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SAN SHOU: EL COMBATE DE TAICHI

Luis Molera

E l combate libre es uno de los aspectos menos conocidos y más controvertidos del Tai Chi

Chuan. En muchos aficionados produce un claro rechazo, y algunas escuelas niegan tajantemente que
con unos guantes de boxeo se pueda "hacer Tai Chi". En este trabajo el autor nos presenta las líneas
generales de esta práctica avanzada según la filosofía y las enseñanzas de William C. C. Chen.

La faceta más popularizada del Tai Chi Chuan es la ejecución de formas lentas y suaves, en solitario o en
grupo. Pero el Tai Chi ofrece además diferentes tipos de ejercicios con compañero. El más conocido es el
empuje de manos o Tui Shou. El empuje de manos permite trabajar una gran variedad de movimientos de la
forma de Tai Chi, como por ejemplo las fuerzas básicas: empujar, tirar, presionar, parar, etc. También en el Ta
Lü (o Ta Lu) y el San Shou se pueden practicar esos principios, siguiendo siempre unas reglas que sirven
para aprender a diferenciar los diferentes tipos de energías básicas del Tai Chi.

Así por ejemplo, se empieza empujando al compañero suave y lentamente al tiempo que él trata de esquivar
el empuje con un pequeño movimiento que surge del centro del cuerpo, hacia un lado, arriba o abajo,
dependiendo de la dirección del empuje. Este simple ejercicio se va complicando después con más
combinaciones, lo cual exige cada vez más del estudiante de Tai Chi.

Las
técnicas de puño que incluye la forma de Tai Chi no se practican en el empuje de manos ni en el Ta Lü, pero
sí en la forma de San Shou para dos personas, aunque al tratarse de una forma preestablecida sólo se
trabajan de forma simulada. Sin embargo en el San Shou libre, también llamado boxeo de Tai Chi, se busca
ejercitar, entre otras muchas cosas, el puñetazo en sus diferentes movimientos y posibilidades.

Sin duda uno de los aspectos más interesantes e importantes de los ejercicios con compañero es la
posibilidad de practicar y "sentir" el yin y el yang, es decir, la relación entre dos personas, el juego con la
energía. En la forma o secuencia de Tai Chi se aprende este trabajo en solitario, mientras que en los
ejercicios con pareja tratamos de intercambiar lo aprendido en la forma y de aplicarlo interactuando con otra
persona.
¿Qué es el boxeo de Tai Chi?

El nombre proviene de la manera en que se emplean las técnicas o movimientos del Tai Chi Chuan. Después
de aprender la forma, normalmente se aprenden los ejercicios con compañero, el empuje de manos, el Ta
Lü y el boxeo (San Shou). En cada uno de estos tres tipos de trabajo hay formas o ejercicios fijos y también
práctica libre, para lo que cada escuela de Tai Chi ha desarrollado sus propios métodos. En este articulo nos
referimos al San Shou en su modalidad libre (boxeo) tal y como lo enseña William C. C. Chen, discípulo del
profesor Cheng Man-Ching.

Quizás el nombre de boxeo sea a veces mal entendido porque instintivamente lo relacionamos con el boxeo
occidental. Todos tenemos al fin y al cabo dos piernas y dos brazos, y por ello es inevitable que exista cierta
similitud entre el boxeo de Tai Chi y el boxeo occidental. Sin embargo, la diferencia más importante está en el
aspecto mental y moral, es decir, el espíritu con el que se practica. El Tai Chi posee un principio universal que
se puede aplicar a todas las artes marciales, pero también a tareas cotidianas como servir un té o un café,
abrir o cerrar una puerta, levantar una caja o empujar un armario.

Significado del boxeo en el Tai Chi Chuan

La
peculiaridad del Tai Chi frente a diferentes técnicas de relajación es que profundiza en la relajación en
movimiento. Por ejemplo, ¿necesito tensar todos los músculos del brazo para levantar la mano, o puedo
mantener algunos relajados y así ahorrar energía?

Como es natural, cuando estamos tumbados nos resulta mas fácil relajarnos que cuando estamos de pie
realizando un trabajo físico. Cuanto mas rápido sea ese trabajo o actividad o cuanto más esfuerzo físico
requiera, más difícil nos resultará utilizar de manera óptima la mecánica del cuerpo y ahorrar energía en
nuestros movimientos. En la vida cotidiana solemos movernos mas rápido que al ejecutar una secuencia de
Tai Chi, pero la práctica a cámara lenta nos permite aprender a ser conscientes de lo que estamos haciendo,
y esa es precisamente una de las metas del arte del Tai Chi: mantener ese estado de consciencia tanto al
practicar un ejercicio como si estamos sentados haciendo algo, esperando el autobús o comprando en una
tienda.

Casi siempre que una persona se lastima un músculo o una articulación o se lesiona de algún modo, es por
haber realizado un movimiento demasiado rápido o brusco. Con la práctica del boxeo del Tai Chi aprendemos
a movernos con rapidez, lo que nos da una visión mucho mas concreta de cómo se ha de actuar en
situaciones que requieren aún más concentración y en las que el tiempo de reacción es menor. También es
un ejercicio de fortalecimiento de la forma física con el que se puede activar la circulación de la sangre hasta
sudar, si se desea, algo que le faltaría a la práctica de formas de Tai Chi para ser un ejercicio completo. Hay
personas que no practican Tai Chi precisamente porque piensan que es demasiado pasivo y lento. El boxeo
complementa esta carencia, pues partiendo de la base de la relajación nos proporciona la posibilidad de
entrenar también los reflejos y la condición general del cuerpo.

¿Porqué hay boxeo en el Tai Chi Chuan?


El objetivo principal de la práctica del boxeo es conseguir una coordinación óptima entre los pies, las piernas,
las caderas, los brazos y las manos. No se trata de demoler al contrario, sino de entrenarse de acuerdo con
unos principios básicos que trataremos a continuación.

Normalmente son los estudiantes que ya llevan por lo menos dos o tres años practicando las formas de Tai
Chi los que se deciden, bien por iniciativa propia o alentados por el profesor, a dar los pasos básicos
necesarios para ir asimilando las técnicas de este tipo de trabajo.

Con el boxeo se pretende también aclarar la función de muchos movimientos que existen en la forma para
comprender mejor lo que se está haciendo. La forma se practica a ritmo lento, pero para entender algunos
movimientos es aconsejable practicarlos con otra dinámica mas fluida y más rápida. Por el contrario el boxeo
es un ejercicio muy dinámico, pero para entender lo que uno está haciendo con frecuencia es necesario parar
y repetirlo a cámara lenta, como en la forma de Tai Chi. De esta manera ambos trabajos se complementan.

La práctica

Los principios del boxeo de Tai Chi tienen su raíz en la forma. Una vez aprendida ésta durante un tiempo
suficiente y de manera correcta, se coordina y canaliza la energía a través del cuerpo. Lo mismo se hace en el
boxeo, aunque para alguien que no tenga muchos conocimientos de Tai Chi sea difícil ver la relación que hay
entre ambos. Para el espectador son dos cosas muy diferentes, y para el principiante quizá también. Hace
falta un tiempo de profundización en la práctica para comprender que en realidad es lo mismo, sólo que se
entrenan partes diferentes de un todo. La forma es fija, no se puede cambiar, pero nos ofrece la posibilidad de
trabajar la concentración, la respiración y la posición correcta conscientemente. Por otra parte, en el boxeo se
entrena los mismos principios con más libertad y espontaneidad y con otra dinámica.

Al comienzo se hacen diferentes ejercicios


para desarrollar la confianza entre los alumnos que participan. En uno de ellos se trata de tocar al compañero
con el puño (con guantes de boxeo de 16 onzas) en una parte determinada del cuerpo, por ejemplo la cara o
el plexo solar, de manera que no se haga daño, es decir, con suavidad pero con toda la precisión y el control
posibles. Después se puede intentar tocar o golpear al compañero con un poco más de fuerza y combinando
las direcciones de los golpes.

Todo el cuerpo debe formar una unidad, desde los pies, las piernas y las caderas, a los brazos y las manos.
La mente debe dirigir cada movimiento, y los compañeros han de ser responsables en todo momento de sus
acciones y reacciones. La mente y el cuerpo forman una unidad. No se trata pues, de golpear al contrario en
cualquier parte y sin controlar la fuerza del impacto que uno causa, sino de ser conscientes de nuestras
acciones y buscar la coordinación. El cuerpo tiene que ajustarse sin cesar a nuevas situaciones, lo que a
veces resulta un poco difícil para muchos practicantes de Tai Chi que, acostumbrados a los movimientos
lentos y preestablecidos de la forma, pueden tener al principio problemas para moverse espontánea y
ligeramente.
Otro
aspecto importante es la relajación. De entrada a todos nos resulta difícil relajarnos y movernos al mismo
tiempo. Como hemos dicho, el Tai Chi trabaja la relajación en el movimiento, pero al practicar boxeo tomamos
consciencia de que cuanto más rápidos nos movemos, mayor es la dificultad para relajarnos, y además no
hay tiempo suficiente para analizar, por ejemplo, si estamos tensando los hombros innecesariamente. Por eso
en el boxeo de Tai Chi se repite muchas veces una misma acción hasta encontrar la posición ideal, a
velocidades diferentes y con más o menos fuerza.

Por otra parte, se advierte también que a muchos alumnos les cuesta golpear a un adversario, aunque no sea
con mucha fuerza. Es necesario desarrollar la confianza en uno mismo, aprender a medir y a dosificar la
fuerza que tenemos, y "atrevernos" a utilizarla. Se podría decir que en este sentido el boxeo tiene un cierto
aspecto terapéutico al liberar aunque sea de manera indirecta bloqueos o inhibiciones que podemos tener en
ciertos momentos.

Asimismo el ejercicio del boxeo tiene un valor energético tanto para el que golpea como para el que es
golpeado. Al recibir un golpe bien controlado se produce un proceso similar al del llamado Chi Kung de la
Camisa de Hierro. En la práctica hay que dosificar la intensidad de tal forma que nadie salga perjudicado por
el impacto de la energía comprimida. La clave es utilizar las presiones internas que se producen dentro del
cuerpo al golpear o ser golpeado y que tienen su centro en el Tan Tien, o "Mar de la Energia". La respiración
bien coordinada tiene aquí un valor crucial.

Equilibrar yin y yang

Como en la vida misma, cuando se boxea llega un determinado punto en el que nos sumergimos en el caos.
Ya no se sabe quien ataca y quien defiende. El Tai Chi y el boxeo de Tai Chi nos enseñan a vivir y sobrevivir
en el caos de la vida, donde nada puede programarse con toda seguridad y siempre puede haber un
imprevisto. Por eso lo mejor es estar siempre alerta para adaptarse a los cambios y elegir de entre las
posibilidades que se nos ofrezcan la mas oportuna, siendo tan pronto yin como cambiando súbitamente a
yang, sabiendo relajar en ciertas circunstancias y tensando en otras. Para mí este es un punto muy importante
en la práctica del Tai Chi en general. El Tai Chi es conocido por el público como un ejercicio relajante, muy
suave y tenue, liviano, es decir, muy yin. Pero en realidad es mucho más que eso, es armonizar el yin y el
yang aceptándolos a ambos.

A veces algunos practicantes de Tai Chi tienden a querer ser mas yin, discriminando el yang. Esto se puede
entender ya que vivimos en una sociedad que tiene un exceso de yang, pero no por eso vamos a caer en el
extremo contrario y ser siempre artificialmente suaves. Por ejemplo, un músculo necesita tanto tensar como
relajar para alimentar sus tejidos. Si siempre estuviera tenso, acabaría por agotar sus reservas y quedar tenso
de forma crónica, lo que produce dolor. Si por el contrario siempre estuviera relajado, se debilitaría y llegaría
un momento que las articulaciones más próximas se lastimarían a la menor ocasión porque deberían cargar
con todo el peso. Tanto yin como yang tienen su razón de existir.

La mayoría de las personas que practican Tai Chi no están necesariamente interesadas en la defensa
personal. En cualquier caso, dado que en el boxeo se plantean situaciones de defensa y ataque con guantes
bien acolchados, se puede golpear con bastante fuerza antes de llegar a lastimar al adversario. Así se
aprende a controlar el potencial de fuerza y coordinación que tenemos y reforzar la confianza en nosotros
mismos y la autoestima, lo que sería de gran ayuda en caso de no tener más remedio que hacer uso de ello
para defendernos en una situación comprometida.

Luis Molera practica el Tai Chi Chuan desde 1980 y da clases desde 1985. Es discípulo del Maestro William
Chi-Cheng Chen (Nueva York) y de Chen Shiu-Yao (Taipei).

Fotos: Teresa Rodríguez.

Sparring: Luis Soldevila.

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