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TEMA 1. ¿QUÉ ES LA FILOSOFÍA?

1. ¿QUÉ ES LA FILOSOFÍA?

Podemos definir la filosofía, de un modo bastante resumido, como la búsqueda de las sabiduría por sí
misma, sin un objetivo diferente al propio goce del saber, a esto se le debe añadir la pretensión de
conocer y explicar el mundo sin ningún elemento de carácter religioso o mitológico, haciendo uso de
un método racional y especulativo. Desde muy antiguo el termino filosofía ha sido traducido como
“amistad por el saber”, “búsqueda del saber” o “goce por el saber”.
Las definiciones de la filosofía han sido, muy variadas a lo largo de la historia, común en todas ellas
parece ser que el hecho de la filosofía se nos presenta siempre como un problema en sí misma, esto
responde al deseo de esclarecer, relacionar y englobar todos los problemas que se plantea el ser
humano. Por ello, preguntar ¿qué es la filosofía? Es una cuestión inerte a la filosofía. Así, en la
medida en que cada sistema filosófico se posiciona y entiende la filosofía de una manera determinada,
encontramos respuestas diferentes a lo largo de la historia sobre el qué hacer filosófico.

2. PRINCIPALES PROPUESTAS FILOSÓFICAS DE LA ANTIGÜEDAD

Podemos reducir a dos las principales respuestas filosóficas de la Antigüedad: Platón Y Aristóteles.
Estos autores coinciden en plantear que la filosofía nace de la admiración y la extrañeza humana ante
el mundo. Para Platón el saber filosófico pretende superar las contradicciones que generan las
experiencias sensibles y llega a una visión de la realidad centrada en las “ideas”. Para Aristóteles la
función de la filosofía se centra en la investigación de las causas de las cosas de la realidad que nos
rodea y sus principios.
Platón distingue la doxa (la opinión) de la episteme (la ciencia) y le da toda la importancia a la
segunda. Aristóteles realiza grandes investigaciones y avances lógicos, ordenando los distintos saberes
humanos y sus métodos de investigación. Según Aristóteles la filosofía es la ciencia del saber más
elevado de todos los saberes porque pretende encontrar los principios y causas de la realidad.
Desde Platón y Aristóteles se suceden diversas escuelas filosóficas que se centraron en la reflexión
moral, tratando de encontrar distintas o diferentes normas para la vida: estoicismo, epicureísmo,
pirronismo, etc.

3. LA FILOSOFÍA EN LA EDAD MEDIA

Durante la E. Media la filosofía estuvo muy vinculada a la religión sus principales autores y sus temas
de reflexión suelen tener carácter teológico. La filosofía y la teología mantendrán durante los 1000
años que dura la E. Media una relación compleja en algunos autores será de colaboración y en otros
será de enfrentamiento, esto dará lugar al debate entre RAZÓN y FE.
También conviene recordar que la filosofía medieval reflexionó sobre las normas de la vida que habían
sido desarrolladas por las escuelas filosóficas helenísticas, es decir, reinterpretaciones estoicas y
epicureistas.

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4. LA FILOSOFÍA EN LA EDAD MODERNA

Descartes es considerado el iniciador de la filosofía moderna y, por tanto, de la modernidad. Este autor
insiste en la necesidad de cambios metodológicos, sus propuestas se inspiran en sus experiencias como
investigador y sus éxitos como matemático.
Descartes considera las matemáticas como un modelo que ha de sustituir los modelos discursivos y
teológicos presentes en su época, es importante resaltar el carácter renovador y crítico de sus
propuestas.
El giro crítico que caracteriza a la filosofía moderna se expresó en dos corrientes diferentes: el
racionalismo continental y el empirismo inglés. El racionalismo insistió en que el conocimiento
humano se basa exclusivamente en la razón, el empirismo creía que el fundamento del conocimiento
debían ser los sentidos.
En las postrimerías del siglo XVIII Kant, trató de superar las diferencias de las corrientes
mencionadas anteriormente ofreciendo una síntesis crítica que define al conocimiento como algo
racional pero que también puede hacer uso de datos empíricos.

5. LA FILOSOFÍA COMO SABER

El saber es un “contacto con la realidad”, con el fin de diferenciarla y caracterizarla. Además de esto,
requiere ciertos elementos sin los que no podría se considerado como tal: tendencia a la objetividad y
universalidad de lo sabido, tendencia a hacer consciente lo que se sabe, actitud crítica y autocrítica,
diálogo, etc.
El saber es una aprehensión de la realidad por medio de la cual esta queda definida por un sujeto,
expresado y trasmitida a otros sujetos, sistematizada e incorporada a una tradición intelectual. En este
sentido conviene resaltar el carácter histórico de todo saber, incluido el filosófico, que siempre
presenta un proceso similar: primero se propone una idea, se descubren ciertas insuficiencias y se
sustituyen por otras ideas, así sucesivamente.

6. DOXA Y EPISTEME

La distinción entre Doxa y episteme en la filosofía platónica se refiere a los grados o escalas del
conocimiento humano en relación a la verdad que este tiene; la episteme estaría en un nivel mucho
más elevado que la doxa. La doxa (opinión) es considerada como en conocimiento superficial, parcial
y limitado. El conocimiento dóxico es sensitivo y nos ofrece la apariencia de las cosas pero no su
realidad misma por ello puede considerarse engañoso y falso.
El termino episteme se traduce como ciencia o conocimiento altamente especializado que es como se
define en la actualidad. La episteme se caracteriza en los siguientes cuatro términos:
 Saber necesario, conoce las causas y fundamentos de las cosas que se investigan.
 Saber objetivo, depende de la naturaleza del objeto que se investiga y no de nuestro punto de
vista sobre el mismo.
 Saber sistemático, procede de un modo organizado, siguiendo los mismos criterios lógicos y
racionales.
 Saber total, es un saber que ni se conforma con u conocimiento parcial de aquello que estudia,
tratando de establecer puentes y conexiones entre todos los ámbitos del conocimiento.

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7. CONOCIMIENTO TEÓRICO Y CONOCIMIENTO PRÁCTICO

El criterio sobre la utilidad del conocimiento, es decir, el porqué y para qué sirve el conocimiento
tuvo una gran importancia en la antigüedad especialmente en la obra de Aristóteles.
Aristóteles definía el conocimiento teórico como el conocimiento de la verdad con independencia
de su uso práctico. Se basa en un conocimiento abstracto, es decir, al margen de cualquier
concreción material, generando un saber universal que no está condicionado por las circunstancias
de la realidad, el saber teórico más elevado según Aristóteles la metafísica, el estudio del ser y sus
causas.
El conocimiento práctico tiene un objetivo claro, actuar en el mundo, persigue la felicidad que
busca todo ser humano. Según Aristóteles el conocimiento práctico puede dividirse en dos ramas
saber productivo, que permite hacer cosas, y saber práxico, está referido a la capacidad de gestión
de la vida social y política.

8. DISTINCIÓN ENTRE CIENCIAS DE LA NATURALEZA Y CIENCIAS DEL ESPÍRITU.

Durante el Siglo XIX surgieron una serie de ciencias que se centraban en las producciones y las
relaciones humanas: la sociología, la economía, historia del arte, la psicología, etc. Podemos decir que
las ciencias sociales (ccss) se diferencian de las naturales (ccnn) en los siguientes aspectos:
- las ccnn estudian fenómenos naturales que pueden convertirse en leyes generales. Las ccss
estudian acciones humanas en sus circunstancias históricas, no pueden reducirse a leyes
generales.
- Las ccnn se basan en las explicaciones causales que establecen una conexión similar para los
mismos fenómenos. La experimentación y la elaboración de hipótesis son esenciales en la
metodología de las ccnn. Las ccss tratan de comprender el sentido de los “productos humanos”
que no pueden ser reducidos a una simple conexión causal por la arbitrariedad que rigen las
acciones humanas.

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9. LA FILOSOFÍA Y LA INCONFORMIDAD CON EL SABER TRADICIONAL O MÍTICO.

El origen de la filosofía está muy relacionado con el saber religioso griego; el saber mítico y el saber
religioso comparten muchas preguntas y muchos objetos de explicación. Sin embargo, el método de
explicación es bastante diferente; la explicación mítica es meramente descriptiva y cargada de
elementos sagrados o misteriosos, y la explicación filosófica es racional y profana (sin uso de
religión).
El paso del mito al logos (razón) tuvo lugar en Grecia, aunque existen muchos pensadores que dudan
de ese origen y lo buscan en Egipto, en Mesopotamia o en Asia. No se pueden negar las evidentes
influencias de otras civilizaciones en la cultura y en el pensamiento griego, pero fue en Grecia donde
el pensamiento filosófico alcanzó su madurez.
La filosofía griega es investigación racional, es decir, autónoma, no se apoya en una verdad manifiesta
o relevada, escrita en un libro sagrado y amparada por una casta sacerdotal. La filosofía es resultado
del ejercicio de la razón, y es accesible a todo ser humano en tanto ser racional.

10. EL SABER TARDICIONAL EN LA FILOSOFÍA.

Todo saber y todo conocimiento surgen en un entorno cultural que da sentido a lo que nos rodea, y
nos hace concebirlos de una manera determinada.
Por usar u símil biológico, no podemos nacer en el vacío (cultural), necesariamente tenemos que
hacerlo en un entorno que influirá en gran medida en el desarrollo de nuestra vida.
A este entorno cultural que nos rodea y nos forma mediante procesos socioculturales complejos se le
denomina “cultura”, “cosmovisión” o “tradición”.
Toda pregunta, aspiración, sentimiento… que nos planteamos en nuestra vida, parte de los conceptos
previos establecidos en nuestra cultura. Por tanto, la realidad no nos está dada en estado puro, si no
que es un mundo, es decir, una manera de entenderla, desarrollarla históricamente, y de la que no
podemos escapar absolutamente, como mucho, podemos aspirar a su cuestionamiento y a la crítica de
lo vigente, al descubrimiento de lo sabido, de lo que todavía no está establecido, y debe ser
tematizado, estudiado y determinado racionalmente.
11. EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO ASÉPTICO (PREJUICIOS).

Etimológicamente, un prejuicio es un juicio previo. En relación a la ciencia tiene un carácter negativo,


se les considera creencias no fundamentales o actividades no razonadas, basadas en valoraciones sin
un conocimiento completo o adecuado de lo juzgado. En este sentido, Francis Bacon los denominó
“ídolos”, falsas variaciones que obstaculizan el conocimiento y el avance de la ciencia.
Por su parte, H.G. Gadamer reivindica los prejuicios de un modo diferente, considera que toda
comprensión parte de unas estructuras previas que están configuradas históricamente. En todo proceso
de comprensión se parte de una serie de presupuestos, o prejuicios que permiten la realización de todo
juicios y constituyen una memoria cultural que abarca teorías, mitos, tradiciones, conceptos… el
sujeto que conoce o comprende no puede partir de cero, sino que tiene en su ser toda la historia de la
cultura en la que ha nacido y se ha formado.

12. LA REFLEXIÓN FILOSÓFICA

Una de las características de la Filosofía es la ausencia de un objeto de investigación propio,


claramente acotado y definido. La filosofía tiene como carácter muy general, cualquier materia o
ciencia tiene una rama de la filosofía que la estudia, cualquier cuestión o problema tiene repercusiones
más amplias que acaban exigiendo una reflexión filosófica.
Pero no podemos confundir la filosofía con un saber enciclopédico que domina todos los campos del
conocimiento y de la ciencia. El matiz está en que la filosofía aborda las investigaciones con un
espíritu generalizador, esclarecedor y crítico. Explora todas las direcciones, todas las relaciones del
conocimiento y la acción humana, despierta un hábito de sospecha que se transforma en una
personalidad crítica y en un deseo de saber por cuenta propia. Ese hábito permite entender y valorar el
mundo de un modo más adecuado, huyendo de cualquier manipulación. El filósofo alemán I. Kant
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(S. XVIII) definió esta actitud con un ejercicio de madurez personal (hacerse mayor. Dejar de ser un
niño, y dejar de creerse todo lo que dicen, y convertirse en adulto con personalidad crítica), queda
muy bien recogido en la expresión “sapere aude” (“atrévete a pensar”).

13. LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA.

Cuando la filosofía griega empezó a madurar tenía objeto de investigación la naturaleza (physis), esta
será la característica fundamental del grupo de filósofos denominados “presocráticos”. No debemos
confundir la denominación “presocráticos” con la de “filósofo anterior a Sócrates). Es cierto que
muchos de estos pensadores vivieron antes que Sócrates, pero también existen casos que no. Se usa la
figura de Sócrates como límite, porque el filósofo ateniense marcó un giro en la reflexión filosófica.
Para él, lo más interesante eran las cuestiones humanas: la política, la ética, la economía y la estética.
Sócrates se preocupaba y reflexionaba sobre cuestiones antropológicas, por eso se ha denominado a
este cambio como “giro antropológico”.
Algunos de los filósofos son:
- Thales de Mileto.
- Anaxímenes.
- Anaximandro.
- Pitágoras.
- Empédogles.
- Parménides.
- Heráclito.
- Anaxágoras.
- Demócrito.

14. NIETZSCHE, LA FILOSOFÍA COMO LA HISTORIA DE UN ERROR.

F. Nietzsche analiza la historia de la filosofía con un espíritu muy crítico, en su obra” El crepúsculo de
los ídolos” considera que durante siglos ha persistido un error originado en la filosofía socrática
platónica; la creencia en un mundo ideal y verdadero, diferente al mundo en el que vivimos. Esa
creencia, según Nietzsche se transformó en desprecio hacia nuestro mundo, una negación de lo que
nos rodea y una afirmación de lo que es meramente ideal y que es considerado como la auténtica
realidad. Esta visión de la realidad ha triunfado a lo largo de la historia de occidente.
La causa del origen y triunfo del idealismo en occidente está según Nietzsche en el miedo que tenemos
a las limitaciones, dificultades y sufrimientos que la vida nos plantea: el dolor, la muerte, el caos, la
enfermedad… por ello, según Nietzsche, el supuesto mundo ideal racional y eterno es una solución
ilusoria inventada para solucionar problemas irresolubles e inquietantes, dando sentido a la existencia,
inmortalidad a la vida y orden al universo.

15. ORTEGA, CIENCIA Y FILOSOFÍA.

Ortega definió la filosofía como “conocimiento del Universo”, contraponiéndola a la ciencia, a la que
definió como conocimiento de la materia. El científico y el filósofo conocen muy bien aquello que
investigan, pero el científico tienen un objeto delimitado por el ámbito de estudio al que pertenece, el
filósofo carece de un objeto de conocimiento delimitado, porque su objeto es “el todo”. Lo que
interesa a la filosofía, según Ortega, no es únicamente la solución a los problemas que se plantean,
como le ocurre a la ciencia, para la filosofía también es importante el plantearse las cuestiones, los
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problemas y los interrogantes. Según Ortega, las peculiaridades descriptivas de la filosofía forman
parte de la propia naturaleza humana, la fragmentación del conocimiento que ha provocado la ciencia
deja intactas las preguntas que atañen a todo el ser humano, y a los que nunca puede renunciar. Para
Ortega, la verdad que alcanza la ciencia tiene la virtud de ser exacta, pero es fragmentaria, es necesario
integrarla y completarla con otras verdades no científicas, más completas y complejas que no
renuncian a la totalidad. La tarea de ensamblaje y de respuesta a las preguntas más importantes, según
Ortega, es tarea del filósofo.

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