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¿Se puede, entonces, utilizar toda esta información aportada por la neurociencia para preparar el

cerebro para liderar, tomar decisiones con mayor precisión, dirigir equipos de trabajo con mayor
eficacia, etc.? La respuesta es afirmativa. El neuroliderazgo encierra un gran potencial para el
desarrollo del liderazgo en las organizaciones. “Las nuevas herramientas no están afuera, sino
dentro de cada uno de nosotros.” Ya no hay dudas de que la optimización de las funciones del
cerebro individual, mediante un trabajo sistemático deneuroplasticidad autodirigida, es el primer
paso para construir un cerebro organizacional preparado para afrontar con éxito los desafíos
inherentes a la gestión de nuestro tiempo. Desde Coherencia Personal, ayudamos a las personas,
líderes de las organizaciones a entregar las habilidades cognitivas como la atención, la toma de
decisiones, creatividad, etc. para conseguir aumentar su rendimiento personal y su bienestar.
Arnoldo Arana

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