La enfertnedad tnental en la

tnedicina tibetana:
relación con la psiquiatría actual
J. García-Campayo *, C. Sanz Carrilo
l ** (médicos psiquiatras)

MENTAL DISEASE IN TIBETAN MEDICINE; SIMILARITIES WITH WESTERN PSYCHIATRY. GARCIA-CAMPAYO J, SANZ C.
Keywords: Tibetan medicine; Psychiatry; Mental health.
English Abstract: We describe the roots and foundaments ofthe Tibetan medica! tradition, emphasizing the balance ofthe three elements («Nyes­
pa») for the physical Shealth and the concept of mental health for this culture, strongly intertwined with Buddhist doctrine. Afterwards, we have
compared psychiatric disorders described in the most famous medica! text from Tibet, the <<rGyud-bShi», with diagnostic criteria from the most
important nosotaxic classification of the modero Westem psychiatry, the DSM-IV. Amazingly, sirnilarities are so evident that sorne of the main
Tibetan mental disorders could be diagnosed at present. Differences are discussed on a cross-cultural bases.

"Quien practica la medicina
sin el espíritu del amor y la compasión,
no puede considerarse médico,
sino un simple comerciante"
(Kalu Rimpoche,
en Médecine Tibetaine)
FUENTES
DE lA MEDICINA TIBETANA
e todos los textos médicos tibetanos
D el más ampliamente estudiado e
influyente es el «rGyud-bShi», que se
considera la base de la medicina tibetana
tradicional. Su título completo significa
«Los Cuatro Tantras Orales Secretos de
las Ocho Ramas de la Tradición Médi­
ca». Se cree que el <<rGyud-bShi» es una
traducción reelaborada y ligeramente
modificada de un texto sánscrito, el
«Tantra Amrta Astanga Guyopadesha»,
que se supone fue recopilado en el siglo
IV d. C. ( 1), pero cuyo origen se atribuye
al propio Buda Sak:yamuni ya que pare­
ce haber sido escrito hacia el siglo V a.C.
Fue traducido del sánscrito al tibetano
por Y. Drechi Becha y corregido en el
siglo VIII d.C. por el famoso médico
tibetano Yuthog Yonten Gampo (2). Cu­
riosamente, el original sánscrito nunca
ha sido encontrado y, lo que es más
llamativo, no se conocen referencias
suyas en la tradición médica hindú (3).
Existen traducciones a idiomas occi­
dentales de las dos primeras secciones
del «rGyud-bShi» (4); sin embargo los
dos últimos tratados, que son los funda­
mentales, sólo son accesibles en el origi-
nal tibetano. Este hecho no es extraño,
ya que la mayor parte de la materia
médica tibetana aún no se ha traducido a
idiomas europeos. El «rGyud-bShi» se
divide en 156 capítulos que se agrupan
en las siguientes cuatro partes o tratados:
l. Tratado Raiz
Consta de seis capítulos y contiene
una panorámica de los ocho principales
grupos de enfermedades según los tibe­
tanos que constituyen, asimismo, las ocho
principales ramas de su saber médico.
Son las siguientes:
l . Enfermedades corporales, lo que
equivaldría en la medicina occidental a
la medicina interna o a la patología gene­
ral.
2. Enfermedades de la infancia, es
decir, pediatría.
3 . Enfermedades de la mujer o gine­
cología.
4. Enfermedades producidas por es­
píritus. No tiene una equivalencia senci­
lla en nuestro saber médico pero dadas
las características de las enfermedades
que se describen y, en concordancia com
lo que ocurrió en los albores de la medi­
cina en nuestra civilización, la mayoría
de estas alteraciones entrarían a formar
parte de lo que conocemos actualmente
como psiquiatría.
5. Heridas o enfermedades de los hom­
bres (que eran los que se dedicaban a la
guerra) que equivaldría a la cirugía y la
traumatología.
6. Enfermedades por envenenamien­
to, es decir, la toxicología.
7. Enfermedades de los ancianos y
métodos para prolongar la vida que se­
rían conocidas en nuestros días como
geriatría y gerontología (esta segunda
constituiría uno de los primeros intentos
de medicina preventiva).
8 . Infertilidad, que daría origen a la
sexología y andrología actual.
11. Tratado aclaratorio o explicativo
En sus 31 capítulos aborda, de forma
general, la clínica, el diagnóstico y el
tratamiento, así como otros aspectos
básicos que incluyen la embriología, la
anatomía o la fisiología. En este tratado
se ponen las bases teóricas del cuerpo
médico tibetano y sería un remedo de las
actuales materias preclínicas de la licen­
ciatura médica.
111. Tratado de Instrucción
Es la parte fundamental del texto y
consta de 92 capítulos. En ellos se des­
cribe de forma detallada la clínica de
cada una de las enfermedades conocidas
por la cultura tibetana.
IV. Tratado final
A través de 25 capítulos explica los
principales métodos tibetanos de diag­
nóstiéo como la entrevista clínica, el
examen del pulso y el examen de la
orina. También en este tratado se abor­
dan los principales sistemas de trata­
miento: dieta, modificación del compor­
tamiento, fitoterapia y moxibustión,
ampliamente referidos en esta misma
revista con anterioridad (2). En este tra­
tado se pondrían las bases de la prope­
déutica y la terapéutica actuales.

NATURA MIDICATRIX n.• 42 Invierno 1 995-96 S


Ven. Lama Kalu Rimpoché, uno de los principales maestros espirituales
de este siglo y gran conocedor de la medicina tibetana, la cuql estudió en su juventud
CONCEPTO DE SALUD FÍSICA
EN lA MEDICINA TI BITANA
Lsiste en mantener equilibrados los
a salud, en medicina tibetana, con­
tres «Nyes-pa» o principios vitales. La
traducción de esta palabra a idiomas oc­
cidentales siempre ha sido un problema
difícil. En tibetano significa defecto, falta
o castigo. Debe ser entendido dentro del
concepto budista del mundo que consi­
dera que, todo aquello que, como el cuer­
po humano, es compuesto, contiene en sí
mismo la semilla del sufrimiento. Por
esto presentan una doble función : cuan­
do se encuentran equilibrados mantie­
nen la salud física y mental, pero cuando
sufren alguna a).teración por aumento,
disminución o perturbación mutua entre
alguno de ellos, actúan como causa de
6 NATURA MEDICATRIX n.• 42 Invierno 1 995-96
enfermedad. Los «Nyes-pa» son pues
esenciales para la vida y para la continui­
dad del complejo mente-cuerpo, y a la
vez son posibles fuentes de daño.
Los «Nyes-pa» son tres : «rLung» (co­
nocido en sánscrito como «prana» ) ,
«mKhris-pa» y «Bhad-kan». L a traduc­
ción que más se ha empleado en los
idiomas europeos es, respectivamente,
viento o neuma, bilis y flema, inspirán­
dose en los clásicos humores de la medí­
cina griega. Aunque esta equiparación
puede ser útil al ofrecer una idea de sus
cualidades trasladándolos a nuestras ca­
tegorías occidentales, presenta ciertos
peligros al añadir algunas connotacio­
nes que no existen en el idioma tibetano.
Las características y funciones de cada
uno de ellos son (5):
Viento («rLung»)
Se caracteriza por ser frío, ligero,
áspero, sutil, duro y móvil. Inhala y
exhala, mueve el cuerpo, realiza los tra­
bajos físicos, expele las secreciones
(moco, saliva y residuos), produce el
movimiento de la sangre a través de los
vasos y aporta claridad a los órganos de
los sentidos. Presenta su máxima activi­
dad en verano. Se localiza principal­
mente (aunque cada uno de los «Nyes­
pa» se encuentra en todo el organismo)
en la región del corazón y debajo del
ombligo. Es más susceptible de producir
enfermedades durante la vejez.
Bilis ( «mKhris-pa»)
Es un elemento caliente, ligero, acei­
toso, acre, maloliente, purgante y húme­
do. Regula el hambre y la sed, digiere el
alimento, mantiene el calor del cuerpo,
vitaliza el aspecto de la piel y es la base
del coraje y la inteligencia. Su máxima
actividad ocurre en otoño. Se encuentra
entre el corazón y el ombligo, es decir,
en la zona media del cuerpo. Es el prin­
cipal motivo de trastornos durante la
edad adulta.
Flema ( «Bhad-kan»)
Es un humor fresco, pesado, firme,
viscoso, suave. Otorga firmeza al cuerpo
y la mente, produce el sueño, conecta y
lubrifica las articulaciones. Es el origen
de la paciencia. Predomina en primave­
ra. Situado por encima del corazón, en la
parte superior del cuerpo. Se altera prin­
cipalmente en la infancia y la juventud.
Sobre esta base, una de las principales
clasificaciones diagnósticas de la medi­
cina tibetana es la distinción entre enfer­
medades frías y calientes. Se distinguen
por el diagnóstico del pulso: en las frías
existen más de cinco pulsaciones en cada
respiración mientras que en las calientes
hay menos de cinco en el mismo período
de tiempo. Las enfermedades frías se
producen por la alteración de los ele­
mentos calientes (bilis y sangre, esta úl­
tima es un humor que se considera aparte)
y las calientes por trastorno de los «Nyes­
pa» fríos (viento y flema).
CONCEPTO DE SALUD PSICOLÓ.
GICA EN MEDICINA TIBITANA
L cología y psiquiatría, así como las
os conocimientos tibetanos sobre psi­
teorías sobre el constructo de la persona­
lidad, provienen de las dos ramas princi­
pales de textos religiosos budistas: las
enseñanzas tántricas que tratan sobre la
naturaleza de la mente, en especial el
«Anutara Yoga Tantra», y el sistema
sutra del «Abhidarma» (5).

Ruinas de la Universidad Budista de Nalanda, al norte de la India. Fundado en el siglo V,
fue el principal centro de enseñanza de la religión y la medicina budista en la antigüedad.
Las enseñanzas tántricas enfatizan,
especialmente, los aspectos emociona­
les y espirituales de la mente, con parti­
cular referencia a los estados de con­
ciencia que se manifiestan durante el
proceso del nacimiento, la muerte y el
estado intermedio o bardo (período que,
según la doctrina budista, separa la muer­
te del nacimiento). Estos estados son
específicamente cultivados mediante las
prácticas más avanzadas de la medita­
ción budista. Por su parte, el Abidharma
es un sistema de teorías psicológicas
derivadas de la observación del funcio­
namiento de la mente durante la medita­
ción. Así, según este tratado, el psiquismo
humano es una constelación de factores
mentales beneficiosos, aflictivos y neu­
trales. Los factores aflictivos, también lla­
mados emociones perturbadoras, son con­
siderados la causa última de todas las en­
fermedades psíquicas y físicas. Sólo a tra­
vés de la meditación pueden estas emo­
ciones ser desarraigadas y destruidas (6).
Tres son los factores mentales aflic­
tivos: El deseo o apego, que produce el
aferramiento a los objetos y experien­
cias agradables; el odio, la cólera o la
aversión, que busca evitar los objetos y
experiencias desagradables; y la igno­
rancia o confusión, que impide conocer
claramente la verdadera naturaleza de
los objetos y experiencias.
El auténtico modo de ser de nuestra
mente es un estado natural, no dual y
libre de toda contaminación, estado que
se denomina «conciencia primordial».
Sin embargo, esta conciencia primordial
se encuentra obscurecida por cuatro ve-
los: El primero es el del apego dualista,
debido al cual nos identificamos con
nuestro cuerpo y nuestro espíritu sur­
giendo el concepto de «ego». A partir de
este yo inexistente se estructura el se­
gundo velo que consiste en la artificial
separación del mundo en dos categorías
de objetos, lo «mÍO» y «el resto». Sobre
esta base surge el tercer velo compuesto
por las tres emociones perturbadoras.
Estas, al actuar en el transcurso de nues­
tra vida, producen el cuarto velo, el del
karma. De esta forma, debido a nuestros
apegos, realizamos acciones negativas
que nos aferran cada vez más a este
mundo y conllevarán consecuencias ad­
versas en esta vida o en las posteriores.
La salud mental es definida, pues,
como una mente libre de factores menta­
les aflictivos, lo cual constituye la meta
de la meditación. Para la mayoría de los
seres humanos, que no alcanzan ese obje­
tivo, un cierto grado de disarmonía men­
tal es inevitable. La medicina tibetana
reconoce las imperfecciones de la mente
no iluminada y no busca realizar lo im­
posible, tratando sólo aquellos casos que
se apartan claramente de la normalidad.
PRINCIPALES ENFERMEDADES
PSIQUIÁTRICAS SEGÚN LA
MEDICINA TIBETANA
a clasificación de las enfermedades
L mentales se incluye dentro de los
textos médicos generales ya que, en la
tradición tibetana, constituyen un aspec­
to más del sistema médico. La etiología,
el diagnóstico y los medios de trata-
NATURA MIDICATRIX n.• 42 Invierno 1995-96
miento no difieren básicamente del resto
y, dentro de la profesión médica, no hay
especialistas para tratar las enfermeda­
des mentales.
Los trastornos psiquiátricos se clasi­
fican en dos grandes apartados:
1 .- La categoría general de enferme­
dades del «rLung» (viento o «prana» en
sánscrito)
2.- La categoría de «locura» (en
tibetano, «sMyo» ).
Según el budismo, el prana es el me­
dio por el que actúa la conciencia, permi­
tiendo su desplazamiento de un objeto a
otro. Por esta razón, los desequilibrios
del «prana» alterarán, básicamente, el
funcionamiento psíquico.
Aunque hay 63 entidades dentro de la
categoría de enfermedades del «prana»
y 7 tipos fundamentales de locura
( «sMyo») (5), de una forma resumida
podemos considerar que existen, dentro
díi la tradición tibetana, 4 grandes gru­
pos de enfermedades mentales (7):
enfermedad caliente,
•
enfermedad fría,
•
enfermedad por espíritus mal Ígnos
•
enfermedad sexual
•
Vamos a analizar cada una de ellas se­
gún se describen en el «rGyud-bShi» (7):
ENFERMEDAD CALIENTE
Clínica: El paciente presenta los ojos
inyectados en sangre, aspecto acalorado
y se queja de dolor de cabeza. El síntoma
principal es que su comportamiento re­
sulta agresivo: rompe cosas, se muestra
muy activo y hablador, discute con la
gente y la ataca, siendo incapaz de con­
trolar su comportamiento. A veces ve y
oye cosas que no existen.
Etiología: Se debe a una excesiva
actividad mental en el sentido de pre­
ocupación por los problemas cotidianos,
unido a otros factores como dieta
inapropiada y exceso de trabajo corpo­
ral. Estos hechos produ éen un «sobreca­
lentamiento» del sistema de energía con
un posterior acúmulo que obstruye su
flujo habitual.
Tratamiento: Es múltiple, incorpo­
rando medidas de conducta, fitoterapia y
moxibustión.
Respecto a la conducta, se considera
que el médico debe ser rudo y autorita­
rio, siendo a veces útil pegarle, no para
hacerle daño, sino para amedrentarlo.
Hay que sumergirlo en agua muy fría y
agarrarlo entre varios tumbándolo en el
suelo. Al mismo tiempo se le debe acon­
sejar que deponga su actitud. Todas es­
tas medidas buscan producir en él un
impacto que le haga comprender que
debe controlarse.
7
 El tratamiento con plantas compren­
de una combinación de 25 ingredientes,
todos ellos hierbas «frías».
Respecto a la moxibustión, hay que
realizarla en estos dos puntos y en el
orden indicado: -El «Tso-tsa» (Cen­
tro de la Cabeza). que es el punto medio
que corta la línea que une las orejas por
su parte central con la línea que une la
raíz nasal con la parte más posterior de la
cabeza. Se encuentra a la distancia de
cinco «tsun» por encima de la raíz
• la segunda vértebra cervical: Da energía
nasal. Su función es bloquear la energía
que se extravasa de los canales. -El
«Hen-na» (Corazón) que es el punto
medio de la línea entre los dos pezones.
Ayuda a canalizar la energía para que
fluya al centro del corazón.
ENFERMEDAD FRíA
Clínica: El individuo se ve sometido a
estados de profunda tristeza y abatimien­
to permaneciendo siempre en lugares
oscuros. No puede dormir por la noche,
es incapaz de comer, llora continuamen­
te y habla consigo mismo repitiéndose
situaciones desagradables o tristes.
Etiología: Exceso de concentración
Estatua en Bodh-Gaya, lugar en donde el asceta Sakyamuni,
quien fuera antes el príncipe Siddharta, vino a convertirse en el Hay retraimiento, in­
Buda: el "Despierto" o el "Iluminado"
8 NAnJRA MEDICi\TRIX n.2 42
mental y de trabajo intelectual.
Tratamiento: También es múltiple.
El médico debe ser muy amable con el
paciente y rodearle de un ambiente cáli­
do y agradable donde se le provea de lo
que necesite, encaminándose todo a ha­
cerle feliz.
El tratamiento medicinal consite en
1 1 ingredientes (hojas y raíces «calientes»).
La moxibustión debe aplicarse en los
siguientes puntos: -Entre la primera y
calórica para contrarrestar la enferme­
dad fría. -Entre la quinta y la sexta
cervical: Está conectada con los nervios
del corazón y ayuda a reforzar y canali­
zar esta energía. -Entre la sexta y la
séptima cervical: Equilibra las funcio­
nes del pensamiento.
Sin embargo, el papel más importante
lo juega la Musicoterapia. El enfermo
debe ser consolado durante horas con
música de «Pi-uang» •• .
ENFERMEDAD
POR ESPÍRITUS MALIGNOS
Clínica: Se manifiesta por súbitos cam­
bios de personalidad, adquiriendo el su­
jeto un nuevo carácter
y comportamiento.
capacidad para convi­
vir con otras personas
y, permanentemente,
suele ver y oir cosas
que nadie más percibe.
Etiología: Los de­
monios o fuerzas invi­
sibles son los causan­
tes de la enfermedad.
Se clasifican en 1 .080
demonios mayores y
360 menores, pudien­
do ser espíritus mas­
culinos o femeninos.
Todos ellos pertenecen
al reino de los espíri­
tus hambrientos•·•.
Cada uno de ellos
produce una clínica
distinta y las causas
por las que invade a
cada enfermo son tam­
bién específicas.
Tratamiento:
Aunque pueden utili­
zarse hierbas medici­
nales, el tratamiento es,
básicamente, religio­
so. Debe realizarse el
ritual de «Chod» ••••
(8) durante siete días
hasta que el enfermo
Invierno 1995-96
vuelva a su estado normal. La recupera­
ción es difícil, dependiendo de la con­
centración del lama y del poder de su
espíritu.
ENFERMEDAD SEXUAL
Clínica: Existe un deseo obsesivo por
las personas del otro sexo. El varón
siempre está hablando de mujeres, afir­
mando que muchas le aman, le persi­
guen y le atrapan. La mujer presenta los
mismos síntomas y puede llegar a perder
el ciclo sexual. El varón se masturba con
la mano y la mujer mediante algún ins­
trumento.
Etiología: La causa es muy distinta a
la de las dos enfermedades anteriores
que dependían de factores externos que
actuaban sobre la mente. Ahora, la en­
fermedad es intrínseca al espíritu y, por
tanto, más difícil de erradicar.
Tratamiento: Resulta complicado.
El tratamiento medicinal se denomina
«Tsen-ti» que, literalmente, significa la
píldora de la felicidad. Está compuesta
de una combinación de hierbas, frutas y
savia de pino extraída de la raíz.
La moxibustión es distinta en cada
sexo: -En la mujer los puntos son dos:
el primero tres «tsun» debajo del ombli­
go y el segundo, cuatro «tsun» debajo
del ombligo. -En el varón, hay tres
puntos: el primero, seis «tsun» debajo
del ombligo y los otros dos, dos «tsun» a
cada lado del ombligo.
En éstos se ubica la potencia y el calor
sexual en cada sexo.
PSIQUIATRíA OCCIDENTAL
ACTUAL Y
PSIQUIATRIA TIBETANA
L fermedades psiquiátricas de la medi­
a descripción de las principales en­
cina tibetanatradicional no deja de asom­
brar al lector de .nuestros días por su
semejanza con algunas entidades actua­
les de la psiquiatría occidental, pese al
tiempo transcurrido y a las coordenadas
culturales tan extraordinariamente dis­
tintas. En este sentido, en la Tabla 1, re­
flejamos los equivalentes en la psiquia­
tría moderna de las cuatro enfermedades
tibetanas referidas.
A continuación mostramos, de cada·
una de estos trastornos, los criterios diag­
nósticos exigidos por el Manual Diag­
nóstico y Estadístico de las Enfermeda­
des Mentales, en su última edición (ha­
bitualmente conocido como DSM-IV) de
la Asociación Psiquiátrica Americana (9),
auténtica "biblia" del diagnóstico psiquiá­
trico actual. Para su mejor comparación,
subrayamos aquellos ítems reflejados en
 Tabla 1. Equivalencia entre enfermedades tibetanas tradicionales y occidentales
la descripción del «rGyud-bShi».
La enfermedad caliente cumple,
como vemos en la Tabla II, dos de los
tres síntomas necesarios para realizar el
diagnóstico DSM-IV de episodio ma­
níaco. La posible existencia de alucina­
ciones visuales y auditivas («a veces, ve
y oye cosas que no existen»), es una
circunstancia que puede ocurrir en los
episodios maníacos graves, por lo que
no invalida el diagnóstico.
En la Tabla III comprobamos que la
enfermedad fría cumple cuatro de los
cinco síntomas requeridos para realizar
el diagnóstico DSM-IV de episodio de­
presivo. Sin embargo, pese a no cumplir
todos los criterios, cualquier psiquiatra
occidental diagnosticaría el cuadro, en
base a los datos presentados, como una
depresión.
La enfermedad por espíritus malig­
nos, debido a la importancia que da a los
síntomas alucinatorios, cumpliría los cri­
terios actuales de EsquizofreniaParanoi­
de, como se ve en la Tabla IV. Además
habría que añadir aspectos importantes
como el «retraimiento e incapacidad para
Monasterio de Rumtek, en Sikkim, sede del Karmapa. Uno de los principales centros de
enseñanza de la medicina tibetana en la actualidad.
Enfermedad occidental
1 , Episodio maníaco
2. Episodio depresivo
3. Esquizofrenia
4. ¿Hipersexualidad? ¿Erotomanía?
vivir con otras personas» y una caracte­
rística que, clásicamente, se ha conside­
rado clave en el diagnóstico de esquizo­
frenia: la existencia de un «Súbito cam­
bio de personalidad». Este hecho se
denomina ern psiquiatría «ruptura
biográfica», y es un fenómeno tradicio­
nalmente asociado con la esquizofrenia.
Por último, la enfermedad sexual es
la más difícil de catalogar dentro de las
categorías actuales, debido a las enor­
mes influencias culturales que modulan
este tipo de comportamiento en los seres
humanos ( l O) y que dificulta establecer
patrones de normalidad. Según la des­
cripción del «rGyud-bShi», el cuadro
clínico se solaparía con dos entidades
actuales: la erotomanía y la hiperse­
xualidad. La erotomanía, según el DSM­
IV (9), es un subtipo de trastorno deliran­
te en que el individuo cree que otra
persona (generalmente de mayor status
social) está enamorada de él. A diferen­
cia de la sintomatología descrita en el
texto tibetano, ocurre mayoritariamente
en mujeres y suele referirse a un amor
romántico e idealizado, no tan descara-
NAnJRA MIDICATRIX n.• 42 Invierno 1995-96
Tabla 11
Criterios para el episodio maníaco
B. Durante el período de alteración del
estado de ánimo han persistido tres (o
más) de los siguientes síntomas:
1. Autoestima exagerada o grandiosa.
2. Disminución de la necesidad de dormir.
3. Más hablador de lo habitual o verbo­
rreico.
4. Fuga de ideas o experiencia subjetiva de
que el pensamiento está acelerado.
5. Distraibilidad (la atención se desvía ha­
cia estímulos banales).
6. Aumento de la actividad intencionada o
agitación psicomotora.
7. Implicación excesiva en actividades pla­
centeras que tienen un alto potencial
para producir ·consecuencias graves
(compras irrefrenables, indiscreciones
sexuales).
C. la alteración es suficientemente grave
como para producir deterioro sociola­
boral.
Tabla 111
Criterios para el episodio
depresivo mayor
A). Pre�encia de cinco (o más) de los siguien­
tes síntomas durante un período de seis
semanas:
1.Estado de ánimo deprimido la mayor
parte del día.
2.Disminución de la capacidad de placer
en casi todas las actividades.
3. Importante pérdida o aumento de peso
(más del 5% en un mes) o del apetito.
4. Insomnio o hipersomnia.
5.Agitación o enlentecimiento psicomotor.
6. Fatiga o pérdida de energía.
7. Sentimientos de inutilidad o de culpa
excesivos o inapropiados.
8. Disminución de la capacidad para
pensar o concentrarse.
9. Pensamientos recurrentes de muerte o
suicidio.
C). los síntomas provocan malestar signifi­
cativo o deterioro sociolaboral.
Tabla IV
Criterios para el diagnóstico de
esquizofrenia de tipo paranoide
p
A). Preocu ación por una o más alucinacio­
nes auditivas o ideas delirantes frecuentes.
B). No hay lenguaje desorganizado, ni
comportamiento catatónico, ni afectividad
aplanada o inapropiado.
9

Textos médicos tibeÍanos (edición del Kangyour, conservado en Tachi Lhunpo)
damente sexual como el descrito. Por el
contrario, las conductas de a\}tosatisfac­
ción sexual nos harían pensar en un cua­
dro de hipersexualidad ( 1 1 ), en el que el
paciente tiene aumentadas las nece­
sidades sexuales según los patrones so­
cialmente aceptados. Dada la dificultad
de establecer estos límites, la hiper­
sexualidad ni siquiera aparece recogida
en el DSM-IV como enfermedad psi­
quiátrica. Por otra parte, los usos sexua�
les de los habitantes del Himalaya son
muy diferentes de los occidentales y, de
hecho, algunos de los grupos étnicos allí
localizados, como los lepeha, están con­
siderados como una de las culturas cono­
cidas con mayor actividad sexual ( 1 2).
Sang-gye Men-la, el Buda de la Medicina
r--��----�---�-�-�·��--��·�
·r
10
CONCLUSIONES
R
esulta asombrosa la semej anza de
las descripciones clínicas tibetanas
con los criterios diagnóstiéos de la psi­
quiatría moderna, pese a encontrarse se­
parados por más de 2.500 años. Este
hecho no parece fruto de la casualidad ya
que nos encontramos ante una cultura
que, a nivel mundial, es sinónimo de
meditación y se ha dedicado, durante
siglos, al conocimiento de la mente hu­
mana. Pese a que la medicina tibetana
está todavía empezando a ser conocida
en Occidente, cabe esperar que en los
próximos años se establezca un diálogo
fluído que permita la mutua compren­
sión entre·ambas tradiciones médicas. O
NATURA MEDIU\TRIX n.• 42 Invierno 1 995-96
Los autores ejercen como médicos psiquiatras en:
Servicio de Psiquiatría. *Hospital Miguel Serve!,
Zaragoza, y **Hospital San Jorge,Huesca. Direc­
ción para correspondencia: J. García Campayo.
Av. Cesáreo Alierta, 47, 2° B. 50008 Zaragoza.
NOTAS ACLARATORIAS
• <<Tsun>>: Medida tradicional de la medicina
tibetana. Es la distancia entre la articulación
carpofalángica del dedo pulgar de la mano hasta su
extremo. En cada paciente debe utilizarse su tsun,
por lo que resulta una medida variable.
•• <<Pi-uang>>: Instrumento musical en forma de
guitarra con que se representa a la diosa hindú
Saraswati. Se utiliza en el Tíbet, principalmente,
en rituales religiosos o curativos, y se considera
que al tocarlo, otorga la bendición de Saraswati
que tiene el poder de restaurar el equilibrio psíqui­
co. Consta de seis cuerdas musicales que se dice
representan los seis estados de existencia humana
según la tradición budista. Cuando se utiliza de
forma ritual debe reflexionarse, conforme se toca
cada una de las cuerdas, en los seis diferentes
estados y en el sufrimiento que se asocia a cada
uno de ellos.
•• • Según la cosmología budista existen seis
posibles reinos de existencia donde los seres huma­
nos pueden reencarnar. Desde la parte más inferior
de la escala a la más superior se dividen en: infier­
nos, espíritus hambrientos, animales, humanos,
titanes y dioses.
•• • • El ritual de <<ChOd» (literalmente, <<Cortar»)
es una práctica meditativa avanzada que tiene
como función básica comprender la naturaleza
vacía de todos los fenómenos y desarrollar la
compasión. Secundariamente, y utilizado con fi­
nes terapéuticos, tendría el poder de <<cazar» a los
demonios que producen la locura.
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medicine: pathophysiology, diagnosis and treatrnent.
Acupunture & Electrotherap Res Int J 1979, 4: 149-
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Works & Archives, Dharamsala, India, 1976.
4. DONDEN Y, KELSANG J. The Ambrosía
Heart Tantra,·vol. 1: the secret oral teachings on the
eight branches of the science of healing. Library of
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