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Cuando se habla de la actividad sexual, los libros Chinos nunca distinguen entre hombres y
mujeres. Hay diferencias sustanciales entre la fisiología sexual de hombres y mujeres por lo
que una actividad sexual excesiva es una causa menor de enfermedad para mujeres que
para hombres debido a la naturaleza de Tian Gui.
Tian Gui es la esencia generadora que hace que hombres y mujeres sean fértiles. Se
menciona en el primer capítulo del Su Wen: “Cuando la chica alcanza los 14 Tian Gui llega, el
Ren Mai se abre, el Chong Mai florece, la menstruación comienza y ella puede concebir”. Para
chicos, “cuando un chico tiene 16, el Qi de Riñón es fuerte, Tian Gui llega, el esperma es
eyaculado, Yin y Yang están en armonía y puede fertilizar.” Por tanto, Tian Gui es la esencia
que permite que las mujeres conciban y los hombres fertilicen: en mujeres es el óvulo y en
hombres es el esperma. Tian Gui es una manifestación directa del Jing de Riñón. En hombres,
la perdida de esperma por tanto implica una pérdida de Jing y por tanto una actividad sexual
excesiva (demasiado frecuente) puede disminuir el Jing; en mujeres, durante la actividad
sexual no hay una perdida correspondiente de Jing ya que obviamente no pierden óvulos
durante el acto y por tanto no hay una pérdida de Jing.
Mientras que los libros Chinos siempre mencionan una actividad sexual excesiva como causa
de enfermedad, nunca mencionan una actividad sexual insuficiente como causa posible de
enfermedad. Esto no ha sido siempre así ya que durante dinastías pasadas, todos los
manuales de sexo explícitamente decían que la actividad sexual es esencial para la salud de
ambos hombres y mujeres. De hecho, la abstinencia sexual se veía de manera sospechosa
(como lo eran las monjas Budistas).
Algunos médicos Chinos consideraban la falta de sexo y la frustración sexual como una causa
principal de estrés emocional en mujeres. El deseo sexual depende del Fuego Ministerial y un
sano apetito sexual indica que este Fuego (fisiológico) es abundante. Cuando el deseo sexual
crece, el Fuego Ministerial se aviva y el Yang aumenta: el orgasmo es una liberación de esa
energía Yang acumulada y bajo circunstancias normales, es una descarga beneficiosa de
Yang-Qi que promueve la libre circulación de Qi. Cuando el deseo sexual crece, el Fuego
Ministerial se agita: esto afecta a la Mente y específicamente al Corazón y Pericardio. El
Corazón está conectado al Útero vía el vaso del Útero (Bao Mai) y, en mujeres, las
contracciones orgásmicas del útero descargan la energía Yang acumulada del Fuego
Ministerial.
Cuando el deseo sexual está presente pero no tiene salida como actividad sexual y orgasmo,
el Fuego Ministerial puede volverse patológico, acumularse y dar lugar a ambos Calor en
Sangre y estancamiento de Qi en el Jiao Inferior. Este calor acumulado agitará el Fuego
Ministerial aún más y atosigará al Shen, mientras que el estancamiento de Qi en el Jiao
Inferior puede dar lugar a problemas ginecológicos como dismenorrea.
Por supuesto, si el deseo sexual está ausente, entonces la ausencia de actividad sexual no
será una causa de enfermedad. Contrariamente, si uno se abstiene de actividad sexual pero
el deseo sexual es fuerte, esto también agitará el Fuego Ministerial. Por tanto, el factor
crucial es la actitud mental y el deseo sexual.
En lo que respecta a la frustración sexual, Chen Jia Yuan de la dinastía Qing escribió de
manera muy observadora sobre el deseo y soledad de algunas mujeres. Entre las causas
emocionales de la enfermedad, distingue “la preocupación y el pensamiento” de la
“depresión”. Básicamente considera la depresión, con su consecuente estancamiento, como
debida a la frustración emocional y sexual y a la soledad. Dice: “En mujeres... tales como
viudas, monjas Budistas, siervas y concubinas, el deseo sexual agita [la mente] por dentro
pero no puede satisfacer al Corazón. El cuerpo está restringido por fuera y no puede
expandirse con la mente [es decir que la mente anhela la satisfacción sexual pero el cuerpo
lo niega]. Esto causa estancamiento de Qi en el Triple Calentador y pecho; tras un largo
tiempo hay síntomas extraños tales como sensación de frío y calor como si fuese malaria
pero no lo es. Es la depresión”. I
Aunque las consideraciones de arriba derivan de la experiencia clínica del Dr Chen con
mujeres sirvientas, monjas Budistas y concubinas y por tanto debería ser vista su
experiencia en el contexto social de la dinastía Qing, esto es también relevante en nuestros
tiempos ya que habla esencialmente sobre la frustración sexual y soledad como confirma su
referencia a viudas (en China antigua las viudas eran relegadas a un segundo plano y
raramente se volvían a casar). Se refiere específicamente al deseo sexual que agita el cuerpo
pero no encuentra satisfacción ni en el Corazón ni en la Mente: aparte de la frustración sexual,
se refiere también a la frustración emocional y al deseo del amor y ser amado.
Por tanto, considerando la posición social de las mujeres en la antigua China y lo habitual de
la frustración emocional antes señalada, no es extraño que el estancamiento de Qi ocupe un
lugar tan central en la patología de las mujeres, siendo el estancamiento emocional en
mujeres a menudo el resultado de la frustración sexual, separación, perdida y soledad: estos
son los “enfados” recurrentes en los libros de medicina China.
Este artículo aborda la sexualidad en medicina China. La primera parte se centrará en las
condiciones de las mujeres en la China antigua, cuya información esta principalmente
extraída de un libro de gran importancia escrito R. H. Van Gulik, Sexual Life in Ancient China,
Barnes and Noble, New York, 1961.
La segunda parte abordará la sexualidad Taoísta, así como el papel que juegan los vasos
extraordinarios en la sexualidad.
Los temas abordados serán:
El estricto patriarcado de los Zhou y de las dinastías siguientes revertía la posición que
ocuparon las mujeres a lo largo de la dinastía Shang. Los Confucionistas ensalzaban
especialmente al hombre como el líder indiscutible y el cabeza de familia, como un símbolo
fuerte y activo de luz, superior a la mujer que era débil y pasiva, simbolizando a la oscuridad.
Aun así, todos los siglos de adoctrinamiento Confucionista no pudieron conseguir eliminar la
imagen de la madre del inconsciente Chino. A través de la historia del pensamiento Chino y
de la religión, uno se encuentra con una persistente contracorriente, más adelante
canalizada de manera consciente a través del Taoísmo, que ensalza lo negativo como
superior a lo positivo, el Yin al Yang, y la inactividad frente a la actividad.
Los términos Taoístas que se refieren a los órganos sexuales, tales como el valle profundo
(en referencia al útero) o la puerta misteriosa (para la vulva), derivan de la antigua
concepción de la mujer como Tierra-Espacio Generador. Se pensaba que la Tierra albergaba
esencia vital cósmica (véase también a los Nativos Americanos; kiwa). Los regentes Zhou
entraban en habitaciones o cuevas, lugares en los cuales celebraban eventos importantes.
Por tanto, era la tarea sagrada de cada hombre hacia sus ancestros y también hacia sí mismo
concebir niños varones que siguiesen con los sacrificios en la sala ancestral (de ahí la
preferencia por hijos varones que perdura hoy en día). Los ancestros, por su parte, tomaban
parte en la vida de los vivos, mantenían una mirada benevolente sobre ellos, y los vivos
debían mantenerlos informados de todos sus actos. El hun como espíritu ancestral es
alimentado por los sacrificios de los descendientes en la tierra. El culto de los ancestros
representaba la piedra angular de la vida China hasta hace poco, y aun perdura hoy en día.
Puesto que el Rey tenía el máximo De, necesitaba de un mayor número de parejas femeninas
para nutrirlo y perpetuarlo a través del acto sexual. El Rey tenía 1 reina (hou), 3 consortes
(fu ren), 9 esposas de segundo rango (bin), 27 esposas de tercer rango (shi fu), y 81
concubinas (yu ji).
Ciertas mujeres de la corte que habían sido especialmente apuntadas, llamadas nu shi,
regulaban y supervisaban las relaciones sexuales entre el rey y sus esposas.
Velaban por que el rey tuviese sexo con ellas en los días correctos del calendario y con la
frecuencia que establecían los Ritos de cada rango. Mantenían un cuidadoso registro acerca
de las uniones sexuales con pinceles rojos de escritura llamados tong guan; por tanto, a lo
largo de las etapas posteriores, las descripciones posteriores de la vida sexual del regente se
denominaron en la literatura China como tong shi, es decir “los Registros realizados con el
Pincel Rojo”.
La norma general establecía que las mujeres de rango inferior debían ser copuladas antes
que aquellas de rango superior, y con más frecuencia. El Rey cohabitaba con la reina tan
solo una vez al mes. Esta norma se basaba en la creencia que a lo largo de la unión sexual,
la fuerza vital del hombre era alimentada y reforzada por aquella de la mujer, que se supone
residía en las secreciones vaginales.
Por tanto, el rey copulaba con la reina solamente después de que su potencia hubiese sido
aumentada a su nivel máximo mediante frecuentes uniones con mujeres de rango inferior, y
por consiguiente cuando existía una oportunidad óptima para que la reina concibiese un
heredero fuerte e inteligente para el trono.
Solamente a las consortes de más alto rango se les permitía pasar toda la noche con el
rey. Las concubinas debían abandonar los aposentos antes del amanecer. Un antiguo
poema aparecido en el Book of Odes (Shi Jing) describe el resentimiento que sentían las
concubinas ante unos derechos tan desiguales.
El título del poema, “pequeñas estrellas” (Xiao Xing), se ha convertido en un término literario
común para referirse a las “concubinas”.
Las hijas de la gente común tenían una vida sexual más rica y libre que aquellas de sus
semejantes de clase superior. Las bodas entre personas comunes eran arregladas y
celebradas durante reuniones primaverales y en festivales. Con la llegada de la primavera,
las comunidades rurales organizaban festivales de primavera en los cuales hombres y
mujeres jóvenes bailaban juntos y cantaban canciones, casi todas ellas relacionadas con
cultos a la fertilidad, siendo habitualmente de un pronunciado carácter erótico.
Durante estos festivales, cada joven elegía y cortejaba a una chica, y mantenía relaciones
sexuales con ella. Estas relaciones se prolongaban a través del verano y del otoño, y se
regulaban antes de que las familias volviesen nuevamente a sus aposentos de invierno. Con
toda probabilidad, el criterio principalmente utilizado para formalizar la relación era el
embarazo o el no embarazo de la mujer. Tanto el hombre como la mujer tenían la libertad de
aceptar o de no aceptar al otro, y de cambiar de opinión más adelante. Por tanto, es fácil ver
cómo las costumbres sexuales de la gente común eran mucho más libres que aquellas de las
clases dominantes. Algunos poemas del Book of Odes lo demuestran:
Este poema resulta interesante debido al uso de la palabra “amor”, que siempre se halla
ausente en los manuales sexuales Taoístas, y también por el miedo de la muchacha hacia los
cotilleos de la gente; se preocupa por aquello que los otros dirán: ¡nada ha cambiado en
China!
Las viudas eran llamadas wei wang ren, queriendo decir “personas que solamente esperan a
la muerte”, un término a un empleado en Japón.
Probablemente, la primera mención de un médico chino acerca del exceso de sexo como
causa de enfermedad date del 540 a.C. En ese año, el príncipe de Jin cayó enfermo sin hallar
remedio para su enfermedad. Un médico fue llamado, el cual atribuyo la enfermedad del
príncipe a una actividad sexual excesiva.
Dijo: “La mujer complementa la fuerza masculina (yang) y se debería habitar con ella
durante la noche. Si se tienen relaciones sexuales excesivas con ella, aparecerá una fiebre
interna y la mente se verá afectada. No modera usted su actividad sexual, teniendo sexo
incluso durante el día: ¿cómo puede evitar así caer enfermo?”1.
El Taoísmo ha sido mucho más considerado hacia las mujeres, preocupándose más por sus
necesidades físicas y emocionales que aquello que hicieron los confucionistas. De hecho, el
principio general del sexo Taoísta se basa en que ambos miembros deberían compartir los
beneficios obtenidos a través de la disciplina sexual.
Más adelante, el Budismo atribuyó también a la mujer un lugar más elevado, siendo
significante que la deidad india bodhisattva Avalokitesvara se conviertiera en una deidad
femenina en China (Kuan Yin).
Todos los manuales sexuales hacen hincapié en la necesidad de que el hombre entienda los
deseos y comportamientos sexuales de las mujeres. Enseñan al cabeza de familia las
diferencias fundamentales entre las experiencias anteriores y posteriores al orgasmo del
hombre y de la mujer, empleando el símil del Agua y del Fuego.
Los textos advierten al hombre repetidas veces de no forzar a una de sus mujeres a
mantener relaciones sexuales si ambos no están en total armonía emocional. Los textos
hacen gran hincapié en la importancia de hacer que la mujer alcance el orgasmo en todos los
coitos. De hecho, las descripciones acerca de los 5 signos de la excitación sexual femenina
que describen los textos antiguos están en línea con aquellos detalles proporcionados en el
libro de A C Kinsey’s “Sexual Behaviour of the Human Female” (véase más abajo).
Los primerizos manuales sexuales nunca hacían referencia al sexo oral, felaciones,
cunnilingus, o coito anal. El sadismo y el masoquismo eran prácticamente inexistentes hasta
la llegada de la dinastía Qing. La homosexualidad masculina era especialmente común
durante la dinastía Song pero no durante otras dinastías. La homosexualidad femenina era
bastante común y se veía de forma tolerante: esto se debía a las condiciones de vida de las
esposas y concubinas en los aposentos de las mujeres.
Las lesbianas solían estimularse los genitales entre ellas, practicaban el cunnilingus y
empleaban juguetes sexuales. Un juguete sexual descrito en los textos estaba hecho de un
trozo de madera o de marfil con un canal y con dos bandas de seda atadas al centro: cada
banda de seda se ataba alrededor de la cintura de cada una de las dos mujeres, y el palo era
insertado en cada una de sus vaginas.
Un texto de la dinastía Ming afirma que las campesinas utilizaban la planta Suo Yang Herba
Cynomorii songarici como juguete sexual, introduciéndola en sus vaginas, que hinchaba
nada más establecer contacto con los jugos Yin. Se empleaba también de forma interna
como afrodisíaco, y el texto afirma que era aún mejor que Rou Cong Rong Herba Cistanchis
deserticolae.
2) Por primera vez, Sun Si Miao aconsejaba presionar diferentes puntos para detener la
eyaculación (en lugar de Ren-1), y recomendaba presionar el punto Ping Yi, situado un dedo
por encima del pezón derecho, así como un punto llamado San Yang Xue (“Punto de los Tres
Yang”), a 8 dedos por el encima del maléolo externo, con moxa.
En esa época, las relaciones sexuales se vieron enormemente restringidas debido a las
rigurosas normas que aparecían en los clásicos, y las uniones libres entre hombres y mujeres
eran mal vistas. Los confucionistas reinterpretaron todos los clásicos antiguos en base a su
filosofía, no sin introducir un gran nivel de distorsión.
Las monjas budistas, que por ser mujeres tenían libre acceso a los aposentos de las mujeres,
se convirtieron en las consejeras favoritas de las mujeres de la casa. Las monjas budistas
proporcionaban a las mujeres de la casa consejos sobre problemas personales,
convirtiéndose en un tipo de consejeras. La opinión pública veía a las monjas y a los
conventos con malos ojos. La sola idea de que una mujer pudiese abandonar su deber
sagrado de propagar la familia y se fuese a vivir en comunidades cerradas donde no se veían
sujetas al control de sus parientes masculinos, era abominable para los confucionistas.
Los autores de las novelas e historias cortas Ming eran literatos confucionistas que
albergaban por su condición un prejuicio contra cualquier cosa de índole budista. Los monjes
y las monjas budistas eran su oveja negra favorita. Por tanto, al leer este tipo de obras, hay
que ser muy cautos a la hora de generalizar, y no debemos tener en gran consideración las
acusaciones que realizaban acerca de la depravación moral de las monjas budistas.
Las monjas caían bajo la sospecha de haber entrado en la religión tan solo para poner en
práctica vicios antinaturales. Esta sospecha tiene cierta verdad ya que muchas mujeres se
hacían monjas no por devoción sino por muchos otros motivos: a veces, los padres las
obligaban a convertirse en monjas para así obtener la benevolencia de los espíritus de sus
ancestros, mientras que otras veces se metían a monjas para evitar un matrimonio
concertado; a veces, las concubinas se metían a monjas para así escapar al sadismo de sus
maridos o de sus suegras, mientras que otras veces lo hacían tan solo por tendencias
lésbicas.
Los principios enseñados en los libros acerca del sexo seguían aplicándose; sin embargo, los
manuales sexuales no circulaban ya de manera libre.
Por tanto, la vida sexual de las mujeres era mucho más importante para ellas que para los
hombres, puesto que los hombres tenían muchos otros intereses que las mujeres no podían
tener: esto representa una idea jamás expresada en los manuales sexuales. El mismo texto
afirma más adelante que las habilidades sexuales del hombre eran más importantes para la
mayoría de mujeres que su juventud o que sus encantos, y que la frustración sexual hacía
que las mujeres se volviesen enfadadizas y difíciles de lidiar.
De hecho, el autor afirma: “al este de la calle vive un hombre joven y vigoroso, de porte
imponente; sus mujeres se pelean desde la mañana hasta la noche y no le prestan atención.
Al oeste de la calle vive un anciano de barba blanca que camina encorvado; sus mujeres
hacen todo lo que pueden por servirle obedientemente. ¿Cómo puede explicarse esto? La
respuesta es que este ultimo conoce los sutiles secretos del Arte de la Alcoba, mientras que
el primero los desconoce.”3
En la segunda mitad de la dinastía Ming las artes sexuales Taoístas se convirtieron cada vez
más en una tradición secreta.
En el eje central de la sexualidad Taoísta se halla la idea de que el hombre debe conservar su
esperma y eyacular solamente de forma ocasional: esto se debe a que el esperma es una
manifestación física directa del Jing y que eyaculaciones demasiado frecuentes agotan el Jing.
Si el esperma no es eyaculado y se dirige hacia el cerebro por medio del Du Mai, puede ser
transmutado y posteriormente descendido hacia el Dan Tian donde nutrirá el cuerpo y la
mente.
Puesto que la eyaculación en exceso agota el Jing, y puesto que el sexo sin eyaculación puede
llenar de nuevo el Jing, por consiguiente el Jing que se pierde a través de las actividad sexual
puede ser reemplazado por energía sexual en sí, mediante la práctica de sexo sin eyaculación.
Se consideraba que el acto sexual tenía dos finalidades: en primer lugar para tener hijos que
siguieran con el linaje familiar (y que cuidarían de la tumba de los padres). Esta era una tarea
sagrada hacia los ancestros de uno, puesto que el bienestar de los muertos solamente podía
ser garantizado por sacrificios realizados de forma regular por sus descendientes,
especialmente los descendientes masculinos.
Para poder tener hijos varones con un buen estado de salud, la esencia Yang del hombre
debe estar en su máximo cuando eyacula, y los manuales sexuales antiguos con frecuencia
señalaban las mejores condiciones para concebir un hijo sano: en el momento de la
eyaculación y consiguiente concepción, el hombre, por ejemplo, no debería estar en un
estado de agotamiento ni consumir alcohol.
Para los Taoístas, el sexo era como un proceso alquímico, de transformación de las esencias
sexuales en Qi y Jing, a través de la interacción armónica del Yin y del Yang. Identificaban
a la mujer con un crisol, y su esencia vital con un cinabrio (rojo); identificaban el semen
blanco del hombre con plomo, el coito con la mezcla de los elementos, y la técnica del coito
con un momento de cocción.
Puesto que los hombres debían refrenarse y no eyacular, mientras que las mujeres podían
alcanzar el orgasmo cada vez que quisiesen, la responsabilidad se centraba en gran parte en
los hombres de modo que pudiesen conducir y prolongar el intercambio sexual a través de la
maestría del sexo ;de hecho, debido a ello, el acto sexual suele describirse por los Taoístas
como una “batalla”, como “montar encima de un tigre”, o como “caminar en el borde de un
precipicio”: es decir que el hombre es fácilmente excitado y fácilmente eyacula, y debe
aprender a controlar su eyaculación para prolongar el acto sexual (véase más abajo).
Existían también motivos sociales para ello, puesto que el arte sexual era esencialmente para
las clases superiores, cuyos hombres tenían a una mujer además de concubinas, y debían por
tanto contenerse para poder satisfacer a todas.
El papel del Ming Men (Fuego Ministerial) en la fisiología humana debería ser abordado. El
Fuego del Ming Men representa el Fuego fisiológico de los Riñones, surge de la zona entre
ambos Riñones y está estrechamente relacionado con el Yuan Qi desde donde el Du, Ren y
Chong Mai tienen su origen.
Bajo condiciones fisiológicas, el Fuego del Ming Men calienta el Útero, los Intestinos, la Vejiga
y el Corazón, y equilibra las influencias Yin: hace que la concepción sea posible y está en
relación con el deseo sexual. En mujeres, "es a través del Yang de Riñón [y por tanto a través
del Fuego del Ming Men] que el Tian Gui se vuelve rojo [es decir que se transforma en
Sangre]".1
El Fuego del Ming Men es el origen del Fuego Ministerial "sin forma" que también es quien
genera el Agua, por tanto los Riñones son el origen tanto del Agua como del Fuego. Este
Fuego fisiológico es único en tanto que, no solamente no seca el Agua, sino que puede
también nutrir el Agua.
Se dice que el Fuego Ministerial es "sin forma" debido a que es un Fuego insustancial que en
realidad genera el Agua más que conquistarla. Es una forma de Fuego prenatal que se forma
en la concepción en el eje Du/Ren Mai.
De hecho, el "Golden Mirror of Medicine" (1742) dice: "El Tian Gui prenatal se origina de la
madre y del padre, el Jing Post-Natal Jing y la Sangre derivan de los alimentos y del agua, el
Tian Gui de una chica madura a los 14, cuando el Ren Mai se abre, el Chong Mai florece y
llegan los periodos".2
El comentario explica después: "A los 7 la Fuerza Motriz [Dong Qi] está floreciendo. A los 14
el Tian Gui madura: esta es la Fuerza Motriz en el Agua Pre-Natal del Tian Gui, cristalizando
en el Útero de una mujer".3
La "Fuerza Motriz" (Dong Qi) es el Yuan Qi. Este último pasaje es interesante debido a que
confirma que el Yuan Qi y el Fuego Ministerial son pre-natales y que se hallan presentes antes
de la llegada de los periodos. Pone también de relieve la estrecha integración entre el Fuego
Ministerial y el Tian Gui (los aspectos Yang y Yin de los Riñones).
Zhang Jing Yue dice: "El Ming Men es la raíz del Yuan Qi y la residencia de [ambos] Agua y
Fuego. El Yin de los 5 Zang no puede nutrirse sin él y su Yang no puede desarrollarse sin
el".4
Este pasaje muestra claramente cómo el Fuego Ministerial es el Fuego dentro del Agua, es
interdependiente del Agua e inseparable de ella. El Fuego Imperial (del Corazón) se
denomina "con forma", es decir que se trata de un Fuego sustancial que vence al Agua, que
se forma después del nacimiento y que es por tanto post-natal.
Es importante señalar una vez más que el Fuego Ministerial no puede verse en el contexto de
los Cinco Elementos; no es como el Fuego del Corazón, y es un Fuego dentro del Agua de los
Riñones que en realidad nutre el Agua.
Las mujeres se relacionan con el Agua y los hombres con el Fuego, existiendo por tanto
diferencias importantes en su sexualidad. Las mujeres son como el agua, es decir que son
difíciles de hacer llegar al punto de ebullición y tardan luego en refrescarse; los hombres son
como el fuego, es decir fáciles de excitar y rápidos de calmarse.
Desde los tiempos muy antiguos, los manuales chinos sexuales hacían hincapié en que a las
mujeres les gusta la “lentitud” y la “duración”, y que detestan la “prisa” y la “violencia”. Esto
es crucial para entender la diferencia en cuanto al comportamiento sexual entre hombres y
mujeres necesaria para una vida sexual completa. Por este motivo, todos los textos Taoístas
hacían gran hincapié en la importancia del juego anterior por parte del hombre para excitar
a su compañera, y de ahí las descripciones detalladas de los signos de excitación de una
mujer.
Por tanto, podemos ver que muchas de las instrucciones van dirigidas hacia los hombres,
mostrándoles cómo comportarse antes del sexo, como excitar a la mujer, como detectar los
signos de su excitación y sus intenciones, y como retrasar la eyaculación. Esto se debe a las
diferencias biológicas anteriormente señaladas, es decir que las mujeres son “lentas de
calentar”, mientras que los hombres son "fáciles de encender para luego apagarse”: por
tanto, la responsabilidad recae principalmente sobre los hombres para poder controlarse y
dar tiempo a la mujer a que llegue a la excitación y al orgasmo.
Desde el punto de vista de la medicina china, existen diferencias importantes entre la
sexualidad del hombre y de la mujer. En hombres, el Dan Tian inferior contiene la “Habitación
del Esperma”, y está, por decirlo de alguna forma, “vacío”; en mujeres, el Dan Tian inferior
está, por decirlo de alguna forma, "lleno", puesto que contiene el Útero y la Sangre. La
actividad sexual excesiva no afecta a la mujer tanto como al hombre por varias razones.
En hombres, la eyaculación es una pérdida directa (pero temporal) de Jing puesto que el
esperma deriva directamente del Jing. El esperma es Tian Gui, mientras que el Tian Gui en
mujeres es la sangre menstrual y los folículos ováricos y óvulos. En el acto sexual los
hombres pierden esperma pero las mujeres no pierden sangre menstrual (al no ser que
mantengan relaciones sexuales durante el periodo, algo que no debería hacerse) o folículos.
Puesto que no hay una pérdida comparable de Jing en mujeres como se produce en hombres,
no hay una pérdida equivalente después del sexo. En otras palabras, el Jing de Riñón es el
origen del esperma en hombres y de la sangre menstrual y óvulos en mujeres: mientras que
los hombres pierden esperma durante el acto sexual, las mujeres no pierden sangre
menstrual u óvulos.
Aunque algunos terapeutas consideran que los líquidos lubricantes secretados por las
glándulas de Bartolino durante la excitación sexual en una mujer son también una
manifestación del Jing comparables al esperma, no coincido con este punto de vista debido a
que estos líquidos son secretados por las glándulas en la vagina y no por los órganos sexuales
(como los ovarios en mujeres o los testículos en hombres): considero por tanto que estos
líquidos son precisamente una manifestación de los Líquidos Orgánicos(jin ye) más que una
manifestación directa de Jing. De hecho, las glándulas de Bartolino en la vagina son el
homólogo a las glándulas de Cowper en hombres, y su función es puramente lubricante.
En otras palabras, el esperma es una manifestación directa del Jing, el equivalente del cual
serían los óvulos y la Sangre menstrual en mujeres: el primero se pierde en el orgasmo
masculino, mientras que el segundo no se pierde en el orgasmo femenino.
Además, el Dan Tian Inferior en hombres contiene la Habitación del Esperma, que está en
directa relación con el Jing, mientras que en mujeres contiene el Útero, que está en relación
con la Sangre. La Habitación del Esperma está relacionada con los Riñones mientras que el
Útero está relacionado también con el Hígado y la Sangre (aunque también con los Riñones
a través del Bao Luo). Debido a que el Dan Tian Inferior en mujeres contiene el Útero y no la
Habitación del Esperma, en mujeres, la pérdida excesiva de sangre después de un parto, o la
pérdida excesiva de sangre en una menorragia, serían equivalentes a una actividad sexual
excesiva en un hombre.
En hombres, el abdomen inferior está ocupado por la Habitación del Esperma, estando por
tanto "vacío", debido también a que el esperma es fácilmente descargado mientras que la
sangre no lo es.
El libro "Elementary Medicine" (1575) dice: " La habitación del esperma en hombres no sufre
de acumulación ni de plenitud, mientras que la Cámara de la Sangre en mujeres sufre de
acumulación y se desborda hacia abajo durante el periodo… [El Dan Tian Inferior] en
hombres alberga el Jing [=esperma] mientras que en mujeres alberga el Útero y el
feto. Los hombres se relacionan con el Qi y cuando se mezcla con el Abismal [el trigrama
correspondiente al Agua], el Qi hace que el agua humee y produzca esperma, que es blanco…
Las mujeres se relacionan con la Sangre, y cuando ésta se mezcla con lo Pegajoso [el
trigrama correspondiente al Fuego], la Sangre es transformada en el periodo, que es roja ".5
El Du y el Ren Mai son la expresión del Fuego y del Agua respectivamente con respecto a la
sexualidad: el intercambio de las esencias sexuales y de Yin y Yang durante el acto sexual se
establece a través del entrelazado del Du y Ren Mai durante el acto sexual.
Ambos vasos surgen del espacio entre los Riñones donde el Yuan Qi mora: fluyen
posteriormente hacia el perineo donde se separan; uno asciende por la columna hasta el
cerebro, y el otro va hasta la cara y ojos. No obstante, se cruzan, y fluyen ambos a través del
corazón.
El Su Wen, en el capítulo 60, expone el recorrido siguiente para el Du Mai: comienza cerca del
útero, desciende hasta el hueso púbico, y en mujeres hacia la vagina. Su canal Luo pasa a
través de la vagina, pasa por el perineo y los glúteos, para reunirse con los canales de Riñón
y de Vejiga channels en el muslo superior; asciende posteriormente por la columna y
envuelve los riñones. En hombres, fluye alrededor del pene y posteriormente por el
perineo. Vemos por tanto que, además de ascender por la espalda, el Du Mai asciende hacia
los genitales y es por tanto estimulado a través del encuentro sexual.
Wang Big consideraba este “vaso maravilloso”, no como el Ren Mai pero como
una rama del Du Mai fluyendo con el Ren Mai: “Otra rama [del Du Mai] comienza
en el abdomen inferior, sube hasta el abdomen, hasta el centro de los ojos,
siguiendo el recorrido del Ren Mai. Es por ello que podemos decir que el Du, Ren
y Chong Mai tienen nombres diferentes, pero son iguales.”.
Por tanto, el Du Mai encarna el Fuego Ministerial, y el Ren Mai el Agua: el contacto
del pene dentro de la vagina establece el lazo entre el Du y el Ren del hombre y
de la mujer, y por tanto el intercambio de las esencias sexuales de Yin y de Yang
entre ellas.
Dan Tian Superior: se identifica con varias ubicaciones: con el punto Yintang, un punto entre
los ojos, con Du-20, el centro del cerebro llamado “ni wan”, o con el centro del tórax. En
cualquier caso, todos estos puntos se localizan o bien en el Du Mai o bien en el Ren Mai.
Dan Tian Inferior: ubicado por lo general por debajo del ombligo; podría ser Ren-6, Ren-5,
Ren-4.
En realidad existen tres Dan Tian en el mismo nivel: uno anterior sobre el Ren, uno en el
centro del Chong, y otro posterior sobre el Du (Du-4).
Algunos manuales Chinos de sexo, proporcionan tres localizaciones diferentes para las
mujeres:
Los tres pasos se encuentran también a lo largo del Du Mai; son como embudos energéticos
a través de los cuales debe pasar el Qi en su ascenso hacia el cerebro. El paso inferior se
encuentra en el coxis; el del medio en las vertebras torácicas; el superior en el occipital.
En la vida pre-natal, el Du y el Ren Mai están conectados, mientras que tras el parto, están
cortados. Esta conexión puede ser restablecida a través de los dos “puentes”, en la boca
(presionando la lengua sobre el paladar), y en el ano (contrayendo el esfínter anal). Ambas
maniobras se realizan durante los ejercicios de Ba Gua, y la primera a través del Tai Chi y del
Xing Yi.
El Pico superior se denomina Pico del Loto Rojo, y su medicina se llama Fuente de Jade; el
Pico medio se llama Pico Doble del Loto, y su medicina se llama el Melocotón de la
Inmortalidad; el Pico inferior se llama el Pico del Agárico Morado, la Gruta del Tigre Blanco,
o el Pasaje Misterioso, y su medicina se llama Albayalde Blanco o Flor de Luna.
La boca está en relación tanto con el Ren como con el Chong Mai, las mamas con el Chong y
la vagina con el Ren Mai. Es necesario aclarar que el hombre absorbe las secreciones
vaginales no a través del sexo oral sino a través de su pene.
Los Riñones y el Ren Mai están relacionados con las glándulas salivales: el Qi de los Riñones
se estimula durante el acto sexual, asciende por el Du Mai, fluye por la boca y es
transformado en un dulce elixir salival. Esta saliva es considerada un tónico de Riñón y
debería tragarse mientras se dirige mentalmente hacia el Dan Tian inferior. Por esta razón,
absorber la energía y los fluidos de la mujer del Pico superior es especialmente beneficioso.
No obstante, resulta importante entender que estas reglas no implicaban que el sexo era un
“pecado” y que la mujer era el origen del “pecado” siguiendo la tradición cristiana: nada más
alejado de la realidad. El desdén confucionista hacia las prácticas sexuales venía
determinado principalmente por el miedo que la promiscuidad pudiese interferir en la
sagrada vida familiar, así como por su reverencia hacia el proceso de la procreación humana,
un proceso solemne que no debía ser desvirtuado por juegos amorosos superficiales.
Por tanto, a pesar de que los confucionistas consideraban a las mujeres inferiores a los
hombres, esta idea les resultaba natural, al igual que la Tierra era inferior al Cielo, y por tanto
inferior en un sentido filosófico más que en un sentido concreto; no significaba que odiaban
o marginaban a las mujeres, como sí hacían muchos pensadores y místicos cristianos en la
edad media.
Además, las mujeres tenían sus propios derechos adquiridos, uno de ellos siendo el derecho
de satisfacer sus necesidades sexuales. Aunque el contacto físico se limitaba estrictamente a
la cama marital, en ese lugar el marido tenía que dar a todas sus mujeres la atención
personal que supuestamente debería abandonar nada mas dejasen la cama. El Li Ji (un
clásico confucionista) menciona la negligencia sexual de una de las mujeres como una grave
ofensa; ni la edad ni la belleza deberían hacer que el marido se desviase del estricto protocolo
en lo referente a la secuencia y frecuencia de sus encuentros sexuales con sus mujeres y
concubinas.
Como hemos visto, a partir de la última etapa de la dinastía Ming y en adelante, la sociedad
china se volvió más y más estricta en lo referente al sexo. Hemos visto también la manera en
la cual los médicos chinos consideraban la falta de sexo y la frustración sexual como una
causa mayor de estrés emocional en mujeres: como hemos visto, esto es más proclive a
suceder, debido a que la sexualidad de la mujer es mucho más compleja que aquella del
hombre, y necesitan por tanto un hombre experto en el arte sexual y en los juegos previos.
El deseo sexual depende del Fuego Ministerial, y un apetito sexual sano indica que este Fuego
fisiológico es abundante. Cuando el deseo sexual aparece y se acumula, el Fuego Ministerial
asciende y el Yang aumenta: el orgasmo es una liberación de dicha energía Yang acumulada,
y, en circunstancias normales, es una descarga beneficiosa de Yang-Qi que promueve el libre
flujo de Qi.
Cuando el deseo sexual crece, el Fuego Ministerial se agita: esto afecta a la mente, y, en
términos de órganos, específicamente al Corazón y Pericardio. El Corazón está conectado al
Útero a través del Vaso del Útero (Bao Mai) y las contracciones del orgasmo del Útero liberan
esa energía Yang acumulada del Fuego Ministerial.
Cuando el deseo sexual está presente pero no tiene salida a través de la actividad sexual y
orgasmo, el Fuego Ministerial puede acumularse y dar lugar a Calor en la Sangre y a un
estancamiento de Qi en el Calentador Inferior. Este Calor acumulado agitará al Fuego
Ministerial y atosigará a la Mente, mientras que el estancamiento de Qi en el Calentador
Inferior podrá dar lugar a problemas ginecológicos como dismenorrea.
Por supuesto, si el deseo sexual no está presente, entonces la falta de actividad sexual no
será una causa de enfermedad. Al contrario, si uno no mantiene relaciones sexuales pero el
deseo sexual es intenso, esto también agitara el Fuego Ministerial que no tendrá liberación
alguna. Por tanto, el factor más importante es la actitud mental.
Con respecto a la frustración sexual, Chen Jia Yuan de la dinastía Qing escribió muy
acertadamente acerca de algunos de los anhelos emocionales de las mujeres, y acerca de su
soledad. Entre las causas emocionales de la enfermedad, diferencia entre la “preocupación y
reflexión” y la “depresión”.
Aunque estas reflexiones derivan de la experiencia clínica del Dr. Chen con asistentas,
monjas Budistas y concubinas, y deberían por tanto verse en el contexto social de la dinastía
Qing, sin embargo siguen siendo relevantes hoy en día puesto que está hablando
fundamentalmente de la frustración sexual y de la soledad, tal y como confirma su referencia
a las viudas (en la china antigua, las viudas eran dejadas de lado y rara vez volvían a
casarse). Hace mención específica al deseo sexual que agita el Corazón y la Mente, pero sin
encontrar satisfacción en el cuerpo: aparte de la frustración sexual, se refiere también a la
frustración emocional y al anhelo del amor.
Un tema recurrente en todo esto era también la separación: las emociones que surgen a raíz
de la separación (tristeza y duelo) se hallan por lo general en la raíz del estancamiento de Qi,
no del Hígado, sino del Corazón y Pulmones, y a veces en el desarrollo de bultos en las
mamas y cáncer de mama. Es importante observar que el estancamiento de Qi proviene no
solo del Hígado, sino también de los Pulmones y Corazón, y especialmente de los Pulmones.
De hecho, incluso las emociones que provocan un agotamiento de Qi, como la tristeza y el
duelo, pueden también provocar un estancamiento de Qi (de los Pulmones), debido a que
cuando el Qi se agota en el tórax, no circula de manera fluida y se estanca por tanto.
El médico moderno Xia Shao Nong piensa que el cáncer de mama se debe a la viudedad, a la
ruptura de relaciones, al divorcio, al fallecimiento de un hijo, a la perdida de la pareja a una
edad temprana. Estos eventos, especialmente si suceden repentinamente, atosigan a la
mente y llevan a un estancamiento de Qi. Es interesante señalar que todos los eventos a los
cuales hace referencia este médico tienen que ver con la separación.
El Vaso del Útero (Bao Mai) conecta el Útero con el Corazón: puesto que el Corazón se afecta
siempre por problemas emocionales (debido a que alberga el Shen), esta conexión explica la
profunda influencia del estrés emocional sobre la función menstrual. Por ejemplo, el “Su
Wen” en el capítulo 33 afirma: “Cuando no llega la menstruación, se debe a que el Vaso del
Útero esta obstruido. El Vaso del Útero pertenece al Corazón y conecta con el Útero; cuando
el Qi se rebela hacia arriba, hacia los Pulmones, el Qi de Corazón no puede ir hacia abajo y los
periodos no llegan.”. El “Qi que se rebela hacia arriba, hacia los Pulmones” describe en
concreto el efecto de la preocupación, de la tristeza o del duelo.
El “Golden Mirror of Medicine” dice: “Las mujeres se afectan con frecuencia por la
preocupación, reflexión, enfado o depresión: estos hacen que la Sangre se mueva, se
detenga, se rebele o conforme; todo esto es debido al movimiento de Qi”.
Chen Jia Yuan de la dinastía Qing describió lo siguiente con respecto a la preocupación: “La
preocupación daña a los Pulmones, y la reflexión daña el Bazo; cuando ambos órganos se
dañan, el Qi y la Sangre se estancan, hay una sensación de indignación, palpitaciones,
sensación de opresión torácica y amenorrea”. Este pasaje confirma que el estancamiento de
Qi afecta no solo al Hígado, sino que también la amenorrea puede producirse tanto por
estancamiento como por insuficiencia.
Por tanto, considerando la posición social de la mujer en la China antigua, así como la
frecuencia con la cual se daban las ya mencionadas frustraciones emocionales y sexuales, no
es de extrañar que el estancamiento de Qi (no siempre del Hígado) ocupe un lugar tan
prominente en la patología de las mujeres, y, podemos también concluir que, el
estancamiento emocional en mujeres era habitualmente el resultado de la frustración sexual,
separación y soledad: estos son los “enfados” recurrentes que mencionaban los libros de
medicina China.
Este es fundamentalmente el significado y aplicación clínica de Xiao Yao San. Puesto que la
frustración sexual en mujeres es bastante habitual en nuestra sociedad (derivando por lo
general de la poca experiencia o practica del hombre), las observaciones del Dr. Chen sobre
la influencia de la frustración sexual en el estancamiento de Qi y la depresión adquieren una
relevancia especial. Esta suele ser una causa habitual de enfermedad parecida en cierto
modo al estrés emocional.
No obstante, Xiao Yao San puede funcionar no tan bien en mujeres modernas, cuyos Riñones
estarán mas agotados que aquellos de las mujeres en la antigüedad: no tiene ningún sentido
“mover Qi” si no hay Qi que mover. Esta es en mi opinión el motivo por el cual Xiao Yao San
no funciona tan bien para las mujeres de hoy en día, al no ser que se modifique añadiendo
algunos tónicos de Riñón.
CONCLUSIONES
¿Que debemos aprender del sexo Taoísta? Algo que debemos señalar es que los manuales
sexuales Taoístas nunca mencionan la palabra “amor”. El sexo parece ser un ejercicio para
mover Qi, para liberar el Fuego Ministerial e intercambiar esencias Yin y Yang con la pareja.
Tanto los Taoístas como los Confucionistas eliminaron la palabra amor por diversos motivos,
y jamás mencionan el amor (aunque los poemas antiguos si lo hacen). Los chinos en la
actualidad han incluso eliminado el “Corazón” del ideograma del “amor”!
Corazón (xin)