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Comerciante Individual Trabajo Completo
Comerciante Individual Trabajo Completo
1.1. Desde el punto de vista económico. - es comerciante quien hace la actividad comercial una
profesión, bien sea porque dirige directamente un establecimiento mercantil, o porque presta
servicios como factor o empleado de un comerciante individual, como apoderado, director o
gerente de una sociedad mercantil.
1.3. Según nuestro código de comercio. - Nuestro aún vigente código de comercio de 1902
precisa la condición de los comerciantes en estos términos:
1.- Los que, teniendo capacidad legal para ejercer el comercio, se dedican a él
habitualmente.
2.- Las compañías mercantiles o industriales que se constituyen con arreglo a este
código.”
1
En referencia al concepto jurídico del comerciante individual, el C. de C. señala dos
notas configurativas: una, la capacidad, el elemento tomado del derecho civil, y otra,
determinada por un elemento de carácter real, como es la realización de una serie de actos
comerciales practicados en forma habitual, es decir, repetidos constantemente y no en forma
ocasional o esporádica. No establece el código diferencias en cuanto al volumen o
significación económica de las actividades que se ejercen. Tan comerciante es una poderosa
entidad comercial como el pequeño comerciante ambulatorio, si bien con posterioridad a las
disposiciones de código se han dictado leyes de orden tributario que eximen a los pequeños
comerciantes con limitado número de venta de ciertas obligaciones, como las de llevar todos
los libros de contabilidad, pues deben llevar únicamente los de inventarios y caja o
únicamente libretas.
La capacidad legal a que alude el inc. 1 del art. 1° del C. de C. hace referencia en
términos generales a la capacidad establecida por el CC. Aunque el concepto admite una
diferenciación que precise sus alcances.
El art. 4° del C. de C. alude a tres situaciones: ser mayor de edad, ser menor
legalmente emancipado y tener libre disposición de los bienes.
Conforme a reglas del CC. La mayoría de edad se adquiere a los dieciocho años
(art.42°) y el menor podrá legalmente emancipado o emanciparse a partir de los dieciséis (art.
44°). Lo mismo dispone el art. 30° de la constitución de 1993.
2
Desde otro punto de vista cabe distinguir las dos clases de capacidad que se
reconocen en derecho: la capacidad de goce y la capacidad de ejercicio. Si bien los menores
no emancipados y los incapacitados en general no tienen capacidad de ejercicio, si tienen
capacidad de goce y en tal condición pueden continuar, por intermedio de sus representantes
legales, o por medio de factores, el comercio que hubiera ejercido sus padres o sus
causantes (art. 5° del C. de C.). en este caso los factores o representantes no ejercen el
comercio para sí, sino para el menor o el incapaz, quienes resultarían los titulares de la
actividad comercial.
La capacidad para ser comerciante se atribuye sin distinción de sexo, tal como ocurre
con la capacidad civil.
El ejercicio del comerciante está permitido no solo a los peruanos sino también a los
extranjeros, de acuerdo a lo establecido en los artículos 63° y 71° de la constitución de 1993.
En efecto, el artículo 63° señala que la inversión nacional y la extranjera se sujetan a las
mismas condiciones y que la producción de bienes y servicios y el comercio exterior son
libres. En tanto el art.71°precisa, en cuanto a la propiedad, que los extranjeros, sean personas
naturales o jurídicas, están en la misma condición que los peruanos, sin que, en caso alguno,
puedan invocar excepción ni protección diplomática; con la excepción que dentro de
cincuenta kilómetros de las fronteras, los extranjeros no pueden adquirir ni poseer por título
alguno, minas, tierras, bosques, aguas, combustibles ni fuentes de energía, directa ni
indirectamente, individualmente ni en sociedad, bajo pena de perder, en beneficio del estado,
el derecho así adquirido. Se exceptúa el caso de necesidad pública expresamente declarada
por decreto supremo aprobado por el consejo de ministros conforme a ley.3
Es decir, estos actos deben practicarse como una profesión, como un medio de vida,
como fuente recursos, aunque no sea la principal ni la única. Por ejemplo, un individuo puede
pagar sus jornales en cheque al banco, pero ese sujeto por la sola realización de esos actos
no adquiere la calidad de comerciante, porque no los realiza como un medio de vida sino para
cumplir sus obligaciones. En cambio, un banquero que emite cheques y descuenta letras,
como esa es su profesión, si es un comerciante en el sentido jurídico de la palabra. La
3
habitualidad es la cualidad o condición social que asume el que realiza actos de comercio en
nombre propio, a fin de manifestar la intención que tiene de buscar en la ejecución de dicho
acto un provecho permanente.
Los comerciantes al realizar los actos de comercio deben tener el propósito de obtener
un lucro. No es necesario que la ganancia realmente se obtenga, basta simplemente que
exista in mente.
Al respecto hay que considerar las dos formas de incapacidad que contempla el CC, la
incapacidad absoluta y la incapacidad relativa (arts. 43° y 44°).
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sustitutoria del decreto legislativo N° 845, ley de reestructuración patrimonial, que sustituyó al
decreto ley N°26116, y complementario de la ley N° 27295 (ley modificatoria y
complementaria del texto único ordenado de la ley de reestructuración patrimonial), es la
norma que regula la situación de la empresa deudora que no puede cumplir con el pago de
sus obligaciones ante sus acreedores. De conformidad con dicha norma los acreedores
deciden si el deudor continúa con la administración de la sociedad o ésta se encarga a un
tercero; si, luego se llega a la conclusión de que no existen bienes suficientes para el pago de
la deuda, se pide la liquidación de la empresa. Si del proceso de liquidación y venta de bienes
resulta que no existen más bienes, compete al liquidador pedir al juez que constate dicha
situación y declare la quiebra. Con dicha resolución se procede a inscribir en el registro la
extinción de la empresa. Se puede apreciar pues que no existe posibilidad de que el quebrado
asuma la administración de la empresa, sino que es el deudor declarado concursado, más no
el declarado quebrado, quien puede administrar la empresa con el consentimiento de sus
acreedores. Al amparo de la ley derogada, la declaración del sujeto como quebrado lo
limitaba en su capacidad, pues originaba que se le detraiga de la administración de sus
bienes; en la actualidad dicha capacidad también se ve disminuida con la declaración de
concursado del deudor, sin embargo, la situación del deudor concursado no es la misma que
la del quebrado. En la ley vigente, prácticamente la situación del quebrado es irreversible, en
tanto que la del deudor concursado es reversible, y la orientación de la norma apunta a lograr
que el deudor cuente con el apoyo de sus acreedores para que vuelva a ingresar al mercado
en condiciones normales y competitivas.4
4. CLASES DE COMERCIANTE.
De acuerdo con lo establecido por el Art. 1 del código de comercio podemos decir que los
comerciantes pueden ser de dos clases.
4.1. COMERCIANTES SINGULARES: Son las personas individuales o físicas que teniendo
capacidad legal para contratar realizan habitualmente actos de comercio.
El estado tiene como fin primordial satisfacer las exigencias públicas, salvando las
deficiencias de las instituciones sociales, pero puede, en algunas ocasiones ejercitar actos de
comercio. El estado actúa como comerciante cuando al ejercitar el comercio se propone como
fin inmediato obtener un lucro; como cuando administra un ferrocarril para obtener rentas, o
cuando se reserva la explotación de ciertas industrias o productos como la sal, el guano,
cigarrillos. Lo mismo puede decirse de las corporaciones como la beneficencia pública, que
realiza con el ramo de las loterías acto de comercio. Al respecto Ulises Montoya escribe :”
Admitido que el acto de comercio es tal sin que su carácter dependa de que sea realizado por
un comerciante, cabe la posibilidad de que el estado y las corporaciones o entidades de
derecho público los practiquen quedando por este hecho sometidos a las disposiciones del
Código de Comercio y de las demás leyes de la actividad privada, bien sea que tales actos se
realicen directamente, o mediante servicios públicos descentralizados , o por empresas
estatales, o mediante la participación del estado en las sociedades de economía mixta”.
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priman acerca de lo que se entiende por comerciante, pero estos matices se verán más
adelante en un capítulo aparte.
Todo comerciante está sujeto a obligaciones de diversa índole. Citaremos las más
importantes:
5.1. Municipales.
5.1.1. Presentar declaración de capital en formulario que la misma Municipalidad proporciona.
5.1.2. Pagar la patente del negocio.
5.1.3. Pagar los derechos publicitarios (carteles, letreros, etc.)
5.2. Sanitarias.
5.2.1. Mantener al día la autorización sanitaria del funcionamiento del negocio.
5.2.2. Respetar las disposiciones legales contempladas en el reglamento Sanitario.
5.3. Contables.
5.3.1. Llevar los libros de contabilidad que exige el Código de Comercio (Diario, Mayor e inventario y
Balances).
5.3.2. Llevar otros libros de contabilidad que complementen los anteriores.
5.3.3. Conservar los libros hasta el término del negocio.
5.3.4. Dejar copia de la documentación despachada.
5.3.5. Archivar la documentación recibida.
5.3.6. Por las ventas, extender boletas de compra-venta o factura, según corresponda.
5.3.7. Practicar y conservar un Balance General, al 31 de diciembre de cada año.
5.4. Tributarias.
5.4.1. Pagar, oportunamente, los impuestos retenidos por concepto de IVA, pagos
PROVISIONALES, impuesto a la RENTA.
5.4.2. Pagar el impuesto por concepto de utilidad según el Balance Tributario.
5.4.3. Timbrar ante el Servicio de Impuestos Internos, los libros de Contabilidad, facturas, boletas de
compraventa, etc.
5.5. Laborales.
5.5.1. Extender los contratos de trabajo.
5.5.2. Pagar oportunamente, sueltos y salarios del personal.
5.5.3. Respetar los días de descanso dominical y feriados legales.
5.5.4. Respetar los derechos de la mujer en cuanto guarda relación con la maternidad, en especial
las licencias de pre y posnatales.
5.5.5. Conceder las vacaciones legales a que los trabajadores tienen derecho.
5.5.6. Pagar al personal las horas extraordinarias de trabajo.
5.5.7. Pagar los sueldos y salarios mínimos que determine la ley.
5.6. Provisionales.
5.6.1. Avisar, oportunamente, a las instituciones provisionales la contratación de servicios de
personal.
5.6.2. Comunicar, oportunamente, la cesación de servicios de personal.
5.6.3. Pagar, oportunamente, a la Asociación de Fondos de Pensiones (AFP), Instituto de
Normalización Provisional (INP) e Instituciones de Saludo Provisional (ISAPRE) las
retenciones provisionales hechas al persona
6. EL CONYUGE COMERCIANTE
Según el art. 6° del C. de C. la mujer casada para ejercer el comercio debía ser
autorizado por el marido, mediante escritura pública inscrita en el registro mercantil. Esta
norma guardaba relación con lo dispuesto en el art. 173° del CC. De 1936, que facultaba a la
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mujer a ejercer cualquier profesión o industria, así como efectuar cualquier trabajo fuera de la
casa común con el consentimiento expreso o tácito del marido. En caso que éste negara el
consentimiento la mujer podía ser autorizada por el juez, siempre que probara que esta
medida la justificara el interés de la sociedad conyugal o de la familia. El régimen matrimonial
se basaba en el principio de la potestad marital.
El CC. De 1984 adoptó una posición diferente, equiparando la situación del marido y la
mujer, de acuerdo con lo establecido en el inc. 2 del art. 2° de la constitución de 1979 vigente
en ese entonces. De allí que establezca en el art. 293° del CC. De 1936, cuando señala que
cada cónyuge puede ejercer cualquier profesión o industria permitidas por la ley, así como
efectuar cualquier trabajo fuera del hogar, con el asentimiento expreso o tácito del otro. Si
éste lo negare, el juez puede autorizarlo, si lo justifica el interés de la familia. Dentro del
concepto genérico de profesión puede entenderse el de comerciante. La autorización para el
ejercicio del comercio la deben ambos cónyuges, y ésta puede ser tacita o expresa (art. 141°
CC).
No hace referencia el código a escritura pública que deba ser objeto de inscripción
registral alguna.5
El CC. De 1984 establece (art. 294°) que uno de los cónyuges asume la dirección y
representación de la sociedad conyugal; si el otro está impedido por interdicción u otra causa;
si se ignora el paradero del otro cónyuge o éste se encuentra en un lugar remoto; o si el otro
ha abandonado el hogar.
Hay otros supuestos en los que procede la autorización judicial, como la que se infiere
del art. 293° del CC. Que establece que si uno de los cónyuges niega su asentimiento para
que el otro ejerza cualquier profesión o industria, así como para efectuar cualquier trabajo
fuera del hogar, puede recurrir al juez para que los autorice, si lo justifica el interés de la
familia.6
Asimismo, el artículo 308° señala que los bienes propios de uno de los cónyuges, no
responden de las deudas personales del otro, a menos que se pruebe que se contrajeron en
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provecho de la familia; y en cuanto a las responsabilidades, el artículo 317° contempla que los
bienes sociales y, a falta o por insuficiencia de éstos, los propios de ambos cónyuges,
responden a prorrata de las deudas que son cargo de la sociedad.7
Hay casos en que determinadas personas, no obstante gozar de capacidad legal para
ejercer el comercio, no pueden hacerlo porque desempañan funciones que la ley considera
compatibles con la actividad comercial. La prohibición supone que la persona es capaz, pero
no puede actuar como comerciante ni tener esta calificación legal. Si contraviniendo la
prohibición ejercen el comercio, los actos que realicen son inválidos, pero el actor queda
sujeto a las medidas con que se sanciona a quien infringe el impedimento. La situación es,
pues, diferente a la que resulta de la capacidad. El incapaz no puede ejercer el comercio con
efectos legales; si lo hiciese, los actos serían nulos.
Estos diversos supuestos inspiran el artículo 14° del C. de C., que indica quiénes no
pueden ejercer la actividad comercial por sí mismos o por medio de otros, ni tener cargo o
intervención directa, administrativa o económica, en sociedades comerciales o industriales.
Dicho artículo 14° alude a la circunscripción territorial en las que el ejercicio del
comercio es incompatible con determinadas funciones públicas como es el caso de los
magistrados en servicio activo, con exclusión de los Jueces de Paz o suplentes de los
magistrados judiciales (inc.1); de los jefes políticos o militares de departamentos, provincias o
plazas (inc.2); y de los empleaos en la recaudación y administración de fondos del Estado
nombrados por el Gobierno (inc.3).
Con referencia a los jefes políticos o militares, se trata de evitar que, al ejercer el
comercio, que es actividad lucrativa, el afán de ganancias puede inducirlos a usar el poder del
que disponen en beneficio propio, influyendo en la competencia o suprimiendo ésta, en forma
abierta o subrepticia. Estas consideraciones han llevado a establecer prohibiciones más
extensas para tales personas. Respecto a las autoridades políticas existe la Revolución
Suprema de 5 octubre de 194, que prohíbe el desempeño simultáneo del cargo Prefecto o
Subprefecto con el empleo en firmas comerciales o industriales.
7
Ulises Montoya Manfredi. Derecho Comercial: Tomo I, Pág. 98
8
Finalmente, el inciso 5 contiene una norma de remisión respecto a quienes por leyes y
disposiciones especiales están prohibidos de comerciar en determinados territorios. Por regla
general se trata de proteger el interés privado del titular de una empresa mercantil contra la
competencia que pueden hacerles personas vinculadas a ellas por una relación de sociedad o
dependencia. En el caso de los directores y agentes (arts. 180° y 189°, LGS), de los factores
y dependientes (art. 282° y 290° del C de C.); los capitanes del buque y los sobrecargos, en
ciertas condiciones (art. 626° y 664° del C de C.); de los gerentes de las sociedades de
responsabilidad limitada (art. 287°; LGS).8
Admito que el acto del comercio es tal sin que su carácter dependa de que sea
realizado por un comerciante, cabe la posibilidad de que el estado y las corporaciones o
entidades de derecho público los practiquen, quedando por este hecho sometidos a las
disposiciones del C. de C. y de las demás leyes de la actividad privada, bien sea que tales
actos se realicen directamente o mediante servicios públicos descentralizados, o por
empresas estatales, o mediante la participación del estado en las sociedades de economía
mixta.
Sería suficiente para ese efecto la comprobación de ciertos actos que, aunque no sean
mercantiles, revelen el propósito de quien los realiza de dedicarse a la actividad comercial. Se
trataría de los actos preparatorios de una explotación legal del ejercicio del comercio, como
son los anuncios públicos, mediante avisos rótulos, etc., a que alude el art. 3° del C de C.
8
Ulises Montoya Manfredi. Derecho Comercial: Tomo I, Pág. 99
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operaciones liquidatorias, pues durante el proceso de la liquidación sigue actuando como tal.
Asimismo, en casos de quiebra, e imposición de condena de interdicción civil.
Para que el comerciante individual pueda ejercer el comercio en el Perú debe tener
conforme a las leyes de su país, capacidad para contratar y para ejercer el comercio, de
modo que, si éste estuviera sometido a un régimen de restricciones, a él quedaría sometida.
Además, también se aplicaría las causales establecidas en el art. 13° del C.c. o sea en los
casos de estar sufriendo la pena de interdicción civil mientras no hayan cumplido la condena
o hayan sido amnistiados o indultados y los declarados en quiebra mientras no obtuvieran
rehabilitación, supuestos en los cuales tampoco podrán tener cargo ni intervención directa,
administrativa o económica en compañías mercantiles o industriales.
En todo contrato del Estado y de las personas de derecho público con extranjeros
domiciliados en el Perú consta el sometimiento de éstos a las leyes y órganos jurisdiccionales
del país y su renuncia a toda reclamación diplomática. Pueden ser exceptuados de la
jurisdicción nacional los contratos de carácter financiero.10
9
Ulises Montoya Manfredi. Derecho Comercial: Tomo I, pág. 100.
10
Ulises Montoya Manfredi. Derecho Comercial: Tomo I, Pág. 101.
10
La Empresa Individual de Responsabilidad Limitada (EIRL) es una de las formas en
que se puede desarrollarse actividades de la pequeña empresa y micro empresa, a tenor de
los dispuesto en el Decreto Ley N°21621, que regula esta forma empresarial, estando en
consecuencia, en aptitud de desarrollar actividades comerciales, pues a tenor del artículo 8°
de dicha ley, se reconoce a la EIRL carácter mercantil. Esta nueva forma empresarial es el
vehículo a través del cual se desarrollan actividades de pequeña empresa, por lo menos esa
fue la intención cuando el artículo 1° de dicha ley señaló que la empresa individual de
responsabilidad limitada se constituye para desarrollar en forma exclusiva actividades de
pequeña empresa, reguladas en ese entonces por el Decreto Ley N° 28015. La ley N°27144
ha introducido algunas modificaciones al Decreto Ley N° 21621 en cuanto al objeto social e
indica que la empresa circunscribe sus actividades a aquellos negocios u operaciones lícitas
cuya descripción detalla constituyente su objeto social. Se entiende que están incluidos en el
objeto social, todos los actos relacionados con éste y que coadyuven a la realización de sus
fines empresariales, aunque no estén expresamente indicados en el pacto social o en su
estatuto. La empresa no puede tener por objeto desarrollar actividades que la ley atribuye con
carácter exclusivo a otras entidades o personas.
11
Ibídem, pág. 102.
11
La formación de la empresa, así como los actos transcendentes que le conciernen
están sujetos a normas de publicidad rigurosas, como son el otorgamiento de escritura
pública, la inscripción en el Registro Mercantil y las publicaciones en el periódico del lugar del
domicilio de la empresa encargado de la inserción de avisos judiciales.
12
Ibídem, Pág. 103.
12
Las obligaciones del Gerente conciernen a la administración, gestión y representación
de la empresa debiendo, en especial, cuidar que la contabilidad sea bien llevada y refleje con
veracidad y claridad la situación de la empresa.
La fusión con otra empresa puede ocurrir por título legal o contractual si una persona
natural resulta titular ambas, salvo que transfiera alguna de ellas a otra persona natural. De
no transferirse, se constituye una nueva empresa que asume el patrimonio de ambas, las que
se disuelven sin liquidarse. La fusión también puede efectuarse mediante la incorporación de
una empresa en otra, disolviéndose la primera sin liquidarse y asumiendo la segunda la
totalidad del patrimonio.
13
Ibídem, pág. 104.
13
La fusión debe también inscribirse en el Registro Mercantil, y en caso de disolución de
una de las empresas, este acto se hará constar igualmente. En la escritura se insertará el
balance general cerrado el día anterior a la decisión de la fusión y el balance final cerrado el
día anterior al de otorgamiento de la escritura. Los mismos datos deben constar cuando una
empresa se incorpora a otra.
En los casos de fusión de una empresa con una sociedad, la empresa se incorpora en
la sociedad asumiendo ésta la totalidad del patrimonio de la empresa, la cual se disuelve sin
liquidarse. Sin perjuicios de lo dispuesto en el presente párrafo, serán de aplicación
supletoria las normas pertinentes de la Ley General de Sociedades.14
A pesar de lo dicho en el párrafo anterior, podemos dar una clasificación general de los actos
de comercio, después de haber visto a los autores mencionados en este trabajo, por lo que
los dividimos en: Actos Objetivos (los actos comprendidos en las enumeraciones hechas por
los códigos), Actos Subjetivos (los que son realizados por el comerciante), Actos Principales
(están considerados esencialmente como comerciales), Actos Accesorios (adquieren el
carácter de comercial por estar vinculados a un acto principal) y Actos Mixtos (los que tienen
carácter mercantil para una de las partes y civil para la otra).
Es importante que un comerciante sepa qué actos considera el código civil o comercial como
lícitos o ilícitos, ya que, si cometiera algunos actos ilícitos sin saberlo, le generaría grandes
inconvenientes como las multas, cierre del negocio y otras sanciones dispuestas por la ley.
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Ibídem, pág. 105.
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