Está en la página 1de 20

Imperialismo: ¿antiguo o moderno?

René Pietri Rodríguez

(D1401-0001)

EXAMEN DE GRADO

ÁREA: Historiografía Europea Americana – El imperialismo

14 de junio de 2018
1

De los asuntos de más controversia, en los últimos dos siglos, entre estudiosos y público

en general está el tema del imperialismo. Por sus múltiples connotaciones y variadas

interpretaciones, se han dividido los estudiosos de acuerdo a sus distintos enfoques y contextos

históricos. Examinaremos las distintas interpretaciones, sus autores, sus convergencias y sus

discrepancias. La abundancia de los escritos y estudios sobre el tema, el imperialismo, nos obliga,

necesariamente, a ser selectivos al momento de escoger las obras de referencia. Esto debido a la

extensa bibliografía sobre el asunto especifico del imperialismo sin perder de vista los temas

relacionados como lo son el nacionalismo, el colonialismo, el capitalismo, el militarismo, por

mencionar algunos.

El mismo concepto del imperialismo es no solamente controversial sino, en adición, es

traumatizante para algunos la mera mención de la palabra. La historiografía de este fenómeno tan

controversial es muy extensa y por tanto las fuentes utilizadas son representativas de algunos de

los principales autores del tema. Aun utilizando un numero selecto de autores debemos aclarar que

un trabajo más riguroso, pero mucho más extenso que el presente, hubiese examinado los cambios

en definición y pensamiento de los autores sobre el imperialismo. De esta manera trataremos de

presentar una selección balanceada de un tema que sobre el cual se ha investigado y escrito mucho.

Un solo ejemplo, por su importancia como autor en la historiografía del imperialismo, es John A.

Hobson. Este economista inglés nos presentó una definición y teoría del imperialismo, en 1902,

que fue obra fundamental para otros historiadores. Sin embargo, en 1911 su postura no era la

misma. No fue el único autor en cambiar o evolucionar sus teorías a través del tiempo. En su

momento veremos quiénes y cómo cambiaron de postura. Aunque Hobson escribió la obra de
2

referencia y de mayor influencia sobre nuestro tema, es William V. Harris el designado para

llevarnos a considerar el clásico caso del Imperio Romano, ¿Los Romanos, imperialistas o no?

Al inicio de esta investigación, uno de los primeros detalles que se encontraron fueron la

diversidad de definiciones aplicadas al término, imperialismo.

A mediados del siglo XX el profesor E.M. Winslow expone una de las definiciones más

amplias. Winslow nos dice que:

The story of imperialism and militarism constitutes the history of power as it has been

excercised by one group over another, by the strong over the weak and the free over the

slave, in that one-sided and un-mutual relationship which makes up the bulk of the human

chronicle as it has come down to us in the form of recorded history – that great record of

events, as someone has remarked, which never should have happened.1

Como veremos no todos definen tan ampliamente el término como lo hizo Winslow. Para aclarar

no solamente el término, imperialismo, sino también las posiciones de algunos de los que han

investigado y escrito; el lugar de comienzo lo encontraremos en la antigua Roma y mediante uno

de sus historiadores más prominentes.

Tomaremos como punta de partida los escritos de William V. Harris sobre el

imperialismo en la República Romana2. Existe una gran cantidad de estudios sobre el Imperio

Romano y el imperialismo del estado Romano y la investigación de Harris nos sirve para establecer

e ilustrar las acciones de un imperio, que algunos cualifican de imperialistas, de la historia antigua.

El llamado imperio Romano no fue el primero ni el único de la historia antigua, pero es uno de los

1
E.M. Winslow, The Pattern of Imperialism: A Study in the Theories of Power (Columbia University
Press, New York, 1948).
2
Willam V. Harris, War and imperialism in Republican Rome, 327-70 B.C. (Oxford: Clarendon Press,
1985).
3

más estudiados y nos puede representar los otros imperios de la historia en épocas anteriores. Esto

nos lleva necesariamente a la interrogante, ¿Qué es el imperialismo?

Utilizando la ya mencionada obra de Harris, sustentada en amplia evidencia de fuentes

primarias, veremos que el autor le dedica un relativo breve espacio para dejar establecida la

contestación a la gran interrogante, ¿Qué es el imperialismo? Antes de Harris tan siquiera

empezara a definir imperialismo vemos que parte de su explicación sobre la fase de imperialismo

Romano que discutirá en su obra fue, según Harris, solamente durante el periodo entre el 327 B.C.

y el año 70 B.C.3 Claramente, Harris no hace un gran esfuerzo para definir el termino imperialismo

a la luz del desarrollo de la sociedad moderna posterior a la revolución industrial. Harris parte de

su propia definición basada en el uso de la palabra imperialismo cuando nos presenta una

definición tan amplia y alineada como la de Winslow al indicar que se puede definir como el

comportamiento mediante el cual un estado o gente toma y retiene un poder supremo sobre otros

estados, personas o tierras. Harris rechaza definiciones estrechas como el imperialismo resultado

del capitalismo. Harris utiliza una definición muy exacta cuando indica que la definición es un

asunto de lenguaje no política.4 Esto en clara referencia a las definiciones modernas que indican

que el imperialismo es resultado del capitalismo. El profesor despacha la definición basada en el

marco, supuestamente, político como una definición trivial. Al usarse una definición tan amplia

para el imperialismo como la anterior, le permite a Harris plantear que el imperialismo Romano

no es solamente distinto pero necesario para relatar la historia antigua de Roma. Esta interpretación

tan amplia, usada por Harris, provee el marco para que se puedan utilizar las extensas fuentes

primarias las cuales son utilizadas con gran efectividad para sentar las bases para su eventual

exposición de su teoría de imperialismo Romano y su imperialismo defensivo. Antes de llegar a

3
Ibid., 5.
4
Ibid., 4.
4

su conclusión sobre el aspecto imperialista de Roma, Harris nos documenta sus planteamientos de

forma extensa de fuentes primarias. Algunas de las notas al calce no son de fácil lectura debido a

que están en latín o griego sin una traducción de la nota. A pesar de las citas en latín y griego, las

otras fuentes primarias nos presentan información de fuentes como el historiador griego Polybius,

Livy, Cicero, entre otros. Mediante las fuentes primarias, Harris expone y explica las

características del Imperio Romano que justifican su definición de imperialismo diferente. La

expansión territorial como meta, la anexión, los motivos económicos para la guerra y la auto-

defensa son las características mas sobresalientes. Una de las diferencias más notables en la

definición de imperialismo de Harris y de los otros autores que se analizarán en este trabajo es la

afirmación del autor de que el instrumento fundamental para la expansión era la guerra. Aunque,

en realidad, cada historiador identifica sus propios elementos para definir la “problemática” del

imperialismo.

Siguiendo la discusión, mediante las fuentes, entre las definiciones como partida hacia las

distintas obras históricas, tenemos la obra de Joseph Alois Schumpeter.5 El profesor Schumpeter

es mejor recordado por sus aportaciones las área de economía política durante la primera mitad del

siglo diecinueve. Debemos recordar el contexto histórico del ensayo de Schumpeter cuando

apareció en el año 1918. La Primera Guerra Mundial, la Revolución Industrial, los escritos de

Lenin y los trabajos de Hobson, entre otros elementos, fueron factores que influenciaron la

posición de Schumpeter en reacción a los elementos antes mencionados y marcaron sus trabajos

futuros. El editor de la publicación del ensayo de Schumpeter sobre el imperialismo y las clases

sociales fue publicado originalmente en 1919 pero no fue traducido al inglés hasta el año 1950.6

5
Joseph A. Schumpeter, Imperialism and Social Classes, (Augustus M. Kelley, Inc., New York, 1951).
6
Ibid., ix.
5

Probablemente, la poca difusión del escrito e hipótesis del ilustre economista se debe al detalle de

disponibilidad a otros estudiosos del tema del imperialismo.

Harris refutaba la premisa de Schumpeter de que la causa primaria de las acciones bélicas Romanas

constituyeran acciones imperialistas mediante los intereses de las clase aristocrática 7. Mientras

que Schumpeter, a su vez, refutaba las teorías de Hobson y Lenin que planteaban que el

imperialismo sólo existía como una función del capitalismo industrial. El planteamiento de

Schumpeter se basaba en las agresiones de una sociedad militarizada en una época pre-industrial.

Schumpeter muy claramente concluye y expone cuando indica que, “This, then, is our definition:

imperialism is the objectless disposition on the part of a state to unlimited forcible expansion.” 8

Aunque parece ser que Schumpeter nos delinea una definición amplia para poder incluir el Imperio

Romano, Harris la crítica de ser una teoría simplista y equivocada en el aspecto de “objectless”.

El objeto u objetivo, según Harris, ciertamente existía. El Imperio Romano tenia objetivos claros

en sus guerras y expansión de poder que eran apoyados por la aristocracia, soldados y líderes

populares. Schumpeter claramente se une a los teóricos que de cierta forma equiparan el

imperialismo Romano con el imperialismo “moderno”. El profesor Schumpeter ofrece tres puntos

para asociar el imperialismo antiguo al moderno. Supuestamente, basado en el análisis de

evidencia histórica la cual no especifica, Schumpeter indica que el primer “hecho” es la tendencia

a la expansión sin un propósito específico. Básicamente, un instinto hacia la guerra y la conquista.

En segundo lugar, nos presenta otro “hecho” que es el desarrollo de personas y clases en guerreros.

El tercer resultado del análisis de Schumpeter es basado en los factores que permiten que las

7
Harris, War and Imperialism, 17.
8
Scumpeter, Imperialism and Social Classes, 7.
6

posiciones de guerrero, con sus estructuras sociales puedan sobrevivir. Lo anterior nos lleva a la

tesis de Schumpeter que lo ubica el campo de los estudiosos con Harris. A base de lo anterior,

Schumpeter concluye con su tesis de que el imperialismo es de una condición de atavismo.

Schumpeter es muy claro al explicar que “it is an element that stems from the living

conditions, not of the present, but of the past – or, put in terms of the economic interpretation of

history, from past rather than present relations of production.”9 De aquí que se distancia de la

posición, respaldada en el materialismo histórico de Vladimir Lenin.

La obra de Vladimir Lenin acompaña a la obra de John A. Hobson en las obras históricas

que más han influenciado al tema del imperialismo. No son pocos los historiadores, científicos

sociales y otros que han utilizado el trabajo de Hobson como punta de partida para sus

investigaciones sobre el imperialismo. Lenin hace un escueto, no detallado, reconocimiento a su

uso de la obra de Hobson en su prefacio de la reimpresión de su libro sobre el imperialismo en

1917.10 En ese mismo escrito, Lenin menciona las dificultades de la censura en su trabajo y nos da

una clave en el sustituir a Japón por Rusia o cualquier otro país imperialista en su investigación

detalladamente documentada. Antes de entrar en la propia teoría y definición del imperialismo por

Lenin es importante saber la contestación u observación más importante, ¿Qué es el imperialismo?

Y ¿Fue imperialista el Imperio Romano?

La postura de Lenin es inequívoca cuando indica que “Colonial policy and imperialism

existed before the latest stage of capitalism, and even before capitalism. Rome, founded on slavery,

pursued a colonial policy and practiced imperialism.”11 Aquí vemos un claro acercamiento a la

9
Ibid., 84.
10
Vladimir Ilʹich Lenin, V.I. Lenin: selected works in three volumes. (Moscow: Progress Publishers.
1963)..672.
11
Ibid.,731.
7

posición de Harris quien define de forma amplia el imperialismo de tal manera que se incluye el

Imperio Romano en la definición de Imperialismo. Sin embargo, Lenin dedica todo una sección,

la VII titulada “IMPERIALISM, AS A SPECIAL STAGE OF CAPITALISM, a pesar de titular el

trabajo principal, “IMPERIALISM, THE HIGHEST STAGE OF CAPITALISM”. Nos

encontramos ante una aparente contradicción si vemos la sección VII en términos del comentario

de que el Imperio Romano era imperialista. ¿Cómo entender a Lenin ahora cuando indica en esa

sección VII que “Imperialism emerged as a development and direct continuation of the
12
fundamental characteristics of capitalism in general.” ? Continúa Lenin explicando que el

capitalismo se convierte en capitalismo imperialista solamente en una etapa muy alta en su

desarrollo. Aquí ya regresamos a la premisa y definición de Lenin, más conocida, sobre el

imperialismo. A diferencia de Harris, con su breve y conveniente definición del imperialismo,

Lenin indica que tiene que dar una definición, y lo hace con muchísimo detalle, que incluya los

cinco aspectos básicos del fenómeno imperialismo. Estas características, según Lenin, son en

primera instancia, los monopolios que ejercen un control de la actividad económica. En segundo

lugar, el surgir de un capital financiero al unirse los capitales de la banca y la industria, formando

así una oligarquía. Como tercera característica encontramos la exportación de capital como si fuera

una mercancía. Prosiguiendo con las características, está la constitución de grupos internacionales

de corte monopolístico capitalista. Por último, pero más difícil de evidenciar, está la división del

mundo por parte de los poderes capitalistas. Lo anterior, en esencia es la definición de

imperialismo establecida por Vladimir Ilyich Lenin. Luego, Lenin destila aun más esta definición

a su esencia económica indicando que el imperialismo es capitalismo monopolístico.13 El trabajo

investigativo de Lenin es ampliamente sustentado con múltiples fuentes que le permitieron

12
Ibid., 736.
13
Ibid., 763.
8

presentar una amplia gama de análisis estadísticos y económicos. Este detalle de la amplia

documentación de fuentes contrasta con la obra de Hobson14.

A diferencia de Lenin, Hobson, aunque era un economista y básicamente contemporáneo

con Lenin produjo una obra que es notable en su carencia de fuentes, primarias o secundarias,

citadas. Ambos nacen en el siglo XIX y fallecen en el siglo XX. Esta coincidencia, puramente

casual, nos lleva a ver las similitudes de los autores de las dos obras de más influencia en la

historiografía del imperialismo.

La obra de Hobson la estaremos analizado mediante, inicialmente, las similitudes con la

obra de Lenin. Hobson al inicio de su obra establece la aparente dificultad de asignarle una

definición exacta a un término tan elusivo y arbitrario como lo es el imperialismo. Prosigue Hobson

a indicar que existen tres términos más que son del mismo origen o derivación que el imperialismo.

Estos términos son nacionalismo, internacionalismo y colonialismo. Añade Hobson que del

nacionalismo surge el colonialismo y el imperialismo. 15 En adición, señala que el concepto de

imperio no desaparece con la caída del Imperio Roma. Sugiriendo así que la idea del control

político de una nación sobre otras nació en la Roma Antigua y que persiste el concepto hasta

tiempos modernos. De esta forma se distancia de la teoría de Lenin que nos presenta un

imperialismo definido en el marco del capitalismo. Específicamente, nos dice que el imperialismo

es la etapa monopolística del capitalismo. Lo interesante de la teoría de Lenin es que por un lado

nos une el capitalismo al imperialismo mientras que por otro lado nos dice que “Colonial policy

and imperialism existed before the latest stage of capitalism, and even before capitalism. Rome,

founded on slavery, pursued a colonial policy and practiced imperialism.” 16 Sin embargo, Lenin

14
J.A. Hobson, Imperialism: A Study, (London: James Nesbit & Co., Limited, 1902)
15
Ibid.,4.
16
Lenin, V.I. Lenin: selected works, 734.
9

más adelante en obra nos indica en un resumen que, “Imperialism emerged as the development

and direct continuation of the fundamental characteristics of capitalism in general.”17

No tanto una contradicción, pero ciertamente una posición contraria a la de Hobson. Si para

Hobson el imperialismo proviene del nacionalismo entonces no es posible que Roma fuera

imperialista por falta de una postura nacionalista.

Una muestra de la historiografía moderna sobre el tema del imperialismo la tenemos en la

obra del profesor británico, David Harvey. La obra con solamente su título, The New Imperialism18

nos adelanta su proposición. La teoría de Harvey sobre el imperialismo parte de su visión del

materialismo histórico -geográfico y es a su vez enmarcada en la invasión de Iraq en el 2003. En

adición, el autor intenta, de forma parecida al trabajo de Lenin en relación a las causas de la Primera

Guerra Mundial, señalar las causas de la Guerra de Iraq mediante su obra investigativa. Aunque

Harris insiste que su mirada está puesta en “ the current condition of global capitalism and the role

that a ‘new’ imperialism might be playing within it.”19 Podríamos esperar que se entrara a explicar

en algún detalle el término, imperialismo, pero el autor le dedica poco espacio a la definición de

imperialismo y claramente la mayoría de su exposición a las condiciones políticas y económicas

en las cuales está enmarcado el nuevo imperialismo. Si bien le dedica poco espacio no debe

entenderse que trata el tema de forma liviana o inadecuada. Harris señala que la palabra

imperialismo es fácil de pronunciar o utilizar. Pero que es necesaria la clarificación del término

para poder usar correctamente. Entonces procede a definir una marca, como si fuera uña jabón

casero, particular de imperialismo que se llama ‘imperialismo capitalista’. Su definición la explica

como una mezcla paradójica de:

17
Ibid., 736.
18
David Harvey, The New Imperialism (Oxford: Oxford University Press, 2003).
19
Ibid.,1.
10

… politics of state and empire’ (imperialism as a distinctively political project on the part

of actors whose power power is based in command of a territory and a capacity to mobilize

its human and natural resources towards political, economic, and military ends) and ‘the

molecular processes of capital acumulation in space and time’(imperialism as a diffuse

political-economic process in space and time in which command over and use of capital

takes primacy).20

Aunque la obra de Harvey tiene un meta, por qué Iraq y por qué en ese momento, el autor

hace un recuento histórico del capitalismo global y el rol del imperialismo, el desarrollo y

crecimiento del imperialismo estadounidense y termina con sombría predicción. Harris hace

distinciones importantes entre los imperios, aunque usa mayormente a los EEUU como

portaestandarte de los imperios modernos, de la antigüedad y los modernos al señalar diferencias

críticas entre los Estados Unidos y los otros imperios del siglo XIX. La evolución de los Estados

Unidos como imperio fue un proceso evolutivo marcado por un dominio tecnológico y económico.

Su forma de gobierno no estaba entorpecida con los remanentes feudales o aristocráticos de

Europa. Los Estados Unidos, desde su creación, era esencialmente burguesa.21

El proceso evolutivo estadounidense de la ampliación de su territorio, sus esferas

de influencia política y su dominación económica ocurrió mucho anterior a su ejercicio

imperialista más reconocido de la llamada guerra Hispanoamericana de 1898. La guerra de 1898

es el acto más conocido y probablemente más investigado y discutido, pero hubo situaciones de

igual envergadura que precedieron a la Guerra Hispanoamericana. Algunos de factores

elementales a ese proceso evolutivo de la formación del nuevo imperio estadounidense son tema

20
Ibid., 26.
21
Ibid.,47.
11

principal de la investigación del profesor Walter Lafeber.22 La obra del profesor Lafeber trata

sobre la formación de un nuevo imperio que inicialmente fue la expansión de las primeras colonias

americanas. Lafeber se acerca al tema de la intervención mediante el uso fuentes primarias

mayormente oficiales. Los escritos de líderes, políticos y hombres de negocio son utilizados, por

Lafeber, para combinar los elementos de política exterior a los elementos económicos de la época

que dieron continuidad al Destino Manifiesto para convertirlo en política oficial de los Estados

Unidos. Un importante ejemplo de lo temprano que Estados Unidos enfocó su mirada

expansionista hacia el Caribe es el caso del político y Secretario de Estado del presidente Ulysses

Grant, Hamilton Fish, en el año 1869. Fish intentó negociar un trato con España para lograr la

independencia de Cuba. El interés de los Estados Unidos era basado en su necesidad de alejar a

las potencias europeas de las cercanías del territorio estadounidense. En adición, los intereses

económicos americanos en Cuba eran sustanciales y presionaba a la administración de Grant para

proteger sus inversiones de capital. Fish no deseaba la guerra con España ya que entendía que el

resultado podría ser la anexión de Cuba y él tenía objeciones de tipo racial.23 Esto es un ejemplo

de la temprana intervención política estadounidense en el Caribe. No podemos ignorar la

intervención económica que formaba parte de la gran expansión del imperio americano. Lafeber

utilizó fuentes primarias de mediados del siglo diecinueve para sustentar el alto grado de

compenetración entre el elemento comercial y su colusión con el gobierno. Una de las

conclusiones de Lafeber tiene que ser señalada como deficiente en no incluir otros intereses de los

Estados Unidos. Ejemplos de estos otros intereses son señalados por varios autores y su análisis

esta fuera del alcance del presente trabajo. Algunos de estos son el establecimiento de estaciones

22
Walter Lafeber, The New Empire: An Interpretation of American Expansion 1860-1898, (Cornell
University Press, 1963).
23
Ibid.,38.
12

de abastecimiento para embarcaciones comerciales y militares. Estas bases o áreas de control

servirían para ejercer control económico de naciones más débiles militarmente, mantener fuera

imperios europeos y abrirles mercados a los intereses comerciales estadounidenses. Hablando de

los territorios bajo dominio americano nos dice Lafeber que: “the United States obtained these

areas not to fulfill a colonial policy, but to use these holdings as a means to acquire markets for

the glut of goods pouring out of of highly mechanized factories and farms.”24 Maingot lo enfoca

de otra manera al indicar que la ruta geopolítica de expansión estadounidense emanaba de una idea

esencial: la conexión entre el concepto de supremacía racial y el paradigma de los derechos y

obligaciones del imperio. 25 Algunos autores como el mismo Lafeber han enmarcado el

imperialismo, especialmente el estadounidense, en la historia de las relaciones extranjeras.

Muchas años después de su estudio sobre el imperio estadounidense, Lafeber nos presenta

una aportación importante que explica el surgimiento del imperio americano desde la perspectiva

de las relaciones extranjeras. El trabajo de Lafeber es solamente un tomo de cuatro que forman

una obra sobre la historia de las relaciones extranjeras estadounidenses desde el 1754 hasta el

presente.26 En este trabajo Lafeber establece la conexión entre el poder económico americano y el

expansionismo, aunque no es una novedad el planteamiento. El expansionismo, en realidad, es una

especie de intervencionismo. Si la expansión, territorial o de esferas de influencia, entra a violentar

la soberanía de otros pueblos entonces se podría describir como intervencionista.

El el caso de Puerto Rico y de muchas otras naciones, la base política de la intervención

nace muchos años antes de 1898 mediante la mentalidad del “Manifest Destiny”. El término

Destino Manifiesto, de mediados del siglo XIX, recoge la mentalidad prevaleciente de la época

24
Lafeber, The New Empire, 408.
25
Maingot, The United States and the Caribbean, (Westview Press, 1994), 18.
26
Walter Lafeber, The New Cambridge History of American Foreign Relations; Volume 2: The American Search for
Opportunity, 1865-1913. (New York: Cambridge University Press, 2013).
13

respecto al derecho innato de los Estados Unidos de adjudicarse poderes y atribuciones sobre otras

naciones del mundo.

Una de las obras más amplias en su cobertura de los actos de intervención de los EEUU, del

profesor Anthony Maingot, nos recuerda que la base política del Destino Manifiesto data de por

lo menos del año 1792. Momento en que el Secretario de Estado, Thomas Jefferson hizo

expresiones sobre el derecho natural de la nueva nación de apropiarse de territorios nuevos27.

Precisamente el enfoque, de Maingot, basado en el análisis del intervencionismo estadounidense

en el Caribe parte de las relaciones asimétricas de poder existentes entre EEUU y la cuenca del

Caribe.

La misma desproporción de poder que existía entre el aparato político – gubernamental –

social y los sectores de la población nativa del continente americano y que facilitaron la

apropiación de terrenos, es la misma relación de poder, llamado por Maingot asimétrico, que

permite la expansión hacia el Caribe. Lo que en sus inicios era sencillamente una mentalidad en

apoyo a la expansión territorial de la recién establecida nación estadounidense luego se convirtió

en “Doctrina”. La Doctrina Monroe surge cuando el presidente James Monroe se dirige al

Congreso, el 2 de diciembre del 1823, para declarar de forma unilateral que los Estados Unidos no

se consideraría sujeta a colonización por parte de ningún poder europeo. En adición, se manifestó

que cualquier intervención en el hemisferio norteamericano se tomaría como un acto en contra de

la nación estadounidense28. Hubiese sido útil si Maingot le hubiese añadido el contexto histórico

de la época en cuanto a acciones similares de otras naciones de corte imperial. Me refiero a la

declaración del Tsar Alexander I el 16 de septiembre del 1823. El Ukase del emperador de Rusia,

aunque antecede la Doctrina Monroe, probablemente no tuvo un efecto directo como causante de

27
Anthony Maingot, The United States and the Caribbean, (Westview Press, 1994), 14.
28
Ibid,15.
14

las declaraciones del presidente James Monroe. Las estipulaciones contenidas en la Doctrina

Monroe iban más encaminadas a mantener fuera del territorio y áreas de influencia estadounidense

a los imperios europeos.29

El otro enfoque analítico utilizado por Maingot es uno que no es ampliamente analizado

por muchos investigadores y ese es el factor o dimensión racial. El profesor Maingot no explica

en mucho detalle lo que significa cuando dice que, “the completion of continental expansion by

the middle of the nineteenth century did not temper the urge to occupy new territory, it merely

gave it two new dimensions: a scientific justification and a racial one30.

La historiografía del Imperialismo en tiempos modernos ha sido dominada por obras acerca

de su ejemplo más prominente, los Estados Unidos. Dado el hecho que las manifestaciones

imperialistas primeras fueron de índole geopolíticas es natural que veamos obras que relatan esas

primeras excursiones fuera de continente americano.

Uno de las grandes obras sobre el intervencionismo de los Estados Unidos en el Caribe es

el trabajo de Ronald Fernández31. Aquí el trato del tema del racismo es aún más liviano que en la

obra de Maingot. Explicando la postura política y social a finales de siglo diecinueve, Fernandez

nos revela que “America’s sense of exceptionalism was a distinctive addition to traditional

colonialism.” Esto obviamente es igual a la actitud de superioridad de otras Metrópolis con sus

colonias. Pero más adelante, Fernandez añade que “Racism and exceptionalism were different

sides of the same coin: heads or tails the islanders became wards of their developmental

guardians.” Las otras menciones de racismo son esporádicas en ambos trabajos. En la obra de

29
Gilderhus, Mark T. The Monroe Doctrine: Meanings and Implications. (Presidential Studies Quarterly
36, no. 1 ,2006). 5-16. http://biblioteca.uprrp.edu:2088/stable/27552742.
30
Maingot,17.
31
Ronald Fernandez, Crusing the Caribbean: U.S. Influence and Intervention in the Twentieth Century,
(Monroe, ME: Common Courage Press, 1994).
15

Fernandez se reseña la situación de las nóminas de los trabajadores durante la construcción del

Canal de Panamá como un reflejo del racismo. Definitivamente la práctica de segregación en el

método y especie de paga era una manifestación clara de una actitud racista. La práctica consistía

en dos nóminas, una pagada en oro y la otra en plata. Los trabajadores blancos recibían mayor

paga y en oro mientras que los trabajadores negros recibían menor paga, en plata y se les imponía

un impuesto para sufragar los gastos de las escuelas de los blancos.32 Es importante reseñar la

actitud racista en este punto ya que fue un factor determinante en la expansión territorial

estadounidense anterior al 1898. Conjuntamente con la expansión territorial es necesario

mencionar la importante expansión de las esferas de influencia política y económica.

El proceso evolutivo estadounidense de la ampliación de su territorio, sus esferas

de influencia política y su dominación económica ocurrió mucho anterior a su ejercicio

imperialista más reconocido, la llamada guerra Hispanoamericana de 1898. La guerra de 1898 es

el acto más conocido y probablemente más investigado y discutido, pero hubo situaciones de igual

envergadura que precedieron a la Guerra Hispanoamericana. Algunos de factores elementales a

ese proceso evolutivo de la formación del nuevo imperio estadounidense son tema principal de la

investigación del profesor Walter Lafeber.33 La obra del profesor Lafeber trata sobre la formación

de un nuevo imperio que inicialmente fue la expansión de las primera colonias americanas. Lafeber

se acerca al tema del imperialismo mediante el uso fuentes primarias mayormente oficiales. Los

escritos de líderes, políticos y hombres de negocio son utilizados, por Lafeber, para combinar los

elementos de política exterior a los elementos económicos de la época que dieron continuidad al

Destino Manifiesto para convertirlo en política oficial de los Estados Unidos. Un importante

32
Ibid,72.
33
Walter Lafeber, The New Empire: An Iterpretation of American Expansion 1860-1898, (Cornell
University Press, 1963).
16

ejemplo de lo temprano que Estados Unidos enfocó su mirada expansionista hacia el Caribe es el

caso del político y Secretario de Estado, Hamilton Fish, del presidente Ulysses Grant en el año

1869. Fish intentó negociar un trato con España para lograr la independencia de Cuba. El interés

de los Estados Unidos era basado en su necesidad de alejar a las potencias europeas de las cercanías

del territorio estadounidense. En adición, los intereses económicos americanos en Cuba eran

sustanciales y presionaba a la administración de Grant para proteger sus inversiones de capital.

Fish no deseaba la guerra con España ya que entendía que el resultado podría ser la anexión de

Cuba y él tenía objeciones de tipo racial. 34 Esto es un ejemplo de la temprana acción política

estadounidense en el Caribe. No podemos ignorar la intervención económica que formaba parte

de la gran expansión del imperio americano. Lafeber utilizó fuentes primarias de mediados del

siglo diecinueve para sustentar el alto grado de compenetración entre el elemento comercial y su

colusión con el gobierno. Una de las conclusiones de Lafeber tiene que ser señalada como

deficiente en no incluir otros intereses de los Estados Unidos. Existen amplias y reconocidas

investigaciones que apuntan a intereses con miras a establecer bases militares para efectos de alejar

a las potencias europeas y para que sirvieran las bases como areas de abastecimiento para buques

de guerra y embarcaciones comerciales. Hablando de los territorios bajo dominio americano nos

dice Lafeber que: “the United States obtained these areas not to fulfill a colonial policy, but to use

these holdings as a means to acquire markets for the glut of goods pouring out of of highly

mechanized factories and farms.” 35 Maingot lo enfoca de otra manera al indicar que la ruta

geopolítica de expansión estadounidense emanaba de una idea esencial: la conexión entre el

concepto de supremacía racial y el paradigma de los derechos y obligaciones del imperio.36 Una

34
Ibid,38.
35
Lafeber, The New Empire, 408.
36
Maingot, The United States and the Caribbean, 18.
17

explicación más sencilla y pragmática quizá la podamos encontrar si consideramos las reacciones

a medidas tomadas por otras potencias mundiales de la época.

Hemos visto a través de la historia la variación o evolución de pensamiento de

historiadores, filósofos, etc. En fin, el ser humano cambia su perspectiva con el pasar de los años

y las experiencias vividas. En el caso del profesor Lafeber, nos encontramos con otra aportación

más reciente , una de dos obras historiográficos de finales del siglo XIX y la más reciente del 2017,

las cuales fueron usadas en este trabajo.37

Este trabajo comenzó con las valiosas aportaciones de Harris a la historiografía del

imperialismo Romano como precursor al imperialismo moderno. Harris no está solo en sus

planteamientos del imperialismo romano vis a vis el imperialismo moderno.

Una reciente aportación a la extensa historiografía del tema del imperialismo nos llega

mediante una investigación de la profesora Nancy Schumate. Su trabajo plantea la existencia de

una continuidad entre la retórica y los discursos del imperialismo romana hasta los discursos

modernos de imperialismo o nacionalismo y su formación secundaria, el colonialismo, según nos

explica la autora.38 La asociación la establece Schumate a través de su análisis de los escritos

literarios de Horace, Tacitus y Juvenal. Quizá su teoría es controversial, pero no más controversial

cuando examinamos las obras estudiadas en este trabajo. Aparte de Harris y Shumate tenemos a

Schumpeter que también refutaba las teorías de la exclusividad modernista al imperialismo y en

oposición a Schumpeter teníamos a los teóricos anteriores de Hobson y Lenin. Igual que Harris y

Shumate, la vista de Schumpeter se enfocaba en la antigüedad. Al principio vimos la controversia

en la definición del término imperialismo, cada investigador utiliza un contexto a su trabajo de

37
Walter Lafeber, The New Cambridge History of American Foreign Relations: The American Search for
Opportunity, 1865 – 1913, (Cambridge University Press, 2013).
38
Nancy Schumate, Nation, Empire and Decline: Studies in the Rhetorical Continuity from the Romans to
the Modern Era. (London: Gerald Duckworth & Co. 2006)
18

acuerdo a su propio criterio. Independientemente del criterio utilizado, es innegable la existencia

de relaciones de poder “asimétrico”, para utilizar el enfoque de Maingot, que existe y existían en

todas las manifestaciones de fenómeno llamado imperialismo.


19

Bibliografía

Harris, William V. 2006. War and Imperialism in Republican Rome, 327-70 B.C. Oxford:
Clarendon Press.

Harvey, David. 2013. The new imperialism. Oxford: Oxford University Press.

Hobson, J. A. 2010. Imperialism. Cambridge: Cambridge University Press.

Hobson, J. A. 1911. An economic interpretation of investment. London: Financial Review of


Reviews.

Lafeber, Walter. 1998. The New Empire: An Interptrtation of American Expansion 1860-1898.
Ithaca and London: Cornell University Press.

Lenin, Vladimir Ilʹich. 1963. V.I. Lenin: selected works in three volumes. Moscow: Progress
Publishers.

Maingot, Anthony P. 1994. The United States and the Caribbean: Challenges of an Asymetrical
Relationship. Boulder-San Francisco: Westview Press.

Schumpeter, Joseph A., Heinz Norden, and Paul M. Sweezy. 2014. Imperialism and social
classes. Mansfield, CT: Martino Publishing.

Schumate, Nancy.2006. Nation, Empire, Decline: Studies in Rhetorical Continuity from the
Romans to the Modern Era. London: Gerald Duckworth & Co.

Winslow, E.M. 1948. The Pattern of Imperialism: A Study in the Theories of Power, New York:
Columbia University Press.

También podría gustarte