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Kinor16cx2m Englishmanual
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Para poder trazar una historia con gancho existen una serie de recursos narrativos. Si
sabemos manejarlos con destreza podremos captar la atención del espectador con nuestro
guión. El problema es que estas estrategias, creadas para producir un efecto, tienen que
pasar desapercibidas y, aún así, conducirnos al resultado final que deseamos. Algunos de
los recursos dramáticos son muy sencillos; otros, sin embargo, resultan más complicados,
pero todos, usados adecuadamente, son eficaces.
LA FOCALIZACIÓN
Todas las historias están contadas desde un punto de vista y el guionista tiene que decidir
cual va a ser éste, antes de comenzar a escribir. Según el modo de narración que
elijamos, involucraremos al espectador de forma diferente en la película ya que le haremos
llegar la información de distinta manera.
Podemos escoger, por ejemplo, el punto de vista del protagonista. El espectador estará
presente en las mismas escenas en las que se encuentre el protagonista, por lo tanto
conocerán, a la vez, los mismos datos. Así conseguiremos que el espectador se identifique
con el protagonista. Pero quizás, queremos lograr otro efecto, entonces elegiremos otra
focalización. Básicamente se distingue entre tres puntos de vista fundamentales.
FOCALIZACIÓN CERO
Hay un narrador “omnisciente” que lee en las mentes y relata los pensamientos de los
personajes. Es como si fuese un Dios que está por encima de ellos y conoce de antemano
el pasado de cada uno y lo que les va a suceder. Podría estar en imagen, pero también
puede que no aparezca nunca.
En la focalización interna variable, sin embargo, elegimos dos o más puntos de vista.
Podemos conocer lo que saben y piensan varios personajes, uno tras otro. Este tipo de
focalización puede confundirse con la que viene a continuación.
FOCALIZACIÓN EXTERNA O NEUTRA
DRAMATIZACIÓN
Este recurso pretende lograr la atención sobre cualquier historia, aunque sea un
acontecimiento anodino. Igualmente, si narramos un hecho sorprendente sin dramatizarlo,
tampoco lograremos que el espectador se interese por él.
Para lograr una buena dramatización deberemos saber concentrar la historia buscando la
información más sobresaliente. Si abarrotamos de datos al espectador no será capaz de
asimilarlos.
Tampoco se debe contar la historia de una forma neutra, por el contrario hay que saber
emocionar al espectador, por ejemplo, haciendo que se identifique con el protagonista.
Además, intensificaremos los sentimientos y jerarquizaremos los acontecimientos,
dándoles a unos mayor importancia que a otros.
LAS INFORMACIONES
Hay que recordar que en el cine no se puede volver atrás como en una novela, por eso las
informaciones no pueden ser ni demasiadas, ni muy complicadas. Es más, si son
importantes, deben repetirse a lo largo de la película pero ofrecidas de forma diferente.
En algunas ocasiones el espectador sabe más que el personaje, pero otras veces es al
contrario. Es otra forma de jugar con el sentido dramático. En cualquier caso siempre hay
que mostrar por qué un personaje está al corriente de algo; no vale que tenga la
información porque sí.
ELIPSIS Y PARAELIPSIS
Toda acción tiene un principio, desarrollo y fin, pero no estamos obligados a mostrar lo que
sucede toma por toma. En una discusión, por ejemplo, se puede comenzar la escena con
el momento más duro del enfrentamiento. Lo que conseguimos con este recurso es dar
ritmo a la historia. También podemos crear sorpresa, ocultando algun dato a la vista del
espectador.
Hay un caso particular de elipsis llamada paraelipsis que consiste en ocultar algo de
capital importancia al público, que el personaje -tratándose de una focalización interna fija-
sí sabe.
EL SUSPENSE Y LA SORPRESA
Por el contrario, si el espectador no sabe nada y, de pronto, estalla una bomba, habremos
utilizado, en lugar del suspense, el factor sorpresa, más efectista que el primero pero
menos emocional.
LA ANTICIPACIÓN
Otra regla fundamental es que siempre tiene que contestarse la anticipación , no se puede
dejar sin resolver. La mayoría de los gags de humor utilizan la anticipación.
SEMBRAR Y COSECHAR
Siempre hay que llevar hasta el final las implantaciones. Ese final es el pay off.
Cosechamos lo que hemos sembrado, le damos una respuesta. Por ejemplo, en una
escena inicial vemos como una chica corriente se divierte en un parque de atracciones
disparando a una diana y siempre acierta en el centro. Pues bien, al final de la película su
buena puntería le permitirá acabar con el asesino.
LA TRAMPA
Hitchcock, muy amigo de las trampas, utilizó en “Psicosis” la historia de los 40.000 dólares
robados por Janet Leigh para despistar al espectador.
LA CARACTERIZACIÓN
El carácter del personaje se tiene que mostrar con acciones, sobre todo al comienzo del
film, aunque la caracterización no se puede hacer de golpe sino a lo largo de toda la
película
Muchas veces nos olvidamos de los personajes secundarios. Estos también necesitan ser
caracterizados, con ellos se suele emplear el “tag” o rasgo característico, un tic, un gesto,
un detalle en la indumentaria, que lo diferencia de los demás. Eso sí, el “tag” siempre debe
estar en relación con la historia; no se puede insertar artificialmente.
EL CONTRASTE
Se desaconseja dar a dos personajes rasgos muy parecidos, salvo que se juegue, claro
está, con el equívoco.
EL DESCANSO
EL CALDERÓN
Se puede emplear un ruido, un gesto o un efecto simultáneo para acentuar una frase o una
acción (“capper”). También se pueden utiliar botones (“buttons”), que se aplican a esos
momentos fuertes de suspense y misterio que cierran cada movimiento. En las series de
televisión suelen aparecer antes de los cortes publicitarios.
EL GAG REPETITIVO
Tradicionalmente, cuando aparece por última vez el gag repetitivo (generalmente al final
de la obra), se presenta con un giro de ciento ochenta grados. Por ejemplo, aquel que
siempre ha recibido bofetadas acaba abofeteando.
EL MAC GUFFIN
Es una excusa. Resulta ser algo de vital importancia para el protagonista y el antagonista
pero para el espectador no tiene ningún interés; es más, ni siquiera llega a saber de qué
se trata.