Está en la página 1de 38
ne Octavio Paz Los hijos del limo Del romanticismo a la vanguardia x BIBLIOTECA DE BOLSILLO El tema de este libro es la tradicién moderna de Ia poe- sia, La expresi6n no sélo significa que hay una poesia moderna sino que lo moderno es una tradicién. Una tradicién hecha de interrupciones y en la que cada rup- cara es un comienzo. Se entiende por tradicién Ia trans- misién de una generacién a otra de noticias, Ieyendas, historia, creenciss, costumbres, formas literatias y_as- risticas, ideas, estilos; por tanto, cualquier inteerupcién fen Ia transmision equivale a quebrantat la tradicién. Si la rupeura es destruccién del vinculo que nos une al pa- sado, negacién de la continuided entre una generaci y otta, ¢puede lamarse tradicién @ aquello que rompe fe! vinculo ¢ interrumpe fa continuidad? Y hay més: inclusive si se aceptase que Ia negacién de la eradicién a Ia larga podria, por Ia repeticién del acto a través de sgeneraciones de iconoclastas, constituir una tradicibn, ge6mo legaria a serlo realmente sin negarse a si mis- ima, quiero decir, sin afirmar en un momento dado, no la interropcién, sino la continuidad? La tradici6n de la ruprura implica no s6lo la negacién de la tradicién sino también de la rupeura... La contradiccién subsiste si en lugar de las palabras interrupcién o raptura empleamos ‘otra que se oponga con menos violencia a las ideas de transmisién y de continnidad. Pot ejemplo: Is tradicién moderna. $i lo tradicional es por exceleacia lo antiguo, zcbmo puede lo moderno ser tradicional? Si tradicion significa continuidad del pasado en el presente, zcémo puede hablarse de una tradicién sin pasado y que con- 7 siste en la exaltacién de aquello que lo niega: Ia pura actualidad? A pesar de la contradiccién que entrafia, y @ veces on plena conciencia de ella, como en el caso de las re- FHlexiones de Baudeiaice en L'art romantigae, desde prin. ipios del siglo pasado se habla de la modernidad como de una tradicién y se piensa que Ja ruprura es la forma privilegiads det cambio. AL decie que la modernidad es tuna tradicién cometo una leve inexactinud: deberia ha- ber dicho, ofra tradicién. La modernidad ¢s una tradi- cidn polémica y que desaloja a Ja tradicién imperante, cualquiera que éta sea; pero la desaloja sélo para, un instance después, ceder el sitio a otea tradicién que, a su ‘vez, ¢s otra manifestacién momentinea de la actualidad. La modernidad nunca es ella misma: siempre es otra. Lo moderno no se caracteriza tinicamente por su nove. dad, sino poe su heterogeneidad. Tradicién heterogénea © de lo heterogéneo, 1a movernidad esta condenada a la pluralidad : 1a antigua tradicién era siempre la misma, fa moderna es siempre distinta, La primera postula la uunidad entre el pasado y el hoy; Ia segunda, no con- fenta con subrayar las diferencias entre ambos, afitma que ese pasado no ¢s uno sino plural, Tradicién de lo mo- detno: heterogeneidad, pluralidad de pasados, extrafe- 1a radical. Ni lo modetno ¢s la continuidad del pasado en el presente ni el hoy ¢s el hijo del ayer: son su rup- tura, su negaci6a, Lo moderno es autosuficiente: cada vez que aparece, funda su propia tradicién. Un ejemplo reciente de esta manera de pensar es ef libro que pu- blicé hace algunos aos el critico norteameticano Ha. rold Rosenberg: The tradition of the new. Aunque lo fauevo no sea exactamente lo moderno—hay novedades 18 que no son moderaas—, el titulo del libro de Rosenberg expresa con saludable y licida insolencia Ia paradoja que ha fundado al arte y 2 la poesia de auestto tiempo. Una paredoja que es, simulténeameate, el principio in- telectual que los justfica y que los sega, st alimento y su veneno. El arte y Ia pocsia de nuestro tiempo vi- ven de modemnidad y mueren por ella. En Ia historia de la poesia de Occidente el culo a lo nuevo, el amor por ias novedades, aparece con una re- golaridad que no me atrevo a llamar ciclica pero que fampoco ¢s casual, Hay épocas en que el ideal estético consiste en 1a imiacién de los anciguos; hay otras en que se exalta a la novedad y a Ia sorpresa. Apenas si es neceserio recordar, como ejemplo de to segundo, a los poetas «metafisicoss ingleses ya los barcocos espatioles Unos y ottos practicaron con igual entusiasmo lo que podria lamarse la estética de la sorpress. Novedad y soxpresa son tétminos afines, no equivaleates. Los con- ceptos, metifores, agudezas y otras combinaciones ver- bales del poema barroco estan destinados a provocat el ssombro: lo auevo es nuevo si es Io inesperado, La no- vedad del siglo xv11 no era critica ni encrafiaba la ne- gacién de Is eradicién, Al contratio, afitmaba su con- finuidad; Gracién dice que los moderaos son mis agudos que los antiguos, no que son distintos, Se entur siasma ante ciertas obras de sus contemporineds no por- que sus autores hayan negado el estilo antiguo, sino Porque oftecen nuevas y sorprendentes combinaciones de los mismos elementos. Ni Géngora ni Gracin fueron revolucionaris, en el sentido que ahora damos a esta palabra; no se prop sieron. cambiar los ideales de belleza de su época, aun- 19

También podría gustarte