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CUADERNO TRANSPARENCIA Y

PROBIDAD PÚBLICA

Nombre: Constansa Donoso Arancibia

Docente: Pelayo Fernández

Valparaíso, Chile
I UNIDAD: ÉTICA Y POLÍTICA

1. Relación entre ética y moral

 Conceptos Generales

La palabra ética proviene del griego “ethik”, que corresponde a un


adjetivo del nombre êthos, y que significa carácter, modo de ser y
morada, habitación.
En efecto, el término “êthos” designa originariamente el lugar donde
se habita, la patria o morada donde se vive, y de ahí, significa ‘‘el lugar
interior’’, la morada que el hombre porta en si mismo, el principio
donde brotan los actos humanos.
A sí llegamos al significado de “êthos” como carácter, modo de ser y
forma de vida de la que el ser humano se va apropiando a lo largo de
su existencia.
Este carácter se manifiesta en su comportamiento y ello implica
libertad y referencia a otros, porque solo es libre quien se tiene a sí
mismo y quien se porta debe atenerse a otros seres que también se
tienen a si mismo (también se portan); esto define una dimensión
política porque la convivencia con esos otros se da en el ámbito de la
polis (ciudad)
El carácter es algo tan íntimo que define nuestro modo de ser y queda
impreso en nuestro comportamiento como su fuente inequívoca.
Para Aristóteles es el significado de la palabra ética, por eso, virtudes
éticas quiere decir virtudes del carácter y asocia la palabra ética a êtos,
o sea, costumbres – hábitos.

La vinculación lingüística entre los conceptos de carácter y costumbre


es signo de una vinculación real, hay una relación de casualidad, es
decir, el carácter se forma a partir de la costumbre (no del azar ni de la
naturaleza)
Los latinos utilizan el vocablo “moralitas” que tiene s raíz en la
expresión “mos” o “mores” que significa costumbres o maneras
permanentes de actuar o comportarse
Una sola palabra significa tanto el modo de ser o la predisposición
propia de cada uno en lo que tiene que ver con lo bueno, como las
conductas acostumbradas o de hecho
Hay que destacar, la conexión del carácter con el hábito o costumbre,
lo que permite descubrir lo que está en los extremos de uno y otro
término, o sea, la acción o praxis
En efecto, la repetición de actos semejantes da lugar a los hábitos de
los cuales procede la disposición del carácter que a su vez, es la fuente
de los actos humanos
 Acepciones terminológicas

La moral pertenece al mundo de la vida, está compuesta de


valoraciones, actitudes y normas que orientan o regulan el obrar
humano y de ello se pueden dar varias acepciones:

1. La moral como sustantivo


1.1. La moral como modelo de conducta socialmente establecida
en una sociedad concreta (moral vigente): El término moral
se usa para referirse a un conjunto de principios, preceptos,
mandatos, prohibiciones, permisos, patrones de conducta,
valores e ideales de vida buena, que en su conjunto
conforman un sistema más o menos coherente propio de un
colectivo humano en una determinada época histórica
1.2. Conjunto de condiciones morales personales (moral muy
rígida): El término moral hace referencia al código de
conducta personal de alguien, por ejemplo, una persona
posee una moral muy estricta o que carece de moral.
La mayor parte de los contenidos morales del código moral,
coincide con los del código moral social, pero no es forzoso
que ocurra, así grandes reformadores sociales como
Jesucristo, Budas, Gandhi, Confucio, Mandela, entre otros,
fueron en cierta medida rebeldes al código moral vigente, en
su mundo social
Tanto la moral socialmente establecida como la moral
personal, son realidades que corresponden a lo que el
profesor Aranguren llamo “moral vivida” para contraponerla
a la “moral pensada”
1.3. Tratados sistemáticos acerca de las cuestiones morales
(moral): Como no existe que trate del bien en general, sino
una variedad de doctrinas morales, se habla de moral
católica, protestante, comunista, anarquista, entre otras, y la
filosofía moral o ética que contiene una variedad de teorías
éticas diferentes, e incluso contrapuestas entre sí. Por
ejemplo, ética socrática, utilitarista, kantiana, aristotélica,
etcétera.
Las doctrinas morales como las teorías éticas serían modos
de expresión, lo que Aranguren llama “moral pensada” frente
a los códigos morales personales y sociales realmente
asumidos por las personas que constituirían la “moral vivida”
1.4. Disposición del ánimo producida por el carácter y actitudes
adquiridas por una persona o grupo (cuando decimos que una
persona está alto de moral o desmoralizado): La palabra
moral es sinónimo de buena o mala disposición de ánimo,
fuerza, coraje, o debilidad para enfrentar los retos que
plantea la vida.
Para Ortega, la moral no es un simple saber o un puro deber,
sino una actitud y un carácter que abarca lo cognitivo o lo
emotivo, las creencias y sentimientos, la razón y la pasión. En
definitiva, una disposición de ánimo, individual o comunitaria
que surge del carácter que se haya forjado previamente
1.5. Dimensión de la vida humana para la cual nos vemos
obligados a tomar decisiones y a dar razón de ellas (lo moral):
La dimensión moral, es decir, una faceta compartida por
todos que consiste en la necesidad inevitable de tomar
decisiones y llevar a cabo acciones de loas que tenemos que
responder ante nosotros mismos y ante los demás, necesidad
que nos impulsa a buscar orientaciones en los valores,
principios y preceptos que constituyan la moral

2. La moral como adjetivo


En principio, el adjetivo moral tiene diferentes sentidos:

2.1. Moral como opuesto a inmoral: Por ejemplo, se dice que tal o
cual comportamiento ha sido inmoral mientras que otro ha
sido realmente moral.
En este sentido, el término moral se usa en forma valorativa y
significa que tal conducta es aprobada o reprobada.
Se está utilizando la expresión moral e inmoral como
sinónimo de lo que es moralmente correcto y moralmente
incorrecto. Ejemplo: Se puede emitir un juicio: La venganza es
un acto inmoral, y comprender que este juicio presupone la
adopción de un código moral concreto para el que esta
afirmación resulta válida como en el caso del cristianismo
(poner la otra mejilla). Sin embargo, para otros códigos
morales, no la considerarían sólida como los que acepta la
“ley del Talión”
2.2. La moral como opuesto a amoral: Por ejemplo, la conducta
de los animales es amoral, no tiene ninguna relación con la
moral porque los animales no son responsables de sus actos.
Los términos “moral” y “amoral” así entendidos, describen
una situación: expresan que una conducta es o no es
susceptible de calificación moral porque reúne o no reúne los
requisitos indispensables para ser puesta en relación con las
orientaciones morales (normas, valores, consejos, etcétera)
3. La ética en el consenso social político
3.1. Concepto de consenso: La definición de consenso viene del
latín “consensus” y se conoce como el acuerdo o
conformidad de ideas u opciones que pertenecen a una
colectividad, el consenso puede ser visto como un acuerdo
logrado por la mayoría de los integrantes que conforman la
discusión de un tema en particular y así, atenuar la opinión
de la minoría para lograr una decisión satisfactoria para todos
o para la gran mayoría

4. La ética como base teórica del Derecho


4.1. Orígenes: En Grecia, la ley de la conducta “ethos” abarcaba
tanto a la moral como al Derecho y no existía una separación
entre Derecho y moral
La máxima de Ulpiano, referida al Derecho, son indistintas
para la moral. Por ejemplo: No dañes a otro; dale a cada uno
lo suyo, y di honestamente, etcétera.
El principio de la desaparición aparece con Paulo cuando
expresa: “no todo lo que es lícito jurídicamente es también
conforme a la moral”. Pero es con Cristian Tomasio, a
principios del Siglo XVIII en su libro “Fundamenta Juris
Nature et gentium”, quien inducido por motivos políticos a
esta distinción, determinó conveniente delimitar la esfera de
acción del Estado y ensanchar las de la libertad individual y
agrega que el Derecho posee los caracteres de exterioridad y
colectividad que no posee la moral.
Para Emmanuel Kant la moral tiene un principio supremo:
“Obra de modo que el motivo de tu acción pueda convertirse
en ley universal”. En cambio, el supremo principio del
Derecho, se formula de la siguiente manera: “Obra
externamente de modo que el libre uso de tu albedrío pueda
conciliarse con la libertad de todos, según una ley universal”

El dominio de la moral y el Derecho se distinguen por la


diversidad de motivos en que se inspira la gente, en efecto, la
moral, el motivo determinante de la acción debe ser la
noción del propio deber, en cambio, en el Derecho, es la
coexistencia de la propia libertad con la de todos los demás.
En consecuencia, resulta que la moral extiende su imperio a
todos los actos del hombre (interiores y exteriores), en
cambio, el Derecho solo los actos exteriores. Sin embargo, la
tendencia general es de reaproximación entre la moral y el
Derecho y tanto en Alemania como en Italia hay escuelas que
fundamentan el Derecho En la moral, en efecto, Mamiani
señala que, no existe en el mundo un principio moral y otro
principio jurídico-político, sino que solo existe un principio
moral que domina, ordena y se compenetra en todas las
Ciencias Civiles

En Alemania, a mayor abundamiento Jellineck define el


Derecho como el “mínimo ético”. Incluso Del Vecchio afirma
que el Derecho es parte de la ética que establece las bases de
la coexistencia entre varios individuos, por eso no se puede
concebir una sociedad sin Derechos.

 Elementos diferenciadores
El pensamiento contemporáneo replantea la distinción entre la moral y
el Derecho, y al respecto, H. Kelsen (filósofo del Derecho Austriaco,
padre del positivismo del Derecho) expresa que “Ello no significa que
se niegue valor al postulado de que el Derecho debe ser moral (debe
ser bueno), lo que se rechaza únicamente aquella concepción según la
cual el Derecho es considerado en sí mismo una parte de la moral y
que, por tanto, en cuanto tal Derecho es en algún sentido y hasta
cierto punto un fenómeno ético”

Para G. Ranbruch los intereses de la moral y el Derecho siguen


direcciones diversas. La moral se preocupa por la vida interior de las
personas y por los actos exteriores, solo en tanto que descubren la
bondad o la maldad de un proceder. El Derecho atiende esencialmente
a los actos externos y después a los caracteres íntimos, pero
únicamente en cuanto tienen trascendencia para la colectividad. El
Derecho hace referencia a la realización de valores colectivos, en
cambio, la moral persigue la realización de valores personales, con
Ranbruch la diferencia entre moral y Derecho es más alarmante. Sin
embargo, este filósofo nos advierte que ninguno es absoluto.

La exterioridad no es un principio absoluto en el Derecho porque hay


situaciones que no solo basta la conducta objetiva, porque la propia
norma exige una actividad interna del sujeto imperado; por ejemplo:
En el Derecho Penal es fundamental determinar la intencionalidad de
la conducta para ver si hay o no delito

2. Autonomía de la moral y la heteronomía del Derecho

Cuando el individuo obra de acuerdo a una máxima que se ha dado a sí


mismo hay autonomía. En cambio, cuando la persona obra de acuerdo
con un recepto que no deriva de su albedrío sino de una
determinación ajena, de una voluntad extraña, su proceder es
heterónomo y carece por consiguiente de mérito moral.
Los preceptos morales son autónomos porque tienen su fuente en la
voluntad de quienes deben acatarlos, en cambio, las normas jurídicas
son heterónomas porque su fuente no está en el albedrio de los
particulares, sino, en la voluntad de un sujeto diferente y por lo
general, en un plano superior (el legislador, el juez, el director
nacional, entre otros)
Cualquier sistema o doctrina moral para que se considere que crea
deberes en un sujeto, es preciso que el la haya reconocido, que la haya
sentido como obligatoria, como algo que ve fundado y justificado, en
cambio, la obligación jurídica es establecida por el Derecho de una
manera exclusivamente objetiva y con total independencia de lo que
íntimamente piensa el sujeto

En realidad, en el Derecho domina la heteronomía porque hay


salvedades o excepciones de diversa naturaleza:
2.1. Desde el punto de vista jurídico, existen casos en que los propios
sujetos imperados intervienen en la producción de la norma
jurídica y ello ocurre en dos fuentes formales del Derecho como
son la costumbre y el acto jurídico
2.2. Desde el punto de vista moral, se presenta en la objeción de
conciencia que es un Derecho en virtud del cual un individuo
puede excusarse legalmente del cumplimiento de un deber
jurídico porque ese deber está en colisión con su conciencia. Por
ejemplo en Chile, la ley 19.123 establece que no están obligados
a realizar el servicio militar los hijos de las víctimas de la
violencia política en el régimen militar
2.3. Desde el punto de vida político, aun cuando va a depender del
régimen político en que la norma es creada, no obstante, en los
Estados democráticos existe una atenuación indirecta de la
heteronomía porque quienes elaboran las leyes son
representantes de los sujetos posteriormente obligados y lo
mismo ocurre con la potestad reglamentaria del presidente de la
República

3. Coercibilidad e Incoercibilidad
La coercibilidad como característica del Derecho, denominada también
coactividad, autarquía o imposición inexorable, es una característica
propia del Derecho según los autores y que lo diferencia de las demás
normas de la conducta humana.
Teniendo presente lo anterior, la norma moral se dirige al sujeto
ligándole normativamente la voluntad pero sin pretender anularla. En
efecto, la moral expresa su imperativo pero este imperativo debe ser
cumplido libremente por el sujeto.
En las normas jurídicas es legítimamente posible el empleo de la
fuerza para obtener el cumplimiento de la norma, o sea, para
restablecer el equilibrio social roto por el impacto de la norma, y
además existe una organización social encargada de aplicar la fuerza
legítima o institucionalizada, que son los Tribunales de Justicia, los
cuales tienen por finalidad restablecer la convivencia social que el
Derecho garantiza

Solo al Derecho le corresponde hacer uso de la fuerza, la que toma el


nombre de fuerza legítima o institucionalizada para destacar que debe
ser ejercida mediante un órgano del Estado (tribunales) y con los
procedimientos legales.

4. Unilateralidad de la moral y bilateralidad del Derecho

La unilateralidad de las reglas éticas consiste en que frente al sujeto a


quienes obligan no hay otra persona autorizada para exigir de aquél, el
cumplimiento de sus deberes.
En cambio, las normas jurídicas son bilaterales, porque además de
imponer obligaciones conceden Derechos. Para el autor ruso León
Petrasizty, los preceptos del Derecho son normas “imperativas –
atributivas”, en cambio, los preceptos morales son reglas “puramente
imperativas”, es decir, las normas jurídicas imponen deberes pero
conceden Derechos correlativamente, en cambio, las normas morales
imponen Deberes mas no conceden Derechos.
II UNIDAD: SOBRE LO PÚBLICO Y EL BIEN COMÚN

1. Ética y Administración Pública


 Generalidades
Que el sector público deba responsabilizarse de sus actos no es nuevo
y para eso ya existen leyes y diferentes instituciones y órganos de
control en un Estado democrático y de Derecho, además, los
gobernantes y administradores públicos tienen que demostrar su
capacidad para desarrollar un servicio público con cara vocación y
orientación hacia el ciudadano e incluso llegar a consolidar principios y
valores compartidos, dado que el sector público refleja la ética de la
propia sociedad donde aparece y está inmersa
La ética no es solo individual, porque puede contribuir también, a que
una sociedad sea más eficiente y responsable. Por eso, cuando las
decisiones se toman en representación de una colectividad, la moral
individual es insuficiente y debemos buscar el verdadero valor de la
ética en el ámbito público.
1.1. Valor de la ética en el ámbito público: El verdadero valor de la
ética en el ámbito público se tiene que centrar básicamente en
lo que debe ser y en el cómo lograr la integración de los valores
de la sociedad en el gobierno de la administración pública.
Hay que distinguir:
1.1.1. El deber ser en el ámbito público. Este deber ser no debe
circunscribirse sólo al cumplimiento de la legalidad, sino que
debe alcanzar también a los valores sociales porque aunque
no lleguen a estar reglamentados en normas jurídicas vienen
a expresar algo más que un estado de opinión, generando
incluso reacciones de más o menos aceptación y hasta de
rechazo de determinadas conductas o comportamientos
corruptos de las organizaciones públicas de sus empleados y
cargos, y de los representantes que la gobiernan.
De hecho, la corrupción no es sino una manifestación de la
crisis de valores en una sociedad democrática y de Derechos
en donde ha venido primando más los Derechos y el
relativismo moral en detrimento del sentido del deber y de la
atención a los principios éticos en la gestión de la Res pública

Téngase presente que en nuestra sociedad han desaparecido


o se han transformando muchos valores y ha sido patente la
necesidad de convertirlos e incluso de elevarlos a rango de
código, enfrentándonos a una nueva moda por el buen
gobierno y una ética codificada que se ha ido extendiendo
también en el sector público, por ejemplo, a nivel
internacional hay un estudio de la OCDE del año 1997 qe lleva
como título “Managing Governmet ethics” y “The
independent comisión for good governance in public
services”
En España, se ha aprobado un código de buen gobierno de
los miembros del gobierno y de altos cargos de la
administración general del Estado, y a partir del congreso de
poderes locales y regionales del concejo de Europa se ha
continuado con la aprobación de un código Europeo de
conducta, el que se ha extendido a la Federación Española de
Municipios y provincias con el código de buen gobierno local
del año 2009. La sensibilidad hacia el buen gobierno se ha
plasmado en España en diferentes leyes creando incluso un
portal de la transparencia que en el ámbito de la
Administración General del Estado centraliza toda la
información que debe ser pública. Lo mismo ocurre a nivel
autonómico
1.1.2. Como lograr la integración en la gestión pública de los valores
sociales. No basta con que una organización pública y sus
integrantes a nivel de gobierno o administración se
responsabilicen legalmente de sus actos e incluso brindan
indicadores de transparencia, susceptibles de una evaluación
periódica más importante que es fundamentar la conciencia
social que existe una responsabilidad que se hace efectiva
incluso cuando las leyes o los códigos no lleguen a imponerla
en aras a satisfacer los intereses de determinados grupos de
la sociedad civil con los que se relaciona, tanto internos como
externos
Hoy los gobiernos y administración en especial los locales por
estar más próximos a la ciudadanía no pueden permanecer
ajenos a lo que la sociedad espera y reclama de parte del
ejercicio de sus funciones, las que deben ser ejercidas con
voluntad de servicio público, evitando posibles situaciones
corruptas, lo cual cabe asumir de forma práctica y efectiva
diferentes iniciativas y desde todos los organismos públicos a
saber:
a) Liderar y demostrar un preceder ético y su compromiso
firme ante los dilemas morales, especialmente contra las
conductas corruptas
b) Establecer sistemas de arbitraje ágiles en conflictos éticos
o en caso de corrupción y acordar para todos estos casos
unos criterios comunes salvando los complejos
entramados por procesos legales y rendición de cuentas
que habitualmente atrasan la adopción de medidas
preventivas o sancionadoras.
c) Desarrollar unos indicadores que reflejen la ética en la
gestión pública y que permitan rendir cuenta a la sociedad
de una forma mucho más directa y responsable sobre cual
está siendo su actuación

2. El Bien Común como prisma de la Administración Pública


 Conceptos Generales
El objetivo general o finalidad del Estado es el interés general social, o
sea, el bien común (en palabras de Santo Tomás de Aquino)
En la antigüedad grecorromana, el fin de la ciudad era “la vida buena”,
cuya diferencia de la idea de bien común proviene de que antes del
cristianismo nada del hombre se reconocía fuera de la sociedad
política.
Con la encíclica “Mater Et Magistra” del Papa Juan XXIII, se expresa
que el bien común es el conjunto de condiciones sociales que permiten
y favorecen en los hombres el desarrollo integral de su personalidad.

La explicación profunda del “ser” del Estado se halla en la realidad de


que el hombre para que encuentre su perfección como ser racional
necesita de la sociedad, ya que sin ella no puede llegar a ser
plenamente tal (en todo aspecto, tanto físico como intelectual).
El fin del Estado no es propender al provecho particular exclusivo de
uno solo de sus miembros, sino que es el bien de todos porque en caso
contrario no puede calificarse como bien común, tampoco éste se
forma por la suma de bienes particulares de los integrantes de la
sociedad, en efecto, tiene una naturaleza distinta que supone una
limitación, un sacrificio de los bienes particulares de algunos e incluso
de todos. Ejemplo: En los impuestos para nadie deja de ser un bien
propio la riqueza (patrimonio), en la guerra para nadie deja de ser bien
propio la vida.

Pero el bien común no se opone al bien personal en cuanto la persona


es un universo trascendental, sino, le proporciona herramientas para
que se desarrolle tras su propio ideal de perfección
El bien común del Estado es el bien de la sociedad política toda y no se
opone a los bienes propios de los distintos grupos y sociedades
menores que componen la colectividad mayor, pues, estos subsisten
dentro del bien común general, el cual debe respetar y favorecer esos
bienes comunes particulares propios de cada grupo.
En consecuencia, el bien común que el Estado procura es el bien
común público porque es para todos y no destruye los bienes comunes
a los distintos grupos, por el contrario, busca facilitar la obtención de
los objetivos que cada uno de ellos pretende
 Tareas del Bien común público
a) Tutelar: El Estado debe favorecer el desarrollo integral de los
hombres pero debe darle preferencia a los más necesitados
b) Coordinación: Para que todas las energías sociales se muevan en
armonía hacia el establecimiento de condiciones que a todos
convenga el Estado debe coordinarlas con eficacia
c) Suplencia: El Estado debe ser subsidiario de la actividad de los
particulares, familias y grupos. En efecto, el Estado debe estimular,
suplir, y complementar las energías individuales y colectivas que
existan en la sociedad política
d) Distribución: Dentro del bien común el Estado debe distribuir los
beneficios y hacer compartir las cargas. Los bienes que dispone
debe repartirlos previa comunicación a los que participen de sus
ventajas, para obtener un mejor aprovechamiento
e) Seguridad: Mantener el orden interno del país y la defensa exterior
teniendo presente que hoy es una actividad compleja por el
progreso técnico de los armamentos y los nuevos métodos del
terrorismo

3. Límites al Bien Común

El objetivo natural de toda intervención en materia social es ayudar a


todos los miembros de la comunidad y no destituirlos ni absorberlos.
En efecto, la persona humana es el centro universal y sagrado de
valores que el hombre maneja para caminar hacia su propio proyecto
de superación, determinando su particular vocación.
El comportamiento que en conciencia se impone a cada hombre como
necesario para su perfección no puede ser sacrificado en aras del bien
común, este puede privar o limitar los bienes particulares de los
individuos pero no puede limitar el bien personal porque el Estado
existe para crear las condiciones que favorezcan el bien personal de
todos y cada uno de sus nacionales.
Jamás el Estado puede imponer nada en contra de la conciencia de las
personas, este debe respetarla y por ello, a demandar siempre en el
sentido de que la conciencia se adhiera y apoye lo que pide en razón
del bien común

4. El Fin Subjetivo

La ciencia política no considera el bien común como un simple


concepto especulativo, en efecto el problema de los pueblos se haya
en la precisión de cuál es el bien común público a que debe tender un
determinado Estado en un momento preciso de su existencia y este es
el fin subjetivo
El criterio que debe presidir la búsqueda y terminación del bien común
público, debemos situarlo en una exacta precisión de la relación entre
el hombre y la sociedad
Tómese nota que hay personas para quienes el Estado es un ser
sustancial, que puede buscar fines sin tomar en consideración al
hombre, particularmente aquellas ideologías abstractas que buscan,
por ejemplo, la primacía de una raza superior o de la clase proletariada
o de una nación o de la humanidad, etcétera, aunque ello genere el
atropello de la conciencia de la persona y destruya los Derechos
Naturales

En definitiva, como la sociedad es una realidad accidental, el Estado


debe existir para el hombre y no éste para el Estado
III UNIDAD: LA ÉTICA PÚBLICA

 Conceptos Generales
Cuando se habla de ética pública no se trata de una ética especial para
este sector, se refiere a una ética aplicada y puesta en práctica en el
ámbito público
La ética aplicada en los servidores públicos implica un cambio esencial
en las actitudes de cada individuo que se traduce en actor concreto
orientador hacia el interés público. Según Max Weber implica lograr
una ética de la responsabilidad

La ética pública señala principios y normas para ser aplicadas en la


conducta del hombre que desempeña una función pública, es decir, se
concibe como un área del conocimiento de contenido universal que
agrupa valores y virtudes orientadas por el espíritu de servicio público
y tiene como fuente básica la evolución humana. Consecuente con lo
anterior, la ética pública es la ciencia que trata de la moralidad de los
actos humanos cuando son realizados por funcionarios públicos.
En efecto, más allá del conocimiento profesional que posean quienes
laboran en la función pública es importante que sean individuos que
estén empapados de moral pública.
A mayor abundamiento se entiende por ética pública la parte de la
disciplina ética que trata las actitudes que realizan los servidores
públicos en el desarrollo de su trabajo. En este sentido, la ética pública
observa y analiza los actos humanos realizados por aquellos durante el
desarrollo de sus labores y tiene por fin lograr que el servidor público
aplique el sentido del deber en beneficio del Estado.

 La ética. Base del perfil del servidor público


Cuando se habla de ética pública ésta no se refiere exclusivamente a la
conducta de los empleados públicos, ya que algunos comportamientos
se encuentran en la propia legislación sobre función pública, sino que
también como prende a los propios gobernantes o políticos
En los gobiernos y administraciones públicas contemporáneas, el perfil
de las personas que ocupan cargos públicos se encuentra en una
situación de heterogeneidad porque existe una gran diversidad de
profesiones entre las personas que postulan a un cargo de elección
(ingenieros, arquitectos, abogados, contadores, entre otros) y a este
perfil hay que incorporar criterios éticos.
Por tanto, la ética aplicada en los servidores públicos implica un
cambio esencial en las actitudes de cada individuo que se traduce en
actos concretos orientados hacia el interés público. En otras palabras,
implica el ejercicio de la virtud por parte de los funcionarios o como
dice Aristóteles “no se enseña ética para saber qué es la virtud sino
para ser virtuoso”

Por la ética los gobernantes pueden determinar la justicia o injusticia


de los hombres, por ella, los hombres están bien consigo mismo y si
ello es así lo estarán con respecto de los demás.

Actualmente, las administraciones públicas enfrentan una crisis de


valores tanto en los gobernantes como en los funcionarios y el
personal, y para ello es esencial recuperar un conjunto de principios
éticos; en efecto, si en la administración pública hay personas con
vicios arraigados, seguramente será porque en sus mentes hay
pensamientos que lo impulsan a obrar así, por eso es importante
diseñar estrategias para fomentar principios éticos en la mente de los
servidores públicos, a fin de que sus actos se rijan por la rectitud.
Ningún gobierno podrá operar de manera óptima si antes no educan
en la honradez y probidad a su personal. De esta manera, los valores
éticos insertados en las personas que operan en el ámbito de lo
público y cultivados de manera adecuada, harán más eficiente la
operación de la función pública, pero al mismo tiempo colaborarán en
mejorar la imagen del funcionario, de gobernante, del político, y en
general de aquellos que se encuentran en el ámbito de acción del
servicio público

 Objeto de la ética pública


La ética pública tiene como objeto que las personas que ocupan un
cargo público, lo hagan con diligencia y dignidad y al mismo tiempo
con honradez, como resultado de la razón humana la conciencia, la
madurez de juicio, la responsabilidad y el sentido del deber. Para
Rodríguez Arana el objetivo material de la ética serían los actos
humanos del funcionario público, la rectitud moral de la actuación del
funcionario.
La ética hace cultivar la inteligencia en valores y moderar el carácter de
los gobernantes, algo fundamental en la administración pública por la
responsabilidad de conducir los asuntos del estado, su ausencia
provoca que muchas instituciones públicas caigan en escándalos de
corrupción, a saber, personas sin escrúpulos ocupan cargos
importantes del estado, escudándose en la imagen de ser hombres
responsables y honestos.

J.C Carriere “El Circulo de los Mentirosos” (cuentos filosóficos del


mundo entero)
El principal reto que afronta la ética pública no solo es el
establecimiento de los valores, sino también la interiorización en las
personas, es decir sabemos cuáles son valores éticos deseables, pero
no sabemos cómo transformar el deber ser en una práctica diaria,
como erradicar los vicios, en consecuencia, el reto es encontrar l forma
para concienciar al servidor público sobre la importancia de mejorar su
actitud, por el bien del servicio público.
Todo individuo que participa de la función pública debe tomar
conciencia de que el servicio público es la acción del gobierno, para
satisfacer las demandas y necesidades de las personas que integran el
estado. Al fomentar la ética se motiva el servicio público, para obtener
mejores resultados en la prestación del servicio y recuperar la
confianza en la comunidad.

Para Adela Cortina una confianza no se logra multiplicando los


controles, sino reforzando los hábitos y las convicciones, y esta es la
tarea que le compete a l ética de la administración pública: la de
generar convicciones, forjar hábitos, desde los valores y las metas que
justifican su existencia.

 La ética pública, el mejor control de los gobernantes.

Para frenar actitudes anti-éticas y recuperar la confianza en la


ciudadanía conduce a la idea no solo de controles externos, sino
también a que cada individuo en lo interno desarrolle una conciencia
en relación a lo público basada en un espíritu ético, en una doctrina
ética para el servidor público.

Para J. Rodríguez Arana el conjunto de normas y controles no


garantizan que el empleado público actué de una forma ticamente
correcta, solo las fortalezas de las convicciones éticas del empleado
pueden cubrir el vicio, para este autor da lo mismo un cuerpo legal, los
instrumentos de control si la persona no ha interiorizado un espíritu
ético.
Todo gobierno para mantener una eficiente administración debe
contar con individuos íntegros, es aquí donde la ética cobra
importancia al formar, seleccionar los perfiles y reiterar a los
servidores públicos la necesidad de hacer bien sus tareas, y actuar con
responsabilidad. Esta sencilla premisa es difícil de alcanzar y no todos
los que participan en el ámbito público realizan adecuadamente sus
tareas, la ética es un mínimo exigible para asegurar una honestidad y
una responsabilidad en el empleado público.
Si la Administración pública es el instrumento de que se vale la política,
para contribuir al logro de la pluralidad de intereses, mediante el
ofrecimiento de bienes y servicios de calidad, los servidores públicos
deben estar motivados, ya que una baja motivación y una baja moral
fomenta la irresponsabilidad y una baja calidad en la operación de las
instituciones.

La imagen que se crea de la administración pública, es el resultado de


la actitud y conducta de cada persona que labora en una organización,
en efecto una buena imagen hace creer y confiar en la institución, pero
una mal imagen produce rechazo y desconfianza en la institución.
Tómese nota que un servicio es un proceso y no un producto, que se
basa en la conducta y actitud de la persona que la ofrece, ósea existe
una relación de persona a persona, a si la buena conducta, el trato
amable, la grata comunicación, son elementos básicos para establecer
buenas relaciones con el servicio. A esta tendencia se opone la
evolución de algunos funcionarios modernos altamente especializados,
orgullosos de ocupar un cargo público pero pocos sensibles al sentir
colectivo.

 Fundamentos Políticos Filosóficos de la ética pública


a. La dualidad ética-política: En la antigüedad, el instrumento
fundamental para formar a los hombres de gobierno era la ética, la
cual era una rama de la política, y un filtro para los que ocupaban
cargos públicos, obraran bien, en efecto la formación de valores
para gobernantes antes de tomar posesión de su cargo la que se
encontraba en tratados y códigos de la función pública.
Para Adela Cortina, desde antiguo los seres humanos se percatan
que para vivir bien es imposible dejarse llevar por todas las
pasiones que le inducen a obrar y de ahí que también desde antiguo
surja la idea de introducir un orden tal en las pasiones, que unas
dominen a las otras, de manera que unas serán dominadoras de las
otras.
Para Aristóteles solo en la medida en que se conoce la naturaleza
del hombre con sus vicios y virtudes se puede aspirar a la política; y
agrega que “ella determina lo que cada ciudadano debe aprender y
en qué medida debe aprenderlo”.
La “valoración del poder” en política se halla en dependencia de la
imagen que se tenga del hombre, como el mundo es una realidad
dual, en el hombre se han mezclado las dos cosas, lo bueno y lo
malo. En política no se puede ignorar que el poder, no siempre ni
en todas partes, ha sido utilizado de manera correcta, por la
condición ambivalente del hombre. De ahí que la ética y la política
siempre estén relacionadas.
Finalmente, cuando se carece de ética en política, para gobernar se
utilizan todos los medios incluidos – como dice Hans Kung – “los
inmorales como la mentira, el engaño, la traición, el asesinato
político y la guerra. Ni la diplomacia ni los servicios secretos ni la
policía están por encima de la moral”
b. Los Géneros de Vida
La ética al estudiar al hombre, establece tres géneros de vida:
1) Género Voluptuoso, donde los vicios y deseos dominan al
hombre. Para los filósofos, esta vida es indigna y cercana al animal.
2) Género Político, donde busca los honores y el reconocimiento,
donde la mente domina las pasiones por un esfuerzo permanente y
constante de principios éticos y valores “educativos”, Cuando el
hombre aprende a vivir políticamente, antiguamente se decía, que
se vuelve dueño y señor de su conducta.
3) Género Contemplativo, donde dedica su vida a la sabiduría.

Ahora, quienes se interesan por los asuntos públicos aspiran al


“género político”, buscan el bien para su comunidad (pero no es un
camino sencillo).
c. La Relación Ético Política en busca del Bien General
El resultado de sumar ética y política es gobernar, sirviendo a la
“pluralidad de intereses”; y este debería ser el motor que impulse a
los políticos. Para alcanzar la satisfacción de la pluralidad de
intereses, al Estado le corresponde la tarea de “arbitrar los
conflictos”.
La Teoría Política señala que es responsabilidad del gobernante
buscar el equilibrio entre las partes del Estado sin permitir que
existan grupos o élites que se vuelvan más poderosos. El gobierno
no debe tolerar la desmesura ni en los grupos ni en los individuos
porque esto crea fractura en el Estado. (Ver Cicerón. Sobre los
Deberes, Libro I)

 Formación Ética para actuar en Política


a. La formación del gobernante con ética.-
La teoría política señala que hay tres cualidades que deben poseer los
que han de desempeñar las “supremas magistraturas”:

*La Lealtad para la Constitución establecida: Se refiere a estar


comprometido con el Estado al que se pertenece, con la comunidad
política.
*Capacidad para las Responsabilidades del cargo: Se refiere a poseer
los elementos idóneos para el cargo y gobernar dando resolución a las
demandas de los ciudadanos.
*Poseer Virtud y Justicia: Se refiere a la “posesión de Virtudes Éticas”
para saber gobernar. (éste es el más difícil de alcanzar).
Cuando un gobernante se prepara con ética y sabiduría, logrando
ecuanimidad y prudencia, alcanza lo que antiguo denominaban “el
principio recto” y por medio de éste sabrá discernir lo que es
conveniente o nocivo en la acción de gobierno.

b. La Operación política bajo principios éticos.


La ética es acción, es práctica pura, no se estudia ética para quedarse
en el “deber ser”, se aspira a su conocimiento para practicar el bien en
cada acto. El político gobierna para su gente, lo aleja de las pasiones, le
enseña a vivir con dignidad y el poder es un instrumento para hacer el
bien.
En la antigüedad, la auténtica gloria de un gobernante dependía del
progreso moral que alcanzaran los gobernados.
La idea de la ética práctica es aquella que crea hábitos, despierta
virtudes pero lo más importante es que forma el “carácter”.
Los que ejercían la política con ética en la antigüedad, se decía que
tenían DECORUM (decoro) y era garantía de ser reservado, discreto,
cortés y que actuaría de manera correcta. El decorum de los políticos
daba confianza a los ciudadanos y se podía creer en ellos, pero para
merecer esta denominación, se atendía a los actos del político en la
práctica.
Este reconocimiento significaba que el político gobernaba con los
siguientes principios:
a.-Autoridad: si es ejercida en beneficio de los gobernados, como
servicio para la pluralidad de intereses, en caso contrario es poder
despótico.
b.-Honor: es el reconocimiento a las acciones emprendidas que tengan
algún mérito. Cuando el principio del honor lo adquiere un gobierno,
éste realiza obras que benefician a todo el Estado.
c.-Justicia: a pesar de ser un bien para el Estado, no es fácil su práctica;
y cuando se omite o se deja de lado, se provoca el sufrimiento
humano.
d.-Libertad: el hombre libre es aquel que puede gobernarse por sí
mismo y es capaz de dominar sus apetitos y pasiones por medio de la
razón (implica tener educación).
e.-Prudencia: es una disposición de la acción que va acompañada de
una deliberación a lo que puede ser benéfico o nocivo para el hombre.
El hombre prudente tiene la capacidad para decidir convenientemente,
asesorado por el principio de la “Recta Razón”. En el gobernante la
prudencia está consagrada en la deliberación de lo que es conveniente
para los individuos, por ejemplo, al legislar, al reformar la Constitución,
al llevar a cabo medidas económicas, al negociar con otros gobiernos,
etc. El error en este punto, tiene consecuencias catastróficas para el
Estado.

 El Descuido de la Ética en la Vida Pública

Hay que preguntarse ¿Quién forma a los gobernantes en la ética


pública? Y ¿Quién se preocupa de trasmitir los valores a los
ciudadanos?
El descuido de la ética en los gobernantes ha generado por un lado,
que los que ocupan cargos públicos desvían los fines originales de la
administración pública y de la política al encontrarse obsesionados por
intereses personales y partidistas. Y por otro lado, el olvido de la ética
de los gobernados ha generado una corrupción moral. Ambas
situaciones se reflejan en una sociedad que se deteriora cada vez más
en términos de valores.
En efecto, vivimos en una cultura individualista basada en principios de
independencia, individualidad y propiedad, y por eso se torna más
difícil respetar y practicar principios y valores colectivos como la
solidaridad, la cooperación.
Se producen confusiones si una misma situación es correcta o no,
incluso cierto rechazo a las normas éticas ya que son menos atractivas
que los principios individuales, pero una sociedad sin recursos éticos
genera una transformación en la conducta de sus miembros basada en
antivalores y cuando esta práctica diaria se extiende se torna como
normal e incluso es vista positivamente

La ética es una disciplina importante en la política pero en algunos


gobernantes existe una falta de interés e incluso un rechazo a la ética,
y sus principales causas son:
- Porque existen intereses económicos definidos o ambición por la
riqueza
- Porque existen compromisos de grupos
- Porque existe una práctica de la corrupción
- Porque los que ocupan cargos no son políticos de vocación
- Porque se anhela el poder a costa de lo que sea

Cabe preguntarse, si los principios éticos son accesibles a todos, ¿Por


qué son muy pocos quienes los cumplen? Al respecto Platón en su libro
“la república” responde a esta pregunta al señalar: “La maldad, aún en
la abundancia se puede obtener fácilmente porque el camino es liso y
habita cerca, pero para la virtud, los dioses pusieron el sudor”

Aristóteles en su obra “la política” manifiesta que cuando un individuo


se encuentra falto de ética y ejerce el poder, no mide el alcance de sus
actos y puede cometer acciones irracionales o bestiales (actos
perversos)

Las personas débiles en valores éticos al ocupar cargos públicos, son


potencialmente propensos a corromper el poder público al hacer uso
indebido de este, o sea, es el hombre sin principios rectores, quien
altera la profesión de lo público, abusa del poder de manera ilimitada y
al hacerlo así, la razón se le puede alterar lo que a su vez trae terribles
consecuencias.

En definitiva, la ausencia de principios y valores en la vida pública ha


generado que los sistemas políticos y económicos desvíen los recursos
de los fines originales, malversen la riqueza, la pluralidad de intereses
en una sociedad sea insatisfecha y aparezca la corrupción y la
marginación.

 Obstáculos que dificultan la promoción de la Ética

La ética es algo conveniente para los Estados porque constituye el


desarrollo de cada una de sus partes que la integran, pero también
implica que los individuos y los grupos cedan a sus intereses (y este es
un elemento difícil de lograr)
Tómese nota que promover la ética en los funcionarios públicos puede
ser peligroso porque estimula la conciencia de éstos y puede tomarse
en un obstáculo para el gobierno de turno, en efecto, un funcionario
con una alta capacidad de análisis moral puede ser peligroso en
términos de jerarquía o eficiencia, al poder convertirse en un objetor
de conciencia de proyectos gubernamentales; ese exceso de
objetividad puede chocar con naturales intereses partidistas de altos
dirigentes del gobierno
El análisis de la cuestión ética del Estado requiere considerar el
contexto político, social y económico en que se desempeñan los
servidores públicos y gobernantes para determinar las condiciones en
que se producen las desviaciones éticas y el abuso de poder

Los FACTORES que se deben considerar como obstáculos según la


doctrina son:
1) Los privilegios, la protección o la impunidad en el sentido jurídico
de que disponen algunos sectores del aparato estatal: el monopolio
sobre ciertos bienes y servicios sobre ciertos espacios. Ej: En
materia aduanera o impositiva
2) El poder de las instituciones que establece el Estado como un
marco para que los ciudadanos no puedan cambiar en el corto
plazo, y son una traba para el bienestar
3) La intervención en el manejo de los medios de comunicación y en la
actividad financiera
4) La influencia en la designación de los jueces y magistrados
5) La capacidad de otorgar concesiones, autorizaciones, permisos, y
certificados como la de realizar inspecciones y controles que los
ciudadanos necesitan para legitimar sus acciones
6) La facultad de dictar leyes y reglamentos
7) La creación y acceso a los archivos centrales con datos acerca de las
personas (los servicios de información)
8) La presencia de los intereses de partido en la función pública (la
prioridad del partido gobernante)
9) Las reglas y procedimientos que por su complejidad no pueden ser
entendidos por los ciudadanos comunes, en especial los impuestos

Estos factores pueden ser la base de los abusos de poder e inmoralidad


en los actos de gobierno y en la gestión administrativa

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