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1. INSTRUMENTOS Y ACCESORIOS
Los instrumentos utilizados en topografía subterránea son:
En el caso de no ser así entonces hay que proveer algún medio para iluminara los hilos del
retículo y los limbos del instrumento. Para ello hay que emplear una serie de maniobras que
sirvan para proyectar la luz de una lámpara eléctrica de bolsillo hacia el interior del tubo del
anteojo.
Los teodolitos fabricados especialmente para los trabajos mineros tienen sus limbos y sus ejes
cubiertos, de manera de evitar que penetre el agua que la mayoría de los casos, gotea del
techo en las labores subterráneas. Los trípodes empleados tienen patas extensibles, para poder
adaptar la altura del instrumento a las dimensiones de esas labores y la cabeza de los trípodes
permiten un amplio movimiento del teodolito, para poder centrar rápidamente este con gran
precisión sobre el punto de estación.
Los hilos del retículo se iluminan por medio de un parasol que tienen en su interior un reflector,
utilizando exteriormente una lámpara. Los instrumentos de fabricación más moderna tienen un
sistema de iluminación del retículo y de los limbos por medio de pequeñas bombillas eléctricas
que se accionan con una pila seca que se guarda en un estuche que tiene el trípode. Como
aditamentos. También están provistos de piezas prismáticas u oculares para dirigir visuales de
gran inclinación y de anteojos suplementarios que se puedan colocar ya sea en la prolongación
del eje horizontal de rotación del anteojo principal o sobre éste y que sirven también en los
casos en que se necesitan observaciones visuales de gran inclinación.
Los puntos de estación deben ser monumentados con un círculo alrededor de cada
punto si esta en el techo, si esta en el piso, debe colocar una línea vertical en la pared y el
numero respectivo de la estación o también clavar en la madera una placa metálica numerada
o codificada.
1.2. ENLACE ENTRE LEVANTAMIENTOS SUBTERRÁNEOS Y DE SUPERFICIE. Los trabajos
topográficos de interior deben ir referidos al mismo sistema de coordenadas empleado
en el levantamiento de superficie. Los levantamientos de exterior se enlazan con
la red geodésica a partir de los vértices geodésicos, cuyas coordenadas geográficas y
UTM han sido calculadas con gran precisión. Para los levantamientos subterráneos se precisa
de puntos situados en el interior y cuyas coordenadas (en el mismo sistema UTM) se
calculan con suficiente precisión.
Un punto importante que se tiene que tener en cuenta es la presencia de agua ácida, de
ser el caso, los puntos se deben marcar con clavos o con remaches de cobre, para luego ser
marcados.
1.5. SEÑALES. Las señales deben estar constituidas por una luz o dispositivos que permiten
iluminarlas como las lámparas. Si la plomada está colgada del punto de estación al techo, para
que resulte visible, se coloca detrás de ella una superficie blanca que se ilumine desde un lado
con una lámpara; cuando el punto está sobre el piso de la labor se puede utilizar una varilla de
Fe o simplemente un lápiz colocado sobre la cabeza del clavo del punto e iluminarlo con la
lámpara.
Esta red puede ser de muchos o pocos triángulos, puede ser una red local o una red enlazada a
una red existente a señales o puntos geodésicos.
El grado de precisión de las medidas de ángulos y distancias dependerá del tipo y calidad de
instrumentos, método empleado y forma de ubicación de los vértices (hitos) se han efectuado
por cálculos o se han determinado por un método grafico
Figuras Geométricas. El triangulo es una figura más utilizada que cubre bien cualquier
terreno, en lugares donde es difícil conseguir un buen grado de precisión por lo
accidentado del terreno, es recomendable reforzar la red de triangulación midiendo la
distancia de todos los lados.
- Trabajar a trabes de la red de triangulación por dos rutas separadas con el objeto de
chequear las observaciones y los cálculos.
- El Angulo opuesto al lado conocido en cualquier triangulo nunca debe ser muy agudo
esto se debe tener en cuenta sin importar si en el trabajo de triangulación se hace
hacia delante o hacia el regreso del comienzo.
- Satisfechas las aclaraciones anteriores se tiene una triangulación simple que será
mayor la precisión que en una triangulación complicada.
3. POLIGONACIÓN SUBTERRÁNEA.
El primer punto de las labores subterránea debe estar enlazado a la red de triangulación. Luego
para ingresar a la labor se continúa con ángulos a la derecha. Los puntos ubicados estratégicamente
punto estación, punto atrás y punto delante de manera que sean observables los tres puntos entre sí.
Mucho antes de que comiencen las labores de extracción de la mina es necesario realizar
un levantamiento topográfico de superficie de la zona que será afectada por la explotación o por
la obra subterránea en cuestión. Como hemos visto, la escala mínima de este levantamiento será de
1:5.000 ya que va a servir, entre otras cosas, para elaborar el plano de superficie
correspondiente.
Un caso especial es el constituido por los trabajos topográficos que permiten enlazar
las labores de interior con el levantamiento exterior, necesarios para referir aquellas al
mismo sistema de coordenadas empleadas en éste (y, en definitiva, enlazar con la red
geodésica) y de los que nos ocuparemos más adelante.
En este capítulo vamos a tratar los métodos planimétricos y altimétricos empleados para
el levantamiento de las labores subterráneas y para la actualización continua de estos trabajos,
especialmente en lo que se refiere a la toma de avances de los frentes de explotación.
3.1. MÉTODO DE LA PLOMADA.- El método de la plomada consiste en colocar las plomadas en los
puntos topográficos subterráneos, la diferencia con la poligonación superficial es que la altura del
instrumento se mide del techo en dirección de la plomada el cual debe caer en el centro del
instrumento, punto central existente sobre el anteojo del teodolito. Y en el caso de la vista atrás,
adelante, las señales también deben colocarse a la altura del instrumento.
En ocasiones se emplea la
intersección directa para el levantamiento de puntos de
difícil acceso y en los cuales resultaría difícil, e
incluso peligroso, situar
una señal de puntería. El procedimiento operativo consiste en estacionar en dos puntos
conocidos, tan alejados entre sí como sea posible, y visar desde cada uno de ellos al otro punto
conocido y al punto que se desea medir. Como sabemos, las coordenadas planas de este último
punto pueden calcularse a partir de las de los puntos conocidos y de las lecturas horizontales
obtenidas.
Esta operación puede realizarse también, como hemos visto, con distanciómetros o
estaciones totales láser, siempre que la distancia al punto de estación no supere el alcance del equipo.
Tampoco es frecuente emplear la fotogrametría terrestre en interior, entre otras razones
por los problemas de iluminación inherentes a los trabajos subterráneos. No obstante, en
ocasiones se realizan levantamientos fotogramétricos situando un equipo giratorio que
proyecta un haz de rayos láser, según un plano vertical, marcando el perfil de la labor. Este perfil
puede ser fotografiado y restituido.
El método más usado es el de itinerario, a través de las galerías y otras labores, completado
con el de radiación para el levantamiento de detalles.
Los itinerarios de interior se realizan y se calculan del mismo modo que los de exterior.
Pero en este caso las dificultades son mayores, como se ha indicado, debido al elevado número
de ejes, a su reducida longitud y a las dificultades de la puesta en estación y de la realización de
las mediciones. Es fundamental poner especial atención en la planificación y en la ejecución de
estos trabajos para evitar una acumulación excesiva de errores.
Según los casos, emplearemos unos u otros de los instrumentos topográficos que
hemos visto. Los teodolitos y estaciones totales nos proporcionan los mejores resultados,
pero en ocasiones habrá que emplear
brújulas y eclímetros para la medida de ángulos y cinta métrica para la de distancias.
ITINERARIO CERRADO.
Los itinerarios cerrados son aquellos en los que el punto final coincide con el inicial. Los
aplicaremos siempre que sea posible, estableciendo un recorrido por las labores que interesa
levantar hasta volver, por éstas o por otras ya levantadas, al punto inicial.
que tiene en cuenta que, si utilizamos un goniómetro que no sea una brújula, los errores
acimutales se van transmitiendo y acumulando a lo largo del itinerario. En el caso de que se
emplee una brújula los errores angulares no se transmiten, ya que la brújula se orienta en
cada estación de forma independiente de las demás estaciones. En este caso, para compensar
los rumbos medidos se aplicará el mismo valor a todos ellos.
por la misma labor hasta regresar al punto de estación. El inconveniente de estos itinerarios es
que, para realizarlos de forma adecuada, conviene que las estaciones del recorrido de ida sean
diferentes de las del recorrido de vuelta, lo que no siempre es factible en labores angostas.
También en este caso necesitamos una visual de acimut conocido, desde la primera estación,
para poder orientar el itinerario.
En otras ocasiones no se dispone más que de las coordenadas de una sola estación, que
puede estar orientada o no estarlo.
En función de los datos disponibles sobre las estaciones inicial (EI) y final (EF) se
pueden dar los siguientes casos:
• EI y EF conocidos y no visibles entre sí. Ninguno de los dos está orientado.- Partimos
de una orientación arbitraria desde EI y resolvemos el itinerario hasta calcular las
coordenadas de EF. Procedemos como en el caso anterior, corrigiendo los azimuts y las
distancias de los tramos del itinerario. La diferencia es que, en este caso, el itinerario no
tiene comprobación.
Como vemos, si sólo se han determinado las coordenadas en los pozos, relacionándolas con la
red exterior, pero no se ha transmitido la orientación al interior, el itinerario tiene solución pero no
se puede comprobar ni compensar, salvo que las estaciones extremas sean visibles entre sí. En
los itinerarios abiertos denominados colgados, podemos calcular las coordenadas de las
estaciones pero no el error de cierre. Esto supone que cualquier error importante puede
pasar desapercibido, lo que resulta arriesgado. La única solución consiste en repetir el itinerario
en sentido contrario, procurando, como hemos indicado, estacionar en puntos distintos a los
anteriores.
3.4.-MÉTODO DE RADIACIÓN.
El método de radiación se aplica desde las estaciones de los itinerarios. Como sabemos, se
puede trabajar con el instrumento topográfico orientado, midiendo directamente los acimutes de
las alineaciones visadas. Si optamos por no orientar el instrumento, será preciso lanzar una visual a
una dirección de acimut conocido (normalmente la estación anterior del itinerario) para poder
trabajar mediante corrección de orientación. Lo más adecuado es realizar conjuntamente los
itinerarios y la radiación, siempre que sea posible. De esta manera ahorramos tiempo y reducimos
la posibilidad de que se produzcan errores groseros, ya que sólo hay que estacionar una vez en
cada punto de estación.
Tal como ocurre con los itinerarios, todos los puntos radiados deben referirse a la red
exterior para trabajar en un sistema de coordenadas común a ambas redes.
Con una segunda cinta levantamos las ordenadas de los puntos, llevándola
perpendicularmente a la primera cinta, que actúa como eje de abscisas.
Los trabajos altimétricos de interior deben estar relacionados con los de exterior. Para
determinar la altitud de los puntos de interior, a partir de los de exterior, utilizaremos alguno/s de
los siguientes métodos:
• Medir, con hilo de acero o cinta metálica, la profundidad del pozo desde la embocadura
hasta cada uno de los niveles de la explotación.
• Medir con distanciómetro, o estación total, la profundidad del pozo mediante una visual
vertical.
• Realizar un itinerario altimétrico a través de una rampa de acceso al interior.
Una vez calculada la altitud de algún punto del interior, se arrastra a todos los puntos
que se levanten, sean estaciones de itinerarios o puntos radiados. Como en planimetría,
conviene que los itinerarios altimétricos sean cerrados o encuadrados, para poder calcular y
compensar los errores de cierre.
En muchas ocasiones, las señales que marcan las estaciones de los itinerarios estarán
situadas en el techo de la labor, por lo que puede ser conveniente realizar la nivelación por éste
y referirla a dichas señales. En otras ocasiones, la nivelación se hace por el piso y va referida a señales
situadas en éste o a la proyección sobre él de las señales situadas en el techo. En cada ocasión
debe quedar perfectamente especificado a cuál de los dos casos se refiere la coordenada Z de cada
punto.
Por lo demás, se utilizan en interior los mismos métodos que en exterior: nivelación
trigonométrica y nivelación geométrica. Cuando la inclinación de la labor se haya medido con un
eclímetro colgado, mediremos también la longitud l de la misma y calcularemos el desnivel entre
sus puntos extremos con la expresión:
ΔZ = l sen α
siendo α la inclinación respecto a la horizontal (altura de horizonte). Para arrastrar la altitud de
un punto a otro hay que tener en cuenta si la inclinación de la labor es en sentido ascendente
(desnivel positivo) o descendente
(Desnivel negativo).
3.7.-NIVELACIÓN TRIGONOMÉTRICA
siendo:
• t: tangente topográfica. Será positiva en las visuales ascendentes y negativa en las
descendentes. Se aplica con su signo.
Como en los casos anteriores, t se aplica con su signo. En este caso, el desnivel está medido
con relación al techo de la labor.
B
Y la altitud de B se calcula, a partir de la de A, mediante: ZB = ZA + ZA
Empleando el método del punto medio, cada punto que se nivela se refiere al anterior,
no al punto de estación. Por tanto, no es necesario señalar de forma permanente los puntos de
estación utilizados.
B
En este caso, la expresión a emplear es la siguiente: ZA = mB – mA
4. CÁLCULOS DEL LEVANTAMIENTO.- Antes de proceder a los cálculos es necesario hablar del
cuaderno de cálculo donde se llevan a cabo los apuntes que es necesita para hacer los cálculos. El
cuaderno de cálculo tiene una gran importancia en los trabajos de topografía minera, pues en los
trabajos de topografía superficial el trabajo concluye en la mayoría de los casos, con el dibujo del
plano y tanto las libretas de campo como los cuadernos de cálculo se guardan para hacer luego
algunas referencias que no es común hacerlo.
También es necesario comprobar si los ángulos horizontales apuntados corresponden con los
rumbos tomados desde cada estación con la brújula, también es necesario revisar
cuidadosamente los signos de las alturas del instrumento y alturas de la señal, así también los
que corresponden a los ángulos verticales, para salvar cualquier equivocación que es haya
cometido.
4.1. Corrección de cintadas. La corrección de temperatura está dada, como se sabe, por la
fórmula:
ct = c (t – t0 ) l…………………………………………(2)
La corrección de catenaria si es importante, cuando las distancias son mayores de 390 metros.
la formula para el caso de un solo tramo libre, que es el que se presenta en las mediciones
hechas entre el eje horizontal del instrumento y el punto o señal en la estación es, como se
sabe:
Se calcula multiplicando las cintadas corregidas respectivamente por el coseno y por el seno del
Angulo de inclinación, poniendo además a la distancia vertical el mismo signo de dicho Angulo.
Obteniéndose de la siguiente forma.
DH = longitud x coseno X
DV = longitud x seno X
X = D Sen Z Y = D Cos Z
Y los signos de las coordenadas son las que corresponden a los senos y cosenos de z de acuerdo
al cuadrante ubicado.
El cálculo de estas coordenadas con sus signos son las coordenadas parciales del punto.
Al sistema ortogonal se le asigna valores altos en las coordenadas. Los signos de la suma
algebraica se desplazan arbitrariamente al origen de los ejes coordenados de una magnitud
suficiente para que dicha den siempre cantidades positivas. Los valores así calculados se llaman
valores absolutos o coordenadas absolutas de los puntos.
No debe olvidarse que al empezar una poligonal dentro de cualquier labor debe tomarse la cota
conocida de una estación anterior, sin olvidarse el signo mas o menos si la estación esta en el
techo o en el piso. Se puede presentar ocho casos.
ESTACION PUNTO B
01. Piso (arriba) Piso cota B = Cota A + (+AI )+ (+DV)- (+AS)
02. Piso (abajo) pisocota B = Cota A + (+AI )+ (-DV)- (+AS)
03. Piso (arriba) techo cota B = Cota A + (+AI )+ (+DV)- (-AS)
04. Piso (abajo) techo cota B = Cota A + (+AI )+ (-DV)- (-AS)
05. Techo (arriba) piso cota B = Cota A + (-AI )+ (+DV)- (+AS)
06. Techo (abajo) piso cota B = Cota A + (-AI )+ (-DV)- (+AS)
07. techo (arriba) techo cota B = Cota A + (+AI )+(+DV)- (+AS)
0.8 techo (abajo) techo cota B = Cota A + (+AI )+(+DV)- (+AS)
4.9. Planos:
El grado de precisión del levantamiento depende por supuesto del objeto para el cual se
ha hecho. si la escala del plano se ha escogido anteladamente de acuerdo con determinadas
necesidades, es ella la que nos va indicar una norma con respecto a la precisión que debe
tener el levantamiento y a la cantidad de detalles que es preciso tomar. Por ejemplo, si la
escala escogida es de 1/5000 resulta imperceptible toda dimensión menor que un metro que,
a dicha escala, estará representada por 1/5 de milímetro, es decir por un punto hecho en el
papel con un lápiz duro bien afilado; en cambio, si la escala que se necesita es de 1/500 ; en el
plano deberá aparecer todos los detalles cuyas dimensiones sean superiores a un decímetro.
No hay que olvidar que los puntos de las poligonales que sirven de apoyo al levantamiento
deberán medirse con precisión mayor para evitar la acumulación de errores.
El plano se dibuja en los casos generales a la escala en 1/500 o de 1/1000. la escala 1/500
permite tener un espacio de 500 m. de terreno en un metro del papel del plano; la escala de
1/1000 permite tener un espacio de un kilómetro de terreno en un metro del papel del plano
y es la escala que mas se emplea para los planos de conjunto del laboreo minero. Cuando se
trata de trabajo de gran extensión el levantamiento se dibuja en varias hojas, lo que resulta
más cómodo para el uso que tener todo el dibujo en una sola hoja de grandes dimensiones.
La clase de papel empleado en el dibujo tiene una gran importancia, tratándose de planos
que van a ser consultados muy a menudo. El valor que representa de dibujar un plano es
siempre mucho mayor que el costo del mejor papel, de modo que debe escogerse la más alta
calidad de papel de dibujo. Conviene escoger un papel fuerte, preferiblemente forrado en tela
por el reverso, de una superficie suave, para que el dibujo pueda hacerse con exactitud y los
colores que se deseen aplicar resulten uniformes. Hay que tomar en cuenta que los planos
deben durar muchos años y que van ha ser sometidos a un trabajo rudo. Conviene doblar una
cinta engomada en todo el borde de las hojas de dibujo, para impedir que se rompa con
facilidad.
4.10. Dibujo:
El dibujo de las estaciones se hace siempre por coordenadas rectangulares, empleando
como eje la dirección sur – norte, este – oeste, para el primero se puede
Emplearse el meridiano geográfico o simplemente el meridiano magnético.
4.11. Dibujo del sistema de coordenadas:
Primeramente debemos trazar con exactitud las líneas de coordenadas. Estas líneas se
dibujan paralelas y a ángulos rectos con el meridiano, pasando por el punto de origen y
debe tenerse gran cuidado de dibujarlas con toda exactitud, porque todas las medidas se
van ha hacer a partir de esas líneas. Si el papel se encoge o se estira, de manera que los
espacios entre las líneas de coordenadas no corresponden a la escala original usada.
Se traza una línea A-B, a lo largo de la hoja de papel, con una regla; la línea debe estar
más o menos, al centro de la hoja y paralela a los lados, consiguiéndose los mejores
resultados si para esto se usa una regla de acero. Desde un punto mas o menos central,
como C, se trazan dos arcos de círculo, del mismo radio, que dan los puntos D Y E; y D y E,
como centros, con el radio mas largo que sea posible, se trazan arcos cuyas
intersecciones den los puntos F y G. se traza luego una línea de unión F y G, que debe
pasar por C y que será perpendicular a A- B, debiendo escogerse los arcos y los centros de
manera que den buenas intersecciones. Desde F y G , con un radio c-d, se trazan arcos a
la derecha y la izquierda y desde D y E, con un radio C-F = C-G, se trazan arcos arriba y
abajo ,interceptando los arcos trazados desde F y G ; tenemos así los vértices del
rectángulo H, K, L y M. se unen estos vértices , que dan los lados del rectángulo principal
casi tan grande como la hoja de papel, para lo cual se necesita un compás de brazo
especial, la precisión del dibujo puede comprobarse midiéndose las diagonales K-L y H-M
que deben ser iguales. Si el punto C va ha ser el punto de origen y las líneas F-G el
meridiano, se toma un compás de puntas, se le habré a la distancia que se le desee tener
entre las coordenadas, digamos por ejemplo 5cm, y se van marcando con el compás estas
distancias desde los puntos F y G al E. y al O. a lo largo de las líneas de arriba y de abajo
del rectángulo, dando así los puntos a, b, c, etc. Y desde los puntos D y E hacia el N. y
hacia el S. se marcan de la misma manera los puntos Z, I, etc. Se traza ahora una serie de
líneas verticales y horizontales, con los puntos correspondientes de los lados del
rectángulo principal y queda la hoja medida en los cuadrados necesarios.
Hay que tener en cuenta la escala a la que se van a trazar las líneas, pues las distancia
entre ellas si es menor a una distancia de 5 en 5 cm. Resulta demasiado visible,
provocando confusión con las demás líneas del mapa. Dibujándolas de 5 en 5cm.
Estos anteojos se ajustan al anteojo principal y son generalmente un poco más pequeños que
este.
Al tomar visuales muy inclinadas, hay que tener cuidado de colocar el instrumento de manera
que las patas del trípode no queden en tal posición que obstruyan la visual del anteojo
excéntrico. Esta dificultad se elimina por completo y se obtiene, además, un montaje muy
firme, si se asegura el instrumento en un cuartón de madera apoyado en las paredes de la
galería del pozo de la misma manera que a la cabeza del trípode, con una pieza especialmente
fabricada para este objeto.
por una parte con una chimenea o pique vertical, y por otra, por medio de un túnel muy inclinado, u
otro trabajo cualquiera. En tales casos puede prolongarse subterráneamente el levantamiento por
el túnel o el inclinado usando teodolito y puede colgarse en la chimenea, (parte superior) una
plomada que conecte dos puntos de levantamiento, uno en la superficie y otro subterráneo.
Antes de haber colgado la plomada se procede a encontrar el punto de referencia que por
medio del cual ubicaremos el punto topográfico.
7. POZOS-SONDAJES. Son excavaciones, más o menos anchas y profundas, excavadas en el suelo, cuyo
objetivo es el de proporcionar acceso o crear una conexión con el subsuelo.
Este acceso puede ser utilizado para la extracción de la roca y el mineral, personal y material de
transporte, ventilación, etc. No son necesariamente verticales, algunos son inclinados siguiendo la
pendiente de una veta para explotar. Lo más normal es que sean verticales y en forma rectangular,
circulara o elíptica. En Europa utilizan más la forma circular, por lo que es la que ofrece más
resistencia a las presiones de los terrenos. El diámetro varía de 1 a 2 metros, para posos de servicio
y de 5.5 a 8 para posos de extracción. En América latina la forma más utilizada es la rectangular y su
coeficiente de utilización es más ventajoso.
La forma elíptica no es muy frecuente.
7.2. REVESTIMIENTO.- A los pozos que serán utilizados por muchos años en la extracción, se
le aplica un revestimiento, llamado estibación, ésta estibación puede estar constituidos por
materiales clásicos como la madera, el ladrillo, hormigón, también se emplean dovelas
prefabricadas o tramos cilíndricos de fundición o de acero.
7.3. SONDAJES.- Los sondeos darán información sobre las distintas capas, su consistencia y su
grado de humedad. La perforación con barrenos es el método más usado, por razones de
flexibilidad, rapidez y economía, el diámetro de los agujeros varían de 100 a 400 metros y la
profundidad puede variar ampliamente los 100 metros. Se hace el agujero por métodos de
percusión, alzando y dejando caer la herramienta necesaria según el tipo del terreno, o haciendo
girar por medio de una varilla una broca de perforar o un barrenador se entiban con tubos de acero
que se hacen bajar por el agujero. Aunque la barrena haya fragmentado la roca, e puede identificar.
8. REPLANTEO DE PUNTOS. Podemos decir que conviene en la actualidad dos metodologías aplicables
al replanteo de túneles. La primera es heredada de los primeros largos túneles, construida entre
finales del siglo pasado y comienzos de éste, época en que se disponían de teodolitos ópticos de
precisión, pero no de aparatos para la medida electrónica de distancias
9. TRAZADO DE TÚNELES.
La medida en que se logra este propósito depende de las condiciones geológicas existentes de
la medida en que el ingeniero está consciente de ellas y las puedo tomar en cuenta. Por lo tanto una
interpretación exacta de la geología es un prerrequisito esencial para un diseño lógico.
En este libro no se pretende tratar la interpretación geológica, básica requerida en esta primera
etapa del proceso de diseño. Esta maturín ha sido examinado en logros de texto como el de Krynine y
Judo y se da por hecho que el lector se ha familiarizado con este material o que tiene acceso a asesoría
geológica competente. La importancia del conocimiento general de la geología se resume en la siguiente
cita tomada de un artículo de Wahlstrom:
“Los estudios de geología superficial, mediciones geofísicas y perforaciones de exploración
proporcionan directa útil, pero de igual importancia para el geólogo puede ser conocimiento de la
geología regional y la historia geóloga local, así como conocer a fondo el modo en que reacciona la roca
al ambiente semicuantitativa muy útil de las características geológicas que encontrará en las
profundidades más no su localización exacta”
Aunque no trataremos los principios geológicos básicos, será necesario considerar algunas de
los métodos de investigación de sitios que existen para recabar información geológica. La
representación gráfica de esta información es parte importante de la cadena de información entre
geólogos ingenieros y de esto se hablará en un capítulo posterior.
La necesidad de hacer pronósticos cuantitativos sobre la cantidad, la inclinación y la orientación
de los accidentes geológicos y de las posibles propiedades mecánicas de la roca que los encierra, ha sido
desde hace mucho tiempo parte del trabajo del ingeniero geotécnico. Corriendo el riesgo de ofender a
los juristas de la geología que aseguran que su ciencia no se puede cuantificar de la manera como lo
quisieran los ingenieros, algunos geotecnólogos han sido muy útiles en los primeros tareas del diseño
de la excavación subterránea. Cuando se tiene que diseñar gran cantidad de excavaciones en las
categorías A y B para un trabajo de minas o de explotación subterránea, el uso de alguna forma de
clasificación de calidad de roca para determinar las necesidades, puede ser la única manera práctica y
económicamente factible. Para reconocer la importancia de este papel se ha pasado revista de los
sistemas de clasificación de roca y se ha dedicado todo un capítulo a su utilización en la ingeniería de
excavación subterránea.
Una vez que se determina, de acuerdo a la interpretación geólogo, que probablemente habrá
problemas de estabilidad, será necesario entrar en los puntos además detallo que señala la parte baja.
En cuáles puntos nos quedaremos, depende obviamente del grado de riesgo que se prevé, de la clase de
excavación y de las limitaciones prácticas y económicas dentro de las cuales el ingeniero tiene que
trabajar.
Cuatro fuentes principales de inestabilidad se identifican en la tabla:
a. La Inestabilidad ocasionada por una geología estructural adversa suele ocurrir en rocas duras
que tienen fallas y fracturas y donde varias series de discontinuidades tienen una fuerte
inclinación. La estabilidad puede a veces mejorarse con la realización o reorientación de las
excavaciones pero casi siempre se necesitan también refuerzos bastante importantes. Las
anclas, develas y cables son muy efectivos para su soporte a esta clase de macizos rocosos, con
la condición de que se tomen en cuenta sus características estructurales para el sistema de
adomado.
b. La inestabilidad debido a esfuerzos exagerados en la roca también se relaciona con roca dura y
puede ocurrir en minas a gran profundidad o cuando se hacen excavaciones muy grandes a
estas profundidad. Condiciones pocos frecuentes de esfuerzos, como los que se encuentran
cuando se excava en regiones muy accidentadas o donde haya rocas de muy baja resistencia,
también pueden dar lugar a problemas de inestabilidad causados por tensiones. El cambio en la
forma de la excavación y la reubicación de la misma son muy útiles para sobrellevar estos
problemas pero también puede necesitarse ademe.
c. La inestabilidad debida a la meteorización y/o expansiones, generalmente se relaciona con una
roca más bien mala pero también puede presentarse en grietas aisladas dentro de una roca
sana. El remedio mas eficaz que se aplicará en tal caso es el de proteger la superficie rocosa de
cambios importantes de humedad.
d. La inestabilidad debida a presiones o flujo excesivo de aguas subterráneas puede presentarse
en cualquier macizo rocoso, pero normalmente no alcanzará serias proporciones si no está
asociada con alguna de las otras formas de inestabilidad que ya se ha mencionado. Desviar el
flujo de agua con concreto y reducir su presión por medio de drenes son generalmente los
remedios mas eficaces.
En un sitio dado, dos o más formas de inestabilidad pueden ocurrir juntas y a veces puede ser
difícil decidir un método de diseño racional. Es mas en algunos casos el diseño mas adecuado
para una de las formas de inestabilidad puede resultar un detrimento de l otra y entonces el
ingeniero confronta la necesidad de llegar forma de compromiso práctico.
A esta altura es necesario insistir sobre el papel del criterio del ingeniero. Un macizo rocoso es
un conjunto complejo de materiales diferentes y es muy poco probable que su comportamiento
sea el de los modelos sencillos que constituyen los ingenieros a los geólogos para comprobar
los fenómenos que se presentan cuando la roca se somete a cargas. Estos modelos, de los
cuales se describen muchos en este libro, no deberán usarse más que como auxiliares en el
diseño de excavaciones subterráneos y en todo momento habrá que tener presente las
suposiciones en las que se basan y sus limitaciones. Un buen diseño de ingeniería es aquel que
está “balanceado” y en el que se toma en cuenta la interacción de todos los factores; aun
aquellos que no se pueden cuantificar. Se cita de un artículo reciente: “La responsabilidad del
ingeniero proyectista no es de computar con exactitud sino de juzgar acertadamente.