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La superpoblación relativa Latente son los obreros/as que el capital contrata durante las alzas
del ciclo industrial y reenvía al desempleo cuando baja el ciclo industrial.
La Estancada son los obreros que quedaron estancados fuera del aparato productivo en
anteriores ciclos de acumulación de capital, pues debido a ello su capacidad de trabajo se
deterioró, o que por sus condiciones físicas y sociales no pueden reincorporarse fácilmente a
él.
La Fluctuante son los obreros migrantes a la búsqueda itinerante de empleo por los distintos
países, territorios y ciudades.
Pero hay un cuarto grupo, y fundamental, que forma parte de la sobrepoblación relativa,
el Fluyente, compuesto de campesinos y obreros rurales que fluyen desde el campo hacia los
centros de acumulación de capital o por haber sido expulsados en alguna maniobra de
expropiación o en búsqueda de empleo y vida urbana.
Así, además de que el modo de producción capitalista industrial, (de reproducción ampliada
de capitales), siempre produce más fuerza de trabajo que la que necesita el aparato productivo,
como realiza su expansión en una primera época sobre las bases materiales del modo de
producción capitalista anterior, el capitalismo comercial – de reproducción simple de capitales,
es decir no ampliada -, y de carácter rural, semi-rural y pequeño-urbano, el capitalismo
industrial, nutriéndose demográficamente de él, va incorporando durante una larga época de su
desarrollo levas y levas de obreros procedentes de ese mundo rural y rururbano a demandar
empleo. Así que la expansión de la población capitalista industrial, – por concentración de
poblaciones del capitalismo antiguo -, y su crecimiento endógeno propio, desde sus propias
bases materiales industriales, no equivalen.
Los capitalistas falsean la realidad cuando dicen que hay superpoblación absoluta mundial.
No mienten directamente cuando señalan que hay crecimiento de la población mundial, solo lo
hacen indirectamente al ocultar que en todos los territorios ya abarcados por el capitalismo
industrial la población comienza a decrecer y decrece, y que la mayoría de las regiones están
entrando en la época del capitalismo industrial, por lo que ya empieza su declive poblacional,
no simultaneo, asincrónico, al ralentí, desigual y combinado, pero declive.
La grave crisis demográfica que viene a abarcar prácticamente todo el Hemisferio Norte, por
ahora, es resultado, pues, precisamente de esa limitación del viejo modo de producción y su
régimen político de red mundial de estados capital-imperialistas y de gigantescas corporaciones
transestatales.
Características de la población
Crecimiento de la población femenina, más obreros jóvenes que viriles, con eso no se pueden
quejar que falta mano de obra, hay pero en edad entre 30-40, pero los capitalistas requieren
gente joven, promedio de vida de hombres Manchester 38 años pudientes y 17 años obreros,
Liverpool 35 y 15.
LEY GENERAL DE LA ACUMULACIÓN CAPITALISTA: ley económica de la sociedad capitalista; según esta
ley, cuanto mayores sean la riqueza social, el capital en funciones, el volumen y la intensidad de su
incremento, y también, por tanto, la magnitud absoluta del proletariado y la capacidad productiva de su trabajo,
tanto mayores serán la superpoblación relativa (ver) y el grado de explotación de la clase obrera. La
acumulación de riquezas en un polo de la sociedad burguesa lleva a que en el otro polo se acumulen la
desocupación y la miseria, lo que se manifiesta en la depauperación relativa y a veces, en la depauperación
absoluta del proletariado (ver). Estas consecuencias del proceso de acumulación del capital son un resultado
inevitable del incremento de la productividad del trabajo en el régimen capitalista, dado que al aumentar dicha
productividad, una masa relativamente menor de trabajo vivo acciona una cantidad cada vez mayor de medios
de producción, en los que se halla plasmado el trabajo pasado, materializado. Ello se manifiesta, a su vez, en
el constante aumento de la composición orgánica del capital (ver) a medida que el capitalismo va
desarrollándose. Como el rendimiento del trabajo y la composición orgánica del capital crecen más
rápidamente que la masa de población ocupada en la producción, la producción capitalista, aunque eleva la
demanda de fuerza de trabajo en cifras absolutas la necesita cada vez en menor cantidad en un sentido
relativo, con lo que aumenta la desocupación. Así, por ejemplo, en 50 años (desde 1869 hasta 1919) el valor
del capital invertido en la industria de los Estados Unidos aumentó en 23 veces, la producción se elevó en 13
veces, mientras que la cantidad de obreros ocupados se incrementó únicamente en 4 veces. Con su trabajo,
el proletariado acrecienta el capital, y cuanto más elevado es el grado de explotación, tanto mayor es el
número de obreros que son expulsados de las empresas. En la actualidad, el proceso de la concentración
capitalista se intensifica en proporciones nunca vistas, aumentan las ganancias y las superganancias de los
monopolios. Valiéndose de nuevas formas, sobre todo haciendo más intenso el trabajo, el capital monopolista
ha aumentado en enormes proporciones la explotación de la clase obrera. Bajo el capitalismo, la
automatización y "racionalización" de la producción acarrea nuevas calamidades a los trabajadores. Como es
lógico, la ley general de la acumulación capitalista hace que se agraven las contradicciones de clase de la
sociedad burguesa y que se agudice la lucha de clases del proletariado. De ello tenemos una prueba en el
incremento de las huelgas económicas y políticas en los países capitalistas. La clase obrera, luchando
tenazmente en pro de sus intereses básicos, pugna por satisfacer varias de sus reivindicaciones vitales. No
obstante, en muchos países capitalistas, sobre todo en los débilmente desarrollados, el nivel de vida de los
trabajadores como antes, sigue siendo bajo. La acción de la ley general de la acumulación capitalista pone de
manifiesto las limitaciones inherentes al modo capitalista de producción, así como la necesidad de que este
régimen sea sustituido por otro más progresivo: el comunista.