INTRODUCCION

Desde tiempos antiguos los criminales han estado inmersos en la sociedad pero no
siempre fueron juzgados de la misma forma ya que en la escuela clásica se basaban
meramente en el delito cometido no en el delincuente ni en las causas por las cuales
cometió esta conducta desviada porque sabían que la persona actuaba por su libre
albedrío y por ende debían de ser sancionados por sus actos. En cambio en la
escuela positiva la atención se centraliza en el delincuente, no en el delito ya que
busca entender la conducta delictiva y en relación a esto juzgar a la persona por
sus actos y sancionarlo para que fuera sancionado por sus actos y luego de un
tiempo transcurrido este pudiera readaptarse a la sociedad como una persona
normal.

Con el tiempo fue evolucionando este sistema hasta que finalmente, durante la
época moderna, se logra que los privados de libertad cumplan condena proporcional
a los actos cometidos en centros penitenciarios con el fin de reintegrar al delincuente
a la sociedad cuando este quedara libre. En Guatemala el sistema penitenciario
inicia el 9 de julio de 1875 pero por sus desastrosas condiciones se construye uno
nuevo durante el gobierno del general Justo Rufino Barrios.

El presente trabajo contiene un desarrollo sobre la realidad de los Centros

Penitenciarios y las políticas de los mismos en nuestro país, Guatemala basándose
igualmente en legislación comparada para evaluar el sistema cualitativo y objetivos
de otros países y considerar si las políticas guatemaltecas son las eficientes o si es
necesaria una propuesta para reformar la Política Nacional del Sistema
Penitenciario.

El objetivo principal de este proyecto es explicar cómo se aplican estas políticas en

los privados de libertad y en qué casos es necesario aplicarlo para considerar si es
o no viable esta metodología a través de políticas básicas y estadísticas reales
basándose esencialmente en el Decreto 33-2006 sobre la Ley del Régimen
Penitenciario guatemalteco.
 RESUMEN

El sistema penitenciario debe de cumplir con determinadas políticas para que el

funcionamiento sea eficaz y no se transgredan los derechos humanos de los
privados de libertad cumpliendo lo mencionado en la ley especial del Régimen
Penitenciario. El sistema penitenciario se está en desuso debido a la deficiente
comunicación, coordinación y cooperación entre las instituciones del sector justica
que imposibilitan un tratamiento personalizado hacia los reclusos debido a la falta
de personal, de recursos y a la sobrepoblación que se encuentra en las cárceles
haciendo que no se cumplan en su totalidad las reglas mínimas que fueron
adoptadas en el Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del
Delito y Tratamiento del Delincuente.

Las necesidades de estos sistemas penitenciarios varían de acuerdo a una serie de

factores ambientales propios de cada Estado, es por eso que Guatemala cuenta
con la Ley del Régimen Penitenciario que fue promulgada en el 2006 buscando
principalmente la readaptación social y reeducación de las personas reclusas, las
normas mínimas y el trato que deben de tener los privados de libertad. Al evaluarla
con otros países como Inglaterra, España, Uruguay se llega a la conclusión que las
políticas penitenciarias guatemaltecas necesitan ser reformadas debido a la crisis
que está sufriendo por la deficiente comunicación interinstitucional, el abandono
político y administrativo, la carencia de una carrera penitenciaria, la imposibilidad de
un tratamiento personalizado y la insuficiente infraestructura hace buscar un cambio
en la Política Nacional y de igual forma promover un Sistema Penitenciario más
eficiente a través de ordenamientos administrativos y programaciones
presupuestarias más estables y transparentes.