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“Combo 2”

Esquizofrenia

Andrés de 25 años, fue criado por su tía, ya que, no conoció a su padre y su madre
presentaba discapacidad intelectual. Andrés, asistió al colegio y al terminar la enseñanza
media comenzó a presentar conductas que no eran habituales, como refiere su tía. Presento
conductas como agitación, agresividad verbal con los demás, escuchaba voces que le
hablaban constantemente. Él nunca pudo mantener un trabajo estable, no tiene amigos y
las relaciones de pareja inestables. Debido a su comportamiento, su tía lo llevo al hospital,
donde lo evaluaron y derivaron al hospital psiquiátrico, en el que estuvo internado 3 años,
donde le diagnosticaron Esquizofrenia.

Andrés presento los siguientes síntomas:

Alucinaciones auditivas: percepciones de estímulos externos que en realidad no existen. El


cual consisten en voces que le dan ordenes, insultan a la persona que habla con él.

Desorden formal del pensamiento: donde la manifestación con el descarrilamiento no tiene


coherencia en su forma de hablar, el pensamiento ilógico.

Corresponden al criterio diagnóstico A:

Dos (o más) de los síntomas siguientes, cada uno de ellos presentes durante una parte
significativa de tiempo durante un periodo de un mes (o menos si se trató con éxito). Al
menos uno de ellos ha de ser (1), (2) o (3):

1. Delirios
2. Alucinaciones.
3. Discurso desorganizado (p.ej., disgregación o incoherencia frecuente).
4. Comportamiento muy desorganizado o catatónico.
5. Síntomas negativos (es decir, expresión emotiva disminuida o abulia).
Debido no permanecer en trabajos estables, carencia de amistades y de pareja.
Corresponden al criterio B:

Durante una parte significativa del tiempo desde el inicio del trastorno, el nivel de
funcionamiento en uno o más ámbitos principales, como el trabajo, las relaciones
interpersonales o el cuidado personal, esta muy debajo del nivel alcanzado antes del inicio
(o cuando comienza en la infancia o la adolescencia, fracasa la consecución del nivel
esperado del funcionamiento interpersonal, académico o laboral).

Agresividad verbal.

Por su comportamiento y al estar hospitalizado 3 años, corresponde al criterio C:

Los signos continuos del trastorno persisten durante un mínimo de seis meses. Este período
de seis meses ha de incluir al menos un mes de síntomas (o menos si se trato con éxito) que
cumplan el Criterio A (es decir, síntomas en la fase activa) y puede incluir períodos de
síntomas prodrómicos o residuales. Durante estos períodos prodrómicos o residuales, los
signos del trastorno se pueden manifestar únicamente por síntomas negativos o por dos o
más síntomas enumerados en el criterio A presentes de forma atenuada (p.ej., creencias
extrañas, experiencias perceptivas habituales).

La esquizofrenia en el paciente se ajusta a los criterios, es decir, el diagnostico conlleva la


identificación de los signos y los síntomas, por otra parte, lo deferencia de los otros
diagnósticos el nivel de agresividad, sobre todo en los hombres es más frecuente, así como
también sus variables estados de ánimos, como por ejemplo se diferencia de un trastorno
del estado de ánimo con características psicóticas al de esquizofrenia por la presencia de
delirios o alucinaciones.

Trastorno bipolar II

Gabriela, es una mujer de 27 años, casada y sin hijos. El motivo de consulta, su marido la
llevo al hospital porque estaba muy excitada y verborragia. Después de discutir con su
esposo cuatro días antes, se fue de su casa enojada a la iglesia de su sector de residencia,
donde permaneció rezando toda la noche. Cuando regresó a la mañana siguiente su esposo
estaba enojado con ella y le dijo que si quería pasar toda la noche en la iglesia podía irse a
vivir allí. Se fue a la casa de su mamá donde se perturbó más y más. Estaba muy excitada,
no podía dormir, hablaba casi incesantemente y se negaba a comer. Rezaba
fervientemente, pero mezclaba palabras, aparentemente sin darse cuenta. Su interminable
conversación era especialmente sobre religión y la interrumpía sólo para cantar plegarias
en las que acusaba a numerosas personas de pecar y les ordenaba rezar. Su madre llamó al
marido y le dijo que él era responsable de ella. Como la paciente se negó a ser tratada, su
esposo la llevo al hospital por la fuerza.

Gabriela presentaba un aspecto muy bien vestida y elegante. Se la notaba excitada e


irritable y gritaba agresivamente. Hablaba demasiado y su conversación era difícil de seguir
porque iba demasiado rápido, cambiando de un tema a otro. Se creía superior a los demás,
los que estaban celosos de ella por su voz y belleza. Su inteligencia era superior a la normal
y se sentía más fuerte y saludable que nunca. Se distraía con facilidad, pero estaba
totalmente orientada con respecto al tiempo, al espacio y a su persona. No mostraba falla
en la memoria u otras funciones cognitivas.

La sintomatología de Gabriela queda en evidencia en los siguientes criterios:

Tras la discusión con su marido 4 días antes, corresponde al criterio A:

Un período bien definido de estado de ánimo anormal y persistentemente elevado,


expansivo o irritable, y un aumento anormal y persistente de la actividad o la energía, que
dura como mínimo cuatro días consecutivos y esta presente la mayor parte del día, casi
todos los días.

Excitación y mas habladora por lo que fue llevada al hospital a la fuerza, presentaba
irritabilidad y se creía superior a los demás, como también sus rezos energéticos,
corresponde al criterio B:

Durante el período de alteración del estado de ánimo y aumento de la energía y la actividad,


han persistido tres (o más) de los síntomas siguientes (cuatro si el estado de ánimo es dolo
irritable), representan un cambio notorio del comportamiento habitual y han estado
presentes en un grado significativo:

1. Aumento de la autoestima o sentimiento de grandeza.


2. Disminución de la necesidad de dormir (p.ej., se siente descansado después de solo
tres horas de sueño).
3. Mas hablador de lo habitual o presión para mantener la conversación.
4. Fuga de ideas subjetivas de que los pensamientos van a gran velocidad.
5. Facilidad de distracción (es decir, la atención cambia demasiado fácilmente a
estímulos externos poco importantes o irrelevantes), según se informa o se observa.
6. Aumento de la actividad dirigida a un objetivo (social, en el trabajo o en la escuela o
sexual) o agitación psicomotora.
7. Participación excesiva en actividades que tienen muchas posibilidades de
consecuencias dolorosas (p.ej., dedicarse de forma desenfrenada a compras,
juergas, indiscreciones sexuales o inversiones de dinero imprudentes).

Gabriela presentaba aspecto saludable, no tenía otros tratamientos, Criterio F:

El episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p.ej., una droga,
un medicamento u otro tratamiento).

El diagnóstico según los signos que presenta Gabriela es Trastorno bipolar II, con episodio
hipomaníaco actual o mas reciente, por los siguientes criterios:

A. Se han cumplido lo criterios al menos para un episodio hipomaníaco (Criterios A-F


en “Episodios hipomaníacos” antes citado) y al menos un episodio de depresión
mayor (Criterios A-C en “Episodio de depresión mayor” antes citado).
B. Nunca ha habido un episodio maníaco.

La diferencia de evidencia este tipo de trastorno por que presenta mayor cronicidad pasan
de promedio, las personas que padecen este trastorno no reconocen sus síntomas, además
destaca la impulsividad, otra diferencia es que este trastorno se da mas frecuentes en
familiares, en cambio en bipolar 1 pueden existir factores genéticos que tienen influencia
en la edad de inicio.

Desregulación destructiva del estado de ánimo

Pedro, de 9 años, ha presentado mal humor crónico y ataques de rabia severos desde
temprana edad. A los 4 años se le pidió que dejara el preescolar debido a su conducta, a los
7 años fue diagnosticado con TDAH. Un tratamiento estimulante disminuyó bastante los
síntomas del TDAH y también ayudó un poco con la irritabilidad. Su madre refiere que
continuó teniendo mal humor crónico y ataques de rabia cuando estaba frustrado, esto
ocurría a diario en la casa y semanalmente en el colegio. La mayor parte de los ataques de
rabia se demostraban verbalmente, pero algunos eran físicos. Más recientemente se le
diagnosticó con Trastorno de Desregulación Disruptiva del Estado de Ánimo (TDDEA), un
nuevo diagnóstico incluido en el DSM-V. Su psicóloga y psiquiatra han probado con varios
tratamientos. La terapia de entrenamiento a padres pareció ayudar al principio, pero las
conductas regresaron. Tanto los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
como los antipsicóticos atípicos fueron relativamente efectivos, pero éstos últimos
causaron sedación significativa y aumento de peso.

En el caso de Pedro presenta los siguientes criterios del TDDEA:

Criterio A: accesos de cóleras graves y recurrentes que se manifiestan verbalmente (p.ej.,


rabietas verbales) y/o con el comportamiento (p.ej., agresión física a personas o
propiedades) cuya intensidad o duración son desproporcionadas a la situación o
provocación.

Los ataques de rabia y un estado de ánimo irritado. Los ataques de rabia tienen que ocurrir,
en promedio, al menos 3 veces a la semana, ser desproporcionados e inconsistentes con la
etapa de desarrollo en que se encuentra el sujeto. Aunque dichos ataques son un rasgo
general de muchos trastornos psicológicos, no son muchos los niños que los tienen 3 veces
a la semana, y de forma regular.
Criterio C: los accesos de cólera se producen, en término medio, tres o más veces por
semana.

Pedro presenta un estado de ánimo irritable. Su madre refiere que lo observa al igual que
sus compañeros la mayor parte del tiempo malhumorado y gruñón.

Criterio D: el estado de ánimo entre los accesos de cólera es persistentemente irritable o


irascible la mayor parte del día, casi todos los días, y es observable por parte de otras
personas (p.ej., padres, profesores, compañeros).

Para este tipo de diagnóstico se requiere clínicamente distinguir de forma minuciosa este
tipo de trastorno, ya que, puede confundirse con trastorno bipolar pediátrico como por
TDAH, por otra parte, se empieza a desarrollar a temprana edad, se diferencia de los demás
trastornos por el nivel de irritabilidad.

Depresión mayor

Isabel, de 41 años, es secretaria administrativa de una empresa de aseo, recientemente


divorciada. La paciente refiere tener síntomas depresivos durante toda su vida. Su motivo
de consulta en el 2013 con la psicóloga del consultorio de su sector fue que se sentía triste
y angustiada, nada la hacia sentir bien, todo le daba vergüenza y sentía que todos la
criticaban.

En el 2018, asiste al psicólogo particular, ya que presentaba un estado insoportable como


refiere, con sintomatología depresiva debido a su quiebre, la situación de divorcio ha
generado estados anímicos bajos y malestar físico que quiere superar, debido a sus bajos
recursos, es derivada al consultorio, donde el médico general le entrega un tratamiento
farmacológico y a la vez la deriva al servicio de psiquiatría del hospital para evaluación y
manejo. El médico le aplica el inventario de depresión de Beck, luego de una entrevista
sobre su historia familiar.

La paciente presenta signos y síntomas que configuran un trastorno depresivo mayor grave
con predominancia de la culpabilidad sin riesgo suicida en la actualidad. Sobresale
seguidamente, el trastorno del sueño y retraimiento social, marcado por la vergüenza y el
sentimiento de fracaso. Por otro lado, Isabel se encontraría situación de vulnerabilidad
debido a la disfuncionalidad de la familia de origen que configuraría en ella una conducta
de relación interpersonal inadecuada, que empeora la situación actual y perpetúa la
sintomatología.

La paciente presenta un trastorno depresivo mayor, caracterizado por episodios, seguido


de remisiones de la sintomatología. La entrevista clínica en profundidad a la paciente arroja
inicio de sintomatología en el año 2007 Episodios: 2007, 2010, 2013, empeoran el 2018,
reactivo a la separación conyugal vulnerabilidad y dificultad para afrontar situaciones de
alto estrés, que no le permite mantener su continuidad vital ya que es incapaz de ordenar
y reorganizar su vivencia.

La paciente depresión mayor de acuerdo con los siguientes Criterios:

Debido al motivo de consulta porque sentía triste y angustiada, nada la hacía sentir bien,
todo le daba vergüenza y sentía que todos la criticaban. Síntomas depresivos que sentía
toda su vida… predominancia de la culpabilidad sin riesgo suicida en la actualidad. Sobresale
seguidamente, el trastorno del sueño y retraimiento social, marcado por la vergüenza y el
sentimiento de fracaso.

Criterio A:

Cinco (o más) de los síntomas siguientes han estado presentes durante el mismo de dos
semanas y representan un cambio del funcionamiento previo; al menos uno de los síntomas
es (1) estado de ánimo deprimido o (2) pérdida de interés o de placer.

1. Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días, según se
desprende la información subjetiva (p.ej., se siente triste, vacío, sin esperanza) o de
la observación por parte de otras personas (p. ej., se le ve lloroso).
2. Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas las actividades
la mayor parte del día, casi todos los días (como se desprende de la información
subjetiva o de la observación.
3. (4) Insomnio o hipersomnia casi todos los días.
4. (6) Fatiga o pérdida de energía casi todos los días.
5. (7) Sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada (que puede ser
delirante) casi todos los días.

Isabel se encontraría situación de vulnerabilidad debido a la disfuncionalidad de la familia


de origen que configuraría en ella una conducta de relación interpersonal inadecuada

Criterio B:

Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral u otras
áreas importantes del funcionamiento

Isabel no presenta otras patologías

Criterio C:

El episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia o de otra afección
médica.

Criterio E:

Nunca ha habido un episodio maníaco o hipomaníaco.

Claramente se evidencia en la diferenciación con los otros trastornos por el deterioro, por
la carencia de funcionalidad. En este caso por un duelo de divorcio mal elaborado, por una
historia de vida difícil desde su niñez, la depresión mayor puede aparecer por primera vez
a cualquier edad. Además por la sintomatología principal es un período de tiempo de al
menos dos semanas, durante el cual existe un animo depresivo como se describe en el
criterio A.

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