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Manual Cto Enarm Urologia PDF
Manual Cto Enarm Urologia PDF
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Manual CTO
de Medicina y Cirugía
2. a edición
Urología
Revisores
Karla Leonor Sierra Guerra
Pablo Conde Caturla
Autores
Sara Díaz Naranjo
Lai n Hermes González Quarante
(traducción casos clínicos)
Grupo CTO
Editorial
NOTA
La medicina es una ciencia sometida a un cambio constante. A medida que la investigación y la experiencia
clínica amplían nuestros conocimientos, son necesarios cambios en los tratamientos y la farmacoterapia.
Los editores de esta obra han contrastado sus resultados con fuentes consideradas de confianza,
en un esfuerzo por proporcionar información completa y general, de acuerdo con los criterios aceptados
en el momento de la publicación. Sin embargo, debido a la posibilidad de que existan errores humanos
o se produzcan cambios en las ciencias médicas, ni los editores ni cualquier otra fuente implicada
en la preparación o la publicación de esta obra garantizan que la información contenida en la misma sea
exacta y completa en todos los aspectos, ni son responsables de los errores u omisiones ni de los resultados
derivados del empleo de dicha información. Por ello, se recomienda a los lectores que contrasten dicha
información con otras fuentes. Por ejemplo, y en particular, se aconseja revisar el prospecto informativo
que acompaña a cada medicamento que deseen administrar, para asegurarse de que la información
contenida en este libro es correcta y de que no se han producido modificaciones en la dosis recomendada
o en las contraindicaciones para la administración. Esta recomendación resulta de particular importancia
en relación con fármacos nuevos o de uso poco frecuente. Los lectores también deben consultar
a su propio laboratorio para conocer los valores normales.
No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, su tratamiento informático, la transmisión
de ningún otro formato o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro
y otros medios, sin el permiso previo de los titulares del copyright.
Manual CTO
de Medicina y Cirugía
2.a edición
Grupo CTO
Editorial
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04. Tumores renales ......
4.1.
4.2.
Carcinoma de células renales
(adenocarcinoma renal, hipernefroma) ............................ 17
Otros tumores ........................................................................................................................ 19
17
Este tema puede ayudar tes quirúrgicos previos) y la segunda, el uréter ectópico (que es
a obtener una visión general la causa más frecuente en niñas).
de la materia y a asociar algunos De esfuerzo: se desencadena con el aumento de presión abdo-
hallazgos a patologías concretas, minal (al reír, toser, cargar con peso). Generalmente se produce
pero no se debe emplear por un déficit de soporte de la musculatura perineal (por ello es
en él demasiado tiempo.
recomendable revisa r los antecedentes obstétricos, pacientes
obesas, pacientes añosas, et cétera).
De urgencia: el paciente siente ganas de orina r, pero no le da
1.1. Definiciones tiempo a llegar al baño (provocadas por contracciones involun-
ta rias del múscu lo detrusor).
Mixta : generalmente es una combinación de las dos anteriores.
Hematuria microscópica: presencia de más de 5 hematíes por Paradój ica: escape de orina debido a la sobredistensión vesi-
campo. La causa más frecuente en ambos sexos es la litiasis. La causa ca l. El ejemplo característico es el paciente prostático con re-
mas común en varones mayores de 50 años es la hiperplasia benig- tención urinaria. La presión intravesical supera la presión de
na de próstata. cierre del esfínte r uretral, produciéndose un escape de orina
Hematuria macroscópica : orina de aspecto roj izo a simple vista de- paradój ico (no puede orinar y, sin embargo, se le escapa la
bido a la presencia de más de 50 hematíes por campo. En los pacien- orina).
tes fumado res, en ausencia de otros síntomas, se debe sospechar
tumor urotelial.
Piuria: presencia de más de 1O leucocitos por campo. Altamente
Los cil ind ros hemáticos aparecen en las glomerul o-
inespecífica, pero en presencia de síntomas urinarios, hay que sos- nefritis que producen síndrome nefrítico, como en la
pechar infección. posti n fecc i osa.
Síndrome miccional: presencia de polaqu iuria (aumento en la fre-
cuencia miccional), urgencia miccional (necesidad imperiosa e irre-
frenable de orinar) y d isuria (molestias urinarias inespecíficas referi- Enuresis: pérdidas de orina exclusivamente durante el sueño. Si el
das como ardor, escozor, etcétera). niño es mayor de 6 años, debe ser estudiado.
Incont inencia urinaria: pérdidas involuntarias de orina (Tabla 1}. Cri sis renoureteral: dolor lumbar frecuentemente irrad iado a ge-
Existen cuatro tipos principales: nitales, de carácter agudo, cuya intensidad no se modifica por los
Continua: de día y de noche, en todas las posiciones. La causa cambios postura les, y que se suele acompañar de náuseas, vómitos
más frecuente es la fístula urinaria (en pacientes con anteceden- y malestar genera l. Es muy poco frecuente que sea bilateral.
Cantidad de orina escapada en cada episodio de incontinencia Abundante, si se produce Generalmente escasa
1.2. Diagnóstico diferencial Hematuria con coágulos: indica un problema urológico. La causa
más frecuente en mujeres es la cistitis hemorrágica, aunque la pri-
de la hematuria macroscópica mera causa a descartar es una neoplasia urotelial, máxime en el pa-
ciente fumador.
Según el momento de aparición: Hematuria por nefropatía médica: no suele tener coágulos, y
Inicial: sangrado uretral o prostático. puede ir acompañada de cierto grado de proteinuria, así como de
Final: sangrado del cuello vesical. ci lindros eritrocitarios o de hematíes dismórficos en el sedimento
Total: vesical o del tracto urinario alto. Se debe recordar que un urinario.
sangrado importante de cualquier parte del aparato genitouri-
nario puede provocar hematuria total.
• •
Infeccion es del tracto ur1nar1o.
Cistitis interstici al
ORIENTACIÓN Este tema es el más importante de esta asignatura. No se debe bajar la guardia
con la tuberculosis genitourinaria ni en la cistitis intersticial. Hay que formar una imagen mental
ENARM típica para reconocerlas en el caso clínico.
La infección del tracto urin ario (!TU) puede clas ificarse de varias fo rmas. Otro dato que apoya la importa ncia de la vía ascendente es la frecuencia
Se puede hacer una divisió n anatóm ica entre las \TU altas (infecciones de infección tras el cateterismo uretral, que es del 1% en los pacientes
renales) y las \TU bajas (cistouretri t is, prostatitis). As im ism o, la clasifica- ambulantes, y en tres o cuatro días alcanza a casi la totalidad de los pa-
ción puede basa rse en la asociación o no de complicaciones. Una \TU cientes sondados con sistemas de drenaje abiertos. En los pacientes hos-
no complicada es un cuad ro clínico caracterizado por la presencia de pita lizados, el riesgo de infección alcanza un 5% por cada día de sondaje,
escozor micciona l, urgenc ia y frecue ncia, acompañado o no por hema- incluso con sistemas cerrados.
turia terminal, dolor hipogástrico, y más raramente, febrícula . Dentro de
este grupo se podrían incluir las pielonefritis no complicadas, que se Una vez que las bacterias han alcanzado el tracto urinario, tres factores
presentan como cuadros febriles con hipersensibilidad en fosa lumbar, determinan el desarrollo de la infección:
fiebre, náuseas o vóm itos, y si n los facto res que convierten la \TU en La viru lencia del microorgan ismo.
"complicada': como son: prese ncia de cat éteres, uropatía obstructiva, El tamaño del inóculo.
refl ujo vesicoureteral, anom alías anatóm icas, insuficiencia renal o tras- Los mecanismos de defensa del huésped .
plante rena l. La !TU en el varón debe considera rse esencialmente "com-
plicada" de entrada. La mayoría de las infecciones en la comunidad están producidas por gér-
menes gramnegativos, principa lment e E. coli, responsab le del 85% y, en
La reapa ri ción de una infección t ras el trata mi ento puede debe rse a menor proporción, Proteus, Klebsiel/a o Pseudomonas. Entre los gra mposi-
reinfecc ión o recid iva. El primer térm ino expresa la infección nueva por tivos, únicamente el Staphylococcus saprophyticus t iene relevancia, pro-
un germen distinto al inicia l, mientras que recidi va indica infección por duciendo e\1 0-15% de las \TU en mujeres jóve nes (segundo germen más
el mismo germen. Esta última es mucho más infrecuente que la rein- frecuente en esta población).
fección y puede estar ocasionada por litiasis infectiva, prostatitis cró-
nica, fístulas vag inales o intestinales, divertícul os vesicales infectados, Alrededor del 30% de las mujeres con clínica miccional presentan re-
cuerpos extraños, necrosis papilar infectada y otras causas que generan cuentos menores de 1oscolonias por mili litro (1 osUFC/ml); de estas, tres
un reservorio de microorganismos que d ifícilmente se eliminan con el cuartas partes presentan piuria; en el resto, existen pocos datos que de-
antibiótico. muestren infección, y en general se tratan según la clínica. En la orina de
las pacientes sintomáticas con piuria se pueden encontrar (considerán-
dose infecc ión activa) rec uentos más bajos (102-104) de los patógenos
2.1. Patogénesis y etiología habitua les. En otras ocasiones, el cuadro se justifica por la presencia de
uretritis causada por N. gonorrhoeae o C. trachomatis. El papel patógeno
de gérmenes como U. urealyticum o Mycoplasma hominis está mal defini-
Existen tres posibles vías por las que los m icroorgan ismos pueden alean- do, ya que se desconoce su potencia l como uropatógenos aislados.
za r el tracto urinario: hemat ógena, linfát ica y ascendente. La vía linfática
ca rece de importancia rea l. La diseminación hematógena tampoco es En las infecciones nosocomiales, los gérmenes gramnegativos continúan
frecuente. La más común es la ascendente iniciada en la uretra. Probable- siendo los más frecuentes. Si bien E. coli es el más habitual, su frecuencia
mente por esta razón es mucho más habitual la \TU en mujeres, dado que desciende hasta el 50% y adqu ieren mayor importancia Proteus, Klebsiella,
su uretra es muy corta y ancha, y por ello favorece el paso de microorga- Pseudomonas, Enterobactery Serratia. El 25% restante está ocasionado por
nismos hacia nive les más altos del TGU. gérmenes grampositivos como estreptococos y estafilococos. Candida
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2. a edición
a/bicans puede aparecer principalmente en pacientes diabéticos, catete- En el caso de los pacientes sondados permanentemente, la presencia de
rizados o con tratamientos antibióticos prolongados. bacteriuria asintomática no es una indicación de tratamiento y, actualmen-
te, incluso es dudosa la recomendación clásica de empleo profiláctico de
La afectación del tracto urinario superior parece también producirse por as- algún antibiótico, previo a la sustitución del catéter, a fin de contrarrestar la
censo de los gérmenes a lo largo del uréter. La diferenciación, aunque poco posible diseminación hematógena del germen producida por la manipu-
específica, se debe basar en los hal lazgos clínicos (fiebre, dolor lumbar, esca- lación (las últimas guías clínicas ya no lo recomiendan). Sí es, sin embargo,
lofríos) y analítica elemental (leucocitosis, velocidad de sed imentación alta). indicación de tratamiento la bacteriuria persistente a los 3-5 días de haber
retirado una sonda vesica l. En aquellos pacientes en los que la sonda no
pueda ser retirada, el tratamiento de las bacteriurias asintomáticas no suele
2.2. Diagnóstico ser efectivo, y puede dar lugar a selección de cepas resistentes. En estos
pacientes sólo se debe iniciar tratamiento si presentan alto riesgo de desa-
rrollar bacteriemia o si la bacteriuria se hace sintomática.
El diagnóstico de ITU, además de la clínica, se define por el cu ltivo de
orina. Dado que es frecuente el crecimiento de bacterias que han con- En el resto de los casos, únicamente con la concurrencia de factores par-
taminado las muestras, se utiliza un criterio estadístico sobre la base del ticulares, se debe tratar la bacteriuria, y siempre sobre la base del estudio
recuento de colonias del urocultivo, considerando como significativo clá- de sensibilidades.
sicamente el crecimiento de más de 1oscolonias por mililitro.
ITU baja en mujeres
En determ inadas circunstancia s, recuentos de colon ias menores pueden
ser suficientes: recuentos de 103 UFC/ml en mujeres sintomáticas, más de Puede realizarse un tratamiento convencional de siete días o bien un cur-
104 en pielonefritis clínicas o en varones, y más de 102 en muestras de ca- so corto en monodosis o en régimen de tres días. La ventaja de estos es
teterismos limpios o cualquier recuento, si se recoge mediante punción- el menor coste económ ico y la menor incidencia de efectos adversos. Su
aspiración suprapúbica. Cifras mayores de 1osUFC/ml pueden igualmen- desventaja es la mayor incidencia de recurrencias tempranas, al no afec-
te refleja r contaminación, principalmente si crecen dos o más especies. tar apenas a los reservorios vag inal e intestinal de uropatógenos. Aun con
todo, por las ventajas mencionadas, la pauta preferida actualmente es el
En el adulto, la presencia de piuria (más de 1Oleucocitos/mm 3) se relacio- tratamiento de tres días.
na estrechamente con la ITU en presencia de síntomas, no así en el niño,
en el que puede acompañar a los cuadros febriles. Los antibióticos de elección deben ser la nitrofurantoína y la fosfomici-
na, seguidas del cotrimoxazol. Las fluoroquinolonas, las cefalosporinas y
otros P-lactámicos deben reserva rse para los cuadros complicados, con
2.3. Diferentes ITU y su tratamiento ma la respuesta previa o graves.
Defin ida como bacteriuria significativa (1 osUFC/ml) en, al menos, dos uro- ITU recurrente
cultivos con el mismo germen, tomados con una semana de diferencia en
ausencia de síntomas. La bacteriuria asintomática no debe tratarse salvo en Aparición de cuatro o más episodios al año. Se puede realizar profilaxis
los casos en los que conlleva un riesgo de infección cl ínica o daño orgán i- con cotrimoxazol o una fluoroquinolona (en función de la sensibilidad
co, como ocurre en niños menores de S años, tengan o no patología uroló- del germen aislado en el último episod io) en dosis única, días alternos,
gica asociada. Asim ismo, debe ser tratada en el embarazo, en pacientes in- durante seis meses. Si tras la retirada se presentaran nuevas recurrencias,
munodeprimidos, como profilaxis previa a una cirugía urológica (Tabla 2). puede reinstaurarse el tratamiento durante periodos más prolongados
(1-2 años). Es aconsejable la ingesta abundante de agua y realizar miccio-
nes frecuentes y cumpl ir una serie de reglas básicas higiénico-dietéticas.
Menores de 5 años
Embarazadas Si los episodios tienen relación con el coito, se puede administrar un
lnmunodeprimidos comprimido de cotri moxazol o una quinolona después del mismo. En
Previamente a cirugía urológica mujeres posmenopáusicas, el tratamiento con estrógenos tópicos vagi-
Tabla 2. Bacteriuria asintomática: indicaciones de tratamiento nales disminuye la frecuencia de infecciones.
Prostatitis E. coli Cuadro séptico + + Nunca hacer masaje prostático ni sondaje Cotrimoxazol,
aguda fluoroquinolonas
4 semanas
Prostatitis E. coli Irritativo con + +1- > 1O leucocitos/campo + Cotrimoxazol,
crónica reagudizaciones, sin flu oroquinolonas
bacteriana 6-12 semanas
fiebre ni leucocitosis
Síndrome Desconocida/ Dolor genitou rinario Tipo A: inflamatoria: Antibióticos
doloroso Ureaplasma > 3 meses > 10 leucocitos/campo (gérmenes
pelviano
crónico Mycop/asma Tipo B: inflamatoria: atípicos)
< 1O leucocitos/campo Rehabilitación suelo
pélvico
Antidepresivos
~~
parenteral. El urocultivo en este último caso puede ser negativo. El
diagnóstico m ás fiable se realiza med iante TC. Deben tratarse con an- S. aureus es también la causa más frecuente de endo-
tibióticos por vía intravenosa y, depend iendo del tamaño y de la evo- card itis infecciosa. ~
lución, se hace obligatorio el drenaje med iante punción percutánea o Recuerda
quirúrgicamente.
El diagnóstico es sim ilar al absceso renal, y su tratamiento pasa por el
Absceso perirrenal drenaje percutáneo o quirúrgico, con la adecuada cobe rtu ra antibiótica.
Se loca liza entre la cápsula renal y la fascia de Gerota. Lo más frecuente es ITU asociada a catéteres
que un absceso cortical se abra a este espacio, pero puede ocurrir tam-
bién por diseminación hematógena. El germen más frecuente es E. coli, y La /TU es la infecc ión hospitalaria más frecuente, y los catéteres urina-
S. aureus en los casos de diseminación hematógena (Figura 1 ). rios la principal fuente de sepsis. Se ca lcu la que el 1% de catete ri smos
ambu latorios trans itorios sufren una /TU posterior y que la mayoría de
pacientes con catéter permanente presentan una bacteriuria significativa
al cua rto día de su colocación. Esta bacteriuria puede hacerse sintomática
en forma de cuadros de cistit is, hematuria o episodios feb riles, muchas
veces auto /i m itados.
Entre los factores que aumentan el riesgo de ITU asociada a catéter urina-
rio se pueden enumerar: 1) sexo femenino, 2) edad avanzada, 3) mala téc-
nica de sondaje, 4) sistemas de drenaje abiertos y 5) falta de higiene local.
Entre los antibióticos disponibles, parece que las quinolo nas son los que
mejor elim inan la pelícu la biológ ica de los catéteres infectados, favore-
ciendo así el tratam iento de la infección; en cualquier caso, este única-
mente se recomienda si existe sintomatología o en el momento de la
retirada del catéter, por el mayor riesgo de ITU sintomática y sepsis.
Obliteración
te del de la tuberculosis pulmonar en cuanto a fármacos y periodo de
ureteral tratamiento. Puede ser necesario el tratamiento quirúrgico, dependiendo
de la complicación asociada, genera lmente estenosis de la vía excretora
e hidronefrosis. En caso de riñón no funcionante por lesión extensa del
parénquima, puede ser precisa la nefrectomía.
Amputación
calicial Rifampicina, isoniacida y pirazinamida son los tres
antibióticos más emp leados en la tuberculosis.
Trompa
3) Carcinoma renal.
Casos clínicos ~,/ 4) TBC urogenital.
Uro litiasis
Tema fundamental en esta asignatura. Se debe conocer muy bien la actitud ante la litiasis
en general, ante los distintos tipos de cálculos y, especialmente, todo lo relacionadocon el
tratamiento. Es un tema rentable y agradecido, así que hay que emplear el tiempo necesario.
La tabla-resumen de urolitiasis puede ser de gran ayuda.
3.1. Epidemiología La enfermedad lit iásica rec id iva en el 40% de los casos, con una media
de un nuevo cálculo cada dos o tre s años. Por rec idiva se entiende la
aparición de una nueva litias is de la mi sma com pos ición y en la misma
La litiasis del aparato urinario es una patología frecuente en la po blación loca lizació n, en un intervalo m enor de cuatro años entre un cá lcu lo y
mundial, y en México representa un problema endém ico, const ituyendo otro.
una causa de consu lta y de atención urgente con potencial daño estruc-
tu ral y repercusión funcional en todo el apa rato urinario.
3.2. Manifestaciones clínicas
Son numerosas las sust ancias q ue se han identificado formando parte de
los cálcu los. Su incidencia varía según el país, e incluso según las áreas
y su manejo agudo
geográficas dentro del m ismo país.
El dolor agudo del cólico renal es la manifestación más típica de la litiasis
Se pueden d istinguir seis grupos de componentes: re nal. El dolor se produce por la sobred istensión de la vía urinaria tras la
Oxalato cá lcico. obstrucción de esta por el cálculo. Es lógico, por t anto, que el cálculo
Fosfato cálcico. deba desplazarse desde su origen calicia l para producir sintomatología
Fosfato no cá lcico. aguda. Ocasionalmente se observan cuadros de dolor vago renal en rela -
Compuestos purínicos (ácido úrico, urato amónico, urato sódico, ción con litiasis ca liciales no desplazadas.
xantina, 2,8 dih id roxiadenina).
Am inoácidos (cistina). El cólico rena l o crisis renoureteral suele apa recer de forma progresiva
Otros (carbonato cá lcico, su lfamidas, etcétera) . sobre la fosa lumbar afectada, irradiándose por el fl anco hacia la ingle y
los gen ita les (Figura 3). El paciente generalmente se encuentra afectado,
Los cá lcu los de oxa lato cálcico son los más frecuentes, con cifras en torno con dolor que no cede con reposo, por lo q ue cambia de postura con-
al 65%, seguidos por los infectivos y ácido úrico (a lrededor del 15% cada t inuamente. Puede acompa ñarse de un cortej o veget ativo con náuseas,
uno). Fosfato cálcico un 5%, y los de cistina con una incidencia baja (1-3%). vóm itos y sudoraci ón.
La terce ra década es la edad media de aparició n, por primera vez, de la El dolor irradiado hacia la ingle genera lmente indica que el cá lcu lo ha
litiasis sa lvo en los de cistina, que suelen ser de aparició n más prematura. alcanzado el uréter. Cuando se encuentra en vecindad de la vejiga, o bien
dent ro de esta, puede aparecer un cuadro irritativo, similar al síndrome
La prevalencia estimada en la literatura es en torno al 10-15%. m icciona l con polaquiuria, d isuria y tenesmo vesica l.
Los cá lcu los infectivos de estruvita, y en menor med ida, los de ácido úrico
y cistina pueden crecer modelando las cavidades rena les (litiasis cora li-
Las infecc iones urinarias son más frec uentes en muje-
res que en varones. Por eso los cá lcu los de estruv ita forme o "en asta de venado" [Figura 4]), manifestá ndose no como cólico,
también lo son. sino como infecciones urinarias de repet ición, dolor lumbar sordo, hema-
turia o incluso insufi ciencia rena l t erminal.
Urología 1 03
La estruvita (o fosfato amónico magnésico) es el componente más ca-
racterístico de los cá lculos producidos por infección por gérmenes urea-
líticos. Sus cristales t ienen form as prismáticas polimorfas, y raramente se
observan los cristales "en ataúd" que pueden hallarse en el sedimento. La
cistina se reconoce fácilmente por su aspecto acaramelado, formando
crista les hexagonales en prismas o láminas.
Diagnóstico
vía urinaria, lo que puede hacerse, sobre todo, con antiinflamatorios, que 3.3. Evaluación y tratamiento
dism inuyen el dolor y la diuresis al inhibir la síntesis de prostaglandinas.
Asimismo, se pueden usar espasmol íticos, que disminuyen la presión in-
de la litiasis renal
traureteral al relajar la pared del uréter.
Este apartado se puede dividir en dos partes. Por un lado, el estudio de
Existen una serie de situaciones en las que el cólico rena l se convierte en la litiasis con la finalidad de instaurar un tratam iento preventivo de su
una urgencia que precisa de hospitalización, y eventualmente, de mani- formación, y por otro, el estudio y tratamiento de la litiasis ya formada.
pulación invasiva:
Obstrucción grave, principalmente si se acompaña de litiasis mayor Estudio y tratamiento preventivo
de 10 mm.
Fiebre elevada (mayor de 38 °C). La eva luación del paciente con litiasis se basa en un estudio metabólico
Dolor incontro lable. para determinar qué factores son modificables, en un intento de evitar la
Riñón único. recidiva (Tabla 5).
Una situación similar ocurre durante el embarazo, donde una dilatación Hipercalciuria Gota primaria Cistinuria Infecciones
leve de la vía urinaria puede cons iderarse "fisiológica", pero obstrucciones idiopática Hemopatías por gérmenes
más importantes o la aparición de fiebre hacen aconsejable la colocación Hipercalciuria productores
Enfermedades
secundaria de ureasa
de un catéter ureteral (Figura 6 ). digestivas
a hipercalcemia
lngesta
Hiperuricosuria excesiva
Hiperoxaluria de purinas
Hipocitraturia Fármacos
Acidosis renal tubular Litiasis úrica
distal idiopática
Litiasis cá lcica
idiopática
Este estudio debe reservarse para aq uellos pacientes con alta probabili-
dad de recidiva, aunque cada vez más autores ind ican que debe rea liza r-
se a todos los pacient es (Tabla 6).
Desde el punto de vista práctico, las litiasis se pueden dividir en: las de
composic ión cá lcica y las de otras composiciones, ya que el primer grupo
supone la mayoría de los casos (70-80%) tratados habitualmente.
Litiasis cálcica
Figura 6. Doble J derecho. Litiasis uretera l derecha. Litias is coraliforme En la mayoría de las ocasiones se desconoce el origen de la litiasis cá lcica,
izquierda aunque se puede hacer una aproximación a los facto res de riesgo que
03 · Urolitiasis
Urología 1 03
influyen en su aparición. Sólo en un pequeño porcentaje de casos existe Acidosis tubular renal distal (véase Sección de Nefrología). En-
una enfermedad de base q ue puede ser t ratada, y de esta forma desapa- fe rmedad autosóm ica recesiva. Co nsiste en la imposibilidad del
rece la formac ió n de cá lculos cá lcicos. túbulo d istal para excretar hidrogeniones a la orina (orinas persis-
Hipercalciuria idiopática. Es la ca usa más frecuente de litiasis cál- tentemente alcalinas) con aumento de la el iminación de calcio a
cica. Se defi ne como una excreción urinaria de calcio mayor de 300 la orina.
mg/24 h en el varón y 250 mg/24 h en la mujer. De cara a su manejo, Existen formas incompletas que se observan en pacientes formado-
las tiazidas d ism inuyen el calcio urinario, reduciendo la formación res de cálculos de oxalato cálcico y con hipercalciuria idiopática. En
de litiasis. La adm inistración de citrato potásico ayuda a evitar la hi- estos probablemente la acidosis tubular no juegue un papel impor-
popotasemia y aumenta el citrato uri nario, que es inhibidor de la tante y responden a tiazidas.
litogénesis (Tabla 7). Otras circunstancias que favorecen la litiasis cálcica son: sarcoi-
dosis, síndrome de Cushing, d iuresis escasa, déficit de inhibidores o
anoma lías en el pH urinario (a lcalosis).
Absortivas Resortivas Renales Litiasis cálcica idiopática. Aproximadamente en el 20% de los pa-
Aporte excesivo Hiperparatiroidismo Acidosis tubular cientes con litiasis cálcica no se demuestra ninguna anomalía en el
Sd. de Burnett (leche Inmovilización distal estudio metabólico.
y alcalinos) Tumorales ld iopática
Hipervitaminosis D Enf. Paget
Litiasis úrica
ldiopática Sd. de Cushing
Sarcoidosis El ácido úrico no disociado es poco soluble en orina. Con un pH urinario
de 5, la solu bilidad del ácido úrico es ún icamente de 100 mg/1, m ientras
Tabla 7. Causas más frecuentes de hipercalciuria que con un pH de 7 es de 1.580 mg/1. Esto demuestra la gran importan-
cia del pH urina rio en la formación de cálcu los de ácido úrico. Aparte
Hiperuricosuria. Excreción en o rina de más de 800 mg/24 h en el de estos, también existe una pequeña proporción de cálculos de urato
varón o 750 mg/24 h en la mujer. Además de favorecer la litiasis úri- monosódico y urato amónico.
ca, la hiperu ricosuria constituye un factor de riesgo pa ra la formación
de cálculos de ca lcio, probablemente por nucleación heterogénea El objetivo del tratam iento es reduc ir el ácido úrico excretado y aumen-
sobre núcleos de ácido úrico o urato sódico. Genera lmente se debe tar el pH urinario, ya que los cálculos más frecuentes en pacientes hipe-
a un exceso de pu rinas en la dieta. ruricémicos son los de ácido úri co. Por otra parte, este t ipo de cálculos
Hiperoxaluria. Se considera como ta l la excreció n en orina de son los que mejor responden al tratamiento médico mediante quimió-
más de 40 mg/24 h. Existe una hiperoxal uria pri ma ria, q ue es con- lis is por alcal inización urinaria. Pueden admin istrarse diversos álcalis; el
secuencia de un defecto enzimático autosómico reces ivo; no t iene citrato potásico impediría el teórico riesgo de formación de cálculos
tratamiento y genera lmente conduce a insuficiencia renal por litiasis cálcicos por su efecto inhibidor, pero también pueden tratarse con bi-
recid ivante. El único t ratamiento que existe actu almente es el tras- carbonato sódico o citrato sódico. Una alternativa es la acetazolamida
plante hepático, que suele ir unido al re nal, au nque algunos casos en dosis de 250 mg/día. Cua ndo, además, la uricemia es alta, puede
responden a pi ridoxina . tratarse con alopurinol.
Litiasis cistínica
La ca usa más frecuente de hiperca lcemia en un pa-
ciente ambul atori o es el hiperparatiro idismo prim a- La cistinuria es un trastorno autosóm ico reces ivo en el que existe un de-
rio. En ca mbio, la hiperca lcem ia más frecuente en fecto de absorción, a nivel intestinal y tubular proximal, de los aminoá-
uno ingresado es la de o rigen neop lásico.
cidos dibásicos: cistina, ornitina, lisina y arginina (COLA), aunque parece
que puede existir un trastorno en el que únicamente se ve afectada la
No obstante, la mayoría de los casos de hiperoxa lu ria son secundarios cistina, lo que indicaría que, además de un mecanismo de transporte co-
a malabsorción de ácidos grasos por enfermedades crónicas pancrea- mún, existe uno independiente para la cist ina .
tob il iares, derivación intestinal para el tratam iento de la obesidad mór-
bida, resecció n ileal, enferm edad inflamatoria intestina l, hiperca lciuria Los niveles de cistina en orina de 24 horas son superiores a 100 mg, de
coincidente o por falta de ca lcio en la dieta, lo q ue perm ite que exista hecho, los homocigotos pueden excretar más de 600 mg/día. El diagnós-
mayor cantidad de oxa lato intestinal para su absorción. t ico se realiza identificando los característicos cristales hexagonales en
La intoxicació n por et ilengl icol y metoxiflurano puede producir hi- orina, o por una prueba positiva de nitroprusiato sódico (la orina se tiñe
peroxaluria, así como la ingesta de vitamina C en altas dosis. En todos de azul en pacientes afectados por esta enfermedad: test de Brand).
estos casos secundarios, el tratamiento con colestiramina, una dieta
pobre en grasas y la corrección de la malabsorción, en la medida de El tratamiento consiste en aumentar la diuresis diaria (más de 3 1/ día),
lo posible, suelen ser med idas eficaces. alcalinizar la orina por encima de 7,5 y, en caso de que esto sea insufi-
Hipocitraturia. Excreción de citrato inferior a 300 mg/24 h. General- ciente, puede iniciarse tratamiento con D-pen icilamina (250 mg/6 h) o
mente se asocia a ot ra s ano malías urinarias. Aunque de causa des- a -mercaptopropion ilg licina (250 mg/6 h).
conocida, puede contribu ir una d ieta ri ca en proteínas, hipoca liem ia,
enfermedad intest inal o infecció n uri nari a. Litiasis infectiva
Hiperparatiroidismo primario. Supone la causa más frecuente de
hipercalciuria conocida (véase Sección de Endocrinología, metabolis- Los cá lculos infectivos de estruvita o de fosfato amónico magnésico
mo y nutrición). (MgNH.P0 4 -6Hpl se desarrollan en un ambiente alcalino, producido por
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2 .a edición
infección persistente de gérmenes que hidrolizan la urea, aumentando A continuación se anal izan brevemente las diversas fo rm as de trata-
la cantidad de amonio urinario. Los principales gérm enes que poseen miento:
ureasa, además de d iversas especies de Proteus, son Pseudomonas, Kle- Cirugía. Ha sido el tratam iento estándar hasta la aparición de la
bsiel/a, Serratia y Enterobacter. La presencia de cue rpos extraños (sondas litotricia extracorpórea. Aún hoy día, es preciso recurrir a la cirugía
vesicales, suturas) favorece su fo rm ación. cuando fracasan las ondas de choque o en determinados casos para
reducir la masa lit iásica (cá lculos cora liformes).
Para su tratamiento se han empleado diversos métodos, generalmente Endourología. La manipulación endoscópica de la vía urinaria es
ineficaces. La antibiotera pia únicamente mantiene estéri l la orina durante cada día más accesible gracias a las mejoras técn icas. Puede realizar-
los cursos de tratam iento. se extracción directa del cá lcu lo mediante diversos tipos de pinzas o
cestillas, o bien fragmentar previamente el cálcu lo med iante diversas
Parece más prometedor el uso de inhibidores de la ureasa con ácidos fuentes de energía, como la electroh idráu lica, ultrasón ica o láser. Se
hidroxámicos. Estos son moléculas análogas a la urea que forman un puede acceder hasta el cálculo mediante ureterorrenoscopia (URS) o
complejo enzima-inhibidor irreversib le. Se util izan básicamente dos nefrolitotomía percutánea (NLPC).
sustancias de esta naturaleza : el ácido propiónico y el acetoh idroxá- Litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC). Las on-
mico. das de choque se transmiten a través de los tej idos corpo rales con
la misma impedancia acústica que el ag ua hasta alcanzar la litiasis,
Su empleo suele venir acompañado de cefa leas, temblores, trombosis sobre la que produce fenómenos de compresió n y descompres ión
venosas u otros síntomas neurológ icos, por lo que tampoco son de g ran que conducirán a su fragmentación .
aceptación. Prácticamente todos los cá lculos son susceptibles de tratamiento
mediante LEOC. La única limitación serían aquellos cálculos no loca-
Todo lo relativo al estudio de la nefrolitiasis expuesto anteriormente se liza bies por su pequeño tamaño(< 2-5 mm). Cualquier litiasis podría
puede repasar en la Tabla 8. ser tratada con LEO(, aunque esto tendrá que ser matizado en fun-
ción de su tamaño, composición y dureza, loca lización, particularida-
Tratamiento de la litiasis des anatómicas de la vía excretora y paciente, función rena l y tipo de
ya formada (Figura 7 ¡ litotriptor disponible.
1
S • . Estruvita (fosfato
a1es ca 1creas amónico magnésico) Ácido úrico Cistina
1
Cristales de OxCa Cristales de estruvita Cri stales de ácido úrico Cri stales de cistina
Tratamiento Hiperca lciuria idiopática: Ácido propiónico y ácido Alcalinizar la orin a Forzar diuresis (ingesta
tiazidas acetohidroxámico Alopurino l híd rica)
Hiperoxaluria 1.ia: piridoxina Antibioterapia (si hay hiperuricemia) Alca linizar orina
Hiperoxaluria 2.ia: En ocasiones cirugía Dieta de bajo contenido D-penicilamina
colestiramina proteico (si no hay respuesta)
03 · Urolitiasis
Urología 1 03
Manejo de la urolitiasis
Crisis Estable
cuadro agudo cuadro crónico
¿Edad?
Indican
¿Tipo de cálcu los?
o no LEOC
¿Periodicidad de la clínica?
o cirugía
No complicado Complicado ¿Tipo de síntomas?
¿Viabilidad renal?
Relativas (precisan de control Esta posibilidad es mayor ante litiasis de gra n tamaño, por lo que en al-
Absolutas
1
previo al tratamiento) gunos de estos casos se puede colocar un catéter de derivación urinaria
Embarazo Alteraciones de la coagulación (nefrostomía o doble J) antes de la LEOC para disminuir este riesgo, ge-
Obstrucción distal Aneu ri sma aórtico neralmente en litiasis superiores a 2 cm.
Infección activa Alte raciones del ritmo cardíaco,
marca pasos o desfibriladores Derivadas del efecto directo de las ondas de choque, pueden apa recer
Obesidad contusiones renales manifestada s como hematuria, hematomas rena les,
Hipertensión arteri al descontrolada equimosis o eritem a cutáneo, y en grado máximo, rotura re nal. La hema-
Tabla 9. Contraindicaciones de la LEOC turia se considera la complicación más frecuente de la litotricia.
" Los cálculos más frecuentes son los de oxalato cálcico. " Precipitan en medio ácido: ácido úrico y cistina. Precipitan en
medio alcalino las que contienen fosfatos (fosfato amónico
" Globalmente, la litiasis es más común en el varón, salvo las de magnésico o estruvita, y el fosfato cálcico) .
estruvita, más comunes en mujeres.
" En el tratamiento de la litiasis por ácido úrico es beneficioso al-
" La radiografía de abdomen no permite ver algunos cálculos, calinizar la ori na.
como los de urato. Sin embargo, la ecografía puede verlos, inde-
pendientemente de su composición. " Los cálculos de oxalato NO se ven alterados por el pH (al Oxa l,
el pH de la igual).
" Litiasis rad iotransparentes: Sulfamidas, lndinavir, Urato, Xanti-
nas (SIUX). Las de cistina son radiolúcidas; y el resto, radioopa- " Los cálculos de estruvita se relacionan con microorganismos
cas. productores de ureasa, como Proteus.
" Las tiazidas son útiles para la hipercalciuria idiopática. " La s contraindicaciones absolutas para la LEOC son: embarazo, in-
fección activa y obstrucción de las vías urinarias distal al cálculo.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2.a edición
RC: 4 RC: 4
1) The first diagnostic test to perform in this patient is a contra st- 1) Hematuria.
enhanced CT sean. 2) Steinstrasse.
2) ln itial treatment should in elude urine alkalinizing agents. 3) Hypertension.
3) Plain x-ray film will show typical staghorn calculus. 4) Renal hematoma.
4) The first step in treatment is administration of analgesic agents.
Correct answer: 1
Correct answer: 4
03 · Urolitiasis
_Uralngja _____ _____
Tumores renales
Diagnóstico
!
· Examen físico
· Análisis de orina
..
Quiste complejo
o masa sólida
~
Observar
~--~
M~a- --------
sa_s_ó~li~
d-a --~ ~Angiomiol ipoma
Figura 1O. TC de masa renal izquierda o quist e complicado
04 · Tumores renales
Urología 1 04
Tratamiento seg unda línea. Las situaciones qu e favorecen la respuesta al t rat amiento
inmunoterapéutico son: presencia de metástasis pulmonares exclusiva-
Una vez estudiado el tumor y descartada la prese ncia de metást asis, mente, buen estado general, y que se haya rea liza do la nefrectomía antes
ta nto viscerales como gang lionares, el tratam ient o de elección es la del descubri miento de las masas pulmonares.
nefrectomía radical, incluyen do la fa scia de Gerot a y la g lándu la su-
pra rrenal. En la actualidad se investiga sobre autovacunas elaboradas con linfocitos
peritumora les que parecen ofrecer resultados alentadores.
En ocasiones especiales se puede plantea r la cirug ía conservadora o par-
cial, como en los tumores bilaterales, en aquellos que aparecen sobre ri-
ñón ún ico, o suj etos con nefropatías méd icas, en los q ue la pérdida de 4.2. Otros tumores
masa nefro nal obliga ría a diálisis.
Además de en est as indicaciones imperativas, actualmente es el nuevo Tumor de Wilms (véase Sección de Pediatría).
patrón de referencia en el t ratam iento de tu mores pequeños (menos de Tumores renales metastásicos. Pueden encontra rse metástasis en
4 cm), bien deli mitados y sin afectación de la grasa perirrenal. En estos el riñón de tumores de pu lmón (la más frecuente), mama, metano-
pacientes seleccionados pa rece que la supervivencia y la tasa de recidivas mas e infiltración por linfoma.
locales son semej antes a las que se present an en casos sim ilares tratados Tumores benignos:
con nefrectomía radical. Adenomas corticales: so n los tumores más frec uentes del
adulto, aunq ue indistin g uib les clínica mente del adenocarci-
La linfadenectomía regional no mejora la supervivencia y única mente noma, por lo q ue se t ratan como tales. El criterio clásico de
tiene, por ta nto, va lidez en la estadificación, por lo que no se rea liza siste- ta maño (3 cm) para su diagnósti co d iferencia l no es vá lido en
mática mente. Este se establece sobre la base de los hallazgos quirúrgicos la actualidad.
y anatomopatológ icos. Angiomiolipomas: se asocian a la esclerosis tuberosa en un
SOo/o. Compuestos de una proporción variable de grasa, vasos
Otras fo rmas de t rata miento ca recen de eficacia. Tanto la quim ioterapia y fibras muscu lares. Cuando son gra ndes (mayores de 4 cm},
como la rad ioterapia ofrecen resultados pobres. En el caso de enferme- pueden ocasiona r un sínd rome de Wünderlich por sangrado
dad metastásica, las opciones son múltiples, pero ni ng una sati sfactoria. retroperitoneal. Cuando se asocian a esclerosis tuberosa, suelen
Aunque se ha descrito la regresión de las lesiones meta st ásicas tras la ser mú lt iples y bilateral es, por lo que deben trata rse de forma
nefrectom ía, esto ocurre única mente en un 1o/o, y generalmente de forma conservadora.
tra nsitoria, por lo que no se ju stifica, sa lvo de forma pa liativa por ot ros Oncocitoma: co nsid erado be nig no, aunq ue en algunos se
motivos. han detectado metást asis. Hay criteri os radio lóg icos para dis-
t ingu irlo del ade noca rcin o ma, pero en la mayoría de los casos,
La inmunoterapia con interfero nes, interleucina, li nfocit os killer activa- ni estos ni la citología o la biopsia, ofrecen ga rantías suficien-
dos, y ciertas combinaciones de qu imioterapia con inmunoterapia, son tes de su benig nidad, por lo q ue tienden a ser tratados me-
altern ativas para la enfermedad metastásica, pero en ning una de ellas se diante nefrectomía.
obtienen tasas de respuesta su periores al l So/o. Actu almente se utiliza n Nefroma mesoblástico (hamartoma fetal): es el t umor be-
de preferencia: antitirosi ncin asas en primera línea, antiangiogénicos en nigno más frecuente en reci én nacidos y lactantes.
" Hay que sospechar tumor renal ante un varicocele izquierdo, de " El t ratamiento fund amental del hipernefroma es la extirpación
aparición súbita y que no cede con el decúbito. quirúrgica. La q uimioterapia y radiote rapia tienen un papel muy
secundario.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2. 8 edición
RC: 1
04 · Tumores renales
_Urología
Hiperplasia y carcinoma
, .
prostat1co
ORIENTACIÓN Tanto la hiperplasia p rostática benigna como el cáncer de próstata son dos temas fundamentales.
Probablemente el cáncer sea más importante, sobre todo en lo referente al tratamiento.
ENARM Hay que aprenderse muy bien el resumen de la Tabla 11.
5.1. Hiperplasia prostática benigna etiopatogenia no está clara; aunque el estímulo androgénico a través de
su forma activa, la dihidrotestosterona, es fundamental, su papel exac-
La hiperplasia prostática benigna (HPB) afecta en mayor o menor grado to no ha sido determinado. Las teorías más recientes abogan por un
a la gran mayoría de los va rones a pa rti r de la qu inta década de la vida, desequi librio hormonal de estrógenos/andrógenos, o por la existencia
alcanzando el 80-95% de la población mascul ina de 80 años. de factores de crecimiento prostáticos con un papel permisivo del am-
biente hormonal.
La próstata se divide clásicamente en cinco lóbu los (anterior, medio, pos-
terior y dos laterales); aunque estos únicamente se encuentran como No existe evidencia de asociación entre HPB y carcinoma prostático.
tales en la edad fetal. En el adulto se puede interpretar la anatomía de
la próstata dividida en dos partes: una zona periférica, donde se origina Diagnóstico
principalmente el carcinoma, y una zona periuretral o transicional, de la
que procede la HPB (Figura 13). El crecimiento prostático genera lmente se produce hacia la uretra, oca-
sionando obstru cción de esta y dificu ltando el vaciam iento vesical (Figu-
La HPB está compuesta de una proliferación variable de elementos ra 14). Esto no se manifiesta inmediatamente, sino que, genera lmente, el
glandulares, musculares y del estroma, que en su crecimiento compri- proceso pasa por una serie de etapas que incluyen una fase de compen-
men la próstata periférica, formando la llamada cápsula quirúrgica . Su sación, una fase clín ica y una de descompensación.
Lóbulo anterior
latera l
~ Lóbulo posterior
Glándu las
suburetra les
Síntomas
Síntomas Síntomas de llenado
obstructivos
postmiccionales o "irritativos"
o de vaciado
Dificultad de inicio Sensación Urgencia miccional
miccional de vaciado Nocturia
Disminución incompleto
Polaquiuria diurna
del cal ibre y fuerza Goteo
Dolor suprapúbico
del chorro miccional postmiccional
Figura 14. Ecografía de hiperplasia prostática con crecimiento del Incontinencia
Micción
por urgencia
lóbulo medio intravesical intermitente
miccional
y prolongada
Fase de compensación. El crecimiento prostático ocasiona un au- Retención de orina
mento de la presión uretral durante el vaciado que es compensado e incont inencia
por rebosamiento
por una mayor actividad contráctil del detrusor q ue se hipertrofia,
encontrand o presiones vesica les más elevadas. En esta fase, la clínica Tabla 10. Síntomas HPB
puede ser mínima o inexistente.
Fase clínica (Figura 15). La elongación de las fibra s musculares por Pueden producirse también otro t ipo de síntomas denom inados de lle-
encima de un límite condiciona pérd ida de capacidad contráctil. En nado o "i rritativos", que son debidos a la alteració n funciona l vesical, y
este momento aparece retraso de l inicio de la micción, dism inución cuya resolución es más d ifícil tras la desaparición de la obstrucción. En-
del calibre y de la fue rza del chorro miccional y alargamiento del va- tre estos síntomas se incluyen polaquiuria, tenesmo, nicturia y urgencia
ciado (lo que en conjunto se denomina síntomas obstructivos). El va- micciona l. La HPB es la causa más frecuente de obstrucción del tracto
ciado suele ser incompleto, dando lugar a un res iduo posmicciona l. urinario inferior en el va rón.
Tratamiento
Dentro de las posibilidades terapéu ti cas, la cirugía co ntinúa siendo el
único tratamiento definitivo para la HPB. Esta puede ser endoscópica
(RTUp: resecc ión transuretra l prostática) o abierta (adenomectomía
Urografía intravenosa mostrando impronta prostática en vejiga (vejiga "en prostática) (Figura 16), dependiendo del tamaño de l adenoma. En el
montera") con uréteres en anzuelo 10% de las piezas obtenidas se encontrarán focos de adenocarcinoma
Figura 15. Hiperplasia prostática en fase clínica incidental.
T2a T2b
TX No puede eva luar el tumor
TO No existen signos de tumor primario
Tla Tlb
T4 Tumor fijo o que invade estructuras adyacentes diferentes a las vesícu la s sem inales NX No se pueden eva luar los ganglios linfáticos regionales
NO No hay metástasis ganglionares regionales
Nl Metástasis en ganglios linfáticos regional es
Biopsia prostática
Tratamiento
(A) ETR corte transversal; (B) ETR corte longitudinal; (C) Adenocarcinoma, Opciones terapéuticas
nódulo hipoecoico en lóbulo derecho
Figura 18. Ecografía transrectal (ETR) de adenocarcinoma prostático Prostatect omía radical . Los pacientes candidatos deben ser ind i-
viduos con una espera nza d e vida superior a 1O años. Como com-
Gammagrafía ósea plicaciones, se puede encontrar incontin encia (2-57%), estenosis
anastomótica (10%), impotencia (50%) o incluso la muerte(< 5%).
Se utiliza para la detección de metástasis óseas, ti ene mayor se nsibi lidad En lín eas genera les, suele ir acompañada de linfadenectomía íleo-
que la radio log ía convenciona l (Figura 19), y debe rea liza rse en todo obtu ratriz.
paciente en qu ien se sospeche metástasis (Gieason > 8, PSA > 20). An- Radioterapia. Como tratamiento curativo, los resultados en esta-
tes de plantearse el tratamiento curativo, en ciertos pacientes con altas dios loca lizados se acerca n a los de la cirugía. La diarrea crón ica, la
probabil idades de encontrarse el cáncer ext end ido, se debe efectu ar una proctitis, la cistitis rád ica y las fístulas urinarias son com plicaciones
gammagrafía previa para confirmar la no existencia de metástasis óseas o del tratamiento, así com o la incontinencia y la impotencia a pa rtir de
una TC para desca rtar metástasis ganglionares. los dos años de tratam iento.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2.a edición
Se ha em p leado ta m b ién rad ioterapia intersticial (braqu iterapia) cientes j óvenes (menores de 60 años) con una elevada esperanza
con implantación de yodo- 123 (1- 123), oro- 198 (Au- 198), pa lad io de vida.
e irid io. Su indicación queda lim itada a tumores pequeños de es- Estadio T1 b-Tl c. Alcanzan una mort al idad del 80o/o dejados a su
tadio T1 o T2, y sus resu ltados son simi lares a los de la cirugía. En evolución natura l. Por ello está indicada la prostatectom ía radical, la
caso de comp resión m ed ular o dolor por m et ástasis óseas, la ra- rad iot erapia extern a o braq uiterapia, en sujetos con espera nza de
di oterapia sobre la met ástas is p uede conseguir el co ntrol loca l de vida superior a 1Oaños.
la enfe rm edad. Estadio T2a. Es la indicación más cl ara de prostatectomía rad ica l. La
Vigilancia activa: en los tumores de bajo ri esgo, es posible rea lizar radioterap ia o braqu iterapia se reservaría pa ra pacient es de riesgo
vigilancia con controles periód icos y en caso de progresión realizar qu irúrgico elevado o que no aceptan efectos secunda rios atribuibles
tratamiento con intención curativa. a la cirugía.
Hormonoterapia. El adenocarcinoma prostático está compuesto Estadio T2b y T2c. Un 40o/o demuestra ser en rea lidad estadio 3, tras
por una población heterogénea de células androgenodepend ientes el aná lisis de la pieza quirúrgica de prostat ectomía radica l (infraesta-
y and rogenoindependientes. La supresión horm onal frena el creci- dificac ión). La radioterapia externa o braquiterapia ta mbién puede
miento de las primeras, pero no afecta a las androgenoindependien- ser útil en pacientes de alto ri esgo quirúrgico.
tes. Se puede conseg uir dismi nu ir los niveles de andrógenos circ ula- Estadio T3a. La ind icación quirúrgica es dudosa, así como la radio-
res por distintos métodos: terapia local, por lo que solamente se propondría a sujetos jóvenes,
Castración quirúrgica. Es el método aislado más eficiente, aun a costa de obtener malos resulta dos. Genera lment e son tratados
con la ventaja de que elimina la neces idad de medicación como el grupo siguient e.
permanente. Por su rapidez en el efecto supresor hormona l, Estadio T3b, T4, N+, M+. Va ró n año so con mal estado genera l.
también está indicada en las compresiones med ula res por El tratam iento hormona l es la opció n ind ica da. Puede ser preciso
metástasis. el uso de radioterap ia paliativa sobre la metástasis en caso de
Estrógenos (dietilestilbestrol). Inhibe la secreción de LH. Ac- dolor.
tua lmente este método se ha abandonado debido al alto riesgo
ca rdiovascu lar que conlleva. Recid iva t umoral post erior a tratamiento
Progestágenos. Inhi ben la secreción de LH y actúa n como an- con int ención curat iva
t iandrógenos, al unirse a los receptores de la dihidrotestoste-
rona. Es preciso añadir estrógenos pa ra evita r el fenómeno de
escape, que se produce t ras varios meses de tratam iento. No Tras la rea lización de p rostatectomía rad ica l, los pacientes son monitori-
son de uso habitual. zados genera lmente con peticiones de PSA.
Agonistas LHRH. Aunque inicia lmente ocasionan un aumento
de los niveles de testosterona, posteriormente suprimen la se- Cuando las cifras de PSA t ras prostatectomía rad ica l son superiores a 0,4
creción de LH y de andrógenos. La elevación transitoria de los ng/m l, se considera recidiva bioqu ímica y debe hacer sospechar la exis-
and rógenos puede empeorar el cuad ro clín ico, principalmente tencia de met ástasis a dista ncia, o bien la exist encia de rec idiva a esca la
si existe compromiso medu lar por metást asis óseas. Esta eleva- loca l.
ción (flare-up) se debe suprim ir media nte la administración de
antiandrógenos, previamente a la introducción de inhi bidor de Tras la rea lización de rad iot erapia como t rata m iento de cáncer de prós-
la LHRH. tata loca lizado, los descensos de PSA va n siendo pa ulatinos (a diferencia
Antiandrógenos (bicalutamida, flutamida, acetato de ci- de la prost at ectomía rad ica l) hasta conseguir un valor nadir, que es el va-
proterona). Compiten con el recept or androgén ico. Suelen lor míni mo alca nzado t ras el t rata mient o y que se considerará referencia
uti lizarse con agon istas de la LHRH. El acetato de ciproterona, para el seguimiento posterior.
además de actua r como antiandrógeno, t iene un efecto pro-
gestágeno, por lo que actúa a nivel central, disminuyendo los Existen diferentes criterios para considerar el diagnóstico de recidiva
pu lsos de LH. bioquím ica tras tratam iento con rad ioterapia: cuando se constata la exis-
Quimioterapia. No es muy efectiva en el adenocarcinoma tencia de t res elevaciones sucesivas a partir del va lor nadi r, cuando se
prostático. Se han rea lizado trat amientos con fá rm acos, que evidencian niveles nadir+2 (criterio de la ASCO), o con valores nad ir+3
son una mezcla de un estrógeno y una mostaza nitrogenada (criterio de Phil adelphia).
(fosfato de estramustina), pero los estudios son contrad ictorios
y las respuestas pobres. Existen estudios prometedores con el Tratamient o de urgencia
empleo de docetaxel en pacientes con tumores hormonorre-
sistentes. La compresión medu lar por el cáncer prostático no tratado puede ser la
forma de presentación y constituye una urgencia importa nte. El objeti-
Otros: se están diseñando nuevas molécu las que bloq uean los an- vo del tratam ient o debe ser la supresión androgénica rápida o la des-
drógenos a distintos niveles como la abiraterona y la enza lutam ida, compresión medu lar m ed iante laminectomía qu irúrg ica o radioterapia.
utilizándose cuando el tumor se hace resistente a la hormonoterapia Se pueden dism inui r los niveles de andrógenos med iante castración
convencional. quirúrgica urgente, ketoconazol en altas dosis o d iet ilestil bestrol intra-
venoso.
Trat amiento por estadios
A continuación se expone una tabla que resume t anto las caract erísticas
Estadio T1 a. Tienen una mortal idad por la enfermedad del 2o/o a de la hiperplasia prostática benigna (HPB) como las del adenoca rcinoma
los 1Oaños, por lo que no precisan tratamiento, salvo quizá los pa- prostático (Tabla 12).
" El tratamiento médico de la HPB consiste en a-bloqueadores (re- " La principal complicación quirúrgica del cáncer de próstata es
lajan la musculatura uretral y del cuello vesical), inhibidores de la la impotencia.
5a-reductasa (disminuye el tamaño glandular) y fitoterapia. Esta
última no ha demostrado utilidad con parámetros objetivos. " Ante un síndrome de compresión medular por cáncer de prós-
tata, nunca se deben emplear análogos de la LHRH únicamente.
" El tratamiento definitivo de la HPB es la cirugía, que puede con- Siempre deben asociarse antiandrógenos.
sistir en resección transuretral o en cirugía abierta, dependien-
do del tamaño prostático. " En el cáncer de próstata, la indicación más clara de prostatecto-
mía radical es el estadio T2a.
" El cáncer de próstata es casi siempre un adenocarcinoma, con
gran frecuencia multifocal. " El tratamiento fundamental del cáncer de próstata diseminado
es la hormonoterapia.
" El cáncer de próstata cada vez se diagnostica con más frecuen-
cia en fase asintomática. Cuando presenta clínica, puede consis-
tir en síntomas urinarios similares a la HPB.
cia de metástasis en columna lumbar. ¿Qué tratamiento de los A la consulta acude un paciente de 54 años con molestias a la
siguientes aconsejaría en primer lugar? micción. Refiere disminución del chorro, dificultad para el inicio,
goteo posmiccional, sensación de tenesmo y nictu ria de tres ve-
1) Prostatectomía radical. ces. Presenta cult ivos negativos y PSA de 2, l. En la ecografía ab-
2) Quimioterapia intensiva. dominal se objetiva una glándula prostática de 43 cm 3 • Al tact o
3) Hormonotera p ia. rectal no se palpan nódulos sospechosos. En eiiPSS obtiene una
4) Radioterapi a pelviana extern a. puntuación que permite clasificar su sintomatolog ía de modera-
da-grave. Su actitud deberá ser:
RC: 3
1) Debido a su edad, el primer paso será iniciar tratamiento con
Un paciente de 67 años acude a Urgencias por presentar en los fitoterap ia.
últimos días debilidad progresiva de miembros inferiores, difi- 2) Debido a la gravedad de los síntomas se debe plantear cirugía
cultad miccional e incontinencia fecal. En la exploración física de entrada.
destaca cierta hipotonía anal, con una próstata muy sugerent e 3) Se debe iniciar tratamiento con a-bloqueantes.
de malignidad al tacto, y debilidad de extremidades, conservan- 4) La mejor opción será iniciar tratamiento combinado con
do la sensibilidad táctil. Con el probable diagnóstico de carci- a -bloqueantes+ inhibidores de la Sa-reductasa.
noma de próstata metastásico, ¿cuál de las siguientes opciones
considera MENOS indicada para el tratamiento de urgencia? RC: 4
1) Estrógenos intravenosos.
2) Anál ogos LHRH.
3) Ketoconazol (a ltas dosis).
4) Rad ioterapia.
RC: 2
A 63-year-old patient comes to the physician beca use he is found Correct answer: 2
to have a PSA of 5.3 on a routine blood analysis. He claims he
has no urinary symptoms or sexual dysfunction. In this particular A 71-year-old maJe who has been found to have a PSA of 16 un-
case, which of the following options is correct? dergoes a t ransrectal biopsy that suggest s a prostate cancer with
a Gleason score of 7 (4 + 3). 1nitialgammagraphy and abdomino-
1) The next step in t he diagnostic workup shoul d be a transrecta l pelvic CT sean do not show any suspicious lesions. The pat ient
ultrasound study. receives a radical prostatectomy. Five years later he complains
2) Th e symptoms are not consisten! w ith prostate cancer. of right scapula pain and laboratory test reveals PSA 6.02 ng/ml.
3) The likelihood of having prostate can cer is approximately 25% A new bone gammagraphy shows three suspicious lesions that
given his PSA level. suggest metastatic lesions, and two of them are localized in the
4) The next step should include a radical prostatectomy. right scapula. In this case, which of the following sent ences des-
cribes the best reaction ?
Correct answer: 3
1) Radiotherapy of the metastatic lesions is ind icated .
A 71-year-old patient presents to his physician with the results of a 2) Com plete hormone-blocking t reatment should be in itiated.
blood test showing PSA levels of 15.3 ng/ml. He says he has some 3) A wa it-and-see attitude is reco mmended, if no pathologic frac-
voiding problems, with frequent interruptions and dribbling. He tures have occurred .
often wakes up at night to urinate. He says he has no hematuria, 4) Curative rad iotherapy shou ld be admin istered.
incontinence or sexual impairment. Digital rectal examination re-
veals an adenomatous prostate grade 111/IV with a suspicious left- Correct answer: 2
• •
Carcinom as del tracto ur1nar1o
Ami nas aromáticas (2-nahilamina): tabaco, Transicionales (90%) El tercer grupo que merece mención aparte es el carcinoma in situ. A pe-
industria textil, industria del caucho, colorantes Mejor pronóstico sar de encontrarse lim itado al urotelio, por lo que es superficial, está for-
Fenacetinas crónicas mado por células poco diferenciadas con displasia grave. Tiene una alta
Sacarina, cicla mato tasa de recidiva y progresa hacia tumor infiltrante en el 50-75% de los ca-
Ciclofosfamida (acroleína) sos. Este mal pronóstico le confiere un ca rácter completamente distinto
Tabaco: ortofenoles, triptófano del carcinoma in situ de otras regiones, en las que se considera el estadio
Schistosoma haematobium Es ca mosos (8%) inicial de la enfermedad tumoral.
Litiasis, infecciones, catéteres
El carcinoma in situ puede estar asociado a focos de carcinoma su-
Cistitis glandular Adenocarcinomas (2%)
perficial (26%) o infiltrante (60%) o bien encontrarse de forma aislada,
Extrofia vesical
siendo generalmente mu ltifocal tanto en vejiga como en otros puntos
Tabla 13. Factores etiológicos de los carcinomas del tracto urinario del urotelio.
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2.a edición
Tis: carcinoma in si tu (plano) los casos. Pueden encontrarse síntomas irritativos (escozor, polaquiuria,
Ta: carcinoma papi lar no infi lt rante tenesmo) en el 2S-30o/o, solos o acompañando a la hematuria. La presen-
cia de un síndrome cistítico no justificado por infección o litiasis debe
Tl: tumor que invade tej ido co njuntivo subepitelial
hacer sospecha r la presencia de un carcinoma vesical, especialmente por
T2: tumor que invade músculo
su asociación con el carcinoma in situ. Con menor frecuencia, el pacien-
- T2a: tumor que invade la mitad interna
te consu lta por dolor en fla nco por obstrucción uretera l, pélvico o por
- T2b: tumor que invade la mitad externa
edema en m iembros inferiores (extensión linfática). La exploración física
T3: tumor que invade tej ido perivesica l: suele ser irre levante, sa lvo en la enfermedad avanzada .
- T3a: microscópicamente
- T3b: macroscópicamente (masa extravesical) Las citologías urinarias son una prueba sencilla y fiab le que debe ser reali-
T4a: tumor que invade próstata, útero o vagina zada en todos los casos de hematuria asintomática o sospecha de tumor
T4b: tumor que invade pared pélvica o pared abdom inal vesica l. Su sensibilidad depende del grado de diferenciación del tumor
N: define la afectación ganglionar vesica l, alcanza ndo el 7S- 1OOo/o en tumores de alto grado y carcinoma
Nx: metástasis gangliona r regiona l desconocida in situ, siendo en este último un método d iag nóstico más rentable que
NO: ausencia de metástasis ganglionar regiona l la ecografía, la TC la urografía o la biopsia múltiple. Son especia lmente
Nl: metástasis a un solo ganglio entre 2 y S cm úti les en el seguim iento de pacientes sometidos a resecc ión transuretral
en combinac ión con la cistoscopia.
N2: metástasis en un ganglio mayor de S cm o mú ltiples no mayores
de S cm
N3: metástasis mayores de S cm Entre las pruebas rad io lóg icas destacan la ecografía (con una sensibilidad
del 80o/o, pero poco útil para el d iagnóstico de las neoplasias del tracto
M: define las metástasis
urinario superior [Figura 21]) y la urografía intravenosa (capaz de detec-
MO: no metástasis
tar la presencia de t umor en el 60o/o de los casos).
M 1: metástasis a distancia
Tabla 14. Estad ificación del carcinoma vesica l
Entre el 2-So/o de los t umores uroteliales se encuentran localizados entre (A) Urografía intravenosa con defecto de repleción en pelvis rena l derecha
los cál ices y los orific ios ureterales. En su etiología están implicados los (B) TC en fase excretora con tumoración piélica derecha
mismos factores que para el carcinoma vesical, a los que habría que aña- Figura 22. Ecografía. Tumor vesical con zonas calcificadas
Manual CTO de Medicina y Cirugía, 2.a edición
e+
Biopsia vesica l Ea _ _ _
t
__
t t " Prueba más sensible para el diagnóstico de CIS: citología urinaria.
_____,~T is 2: T2 TA, Tl
Re~diva
· Ureterorrenoscopia Revisiones
Gstoscopia " Actitud ante un tumor superficial: resección transuretral. Pos-
· Pielografía retróg rada
· Citologías selectivas +Citologla Reci:iva TisLctomfa teriormente, revisiones (cistoscopia y citologías).
· Cepillado uretera l
" Actuación ante un tumor infiltrante (afectación capa muscu-
lar): cistectomía.
Figura 23. Algoritmo diagnóstico-terapéutico en tumor de vejiga
RC: 3 RC: 1
A 58-year-old female complains of irritat ive micturition syndro- A 65-year-old male undergoes a transurethral resection of a urinary
me for the last few months. Severa! urinary cultures have been bladder t umor. Pathology report describes the lesion as a T2G3.
performed with negative results. She usually smokes, has type Which of the following is t he correct management of this patient?
11 diabetes and hypertension. Urinalysis shows microhemat uria.
Which of the following options is incorrect? 1) BCG therapy should be init iated.
2) Close fo llow-up.
1) lf the cytology is positive, stopping smoking would help dimi- 3) Radical cystoprostatectomy.
nish the recurrences. 4) A complete staging study shou ld be performed .
2) A transurethral resection m ay be necessary in order to stage the
disease. Correct answer: 4
1
Urología
Tumores testiculares
Este tema es sencillo y rentable siempre que se seleccione lo realmente importante: la clínica
ORIENTACIÓN y el diagnóstico. Es fundamental/a revisión profunda de los Desgloses.
ENARM En cuanto al tratamiento, dado que no existe un protocolo universalmente aceptado, es mejor
conocer ideas generales.
7 .1. Etiología y epidemiología Otros factores que se pueden encontrar relacionados son las hernias in-
gu inales infantiles (no demostrado) y la orquitis urliana secundaria al pa-
ramixovirus causante de la parotiditis (siempre que haya producido atro-
Los tumores testiculares suponen el 1-2% de las neoplasias en va rones, fia) y, entre los factores tóxicos, la exposición a radiaciones, fuentes de
y son las neoplasias sólidas más frecuentes entre los 20 y 35 años. Pre- calor, productos para teñ ido del cuero y estrógenos intrauterino durante
sentan mayor incidencia a mayor desarrollo de la soc iedad, y también el primer trimestre del embarazo.
en la raza blanca más que en las demás. La tasa de cu ración es superior
al90%. Aunque entre un 8 y 25% de los pacientes presentan historia de trauma-
tismo testicu lar, todos los autores pa recen estar de acuerdo en que este
El 95% de ellos proceden de células germina les y, aunque globalmente supone más bien el motivo por el que se descubre una masa escrotal, y
el seminoma es el más frecuente, la incidencia va ría según el grupo de no su origen.
edad considerado. El 5% restante se reparte entre tumores del estroma
gonadal (1-2%), linfomas (1 %), gonadoblastomas (células germ inales y
del estroma) metástasis y otros. 7 .2. Anatomía patológica
Los factores de riesgo para el desarrol lo de tumor testicular son criptor-
quidia, historia fami liar de neopla sias te sticu lares en parientes de pri- Los tumores testicu lares se suelen originar como una masa testicular in-
mer grado (padre, hermano), tumor previo en el otro teste, infertilidad traparenquimatosa. A partir de ahí, pueden quedarse loca lizados o me-
y síndrome de Klinefelter. tastatizar. La loca lización más frecuente de metástasis son los ganglios
retroper itoneales (casi siempre es el primer esca lón en la diseminación);
Los testícu los no descend idos tienen mayor ri esgo de desarroll ar tumo- posteriormente puede apa recer la afección mediastín ica, de vísceras ab-
res, y esta probabil idad aumenta si la situación del teste es intraabdom i- domina les y de pu lmón .
na l. Asim ismo, el testícu lo cont ra latera l, aunque de loca lización escrota l,
tiene una incidencia mayor; de hecho, el 20% de los tumores en pacien- Hay que tener en cuenta que el testícu lo izqu ierd o drena a los gan-
tes con criptorquidia se desa rrollan en el test ículo no criptorquídico. g lios paraaórticos y preaórticos a nivel de L2. El derecho drena a gan-
Por estas razones, los testículos no descendidos deben descenderse, gl ios interaortocavos, precavos y preaórticos, y también a nivel del
preferiblemente entre el primer y seg und o año de edad para fac ilitar su hilio renal. La diseminación hematógena es m enos frecuente, sa lvo
segu im iento y, con ello, la detección de un eventua l t um or. en el coriocarc inoma, v ía vasos espe rmáticos, siend o los puntos más
habituales de metástasis: pulmón, hígado, hueso y SNC, por orden de
Una vez alcanzada la pubertad, un teste criptorquíd ico no descendido frecuencia.
probablemente deba extirparse, dado que estos testícu los pierden la ca-
pacidad de espermatogénesis y conserva n su potencial mal ign izante. No Los tumores testicu lares se dividen en dos grupos: tumores que no de-
obstante, hay autores que prefieren no extirparlos, siempre y cuando se rivan de las células germinales (5%) y tumores que derivan de las células
puedan descender a la bolsa escrotal, ya que aún pueden mantener su germ inales (95%); a su vez, estos últimos se dividen en sem inomatosos y
función endocrina (secretora de testosterona). no sem inomatosos (Tabla 15).
Urología 1 01
Tumores de células germinales Tumores del estroma Tumores de células de Leydig. Pueden verse crista loides en su
Tumores de un tipo histológico Tumores células Leydig citoplasma. Generalmente son benignos. Pueden ser hormonal -
Semi noma: Tumores células Sertoli mente activos, produciendo pubertad precoz o femin ización.
Típico Tumores estructuras Linfoma. Tanto como localización secu nd aria o como origen pri-
gonada les primitivas mario (menos frecuente), un a masa testi cular en un va rón mayor
- Anaplásico
- Espermatocítico de 50 años sugiere, en primer lugar, el d iagnóstico de linfoma.
Tras la orqu iectomía o la biopsia testicular para el diagnóstico
Carcinoma embrionario de certeza, el tratamiento no varía respecto a los linfomas habi-
Poliembrioma tuales.
Tumor del saco vitelino (seno endodérmico)
Coriocarcinoma
Teratoma: 7 .3. Clínica
- Maduro
Inmaduro
- Con transformación maligna La manifestación más frec uente es como masa escrotal indolora. Con
Tumores de más de un tipo histológico mucha menor frecuencia, el motivo de co nsulta est á originado por
Teratocarcinoma la presencia de metástasis ganglionares (masas supraclavicu lares o
abdomina les), o efectos endocrinos (g inecomastia, pubertad pre-
Otros
coz). El 1O % de los tumores se presentan como escroto agudo en
Tumores germinales+ estromales
la urgencia.
Gonadoblastoma
Tabla 15. Tu mores de t estícu lo. Clasificación histológica
Tumores de células de Sertoli. Forman áreas tubu lares sim ila res a
Recuerda
los tú bulos del testículo prepuberal norma l. De comportamiento be-
nigno, es excepcional que metastaticen. La fracción~ de la HCG es producida por las células del sincitiotrofoblasto
presentes en el coriocarcinoma y, también de forma ocasiona l y de forma
aislada, en algunos semi nomas.
Estad io 111 Cualquier pT Cualquier N M1 ¡ se encuentra horizo ntaliza do, y ocasionalm ente puede pa lparse la
espiral del co rd ó n t orsio nado. En este caso, la elevación del t est ículo
* No tiene en cuenta marcadores tumorales
incrementa la se nsació n dolo ro sa.
Tabla 16. Estad ificación clínica y patológica Hidrocele y espermatocele: so n dos cua dros q ue raramente se
presentan de forma brusca y co n dolor ag udo, fác il mente d iferencia -
bies por la expl o ración y su transil um inación posit iva y, ante la duda,
Tumor con una palabra aumenta 13-HCG med iante ecografía.
- Coriocarcinoma
Seminoma (en la mujer, el equivalente es el disgerm inoma)
Tabla 17. Ma rcado res tumorales en t umores germ ina les (vá lidos para
ova rio y testículo)
La vida media de la a-feto prot eína es de siete d ías, frente a t res días de la
~- HCG Este dato es importa nte a la ho ra de va lorar la posible presencia
de enfermedad resi dual, ya que la elevació n persistente de uno de estos
marcadores después del t ratam iento supone la exist encia de tumor no
eliminado.
07 · Tumores testiculares
Urología 1 01
Orquitis Polaridad conservada ser una opción terapéutica. La q u imioterapia (BEP) es la única
Prehn MEJORA posibilidad, presentando una tasa de curación de alrededor del
el dolor 80%.
Torsión del cordón Testícu lo
espermático horizontal izado Tumores no seminomatosos
Prehn EMPEORA
el dolor Estadio l. Existen tres posibil idades terapéuticas t ras la orqu iecto-
Tumor testicular Masa palpable mía:
indolora Observación y seguim iento periódico. Tasas de recaídas de un
Tabla 18. Diagnóstico diferencial de los tumores t esticula res 20%.
Linfadenectomía retroperitoneal de estadificación, pues así se
tiene certeza del estadio y se reduce a un 10% las recidivas (en
7 .6. Tratamiento Europa no está extend ida esta práctica).
Quimioterapia profiláctica (cisplatino), y así se reducen al 5% las
rec idivas.
Hasta la fecha no existe un protocolo único de tratamiento, pudiendo
variar incluso de un centro a otro. Siempre se rea lizará orquiectomía En aquellos casos en que exista invasión vascular en la pieza de or-
radica l vía inguinal. Poste riormente, el patólogo informará de la estir- quiectomía, la tasa de recidivas asciende aI SO%. Pa rece lógico, en es-
pe histopatológica. A continuación, el estud io de extensión mediante tos casos, inclinarse de entrada por una de las dos últi mas opciones.
TC toracoabdominopélvica y nuevos marcadores postorquiectomía. En La tasa de curación alcanza el 98%.
función de la histología y del estadio, se as ignará un tratamiento a cada Estadio lla-llb. Históricamente se realizaba linfadenectomía retro-
paciente. peritoneal completa como único tratamiento, pero ante tasas de
recidiva no desdeñables, actualmente se indica quimioterapia de
inicio (BEP). La tasa de supervivencia supera el 95%.
Estadio llc-111. Antes de la aparición de la actua l quimioterapia, la su-
La orquiectomía en el cáncer de testícu lo es vía ingui- pervivencia era del 5-10%. Actua lmente, el esquema de tratamiento
nal. En el cáncer de próstata, vía escrota l. mayoritariamente aceptado es quimioterapia primaria.
Recuerda
El tratamiento de la neoplasia testic ular se resume en la Figura 25.
Semi noma
Recuerda
Qu im ioterapia
Pero cuando es superior a 3 cm, se debe realizar una PET (tom ografía por
emisión de po sitrones), si existiera esta posibilidad a nivel técn ico, pues
detecta con una alta sensibilidad y especificidad la presencia de tumor
residual. Si no se dispone de una PET o si esta es positiva, se rea liza rá
cirugía de la masa.
""'- Ea
" Una masa testicu lar por encima de los 50 años debe hacer pen- " Los tumores no seminomatosos se tratan con orquiectomía +
sar en un linfoma. quimioterapia. No obstante, si es un tumor limitado al testículo,
puede plantearse la vigilancia tras la orquiectomía.
" El tumor típico de las disgenesias gonadales es el gonadoblastoma.
RC: 4
Which of the following options is the most likely diagnosis of 1) Thoraco-abdomino-pelvic CT sean in order to stage the disease.
a patient presenting with a scrotal mass that feels like a bag of 2) A blood sample in order to determine f3-HCG levels.
worms? 3) Schedule a radical orchiectomy as soon as possible.
4) Perform a bilateral testicular biopsy.
1) Pure semi noma.
2) Varicocele. Correct answer: 4
.---------UroloW-a_
Trasplante renal
'
Lo más importante de este tema
8.2. Contraindicaciones
ORIENTACIÓN
son los tipos de rechazo. Se debe
ENARM insistir en el rechazo agudo.
Las contraindicaciones absolutas son las sigu ientes:
Infección activa.
Enfermedad maligna que no pueda ser erradicada.
Sospecha de no cumplimi ento terapéutico del protocolo inmu no-
8.1. Indicaciones supresor.
Glomerulonefritis activa.
Expectativa de vida reducida por enfermedad de base del paciente.
Las dos enfermedades que más comúnmente abocan a una insuficiencia Presencia de anticuerpos preformados frente a antígenos del donante.
rena l termina l irreversible, tratable mediante un trasplante rena l, son la
g lomerulon efritis y la diabetes mellitus insulinodepend iente. En referenc ia a las contraindicaciones relativa s del trasplante renal se
debe decir que estas se han ido modificando a lo largo de los años, al
Otras causas im portantes son: mejorar la técn ica y los cu idados prequirúrgicos y posquirúrgicos. En mu-
Pol iquistosis renal. chas ocasiones, el trasplante plantea menos riesgo que una hemodiálisis
Nefroesclerosis hipertensiva. crónica.
Enfermedad de Al port.
Nefropatía lgA. Actua lmente se cons idera n cont raind icaciones re lativas la edad avanza-
Lupus eritematoso sistém ico. da, la oxalosis, la am iloidosis, la enfermedad iliofemora l oclusiva, las ano-
Nefroesclerosis. ma lías del tracto urinario inferior o las alteraciones psiqu iátricas graves.
Nefritis intersticial.
Pielonefritis.
Uropatía obstructiva. 8.3. Complicaciones
Los mejores receptores son individuos jóvenes cuyo fa llo renal no se deba a
una enfermedad sistémica que pueda dañar el riñón trasplantado o causar la Las comp licaciones que se pueden presentar son las siguientes:
muerte por causas extrarrenales. Generalmente se suele mantener al recep- Rechazo (Tabla 19).
tor en tratamiento con diálisis durante un cierto tiempo previo al trasplante. Recurrencia de la enfermedad en el riñón trasplantado.
Patogenia Tratamiento
Hiperagudo Minutos, días Ac. preformados Trombosis microvascular Nefrectomía del injerto
CID Isquemia o infarto
Act. del complemento PMN en capila res
Daño endoletelial
Acelerado Días Celular (+Ac) Vascul itis necrotizante Bolos de estero id es
Respuesta 2.ia a Ag-HLA Ac monoclonales
Agudo Semanas Celular (+Ac) Forma vascular: mediada por Ac Bolos de esteroides (la vascu lar suele ser resistente)
Infiltrado de linfocitos Forma celular: tubulointersticial Ac monoclonales
Crónico Meses, años Humoral y celular fntima arterial aumentada No hay; control de HTA
Atrofia tubular
Glomeru lopatía
Tabla 19. Rechazo en el trasplante renal
Urología 1 08
Complicaciones técnicas. Compli caciones vasculares, hemorra- ciones gastrointestinales, hiperparatiroidismo y tumores (cáncer de
gia, hipertensión por estenosis de la arteria rena l, trombosis ve- piel y de labios, carcinoma in situ de cérvix, li nfomas no Hodgkin;
nosa, comp licaciones del tracto urinario, necrosis tubu lar aguda, guardan re lación con el tratam iento inmunosupresor). Puede apa-
linfoceles. recer hipertensión debida a enfermedad en los riñones originales,
Complicaciones no técnicas. Infecciones bacterianas y oportun is- como consecuencia de rechazo, por estenosis de la anastomosis de
tas en relación con la inmunosupresión, hiperglucemias, complica- la arteria renal o por toxicidad renal por ciclosporina.
" Las causas más frecuentes de insuficiencia renal crónica son la " El rechazo agudo produce oliguria, no poliuria.
diabetes mellitus y las glomerulonefritis.
Uropatía obstructiva
9.3. Diagnóstico
9.4. Tratamiento t
Ecografía renal
t ~
bilateral
j
Estudio médico Birreno Monorreno
~
puede logra rse mediante un sondaje vesica l, ta lla vesica l, catéter uretera l
o nefrostom ía.
Estudio (U IV, TC)
Fracaso rena l
" La uropatía obstructiva puede producir insuficiencia renal si no " Después de resolver una uropatía obstructiva puede producirse
se resuelve a tiempo. una fase de poliuria.
Disfunción eréctil
Apomorfina: agonista dopaminérgico que actúa a nivel centra l so- Tercera línea
bre el mecan ismo de la erección.
Está contraind icado en sujetos que tengan desaconsejada la activi- Cirugía de revascularización (venosa, arterial). Impla nte de pró-
dad sexual. tesis de pene.
1) Verapamilo.
Casos clínicos 2) Digoxina .
3) lndapam ida.
Paciente de 63 años, en tratamiento a demanda con citrato de 4) Mononitrato de isosorbida .
sildenafilo por presentar disfunción eréctil de años de evol ución.
Señale cuál de los siguientes fármacos NO asociaría en ningún RC:4
caso a su tratamiento:
o 11 1 1 r,J 1 11 e 1 u r~
Se han de repasar bien pable secunda ria a hematoma retroperitoneal o a urinoma y disten-
Diagnóstico
11.1. Lesiones del riñón
Para determinar el g rado de les ión re nal y su función, es fundamental
realizar una urografía intravenosa (UIV) que establezca la presencia
Son las lesiones más frecuentes del aparato urinario, siendo el mecanis- o ausencia de ambos riñones, defin a con claridad los contornos re-
mo más frecuente (80-85%) el traumatismo contu so directo en el abdo- nales, los lím ites cortica les y delimite los sistemas colectores y los
men, fl anco o reg ión dorsa l. uréteres.
Clínica Los exá menes con isótopos, en la evaluación de urgencia, son menos
sensibles que la arteriografía o la TC.
La hematuria macroscópica o microscópica después de un traumatismo
indica lesión del aparato urinario, aunque no apa rece en todos los casos Tratamiento
(por ejemplo, ante lesiones del pedículo vascu lar). El grado de hematuria
no siempre se corresponde con el grado de la lesión. Las medidas terapéuticas iniciales deben dirig irse a la estabilización he-
modinámica y reanimación completa del paciente, con tratamiento del
Otros síntomas y signos son el dolor abdominal o en un flanco, equi- shock, control de la hemorragia y la evaluación de la s lesiones concu-
mosis en los flancos o cuadrantes su perio res de l abdomen, masa pal- rrentes.
Urología 1 11
El tratamiento quirúrgico está indicado en: La rotura puede ser:
Todo paciente inestable (hemorragia retroperitoneal, lesión del pe- Extraperitoneal: perforaciones por fragmentos de fracturas pélvi-
dículo renal, extravasación urinaria). cas. Son las más frecuentes.
Los traumatismos renales por penetración (salvo si se ha podido de- lntraperitoneal: golpes directos cuando la vej iga está llena.
term inar el grado de la lesión y resu lta ser una les ión menor del pa-
rénqu ima sin extravasación urinaria). Clínicamente pueden manifestarse con dificultad para la micción, hema-
En el tratamiento de las complicaciones como el urinoma retroperi- turia macroscópica, dolor pélvico o en hemiabdomen inferior, abdomen
toneal o el absceso perirrenal, la hipertensión maligna que requiere agudo (indica rotura intraperitoneal). Como complicación tardía puede
reparación vascular o nefrectomía, y en algunos casos de hidrone- aparecer una incontinencia parcial en las lesiones que se extienden hasta
frosis. el cuello vesical.
En las pruebas de laboratorio, si hay una lesión por t raumatismo externo, Son poco frecuentes, más habitua les en varones y generalmente aso-
aparece hematuria microscópica en el 90% de los casos. ciadas a fracturas pélvicas y a contusiones directas. Se considera ure-
tra posterior la porción proximal al diafragma urogenital y anterior, la
El diagnóstico se realiza mediante una UIV o uretrografía retrógrada. En el distal.
período postoperatorio inmed iato, la urografía es el mejor método para
descartar la lesión ureteral. Lesiones de la uretra posterior
(prostática y membranosa)
Tratamiento
La primera medida es la derivación urinaria mediante nefrostomía. Re- La uretra membranosa se lesiona con más frecuencia. Los pacientes
quieren tratamiento quirúrgico inmediato. aquejan dolor abdom inal bajo e incapacidad para la micción. El signo
Lesión del tercio inferior del uréter: el procedimiento de elec- más importante es la presencia de sangre en el meato de la uretra (ure-
ción es la reimplantación en la vejiga. La ureteroureterostomía trorragia). En un tacto rectal, puede revelarse la presencia de hematoma
primaria puede indicarse si hay un corte transversal del uréter. Se pélvico y desplazam iento de la próstata hacia arriba.
usa transureteroureterostomía, si hay urinoma extenso e infec-
ción pélvica. La prueba diagnóstica más importante es la uretrografía. La cateteriza-
Lesión del tercio medio y superior: ureteroureterostomía primaria ción o ureteroscopia no deben realizarse porque conllevan un alto riesgo
o sustitución ureteral. de producir hematoma e infección y daño más amplio de los desgarros
parciales de la uretra.
Es frecuente dejar un catéter de doble-J transanastomótico, que se
retira después de tres a cuatro semanas de cicatrización, con obje- Entre las complicaciones destacan estenosis, im potencia e incontinencia.
to de conservar el uréter en una posición adecuada con un ca li bre
constante, impedir la extravasación urinaria y conservar la desviación Su tratamiento es la cistostomía, seguida de cirugía diferida.
urinaria.
Lesiones de la uretra anterior
(pendular y bulbar)
11.3. Lesiones de la vejiga
Generalmente hay antecedentes de caída o maniobras con instru-
Frecuentemente se presentan debidas a fuerzas externas y asociadas a mentación. Se manifiestan con hemorragia y dolor en el periné, pu-
fracturas pélvicas. La lesión iatrógena ocurre en cirugías pélvicas, gineco- d iendo existir infección por extravasación y estenosis tardía. No debe
lógicas, herniorrafias y en intervenciones transuretrales. intentarse pasar catéter uretral y debe evitarse la micción hasta des-
Manual CTO de Medicina y Cirugía , 2.a edición
cartar la existencia de extravasació n. Se d iagnost ican med iante uretra- Sospecha de traumatismo urológico
grafía retrógrada.
t
Tracto inferior Tracto superior
Tratamiento (uretrorragia) (hemat uria)
Evaluar
Sondaje vesical Cistotomía Arteriografía
Du rante las relaciones sexuales, puede ocurrir rotura de la túnica albugí- según grado
nea (fractura de pene). Provoca dolor y hematoma y precisa tratamiento t
Sospecha lesión vesical
qui rúrgico.
(si hay hematuria)
t
Rotu ra
Rotura
Para defin ir el da ño, se rea liza ultrasonografía. Si hay rotura, se trata quirúr- Extraperi tonea l
lnt raperitonea l
(lo más frecuente)
gica mente. En el resto de los casos, el tratamiento es conservador.
t
Cirugía So nd aj e
A modo de resumen de todo lo anteri orm ente expuesto, la Figura 28
reparadora
recoge los procedimientos generales de actu ación frente a los t rauma-
tismos urológ icos. Figura 28. Ma nejo de los t raumatismos urológ icos
2) Las secuelas pueden ser graves y deben preveni rse con cirugía
Casos clínicos precoz.
3) En muchos casos se res uelve con compresión de la zona afecta.
Paciente que, tras una caída a horcajadas, refiere sangrado po r el 4) Lo más probable es que precise un ingreso hospitalario prolon-
meato uretral con d ificu ltad para la micción. Presenta un hema- gado.
toma perineal importante.
RC: 3
1) Debe real izarse sondaje inmed iato para preven ir compl icacio-
nes. Paciente precipitado desde 4 m de altura mientras limpiaba
2) Habrá que real izar una TAC abdomina l para descartar les iones unos cristales. Tras valoración y estabilización iniciales, se deci-
asociadas, como en cu alq uier lesión de uretra posterior. de su traslado, durante el que el paciente presenta una micción
3) Debe rea lizarse reconstrucción quirúrgica inmediata en caso de hem atúrica.
una rot ura completa.
4) Debe realizarse una uretrografía retrógrada para valorar la gra- 1) Se debe probablemente a una contus ión ves ical y no debe dár-
vedad de la lesión. sele mayor importancia.
2) Puede deberse a lesiones a varios niveles del aparato urinario y
RC:4 una TAC abdominal será útil para identificarla.
3) Esto permite focaliza r la lesión, descartando así otras lesio nes
Varón de 15 años que p resenta mareo y palidez tras la visión de abdom inales.
sangre que parece provenir de los genitales. Niega t raumat ismo 4) No se debe co locar una sonda vesica l porque no ha presentado
alguno, aunque admite que se masturba ba cuando sucedió. uretrorrag ia previa a la m icción.
11 · Traumatismos
del aparato genitourinario
_UrololJ-L""'._____ __ •
1. Hydronephrosis.
2. Hypernephroma.
3. Simple renal cyst.
4. Renal abscess.
S. Angiomyolipoma.
Recommended reading 2
A 35-year-old man visits the physician beca use he has palpated a mass
in his left testicle. He has no h istory of t rauma or high-risk sexual rela-
ti ons. The examination confirm s the presence of a mass and t he atta-
ched ultrasound is performed . W hat is the most adequate approach?
[Figure 2a]:
Testicular tumours are the most frequent mal igna nt neoplasias in ma les Figure 2a.
between 20 and 35 yea rs of age, except for leukaem ias. The most fre-
quent form of cli nica l presentation is as a scrot al mass. before and after the orchiectomy we should measure the levels of hCG and
AFP High concentrations of hCG and AFP decrease according to first-order
A testicular ultrasou nd is a simple, reliable method used to distingu ish bet- kinetics; the half-life of hCG is 24-36 hours and t hat of AFP is 5-7 days. These
ween solid and cystic masses. lt is also very useful to determ ine whether two markers should be serially analysed during and after the treatment.lf any
a mass is dependent on the test icle or the testicu lar annexes, as well as its or both of these markers increase again or do not decrease according to the
intratesticular position. In the ultrasound shown, we observe a very intense expected half-life, we should suspect tumour persistence or recurrence.
destructuration of the testicular parenchyma, which has a clearly heteroge-
neous appearance. Below, we show the appearance of a norma l testicu lar Fuente: García Macarrón J. Casos clínicos en imágenes. Madrid. CTO Edi-
ultrasound, such that you may appreciate the differences. torial, 20 12.
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