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REPORTE:

Hace ya un tiempo que las encuestas (y las encuestadoras) han estado en la mira por haber
errado en sus predicciones sobre los resultados de distintas votaciones en el mundo (la de
Donald Trump, el Brexit, el plebiscito de Colombia y los procesos electorales en España,
México y Argentina son muestras de una misma realidad).

En las últimas encuestas realizadas en Lima previa a las elecciones municipales decían que
ganaba Urresti u otro pero al final ganó Muñoz, ante esta situación, en el siguiente reporte
daremos a conocer algunas de las posibles causas de aquellas equivocaciones que dieron a
conocer aquellas encuestas.

1. Modelo predictivo versus modelo descriptivo

Cómo aspecto inicial debe tenerse en cuenta que los sondeos electorales son diferentes a la
mayor parte de las encuestas que describen la visión presente o pasada de los entrevistados
y no una conducta futura.

Si se pregunta a una persona a dónde fue de vacaciones el año pasado, muy probablemente
lo recuerde y no tenga inconveniente en transmitirlo. Pero si por el contrario, se consulta a
dónde piensa ir el año próximo, seguramente hallaremos encuestados que aún no se han
decidido porque tienen varias alternativas en mente. Y otros que, aun habiendo elegido,
llegado el momento podrían optar por una alternativa diferente. Por tanto, con la misma
técnica, la misma muestra y el mismo tipo de análisis, uno y otro caso manifiestan un
disímil nivel de confianza.

2) El fenómeno “indecisos ”

Cuando un encuestado no ofrece una respuesta positiva sobre a quién votará,


tradicionalmente se lo denomina "indeciso". Sin embargo, es muy probable que su
abstención se deba a que no se ha tomado la molestia de reflexionar sobre la elección y las
posibilidades que se le presentan. Por tanto, realmente estamos ante un fenómeno de
“indiferencia”.
En el último informe de nuestro Monitor de Humor Social, trabajo que efectuamos junto a
Berensztein, encontramos que a 15 días de las PASO todavía existía un 19% de
parcialmente indecisos y 10% de totalmente indecisos, que pueden inclinar la balanza hacia
uno u otro lado.

La técnica utilizada suele encabezar las entrevistas con la pregunta "si las elecciones fueran
hoy, ¿a quién votaría?". Pero las elecciones no son hoy y esto es un condicionante
superlativo de las respuestas. La realidad varía sustantivamente de un día otro, en la medida
en que van surgiendo elementos a favor y en contra de cada uno de los candidatos.

3) Pérdida de identificación con los partidos tradicionales

Se ha ido perdiendo, sobre todo entre los más jóvenes, el sentido de "pertenencia
partidaria". Tradicionalmente, buena parte de los votos correspondían a individuos
identificados con un determinado sector y el margen de indefinición quedaba para un grupo
minoritario. Hoy, a nivel mundial, hay una tendencia al descreimiento y al desarme de los
conglomerados ideológicos, lo que genera un número creciente de sujetos que fluctúan
entre las distintas corrientes políticas.

4) Revolving por volatilidad

Cuando un candidato tiene un 38% de intención de voto y a la siguiente medición sube al


40%, la sensación que se genera es que ha mantenido ese 38% y ha incorporado un 2%
adicional. Sin embargo, cuando se trabaja sobre paneles de encuestados, en lugar de
mediciones autónomas, se logra verificar el nivel de volatilidad de la intención de voto.

La realidad es que ante un ejemplo como el citado suele suceder que del 38% de la primera
medición al candidato le han quedado 34% y por otra parte se ha incorporado un 6% más.
Las intenciones de votos tienen un fenómeno de volatilidad y revolving que determina la
fragilidad de resultados previos. Permanentemente se producen desplazamientos y el
equilibrio final está marcado por cuántos se incorporan y cuántos se pierden cada día de la
semana previa a las elecciones. El caudal electoral es un ser vivo, de alto nivel de
inestabilidad

5) Estudio del discurso

La efectividad de los estudios hace que, paradójicamente, estos atenten contra sí mismos,
dado que una investigación bien realizada permite a los candidatos analizar los puntos
débiles propios y del oponente, y modificar sus argumentaciones de campaña para lograr un
impacto más certero. Esto, combinado con la alta volatilidad, genera que se llegue a las
elecciones con resultados más parecidos a un 48/52 que a un 70/30 o 60/40 como muchas
de las contiendas tradicionales.

La misma publicación de las encuestas tiende a influir, ya que para “supuesto” ganador
hace que los actores propios bajen los brazos y los de la oposición acrecienten sus
esfuerzos. Si se le incorpora la optatividad del voto explícita en países como Estados
Unidos o Colombia, o implícita como en la Argentina la publicación de encuestas puede
influir en la cantidad de votantes, lo que potencialmente puede alterar los resultados.

6) Margen de error real superior al teórico

Para que se verifiquen los márgenes de error por cantidad entrevistas según las tablas
estadísticas, todos los individuos del universo deberían tener la misma probabilidad
aparecer en la muestra, Algo impracticable; sería como poner todos los número de DNI en
un gran bolillero e ir sacando de a uno, para ir a entrevistarlos, ya sea en el extremo norte
del país, en medio de la Patagonia o en la Pampa Húmeda. Esto se torna materialmente
imposible. Por eso, se deben efectuar una serie de concesiones y reducciones de los niveles
de confianza (por ejemplo, tomar ciudades representativas por grupo, etc.) lo cual siempre
incorpora un incremento en general indefinido del margen teórico de error.

A esto se suman las crecientes limitaciones de los medios de recolección, dado que las
encuestas domiciliarias son muy costosas y en algunas zonas inviables. En cuanto a las
telefónicas, el uso de la línea fija está en retracción y los sistemas IVR con opciones
pregrabadas no discriminan a quien responde. Y para los sondeos online aún se presentan
algunas limitaciones en ciertos sectores etáreos o socioeconómicos.

7) Votantes que se definen en las últimas 48 horas

Para estas PASO, dentro del 29% de votantes que aún no tienen una decisión en firme, 4 de
cada 10 terminará de definirse en las últimas 48 hs. Todas las hipótesis que se formulen
para el comportamiento de estos individuos tienen, cómo es de suponer, altos márgenes de
indefinición.

8) Plazo de publicación

Las encuestas suelen estar concluidas entre 48 y 72 horas antes de su difusión mediática.
Esto implica que el trabajo de campo probablemente haya sido hecho casi una semana antes
de los resultados. Con el nivel de volatilidad de los votantes, más la indefinición de las
últimas 48 horas, los tiempos entre los pronósticos y los resultados son demasiado amplios
para que permitan una clara visión de la realidad.

9) Voto vergonzante

En algunas sociedades existe la creencia cultural de que ciertas definiciones son


políticamente incorrectas, por lo que muchos entrevistados tienden a negar esas
inclinaciones políticas.

10) Ética e idoneidad

Dejamos para el final un punto que se discute habitualmente y que no descarto que, en
algún caso, pudiera influir: la falta de idoneidad para realizar el proceso de muestreo,
entrevista, procesamiento y análisis en forma adecuada. O bien, que alguien
maliciosamente modifique los resultados para beneficio personal. Confiemos este aspecto a
la conciencia de cada uno. Los nueve conceptos anteriores son suficientes para demostrar
que las predicciones electorales ofrecen un indicador general y que de ninguna manera
pueden vaticinar con precisión los resultados de un comicio.
Se ha avanzado mucho desde el Oráculo de Delfos. Hoy, las encuestas son una herramienta
para entender la realidad de los votantes en profundidad. Un analista certero, con
experiencia y conocimientos sobre la materia electoral, es capaz de leer a través de ellas y
comprender no solo la foto, sino también las tendencias y sus diferentes influencias
motivadoras.

La investigación y la estadística llevadas adelante por equipos multidisciplinarios generan


información, tal vez menos interesante que el vértigo de un pronóstico, pero mucho más útil
para generar cambios acordes al sentir de los ciudadanos.

Muchos son los medios, por los cuales hoy en día la opinión pública es analizada a través
de redes sociales e infinidad de comportamientos conspicuos.

No descarto que estemos ante un nuevo fenómeno en que las predicciones de


comportamiento sean una realidad tangible. Por ahora habrá que esperar los cómputos
finales para determinar los resultados electorales.

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