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DEJESE ENTRENAR

1 Samuel 22
David en la cueva de Adulam

22 Entonces David salió de Gat y escapó a la cueva de Adulam. Al poco tiempo sus hermanos y
demás parientes se unieron a él allí. 2 Luego, comenzaron a llegar otros —hombres que tenían
problemas o que estaban endeudados o que simplemente estaban descontentos—, y David llegó a
ser capitán de unos cuatrocientos hombres.

1 Crónicas 12 La Biblia de las Américas (LBLA)


El ejército de David

12 Y estos son los que vinieron a David en Siclag, mientras aún se ocultaba[a] por causa de Saúl,
hijo de Cis. Eran de los hombres valientes que le ayudaron en la guerra. 2 Estaban armados con
arcos, y usaban tanto la mano derecha como la izquierda para lanzar piedras y tirar flechas con el
arco. Eran parientes[b] de Saúl de Benjamín.

8 También de los de Gad se pasaron a[f] David en la fortaleza en el desierto, hombres fuertes y
valientes, entrenados para la guerra, diestros con el escudo y la lanza, cuyos rostros eran como
rostros de leones, y eran tan ligeros como las gacelas sobre los montes. Éstos fueron capitanes[g]
del ejército; el menor valía por cien y el mayor por mil. 15 Estos son los que cruzaron el Jordán en
el primer mes, cuando inundaba todas sus riberas, y pusieron en fuga a todos los de los valles, tanto
al oriente como al occidente.

Seguro que usted ha ido a un restaurante donde al llegar de inmediato se da cuenta del pésimo
servicio. Le dan el menú después de media hora, le sirven un café frio y de mala gana.
En este momento usted se da cuenta que está en el lugar equivocado; estas son personas sirviendo
en un lugar que no deberían estar.

Por otro lado, también se da cuenta cuando en un restaurante las personas están bien entrenadas,
porque en el momento que usted entra le atienden con amabilidad y al minuto le traen agua, café o
pan, y cada 2 o 3 minutos vienen a preguntar: ¿Está todo bien? ¿Desea algo más? Enseguida vemos
que son personas bien entrenadas para atender al cliente. ¿De qué sirve estar en un restaurante donde
la comida es barata pero le dan un servicio pésimo?

Una iglesia debe ser exactamente como un restaurante, donde sus miembros son buenos servidores,
que cuando las almas entren por nuestras puertas digan: vamos a volver a esta iglesia porque
realmente la atención es de primera clase.

Yo pregunto ¿Cómo podemos ser esa iglesia de primera clase? ¿Qué más nos falta hacer que esté en
nuestras manos hacerlo? Definitivamente tenemos que entrenarnos para ser la iglesia Ibarra sur
central de primera clase. Y es ahora o nunca.

Cuántas iglesias hay que no deberían ser iglesias, porque cuando las personas entran no hay quien
siquiera les dé un saludo de bienvenida. No hay quien les brinde una sonrisa. Cada iglesia deberá
esmerarse en dejar a las visitas mejor que como llegan.

Si el mensaje no estuvo muy emotivo, no importa, tenemos un buen personal que lo va a atender, le
va a bendecir, le va a hacer sentir bien. Es seguro que con esta atención la gente va a volver.
Debemos tener en mente anticipadamente cómo vamos a tratar a las personas que se acercaran a
nosotros. ¿Qué palabras les vamos a decir?
USANDO EL NGREDENTE CORRECTO

Si usamos el ingrediente correcto vamos a tener éxito dentro de la iglesia, y en todo sentido ¿Sabe
por qué? Porque vamos a dejar mejor a las personas que como las encontramos.

Los peces no se pescan a palos, se pescan con buena comida.

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