2007; 9 (12):607-612

Acerca de la Clonación del Embrión Humano.

Una Perspectiva Histórica y Bioética
Isis Nezer de Landaeta*
Facultad de Medicina UCV. Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina. Centro Nacional de Bioética. Caracas, Venezuela

Resumen
En este trabajo se analiza la preocupación que surge ante la posibilidad de aplicar las técnicas de clonación a los seres humanos. Se describe
el experimento realizado en ovejas por Wilmut y col., sus repercusiones científicas y éticas en relación con la clonación de seres humanos.

PALABRAS CLAVE: Clonación, Células madre, Bioética.

Abstract
ABOUT HUMAN CLONING. A HISTORICAL AND BIOETHICAL PERSPECTIVE
This work analyze the bioethical worries emerging because the possibility of cloning human beings. It is decribed the experiment done in lambs
by Wilmut et al. and its scientific and ethical repercussions about human cloning.

KEY WORDS: Cloning, Stem cells, Bioethics.

Introducción La clonación, ejemplo de estos últimos, método

que permite producir individuos idénticos, es hoy

L
a preocupación que surge acerca del desarrollo
de una técnica sin ética está presente en re­
uniones científicas de diferentes ámbitos, como
lo demuestran las múltiples publicaciones sobre el
tema.1
Adicionalmente, amplios sectores de la sociedad,
desde el Consejo de Europa, Consejo Ecuménico de
las Iglesias; legislaciones de los estados laicos mod­
ernos, hasta la opinión cristiana de las encíclicas
papales, han tenido que pronunciarse sobre las
nuevas cuestiones éticas que están siendo planteadas
por las innovadoras tecnologías.
Cada paso en el progreso humano origina inevita­
blemente el cuestionamiento ético y las modernas
tecnologías dan lugar a la formulación de dilemas
éticos que no se pueden resolver con criterios
tradicionales.
En líneas generales, los avances científicos aparecen
y se integran al modo de vida sin que medie contro­
versia significativa. Sin embargo, en algunos casos
de señalada proyección social, que afectan valores
o imágenes de identidad de una cultura determinada,
el público toma conciencia del hecho, dando lugar
al debate o a la creación de fenómenos de resistencia
al proceso.
técnicamente posible y de acuerdo con H. Jonas,7
“la nueva pregunta ética versa ahora sobre las
finalidades de esta técnica y su posible utilización
no sólo en las especies animales, sino también en
la especie humana”.1
La percepción de la clonación es diferente cuando
se trata de su aplicación en animales o cuando se
intenta extenderla a los seres humanos. En el primer
caso, las opciones son variables: algunos se muestran
de acuerdo, otros en contra y hasta existe una tercera
opción de aquellos que no toman posición; en el
segundo caso, se obtiene uniformemente un rechazo
total.
Debemos considerar entonces, la libertad de
investigación. No se discute el derecho a esta libertad,
pero cuando los resultados pueden afectar la genéti­
ca humana, existe una demanda por imponerle un
control social.
Ya en 1980, el Décimo Coloquio de Derecho
Europeo del Consejo de Europa, celebrado en la
ciudad de Lieja, señaló que cuando se trata de
investigación en genética humana, la libertad de
investigación no es absoluta, sino que implica de­
beres y responsabilidades.

INFORMED Vol. 9, Nº 12, 2007

de Landaeta IN y col. ACERCA DE LA CLONACIÓN DEL EMBRIÓN HUMANO. UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA Y BIOÉTICA
La cuestión se complica cuando hay que agregar
el riesgo de la irreversibilidad de las consecuencias
y el de la proyección de los resultados a seres
futuros. Todo lo cual debe conducir a los científicos
a extremar la prudencia y el sentido de responsabil­
idad.
Ya nadie discute que los investigadores deben
reconocer límites en este campo, se trata más bien
de la instrumentación de esos límites. Cuando se
intenta precisarlos, surgen varias interrogantes:
¿Quién pone los límites, cuáles serán los parámetros
y cuál el control?.
En este contexto, resulta necesario el control de
la sociedad sobre la experimentación biológica, pero
este control debe partir de un amplio consenso
generado por un debate multisectorial, plural y
democrático. Es un tema propio para la discusión
bioética.
El experimento
El equipo de Wilmut y colaboradores, investigadores
del Instituto Roslin de Edimburgo decidió poner en
contacto células de oveja adulta diferenciadas y
cultivadas, que habían sido colocadas en fase Go
disminuyendo la concentración de nutrientes del
medio, con óvulos enucleados. Se les aplicó entonces
un pequeño pulso eléctrico con el objeto de crear
microporos en las membranas celulares y al mismo
tiempo abrir los canales del calcio, provocando una
reacción que pone en marcha el metabolismo celular
y estimula el desarrollo del nuevo ser.
El rendimiento del experimento fue muy bajo: de
277 veces que se intentó, sólo se produjeron 29
embriones que fueron transferidos a ovejas; de
todos ellos, sólo se obtuvo un ejemplar, Dolly.
Repercusiones científicas y éticas
Los resultados fueron publicados en Nature2, revista
que dedica un artículo a comentar las repercusiones
científicas del experimento y según se infiere del
mismo, la importancia reside fundamentalmente en
la demostración empírica de que la diferenciación
celular durante el desarrollo no determina modifi­
caciones irreversibles del ADN, ya que la simple
detención de la división celular logra reprogramar
INFORMED Vol. 9, Nº 12, 2007
La cuestión se complica cuando hay que agregar
el riesgo de la irreversibilidad de las consecuencias
y el de la proyección de los resultados a seres
futuros. Todo lo cual debe conducir a los científicos
a extremar la prudencia y el sentido de responsabil­
idad.
Ya nadie discute que los investigadores deben
reconocer límites en este campo, se trata más bien
de la instrumentación de esos límites. Cuando se
intenta precisarlos, surgen varias interrogantes:
¿Quién pone los límites, cuáles serán los parámetros
y cuál el control?.
En este contexto, resulta necesario el control de
la sociedad sobre la experimentación biológica, pero
este control debe partir de un amplio consenso
generado por un debate multisectorial, plural y
democrático. Es un tema propio para la discusión
bioética.
El experimento
El equipo de Wilmut y colaboradores, investigadores
del Instituto Roslin de Edimburgo decidió poner en
contacto células de oveja adulta diferenciadas y
cultivadas, que habían sido colocadas en fase Go
disminuyendo la concentración de nutrientes del
medio, con óvulos enucleados. Se les aplicó entonces
un pequeño pulso eléctrico con el objeto de crear
microporos en las membranas celulares y al mismo
tiempo abrir los canales del calcio, provocando una
reacción que pone en marcha el metabolismo celular
y estimula el desarrollo del nuevo ser.
El rendimiento del experimento fue muy bajo: de
277 veces que se intentó, sólo se produjeron 29
embriones que fueron transferidos a ovejas; de
todos ellos, sólo se obtuvo un ejemplar, Dolly.
Repercusiones científicas y éticas
Los resultados fueron publicados en Nature,2
revista que dedica un artículo a comentar las reper­
cusiones científicas del experimento y según se
infiere del mismo, la importancia reside fundamen­
talmente en la demostración empírica de que la
diferenciación celular durante el desarrollo no de­
termina modificaciones irreversibles del ADN, ya
que la simple detención de la división celular logra
reprogramar el proceso para comenzar de nuevo
toda la reproducción.
de Landaeta IN y col. ACERCA DE LA CLONACIÓN DEL EMBRIÓN HUMANO. UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA Y BIOÉTICA
En cuanto a la repercusión social es posible
establecer las diferencias de opinión entre la
clonación en animales, de la cual se estima la
derivación de algunos beneficios, como en el caso
de clonar especies en peligro de extinción y la
clonación humana, ante la cual, la posición de la
sociedad presenta una variabilidad muy baja en
relación con un rechazo total.
La clonación constituye un caso de “cultural lag”,
es decir, de un avance científico que toma por
sorpresa tanto a los científicos como al gran público,
para quienes antes de 1997, el tema correspondía
al dominio de la ciencia ficción.
Existen pocas dudas sobre el logro de los cono­
cimientos que aún se requieren para hacer posible
la clonación humana. Muchos de los experimentos
que han resultado en la obtención de monos
(Rhesus), cerdos y sobre todo en ratones, refuerzan
lo dicho por el propio Wilmut, de que en menos de
2 años (a partir del experimento), sería posible
intentarla. Ya el científico norteamericano Richard
Seed prometió que procedería a la brevedad a clonar
a su esposa. Lo importante sería determinar el
objetivo que se quiere alcanzar con todo ello. El
problema no es del medio, sino del fin y la clonación
pone en juego la moralidad de los fines de la vida
humana.
Wilmut, en el citado artículo de Nature que siguió
a la publicación, expresa que aún cuando parece
técnicamente posible su realización en el hombre,
no debería ni siquiera intentarse, pues se trataría
de una aberración además carente de utilidad.3
La mayoría de las opiniones de muchos otros
científicos, coinciden en que su aplicación al hombre
no presenta ninguna utilidad diagnóstica ni terapéu­
tica, por lo que no se justifica su realización, es
decir, que cuando no se tienen razones suficientes
para actuar, lo más prudente es la abstención y el
respeto.
Adicionalmente, es necesario considerar, en un
enfoque bioético, el respeto debido al ser humano
en estado embrionario en cualquiera de sus fases,
que debe coincidir con la protección jurídica que
ha sido establecida en diversas legislaciones para
el uso de las técnicas de reproducción asistida.
De hecho, estas consideraciones coinciden con
las declaraciones realizadas en ámbitos políticos
europeos, que remiten a los derechos humanos
INFORMED Vol. 9, Nº 12, 2007
básicos como fundamento para la prohibición de
la clonación en el hombre.4,5
Numerosos países europeos prohíben en su
legislación la práctica de la clonación humana, entre
ellos España en la Ley sobre Técnicas de Reproducción
Humana Asistida de 19885 y en la Declaración
sobre Genoma Humano y Derechos Humanos de
las Naciones Unidas (UNESCO).6
En los Estados Unidos, la prohibición ha resultado
ser un proceso de mayor complejidad; pues para
poder prohibir alguna actividad, es necesario probar
previamente que es perjudicial para alguien. Con
este objeto fue creada una Comisión que debe
decidir al respecto; mientras tanto, el Presidente
Clinton había prohibido la asignación de fondos
para financiar este tipo de investigación.
Uno de los problemas que surge, en este ambiente
donde priva la libertad por encima de otros derechos,
es que poco se toma en cuenta el daño al niño que
resultaría. Entre otras cosas, se terminan proponien­
do manipulaciones aberrantes: así como una mujer
decidió tener un hijo más para obtener médula ósea
para trasplantarla a su otro hijo con leucemia, puede
fácilmente plantearse la clonación para obtener
órganos de repuesto que minimicen la respuesta
inmunológica de rechazo.
Es necesario advertir además, que en la hipótesis
de que la clonación se quiera extender a la especie
humana, se obtendría una réplica de la estructura
biológica pero no se derivaría una perfecta identidad
de la persona, entendida tanto en su realidad
ontológica como psicológica. Además, la cultura y
el ambiente conducen a un particular desarrollo
personal. En este sentido, la aureola de omnipotencia
que acompaña a la clonación ha de ser, al menos
relativizada.
La imaginación popular ha construido ficciones
sobre las posibilidades de la clonación de producir
réplicas de individuos dotados de ingenio y belleza
excepcionales; reproducción de familiares difuntos,
selección de individuos sanos e inmunes a enfer­
medades genéticas, posibilidad de selección de
sexo, proyectos eugénicos, entre otros.
A estas alturas de la reflexión, cabe la pregunta:
¿Cuál sería el significado antropológico de esta
operación en la lamentable perspectiva de su
aplicación al hombre?.
de Landaeta IN y col. ACERCA DE LA CLONACIÓN DEL EMBRIÓN HUMANO. UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA Y BIOÉTICA
Hans Jonas7 responde: “Es en el método la forma
más despótica y a la vez, en el fin, la forma más
esclavizante de la manipulación genética; su objetivo
no es una modificación arbitraria de la sustancia
hereditaria, sino precisamente, su arbitraria “fijación”
en oposición a la estrategia dominante en la natu­
raleza”.
En la manipulación radical de la relacionalidad y
complementariedad constitutivas que están en la
base de la procreación humana, se adopta la lógica
de la producción industrial, se produce una
instrumentalización de los actores, se abre la per­
spectiva de la investigación para la creación de
úteros artificiales, último paso para la ectogénesis
del ser humano.7
En el proceso de clonación se pervierten las
relaciones fundamentales de la persona: la filiación,
la consanguinidad, el parentesco, la paternidad y la
maternidad. Si con la fertilización in vitro con trans­
ferencia de embriones se produjo una confusión en
el parentesco, con la clonación se llega a la ruptura
total de los vínculos.
Surge también, como motivo de reflexión, el que
algunos hombres puedan tener un dominio total
sobre la existencia de los demás, hasta el punto de
programar su identidad biológica, favoreciendo la
convicción de que el valor del hombre no depende
de su identidad personal, sino únicamente de las
cualidades biológicas que pueden ser seleccionadas.
Otro juicio negativo está en relación con la dignidad
de la persona clonada, que vendría al mundo como
la copia de otro ser.
Aún cuando el proyecto de clonación humana
pretenda detenerse antes de la implantación en el
útero, resulta igualmente reprobable desde el punto
de visto moral. Esto implicaría la clonación del
embrión y significa no sólo la experimentación, sino
la exigencia de su supresión, instrumentalizando así
al ser humano.
De acuerdo con lo expresado en el documento
vaticano “Reflexiones sobre la clonación”,8 este
proyecto es “una terrible consecuencia a la que lleva
una ciencia sin valores y es signo del profundo
malestar de nuestra civilización, que busca en la
ciencia, en la técnica y en la “calidad de vida”,
sucedáneos al sentido de la vida y a la salvación de
la existencia”.
INFORMED Vol. 9, Nº 12, 2007
La clonación humana se contrapone en su esencia
a lo expresado por Kant en su “imperativo categórico”,
tratar al hombre siempre y en todos los casos como
fin y como valor y nunca como un medio.
Es urgente armonizar las exigencias de la
investigación científica con los valores humanos
imprescindibles, y el rechazo de la clonación humana
más bien devuelve la dignidad a la investigación.
Por lo demás, la clonación tiene su espacio en el
reino vegetal y en animales, observando las reglas
y respetando la biodiversidad, a pesar de que también
estos espacios requieren de una mayor profundización,
sobre todo en la consideración de las consecuencias
para el futuro en lo referente al equilibrio ecológico.
Bien sea mediante la técnica de transplante de
núcleos totipotentes de células embrionarias o fetales
(paraclonación) o de núcleos de células provenientes
de individuos ya nacidos (clonación verdadera) o de
la separación de los blastómeros en los primeros
estadios del desarrollo embrionario (gemelación
artificial), es cuestión esencial trabajar sobre la
barrera entre las investigaciones en animales y seres
humanos, “que debe ser infranqueable”, en opinión
expresada por Noëlle Lenoir a los pocos días de
conocerse los resultados de experimento del Roslin
Institute y que es compartida por muchos en círculos
bioéticos, instituciones médicas y ámbitos jurídicos
en diferentes países.9
En Inglaterra, el Comité de Ciencia y Tecnología
de la Cámara de los Comunes, una vez oído el
testimonio del Director y el equipo de investigadores
del Roslin Institute, emitió un informe que entre
otros aspectos puntualizaba que no debían llevarse
a cabo experimentos con miras a la creación de
seres humanos a través de la clonación; que es
necesario asegurar un sistema regulador suficiente­
mente eficiente para prevenir que embriones hu­
manos sean clonados e implantados, pero al mismo
tiempo reconoce que la legislación británica actual
es ambigua, por lo que recomienda que se enmiende
la ley denominada “The Human Fertilization and
Embriology Act”, para que se prohíban expresamente
estos experimentos.
A pesar de que el informe recomienda la
reafirmación de la intención del Parlamento de
prohibir la clonación humana, puede haber sido la
ambigüedad señalada en la ley, la que explique una
decisión del gobierno británico de conceder patentes
de Landaeta IN y col. ACERCA DE LA CLONACIÓN DEL EMBRIÓN HUMANO. UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA Y BIOÉTICA
que garantizan derechos comerciales sobre embri­
ones humanos creados mediante clonación,9 sobre
la base de recomendaciones de la Autoridad Británica
para la Fertilización Humana y Embriología y la
Comisión Asesora sobre Genética Humana, de
permitir la clonación para el desarrollo de recursos
terapéuticos.10
El proceso de “clonación terapéutica” propuesto
por la compañía propietaria de la patente, implica
el desarrollo del embrión para la ulterior extracción
de las denominadas "stem cells" o linajes de células
madres, que serían utilizadas para los tratamientos.
La finalidad utilitaria del procedimiento y del
producto de la técnica, constituido por el embrión
humano, no justifican en modo alguno su puesta
en práctica, tanto más cuando actualmente se de­
sarrollan tecnologías emergentes, diferentes de la
clonación, para la obtención de células madre (stem
cells) y su diferenciación in vitro, las cuales serían
las fuentes adecuadas de generación de tejidos para
transplantes, dando origen a determinados linajes
celulares diferentes de las células totipotenciales
obtenidas mediante el proceso de clonación.
Conclusiones
E
n síntesis, podríamos presentar algunas con­
clusiones en relación con este tema:
1. Es necesario fomentar el máximo respeto
a la vida en general y a la vida humana en particular.
Las técnicas relacionadas con la transmisión de la
vida y las que conducen a la clonación humana en
especial, deben ser manejadas con extrema cautela
porque ese respeto debe comprender todas las fases
del desarrollo humano desde la concepción hasta
la muerte.
2. En el momento actual, existe una gran coincidencia
de organismos internacionales, legislaciones de
algunos países y hasta en el mismo ámbito científico,
de mantener la absoluta prohibición de la clonación
humana, especialmente aquella con fines reproduc­
tivos. Sin embargo, un extenso informe presentado
por un Comité de Expertos designados por el Instituto
de Bioética de la Fundación de Ciencias de la Salud,
presidido por Diego Gracia, en su conclusión Nº
4110, recomienda a las autoridades competentes
supra e internacionales que no descarten en el futuro
la posibilidad de matizar la prohibición absoluta
INFORMED Vol. 9, Nº 12, 2007
para introducir algunas excepciones y considerar
entre ellas la gemelación artificial, que no es enten­
dida como clonación en sentido estricto, sólo como
recurso extremo para combatir la infertilidad y
únicamente si ambos embriones se transfieren
simultáneamente.
El citado informe recomienda también (Nº 43)
que se modifique la actual “prohibición de crear
embriones humanos con fines distintos a la
reproducción humana” para que se refiera a la
“producción de embriones humanos con fines de
experimentación”, por considerar que esta última
redacción tiene un alcance de prohibición más
limitado “y que deja abiertas al futuro las posibil­
idades de elaboración de tejidos y de líneas celulares
con fines terapéuticos”.
Tal como lo expresa Hooft11 en su trabajo publicado
en el 6º Cuaderno del Programa Regional de Bioética,
“aquellas voces que se pronuncian a favor del empleo
de estas nuevas técnicas, responden en última
instancia al denominado imperativo tecnológico*,
propio de la modernidad”.
Es entonces cuando la discusión bioética se
impone, con el objeto de responder a los desafíos
de la humanización y al avance de la deshumaniza-
ción que ha signado la medicina de la segunda mitad
del siglo XX y lo que va del XXI, con el objeto de
impedir el avasallamiento por parte de la técnica,
de la dignidad humana.
3. Es indispensable la coherencia entre la reflexión
bioética y la normativas jurídicas, para la considera-
ción del ser humano en las vertientes de su identidad
personal y de la dignidad humana, valores funda­
mentales reconocidos en los instrumentos nacionales
e internacionales en materia de derechos humanos.
Lo anterior, para orientar las opiniones disímiles
de algunas personas o grupos con dificultad para
deslindar los avances científicos, las creencias reli­
giosas y las convicciones éticas y para poder discernir
con la debida serenidad a cuáles experimentos
deberá renunciar la ciencia en atención a los más
altos intereses de la persona humana.
El respeto a todo ser humano y una prudente
conciencia de los límites deben inspirar la labor de
los científicos que investigan los enigmas que en­
cierra la génesis del hombre.
de Landaeta IN y col. ACERCA DE LA CLONACIÓN DEL EMBRIÓN HUMANO. UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA Y BIOÉTICA

Referencias

1. Jonas H. 1997. Citado por Escude C., Jordi M. En: Una Etica para
la Era Tecnológica. Cuadernos del Programa Regional de Bioética
Nº 5- OPS.

2. Campbell KHS, Mc Whir J, Ritchie WA, Wilmut I. 1996. Sheep

cloned by nuclear transfer from a cultured cell line. Nature, 380
64-6.

3. Roslin Institute. Briefing notes in relation to Nature paper on

nuclear transfer. 11-III-1996.

4. Lenoir N. Declaraciones a Le Monde, 4 de Marzo de 1997: 13.

5. Ley sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida. Legislación

Española: Ley 35/1988, Art.20, literales K, L, M.

6. UNESCO. 1998. Declaración Universal del Genoma Humano y

de los Derechos Humanos. París

7. Jonas H. Cloniano un uomo: dall´eugenetica all´ingenieria genetica

en Técnica, Medicina y Etica, Einaudi, Turín, 1997, pp. 122-154,
136.

8. Favalora Mons. John C. Academia Pontificia para la vida. Reflexiones

sobre la clonación. Biblioteca Electrónica Cristiana. Ve Multimedios
http://www.multimedios.org/docs/d000095/p000004.htm#3-
p0.1) 15-12-06 10pm

9. Vogel G. Company gets rights to cloned human embryos. Science,

287: 559, January 2000.

10. Conclusiones y recomendaciones del Comité de Expertos sobre

Bioética y Clonación. Foros y Trabajos de la AEDS. (ht­
tp://www.aeds.org/documentos/cyr_cebioyclon.htm).

11. Hooft PF. 1998. Manipulación Genética y clonación: Perspectivas

bioéticas y iusfilosóficas. Cuadernos del Programa Regional de
Bioética Nº 6. 137-163. 085/DMS.

INFORMED Vol. 9, Nº 12, 2007