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Capítulo 1: Tierno y aventurero así era mi abuelo.

El abuelo se llamaba José y el niño le llamaba papá Sesé o viejo, cuenta la historia que era un
hombre tierno, muy sabio, a veces un poquito cascarrabias, pero con algo especial, curioso y
aventurero. Lo que más recordaba eran sus ojos pícaros y traviesos, usaba un sombrero de corcho
blanco como su barba, un par de botas de caucho y un pantalón descolorido. Todo lo hurgaba, leía
mucho, caminaba y viajaba. En sus bolsillos tenía una libreta en la que tomaba sus anotaciones.
Fue comerciante, agente viajero y arriero. Conocía a Colombia de norte a sur y de oriente a
occidente por lo cual se sentía muy orgulloso. La astronomía fue su última pasión.

Antes de morir le dejó un baúl con un globo terráqueo, un telescopio, mapas, libros, fotografías,
brújula, escuadra, compás, una plomada, libretas y muchos papeles.

Capítulo 2: Quiero ser díscolo y soñador, como los hombres que esculcan el universo.

Papá Sesé era enamorado de las estrellas, pasaba las noches enteras acostado en el jardín
contemplando el firmamento. En uno de los libros que heredó de su abuelo, leyó sobre la vida de
los primeros astrónomos donde cabe destacar a Nicolás Copérnico quien descubrió que la tierra
giraba alrededor del sol por esto lo llamaron loco, a Galileo Galilei, lo acusaron de herejía por
apoyar las ideas de Copérnico, además inventó el primer telescopio.

El anciano disfrutó el día que el hombre pisó la luna, le enseñó que al universo lo componen
millones de galaxias y que a las galaxias las compones millones de estrellas, polvo cósmico y
gases. Entendió que la tierra hace parte de una galaxia llamada Vía Láctea, donde el sol es su
estrella principal, alrededor de ella se mueven nueve planetas, Mercurio, Venus, Tierra, Marte,
Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón. Como Venus está cerca al sol recibe mucho calor,
como Plutón está tan lejos del sol, su superficie es muy fría. Para ir a la Luna gastaríamos 16 días
con sus noches viajando en Jet. También le contó que las estrellas cuando son jóvenes son de
color azul, amarillas cuando empiezan a envejecer y rojas al llegar a su vejez, se vuelven negras y
blancas cuando están cerca de la muerte, por fortuna las estrellas duran millones de años.

Otra alegría de Papá Sesé fue el día que pasó el cometa Halley en 1.986, el cual se acerca a la
tierra cada 76 año, volverá a pasar en el 2062.

Capítulo 3: Nuestro planeta tierra da vueltas y vueltas.

El abuelo Sesé le contaba a su nieto que el Universo era como una feria de juegos mecánicos
donde todo estaba en movimiento, la tierra giraba alrededor del sol, giraba con el sistema solar
dentro de la galaxia y viajaba con la galaxia por el universo. Al niño le parecía muy complicado
entender las explicaciones de su abuelo.

Cuando fue creciendo el niño entendió que la tierra era redonda y que demoraba un día en dar la
vuelta por sí misma, y un año en dar la vuelta alrededor del sol.

El nieto se sentía orgulloso de ser un terrícola, aunque no podía negar que envidiaba los anillos de
Saturno, los 39 satélites de Júpiter, la falta de la gravedad en la luna, las 9 lunas de Urano
llamadas Pastoras.

En un periódico leyó que desde 1.977 navega por el espacio Voyager II (Viajero II) cargada de
aparatos para estudiar y fotografiar los planetas.

Capítulo 4: Las calles y carreras de la Tierra.


Los padres del abuelo Sesé le dieron el cuarto más abandonado y escondido de la casa, él le
llamaba el cuarto de los cachivaches, habían muchas cosas pero el objeto central del cuarto era un
globo terráqueo hecho de vidrio y por dentro lo alumbraba una bombilla, se podía ver
perfectamente los países, cada uno con sus ríos, montañas etc.

También descubrió que así como en las ciudades habían calles y carreras, los científicos habían
inventado líneas imaginarias para ubicar los países en el mundo, esas líneas eran los meridianos y
paralelos.

Los paralelos dividen la tierra de forma horizontal y los meridianos de forma vertical. La línea del
Ecuador es el principal paralelo seguido del trópico de Cáncer y de Capricornio, luego están las
líneas polares.

Los meridianos dividen la tierra en forma vertical. La línea de Greenwich es el principal meridiano,
es una ciudad cerca de Londres.

La dirección de Colombia en el globo terráqueo el 12 grados latitud Norte, 4 grados Latitud Sur y
entre los 66 y 72 grados de longitud este.

También aprendió que estas líneas además de servir como ubicación de países también tenían
otras funciones, por ejemplo, los paralelos dividen el mundo en grandes zonas; la zona Tórrida,
abarca todos los países del centro de la tierra, las zonas templadas entre el trópico de Cáncer y el
de Capricornio y las líneas polares.

La zona Tórrida es la más caliente porque recibe más luz y más sol durante todo el año. En las
zonas templadas están los países que tienen las cuatro estaciones y en los polos un día y una
noche pueden durar seis meses.

Capítulo 5: Un país con dos océanos a sus pies.

El abuelo también tenía la costumbre de escribir notas en las servilletas y en los mapas. Un día le
reveló que él lo hacía para que él recordara lo que le enseñaba. En el mapamundi trazó un
recuadro donde el abuelo escribió: El planeta tierra está cubierto por un 72% de agua, el resto lo
ocupan los continentes; América, Asia, Africa, Europa, Oceanía y la Antártida. En otro recuadro
estaban escritas las ventajas de la posición geográfica de Colombia las cuales eran: América del
Sur parece un triángulo parado en una punta. Colombia está en la mejor de sus esquinas,
Colombia está bañado por dos océanos el atlántico y el pacífico, Colombia está próximo al canal de
Panamá, la mayor puerta comercial..

Al principio el niño dice que todas estas cosas le parecen aburridas, pero también pensaba que si
lo había escrito su abuelo algo interesante debía tener, así fue como se dio cuenta de la posición
privilegiada de su hermoso país.

El abuelo también le contó que los barcos debían ir hasta la Patagonia si querían cruzar de un
océano a otro durando muchos días, actualmente usaban el Canal de Panamá. Además le hizo
caer en cuenta que el mapa de Colombia era el más difícil de pintar.

Capítulo 6: Fronteras en la selva y fronteras en el mar.

Una noche el abuelo le dice al niño que se pare frente al mapa de Colombia y le pregunta los
puntos que el observa en el norte, en el sur, en el este y en el oeste. El tomó su butaca la puso en
frente y le dijo al norte, Punta Gallinas, al sur Leticia, al oeste Puerto Carreño y al este Puerto
Carreño. El abuelo le dijo que se había equivocado en el último, el niño miró el mapa y vio la letra
de su abuelo en la que decía La Guadalupe. El abuelo muy orgulloso le dice que él conoce estos
cuatro puntos y que va a contarle como son.

Inicia con Punta Gallinas, que es el punto más al norte del territorio colombiano, pero el pueblo
ubicado más al norte se llama Taros, donde todo es arena, allí los niños se levantan muy temprano
para ir al los Jagueyes (pozos donde recogen el agua lluvia) a recoger cántaros de agua, también
cuidaban las cabras. Los habitantes de Taros son indígenas Wayuú, las mujeres visten mantas
largas de colores y se pintan la cara con un polvo negro llamado jutepa para protegerse del sol y
de los vientos. Para ir a estudiar los niños pueden ir al pueblo o ir al internado indígena que queda
en un pueblo llamado Nazareth, allí no hay comas sino hamacas y las clases las dictan en
wayuunaikí y en español.

Los hombres de Taroa viven de la pesca de la langosta, de la tortuga y de cuidar rebaños de


cabras.

Luego fue al sur , a orillas del río más caudaloso y ancho del mundo: El Amazonas, en medio de la
selva estaba Leticia, pero el sitio más al sur queda donde la quebrada San Antonio regala sus
aguas al Amazonas. De ahí en adelante la selva pertenece a Perú y a Brasil.

Cerca a la frontera con Perú, existe un caserío llamado Boi-Aua-Suu donde el abuelo escuchó
varias leyendas acerca del río Amazonas, como la de la serpiente gigantesca llamada Yucumuna
que hechiza a los pescadores.

Luego fueron al occidente, al Cabo Manglares, que es un pueblo con casas de maderas donde
desemboca el río Mira al Pacífico, la escuela también es de madera y sólo hay una profesora para
todos los alumnos, cuando las clases terminan los niños toman su canoa a la que llaman potrillos y
salen de pesca. Allá no había ni acueducto, ni médicos, ni luz eléctrica, cuando necesitaban algo
viajaban al Ecuador. Además le dijo que estaban las flores de un día, las cuales florecían a las 6 de
la mañana y mueren a las 6 de la tarde.

Por último fueron a la Guadalupe la cual está en frente la piedra del Cocuy que pertenece a
Venezuela, para llegar a ella se debe viajar por el río Negro.

La Guadalupe es un caserío de pocas casas donde viven los curripacos, para ir a Puerto Inírida
deben pasar caminando caños y ríos venezolanos. Para ir al interior del país deben tomar un avión.

El abuelo con mucha tristeza afirmó que los habitantes de las fronteras de Colombia pasaban
muchas dificultades y trabajos, que la más inhóspita era la Serranía del Darién.

Ya era muy tarde, el abuelo le propone a su nieto que se vaya a dormir y que luego le contaría las
fronteras en el mar que tenía Colombia.

Capítulo 7: Las moronas de la tierra colombianas desperdigadas en el mar.

Esa noche el niño no pudo conciliar el sueño. Se levantó muy temprano y antes de irse para la
escuela fue al cuarto de su abuelo para hablar con él.

Se fueron para el cuarto del abuelo y miraron el mapa de América. Le señaló unos punticos en el
mar Caribe: Serranilla, Serrana, Roncador, Quitasueño, Alburquerque, Cayo Bolívar, Bajo Nuevo y
Banco Alicia. Unos están cerca de Jamaica otras cerca de Nicaragua y otras cerca de San Andrés
y Providencia. Son territorios pequeños por eso no llegan a ser islas y se llaman cayos, todos
forman un archipiélago.
Los habitantes de San Andrés, Providencia y Santa Catalina están habitadas por colombianos que
hablan inglés, además bailan polka y chotis. Hace poco, la Unesco la declaró reserva de la
biosfera por su hermoso paisaje y su variedad en flora y fauna.

El abuelo fue hasta el baúl y sacó un recorte de revista se lo dio al niño, él se fue para la escuela y
antes del recreo ya lo había leído.

Ese recorte contaba las riquezas de cada cayo y que los pesqueros piratas siempre rondaban por
allí para saquear estas riquezas.

Capítulo 8: Un paseo que echó a perder una bella teoría.

El niño le confesó a su abuelo que él no entendía el asunto de los climas, además, pensaba que
cuanto más alto uno viviera más calor hacía pues estaba más cerca del sol.

Un día la familia del niño organizó un paseo a tierra caliente. Empacaron vestido de baño,
sandalias, sombreros y cañas de pesca iban para un río. El papá tenía una camioneta larga, el
abuelo y su nieto se sentaron en la parte de atrás. Papá Sesé llevaba muchas cosas, entre ellas
había un termómetro. Cuando partieron de casa el abuelo mostró el niño que el termómetro
marcaba 14 grados de temperatura, hacía mucho frío.

Cuando arrancaron, para sorpresa del niño en vez de subir las montañas y acercarse más al
gestaban en tierra caliente sacó el termómetro y la rayita roja había crecido estaban a 28 grados de
temperatura. Llegaron al río y sacaron el equipaje, mientras los papás organizaron las cosas, el
abuelo pintó una montaña y la dividió en cinco partes:

Piso Cálido: Su temperatura es superior a 24 grados centígrados. El 80% del territorio colombiano
pertenece a este clima.

Piso templado: La temperatura está entre los 17 y 24 grados centígrados. El 10% del territorio
colombiano pertenece a este clima.

Piso Frío: Su temperatura está entre 12 y 17 grados centígrados. El 8% del territorio colombiano
pertenece a este clima.

Piso de Páramo: Su temperatura es menor de 12 grados centígrados. El 2% del territorio


colombiano pertenece a este clima.

Piso de Nieves Perpetuas: Es la más fría.

El niño se quedó boquiabierto pues en ese momento su teoría sobre el frío y el calor se había
desbaratado.

Pronto dejaron las notas y se fueron a pescar, el niño nunca va a olvidar la pinta que llevaba su
abuelo ese día.

Con el tiempo el niño se preguntó porque en la costa del Chocó llovía casi todo el año mientras en
la costa de la Guajira llovía tan poco.

Capítulo 9: No sólo por las montañas Colombia tiene muchos climas.

El niño fue al baúl de su abuelo y sacó unos escritos donde explicaba el clima de Chocó y la
Guajira.
A pesar de que las costas del Chocó y la Guajira tienen temperaturas parecidas, tienen distintos
climas. Mientras en el Chocó hay un clima tropical húmedo y con vegetación de selva, la Guajira
tiene un clima árido. En la Guajira llueve a lo sumo 60 días al año, en el Chocó, sólo para de llover,
por mucho, 60 días

Hay que relacionar los vientos, la temperatura, la humedad y la lluvia de un lugar para determinar
su clima. Por Colombia llegan unos vientos llamados alisios que se comportan como esponjas pues
van chupando por el camino toda la humedad que encuentran hasta llegar a convertirse en una
caravana de nubes, cuando se estrellan con un obstáculo que les cierre el camino, se desploman
en forma de lluvia.

Gran parte de la culpa de que la Guajira y el Chocó tengan climas tan distintos es de las montañas,
por el Chocó corren unos vientos llenos de humedad que vienen del océano Pacífico, pero
encuentran una barrera, la cordillera Occidental, allí se estrellan y dejan caer toda la lluvia en el
Chocó. Sobre la Guajira soplan muchos vientos , pero como está en la península no existen
suficientes montañas para atraparlos vientos y robarles su humedad, sobre su desierto casi nunca
llueve.

Somos un país de muchos climas y muchas vegetaciones. Estamos entre las tres únicas naciones
que tenemos la altura y la humedad necesaria para que crezcan los frailejones, los otros dos son
Venezuela y Ecuador.

Las notas de su abuelo seguían. Se referían ahora a los páramos.

Capítulo 10: El páramo, un lugar sagrado en lo alto de la montaña.

Los páramos siempre están cubiertos de niebla y allí crece el frailejón la cual puede durar mucho
tiempo, son joyas del mundo vegetal y crecen sólo un centímetro al año. En ellos nacen la mayoría
de los ríos del país.

El piso páramo es de musgo que recogen el agua lluvia de la neblina y de la escarcha, la chupa y
guarda parte durante el invierno, y en el verano la distribuye entre los ríos y riachuelos.

Además en los escritos el abuelo Sesé concluyó que amaba el páramo y que todos los habitantes
del planeta tierra deberíamos cuidarlos pues son la fuente de nuestra vida.

Los apuntes de papá Sesé lo dejaron pensativo, nunca se imaginó que los páramos fueran tan
importantes, además no sabía que los frailejones fueran tan vital para la vida. También analizó que
si su abuelo viviera todavía sufriría mucho viendo como nosotros los seres humanos
desforestamos indiscriminadamente los bosques.

Continuó leyendo la libreta del abuelo, seguía un capítulo sobre ríos.

Capítulo 11: En Colombia corren muchos ríos: Algunos son negros, otros son blancos.

Continuó leyendo los escritos del abuelo. Leyó que somos un país rico en agua, al final de la lista
apareció Libia, que no posee ni un solo río permanente. Pero no todos los ríos son iguales, en los
llanos y en la selva unos ríos son blancos y otros negros. Los blancos nacen en la cordillera, en su
viaje recogen greda, arena y la tierra fértil de las montañas, los peces los prefieren porque en sus
aguas encuentran suficiente comida, en sus orillas los suelos son muy productivos. Los ríos negros
nacen en las planicies de la selva y los llanos, sobre el corren arenas oscuras, hay peces diminutos
como los ornamentales que son los que se usan en los acuarios. Además en sus orillas hay
caimanes y muchos mosquitos.
En ese momento interrumpió la lectura, se moría por averiguar cuáles ríos eran blancos y cuáles
eran negros. Rápidamente buscó el mapa y realizó una lista. Los blancos eran el Amazonas,
Orinoco, Caquetá, Meta, Putumayo; Arauca, Guaviare. Los negros eran el Vaupés, Guainía,
Vichada, Inírida.

Continuó leyendo, para muchas personas el río es el único medio de comunicación que tienen. El
río Magdalena fue llamado el río de la Patria, era la puerta del comercio. Pasa por 10 de los 32
departamentos. Hoy navegan por sus aguas planchones que llevan cargas y lanchas que
transportan pasajeros de un pueblo a otro.

El otro gran río es el Cauca, corre por la cordillera Central y Occidental, por culpa lado divide a
Antioquia en dos oriente y occidente, el ingeniero María Villa realizó un inmenso puente llamado el
de Occidente que conecta a Sopetrán con Santa Fe de Antioquia.

El Atrato es un río que corre por el departamento del Chocó, viajan en barco hasta Cartagena, el
viaje dura 15 días. En el Pacífico desembocan más de 240 ríos y la mayoría son cortos. El río San
Juan es el más caudaloso y es rico en oro y platino.

Los apuntes del abuelo terminaban diciendo que los ríos estaban enfermos de algo que se llamaba
contaminación, ya que los hombres los habían convertido en basurero, de anemia pues cada día
se hacían más flacos y débiles, sólo los árboles los podrían salvar.

Capítulo 12: Cómo llegaron a Colombia el roble, el pájaro carpintero y miles de animales más.

En el barrio, el niño tenía 5 amigos, eran inseparables. Un día Pedro que era el mayor de todos
sacó de su bolsillo una cauchera los demás lo observaban con gran curiosidad. El los invitó al
parque para que cazaran pajaritos. De pronto se escuchó la voz de Papá Sesé quien los llamó y
les dijo porque mataban los pájaros. En ese instante, les ordenó que lo siguieran, pronto llegaron a
su casa y entraron a su cuarto, les pidió que se sentaran y lo escucharan detenidamente.

De nuevo apareció la expresión del abuelo sabio y bonachón e inició su historia; hace mucho
tiempo América del Norte y América del Sur eran dos islas separadas por el mar, luego se formó el
istmo de Panamá que unió las dos Américas.

Antes de que todo esto ocurriera en América del Norte existían muchos mamíferos, en América del
Sur existían los marsupiales, los canguros son uno de los pocos marsupiales que aún existen.
Cuando se unieron las dos Américas los diferentes animales viajaban del Norte hacia el Sur y se
fueron asentando en los diferentes climas. Nuestro país fue un punto especial porque sirvió de
puente para este traslado de animales. Pero estos animales no vinieron solos también vinieron las
plantas.

El viejo roble, vivía en los bosques fríos y templados de los Estados Unidos llegando a nuestro país
gracias a la ardilla y al pájaro carpintero. Estos dos animales regaron las semillas del árbol con las
cuales también se alimentaban. Se instalaron en las montañas de nuestras cordilleras.

Sólo Brasil e Indonesia nos ganan en riqueza biológica, tenemos la mayor variedad de aves y
anfibios y somos el segundo país en especies de flora.

En Colombia existe el venado más pequeño del mundo, vive en el páramo del Puracé, es como un
conejo, por eso se le llama venado conejo. Además está el chigüiro, roedor más grande del mundo
y el sapo bamboré, que también es el sapo más grande de la tierra. Igualmente también
encontramos la serpiente más larga llamada la Anaconda.
La palmera más enana la encontramos en el Chocó y la más gigante, es la palma de cera del
Quindío que es nuestro árbol nacional.

Con estas palabras el abuelo le demostró a los niños que habíamos tenido mucha suerte por
poseer tantas riquezas naturales, sin embargo, también les contó que el cinturón de robles se
había acabado porque los talaron y nadie se preocupó por regar sus semillas, con los robles
también han ido desapareciendo las ardillas y los pájaros carpinteros.

Les contó como los cazadores han acabado con caimanes, nutrias, osos de anteojos, pato pico de
oro, mico tití, guacamaya verde, perro de agua, ballena jorobada, loro orejiamarillo, la tortuga
carey entre otras tantas especies en extinción. El abuelo terminó con cara de tristeza y afirmando
que él no quería a las personas que se enriquecían con estos animales o que simplemente los
realizaban por placer.

Esas enseñanzas quedaron grabadas en los corazones de los niños.

Capítulo 13: Cómo y por qué en Colombia se cruzaron tantas razas.

Un día el niño le preguntó a su abuelo cómo habían llegado los hombres a Colombia. El abuelo
inició contándole que decían que el hombre había llegado por el estrecho de Bering, otro dicen que
los primeros hombres llegaron por la polinesia y por Australia.

En Colombia, los investigadores han llegado a una conclusión que en el año 10000 antes de Cristo
ya había hombres viviendo en esta tierra.

En San Agustín un hermoso centro cultural, se encuentran representados algunos animales


míticos. Lo cierto es que cuando los españoles desembarcaron en lo que hoy se llama Colombia
encontraron 850 mil nativos. En el centro del país vivían los Muiscas, que explotaban la sal, el oro y
las esmeraldas y adoraban al sol, luna y al arco iris.

En lo que hoy es Quindío y Risaralda habitaban los Quimbayas quienes les dieron formas muy
hermosas al oro.

Al norte estaban los Motilones eran guerreros, los Taironas habitan la Sierra Nevada de Santa
Marta y sabían mucho de arquitectura.

Como había tanto oro y tanta plata la Corona Española decidió traer esclavos negros para ayudar a
explotar dichas riquezas.

La raza indígena, la negra y la blanca se mezclaron formando las razas en Colombia


predominando la mestiza.

Los indígenas, con la conquista poco a poco se fueron extinguiendo debido a que no resistieron los
trabajos forzosos de las minas, otros murieron en las batallas y otros murieron de tristeza al ver sus
tierras acabadas. En la actualidad existen algunos indígenas en sitios apartados de nuestro país
quienes luchan por mantener sus tradiciones y costumbres.

Capítulo 14: Una región llena de magia.

En una oportunidad Papá Sesé se demoró en uno de sus viajes, su nieto se estaba preocupando,
hasta que lo vio regresar con la piel tostada por el sol y muy feliz. El niño ansiosamente le preguntó
al abuelo como le había ido, él lo tomó de su brazo y le dijo que había estado en el Pacífico, un
lugar mágico y fantástico.
Al siguiente día el abuelo esperó al niño en la puerta del colegio, se sentaron en la banca del
parque para contarle de su hermoso viaje. La historia comienza en un pueblo llamado Juradó
municipio del Chocó muy cercano a la frontera con Panamá, es un pueblo de largas calles de
arena gris sonde se intercalan las palmas y las casa, las casa son pequeñas y siempre están
hechas de madera y montadas sobre estacas, parece un pueblo trepado en zancos, para
protegerlas de los maremotos y las inundaciones. Sus pobladores plantan jardines en canoas
viejas. Un grupo de negros esclavos fundaron el pueblo luego de escapar de sus amos. Casi todos
se dedicaban a la pesca.

También hay indígenas, se llaman Cholos, viven en la orilla y cultivan plátanos.

Para entrar y salir de ella se necesita salir por agua, cuando el abuelo salió del pueblo la marea
estaba baja, descansaron en una isla donde había un rancho, les dieron café y durmieron, cuando
eran las cuatro de la mañana, el boga los levantó y les dijo que tenían que salir rápidamente sino
se quedarían atrapado allí.

El abuelo le explicó a su nieto lo que había pasado en la playa, las mareas son movimientos por
los que suben y bajan las aguas atraídas por el sol y la luna, cuando las olas invaden las playas se
habla de marea alta o pleamar y cuando se retiran, de marea baja o bajamar.

Además me contó que había conocido a Taltún con quién terminó su viaje, el abuelo tomó
nuevamente el mapa de Colombia y señaló otras ciudades del Pacifíco como; Quibdó, Tumaco,
Buenaventura, éste es uno de los puertos más importantes del país.

El abuelo continuó contándole sobre la Serranía del Darién y Bahía Solano , es un pueblo atrapado
entre el mar y la montaña de selva, el aereopuerto lo llaman sal si puedes, pues nunca se sabe
cuándo se puede aterrizar o despegar un avión. El duró allí seis días. Pronto llegaron a la
ensenada de Utría y luego a Cabo Corrientes.

También le contó sobre la isla de Gorgona y Malpelo, la primera queda a 12 horas de


Buenaventura, durante muchos años fue una isla prisión, en 1.984 se convirtió en una reserva
natural, en determinados tiempos las ballenas jorobadas visitan el lugar, la segunda está más
alejada, allí hay cangrejos gigantescos, fragatas y gaviotas.

Papá Sesé se paró de la banca, tomó al niño de la mano y regresaron a la casa.

Capítulo 15: Una interminable llanura habitada por hombres como Mocho Viejo.

Un día llegó a su casa un extraño visitante, al niño le llamó la atención la forma de vestir
pues usaba cotizas negras, pantalón y camisa del mismo color y un gran sombrero, se llamaba
Mocho Viejo, un gran amigo del abuelo. Era llanero y servía de baquiano es decir son hombres que
conocen de memoria un territorio porque lo han andado en pie o a caballo. Era quien acompañaba
al abuelo Sesé de pesca. El abuelo sacó de su baúl unos mapas especiales, sólo eligió cuatro los
de Arauca, Meta, Vichada y Casanare. El viejo quería viajar desde Bogotá hasta Puerto Carreño,
le tocó desistir porque estaban en invierno y era imposible cruzar los ríos. Discutieron por largo
rato, se decidieron por Agua Clara a orillas del río Meta. El Meta fue uno de los ríos que más quiso
el abuelo, mide mil kilómetros, es una importante vía de comunicación, desemboca en el Orinoco.
Mocho Viejo les advirtió que debían contar con el permiso de los indígenas para poder navegar por
allí. Dejaron todo listo y se fueron a dormir, tres días después partieron.
El llano es una inmensa sabana casi plana y cubierta de pasto, tiene pocas montañas excepto la
Serranía de la Macarena que mide casi los 2000 metros. Nacen innumerables ríos de agua
cristalina, mucha flora como venados y aves de diferentes plumajes.

En los llanos existen los hatos, que son fincas enormes donde pasta el ganado, los rancheríos los
indígenas y los colonos.

El niño admiraba a Mocho Viejo, a los 12 años ya tumbaba una vaca o un toro halándolo de la cola,
cuidaba el ganado, hoy día esta práctica se llama actualmente el coleo. Sabía preparar platos
deliciosos como el tungo, una mezcla de arroz con cuajada, el majule y el machuque, que se hacen
con plátano, yuca y queso, ternera a la llanera o mamona y el pan de arroz.

Le encantaba montar a caballo y a veces se dedicaba a la agricultura, en el llano se les llama


vegueros a los hombres que cultivan la tierra a la orilla de los ríos.

Capítulo 16: Un viaje con el mensajero de los habitantes del cielo.

Cómo el niño era muy curioso, un día comparó las cordilleras, la más larga y ancha es la Oriental,
la más alta es la central; su pico más elevado es el nevado del Huila y la más baja es la Occidental,
las tres recorren el país de sur a norte, formando la zona Andina.

La mayor parte de la población colombiana vive en la región Andina porque es donde se


concentran las industrias, hay más ciudades, riquezas y carreteras.

Un día el abuelo le tapó los ojos al niño y lo llevó a su cuarto, cuando le destapó lo ojos el niño vio
en frente de él un nuevo mapa de Colombia, las cordilleras estaban en alto relieve. Se veían
claramente los valles, cañones, picos, mesetas, nudos, etc.

Se sentaron sobre unos cojines y papá Sesé le contó muchas cosas esa noche. Le dijo que había
conocido un viejo arriero llamado Pedro Diosa que con sus mulas y bueyes había recorrido medio
país por las montañas. También le contó que el Cóndor era el ave principal de la región Andina y
que los indígenas lo llamaban el mensajero de los habitantes del cielo.

Otra noche le dio una pequeña clase de geografía sobre la región Andina, donde le contaba que el
Cóndor era el símbolo de los Andes, la cordillera más larga del mundo, la cual nace en la Tierra del
Fuego y termina en Venezuela, en Colombia se divide en tres . El páramo más alto es el Sumapaz
y algunas de las ciudades más pobladas son Bogotá y Bucaramanga.

La cordillera oriental es la más poblada y fértil, la llaman la cordillera del café, en la cordillera
Occidental se verán los cañaduzales, los Farallones de Cali, más al Norte se verá el Nudo de
Paramillo en este punto la cordillera se divide en tres ramales, la Serranía de Abibe, La Serranía de
San Jerónimo y la Serranía de Ayapel.

Papá Sesé interrumpió su relato y le dijo al niño que continuaran al día siguiente. En la mañana el
abuelo lo despertó y le dijo que había soñado que hablaba con el cóndor iba vestido con una ruana
negra y una bufanda blanca enrollada en su cuello se parecía a un cóndor. Todo comenzó cuando
el abuelo viajó al sur de Nariño al Cañón del río Pasto cuando vio acercarse a él un cóndor
hermoso y grande que se posó junto a él. De pronto el cóndor empezó a hablar diciéndole, que era
la reina de los Andes, que todas las aves lo respetaban pero que estaba cansado de huir de los
hombres. Le contó acerca de sus amigos los indígenas, los cuales nunca lo atacaban y por eso
construían sus nidos junto a ellos.
Son interminables los paisajes que podemos admirar en nuestras hermosas cordilleras, concluyó el
abuelo. Ese día el niño no prestó atención en la escuela, se la pasó todo el día volando con el
cóndor.

Capítulo 17: El mágico embrujo de la selva.

Un día el abuelo le lanzó una pregunta al niño. ¿Tú crees que saliendo de Bogotá puedes llegar a
Leticia, sin montarte en un avión? El niño se paró frente al mapa con el fin de no dejarse corchar,
sabía que de Bogotá a Florencia se podía llegar sin problema por carretera, su duda empezaba allí
porque de ahí para abajo sólo había selva y ríos, pero el abuelo le dijo que debía tomar los
diferentes ríos para llegar. Es un viaje largo y puede durar entre 15 y 20 días.

El niño recordó que poco antes de morir su abuelo, él le contó la posibilidad que había de hacer un
canal fluvial para unir el Atlántico con el Pacífico por la selva, se iniciará en Tumaco, de allí, por
carretera se llegaría a Puerto Asis, donde empezaría la travesía por los ríos Putumayo y Amazonas
hasta llegar al Atlántico.

El niño pensó en los muchos sitios que quería conocer en la selva:

- Mitú, la capital del Vaupés, la población más linda de la selva.


- La Chorrera, un pequeño caserío cerca al río Igará Paraná.
- Soñaña, en la mitad de selva del Vaupés, un pueblo diminuto y hermoso.
- Los cerros de Mavecurí, tres montañas de roca a orillas del río Inírida, donde según los
indígenas crece la planta del amor.
- La Estrella fluvial del sur, en la frontera con Venezuela, allí se juntan tres ríos el Atabapo, el
Guaviare, el Orinoco.
- El río Apaporis, tiene un túnel que el mismo río labró.

El abuelo conocía todos los departamentos de la región, nada le atemorizaba. Le contó sobre
Yavaraté, para llegar allá se debían pasar unos rápidos llamados cachiveras, algunas veces no se
podían cruzar y canoa y pasajeros debían pasar por la selva y seguir navegando cuando la
corriente recuperaba la calma. Luego de muchos viajes a la selva, el abuelo sintió mucho miedo
cuando voló por primera vez sobre ella descubriendo su impenetrable inmensidad. Del cielo los ríos
se ven como inmensas culebras de barro, al lado de los ríos se ven unos claros entre el bosque,
son los colonos e indígenas que rozan trozos de espacio entre los árboles para construir sus
viviendas y cultivos.

El viejo conoció Caquetá y Putumayo cuando apenas empezaba la colonización. De Huila, Tolima,
Nariño, llegaron cientos de campesinos detrás de un pedazo de tierra, las bonanzas han sido como
un imán para atraer la gente, la última, sólo ha dejado dolor y violencia, se refería a la coca.

También me contó que la selva Amazónica es la más grande del mundo, tiene altas temperaturas y
llueve casi todo el año, no toda la selva es tupida, los árboles no crecen tan altos ni tan pegados.
También le contó sobre los múltiples idiomas.

Capítulo 18: Adivina, adivinador, ¿Qué región de Colombia lo tiene todo?

Una vez el niño encontró al abuelo trabajando sobre su mesa, él pensó que estaba tratando de
armar un rompecabezas, estaba tan concentrado que no advirtió la presencia del niño.
El niño se acercó a la mesa y vio sobre la mesa un croquis de Colombia pintado en una cartulina,
al lado unas piezas, eran como pedacitos de paisajes, las fichas no encajaban unas con otras, el
niño permaneció un rato en silencio pensando en lo que estaba tramando el abuelo.

Por fin el abuelo, le preguntó al niño ¿qué región de Colombia tiene un poquito de selva, un poquito
de montaña, otro páramos, de nevado, de pantano, de desierto, de costas, ciénegas y sabanas?
Esas adivinanzas tomaron por sorpresa al niño. El abuelo trató de ayudarlo, el niño respondió que
la zona Caribe.

Empezaron a jugar a armar el rompecabezas, le entregó todas las piezas de cartulina, empezaron
a colocarlas en el croquis. Pusieron un desierto en la Guajira, tierras áridas y por eso sus
habitantes aprendieron a desenterrar las aguas subterráneas. Sobre la Guajira escribió el nombre
de Manaure y dibujó una mujer vestida con una larga manta que empujaba una carretilla repleta de
sal, eran los indígenas Wayuús, hoy atracan allí grandes buques.

Luego el abuelo le dijo que colocaran las montañas, iniciaron con las más pequeñitas en la Guajira,
con los nombres de Macuira, Jarará, Paras, Cosinas que son nombres indígenas. Luego colocaron
la montaña más alta del mundo, cercana al mar, La Sierra Nevada de Santa Marta, con los dos
picos más altos del país el de Simón Bolívar y el Cristóbal Colón. Allí vivían los Tayronas, todavía
habitan los kogis, arhuacos, arsarios y kankuamos.

Después colocaron la selva, ubicaron una parte en la costa colombiana cerca de Panamá, donde
actualmente queda el Golfo de Urabá, el más grande de Colombia, son aguas oscuras y
traicioneras, por eso los marineros temen navegar por él. De sus costas salen barcos cargados de
bananos para otros países como, Arabia, Etiopía, Líbano, Túnez, Holanda, Suecia.

En ese momento, hablaron del río Magdalena, sobre él queda una región llamada Magangué en
donde se comercializan arroz, el ganado, las hamacas, tabacos, cerca de allí se encuentra
Mompós pueblo colonial de Colombia.

El abuelo le dijo que aún le hacían falta las sabanas, en donde hay inmensas fincas ganaderas,
algodoneras y bananeras, los cuales han ido disminuyendo y se han ido acrecentando los cultivos
de palma africana, sorgo, ñame, yuca, arroz.

Luego colocaron las grandes ciudades, primero Barranquilla, es el puerto principal de nuestro país,
sus habitantes la llaman “La Arenosa” y “Curramba la Bella” en sus cielos voló por primera vez un
avión en Colombia. Colocaron a Santa Marta, la ciudad que menos llueve porque la Sierra Nevada
la protege de los aguaceros, luego Cartagena, la ciudad amurallada el sitio más visitado por los
turistas.

El niño se levantó de la mesa pensó que el juego había terminado, pero el abuelo tomándolo por el
brazo le dijo, deja la impaciencia todavía nos faltan unos huequitos, eran las ciénegas, iniciaron por
la ciénaga Grande de Santa Marta.

Para terminar el rompecabezas sólo les faltaba un detalle ubicar las islas, San Andrés y
Providencia, las Islas del Rosario, San Bernardo, Fuerte y Tortuguilla.

El abuelo escribió todos los nombres en el mapa, y por fin lo habían terminado. El muchacho aún lo
conserva como el recuerdo más preciado.

Capítulo 19: El fin de las historias de Papá Sesé.


El abuelo murió y el niño se convirtió en un muchacho, el cual heredó su baúl, notas, apuntes,
libros, mapas y fotografías. Nunca ha dejado de leerlo ni de repasarlos. Ahora entendía que su
abuelo quería mostrarle una geografía distinta, hermosa, escrita como un cuento para que los
niños quieran mucho a Colombia.

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