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0) Normal.
2) Claudicación intermitente.
3) Necrosis ó gangrena.
VALORACIÓN DE LA ISQUEMIA:
Grados de isquemia.
Según los hallazgos clasificamos a los pacientes en:
Indice tobillo/brazo:
o Normal: 0.91 a 1.30
o Isquemia clínica: 0.5 a 0.9
o Isquemia grave: menor de 0.5
o Falso positivo (neuropatía autonómica, calcificación interóseas)
superior a 1.30.
Indice dedo/brazo:
o Normal: superior a 0.5
o Isquemia clínica: 0.3 a 0.5.
o Isquemia grave.
Para que cure una lesión en el pie debe haber por lo menos una presión en el
tobillo superior a 50 mm de Hg.
Para que cure una lesión en el dedo debe haber una presión en el dedo
superior a 30 mm Hg.
Una presión en el tobillo de 90 mm de Hg descarta un dolor de reposo
isquémico y sugiere una buena vascularización para una amputación
infrapatelar.
En caso de hipertensión arterial, no controlada con valores altos en brazo, es
conveniente considerar la presión absoluta en el tobillo para ver la perfusión.
Puede hacerse la toma de presiones en el muslo superior e inferior y en
pantorrilla, determinando las presiones segmentarias, sugiriendo así el lugar
de oclusión., cuan-do hay una caída mayor de 30 mm de Hg entre cada
sector.
Un índice en muslo de 1.20 ó más indica que no hay una obstrucción
aortoilíaca significativa. Un índice de 0,80 a 1.20 sugiere una estenosis
aortoilíaca importante, pero no completa y un índice menor de 0.80 señala
una probable oclusión completa.
A nivel de pantorrilla el índice normal es de 1 a 1,30; uno de 0,65 a 1 sugiere
una oclusión incompleta de la femoral distal. Una obstrucción completa a este
nivel daría un índice menor de 0.65.
En el tobillo el índice normal es de 1 a 1.30. En casos de obstrucción
incompleta es de 0.5 a 1, y una obstrucción completa del tronco tibio peroneo
ó algunas de sus ramas, con índices menores de 0.5.
Como se mencionó con los pulsos y los soplos, el estudio fluxométrico por
efecto Doppler puede dar cifras normales en reposo, por lo que hay que
hacerlo luego de un ejercicio o la prueba de hiperemia. En una persona
normal, estas pruebas ocasio-nan un incremento del pulso y de las presiones
en miembros inferiores.
En caso de arteriopatía periférica se pueden encontrar cuatro tipo de
respuestas:
o Tipo I: hay una muy ligera elevación de la presión, produciéndose la
desapa-rición de sonido diastólico.
o Tipo II: la presión cae, casi al 50 % del valor inicial, pero con
recuperación a los 5 minutos.
o Tipo III. Se produce un descenso de las cifras tensionales de más del
50 %, alcanzándose los valores iniciales recién a los 10 minutos.
o Tipo IV: la tensión sistólica desciende casi a cero, y la recuperación
hacia los valores iniciales es muy lenta, superior a los 15 minutos.
Tratamiento de la vasculopatía
También es de valor el control adecuado de la diabetes y de los factores de riesgo
cardiovasculares.
Debe tenerse cuidado con el uso de los inhibidores del transporte de sodio glucosa
(SGLT2), los cuáles puede incrementar el riesgo de amputaciones.
Se ha observado el efecto preventivo y curativo de una dieta rica en vegetales y
frutas, siendo perjudicial un consumo exagerado de carnes rojas y procesadas.
Muy útil es la realización de actividad física. Aunque los pacientes tengan claudición
intermitente, debe insistirse en la caminata. Se ha observado que la tolerancia a la
caminata mejora con simples ejercicios de estiramiento de la pantorrilla. Esta
produce una mejor función endotelial vascular, lo que mejora la habilidad a caminar.
http://fuedin.org/articulos_fuedin/varios/pie_vascular_y_neuropatico.html