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cosmeticos

La toxicidad de los productos cosméticos

Aprende a identificar los ingredientes nocivos de la cosmética industrial y sus efectos

adversos

La importancia de consumir productos naturales en el ámbito alimentario ha hecho que el sector de

la nutrición se haya puesto las pilas en la promoción y comercialización de alimentos “bio”; una
práctica que poco a poco va ganando cada vez más adeptos en nuestro país a pesar de seguir
ocupando uno de los últimos puestos en el ranking europeo. Es posible, sin embargo, que nos
hayamos olvidado de insistir igualmente en los efectos beneficiosos de lo natural en otro ámbito,
concretamente en el área de la cosmética.
Cierto es que no existe una cosmética 100% natural, ya que la mayoría de los productos llevan algún
conservante (aunque sea suave) para garantizar su durabilidad, y un emulgente que permita mezclar
y cuajar las sustancias obtenidas de las plantas y el agua. En cualquier caso, la cantidad de
sustancias químicas o sintéticas añadidas representa menos de un 10% de la composición final del
producto; de hecho, ese porcentaje marca la línea de lo que podemos considerar “natural” en el
mundo cosmético, es decir, productos compuestos en más de un 90% por materias primas naturales
de origen no animal que, además, carezcan de sustancias irritantes, tóxicas o peligrosas.

¿Qué ocurre con los cosméticos convencionales? Existe una normativa específica que determina
con claridad que éstos no pueden contener sustancias clasificadas como carcinógenas, mutágenas
o tóxicas; y es que este tipo de productos, lejos de quedarse en la capa externa de la piel, son
absorbidos y pasan directamente a la sangre, con el consiguiente perjuicio para el organismo si
efectivamente contienen sustancias tóxicas en ellos. Ahora bien, ¿cuál es el grado de cumplimiento
de esa normativa por parte de la industria? Mayor o menor, deficiente en cualquier caso si nos
atenemos a lo que viene reflejado en las etiquetas de muchos productos, incluso de marcas de
prestigio internacional.
De todas formas, cumplir con el requisito de la legalidad no debería ser suficiente. Aunque las
cantidades de tóxicos contenidas en los productos cosméticos convencionales resulten lo
suficientemente pequeñas como para respetar la norma reguladora, la asiduidad con la que los
utilizamos (a diario muchos de ellos) transforma su supuesta inocuidad en un riesgo innecesario para
nuestro organismo. La excusa del cumplimiento legal es, pues, una irresponsabilidad manifiesta.
Los más peligrosos
El uso industrial de los aceites y grasas derivadas del petróleo es, desde el punto de vista económico,
muy rentable para las empresas porque tanto unos como otras cuestan muy poco obtener. La
industria cosmética los utiliza como agentes antibacterianos, pero a esta propiedad le añaden el valor
añadido que representa su capacidad para mejorar la textura de las cremas (de esa forma su
aplicación sobre la piel es más agradable). Sustancias muy socorridas para productos del cabello,
desodorantes, enjuagues bucales y pastas de dientes, los aceites y grasas provenientes del crudo
actúan, en realidad, como una especie de envoltura impermeable que impide la eliminación de
toxinas a través de la piel. Cuanto más la usamos para hidratar la piel, más deshidratada se
encuentra y más producto necesitamos. ¿Consecuencias? Acné, irritaciones, rojeces y otros
desórdenes, además de un envejecimiento prematuro de la dermis.
La parafina es uno de estos ingredientes, probablemente el más utilizado en la mayoría de las
cremas. La popular vaselina es parafina pura.
Dentro de los ingredientes peligrosos encontramos también los parabenos, presentes en más de un
90% de los productos que permanecen en la piel, y en más del 70% de los que se enjuagan. Sus
propiedades bactericidas y fungicidas resultan muy útiles para alargar la vida del producto e impedir
que sea atacado por bacterias y microorganismos. Lo que pocos saben es que también pueden
provocar trastornos hormonales: imitan el comportamiento de los estrógenos y favorecen el
crecimiento de tumores asociados a los niveles de éstos (el cáncer de mama, por ejemplo).
Y curioso es el caso de los ftalatos, que las instituciones europeas prohibieron en la fabricación de
juguetes para niños y en artículos de puericultura porque se les relacionaba con daños en los
sistemas reproductor y endocrino. Según las autoridades comunitarias, existía incluso un aumento
en el riesgo de padecer asma y cáncer. No eran meras ocurrencias; diversos estudios, entre ellos el
realizado por la Universidad de Rochester (Estados Unidos), hablaban de un elevado riesgo de
anomalías genitales en bebés varones. Paradójico o no, hoy en día tenemos seis tipos de ftalatos
cuyo uso se prohíbe en la fabricación de juguetes por razones de seguridad, pero podemos
encontrarlos sin problema en algunos productos cosméticos.
El listado de efectos adversos es particularmente extenso en el caso de los agentes detergentes que
se añaden a geles de baño, champús, dentífricos, etc. Se absorben y almacenan en los tejidos del
corazón, el hígado, los pulmones, los ojos y el cerebro. Afectan también al sistema inmune,
interactúan con otros ingredientes favoreciendo la aparición de cáncer, y en cantidades suficientes
pueden modificar el material genético contenido en las células. Los detergentes más empleados son
el Sodium laureth sulfate y el Sodium lauryl sulfate.
Otro químico muy peligroso es la dietanolamina, una base detergente y espesante que figura en la
etiqueta de más de seiscientos productos cosméticos y para el hogar. La División de Cosméticos de
la Food and Drug Administration o FDA (Agencia del Medicamento de Estados Unidos) corrobora su
peligrosidad al reconocer que varios estudios establecen el riesgo que implica una exposición
continua a esta sustancia, sobre todo en el caso de los niños.
Sorteando vetos
“Hecha la ley, hecha la trampa”, se suele decir. Ni siquiera las prohibiciones específicas dictadas
por decisiones legislativas parecen obligar a la industria a dar su brazo a torcer. Como muestra un
botón: el uso del formaldehído, uno de los conservantes más baratos y efectivos, está prohibido en
cosmética (se usa incluso en la fabricación de materiales de construcción y de muebles); sin
embargo, las empresas se las han ingeniado para crear sustancias que, sin ser formaldehídos stricto
sensu, son capaces de liberarlo. Es altamente cancerígeno por inhalación, y exponerse a él puede
causar dolores articulares, de cabeza o de pecho, así como alergia, irritación y envejecimiento
prematuro de la piel, daño en las membranas celulares y malformaciones en fetos.
Por su parte, el PEG o sustancia emulsionante no es tóxico en sí mismo, pero contribuye a eliminar
el factor protector natural de la piel; así, su poder de penetración permite la entrada de otras
sustancias tóxicas que contenga el producto en cuestión, quedando el sistema inmune mucho más
expuesto y vulnerable. De ahí que no se permita usar más de cinco PEG en un mismo producto.
Apunto, para terminar, otros ingredientes tóxicos sobre los que se tiene conocimiento de su impacto
negativo en la salud: filtros solares, colorantes, fragancias artificiales, aluminio, mercurio,
antioxidantes sintéticos, o el talco (químicamente muy similar al amianto).
Dra. Odile Fernández
Médica de familia

http://archivo-es.greenpeace.org/espana/es/Trabajamos-en/Parar-la-
contaminacion/Agua/Campana-Detox-/Toxicos-en-los-cosmeticos/
Tóxicos en los cosméticos

A lo largo del día convivimos con un montón de sustancias químicas

peligrosas que son peligrosas para nuestra salud y que forman parte
de nuestros hábitos diarios de higiene: los cosméticos.

Algunas de estas sustancias son especialmente preocupantes

porque provocan serios problemas de salud o porque se
bioacumulan y son muy difíciles de eliminar.

Todo lo que se aplica en nuestro cuerpo, se considera un producto cosmético: champú, gel de ducha, cacao
labial, geles/espumas de afeitado, pomadas, cremas, pasta de dientes, desodorante, maquillajes,
desmaquillantes, etc.

Se estima que cada día, una mujer puede consumir una media diaria de 12 productos cosméticos con 160
ingredientes distintos. En caso de los hombres, la mitad de productos.

De las 150.000 sustancias químicas que se utilizan, 8.000 acaban en cosmética. Estos ingredientes están
camuflados en distintos nombres complicados de entender en una etiqueta con una letra muy reducida.

A través de la piel entran en nuestro torrente sanguíneo sustancias nocivas acumulándose en nuestro
organismo. Muchas de esas sustancias son disruptoras hormonales y están vinculadas a alergias, cáncer y con
otras de nueva aparición como el síndrome de hipersensibilidad química.

Así por ejemplo, se puede encontrar fácilmente derivados de petróleo en cacaos labiales como petrolatum,
parafina líquida, etc. que taponan los poros, sin dejar respirar a la piel.

Las grandes corporaciones las utilizan porque son más baratas y fáciles de utilizar.

La cosmética industrial no se queda en el uso de tóxicos, también está implicada en la destrucción de

ecosistemas.

 Deforestación. Grandes multinacionales están implicadas en la deforestación de bosques vírgenes

como las selvas de Indonesia que se deforestan para producir aceite de palma que va a parar en a la
cosmética industrial.

 Contaminación marina. Productos Exfoliantes, pastas de dientes y detergentes contienen pequeñas

bolas de plástico (entre 130.000 y 2,8 millones en un bote). Su tamaño tan reducido hace que no
queden atrapadas por los filtros de las depuradoras y llegan directamente al mar. Greenpeace recopiló
y analizó la información científica que evidencia cómo los microplásticos (incluyendo estas
microesferas) se están incorporando a la cadena alimentaria. Además, estos plásticos tienen la
capacidad de atraer sustancias químicas y de liberarlas, lo que les convierte en una potencial bomba
tóxica.

¿Qué soluciones hay?

Para la elaboración de productos cosméticos se dispone de infinidad de ingredientes naturales que son
beneficiosos para nuestra piel, cabello, sin necesidad de utilizar sustancias nocivas.

La cosmética ecológica asegura que en la producción de los productos no se han utilizado

¿Qué puedes hacer tú?

Para prevenir el consumo de tóxicos en tu higiene diaria:

- Mira la etiqueta.

Aparece la palabra “INCI”. Son las siglas de International Nomenclature Cosmetic Ingredient, es el nombre que
se utiliza para nombrar los ingredientes del cosmético. Están ordenados de mayor porcentaje a menor.

- Rechaza productos que tengan:

 Aluminium. Aluminio en desodorantes

 Aceites minerales: Parafinas (parafinum liquidum), Petrolatum. En Cacaos labiales
 Triclosan. Triclosan. Jabones, dentífricos
 “ --paraben”. Parabenes. Cremas
  Phthalates. Ftalatos. Laca de uñas, pintalabios
 Sodium Laureth Sulfate. Champú
 Sodium Lauryl Sulfate. Champú
 Nanopartículas (nano). Protectores solares
 Parfum. Tras este ingrediente “Parfum (Fragance)” se incluyen más de 3.000 compuestos distintos,
que suelen ser muy alergénicos.

Estos son algunos de los ingredientes tóxicos. Lamentablemente hay muchos más. Puedes consultar la
toxicidad de productos aquí.

Guía y listado de ingredientes de la Red Ecoestética.

- Apuesta por productos de cosmética natural basada en:

 ingredientes naturales.
 no testada en animales.
 con embalajes respetuosos: recicladas y/o reciclables.

¡Cuidado con la palabra Natural y Bio! hay mucho engaño. Aunque ponga natural, asegura que en la etiqueta
no venga algunos de los ingredientes que hemos citado.

- Prepara tus propios productos de higiene. Hay muchos vídeos en las redes sociales que te enseñan cómo
preparar productos cosméticos de forma fácil, divertida y realmente son productos que no enmascaran falsos
resultados.

http://www.migueljara.com/2017/10/31/la-cosmetica-que-usa-nanomateriales-cuya-
toxicidad-es-aun-desconocida-pero-es/
La cosmética que usa
nanomateriales cuya toxicidad es
aún desconocida (pero es)
Por Miguel Jara
31 de octubre de 2017Bufete Almodóvar & Jara Enfermedades Salud ambiental2
Comentarios
Las personas que utilizáis cosméticos no sé si sabéis qué tipo de componentes llevan.
Desde hace poco la Comisión Europea publica un catálogo de nanomateriales
utilizados en cosméticos que merece la pena ver. El debate está abierto pero
mientras, como suele ocurrir, no se aplica el principio de precaución.
Un “nanomaterial” es un material insoluble o biopersistente fabricado
intencionalmente que presenta una o más dimensiones externas o una estructura
interna del orden de 1 a 100 nm. Ésta, el nanómetro, es la medida usada para catalogar
cosas tan pequeñas que para que os hagáis una idea, un nanómetro equivale
millonésima parte de un milímetro. Algo invisible al ojo humano.

En ese catálogo de la Comisión Europea (el gobierno de los europeos y europeas) están
incluidos los nanomateriales usados como colorantes, filtros ultravioletas
y conservantes en una sección separada y la información oficial indica las categorías
de productos cosméticos y las condiciones de exposición razonablemente previsibles.

Este catálogo se actualizará periódicamente.

Como podéis ver en el enlace que os muestro, el catálogo enumera los nanomateriales
utilizados en productos cosméticos introducidos en el mercado. Se basa en la
información que las empresas de cosméticos han comunicado electrónicamente a la
Comisión Europea a través del Portal de Notificación de Productos Cosméticos.
Podemos encontrar aplicaciones de nanotecnologías y nanomateriales en numerosos
productos cosméticos, por ejemplo cremas hidratantes, productos para el cuidado del
cabello, maquillaje y protectores solares. Casi todos los principales fabricantes de
cosméticos utilizan nanomateriales en sus productos.
En la actualidad existen dos usos principales de la nanotecnología en la cosmética:
protectores solares y productos antiedad. En las cremas solares que nos echamos en
la piscina o en la playa para no quemarnos con el sol se echan nanopartículas de titanio,
por ejemplo y otros metales para que hagan un película que refleje hacia fuera de
nuestro cuerpo los rayos solares.
Claro que el sol no “entrará” en nuestro organismo pero eso metales potencialmente
tóxicos para nosotros una vez dentro no saldrán. Por eso, entre otras cosas, existe
un debate abierto acerca de la seguridad de los nanoprotectores solares. Los
científicos han comenzado a estudiar la toxicidad de los nanoprotectores solares y,
hasta ahora, según suelen contar en los portales de las empresas
Las pruebas muestran que son seguros y efectivos”.
Claro que eso me recuerda muchas cosas, entre ellas a cuando dicen que
el aluminio que se usa como potenciador de la actividad inmune de
algunas vacunas es seguro. Luego los científicos y estudiosos independientes
nos documentan de un supuesto síndrome ASIA y pasarán años hasta que se les
tome en serio, se hagan más comprobaciones y si acaso se tomen las medidas
oportunas.
Y luego está cuando los fabricantes no dicen la verdad con la cantidad de ese
aluminioque llevan sus productos. Pero sigamos con los cosméticos.
Sin embargo, todavía existen dudas acerca de la seguridad de los nanocosméticos y
sus efectos a largo plazo. En cuanto a normativas en la Unión Europea, desde 2014
los protectores solares que contengan nanopartículas deben indicar esto en sus listas
de ingredientes.

El caso es que tóxico lo que se considera tóxico son. Unos menos que otros pero los
nanomateriales, por lo general, son tóxicos:

Un ejemplo son las nanopartículas de óxido de zinc que incorporan las cremas
solares, que son tóxicas para algunas especies. La investigación ha detectado que
uno de los parámetros que controla la toxicidad del óxido de zinc es su solubilidad. Por
eso han probado de modificar algunos átomos de óxido de zinc por átomos de
hierro para hacer un nanomaterial que protege igual del sol cuando se incorpora en
una crema solar, pero que es menos soluble y por lo tanto menos tóxico”.

Quines los estudian lo tienen claro:

No se sabe bien todavía qué nanomateriales pueden ser tóxicos, qué organismos vivos
pueden ser víctimas de estos efectos ni de qué manera les puede perjudicar“.
Así que lo mejor como siempre que nos encontramos con tecnologías novedosas es
aplicar el principio de precaución y buscar alternativas inocuas (que las hay, claro).
https://www.salud180.com/salud-dia-dia/10-ingredientes-toxicos-en-cosmeticos

10 ingredientes tóxicos en cosméticos

La rutina cotidiana de higiene personal contiene una serie de productos
de belleza como champú, maquillaje, jabón, crema, desodorante, perfume, etc.,
que contienen ingredientes tóxicos que producen desde migraña hasta cáncer.
De acuerdo a una investigación de la Fundación Susuki, 8 de las 82 mil sustancias
utilizadas en los productos de cuidado personal, son químicos industriales que
resultan tóxicos. Salud180 te da una lista con los 10 químicos más usados para
que evites utilizarlos.

1. Lauril Sulfato de Sodio: Se usa como limpiador para hacer los productos más
espumosos y burbujeantes, es una sustancia que puede causar cáncer.
2. Triclosán: Se utiliza en desodorantes, antitranspirantes, limpiadores,
antibacteriales y desinfectantes de manos, especialistas sugieren que interfiere con
las funciones hormonales.
3. Formaldehídos: Es un conservador de cosméticos, son tóxicos y se han
reconocido como carcinógenos.

4. Parabenos: Se utilizan como conservadores en cosméticos. Búscalo en las

etiquetas como ingredientes que terminen en "parabeno" como Metilparabeno.
5. Polietilenglicol: Se usa en cosméticos de bases cremosas. Interfiere en el
desarrollo físico y puede dañar el sistema nervioso central.
6. Butilhidroxianisol: Son conservadores y antioxidantes que se usan en
maquillajes y cremas humectantes. Es tóxico para el sistema inmunológico, piel,
pulmones e hígado. Puede causar reacciones alérgicas y favorecer el crecimiento
de tumores.

7. Pfenilendiamina: Son los colorantes utilizados en tintes para el cabello y

aparecen en la etiqueta del producto como colores "CI" seguidos de un número de
cinco dígitos. Se ha demostrado que estos alquitranes de carbón generan cáncer.
8. Dietanolamina: Hacen que los productos sean más cremosos y espumosos. Sus
compuestos irritan la piel y ojos.
9. Ftalato de Dibutilo: Es un ingrediente básico en esmaltes y perfumes, aumenta
la capacidad de otros químicos para causar mutaciones genéticas que producen
problemas reproductivos.
10. Siloxanos: Se utiliza en los cosméticos para suavizarlos y humectarlos; causan
toxicidad en el hígado.
¿Sorprendida? Aunque los productos de belleza te hagan lucir más linda, su uso en
exceso daña tu salud y los efectos pueden ser contraproducentes. Lo ideal es elegir
productos naturales u orgánicos libre de sustancias tóxicas. ¡Cuídate

COSMÉTICOS Y TOXICIDAD II
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En el post Cosméticos y Toxicidad I os comenté sobre como aprender a descifrar

la nomenclatura INCI, en esta segunda parte intentaré explicar claramente qué ingredientes se
deben evitar en cosméticos.

El Reglamento (CE) nº 1223/2009 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 30

de noviembre de 2009 sobre los productos

cosméticos) (versión refundida), que entró en vigor el 11 de julio de 2013, en su artículo uno
dice:“El presente Reglamento establece las normas que deben cumplir todos los
productos cosméticos comercializados, con objeto de velar por el funcionamiento del
mercado interior y lograr un elevado nivel de protección de la salud humana.”

Sin embargo en la mayoría de cosméticos industriales usados diariamente, se pueden leer

en la etiqueta sustancias tóxicas, ya que la ley permite a la industria cosmética la inclusión
de estas en unos niveles considerados “seguros”.

Por lo tanto ¿es fiable la información que se nos da?. Porque el atículo 21, Acceso del público
a la información, de dicho Reglamento señala: “Sin perjuicio de la protección, en
particular, del secreto comercial y de los derechos de propiedad intelectual, la persona
responsable velará por que la composición cualitativa y cuantitativa del producto cosmético y,
en el caso de compuestos perfumantes y aromáticos, el nombre y el número de código del
compuesto y la identidad del proveedor, así como los datos existentes sobre efectos no
deseados, graves o no, derivados de la utilización del producto cosmético se hagan fácilmente
accesibles al público por los medios adecuados”.

Y la legislación española REAL DECRETO 1599/1997, DE 17 DE OCTUBRE, QUE RECOGE

LA REGULACIÓN DE LOS PRODUCTOS COSMÉTICOS, (para consultar en PDF Real
Decreto_1997_2572), en el Capítulo V, Etiquetado y publicidad, dice: “El fabricante podrá
solicitar, por razones de confidencialidad comercial, la exclusión de uno o de varios
ingredientes de dicha lista”. Habitualmente se ocultan los componentes nuevos que todavía
no se han registrado, y con consecuencias desconocidas en el organimo, porque todavía no se
han estudiado.

¿Cuántas sustancias hay escondidas tras el secreto comercial y los derechos de

propiedad intelectual? La ley señala que no se pueden usar en cosméticos elementos
nocivos, pero en la práctica no es así como se puede ver en la eqtiqueta de la fotografía.

INGREDIENTES TÓXICOS

El poder económico de la industria de los cosméticos ejerce su influencia sobre los órganos
reguladores, obteniendo de esta forma una ley que les permite incluir componentes
altamente tóxicos en cosméticos, en detrimento de la salud de los ciudadanos, con el único
propósito, supuestamente, de incrementar sus beneficios económicos, simplemente con que la
cantidad de los mismos se declare como “segura”.

Hasta la fecha, no existe ningún estudio que garantice que la acumulación de todas esas “dosis
seguras” de principios tóxicos que se utilizan cada día, no provocan un impacto negativo en
la salud humana. Sin embargo, sí hay numerosos estudios científicos que demuestran lo
contrario.

Según la Agencia para la Protección de la Salud del Reino Unido existen 80.000 elementos
químicos, y cada mes aparecen más de 600 nuevos. Pero sólo en un 10% de estos elementos
se han confirmado los efectos que ocasionan en la salud humana.

He confeccionado un listado con las sustancias que hay que evitar en cosméticos, y os dejo
archivo en PDF Ingredientes a evitar, por si os interesa imprimirlo, ya que si las relaciono aquí
el post sería muy extenso. Estos datos los he obtenido de:

– Environmental Working Group (EWG) organización sin fines de lucro dedicada a la

protección de la salud humana y el medio ambiente, que Informa que el
gobierno estadounidense no requiere pruebas de seguridad previa a la comercialización de los
productos químicos industriales en artículos de cuidado personal. De acuerdo con la FDA (Food
and Drug Administration-Agencia de Drogas y Alimentos), “… un fabricante cosmético
puede utilizar casi cualquier materia prima como ingrediente cosmético y comercializar
el producto sin la aprobación de la FDA.” (FDA 2012). Disponen de una base de datos
desde el año 2004 con 64.040 compuestos, donde se pueden consultar ingredientes
cosméticos, los cuales tienen asignada una puntuación según el grado de peligrosidad
(del 1 al10).

Actualmente, sólo nueve ingredientes son considerados inocuos por EWG y se les asigna
una puntuación de riesgo de 0 con una gran disponibilidad de datos.
Estos ingredientes son Avena Sativa (avena) Kernel Meal, Blue Green Algae, Cellulose,
Colloidal Oatmeal, Honey, Sea Salt (Sal Marina), Sodium Chloride, Sucrose (Sacarosa),
and Water.

– Safe Cosmetics es una coalición de información a los consumidores sobre los ingredientes
de los cosméticos desde el año 2004, cuyo miembro fundador y patrocinador es Breast Cancer
Fund (Fondo de Cáncer de Mama). En su página de internet se pueden encontrar lo que
denominan como “sustancias químicas preocupantes”, en la Lista Roja que han elaborado.
También trabajan para presionar a la industria cosmética para producir cosméticos más
seguros, para proteger la salud de los usuarios, los trabajadores y el medio ambiente.

A continuación mencionaré los ingredientes más nocivos que hay que evitar, y cómo se
pueden recordar algunos de ellos con mayor facilidad al leer la etiqueta de ingredientesantes
de adquirir un artículo. Porque recuerda que hay que leer siempre el INCI.

1,4-dioxane: No aparece en la etiqueta de ingredientes. Es un contaminante derivado

del petróleo que se emplea en la fabricación de cosméticos como agente espumante.

La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), lo ha señalado

como posible carcinógeno en seres humanos. En el Polyethylene Glycol (PEG) se
encuentran impurezas tóxicas como el 1,4-dioxane y el óxido de etileno, por lo que en la
etiqueta hay que buscar Sodium Laureth Sulfate, PEG, Xinol y los que acaben en “eth”.

PEGs: Polyethylene Glycol: Son una mezcla de compuestos químicos que se usan
como emulsionantes. Estos elementos son peligrosos , ya que tienen un alto poder de
penetración en la piel, y al introducirse los PEGs lo hacen también otros ingredientes
tóxicos. Se les puede reconocer como PEG seguido de un número. Los que acaban en eth y
el Sodium laureth sulfate, que es uno de los principales ingredientes en champús, geles y
jabón.

Benzophenone (Benzofenona): La Benzofenona y sus derivados benzopfenone-2 (BP2) y

oxybenzone (benzopfenone-3 o BP3), son compuestos químicos que se emplean pra
proteger la piel y los artículos de la radiación ultravioleta. Se usan en protectores solares,
esmalte de uñas, pintalabios, productos para el cabello, champús, suavizantes, geles,
perfumes,…
Son pontecialmente peligrosos por su facilidad para penetrar la piel hasta llegar al interior del
cuerpo e introducirse en el torrente sanguineo. Aumenta el riesgo de endometriosis, y puede
causar alergias, alteraciones hormonales y cáncer.
Según la EWG cuando el factor de protección solar (FPS) es más alto de 50, mayor es la
concentración de benzofenona.
INCI: Benzophenone (más un número), oxybenzone, sulisobenzone, sulisobenzone
sodium.
Butylated hydroxyanisole (BHA) y butylated hydroxytoluene (BHT): Se utilizan como
antioxidantes y conservantes, son derivados del petróleo y habitualmente siempre van

unidos. Se encuentran en protector de labios, crema facial, maquillaje, protector

solar, desodorantes, perfumes,…El BHA es un interruptor endocrino, carcinogéno y
puede causar daño renal y alergias.

El BHT puede producir cáncer, alergias, disfunción endócrina y cambio en el nivel celular.
Fácil de recordar pues aparece en el INCI como BHA y BHT.

Ethanolamines (Etanolaminas): Es una sustancia química que se emplea

como espumante y para que el producto tenga una textura más cremosa. Se emplea
en jabones, champús, acondicionadores para el cabello, tintes, crema de afeitar,
desodorantes, dentífricos, productos de limpieza del hogar, rimel, delineadores y sombra
de ojos, colorete, maquillaje, filtros solares…

Dentro del grupo de las ethanolamines se incluyen Diethanolamine (DEA) y triethanolamine

(TEA). La unión de ethanolamines en un mismo producto con algunos conservantes pueden
crear nitrosaminas.

Puede producir cáncer, toxicidad del sistema de órganos y bioacumulación.

En la etiqueta se localiza como Triethanolamine, diethanolamine, DEA, TEA, cocamide DEA,

cocamide MEA, DEA-cetyl phosphate, DEA oleth-3 phosphate, lauramide DEA,
linoleamide MEA, myristamide DEA, oleamide DEA, stearamide MEA, TEA-lauryl sulfate

Formaldehyde: Se usa como conservante en numerosos productos

de cosmética como esmalte de uñas, champús, geles, champú para bebés, rimel, sombra
de ojos, maquillaje…

Está oficialmente reconocido por la OMS (Organización Mundial de la Salud), desde el año
2004 como carcinogéno en seres humanos. Pero debido a su bajo coste se utiliza para
producir otras sustancias que lo liberan como el Quaternium-15, Glioxal, 2-bromo-2-
nitropropane-1,3-diol (bromopol), DMDM hydantoin, imidazolidinyl urea, diazolidinyl urea,
polyoxymethylene urea, sodium hydroxymethylglycinate. Causa, además, alergias y
erupciones cutáneas.

Algunos se les reconoce facilmente por la sílaba urea al final, otros llevan delante las
letras DMDM.

Hydroquinone (Hidroquinona): Se usa comúnmente en cremas blanqueadoras de la piel.

En la Unión Europea está prohibida y en Estados Unidos solo está permitida en una
concentración de hasta el 2%.
Puede causar cáncer de piel, ocronosis, pigmentación y daño permanente a la córnea, e
irritación del tracto respiratorio.
En la etiqueta aparece con el nombre de hydroquinone, tocopheryl acetate.
Nitrosamines (Nitrosaminas): Las nitrosaminas no figuran en las etiquetas, ya que,
como he dicho anteriomente en el apartado de las etanolaminas, se forma por la asociación
de estas con algunos conservantes, que al descomponerse se convierten en nitrosaminas.
Se
usan en casi todos los cosméticos.
Pueden producir cáncer, cambios en el sistema endocrino y toxicidad en el sistema de
órganos.
Es muy fácil reconocerla, pues simplemente hay que buscar DEA (Diethanolamine) y TEA
(triethanolamine).

Parabens (Parabenos): Son compuestos químicos que usan como conservantes,

bactericidas y fungicidas, para impedir el desarrollo de microbios, hongos o bacterias. Se
utilizan en champús, acondicionadores de pelo, exfoliantes faciales, tónicos, cosmética
infantil, geles…

Pueden alterar el equilibrio hormonal y contribuir en el desarrollo del cáncer de piel y

mama.

Los más habituales que se pueden encontrar son: Butylparaben, Ethylparaben,

isobutylparaben, isopropylparaben, methylparaben, propylparaben, y todos los que
acaben en paraben.

Parfum (Fragance): Detrás de esta expresión se ocultan unos 3.059 ingredientes diferentes
que integran un perfume. Pero en la etiqueta sólo aparece la palabra parfum o fragance, por
lo que es imposible identificar que elementos químicos están presentes en su composición.

Se utilizan en champú, jabón, gel de baño, desodorante, loción corporal, maquillaje, crema
facial, protectores solares, perfume…

Pueden provocar muchos tipos de alergias, sensibilidades, cáncer y toxicidad reproductiva.

Es imprescindible leer la etiqueta y obviar productos cuando no se especifique nada más

que frangancia.

Phthalates (Ftalatos): Son elementos químicos que se emplean como disolventes y

suavizantes. En la Unión Europea está prohibido su uso en cosméticos, pero sí se utlizan
en Estados Unidos y en otros países.

Se usan habitualmente en esmalte de uñas, jabones líquidos, tratamientos para el cabello,

fragancias… Son elementos muy nocivos para la salud y están relacionados con el cáncer
de mama, infertilidad masculina, malformaciones en el feto y alteración del sistema
hormonal.

En las etiquetas aparecen como phthalate, DEP, DBP, DEHP y fragrance (parfum).

Alejarse de estos componentes que nos envenenan solo requiere una acción,
adquirir productos saludables.

No echar productos de cosmética por el desagüe, ya que la contaminación del agua por este
motivo es un problema ambiental cada vez mayor.

https://greenplanetdepi.wordpress.com/2016/01/22/cosmeticos-y-toxicidad-ii/
 toxicidad de los cosmeticos
Por qué deje de usar productos de belleza comerciales
Posted on 28 julio, 2014
Como una mujer operada del pecho dos veces (ninguna por motivos
estéticos), me preocupan las cosas que pueden influir de forma negativa en
mi salud. Por ello desde hace años comencé a investigar sobre la composición
que tienen los productos de belleza, y qué consecuencias tienen en mi propia
salud.
Así que… ¿Por qué deje de utilizar productos comerciales?

Bien, comencemos por el principio. ¿Sabes cuantos químicos estás poniendo

en tu cuerpo al día? La respuesta es una media de 515 químicos. Muchos,
¿verdad?

Pero… ¿Existen leyes no? ¿Nadie nos protege como consumidores?

Bien… Existen leyes para “protegernos” de los productos químicos que se
ponen en los cosméticos, pero existe una laguna legal bastante grande, por un
lado los fabricantes están obligados a proporcionar una lista de ingredientes, pero
por otro lado, no tienen la obligación de decir la pureza que tienen las
materias primas, ni los químicos que se utilizan en el proceso de fabricación.
Si investigamos un poco sobre lo que está estipulado en este sentido, verás que
insisten bastante en que estos “compuestos químicos” están presentes en dosis
seguras, y que “no nos pueden dañar”. No obstante en este margen “seguro”
hay variaciones ya que, no es lo mismo el nivel para un hombre, una mujer, o
un niño (depende del tipo, grosor y tolerancia de la piel).
Por otro lado, no podemos olvidar que el efecto que tienen los químicos de
los productos cosméticos, es acumulativo, y además son productos que se
utilizan TODOS LOS DÍAS, y durante muchos AÑOS.
Existe una entrevista en internet donde Charlotte Smith, portavoz de Bionsen, dice
textualmente:
‘La nueva generación de cosméticos y belleza “maravilla” tratamientos contienen
naturalmente más productos químicos para lograr resultados aún mejores,
que, por supuesto, significa que las mujeres se aplican más químicos que
nunca antes. ”
Vale, comienzas a darte cuenta que los productos cosméticos no son “tan buenos”
como pensabas. ¿Qué puedes hacer? Comienza a utilizar productos,
naturales o orgánicos. Por otro lado, también puedes aprender a leer las
etiquetas.

¿Cómo funciona la concentración de los cosméticos?

Es bastante fácil, los químicos que tienen una mayor concentración son los
que aparecen primero, cuanto más abajo se encuentre el ingrediente, menor
concentración tiene.
¿Qué ingredientes debes evitar en tus productos cosméticos?
 El cloruro de benzalconio: (Biocida, conservante y tensioactivo) Este
componente está asociado con la irritación severa de la piel, los ojos y
las vías respiratorias y las alergias, ¿Qué es este componente entonces?
El cloruro de benzalconio es un sensibilizador, No se recomienda su uso
para personas con asma, y gente con problemas de piel.
 BHA: El Programa Nacional de Toxicología clasifica “butilhidroxianisol
(BHA)”, ya que puede causar despigmentación de la piel , aparte es
un carcinógeno. Cuando se han realizado estudios con animales usando
este componente, los resultados han sido: el componente BHA produce
daños en el hígado y causa cáncer de estómago como papilomas y
carcinomas e interfiere con el desarrollo del sistema reproductivo y
los niveles normales de hormonas tiroideas. La Unión Europea
considera que es inseguro en fragancia. Se encuentra en los
alimentos, envasado de alimentos, cuidado personal.
 Alquitrán de hulla y otros ingredientes de alquitrán de hulla
(incluyendo aminofenol, diaminobenceno, fenilendiamina): Este
es un subproducto del procesamiento de carbón, es un conocido
carcinógeno humano, de acuerdo con el Programa Nacional de
Toxicología y la Agencia Internacional para la Investigación sobre el
Cáncer. Estilistas y otros profesionales están expuestos a estas
sustancias químicas en tintes de cabello casi a diario. Aunque las
sanciones de la FDA, la seguridad para utilizar productos que contengan
este químico a largo plazo no ha sido demostrada.
 DMDM hidantoína y bronopol (2-bromo-2-nitropropano-1,3-
diol): Cosméticos conservantes que se descomponen y liberan
formaldehído, que la Agencia Internacional de Investigación sobre el
Cáncer listas como un carcinógeno humano conocido. También
desencadena reacciones alérgicas.
 Formaldehído: Un conservante potente considerado como un
conocido carcinógeno humano por la Agencia Internacional para la
Investigación sobre el Cáncer. Bien, especifiquemos, este químico cada
vez lo encontramos en menos productos, pero actualmente está muy
presente en los productos alisadores que se basan en la acción de
refuerzo de pelo de formaldehído y liberan grandes cantidades de la
sustancia química. Muchos conservantes comunes también liberan
formaldehído en productos (como hidantoína DMDM, quaternium, y
compuestos de urea).
 Fragancia/perfume: ¿sabe usted lo que está en él? Está en todos los
productos desde champú a desodorante de loción. La ley federal no obliga
a las empresas a cotizar en las etiquetas del producto alguno de los
productos químicos en su mezcla de fragancia. Una investigación reciente
de GTA y la Campaña por Cosméticos Seguros encontró un promedio
de 14 sustancias químicas en 17 productos de la fragancia de
 marca, ninguno de ellos aparece en la etiqueta. ¿Que son estos
químicos? Bien son una mezcla de disruptores hormonales y también se
encuentran entre los 5 primeros alérgenos en el mundo.
 Hidroquinona: Este es un químico-blanquear la piel que puede causar
una enfermedad de la piel llamada ocronosis, con lesiones de color azul-
negro que en el peor de los casos se convierten en golpes caviar negro
tamaño permanentes. En estudios en animales, la hidroquinona ha
provocado el desarrollo de tumores.
 Methylisothiazolinone y metilcloroisotiazolinona: Estos químicos
son muy comunes en los productos de cuidado personal, ¿Qué
consecuencias tiene? Es un irritante, sensibilizador y causa alergia de
contacto.
 Oxybenzone: En estudios epidemiológicos humanos, oxibenzona se ha
relacionado con la irritación, sensibilización y alergias. ¿Estás
embarazada? ¡Esto te interesa! Un estudio de 404 mujeres de la ciudad de
Nueva York en el tercer trimestre del embarazo asociada mayor
concentración materna de oxibenzona con un peso al nacer disminuyó
entre las niñas recién nacidas, pero con mayor peso al nacer en los niños
recién nacidos.
 Los parabenos (propilo, isopropilo, butilo, y Isobutylparabens): Los
parabenos son conservantes que imitan al estrógeno, que se
encuentran en los tumores de cáncer de mama de 19 de 20 mujeres
estudiadas. No necesito especificar más, ¿no?
 Compuestos PEG / Ceteareth / polietileno: Estos productos químicos
sintéticos están frecuentemente contaminados con 1,4-dioxano, y
además penetra fácilmente en la piel. Los fabricantes de cosméticos
podrían eliminar fácilmente el 1,4-dioxano a partir de ingredientes, pero las
pruebas que documentan su presencia común en los productos muestran
que a menudo no lo hacen.
 Destilados del petróleo: ¿Dónde lo podemos encontrar? Por ejemplo en el
rimel. ¿Que consecuencias tiene? Pueden causar dermatitis de contacto
y con frecuencia están contaminados con impurezas causantes de
cáncer.
 Los ftalatos: Se relaciona esté químico con trastornos del sistema
reproductor masculino. Las mujeres embarazadas deben evitar el
esmalte de uñas que contiene ftalato de dibutilo.
 Resorcinol: ingrediente común en productos de blanqueamiento; irritante
de la piel, tóxico para el sistema inmune y causa frecuente de la
alergia.
 Palmitato de retinol y retinol (vitamina A): Cantidades excesivas de
este componente pueden causar graves defectos de nacimiento si la
mujer está expuesta durante el embarazo. Los datos recientes de la
“Federal Food and Drug Administration” indican que cuando se aplica
palmitato de retinol a la piel en presencia de la luz solar, que acelera
el desarrollo de tumores de la piel y lesiones.
 Tolueno: Actúa como un irritante, afecta la respiración y provoca náuseas.
Algunas evidencias sugieren un vínculo con linfoma maligno.
  Triclosan y Triclocarban: pesticidas antimicrobianos en jabón líquido
(triclosán) o pastillas de jabón (Triclocarban), muy tóxicas para el medio
ambiente acuático. A menudo se encuentran como contaminantes en las
personas debido al uso generalizado de productos de limpieza
antimicrobianos. El triclosán altera la función de la tiroides y las
hormonas reproductivas.

*No he estudiado química ni nada por el estilo, toda la información está sacada de
mi propia investigación, y de numerosos estudios oficiales. ¿Eres un experto en el
tema, y tengo algún dato erróneo o que consideras incompleto? ¡Escríbeme!

La mayoría de las cremas hidratantes del mercado consiste en: una pequeña
cantidad de ingredientes naturales, con muchas cantidades de agua,
emulsionantes, potenciadores de la penetración y conservantes

https://onlysimplifies.wordpress.com/tag/toxicidad-de-los-cosmeticos/

revisar este link

https://www.dsalud.com/reportaje/la-mayor-parte-de-los-cosmeticos-
convencionales-son-toxicos/