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MULETILLAS

¿Cuál es tu muletilla? Probablemente tienes una y no lo sabes.

Hace un par de años, un cliente me llevó a Australia. Quería que todos


estuvieran conscientes de mi presencia y comencé a usar mucho la
palabra “verdaderamente” para aumentar la emoción. La usaba para
todo. Una vez que me lo hicieron ver, me concentré en eso y pude
deshacerme de ella ese mismo día.

Sé consciente de tus hábitos y descubre cuáles son tus palabras de


relleno. Frecuentemente las adquirimos de otras personas. A veces las
usamos en una situación en particular como cuando hacemos una
presentación, cuando estamos nerviosos, emocionados o al dar malas
noticias.

Las muletillas o palabras de relleno pueden dividirse en cuatro categorías:

1. Muletillas conjuntivas
Insertamos las palabras entre las claúsulas, llenando los espacios que
necesitan pausas. En lugar de decir “Mi nombre es María y tengo tres
hijos atléticos. Durante la primavera, pasamos mucho tiempo jugando
futbol.” Suena así: “Mi nombre es Maria y um, tengo tres hijos atléticos.
Durante la primavera, pasamos um mucho tiempo jugando futbol.” Es
difícil leer este ejemplo y también lo es escucharlo en vivo. Todos hemos
oído a alguien así, las probabilidades son que tú lo has hecho también.

2. Muletillas dramáticas
Estas palabras se usan para dramatizar o hacer énfasis. “Había literal
como un millón de moscas.” Todos amamos las dramatizaciones cuando
contamos una historia pero, como oyente, esas repeticiones son molestas
y pueden destruir la credibilidad de una persona cuando habla.

3. Muletillas de pasarela
Estas palabras se filtran al principio de las oraciones, como una larga
pasarela cuando iniciamos una idea y antes de que despegue. Es más
fuerte si eliminamos estos repetitivos filtros. Los culpables son “como”…
“en teoría”… “este”...”osea”.

4. Muletillas de revisión
Se usan cuando pides permiso terminando la oración con un “¿verdad?” o
“¿ok?” o “¿ya sabes?” Hay maneras para revisar la información con la
audiencia. Prácticamente no hay ningún problema cuando usas estas
palabras, lo hay cuando se vuelve tan repetitivo, que es difícil
concentrarse en el resto de tu contenido. Algo que tal vez no sepas:
eliminar las muletillas es una de las cosas más fáciles.

Tips para dejarlas de decir:


1. Déjate un mensaje de voz. Cuando lo escuches, date cuenta de las
palabras que repites cuando no estás concentrado. Cuando teníamos un
entrenador de uno a uno, le dábamos siempre a los ejecutivos una
grabadora para que pudieran escucharse. También puedes usar tu
smartphone.

2. Trata de exagerar una pausa. El poder de pausar tiene un impacto


increíble. Rétate a seguir adelante sólo cuando la siguiente cosa que salga
de tu boca no sea una muletilla sino la siguiente idea. Puedes sentirte
como que estás esperando una eternidad, pero no parecerá tan largo para
tus oyentes. Después de un tiempo esas pausas se acortarán.

3. Si proyectas tu voz, es difícil decir “umm”. Esa energía, pitch y la


proyección, eliminan la tendencia a agregar un “umm” o un “este” y lo
hace más atractivo para otras personas que están escuchando.

4. No te deprimas. Si te enfocas en lo negativo, puedes crear una


profecía auto cumplida del exceso de la muletilla. En lugar de eso,
enfócate en lo positivo. Uno de nuestros entrenadores les pedía a las
personas que dijeran en fuerte la frase “Soy un individuo de pausas
perfectas”. No solamente vas más lento y enuncias la frase, sino que
también cambias tu enfoque hacia lo que haces bien.

Eliminar las muletillas no te tomará tiempo extra, sólo un esfuerzo extra.


Lo bueno de hacer esto, es que aumentará tu credibilidad, presentarás
mucho mejor y tu mensaje será claro y sin distracciones.

https://www.entrepreneur.com/article/267047 9 de mayo de 2017

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