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Retiro Pentecostés 09 PDF
Retiro Pentecostés 09 PDF
«¡Qué hermosos son los pies de los que anuncian la buena noticia!»
(Rom 10, 14-15)
Todos los cristianos, pastores y laicos, estamos z ¿Reconozco la importancia de la Acción Cató-
llamados a anunciar con obras y palabras el lica y otros Movimientos de Apostolado Seglar
Evangelio de Jesucristo. Los laicos son corres- para que los laicos se sientan apoyados de mo-
ponsables de la misión evangelizadora, que do asociado en su misión de anuncio evangeli-
nace de la común identificación con Cristo, un- zador?
gidos como Cristo en el Bautismo y la Confirma-
ción
Este es el sentido de los Movimientos Apostóli- “¿Cómo predicarán si no son enviados?”, nos
cos, como la Acción Católica. Es en su seno decía san Pablo. Todo lo vivido en este retiro ha
donde los laicos comparten procesos de forma- de llevarnos a tener presente el empeño que
debemos poner en la construcción del reinado y las instituciones desde la libertad, la justicia, la
de Dios, especialmente en unos momentos tan solidaridad, la paz...;
difíciles como los tiempos que estamos viviendo
actualmente. Y el anuncio de la Buena Nueva z impulse también a los laicos a “hablar de Je-
nadie puede hacerlo sin haber sido enviado. sús”, a proclamar y exponer con palabras, avala-
das por el testimonio de su vida, la persona y el
No habrá nunca evangelización posible sin la Evangelio de Jesucristo.
acción del Espíritu Santo. Él es quien, hoy igual
que en los comienzos de la Iglesia, actúa en “Qué hermosos son los pies de los que anun-
cada evangelizador que se deja poseer y condu- cian la buena noticia”. Nuestro mundo está se-
cir por Él, y pone en los labios las palabras que diento de Noticias y mensajes de vida, justicia,
por sí solo no podría hallar, predisponiendo perdón y paz. Que el Espíritu Santo mueva los
también el alma del que escucha para hacerla corazones de los cristianos para anunciar el me-
abierta y acogedora de la Buena Nueva y del jor Mensaje: Jesucristo. No podemos guardár-
reino anunciado. noslo, tenemos que compartirlo. En nuestras
familias, en el barrio o el trabajo, en las asocia-
En vísperas de Pentecostés nos reunimos reco- ciones de vecinos o en la escuela... en nuestro
gidos en oración comunitaria e invocamos al pueblo, en nuestra profesión. Son lugares a los
Espíritu para que: que el Evangelio sólo llegará si nosotros somos
sus anunciadores. Que vuestras vidas, vuestras
z acreciente la fe de todos los cristianos como obras y vuestras palabras hablen de Dios y “se-
encuentro personal con Jesucristo Resucitado pan” a Dios.
que, con el envío de su Espíritu, ilumina nues-
tras mentes, enciende en el amor nuestros cora-
zones y nos impulsa a anunciar la vida nueva y Para la reflexión:
verdadera a todos;
z ¿Me siento enviado por el Espíritu Santo, co-
z anime y renueve en los pastores de la Iglesia, rresponsable en la misión de anunciar la Buena
desde la confianza en Jesucristo, la apuesta por Noticia?
convocar, formar y animar a los laicos a la co-
rresponsabilidad eclesial y a la evangelización z ¿Formo parte de algún Movimiento o Asocia-
de la sociedad actual, promoviendo la Acción ción eclesial, o vivo mi fe “por libre”? ¿Por qué?
Católica y el Apostolado Seglar; ¿Qué ventajas y qué inconvenientes descubro
en los Movimientos?
z avive el entusiasmo por el Evangelio de Jesu-
cristo en todos los laicos, de modo que se sien- z En mi situación actual: ¿CÓMO anuncio el
tan llamados y enviados por Jesucristo a anun- Evangelio; CUÁNDO lo anuncio; DÓNDE lo
ciar la Buena Noticia a través de una presencia anuncio; POR QUÉ lo anuncio; QUÉ DIFICUL-
pública cristiana promoviendo, desde Jesucristo, TADES encuentro; QUÉ NECESITO CUIDAR o
la transformación de las personas, los ambientes reforzar para mejorar el anuncio?
RETIRO PENTECOSTÉS
Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar
«¡Qué hermosos son los pies de los que anuncian la buena noticia!»
(Rom 10, 14-15)
VER:
zQUÉ nos anuncian; CÓMO nos lo anuncian; CUÁNDO nos lo anuncian; DÓNDE nos lo anuncian;
QUIÉN nos lo anuncia; POR QUÉ nos lo anuncian.
Ante esos anuncios, nosotros somos sujetos pasivos, receptores. Por eso, un último punto de re-
flexión sería:
z ¿Cómo reaccionamos ante esos anuncios? ¿Cuáles me gustan más y cuáles menos? ¿Por qué?
¿Qué nos atrae, y qué nos desagrada?
JUZGAR:
Pues «todo el que invoca el nombre del Señor se salvará». Ahora bien, ¿cómo van a invocarlo, si no
creen en él?; ¿cómo van a creer, si no oyen hablar de él?; y ¿cómo van a oír sin alguien que procla-
me?; y ¿cómo van a proclamar si no los envían? Lo dice la Escritura: «¡Qué hermosos son los pies de
los que anuncian el Evangelio!».
(Rom 10, 14-15)
z ¿Vivo mi fe de tal modo que mi estilo de vida es un “anuncio” para otros, les cuestiona?
z ¿Cómo cultivo la unidad de fe-vida-misión? ¿Qué medios de tipo formativo, de cultivo de la espiri-
tualidad y de vida comunitaria empleo para ello?
ACTUAR:
z ¿Me siento enviado por el Espíritu Santo, corresponsable en la misión de anunciar la Buena Noti-
cia?
z ¿Formo parte de algún Movimiento o Asociación eclesial, o vivo mi fe “por libre”? ¿Por qué? ¿Qué
ventajas y qué inconvenientes descubro en los Movimientos?