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El Matrimonio

La relación de un hombre y una mujer establecida por votos públicamente declarados, y


testificado por Dios, en la cual entregan sus vidas y fortunas el uno al otro, y es consumado
en la entrega de sus cuerpos en el intercambio sexual, con lo cual Dios los une de por vida e
impone sobre ellos las responsabilidades y restricciones maritales.

El matrimonio es la base de la unidad familiar. En esta sociedad y en esta época, la familia es


la unidad más integrada, la que mejor logra perpetuarse y la que se auto protege mejor. Tal y
como está establecida en la actualidad, es necesaria para la sociedad; tanto desde el punto de
vista económico como el de cualquier otro. La cultura se desintegraría si su piedra angular, la
familia, dejara de tener validez como tal. Podríamos decir con bastante seguridad que aquel
que destruye el matrimonio destruye la civilización.

El matrimonio es una relación convenio en el quedos se juntan como uno, como marido y
mujer, depositando el uno al otro sus vidas y fortunas y pignorando fidelidad conyugal. La
relación matrimonial es establecida por el pacto del matrimonio, lo cual implica tres cosas:(1)
una declaración de intención, (2) un juramento (voto) por el que cada uno guarda los términos
del acuerdo, y (3) la ratificación formal del pacto por algún acto externo, usualmente
simultáneo con el juramento. Dios es un testigo del pacto, a menudo invocado en los
juramentos; por consiguiente la expresión “pacto de Jehová” (berith Yahweh).

En cualquier pacto, debe haber términos a ser guardados y honrados por ambas partes. Esto
es verdad de la relación del esposo y la mujer. Cada uno necesita entender los derechos y
deberes que pertenecen a la relación. El período siguiendo a este acuerdo es el casamiento o
enlace. Los votos y la ratificación formal no han ocurrido, y las partes no tienen derecho a los
privilegios maritales.

Cualquier actividad sexual en este trance es fornicación. Es una doctrina nociva la que enseña
que donde hay acuerdo seguido por el intercambio sexual, el resultado es un matrimonio
válido delante de Dios. No es así. Debe haber un “dejar” padre y madre y un “unirse” a la
mujer de uno.

Esto no es un “acto mental,” sino una aceptación (o apropiación) de responsabilidades


claramente perceptible. La idea de que una pareja en un estado emocional podrían decidir
casarse, y sobre sólo ese acuerdo tener relaciones sexuales, con lo cual Dios entonces los une
en matrimonio de modo que los votos y la ratificación (así autorizada y reconocida por la
sociedad) son innecesarios o al menos son meramente actos vacíos reflejando un hecho
consumado, es un concepto nauseabundo a las mentes de las personas de pensar correcto y
revela una falta de entendimiento de lo que constituye un pacto.

La razón para un concepto tan nocivo así defendido por algunos es vista cuando es
considerado su concepto del divorcio.
¿Qué Constituye un Matrimonio?
El matrimonio es “un pacto introducido por un hombre y una mujer, de vivir juntos como
marido y mujer” La Biblia no se dirige directamente a esta pregunta, sin embargo pueden ser
establecidos unos pocos puntos para determinar lo que es un matrimonio.

La intención de vivir juntos. El acto de dejar padre y madre y de unirse a la compañera de uno
indica un cuerdo de estar casados. Obviamente, nadie jamás se ha casado con quien no tenía
la intención de estar casado. María, la madre de Jesús, era la “desposada” de José, lo cual
indica un acuerdo que tenían de estar casados (Mat. 1:18). Mal. 2:14habla de la “mujer de tu
pacto”.

Acatamiento con la sociedad o con las leyes de la tierra. Envista de que la Biblia no nos dice
específicamente qué constituye un matrimonio, debemos ir a las leyes de la sociedad para
determinar lo que constituye una ratificación pública del matrimonio. Dios requiere que
seamos obedientes a las leyes dela tierra. De esta manera, cualquier cosa que la ley requiera
para el matrimonio, Dios lo requiere para el matrimonio mientras la ley de Dios no sea
violada. Jesús habló con una mujer que había estado casada 5 veces y luego estaba viviendo
con un hombre sin reunir los requisitos dela sociedad o la ley. Ella dijo, “no tengo marido” y
Jesús le dijo, “el que ahora tienes no es tu marido”.

Existen tres opiniones comunes.

(1) Se considera a una pareja como un matrimonio, cuando están legalmente casados.

(2) Una pareja está casada, cuando han cumplido con alguna clase de ceremonia formal de
matrimonio.

(3) Se considera a una pareja como casados, al momento en que el matrimonio es consumado
en la relación sexual.

La unión de hecho o unión marital consensual


La unión de hecho suele definirse como aquella que ha de desarrollarse en régimen vivencial
de coexistencia diaria, estable, con permanencia temporal consolidada a lo largo de los años,
practicada de forma extensa y pública con acreditadas actuaciones conjuntas de los
interesados, creándose así una comunidad de vida amplia, de intereses y fines, en el núcleo
del mimo hogar (STS 18-5-1992).

Definir las uniones de hecho es, realmente, mucho más fácil si atendemos a sus
requisitos:

 Es una convivencia pública (se excluyen las relaciones ocultas o secretas).


 Ausencia de toda formalidad en la unión, ni entre sí ni con terceras personas, salvo
que medie separación.
 Debe tener un contenido sexual, no siéndolo las convivencias sin el mismo.
 Una comunidad de vida estable y duradera.
 En España, los convivientes pueden ser del mismo o diferente sexo.
 Debe tratarse de una relación monógama. No se admite la poligamia.
 Los convivientes deben ser mayores de edad o menores emancipados.
Es importante destacar que, como dice la jurisprudencia de nuestro Tribunal Supremo, la
unión de hecho no es jurídicamente una situación equivalente al matrimonio. De hecho, no
tiene nada que ver con el matrimonio, pues la unión de hecho está formada por personas que
en la mayor parte de los casos “no quieren en absoluto, contraer matrimonio con sus
consecuencias” –personales y patrimoniales- (STS 12-9-2005). Por lo tanto, se suele evitar
aplicar a las uniones de hecho, las normas que rigen el matrimonio (piénsese en las que rigen
la disolución del matrimonio, régimen de gananciales o separación de bienes, etc.).

Existen dos criterios jurisprudenciales sobre si cómo debe entenderse o tratarse el


concubinato en cuanto al patrimonio de la pareja se refiere. Por un lado, existe un criterio
jurisprudencial que define el concubinato como una sociedad de hecho, por lo que al
momento de su “liquidación se hace devolviendo a cada cual lo que hubiese aportado.”

Funciones de la familia
Función de identificación

Dentro de la familia un individuo descubre y establece su propia identidad como persona y


como ser sexuado.

Asimismo, aprende cuáles son las pautas de comportamiento que se vinculan con su
identidad.

Función educadora

Esta función está relacionada con la anterior y se refiere al rol formativo del núcleo familiar.
Es en la familia en donde el individuo aprende a hablar, a caminar y a comportarse, entre
otros aprendizajes.

De hecho, es normal escuchar en las instituciones educativas que requieren del apoyo familiar
para poder cumplir a cabalidad con su misión de educar a las personas.

Esta función tiene como plazo crítico la primera infancia del individuo. En ese momento es
cuando se fijan los conocimientos fundamentales para su desarrollo en sociedad. Luego de
eso, la educación cumple un papel reforzador de estos aprendizajes.

Función de comunicación

La función educadora se relaciona con una función comunicativa, porque le enseña al


individuo los signos, símbolos y códigos necesarios para hacerse entender en la sociedad en
la que vive.

Esta función de comunicación es importante porque incide en la forma en la que el individuo


se relacionará con sus semejantes.

Función socializadora
Como en el caso de la educación, esta es una función compartida entre la familia y las
instituciones educativas. Se relaciona con el desarrollo de la capacidad de interactuar con
otros.

Socializar implica vincularse intelectual, afectiva y hasta económicamente con otras


personas, y para ello se deben cumplir ciertas pautas de comportamiento. Es decir, las
personas se adaptan a las exigencias sociales del entorno en el que crece.

Se trata de una función que incide directamente en la supervivencia de un sistema u orden


social, ya que se transmite de generación en generación.

Función de cooperación y cuidado

Una familia también es la primera instancia de seguridad y protección para una persona. El
propio ciclo vital humano exige que hayan otros individuos de la misma especie cuidando de
los más pequeños e indefensos.

Es el núcleo familiar el encargado de proveer refugio y alimento a sus miembros, en especial


a los más jóvenes.

De hecho, se cree que el ser humano es de las especies que nace más vulnerable a
enfermedades o al ataque de algún depredador. Por tal motivo, la protección familiar se
convierte en una necesidad vital.

Asimismo, se espera que cada miembro de la familia contribuya con el cuidado y crecimiento
de los demás. Esta contribución puede ser económica, afectiva, educativa, entre otras.

El apoyo familiar nace del sentimiento de pertenencia que tienen sus miembros. Saber que
comparten creencias, proyectos y afectos los hace involucrarse y sentirse responsables los
unos de los otros.

Función afectiva

Aunque no aparece de primera en esta lista, es una de las funciones básicas de la familia
porque las personas requieren alimento para sus cuerpos y, casi en la misma medida, afecto y
cariño.

El ser humano se nutre de ese cariño que recibe en el seno familiar, aprende a sentirlo por
otros y a expresarlo.

La manera en la que se expresan las emociones en la familia incide en el modo en el que las
personas manejarán sus emociones en otros entornos: laboral, escolar, comunitario, entre
otros.

Función económica

Vivir en familia implica que sus miembros deban contribuir con las fuerzas productivas de su
sociedad. También implica que deban consumir bienes y servicios. De este modo, se
mantiene activa la maquinaria económica de las naciones.

Además, es en la familia en donde la persona aprende nociones económicas como


presupuesto, ahorro, cuentas por pagar, inversiones, gastos y otros conceptos.
Función reproductiva

Otra de las funciones básicas de una familia es la de preservar la especie mediante la


reproducción de sus miembros.

Pero además de la reproducción biológica, también se da una reproducción cultural mediante


la labor socializadora de la familia.

Función normativa

En la familia el individuo adquiere su primer marco de referencia sobre las reglas y normas
que debe cumplir.

Cada familia establece sus propias reglas y normas de comportamiento para mantener la
armonía entre los miembros de su hogar.

Estas normas también facilitan las relaciones entre los miembros de una sociedad, puesto que
delimitan claramente los roles individuales y la forma en la que se percibe la autoridad.

Función emancipadora

La familia es la que ofrece el sentido de independencia y autonomía necesarios para el buen


desenvolvimiento de la vida de las personas. En la familia el individuo entiende los límites
entre dependencia e independencia.

En este núcleo se encuentran las herramientas que favorecen el crecimiento y la maduración


del individuo, que lo harán apto para ir por su cuenta dentro de la sociedad.

Celebración del Matrimonio Y Formalidades Previas.


El matrimonio debe celebrarse ante el oficial público encargado del Registro Civil que
corresponda al domicilio de cualquiera de los contrayentes, en su oficina. La ceremonia es
pública y deben estar presentes los futuros esposos en presencia de dos testigos y con las
formalidades legales.

El oficial leerá a los futuros esposos los artículos 198, 199 y 200 del Código Civil, que
reglamentan los derechos y deberes personales de los cónyuges. A continuación los
contrayentes, uno después del otro, deben declarar que quieren respectivamente constituirse
en cónyuges (nueva fórmula introducida por la ley de “matrimonio igualitario”) y el oficial
pronunciará en nombre de la ley que quedan unidos en matrimonio.

El oficial público no podrá oponerse a que los esposos, después de prestar su consentimiento,
hagan bendecir su unión en el mismo acto por un ministro de su culto.

El Registro Civil labra un acta de la ceremonia la que debe ser firmada inmediatamente por
todos los intervinientes.

Matrimonio a domicilio: Si alguno de los contrayentes estuviere físicamente imposibilitado


de concurrir, el matrimonio puede celebrarse en el domicilio del impedido, pero en este caso
la ley exige cuatro testigos en lugar de dos.
Matrimonio con contrayente en peligro de muerte: Existe una forma excepcional de celebrar
el matrimonio prescindiendo de todas o algunas de las formalidades, cuando uno de los
contrayentes se halla en peligro inminente de muerte. Este extremo debe justificarse con
certificado médico, y donde no lo hubiere, con la declaración de dos testigos. En el caso de
no poder hallar al oficial público, el matrimonio puede celebrarse ante cualquier magistrado o
funcionario judicial.

Asimismo en la ciudad de Buenos Aires existe una ceremonia de entrega de libretas a


domicilio que se efectúa con posterioridad a la celebración del Matrimonio.

Formalidades Previas a la Celebración del Matrimonio.


La ley establece que los que pretendan contraer matrimonio, se presentarán ante Registro
Civil que corresponda al domicilio de cualquiera de ellos, donde deberán llenar una solicitud
con los siguientes datos

:1.- Nombres y apellidos y los números de los documentos de identidad.

2.- Edad.

3.-Nacionalidad, su domicilio y lugar de nacimiento.

4.- Profesión

5.- Nombres y apellidos de los padres, nacionalidad, número de documentos, profesión y


domicilio.

6.- Deben indicar si antes han sido casados o no, y en caso afirmativo, el nombre y apellido
del anterior cónyuge, el lugar del casamiento y la causa de la disolución.

Asimismo los futuros esposos deberán presentar, dependiendo de cada caso particular:

1.- Copia legalizada de la sentencia que hubiere anulado o disuelto el matrimonio anterior, o
declarado la muerte presunta del cónyuge anterior.

2.- La declaración auténtica de las personas cuyo asentimiento es exigido por la ley (por ej. la
de los padres o tutores en el caso de menores de edad), si no la prestaran en el acto de
celebración, o la venia supletoria del juez cuando proceda.

3.- Si uno de los contrayentes es viudo debe acompañar certificado de defunción.

4.- Dos testigos, que por el conocimiento que tengan de las partes, declaren sobre su
identidad y que los creen hábiles para contraer matrimonio.

5.- Certificados médicos prenupciales. Si bien esto es lo que exige el Código Civil, se
observan en las distintas jurisdicciones o provincias algunas diferencias tanto en el trámite
como en la documentación a presentar, por lo que sugiero a los interesados en contraer
matrimonio que se informen en el Registro Civil que le corresponda a su domicilio.

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