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Elena
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octubre 9, 2001].
ARTÍCULOS
DE LA Hermanas de María
. Ex Catedrática, Docente e Investigadora de
Ética Biomédica y Filosofía de la Medicina
MATERNIDAD (Universidad de Puerto Rico, Mayagüez
Campus)
Y LA FAMILIA . Publica libros, artículos y presenta conferencias
a nivel nacional e internacional sobre temas de
estas áreas, particularmente, sobre la ética en la
investigación científica
. Profesora Invitada de la Pontificia Universidad
Católica Argentina
. Fundadora del Centro para la Filosofía en su
Función Interdisciplinaria (Universidad de
Puerto Rico)
. Miembro cofundador de la Federación
Puertorriqueña de Bioética
. Eticista Clínica, Hospital La Concepción (San
Germán, Puerto Rico)
. Presidente de la Comisión de Bioética Padre
José Kentenich (Argentina y Puerto Rico) afilia-
da a la Federación de Institutos de Bioética de
Inspiración Personalista (FIBIP) (Vaticano)
. Miembro de la Pontificia Academia para la Vida
(Vaticano)
. Miembro de la Academia del Plata (Argentina)
[1] El presente artículo fue expuesto en un panel en el Congreso Internacional: “Mujer y Hombre, la Humanidad por
entero”, organizado por el Consejo Pontificio para los Laicos en Roma del 7 al 9 de febrero de 2008.
bién un interrogante muy grave sobre De modo que si lo que está en crisis es
sus elementos constitutivos en general y un determinado modelo de familia, lo
sobre la maternidad en particular. que corresponde es analizar la estructura
y los rasgos de ese modelo de familia a la
Desde una perspectiva histórica, reco- luz de un criterio que sea fundamental,
nocemos que la institución familiar pasó para ver si ese modelo puede justificarse
ya por una gran crisis: la crisis de la fami- hoy. Si lo que está en crisis es el modelo
lia tradicional que originó el cambio de la de familia denominado familia patriar-
familia extensa a la familia nuclear cal o familia conyugal nuclear en cuan-
moderna. Esta crisis redujo las funciones to versión caduca o estereotipada de su
de la institución familiar. Consistió bási- proyecto original en la modernidad,
camente en la reducción del número de entonces habría que buscar en el funda-
miembros o tamaño de la familia, y sus mento natural de la familia la esencia
roles centrales en el mundo laboral, edu- que anime y justifique otro modelo de
cativo y social en el contexto de la cultu- familia, sin descartar la familia en sí
ra premoderna. Pero ahora se cierne otra misma como institución. Así pues, la cri-
crisis en la cual la familia moderna pasa sis actual no sería un momento de pérdi-
de un modelo de familia nuclear a otro da y catástrofe de valores imperecederos
designado ambiguamente posmoderno. que se han de conservar dogmáticamen-
Se trata de una desfamiliarización de la te, ni tampoco indicio fatal de que la
sociedad. Con este concepto se sugiere la familia como institución está destinada a
disminución en la percepción de la fami- desaparecer a causa de su deficiencia
lia como socialmente necesaria, y el surgi- estructural.
miento de diversas formas de convivencia
humana con predominio de un criterio La tarea que nos asignamos es, por
individual sobre el comunitario, y la consiguiente, más radical y difícil de lo
correspondiente desestimación del funda- que indicaría una primera apreciación.
mento natural de la familia en un orden Hemos planteado la necesidad de retor-
objetivo y esencial, exponiéndola al subje- nar a la raíz esencial o natural de la fami-
tivismo y relativismo cultural que trastor- lia para examinarla críticamente y tomar
na el sentido del sexo, del amor conyugal posición personal ante la misma. Pero la
y de la apertura a la vida. Se advierte una tarea es particularmente desafiante por-
crisis de la identidad misma de la familia que dicha raíz no está exenta de ambi-
como institución en su expresión actual, a güedad en la época posmoderna. La
su vez motivada por otra crisis del orden posmodernidad es proclive a desestimar
objetivo de la verdad y el bien formulado el significado filosófico de la naturaleza,
en la ley moral natural. a poner en duda la objetividad de la ver-
dad y el bien inherente al orden natural, inmediato que no conduce a una felici-
y a cuestionar la posibilidad de derivar de dad sustancial.
ella una interpretación normativa para
las categorías con las cuales pensamos el A su vez, la relatividad y utilitarismo
ser persona, el amor, la convivencia cultural ante la familia se enuncia con
sexual, la maternidad/paternidad, en fin, palabras nuevas en cuanto a sus conno-
los aspectos esenciales de la familia. taciones, a saber: salud reproductiva
entendida como modo muy específico
Según esta apreciación, la verdadera de la no reproducción; políticas divor-
crisis reside en los conceptos o concep- cistas y abortivas, tomadas como estra-
ción teórica y en la vivencia práctica del tegias -según se dice- para eliminar el
amor, de la sexualidad, de la libertad, de divorcio y el aborto; familias en plural,
la entrega incondicional entre las perso- bajo una enorme gama de posibilidades,
nas, y -en esta secuencia- en la crisis del llegando hasta la denominada uniperso-
concepto de la maternidad y de la fami- nal, en sustitución de la familia, en su
lia. Esto incluye una revaloración del sentido natural y permanente (sentido
concepto mismo del ser persona; se común); género, para sustituir la pala-
reduce su ser a sus funciones empírica- bra y la realidad del sexo, bajo numero-
mente estimables y se reduce su dignidad sísimas modalidades, incluidas todas
inherente a una visión positivista de sus ellas bajo la denominada perspectiva de
derechos y deberes. género.
su vez, opaca la presencia del misterio en meterse sino a seguir los gustos subjeti-
la persona misma y sus interacciones con vos. Así la persona light se vuelve nihilista
los demás. Como diría el P. J. Kentenich, ya que no tiene referentes, hallándose, a
el alejamiento de Dios deshumaniza a la la vez, dominada por un falso sentimiento
persona y la reduce al nivel inferior a los de libertad, donde la verdad es la opinión
animales, quienes al menos observan propia y el bien la preferencia útil.
fielmente sus instintos.
Ya no hay denuncias ni inquietudes
Poco a poco, se genera un materialis- culturales ni grandes aspiraciones socia-
mo práctico: el ser queda reemplazado les. Juega o vive sin objetivos nobles o
por el tener; la sustancialidad de la vida humanistas, sin aspiraciones, vacío y en
es reinterpretada según un funcionalis- rebelión contra todos los estilos de vida
mo en términos de calidad, belleza, pla- que no sean el suyo. De su mediocridad
cer y logros exteriores de la persona. Las nace un nuevo analfabetismo, puesto que
dimensiones más profundas de orden es capaz de acumular muchas redes com-
espiritual religioso pasan a ser tan sólo plejas de información pero carece de for-
idiosincrasias subjetivas y privadas, sin mación; acumula muchas vivencias, pero
impacto en la vida comunitaria, en la carece de experiencia; reconoce valores
visión social de la familia y menos en la sólo en la medida que definan su propia
jurisprudencia en torno de ella como ins- forma de ser y de sentir; es incapaz de un
titución básica. genuino encuentro y apertura con lo ver-
daderamente ajeno. De ahí que siempre
Surge así la familia denominada light, sea un espectador, un hombre pasivo que
sustentada en el egoísmo y permisivismo. participa voluntariamente de un plan que
De la búsqueda ávida de placer y refina- él no ha trazado. Esta realidad se ha
miento sin freno ni cuestionamiento, se enmascarado detrás de una incesante
sigue el hedonismo de alta permisividad. actividad, de una pasión por la nada.
Es decir, no hay prohibiciones ni territo- Permitiéndose todo, no garantiza nada.
rios vedados ni diversiones restringidas; Vive experiencias apáticas, manipulado
no hay imposiciones, salvo algunas leyes por estímulos que no lo llenan ni hacen
mínimas de convivencia cívica. De ello se feliz. Su interior es impasible, pleno de
deriva el escepticismo y el relativismo. En tedio, aburrimiento y desolación, con
virtud de una actitud escéptica, las opi- curiosidad y tolerancia ilimitadas.
niones cambian rápido y se destierran los
valores trascendentes, entonces se cae en En resumen, la familia en su modelo
la indiferencia e indefensión. Se pasa así al actual, nuclear y patriarcal -según algu-
relativismo, a la invitación a no compro- nos sociólogos lo plantean- está amena-
[2] FLECHA, Andrés y ROMÁN, José, Moral de la Persona, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 2002, cap. II.
integración al contexto personal, es decir can las personas menores de edad, sin
al matrimonio, al amor, a la procreación, garantizar la intervención de la familia.
a la intimidad y la plena pertenencia • Inclusión del “cupo de género” en
interpersonal. Surge una separación los distintos niveles de organización
mecánica entre amor matrimonial-sexua- social y política.
lidad y la apertura maternal a la vida. • Legalización de la unión de perso-
nas del mismo sexo con pretensión de
Sustitución de la perspectiva que sea equiparada al matrimonio y con
de género por la identidad sexual posibilidad de adopción.
natural • En materia educativa, estrategias de
intervención en los textos escolares para
La dimensión de mayor impacto eliminar todas las visiones estereotipadas
actual en cuanto al tema de la identidad sobre hombre y mujer.
y diferenciación sexual es la llamada • Transversalidad: se promueve la
“ideología de género”, la cual será de- integración de las cuestiones de género
sarrollada en unos breves apuntes rela- en la totalidad de los programas sociales,
cionados a sus implicaciones respecto al de tal modo que sea esta perspectiva el
tema en cuestión. criterio de análisis y de diseño de las
políticas públicas.
La perspectiva de género abarca
diversas acciones entre las que se pueden En resumen, la ideología de género
mencionar: sustenta una difusión de comportamien-
tos contrarios a la maternidad, la vida y
• Distribución de métodos anticon- a la familia. En el marco de las políticas
ceptivos en el marco de las políticas de públicas con perspectiva de género se
salud reproductiva. promueve la distribución de anticoncep-
• Campañas para garantizar a las tivos, incluso abortivos, la despenaliza-
mujeres el acceso a un “aborto legal y ción y legalización del aborto y la
seguro, sin restricciones”. esterilización. Se trata de conductas con-
• Legalización de la “esterilización” trarias a la vida y la familia que conlle-
como método anticonceptivo. van también violaciones a los derechos
• Actividades de capacitación y difu- humanos fundamentales, como es el
sión de la perspectiva de género, inclu- caso del derecho a la vida.
yendo campañas en los medios masivos
de comunicación social. Introduce a su vez dinamismos de
• Acciones enfocadas a grupos consi- conflicto en la sociedad: en lugar de ver
derados de riesgo entre los que se desta- a la mujer en el marco amplio de la fami-
[3] DI PIETRO, Maria Luisa, Sexualidad y procreación humana, Buenos Aires, EDUCA, 2005, cap. 2.
diversas razones, tales como uniones dis- convertir en atentados contra la fideli-
funcionales, falta de seriedad para asu- dad matrimonial. Cuando la pareja no
mir un vínculo permanente, inmadurez comparte y no nutre su amor conyugal,
emocional, insaciable sed de placer y el son frecuentes los problemas de comuni-
énfasis en la autorrealización con cierto cación, debilitamiento de la autoridad
menoscabo de la capacidad de servicio parental, intervención de terceras perso-
abnegado y magnánimo, representan un nas, violencia intramarital y desarmonía
fracaso de la intención inicial del sexual, entre otros problemas.
matrimonio.
• Por último, pero de importancia
La vida matrimonial en la posmoder- cardinal para el tema central de la
nidad puede complicarse por considera- maternidad, la mentalidad anticoncepti-
ciones de actualidad: va con afinidad al aborto por un lado, y
por el otro lado la tecnologización de la
• Por ejemplo, la prolongación de procreación, desafían al embarazo-
vida de la pareja. Hoy la pareja necesita maternidad tal como será expuesto a
mantener su armonía conyugal por más continuación.
tiempo y en medio de los inexorables
procesos de envejecimiento con las alte-
raciones biopsicosociales que estos pro- II. MENOSPRECIO DEL EMBARAZO
cesos provocan. COMO FASE DE LA MATERNIDAD Y DE
CÓMO ELLO AFECTA NEGATIVAMENTE
• También ha de notarse la ausencia o A LA INTEGRIDAD DE LA FAMILIA
limitada convivencia del matrimonio y
participación de los padres en el hogar, Embarazo y maternidad como castigo
por ejemplo a causa del trabajo de ambos
fuera del hogar, lo que restringe la inter- Un castigo es esencialmente una res-
acción de los cónyuges entre sí y la aten- puesta o efecto secundario y consecuen-
ción de los hijos. cia de actos o faltas objetables. El castigo
justo debe corresponder en calidad y
• La vida conyugal se hace mecánica cantidad (tipo e intensidad) a la natura-
con muchas obligaciones y poca gratifi- leza y magnitud de la falta. Es decir, un
cación. Se buscan gratificaciones fuera castigo injusto podría verse como una
del hogar con un tercero, lo cual condu- contradicción conceptual. El castigo, de
ce a la separación emocional entre los ser injusto, puede ser un mal y por eso
esposos y vinculaciones potencialmente injustificable. Por otro lado, de ser justo,
peligrosas con amistades que se pueden podría ser un bien instrumental para
[4] deLADURANTAYE, Paul, “Contraception and the Person”, The National Catholic Bioethics Quarterly (NCBQ), vol. 3, n.
1, Filadelfia (2003), pp. 35-37.
[5] Ídem. HAAS, John, “Person and Human Being in the UNESCO-Declaration on Bioethics and Human Rights”, NCBQ,
vol. 7, n. 1, Filadelfia (2007), p. 47.
apoyo vital ante la ausencia de otro la vez que se inclina por evaluar todo
recurso de supervivencia, una mujer según un criterio pragmático, es decir, las
podría argumentar a favor de la extrac- cosas valen por su función y utilidad para
ción del feto en casos en que su embara- el ser humano individual o colectivo.
zo fuese especialmente complicado o el
feto adoleciese de una condición mortal La razón técnica se inclina a interve-
o anormalidad incompatible con la vida. nir con el orden natural para reconfigu-
Más adelante se comentará que el abor- rarlo o hacer su síntesis. Esa intervención
to consiste en el hecho de retirar un puede incluir el reemplazar y sustituir, y
recurso esencial que no se puede reem- no el mero asistir a la naturaleza para
plazar. Sería violentar una unión única que logre sus objetivos. Cuando se trata
de íntima dependencia constituida por la de la naturaleza humana o el ser persona
madre y el hijo. [6] como espíritu-encarnado-sexuado es
preciso tomar muy en serio la consigna,
Embarazo-maternidad tecnificados de que lo que técnicamente puede
y otras modalidades de sustituir hacerse no equivale a lo que deba hacer-
la procreación con la reproducción se. Esta consigna se hace urgente cuando
se trata de las funciones procreativas en
Se entiende por técnica una actividad vista de la experiencia de amor como
productiva, y en cuanto se dice que está unidad y apertura a la vida. [7]
o debe estar bajo la dirección de la razón
humana práctica, se la denomina tecno- a. Embarazo según la Fecundación In
logía (técnica + logos). La razón técnica Vitro (FIV)
es instrumental y así se rige por conside-
raciones de utilidad y eficiencia, con lo En la FIV la concepción se realiza en
cual se distingue por su esfuerzo de un laboratorio y la mujer dice quedar
manipular y controlar su objeto de apli- embarazada en el momento de la trans-
cación para maximizar la productividad. ferencia a su vientre del embrión exter-
De este modo no es tan neutral como se namente fecundado. El embarazo, en su
cree, pues induce a ver la realidad como sentido natural, queda fragmentado en
lo neutral a ser dominado, el conocer dos eventos: la fecundación técnicamen-
como un recurso de poder y de hacer, a te mediada y luego la implantación.
[6] Ídem.
[7] LUGO, Elena, “Filosofía de la Tecnología” en Ética Profesional en la Ingeniería, Mayagüez, Puerto Rico, Editorial
Riqueña, 1987.
[8] MAY, William, “Catholic Bioethics and the Gift of Human Life”, en: Our Sunday Visitor, Huntington, Indiana (EE.UU.)
(2000), p. 811 y DI PIETRO, Maria Luisa, op. cit., cap. 8.
[9] BERKMAN, John, “Gestating the Embryo of Others”, NCBQ, vol. 3, n. 2, Filadelfia (2003), p. 317.
[10] TONTI-FILIPPINI, Nicholas, “The Embryo Rescue Debate”, NCBQ, vol. 3, n. 1, pp. 119-20 y KELLMEYER, Steve, “Embryo
Adoption”, NCBQ, vol. 7, n. 2, Filadelfia (2007), p. 267.
[11] KACZOR, Christopher, “Could Artificial Wombs End the Abortion Debate?”, NCBQ, vol. 5, n. 2, Filadelfia (2005), p.
289.
[12] SMITH-BARTEL, Sarah, “Welcoming the Child at Birth”, NCBQ, vol. 6, n. 2, Filadelfia (2006), p. 205 y KELLMEYER,
Steve, “Embryo Adoption”, NCBQ, vol. 7, n. 2, Filadelfia (2007), p. 267.
Evidenciamos una dualidad entre lo uni- lenguaje nupcial del cuerpo sexuado.
tivo-personal y lo procreativo-biológico, Además, es ampliamente admitido que
reflejo del dualismo clásico de alma y los recursos contraceptivos facilitan
cuerpo. tanto la sexualidad prematrimonial como
la extramatrimonial, siendo en ambos
En este contexto, la maternidad se casos una mentira del acto sexual como
somete a un criterio subjetivo dominan- supuesta afirmación íntima de la plena
te del embarazo como proceso biológico, dignidad de la persona, como don y
es decir, la mujer no reconoce el valor receptividad incondicional del amor; es
inherente a su corporeidad femenina, decir se expresa verbalmente el amor sin
que tan sólo cuenta como valor instru- medida, pero el cuerpo lo contradice en
mental dependiente de su voluntad. Así su sometimiento al contraceptivo.
las cosas, si surge un embarazo no pro-
gramado, éste es un accidente en su pro- En cambio, la regulación responsable
yecto vital, un riesgo de su intimidad y generosa de la fecundidad natural en y
conyugal o una contradicción a su mani- para la familia, se presenta como el antí-
pulación personal de la capacidad pro- doto a la mentalidad contraceptiva.
creativa. Según la dimensión trascendental inhe-
rente a la visión orgánica que acompaña
El contraceptivo hiere la imagen y la regulación natural, el ser humano des-
semejanza de Dios, que es la persona, cubre quién es por medio del auténtico
pues no sólo contradice la verdad objeti- regalo de sí en la totalidad de su ser a
va del valor existencial del impulso otra persona, quien lo recibe en comple-
sexual, sino que coloca el matrimonio en mento y reciprocidad. Este don y recepti-
una posición de rechazo ante la inter- vidad mutua establece una comunión
vención divina creadora; margina a los interpersonal orientada a un bien
esposos de su rol de responsabilidad ante común: el bien de participar en la obra
una vida nueva y los objetiva o cosifica creadora al contribuir a la vida personal
en su intimidad, menoscabando la comu- nueva. Se reafirma lo dicho: el cuerpo no
nión esponsal como núcleo de la familia. es un mero instrumento de la persona o
un proceso biológico bajo su manipula-
La mentalidad tecnológico-científica ción según deseo subjetivo, sino la
y utilitarista del uso del contraceptivo expresión de la verdad y el bien del ser en
sugiere una objetivación de la mujer, sí de persona en cuanto amor y vida.
facilita una actividad sexual, en carencia Representa un estilo de vida respetuosa
del amor benevolente y la apertura afir- de la persona como espíritu encarnado y
mativa de la vida, con lo que traiciona el sexuado, reverente ante los ciclos feme-
bilidad humana, reviste dignidad y refle- mera productividad de ovocitos, sino que
ja el carácter de las decisiones y actitu- es entrega nupcial, la cual tan sólo es
des interiores. propia en la comunión esponsal y de la
que no puede disponerse independiente-
Ante la madre-huésped: el problema mente del vínculo con su esposo. La
con la madre-huésped o sustitutiva se transferencia heteróloga del embrión
centra en la orientación de la figura abandonado y expuesto a los estragos de
maternal y su decisión de entregarse en la congelación, puede, a lo sumo, ser un
servicio a la pareja que solicita la FIV. acto de intención caritativa, pero en sí
Para ella, el bebé por nacer es como un desubicado o errado al poner en peligro
instrumento por medio del cual la mujer la dignidad de la unidad matrimonial y
se regala a la pareja emulando la entrega de la maternidad inherente al vínculo
amorosa esponsal que corresponde -por esponsal. El acto conyugal, por defini-
orden natural objetivo- al matrimonio. ción, y como fuente de una vida nueva o
La maternidad-huésped vulnera la inte- raíz de la maternidad, cuenta con un sig-
gridad de la familia y el vínculo matri- nificado esencial, ausente en la persona
monial al separar los elementos físicos, individual, pero presente en una mujer-
psíquicos y morales que constituyen la madre sólo en comunión con el esposo.
maternidad. Recordemos que la concep- La maternidad no es decisión indepen-
ción no sólo genera una vida nueva, sino diente de la expresión de amor íntimo
la modalidad ontológica de ser padres. entre los esposos.
[17] JUAN PABLO II, Carta Encíclica Evangelium vitae, Ciudad del Vaticano, 1995, n. 22.
[18] SAGRADA CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA, Orientaciones educativas sobre el amor humano,
Pautas de educación sexual, n. 52.
[19] Cfr. LUGO, Elena, Conferencia “Visión orgánica de la familia”, en: Séptima Jornada de Bioética, Nuevo Schoënstatt,
Argentina, 2005.
nalidad de cada niño como persona ninguna sociedad. Pero el desafío actual
única digna de respeto y amor desintere- es cómo vincular a las funciones esencia-
sado. les de la familia, las diversas formas y
comportamientos de convivencia fami-
Más allá de que constituyan verdade- liar, dispares y alejados de la definición
ros desafíos, la pérdida de consistencia de la familia conyugal y nuclear.
del carácter y las dimensiones institucio- Pensamos que la familia es duradera y
nales de la familia tradicional (extensa), frágil al mismo tiempo. La institución
el crecimiento del individualismo y la familiar tiene asegurada su perennidad,
democratización de la relación varón y si bien cambiante en el tiempo y en el
mujer, la ampliación del espacio funcio- espacio, porque tiene encomendadas
nal de la mujer en la sociedad y en espe- funciones imprescindibles para la realiza-
cial en el campo profesional / laboral, ción humana.
presentan elementos positivos para dis-
cernir y desarrollar. La familia aparece no ¿Por qué es preciso creer en la familia
sólo necesaria para la estabilidad emo- y en la maternidad como su corazón?
cional de los individuos sino que se Porque Dios cree firmemente en la fami-
redescubre su importancia para el arrai- lia, pues creó al ser humano a su imagen
go de sentimientos de pertenencia, afi- y semejanza, varón y mujer. Dios quiso
liación y solidaridad, necesarios para la poner en el centro de su proyecto la rea-
cohesión social. Incluso entre las genera- lidad del amor entre hombre y mujer, y se
ciones más jóvenes parece manifestarse presenta como Trinidad para alentar la
un mayor aprecio del matrimonio y de la comunión entre personas. El hecho de
familia, así como una defensa de los que Dios haya puesto a la familia como
valores asociados a la convivencia fami- fundamento de la convivencia humana y
liar estable, la fidelidad y la estabilidad paradigma de la vida eclesial, exige de
familiar. parte de todos una respuesta decidida y
convencida tal como nos sugiere la
La constatación de su vitalidad e Familiaris consortio: “¡Familia, sé lo que
importancia actual sólo manifiesta que eres!”, [20] y como Juan Pablo II luego
la familia en su sentido más amplio añadió: “¡Familia, cree en lo que eres!”.
-como forma original de organizar la Creemos en ella por ser esencial para la
afectividad, la procreación y los lazos de formación y realización de la persona en
parentesco- no podría estar ausente de su dignidad como valor jamás negocia-
[20] JUAN PABLO II, Exhortación apostólica “Familiaris consortio”, Ciudad del Vaticano, 1981, n. 17.
[23] Cfr. JUAN PABLO II, Carta a las familias Gratissimam sane, n. 6.