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Enlace 1: La Restauración
La intención final del manifiesto era una llamada de esperanza para restablecer el orden,
después de la inestabilidad del Sexenio Democrático y un intento serio de finalizar la
guerra de Cuba y carlista.
La Constitución de 1876
- Es la más larga de nuestra historia, efectiva hasta el 1923, pero realmente dura
hasta 1931.
- Se establece una monarquía con amplios poderes.
• Soberanía compartida.
- Poderes del Rey:
• Legislativo.
• Ejecutivo, nombra ministros.
• Mando supremo de las FFAA (fuerzas armadas).
- Cortes bicamerales.
• Congreso de diputados.
• Senado.
- Tolerancia religiosa, aun que la religión católica tendrá grandes privilegios.
- Sufragio.
• Censitario de 1876 a 1890.
• Universal desde 1890.
El sistema político de la Restauración se basaba en un pacto tácito entre los dos
principales partidos políticos del sistema para alternarse en el poder de modo pacífico,
con la complicidad del Rey y de la clase militar. El objetivo final era lograr una estabilidad
definitiva de la peculiar situación española.
La alternancia en el poder se fraguó a través del Pacto del Prado firmado en el 1885 entre
los dos principales partidos.
- Partido Conservador: liderado por Cánovas, con una base ideológica basada en el
liberalismo constitucional e integrado por grandes propietarios agrarios, alta
burguesía, industriales y sectores comerciales.
- Partido Liberal: liderado por Sagasta, basado en el liberalismo moderado
pragmático. Sus miembros eran altos funcionarios, profesionales liberales
(médicos, profesores) y clase media.
El sistema de turnos consistía pues en un pacto entre ambos partidos para copar el poder
por medio de las elecciones “democráticas” ya que estas eran manipuladas para contentar
al partido gobernante y al opositor.
El reinado de Alfonso XII se caracteriza por una gran estabilidad hecho que no oculta las
debilidades del sistema. La mayor parte de su reinado estuvo gobernado por el Partido
Conservador, de ahí leyes como la del sufragio censitario, ley de la imprenta, y el control
de los ayuntamientos.
Los dos hechos más significativos de su reinado fueron el fin de la tercera guerra carlista y
el fin de la guerra de Cuba. En cuanto a la guerra carlista, la victoria llegó en el Marzo de
1876 y significó que este se fragmentara en dos bandos: “los integristas” partidarios de
mantener las viejas reclamaciones carlistas y los que se integraran en el Partido
Conservador.
A nivel político supone una reforma a nivel foral estableciéndose los conciertos
económicos que todavía hoy perduran.
Alfonso XII muere en noviembre de 1885 estando su mujer embarazada. Por ello su mujer
actuó como regente hasta la mayoría de edad en 1902. Destacar en su regencia la firma del
Pacto del Pardo (1885). Fruto de este pacto fue el llamado Parlamento largo, como se
conoce el gobierno de Sagasta.
Este gobierno trazó numerosas ideas liberales como la ley de Asociaciones en 1887 que
legalizaba a los movimientos obreros. En 1890 el sufragio universal masculino, en 1888 la
ley del jurado. Prácticamente durante esta fase se consigue reclamar todos los derechos
individuales que aparecían en la Constitución de 1869. En lo económico destacar la
aprobación del código del comercio y el código civil. Destacar los últimos años de la
regencia de María Cristina porque se rompe la estabilidad que existía hasta el momento.
Ello se debe a:
A finales del siglo XIX el régimen de la restauración se vio sacudido por una fuerte crisis
derivada de un conflicto colonial y de la perdida de los últimos restos del Imperio
Ultramarino. Mientras el resto de las potencias europeas y extraeuropeas (EUA, Japón) se
lanzaban a la conquista o consolidación de amplios espacios territoriales (imperialismo),
España perdía los restos del imperio de los Austrias y veía reducida su posición
internacional pasando a ser un mero peón más en el tablero mundial.
Pero paralelamente a la crisis exterior, España sufrió también una grave crisis interna,
fruto de lo que los coetáneos denominaron “desastre”, que aunque no cuestionó el sistema
de la Restauración si que acabó por reorientar la política exterior española.
El conflicto se reactivó en 1895 con el llamado Grito de Baire, en un ambiente popular con
numerosos apoyos y dirigidos por José Martí. A los pocos meses del estallido muere Martí
y le sucede Máximo Gómez y Antonio Maceo, que asumen la dirección de la revuelta. Para
sofocar el levantamiento, Cánovas envió a Martínez Campos, quien controla la situación
peor que el anterior y renunció aconsejando a Valeriano Weyler, normalizó la situación
militar utilizando guerra de guerrillas contra los insurrectos, una inteligente estrategia
que consistía en compartimentar el territorio de la isla por medio de líneas fortificadas
que impedían el paso a los guerrilleros.
Con la muerte de Maceo y pese a las numerosas bajas producidas en las tropas españolas
debido a las nefastas consecuencias del clima sobre la tropa, la guerra estaba ganada,
entonces se produjo la intervención americana directa.
La causa de la intervención americana fue el “hundimiento” del acorazado Maine. La
intervención de EUA trasladó el conflicto a Puerto Rico y Filipinas, tras la derrota de la
flota española en Cavite y Santiago de Cuba, España pierde definitivamente la guerra lo
que conllevó la firma del tratado de Paris en 1898 por la cual España renuncia a Cuba y
cede Puerto Rico, Guam y Filipinas a EUA.
Tras esta breve explicación del conflicto, convendría analizar antes de reflexionar sobre
las consecuencias, la visión del conflicto en España, que pasó de ser una guerra popular y
con grandes apoyos a ser causa de conflicto interno por el tema de las tropas enviadas a
Cuba (ricos y pobres).
Las consecuencias económicas derivaron de los propios lazos intereses económicos que
perdieron en las colonias, se produce una reorientación económica hacia el
proteccionismo que influyó en el fortalecimiento del mercado interior.
En cuanto a las consecuencias desde el punto de vista militar la Crisis de 1898 va orientar
una política militar más africanista especialmente en Marruecos, plasmado en la activa
labor diplomática española durante la conferencia de Marruecos de 1904 y confirmada en
la conferencia de Algeciras en 1906. También cambió la mentalidad de los militares
españoles que debido a la derrota se van a inclinar hacia posturas más autoritarias e
intransigentes y comportaran el retorno de la injerencia del ejército en España.
Pero sin duda el influjo más importante tras la Crisis de 1898 fue ideológico y moral que
comenzó con el Movimiento Regeneracionista que abogaba por un refuerzo de la identidad
nacional y por la aparición de proyectos políticos alternativos, todo ello como una crítica
velada al sistema de la Restauración. El autor de este movimiento va ser Joaquín Costa, que
propugnaba la necesidad de dejar atrás los mitos de un pasado glorioso, modernizando la
economía y la sociedad y alfabetizando a la población “Escuela y despensa y siete llaves al
sepulcro del Cid”. Defiende una reforma del sistema de la Restauración que incluye el
desmantelamiento del sistema caciquil y la transparencia electoral.
Para concluir el tema analizaremos la critica que tuvo en la vertiente literaria, con la
magnífica generación de escritores conocido como Generación del 98, en los que la
preocupación de España y sus gentes va quedar expresada soberbiamente por los famosos
Unamuno, Valle Inclán… En conclusión se puede señalar que la Crisis de 1898 es la
primera piedra de toque de que el sistema político de la Restauración no es tan perfecto y
a partir de este momento unido a la muerte de sus líderes carismáticos, Sagasta y Cánovas,
comienza el canto del cisne de este periodo.
Enlace 3: El nacionalismo, el regionalismo y el movimiento obrero
Esta ideología nace en los albores del siglo XIX en Europa y se consolida en España a
finales del XIX en algunas zonas del país: Cataluña, País Vasco, Galicia, Andalucía y
Comunidad Valenciana. Hasta ese momento el proceso de formación del nacionalismo
había sido similar al resto de Europa, un auge en el ámbito cultural con el movimiento
romántico, de ahí pasará a la reivindicación política. Esta ideología de origen burgués no
fue homogénea ya que en ella participaron grupos diferentes (federalistas, carlistas…), el
nexo de unión de estos grupos era la identificación con una cultura propia, su crítica al
sistema de la Restauración y en especial a la concepción centralista del Estado.
Otros movimientos políticos excluidos aunque en este caso con una importante base de
tipo social, fueron los movimientos obreros. Si dejamos al margen a los partidos
puramente republicanos ya existentes en el reinado de Isabel II, es en este periodo cuando
se consolidan los movimientos obreros, a imagen y semejanza de sus correligionarios
europeos. Antes de explicar los movimientos obreros conviene hacer una breve
introducción sobre las condiciones sociales de finales del siglo XIX (leer los apuntes de la
sociedad del siglo XIX).
El Anarquismo
Dio sus primeros coleteos de forma clandestina ya desde el Sexenio Democrático, pero es a
partir de 1881 cuando se reorganiza y se forma el FTRE (Federación de Trabajadores de la
Religión Española) que va a gozar de una gran implantación en Cataluña y Andalucía. Esta
doble implantación tuvo también una doble vertiente, ya que mientras en Cataluña el
anarquismo fue de carácter más reivindicativo en Andalucía va a actuar un grupo de
carácter clandestino conocido como la Mano Negra. Este grupo, era seguidor de una
corriente del anarquismo partidario del uso de la violencia como modo de atraerse a las
masas, despertar consciencias y destruir el estado. La estrategia política anarquista se va a
centrar en tres tipos de acciones:
- Violentas:
• Atentado en Barcelona 1843-1896.
• Asesinato de Cánovas en 1897.
- Sindicales:
• Participación en la huelga general de 1917.
• Jornada laboral de 8 horas.
• Confederación Nacional de Trabajo (CNT) EN 1910.
- Culturales: proporcionan actos culturales educativos.
Se consolida en España tras la fundación del PSOE en 1879 con la figura de Pablo Iglesias.
El partido de ideología marxista en sus bases presentaba tres demandas fundamentales:
El Obrerismo Católico
Para concluir el tema, los conflictos colectivos canalizados por las organizaciones obreras
políticas experimentarán cambios improcedentes con el inicio del siglo, destacando dos
acontecimientos: