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ENLACES 1-2-3

Enlace 1: La Restauración

Enlace 2: La Crisis de 1898

Enlace 3: El nacionalismo, el regionalismo y el movimiento obrero


Enlace 1: La Restauración, fundamentos políticos y sociales

El sistema político de la Restauración supone el retorno de la monarquía borbónica y el


desarrollo de un régimen liberal-conservador semidemocrático. Ya que la práctica política
excluía de este sistema a los protas del Sexenio Revolucionario. El artífice de este sistema
fue el político conservador Cánovas del Castillo.

El programa político se va a plasmar en el Manifiesto de Sandhust, redactado por Cánovas y


formado por el futuro Alfonso XII, en él se recogen los siguientes principios:

- Legitimidad histórica de la monarquía borbónica.


- Defensa de la monarquía constitucional.
- Llamamiento al patriotismo de carácter católico y liberal.

La intención final del manifiesto era una llamada de esperanza para restablecer el orden,
después de la inestabilidad del Sexenio Democrático y un intento serio de finalizar la
guerra de Cuba y carlista.

El asentamiento de régimen se producirá con la consolidación de un sistema político


apoyado en distintos acontecimientos:

- Pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto.


- Vuelta de Alfonso XII en 1874.
- Revisión de la política del Sexenio Democrático.
- Nueva Constitución del año 1876.
- Fin de conflictos, carlista en 1876 y de Cuba en 1878.

La Constitución de 1876

- Es la más larga de nuestra historia, efectiva hasta el 1923, pero realmente dura
hasta 1931.
- Se establece una monarquía con amplios poderes.
• Soberanía compartida.
- Poderes del Rey:
• Legislativo.
• Ejecutivo, nombra ministros.
• Mando supremo de las FFAA (fuerzas armadas).
- Cortes bicamerales.
• Congreso de diputados.
• Senado.
- Tolerancia religiosa, aun que la religión católica tendrá grandes privilegios.
- Sufragio.
• Censitario de 1876 a 1890.
• Universal desde 1890.
El sistema político de la Restauración se basaba en un pacto tácito entre los dos
principales partidos políticos del sistema para alternarse en el poder de modo pacífico,
con la complicidad del Rey y de la clase militar. El objetivo final era lograr una estabilidad
definitiva de la peculiar situación española.

La alternancia en el poder se fraguó a través del Pacto del Prado firmado en el 1885 entre
los dos principales partidos.

- Partido Conservador: liderado por Cánovas, con una base ideológica basada en el
liberalismo constitucional e integrado por grandes propietarios agrarios, alta
burguesía, industriales y sectores comerciales.
- Partido Liberal: liderado por Sagasta, basado en el liberalismo moderado
pragmático. Sus miembros eran altos funcionarios, profesionales liberales
(médicos, profesores) y clase media.

El sistema de turnos consistía pues en un pacto entre ambos partidos para copar el poder
por medio de las elecciones “democráticas” ya que estas eran manipuladas para contentar
al partido gobernante y al opositor.

Este falseamiento se apoyaba también a la implicación de la corona, la cual se convertía en


“árbitro” entre los dos partidos y decidía quien debía ganar y el procedimiento para
lograrlo.

El falseamiento electoral se realizaba a través de dos procedimientos: el “encasillado” o el


“pucherazo”:

- Encasillado: era la elección de un candidato pactado por los dos partidos.


- Pucherazo: era el fraude electoral puro y duro, y para hacer un pucherazo
compraban votos, intimidación y trapicheos varios.

A partir de 1890 al instaurarse el sufragio universal, los procesos de manipulación y


fraude se centrarán más en la España rural, mediante el sistema del caciquismo. El
caciquismo es la relación económica, política y social que establece entre una persona
notable-cacique y sus clientes. La figura del cacique representaba: la jefatura local de un
partido en un área determinada.

- Controla la administración del estado y la riqueza.


- Hace un uso no legal de las instituciones estatales en beneficio suyo o en contra de
sus enemigos.
- Tiene una actuación local como máximo comarcal.
- Es el intermediario entre el estado y su comunidad.

Los clientes de los caciques:

- La relación con el cacique se establecía por medio de favores.


- Les suponía un patronazgo político por apoyar a los caciques.
- Se establecían relaciones de tipo personal e interés político mutuo.
La primera fase del gobierno de Alfonso XII se divide en dos partes:

- El gobierno en sí de Alfonso XII (1876-1885).


- Regencia de María Cristina de Austria (1885-1902).

El reinado de Alfonso XII se caracteriza por una gran estabilidad hecho que no oculta las
debilidades del sistema. La mayor parte de su reinado estuvo gobernado por el Partido
Conservador, de ahí leyes como la del sufragio censitario, ley de la imprenta, y el control
de los ayuntamientos.

Los dos hechos más significativos de su reinado fueron el fin de la tercera guerra carlista y
el fin de la guerra de Cuba. En cuanto a la guerra carlista, la victoria llegó en el Marzo de
1876 y significó que este se fragmentara en dos bandos: “los integristas” partidarios de
mantener las viejas reclamaciones carlistas y los que se integraran en el Partido
Conservador.

A nivel político supone una reforma a nivel foral estableciéndose los conciertos
económicos que todavía hoy perduran.

En cuanto a Cuba la llegada de Martínez Campos y su política de acciones militares y


gestiones diplomáticas dieron sus frutos con la llamada Paz de Zanjón, en la cual los
cubanos veían mejorada su situación, se produjo una gran amnistía y se proponía la
posibilidad de realizar una revisión estatuaria que se reactivaría más adelante. Entre el
1881 y 1884 se mantuvo en el poder el Partido Liberal.

María Cristina de Habsburgo-Lorena (o de Austria)

Alfonso XII muere en noviembre de 1885 estando su mujer embarazada. Por ello su mujer
actuó como regente hasta la mayoría de edad en 1902. Destacar en su regencia la firma del
Pacto del Pardo (1885). Fruto de este pacto fue el llamado Parlamento largo, como se
conoce el gobierno de Sagasta.

Este gobierno trazó numerosas ideas liberales como la ley de Asociaciones en 1887 que
legalizaba a los movimientos obreros. En 1890 el sufragio universal masculino, en 1888 la
ley del jurado. Prácticamente durante esta fase se consigue reclamar todos los derechos
individuales que aparecían en la Constitución de 1869. En lo económico destacar la
aprobación del código del comercio y el código civil. Destacar los últimos años de la
regencia de María Cristina porque se rompe la estabilidad que existía hasta el momento.
Ello se debe a:

- 1897: asesinato de Cánovas.


- 1898: crisis de 1898.
- 1903: muerte de Sagasta.
Enlace 2: La crisis de 1898, causas y consecuencias

A finales del siglo XIX el régimen de la restauración se vio sacudido por una fuerte crisis
derivada de un conflicto colonial y de la perdida de los últimos restos del Imperio
Ultramarino. Mientras el resto de las potencias europeas y extraeuropeas (EUA, Japón) se
lanzaban a la conquista o consolidación de amplios espacios territoriales (imperialismo),
España perdía los restos del imperio de los Austrias y veía reducida su posición
internacional pasando a ser un mero peón más en el tablero mundial.

Pero paralelamente a la crisis exterior, España sufrió también una grave crisis interna,
fruto de lo que los coetáneos denominaron “desastre”, que aunque no cuestionó el sistema
de la Restauración si que acabó por reorientar la política exterior española.

Las causas de la crisis de 1898 las encontramos en el propio sistema político de la


Restauración ya que la política exterior de Cánovas optaba por el “recogimiento”, es decir,
mantenerse al margen de las grandes alianzas diplomáticas internacionales para que no
interfirieran en el peculiar sistema político español. Esta posición de neutralidad conlleva
un aislamiento en los conflictos exteriores y en el sistema de alianzas que posteriormente
le afectara.

Destacamos que la política colonial española de los partidos de la Restauración se basó en


mantener la soberanía en los territorios de ultramar y a lo sumo pequeñas intervenciones
con el norte de África (conferencia de Marruecos 1880) y los intereses en algunas islas de
Micronesia (Islas Carolinas, Islas Marinas), que chocaron con los intereses británicos y
germanos. El conflicto cubano se heredó del Sexenio Democrático, y se pensaba
solucionado tras la paz de Zanjón por la cual la metrópoli se comprometía a revisar las
peticiones autonomistas de los criollos cubanos, el fin de la esclavitud y una amnistía
política. Estas peticiones se irán cumpliendo mal y tarde. De hecho en Cuba se fundaron
dos partidos que seguían el modelo de la Restauración, el Partido Liberal autonomista, con
aspiraciones de autogobierno y la Unión Constitucional, el partido de los grandes
hacendados. No obstante los dos partidos se fueron distanciando de Madrid conforme los
dos líderes desobedecían sus peticiones. En 1878 va a entrar junto a los intereses
autonomistas el apoyo norteamericano que tenía grandes intereses en la isla (azúcar).

El conflicto se reactivó en 1895 con el llamado Grito de Baire, en un ambiente popular con
numerosos apoyos y dirigidos por José Martí. A los pocos meses del estallido muere Martí
y le sucede Máximo Gómez y Antonio Maceo, que asumen la dirección de la revuelta. Para
sofocar el levantamiento, Cánovas envió a Martínez Campos, quien controla la situación
peor que el anterior y renunció aconsejando a Valeriano Weyler, normalizó la situación
militar utilizando guerra de guerrillas contra los insurrectos, una inteligente estrategia
que consistía en compartimentar el territorio de la isla por medio de líneas fortificadas
que impedían el paso a los guerrilleros.

Con la muerte de Maceo y pese a las numerosas bajas producidas en las tropas españolas
debido a las nefastas consecuencias del clima sobre la tropa, la guerra estaba ganada,
entonces se produjo la intervención americana directa.
La causa de la intervención americana fue el “hundimiento” del acorazado Maine. La
intervención de EUA trasladó el conflicto a Puerto Rico y Filipinas, tras la derrota de la
flota española en Cavite y Santiago de Cuba, España pierde definitivamente la guerra lo
que conllevó la firma del tratado de Paris en 1898 por la cual España renuncia a Cuba y
cede Puerto Rico, Guam y Filipinas a EUA.

Tras esta breve explicación del conflicto, convendría analizar antes de reflexionar sobre
las consecuencias, la visión del conflicto en España, que pasó de ser una guerra popular y
con grandes apoyos a ser causa de conflicto interno por el tema de las tropas enviadas a
Cuba (ricos y pobres).

Si reflexionamos sobre la consecuencia, la derrota de 1898 sumió a la sociedad y clase


política española en un desengaño. Se tuvo la sensación de ser una nación moribunda con
ejército eficaz, con un sistema político corrupto y unos políticos incompetentes. No
obstante tenemos que hablar de consecuencias económicas, militares, ideológicas pero
ninguna de tipo política, no se produjo quiebra de estado ni del sistema, y los políticos
conservadores y liberales se readaptaron a la nueva situación.

Las consecuencias económicas derivaron de los propios lazos intereses económicos que
perdieron en las colonias, se produce una reorientación económica hacia el
proteccionismo que influyó en el fortalecimiento del mercado interior.

En cuanto a las consecuencias desde el punto de vista militar la Crisis de 1898 va orientar
una política militar más africanista especialmente en Marruecos, plasmado en la activa
labor diplomática española durante la conferencia de Marruecos de 1904 y confirmada en
la conferencia de Algeciras en 1906. También cambió la mentalidad de los militares
españoles que debido a la derrota se van a inclinar hacia posturas más autoritarias e
intransigentes y comportaran el retorno de la injerencia del ejército en España.

Pero sin duda el influjo más importante tras la Crisis de 1898 fue ideológico y moral que
comenzó con el Movimiento Regeneracionista que abogaba por un refuerzo de la identidad
nacional y por la aparición de proyectos políticos alternativos, todo ello como una crítica
velada al sistema de la Restauración. El autor de este movimiento va ser Joaquín Costa, que
propugnaba la necesidad de dejar atrás los mitos de un pasado glorioso, modernizando la
economía y la sociedad y alfabetizando a la población “Escuela y despensa y siete llaves al
sepulcro del Cid”. Defiende una reforma del sistema de la Restauración que incluye el
desmantelamiento del sistema caciquil y la transparencia electoral.

Los movimientos nacionalistas conocieron una notable expansión en País Vasco y


Cataluña, reivindicando autonomía y una modernización del estado por medio de la
estructura, frente a la ineficacia probada del estado centralista.

Para concluir el tema analizaremos la critica que tuvo en la vertiente literaria, con la
magnífica generación de escritores conocido como Generación del 98, en los que la
preocupación de España y sus gentes va quedar expresada soberbiamente por los famosos
Unamuno, Valle Inclán… En conclusión se puede señalar que la Crisis de 1898 es la
primera piedra de toque de que el sistema político de la Restauración no es tan perfecto y
a partir de este momento unido a la muerte de sus líderes carismáticos, Sagasta y Cánovas,
comienza el canto del cisne de este periodo.
Enlace 3: El nacionalismo, el regionalismo y el movimiento obrero

El sistema político de la Restauración va a marginar a las demás opciones políticas que no


serán las propias (conservadores, liberales) pero ello no fue obstáculo para que se
desarrollaran o consolidaran otras alternativas políticas que iban a jugar un papel
protagonista en fechas anteriores. El primer gran grupo ideológico a analizar se trata del
nacionalismo periférico y regionalismo.

Esta ideología nace en los albores del siglo XIX en Europa y se consolida en España a
finales del XIX en algunas zonas del país: Cataluña, País Vasco, Galicia, Andalucía y
Comunidad Valenciana. Hasta ese momento el proceso de formación del nacionalismo
había sido similar al resto de Europa, un auge en el ámbito cultural con el movimiento
romántico, de ahí pasará a la reivindicación política. Esta ideología de origen burgués no
fue homogénea ya que en ella participaron grupos diferentes (federalistas, carlistas…), el
nexo de unión de estos grupos era la identificación con una cultura propia, su crítica al
sistema de la Restauración y en especial a la concepción centralista del Estado.

Nacionalismos y regionalismos más importantes:

- Nacionalismo Catalán: a partir del Renacimiento cultural y literario de mitad del


siglo XIX conocido como la Renaixença surgen las primeras acciones políticas en el
último tercio de XIX. Las primeras formulaciones catalanistas con contenido
político se debieron a Valentí Almirall que en 1885 presentó el Memorial de
Greuges, en él se defendía el proteccionismo y el derecho foral catalán.
En 1891 se creó la Unió Catalanista que dio conocer su programa político en las
llamadas bases de Manresa, con contenido conservador basado en el orden,
tradición catalana, la religión y la propiedad, defendiendo una organización
confederal de España y la soberanía de Cataluña en política interior.
El impacto de la Crisis de 1898 va a ser decisivo para la consolidación del
catalanismo, que cuajó en 1901 con la creación de La Lliga Regionalista de Enric
Prat de la Riba y Francesc Cambó. La Lliga presentaba un programa conservador
centrado en la lucha contra el sistema de la Restauración y a favor de la autonomía
de Cataluña. Desde su aparición hasta 1923 se va a convertir en la fuerza
hegemónica en Cataluña.
- Nacionalismo Vasco: se consolida a partir de 1895 con la fundación de PNV por
Sabino Arana, que de postulados forales va a derivar hacia el independentismo. Sus
reclamaciones se basaban en la integridad cultural y étnica propia, amenazada por
la abolición de los fueros, la urbanización y la industrialización que provocó la
llegada masiva de maketos, esto les va a llevar a postulados independentistas. El
lema de los nacionalistas vascos era “Dios y Ley Vieja”. El desarrollo del
nacionalismo vasco se va a producir cuando esta formación burguesa urbana e
industrial va a derivar el partido hacia una línea autonomista catalana.
En esta época se van a desarrollar también otros movimientos que se presentan con
carácter regionalista como son el gallego, el andaluz y el valenciano. Estos movimientos
parten del componente cultural para derivar a las reivindicaciones políticas.

- El regionalismo gallego: nace en los años 80 fruto de la unión de dos postulados


bien diferentes:
1) De carácter tradicionalista representado por Alfredo Brañas.
2) Tradición liberal democrática por Martínez Murguía.

Esta doble vertiente va a impedir su desarrollo y sus primeros intentos


organizativos, las reivindicaciones eran más de tipo autonomistas.

- El regionalismo andaluz: comenzó a caminar a partir del cantonalismo de 1873. El


primer acto andalucista fue en Antequera en 1883, donde se proclamó la
constitución federalista andaluza, sin embargo un partido andalucista no acabaría
de cuajar debido a la gran vinculación existente entre la burguesía andaluza y el
poder central, y por la derivación del movimiento obrero andaluz hacia el
anarquismo.
- El regionalismo valenciano: es más tardío, parte también de la creación de una
sociedad cultural, que desembocará en partido político Lo Rat Penat. No obstante
conviene destacar el contrapeso que ejerció el blasquismo (de Blasco Ibáñez) ya
que esta tendencia política fue una de las principales fuerzas políticas durante el
primer tercio del siglo XX en Valencia.

En el siglo XX los nacionalismos evolucionaron y


progresaron, especialmente el nacionalismo catalán, que
tendrá presencia en la vida parlamentaria. Sus postulados
proponían una modernización de la política y de la vida
en general en España, en crisis desde el desastre de 1898.
El líder indiscutible de esta fase fue Francesc Cambó,
basando su estrategia en dos pilares fundamentales:
primero, la autonomía de Cataluña, y segundo, la reforma
de la administración estatal. El papel que juega Cambó y
la Lliga va a ser muy importante ya que tendrá presencia
en los gobiernos de la Restauración que estaba dando sus
últimos coletazos.

Francesc Cambó 1875-1947


Movimiento Obrero

Otros movimientos políticos excluidos aunque en este caso con una importante base de
tipo social, fueron los movimientos obreros. Si dejamos al margen a los partidos
puramente republicanos ya existentes en el reinado de Isabel II, es en este periodo cuando
se consolidan los movimientos obreros, a imagen y semejanza de sus correligionarios
europeos. Antes de explicar los movimientos obreros conviene hacer una breve
introducción sobre las condiciones sociales de finales del siglo XIX (leer los apuntes de la
sociedad del siglo XIX).

La dualidad social y política se produce como consecuencia del injusto reparto de la


riqueza. En la sociedad española del siglo XIX y de la primera mitad del siglo XX se
agrandaron las diferencias sociales entre clases populares y poseedores (campo-ciudad,
peón-amo), y entre algunas regiones frente al estado. Señalar como un factor clave para el
desarrollo del movimiento obrero, la creciente industrialización y urbanización ya que
esta va a favorecer el desarrollo de la clase proletaria y urbana. El movimiento obrero en
España presenta una característica triple que conviene destacar:

- No fue un movimiento unitario:


• Socialismo
• Anarquismo
• Reformismo moderado
- La gran importancia del anarquismo en Cataluña y Andalucía con mayor presencia
que en otros países europeos.
- Apoyo del movimiento obrero al republicanismo.

El Anarquismo

Dio sus primeros coleteos de forma clandestina ya desde el Sexenio Democrático, pero es a
partir de 1881 cuando se reorganiza y se forma el FTRE (Federación de Trabajadores de la
Religión Española) que va a gozar de una gran implantación en Cataluña y Andalucía. Esta
doble implantación tuvo también una doble vertiente, ya que mientras en Cataluña el
anarquismo fue de carácter más reivindicativo en Andalucía va a actuar un grupo de
carácter clandestino conocido como la Mano Negra. Este grupo, era seguidor de una
corriente del anarquismo partidario del uso de la violencia como modo de atraerse a las
masas, despertar consciencias y destruir el estado. La estrategia política anarquista se va a
centrar en tres tipos de acciones:

- Violentas:
• Atentado en Barcelona 1843-1896.
• Asesinato de Cánovas en 1897.
- Sindicales:
• Participación en la huelga general de 1917.
• Jornada laboral de 8 horas.
• Confederación Nacional de Trabajo (CNT) EN 1910.
- Culturales: proporcionan actos culturales educativos.

De todos modos y debido a la política anarquista de propaganda de los hechos, el


movimiento anarquista fue perseguido y reprimido.
El Socialismo

Se consolida en España tras la fundación del PSOE en 1879 con la figura de Pablo Iglesias.
El partido de ideología marxista en sus bases presentaba tres demandas fundamentales:

- Adquirir el poder por parte del proletariado y transformar lo privado en colectivo.


- Abolición de todas las clases sociales.
- Medidas de tipo político y económico: jornada laboral de 8 horas, salario
igualitario, igualdad de sexo…

En 1888 se creó la UGT este sindicato va a ser mayoritario en


Vizcaya y Asturias y destacará por la iniciativa festiva del 1 de
Mayo, también serán protagonistas en la huelga general de 1917.
La implantación de PSOE fue lenta y hasta 1910 no va a obtener
ningún diputado, a partir de ese momento el PSOE se va a debatir
entre la ortodoxia y el reformismo. El socialismo va tener mucho
peso en Extremadura, Castilla La Mancha y Madrid, posteriormente
se extenderá por la periferia industrial y Valencia.

Pablo Iglesias 1850-1923

El Obrerismo Católico

Se concretaba a través de los círculos católicos, donde se trataba de satisfacer las


reivindicaciones obreras al margen de los movimientos obreros, dado el carácter ateo de
estas organizaciones. El sindicalismo católico fue el más importante hasta principios del
siglo XX con gran implantación en Galicia, Castilla y León, Castilla la Mancha y Navarra.

Para concluir el tema, los conflictos colectivos canalizados por las organizaciones obreras
políticas experimentarán cambios improcedentes con el inicio del siglo, destacando dos
acontecimientos:

- Semana trágica de Barcelona.


- Huelga general de 1917.

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