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Enamorarse y estar enamorado

El enamoramiento es un estado transitorio en el cual una persona se siente profundamente atraída


por otra. Pero amar de verdad a alguien va mucho más allá de esta “emoción”.
Así lo plantea Paul Hudson, filósofo, escritor y empresario con residencia en Nueva York (Estados Unidos),
quien escribió un columna en el portal de tendencias Elite Daily, donde expone 10 diferencias entre estar
enamorado y amar realmente a una persona.
“Me tomó mucho tiempo aprender la diferencia entre estar enamorado y realmente amar a esa persona”,
explicó, añadiendo que “los corazones se rompen repetidamente a lo largo de los años, y aunque me
hubiera gustado que el dolor se pudiera haber evitado, las experiencias me enseñaron más que cualquier
libro o clase”, añadió.
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Asimismo, indicó que -como muchos de nosotros- él creció entre los cuentos de hadas e historias de amor
que enseñan que estar enamorado y amar son la misma cosa. “Eso no podría estar más lejos de la verdad”,
enfatiza.
“Estar enamorado de alguien y amar a una persona son dos cosas diferentes. Entender la diferencia y ser
capaz de aplicar los conocimientos a tus propias relaciones es clave para construir una relación duradera”,
señala.
1. Cuando estás enamorado de alguien, quieres a esa persona
“Estar enamorado es querer ser dueño de una parte de la otra persona. Es la creencia de que esta persona
es tan maravillosa que quieres que él o ella sea una parte de tu vida, una parte de ti. Cuando te enamoras
de una persona, sientes un impulso intenso de consumir a esa persona de cualquier manera posible”,
explica.
“Estar enamorado es creer que necesitas a alguien para ser feliz”, agrega
2. Cuando amas a alguien, necesitas a esa persona
“No sólo quieres, necesitas a esa persona. La necesitas para vivir una vida feliz y saludable, debido a que tu
felicidad depende literalmente de él/ella”, explicó.
“Necesitas que él o ella sea parte de tu vida de una forma u otra, no porque quieres ser dueño de un pedazo
de esta persona, sino porque quieres darle un pedazo de ti mismo; amar a alguien es considerar que esa
persona es digna de ser dueña de una parte tuya”, indica Paul, agregando que “no se trata de propiedad; se
trata de querer lo mejor para esa persona – algo que suele significar dejar ir a tu amor”.
3. Cuando estás enamorado de alguien, tus emociones están siempre en lo más alto.
Paul dice que cuando estás enamorado “tu cerebro está produciendo el más asombroso cóctel químico,
haciendo que te sientas como si estuvieras flotando en lo alto de una nube. Estás como flotando sólo por
estar enamorado de una persona y es una sensación que no quieres que nunca se vaya”.
Pero aunque nadie quiere bajarse de esa nube, el problema es que inevitablemente en algún momento te
vendrás abajo.
4. Cuando amas a alguien, tus emociones se asientan y luego fluctúan.
“Amar a alguien no se trata tanto de las emociones, se trata más de los pensamientos”, afirma Paul,
agregando que “pensar en alguien, desearle lo mejor, hacer lo posible para que él o ella sea feliz y cuidar a
esa persona tanto como a ti mismo, eso es el amor. Las emociones que vienen con ello, son sólo
beneficios”, explica.
“Una vez que haya pasado la etapa de enamoramiento, amarás realmente. Tienes que aprender a dejar de
lado ese estado de emoción al límite, para lidiar con emociones más estables, que algunas veces sufren
fluctuaciones. Estas últimas no tienen tanto que ver con las emociones del enamoramiento”, enfatiza.
5. Cuando estás enamorado de alguien, estás apuntando a un objetivo.
“Eso es lo que hace que el enamoramiento sea tan emocionante, el anhelo constante por más. Quieres
pasar más tiempo con esta persona, conocerla mejor, estar con esta persona tanto como sea posible.
Siempre quieres tener más, y quieres construir una relación cada vez más seria”, dice Paul.
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6. Cuando amas a alguien, no te apresuras por llegar a la meta.
“El objetivo que tenías ya no existe porque ya lo has alcanzado. Esto suele asustar a la gente, ya que
comienza a sentir la necesidad de seguir avanzando”, manifiesta Paul.
Pero “por desgracia, todo en el universo es finito. No se puede avanzar y continuar construyendo siempre
algo más grande. Lo único que puedes hacer es seguir reforzando lo que ya tienes”, expresa.
Amar a alguien “no sólo es comprender que lo que tienes es todo lo que necesitas, sino que tienes ganas de
fortalecer ese vínculo de manera indefinida”, puntualiza.
7. Cuando estás enamorado de alguien, piensas que te importa más esa persona de lo que realmente
es.
Paul asegura que “enamorarse es mucho, mucho más fácil que amar. Cuando estás enamorado, los
químicos en el cerebro y el cuerpo te hacen sentir como si esa persona fuera la mejor del mundo. Crees que
esta persona es la más increíble que has encontrado”.
“Lamentablemente, esta forma de pensar por lo general desaparece tan pronto como los químicos
desaparecen. Entonces te quedas perdido y confundido”, añade.
8. Cuando amas a alguien, te preocupas por esa persona más de lo que piensas.
“Estar enamorado es fácilmente reconocible, ya que te hace sentir un anhelo constante, una necesidad
constante. Amar, por otra parte, no te dará esos recordatorios constantes”, indica.
“Sin embargo, la vida siempre logra darnos esos recordatorios. La vida suele alejar a la gente de nosotros,
dañarla, y, a veces incluso se la lleva para siempre”, afirma.
Pero, “cuando realmente amas a alguien, esos momentos de separación y pérdida abruman con emoción.
La gente suele olvidar lo mucho que ama a una persona o no se da cuenta de lo mucho que la ama, hasta
que la vida los obliga a recordar”, concluye.
9. Cuando estás enamorado de alguien, puedes desenamorarte de esa persona.
“Todo lo que sube tiene que bajar”, dice Paul y explica que enamorarte es tan fácil como desenamorarte. “El
enamoramiento es en su mayoría una creación de nuestra mente. Nos permitimos enamorarnos al idealizar
a la persona y a la relación. Cuando estás enamorado, la realidad no siempre se alinea con tu versión de la
misma”, agrega.
10. Cuando amas a alguien, nunca dejas de amar a esa persona
“Amar a una persona es algo que define en parte la persona que eres. Aquellos que amamos, por los que
nos preocupamos, aquellos que significan el mundo para nosotros, y que han afectado nuestras vidas, son
los que en realidad nunca nos dejan”, dice.
“Pueden irse de nuestras vidas, pero nunca de nuestras mentes. Su memoria, pensar en ellos, nos hace
sentir emociones fuertes. Su presencia en nuestras vidas ha tenido una influencia tan increíble que, gracias
a ellos, somos personas diferentes. Cuando amas a alguien, no se puede dejar de amar a esa persona
porque sería exigirte que dejes de amar a una parte de ti mismo” finaliza.

Libre- El enamoramiento es un estado psicótico transitorio


El enamoramiento es un estado psicótico transitorio. Es una locura afortunadamente pasajera. La persona
que ha caído en estado de enamoramiento se sale de la realidad compartida para entrar en un mundo
propio. Parece que vive en otro planeta, se siente ingrávida como una pompa de jabón. Dentro, en el
pecho, vuelan mariposas. Hay un estado de inquietud, de zozobra cuando no se está con la persona
amada. Mientras que todo es completud y nada falta si los enamorados están juntos.

Pero el enamoramiento no es real, es sólo virtual. Te enamoras de alguien a quien aún no conoces y pones
en ese alguien todo tipo de virtudes y perfecciones. Te montas la película que más te gusta. Los
mecanismos psicológicos que se ponen en juego se llaman 'Proyección' e 'Idealización'. Es como el cine, la
persona amada es la pantalla sobre la que proyecto todos mis ideales. Me enamoro de mi ideal, de algo
mío, de algo que sigue siendo 'yo'.

El tiempo acaba con el enamoramiento si los enamorados están juntos y se van conociendo. Puedo
idealizar a quien no conozco apenas, pero a quien ya conozco puedo admirarle, quererle, valorarle; o por
el contrario despreciarle, rechazarle e incluso odiarle. De una u otra manera, el conocimiento destruye el
espejismo. Lo que parecía eterno se descubre como efímero. El enamoramiento da paso en la mayoría de
las ocasiones al desamor, que puede tomar muchas formas. Afortunadamente, en algunas ocasiones,
cuando acaba el enamoramiento comienza el amor. Solo se puede amar aquello que se conoce y se quiere.
En el amor hay menos emoción y menos pasión que en el enamoramiento, pero es más estable, más real,
más verdad.

Por todo lo antedicho soy partidario de los noviazgos largos, lo suficientemente largos como para dar
tiempo a que se pase la locura. En definitiva, y aunque te parezca paradójico, nunca te cases enamorado.

B. Peral

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