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HISTORIA DE LOS SIMBOLOS PATRIOS

1. La Bandera Nacional
Declarado símbolo patrio el 18/11/1871

La bandera es el más antiguo de los símbolos patrios, pero a lo largo del tiempo
ha cambiado varias veces en su forma, tamaño, color y escudo. En 1871, siendo
presidente provisorio de la República el General Miguel García Granados, se
decretó la creación de la Bandera que utilizamos en la actualidad. Los colores de
la Bandera Nacional quedaron establecidos en tras franjas verticales, dos azul
cielo y en el centro, una blanca.

El Acuerdo gubernativo del 12 de Septiembre de 1968 reglamenta en detalle los


colores y el diseño de la bandera y el Escudo Nacional. En la Bandera, la franja
blanca representa: pureza, paz, integridad, firmeza y luz, así como la tierra
enmarcad en dos océanos; las franjas azules representan: justicia, verdad y
fortaleza, pero también el color del cielo que cubre a Guatemala y los mares que la
rodean. El escudo de armas se sitúa al centro, sobre el fondo blanco.

2. El Escudo de armas
Declarado símbolo patrio el 18/11/1871

El General Miguel García Granados, presidente provisorio de la República en


1871, decretó junto con la creación de la Bandera, el Escudo Nacional de
Guatemala (el nombre oficial es Escudo de Armas de la República de Guatemala)
que se utiliza en la actualidad. Fue diseñado por Juan Bautista Frener, de
nacionalidad suiza.

El decreto número 33 con artículo único, fechado el 18 de Noviembre de 1871,


establece un escudo con dos rifles y dos espadas de oro, enlazados con ramas de
laurel sobre un fondo celeste claro; el centro estará cubierto con pergamino, que
contendrá la siguiente leyenda en letras de oro: “ Libertad 15 de Septiembre de
1821” , figurando en la parte superior un quetzal, como símbolo de la
Independencia autonomía de la Nación.
En 1968, el presidente Julio César Méndez Montenegro estableció algunos
cambios al escudo según acuerdo gubernativo del 12 de septiembre de 1968. En
artículo 5 se menciona que cuando se diseñe el escudo de armas de la República,
independientemente de la bandera, debe ir en campo celeste claro.

3. El Quetzal, ave nacional


Declarado símbolo patrio el 18/11/1871

El Quetzal fue declarado como Ave Nacional durante el gobierno de Miguel García
Granados, según Decreto No. 33 del 18 de noviembre de 1871.

El Quetzal, conocido como Pájaro Serpiente” en los libros sagrados de los mayas,
es un ave nativa de la región mesoamericana. Representa las más altas
dignidades religiosas de nuestros ancestros. Constituye el espíritu o anual del
valiente guerrero quiché Tecún Umán, que se opuso a la invasión de los
españoles. Simboliza libertad, autonomía e independencia, ya que no puede vivir
en cautiverio.

Este símbolo patrio aparece en el escudo y da nombre a la moneda nacional. Los


ornitólogos colocan al quetzal entre las seis aves más hermosas del Nuevo
Mundo. Entre éstas le adjudican el más alto rango, no sólo por su extraordinaria
belleza, sino por la dignidad y antigüedad de una leyenda unida a la cultura más
original y avanzada de la época precolombina.
4. La Monja Blanca, flor Nacional
Declarada símbolo patrio el 11/02/1934

La Monja Blanca fue adoptada como emblema por acuerdo gubernativo del 21 de
febrero de 1934, tomando en consideración una iniciativa de Leticia M.
Southerland, presidenta de la exposición internacional de flores celebrada en
Florida (Estados Unidos), para la elección de una flor nacional para Guatemala

Desde entonces, esta flor es un símbolo de la pureza y hermosura. La Monja


Blanca es una orquídeas epífita de la familia Lycaste virginales alba y es una de
las especies más raras entre las casi ochocientas que se encuentran en
Guatemala. Crece en los bosques de Verapaz, en la sierra de Las Minas y en las
faldas de los volcanes del occidente guatemalteco. Entre los meses de Noviembre
y Febrero abre sus pétalos.

5. La Ceiba, árbol nacional


Declarada símbolo patrio el 08/03/1955

Por iniciativa presentada por el botánico guatemalteco Ulises Rojas, el


Presidente, Coronel Carlos Castillo Armas decretó que la Ceiba Pentandra fuera
reconocida como Árbol Nacional el 8 de Marzo de 1955.

La Ceiba es considerada el árbol sagrado de la vida y, para los mayas desde los
tiempos precolombinos, bajo sus su follaje acostumbraban los nativos celebrar sus
ritos. representa la sabiduría. En sus leyendas cosmogónicas abre sus ramas
mayores hacia los cuatro puntos cardinales, y de esa manera se une a la
cuádruple deidad que rige los vientos y las lluvias.
6. Tecún Uman, héroe nacional
Declarado símbolo patrio el 22/03/1960

El personaje nacional de Guatemala es Tecún Uman, declarado héroe nacional y


símbolo de la defensa de la nacionalidad guatemalteca por el Congreso de la
República el 22 de marzo de 1960, según Decreto No. 1334.

De acuerdo con los anales de los kaqchiqueles, Tecún Umán murió al enfrentarse
con el conquistador español Pedro de Alvarado el 20 de febrero de 1524, en las
Llanuras del Pinar, en el Valle de Olintepeque, Quetzaltenango. Es por ello que el
20 de febrero quedó establecido como el día de Tecún Uman, héroe nacional.

7. La Marimba, instrumento nacional


Declarada símbolo patrio el 31/08/1999

La marimba es el último símbolo patrio decretado en nuestro país. Quedó


establecido como tal por iniciativa del Congreso de la República, el 31 de agosto
de 1999, según decreto 31-99, Artículo 171, en el que se considera a la marimba
como símbolo patrio.

Al igual que con el caso de Tecún Umán, el día de la marimba se celebra el 20 de


febrero.
TIPOS DE INSTRUMENTOS MUSICALES

Instrumentos de cuerda
Los instrumentos de cuerda o cordófonos son aquéllos que producen sonidos por
medio de la vibración de una o más cuerdas, la cual resuena en la caja que tienen.
Estas cuerdas están tensadas entre dos puntos del instrumento y se hacen sonar
raspando o frotando la cuerda. Dentro de la orquesta clásica, se llama cuerdas a
los grupos de violines, violas, violonchelos y contrabajos. También, dentro de los
instrumentos populares, podemos clasificar como instrumentos de cuerda a la
guitarra y el charango.

Instrumentos de percusión

En la familia de los instrumentos de percusión podemos encontrar dos categorías


de instrumentos, según la afinación de éstos:

– De altura definida: los que producen notas identificables. Es decir, aquellos cuya
altura de sonido está determinada. Algunos de estos instrumentos son: el timbal,
el xilófono, la campana, la campana tubular y los tambores metálicos de Trinidad
entre otros.

– De altura indefinida: son aquéllos cuyas notas no son identificables, es decir


producen notas de una altura indeterminada. Entre ellos están: el bombo, la caja,
el cajón, el las castañuelas, las claves, el güiro, el trinquete, la zambomba, entre
otros.

Existe otro tipo de clasificación en las orquestas, las cuales suelen diferenciar
entre:

– Percusión de membranas o membranófonos: tales como timbales, bombo,


tambor y pandereta.

– Percusión de láminas o placas: como platillos, campanas y gong, que suenan al


entrechocar las placas metálicas.
– Percusión de varilla o idiófonos: como el xilófono, el triangulo y la celesta.

Instrumentos de viento

Finalmente están los instrumentos de viento o aerófonos los cuales producen el


sonido por la vibración de la columna de aire en su interior, sin necesidad de
cuerdas o membranas y sin que el propio instrumento vibre por sí mismo.

Los vientos pueden ser de dos tipos, ya sean de metal como la trompeta o de
madera, como una flauta o zampoña.

Aunque clasificados en el grupo de maderas, porque en su origen se construían


de madera; en la actualidad, algunos de estos instrumentos se construyen en
metal. No obstante, se consideran dentro de las maderas por su timbre y su
sonido característico.

Los instrumentos de viento/madera tienen un sonido suave, melodioso y profundo.


En este instrumento la vibración del aire dentro del tubo produce el sonido. La
longitud del tubo determina la altura del sonido. Dentro de esta clasificación
podemos ver al clarinete, el fagot, la flauta, el oboe y el saxofón.

Los vientos/ metales, tienen la embocadura en forma de embudo y el sonido se


produce cuando el aire es introducido por el movimiento de los labios en la
boquilla. Algunos de estos instrumentos también cuentan con teclas (pistones) y
poseen una sordina para modificar el sonido resultante. Aquí está el trombón,
tromba, trompeta y la tuba.

Existe otra clasificación que cataloga los instrumentos de acuerdo a los materiales
con los cuales están hechos: metal, madera, barro, cuero, entre otros.
BIOGRAFIAS AUTORES DEL HIMNO NACIONAL
José Joaquín Palma
(Bayamo, 1844 - Guatemala, 1911) Poeta cubano. Su actividad política en favor
de la independencia de su país le obligó a exiliarse, lo cual condicionó una obra
poética, que, por otra parte, se inscribe en la segunda generación romántica y
destaca por su carácter colorista y melódico.

La vida de José Joaquín Palma aparece íntimamente ligada al movimiento


revolucionario cubano que había de culminar con la proclamación de la
independencia. En 1868 participó en la sublevación dirigida por Carlos Manuel de
Céspedes, del que fue ayudante durante algún tiempo. Redactor de El Cubano
Libre, desempeñó posteriormente diversas misiones de la República en armas.

Obligado a emigrar, se trasladó en 1873 a Jamaica, y posteriormente a Nueva


York y Honduras, para finalmente establecerse en Guatemala. En Honduras había
recibido una medalla de oro por su poesía y en 1882 publicó en Tegucigalpa el
volumen Poesías de J. Joaquín de la Palma. En Guatemala transcurrió el resto de
su vida, alcanzando el cargo de secretario del ex presidente Soto. Al ser
proclamada la República cubana, José Joaquín Palma la representó en su país de
adopción como cónsul general, y compuso también la letra del himno nacional de
Guatemala.

Rafael Álvarez Ovalle


(Comalapa, Chimaltenango, 1858 - Guatemala, 1946) Compositor guatemalteco,
autor de la música del Himno Nacional de Guatemala hijo de Ildefonso Ovalle y
Rosendo Álvarez

Ya en 1879 la Sociedad Literaria El Porvenir había realizado vanos intentos para


dotar al país de un himno. En 1887, la jefatura del departamento de Guatemala
convocó un concurso para elegir la música de la letra del Himno Popular que
había compuesto el poeta Ramón P. Molina. Tomaron parte en el mismo diversos
compositores y salió finalmente elegida la música del maestro Rafael Álvarez
Ovalle, la cual acompañaría durante bastante tiempo la letra del poeta Molina.

Sin embargo, en 1896, el gobierno del entonces presidente José María Reina
Barrios convocó un nuevo concurso para escoger la música y letra del Himno
Nacional. Por acuerdo del 19 de febrero de 1897, fue declarado de nuevo ganador
Rafael Álvarez como autor de la mejor música.

José María Bonilla Ruano


José María Bonilla Ruano (1889-1957) fue un artista, pedagogo y escritor
guatemalteco. Sus obras más conocidas fueron sus textos didácticos y las
modificaciones que hizo al Himno Nacional de Guatemala en 1934.

Sus padres fueron Adelaida Ruano Marroquín y José María Bonilla Carrillo. Sus
primeros estudios los realizó en su natal Jalapa. Antes de cumplir diecisiete años
de edad, obtuvo el título de Profesor Normalista en la Escuela Normal Central de
Profesores, e inmediatamente después se graduó de Bachiller Ciencias y Letras
en el Instituto Nacional Central para Varones. Al mismo tiempo que seguía sus
estudios de Bachillerato, tuvo a su cargo la dirección de la escuela preparatoria
anexa al Instituto, siendo también por espacio de muchos años catedrático de
varias materias en secundaria.

A principios de la década de 1930 se produjo una fuerte polémica en torno a


eventuales cambios en el texto del Himno Nacional. Fue entonces cuando el
maestro guatemalteco José María Bonilla Ruano, educador y filólogo, realizó una
revisión de cada uno de los versos del poema original. Además de encontrar
alusiones agresivas contra España, también descubrió errores de forma y de
fondo que debían corregirse. Así, por ejemplo, los colores de la bandera estaban
cambiados en blanco, azul y blanco, y había un error en un verso que decía así:
"Es tu enseña pedazo de cielo / entre nubes de nítida albura". Bonilla Ruano hizo
entonces las correcciones necesarias, las cuales fueron unánimemente elogiadas
por los Académicos de Lengua Guatemalteca. La nueva y actual versión del
Himno Nacional de Guatemala fue aprobada el 26 de julio de 1934 por el entonces
presidente Jorge Ubico.

HISTORIA DEL HIMNO NACIONAL DE GUATEMALA


El Himno Nacional de Guatemala, llamado erróneamente ¡Guatemala Feliz!..., fue
originalmente escrito por el poeta cubano José Joaquín Palma, y la música fue
compuesta por Rafael Álvarez Ovalle en 1897. En 1934, algunos cambios fueron
hechos por José María Bonilla a la letra del mismo.

Como todos los cantos patrios del Continente, el Himno Nacional de Guatemala ha
tenido que pasar por algunas vicisitudes. Después de intentos infructuosos de la
Sociedad Literaria El Porvenir, en 1879, la jefatura del departamento de
Guatemala en 1887 convocó a un concurso para elegir la música de la letra del
"Himno Popular" del poeta Ramón P. Molina. En este certamen tomaron parte
distinguidos compositores, y el triunfo fue adjudicado a la música presentada por
Rafael Álvarez Ovalle. Con esta música se cantó el "Himno Popular" durante
nueve años. El Himno Nacional de Guatemala fue considerado como el mejor del
mundo a principios del siglo XX, pero a mediados de la década de 1950 se
eliminaron los puestos y junto con el de Francia y Checoslovaquia son los mejores
del mundo.2 3 En el año de 1999 se suprimieron estas categorías y hasta la
actualidad no hay himno más hermoso del mundo.

En 1896 el gobierno del general José María Reyna Barrios convocó a un nuevo
concurso, "Considerando que se carece en Guatemala de un Himno Nacional,
pues el que hasta hoy se conoce con ese nombre, no sólo adolece de notables
defectos, sino que no ha sido declarado oficialmente como tal; y que es
conveniente dotar al país de un himno que por su letra y música responda a los
elevados fines en que todo pueblo culto presta esta clase de composiciones"[cita
requerida]. De este nuevo concurso salió nuevamente premiada la obra de Rafael
Álvarez Ovalle, esta vez musicalizando un poema amparado con el seudónimo de
"Anónimo".

El triunfo concedido nuevamente al maestro Rafael Álvarez Ovalle le costó los


momentos más amargos de su existencia, pues hubo descontento entre los que
no ganaron, quienes hicieron llegar su queja hasta el primer mandatario. Reyna
Barrios, en presencia de los miembros de su gabinete y otras personalidades y
maestros de arte musical, volvieron a escuchar todas las composiciones que
compitieron en el concurso, habiendo salido electa nuevamente por unanimidad, la
del maestro Rafael Álvarez Ovalle.

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