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Objetivos
Material y método
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Se han recopilado estudios RM de columna lumbar realizadas en nuestro centro durante
los meses de Octubre y Noviembre del 2011 para ilustrar los diferentes tipos de lesiones
discales. Nuestros estudios constan de secuencia Turbo Espín Eco (TSE) sagitales T1 y
T2 , Espín Eco (SE) T1 y Fast Field Eco (FFE) T2 axiales a los espacios intervertebrales,
como protocolo habitual. Las imágenes se obtuvieron en un equipo Gyroscan Intera
(Philips, Holanda) de 1.5 Tesla utilizando una bobina de tipo Sinergy Spine (Philips).
Resultados
Por otro lado, hasta el momento no existen evidencias sobre cuál de las dos
clasificaciones es mejor. Algunos autores defienden que el modelo anatomopatológico
ofrece un acercamiento a través de la imagen de las cambios reales que sufre el disco sin
limitarse sólo a la descripción de su ubicación como ocurre con el modelo morfológico.
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Sin embargo ésto no siempre es así. Por ejemplo sí es posible diferenciar mediante
imagen una protrusión discal (modelo morfológico) de un desgarro radial sin herniación
discal (modelo anatomopatológico), aunque la primera suela ser secundaria a la
segunda.
Radial.
Transversal.
Concéntrica.
2.- Degeneración:
Espondilosis deformante.
Osteocondrosis intervertebral.
3.- Herniación:
Protrusión.
Extrusión.
• D) Infecciosa/inflamatoria.
• E) Neoplásica.
• F) Variante morfológica de significado incierto.
Aunque esta clasificación hace referencia a la patología discal lumbar, también es válida
para los hallazgos en discos intervertebrales en la columna cervical y dorsal.
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A) Disco intervertebral normal es aquel que presenta una morfología e intensidad de
señal normal, independientemente del contexto clínico que haya motivado el estudio.
Esto último hace referencia a que en ocasiones algunos pacientes presentan lumbalgia
o dolores radiculares con presencia de discos normales en el estudio morfológico.
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Transversos y concéntricos son un hallazgo común en estudios de autopsia de
individuos mayores de 60 años y se consideran propios de la espondilosis deformante
o envejecimiento del disco.
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• Herniación del núcleo pulposo, que resulta un término incorrecto por
cuanto normalmente el material discal herniado se compone de éste y otros
componentes (núcleo, cartílago, tejido del anillo fibroso, hueso apofisario
fragmentado).
• Rotura discal, que hace referencia a una etiología traumática con disrupción
del disco.
Desde un punto de vista clínico es importante diferenciar entre una u otra ya que las
extrusiones suelen ser sintomáticas con mayor frecuencia que las protrusiones.
El material extruido puede migrar en su posición con respecto al disco original e incluso
puede llegar a separarse de él, lo que lleva a su clasificación en:
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concepto que hace referencia exclusivamente a la posición del material
extruido y no a la continuidad del mismo con el disco. Fig. 8 on page 15 y
Fig. 9 on page 16.
Otras distinciones posibles usadas con menor frecuencia al describir una hernia de disco
son:
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• Los términos transligamentoso o extraligamentoso se refieren a que el
material herniado transpasa el LLP en el primer caso y ocupa una posición
dorsal al mismo en el segundo.
Estas clasificaciones con respecto a la posición del material herniado y el LLP son
complicadas en la práctica ya que con frecuencia no es posible distinguir el LLP del anillo
fibroso o de la duramadre. Es por esto que su uso no es frecuente.
• posterocentral.
• posterolateral, del receso lateral o zona subarticular.
• foraminal.
• lateral o extraforaminal.
• anterior.
De todas ellas las dos primeras son las más frecuentes (90%) y la terminología empleada
no suele provocar controversias en la comunidad radiológica.
• discal.
• infrapedicular.
• pedicular.
• suprapedicular.
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Inicialmente la Sociedad Americana de Columna planteó clasificar el volumen de
material herniado en leve, moderado, moderadamente severo y severo en función de la
ocupación en diferentes grados del canal medular.
Sin embargo esta clasificación resulta dificultosa en los casos en los que el canal
vertebral presenta importante reducción de su calibre, lo que hace inviable su división
imaginaria en cuatro compartimentos.
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procesos que afectan al disco intervertebral que no se enmarcan en ninguno de los
subtipos anteriormente expuestos.
Fig. 1: Izda: Esquema ilustrativo de desgarro radial (en verde). Interrupción de las
láminas del anillo fibroso desde el núcleo pulposo al margen externo. Dcha: RM sagital
potenciada en T2 turbo spin eco (TSE). Desgarro concéntrico (flecha superior) y radial
(flecha inferior).
Fig. 2: Izda: Esquema ilustrativo de desgarro transverso (en verde). Fisuras horizontales
que ocurren en los márgenes del anillo fibroso próximos a la plataforma vertebral que
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provocan defectos de la unión anular al borde del platillo. Dcha: RM sagital potenciada
en T2 turbo spin eco (TSE). Desgarro transverso con extrusión discal (flecha).
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Fig. 4: RM sagital potenciada en T2 turbo spin eco (TSE). Espondilosis deformante
de columna lumbar con afectación de L3-S1. Disminución de intensidad de señal con
altura conservada de los discos. Pequeñas protrusiones discales simétricas y regulares.
Afectación de las apófisis adyacentes en forma de osteofitos anteriores.
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Fig. 5: RM sagital potenciada en T2 turbo spin eco (TSE). Osteocondrosis intervertebral
de columna lumbar con afectación de L2-S1. Disminución de la intensidad de señal de
los discos intervertebrales asociado a pérdida de altura e irregularidad de los mismos
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asociada a protrusiones de su contorno. Osteofitos multidireccionales de predominio
anterior en platillos vertebrales superiores de L3 y L4.
Fig. 6: Izda: Esquema ilustrativo de protrusión discal en corte sagital. Ruptura de parte
de las fibras internas del anillo (en rojo) a través de la que se hernia el núcleo pulposo (en
verde) con fibras externas intactas. La distancia entre los bordes del material protruido
en el plano sagital no debe ser superior a la distancia entre los bordes del disco de
procedencia. Centro: Esquema ilustrativo de protrusión discal corte axial. El diámetro del
material protruido en el plano axial (línea roja) no debe ser mayor que el cuello o la base
de la protrusión (línea negra). Dcha: RM potenciada en T2 turbo spin eco (TSE) en corte
sagital. Protrusión discal (disco afectado entre líneas negras).
Fig. 7: Izda: Esquema ilustrativo de extrusión discal corte sagital. Ruptura de parte de
las fibras internas del anillo (en rojo) a través de la que se hernia el núcleo pulposo (en
verde) con desgarro de fibras externas. La distancia entre los bordes del material extruido
en el plano sagital es superior a la distancia entre los bordes del disco de procedencia.
Centro: Esquema ilustrativo de extrusión discal en corte axial. El diámetro del material
extruido en el plano axial (línea roja) es mayor que el cuello o la base de la extrusión
(línea negra). Dcha: RM potenciada en T2 turbo spin eco (TSE) en corte sagital con
extrusión discal a nivel L5-S1.
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Fig. 8: Izda: Esquema ilustrativo de extrusión discal migrada caudalmente. Dcha: RM
potenciada en T2 turbo spin eco (TSE) en corte sagital. Migración caudal de extrusión
discal (flecha blanca).
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Fig. 10: Izda: Esquema ilustrativo de secuestro. Extrusión discal en la que el material
nuclear extruido pierde el contacto con el núcleo pulposo original y migra en sentido
caudal con respecto al disco originario. Dcha: RM potenciada en T1 tras la administración
de gadolinio. Secuestro discal migrado caudalmente con fragmento secuestrado alojado
entre el cuerpo vertebral de L5 y el ligamento longitudinal posterior (LLP)(cabezas de
flechas). Realce periférico tras la administración de contraste.
Fig. 11: Izda: Esquema ilustrativo se hernia o nódulo de Schmorl en el que se aprecia
una herniación del núcleo pulposo en la plataforma vertebral inferior de vértebra superior
lo que provoca un defecto óseo en la misma. Centro: RM potenciada en T2 turbo spin
eco (TSE) en corte sagital en el que se aprecia un defecto óseo en la plataforma inferior
de L4 en relación con hernia de Schmorl. Dcha: RM potenciada en T1 spin eco (SE)
corte axial, en la que se aprecia una visión axial del defecto óseo mencionado.
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Fig. 12: Izda: Esquema ilustrativo de una hernia retromarginal o vértebra en limbo.
Herniación del núcleo pulposo entre la plataforma vertebral y el anillo epifisario. Dcha:
RM sagital potenciada en T2 turbo spin eco (TSE). Herniación del núcleo pulposo entre
la plataforma vertebral anterosuperior de L3 y el anillo epifisario (vértebra en limbo).
Fig. 13: Izda: RM potenciada en T2 turbo spin eco (TSE) en corte sagital a la altura
de bulging disc o disco protuberante. Centro: RM fast field eco (FFE) en corte axial a
la altura de bulging disc o disco protuberante. Extensión generalizada del disco (> 50%
de la circunferencia del mismo). Dcha: En rojo se indica el contorno del platillo vertebral
superior de vértebra inferior. En verde se indica el contorno del disco protuberante
sobrepasando al anterior, de forma generalizada, en una distancia menor de 3 mm.
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Fig. 14: Posibles localizaciones de las hernias en el plano axial. •Posterocentral:
rojo. •Posterolateral, del receso lateral o zona subarticular: verde. •Foraminal: amarillo.
•Lateral o extraforaminal: rosa. •Anterior: negro.
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Fig. 15: Ejemplos prácticos de imágenes de RM fast field eco (FFE) en cortes axiales
que muestran las diferentes localizaciones de las hernias discales en plano axial: A:
Pósterocentral. B: Pósterolateral. C: Foraminal. D: Extraforaminal. E: Pósterolateral. F:
De base amplia.
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Fig. 16: Esquema ilustrativo de la clasificación de hernias discales según el
desplazamiento del disco en el plano axial. Focal: menor del 25% de la circunferencia
discal. Base amplia: entre el 25 y 50% de la circunferencia discal. Circunferencial: entre
el 50-100% de la circunferencia discal.
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Fig. 17: Esquema ilustrativo de la afectación radicular secundaria a herniación discal.
Corte sagital de columna lumbar. En términos generales cuando la hernia discal tiene una
localización pósterocentral o subarticular (en el ejemplo a nivel L1-L2) la raíz nerviosa
más afectada es la que lleva el nombre de la vértebra situada en situación más caudal
a ese nivel (L2). Si la hernia discal tiene una localización foraminal o extraforaminal, la
raíz nerviosa afectada será la que lleva el nombre de la vértebra situada en posición
más craneal a ese nivel (L2 en el ejemplo). Es por esto que las hernias discales
foraminales y extraforaminales (menos frecuentes) suelen simular la clínica de hernias
posterocentrales y subarticulares (mucho más frecuentes) de un nivel inmediatamente
superior.
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Conclusiones
Esta clasificación resulta ser, a día de hoy, la que mayor aceptación tiene en la
comunidad médica, quedando recogida en la práctica totalidad de los artículos de
revisión más recientemente publicados.
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