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PERLA #1

(Juan 15:2) 2 Todo sarmiento en mí que no lleva fruto, él lo quita, y todo el que
lleva fruto él lo limpia, para que lleve más fruto. . .
*** w06 15/6 pág. 19 “Cuida de esta vid” ***
Los sarmientos simbólicos de “la vid verdadera” representan a los cristianos
ungidos. Sin embargo, las “otras ovejas” igualmente tienen que demostrar que son
discípulos productivos (Juan 10:16). Estos también pueden llevar “mucho fruto” y
glorificar a su Padre celestial (Juan 15:5, 8). La ilustración de Jesús sobre la vid
verdadera nos recuerda que la salvación depende de que permanezcamos en
unión con Cristo y produzcamos buen fruto espiritual. Jesús dijo: “Si observan mis
mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo he observado los
mandamientos del Padre y permanezco en su amor” (Juan 15:10).
En los días de Zacarías, Dios prometió a un resto fiel de israelitas que la tierra
volvería a gozar de ‘la semilla de la paz, que la vid misma daría su fruto, y que la
tierra misma daría su producto’ (Zacarías 8:12). La vid también se utiliza para
describir la paz de la que el pueblo de Dios disfrutará durante el Reinado Milenario
de Cristo. Miqueas profetizó: “Realmente se sentarán, cada uno debajo de su vid y
debajo de su higuera, y no habrá nadie que los haga temblar; porque la boca
misma de Jehová de los ejércitos lo ha hablado” (Miqueas 4:4).

PERLA #2
(Juan 15:8) 8 Mi Padre es glorificado en esto, que ustedes sigan llevando mucho
fruto y demuestren ser mis discípulos.
*** km 6/07 pág. 1 párrs. 2-5 Sigamos “llevando mucho fruto” ***
2 Fruto del espíritu. Nuestro progreso espiritual puede medirse en buena
medida por el grado al que manifestamos el fruto del espíritu. ¿Procuramos
cultivar el fruto del espíritu de Dios estudiando regularmente su Palabra y
meditando en ella? (Fili. 1:9-11.) No vacilemos en pedirle a Jehová espíritu santo,
pues gracias a esta fuerza adquiriremos las cualidades que lo glorifican y
seguiremos progresando espiritualmente (Luc. 11:13; Juan 13:35).
3 El fruto del espíritu también nos hace ministros más entusiastas. Por ejemplo,
el amor y la fe nos impulsarán a programar nuestro apretado horario de modo que
podamos participar regularmente en el ministerio. La paz, la gran paciencia, la
benignidad, la apacibilidad y el autodominio nos ayudarán a reaccionar como es
debido ante los opositores. Y el gozo nos permite disfrutar del ministerio pese a la
indiferencia de la gente.
4 Fruto del Reino. También queremos producir fruto del Reino, lo que incluye
el “sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que hacen declaración
pública” del nombre de Jehová (Heb. 13:15). Producimos dicho fruto al proclamar
las buenas nuevas de manera celosa y tenaz. ¿Nos estamos esforzando por
aumentar nuestro ministerio y así llevar más fruto del Reino?
5 Jesús indicó que sus discípulos fieles producirían diferentes cantidades de
fruto (Mat. 13:23). Por consiguiente, no debemos compararnos con nadie, sino dar
a Jehová lo mejor que podamos (Gál. 6:4). Un autoexamen honrado de nuestras
circunstancias a la luz de la Palabra de Dios nos permitirá seguir glorificando a
Jehová “llevando mucho fruto” (Juan 15:8).

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