Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Emile Durkheim
seleccionados
FUCNTC: I4S REG¿AS DEL MÉTODO SOCIOLÓGICO
l. ¿Qué es un hecho social? de acuerdo con ellos, esta coacción no se hace sentir o lo hace
levemente y por ello es inútil. Pero no deja de ser un carácter
Realmente, en toda sociedad hay un grupo determinado de intrínseco dé estos hechos, y la prueba es que ella se afirma
fenómenos que se distinguen por caracteres definidos de los desde el momento en que intento resistir. Si pretendo violar las
que estudian las otras ciencias de la naturaleza. reglas del derecho, éstas reaccionan contra mí para impedir el
acio si llegan a tiempo, o para anularlo y restablecerlo en su
Cuando yo cumplo mis funciones de padre, esposo o ciu-
forma normal si ya está realizado y es reparable, o para ha-
dadano, ejecuto los compromisos que he contraído lleno de de-
cerme expiarlo si no puede subsanarse de otra manera. ¿Se
beres que son definidos, fuera de mí y de mis actos, en el dere-
trata de máximas puramente morales? La conciencia pública
cho y en las costumbres, Aun cuando están de acuerdo con mis
se opone a todo acto que las ofenda mediante la ügilancia que
propios sentimientos y sienta interiormente su realidad, ésta
ejerce sobre la conducta de los ciudadanos y las penas espe-
no deja de ser objetiva; porque no soy yo quien los ha hecho, si-
ciales de que ella dispone. En otros casos, la coacción es me-
no. que los he recibido por medio de la educación.
nos üolenta, pero no deja de existir. Si no me someto a Ias con-
El sistema de signos de que me sirvo para expresar mi pen- venciones del rñundo, si al vestirme no tengo en cuenta los
samiento, el sistema de monedas que empleo para pagar mis usos seguidos en mi país y en mi clase, la risa que provoco, el
deudas, los instrumentos de crédito que utiiizo en mis relacio- alejamiento a que se me condena, producen, aunqu€ de una
nes comerciales, las prácticas seguidas en mi profesión, etcéte- manera atenuada, los mismos efectos que una condena pro-
ra, funcionan independientemente deluso que yo hago de todo piamente dicha. Por otra parte, la coacción, aunque sea indi-
ello. He aquí, por tanto, modos de obrar, pensar y sentir qle iecta, no deja de ser eficaz. Si soy francés no estoy obligado a
presentan la notable propiedad de que existen fuera de las hablar francés con mis compatriotas, ni a emplear la moneda
conciencias individuales. francesa legal, pero es imposible que obre de otra manera. Si
pretendiese escapar a esta necesidad, mi intento fracasaría mi-
Estos tipos de conducta o de pensamiento no solamente
serablemente.
son exteriores al individuo, sino que están dotados de un po-
der imperativo y coercitivo en virtud del cual se ie imponen, He aquí entonces un orden de hechos que presentan carac-
quiera o no quiera. Sin duda, cuando yo estoy compietamente teres muy especiales: consisten en formas de obrar, pensar y
EMILE DUuKHEIM 7 3
deci¡ por el número que se obtiene dividiendo la media total su base son todos ellos maneras de hacer, son de orden fisio-
anual de matrimonios, nacimientos, muertes voluntarias por el lóeico. Ahora bien, hay también maneras d¿ s¿r colectivas; es
de hombres en estado de casarse, de procrear o de suicidarse. deiir, hechos sociales de orden anatómico o morfológico' La
Porque, como cada una de estas cifras comprende indistinta- sociología no puede desentenderse de 1o que concierne al sus-
mente todos los casos parliculares, las circunstancias indivi- trato dó la vida colectiva. Sin embargo, el número y la natu-
duales que pueden tenei alguna intervención en la producción raleza de las partes elementales de que se compone la socie-
del fenómeno se neutralizan allí mutuamente y, en consecuen- dad, la forma-en que están dispuestas, el grado de cohesión a
cia, no contribuyen a determinarlo. Lo que expresa es un esta- que han llegado, li
distribución de ia población sobre la su-
do determinado del alma colectiva. perficie delierritorio, el número y ia naturaleza de las vías de
comunicación, la forma de las viviendas, etc., no parecen, a
He ahí 1o que son los fenómenos sociales desembarazados primera vista, poder relacionarse con formas de obrar, sentir
de todo elemento extraño. En cuanto a sus manifestaciones pri- o pensar.
vadas, tienen algo de social, puesto que reproducen en parte un
modelo colectivó; pero cada una de ellas depende tambié¡, y e¡ Pero, en primer lugar, estos diversos fenómenos plesentan
gran parte, de la constitución psico-orgánica dei individuo, de la misma característióa que nos ha servido para definir los
ias ciicunstancias particulares en que está colocado. No son, otros, Estas maneras de ser se imponen al indiüduo del mismo
por tanto, fenómenos propiamente sociológicos. modo que las maneras de hacer de que hemos hablado. En
efecto, óuando se quiere conocer ia forma en que,está dividida
Pero se dirá: un fenómeno no puede ser colectivo más que
ooiÍticamente unaiociedad... Es sólo a través del derecho pú-
si es común a todos los miembros de la sociedad o, por 1o me-
bli.o .oro es posible estudiar esta organización, porque es-es-
nos, a la mayoría de ellos, si es general. Sin duda, pero si esge-
te derecho el que la determina, de la misma manera que,define
neral es porque es colectivo (es decir, más o menos obligatorio),
nuestras relaclones domésticas y cívicas. Y no es por ello me-
pero en modb alguno es colectivo porciue.es general. Es un es-
nos obligatoria. Si la población se amontona en nuestras ciu-
iado del grupo que se repite en los individuos porque se impo-
dades eñ lugar de dispersarse por los campos, es porque hay
ne a los mismos.
una corriente de opinión, un impulso colectivo que impone.a
Pero aun cuando el hecho social es debido en pafie a nues- los individuos esta concentracióñ, No podemos elegir ya ni la
tra colaboración directa, no es de otra naturaleza. forma de nuestras casas ni la de nuestros vestidos; por lo me-
nos ia una es tan obligatoria como la otra. Las úas de comuni-
Llegamos, pues, a representarnos de una manera precisa el
cación determinan dé una manera imperiosa el sentido en el
curpoi. la soiiología. Ño comprende más que un grupo deter-
cual se realizan las migraciones y los cambios interiores, etc.
minádo de fenómenós, Un hecho social se reconoce por el poder
de coacción externo que ejerce o es susceptible de ejercer sobre ios Estas maneras de ser no son más que maneras de hacer
individuos; y la presencia de este poder se reconoce a su vez sea consolidadas. La estructura política de una sociedad no es sino
por la existencia de una sanción determinada, sea por la resisten- la manera en que los diferentes sectores que la componen han
cia que el hecho opone a toda empresa individual que tienda a vio- tomado la costumbre de vivir entre sí, Si sus relaciones son tra-
larlo. Sin embargó, se le puede definir también por la difusión que dicionalmente estrechas, los sectores tienden a confundirse; en
presenta en elinierior del grupo, a condlcjón de qr-re, siguiendo las el caso contrario, tienden a distinguirse' El tipo de habitación
bbservaciones precedentei, sé tenga cuidado de añadir como ca- que nos imponen no es otra cosa que la manera en que todos
racteística segunda y esencial qué enste independientemente de lós que nos rodean y, en parte, las generaciones anteriores se
las formas indiüduales que toma al difundirse. han icostumbrado a construir las casas. Las vías de comunica-
ción sóio son ei lecho que se ha cavado a sí misma, corriendo
Por otra parte, esta segunda definición no es más que otra
en el mismo sentido, la corriente regular de los cambios y mi-
forma de la pnmera; porque si una manera de conducirse, que
graciones, etc.
existe fuera-de las conciéncias indiüduales, se generaliza, no
puede ser más que imponiéndose' Nuestra definición comprenderá por consiguiente todo lo
Sin embargo, podríamos preguntarnos si esta definición definido si decimos: Es lrcclío social toda nnnera de hacer, fiia o
es completa. Ei efecto, los heihos que nos han suministrado no, susceptible de ejercer sobre el individuo una coacción exte-
EMILE DUuKHEIM 7 5
han vuelto más raros; pero también, muchos actos que lesio- da es una estructura, más resistencia opone a toda modifica-
naban este sentimiento han entrado en el derecho penal, del ción y 1o mismo ocurre tanto en los ordenamientos funcionales
que antes no dependían: calumnias, injurias, difamación, como en los anatómicos, Ahora bien, si no hubiese delitos, es-
ta condición no se cumpliría; porque tal hipótesis supone que
Acaso se pregunte, por qué esta unanimidad no se extiende
los sentimientos colectivos habrían llegado a un grado de in-
a todos los sentimientos sin excepción. La conciencia moral de
tensidad sin ejemplo en la historia. Nada es bueno indefinida-
la sociedad se encontraría entonces completa en todos sus in-
mente y sin limitación. Es preciso que la autoridad que tiene la
dividuos con una vitalidad suficiente para impedir todo acto
conciencia moral no sea excesiva; en otro caso nadie se atreve-
que la ofendiera, tanto las faltas puramente morales como los
ría a contradecirla y ella se plasmaría demasiado fácilmente en
delitos. Pero una uniformidad tan universal y absoluta es radi-
una forma inmutable. Para que pueda evoluciona4 es preciso
calmente imposible, porque el medio físico inmediato en el
que pueda abrirse paso la originalidad individuai; ahora bien,
cual cada uno de nosotros se halla colocado, los antecedentes
para que la conciencia del idealista que sueña con ir más allá
hereditarios, las influencias sociales de que dependemos varían
de su siglo pueda manifestarse, es necesario que la del delin-
de un individuo a otro y, en consecuencia, Ias conciencias son
cuente, que está por debajo de su tiempo, sea posible. La una
distintas. No es posible que todo el mundo se parezca en este
no existe sin la otra,
punto, puesto que cada uno tiene su propio. organismo y estos
organismos ocupan porciones diferentes del espacio. Esto no es todo. Además de esta utilidad indirecta, ocurre
que el propio delito representa un papel útil en esta evolución.
Como no puede haber ninguna sociedad en que los indiü-
duos no diverjan más o menos del tipo colectivo, es ineütable No solamente él implica que el camino se halla abierto a los
también que entre estas divergencias haya algunas que presen- cambios necesarios, sino además, en ciefios casos, prepara di-
ten un carácter criminal. Porque lo que les confiere este carác- rectamente estos cambios.
ter no es su importancia intrínseca, sino 1a importancia que les La libertad de pensamiento de que disfrutamos hoy día ja-
concede la conciencia común. Si ésta es más fuer1e, si tiene más hubiera podido ser proclamada si las reglas que la prohi-
bastante autoridad para hacer que estas divergencias sean muy bían no hubiesen sido violadas antes de ser solemnemente de-
débiles en valor absoluto, será también más sensible, más exi- rogadas. Sin embargo, en aquel momento, aquella violación
gente y reaccionará contra las menores desüaciones con la era un delito, porque era una ofensa a los sentimientos todavía
energía que ella emplea sólo contra los drsidentes más consi-
derables; les atribuirá Ia misma gravedad, es decir, las conside-
muy vivos de la generalidad de las conciencias. Isin embargo,
este delito era útil porque preludiaba transformaciones que de
rará criminales. día en día se hacían más necesarias. La filosofía libre ha teni-
El delito es, por tanto, necesario; se halla ligado a las con- do por predecesores a los herejes de todas clases, a los que el
diciones fundamentales de toda vida social, pero por esto mis- brazo secular ha castigado justamente durante toda la Edad
mo es útil; porque estas condiciones de que él es solidario son Media y hasta la misma úspera de la Edad Contemporánea.
indispensabies para la evolución normal de la moral y del de-
Desde este punto de vista, los hechos fundamentales de la
recho.
criminalidad se nos presentan bajo un aspecto enteramente
En efecto, hoy día ya no es posible discutir que no sola- nuevo. En contra de las ideas corrientes, el delincuente no apa-
mente ei derecho y la moral varían de un tipo social respecto rece ya como un ser radicalmente insociable, como una especie
de otro, sino también que cambian para un mismo tipo si se de parásito, de cuerpo extraño e inadmisible, introducido en el
modifican las condiciones de ia üda colectiva. Pero para que seno de la sociedad; es un agente regular de la vida social. El de-
estas transformaciones sean posibles, es preciso que los senti- lito, por su parte, no debe concebirse como un mal que no po-
mientos colectivos que constituyen la base de la morai no sean dría ser contenido en límites demasiado estrechos; pero lejos de
refractarios al cambio y que, por consiguiente, tengan sólo una que haya lugar a felicitarse cuando el delito desciende demasia-
energía moderada. Si fuesen demasiado fuer1es, ya no serían do sensiblemente por debajo del nivel ordinario, se puede estar
plásticos. Todo ordenamiento, en efecto, es un obstáculo para seguro de que este progreso aparente es a la vez contemporáneo
una reorganización y esto tanto más cuanto más sólido y pri- y solidario de alguna perturbación social. Así ocurre que la cifra
mitivo sea este ordenamiento, Cuanto más fuertemente acusa- de agresiones y heridas alcanza su cota mayor sólo en tiempos
EMILE DURKHEIM 77
ellos se derivan; se encontrará entonces más fácilmente la pri- la utilidad del hecho no es lo que le hace ser, es preciso gene-
mera, si la última es ya conocida. ralmente que éste sea útil para que pueda mantenerse,
Pero si no se debe proceder más que en segundo lugar a la Es necesario mostrar cómo concurren entre sí los fenóme-
determinación de la función, ésta no deja de ser necesaria pa- nos de que se trata, a fin de poner a la sociedad en armonía
ra que la explicación del fenómeno sea completa. En efecto, si consigo misma y con el exterior.