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La nueva era de la tecnología aplicada a la construcción

--- Por JLL España

--- 21/11/2017

Parece ciencia-ficción, pero en un futuro no muy lejano los edificios de cemento serán capaces de reparar sus
grietas mediante bio-hormigón y los robots serán los encargados de colocar los ladrillos y las tejas.

En los últimos 30 años, sectores como el automóvil o el textil, basados en la fabricación industrial, han llevado
a cabo una espectacular transformación tecnológica en sus procesos que les han llevado a prácticamente
duplicar su productividad. Sin embargo, el sector de la construcción ha tardado en sumarse a esta realidad. En
un entorno en el que la mano de obra cualificada escasea y el precio de los materiales como el acero, el cemento
y la madera no dejan de subir, la tecnología se ha convertido en un aliado para contener los costes de
construcción. La muestra de que algo se está moviendo es que las empresas relacionadas con la tecnología
aplicada a la construcción han recibido inversiones por más de 10.000 millones de dólares en los últimos seis
años.

La tecnología es un aliado eficaz para contener los costes de construcción

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«La innovación da respuesta a muchos de los retos a los que se enfrenta el sector de la construcción, desde la
resolución de problemas en materia de seguridad a la planificación de cara al futuro», señala Todd Burns,
responsable de Gestión Integral de Proyectos de JLL en EEUU. «La robótica, la tecnología en la nube y la realidad
aumentada están reescribiendo las reglas del juego en todos los sectores. Los líderes del sector de la construcción
empiezan a ser conscientes del potencial de estos avances y están encontrando formas únicas de implementar
estas tecnologías».

Una tecnología que prioriza a las personas

Con la seguridad de los trabajadores como principal prioridad, las constructoras están implantando con rapidez
productos que ayudan a prevenir accidentes y lesiones. Un buen ejemplo son los cascos inteligentes, que son
capaces de detectar todo tipo de amenazas, desde los primeros signos de una intoxicación por monóxido de
carbono o las señales tempranas de somnolencia hasta los síntomas de una insolación, como el aumento de la
temperatura corporal o la frecuencia cardíaca.

La robótica da acceso al siguiente nivel de seguridad y eficiencia. «Al delegar un mayor número de tareas
peligrosas a las máquinas, abrimos la puerta a mejorar la seguridad y reducir las lesiones, a la vez que liberamos
a los trabajadores para que puedan concentrarse en las tareas que requieren el uso de conocimientos más
avanzados», señala Burns. «Probablemente, en el futuro lleguemos a preguntarnos cómo nos las arreglábamos
sin la existencia de los robots».

Los robots automatizados están demostrando su valía a la hora de desarrollar tareas altamente repetitivas y
exhaustivas, tales como la disposición de ladrillos y la construcción de vigas, e incluso existen soldadores de arco
robóticos. Delegar las tareas más repetitivas o exigentes en el plano físico puede facilitar parcialmente el reto
que plantea la escasez de mano de obra en el sector. Aquí un buen ejemplo:
Sin embargo, la revolución de la robótica no se desarrollará de la noche a la mañana. «Para que una tecnología
llegue a ser viable comercialmente pueden pasar entre cinco y siete años, y su expansión en el mercado mundial
puede llevar de 20 a 25. El desarrollo de prototipos de robótica para la construcción y la realización de pruebas
en las obras todavía está en una fase temprana», añade Andrea Chegut, directora del laboratorio de innovación
inmobiliaria del MIT. Según Chegut, los desastres naturales representan una gran oportunidad para el desarrollo
de la construcción robotizada. «Catástrofes naturales cómo los recientes incendios en California y los huracanes
en Puerto Rico y Houston ha causado la destrucción de numerosos edificios. Es evidente que necesitamos
desarrollar soluciones tecnológicas que puedan agilizar los procesos de reconstrucción en estas zonas», añade.

Menos tiempo, menos residuos

La automatización también presenta ventajas más allá de las obras. Los trámites administrativos también
generan un consumo significativo de tiempo y dinero, en particular en proyectos de construcción de gran escala
que cuentan con una enorme red de proveedores y empleados. Los sistemas unificados de comunicaciones
pueden optimizar el flujo de trabajo y el intercambio de información. Las soluciones en la nube y de movilidad
reducen el tiempo empleado en las oficinas, lo que brinda a los arquitectos, diseñadores y contratistas acceso a
la misma información cuando y donde la necesiten.

Al mismo tiempo, las herramientas de planificación y los análisis predictivos más sofisticados ofrecen una visión
más detallada del posible resultado de distintos escenarios y de la evolución de los gastos a medida que surgen
nuevos avances.

Por ejemplo, el modelado de información de construcción (BIM, del inglés Building Information Modeling),
ofrece visualización en 3D de objetos e incorpora estimaciones espaciales e información sobre la estructura del
edificio, lo que facilita la comunicación y coordinación de todas las partes interesadas, gracias a las aplicaciones
de supervisión de las obras y la realidad virtual y aumentada. Este tipo de modelado también permite a los
constructores y diseñadores anticipar posibles incidencias durante la construcción o si se van a exceder los
costes previstos antes de que se dé el caso. El modelado de información de construcción (BIM) más avanzado
puede proporcionar dimensiones adicionales e integrar información, como plazos y planificación, estimaciones
de costes o el mantenimiento de los edificios tras su construcción.

«La escalada del precio de los materiales está obligando al sector a preguntarse en qué otras áreas se pueden
reducir gastos», declara Burns. «El coste de la mano de obra tampoco se ha abaratado, por lo que encontrar la
forma de trabajar con más eficacia es esencial».

La tecnología también puede mejorar el control del inventario y la gestión de los gastos de materiales. Las
herramientas equipadas con tecnología Bluetooth permiten a los contratistas o trabajadores localizar con gran
precisión un producto específico entre la montaña de herramientas que se acumulan en las obras de
construcción. Además, los nuevos e innovadores materiales de construcción, como el bio-hormigón (que
usa bacterias productoras de caliza para reparar sus propias grietas), constituyen otra vía para ahorrar gastos a
largo plazo.
Visualizar el futuro

Si bien no es posible predecir el futuro, la tecnología ofrece a los profesionales de la construcción una idea de
cómo puede ser. Los cascos equipados con realidad aumentada (RA) superponen imágenes en una pantalla para
mostrar a los contratistas y a los trabajadores de la construcción la trayectoria que deben seguir las tuberías o
proporcionarles especificaciones sobre el armazón de una habitación.

La tecnología de los smartphones también se está implantando con rapidez. «Se avecinan cambios con el
lanzamiento del iPhone X», afirma Chegut. «Imagine enfocar una obra con su teléfono y ser capaz de visualizar
una virtualización de realidad aumentada en 3D. Tanto la realidad aumentada como la virtual ya se usan hoy en
día en el sector inmobiliario, por lo que indudablemente su aplicación va a seguir extendiéndose».

De hecho, el potencial de las tecnologías avanzadas para transformar el sector de la construcción es inmenso,
pero Nicolas Bolland, del laboratorio inmobiliario del MIT, señala diversos obstáculos que se interponen en el
camino de su adopción generalizada. «Muchos de los productos usados en el sector de la construcción se
desarrollan de forma personalizada, lo que limita su estandarización y producción masiva», declara Bolland. «La
falta de repetición en estas tareas evita que se produzcan mejoras de forma continuada, lo que acota el aumento
de la productividad».

Además, las normativas de urbanismo y construcción carecen de una armonización geográfica y este hecho
supone un gran problema para las construcciones prefabricadas y la producción a gran escala en general. Estas
normativas tampoco se actualizan a menudo, lo que, en la práctica, obstaculiza la adopción y difusión de
tecnologías innovadoras.

Bolland también señala que la fragmentación de este sector dificulta que las empresas pequeñas puedan realizar
la notable inversión inicial que las innovaciones requieren sin los canales financieros a largo plazo necesarios
para garantizar la recuperación del coste.

No obstante, a las empresas que puedan superar los obstáculos anteriores les aguarda un futuro brillante. «La
tecnología no va a reducir los gastos de la noche a la mañana por arte de magia, ni eliminar la incertidumbre
inherente al sector de la construcción, sin embargo, está transformando el negocio gradualmente —añade
Burns—. El ensayo de nuevas tecnologías va ser esencial para garantizar la competitividad y la rentabilidad».

Cheque aquí: https://youtu.be/6s17IAj-XpU

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