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ALEGATO ARCAYA

Con la venia de su Señoría Ilustrísima, comparece en estrados Sebastián Adolfo Llantén


Morales, Postulante de la Corporación de Asistencia Judicial, Centro de Atención Jurídico y
Social La Florida, evacuando alegato en representación de la parte recurrente, solicitando
desde ya se ACOJA la apelación deducida en todas sus partes y SE REVOQUE la sentencia
de primera instancia de fecha 08 de agosto de 2011, dictada por el Magistrado Pedro
Maldonado Escudero, del Cuarto Juzgado de Familia de Santiago en causa RIT C-4746-
2010, por los argumentos de hecho y derecho que a continuación paso a exponer:

1.- La Contraria interpuso demanda de Divorcio Unilateral en contra de nuestra


representada.
Dicha acción -tal como lo ha señalado la jurisprudencia de la Corte Suprema
reiteradamente- tiene como requisitos a) el cese de la convivencia efectiva durante a lo
menos tres años, b) que no se haya producido una reanudación de la vida en común, y
c) que el demandante acredite, si lo exige el otro cónyuge, haber dado cumplimiento a
su obligación de alimentos respecto al demandado y sus hijos en común.

2.- Respecto al requisito de demostrar haberse dado oportuno cumplimiento a la


obligación alimenticia por parte de la contraria es menester señalar que:
2.1) En cuanto a su finalidad, este requisito ha sido establecido como garantía y
protección del interés superior de los hijos y del cónyuge más débil, principio que
por disposición legal debe informar todo el derecho matrimonial y en cuya virtud el
juez debe resolver todas las materias reguladas por la ley de matrimonio civil.
Dicho principio debe además impulsar las actuaciones de oficio de los Jueces de
Familia al tenor de lo dispuesto en el artículo 13 de la Ley 19.968.

2.2) En cuanto a sus efectos, la Ilustrísima Corte Suprema ha sido insistente en


señalar que dado que el finalidad es “materializar los principios transversales a
toda la legislación de familia (…) castigando la infracción del deber de socorro (…)
el cónyuge deudor es sancionado con la mantención de la vigencia del vínculo
matrimonial, no pudiendo solicitar su disolución” (C.S. 7 de junio de 2010 y 29 de

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enero de 2009); de ésta manera el incumplimiento de la obligación alimenticia
tiene como efecto enervar la acción de divorcio impetrada.

2.3.) La Ilustrísima Corte Suprema, en múltiples oportunidades -y la Ilustre Corte de


Concepción, reiterando- en cuanto a la titularidad de esta institución ha dicho que
“La ley reconoce al contrayente demandado la posibilidad de enervar la acción de
divorcio, pidiendo al juez que verifique que el actor (…) no ha dado cumplimiento,
reiterado, a su obligación” (C.S. 7 de junio de 2010, 6 de abril de 2009, 29 de enero
de 2009).

2.4) Para se produzca la enervación de la acción de que tratamos, la jurisprudencia


de ésta misma corte ha indicado que deben concurrir los siguiente requisitos: a)
que exista una solicitud en tal sentido por la parte demandada, b) que se verifique
que (…) el demandado no ha dado cumplimiento reiterado a su obligación de
alimentos (…) y c) que este incumplimiento sea injustificado (C.A. Santiago, 24
diciembre de 2007).

2.3) En relación a que deba existir una solitud de parte, la Ilustrísima Corte
Suprema, en reiteradas ocasiones, y desentrañando la naturaleza jurídica de ésta
encarnación del principio de protección al cónyuge más débil en la materia, ha
dicho respecto a ésta institución que “se desprende que la excepción perentoria
debe ser alegada por el cónyuge afectado y que el peso de la prueba (…)
corresponde al actor” (C.S. 7 de junio de 2010, 6 de abril de 2009).

2.4.) En tanto excepción perentoria -como ha sido calificada por la Ilustrísima


Corte de Suprema-, la llamada cláusula de dureza de que tratamos puede ser
interpuesta en cualquier estado del juicio hasta antes de la dictación del fallo, al
tenor de lo prescrito en el artículo 310 del Código de Procedimiento Civil.
Al respecto, la misma Corte Suprema ha dicho que “Las excepciones perentorias,
por su parte, sólo pueden oponerse en la contestación de la demanda, así lo dice el
artículo 309 del Código referido. Atendida, sin embargo, su importancia, el
artículo 310 de la misma codificación permite a las partes deducir en cualquier
estado del juicio, pero antes de la citación para oír sentencia en primera instancia
o de la vista de la causa en segunda” (C.S. 16 de julio de 2001).

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3.- En cuanto a la solitud de esta parte, para que la contraria acreditara -conforme es su
carga- el cumplimiento de su obligación alimenticia, ésta tuvo lugar tanto en la forma
de excepción perentoria, como en el fundamento de la contestación –tal y como
señalamos profusamente y detalladamente en los fundamentos de hecho de éste
recurso-, con lo que esta parte cumplió suficientemente con el requisito que ha
señalado la Ilustrísima Corte Suprema en el sentido de que exista una solicitud en tal
sentido por la parte demandada, exigiendo que el tribunal controlara el cumplimiento
del especial requisito de la acción de divorcio en cuanto al cumplimiento de la
obligación alimenticia del cónyuge demandante.

4.- No obstante haberse realizado la solicitud de controlar el cumplimiento de la


obligación alimenticia para dar acoger la acción de la contraria, esta fue
sistemáticamente por parte del magistrado Maldonado, quién -por ejemplo- al
rechazar la interposición de la excepción perentoria de que tratamos en la audiencia de
fecha 2 de agosto de 2011, fundamenta que ésta es extemporánea al tenor del artículo
61 N°2 de la ley 19.968, demostrando una pre-disposición jurídica a acoger la acción e
ignorando que –como hemos señalado, al tenor de la jurisprudencia de nuestros altos
tribunales- en su calidad excepción perentoria, pude ser interpuesta en cualquier
estado del juicio.
A mayor abundamiento -y reforzando el carácter garantista y de protección de la dicha
cláusula- la Ilustrísima Corte Suprema ha señalado expresamente que “No es lícito al
intérprete distinguir entre los diversos aspectos que regulan la materia, discriminando
en perjuicio de los derechos de la cónyuge demandada (C.S. 30 de julio de 2007).

5.- En cuanto a cumplimiento de la obligación por parte de la contraria -y pese a que no


es de nuestra carga acreditarlo- i) esta existe por haberse decretado por el 19°
Juzgado Civil de Santiago en causa Rol C-3781-2004, ii) se ha incumplido sin haberse
hecho pago alguno, por lo que se persigue su cumplimiento ante el 4° Juzgado de
Familia de Santiago en causa RIT Z-743-2011 y iii) el alimentante no ha justificado el
motivo de su incumplimiento, ni es esos ni en otros procesos.

6.- Así las cosas en cuanto a la concurrencia de los requisitos para ser procedente la
acción de divorcio deducida por la contraria, estimamos no concurrir el ya señalado de
acreditar por parte del demandante haber dado cumplimiento a su obligación de
alimentos, lo que salta a la vista toda vez que, en sentencia de fecha 8 de agosto de
2011 -que impugnamos-, el Magistrado Maldonado da cuenta de un liviano análisis de

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los requisitos, toda vez que se limita a comprobar únicamente la concurrencia de uno
sólo de ellos, a saber, el cese de la convivencia, omitiendo hacer el detallado análisis
que le impone el inciso tercero del artículo 55 de la ley 19.947; liviandad que se
manifiesta patentemente incluso en el texto de la resolución cuando el magistrado se
limita en el Considerando Cuarto a señalar globalmente el artículo 55 omitiendo toda
referencia al inciso tercero, mención de relevancia toda vez que los incisos anteriores
contiene una modalidad distinta a la que dedujo la contraria, a saber, el llamado
divorcio de común acuerdo.

7.- Así las cosas S.S.I., y para finalizar, rogamos tenga en consideración que la sentencia
recurrida produce tanto el agravio genérico de no desechar en todas sus partes la
demanda deducida por la contraria, como el de dar curso a la acción de divorcio
unilateral habiéndose incumplido reiteradamente la obligación alimenticia por parte
del demandate; vulnerándose con lo anterior –dicho sea de paso- el principio
fundamental de protección del interés superior de los hijos y del cónyuge más débil
que en la materia debe actuar tanto como un mandato de optimización de la ritualidad
del proceso, como elemento interpretativo de las normas del ramo.

POR TANTO;
En virtud de lo dispuesto en los artículos 3°, inciso 1°, 53 y 55 de la ley 19.497; los artículos
1°, inciso 3° y 13 de la ley 19.968; y, las demás normas aplicables:

SOLICITO A S.S.I.
Que SE REVOQUE LA SENTENCIA APELADA, acogiéndose el presente recurso y SE
DECLARE que la improcedencia de la acción deducida, rechazándose por no haber el
cónyuge demandante dado cumplimiento a su obligación alimenticia.

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