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Etica
Etica
Ética Empresarial
Tema de investigación:
Semestre:
4to de Ingeniería en Marketing
Integrante:
Miguel Angel Muñiz
Índice
Introducción ................................................................................................................................. 1
1 - Habilidades éticas frente al reto de la globalización ......................................................... 2
2 - Objetivos. ................................................................................................................................ 3
3 - ¿Qué es ética y Globalización? ............................................................................................... 4
4 - Impacto de la globalización en la ética ............................................................................. 5
4.1 La economía global no tiene fronteras ................................................................................ 6
4.2 La economía global es invisible ........................................................................................... 7
4.3 La economía global está tecnológicamente conectada ....................................................... 8
4.4 La economía global se mide en múltiplos ........................................................................... 9
5 - ¿Cuál es la realidad? .............................................................................................................. 10
6- El cara y cruz de la globalización ............................................................................................ 11
6.1 Aspectos positivos de la cara y aspectos negativos de la cruz de la globalización ........ 12
6.1.1 Aspectos negativos de la cruz de la globalización ................................................... 13
6.1.2 Aspectos positivos de la cara de la globalización .................................................... 14
7 - Principios éticos para la globalización .................................................................................. 15
7.1 Principio personalista....................................................................................................... 16
7.2 Principio de orientación al bien común ........................................................................... 17
Para dar respuesta a esa demanda social, cada vez son más las empresas que, aun
sin tener obligación legal, deciden implantar su código ético como uno de los
elementos principales de la Responsabilidad Social Empresarial. La empresa tiene no
sólo una dimensión económica sino también sociológica, cultural, política y ética,
como corresponde a una organización que agrupa a personas cuyo trabajo genera
valor y cuya actividad afecta a mucha gente. Es claro que la compañía ha de generar
beneficios porque es preciso remunerar al accionista, desarrollar adecuadamente a
los empleados, pagar impuestos para ayudar a mantener el entramado social y
asegurar el éxito económico futuro a través de la inversión.
Identificar y ejercer una función directiva no sólo con el conocimiento, sino con
habilidades para crear un ambiente ético en la organización, y en función de su
cargo definir políticas y ser soporte práctico a través de la integración de
habilidades y competencias.
3- Ética – Globalización
La habilidad se entiende como las estrategias intelectuales puestas en juego por las
personas para reflexionar sobre algo con el fin de dar respuesta. La globalización nos
sugiere una manera de enfrentar la realidad de un mundo interconectado, virtual y real,
visible e invisible; una red delicadamente tejida y asistida por sus fuerzas participantes:
industria, academia, gobiernos, gremios, entre otros, que establece y promueve un
mundo más abierto, competitivo y desafiante.
4.4- La economía global se mide en múltiplos. Los múltiplos son signos que los
accionistas trasmiten a la dirección de la empresa con el fin de que apunte a las
oportunidades de negocios en el horizonte. La globalización es un proceso imparable al
que están impulsando en forma definitiva la tecnología y el afán humano y económico
por romper las barreras. La globalización abre infinitas posibilidades de actuación. La
suspensión de barreras y de límites es siempre algo bueno para favorecer la libertad
humana, pero, al mismo tiempo, se corre el peligro de perderse en un mundo que de
pronto se torna inmediato. Todo está al alcance de la mano, todo es inmediato, fácil e
instantáneo. Sin embargo, el problema es que se puede perder la perspectiva porque
todo está a la misma distancia.
5- ¿Cuál es la realidad?
El afán por la globalización no debe hacer que se pierda de vista que el hombre es un
ser espiritual y corpóreo, que necesita una serie de coordenadas espacio-temporales
para existir y que le sirven a la vez de referencia en su actuación para no perderse, de
igual modo que los hombres de la mar se guían por las estrellas para no perder el rumbo.
Por eso el hombre necesita referentes para su actuación: la familia, el ejemplo de
aquellos que le merecen autoridad, la legislación o modelos a quienes imitar.
6- El cara y cruz de la globalización
Son cuatro los principios éticos para la globalización los cuales son:
Este principio se enuncia del siguiente modo: la persona es siempre un valor en sí misma
y por sí misma y como tal exige ser considerada y tratada. Esto equivale a decir en términos
negativos, que la persona nunca puede ser utilizada como objeto de propiedad o con fines
utilitarios. La actividad de la empresa debe orientarse al desarrollo del individuo. Esto tiene
relación con los empleados de la empresa, que tienen una serie de derechos (salario justo,
puesto de trabajo digno, desarrollo personal que esta a su vez debe que debe respetarse.
El principio personalista orienta adecuadamente el progreso técnico y le confiere la
radicalidad que se reclama. No todo lo técnicamente posible debe hacerse. Hay cosas que,
aunque sean técnicamente posibles debe evitarse hacerse porque pueden suponer un
deterioro para las personas. El principio personalista orienta también el afán consumista en
cuanto que justifica la razón de la primacía del ser sobre el tener.
La empresa debe tener como orientación esencial el desarrollo de la persona, lo que implica
una serie de derechos: salario justo, puesto de trabajo digno, posibilidades de mejora
profesional, etc. y también hacia otros stakeholders de la empresa: clientes, proveedores y
demás personas relacionadas con la actividad de la empresa. El principio personalista
orienta al progreso tecnológico, en el sentido de que no todo lo técnicamente posible debe
hacerse, porque puede suponer un deterioro de la persona.
La orientación al bien común tiene como dos puntos de referencia propios el principio de
solidaridad y el principio de subsidiariedad. El primero reclama por parte de la empresa la
obligación de actuar pensando en el bien de la sociedad; el segundo justifica el derecho de
actuar libremente en aquello en que se tiene capacidad de actuación. El bien común da a
la globalización un nuevo sentido, porque da a entender un significado profundo de la
globalización, más allá de los términos puramente económicos. El bien común lleva a una
mentalidad global. Por la misma razón, modera la competitividad y busca que la sociedad
se convierta en un juego de suma positiva, donde todos ganen.
Las decisiones empresariales tienen una gran complejidad, porque el directivo necesita
considerar muchas variables antes de tomar una decisión. Por esa razón, el directivo
necesita “detenerse a pensar”, una actitud nada frecuente en el mundo actual. Sin embargo,
precisamente por esto es importante dedicar un tiempo a pensar. El directivo que piensa es
el que prevé, el que sabe adelantarse a las situaciones; de otra forma, se limita a dejarse
llevar por las circunstancias. Para tomar decisiones no hay reglas aritméticas, ni pautas
predeterminadas, cada decisión es un proceso en el que se pone en relación los principios
y valores propios estableciendo ideas generales con circunstancias concretas de la
situación, y se emite un juicio que lleva a afirmar “esto está bien”, “aquello está mal”. Como
en cada situación las circunstancias cambian, no hay dos situaciones iguales. No es posible
actuar sólo con grandes principios, sino que en cada situación es necesario considerar las
circunstancias. Por eso, sólo una ética de las convicciones no sirve para dirigir empresas.
No obstante, sin principios tampoco se puede concluir nada, o, mejor dicho, se puede
concluir cualquier cosa. Por eso, una ética de la responsabilidad que se guíe sólo por los
resultados tampoco serviría sola para dirigir empresas.
Libertad e igualdad han sido ampliamente tratados y buscados como ideales, pero no así
la fraternidad que es la gran olvidada de la sociedad y, por ello, sufrimos las consecuencias
de este olvido. Un énfasis en el ideal de fraternidad llevaría al hombre a un mundo más
solidario y a una mayor preocupación por el bienestar del prójimo. La propuesta para una
sociedad solidaria se trata de la construcción de una sociedad donde la solidaridad de la
mayoría prevalezca sobre el beneficio de algunos y donde se economice en lugar de
despilfarrar. Esto supone fundar una nueva concepción de la riqueza, definir necesidades
razonables igual que derechos y actuar global y localmente. El ideal de fraternidad está
enraizado en la naturaleza humana, porque el hombre es un ser social y necesita
reconocerse como persona coexistiendo con otros. La fraternidad no es sólo vivir la justicia,
sino que también reclama la virtud de la solidaridad. La ética señala principalmente tres
actitudes para manejarnos en un mundo más solidario: el saber rectificar, saber escuchar y
admitir que los demás pueden equivocarse. Ciertamente una buena actitud para orientar la
igualdad es la de saber escuchar. La igualdad no significa que todos tengan la misma
posición social, sino que todos sean respetados a pesar de las diferencias. A partir de estas
actitudes podemos dotar a nuestro mundo contemporáneo de la necesaria dimensión ética
que nos permita orientarnos en medio de la globalización, y evitar perderse en ella. La
aplicación de dichas teorías permite un mejor conocimiento entre los hombres. La libertad
económica tiene que dejar de ser unilateral, evitando los monopolios, levantando las
barreras institucionales que impidan la creación de mercados unificados con objeto de que
todos los protagonistas tengan igualdad de oportunidades. Parece extraño que los países
industrializados sigan manteniendo políticas proteccionistas que impiden el desarrollo de
sectores en los países menos desarrollados que podrían ser competitivos.
La perspectiva histórica muestra que el desarrollo sólo se alcanza en la medida que se
ayuda a los más desfavorecidos. Si las decisiones unilaterales del pasado facilitaban la
rapidez de las medidas, la necesidad de contar ahora con muchos en un mundo
globalizado ofrece la ventaja de conocer con más objetividad los problemas reales de casi
todos. Si es fácil entender la libertad entre iguales, sigue siendo difícil darse cuenta de que
hay que ayudar a los países menos desarrollados para que estén en condiciones de ejercer
su libertad y que posean los medios necesarios para acceder a los instrumentos
económicos que puedan beneficiarles. No sólo hemos de ser responsables y hacer un buen
uso de las instituciones que nos hemos dado, sino que se debe respetar a la persona
promoviendo una cultura de solidaridad, de modo que el crecimiento económico que la
globalización augura esté integrado por otros valores.
Conclusión
Hoy día somos éticos como personas sino también como profesionales como organización
es decir tenemos una ética empresarial la cual permite el fortalecimiento del capital
humano, nos contribuye a mejorar la gestión administrativa y financiera, y genera múltiples
beneficios en varios campos de mejoramiento como empresa y como país, ya que las
empresas de un país hablando en un mismo idioma, basados en un código de ética,
fortalecen su gestión comercial y de mercadeo, obteniendo una carta de presentación
positiva, que brinda confianza para la generación de negocios más estables y confiables en
cualquier parte del mundo, aumentando la competitividad en este mundo globalizado. La
ética empresarial en el mundo globalizado de hoy es sumamente importante, ya que genera
una variable económica en un entorno social favorable el cual crea lealtad de sus clientes
y orgullo de sus empleados y el sector empresarial es un actor social importante por lo que,
si demuestran actitudes solidarias, responsables, generosas y conductas éticas, es posible
que sean reproducidas. La ética debe ser un pilar central en todo el desempeño de las
actividades. Trabajar para lograr un clima ético es un camino seguro hacia organizaciones
sólidas. Al incorporar la ética a la vida empresarial y dentro de ella al trabajo, al asumir la
ética como un nuevo paradigma empresarial se asegura de manera integral un buen
presente y un mejor futuro pues los valores y los principios éticos forjan una ventaja
competitiva duradera, real, no emergente, ni dependiente, ni cuestionable por propios o
extraños. Las empresas que procuran ser eficientes en sus recursos materiales, humanos,
tiempo y economía, fortalecen su competitividad ante la globalización. El uso de prácticas
éticas aumenta la salud corporativa la productividad y las relaciones entre equipos de
trabajo clientes y proveedores. Los ideales de la modernidad siguen siendo válidos en un
mundo que sufre cambios radicales. No obstante, conviene dotar a tales ideales de un
significado más profundo, y más que nunca es necesario encauzar de manera permanente
a los directivos por habilidades que los lleven a reafirmar los valores y principios en las
organizaciones. A partir de estas actitudes y con los principios generales de ética es posible
ofrecer habilidades y competencias oportunas y necesarias a los directivos
contemporáneos, y así guiarlos por el camino correcto y en la adecuada dimensión ética
que permita una reorientación permanente en medio de la globalización imparable y
constante que transforma principios y valores.