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UNIVERSIDAD AGRARIA DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS

ESCUELA DE INGENIERIA AMBIENTAL

ASIGNATURA: MANEJO DE CUENCAS HIDROGRÁFICAS

BLGA. MARIANELA BARONA

2016-2017
MANEJO DE CUENCAS HIDROGRÁFICAS. DEFINICIÓN , OBJETIVOS Y JUSTIFICACIÓN PARA EL MANEJO DE LA CUENCA.
El término manejo de cuencas comienza a aplicarse en forma relativamente extendida en América Latina y El Caribe a
finales de la década de 1960. Proviene de una traducción libre y literal del término acuñado en los Estados Unidos de
Norteamérica de Watershed Management que, según la literatura, se inicia en los años 1930.

El objetivo inicial que se buscaba en los programas de manejo de cuencas era controlar la descarga del agua captada
por las cuencas en cantidad, calidad y tiempo de ocurrencia. En los Estados Unidos las técnicas de manejo de cuencas
se aplicaban mayormente en las cuencas de montaña, zonas dedicadas a bosques y pastos y poco habitadas y con
precipitación nival.
Las técnicas eran vinculadas al manejo forestal, manejo de pastos, manejo de nieve, control de freatofitas y en
general todo lo que permitía tener cierto control sobre la escorrentía. Lo usual era buscar retardar la escorrentía
con lo cual se controlaba también la erosión de suelos. Sin embargo, las técnicas de manejo de cuencas pueden
aplicarse para cualquier objetivo vinculado a obtener efectos deseados sobre la descarga de agua, su calidad y el
tiempo o momento en que ocurre.
Hoy en día el término manejo de cuencas tiene un amplio rango de acepciones por lo que es necesario informarse en
cada caso sobre los objetivos de los programas que se desarrollan bajo esta denominación. En los Estados Unidos de
Norteamérica y en muchos otros países las técnicas de manejo de cuencas están ahora fuertemente orientadas a
proteger la calidad del agua. En la región la primera reunión sobre manejo de cuencas fue auspiciada por la FAO y se
realizó en Argentina en 1970.

La FAO también fomentó la organización de la Red Latinoamericana de Manejo de Cuencas. La CEPAL también
contribuyó a debatir el tema. Hoy en día hay una gran cantidad de programas universitarios así como proyectos y
programas denominados de manejo de cuencas, que se llevan a cabo en la región auspiciadas por diferentes
organizaciones, cada cual fijando sus objetivos y alcances. Será conveniente que sistemas como la red Latinoamericana
adoptaran una terminología y definiciones consensuadas sobre el tema.
TIPOS DE MANEJO DE CUENCAS CONCEPTOS, CARACTERÍSTICAS Y CONDICIONES PARA LOS DIFERENTES TIPOS
DE MANEJO

un buen manejo de cuencas hidrográfi cas implica una gestión integrada de los recursos naturales, la consideración
de aspectos socioeconómicos e institucionales y, a la vez, la gestión de riesgos. Dicha integralidad en el abordaje de
este tema conlleva múltiples y variados desafíos; entre ellos, cabe mencionar:

En lo social: que las medidas directas e indirectas asociadas con el manejo de cuencas como estrategia de
reducción de vulnerabilidad (y gestión de riesgo), tengan niveles apropiados de aceptación y participación de
distintos grupos de interés dentro de los espacios biogeográfi cos seleccionados (cuencas, subcuencas y
microcuencas). Es necesario propiciar una adecuada educación y extensión socioambiental, así como la
adopción generalizada de prácticas compatibles con la conservación y uso sostenible de los ecosistemas y sus
recursos asociados.
En lo institucional: fortalecimiento de la capacidad de los gobiernos locales, las comunidades usuarias y distintos
grupos de interés por conocer y administrar sus recursos naturales en función de bases sostenibles y de normas
aceptables y aplicables por la mayoría. Adicionalmente, mejorar las capacidades para implementar arreglos
institucionales necesarios para colectar, almacenar y analizar sistemáticamente información relacionada con la
administración y manejo de recursos a nivel de cuencas hidrográficas (para fi nes productivos y de gestión de riesgo).
En lo tecnológico: que las intervenciones de restauración o rehabilitación asociadas con el manejo de los ecosistemas
naturales y los recursos que estén vinculados con ellos, permitan su uso sostenible y, a la vez, consideren los aspectos
del riesgo frente a desastres.
En lo económico-financiero: que las medidas de manejo de cuencas hidrográficas emprendidas permitan la
generación de ingresos y rendimientos económico-financieros, ya sea por los bienes que se producen o por el lado
de los servicios ambientales generados. Es necesario que las actividades económicas —que dependen del uso
sostenible de la base de recursos naturales y de la generación y mantenimiento de los servicios ambientales— se
den a conocer ampliamente, de manera que se conozca cuál es su grado de participación en la economía nacional.
En lo ambiental: que las acciones de manejo de cuencas garanticen la conservación (estabilidad y resiliencia) de los
ecosistemas y de los recursos naturales asociados con ellas. También es preciso que el manejo de cuencas considere
la reducción de los elementos que ocasionan vulnerabilidad ambiental.
EL MANEJO DE CUENCAS COMO UN SISTEMA INTEGRADO DE ETAPAS, ACTIVIDADES Y ACCIONES.

La gestión de una cuenca se sustenta en dos grupos de acciones complementarias: el primero, orientado a
provechar los recursos naturales presentes (usarlos, transformarlos, consumirlos), en aras de propiciar el
crecimiento económico; el segundo, orientado a manejar dichos recursos (conservarlos, recuperarlos,
protegerlos), con el fi n de tratar de asegurar mayor sostenibilidad del ambiente. Estos dos grupos de acciones
deben ejecutarse con la participación de las y los actores, habitantes o grupos de interés de la cuenca, subcuenca
o microcuenca, idealmente, tendiendo al fomento de valores como la inclusividad y la equidad.
Las acciones de aprovechamiento y de manejo o conservación de cuencas se dividen en dos grupos:
• Grupos de acciones técnicas o directas, denominadas acciones o medidas estructurales (estudios, proyectos, obras,
operación, manejo).
• Grupos de acciones gerenciales o indirectas, también denominadas como medidas no estructurales (financiamiento,
regulaciones, organización, capacitación).

Desde el momento en que la cuenca constituye un espacio de articulación intersectorial e interinstitucional, estos
grupos de acciones relativas al manejo de cuencas tienen, como veremos en el siguiente apartado, un vínculo directo
con la gestión de riesgo.
TALLER: ANÁLISIS DE UNA CUENCA, PARA DETERMINAR SU MANEJO
Etapas del Proceso de Manejo de Cuencas.

El tamaño y la jerarquía de las unidades hidrográficas (cuenca, subcuenca y microcuenca) son determinantes en la
gestión y deben considerarse desde la planeación hasta la implementación de las acciones. En el contexto del
manejo de cuencas, se requiere prevenir, mitigar y controlar las externalidades que afectan la dinámica eco-
hidrológica de la cuenca; para ello es necesario trazar una estrategia para atender los problemas desde sus causas
en coordinación con los actores involucrados. Como se ha mencionado desde un inicio, resulta imprescindible
definir las áreas prioritarias o zonas de trabajo en donde se realizan aquellas actividades que están generando las
principales externalidades negativas.

La jerarquización de las unidades hidrográficas (cuenca-subcuenca-microcuenca) y su anidamiento conducen a


que en cada una de ellas se consideren temas diferentes, como se plantea en la figura 6.
Figura 6. Anidamiento jerárquico en las actividades de planeación-gestión a nivel de cuencas
El manejo integral de una cuenca tiene como fin último la conservación y/o restauración del ciclo hidrológico
natural de la cuenca; sin embargo, la consecución de esta meta implica atender objetivos intermedios, como la
conservación y restauración de los suelos y la vegetación, la reconversión productiva hacia formas de
aprovechamiento más eficientes de los recursos naturales y, en general, el control de externalidades negativas que
impactan la funcionalidad y el equilibrio ecológico de la cuenca.

En este sentido, el manejo integral de una cuenca aparece como un instrumento que facilita las decisiones y
acciones para cumplir o alcanzar los objetivos propuestos por las comunidades que alberga cada unidad
hidrográfica. Sus acciones se dirigen principalmente a mejorar el aprovechamiento de los recursos naturales con
fines productivos, a prevenir y controlar procesos de contaminación del agua y a la conservación y restauración de
ecosistemas.
En la práctica, y dado el marco institucional que prevalece en sociedades liberales, el manejo de cuencas no debe
constituir un programa independiente. En realidad, éste debe ser considerado como un proceso que alinea
programas, coordina acciones y que ‘construye’ el estado deseado a partir de las instituciones y los programas ya
existentes.

En este sentido, consideramos que no basta realizar ciertas acciones en el territorio de una cuenca para afirmar
que se realiza un manejo de cuencas; es necesario que éstas estén entrelazadas para la solución de problemas
específicos, considerando externalidades y usuarios cuenca arriba-cuenca abajo.

Para esto resulta conveniente considerar ciertos elementos socio-organizacionales que inciden en los procesos
que producen las externalidades negativas en los ecosistemas de la cuenca. Estos elementos están constituidos
por la planeación y la existencia de una estructura organizacional capaz de dirigir y ejecutar el plan de acción,
darle seguimiento y evaluar las acciones requeridas por el mismo.
Este proceso en sí mismo puede estar formado por diferentes etapas, con algún grado de variación sobre
los detalles de cada una; sin embargo, a lo largo de la literatura sobre planeación de recursos naturales
en el contexto de cuencas hidrográficas es posible identificar cuatro etapas básicas

• Elaboración de diagnóstico

• Definición de prioridades y acciones estratégicas

• Instrumentación de acciones

• Evaluación y retroalimentación
IMPORTANCIA DE LA FORMULACIÓN DEL PLAN DE MANEJO.
ÁMBITOS DE APLICACIÓN

La etapa de planeación es un proceso necesario en cualquier empresa social, y por lo tanto, imprescindible en un
esfuerzo destinado al manejo integral de una cuenca. Planear es el proceso de establecer objetivos y elegir los
medios más adecuados para lograrlos antes de la acción; es un proceso que se anticipa a la toma de decisiones
sobre la acción (Goodstein et al. 1993) y que debe realizarse con base en un diagnóstico. El plan para un manejo
integral de cuenca deberá atender necesariamente dos aspectos que con frecuencia aparecen como tendencias
contrarias: por un lado, la capacidad ambiental derivada de las condiciones naturales específicas de la cuenca y, por
el otro, los criterios de eficiencia económica para maximizar el aprovechamiento de sus recursos utilizados por los
agentes productivos. En este sentido, es relevante atender los procesos que ocurren a nivel de subcuencas y
microcuencas, como subunidades de estudio, planeación e implementación, siguiendo la lógica espacial y temporal
de los procesos biofísicos.
Para que un plan de manejo pueda tener éxito debe atender ambas perspectivas, y procurar hacerlas converger en un
punto de equilibrio, mediante la construcción de consensos entre las partes técnicas y sociales, que participan en la
elaboración del plan. En principio, los recursos naturales de la cuenca deben ser valorados y analizados en función de
su aptitud y resiliencia, para después, establecer las bases técnicas elementales, útiles para la definición de los
objetivos del plan de manejo. Posteriormente, una vez definidos los objetivos se procede a identificar y determinar las
posibles soluciones a los problemas de la cuenca, procurando que las alternativas propuestas sean susceptibles de
adaptarse a las condiciones ocioeconómicas de la cuenca. El manejo de cuenca debe ser, en esencia, un proceso
flexible, dinámico y adaptativo que puede esquematizarse en diferentes grandes fases, las cuales proveen un marco
para organizar la información, ejercer la toma de decisiones y evaluar el proceso
PROCESO DE MATERIALIZACIÓN DE ACCIONES. CRITERIOS, PROBLEMÁTICA DETECTADA,

El principal desafío que enfrentan los gobiernos —desde los niveles municipales o microrregionales hasta los niveles
nacionales—, es el de saber cómo diseñar y aplicar sistemas de gestión capaces de fomentar y conciliar tres grandes
objetivos que en teoría llevarían al desarrollo sustentable: el crecimiento económico, la equidad (social, económica
y ambiental) y la sustentabilidad ambiental. Los obstáculos para diseñar este sistema se presentan en por lo menos
tres ámbitos: a) conceptual; b) teórico y c) práctico.
a) En relación con los aspectos conceptuales, los mayores obstáculos se encuentran en falta de consenso y, por lo
tanto, en las múltiples interpretaciones que existen de los conceptos de "desarrollo sustentable", "equidad" y
"sustentabilidad ambiental". Ello implica la necesidad de que en cada país, o región se precise qué significa, para
los actores participantes en el proceso de gestión, cada término. El mismo término "sustentabilidad" es ambiguo.
Este vocablo se aplica a la producción, la ecología, la economía, el medio ambiente, la sociedad o el desarrollo.
Tiene esencialmente una connotación de renovación continua en el tiempo o posibilidad de reutilización de los
recursos por parte de las generaciones futuras. El logro de la sustentabilidad estaría asociado a la búsqueda de
satisfacción de las necesidades del hombre en el presente, sin comprometer sus necesidades futuras.
b) En relación con los aspectos teóricos, los mayores obstáculos se encuentran en la falta de indicadores para medir el
desarrollo sustentable. En principio, ninguno de los tres objetivos del desarrollo sustentable (económico, ambiental y
social) se mide actualmente con parámetros compatibles. Los indicadores empleados para cuantificar cada objetivo no
tienen un denominador común ni hay fórmulas de conversión universales. El crecimiento económico se mide con
indicadores económicos, la equidad se determina sobre la base de parámetros sociales y la sustentabilidad ambiental
se establece en términos físicos y biológicos. En consecuencia, cada uno de los tres objetivos se encuentra en
diferentes planos de evaluación.
c) Para resolver el problema práctico de la articulación hay que concebir un proceso de gestión que permita que el
hombre —el actor principal— pueda tomar decisiones, a pesar de la falta de claridad conceptual y bases teóricas,
con los siguientes fines:

i) lograr el crecimiento económico, la equidad y la sustentabilidad ambiental en los ámbitos de gestión, como una
forma de alcanzar el desarrollo sustentable;
ii) determinar qué intercambios debe haber entre estos tres objetivos en una determinada región y entre
regiones;
iii) facilitar el conocimiento, por parte de los actores involucrados, del tipo de intercambios viables y de su valor;
iv) determinar en qué momento se alcanza el equilibrio correspondiente al desarrollo sustentable que satisface a
los actores de la región en desarrollo.

Como se indica en i), el desarrollo sustentable es función de los tres objetivos y no se logra privilegiando sólo uno
de ellos en desmedro de los demás. Por lo tanto, los actores deben contribuir simultáneamente al crecimiento
económico, la equidad y la sustentabilidad ambiental mediante, por ejemplo, la transformación productiva, la
prestación de servicios sociales y la conservación de los recursos naturales.
El proceso de materialización de acciones, es eje articulador de los otros tres procesos y está integrado por 10
etapas que van desde la identificación de los actores hasta la ejecución de los programas. El proceso de
materialización consta de las siguientes etapas:

a) Determinación de los actores involucrados en el proceso de gestión. Esta etapa es una de las más importantes.
Se define como actores a todas las personas que intervienen activa o pasivamente en los procesos de gestión o
que contribuyen al proceso; es decir, los habitantes, los usuarios (que pueden ser o no ser habitantes del área), los
representantes de organismos públicos o privados, los asesores o interventores en el área o ámbito, los
representantes de grupos de poder, los empresarios y, en general, todas las personas que ven afectadas sus
condiciones de vida y que influyen o reciben los efectos del uso y conservación de los recursos del ámbito en
estudio, así como quienes desempeñan una función de apoyo al desarrollo humano en dichos ámbitos
b) Determinación de los criterios que rigen las acciones de los actores. Esta determinación es fundamental para
conocer cuál es la posición de los actores en el proceso de gestión y consiste en averiguar qué hipótesis, teorías,
supuestos, creencias, opiniones, ideas, postulados, conceptos, premisas, conclusiones, enfoques, interpretaciones,
principios o paradigmas tienen los participantes. Estos criterios pueden relacionarse con el desarrollo, la
marginalidad, el hombre, la sociedad, la conservación y el manejo de los recursos, los habitantes del área, los
proyectos, etc. Este ejercicio es fundamental para facilitar el entendimiento mutuo de los actores y las transacciones
o los acuerdos entre los interesados.
c) Identificación de los problemas vinculados a las condiciones de vida y a la conservación de los recursos en el
ámbito en estudio, tal como los expresan y perciben cada uno de los actores o grupos de actores participantes de
los procesos de gestión. Hay que analizar las causas y los efectos de cada problema, clasificarlos y categorizarlos
desde diferentes perspectivas, determinar cuáles son los problemas actuales, y analizar los procesos históricos que
llevaron a la situación actual y proyectarlos a futuro. La detección de problemas constituye la clave para definir los
objetivos de desarrollo.
d) Transformación de las demandas y los problemas detectados en objetivos. Ésta es una tarea fundamental para
convertir el conjunto de problemas identificados por los habitantes, usuarios y técnicos en diferentes formas y con
diversos grados de precisión en objetivos jerarquizados lo más concretos que sea posible. Estos objetivos deben ser
descritos en forma precisa y en lo posible con un complemento cuantitativo. Es necesario identificar a los
beneficiarios de los objetivos y el área o ámbito en el que se debe actuar y determinar en qué plazo se deben lograr
las metas (corto, mediano o largo) y su prioridad relativa en relación con los otros objetivos enunciados, además de
definir los criterios que se utilizarán para el establecimiento de prioridades. Los objetivos no son sólo la traducción de
un problema en un enunciado sino que, en conjunto, representan la definición de la situación deseable a futuro por
todos los habitantes y usuarios. Los objetivos son las aspiraciones de diferentes personas involucradas en el
desarrollo, por lo que deben formar un todo equilibrado y compatibilizarse de tal modo que la expresión final de los
objetivos represente la opinión del conjunto de actores involucrados en el desarrollo y no sólo de algunos.
e) Delimitación y clasificación de los ámbitos o territorios dentro de los cuales se pretende alcanzar los objetivos. En
el caso del medio ambiente son las áreas geográficas y funcionales en las que se enmarca el proceso de gestión.
Dentro de estos ámbitos hay áreas menores que también deben delimitarse. Las más importantes son el ámbito
geográfico o natural (por ejemplo, cuenca, subcuenca, río, ladera o piso ecológico); el ámbito social (por ejemplo el
espacio habitado por grupos o comunidades campesinas); el ámbito económico, que puede estar definido por el
área donde se efectúan transacciones mercantiles; el ámbito político-administrativo, que se define por los límites
de una comuna, distrito o región; el ámbito institucional o funcional, que puede estar definido por el área de
acción de una empresa, comunidad, cooperativa, corporación o un instituto nacional, y el ámbito productivo
(fincas, parcelas, fundos u otros). Estos ámbitos pueden agruparse en regiones o microrregiones o ser considerados
como unidades operativas de gestión, unidades geográficas o cualquier otro tipo de unidad básica de desarrollo.
f) Determinación de las restricciones que deben superarse para alcanzar los objetivos dentro de los ámbitos
previamente delimitados. Las restricciones son los obstáculos que se deben superar para solucionar los
problemas identificados (expresados en términos de objetivos) y no los problemas en sí. Por ejemplo, si el
problema es la reducción de la producción debido a la erosión de suelos en una ladera cultivada de máxima
pendiente, el objetivo será controlar la erosión; las restricciones para alcanzar ese objetivo pueden ser el
desconocimiento de técnicas para evitar la erosión por parte de los usuarios, la falta de legislación que prohíba el
uso de esas tierras de esa forma, la falta de encargados de extensión del gobierno que puedan prestar asistencia,
la falta de alternativas de subsistencia para los agricultores en otras zonas o la falta de recursos económicos.
Las restricciones se pueden clasificar en i) técnicas y físicas; ii) políticas y legales; iii) económicas y financieras; iv)
institucionales y administrativas; v) sociales y culturales, y vi) educacionales y científicas. Las restricciones deben
identificarse en forma sistemática, para abordarlas por orden de importancia y de ejecución. Esto permite que,
sobre la base del estudio, se plantee un programa concreto de acción con identificación de metas jerarquizadas,
asignación de recursos, indicación de responsables y plazos necesarios para llevarlo a la práctica.
g) Proposición de soluciones para superar las restricciones detectadas, con el fin de lograr los objetivos propuestos
dentro de los ámbitos delimitados. Las soluciones se seleccionan a partir de un conjunto de opciones posibles o se
conciben específicamente de acuerdo con las restricciones, los ámbitos, los objetivos y las estrategias globales de
acción. Las propuestas de solución deben ser realistas y, por lo tanto, hay que determinar como mínimo lo siguiente:

i) la restricción o el conjunto de restricciones que se superará(n) mediante la solución propuesta y en qué orden; ii)
los recursos y materiales necesarios; iii) dónde se tomarán las medidas pertinentes; iv) cuándo se adoptarán y en
qué período (continuo o discontinuo); v) quién y de qué nivel serán los responsables de su adopción; vi) quiénes se
verán afectados por la solución propuesta y cuáles serán sus efectos no deseados; vii) cómo se relaciona la solución
propuesta con otras soluciones posibles; viii) qué otras alternativas de solución existen que puedan producir
resultados similares; ix) qué instituciones o personas estarán involucradas en la adopción de las medidas, y x) qué
insumos supone cada alternativa.
Las soluciones, además, pueden clasificarse, según su finalidad, en soluciones de carácter técnico o directas que dan
resultados tangibles en términos productivos, como el estudio del potencial de recursos, la formulación de
proyectos, la construcción de obras, el uso de los sistemas construidos o el manejo de los recursos; y en soluciones
de carácter operativo o indirectas que posibilitan las soluciones técnicas, entre otras la planificación, la legislación, la
concesión de créditos, la capacitación, la investigación, la administración y la promoción. Es fundamental hacer esta
distinción en las propuestas, ya que promulgar una ley, formular un plan o crear una institución son soluciones
indirectas que sólo serán eficaces en la medida que permitan la ejecución de las acciones directas. La efectividad de
una legislación, por ejemplo, sólo se puede medir o evaluar de acuerdo con su contribución a la factibilidad de
ejecutar acciones directas.
h) La siguiente etapa consiste en determinar qué estrategias se van a aplicar. En esta etapa hay que calcular
cuidadosamente el beneficio y su contribución a la equidad de cada acción posible con el fin de i) lograr
soluciones políticas, sociales, económicas y técnicas viables; ii) superar las restricciones más urgentes y de menor
complejidad y costo, sin ignorar las restricciones más importantes y de largo plazo; iii) armonizar los aportes de
las diversas instituciones que tengan responsabilidades e intereses en el ámbito; iv) determinar la efectividad en
función de los costos de la superación de cada restricción con los recursos y el tiempo disponibles; v) armonizar
los efectos deseados y no deseados de las acciones en términos políticos, sociales, ambientales, económicos y
otros; vi) establecer el orden de prioridades de las acciones de superación de restricciones en el territorio de
acuerdo con los beneficiarios potenciales; vii) concebir programas, proyectos, actividades y tareas, y agruparlos
de acuerdo con las soluciones para facilitar su ejecución, y viii) organizar el sistema institucional que adoptará las
medidas pertinentes.
Las estrategias determinan cómo deben realizarse las actividades continuas (por ejemplo, servicios) y las
discontinuas (por ejemplo, proyectos) y cómo debe funcionar el sistema de organizaciones públicas y privadas
encargadas de llevarlas a cabo. Algunos de estos programas o proyectos pueden ser de carácter horizontal, si su
objetivo es ofrecer soluciones que sean comunes a varios ámbitos (subcuencas, municipios, comunidades, etc.)
o de carácter vertical si el programa o proyecto proporciona soluciones que se limitan a un solo ámbito.
i) La penúltima etapa consiste en la formulación de programas, proyectos, actividades y tareas que permitan aplicar
las estrategias seleccionadas y evaluarlas. En esta etapa del proceso se conciben las actividades necesarias para
aplicar las estrategias y se evalúan desde un punto de vista económico, social y ambiental. Hay que programar tanto
las actividades técnicas (obras, sistemas de producción, etc.) como las administrativas (provisión de fondos,
organización institucional, capacitación, etc.), para garantizar la aplicación de las estrategias.
j) La décima y última etapa consiste en la
ejecución de las actividades y su
posterior monitoreo.
Planteamiento de Soluciones Formulación de Estrategias Diseño de Programas, Administración, Etc.

BENEFICIOS Y BENEFICIARIOS DEL PLAN DE MANEJO.


Las acciones de intervención deben indicar beneficios tangibles, de corto, mediano y largo plazo, los
participantes agricultores esperan efectos al más corto plazo. Por eso deben clarificarse cuándo se
alcanzarán los resultados y cuál será su magnitud, permanencia e importancia. Los beneficios pueden ser
a nivel de finca, en alguna zona de la Cuenca, o en las partes bajas, fuera de la Cuenca. Cada componente
debe definir cuáles serán los beneficios, ecológicos, sociales y económicos
También se describirá detalladamente quienes serán los beneficiarios directos e indirectos, a nivel de finca, en la
Cuenca o fuera de la Cuenca, se indicará la forma en que recibirán los beneficios y cuál será la participación en el
proceso. La participación comunitaria debe asegurarse durante la elaboración del proyecto y durante la
ejecución. Este es uno de los temas principales que deben desarrollarse con el propósito de tener la claridad, el
respaldo y justificación del porqué se debe realizar el manejo de la Cuenca. También permitirá promover la
integración y participación de todos los actores, responsables e interesados en el aprovechamiento y manejo de
los recursos naturales de las cuencas, para resaltar los beneficios y ventajas será necesario definir indicadores,
sobre el mejoramiento ambiental y la sostenibilidad de los RR.NN. logrados mediante Manejo de Cuencas. Entre
los principales beneficios y ventajas se señalan los siguientes:
CUADRO DE ALGUNOS
INDICADORES CLAVES
SOBRE EL MEJORAMIENTO
AMBIENTAL
“En esta visión global de la
degradación ambiental y la
sostenibilidad, las relaciones e
interacciones con la
equidad, la competitividad y el
crecimiento económico, no tendrían
mayores perspectivas si no se analizan
los procesos de estabilidad política y
administrativa, los aspectos
macroeconómicos integrados a la
globalización y a una eficiente
administración del estado”.
ORDENACIÓN DEL TERRITORIO EN UNA CUENCA

Concepto de ordenación de cuencas hidrográficas


Es una política del estado y la sociedad, para conocer, promover, regular y administrar el manejo, preservación
y conservación del agua y recursos naturales, sociales, los ecosistemas estratégicos y la consideración de peligros
naturales, conjuntamente con la ocupación y el uso de la tierra, la localización de actividades económicas, la
organización de la red de centros poblados y de espacios rurales, la cobertura de infraestructuras de servicios,
de obras hidráulicas y la red vial, y rasgos de orden cultural y político-institucional; todo ello en procura de
alcanzar objetivos del desarrollo integral y sostenible.
Operatividad del concepto
El concepto de Ordenación de Cuencas Hidrográficas se hace comprensible al conocer y profundizar sobre su
esencia o naturaleza, su campo y objeto de acción, sus alcances y los objetivos que persigue. Esquemáticamente
se presenta el Cuadro 1; cuya explicación se expone en los puntos subsiguientes relativos al concepto.
Esencia y naturaleza de la ordenación de cuencas hidrográficas Es una política del Estado y la sociedad, por cuanto
el proceso de organizar la cuenca hidrográfica se realiza de manera deliberada por los órganos del poder público.
Es dirigido, coordinado y administrado por las instituciones de gobierno, en acuerdos concertados con otros
actores sociales, para conocer, promover, regular y administrar acciones de intervención relacionadas con los usos
del territorio, la localización de actividades productivas la red de asentamientos de población y de infraestructuras,
junto con el manejo de recursos naturales y del sistema de áreas protegidas. Es de naturaleza sociopolítica, por
cuanto la ordenación de la cuenca concierne a órganos del estado y a la sociedad e involucra a diversos agentes y
organizaciones sociales que actúan en una cuenca hidrográfica. El Estado es un agente que define, promueve,
coordina, ejecuta y controla las políticas públicas para la conservación, preservación y manejo de cuencas y
cualesquiera de las acciones de intervención, tanto del medio natural como del espacio social construido. Ello lo
realiza en representación de organizaciones sociales y actores sociales que responden a diversos intereses, en
algunos casos coincidentes. Encuentra en los mecanismos de participación social un buen aval.
Objeto y campo de acción de la ordenación de cuencas hidrográficas El objeto o campo de conocimiento y acción de
la ordenación de cuencas hidrográficas está configurado por su estructura y dinámica como unidad territorial; por
tanto en la interrelación e integración de los subconjuntos físico-natural, socioeconómico-cultural y político-
institucional.

Al relacionar la ordenación de la cuenca hidrográfica con su objeto de estudio se hace referencia al conocimiento de
esa realidad en la búsqueda de un manejo adecuado de los recursos naturales, su aprovechamiento, conservación y
preservación; la intervención prudente y responsable de ecosistemas estraté-gicos y la prevención de peligros que
emanan de la naturaleza.

El énfasis se coloca en los procesos de ocupación y usos del territorio de la cuenca, la localización de actividades
económicas compatibles, la orientación en la organización de la red de centros urbanos y de asentamientos rurales,
la cobertura de infraestructuras de servicios y obras de impacto socioterritorial, sin obviar la identidad cultural y
elementos e instrumentos de la estructura político – institucional.

Es la expresión conceptual y práctica que se traduce del conocimiento y direccionalidad que se desea imprimir a una
realidad concreta conformada por los subconjuntos, elementos y procesos ya indicados. Si el objeto de la ordenación
de cuencas hidrográficas aclara el campo de acción y de que se ocupa, ampliar su comprensión se logra cuando se
establecen sus alcances.
Alcances de la ordenación de cuencas hidrográficas
• La concepción de integralidad de la cuenca hidrográfica, en el marco del desarrollo sostenible.
• El conocimiento de las condiciones físiconaturales, de los recursos naturales y de ecosistemas estratégicos, su
sensibilidad frente a potenciales acciones de intervención y usos concomitantes.
• El análisis de amenazas naturales o peligros materiales como restricción a su ocupación y a la prevención de
potenciales desastres naturales.
• La estructura y dinámica del poblamiento y sus tendencias, básico para comprender los procesos de movilidad,
distribución, ocupación y usos de la tierra.
• El análisis de los usos actuales del territorio de la cuenca, esencial para la asignación de los usos recomendables:
áreas a ser protegidas, áreas de elevado valor estratégico, áreas susceptibles a riesgos naturales, áreas de producción
económica, áreas residenciales, áreas de usos múltiples, entre otras.
• La localización de las actividades económicas:
agrícolas, pecuarias, forestales, mineras, energéticas, industriales, turísticas y recreacionales, junto con los efectos
potenciales sobre las condiciones físico-naturales y el espacio social construido. • La organización de la red de centros
urbanos y de asentamientos rurales. • El equipamiento de la infraestructura de servicios, elementos estructuradores
del territorio de la cuenca. • La adecuación de la cuenca para crear las ventajas comparativas y competitivas que
posibiliten la creación de cadenas de producción, estimulen la localización del gasto público y la inversión privada y
promueven el desarrollo endógeno. • La organización de una estructura institucional y administrativa eficiente, de la
base legal especifica, de instrumentos esenciales: planes y proyectos y de fuentes de financiamiento, a fin de responder
a los requerimientos del proceso de ordenación. • El logro de objetivos relacionados con la calidad de vida de la
población, la identidad cultural, el manejo adecuado de los recursos naturales, la calidad ambiental y la organización
armónica del territorio.
Objetivos de la ordenación de cuencas hidrográficas

Son propósitos generales relacionados con la calidad de vida de la población, el desarrollo económico sostenible,
la organización de los usos del territorio y la continuidad del potencial de recursos naturales, entre otros.

• Mejorar la calidad de vida de la población.

• Propiciar el desarrollo económico sostenible

• El manejo sustentable de recursos naturales y calidad ambiental.

• Organización armónica del territorio de la cuenca y asignación de usos adecuados.


Instrumentos y mecanismos de la ordenación de cuencas hidrográficas
El conocimiento, la disponibilidad y adecuación de instrumentos que organiza el Estado y la Sociedad son
esenciales para brindarle viabilidad a la Ordenación de Cuencas Hidrográficas. Nos referimos al marco legal, la
organización institucional, los planes de ordenación y evaluaciones ambientales y las fuentes de
financiamiento (Figura 2). A ello se agrega el significado de la participación social como mecanismo
consensual y de compromiso socio-territorial.
TALLER: Taller: ordenamiento territorial en función al manejo de la cuenca
MEDIDAS PARA CONSERVACIÓN DE CUENCAS
Protección y rehabilitación de las cuencas Dado que la
tierra en las cuencas generalmente es propiedad de
diferentes personas, puede ser difícil obtener la
cooperación de todos para rehabilitar y mejorar la
cuenca. Sin embargo, dado que la cuenca incluye a
todo el mundo, es importante que en las tareas de
protección de ésta participen tantas personas como
sea posible.

El desarrollo sostenible protege las cuencas


hidrográficas Algunos cambios en las cuencas, tales
como la construcción de caminos, la construcción de
represas en los ríos para riego o generación de energía
eléctrica o el drenaje de las cuencas para reducir la
producción de insectos, se realizan con la esperanza
de mejorar la vida de las personas. Sin embargo, si
estos cambios se hacen sin tomar en cuenta el
movimiento natural de las aguas a través de las
cuencas, pueden causar más daños que beneficios.
Son muchas las medidas que se pueden tomar para mejorar las condiciones de vida sin deteriorar las cuencas,
manteniéndolas saludables para la gente, ahora y en el futuro.

• Asegúrese de que el suministro de agua y los proyectos de saneamiento estén bien administrados para el
beneficio de las comunidades locales y del medio ambiente.
• Trabaje para mantener saludables los bosques.
• Aplique siempre métodos sostenibles para mantener la tierra arable, rica y fértil.
• Elimine los desechos de manera segura y estudie cómo producir menos basura..
• Construya casas, caminos y asentamientos sin cambiar el curso natural de las aguas que fluyen por las cuencas y
sin causar erosión; de este modo se evitarán las inundaciones periódicas.
Los beneficios de proteger las cuencas hidrográficas
Con frecuencia la protección de cuencas implica resolver conflictos sobre propiedad de tierras, delimitar las
propiedades, planificar el flujo de aguas, establecer convenios entre vecinos sobre la utilización de tierras y agua, y
recaudar y compartir los recursos necesarios para realizar las tareas necesarias.

En muchas comunidades no es fácil llevar a cabo estos proyectos. Es posible que los gobiernos locales y regionales
se involucren en la resolución de los conflictos, a veces para bien y otras para mal.

No obstante, si las personas logran cooperar para proteger la cuenca, podrán disponer de más agua. Como la
escasez de agua origina o empeora los conflictos, tener más agua podría mejorar las relaciones entre los vecinos y
al mismo tiempo proteger la salud de la comunidad.

Algunos de los beneficios que se obtienen al proteger las cuencas son:

• Aumento de la cantidad y calidad del agua en los pozos y manantiales.

• Mejor rendimiento de las cosechas, incluso en la época seca.

• Ganado más sano.

Con más agua, se producen más cultivos. Esto aumenta los ingresos de las personas y hace que permanezcan en el
lugar en vez de irse a otra parte en busca de trabajo.
Planificación de un proyecto comunitario para mejorar la cuenca hidrográfica El equipo de protección de la
cuenca del valle del río Aguán dio los siguientes pasos para comenzar su trabajo: 1. Investigar en qué
condición se encuentra la cuenca En un grupo, conformado por líderes de la comunidad, profesores y otras
personas, visite y vea los lugares importantes para la salud de la cuenca. Dependiendo del tamaño de la
cuenca, estas tareas pueden durar un día o varias semanas
Haga un mapa o un dibujo de la cuenca hidrográfica Después de estas visitas, hable sobre lo aprendido y
determine la mejor manera de divulgar la información a toda la comunidad. Analice las cosas que pueden
causar daño a la tierra y al agua. Podría ser muy útil elaborar un mapa de la cuenca hidrográfica y marcar los
lugares que causan preocupación. Las personas mayores pueden ayudar haciendo mapas de cómo eran las cosas
antes y de cómo cambiaron
Organice una reunión comunitaria Organice una reunión con la gente de todas las comunidades de la cuenca. Es
importante invitar a los promotores de salud, los responsables del agua y el saneamiento, los dueños de terrenos,
los comerciantes y los que recogen agua. Utilice el mapa o los dibujos que hizo para explicar los problemas
encontrados. Estimule a las personas a hablar sobre los problemas de salud que les preocupan y conversar sobre
cómo dichos problemas hayan sido causados por la contaminación del agua, la deforestación, la erosión de los
suelos y otros problemas de la cuenca. Recuerde de hablar no sólo del agua superficial, sino también del agua
subterránea. El propósito es comenzar a movilizarse a partir de la identificación de los problemas para lanzar un
proceso de resolverlos. A medida que se trate cada asunto, pregunte: ¿Cómo comenzamos a resolver este
problema inmediatamente? ¿Necesitamos apoyo técnico, dinero u otros recursos? ¿Quiénes quieren participar?
Creación de asociaciones Las reuniones y las caminatas por la cuenca hidrográfica sirven para estimular las
relaciones entre los diferentes habitantes. Organice reuniones con los habitantes de la parte baja de la cuenca,
y separadamente con los habitantes de la parte alta. A continuación organice reuniones con los representantes
de los diferentes grupos. Identifique las metas comunes y determine cómo pueden trabajar para lograr estas
metas, de manera que todos salgan beneficiados. A veces resulta difícil crear asociaciones, especialmente si la
cuenca es grande. Puede ser que haya que coordinar entre diversos grupos locales y también comités
municipales o regionales. Con frecuencia los diversos grupos tienen sus propias ideas sobre lo que debe
suceder y podría ser difícil comprender o aceptar las necesidades e ideas de los demás. Las diferencias en el
poder, los recursos y la influencia pueden causar serios conflictos. Pero si respetan las necesidades y el aporte
de todos, no sólo de los ricos o los de alta posición social, se pueden crear asociaciones muy sólidas. La
franqueza y la honestidad desarrollan la confianza mutua. Si todos los socios contribuyan a la asociación, todos
puedan beneficiarse de ella. Piense en los acuerdos que hicieron en el valle del Aguán: un grupo sembró
árboles en tierras de otros; los rancheros cercaron los arroyos y manantiales; y algunos incluso intercambiaron
sus tierras. La determinación, la paciencia y las ventajas de tener agua abundante y limpia permitieron el éxito
de las asociaciones.
Haga un plan de acción Establezca unas metas claras y haga un plan de acción. Una meta puede ser tener árboles
que crezcan cerca de todas las fuentes de agua en 5 años. Otra podría ser proteger un río de modo que pueden
beber de sus aguas dentro de 50 años. En el plan de acción puede incluirse la protección de algunas tierras, no
utilizándolas en absoluto, especialmente aquellas que estén cerca de los arroyos o en la cima de las montañas.
Ponga unos letreros que digan “Reserva de la cuenca hidrográfica. Se prohíbe utilizar estos terrenos”, o marque los
árboles con pintura. Los primeros en beneficiarse de la protección de la cuenca son generalmente los habitantes de
la parte baja de ésta ya que empiezan a tener más agua disponible y mejores suelos. Incluya en su plan de acción las
necesidades de los habitantes de la parte superior de la cuenca, que sólo se beneficiarán más adelante. Si todos en
la comunidad trabajan juntos será más probable que el plan tenga éxito.
Estas medidas pueden servir de modelo para cualquier proyecto comunitario de protección de cuencas. Lo
más importante es involucrar a la mayor cantidad posible de personas en convenios que beneficiarán a
todos a largo plazo.
BARRERAS VIVAS Y CORTINAS ROMPE VIENTOS
Las cortinas rompevientos ó barreras protectoras, consisten en una o más hileras de árboles y arbustos en
dirección perpendicular al viento dominante y dispuestos en tal forma que obligue a éste a elevarse sobre
sus copas, con lo cual disminuye su velocidad, ya que este se torna perjudicial cuando adquiere una
velocidad mayor a los 2 m/seg. Las barreras rompevientos tienen dos aplicaciones: a) Para proteger el
suelo, agua y los cultivos y b)
Para proteger los animales
VENTAJAS DE LAS BARREAS ROMPEVIENTOS:
Desde el punto de vista ganadero: En ausencia de barreras de árboles, los animales buscan cualquier protección
contra el viento en los pastos altos, cárcavas, cañadas, piedras o laderas de lomas o sierras. En la llanura, cuando
hay temporales de lluvia fría con fuertes vientos, los animales se amontonan y caminan a favor del viento, haciendo
esfuerzos desesperados para mantener el calor. Si son detenidos por un alambre, se aprietan uno con otro hasta el
punto de producirse heridas de consideración. Las barreras tipo “montes de abrigo” son plantaciones cuya misión
principal es la de proteger al ganado de los efectos del viento y que a su vez le brinden sombra. Pueden tener forma
de U, con la parte abierta hacia el norte, y rodeando los potreros en tres costados. Otro sistema es de la “T” invertida
(el pie de la T dirigido al norte), el cual ha demostrado ser el mas eficaz. Deben estar constituidos por árboles
ramosos desde abajo, como los cipreses, o asociaciones de éstos con eucaliptos en varias hileras. La extensión de los
abrigos estará de acuerdo con el área, pero, se considera que cada animal debe disponer de 20 a 25 m2 de terreno
sombreado. Por lo tanto, el uso de barreras rompevientos tiene ventajas como, aumento de la calidad y cantidad de
forraje; mayor tranquilidad de los animales al pastorear; mejora el metabolismo al crear un microclima más favorable;
evita pérdidas de calor ante fríos intensos; mejora la pérdida de calor ante altas temperaturas, reduce el valor de las
inversiones contra la fuga o el vagabundeo de los animales.
Desde el punto de vista agrícola Los daños producidos por el viento se manifiestan sobre la
producción agrícola, (principalmente fruticultura y horticultura). Los beneficios de la implementación
de esta técnica no solo se hace sentir en la reducción de los daños producidos por el viento sino que
además generan un microclima propicio para el desarrollo vegetal; además de la reducción de la
erosión eólica; modificación de la temperatura del aire y suelo; reducción de la evotranspiración;
mejorar la distribución de la humedad en el suelo; reducción de daños mecánicos y por
marchitamiento; mejoramiento y protección de la calidad de las cosechas.

De manera general y para los dos propósitos anteriores, la barreras rompevientos también sirven para
definir los límites formales y tenencia de la tierra, son sitios de diversidad biológica animal y vegetal,
cuyo papel en la construcción de paisajes es importante, pero también actúan como refugio para los
depredadores.
CARACTERISTICAS DE UNA CORTINA ROMPEVIENTOS
Las cortinas deben reunir las siguientes características, con el objeto de lograr una buena reducción de la velocidad del
viento:
9 Permeabilidad
9 Perfil
9 Ancho
9 Altura
9 Orientación
9 Longitud y continuidad
La zona protegida se expresa normalmente en múltiplos de su altura, pues, la
velocidad del viento disminuye de 10 a 30 veces la altura de la barrera
comparando la parte de donde sopla el viento (barlovento) con la parte
protegida (sotavento). Al oponer una barrera a la libre circulación del viento, se producen turbulencias, que consisten
en remolinos de grupos de moléculas de aire con componentes perpendiculares a la dirección del viento, tanto vertical
como horizontal. Esta turbulencia es afectada por la densidad o porosidad de la barrera en forma directamente
proporcional, y al elevarse por encima de la copa de los árboles, ofrece un mayor obstáculo al viento, aumentando la
acción de la barrera.
Permeabilidad: Está dada por su capacidad de interceptar mayor o menor proporción de viento libre. Para una
misma velocidad de viento, e iguales perfiles, una barrera densa protege menor extensión de campo que una
semidensa, aunque en la primera la velocidad del viento es menor. El actuar como una barrera impermeable
no es deseable, ya que se producen turbulencias tanto a barlovento como sotavento que lejos de proteger los
cultivos los perjudica y además es fuente de erosión. La cortina debe dejar pasar aproximadamente entre un
50 a un 60% del viento. De esta forma la distancia de protección es máxima.
Perfil: Es la forma que ofrece un corte transversal de la barrera. La forma de este perfil influye
notablemente en el ancho de la zona protegida. La turbulencia producida por encima de la
barrera es mayor cuando el perfil a barlovento es vertical que cuando es inclinado.
Ancho: Casi no tiene importancia en la reducción del viento. Las barreras angostas, con permeabilidad
moderada son tan efectivas como las anchas. En la práctica, el ancho está dado por la superficie de
terreno que se pueda dedicar a la plantación y el número mínimo de hileras necesarias para lograr
una buena permeabilidad.
Altura: La distancia de protección de una cortina rompevientos es directamente proporcional a su altura e
inversamente proporcional a la velocidad del viento. La protección se extiende aproximadamente unas 20
veces la altura, aunque como ya se dijo depende de la velocidad del viento y de la permeabilidad de la
barrera, entre otros factores.
Orientación: Cuando se ubica en el terreno una barrera rompevientos, ésta debe orientarse en forma
perpendicular a la dirección de los viento predominantes, de esta forma se obtiene el mayor efecto
protector.
Longitud y su continuidad. La longitud no debe sobrepasar 24 veces la altura ni ser menor de 10
veces. En cuanto a la continuidad, es importante ya que no deben existir espacios por donde el
viento forme túneles e incremente su velocidad.
ESTABLECIMIENTO DE UNA BARRERA
Para tener una buena protección, deben considerarse los tres pisos o estratos
en que sopla el viento: alto, medio y bajo. Esto lleva a clasificar a las especies
que componen una barrera en: principales (estrato alto), secundarias (estrato
medio) y accesorias (estrato bajo), y de acuerdo a su ubicación, en exteriores,
intermedias y centrales.
Para planificar una barrera es fundamental el conocimiento de las
características naturales, hábitos y forma de la copa de las especies a utilizar,
así como la altura que presumiblemente habrán de alcanzar. Las especies
seleccionadas deben ser de rápido crecimiento, para lograr una pronta
protección. La copa debe ser de volumen reducido y el tallo flexible. La
utilización de barreras se hace más necesaria en zonas de bajas
precipitaciones y con vientos predominantes durante la época invernal. Por lo
tanto, se buscarán especies rústicas y perennifoliadas. El número de hileras a
utilizar varía de 3 a 5, lo suficiente para lograr la densidad requerida en todos
los niveles. Para establecer la distancia entre plantas e hileras debe
considerarse el desarrollo que alcanzarán, tratando que en el futuro las copas
se traben o superpongan. Además de la plantación de la barrera, se deben
tener en cuenta el mantenimiento posterior, riego si es necesario, reposición
de plantas no logradas, control de malezas y de plagas, etc.
Las barreras deben cercarse con buenos alambrados hasta que alcancen un
desarrollo adecuado, pues la entrada de animales causaría importantes daño
ESPECIES UTILES COMO BARRERAS ROMPEVIENTOS

Leucaena leucocephala (Ipil-ipil, Guaje):


Leguminosa que prospera en zonas con elevaciones menores a los 1000m. Y lluvias anuales que
oscilan entre los 500 y 2000mm. Sin embargo, esta especiepuede resistir largas sequías.
Cassia siamea (Cassia Amarilla):
Esta especie es cultivada para la producción de leña en las áreas tropicales. Puede alcanzar hasta 5m. de altura
en tan solo tres años y 15m. en diez años. Esta especie no tolera climas fríos y requiere de bastante luz para
crecer rápidamente.
Gliricidia sepium (Madre de cacao, Mata-ratón, Kakauati):
Esta especie fijadora de nitrógeno crece muy rápido. Prefiere altitudes por debajo de los 500m.
Pero crece a elevaciones de hasta 1600m. Sus requisitos de lluvia van de 700 a 3700mm. con
temperaturas entre 22 y 30 C. Resiste muy bien el ataque de termitas
Cajanus cajan (Gandul):
Otra especie leguminosa tolerante a altas temperaturas y a sequías, creciendo en un amplio
rango de suelos. Sin embargo, no tolera las heladas, la alta salinidad en el suelo, los períodos
prolongados de sequía. Es una especie muy adaptable y fácil de establecer en elevaciones que
van desde el nivel del mar hasta los 3000m.
MUROS DE CONTENCIÓN.

Se denomina muro de contención a un tipo estructura de


contención rígida, destinada a contener algún material,
generalmente tierras.
Muros de contención y su funcionamiento

Los muros de contención se utilizan para detener masas de tierra u otros materiales sueltos cuando las
condiciones no permiten que estas masas asuman sus pendientes naturales. Estas condiciones se presentan
cuando el ancho de una excavación, corte o terraplén está restringido por condiciones de propiedad,
utilización de la estructura o economía.

Por ejemplo, en la construcción de vías férreas o de carreteras, el ancho de servidumbre de la vía es fijo y el
corte o terraplén debe estar contenido dentro de este ancho. De manera similar, los muros de los sótanos de
edificios deben ubicarse dentro de los límites de la propiedad y contener el suelo alrededor del sótano.
Tipos de muros de contención
Muros de gravedad
Son aquellos cuyo peso contrarresta el empuje del terreno. Dadas sus grandes dimensiones, prácticamente
no sufre esfuerzos flectores, por lo que no suele armarse. Los muros de gravedad a su vez pueden clasificarse
en:

Muros de hormigón en masa. Cuando es necesario, se arma el pie (punta y/o talón).
Muros de mampostería seca. Se construyen mediante bloques de roca (tallados o no).
Muros de escollera. Se construyen mediante bloques de roca de mayor tamaño que los de mampostería.
Muros de gaviones. Son muros mucho más fiables y seguros que los de escollera ya que, con estos, se
pueden realizar cálculos de estabilidad y, una vez montados, todo el muro funciona de forma monolítica.
Muros prefabricados o de elementos prefabricados. Se pueden realizar mediante bloques de hormigón
previamente fabricados.
Muros aligerados. Aquellos en los que los bloques se aligeran (se hacen huecos) por diversos motivos (ahorro
de material, reducción de peso...).
Muros jardinera. Si los bloques huecos de un muro aligerado se disponen escalonadamente, y en ellos se
introduce tierra y se siembra, se produce el muro jardinera, que resulta mucho más estético, y de menor
impacto, ver rocalla.
Muros seco. constituido por piedra de 8"@10" que van sobre puestos y amarrados entre si , no lleva ningún
tipo de mortero o concreto, conforme se va construyendo se va rellenando con piedras de lugar o cascajo de
3/4" de diámetro en caso que se utilice con drenar el agua.
Muros estructurales
Son muros de hormigón fuertemente armados. Presentan ligeros movimientos de flexión y dado que el cuerpo
trabaja como un voladizo vertical, su espesor requerido aumenta rápidamente con el incremento de la altura del
muro. Presentan un saliente o talón sobre el que se apoya parte del terreno, de manera que muro y terreno
trabajan en conjunto.

Siempre que sea posible, una extensión en el puntal o la punta con una dimensión entre un tercio y un cuarto del
ancho de la base suministra una solución más económica.

Tipos distintos de muros estructurales son los muros "en L", "en T invertida".

En algunos casos, los límites de la propiedad u otras restricciones obligan a colocar el muro en el borde delantero de
la losa base, es decir, a omitir el puntal. Es en estas ocasiones cuando se utilizan los muros en L.

Como se ha indicado, en ocasiones muros estructurales verticales de gran altura presentan excesivas flexiones. Para
evitar este problema surge el 'muro con contrafuertes', en los que se colocan elementos estructurales
(contrafuertes) en la parte interior del muro (donde se localizan las tierras). Suelen estar espaciados entre sí a
distancias iguales o ligeramente mayores que la mitad de la altura del muro. También existen muros con
contrafuertes en la parte exterior del mismo.

En ocasiones, para aligerar el contrafuerte, se colocan elementos con un tirante (cable metálico) para que trabaje a
tracción. Surgen así los muros atirantados
Muros de tierra armada y de suelo reforzado
Los muros de tierra armada son mazacotes de terreno (grava) en los que se introducen armaduras metálicas con el fin de
resistir los movimientos. Con ello se consigue que el material trabaje como un todo uno. La importancia de esta
armadura consiste en brindarle cohesión al suelo, de modo de actuar disminuyendo el empuje de tierra que tiene que
soportar el muro. La fase constructiva es muy importante, ya que se tiene que ir compactando por capas de pequeño
espesor, para darle una mayor resistencia al suelo.

Se le suelen colocar escamas (planchas de piedra u hormigón), sin fin estructural alguno, sino para evitar que se
produzcan desprendimientos.

Los muros de tierra armada pueden rematarse también con bloques de hormigón huecos, rellenos de tierra, y
sembrados, creando muros jardinera.
Un 'muro de suelo reforzado' es un muro de tierra armada en que se sustituyen las armaduras metálicas, por geomalla.
Es una solución más barata.

Análogamente a los muros de tierra armada, se pueden recubrir con escamas, o rematarlos con muros jardinera.
Aunque existe otra alternativa, que consiste en colocar un geotextil sobre la ladera del muro, y cubrirlo de tierra y
semillas. Surge así un 'muro vegetalizado
Fuerzas que actúan sobre un muro de contención.
contención de tierras es necesario tener en cuenta las fuerzas que actúan sobre él como son la presión lateral
del suelo o la subpresión y aquellas que provienen de éste como son el peso propio. Con estos datos podemos
verificar los siguientes parámetros:

Verificación de deslizamiento: Se verifica que la componente horizontal del empuje de la tierra (Fh) no supere
la fuerza de retención (Fr) debida a la fricción entre la cimentación y el suelo, proporcional al peso del muro.
En algunos casos, puede incrementarse (Fr) con el empuje pasivo del suelo en la parte baja del muro.
Normalmente1 se acepta como seguro un muro si se da la relación: Fr/Fh > 1.3 (esta relación se puede llamar
también coeficiente de seguridad al deslizamiento).
Verificación de volteo o vuelco: Se verifica que el momento de las fuerzas (Mv) que tienden a voltear el muro
sea menor al momento que tienden a estabilizar el muro (Me) en una relación de por lo menos 1.5.2 Es decir:
Me/Mv > 1.5 (coeficiente de seguridad al volteo).
Verificación de la capacidad de sustentación: Se determina la carga total que actúa sobre la cimentación
con el respectivo diagrama de las tensiones y se verifica que la carga trasmitida al suelo (Ta) sea inferior a
la capacidad portante (Tp), o en otras palabras que la máxima tensión producida por el muro sea inferior a
la tensión admisible en el terreno. Es decir: Tp/Ta > 1.02 (coeficiente de seguridad a la sustentación).
Verificación de la estabilidad global: Se verifica que el conjunto de la pendiente que se pretende contener con
el muro tenga un coeficiente de seguridad global > 2.2
TERRAZAS DE BANCO Y DE FORMACIÓN LENTA
Terrazas de banco

Las terrazas de banco son una serie de plataformas continuas a nivel, en forma escalonada con un terraplén
cultivable y un talud conformado por el corte y el relleno. Las medidas de las terrazas dependen de la pendiente y
tipo de suelo. Son las obras más efectivas en controlar la erosión en laderas.
Su uso es limitado por su alto costo, el cual se justifica solamente en zonas y fincas con escasez de tierra y
suficiente disponibilidad de mano de obra en la época seca y para la producción de cultivos de alto valor
(hortalizas, flores, frutales).
En muchos casos se aprovechan las terrazas de banco hasta en la época seca a través del riego. Tienen la finalidad
de controlar la erosión para un uso intensivo de la tierra en laderas.
La tecnología se utiliza en todas las alturas. En zonas de altas precipitaciones se debe asegurar que la tierra tendrá
la capacidad de infiltrar o desviar fuertes lluvias a lo largo del banco, sin causar problemas de drenaje o de
desborde (terrazas a desnivel).
La tecnología es apropiada para las siguientes condiciones ecológicas de la finca o parcela:

La construcción es difícil en suelos arenosos. En caso de que se necesiten terrazas en estos suelos, se deben de hacer
más pequeñas. Se utilizan en suelos profundos, idealmente de más de 1 metro de profundidad, sin embargo, existen
experiencias campesinas en suelos superficiales de concentrar la tierra en terrazas y de mezclarla con abonos
orgánicos para hacer estos suelos productivos. En suelos de baja infiltración se combina con prácticas que mejoran la
infiltración y se asegure el desagüe a través de una pendiente de 1% a desnivel. En algunas zonas se construyen
diques alrededor del banco para almacenar el agua captada para la producción de arroz. Se hacen salidas de drenaje
en algunas partes del dique para controlar el nivel de agua. En suelos pedregosos es más difícil su construcción. Los
productores utilizan la piedra para construir una barrera muerta en la base de la estructura para fortalecer la terraza.
Se utiliza sobre todo en pendientes moderadas y fuertes de 12-40%.
TERRAZAS DE FORMACIÓN LENTA
DEFINICIÓN
Son terraplenes formados de manera progresiva en los surcos de café por efecto del arrastre y acumulación de
suelo. Estas terrazas se pueden construir sin la necesidad de remover el terreno, utilizando vástagos de plátano,
tallos y ramas provenientes de la poda de café y árboles de sombra. Asimismo, se debe utilizar Erytrina sp como
barrera viva, con el fin de incrementar la capacidad de retención del suelo contra la erosión.
VENTAJAS Y DESVENTAJAS
Ventajas
• Reducción de los costos de abonamiento en 30 a 40%.
• Recolecta agua de la lluvia, manteniendo la humedad del suelo en épocas de sequías.
• Incrementa la infiltración del agua en el suelo.
• Reduce la erosión hídrica del suelo.
• Reduce el volumen y velocidad de escorrentía.
• Previene y controla la formación de cárcavas.
• Facilita la incorporación de nutrientes en el suelo.
• Facilita la formación de cobertura muerta en el suelo, producto de la caída de hojas de los árboles
de sombra.
Desventajas
• Saturación del agua. Ocurre cuando las terrazas retienen demasiada agua, que se absorbe en el suelo.
Esto puede causar el desbordamiento de agua durante los períodos de fuertes lluvias, ocasionando
una escorrentía más perjudicial que en las zonas sin terrazas.
• Si no se mantienen correctamente, las terrazas pueden conducir a una mayor erosión y empeoramiento
de la calidad del suelo
DESCRIPCIÓN DE LA IMPLEMENTACIÓN DE LA TECNOLOGÍA

La implementación de la tecnología se realiza en suelos con pendiente y en plantaciones de café ya instaladas.


Para ello se debe tener en cuenta los siguientes pasos:

• El material (vástagos de plátano, tallos y ramas provenientes de la poda de café y árboles de sombra)
se coloca a través de la pendiente.
• Para afirmar este material, se utiliza estacas de Erytrina sp en la parte inferior, cada 30 o 40 cm de la
hilera de café y con distanciamientos de 20cm entre estacas.
• Con el transcurso del tiempo se va acumulando hojarasca, tierra y se va formando la terraza.
MANEJO DE LAS TERRAZAS
Es importante realizar un control permanente de las terrazas para verificar que los materiales estén
debidamente alineados mientras crece la Erytrina, con el fin de evitar el arrastre del suelo. Asimismo,
se debe realizar la poda a 60 cm de la Erytrina, con el fin de acumular hojarasca en la terraza y al mismo
tiempo evitar la competencia por luz con el café.
ZANJAS DE DESVIACIÓN, INFILTRACIÓN Y CORONACIÓN

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