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Carl Meger hijo de un abogado, nació en Galicia estudio en las universidades de Viena
y Praga, y recibió su doctorado en la Universidad de Cracovia. Como profesor en la
Universidad de Viena. Meger público su tratado que abrió una brecha: Principles of
Economics. Este libro apareció en 1871, el mismo año en que se publico la principal
obra de Jevons. La meta a largo plazo de Menger era producir un trabajo sistemático en
economía y un tratado muy completo sobre la índole y los métodos de las ciencias
sociales. Su interés y el alcance de sus proyectos crecieron y en 1903 renuncio a su
profesorado para dedicarse por completo a su trabajo, Durante las tres últimas décadas
de su larga vida publico muy poco, debido a que se sentía insatisfecho con sus escritos.
A su muerte dejo voluminosos manuscritos fragmentados y desordenados.
Contribuciones mas significativas de Menger:
El concepto de Meger de la utilidad marginal decreciente
Grado de Satisfacción Marginal
Unidad (Alimentos) (Tabaco)
consumida I II III IV V VI VII VIII IX X
1a. 10 9 8 7 6 5 4 3 2 1
2a. 9 8 7 6 5 4 3 2 1 0
3a. 8 7 6 5 4 3 2 1 0
4a. 7 6 5 4 3 2 1 0
5a. 6 5 4 3 2 1 0
6a. 5 4 3 2 1 0
7a. 4 3 2 1 0
8a. 3 2 1 0
9a. 2 1 0
10a. 1 0
11a. 0
La Teoría de la Imputación
Menger originó la idea de la imputación en los factores de fijación de precios de la
producción. Los marginalistas hacían hincapié en la importancia de la demanda del
consumidor, en especial en sus aspectos psicológicos subjetivos, para la fijación de
precios. Los conceptos de utilidad total y utilidad marginal se refieren a los deseos del
consumidor; por consiguiente, sólo aplican a los bienes y servicios para el consumidor.
¿Qué es lo que gobierna los precios de los bienes de “orden alto” utiliza- dos en la
producción, tales como maquinaria, materia prima, tierra, etcétera?
Menger, en su teoría de la imputación, afirmaba que esos bienes también les producen
satisfacción a los consumidores, aun cuando sólo sea indirectamente, al ayudarlos a
producir cosas que sí satisfacen directamente sus deseos. La utilidad marginal que
obtienen los consumidores de un trozo de hierro está gobernada por la utilidad marginal del
producto final que se hace con ese hierro, por ejemplo, un dedal; el hierro tiene una
utilidad imputada a él por la utilidad del dedal. De manera que el principio de la utilidad
marginal se extiende a toda el área de producción y distribución. Por ejemplo, la renta
recibida por los terratenientes está gobernada por la utilidad de los productos que se
cultivan en esa tierra. Los factores, o agentes de producción, son los valores de uso
asignados que gobiernan a sus valores de intercambio. El valor presente de los medios de
producción es igual al presunto valor (basado en la utilidad marginal) de los bienes para
el consumidor que producirán con dos deducciones: un margen restado “para el valor de
los servicios de capital” (interés) y una recompensa para la actividad empresarial
(utilidad).
La doctrina de la imputación fue un ataque a las teorías del trabajo y del costo real del
valor. Menger decía que es un error de lo más fundamental argumentar que los bienes
alcanzan un valor por nosotros porque en su producción se utilizaron bienes que tienen un
valor por nosotros. Esta falsa doctrina, decía, no puede explicar el valor de los servicios de la
tierra, el valor de los servicios del trabajo ni el valor de los servicios del capital. Por el
contrario, el valor de los bienes utilizados en la producción debe estar determinado, sin
excepción, por el presunto valor de los bienes para el consumidor que ayudan a producir.
Menger negaba que el precio del trabajo común esté determinado por el costo de la
subsistencia mínima para el trabajador y su familia. Los precios de los servicios de trabajo,
lo mismo que los precios de todos los bienes, están gobernados por su valor. Y sus valores
están gobernados “por la magnitud de la importancia de la satisfacción que se habría
quedado insatisfecha si fuéramos incapaces de disponer de los servicios del trabajo”.