollo. Esto no requiere de recursos financieros exorbitantes.
Puede ser hecho de varias maneras, y aprovechando los recursos y las posibilidades de las
familias y de las comunidades. El hecho de haber nacido en condiciones económicamen-
te y/o socialmente desfavorecidas puede ser revertido en gran medida, por medio del estí-
mulo y del apoyo a la promoción del desarrollo integral del niño. Este es uno de los prin-
cipios que orientan al PIM, y tal vez, el principal.
De lo que fue discutido hasta aquí, se desprende fácilmente la importancia y la cen-
tralidad de los vínculos afectivos establecidos entre los niños y sus principales cuidadores
para su desarrollo. Las contribuciones de Winnicott y de Bowlby sobre las primeras rela-
ciones fundamentan también las acciones implementadas por el PIM.
La teoría del apego, de Bowlby, que describe el proceso de formación y rompimien-
to de los lazos afectivos, puede ser considerada también como una teoría sobre cómo los
procesos interpersonales afectan el desarrollo cognoscitivo y el social. Dicho autos creía
que existe en los bebés una propensión innata para el contacto físico y emocional con un
ser humano, lo que significa la existencia de la “necesidad” de un objeto independiente
del alimento, tan primaria como la “necesidad” de alimento y confort (BOWLBY, 1990).
Su teoría describe la propensión de los seres humanos por establecer fuertes vínculos
afectivos con algunos otros. El autor también aborda las múltiples formas de consterna-
ción emocional y perturbación de la personalidad, incluyendo a la ansiedad, rabia, depre-
sión y desligamiento emocional, a la que la separación y pérdida da origen (BOWLBY,
1997).
Cuando el niño cuenta con la presencia de la madre o de una figura substituta que
sea lo suficientemente sensible a sus necesidades, y capaz de responder adecuadamente
a ellas, establecerá lo que Bowlby llamó de “apego seguro, un tipo de vínculo afectivo
que funcionará como una especie de matriz para sus relaciones y experiencias posterio-
res” (BOWLBY, 1990). De lo contrario, el niño podrá establecer un estilo de apego inse-
guro, lo que traerá implicaciones para sus futuros vínculos, su interacción social, sus posi-
bilidades de participación social y de aprendizaje.
Además de ello, al contar con una madre o cuidadores presentes, disponibles, sensi-
bles y responsables, el niño presenta una disposición para explorar el medio circundante.
En dicho caso, la madre y/o los cuidadores son considerados como proveedores de una
base segura, a partir de la cual el niño explora el medio ambiente, y para la cual regresa si
estuviera asustado o cansado (BOWLBY, 1989). Este comportamiento exploratorio es fun-
damental para el proceso de desarrollo integral del niño: cognoscitivo, afectivo y cerebral.

66
Las representaciones del apego que un niño establece en relación con sus padres
están basadas en eventos, y limitadas por padrones de comportamientos concretos. Es
decir, hace la diferencia cómo son efectivamente esos padres en relación al niño, así como
se tornan fundamentales los programas dirigidos hacia la mejoría de la calidad de esa
interacción y relación. Las ideas de Winnicott nos auxilian en esta comprensión, en la
medida en que dicho autor destaca, en su teoría, la importancia del ambiente del niño y
la calidad de los cuidados que él recibe en el mismo (WINNICOTT, 1975, 1983, 1993).
Winnicott “es, de hecho, un teórico del desarrollo precoz del ser humano” (BLEICH-

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
MAR; BLEICHMAR, 1992, p. 220). Habiendo ejercido la pediatría durante varias décadas,
Winnicott pudo observar la conducta de los niños y de sus madres, lo que lo llevaría a la
constatación de que buena parte de los problemas emocionales encontrarían su origen
en las etapas precoces del desarrollo. El estudioso creía que el desarrollo emocional debía
ser considerado como una línea de progresión, en la cual las vivencias de la primera infan-
cia definirían las características del futuro. Las fallas ambientales constituirían el origen de
las dificultades y los cuadros psico-patológicos presentados posteriormente.
Para Winnicott (1993), el niño nace indefenso, es un ser desintegrado y percibe de
manera desorganizada los estímulos que provienen del exterior. Al mismo tiempo, nace
previsto de una “tendencia para el desarrollo”. El papel de la madre es el de proveer al
niño de un ego auxiliar que le permita integrar sus sensaciones corporales, los estímulos
ambientales y sus capacidades motoras nacientes. Con su apoyo, la madre protege el
débil núcleo del self infantil. La tarea de la madre, por lo tanto, es la de ofrecer un sopor-
te adecuado para que las condiciones innatas alcancen un desarrollo óptimo.
El ser humano nace como un conjunto desorganizado de pulsiones, instintos, capa-
cidades perceptivas y motoras. Conforme progresa el desarrollo, este conjunto se integra
hasta que el niño alcance una imagen unificada de si y del mundo externo. Winnicott for-
muló el concepto de holding, o sustento, para describir este importante papel desempe-
ñado por la madre o por el principal cuidador del niño (WINNICOTT, 1983). La sustenta-
ción protege contra el enfrentamiento fisiológico, toma en cuenta la sensibilidad epidér-
mica del niño –tacto, temperatura, sensibilidad auditiva y visual, sensibilidad a las caídas-
así como el hecho de que el niño desconoce la existencia de todo lo que no sea el mismo.
Incluye la rutina de cuidados a lo largo del día y de la noche, que nunca es la misma con
niños diferentes. Acompaña los cambios casi imperceptibles que, día a día, se van dando
con el crecimiento y el desarrollo del niño. Esta protección y cuidado no tienen solamen-
te implicancias fisiológicas, garantizando la supervivencia. Si los cuidados son proveídos
adecuadamente, el niño consigue integrar tanto los estímulos como la representación de
si y de los demás, adquiriendo un ego saludable y conquistando un desarrollo armonio-
so y promisorio.
El concepto de “preocupación materna primaria” de Winnicott también es una con-
tribución de este autor que fundamenta acciones del PIM, como la modalidad de aten-

67
ción dirigida a las embarazadas (WINNICOTT, 1993). La preocupación materna primaria
es un estado psicológico especial, producido en los últimos meses de embarazo y las pri-
meras semanas posteriores al parto. En este estado, la madre adquiere una capacidad
particular para identificarse con las necesidades del bebé. Esta disposición atinge su capa-
cidad máxima después del parto y disminuye gradualmente, a medida que el niño crece.
Para que la madre desarrolle este estado, será muy importante el apoyo del padre y los
demás familiares, así como el hecho que estar dicha familia insertada en una comunidad
amparadora / continente, factores que el PIM busca estimular en sus acciones.
Winnicott también teorizó sobre la importancia del jugar, resaltando la contribución
de esta actividad humana para la salud. El jugar facilita el crecimiento, el desarrollo afec-
tivo y el cognoscitivo y conduce a las relaciones grupales. Jugar es una forma de comu-
nicación. Y en los meses y años iniciales en la vida del ser humano que se localizan los
primeros momentos de la vida imaginativa, de la capacidad de vivir creativamente y cons-
tructivamente, y de la experiencia (WINNICOTT, 1975). De esta forma, todo lo que poda-
mos hacer por nuestros niños en este periodo de sus vidas significará una importante
herencia, no solamente en su trayectoria individual, sino también en su entorno social y
cultural.
En síntesis, el Programa Primera Infancia Mejor busca crear condiciones, promover y
acompañar el desarrollo integral de los niños de cero a seis años, a través del trabajo
intenso y continuo con sus familias y comunidades, garantizando la atención de las nece-
sidades esenciales de los niños, tan bien descritas por Brazelton y Greenspan:
• La necesidad de relaciones estables y continuas;
• La necesidad de protección física, seguridad y de reglas;
• La necesidad de experiencias que respeten las diferencias individuales;
• La necesidad de experiencias adecuadas al desarrollo;
• La necesidad de establecimiento de límites, organización y expectativas;
• La necesidad de comunidades estables, amparadoras y de continuidad cultural.
(BRAZELTON; GREENSPAN, 2002).

De esta forma, se protege el futuro de estos niños, favoreciendo su ciudadanía, sus


posibilidades de inserción y participación en la sociedad y su contribución para la trans-
formación social.

68
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Al promover el desarrollo de los
niños, el PIM busca proteger su
futuro, favorecer su ciudadanía y
su participación social

La Estructura y el Funcionamiento del Programa


Como ya fue visto, el PIM es un Programa que tiene como uno de sus ejes estructu-
rales la intersectorialidad. De esta forma, en la esfera estadual, el PIM articula, bajo la coor-
dinación de la Secretaría Estadual de Salud, la participación de las Secretarías Estaduales
de Educación; de Cultura y de Justicia y Desarrollo Social. La gestión del Programa es ejer-
cida por el Grupo Técnico Estadual (GTE), que está integrado por técnicos de las Secretarías
involucradas y por representantes de las Coordinadoras Regionales de Salud y Educación.
El GTE cuenta también con la colaboración de las Delegaciones Regionales de la Secretaría
Estadual de Justicia y Desarrollo Social. Consiste en un grupo multidisciplinario compues-
to por profesionales con formación superior en las áreas social, de salud y de educación.
Cuenta, además, con el apoyo técnico de la Oficina Antena de la UNESCO en Rio Grande
do Sul y de su Representación Nacional. El siguiente organigrama ilustra esta estructura:

69
El equipo del GTE es responsable por la elaboración de estrategias de implementa-
ción del Programa en los municipios y también asesora, monitorea, capacita y evalúa cada
Grupo Técnico Municipal (GTM), a los monitores y visitadores del PIM. El GTM está inte-
grado por representantes de cada Secretaría Municipal involucrada en el Programa, y es
el que administra el PIM en el municipio. Está capacitado por el GTE. Este grupo es res-
ponsable por la organización, planificación, ejecución y acompañamiento de la
Capacitación de los Visitadores y Monitores y de las acciones de implementación del PIM,
estableciendo una acción sistemática de acción contextualizada y adecuada a las caracte-
rísticas de cada municipio y comunidad. El grupo selecciona a las familias que serán bene-
ficiadas por el Programa, a partir de las áreas escogidas, además de ser responsable por
la creación y el desarrollo de las acciones del Comité Municipal.
El GTM administra la Memoria del Programa, diagnosticando la situación de la pri-
mera infancia en el municipio, organizando el mapeo de las áreas, el plan de acción, los
informes trimestrales, el cronograma de actividades del equipo, entre otras acciones.
Además de ello, lleva a cabo el acompañamiento de las visitas a las familias, organiza
eventos, proporciona actividades comunitarias, divulga las acciones del Programa entre la
sociedad, informa al Comité Municipal sobre el desempeño de las actividades, relata a los
gestores informaciones sobre las cuestiones a las que están vinculadas y propone solucio-
nes a las demandas, a través de los servicios existentes en el municipio, articulando la red
intersectorial de atención a la primera infancia.
Los integrantes del GTM se reúnen periódicamente para trabajar en cuestiones de
naturaleza técnico-administrativa sobre capacitación de monitores, contratación de visi-
tadores, articulación con la red de servicio y sensibilización de los Gestores y de los seg-
mentos de la sociedad para con el Programa y sus objetivos. En dichas reuniones también
son realizados el planeamiento didáctico-pedagógico y el asesoramiento a los monitores
y visitadores, asó como las actividades junto a las familias, además del acompañamiento
y evaluación de las acciones del PIM.
Para la ejecución del PIM en diferentes instancias, su metodología prevé algunos dis-
positivos importantes que buscan asegurar la calidad de la atención dedicada a las fami-
lias y comunidades y a la necesaria articulación entre importantes sectores de la sociedad.
Uno de estos dispositivos implica un sistema de capacitación permanente de sus diferen-
tes actores. El otro integra diversas fuerzas de la sociedad por intermedio de los Comités
Estaduales y Municipales de la Primera Infancia.

Las modalidades de atención son descritas a continuación:


Modalidad de Atención Individual: esta modalidad es destinada a las familias con niños
de cero a dos años y 11 meses de edad, así como a las embarazadas vinculadas al Programa.
La modalidad dirigida a los niños es semanal y la dirigida a las embarazadas es quincenal.

70
Ambas son realizadas en la residencia de la familia, con una duración aproximada de una
hora. Contemplan tres momentos: el momento inicial, en el cual el visitador retoma con la
familia o la embarazada las orientaciones de la actividad anterior y explica las actividades que
serán realizadas en el día (el visitador explica qué aspectos del desarrollo serán favorecidos
con la actividad propuesta, o cuales son los beneficios de la actividad para la dupla madre-
bebé, en el caso de las embarazadas); el momento de la actividad en si, en el cual la activi-
dad es desarrollada, bajo la observación y el apoyo del visitador; y, el momento final, cuan-
do el visitador evalúa con la familia lo que fue observado sobre el desempeño del niño duran-
te la actividad, esclarece dudas, inclusive sobre las orientaciones dadas acerca de las activida-

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
des a ser desarrolladas durante la semana. Estas visitas utilizan como materiales de referen-
cia las “Guías de Orientación del PIM”2 .
Modalidad de Atención Grupal: esta modalidad está dirigida a las familias con niños de
tres a seis años de edad, así como a las embarazadas, y se lleva a cabo una vez por semana
o una vez por mes, respectivamente. Es desarrollada en asociaciones comunitarias, salones
parroquiales, parques infantiles, ambientes espaciosos de las propias casas, entre otros. Su
objetivo es respetar y promover las diferentes fases del desarrollo integral de cada niño en
esta etapa de interacción y convivencia social. La modalidad se da a través de juegos, activi-
dades lúdicas y educativas, planificadas por los visitadores, bajo la orientación del GTM o del
monitor. La modalidad grupal con las embarazadas tiene como objetivo principal ofrecer
informaciones relevantes sobre la importancia de la lactancia, sobre el parto, entre otras, ade-
más de promover la socialización y el intercambio de experiencias. Esta modalidad también
está compuesta por tres momentos: el momento inicial, en el cual se organizan y se crean
las condiciones necesarias para el desarrollo de la actividad, se motiva y orienta a los partici-
pantes; el momento de la actividad en si, en el cual se promueve la participación de los niños
y de las familias en la actividad, facilitándose la relación entre ambos y respetando las dife-
rencias entre las brechas generacionales; y, el momento final, en el cual se retoman, analizan
y valorizan los resultados, de acuerdo con los objetivos de la actividad, y se orienta a las fami-
lias sobre la continuidad de las actividades en sus casas, de acuerdo con la edad de los niños
o el trimestre de gravidez.
Tanto en la Modalidad de Atención Individual como en la Grupal es muy importante que
los tres componentes básicos: orientación, ejecución y evaluación, sean contemplados en
cada encuentro del visitador con las familias, para que la eficacia de la metodología del PIM
esté garantizada. Además de las dos modalidades de atención, también son realizadas visi-
tas de acompañamiento y reuniones comunitarias con las embarazadas.
Las visitas de acompañamiento son realizadas junto a las familias con embarazadas y
niños con edades entre cero y seis años, para evitar posibles déficit presentados por el niño.

2.El PIM pone a disposición cuatro Guías de Orientación: la Guía de la Familia; la Guia de la Gestante; la Guía de la Gestante para el
Visitador; y, la Guía de Orientación para GTM, Monitor y Visitador. Estas guías son presentadas en formato PDF en el CD-ROM que
acompaña este libro.

71
En dichas visitas, los
familiares reciben orien-
taciones sobre cómo
realizar las actividades,
cómo elaborar materia-
les didácticos, etc.
También es evaluado el
nivel de satisfacción de
los niños, las familias y
de las embarazadas
para con el Programa.
Las visitas de
acompañamiento tam-
Modalidad de Atención Individual bién pueden ser utiliza-
das para la realización
de un proceso de eva-
luación del desarrollo
infantil, trimestral,
para niños de cero a
un año, y anual, para
las demás franjas
generacionales hasta
antes de los 6 años.
Estas visitas son reali-
zadas para todas las
generaciones por un
visitador, monitor o
por un representante
del GTM.
Modalidad dirigida a las embarazadas

Las Reuniones Comunitarias con las Gestantes son generalmente realizadas y coordi-
nadas por el Programa de Salud de la Familia (PSF), o por la Secretaría Municipal de Salud.
En estas reuniones son realizados conferencias o talleres sobre embarazo, lactancia,
niñez, entre otros, bajo un enfoque interdisciplinario. Estas actividades son acompañadas
por un visitador, monitor o un representante del GTM, manteniéndose la organización
preestablecida por el equipo que coordina este trabajo mensual con las embarazadas.
Además de dichas acciones, el PIM incentiva la realización de la Actividad
Comunitaria. Esta actividad tiene por objetivo mejorar la calidad de vida de la población,

72
estrechar las relaciones
sociales y motivar a las
familias para la práctica
de otras formas de
entretenimiento y enri-
quecimiento personal y
organización comuni-
taria. Para el desarrollo
de la actividad comuni-

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
taria, el equipo del PIM
toma en cuenta algu-
nos requisitos: el inven-
tario de las necesida-
des, hábitos, costum-
bres e intereses; el Atividade realizada durante a Modalidade de Atenção Grupal do PIM
levantamiento de
recursos de la comunidad; la planificación conjunta (involucrando a Secretarías, Comités,
Coordinadoras y aliados); la amplia divulgación; y, el compromiso por parte de la propia
comunidad.
Toda la metodología del PIM tiene como precepto básico el hecho de que si los niños
tienen sus potencialidades promovidas y desarrolladas con el auxilio de sus padres o tuto-
res, con respeto, amor y paciencia, alcanzarán los objetivos propuestos para su desarro-
llo integral. Es en este sentido que los visitadores orientan a las familias, sistemáticamen-
te, para que puedan realizar acciones educativas que promuevan ese desarrollo.
Las familias contempladas por el Programa, prioritariamente, son aquellas que se
encuentran en situación de vulnerabilidad y riesgo social, que tienen hijos con edades
entre cero y seis años y están embarazadas. Otro criterio del Programa es contemplar
áreas con índices elevados de mortalidad infantil y un alto número de niños sin atención
escolar infantil (guarderías y preescuelas).
Las familias son orientadas por los visitadores, figuras centrales del PIM. El visitador
es la persona que realiza, semanalmente, el trabajo directo con las familias en sus propios
hogares. Planifica, orienta, demuestra y evalúa actividades individuales y grupales con
embarazadas, familias y sus niños. Sus atribuciones son:
• orientar a las familias sobre las actividades de estimulación adecuadas al desarro-
llo de los niños y embarazadas;
• analizar la calidad de las acciones educativas realizadas por las propias familias
junto con los niños;
• acompañar los resultados alcanzados por los niños y las familias;
• mantener al día la documentación (informes, relatos, anotaciones); y
• asumir la responsabilidad por el trabajo con 25 familias.

73
El visitador del PIM sirve como eslabón entre la familia atendida por él y todos los
demás programas sociales existentes en el municipio, donde el GTM es el que organiza y
referencia este acceso. Los visitadores participan de un Programa de Capacitación
Continuada, siendo también acompañados y supervisados sistemáticamente por el moni-
tor o GTM. El Monitor es un profesional con formación de nivel superior, preferentemen-
te en el área de educación, que tiene por atribución orientar, supervisar y compartir cono-
cimientos con los visitadores, acerca de la metodología del Programa, para que estos los
utilicen junto a las familias. Es seleccionado y capacitado para asumir la coordinación, el
acompañamiento, apoyo y el monitoreo de la planificación y ejecución del trabajo de un
grupo de cinco visitadores. Lleva a cabo la labor de interlocutor entre el visitador y las
demás instancias del Programa.

El Programa de capacitaciones
En el ámbito del Programa, la capacitación es comprendida como un proceso educa-
tivo, continuo y participativo, que permite facilitar la construcción de competencias técni-
cas a personas y grupos. El objetivo es que cada uno pueda construir su autonomía y apro-
piarse del PIM para realizar las transformaciones internas y externas necesarias para la pro-
moción del desarrollo y la mejoría de la calidad de vida de cada niño y de su familia.
Las capacitaciones tienen por objetivo profundizar y/o expandir los aspectos funda-
mentales, es decir, la sensibilización y la instrumentalización permanentes de los miem-
bros de diferentes grupos que componen el PIM (gestores, GTE, GTM, monitor, visitador,
familias, niños, comunidad, entre otros). La primera capacitación se denomina
Capacitación Inicial. El GTE y la Coordenación del Programa, juntamente con represen-
tantes de las Coordinadoras Regionales de Salud y de Educación, desarrollan un trabajo
de capacitación de los representantes de los Grupos Técnicos Municipales (GTM) de los
municipios que se adhieren al PIM, con una carga horaria de 40 horas semanales. El
Programa y los informes documentales son entonces presentados, discutidos y trabajados
a través de conferencias, vivencias, simulaciones, manipuleo y análisis de los instrumen-
tos de implantación y de implementación del Programa.
Los Representantes Técnicos Estaduales (GTE, Coordinadoras Regionales de Salud y
de Educación) que administran el Programa, mensualmente son capacitados teniendo en
consideración la actualización de informaciones, estudios de temas específicos relaciona-
dos con el desarrollo infantil y planificación de visitas de asesoría a los municipios. La
Capacitación Continuada Regional es planificada, elaborada y ejecutada por el GTE, Sede
y Regional, dirigida para los GTM y Monitores, que a su vez, capacitan a los visitadores
sobre temas específicos de desarrollo infantil, cuestiones relativas a la gestión del
Programa y aspectos peculiares al municipio y a la región. En la Capacitación Regional, el

74
objetivo es orientar, reforzar, evaluar y ampliar la metodología con miras al mejoramien-
to y calificación de las acciones junto a las familias.
La secuencia y el complemento de las capacitaciones se dan a través de la
Capacitación de Visitadores, que es una función exclusiva y de entera responsabilidad del
GTM, cabiéndole organizar, elaborar y ejecutar, con la supervisión y el acompañamiento
de los miembros del GTE Sede y Regional. Cabe enfatizar que la preparación para esta
etapa es parte de los contenidos presentados en las capacitaciones administradas por el
GTE a los GTM, y que el análisis y aprobación de la programación son definidas conjun-

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
tamente. La capacitación de los visitadores es un proceso continuo y sistemático.
Los diversos temas explorados en esta programación tienen como principal objetivo
preparar a los visitadores para el ejercicio de sus funciones junto a las familias, partiendo
de un perfil específico de trabajadores que desempeñen sus actividades, a través de téc-
nicas de abordaje y de la búsqueda activa de la población objetivo, hasta entonces desatendida.

Los Comités para el Desarrollo de la Primera Infancia


El Comité Estadual para el Desarrollo Integral de la Primera Infancia (CEDIPI), institui-
do a través del Decreto Nº 42.199/2003, busca estimular la articulación entre diversos
sectores de la sociedad, en pro de la infancia gaúcha. Es un órgano colegiado de carác-
ter consultivo, conformado por entidades gubernamentales y no gubernamentales. El
Comité tiene como atribuciones proponer políticas de alianzas entre el gobierno y la
sociedad civil para la promoción del desarrollo integral de la Primera Infancia en Rio
Grande do Sul. Además de ello, busca informar y promover la movilización social, tanto
en el ámbito municipal como en el regional, en relación con la primera infancia; promo-
ver la realización de eventos, cursos, estudios e investigaciones relativas al desarrollo
infantil; promover y articular acciones, convenios, contratos y acuerdos de cooperación
técnica, buscando integrar las acciones del gobierno y de las entidades civiles, en el acom-
pañamiento y ampliación de las políticas de promoción de desarrollo de la Primera
Infancia, entre otras.
El CEDIPI está compuesto por dos instancias: el Equipo Ejecutivo, en el ámbito de la
administración pública estadual, que cuenta con la participación de las Secretarías
Estaduales de Salud; Educación; Justicia y Desarrollo Social; y, Cultura, además de la
Federación de las Asociaciones de los Municipios de Rio Grande do Sul (FAMURS); y, el
Foro Estadual de Desarrollo del Niño, que está integrado por los siguientes órganos; la
UNESCO; la Federación de las Asociaciones Rurales (FARSUL); la Federación de las
Cámaras de Dirigentes Comerciales del Estado de Rio Grande do Sul (FCDL); la Federación
de Comercio de Bienes y Servicios del Estado de Rio Grande do Sul (FECOMÉRCIO-RS); la
Federación de las Asociaciones Empresariales (FEDERASUL); la Federación de los

75
Trabajadores del Sector Agricultura de Rio Grande do Sul (FETAGRS); la Federación y
Centro de las Industrias del Estado de Rio Grande do Sul (FIERGS); el Servicio Social de
Industria (SESI); la Federación Riograndense de Asociaciones Comunitarias y de
Pobladores de Barrios (FRACAB); la Fundación Mauricio Sirotsky Sobrinho; Parceiros
Voluntários: Pastoral da Criança; la Conferencia Nacional de los Obispos del Brasil (CNBB);
el Servicio Social de Comercio (SESC-RS); el Sindicato de los Comerciantes de Porto Alegre
(SINDILOJAS/POA); el Sindicato de los Hospitales de Porto Alegre (SINDIHOSPA); la
Sociedad de Pediatría de Rio Grande do Sul; el Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y
Pequeñas Empresas (SEBRAE); y, el equipo ejecutivo.
Cada Municipio integrante del PIM instituyó el Comité Municipal de la Primera
Infancia, que congrega a entidades gubernamentales y no gubernamentales, asociaciones
de clases, barrios, comerciales y religiosas, entidades de clase, profesionales, fundaciones
y otras instituciones de la sociedad civil organizada. El Comité Municipal se enfoca en: a)
la articulación, en el sentido de unir esfuerzos y construir relaciones de cooperación, a tra-
vés de las diversas acciones desarrolladas en el municipio, dirigidas hacia el desarrollo
infantil: b) la intervención, que preconiza el acompañamiento y la obtención de informa-
ciones sobre el desarrollo del Programa, presentación de propuestas y sugerencias de
modificaciones ante el poder público, en caso sea necesario; c) la divulgación, que busca
desarrollar acciones de información, comunicación y movilización social.

El PIM en la Diversidad
Teniendo en consideración a los objetivos del PIM, en el sentido de orientar a las
familias – a partir de su cultura y experiencias – para que promuevan el desarrollo inte-
gral de sus hijos, desde el embarazo hasta los seis años de edad, y al redimensionar los
resultados del Programa, un grupo de técnicos estaduales amplió el espectro del PIM, a
través de la elaboración del Proyecto Primera Infancia Mejor en la Diversidad:
Comunidades Quilombolas e Indígenas. El énfasis respecto a la identidad cultural y la
auto-estima de los niños quilombolas3 e indígenas de cero a seis años de edad, quienes
tienen en su formación, una historia marcada por la resistencia cultural, lucha por la pose-
sión de la tierra y por el mejoramiento de las condiciones de vida de sus comunidades,
son los objetivos del proyecto.
El PIM en la diversidad tiene por fin reforzar la cultura y las experiencias familiares
para el desarrollo integral de sus hijos, adecuando los contenidos y actividades de las
modalidades de Atención, dirigidas a estos grupos por la metodología del Programa. Este
proyecto pretende fortalecer el derecho universal a la cultura como estrategia de preven-
ción y reeducación de la violencia; de la mortalidad infantil; y, de la repetición y evasión

3. En este proyecto, se entiende como niño quilombola, a los niños negros en general y a los que viven en las comunidades remanen-
tes de los quilombos, en particular, independientemente de su etnia.

76
escolar. Uno de los resultados más significativos de dichas acciones será la efectiva inclu-
sión social de los niños provenientes de las variadas etnias que componen la sociedad
gaúcha y la brasileña.
Como hemos podido ver, la población estimada de niños de cero a seis años de edad
en el Estado de Rio Grande do Sul, que en el 2006 era de 1 069 000, el 33,6% vivían en
estado de pobreza. Del porcentaje de niños ubicados dentro de esa franja de edad, matri-
culados en guarderías en el mismo año, solamente el 5,19% eran de raza negra y el
0,17%, indígenas (BRASIL. Ministerio de la Educación, 2007). En las instituciones prees-
colares, el 4,06% de los niños matriculados eran de raza negra y el 0,28% eran indíge-

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
nas, también en 2006 (IBGE, 2007). Por lo tanto, se trata de grupos sociales que se
encuentran en situación de vulnerabilidad y riesgo social, que no vienen siendo suficien-
temente atendidos por las políticas públicas.
Al nacer, la atención brindada al bebé, a través del afecto, la atención, palabras y cui-
dados, está enraizada en la cultura y en las imágenes presentes en aquel entorno fami-
liar y comunitario. En dicho contexto, la
diversidad designa sujetos de derechos
cuyas diferencias étnicas y culturales deben
ser respetadas, garantizando las relaciones
democráticas entre varios grupos sociales.
Varios conceptos emergentes acerca de
la cultura y de la infancia vienen impulsando
la valorización de la pluralidad brasileña y
sus diversas manifestaciones. El sentido de
cultura pasa tener relación con la producción
de sentidos, dejando de ser algo que es ape-
nas recibido por el individuo. De la misma
forma, el sujeto infantil ahora es considera-
do como un agente social, mediador, creati-
vo, que practica cultura. Tales conceptos
transforman las relaciones étnicas en dife-
rentes sociedades. El enfoque psico-social,
que contempla el vivir cultural en familia y
en sociedad, evidencia la necesidad de una
inserción cada vez mayor de niños brasile-
ños, descendientes de las etnias indígenas,
africanas, gitanas – por ejemplo – en el pro- El Proyecto PIM en la Diversidad busca incluir a los
niños que viven en comunidades indígenas y qui-
yecto de inclusión social, garantizado por las lombolas
políticas públicas de todo Brasil.

77
El desarrollo de actividades relacionadas con las culturas afro-brasileñas e indígenas
en el Proyecto Diversidad se torna más importante por contribuir en el rompimiento de
las barreras sociales y por promover la autonomía de los individuos a través del conoci-
miento sobre sus raíces, su historia y sus lenguajes. Las poblaciones de orígenes negra e
indígena que viven en un medio socio-económico desfavorable, cargan con ellos formas
culturales relacionadas a los conflictos, a la resistencia, al rechazo, a la superación y a la
exclusión, propias de su pasado histórico y de sus vivencias culturales. Tales elementos
están ocultos y precisan ser superados por las vías de la inclusión, progresivamente dando
significado positivo a sus referencias culturales e históricas (VIEIRA; LIMA; ZEFERINO,
2004).
En este sentido, el PIM, Programa que busca actualizar sus metas en cada nueva eva-
luación de los resultados obtenidos, identificó algunos puntos relevantes para la creación
de la Primera Infancia Mejor en la Diversidad, que son los siguientes:
• La mayoría de los niños indígenas viven en situación de vulnerabilidad social, sean
las que residen en comunidades indígenas4 o no;
• Los niños de raza negra que viven en situación de vulnerabilidad social, sean los
que viven en comunidades quilombolas5 o no;
• Aún hoy, gran parte de los niños entre los cero y seis años de edad de dichas comuni-
dades, no tienen acceso a la escuela, a puestos de salud, a saneamiento básico, a luz eléctri-
ca, etc.;
• Algunos de estos niños no poseen siquiera documentos de identidad y sus fami-
lias no tienen certificado de residencia, prerrequisitos para registrarse en los programas
sociales del gobierno; y,
• La exposición a las drogas, en general, presentan índices alarmantes en dichas
comunidades.
Teniendo en consideración la necesidad de entender a la diversidad socio-económica
y cultural como parte de la atención infantil, en los dos últimos años, el Proyecto Primera
Infancia Mejor en la Diversidad busca asegurar el derecho a la igualdad de condiciones
de vida y de ciudadanía también para los niños que viven en las comunidades indígenas
y quilombolas. Por consiguiente, la coordinación del PIM constituyó dos Grupos de
Estudios que dieron formato a las siguientes directrices del Proyecto Diversidad, como la
mejor forma de acompañar el desarrollo de la metodología del PIM en el contexto indí-
gena y afro-brasileño. Cabe destacar que el Proyecto Diversidad sigue los objetivos, la
metodología, las etapas de implantación, los soportes de orientación, las acciones educativas
4. Las Comunidades Indígenas son consideradas como reservas de tierras de pueblos indígenas ya identificadas y reglamentadas o en
proceso de identificación y reglamentación, reconocidas por la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) y el Ministerio de Justicia del
Brasil. Información disponible en: <www.funai.gov.br>.
5. Las Comunidades Quilombolas –Quilombos– son entendidas como reservas de tierras de pueblos descendientes de africanos ya
identificadas y reglamentadas, o en proceso de identificación y reglamentación, reconocidas por la Fundación Cultural Palmares y el
Ministerio de Cultura del Brasil. Disponible en: <www.palmares.gov.br>.

78
y el sistema de evaluación del PIM. Las directrices traen reflexiones sobre el trabajo junto
a los niños, las familias, las comunidades y la retro-alimentación junto al PIM, de la
siguiente manera:

Directrices básicas del Proyecto Diversidad


Directrices focalizadas en el niño
• propiciar vivencias corporales que permitan a los niños afro-brasileños e indígenas

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
comprender el significado de si mismos, para que –de forma activa- se perciban como
sujetos históricos, concientes de sus potencialidades físicas, mentales y emocionales, tor-
nándose más activos dentro y fuera de la comunidad en donde viven;
• privilegiar estímulos sensoriales (forma, color, olor, sabor, movimiento u ruido) y los
sistemas de recursos naturales y artificiales, en el descubrimiento de valores culturales y
sociales originados por la influencia negra e indígena en la historia de sus ancestros;
• desarrollar actividades que propicien abordajes de textos (en libros, revistas, perió-
dicos, etc.), de imágenes (figuras, fotos), de canciones populares y letras de músicas que
contemplen la temática afro-brasileña e indígena;
• organizar actividades en secuencias significativas de experiencias que trasciendan
el poder de las palabras y de la imitación, privilegiando la representación de sus emocio-
nes, de sus creencias y de su cultura, además de establecer relaciones con las expresiones
emocionales y corporales;
• planificar y desarrollar actividades que refuercen, con el apoyo de la música y de
la percusión, la percepción rítmica, la espontaneidad, la comunicación, la interactividad y
la creatividad;
• planificar y desarrollar actividades que canalicen el temperamento del niño más
activamente y de forma positiva en el desarrollo de su personalidad;
• aplicar actividades que lleven a los niños negros e indígenas a despertar un diálo-
go con el interior de su ser en desarrollo, en la aceptación de las limitaciones a ser supe-
radas, en la búsqueda de su auto-estima y de las auto-imágenes afectivas;
• sensibilizar a los visitadores para que entiendan que las acciones de los niños son
reflejos de sus sentimientos, sus emociones y de su estado afectivo, que pueden posibi-
litar al niño su auto-realización y auto-conocimiento, cuando son guiados por los proce-
sos de transformación de esta comunidad específica; y,
• planificar y desarrollar actividades que formen niños de cero a seis años, exigentes
y activos, en relación al medio ambiente y a la calidad de vida cotidiana, dentro de una
perspectiva afro-brasileña y/o indígena.

79
Directrices focalizadas en la familia
• planificar y desarrollar actividades que rescaten el vínculo afectivo entre los niños
y sus familiares, generando en los cuidadores y en los niños, sentimientos que promue-
van la auto-estima, la auto-imagen, la ciudadanía, la identidad, la acción y la memoria de
los segmentos étnicos de los grupos formadores de la sociedad brasileña;
• estimular la lactancia materna exclusiva, hasta los seis meses de edad, en una
negociación respetuosa, ya que dicha idea puede parecer extraña a la cultura de la comu-
nidad;
• presentar a las embarazadas, a sus aliados y familiares, orientaciones que posibili-
ten una mejor comprensión y estímulo de las fases de desarrollo del bebé, garantizándo-
le una mejor calidad de salud y de vida, respetando sus orígenes; y,
• orientar a las familias / cuidadores / embarazadas para que estimulen las compe-
tencias de los niños, respetando sus hábitos, valores y símbolos culturales.

Directrices focalizadas en la comunidad


• estimular a los liderazgos comunitarios y a los cuidadores para que sean ciudada-
nos concientes y críticos de la realidad social en la cual están insertos, que puedan inter-
venir positivamente en el futuro de los pobladores de la comunidad;
• observar las condiciones de higiene ofrecidas a los niños, considerando el ambien-
te peculiar de la comunidad urbana o rural, la infraestructura de habitación de la comu-
nidad (si todavía están desprovistas de condiciones mínimas de salud, con desagüe a cielo
abierto, piso de tierra, animales con enfermedades contagiosas, o un espacio físico no
adecuado para el número de habitantes, además de evaluar, de forma imparcial, la lógi-
ca del trabajo infantil), se es manifestación cultural para estimular la responsabilidad de
los hijos al delegar pequeñas tareas, o explotación infantil, acortando los periodos de jue-
gos y horarios de estudio;
• rescatar la lucha por la emancipación del negro y del indio en Brasil; el rompimien-
to de las barreras sociales y de búsqueda por la autonomía en el enfrentamiento de la
situación de exclusión; y,
• potenciar la participación de los afro-brasileños y de los indígenas en el proceso de
desarrollo social, político y económico de dichas comunidades, a través de su historia y
cultura, desde la primera infancia.
Cuando se trata de la cuestión del combate a la violencia, el Proyecto Diversidad se
torna fundamental, puesto que eleva la auto-estima de diferentes niños, al respetar los
valores y los hábitos de los variados grupos étnicos que constituyen nuestro Estado, en
especial de aquellos que se encuentran en situación de vulnerabilidad social, sean negros,
pardos, descendientes de etnias africanas o indígenas (de las etnias Kaingang y Guaraní).

80
De esta forma, el Proyecto Diversidad da prioridad a:
• al cuidado y la educación del niño, lo que presupone: el respeto a su cultura, su
corporeidad, su estética, su presencia en el mundo y la comprensión de la importancia de
interacciones positivas (visitador / familia – niños - embarazadas, dentro del contexto de
su comunidad); y,
• al visitador, actuando como mediador sensibilizado interculturalmente, en la rela-
ción entre cuidador – niño – familia y comunidad.
Presentando resultados positivos, en 2005, el PIM implementó el Programa Primera

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Infancia Mejor en las Comunidades Indígenas en la Reserva Indígena Guarita –tierra con
cerca de 6 800 indígenas de la étnica Kaingang, en Irapuá, en el municipio de Redentora,
donde existen también 28 familias de la etnia Guaraní. En este trabajo, los visitadores rea-
lizan juegos de la cultura Kaingang con el fin de preservar la identidad de los niños indí-
genas. Vale la pena resaltar que las visitadoras son de la propia Comunidad Indígena,
habiendo adoptado como criterio básico el dominio de la lengua Kaingang, para que las
modalidades de atención puedan ser desarrolladas en su lengua materna, proporcionan-
do el mantenimiento y rescate de la enseñanza de los niños Kaingang. El trabajo desarro-
llado por el PIM auxilió en el incentivo a los exámenes prenatales, en la toma de concien-
cia de las madres en relación a la salud de los bebés, contribuyendo, así, en la reducción
de la mortalidad infantil.
En 2006, el PIM implantó el Programa Primera Infancia Mejor en las Comunidades
Quilombolas, específicamente, en el Quilombo Rincão dos Dutras/Mouras, en Santana da
Boa Vista. La realización de dos Capacitaciones recientes sobre el tema despertó en la visi-
tadora de aquel municipio la conciencia de que su trabajo debe partir de un mirar cada
vez más calificado y diferenciado en la construcción e implementación del PIM en comu-
nidades con especificidades diferenciadas.
Por lo tanto, la sensibilización, el respeto y la promoción de las culturas familiares y
de las experiencias de cada familia en su respectiva comunidad, además del diseño de
estrategias de implementación de las acciones educativas del Programa, constituyen una
dinámica continua y procesal del PIM, al ser política pública del Gobierno del Estado de
Rio Grande do Sul.

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82
C A P Í T U L O 3

Algunas experiencias municipales

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
El Programa Primera Infancia Mejor (PIM) está implantado en la actualidad más de
200 municipios en el Estado de Rio Grande do Sul. Municipios pertenecientes a diferen-
tes regiones del Estado, con diferentes dimensiones, características y culturas y que se
fueron adhiriendo al Programa desde el año de su implementación, en 2003, hasta la
actualidad.
En cada una de estas ciudades, narrativas singulares ya son parte de la historia del
PIM, y cuentan experiencias que merecían ser compartidas y difundidas. Debido al límite
de espacio, solamente cinco de las muchas decenas de experiencias municipales exitosas
son relatadas en este capítulo, a partir del testimonio de sus propios actores6.

El PIM en Bento Gonçalves y la Intersectorialidad: un nuevo paradigma de acción7


Este relato tiene por objetivo explicar las diversas acciones intersectoriales realizadas
6. En el CD-ROM, incluido en este libro, son presentados videos de la experiencia del PIM en cada una de las cinco ciudades, e otros cuatro vide-
os que sintetizan la experiencia del Programa en las ciudades de Bagé, São Luiz Gonzaga, Uruguaiana y Vista Gaúcha.

7. La experiencia del PIM en Bento Gonçalves fue relatada por Janice Berro Mezacasa, Psicóloga y Psicopedagoga Clínica e Institucional de la UNI-
VILLE (Universidad de la Región de Joinville), miembro del Grupo Técnico Municipal del Programa Primera Infancia Mejor y por Marlise Dobner, Asistenta
Social, especialista en Intervención Socio-Familiar de la ULBRA (Universidad Luterana del Brasil), miembro del Grupo Técnico Municipal del Programa
Primera Infancia Mejor.

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en el Municipio de Bento Gonçalves (RS), en alianza con el Comité para el Desarrollo
Integral de la Primera Infancia y otros segmentos de la sociedad civil. A pesar de ser expe-
riencias recientes e incipientes en algunos proyectos, se trata de una forma de trabajo que
ha demostrado tener un potencial transformador, tanto por las propuestas que están
siendo implementadas, como por las metodologías de las intervenciones. Las acciones
realizadas por el PIM posibilitan la construcción de experiencias intersectoriales a medida
que proporcionan una constante reflexión de lo cotidiano y del reconocimiento del suje-
to, como actor social de su propia historia.
El PIM en Bento Gonçalves
En 1875, se inicia la inmigración italiana en el Nordeste, originando las Colonias de
Dona Isabel (hoy Bento Gonçalves); Conde D`Eu (hoy Garibaldi); y, Nova Palmira (hoy
Caxias do Sul). El municipio fue emancipado el 11 de octubre de 1890 y posee 382 kiló-
metros cuadrados de extensión.
Localizado a 124 kilómetros de Porto Alegre, y con un poco más de 102 mil habitan-
tes, Bento Gonçalves figura entre las diez mayores economías municipales de Rio Grande
do Sul. La Capital Brasileña de la uva y del vino, posee el más grande e importante polo
de fabricación de muebles del Estado. Se destaca por su calidad de vida, siendo la prime-
ra ciudad en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de Rio Grande do Sul y la sexta del
Brasil, conforme un estudio efectuado por la ONU en 2003. El índice tiene en considera-
ción ítems como la educación, salud y renta.
En dicha ciudad, el Programa Primera Infancia Mejor tiene una trayectoria de cuatro
años. El término de adhesión fue suscrito por el Prefecto Municipal, Sr. Darci Pozza, en
abril de 2003. En un trabajo conjunto de las Secretarías de Salud, Vivienda y Acción Social
y Educación, fueron designados tres representantes técnicos de cada cartera para que
implementen el Programa a través de un proyecto piloto, en el Barrio de Maria Goretti,
en un pequeño conglomerado de casas, denominado Vila do Sapo. A partir de este pro-
yecto, surgió la necesidad de ampliación hasta tres barrios más de la ciudad.
Los barrios de Vila Nova II, Pomarosa II y Nossa Senhora da Saúde pasaron a desarro-
llar las actividades propuestas por el Programa, atendiendo, en promedio, a 80 familias.
Al inicio de 2005 el municipio participó de la Corte Evaluadora, efectuada por el GTE,
bajo la supervisión del Centro de Referencia Latinoamericano para la Educación
Preescolar (CELEP), Con base en dicho resultado, hubo una reestructuración total del
Programa en el Municipio, con acciones específicas, de acuerdo con la metodología del
PIM. El Grupo Técnico Municipal (GTM), pasó a contar, entonces, con apenas un repre-
sentante técnico de cada Secretaría, a tiempo integral. En este periodo, con el objetivo
de dar soporte a las acciones del Programa, en dicho municipio fue instituido el Comité
para el Desarrollo Integral de la Primera Infancia (CEDIPI), que contó con la participación
de entidades gubernamentales y no gubernamentales.

84
Considerando los resultados significativos alcanzados durante este periodo, por
medio del empeño y compromiso de los representantes del GTM, se identificó la necesi-
dad de un trabajo más amplio, posibilitando, de esta forma, la atención de un mayor
número de familias y barrios. El reconocimiento de este trabajo vino a través de la eva-
luación de los consultores del CELEP y del GTE, mediante de visitas in loco, que se lleva-
ron a cabo en marzo de 2006.
A partir de junio del mismo año, el Programa pasó a contar con el trabajo de 19 visi-
tadoras y tres monitoras, en 12 barrios de la ciudad, atendiendo a aproximadamente 400

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
familias en las modalidades individual y grupal. La modalidad individual es ejecutada con
niños de cero a tres años y la grupal con grupos de tres a seis años de edad. Por su parte,
las embarazadas son atendidas por las dos modalidades, de las cuales, la individual se
lleva a cabo en sus propias residencias y la grupal por intermedio del Proyecto “Gestación:
meses de encantamiento en la construcción de un nuevo ser”, que es desarrollado por el
municipio, en el auditorio de la Secretaría Municipal de Salud.
Actualmente, los 19 visitadores del municipio atienden a 500 familias, 475 niños de
cero a seis años y 30 embarazadas. Tres monitoras acompañan, orientan y evalúan este
trabajo, bajo la coordinación del GTM.

La intersectorialidad como mecanismo de promoción y apoyo a la Primera Infancia


Para enfrentar una realidad de exclusión social, típica de la actual coyuntura, son
necesarias acciones intersectoriales para intentar descubrir la visión fragmentada y secto-
rializada de la atención. Trabajar institucionalmente la intersectorialidad, juntamente con el
CEDIPI y construir acciones eficaces y resolutivas, que de hecho atiendan a las necesidades
de la población, constituye una estrategia básica del PIM. De ahí la importancia de la arti-
culación de la red que, a través de la intersectorialidad, ahonda la discusión y el entendi-
miento de temas contemporáneos, posibilitando la implementación de políticas públicas
orientadas, principalmente, al segmento atendido por el Programa en el municipio.
El objetivo de las acciones intersectoriales articuladas por el PIM y el Comité para el
Desarrollo Integral de la Primera Infancia, camina en el sentido de calificar y tornar más
efectiva la promoción del bienestar de la población en general y, fundamentalmente,
garantizar y defender la vida como un todo. La unión de entidades y personas dispuestas
a transformar ideas en acciones, hizo que algunos proyectos fueran posibles a través de
la construcción de alianzas. La incorporación de distintas visiones y conocimientos se
constituye en una estrategia para una atención más integral con los asuntos más relevan-
tes de la primera infancia. Esta es una línea de intervención que viene demostrando un
potencial transformador, tanto por sus propuestas implementadas, como por sus formas
de operar y analizar las intervenciones.

85
En 2005, fue llevada acabo la primera acción después de la creación del Comité para
el Desarrollo Integral de la Primera Infancia, que tuvo como objetivo la divulgación del PIM
y el estímulo del vínculo de padres e hijos. La iniciativa “Mire a su Hijo”, fue realizada en
junio y contó con la participación de toda la comunidad. Los padres participantes debie-
ron responder a la pregunta: “Mire a su Hijo, ¿qué es lo que ve?”. Las cuatro mejores res-
puestas fueron premiadas con regalos donados por los patrocinadores que apoyaron la
campaña.
Estas alianzas posibilitaron la implementación de una política pública por medio del
Proyecto “Paternidad Responsable”. La necesidad y la importancia de trabajar en este
tema en coordinación con las comunidades, fueron constatadas por medio de una inves-
tigación sobre planificación familiar, conducida en los barrios atendidos por el Programa.
Con el fin de discutir la temática, fue promovido un seminario en alianza con el Ministerio
Público de Rio Grande do Sul y, posteriormente, se llevaron a cabo cursos de capacitación
para futuros multiplicadores, que incluyan a todos los técnicos y servidores de las
Secretarías involucradas, como las de Salud, Educación, Vivienda y Acción Social, así como
a las visitadoras y monitoras del PIM. Estas se convirtieron en multiplicadoras junto con las
familias atendidas por el Programa. Actualmente, la implementación de esta política de
Planificación Familiar, organizada por el Comité y desarrollada por el sector municipal de
Salud de la Mujer, se convirtió en una de las políticas más importantes del Sistema de Salud
de Bento Gonçalves, divulgadas entre los varios municipios del Estado.
En conmemoración del Día del Niño de 2006, se realizó una nueva alianza entre el
Comité para el Desarrollo Integral de la Primera Infancia, el PIM, el Grupo Maturidade Ativa
do Serviço Social do Comércio (SESC), y la empresa Politorno Móveis. Las familias y niños
inscritos en el PIM fueron beneficiadas con 500 mesas y bancas, adaptados para la edad
de los niños y construido por los propios funcionarios en el proyecto del “Día la Unión hace
la Fuerza” (UFA), promovido por la empresa, durante el Día de la Solidariedad. En esta
oportunidad, también, fueron distribuidos presentes por el grupo Maturidade Ativa.
Por su parte, el 23 de noviembre, Día Estadual del Bebé, el Comité Municipal para el
Desarrollo Integral de la Primera Infancia, en alianza con el PIM, promovió la “Calle de la
Diversión” (Rua do Lazer), en donde se colocaron juegos diversos, se realizaron presenta-
ciones artísticas para las familias del PIM. Dicho encuentro se llevó a cabo en la Praça
Centenário. Esta iniciativa tuvo como objetivo, asimismo, divulgar el Programa Primera
Infancia Mejor, y proporcionó a los niños momentos de alegría y diversión.
En diciembre, para conmemorar la celebración de la Navidad, fue realizada “Una
Tarde con Mamá Noel”, dentro de una actividad conjunta con la Câmara de Diretores
Lojistas (CDL), el Grupo SESC Maturidade Ativa, el PIM, el Comité para el Desarrollo
Integral de la Primera Infancia y la Empresa Rossoni S.A. En esta acción fueron realizadas
diversas presentaciones artísticas, juegos y actividades recreativas para los niños del
Programa, siendo distribuidos, entre todos los participantes, alimentos y regalos, donados

86
por el CDL y por el Grupo Sesc Maturidade Ativa.
Conforme preconiza el Estatuto del Niño y del Adolescente (ECA); la Ley Orgánica de
Asistencia Social (LOAS); y, la Ley del SUS; el PIM se preocupa por garantizar la puesta en
práctica de los derechos fundamentales de los niños atendidos por el Programa. En este
sentido, el PIM mantiene una alianza con la Empresa Multimóveis S.A. para la donación de
24 cunas y colchones, que son destinados a las familias más vulnerables del municipio, las
cuales son acompañadas por las visitadoras y por los profesionales del Programa de Salud
de la Familia (PSF)

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
El Proyecto “PIM en el Cinema: El Mundo Visto en la Pantalla del Cinema”, desarro-
llado a inicios de 2007 por el Programa Primera Infancia Mejor junto con el SESC, consis-
tió en la exhibición de películas infantiles en sesiones quincenales, con la participación de
todas las familias inscritas en el Programa. Esta actividad, además de brindar a los niños y
a sus familias la construcción del conocimiento a través de los juegos, buscó fortalecer los
vínculos afectivos y el desarrollo psicológico, por medio del simbolismo y la visualización
de imágenes en los temas exhibidos.
En la óptica de la replicación de las informaciones respecto de la planificación familiar,
el PIM implantó el proyecto “Salud Sexual y Reproductiva: Derecho y Responsabilidad de
Todos”. Esta iniciativa proporcionó a las familias atendidas por el Programa, espacios de
socialización, reflexión sobre los conocimientos de si mismos, aliados a la salud sexual y
reproductiva, así como sobre la importancia de la planificación familiar. Este proyecto con-
siste en la presentación de conferencias realizadas en los 12 barrios atendidos por la téc-
nica responsable del sector de planificación familiar.
Con el desarrollo del trabajo realizado por las 19 visitadoras, se ha evidenciado, en el
día a día, expresiones de la cuestión social que impregnan la estructura familiar actual, en
este caso, la violencia doméstica. Esta realidad motivó la realización, en mayo de 2007, del
Seminario Municipal sobre Violencia Doméstica y Familiar en el Contexto de las Relaciones
Sociales, propuesta intersectorial que discutió la temática a través de diversas perspectivas,
analizando cuestiones de género y jurídicas, a la luz de la legislación vigente de protección
al niño y al adolescente.

Conclusión
Basados en las acciones realizadas durante los últimos dos años, en conjunto con el
Comité para el Desarrollo Integral de la Primera Infancia, y apoyadas por las entidades com-
prometidas con las cuestiones de matiz social, se puede percibir que el trabajo intersecto-
rial, cuando tiene el objetivo de fortalecer la autonomía y el ejercicio de la ciudadanía, con-
tribuye para la mejoría de la calidad de vida de los sujetos participantes del proceso. Dentro
de ello, se constata que el escenario para hacer efectiva la intersectorialidad se hace eviden-
te a medida que se consolida con alianzas sólidas y duraderas en la discusión y ejecución de
temáticas pertinentes a la primera infancia.

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Pensar y actuar intersectorialmente es uno de los fundamentos del ideario del PIM, en
alianza conjunta con las entidades del sector privado, en las acciones realizadas. La bús-
queda por la concreción se ha convertido en un desafío a través de un proceso de cons-
trucción continua y creciente que, sin embargo, está apenas iniciándose. Paso a paso, la
construcción de redes y acciones implica, también, la construcción de un nuevo lenguaje
integrador entre los profesionales del PIM y el sector privado involucrado con los proble-
mas relevantes a la primera infancia, en el Municipio de Bento Gonçalves.
Reconocer la multiplicidad de visiones sobre la realidad, tal como es exigido en la cons-
trucción de una primera infancia saludable, requiere de un compromiso con otros sectores
que tienen por objetivo la búsqueda de una mejor calidad de vida de la población, princi-
palmente, para las familias inscritas en el PIM. Con ello, se lleva a cabo un trabajo integra-
do con el Programa de Salud de la Familia, el Programa de Planificación Familiar, el Centro
de Referencia Materno-Infantil, los sectores de Vigilancia Sanitaria y Ambiental, y los pro-
yectos Talleres de Gestantes, Madre-Bebé y la Juguetería de la Secretaría Municipal de
Vivienda y Asistencia Social, además de la activa participación de las asociaciones de
barrios, parroquias y las demás organizaciones religiosas de la ciudad.
En el ámbito de las acciones intersectoriales se comparte el ideal y se conoce la difi-
cultad de la implementación de estas acciones. En este sentido, la identificación constan-
te de alianzas en Bento Gonçalves se han convertido en un desafío para el Grupo Técnico
Municipal, en la medida en que se propone un apoyo y una mayor atención hacia los niños
de cero a seis años y las embarazadas atendidas por el PIM.
Al final, se resalta la viabilidad y la riqueza de las acciones desarrolladas en el desafío
de la constitución de proyectos, trazando eslabones conectivos entre los participantes del
proceso, anhelando un campo más efectivo, técnico y socio-político, donde la salud, la
educación, la asistencia social, el Comité para el Desarrollo Integral de la Primera Infancia,
y la sociedad civil organizada, se conecten y se articulen, sumando esfuerzos para el for-
talecimiento de las redes sociales de apoyo a la infancia.

El PIM – Niños egresados de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)


Neonatal: la experiencia del Municipio del Rio Grande8
El Municipio de Rio Grande, fundado el 19 de febrero de 1737, está ubicado en la pla-
nicie costera sur del Estado de Rio Grande do Sul. Con una superficie territorial de
3.338,35 Km.2 y, aproximadamente 196 981 habitantes (IBGE, 2006), tiene como su prin-
cipal fuente económica y renta al sector secundario, en una amplia interacción con su sis-
tema vial, liderado por las instalaciones portuarias. Posee, aproximadamente, 23 136
niños, con edades entre cero y seis años, de los cuales 8 015 reciben asistencia de parte
de la red de Educación Infantil y del PIM.

8. El relato de la experiencia del PIM en Rio Grande fue hecho por Helene Rodrigues y Marivone Munhoz, con la colaboración de Maria
Fátima Godinho, Velionara Branco y algunas familias

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El Programa Primera Infancia Mejor fue implantado en dicho municipio en septiembre
de 2005. Actualmente, abarca siete barrios, a través de 15 visitadores, que brindan orien-
tación a 350 familias y diez embarazadas, beneficiando a 405 niños de cero a seis años,
en situación de vulnerabilidad social. El programa en el municipio se viene desarrollando
con el reconocimiento de los gestores municipales; de la comunidad; y, principalmente, de
las familias atendidas, que destacan los cambios que el PIM proporcionó en el desarrollo
integral de sus hijos.
En el relato de la experiencia del PIM en Rio Grande se enfoca en el Proyecto “Niños
dados de alta de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) Neonatal”. Este proyecto viene a

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
ampliar las acciones del PIM en el municipio, guiando, de esta manera, la atención a los
niños nacidos prematuramente y/o dados de alto de hospitalizaciones, a veces prolongadas,
a veces continuas, pero siempre con secuelas más o menos aparentes, restrictivas o graves.
Para la implantación del PIM, conforme preconiza su estructura y funcionamiento, se
llevó a cabo la I Capacitación para Visitadores (agosto de 2005), en la que participaron
conferencistas de áreas multi-profesionales, entre ellos, una pediatra especialista en neo-
natología, quien abordó el tema: “Consecuencias de la Hospitalización del Recién Nacido
(RN)”, con énfasis en el Desarrollo Neuropsicomotor (DNPM).
A partir de este encuentro, la citada profesional, al percibir la importancia del PIM, por
los beneficios que ofrece a las familias con embarazadas y niños con edades entre cero y
seis años, sondeó el Grupo Técnico Municipal (GTM), así como la posibilidad de que el PIM
pueda acompañar también a las familias de niños salidos de las UCI Neonatales.
Conforme relata dicha profesional, Médica de la UCI Pediátrica: “He visto varios recién
nacidos extremamente pequeños y/o enfermos salir de la UCI Neonatal, después de algu-
nos meses de internamiento. Esto es muy gratificante, pero, sin embargo, todo el trabajo
y la inversión en este pequeño ser, necesita de continuidad y de acompañamiento multi-
disciplinario, siendo oportuna la evaluación de una mejor calidad de vida y, fundamental-
mente, una adecuada relación con sus familiares”.
Frente a esta demanda el GTM elaboró el Proyecto “PIM – Niños dados de alta de la
UCI Neo-natal” y lo envió para evaluación por parte del GTE, siendo aprobado el noviem-
bre de 2005. Utilizando la estructura y el funcionamiento del PIM, la forma de atención
para estos niños fue adaptada mediante la designación de un visitador debidamente ins-
trumentalizado y capacitado para desarrollar el proyecto, teniendo como atribuciones:
conocer el perfil de los niños; tener disponibilidad para actuar en varios barrios; iniciar el
trabajo en la Unidad Intermediaria Hospitalaria, para la creación de un vínculo entre el visi-
tador con la familia; contribuir para la orientación de las familias basados en sus propias
experiencias, con miras a estimular y alcanzar el máximo desarrollo de los niños. Se justifi-
ca la designación de solamente un visitador por tratarse de una experiencia innovadora y
específica, para la cual se consideró necesario realizar un acompañamiento y una evalua-
ción inicial.

89
Se estableció como criterio básico en la selección de las familias, el peso –igual o infe-
rior- a 1500 gramos, basado en la lista ofrecida por la Unidad Neo-natal del Hospital
Universitario, Dr. Miguel Riet Corrêa Júnior, que contiene el nombre, dirección, peso al
momento del nacimiento y edad de embarazo. La invitación para que las familias partici-
pen del Proyecto es llevada a cabo al momento del internamiento del niño en la UCI
Neonatal, durante el primer contacto con el visitador y el monitor con la familia, oportu-
nidad en la que se explica el funcionamiento del mismo.
El perfil de los beneficiarios, en su gran mayoría, es el de familias con bajo poder socio-
económico y cultural, con bebés nacidos antes de la 37ª semana de embarazo. Al nacer,
los bebés permanecen en incubadoras; precisan de aparatos para ayudarlos a respirar;
están conectados a monitores y bombas de infusión; necesitan de fototerapias y demás
herramientas; presentan secuelas más o menos graves; cuadros de convulsiones; proble-
mas respiratorios y dificultades para ganar peso y altura compatibles con su edad. La lac-
tancia materna se torna casi imposible, las hospitalizaciones son frecuentes y dificultan la
creación del vínculo de la familia con el niño.
Con un año y seis meses de funcionamiento del Proyecto, se ha prestado atención a
19 familias, totalizando 23 niños, de los cuales 2 cambiaron de dirección, 2 fueron para la
guardería, 1 salió del proyecto y otro murió. Actualmente, 13 familias están participando
de este Proyecto, con un total de 15 niños atendidos, conforme se explica en el Cuadro 1:
Cuadro 1 – Características de los niños atendidos

Fuente: Programa Primera Infancia Mejor – GTM/Rio Grande – 2007


Leyenda: 1 – Familias con hijos gemelos.
Leyenda: 2 – Familias con niños portadores de enfermedades graves (Girasol: Tumor cerebral y ceguera, con procedimiento quirúrgico; Orquídea:
Síndrome de Down; Vaso de Leche: Hidrocefalia, con procedimiento quirúrgico).
90 Obs.: Los nombres de los niños fueron substituidos por nombres de flores para proteger sus identidades.
Al analizar los datos anteriores, se constató que el 100% de los niños nacieron pre-
maturamente, estuvieron hospitalizadas en la UCI Neonatal, tuvieron hospitalizaciones
posteriores y participan en el Proyecto hace un año. De este total, el 80% presentó peso
igual o inferior a 1,5 Kg. y el 20%, arriba de los 1,5 Kg.
De los niños atendidos por el PIM, el 80% obtuvo una ganancia de peso y el 20% pre-
sentó bajo peso; el 80% alcanzó una ganancia de su DNPM y el 20% presentó un déficit de
aprendizaje y enfermedades, las cuales comprometieron significativamente su desarrollo.
Estos niños son atendidos por medio de orientaciones dentro de la Modalidad

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Individual, repasada por el Visitador, la madre y/o el tutor, una vez por semana, en su resi-
dencia. El reducido número de familias se justifica por la dificultad enfrentada por el visi-
tador al tener que movilizarse entre diferentes barrios.
Destacamos dos focos para la ejecución de este Proyecto: Estimulación y
Acompañamiento Multi-profesional. Estos focos posibilitan la efectiva creación del vínculo
y afecto entre el niño y la familia, científicamente comprobados como marco inicial para
todo proceso de desarrollo. La estimulación es fundamental para el desarrollo pleno de las
capacidades de los niños. El Acompañamiento Multiprofesional presupone la continuidad
de orientaciones y/o aclaraciones con las familias respecto del DNPM de los niños, a través
de los más variados profesionales (pediatra, pediatra especializado en neumología, ciruja-
no, etc.) e instituciones como el APAE, la Escuela de Ciegos, Puestos de Salud, Hospital
Universitario, entre otros, lo que hace viable la atención de una amplia variedad de nece-
sidades de estos niños.
El siguiente relato de un visitador da fe de la riqueza de esta experiencia: “A pesar de
mi poca experiencia inicial con recién nacidos, he aprendido mucho, principalmente, con
las familias, quienes constantemente me sorprenden, a veces con los logros acelerados por
parte de los niños, o con el compromiso de sus padres. Por ello, me enorgullezco de ser
visitadora del Proyecto PIM – Niños dados de Alta de la UCI/NEO”.
Se cree que el éxito de esta experiencia se debe a su carácter intersectorial, cuya coor-
dinación es de responsabilidad de la Secretaría Municipal de Salud y de las Secretarías
Municipales de Educación y Cultura y de Ciudadanía y Asistencia Social. El Programa cuen-
ta también con el apoyo de las demás Secretarías Municipales; el sector privado, como las
empresas y los medios de comunicación, juntamente con la comunidad de Rio Grande, en
general.
Debido a la importancia del eje intersectorial, se resaltan algunos aspectos positivos
decurrentes de esta experiencia:
• El Visitador del Proyecto participa de capacitaciones continuas -de forma dinámi-
ca e interactiva- con los más variados profesionales del área de Educación –a iniciativa de
la Coordinadora del Programa y del Monitor del Proyecto, vinculados a la Secretaría
Municipal de Educación;

91
• Los encaminamientos y/o procedimientos necesarios para el tratamiento de los
recién nacidos y que son ofrecidos por los pediatras, médicos especialistas y el sector de
medicación, son hechos efectivos a través de varios profesionales del área de salud; y,
• Los encaminamientos de las instituciones como el APAE, la Escuela de Ciegos, acom-
pañamiento domiciliar, adquisición de documentos y acompañamiento de programas, son
efectuados a través de varios profesionales de la Secretaría de Ciudadanía y Asistencia Social.
Merece destacarse, también, la participación de la comunidad de Rio Grande en
general, por la oportunidad de ofrecer a las familias del Programa, momentos de interac-
ción y esparcimiento, mediante las actividades comunitarias realizadas, incluyéndose el
Proyecto “PIM - Niños dados de Alta de la UCI/NEO”.
Se constata, por lo tanto, la validez del trabajo intersectorial, a través de alianzas con-
seguidas por el PIM, el rescate del papel de las familias y por la valorización de las mis-
mas con el efectivo cumplimiento de sus derechos y deberes.

Conclusión
“Los nacimientos prematuros y el bajo peso al nacer, son factores
determinantes de la mortalidad neonatal: de infecciones; de mayores
tasas de hospitalizaciones; de mayor propensión al retardo del creci-
miento; de déficit neuropsicológico post-natal y del bajo desempeño
escolar”.
Organización Mundial de la Salud
Nuestra experiencia viene demostrando que las familias de los recién nacidos, al
ingresar en el Proyecto PIM Niños dados de Alta de la UCI/NEO, evidencian una fragili-
dad significativa en consecuencia de los nacimientos prematuros, hospitalizaciones y/o
consecuencias de las mismas, pero gradualmente, están consiguiendo luchar de forma
positiva con sus dificultades, poniendo en evidencia la importancia de las orientaciones
recibidas; de los encaminamientos y/o procedimientos efectivos: y, principalmente, de la
presencia del factor lúdico en la realización de las actividades sugeridas, que tienen un
impacto positivo en el desarrollo neuropsicomotor de los niños. El siguiente testimonio,
brindado por una madre atendida, corrobora esta afirmación: “Considero al Proyecto
muy importante, ya que, a pesar de ser madre por tercera vez, he aprendido mucho.
Constantemente el Proyecto me está ayudando, ya que mi hija no podía ni moverse, y
ahora consigue darse vuelta solita y está más alegre”.
Esta experiencia tiene como objetivo el constante y continuo acompañamiento y
evaluación de las acciones desarrolladas, con el objetivo de hacer posible nuevas accio-
nes y/o ampliar las mismas, considerando el papel relevante que el PIM postula: la reduc-

92
ción de la mortalidad infantil, menores índices de reprobación y evasión escolar y el res-
cate de la familia. En conclusión, mejores oportunidades y una más alta calidad de vida
para los niños y sus familias.

El PIM en Santiago – Un futuro mejor9


“Un mundo nuevo está naciendo…”, fue lo que el Municipio de Santiago percibió
el 7 de abril de 2003, cuando el gestor municipal, Prefecto José Francisco Gorski,
“Chicão”, conoció y se adhirió al Programa, que identificó como “lo evidente de lo evi-

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
dente”. Según “Chicão”, el PIM desarrolla un lenguaje común entre el Gobierno
Estadual y el Municipal, en torno un factor indivisible llamado Familia. El secreto de este
Programa es la superación de las dificultades en la utilización de lo simple, en la pureza
del corazón de cada familia, el visitador y el niño de cero a seis años, dentro de su pro-
pia realidad y cultura.
En todo momento y en cualquier lugar de la Tierra, el hombre, instintivamente pro-
tege a su hijo. En Santiago, esta proyección es considerada como imprescindible por parte
de todo ciudadano que desea recibir orientación para que sea capaz, con equilibrio, amar,
educar y estimular a sus hijos.
El Municipio de Santiago posee aproximadamente 52 mil habitantes y está localiza-
do en la región Centro-Oeste del Estado de Rio Grande do Sur. Presenta un índice de mor-
talidad del 7,9 por cada mil niños nacidos vivos. Conocido como la “Tierra de los Poetas”,
da prioridad a los programas de atención al niño y al adolescente.
En Santiago, el PIM movilizó a toda la comunidad, rescatando vínculos importantes
entre barrios, gestores, familias, el GTM, Monitores y Visitadores. Estos relatan historias
infantiles que comienzan así: “Érase una vez un Programa llamado “PIM”, que llegó a la
Tierra de los Poetas a través de un personaje muy interesante llamado Chicão!... Chicão
era muy querido y respetado por la muchachada, pero también muy exigente con sus
Secretarios y su equipo. Para que los niños fueran tratados como tales, exigió que el PIM
fuera implantado, respetando rigurosamente los criterios establecidos por el Grupo
Técnico Estadual (GTE), dentro de la realidad cultural del Municipio…” Es así que comen-
zó la historia del PIM en Santiago.
Conviene destacar que en abril y mayo de 2006 el Programa fue seleccionado entre
cinco municipios para participar de una evaluación parcial de las acciones realizadas, con
el objetivo de identificar los avances en la gestión, participación de las familias y compro-
miso de la comunidad; así como los logros obtenidos en el desarrollo de los niños. Esta
evaluación fue realizada por el GTE, bajo la organización y supervisión del CELEP de Cuba,
9. La experiencia del PIM en el Municipio de Santiago fue relatada por Jane Nicola Cristofari, Adriana Pizoloto Machado, Cristiane Castiglioni
Pereira y Teresina de Jesus Medeiros Dorneles, integrantes del GTM, y por las Monitoras Fabiane Bossi y Mirian Delalibera Gomes.

93
basado en una muestra correspondiente al 10% del alcance del Programa, que en esa
época contaba con 20 visitadores. Santiago fue señalado como el municipio que obtuvo
los mejores resultados en la aplicación de la metodología. Por los importantes logros con-
quistados, en términos de alcance y calidad en el desarrollo de las acciones, en la actua-
lidad Santiago es considerado el Municipio modelo del Programa en el Estado, actuando
con 55 visitadores, distribuidos en 29 barrios, que atienden a 1375 familias y benefician
a 1009 niños entre cero y seis años.
La población infantil del municipio es de 5878 niños entre cero y seis años de edad,
de los cuales, el 21,30% son atendidas por las escuelas de Educación Infantil; y, el 17%
por el PIM. Durante los cuatro años de ejecución, el Programa se ha destacado entre los
demás programas sociales, dando prioridad a los participantes del Programa Bolsa Familia
y haciendo interfase con otros proyectos de involucran a comunidades y familias, tales
como:

a) Proyecto Mi Casa, donde las familias integrantes del PIM pasaron tener mayor
prioridad. A través de los procedimientos realizados por los visitadores con la
coordinación del proyecto, la familia recibe una visita para la evaluación de su
situación y, de este modo, pasa a ser orientada en cuanto a los requisitos que
debe cumplir para ser considerada como candidata a una casa propia. Desde la
integración del PIM con este proyecto hasta la fecha, ya fueron beneficiadas
cerca de 70 familias, encontrándose otras aguardando por este beneficio.
b) El Programa Apoyo Socio-educativo Familiar, también dirigido a las familias del
PIM en los barrios Ana Bonato, Missões y Jardim dos Eucaliptos, tiene como objeti-
vo atender, directamente, a las madres del Programa, mediante conferencias y cur-
sos de iniciación profesional, dando oportunidad a nuevas formas de generación de
renta. Estas actividades, además de posibilitar el aumento de la renta familiar, pro-
pician la mejoría de la calidad de vida. Al final de cada mes, son ofertadas bolsas
básicas de alimentos y/o productos de higiene para las familias participantes de las
conferencias.
Con el reconocimiento de la población y de los órganos públicos, el PIM pasó a tener
la oportunidad de divulgar sus acciones entre los medios de comunicación, principalmen-
te, a través de una alianza con Radio Santiago, contando, actualmente, con un espacio
dirigido a las embarazadas, entre otros. La programación radial es realizada por un grupo
de monitoras bajo la orientación del locutor loca, capacitado por el PIM y se transmite
todos los sábados por la mañana, durante el Programa “Olho Vivo”. Los domingos, se
ofrece el programa “Rádio pela Infância”, (Radio por la Infancia), coordinado por el
mismo profesional, capacitado por el PIM. En este programa, un grupo de niños presen-
ta “Rádio pela Infância”, con una programación dirigida al público infantil. El locutor, al
referirse a los pequeños comunicadores dice: “La luz se enciende y el mensaje es claro

94
dentro del estudio. En el aire…” Las voces se hacen escuchar, hablando de cosas serias.
A pesar de parecer una rutina común, de cualquier locutor de radio, la diferencia, en la
escena, son los comunicadores: niños que asumieron la misión de llevar la información a
miles de oyentes. El grupo de pequeños locutores es parte del PIM y ya está en el aire
hace cuatro años, a través de Radio Santiago.
La diferencia que marca el PIM es sin lugar a dudas, la forma poética y lúdica en
como son desarrolladas todas sus acciones. Una prueba de ello es el Circo del PIM, crea-
do el 27 de julio de 2006. Este circo es coordinado por una monitora y ejecutado por los
demás integrantes del Programa. Su objetivo es llevar informaciones, a través de confe-

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
rencias impartidas por diferentes profesionales, a las madres o tutores. Se les brinda a los
niños actividades de juegos que posibilitan su integración y socialización.
“El Circo del PIM, para mí, significa la alegría de mi hijo. Él se queda horas en la puer-
ta esperando al elenco…” (Testimonio de una madre, integrante del PIM, en el barrio de
Ana Bonato).
Tanto éxito conseguido le proporcionó a este proyecto estar, hoy en día, presente en
varias actividades como Campañas de Vacunación, Mateadas, Cidade Ativa, entre otras.
Vale destacar la iniciativa Incentivo a la Lactancia Materna, donde las propias madres del
PIM dan el ejemplo. Una escena poco común: varias madres reunidas amamantando a
sus hijos en plena plaza central de la ciudad. La campaña es parte del Programa. En
Santiago la Salud tiene Pecho. El desafío fue propuesto a las madres como una forma de
crear conciencia sobre la importancia de la lactancia materna en el desarrollo infantil. Ellas
aceptaron, y el evento fue una de las más bellas actitudes de preocupación por la salud,
cariño y cuidado para con el desarrollo de los niños.
Entre las acciones educativas se destacan las relacionadas con la alimentación y la
nutrición, toda vez que un adecuado desarrollo infantil sólo es posible si el niño está sano.
Frente a ello, el GTM procura aprovechar todas las oportunidades, como ocurrió en la
Semana del Bebé, en el mes de noviembre. El municipio desarrolló una programación
repleta de actividades. Radio Santiago presentó diversos asuntos relacionados con la pri-
mera infancia, involucrando profesionales del PIM; del Comité Municipal y a otras entida-
des. El Día del Bebé fue celebrado con una fiesta de integración entre las familias, que
contó con innumerables actividades, de acuerdo con las edades de los niños. La temáti-
ca principal, en dicha fecha, estuvo dirigida a la alimentación saludable, mediante el
reparto de frutas, vegetales y jugos diferentes, adquiridos gracias a una alianza del
Comité con el PIM.
En mayo de 2007, como iniciativa de las familias y visitadores, fue realizada la
Muestra de Juguetes del PIM. Los juguetes fueron confeccionados con materiales recicla-
bles y creados por las familias. El evento se llevó a cabo en la Plaza Moisés Viana, y contó
con la participación de las familias integrantes del PIM y de la población de Santiago en
general.

95
Conclusión
Después de presentar algunos aspectos significativos del Programa Primera Infancia
Mejor llevados a cabo en el Municipio de Santiago, concluimos que es por la visión social;
la proximidad con la comunidad y por la sensibilidad de nuestros gestores que la concre-
ción de un sueño se realiza. Son resultados efectivos, que traen posibilidades de superar
y solucionar – de forma innovadora e integrada- problemas y trabas antes considerados
difíciles.
La importancia del trabajo intersectorial en pro de la infancia y de la superación de
la atención fragmentada, resulta en una práctica preventiva, con mayores beneficios para
el presente y el futuro de las familias, de la comunidad y del municipio.
Cada día que pasa se torna más evidente -entre los innumerables logros conquista-
dos por las familias- el rescate de los valores primordiales para el ser humano, los mismos
que estaban siendo olvidados, así como un mayor compromiso por parte de los padres
para con la educación y el desarrollo integral de sus hijos. De esta forma, es importante
destacar que, gracias a las acciones interactivas entre las familias y los niños, que son pro-
movidas por el Programa, pasarán a descubrir y conocer su potencial creativo y artístico,
tornándose protagonistas del proceso de transformación de su realidad. Por lo tanto, el
PIM está desencadenando cambios reales en las condiciones de vida y en el contexto
social y cultural de las familias de Santiago.

El PIM en el área rural: la experiencia de São João do Polêsine10


São João do Polêsine es un municipio localizado en la región central del Estado que
integra la micro-región de la Cuarta Colonia de Inmigración Italiana de Rio Grande do Sul.
Su población es de aproximadamente 3 mil habitantes, de los cuales el 55,8% residen en
áreas rurales. La principal actividad económica de la población es la agricultura; la fruti-
cultura; la gastronomía italiana; y, el turismo religioso y científico.
El PIM cuenta con cinco visitadoras y una monitora, abarcando toda el área rural y
urbana de São João do Polêsine, y teniendo como sede la Escuela Municipal de Educación
Infantil Recanto dos Sonhos. El GTM está integrado por las Secretarías de Educación,
Salud y de Asistencia Social, y cuenta también con la colaboración de otras entidades,
como el Comité Municipal.
El PIM actualmente atiende a 76 familias, nueve embarazadas y 87 niños. Los niños
que son parte del Programa asisten a la Escuela Municipal de Educación Infantil Recanto
dos Sonhos.
10. La experiencia del PIM en São João do Polêsine fue relatada por Elisane Buriol Giacomini, Maria Inês Giacomini y Geisa Tais Dickow, del GTM;
por la Monitora Tânia Coletto Milanesi, la Digitadora Ronise Brondani; las profesoras Marinês Dias Missio, Marilde Teresinha Bolzan y Sonia Maria
Antonello Cadore; y por colaboradores de ASCAR-EMATER/RS, y del Comitê Municipal del PIM.

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Con la preocupación de ofrecer a la población políticas públicas orientadas hacia el
mejoramiento de la calidad de vida, la Administración Municipal implementó el PIM en
dicho municipio en 2004. Este programa tiene por objetivo el desarrollo integral de los
niños entre cero y seis años de edad. Y, es a través del contacto directo con las familias
que las visitadoras desarrollan acciones para estimular a los niños y orientar a las emba-
razadas.
Inicialmente, el trabajo del PIM en São João do Polêsine privilegió a las comunidades
rurales. Estas comunidades necesitaban con mucha urgencia de un trabajo de informa-

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
ción dirigido hacia el desarrollo infantil y a la construcción de un vínculo comunitario, ya
que muchas de sus familias se ubicaban en áreas de difícil acceso. Terrenos agrestes, pie-
dras y bosques vírgenes componen el escenario exuberante y al mismo tiempo desafian-
te, por donde tiene que pasar semanalmente la visitadora.
Además de la belleza ofrecida por el paisaje natural, existe una convivencia comuni-
taria. La falta de un local específico para reunir a la población no significa un obstáculo
para que en estas comunidades pueda existir una vida armoniosa. Tanto así, que los pro-
pios habitantes construyeron, junto con la visitadora, en las cuatro paredes de sus casas,
el espacio necesario para la construcción del conocimiento.

El PIM en el área rural


Este documento relata las acciones de una visitadora del PIM de São João do
Polêsine, en el Estado de Rio Grande do Sul, realizadas en las comunidades rurales Linhas
do Monte e Bom Fim. La Visitadora actúa en esta área desde su implementación en 2004.
Se identificó con estas comunidades por estar íntimamente ligada a este medio. A través
de su compromiso, realizó un trabajo innovador. Con responsabilidad, acogió la filosofía
del PIM, enfrentando todos los obstáculos, para que –junto a las familias- pudiera contri-
buir en la mejoría de la convivencia familiar y comunitaria, con los ojos puestos en los cui-
dados esenciales que deben ser ofrecidos a los niños desde la primera infancia.
La falta de infraestructura física obligó a que la Visitadora desarrollara medios alter-
nativos para la realización de su trabajo. La construcción de un eslabón de confianza
entre los pobladores de las localidades posibilitó la ejecución de tareas colectivas de la
Modalidad Grupal, a través del encuentro de niños de varias familias en sus casas, de
manera alternada. Esta decisión fue tomada ya que las casas se sitúan en locales donde
el relieve no favorece la caminata. La locomoción se da mediante senderos con declives,
piedras sueltas, cercos y riachuelos, intemperies, animales venenosos y otras dificultades,
que impiden el fácil acceso de los niños a la escuela local, que es el espacio que común-
mente se utiliza para la realización de las Modalidades Grupales.

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La Visitadora participa semanalmente de la planificación junto al GTM. Cuenta con
la alianza de la juguetería municipal; la Pastoral del Niño; el Programa “A União Faz a
Vida” (La Unión Hace la Vida) y de la Radio Comunitaria São João FM, para la divulga-
ción del PIM, además del apoyo de las Secretarías Municipales de Educación, Salud y de
Asistencia Social.
En las reuniones semanales, la Visitadora planifica y organiza el material a ser utiliza-
do en las actividades que serán desarrolladas junto a las familias, siempre apoyada por la
Monitora. Semanalmente, las familias y los niños se muestran alegres y receptivos cuan-
do llega la Visitadora.
Es posible percibir cambios importantes en la rutina de estas comunidades. Las fami-
lias pasaron a tener un contacto más efectivo, mejorando la convivencia familiar y comu-
nitaria. Los niños que se escondían por que sentían vergüenza, dejaron florecer el deseo
de comunicarse.
Muchos padres no sabían estimular a sus hijos por que ignoraban la importancia del
estímulo en esta fase de la vida. Las orientaciones repasadas por la Visitadora fueron
incorporadas por las familias, y en la actualidad, se traducen en una mejoría de la calidad
de vida para la comunidad.
Las transformaciones también pueden ser percibidas en la escuela. Según las evalua-
ciones efectuadas por los profesores de primaria, los alumnos egresados del PIM presen-
tan una mejor predisposición para nuevos aprendizajes, realizando tareas con autonomía,
auto-confianza y elevada autoestima. Se comprueba una mayor preocupación de estos
padres por prestar mayor atención en las tareas de la escuela.
Además de la escuela, el GTM, el Poder Público y los demás socios del PIM, recono-
cen que el Programa contribuye en la formación integral de los niños, e identifican, día a
día, la importancia de invertir en proyectos sociales que valoricen la vida, partiendo de su
seno familiar.

Conclusión
El resultado del trabajo realizado durante estos tres años de existencia del PIM en São
João do Polêsine señala cambios importantes de comportamiento y actitudes de los
pobladores. Esto logró que en 2007 el PIM ampliara su cobertura al 100% de las familias
con niños pequeños y embarazadas de las áreas rurales y urbanas. La recepción y la par-
ticipación activa de las familias en las acciones propuestas por el Programa fue la base
que coronó el éxito de todo este avance.

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Sin embargo, todavía hay mucho por hacerse. Existe la necesidad urgente de inver-
siones para el mejoramiento de la salud física, mental y social de estos pobladores. Por lo
tanto, se tiene que fomentar políticas públicas capaces de ofrecerles mejores condiciones
de vivienda, acceso y esparcimiento.
La comprensión por parte de las familias respecto de la importancia de estimular ade-
cuadamente a sus hijos, para que obtengan el desarrollo integral de sus potencialidades,
así como la de su desempeño como educadores, concretizó uno de los ideales del
Programa: rescatar el vínculo familiar y el papel de las familias en la educación de los

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
niños. También se logró el rescate de la autoestima de la comunidad la cual, con la orien-
tación del PIM, inició actividades de confraternización, limpieza de lugares públicos de la
región y acciones de multiplicación de conocimientos sobre higiene, salud y nutrición.

El Niño Egresado del PIM en São Sepé 11


El Municipio de São Sepé está localizado en la región central do Rio Grande do Sul,
a 265 Km. de Porto Alegre. Posee un área de 2231 Km2. y se ubica a una altitud de 175
msnm, con un clima templado. Limita al norte con los municipios de Santa Maria,
Formigueiro y Restinga Seca; al sur con Caçapava do Sul y Lavras do Sul; al este con
Cachoeira do Sul; y, al oeste con São Gabriel y Vila Nova do Sul.
El relieve presenta campiñas levemente onduladas y con várzeas. El sistema hidrográ-
fico está compuesto por los ríos Vacaraí, São Sepé y Santa Bárbara. La vegetación predo-
minante está constituida por campos y bosques.
La población total del municipio, según el Censo Demográfico del IBGE (2000) es e
24 621 habitantes, de los cuales 1518 son niños con edades entre cero y tres años y 1638
con edades entre tres y seis años. En 2007, 325 niños frecuentaban las escuelas. El ori-
gen étnico de la población se compone por alemanes, italianos, libaneses, sirios, portu-
gueses y negros.
El IDH es de 0,775, de acuerdo al Atlas de Desarrollo Humano/PNUD (2000). El 80%
de la población activa obtiene una renta familiar de hasta tres salarios mínimos.
La economía del municipio está basada en las culturas agro-pastoriles, en donde se
destacan las plantaciones de arroz, soya y maíz. En la ganadería se destaca la crianza de
ganado de corte y de leche. En el sector extractivo mineral, sobresalen el oro, el calcáreo
granito, el carbón, entre otros.

11. La experiencia del PIM en São Sepé fue relatada por Viviani Giuliani Marques y Edna Garcia Borges, del GTM; por las Monitoras Andréia Lúcia
Santos Brum, Neuza Terezinha Régio Ferreira, Márcia Neise Strahl Löbler y Paula Vicentina Ferreira Machado, de la Secretaría Municipal de Educación;
Marcelo Faria Ellwanger, Secretario Municipal de Salud y Asistencia Social; Analice Ineu Chiappta, del Departamento Pedagógico de la Secretaría
Municipal de Educación y Cultura; y, por Maria Inês Barreto de Macedo Coradini, Profesora Municipal.

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El PIM fue implantado en el municipio de São Sepé en 2003 y pasó por varias amplia-
ciones. En la actualidad, 19 Visitadores brindan orientación a 395 familias, que compren-
den a 24 embarazadas, 266 niños entre cero y tres años y 146 entre tres y seis años de
edad.
Con base en una investigación realizada con familias que integran el Programa, se
constató que ellas desempeñan un papel fundamental, en la medida que son preparadas
para asumir acciones de estimulación y protección de los niños en la primera infancia,
proporcionando apoyo, soporte y recursos dentro de sus realidades y haciendo efectivas
las intervenciones en relación con la salud, la educación y la cultura.

Relato de la Experiencia
Frente a la realidad presentada, se sintió la necesidad de investigar como los niños
egresados del PIM y que están frecuentando las clases regulares de enseñanza funda-
mental en São Sepé, se encuentran en términos de competencias y habilidades para
el aprendizaje. Fue, entonces, llevado a cabo un estudio mediante el análisis de pare-
ceres descriptivos, brindados por los profesores; relatos de los padres y de todas las
personas involucradas en la comunidad escolar que, de alguna forma, observaron el
desarrollo motor, cognoscitivo, afectivo y del lenguaje, entre otras habilidades, de
estos niños, conforme se demuestra en el siguiente gráfico:

Gráfico 1 – Desarrollo de los niños egresados del PIM

100
Se puede observar que el 67% de los niños egresados del PIM presentaron un desa-
rrollo en su autonomía; el 80% evidenciaron una evolución en su capacidad de interac-
ción y cooperación; y, el 50%, en sus potencialidades y habilidades, tomándose en con-
sideración los criterios sugeridos por el Programa. El desarrollo de estos aspectos y las
posibilidades de aprendizaje de estos niños están determinados por las experiencias y por
la calidad de las interacciones, dentro del medio socio-cultural en el que viven o frecuen-
tan. De ahí nace el papel decisivo de los actores involucrados como mediadores socio-cul-
turales en el proceso de formación y desarrollo integral del niño.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
A partir de este estudio, de la observación y de los datos presentados a través de
pareceres, entrevistas y relatos, es posible verificar que ya fueron alcanzados resultados
significativos, considerando acciones desarrolladas por el Programa e, identificándose,
inclusive, los obstáculos a ser superados.
Estos niños demostraron una mejor preparación al momento de ingresar a la escue-
la, tanto en los aspectos social y motor, como en el cognoscitivo. Evidenciaron habilida-
des en el recorte, moldeo, dibujos con definición de espacios y en el conocimiento de los
colores. También presentaron un desarrollo en la expresión lingüística, seguridad al auto-
expresar sus sentimientos, la música, ritmo, arte y danza. Existe también una mayor evi-
dencia respecto del desarrollo de sus habilidades motoras como: equilibrio en los movi-
mientos, postura, trazado de líneas y dibujos. Cuando son desafiados, responden con
seguridad y capacidad, demostrando, así, que tienen el dominio de las situaciones pro-
puestas.
El desarrollo de estas habilidades no se da solamente dentro de una institución edu-
cativa, sino también en la familia, a través de las actividades orientadas por los Visitadores
y ejecutadas por los familiares, siempre respetando la edad de cada niño.
La evolución del desarrollo de estos niños contribuyó para abrir caminos y calificar el
Programa en nuestro municipio, teniendo en consideración que es fundamental que el
Poder Público atienda, en régimen de colaboración, evitándose, de esta forma, duplici-
dad o ausencia de participación de ambas partes.
La intención de unir una concepción de niño con la calidad de las actividades con ella
ofrecidas, implica atribuirle un papel específico a la Pedagogía del Desarrollo Infantil, cap-
tando las necesidades que los bebés evidencian antes de que consigan hablar, observan-
do sus reacciones e iniciativas; interpretando deseos y motivaciones. Tales habilidades pre-
cisan ser desarrolladas durante las visitas a las familias, aliadas al estudio de los diferen-
tes aspectos, propios para cada franja generacional. Esto ayudará de modo consistente
las decisiones sobre las actividades a ser aplicadas; el formato del espacio y el tiempo; los
materiales y los agrupamientos de los niños.

101
Conclusión
La experiencia presentada en este relato fue muy importante ya que los niños que
participaron del PIM desarrollaron habilidades esenciales para el ingreso a la red regular
de enseñanza de nuestro municipio, conforme es señalado los testimonios de profesores
y de las propias familias. Después de los relatos de los profesores, las comunidades aten-
didas por el Programa dieron más valor al trabajo efectuado por los Visitadores, solicitan-
do mayores conocimientos sobre la metodología aplicada durante las visitas; divulgando
la calidad del trabajo e incentivando la continuidad del mismo en sus comunidades.
Se espera que este relato se considere como un paso más hacia la transformación,
en prácticas reales, adoptadas en el día a día de las familias, y en parámetros de calidad
que garanticen a los niños entre cero y seis años de edad la posibilidad de desarrollarse
integralmente, proporcionando, de esta manera, una primera infancia mejor, como
garantía de un futuro más promisorio.

102
104
C A P Í T U L O 4

PIM: de propuesta innovadora


a política pública

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Lanzado el 7 de abril de 2003, el Programa Primera Infancia Mejor (PIM), está cimen-
tado en la alianza establecida entre el Estado y los municipios que reciben apoyo finan-
ciero para su implementación. El apoyo financiero consiste, hasta el momento, en un
repase mensual de recursos provenientes del Fondo Estadual de Salud para los respecti-
vos Fondos Municipales.
Bajo el liderazgo de la Secretaría Estadual de Salud, el PIM articula los esfuerzos de
las Secretarías de Educación; Cultura y de Justicia y Desarrollo Social. Además de la sen-
sibilización y la articulación con las demás secretarías involucradas y comprometidas con
el desarrollo integral en la primera infancia, fue muy importante para el éxito del
Programa el establecimiento de alianzas, consultorías nacionales e internacionales y,
sobre todo, la co-responsabilidad de las instancias gestoras.
El establecimiento de alianzas fue implementado por la institución del Comité
Estadual para el Desarrollo Integral de la Primera Infancia (CEDIPI), en abril de 2003, a tra-
vés del Decreto Nº 42.199, que prevé, además de la participación del sector público, la
representación de diversos sectores de la sociedad civil organizada y de la iniciativa priva-
da, conforme está descrito en el capítulo 2.

105
Las consultorías nacionales e internacionales favorecieron contar con la colaboración
de especialistas e instituciones con experticia acumulada en el área de la primera infancia
y tuvieron una fundamental importancia en la implantación y evolución del PIM, garanti-
zando su éxito. El Gobierno del Estado de Rio Grande do Sul, a través de su Secretaría de
Salud, suscribió un convenio con el Centro de Referencia Latinoamericano para la
Educación Preescolar (CELEP), de Cuba, entidad que ofreció apoyo técnico para el desarro-
llo de acciones previstas para el PIM. Desde junio de 2003 hasta marzo de 2005, los pro-
fesionales del CELEP visitaron el Estado siete veces en periodos de 60 días. El objetivo de
dichas visitas fue el de brindar asesoría para llevar a cabo el proceso de seguimiento de la
implementación y funcionamiento del PIM. Innumerables municipios fueron visitados por
las consultoras cubanas, quienes también capacitaron al GTE y participaron en algunos
entrenamientos dirigidos a las Coordinadoras Regionales de Salud (CRS); las
Coordinadoras Regionales de Educación (CRE); y a los Grupos Técnicos Municipales (GTM).
La alianza y cooperación técnica de la UNESCO, especialmente, a través de la parti-
cipación de la psicóloga Alessandra Schneider, punto focal de Educación Infantil de la
Representación de la UNESCO en Brasil y Coordinadora de la Oficina Antena de Rio
Grande do Sul, también fue de fundamental significado para el éxito obtenido por el PIM.
Gracias a su experiencia, reconocimiento y credibilidad nacional e internacional en las
áreas de educación, cultura, ciencia, comunicación e información, la UNESCO fue consi-
derada por el Gobierno del Estado como la agencia más calificada para apoyar técnica y
logísticamente al Equipo Ejecutivo en la implementación del PIM. Fue, entonces, suscrito,
en septiembre de 2003, un Proyecto de Cooperación Técnica Internacional (PRODOC),
que tiene por objetivos apoyar las etapas de: i) diseño y formulación; ii) implementación;
y, iii) monitoreo y evaluación del Programa “Primera Infancia Mejor”, cuyos signatarios
fueron el Gobierno del Estado de Rio Grande do Sul, la Representación de la UNESCO en
Brasil y la Agencia Brasileña de Cooperación del Ministerio de Relaciones Exteriores.
La co-responsabilidad de las instancias gestoras del PIM es un aspecto crucial para sus
resultados. La organización política-administrativa de la República Federativa del Brasil com-
prende la Unión, los Estados, el Distrito Federal (DF) y los municipios, todos autónomos, no
existiendo una relación jerárquica entre ellos. La Constitución Federal de 1988 determina un
cambio substancial en el manejo de las políticas públicas, al establecer la descentralización
de los servicios de la Unión para Estados y Municipios, y al resaltar una nueva relación
Estado-Sociedad, en la formulación y control de las políticas, en todos los niveles. La Unión
pierde su función ejecutiva para pasar a tener bajo su responsabilidad la atribución del
normar, coordinar las políticas y brindar apoyo técnico y financiero a los demás niveles del
Gobierno. Las acciones son implementadas, principalmente, por los Municipios, cabién-
dole a los Estados la función de ejecutarlas de forma suplementaria, prestando apoyo téc-
nico y financiero a los Municipios. En este sentido, el Equipo de Coordinación localizado
en la Secretaría Estadual de Salud y con representación de las demás Secretarías aliadas -
siempre en sintonía con los miembros del CEDIPI- ejerce su papel de coordinación, articu-

106
lación y apoyo y movilización de aliados en torno de la operatividad de las actividades pre-
vistas en el PIM, considerando que las actividades son implementadas en colaboración
con los municipios. La alianza entre el Gobierno del Estado y sus Municipios es estratégi-
ca y, más que eso, fundamental para la adecuada implementación de las actividades rela-
cionadas al Programa Primera Infancia Mejor.
El PIM busca asegurar, en su implementación, su eficiencia, eficacia y efectividad. La
eficiencia se refiere a los medios y procesos adecuados para alcanzar determinados fines;
algo o alguien es eficiente cuando consigue establecer un procedimiento de acción o un
proceso de trabajo, que conduzca –con un costo mínimo- a la consecución de los resul-

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
tados esperados. La eficacia se refiere a los resultados o productos deseados de una
determinada acción. De forma general, se dice que una acción es eficaz cuando logra los
objetivos trazados previamente. Y efectividad es aquello que manifiesta un resultado real,
verdadero. Así, una acción es efectiva cuando, además de eficiente y eficaz, produce –en
el caso de las políticas sociales- las modificaciones positivas de la realidad que fueron defi-
nidas como necesarias en la planificación de una determinada política (adaptado del
Ministerio de Salud, Comité de la Primera Infancia, 2002, p. 30).

La Adhesión de los Municipios y el Crecimiento del PIM


En el año de su lanzamiento, el PIM contó con la adhesión de 50 Municipios del
Estado de Rio Grande do Sul. Los primeros municipios habilitados el 10 de septiembre de
2003 fueron: Bagé, Bento Gonçalves, Bom Jesus, Caçapava do Sul, Campo Novo, Canela,
Canoas, Erechim, Erval Seco, Jaquirana, Marau, Panambi, Pinhal, Porto Vera Cruz,
Redentora, Santa Vitória do Palmar, Santiago, Santo Antônio da Patrulha, São Sepé,
Sapucaia do Sul, Soledade, Tenente Portela y Turuçú. En el mismo año (entre los meses
de octubre y noviembre), otros 27 municipios más serían habilitados, de forma que el
Programa fue conquistando la adhesión de un número cada vez mayor de municipios del
Estado que, a partir de la sensibilidad y el compromiso de sus gestores, y del apoyo de la
sociedad civil, canalizaron esfuerzos e inversiones en la primera infancia y en sus niños.
En la actualidad, el PIM se ejecuta en 217 municipios gaúchos (PIM, BANCO DE
DATOS, agosto de 2007). 315 municipios fueron habilitados y están aptos para implan-
tar el Programa en sus comunidades. El mapa que figura a continuación da una idea de
la extensión del Crecimiento del Programa:
El número de Municipios en donde el PIM ha sido implantado representa un creci-
miento de más del 500% en relación a los municipios que se adhirieron al Programa en
el año de su lanzamiento. Se observa que de los 496 municipios del Estado, más del 60%
están capacitados para implementar el Programa, lo que asegura una buena cobertura
del mismo. El Gráfico 1 sintetiza esta información.

107
Mapa del Crecimiento del Programa

Gráfico 1 – Municipios de Rio Grande do Sul capacitados por el PIM

Otro dato importante es que a lo largo del tiempo viene creciendo el número de familias
y niños atendidos, como se puede apreciar en el Gráfico 2.
Gráfico 2 – Número de familias y niños atendidos por el PIM entre 2003 y 2006

108
En diciembre de 2006, el Programa contabilizaba 40 125 familias atendidas, lo que
significa un crecimiento importante desde 2003. Se puede observar que año a año, este
número creció de una manera bastante expresiva, abarcando cada vez a más familias,
contempladas de acuerdo con los criterios establecidos y basados en sus demandas.
De la misma forma, el Gráfico 2 también muestra el crecimiento del número de niños
de cero a seis años de edad atendidas por el PIM desde 2003 hasta diciembre de 2006,
cuando 60 187 niños estaban siendo beneficiadas por el Programa, a través de sus
Modalidades de Atención descritas en el Capítulo 2.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Además del foco en la familia y los niños, el PIM busca trabajar con las embarazadas,
apoyándolas y preparándolas para la llegada de sus bebés, como una forma de asegurar
también que la embarazada pueda contar con una buena asistencia prenatal, mediante
los servicios disponibles en la red de salud de los municipios. El Gráfico 3 muestra el
número de embarazadas que cuentan con acompañamiento desde el inicio del Programa.
Gráfico 3 – Número de embarazadas atendidas por el PIM desde 2003 a 2006

El Gráfico muestra el crecimiento registrado en el número de embarazadas aten-


didas por el PIM hasta diciembre de 2006, cuando 4815 mujeres estaban siendo acom-
pañadas durante su periodo de embarazo. A través de las Modalidades de Atención des-
critas en el Capítulo 2, el PIM busca proveer la salud física y emocional de la futura madre,
de forma que se garantice la mejor acogida, cuidado y apego posibles para el bebé que
está por llegar.
El número de visitadores capacitados por el Grupo Técnico y que son acompañados
por los Monitores y su crecimiento, también da una idea de la envergadura que tiene el
Programa hoy en día. En el Gráfico 4 queda demostrado este crecimiento.

109
Gráfico 4 – Número de visitadores habilitados por el PIM de 2003 a 2006

Número de Visitadores en los Municipios

Hasta diciembre de 2006, como se puede ver, 1605 visitadores habían sido habilita-
dos por el Programa, que es lo que ocurre en un sistema de capacitación continuada,
buscando la calificación de estos profesionales para su actuación en el PIM, así como el
acompañamiento y el evaluación de este trabajo. Existe toda una preocupación con el
monitoreo del trabajo efectuado por los visitadores, puesto que los mismos son consi-
derados como las figuras centrales para la calidad del Programa.
En fin, todos estos datos demuestran la aceptación que el PIM viene encontrando
por parte de los gestores municipales; de las instituciones; de las familias participantes y
del público en general. Con su evolución, el Programa muestra que si se cuenta con
voluntad política, los gestores públicos pueden contribuir para la consecución del desa-
rrollo integral en la primera infancia, a partir de acciones concretas basadas en estudios
científicos y experiencias exitosas, cimentadas en la comunidad y contando con una red
de servicios articulada intersectorialmente. El PIM se presenta como un elemento inno-
vador en las políticas públicas debido a su bajo costo en inversiones, donde las ganan-
cias sociales son altísimas.
Las actividades paralelas de advocacy sobre la primera infancia
El PIM desarrolla también una serie de acciones que buscan sensibilizar a la sociedad
sobre la importancia de la primera infancia. A través de los medios de comunicación y de
otras estrategias, el equipo del Programa coloca a la orden del día, siempre que es posi-
ble, el tema de los derechos del niño, de la primera infancia y del desarrollo infantil.
Con ocasión del lanzamiento del Programa en abril de 2003, fue instituido el Día
Estadual del Bebé (23 de noviembre), y la Semana Estadual del Bebé, a través del Decreto
Nº 42.200, como parte del calendario oficial. La Semana Estadual del Bebé contempla
una programación con actividades apoyadas por el CEDIPI, que tienen como meta esti-
mular la conciencia de la sociedad gaúcha para la causa de la primera infancia. Tanto en

110
la capital como en los municipios del Estado, son realizadas en la comunidad actividades
artísticas, culturales y de entretenimiento, dirigidas hacia los niños y sus familias, que
cuentan con la participación de los sectores gubernamentales, no gubernamentales y el
empresariado.
En la ciudad de Porto Alegre, la Semana del Bebé culmina siempre con la ya tradicio-
nal Caminata del Bebé, que se lleva a cabo en el Parque Farroupilha, y cuenta con la par-
ticipación de autoridades gubernamentales, representantes de instituciones aliadas y,
ciertamente, con los principales personajes de estos eventos: los bebés de la comunidad

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
y sus familiares. Se trata de un momento de confraternización y también de interacción
con la sociedad, llamando la atención hacia la importancia que tienen los primeros años
para el desarrollo de los individuos y de los grupos sociales.
El CEDIPI tiene un
papel importante como
articulador de los
Comités Municipales,
incentivando su movili-
zación para el logro de
esas actividades y,
sobre todo, para la
consolidación del
Programa en los muni-
cipios. Como resalta
Alceu Terra
Nascimento, de la
Fundación Maurício
Caminata del Bebé, llevados a cabo en el Parque Farroupilha en Porto Alegre
Sirotsky Sobrinho, y
Presidente do CEDIPI a partir de 2004, “El CEDIPI es un foro de movilización permanen-
te, cuyo papel es dar legitimidad y apoyo a las acciones realizadas por el PIM. La estrate-
gia fundamental se encuentra en el trabajo cuerpo a cuerpo llevado a cabo por los agen-
tes sociales que visitan y acompañan a las familias. Su accionar es táctico, de compromi-
so con de la sociedad para que ésta le de valor a esta acción, diseminando los conceptos
del Programa; activando los liderazgos locales; captando apoyos complementarios;
influenciando en las políticas públicas; en fin, creando un ambiente favorable para que
esta idea de los cuidados en los primeros años de vida, sea efectivamente una prioridad
absoluta de la sociedad como un todo. Estamos convencidos de que esta es la mejor
inversión que podemos hacer para construir un presente mejor para nuestros hijos y un
futuro sostenible para la sociedad” (BOLETIM DO PIM, 2005).
El PIM cuenta con el importante apoyo de el UNICEF que, juntamente con la
Secretaría Estadual de Salud y la Empresa Rio Grande Energía (RGE), promovieron tres

111
Talleres de Radio por la Infancia. En total, más de 100 comunicadores radiales de todo el
Estado recibieron una Cartilla y un CD para su inserción en la programación de las radios
con instrucciones simples sobre desarrollo infantil. Considerando el poder de la influen-
cia de los vehículos de comunicación, especialmente la radio, que ingresa en todos los
hogares y es capaz de alcanzar a todas las personas, esta iniciativa se revela como parti-
cularmente provechosa. Con la movilización de los comunicadores, se conquista un canal
más de comunicación con las familias, colocándose en la pauta cuestiones importantes
acerca de los cuidados y de la educación de los niños pequeños.
Un ejemplo interesante en este sentido es el desarrollado en el municipio de
Santiago, como vimos en el capítulo anterior. Sensibilizado por los Talleres, un comunica-
dor radial de Radio Santiago AM creó el marco “Radio por la Infancia – Niños hablando
cosas serias”, que sale al aire semanalmente. Este programa, que tiene una duración de
diez minutos, es conducido por ocho niños con edades entre ocho y dieciséis años de
edad, que abordan temas como dentición infantil, lactancia materna, seguridad del niño,
cuidados prenatales, entre otros, que ellos mismos investigan. Además de la importancia
que le otorga la comunicación directa con la comunidad acerca de temas de desarrollo
infantil, esta iniciativa se destaca por el protagonismo infantil que estimula.
En 2003, fueron producidas y emitidas dos piezas publicitarias como parte de una
campaña institucional del Programa. Un comercial de televisión de 60 segundos de dura-
ción, llamaba la atención de la comunidad de Rio Grande hacia las cotidianas oportuni-
dades de aprendizaje de los bebés y niños pequeños a partir de sus relaciones sociales.
Presentando imágenes muy significativas, el comercial, de forma poética informaba:
“Aprendo que puedo depender de ti,
Si tú me confortas cuando lloro.
Aprendo a sentirme seguro para conocer el mundo,
Si tú me estás mirando y protegiendo.
Aprendo a calmarme y esperar a que regreses,
Porque tú siempre regresas.
Quizás ni lo sabes, pero yo entiendo y siento
Mucho más de lo que puedo hablar.
Y, en los primeros años que aprendemos
a conocer el mundo en el que vamos a vivir.
Lo que haces por tu hijo ahora,
Vale para toda la vida”.

(Primeira Infância Melhor, Secretaria da Saúde e


Governo do Rio Grande do Sul).
Cabe destacar que la entonces Sección de Educación Infantil y Educación Inclusiva de
la Sede de la UNESCO en París, se inspiró en la segunda escena de este VT para crear, en
2005, una pancarta con el lema “El aprendizaje comienza aquí”, que fue ampliamente

112
difundido en varios idiomas en formato de afiche, tarjeta postal y pancarta electrónica.
Un jingle para radio fue también ampliamente difundido, animado por una música muy
viva, con la siguiente letra:

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
“Lo tu puedes hacer por el bebé nunca lo va a olvidar.
Porque todos los niños necesitan de seguridad.
Cuanto me das tu mano, me das atención
Cuando hablas bajito, estás dando cariño
Cuando estas a su lado, él se siente amado.
Hasta cuando dice no, es del fondo de su corazón.
Cuando le das el pecho, das amor en tu forma.
Con un mirar tú dices que él va a ser feliz.
Es en los primeros años de vida que aprendemos a aprender el mundo en el que
vamos a vivir.
Lo que haces por tu hijo ahora, vale para toda la vida.”

El PIM ha estado presente también en la prensa escrita, a través de apariciones en


revistas dirigidas a la educación y de otros temas de circulación nacional, periódicos de
gran circulación en el Estado, divulgando informaciones importantes sobre la salud mater-
no-infantil, el desarrollo de los bebés y de los niños pequeños, entre otros temas. A través
de estos medios de comunicación se busca, igualmente, además de llevar informaciones y
conocimientos a las comunidades, sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la pri-
mera infancia, y sobre su compromiso para con la misma.
Anualmente, el Programa lleva a cabo el Seminario Internacional de la Primera Infancia,
evento que integra la Semana del Bebé y que involucra la participación de 1500 a 2000 pro-

113
fesionales, actores del Programa, estudiantes y demás interesados, que se reúnen para
aprender y debatir sobre temas relacionados al desarrollo infantil y el compromiso de los
gobiernos y de la sociedad con el sector. Investigadores y profesionales renombrados vienen
a compartir sus experiencias y conocimientos en los seminarios, los cuales ya contaron con
la colaboración de T. Berry Brazelton, Fundador de la Unidad de Desarrollo del Niño, del
Hospital del Niño de Boston y profesor emérito de pediatría en la Escuela de Medicina de
Harvard; James Heckman, ganador del Premio Nóbel de Economía en 2000; Salvador Célia,
psiquiatra con post-graduación en la Universidad de California y profesor de la Universidad
Luterana del Brasil; Rubem Alves, educador, escritor y psicoanalista, profesor emérito de la
Universidad de Campinas; Hubert Montagner, Director del Departamento de Psico-fisiolo-
gía y Psico-patología de la Universidad de Bordeaux, en Francia; J. Fraser Mustard,
Presidente-Fundador del Instituto Canadiense para Investigaciones Avanzadas The
Founder’s Network; Mary Young, Especialista en Desarrollo Infantil de la Red de Desarrollo
Humano del Banco Mundial, entre otras personalidades igualmente importantes. Los
Seminarios constituyen un momento importante y privilegiado para la actualización, el
debate y la difusión de conocimientos y experiencias sobre el tema.
Atendiendo a algunas invitaciones, el PIM fue presentado en muchos seminarios naciona-
les e internacionales, dentro los cuales se destacan:
En 2005:
• 5º Encuentro
Internacional de
Educación Inicial y
Preescolar realizado en
Monterrey, México, en
mayo;
• VII Encuentro
Internacional de
Educación Inicial y
Preescolar del Centro
de Referencia Latino-
El equipo responsable por el PIM promueve anualmente un seminario interna-
americano para la
cional sobre el tema de la primera infancia Educación Preescolar
(CELEP) / Asamblea Mundial y Reunión del Ejecutivo de la Organización Mundial para la
Educación Preescolar (OMEP) realizado en la Habana, Cuba, en junio; y,
• Early Child Development – A priority for Sustained Economic Growth and Equity,
realizado por el Banco Mundial en Washington DC. Estados Unidos, en septiembre.

114
En 2006:
• 1ª EXPOGEST – Muestra de Experiencias Innovadoras de Gestión del Sistema Único
de Salud (SUS), realizada en Brasilia, Brasil, en junio;
En 2007:
• Strong Foundations: A Global Communication and Advocacy Strategy for Early
Childhood promovida por la UNESCO y el Consultative Group on Early Childhood Care
and Development, realizada en París, Francia, en junio;

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
• 7º Encuentro Internacional de Educación Inicial y Preescolar y 1er Encuentro
Mundial de Educación Inicial y Preescolar “Ciencia, Conocimiento y Educación
Temprana”, realizado en Monterrey, México, en octubre; y
• Encuentro con Expertos Internacionales – Nuevos Desafíos para la Atención de la
Primera Infancia, promovido por el Ministerio de Educación de Chile, la Organización
Mundial de Educación Preescolar (OMEP) y la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI),
en Santiago de Chile, en octubre.
La interacción con los profesionales del área y con la sociedad como un todo es una
estrategia importante para el alcance de los objetivos del PIM. La necesidad de propaga-
ción de los conocimientos sobre la primera infancia; la sensibilización sobre la importan-
cia fundamental que representa este periodo de la vida humana; la atención sobre los
derechos de los niños, preconizados por la legislación nacional; y, la búsqueda de su efec-
tiva implementación, han inspirado acciones del Programa, que buscan insertar en la
agenda de los gobiernos, de la sociedad civil organizada y de la iniciativa privada, la pro-
blemática del desarrollo integral de la primera infancia.

El PIM como política pública amparada en la Ley Estadual


En junio de 2006, fue encaminado a la Asamblea Legislativa del Estado de Rio
Grande do Sul, el Proyecto de Ley que instituye al PIM como una política pública perma-
nente de salud en el Estado. Este Proyecto de Ley fue aprobado por unanimidad y refren-
dado por el Gobernador del Estado, dando paso a la Ley Estadual Nº 12.544, del 3 de
julio de 2006.12 El Programa Primera Infancia Mejor, de esta forma, fue instituido como
parte integrante de la Política Estadual de Promoción y Desarrollo de la Primera Infancia,
a ser implementado por el Estado en alianza con sus municipios u organizaciones no
gubernamentales, conforme lo establece su Artículo 1º.
Fruto de la consolidación del Programa y del reconocimiento de su importancia por
parte de la sociedad, de los Legisladores y del Gobierno del Estado, la Ley Estadual brin-
da garantías a los gestores municipales sobre la continuidad de las inversiones en la pri-
12. El texto de la Ley Estadual Nº 12.544, del 3 de julio de 2006, puede ser encontrado en el CD-ROM que acompaña este libro.

115
mera infancia, independientemente de los gobiernos. A través de dicha Ley, se cuenta
con una política cuya finalidad es la promoción del desarrollo integral del niño –desde el
embarazo hasta los cinco años de edad, con énfasis en los cero a tres años, como un
complemento de la acción de la familia y de la comunidad. El desarrollo integral infantil,
que es objeto de esta Ley, incluye los aspectos físicos, psicológicos, intelectuales y sociales.
En un país con tantas desigualdades sociales como Brasil, con un porcentaje tan sig-
nificativo de niños y familias en situación de vulnerabilidad y riesgo social, tal y como fue
descrito en el Capítulo 1, la existencia de Leyes como ésta, que regulan e instituyen polí-
ticas integradas de atención y promoción del desarrollo infantil, son de la más alta impor-
tancia. Además de ello, la Ley nº 12.544 brinda orientaciones para que la organización
del PIM esté en consonancia con la legislación brasileña, especialmente, en lo relaciona-
do con la protección de los derechos de los niños, la salud y la educación en Brasil.
El PIM debe ser implantado en los municipios que se adhieren al Programa en armo-
nía con la doctrina de protección integral del niño, enfatizada en los términos contenidos
en el Artículo 227 de la Constitución Federal de 1988, a los cuales se refieren la
Introducción de la presente publicación, y en conformidad con lo dispuesto en la Ley Nº
8.069, del 13 de julio de 1990, que instituyó el Estatuto del Niño y del Adolescente.
Además de dichas normas, el PIM también fue concebido de manera que se articule con
las Leyes Nº 8.080, del 19 de septiembre de 1990; la Nº 8.742, del 7 de diciembre de
1993; y, la Nº 9.394, del 20 de diciembre de 1996.
La Ley Nº 8.080, del 19 de septiembre de 1990, que instituyó el Sistema Único de
Salud (SUS) en Brasil, y que trae como principios y directrices la Universalidad, la
Integridad, la Equidad y la capacidad de Resolución en los servicios de salud, que deben
ser ofrecidos a la población. La Ley Nº 8.742, del 7 de diciembre de 1993, también cono-
cida como la Ley Orgánica de Asistencia Social (LOAS) establece como un deber del
Estado la protección de la familia, la maternidad, la infancia, la adolescencia y la anciani-
dad, así como la prioridad del amparo a los niños y los adolescentes en situación de ries-
go personal y/o social. La Ley Nº 9.394, del 20 de diciembre de 1996, establece las
Directrices y Bases de la Educación Nacional. El PIM actúa en sincronía con esta Ley, de la
misma forma que la Ley Estadual que lo instituyó como política pública, especialmente
por lo establecido en su Artículo 29.
La Ley Estadual que instituyó al PIM, también establece que este Programa debe estar
organizado en sintonía con el Plan Nacional de Educación, reglamentado por la Ley Nº
10.172, del 9 de enero de 2001. En el capítulo referente a la Educación Infantil, queda
estipulado como una de sus metas el “establecer, para el final de la década, en todos los
municipios, y con la colaboración de los sectores responsables por la educación, la salud
y la asistencia social y de las organizaciones no gubernamentales, programas de orienta-
ción y apoyo a los padres con hijos entre cero y tres años, ofreciendo, inclusive, asisten-

116
cia financiera, jurídica y de asistencia alimenticia, en los casos de pobreza, violencia
doméstica y desagregación familiar extrema”.
La Ley establece, también, los papeles que deben desempeñar las Secretarías
Estaduales y Municipales, así como también los de los Gobiernos en las esferas Estadual
y Municipal, y además las responsabilidades de las ONG. El Estado le compete brindar el
apoyo técnico y financiero, y a los municipios, la implementación del Programa – de
acuerdo con sus características, necesidades y peculiaridades – siguiendo los principios y
directrices orientadoras.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La alianza Estado-Municipios, estructurada en torno de los ejes del PIM: familia, comu-
nidad e intersectorialidad, es una pieza fundamental para la consecución del éxito del
Programa. Solamente a través de esta unión de esfuerzos, se hace viable el logro de su
objetivo mayor, que es el de la promoción del desarrollo integral en la primera infancia.

117
118
C A P Í T U L O 5

Consideraciones finales
(reflexionando sobre la experiencia)

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La lucha emprendida para la salvar la vida de los niños deberá ser siempre acompa-
ñada por el esfuerzo para dar un sentido a su existencia (MYERS, 1991). Esta idea, pre-
sentada por Robert Myers, miembro fundador del Grupo Consultivo sobre Cuidado y
Desarrollo de la Infancia Temprana (Consultative Group on Early Childhood Care and
Development), es también una realidad perseguida en el Estado do Rio Grande do Sul,
con mayor determinación, además, gracias a la implantación del PIM. Una idea es tan
poderosa como aquello que podremos lograr con ella.
Las políticas públicas de carácter social (como es el caso del PIM), tienen como fun-
ción primordial la promoción del desarrollo humano en sus varias dimensiones: social, cul-
tural y política. Tienen, también, el objetivo de corregir las desigualdades constituidas en
este proceso, especialmente, aquellas decurrentes de la esfera económica que, por sus
propias contradicciones, introduce iniquidades incompatibles con las nociones de justicia
que deben prevalecer en una sociedad democrática.
El PIM se encuentra en consonancia con las evidencias científicas y prácticas recolec-
tadas a lo largo de las últimas dos décadas, que demuestran que la educación y los cui-
dados de buena calidad, durante los seis primeros años de vida –tanto en la familia, como
el los programas más estructurados- tienen un impacto positivo en la supervivencia, cre-

119
cimiento y desarrollo del potencial del aprendizaje de los niños. Existe un efecto sinérgi-
co entre la buena salud, la nutrición adecuada, el estímulo apropiado y la interacción con
otras personas, para que el niño logre alcanzar todo su potencial. Según Koichïro
Matsuura, Director General de la UNESCO: “No es ninguna coincidencia que el primer
objetivo de la iniciativa Educación para Todos se concentre en los niños más jóvenes y vul-
nerables. Mejorar su bienestar en la más tierna edad debe ser un componente integral y
sistemático de políticas para la educación y reducción de la pobreza”.
La educación y los cuidados durante la primera infancia, además de ser un derecho
reconocido por la Convención sobre los Derechos de los Niños, ratificada por casi todos
los países del mundo, figura como uno de los seis objetivos de Educación para Todos
(EPT), reconocidos durante el Foro Mundial de Educación, llevado a cabo en Dakar, en
2000, y contribuye para el alcance de los otros cinco objetivos, promoviendo la creación
de un círculo virtuoso.
Las evidencias comprueban que los niños que frecuentan programas de educación
infantil de calidad y tienen aprendizajes iniciales positivos, realizan una mejor transición
hacia la enseñanza fundamental, y están más predispuestos para iniciar y permanecer en
la escuela. La educación primaria universal es el segundo objetivo del EPT. El proporcio-
nar a un niño un inicio de vida saludable y estimulante, contribuye para disminuir, en el
futuro, los índices de evasión y repetición del año escolar, fortaleciendo, de esta manera,
la eficiencia de la educación primaria.
La educación de los jóvenes y adultos, y la alfabetización, que son el tercer y cuarto
objetivo del EPT, respectivamente, reciben impactos positivos de los programas de educa-
ción y cuidados en la primera infancia. Estos programas garantizan a los padres y cuida-
dores una orientación y otras formas de apoyo, que mejoran su nivel de información y
sus habilidades para enfrentar la vida. Además de ello, las madres y padres con un mayor
nivel de escolaridad están más predispuestos a matricular a sus hijos en las escuelas, ade-
más de tener una mejor capacidad de interactuar de forma más estimulante con sus hijos.
La atención en la educación infantil puede ayudar a las niñas de edades apropiadas,
a frecuentar la escuela, y no a permanecer en casa cuidando de sus hermanos menores.
Brinda, también, la oportunidad de enseñar a todos los niños –durante sus años forma-
tivos- aspectos sobre su personalidad, sobre la igualdad de género, que es el quinto obje-
tivo del EPT, buscando superar los estereotipos relacionados con los papeles tradiciona-
les. Adicionalmente, los programas de educación y los cuidados en la primera infancia,
permiten a las mujeres ingresar al mercado laboral, convirtiéndolas más auto-suficientes
económicamente.
La calidad de la educación es el sexto y último objetivo del EPT. En las últimas déca-
das, varias investigaciones han comprobado que la participación en programas de calidad
durante los primeros años de vida tiene un impacto positivo a corto, mediano y largo

120
plazo, generando beneficios educativos, sociales y económicos que son más importantes
de los logrados a través de cualquier otra inversión en el área social. Mejor desempeño
en la escolaridad obligatoria, menores tasas de repetición y evasión, y mayor probabilidad
de completar la enseñanza media, fueron observados entre los que tuvieron acceso a los
programas de educación infantil de calidad, al ser comparados con los que no tuvieron
esta oportunidad. Algunos análisis económicos han demostrado, también, que es en el
inicio de la vida cuando las inversiones públicas y sociales encuentran su mejor relación
costo-beneficio, para el perfeccionamiento de las habilidades humanas, sean intelectua-
les o emocionales.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Las políticas públicas tienen el poder de afectar el bienestar y el desarrollo de los seres
humanos, al interferir en sus condiciones de vida. Descuidar la primera infancia es herir
los derechos fundamentales e indispensables de una vida digna. Por otro lado, cuidar y
estimular de forma adecuada a los niños, con sensibilidad, conocimiento y determinación,
es una manera de impulsar el desarrollo sostenible del capital humano, social y económi-
co de una nación.
Como fue discutido en este libro, la realidad de la infancia en Brasil demanda un
mirar atento y la acción por parte de los gobiernos y la sociedad. Con una legislación bas-
tante avanzada en los campos de los derechos de los niños y los adolescentes; de salud;
de educación; y, de la asistencia social, paradójicamente, el país no ha conseguido ase-
gurar ni implementar el cumplimiento de todo aquello que la Ley estipula. Millones de
niños todavía viven al margen de una educación y cuidados mínimamente aceptables y
capaces de garantizar sus desarrollos, en especial –y particularmente- de aquellos más
pobres y vulnerables. Estos niños viven en familias que también están excluidas de las
posibilidades de una inserción social y profesional que le brinde oportunidades de acce-
so a condiciones más dignas de existencia. De ahí resulta un ciclo transgeneracional de
pobreza y de exclusión social difícil de romper.
¡Difícil, pero no imposible! La inmensidad de los problemas que afectan a la prime-
ra infancia vulnerable brasileña, como son la mortalidad infantil, la desnutrición, los fac-
tores de riesgo para el desarrollo y los problemas de salud mental; la violencia; la situa-
ción de pobreza extrema y la exclusión del sistema formal de educación infantil, pueden
conducir a un escepticismo estéril y paralizante, quitando el estímulo –o hasta impidien-
do- la implementación de iniciativas de programas y acciones sociales que reviertan esta
situación, tanto de forma lenta y gradual. Mientras tanto, en vez de paralizar a los gobier-
nos y a las sociedades, tales problemas deberían, justamente, constituirse como una de
sus prioridades, sino la principal. Tenemos ejemplos de países que alcanzaron niveles de
desarrollo de primer mundo, mediante una sólida inversión en educación. Inversión que
no genera un retorno inmediato o instantáneo, pero que deja un legado de la mayor
importancia para la generación actual y futura, y que es capaz de producir los cambios
sociales más profundos y el desarrollo sostenible de los países.

121
La experiencia brindada por el PIM en el Estado do Rio Grande do Sul, en Brasil, ense-
ña que sí es posible movilizar a los gestores y a la sociedad para la implementación de
políticas públicas orientadas hacia la primera infancia. El desarrollo de este Programa nos
ha dejado importantes lecciones. La primera de ellas es la alianza entre el Gobierno del
Estado y los Municipios, para una acción coordinada y capaz de obtener los resultados
esperados, de acuerdo con las características y necesidades de los municipios, y con base
en el apoyo técnico permanente y financiero del Estado.
La cooperación técnica internacional establecida entre el Gobierno del Estado do Rio
Grande do Sul y la Organización de las Naciones Unidas para Educación, la Ciencia y la
Cultura (UNESCO) en Brasil, creó las bases para la estructuración de un equipo técnico
especializado dedicado al Programa, el cual se inició como proyecto piloto en abril de
2003 y, en julio de 2006, adquiriría el status de Política Pública Estadual, como reflejo de
su solidez y éxito alcanzado. Innumerables actividades estratégicas fueron implementadas
en el ámbito de este Proyecto de Cooperación Técnica Internacional que, inclusive, contó
con la asesoría técnica e intercambio por parte del Centro de Referencia Latinoamericano
para la Educación Preescolar (CELEP), de Cuba. El apoyo de el UNICEF, especialmente en
la formación de comunicadores radiales por la infancia, también agregó un valor invalo-
rable al PIM. Es decir, la colaboración con las agencias multilaterales fortalece el
Programa, tanto interna como externamente, en la medida que promueve un mayor
intercambio y difusión de las experiencias exitosas obtenidas en el área en cuestión.
La intersectorialidad, uno de los ejes estructurales de este Programa, también se reve-
la como una pieza clave para su éxito. En una sociedad compleja como la actual, y delan-
te de una problemática multidimensional como es el desarrollo integral en la primera
infancia, no es posible que se espere que acciones aisladas, sectorizadas y altamente
especializadas, puedan responder a las demandas que aparecen en este panorama. La
integración entre las áreas de salud, educación, asistencia social y cultura, y el compromi-
so de sus gestores, tanto en las esferas estadual como municipal, vienen convirtiendo al
PIM en una realidad, no sólo viable, sino también cada vez más promisoria. Además de
ello, la articulación con el segundo y tercer sector, en los varios municipios donde el
Programa fue implementado ha contribuido, igualmente, para el logro de los buenos
resultados que el PIM viene alcanzando.
El compromiso de la comunidad es un elemento central para la implementación del
PIM. Su participación, al mismo tiempo que promueve la sensibilización para la causa de
la primera infancia, posibilita la unión de esfuerzos, el acceso a las familias y el trabajo en
red. El carácter comunitario del PIM facilita la articulación de los distintos sectores parti-
cipantes –a nivel local- a través de acciones cooperativas en pro de los niños pequeños y
de sus familias.
La familia es el elemento central del PIM, y la experiencia ha demostrado la impor-

122
tancia y relevancia de este enfoque. El trabajo con las familias implica el respeto a sus
características, configuraciones y vivencias. Busca el fortalecimiento de sus competencias,
de su auto-estima, de sus vínculos y de su capacidad de estimular y promover el desarro-
llo integral de sus hijos. En este sentido, el PIM actúa en consonancia con la política de
asistencia social del Brasil, que eligió a la familia como la unidad básica para la acción y
que busca propiciar que los trabajos preventivos de fortalecimiento de los vínculos fami-
liares y comunitarios sean ampliados.
El PIM, aun siendo una política estadual para la promoción del desarrollo integral en

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
la primera infancia, reconoce y respeta la cultura y las costumbres locales en cada muni-
cipio donde es implantado. Este principio es más importante en un Estado como el de Rio
Grande do Sul, marcado por diversidades socio-culturales significativas. Así, la implemen-
tación del Programa, a pesar de seguir una base común, y directrices que son importan-
tes para asegurar el desarrollo de los niños, tiene en consideración en su planificación a
la realidad; las características y las necesidades de cada región y comunidad. Lo que da
como resultado experiencias diferenciadas, pero igualmente enriquecedoras, como pudo
ser visto en los relatos presentados en el Capítulo 3.
La calidad de las acciones que se propongan promover el desarrollo integral de los
niños pequeños tiene una asociación directa con la preparación y calificación de los pro-
fesionales actuantes. Esta también es una lección aprendida a través de la experiencia del
PIM. El Programa invierte regularmente en la capacitación continua de sus integrantes.
Esta estrategia es imprescindible para que sus objetivos sean alcanzados, retroalimentan-
do con conocimientos, feedback e intercambio de experiencias –de manera permanente-
a aquellos que también son parte importante para el logro de sus resultados.
La experiencia desarrollada por el PIM considera que todas las dimensiones de la edu-
cación y de los cuidados en los primeros años, como la salud, nutrición, higiene, desarro-
llo cognoscitivo, social y emocional, están interconectadas y son esenciales para una vida
saludable y productiva. Cada una de esas dimensiones debe ser tomada en consideración.
Cuidar de un niño significa satisfacer su necesidad básica de protección; nutrición; cuida-
dos de salud; afecto; interacción y estimulación; seguridad inducida por la consistencia y
previsión del medio ambiente; exploración y descubrimiento del mundo a través del
juego. El trabajo realizado en estos casi cinco años de existencia del Programa ha refor-
zado enormemente esta convicción.
Los Gobiernos tienen un importante papel en el establecimiento de políticas públicas
y de parámetros para todas las iniciativas, incluyendo a las no gubernamentales y las pri-
vadas, que buscan satisfacer las múltiples necesidades de los niños pequeños y de sus
familias, en el sentido de estimular a todos los actores involucrados. El aumento de las
inversiones en programas de calidad para la primera infancia genera una economía de

123
costos de largo plazo, debido a la reducción de gastos en salud, al aumento de la eficien-
cia del sistema educativo, y a la disminución de la demanda de asistencia social y del sis-
tema carcelario.
Los padres, que son los primeros cuidadores y educadores de los niños, particular-
mente, de aquellos que viven en familias pobres y en situación de vulnerabilidad y exclu-
sión social, necesitan de apoyo para brindar los cuidados esenciales y los estímulos que
los niños pequeños demandan para su supervivencia, crecimiento y desarrollo. Los pro-
gramas dirigidos hacia la primera infancia, por lo tanto, resultan en beneficios educati-
vos, económicos y sociales. Tales programas conducen a menores índices de evasión esco-
lar y pérdidas de años lectivos (lo que ocasiona una permanencia de menos tiempo en la
escuela); mejor desempeño que posibilitará un trabajo mejor remunerado; estímulo a la
participación y a la fuerza de trabajo femenina; equidad de género; mejores indicadores
de salud y nutrición; reducción en la probabilidad de crimen y delincuencia: e, inclusión
social.
Tenemos en la actualidad en el Estado do Rio Grande do Sul, cerca del 75% de los
niños entre cero y seis años de edad sin la atención educativa necesaria por la vía institu-
cional. El PIM lleva hasta sus hogares, sus familias y comunidades una posibilidad: la de
rescatar y estimular todo su potencial, favoreciendo un desarrollo integral en estos años
decisivos de sus vidas, que de otra forma podría tornarse difícilmente recuperable. Los
buenos resultados que vienen siendo obtenidos por el Programa han permitido que el
mismo se convierta en una política pública, asegurada por la Ley Estadual, lo que brinda
un soporte importante para su continuidad.
El estímulo al desarrollo cognoscitivo, psíquico y social de los niños; el fomento de
los vínculos intrafamiliares y comunitarios; y, la promoción de su ciudadanía y participa-
ción social, son beneficios que ya pueden ser palpados desde la implementación del PIM.
Compartir esta experiencia –que es el objetivo de este libro- va más allá que la simple
divulgación de información y conocimiento. El objetivo de la presente publicación es una
responsabilidad y un compromiso ético y social de todos aquellos gestores y profesiona-
les que estuvieron involucrados con su concepción, implementación y desarrollo. Se espe-
ra que sirva como un estímulo y, quien sabe, como inspiración, para nuevas iniciativas
semejantes, en beneficio de los niños brasileños.

124
R E F E R Ê N C I A S

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Alessandra Schneider es psicóloga graduada en la Universidad Federal de Rio
Grande do Sul en 1993. Especialista en Salud Perinatal, Educación y Desarrollo del Bebé,
con énfasis en niños de 0 a 3 años de edad, por la Universidad de Brasilia. Se perfeccio-
nó en Diseño y Gestión de Programas y Políticas Sociales en el Instituto Interamericano
para el Desarrollo Social, en Washington-DC; y, en Desarrollo Infantil e Intervenciones, en
el Centro Internacional de Salud del Niño, en la Universidad de Londres, Inglaterra. Es
Coordinadora de la Oficina Antena de la UNESCO en Rio Grande do Sul desde 2004, y
es Punto Focal de Educación Infantil de la UNESCO en Brasil, habiendo actuado como
Oficial de Proyectos de Educación en la Representación Nacional, desde 2001.

Vera Regina Röhnelt Ramires es psicóloga graduada en la Universidad Federal de


Rio Grande do Sul en 1980. Especializada en Psicoterapia Psicoanalítica de Niños y
Adolescentes. Posee una Maestría en Psicología de la Pontificia Universidad Católica de
Rio Grande do Sul y un Doctorado en Psicología Clínica en la Pontificia Universidad
Católica de São Paulo. Es profesora, investigadora y coordinadora del Programa de Post-
Grado en Psicología de la Universidad de Vale do Rio dos Sinos (UNISINOS), en Rio Grande
do Sul, actuando en la Linha de Pesquisas de la Clínica de la Infancia y de la Adolescencia.
Posee libros y artículos publicados en esa área.

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