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Un día ansiado de Navidad.

En una lluviosa mañana de invierno en las lejanas calles de Bamberg Alemania, toda la gente
esperaba ansiosa, ¡atenta!, un acontecimiento, la Navidad. Eran las vísperas de la Navidad y toda la
gente deambulaba por las calles de Bamberg, con sus compras y regalos, mientras en aquel
pueblecillo se encontraba un niño que las miraba con enojo y odio. Era un niño bajito con ojeras y
de dientes amarrillos, con la tez rugosa, con llagas en algunas partes del cuerpo, por no haberse
bañado varios años. Tenía ropa andrajosa y sucia de pies a cabeza, blanco, con toda la cara sucia, y
también sus manos que temblaban por el frio que hacia en aquel pueblecito.

Toda la multitud pasaba sobre Hoffnung, y daba la impresión, de que nadie se interesaba por él, en
absoluto ¡nadie se interesaba por él!, como un gato corrido de su casa; así le miraban.

El niño miraba a todos, y pensaba que lo iban a querer, pero no era así, eran indiferentes con él.
Siempre los miraba con alegría, pero la gente lo ignoraba. Así que el niño se volvió frio de
sentimientos, y cuando le hacían eso; él les hacía travesuras, a tal punto de casi fuera perseguido
por los guardias de aquel lugar. Y así empezó a odiar a todos los que pasaban.

El niño pequeño Hoffnung (que significa esperanza en alemán), poseía sentimientos de dolor; y los
trasmitía a la gente que pasaba; sobre la lúgubre, y áspera calle. El pequeño trataba de que se fijaran
en él, ¿cómo expresar mis emociones?, ¿cómo voy a amar a aquellos? Se decía Hoffnung para sus
adentros, lo cual, no le gustaba trasmitir al niño, ¿cómo es que me pudo, pasar esas pesadillas a mí?
Se decía.

El niño no podía dormir todos los días, ¿a qué se debería eso? Tal vez se debía a la vida pobre, aspad;
y sin nada que dar, que llevaba; o a su existencia solitaria, vagabunda. O tal vez porque casi no
comía. El chiste es que él tenía una inquietud que le perturba el alma, ¿por qué Dios se olvidó de
mí?, decía con un melancólico acento.

El niño, en el mundo, tuvo que pasar, por un proceso de purificación. Sus padres mueren, en un
trágico accidente; que dejan al muchacho huérfano; una pequeña secuela, que lo deja traumado,
por toda su sustancia. Sus padres eran muy católicos, le enseñan a su hijo a rezar, y a encomendarse
a Dios todos los días.

Ya después de la muerte de sus padres, cuando tenía 5 años, Hoffnung vivió toda su vida, sólo, sin
esperanzas, de que nadie lo viera; y que lo mimara. No tenía tíos de parte de su mama, pues
murieron antes de que el niño naciera; y la familia del papa, eran mala influencia para él; además
no lo conocieron a él, cuando nació, porque habían tenido una riña, cuando eran pequeños con el
padre del sobrino. Por lo tanto, no lo conocían. Así que no tenia a nadie;ni él sabia de sus tíos.

Todos los años en Navidad ese niño pedía al cielo que le enviará una familia que lo quisiera tal, y
como era él, pero aquel niño rompió todas esperanzas de que se cumpliera. Un día llego el
momento.
Lo que sí, se estaba seguro. Es que la vida del pequeño y la del pueblo iba cambiar, con un gran
milagro.

Un día una familia, con aspecto muy interesante, se le acerca a él; y le piden que fuera con ellos,
pues lo vieron que no tenía a nadie. Y lo hospedan, en su casa. Él no se imaginaba, que pudiera
existir tal compasión, en la gente; y se va con ellos. Paso mucho tiempo, con la familia, y le dio la
impresión de que si deberás lo apreciarán; y fuera parte de una familia, de una vida con familia; lo
quisieron, como un miembro de su familia, lo estimaron.

Ellos, como una familia, le explican a él, el verdadero sentido de la Navidad; le dicen a él:

No son muy importantes los regalos; lo que es importante es el” amor”, la caridad, que hayas tenido
con todo ser humano; pásatela amando a todos por igual, unido, y tratando de ser, una mejor y
buena persona; ama a todos por igual. Y ellos le regalaron un sobre; el niño siempre lo conservó
como un tesoro. La familia le advierte, que no lo abriera hasta el momento de la Navidad. Entró en
él un profundo sueño, y luego despertó.

La casa, en la que había estado, había desaparecido, él se encontraba, en el mismo lugar, de siempre;
la familia, le había advertido, que tenía que pasar por eso. Él se da cuenta que todo lo que le había
pasado era real. Él busca por todas partes a la familia, pero no la encuentra, por ningún lado.

Habré la carta que le habían dado; y se da cuenta, que decía, el lugar, en donde se las podía
encontrar; él ve, que es la dirección de una iglesia, muy vieja; y se destina a ella. Él, se asoma por
todos lados, y no ve a nadie, pero cuando ve el nacimiento; él se encuentra que la familia, que había
estado con él, era la sagrada familia (Jesús, María Y José).

Todo lo que le dijeron, a él; aquella familia, le entró tan en el fondo de su corazón, que lo hizo
reflexionar, ¿acaso no odiaba a todas las personas que pasaban por ahí?, ¿había hecho mal?; y ellos
le hacen una visita para que cambiará de vida; y se acercará a ellos; para que mudará de aires, y
cambiará aquellos aspectos, en los que no podía voltear la hoja. Esa soberbia en él era considerada,
inútil y desconocida; no sabía el por qué lo hacía; pero cuando se da cuenta de ellas; él cambia de
vida, y ama a todas las masas que pasaban.

Él ya no era; el que los amaba; si no la familia sagrada, los que aman a todo el gentío que pasaba,
por aquel rincón agradable.

Toda la gente, se dio cuenta, que había cambiado aquel niño solitario, ¡había cambiado por ese
suceso! y ya no odiaba Hoffnung a la gente, por pasar sin hacerle caso; ya la amaba, como él amo a
esa familia.

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