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:
Elementos que usted debe conocer para evitar contingencias
1. INTRODUCCIÓN
Debido al crecimiento de la economía en el Perú en los últimos años, muchas empresas han
procurado renovar sus activos fijos, especialmente aquella destinada al sistema productivo, otras
han contratado empresas consultoras del exterior para que se puedan realizar análisis
operacional, diseño de políticas que permitan mejorar su proceso productivo, o también una
determinación de recomendaciones en el cambio de las políticas del negocio o entidad estatal, de
ser el caso. Dentro de estos servicios se pueden incluir a los de asistencia técnica.
En un mundo globalizado no resulta difícil hoy en día, que los servicios de asistencia técnica se
brinden por empresas que califican como no domiciliadas, por lo que resulta interesante revisar
cual es el tratamiento impositivo de los mismos, sobre todo por el hecho que el usuario del
servicio al tener la calidad de pagador de la retribución, deberá realizar una retención; ello por
mandato de la norma del Impuesto a la Renta al haberse generado una renta de fuente peruana.
En el análisis que realizaremos en este trabajo, partimos del hecho que quien prestará el servicio
de asistencia técnica a favor de una empresa de aviación peruana, es una empresa domiciliada
en Bélgica, quien presta el servicio desde el exterior y también con presencia física en el Perú a
través de reuniones de trabajo y “capacitación in house” llevada a cabo en las instalaciones de la
empresa tano con los funcionarios como con los técnicos que laboran en la empresa peruana.
Por ello, el motivo del presente informe es analizar en que circunstancias nos encontramos ante
un servicio de Asistencia Técnica, sobre todo para poder evitar alguna contingencia con la
Administración Tributaria.
El texto del artículo 9º literal i) de la Ley del Impuesto a la Renta establece que se
consideran rentas de fuente peruana a las obtenidas por asistencia técnica, cuando ésta se
utilice económicamente en el país.
El literal c) del artículo 4-A del Reglamento de la Ley del Impuesto a la Renta señala que
se entiende por asistencia técnica a todo servicio prestado independiente, sea suministrado
desde el exterior o en el país, por el cual el prestador se compromete a utilizar sus habilidades,
mediante la aplicación de ciertos procedimientos, artes o técnicas, con el objeto de proporcionar
conocimientos especializados, no patentables, que sean necesarios en el proceso productivo, de
comercialización, de prestación de servicios o cualquier otra actividad realizada por el usuario.
Agrega el reglamento, que la asistencia técnica se utiliza económicamente en el país, cuando,
entre otros conceptos, sirve para el desarrollo de las funciones de cualquier entidad del sector
público nacional.
A raíz de las modificatorias introducidas en la Ley del Impuesto a la Renta mediante el Decreto
Legislativo Nº 953, se incorporó como renta de fuente peruana a la Asistencia Técnica,
específicamente en el literal j) del artículo 9º de la propia Ley.
Fue posteriormente con la publicación parcial del Reglamento 1 de la Ley del Impuesto a la
Renta que se incluyó la definición de Asistencia Técnica, entendiendo como tal en el literal c)
del artículo 4-A a “… todo servicio independiente, sea suministrado desde el exterior o
en el país, por el cual el prestador se compromete a utilizar sus habilidades, mediante
la aplicación de ciertos procedimientos, artes o técnicas, con el objeto de proporcionar
conocimientos especializados, no patentables, que sean necesarios en el proceso
productivo, de comercialización, de prestación de servicios o cualquier otra actividad
realizada por el usuario”.
En el mismo artículo se aprecia que en párrafos posteriores se menciona que en cualquier caso,
la asistencia técnica comprende los siguientes servicios:
Sobre este tema, es pertinente mencionar que la propia SUNAT ha desarrollado una
interpretación de la frase “en cualquier caso” que se encuentra consignada en el literal c) del
artículo 4-A del Reglamento de la Ley del Impuesto a la Renta para determinar si los servicios de
asistencia técnica son limitados a lo que señala la norma como una lista cerrada o serán en
general todos los servicios en los que se preste una asistencia técnica.
Sobre el particular, es del caso indicar que conforme se ha señalado en los Informes N° 021-
2005-SUNAT/2B0000 y N° 014-2005-SUNAT/2B0000), los servicios de asistencia técnica no sólo
son los de ingeniería; investigación y desarrollo de proyectos; y, asesoría y consultoría
financiera; sino además, todos aquellos respecto de los cuales se configuren los elementos
constitutivos dispuestos en el inciso c) del artículo 4°-A del Reglamento de la Ley del Impuesto a
la Renta.
Como puede apreciarse, la frase "en cualquier caso" contenida en el inciso c) del artículo 4°-A
del Reglamento de la Ley del Impuesto a la Renta implica que se considerarán como "asistencia
técnica" los servicios de ingeniería, investigación y desarrollo de proyectos, así como de asesoría
y consultoría financiera; independientemente que se configuren o no los elementos detallados en
dicho inciso.
Siguiendo el orden de la argumentación observamos que en la parte final del literal c) del
artículo 4-A de la norma en mención se precisa que la asistencia técnica se utiliza
económicamente en el país, cuando ocurre cualquiera de los siguientes supuestos:
2. Sirve para el desarrollo de las funciones de cualquier entidad del Sector Público Nacional, ello
equivale a decir que aquí estarían incorporadas las entidades estatales.
A primera vista pareciera que este segundo párrafo es una continuación de los tres elementos
que la norma reglamentaria precisa como “Asistencia Técnica”.
Sin embargo, realizando una interpretación de la definición del término “Asistencia Técnica”
observaremos que no nos podemos quedar únicamente en el método literal, es decir que no solo
debemos revisar textualmente lo que dice la norma ya que ello determinaría que se trata de una
interpretación más sencilla analizando lo que el texto denota. En este sentido, para ir más al
fondo del asunto requerimos realizar la aplicación del método de interpretación jurídico
denominado “método lógico” o denominado también “método de la ratio legis”, el cual
puede “… utilizarse tanto con la norma como elemento de fijación de reglas de juego de la
interpretación, como con el interés y las finalidades” 2.
Recordemos que ese tercero puede ser domiciliado o también no domiciliado en el país. Además
lo que se busca es que transfiera un determinado conocimiento especializado.
Nos percatamos que el servicio brindado por la empresa belga cumpliría con este requisito.
b. Localización del servicio: El servicio que se preste puede ser suministrado desde el exterior
o en el propio país.
En el caso específico de los servicios que ofrecen la empresa belga a la empresa de aviación
domiciliada en el Perú, se puede apreciar que los mismos son ofrecidos desde fuera del Perú y
también en el territorio nacional.
c. Durabilidad del servicio: El servicio de asistencia técnica debe ser prestado de manera tal
que no se agote en el solo hecho de brindar el servicio sino que además la empresa asistente se
obliga a poner al servicio de la otra parte su colaboración (mediante personal especializado) y
prestar concurso técnico necesario para alcanzar un resultado concreto.
Aquí interviene casi siempre el Know How de la empresa contratada ya que lo que se pretende
también es explicar ciertas técnicas, alguna información de tipo secreto o propio de la entidad
que desarrolla el trabajo, ciertas teorías, entre otros, pero siempre ligados a la prestación del
servicio de asistencia técnica como un norte al que se debe apuntar como destino, ya que se
trata de una obligación de resultados y no de medios.
Según lo señalan BYRNE y JOO “En una interpretación literal del concepto analizado,
semánticamente podemos observar que el término “proporcionar” tiene, entre otras,
la siguiente acepción: [Poner a disposición de alguien lo que necesita o le conviene].
De lo expuesto, una interpretación posible de la norma sería que la misma al hacer
referencia a “proporcionar conocimientos especializados” no se refiere a una mera
entrega de información, plasmada en un informe u oralmente, sino que dichos
conocimientos especializados son cedidos o trasmitidos al usuario para que este
disponga de los mismos de manera tal que pueda utilizarlos en lo sucesivo, llevar a
cabo por si mismo los servicios antes ejecutados por el prestador” 5.
Por último, debemos diferenciar los servicios de asistencia técnica donde se transmiten
conocimientos de aquellos “servicios comunes o de resultado”. En este punto coincidimos
con MUÑOZ SALGADO cuando afirma que “Los servicios de asistencia técnica se
diferencian de los “servicios comunes u ordinarios o servicios de resultado” en que
estos últimos tiene por finalidad generar un resultado específico para el usuario, sin
que ello suponga traslado de conocimiento alguno a éste ni sea relevante la forma en
que el servicio ha sido prestado. En otras palabras, al usuario solo le interesa el
resultado del servicio y no como se presta ni la información o experiencia que subyace
en el mismo”6.
La Asistencia Técnica tiene una orientación de tipo empresarial por lo que si alguna persona no
domiciliada que no ejerza o realiza actividad de tipo empresarial, presta dicho servicio, ello
equivaldría a considerar que el servicio ofrecido calificaría como una renta de tipo personal y
supondría calificarla como una renta que encuadra dentro de las actividades profesionales
prestadas de manera independiente.
En este último caso se estaría percibiendo rentas equivalentes a la cuarta categoría solo que
quien las percibe sería un sujeto no domiciliado, estando afecto a una retención por la
generación de rentas de fuente peruana con la tasa efectiva del 24%, la cual se obtiene de
aplicar la tasa del 30% sobre el 80% de los ingresos percibidos (téngase presente que se
descuenta el 20% por la percepción de las rentas de cuarta categoría por parte de personas no
domiciliadas).