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El Tres Letras Historia y Contexto Del Movimiento de Izquierda Revolucionaria Salinas Sergio PDF
El Tres Letras Historia y Contexto Del Movimiento de Izquierda Revolucionaria Salinas Sergio PDF
LETRAS
historia y contexto del
movimiento de izquierda
revolucionaria
sergio salinas
El tres letras
RIL editores
bibliodiversidad
Sergio Salinas Cañas
El tres letras
Historia y contexto del
Movimiento de Izquierda Revolucionaria
(MIR)
324.20983 Salinas Cañas, Sergio
S El tres letras. Historia y contexto del Movi-
miento de Izquierda Revolucionaria (MIR) / Sergio
Salinas Cañas. -- Santiago : RIL editores, 2013.
364 p. ; 23 cm.
ISBN: 978-956-01-0040-5
(Chile).
El tres letras.
Historia y contexto
del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)
Primera edición: noviembre de 2013
*NQSFTPFO$IJMFrPrinted in Chile
ISBN 978-956-01-0040-5
Derechos reservados.
Índice
Introducción .......................................................................13
Capítulo 1
Los hitos históricos: los hechos portadores de futuro ..........35
1.1 Estados Unidos en la Guerra Fría: entre la Alianza
y la seguridad nacional ............................................36
1.2 Fin del estalinismo ..................................................44
1.3 El tercermundismo...................................................46
1.4 Nace una teoría económica para la
Nueva Izquierda Revolucionaria..............................50
1.5 Las revueltas estudiantiles: de París, Praga
a Tlatelolco .............................................................56
1.6 La generación beat: la alucinación al poder .............64
1.7 The New Left en Gran Bretaña................................71
1.8 Los cambios en la Iglesia y el nacimiento de
la teología de la liberación .......................................75
Capítulo 2
El contexto regional: la revolución llega a Latinoamérica....81
2.1 La Revolución Cubana ............................................81
2.2 El foquismo como praxis para alcanzar
la revolución............................................................86
2.3 Diferencia del foquismo con la insurrección
leninista ...................................................................94
2.4 La nueva izquierda revolucionaria y su expansión
en América Latina....................................................99
2.4.1 La olvidada guerrilla venezolana...................100
2.4.2 Las primeras guerrillas en el Perú..................102
2.4.3 El Che Guevara en Bolivia ............................107
2.4.4 Los guerrilleros urbanos en Brasil ................110
2.4.5 Los tupamaros en Uruguay ...........................113
2.4.6 La guerrilla peronista y trotskista
en Argentina..................................................116
2.5 Diferencia del foquismo con la guerra
popular maoísta.....................................................122
2.6 El ejemplo de un cristiano en la guerrilla ..............125
2.7 El mesianismo en el imaginario en las oleadas
guerrilleras.............................................................128
Capítulo 3
El contexto chileno ...........................................................137
3.1 Chile: entre la polarización y los cambios ..............137
3.2 Coyuntura económica y cambios socioculturales ...140
3.3 El gobierno de Eduardo Frei y
«la revolución en libertad» ....................................147
3.4 La vía chilena al socialismo y el triunfo de
Salvador Allende....................................................153
3.5 Contexto general en las ciencias sociales................159
3.6 Movilización estudiantil: quiebres políticos
y reforma universitaria ..........................................167
3.7 Iglesia, cristianos de base y revolución en Chile .....183
3.8 Ámbito cultural: la Nueva Canción chilena ...........197
3.9 Ámbito cultural: el Nuevo Cine chileno .................208
Capítulo 4
Subjetividades y contextos. La formación del imaginario
político en el MIR ..............................................................215
4.1 Nacimiento y primeros pasos del MIR ....................215
4.1.1 El MIR y sus primeras reflexiones políticas ....232
4.1.2 El MIR y la Unidad Popular ...........................238
4.1.3 El golpe militar y el inicio de la resistencia ...262
Capítulo 5
Subjetividades: de la radicalización ideológica
a la radicalización política en los militantes del MIR ..........279
5.1 La radicalización ideológica...................................282
5.2 La radicalización política.......................................304
5.2.1 El inicio de la militancia................................307
5.2.2 Radicalidad política en el MIR: sentimientos,
sacrificios y abandonos .................................332
Conclusiones .....................................................................341
Referencias........................................................................347
Este libro está dedicado a mi familia.
Gracias por al apoyo y paciencia que me han entregado estos últi-
mos años. En especial, a mi padre por sus consejos y ayuda,
y a Félix, quien sigue presente en nuestros recuerdos.
1
Marc Bloch, Apología de la historia, Barcelona, Editorial Empúries, 1984.
37 p.
2
Jesuita y rector de la Universidad Centroamericana, José Simeón Cañas,
asesinado junto a otros cinco religiosos y dos mujeres en 1989. Ferrán
Cabrero, El camino de las armas: visiones de la lucha guerrillera y civil en
América Latina, Donostia, Gakoa Liburuak, 1998, p. 15.
Introducción
13
Sergio Salinas Cañas
2
«La estabilidad del sistema, a diferencia de la gobernabilidad, dice relación
con la vigencia de la institucionalidad democrática. La estabilidad apunta
a la permanencia y proyección del sistema democrático por sobre los cam-
bios de gobierno a que dé lugar la alternancia en el poder, demostrando la
capacidad de absorber, canalizar y resolver por medio de los mecanismos
institucionales los diversos conflictos societales que se dan en su interior.
Siendo distintos los conceptos de gobernabilidad y estabilidad, entre ellos
14
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15
Sergio Salinas Cañas
5
Rolando Álvarez, Desde las sombras. Una historia de la clandestinidad
comunista (1973-1980), Santiago, Lom Ediciones, Santiago, 2003, p. 9.
6
Véase Régis Debray, «El castrismo», Cuadernos de Ruedo Ibérico. Suple-
mento 1967,.BESJEIUUQXXXBSDIJWPDIJMFDPN*EFBT@"VUPSFTEFCSBZ
EFCSBZQEG DPOTVMUBEPFMEFTFQUJFNCSFEF
7
De aquí en adelante se utilizará solo la sigla MIR.
8
Término alemán que literalmente significa «espíritu de la época». Alude a
la atmósfera intelectual y cultural de un período histórico.
16
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17
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12
James Petras, «Latinoamérica: 30 años después del Che Guevara», América
Libre
O
#VFOPT"JSFT
IUUQXXXOPEPPSHBNFSJDBMJCSF
BOUFSJPSFTJOEFYIUN DPOTVMUBEPFMEFTFQUJFNCSFEF
13
Citado en Hugo Biagini, La contracultura juvenil. De la emancipación a
los indignados, Buenos Aires, Capital Intelectual, 2012, 252 p.
14
Véase en el caso argentino a María Matilde Ollier. La autora, para mostrar
las fuentes del aprendizaje radical de los sobrevivientes, analizó la forma-
18
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16
María Matilde Ollier, «El aprendizaje radical...». Op. cit.
17
Roberto Sancho Larrañaga, La Encrucijada de la violencia política armada
en la segunda mitad del siglo XX en Colombia y España: ELN y ETA. Za-
ragoza, Tesis Doctoral, Zaragoza, Departamento de Historia Moderna y
Contemporánea, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Zaragoza,
2008, p. 22.
18
La violencia contiene y responde a factores etológicos (biológicos), psi-
cológicos (mentales), psicosociales, simbólico-culturales, políticos, éticos
e históricos, cuando menos. De ahí que muchas disciplinas tengan algo o
mucho que decir sobre ella.
19
Véase Julián Aróstegui, «Violencia, sociedad y política: la definición de
la violencia», Revista Ayer, n° 13, Madrid, Asociación de Historia Con-
UFNQPSÃOFB
IUUQXXXBIJTUDPOPSHEPDTBZFSBZFS@QEG
(consultado el 3 de junio de 2011).
20
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20
Eugenia Palieraki, op. cit.
21
Roberto Sancho Larrañaga, op. cit.
22
Ibid., p. 14.
23
Diversas recientes tesis en Europa y Latinoamérica utilizan alguna de estas
dos categorías. Entre ellas, destacan la de Eugenia Palieraki (La opción por
las armas. nueva izquierda y violencia política en Chile 1965-1970), de la
Universidad de París I; la de Roberto Sancho Larrañaga (La encrucijada de
la violencia política armada en la segunda mitad del siglo XX en Colombia
y España: ELN y ETA), de la Universidad de Zaragoza; la de Miren Alcedo
(Militar en ETA: historias de vida y de muerte), Universidad del País Vasco; y
la de Javier Cervantes Mejía (Raíces, aparición e impacto del levantamiento
armado del EZLN, una aproximación a la historia de la guerrilla en México,
1960-1994), que si bien es tesis de licenciatura, trabaja en profundidad esta
temática, Universidad Autónoma del Estado de México.
21
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24
María Matilde Ollier, «Partidos en armas: Las tensiones entre la lógica
contestataria y la obediencia debida», San Martín, Escuela de Política y
(PCJFSOP
6OJWFSTJEBEEF4BO.BSUÎOIUUQXXXVOTBNFEVBSFTDVFMBT
QPMJUJDBDFOUSP@IJTUPSJB@QPMJUJDB0MMJFSQEG DPOTVMUBEPFMEFBHPTUPEF
2010).
22
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25
Cristián Barría, Elena Gómez e Isabel Piper, «La construcción de la memoria
del trauma sociopolítico en el espacio intersubjetivo»: XXJMBTDMBSUJDVMPT
JMBT@BSU@DOC (consultado el 20 de marzo de 2010).
26
&VHFOJB1BMJFSBLJ
PQDJUWFSUBNCJÊOFOIUUQXXXDFEFNBPSHVQMPBET
1BMJFSBLJEPD DPOTVMUBEPFMEFNBZPEF
23
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24
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29
Ibid.
30
Ibid.
25
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31
Roberto Sancho, op. cit., p. 23.
32
Miguel Ángel Cabrera, Historia, lenguaje y teoría de la sociedad, Madrid,
Editorial Cátedra, 2001, p. 31.
33
Cristina Moyano Barahona, «La historia política en el Bicentenario: entre
la historia del presente y la historia conceptual. Reflexiones sobre la nueva
historia política», Revista de Historia Social y de las Mentalidades, vol. 15,
nº 1, Santiago, Departamento de Historia, Universidad de Santiago, 228 p.
26
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34
Véase J. Fentress y C. Wickham, Memoria social, Madrid, Editorial Cátedra,
2003.
35
En América Latina se han desarrollado varias jornadas internacionales de
estudio sobre militantismo, como la desarrollada en Santiago el 5, 6 y 7
de julio de 2007, organizada por el Departamento de Ciencias Políticas de
la Universidad de Chile, IDEA-USACH, Arcis, ICAL, llamada «De las movili-
zaciones obreras al termundialismo. Europa y América Latina, siglos XX y
XXI».
27
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36
El interés de usar estas fuentes recae en la resignificación y en la legitimación
de voces, en un período donde estas no podían dejar otro tipo de registro,
por su carácter de enemigo interno y clandestino, y que en la memoria
oficial están cargadas de satanización y estigmas impuestos por quienes
detentaban el poder de la época. José Palma Ramos, Violencia política,
estrategia político-militar y fragmentación partidaria en el Movimiento de
Izquierda Revolucionaria (MIR) en Chile. 1982-1988. La guerra popular
de la vanguardia del pueblo, Memoria para optar al título de profesor de
historia, geografía y educación cívica, Santiago, Departamento de Historia
y Geografía, Facultad de Historia Geografía y Letras, Universidad Metro-
politana de Ciencias de la Educación, 2009, p. 13.
28
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37
Pilar Díaz Sánchez y José María Gago González, «La construcción y uti-
lización de las fuentes orales para el estudio de la represión franquista»:
IUUQIJTQBOJBOPWBSFEJSJTFTEPTTJFSEQEG DPOTVMUBEPFMEF
marzo de 2010).
38
"OESFBT %PFTXJKL
j"MHVOBT SFáFYJPOFT TPCSF MB DPOTUSVDDJÓO Z FM VTP
EF GVFOUFT PSBMFT FO IJTUPSJBv IUUQXXXEIJVFNCSQVCMJDBDPFTEIJ
EJBMPHPTWPMVNFWPM@BUHIUNM DPOTVMUBEPFMNBS[PEF
39
Al respecto véase Paul Thomson, «La historia oral y el historiador», History
Today, nº 7, vol. 33, traducción de Tomás Austin 1990. Junio de 1983:
IUUQXXXMBQBHJOBEFMQSPGFDM0SBM)JTUPSZIJTUPSJBPSBMIUN DPOTVM-
tado el 13 de marzo de 2010).
40
Pilar Díaz Sánchez, op. cit.
41
Citado en Federico López, «Informe sobre la X Conferencia de Historia
Oral», Revista Voces Recobradas, n° 2, Buenos Aires, Instituto Histórico
de la Ciudad de Buenos Aires, agosto de 1998.
29
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42
"OESFBT%PFTXJKL
op. cit.
43
José Palma Ramos, op. cit., p. 8.
44
Mario Garcés, Seminario: «El MIR en la historiografía», Museo Benjamín
Vicuña Mackenna, realizado el 9 de septiembre del 2008.
30
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31
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32
#BVUJTUBWBO4DIPVXFOZ.JHVFM&OSÎRVF[
33
Miguel Enríquez y Marcello Ferrada-Noli (1967).
34
Capítulo 1
45
Se incluye este concepto por ser útil para explicar de mejor forma los hitos
históricos según la teoría de conflictos. En términos precisos el concepto
de hechos portadores de futuro fue creado por Pierre Massé y recibió
importantes aportes de otros autores como Gaston Berger, Beltrand Jo-
uvenel, Maurice Blondel y Decouflé. Pierre Massé sostiene que los hechos
portadores de futuro están formados en su mayoría por factores de cambio,
políticos, económicos, tecnológicos o culturales, apenas perceptibles hoy,
pero que pueden constituir las tendencias importantes del mañana. Véase
Pierre Massé, Le plan ou l’anti-hasard, Gallimard, NRF, colección Idées,
1965.
35
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36
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37
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50
Ibid.
51
Ibid.
52
Ibid.
38
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39
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55
Ibid.
56
Ibid.
57
Pedro Rivas Nieto, op. cit.
40
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58
Andrés Nina, «La Doctrina de Seguridad Nacional y la integración en
América Latina», Revista Nueva Sociedad, n° 27, noviembre-diciembre,
IUUQXXXOVTPPSHVQMPBEBSUJDVMPT@QEG DPOTVMUBEP FM
22 de noviembre de 2010).
59
Ejército de Chile, La Seguridad Nacional, Santiago, Comando de Institutos
Militares, Academia de Guerra, 1984, p. 13.
60
Ibid, p. 4.
41
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42
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62
Cristián Fuentevilla, op. cit.
63
Alianza para el Progreso, «Documentos básicos», declaración de Charles
$PMF
EFKVMJPEFIUUQXXXNFNPSJBDIJMFOBDMBSDIJWPTQEGT
NDQEG DPOTVMUBEPFMEFOPWJFNCSFEF
43
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44
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66
Eduardo Rey Tristán, op. cit., p. 52.
67
Dragomir Draganov, «1956 y los países del bloque del este sin desestali-
nización», Revista Historia Actual Online, n° 10, primavera, Cádiz, Área
de Historia Contemporánea. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad
de Cádiz, 2006, p. 127.
68
Ibid.
45
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1.3 El tercermundismo
46
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47
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73
Eduardo Rey Tristán, op. cit., pp. 50-51.
74
&SJD )PCTCBXN
Historia del siglo XX, Buenos Aires, Editorial Crítica,
1998, 442 p.
75
Ibid.
48
El tres letras
76
Ernesto Guevara, Escritos y discursos, tomo IX, La Habana, Editorial de
$JFODJBT 4PDJBMFT
IUUQXXXQBUSJBHSBOEFOFUDVCBFSOFTUPDIF
HVFWBSBFOTBZPTUSJDPOUJOFOUBMIUN DPOTVMUBEPFMEFPDUVCSFEF
77
Marta Harnecker, La izquierda en el umbral del siglo XXI: haciendo posi-
ble lo imposible, La Habana, Siglo Veintiuno de España Editores, tercera
FEJDJÓO
QIUUQCPPLTHPPHMFDMCPPLT JEX#[QR90.$
&pg=PA21&lpg=PA21&dq=OSPAAAL+marta+harnecker&source=bl&o
ts=TgDeXqNqD9&sig=N2SnE1djPD2jb6cX26ohsBWQuRk&hl=es&ei=
6@50)Z0D)"C-(#HTB9PJCPPL@SFTVMUDUSFTVMUSFTO
VNWFE$#H2"&X"2WPOFQBHFRGGBMTF DPOTVMUBEPFM
de octubre de 2010).
78
Eduardo Rey Tristán, op. cit., p. 51.
49
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Os amores na mente,
As flores no chão.
A certeza na frente,
A história na mão.
Caminhando e cantando
E seguindo a canção.
Aprendendo e ensinando
Uma nova lição...80
Geraldo Vandré
79
Ibid, pp. 50-51.
80
Extracto de la canción Pra não dizer que não falei das flores conocida
también como Caminhando.
50
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81
Giovanni Reyes, «Principales teorías sobre el desarrollo económico y so-
cial», Nómadas, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas, Madrid,
6OJWFSTJEBE$PNQMVUFOTFIUUQXXXVDNFTJOGPOPNBEBTHFSFZFT
IUN DPOTVMUBEPFMEFOPWJFNCSFEF
82
Ibid.
83
Helio Jaguaribe, Desarrollo económico y desarrollo político, Buenos Aires,
Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1968, p. 15.
51
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84
Giovanni Reyes, op. cit.
85
Ibid.
86
Eduardo Rey Tristán, op. cit., p. 52.
52
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53
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88
Eduardo Rey Tristán, op. cit., p. 52.
89
Ibid.
90
Véase texto homenaje: Theotonio Dos Santos, «André Gunder Frank»,
Revista Contribuciones a la Economía, BCSJMEFIUUQXXXFVNFE
OFUDF DPOTVMUBEPFMEFOPWJFNCSFEF
54
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91
Ibid.
92
Theotonio Dos Santos, Dependencia y cambio social, Cuadernos de Estudios
Socioeconómicos n° 11, Santiago, Centro de Estudios Socioeconómicos
(CESO), Universidad de Chile, 1970, p. 7.
93
Ibid, p. 93.
55
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94
Se vivió en la época una verdadera «embriaguez de la palabra», que dejó
traslucir muchas expresiones de cultura y comunicación, y que fue el mo-
mento cuando más hablaron los muros y paredes que permitieron aflorar
sentimientos reprimidos. Luis Ignacio Sierra Gutiérrez, «El poder de la
palabra: o la ‘mirada inversa’ de Michel de Certeau sobre el mayo francés»,
Revista Signo y Pensamiento XXVII, julio-diciembre de 2008: <http://redalyc.
VBFNFYNYTSDJOJDJP"SU1EG3FEKTQ J$WF DPOTVMUBEPFM
16 de noviembre de 2010).
95
Súbitamente, ese mayo francés –y desde allí el alemán, el italiano, el norte-
americano, el japonés– irrumpió en el campo de lo público para politizarlo
todo, y para que la politización fuese, a su vez, un cambio radical de la
vida. Romper fue el verbo heroico en que la existencia encontraba una
justificación casi estética. Para la brecha entre lo real y lo imposible, y entre
el deseo y su realización, fueron edificados los puentes de la metáfora, del
gesto, de la insurrección espontánea. Martín Hopenhayn, Ni apocalípticos
ni integrados. Aventuras de la modernidad en América Latina, Santiago,
Fondo de Cultura Económica, 2004, p. 84.
56
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96
Gilda Waldman, «Los movimientos estudiantiles de 1968 y 1999: contextos
históricos y reflexiones críticas», Revista Mexicana de Ciencias Políticas y
Sociales, XLIV, septiembre-abril de 2000, 279 p.: <http://redalyc.uaemex.
NYSFEBMZDTSDJOJDJP"SU1EG3FEKTQ J$WF DPOTVMUBEP FM
de noviembre de 2010).
97
Virginie Laurent, «Mayo del 68, cuarenta años después. Entre herencias y
controversias», Revista de Estudios Sociales, agosto, Bogotá, Universidad
de los Andes, 2009, p. 30: <http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.
KTQ J$WF DPOTVMUBEPFMEFOPWJFNCSFEF
98
&SJD)PCTCBXN
op. cit., p. 442.
99
Martín Hopenhayn, op. cit., p. 89.
57
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58
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101
Arturo Taracena Arriola, «Las lecciones del 68», Revista Bajo el Volcán,
n° 7, Puebla, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2008: <http://
SFEBMZDVBFNFYNYTSDJOJDJP"SU1EG3FEKTQ J$WF DPO-
sultado el 17 de noviembre de 2010).
102
Gilda Waldman, op. cit., pp. 279-280.
59
Sergio Salinas Cañas
60
El tres letras
104
Ibid, p. 279.
105
&SJD)PCTCBXN
op. cit., p. 443.
106
Virginie Laurent, op. cit., p. 31.
61
Sergio Salinas Cañas
107
Ibid, p. 31.
108
Peter Waldman, op. cit., p. 282.
62
El tres letras
109
Ibid, p. 283.
110
Ignacio Carrillo Prieto, «Documento de la Fiscalía Especial para Movimien-
tos Sociales y Políticos del Pasado (FEMOSPP)», Documento desclasificado
NSA, Capítulo III&MNPWJNJFOUPFTUVEJBOUJMEFIUUQXXXHXV
FEV_OTBSDIJW/4"&##/4"&##@.PWJNJFOUPEF
QEG DPOTVMUBEPFMEFOPWJFNCSFEF
111
Daniel Avendaño y Mauricio Palma, El rebelde de la burguesía. La historia
de Miguel Enríquez, Santiago, Ediciones Cesoc, 2002, p. 90.
63
Sergio Salinas Cañas
64
El tres letras
114
Página/12, «Timothy Leary: la alucinación al poder», Buenos Aires,
IUUQXXXQBHJOBDPNBSEJBSJPTVQMFNFOUPTSBEBSTVCOP-
UBTIUNM DPOTVMUBEPFMEFOPWJFNCSFEF
115
Ibid.
116
En mayo de 1972, The Weather Underground lanzó una de sus más grandes
ofensivas, atacando con explosivos el Pentágono (19.05), oficinas de los
gobiernos de Nueva York, Chicago y Los Ángeles.
65
Sergio Salinas Cañas
117
Ejército de Estados Unidos, «Escuela de las Américas. Manual de guerrilla
y terrorismo», Centro de Estudios Miguel Enríquez, pp. 21-22: <http://
XXXBSDIJWPDIJMFDPN*NQFSJBMJTNPFTDV@BNFSJ64FTDBNFSJDBQEG
(consultado el 15 de junio de 2011).
118
Véase también la película-documental The Weather Underground (2004)
de los realizadores Sam Green y Bill Siegel, nominados al Oscar. Se puede
BERVJSJS FO IUUQXXXBNB[PODPN5IF8FBUIFS6OEFSHSPVOEOEQ
#-:',0 DPOTVMUBEPFMEFTFQUJFNCSFEF
119
El compromiso de los Weather Underground con la revolución se refleja
en las frases de David Gilbert, miembro del grupo, detenido el 20 de oc-
tubre de 1981 en una «expropiación bancaria» y condenado a 75 años de
prisión: «Desde luego que no me gusta estar en prisión, pero hubiera sido
peor si hubiese perdido mi compromiso con la lucha contra un sistema tan
increíblemente destructor de vidas humanas y de dignidad. Por lo de los
75 años, bueno el imperialismo no va a durar tanto tiempo. Ni tampoco
creo que vaya a pasar toda mi vida en prisión. Un revolucionario puede ser
asesinado, en el interior o en el exterior, pero si estamos hablando de cerca
de 30 o 40 años a la redonda, muchos cambios importantes, incluso cam-
bios revolucionarios, están destinados a suceder en todo ese tiempo». Véase
FOUSFWJTUB FO IUUQXXXBMBTCBSSJDBEBTPSHOPUJDJBT ROPEF
(consultado el 15 de junio de 2011).
66
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120
Edmundo de la Sota Díaz, Una retórica de la antítesis: en los extramuros
del mundo de Enrique Versátegui, Tesis para obtener título de Licenciado
en Literatura, Lima, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Facul-
UBEEF-FUSBTZ$JFODJBT)VNBOBT
&"1-JUFSBUVSB
IUUQXXX
DZCFSUFTJTFEVQFTJTCJCEFMBTPUB@EFQEGEFMBTPUB@EFQEG DPOTVMUBEP
el 26 de noviembre de 2010).
121
Ibid.
67
Sergio Salinas Cañas
122
David García, «El lugar de la autenticidad y de lo underground en el rock»,
Revista Nómadas, n° 29, Bogotá, Universidad Central, 2008: <http://
SFEBMZDVBFNFYNYTSDJOJDJP"SU1EG3FEKTQ J$WF DPO-
sultado el 26 de noviembre de 2010).
123
Ibid.
124
Carles Feixa, «Generación XX. Teorías sobre la juventud en la era contem-
poránea», Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud,
n° 4, julio-diciembre de 2006: <http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/
"SU1EG3FEKTQ J$WF DPOTVMUBEPFMEFOPWJFNCSFEF
68
El tres letras
69
Sergio Salinas Cañas
127
Ibid.
128
Filósofo y sociólogo alemán, representante de la Escuela de Frankfurt,
cuyos libros Eros y civilización (1955) y El hombre unidimensional (1964)
tuvieron, en el marco de las protestas estudiantiles a fines de los sesenta,
una extraordinaria difusión en todo el mundo.
129
Carles Feixa, op. cit., p. 161.
130
Se realizó en Londres entre el 15 y el 30 de julio de 1967.
131
Herbert Marcuse, La sociedad carnívora, conferencia «Liberándose de la
sociedad opulenta», Buenos Aires, Editorial Galerna, 1969, p. 57.
132
La masiva venta de libros y su participación en conferencias en todo el
mundo pueden haber motivado el calificativo de líder de la nueva izquierda,
término que le molestaba mucho. «Nunca pretendí ser líder ideológico de
la izquierda y no creo que la izquierda necesite un líder ideológico. Hay
algo que la izquierda no precisa, y ello es otra imagen paterna, otro papito.
Y ciertamente yo no quiero ser uno». Ibid, pp. 83-84.
70
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71
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136
New Left Review
j-B IJTUPSJBv IUUQXXXOFXMFGUSFWJFX
FT QBHFIJTUPSZ DPOTVMUBEPFMEFNBZPEF
137
Luis Otero Carvajal, «Verdes y alternativos», Revista Cuadernos del Mun-
do Actual. Historia 16, nº 75, .BESJE
IUUQXXXVDNFTJOGP
IDPOUFNQMFPDWFSEFTIUN DPOTVMUBEPFMEFNBZPEF
72
El tres letras
138
New Left Review, op. cit.
139
New Left Review, op. cit.
140
.BCFM5IXBJUFT3FZ
op. cit., p. 219.
73
Sergio Salinas Cañas
74
El tres letras
144
Ibid.
145
De la Cantata de los Derechos Humanos Caín y Abel, la Canción de la
esperanza. La música la compuso el conjunto musical Ortiga. Se presentó
en la Catedral Metropolitana el 25 de noviembre de 1978.
75
Sergio Salinas Cañas
146
Ferrán Cabrero, op. cit., p. 96.
147
Steven Casadont, «Dos caminos ante la pobreza: Los padres Gabriel y Nés-
tor en la novela NicodemusIUUQXXXFOTBZJTUBTPSHDSJUJDBMJCFSBDJPO
DBTBEPOUHVUJFSSF[IUN DPOTVMUBEPFMEFOPWJFNCSFEF
76
El tres letras
148
Gustavo Morello, «El Concilio Vaticano II y su impacto en América Lati-
na: a 40 años de un cambio en los paradigmas en el catolicismo», Revista
Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, XLIX, enero-abril de 2007: <http://
SFEBMZDVBFNFYNYSFEBMZDTSDJOJDJP"SU1EG3FEKTQ J$WF
(consultado el 26 de noviembre de 2010).
149
«Estos movimientos comunitarios en Chile se dividen, más claramente que
en Brasil, en dos tipos distintos: comunidades eclesiales de base directamente
vinculadas con la Iglesia y comunidades cristianas populares con una mayor
conciencia política y que ejercen gran influencia en ciertas poblaciones como
Pudahuel, en el sector oeste de Santiago». Alain Touraine, Actores sociales
y sistemas políticos en América Latina, Santiago, PREALC-OIT, 1988, p. 99.
150
Ibid.
77
Sergio Salinas Cañas
78
El tres letras
154
Ibid.
155
Alfonso Ibáñez, «Gustavo Gutiérrez: el Dios de la vida y la liberación hu-
mana», Revista Espiral, IX, enero-abril de 2003, Guadalajara, Universidad
de Guadalajara: <http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.
KTQ J$WF DPOTVMUBEPFMEFOPWJFNCSFEF
156
Alain Touraine, op. cit., p. 97.
79
Asentamiento Arnoldo Ríos,
del Movimiento de Campesinos Revolucionarios (MCR).
Fotografía de Raymond Depardon, Cautín, 1971.
Capítulo 2
El contexto regional:
la revolución llega a Latinoamérica
81
Sergio Salinas Cañas
82
El tres letras
160
Eugenia Palieraki, op cit.
161
Ibid.
83
Sergio Salinas Cañas
162
Igor Goicovic, «El internacionalismo proletario en el Cono Sur. La Junta
Coordinadora Revolucionaria, un proyecto inconcluso», Centro de Estudios
Miguel Enríquez, ponencia a las II Jornadas de Historia Política de Chile,
Santiago, Departamento de Historia, Universidad de Santiago de Chile, 10
ZEFOPWJFNCSFEFIUUQXXXBSDIJWPDIJMFDPN*EFBT@"VUPSFT
HPJDPJHPJDPQEG DPOTVMUBEPFMEFPDUVCSFEF
84
El tres letras
163
Ricardo Melgar, «Sacralización de la violencia en las guerrillas latinoameri-
canas», Revista La Memoria Sumergida, n° 164, México DF, 2002, también
FOIUUQXXXDFEFNBPSHVQMPBET-BNFNPSJBTVNFSHJEBQEG
(consultado el 4 de julio de 2011).
85
Sergio Salinas Cañas
164
Raúl Sendic, «Discurso del MLN Tupamaros en el homenaje al Che Guevara
organizado por la Liga Comunista Francesa», París, 21 de octubre de 1987,
reproducción del original.
165
Andrés Benavente y Jorge Jaraquemada, Movimientos insurreccionales en
Latinoamérica, Buenos Aires, Universidad de Belgrano, 1986, p. 12.
86
El tres letras
166
Daniel Pereyra, Del Moncada a Chiapas: historia de la lucha armada en
América Latina, 3ª ed., Madrid, Los Libros de la Catarata, 1997, p. 21.
87
Sergio Salinas Cañas
167
Ibid, p. 303.
168
Ernesto Guevara, «Táctica y estrategia de la revolución latinoamericana»,
Revista Verde Olivo, La Habana, 6 de octubre de 1968: <IUUQXXX
OVFTUSBBNFSJDBJOGPMFFSIMWT DPOTVMUBEPFMEFNBZPEF
88
El tres letras
169
&SOFTUP(VFWBSB
j(VFSSBEFHVFSSJMMBT
VONÊUPEPv
FO.JDIBFM-ÕXZ
El
marxismo en América Latina, México DF, Ediciones Era, 1982, p. 263.
170
.JDIBFM-ÕXZ
La teoría de la revolución en el joven Marx, México DF,
Siglo XXI Editores, 1972, p. 301.
171
Ibid, p. 302.
89
Sergio Salinas Cañas
90
El tres letras
91
Sergio Salinas Cañas
92
El tres letras
179
Ibid, p. 8.
93
Sergio Salinas Cañas
180
Ibidem.
181
En teoría de conflictos se habla de conflicto incipiente (diferencias entre
las partes, sin que halla reconocimiento del conflicto); conflicto latente
(hay reconocimiento del conflicto, pero no comportamientos conflictivos)
y conflicto manifiesto (expresiones de los conflictos en enfrentamientos de
las partes). En nuestro continente actualmente existen estos tres tipos de
conflictividad, en algunos casos unos más problemáticos que otros como
el manifiesto conflicto profundamente arraigado: étnico. Véase Sergio Sa-
linas, «Construcción identitaria en el conflicto mapuche: ¿reencuentro con
FMNJUPEFMXFJDIBGF v
FO(JMCFSUP"SBOEBZ4FSHJP4BMJOBT
Conflictos de
identidades y política internacional, Santiago, RIL Editores, 2005.
94
El tres letras
182
Marta Harnecker, La revolución social: Lenin y América Latina, Buenos
Aires, Editorial Contrapunto, 1986, p. 29.
95
Sergio Salinas Cañas
96
El tres letras
184
Ibid, p. 10.
185
Ibid, p. 100.
186
Francisco Rojas, op. cit., p. 8.
97
Sergio Salinas Cañas
187
Ferrán Cabrero, El camino de las armas, op. cit., p. 18.
188
Andrés Benavente y Jorge Jaraquemada,«Movimientos insurreccionales»,
op. cit., p. 13.
98
El tres letras
99
Sergio Salinas Cañas
191
Julio Santucho, Los últimos guevaristas, Buenos Aires, Editorial Punto Sur,
1988, pp. 105-106.
100
El tres letras
101
Sergio Salinas Cañas
102
El tres letras
103
Sergio Salinas Cañas
104
El tres letras
105
Sergio Salinas Cañas
200
Hugo Blanco, Tierra o muerte: las luchas campesinas en el Perú, Lima, Siglo
XXI,1972.
201
Gilberto Aranda, Sergio Salinas y Miguel A. López, op. cit., p. 129.
106
El tres letras
107
Sergio Salinas Cañas
108
El tres letras
este ataque solo logran escapar cuatro hombres: entre ellos, Inti
Peredo tendrá una importancia vital en el desarrollo de la guerrilla
posterior en Bolivia.
La experiencia guerrillera de Guevara en Bolivia es un desas-
tre no solo desde el punto de vista militar, sino también en el plano
político-insurreccional. No solo es derrotado su destacamento
armado, sino que su concepción foquista del desencadenamiento
de la subversión. La vanguardia era muy reducida y sus acciones
no despertaron ningún tipo de movilización social o política.
Pero pese a la doble derrota –militar y política– de la gue-
rrilla boliviana, la imagen del Che Guevara se transformó en
un mito universal. Jorge Castañeda aporta sobre la materia una
visión singular: el Ejército boliviano contribuyó decisivamente
a la construcción de la mitología. Tenía interés en mostrar al
mundo la imagen de un Guevara vencido y muerto: simbolizaba
el triunfo de las fuerzas regulares por sobre los insurrectos. A tal
efecto, limpiaron el cadáver, para hacerlo claramente reconocible
y lo expusieron a la prensa nacional e internacional.
Ahí, precisa con ironía Castañeda: «El Ejército boliviano
cometió su único error de campaña una vez consumada la captura
de su máximo trofeo de guerra. Transformó al revolucionario
resignado y acorralado, al indigente de la Quebrada del Yuro,
vencido con todas las de la ley, envuelto en harapos y con la cara
ensombrecida por la furia y la derrota, en la imagen crística de la
vida que sigue a la muerte. Sus verdugos le dieron rostro, cuerpo
y alma al mito que recorrería el mundo»205.
La disociación entre el mito y el proceso insurreccional de
aquellos años es claro: la figura del Che Guevara se proyecta en
la historia y en cambio, el planteamiento foquista que por ese
entonces caracterizaba al castrismo en América Latina decae
irremediablemente. O como escribía Jean Lartéguy, en años
próximos a la muerte del Che: «Hoy queda hecha la prueba de
que jamás volverá a haber otra Sierra Maestra, de que la Revo-
lución Cubana fue un fenómeno excepcional que ya no volverá
205
Jorge Castañeda, La vida en rojo. Una biografía del Che Guevara, Buenos
Aires, Editora Espasa Calpe, 1997, p. 17.
109
Sergio Salinas Cañas
110
El tres letras
111
Sergio Salinas Cañas
112
El tres letras
210
Ibid.
211
Antonio Mercader y Jorge de Vera, Los tupamaros. Estrategias y acción,
Barcelona, Editorial Anagrama, 1970, p. 30.
113
Sergio Salinas Cañas
212
Luis Costa, Crisis de los partidos tradicionales y el movimiento revolucio-
nario en el Uruguay, Montevideo, Ediciones de la Banda Oriental, 1985,
p. 54.
213
«Entre mediados de 1970 y principios de 1971, los Tupamaros secuestraron
a Dan Mitrione, un agrónomo norteamericano, a un diplomático brasi-
leño y uno británico, pidiendo a cambio la liberación de 150 Tupamaros
detenidos por la policía. Luego de negociaciones bilaterales con familiares
y gobiernos extranjeros, la mayoría de las víctimas fueron liberadas a
salvo. Ante la política de no transigir con los secuestradores de parte de
los gobiernos uruguayo y de EE.UU., los Tupamaros mataron a Mitrione
y su cuerpo sin vida fue encontrado a principios de agosto de 1970. La
violencia entre la policía apoyada por los EE.UU. y los Tupamaros creció en
una espiral». National Security Archive, Nixon: Brasil ayudó a manipular
MBTFMFDDJPOFTVSVHVBZBT
IUUQXXXHXVFEV_OTBSDIJWOTBFCC
OTBFCCJOEFYFTQIUNM
114
El tres letras
115
Sergio Salinas Cañas
217
Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros, Actas tupamaras, Buenos
Aires, Editorial Schapire, 1971, p. 255.
218
Con respecto al futuro político que siguieron los tupamaros, hoy gobierno,
en comparación con el MIR, diezmado, véase Osvaldo Torres, Democracia
y lucha armada: MIR y MLN-Tupamaros, Santiago, Pehuén Editores, 2012.
116
El tres letras
219
Guadalupe Rojo, La Resistencia Peronista, Buenos Aires, Cuadernos de la
.FNPSJB
&M0SUJCBIUUQXXXFMPSUJCBPSHQEG(VBEBMVQF@3PKP@3F-
TJTUFODJB@QFSPOJTUBQEG DPOTVMUBEPFMEFKVOJPEF
117
Sergio Salinas Cañas
220
Andrés Benavente y Jorge Jaraquemada, op. cit., p. 92.
221
Pablo Giussani, Montoneros: la soberbia armada, Buenos Aires, Editorial
Sudamericana-Planeta, 1986, p. 40.
118
El tres letras
222
Norberto Ceresole, Nación y revolución. Argentina: los años setenta, Buenos
Aires, Editorial Puntosur, 1988, p. 148.
223
Ibid.
224
Entrevista a dirigente del Frente Revolucionario Peronista. Punto Final,
Santiago, septiembre de 1971.
225
Andrés Benavente y Jorge Jaraquemada, op. cit., p. 94.
119
Sergio Salinas Cañas
120
El tres letras
121
Sergio Salinas Cañas
227
Luis Mercier, Las guerrillas en América Latina, Buenos Aires, Ediciones
Paidós, 1969, p. 71.
122
El tres letras
123
Sergio Salinas Cañas
229
(SBOU8BSEMBX
Terrorismo político, Madrid, Colección Ediciones Ejército,
1986, p. 101.
230
Simón Strong, Sendero Luminoso, Lima, Perú Reporting, 1992, p. 87.
124
El tres letras
231
Canción «Cruz de luz».
125
Sergio Salinas Cañas
126
El tres letras
127
Sergio Salinas Cañas
234
Jorge Narváez, Maroto: testimonio de un cura revolucionario, Santiago,
Terranova Editores, 1986, p. 2106 (parte en la página 1973).
235
Poema titulado «Taberna».
128
El tres letras
129
Sergio Salinas Cañas
238
Elena Águila, «La muerte en el imaginario simbólico de la izquierda latinoa-
NFSJDBOBv IUUQXXXDIJMFIPZEFPQJOJPO@FOTBZP@MBNVFSUF
IUN DPOTVMUBEPFMEFEJDJFNCSFEF
239
Ibid.
130
El tres letras
240
Ricardo Melgar, op. cit.
241
Ibid.
242
Elena Águila, op. cit.
131
Sergio Salinas Cañas
243
Sergio Ramírez, Adiós muchachos: una memoria de la revolución sandinista,
Madrid, Editorial Aguilar, 1999.
244
Miguel Ángel Beltrán, «Carta a mis padres», Cárcel Nacional Modelo,
1BCFMMÓOEF"MUB4FHVSJEBE
OPWJFNCSFEFIUUQXXXOPEPPSH
QMBUBGPSNBCPMJWBSJBOB0QJOJPODBSUBBNJTQBESFTIUN DPOTVMUBEP FM
10 de junio de 2011).
132
El tres letras
245
José Saramago, «Breve meditación sobre un retrato del Che Gueva-
SBv
EF PDUVCSF EF IUUQXXXSFCFMJPOPSHIFNFSPUFDB
PQJOJPOTBSBNBHPIUN DPOTVMUBEPFMEFTFQUJFNCSFEF
133
un verdadero dogma, ya que la vía pacífica era asumida como de
los «reformistas» en medio de este clima de fiebre ideológica y
polarización que se vivía.
246
Julio Santucho, op. cit., p. 107.
247
«Muchos militantes de los grupos guerrilleros del 65 se incorporaron a la vida
política democrática, otros crearon facciones que se mantuvieron latentes es-
perando un nuevo brote guerrillero, como ocurrió con el MIR Revolucionario,
que participó en la fundación del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru
(MRTA). Pero no fue sólo el análisis de los errores cometidos el que los llevó
a variar sus lineamientos estratégico-tácticos, sino que la experiencia de los
grupos guerrilleros urbanos de los 70 y el aporte de la triunfante Revolución
Sandinista se convirtieron en la luz que iluminó su accionar». Sergio Salinas,
«Las guerrillas en el Perú 1965-1980», Buenos Aires, Colectivo de Cultura
1PQVMBS&M0SUJCB
IUUQXXXFMPSUJCBPSHHVFQFIUNM-BT@HVFSSJ-
MMBT@FO@FM@1FS$#"@@EPT@FYQFSJFODJBT@EJTUJOUBT@EB@
1BSUF@ DPOTVMUBEPFMEFPDUVCSFEF
Dos aspectos del Frente de Trabajadores Revolucionarios (FTR).
135
Arriba: Marcha de los Consejos Comunales de Trabajadores en Santiago.
Abajo: La recepción de El Rebelde entre el campesinado (Fotografía de Raymond Depardon).
136
Capítulo 3
El contexto chileno
Herminda de la Victoria
nació en el medio del barro
creció como mariposa
en un terreno tomado248.
Víctor Jara
248
Del disco de 1972, La población, la canción «Herminda de la Victoria».
137
Sergio Salinas Cañas
249
Ximena Goecke Saavedra, Juventud y política revolucionaria en Chile en
los sesenta, Tesis Instituto de Historia de la Facultad de Historia, Geo-
grafía y Ciencia Política, Pontificia Universidad Católica de Chile, 1997,
$FOUSP EF &TUVEJPT .JHVFM &OSÎRVF[ IUUQXXXBSDIJWPDIJMFDPN
UFTJT@UQUQQEG DPOTVMUBEPFMEFEJDJFNCSFEF
250
&SJD)PCTCBXN
Historia del siglo XX, p. 325.
251
Ximena Goecke Saavedra, op. cit.
138
El tres letras
252
Igor Goicovic, «El contexto en que surge el MIR», trabajo publicado original-
mente en la revista CEME, n° 6, 2000, Centro de Estudios Miguel Enríquez,
QQIUUQXXXBSDIJWPDIJMFDPN DPOTVMUBEPFMEFEJDJFNCSFEF
2010).
253
Ibid, p. 5.
254
Ibid.
139
Sergio Salinas Cañas
255
Ibid.
256
Óscar Muñoz (editor), «Perspectivas históricas de la economía chilena: del
siglo XIX a la crisis del 30», Estudios Cieplan, n° 12, marzo, 1984, p. 7.
140
El tres letras
257
Guillermo Geisse, Economía y política de la concentración urbana en Chile,
El Colegio de México Pispal, México DF, 1983, p. 115.
258
Guillermo Geisse y M. Valdivia, «Urbanización e industrialización en Chile»,
Revista EURE, vol. 5, n° 15, julio de 1978, Instituto de Estudios Urbanos
Z5FSSJUPSJBMFT6OJWFSTJEBE$BUÓMJDBEF$IJMF
QIUUQXXXFVSFDM
OVNFSPVSCBOJ[BDJPOFJOEVTUSJBMJ[BDJPOFODIJMF EFTFQUJFNCSFEF
2012).
141
Sergio Salinas Cañas
259
Sin autor, «Ser pobre en Chile de comienzos del siglo XX», Narrando
Historias, Revista de Literatura e Historia Social, 20 de mayo de 2010:
IUUQXXXOBSSBOEPIJTUPSJBCMPHTQPUDPNTFSQPCSFFODIJMF
EFDPNJFO[PTEFMIUNM DPOTVMUBEPFMEFPDUVCSFEF
260
Mario Garcés, Crisis social y motines populares en el 1900, Santiago, Lom
Ediciones, 2003, p. 90.
261
En La sangre y la esperanza el contexto de tal historia, en el cual se inserta
la vida del protagonista, Enrique Quilodrán, es quizá lo más importante
de la novela: la clase del proletariado en aquella época, la huelga de los
ferroviarios de 1934 en el marco del gobierno de Arturo Alessandri Palma
Z
NÃTQBSUJDVMBSNFOUF
MBWJEBFOMPTDPOWFOUJMMPTDBQJUBMJOPTIUUQXXX
NFNPSJBDIJMFOBDMBSDIJWPTQEGT.$QEG DPOTVMUBEPFMEF
abril de 2012).
El comienzo de La viuda del conventillo refleja a cabalidad el resto del
libro: «Pintor, albañil, gañán al día. Hizo de todo, y cuando el maletín de
las profesiones se quedó vacío, el pobre hombre se arrimó al conventillo,
despacito, y fumando, fumando, pensó una porción de cosas, la vista per-
EJEB FO FM DJFMP BMUP Z B[VMv IUUQXXXNFNPSJBDIJMFOBDMBSDIJWPT
QEGT.$QEG DPOTVMUBEPFMEFBCSJMEF
142
El tres letras
262
Gabriel Salazar, Movimientos sociales en Chile. Trayectoria histórica y
proyección política, Santiago, Uqbar Editores, septiembre de 2012, p. 175.
263
Ibid, p. 166.
143
Sergio Salinas Cañas
264
Igor Goicovic, «El contexto en que surge», op. cit., pp. 4-5.
265
Ibid.
266
Gabriel Salazar, Movimientos sociales, op. cit., p. 177.
144
El tres letras
267
Guillermo Geisse, op. cit., p. 131.
268
Fernando Cardoso y Enzo Faletto, Dependencia y desarrollo en América
Latina, 23a ed., México, 1988, en Fahra Neghme y Sebastián Leiva, La po-
lítica del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) durante la Unidad
Popular y su influencia sobre los obreros y pobladores de Santiago, Tesis
para obtener el grado de Licenciado en Educación en Historia y Geografía,
USACH, Santiago, 2000, p. 29.
145
Sergio Salinas Cañas
269
Ibid, p. 30.
270
Mario Garcés, Tomando su sitio. El movimiento de pobladores de Santiago,
1957-1970, Santiago, Lom Ediciones, 2002, p. 5.
146
El tres letras
271
Gabriel Salazar, Movimientos sociales en Chile…, op. cit., p. 179.
272
Sebastián Leiva Flores, Teoría y práctica del poder popular: los casos del
Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR, Chile, 1970-1973) y el
Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del
Pueblo (PRT-ERP, Argentina, 1973-1976), Tesis para optar al grado de Ma-
gíster en Historia, mención Historia de América, Santiago, Departamento
de Historia, Facultad de Humanidades, Universidad de Santiago, 2007, p.
126.
273
«Los estudiosos de la política latinoamericana suelen comentar que el sis-
tema político de Chile se distinguió en forma significativa del resto de los
sistemas del continente. Federico Gil, en su libro clásico sobre la política
chilena, señala que esta diferencia se debió en gran medida al sistema chileno
de partidos, en el cual, al igual que en varios países europeos, las fuerzas
políticas estaban claras y nítidamente alineadas». Arturo Valenzuela, El
quiebre de la democracia en Chile, Flacso, Santiago, 1978, p. 35: <http://
XXXTBMWBEPSBMMFOEFDM#JCMJPUFDB7BMFO[VFMBQEG DPOTVMUBEP FM EF
febrero de 2011).
147
Sergio Salinas Cañas
148
El tres letras
149
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150
El tres letras
151
Sergio Salinas Cañas
285
Manuel Garretón y Tomás Moulian, La Unidad Popular…, op. cit., p. 27.
286
Luis Alberto Romero, op. cit., p. 442.
287
Ibid.
152
El tres letras
288
Ibid, p. 443.
153
Sergio Salinas Cañas
154
El tres letras
289
Salvador Allende,Obras escogidas (1970-1973), primer mensaje presidencial
al Congreso Pleno, 21 de mayo de 1971, Barcelona, Editorial Crítica, 1989.
pp. 79-82.
290
Alfredo Riquelme Segovia, «Los modelos revolucionarios y el naufragio
de la vía chilena al socialismo», revista electrónica Nuevo Mundo Mundos
Nuevos, Coloquios, École des Hautes Études en Sciences Sociales, París,
IUUQOVFWPNVOEPSFWVFTPSHJOEFYIUNM DPOTVMUBEPFM
de diciembre de 2010).
291
Julio César Jobet, El Partido Socialista de Chile, 2ª ed., Santiago, Editorial
PLA, 1971, tomo II, p. 130.
155
Sergio Salinas Cañas
156
El tres letras
157
Sergio Salinas Cañas
158
El tres letras
299
Poco antes del Golpe de 1973, el MIR publicó el libro La insurrección ar-
mada, editado originalmente en 1928 por la Komintern (bajo el seudónimo
de A. Neuberg).
159
Sergio Salinas Cañas
300
José Joaquín Brunner, «Las ciencias sociales en Chile: institucionalización,
política y mercado en el caso de la sociología», Documento de Trabajo n°
32, Santiago, Flacso, diciembre de 1986, p. 15.
160
El tres letras
301
Ibid.
302
Por otra parte, hacia 1967 comienza una marcada radicalización política en
el país que se traduce luego en polarización desde 1970. Tales fenómenos
penetraron también en las universidades. Por un lado, a nivel institucional,
se transformaron sus estructuras de gobierno en un campo de lucha por el
poder, lo que en algunos casos se resolvió por la vía de crear instituciones
paralelas, especialmente en el ámbito de las ciencias sociales (Garretón,
1982). Por otro, hubo una ideologización temática y de los contenidos de
las ciencias sociales, con énfasis apologético o denunciativo de la realidad;
sumado a una combinación del uso del marxismo estructuralista althu-
seriano o poulantziano en el plano teórico, con el leninismo en el plano
político, que criticaban la visión estructural funcionalista predominante
hasta entonces, por considerarlas vinculadas a las visiones norteamericanas
de la guerra fría. En tercer lugar, el movimiento estudiantil y los alumnos de
ciencias sociales –mayoritariamente de izquierdas– tendieron a abandonar
la universidad y las disciplinas para involucrarse en los procesos de lucha
social y estrategias políticas que se jugaban más allá de las aulas. En el
horizonte, estaban presentes las elecciones presidenciales de 1970, donde
por primera vez la izquierda planteó un proyecto y un programa de socia-
lismo: conformar un área de propiedad social expropiando las empresas
monopólicas para ir abriendo paso al socialismo en el marco del régimen
161
Sergio Salinas Cañas
162
El tres letras
305
Helenice Rodrigues da Silva, «Os exílios dos intelectuais brasileiros e chi-
lenos, na França, durante as ditaduras militares: uma história cruzada»,
revista electrónica Nuevo Mundo Mundos Nuevos, Coloquios, École des
Hautes Études en Sciences Sociales, París, 2007: <http://nuevomundo.
SFWVFTPSH DPOTVMUBEPFMEFEJDJFNCSFEF
163
Sergio Salinas Cañas
306
$BSMPT .BSUJOT
j%FM JOJDJP QSFDP[ BM FYJMJPv IUUQXXXFVNFEOFU
DVSTFDPOFDPOPNJTUBTNBSUJOTUIFPUPOJPIUN DPOTVMUBEP FM NBS[P
de 2010).
307
Ibid.
308
Ibid.
164
El tres letras
309
Jaime Osorio, Crítica de la economía vulgar Reproducción del capital
y dependencia, Colección América Latina y el Nuevo Orden Mundial,
México DF, Miguel Ángel Porrua UAZ, 2004, p. 136: <http://rimd.reduaz.
NYDPMFDDJPO@EFTBSSPMMP@NJHSBDJPODSJUJDB@EF@MB@FDPOPNJB$SJUJDBQEG
(consultado el 7 de diciembre de 2010).
310
Ibid, p. 136.
165
Sergio Salinas Cañas
311
Vania Bambirra, El capitalismo dependiente latinoamericano, 15a edición,
México, Siglo Veintiuno Editores, 1999, p. 6.
312
Ruy Mauro Marini, «Escritos», página de presentación, México DF, Uni-
WFSTJEBE"VUÓOPNBEF.ÊYJDPIUUQXXXNBSJOJFTDSJUPTVOBNNY
(consultado el 7 de diciembre de 2010).
313
Ibid.
314
Ruy Mauro Marini, «Memoria de Ruy Mauro Marino Castellano», Centro
EF&TUVEJPT.JHVFM&OSÎRVF[IUUQXXXBSDIJWPDIJMFDPN*EFBT@"VUPSFT
NBVSJOJSNTPCSFNBSJOJ@TPCSFQEG DPOTVMUBEPFMEFEJDJFNCSF
de 2010).
166
El tres letras
315
Jaime Osorio, op. cit., p. 138.
316
Ibid.
167
Sergio Salinas Cañas
317
Carlos Huneeus, La reforma universitaria 20 años después, Santiago,
Corporación de Promoción Universitaria, 1988, p. 9.
318
La Segunda, «Reforma universitaria: irrumpe una generación que marcará
a Chile», Suplemento Testigos de la Historia, 11 de noviembre de 2010.
319
Acto de despedida que por término de su mandato le ofreció la Federación
de Estudiantes de la Universidad de Concepción, el 20 de diciembre de
1972. Consejo de Difusión Universidad de Concepción, «Homenaje de la
Universidad de Concepción al rector Edgardo Enríquez y al exvicerrector
Galo Gómez, forjadores de la reforma universitaria», Concepción, Cua-
dernos de Difusión, Serie Documentos Universitarios n° 6, 1972, p. 15.
168
El tres letras
169
Sergio Salinas Cañas
323
Carlos Huneeus, op. cit., p. 9.
324
Ibid.
170
El tres letras
171
Sergio Salinas Cañas
172
El tres letras
329
Ibid.
173
Sergio Salinas Cañas
330
Manuel Antonio Garretón y Javier Martínez, La reforma en la Universidad
Católica de Chile, Santiago, Biblioteca del Movimiento Estudiantil, Edicio-
nes Sur. Investigación realizada por Cristián Cox, 1985, tomo II, p. 22.
331
Ibid, p. 25.
174
El tres letras
332
Jaime Rosenblitt, op. cit.
333
Ibid.
175
Sergio Salinas Cañas
176
El tres letras
177
Sergio Salinas Cañas
338
Alejandro Yáñez Betancourt, «Allende y la reforma universitaria en la UTE»:
IUUQXXXHFOFSBDJPODMEPDVNFOUPTEPDT"MMFOEF@3FGPSNB@6@FO@
MB@65&QEG DPOTVMUBEPFMEFGFCSFSPEF
339
Ibid.
340
Ibid.
178
El tres letras
341
Ibid.
179
Sergio Salinas Cañas
342
Ibid.
343
Jaime Rosenblitt, op. cit.
180
El tres letras
344
Ibid.
345
Ibid.
346
Ibid.
181
Sergio Salinas Cañas
347
Discurso pronunciado por el rector de la Universidad de Concepción,
doctor Edgardo Enríquez Frödden, el 26 de diciembre de 1972, en el hotel
El Araucano, con motivo de la manifestación en su honor y del vicerrector,
profesor Galo Gómez Oyarzún, ofrecida por personal docente y no docente
182
El tres letras
Si es necesario, es posible.
Clotario Blest
183
Sergio Salinas Cañas
348
Mario Amorós, «La Iglesia que nace del pueblo. Relevancia histórica del
NPWJNJFOUP $SJTUJBOPT QPS FM 4PDJBMJTNPv IUUQXXXSFCFMJPOPSH
EPDTQEG DPOTVMUBEPFMEFGFCSFSPEF
184
El tres letras
185
Sergio Salinas Cañas
186
El tres letras
352
Ibid.
353
Mario Amorós, «La Iglesia que nace del pueblo: relevancia histórica del
movimiento Cristianos por el Socialismo», en Julio Pinto (coordinador-
editor) y otros, Cuando hicimos historia: la experiencia de la Unidad
Popular, Santiago, Lom Ediciones, 2005, p. 107.
187
Sergio Salinas Cañas
354
Ibid.
355
Ibid.
356
Ibid.
188
El tres letras
189
Sergio Salinas Cañas
359
Ibid.
360
Cristianos por el Socialismo, Declaración del secretario nacional, 20 de
octubre de 1972, Revista Pastoral Popular, nº 132, noviembre-diciembre
de 1972, p. 60, en Mario Amorós, op. cit.
190
El tres letras
361
Mario Amorós, op. cit.
362
Ibid.
363
Ibid.
191
Sergio Salinas Cañas
192
El tres letras
365
Ibid.
366
Ibid.
367
Ibid.
193
Sergio Salinas Cañas
194
El tres letras
369
Giulio Girardi, teólogo italiano que había participado en el encuentro,
en un intento de destacar la importancia que tuvo, hacía un paralelismo
entre Medellín y Santiago: «Medellín es una expresión de la colegialidad
episcopal a escala continental. Santiago es a esta misma escala continental,
una expresión de renovación de la conciencia cristiana. Renovación que es,
por cierto, de la comunidad cristiana de base». David Fernández Fernández,
«Cristianos por el Socialismo en Chile (1971-1973). Aproximación histórica
a través del testimonio oral», Studia Zamorensia, nº 4, 1997: <http://dialnet.
VOJSJPKBFTTFSWMFUBSUJDVMP DPEJHP DPOTVMUBEPFMEFGFCSFSPEF
2011).
370
Ibid.
371
Ibid.
195
Sergio Salinas Cañas
196
El tres letras
375
Canción llamada «Manifiesto».
197
Sergio Salinas Cañas
376
Jacqueline Mouesca, Plano secuencia de la memoria de Chile. Veinticinco
años de cine chileno (1960-1985), Madrid-Santiago, Ediciones del Litoral,
QIUUQXXXNFNPSJBDIJMFOBDMBSDIJWPTQEGT.$
QEG DPOTVMUBEPFMEFNBS[PEF
377
Ibid.
378
Sería en el Encuentro de la Canción Protesta que tuvo lugar en La Habana,
entre el 29 de julio y el 10 de agosto de 1967, el primero de una serie de
encuentros, donde se sentarían las bases, se perfilarían las ideas y se aunarían
las voluntades con importantes aportes por parte de sus participantes. Las
declaraciones allí vertidas nos pueden dar una idea de cuál era entonces la
estética y ética del canto. Juan Blanco, de Cuba, dijo: «Nosotros creemos
198
El tres letras
199
Sergio Salinas Cañas
Yo no protesto por mí
porque soy muy poca cosa,
reclamo porque a la fosa
van las penas del mendigo.
381
Véase Marisol García, Canción valiente. 1960-1989. Tres décadas de canto
social y político en Chile, Santiago, Ediciones B, 2013.
382
Ibid.
383
Ibid.
384
José Manuel García, op. cit.
200
El tres letras
201
Sergio Salinas Cañas
388
Claudio Rolle, «La nueva canción chilena, el proyecto cultural popular,
la campaña presidencial y el gobierno de Salvador Allende», Pensamiento
Crítico
O
3FWJTUBEF)JTUPSJB
4BOUJBHP
QIUUQXXXVDDM
IJTUPSJBJBTQNQEG3PMMFQEG DPOTVMUBEPFMEFNBS[PEF
202
El tres letras
389
Ibid.
390
Ibid.
203
Sergio Salinas Cañas
391
José Manuel García, op. cit.
392
«La etiqueta surgió en 1968 –originalmente bajo el nombre Jota Jota– como
el cauce alternativo por el cual distintos intérpretes pudiesen canalizar
aquellas composiciones que sus propios sellos consideraban excesivamente
ideologizadas, y terminó convirtiéndose en un privilegiado catálogo del
espíritu creativo de la época. Su primera publicación fue Por Vietnam
(1968), de Quilapayún, saludo al Noveno Festival Mundial de las Juven-
tudes Democráticas en Bulgaria». Marisol García, op. cit.
393
Así partía la estrofa inicial: Estaba la beata un día enferma del mal de amor,
el que tenía la culpa, era el fraile confesor… Ibid.
204
El tres letras
394
Ibid.
395
Ibid.
396
Luis Advis, compositor y profesor universitario, fue discípulo de Gustavo
Becerra. De formación clásica, empieza a interesarse por la música popular
al escuchar a Violeta Parra. Al igual que su colega Sergio Ortega, Advis
aporta con sus composiciones y arreglos a la Nueva Canción chilena un
sonido más complejo y completo, con la inclusión de polifonías o disonan-
cias más propias de la «música docta» que de la popular. Creador de una
vasta obra, tanto clásica como popular, Luis Advis es uno de los músicos
más interesantes de América Latina. Ibid.
205
Sergio Salinas Cañas
397
Ibid.
398
Marisol García, op. cit.
206
El tres letras
De entre todas ellas, sin duda que la Peña de los Parra399 fue el
centro neurálgico de la actividad en vivo de la época: no hubo
nombre de la Nueva Canción que no se presentara en la mítica
casona de Carmen 340, que además albergaba talleres de pintura
y artesanía, llegó a tener su propio sello grabador homónimo y
se mantiene hasta hoy como centro cultural»400.
La Peña de los Parra fue inaugurada en 1965 por Ángel e
Isabel tratando de repetir una creativa bohemia como la que
habían conocido junto a su madre en Francia. «Nombres fami-
liares del lugar eran Patricio Manns, Rolando Alarcón y Víctor
Jara. Luego llegarían Payo Grondona, Tito Fernández, Osvaldo
Gitano Rodríguez, Homero Caro y Quilapayún»401.
El triunfo de la Unidad Popular entregó un nuevo impulso
a la Nueva Canción chilena, aunque algunas críticas emergieron
en su propio entorno. El comunicador Ricardo García decía en
1971: «Debe existir una severa autocrítica. Reconocer que no
todo lo que se hace es de calidad. Que no todo debe ser aplau-
dido y elogiado por el solo hecho de ser comprometido con el
proceso de cambios»402.
En otras palabras, la Nueva Canción comenzó a ser vista
como la expresión instrumentalizada del mensaje oficialista, su-
mado a que el movimiento –sus discos, sus giras y festivales– se
encontraba en gran parte subvencionado por el propio gobierno.
Este debate se mantuvo hasta que el golpe militar del 11 de
septiembre de 1973 interrumpió violentamente no solo el desa-
rrollo de la Nueva Canción, sino que de toda tendencia artística
desarrollada entonces en Chile. «Las consecuencias de ese quiebre
tardaron décadas en evaluarse a cabalidad y acaso aún no pue-
dan comprenderse del todo. Las pérdidas más incomprensibles
fueron, por cierto, las humanas. Cinco días después del asalto a
La Moneda, el cuerpo sin vida de Víctor Jara fue reconocido por
su viuda en una morgue de Santiago. El cantautor había sido de-
399
Otra peña famosa fue: Chile Ríe y Canta, de René Largo Farías.
400
Ibid.
401
Ibid.
402
Ibid.
207
Sergio Salinas Cañas
Hermana política.
Madura, consecuente.
Tu amor a la vida y al hombre
te llevan a luchar
por la justicia al lado de tu pueblo405.
María Olimpo Bueno
403
Ibid. No obstante esta afirmación de la época, ahora se sabe quiénes fueron
sus asesinos: «El ministro en visita de la Corte de Apelaciones de Santiago
Miguel Vázquez Plaza dictó este viernes procesamiento en la investigación
por el homicidio del cantautor Víctor Jara Martínez, ejecutado el 16 de
septiembre de 1973, en el Estadio Chile. El magistrado encausó como autor
de homicidio calificado a Pedro Barrientos Núñez y Hugo Sánchez Mar-
monti; como cómplice de homicidio calificado a Roberto Souper Onfray,
3BÙM+PGSÊ(PO[ÃMF[
&EXJO%JNUFS#JBODIJ
/FMTPO)BTTF.B[[FJZ-VJT
Bethke Wulf». El Mostrador, 28 de diciembre de 2012.
404
Patricio Manns, «La canción de Luciano», dedicada a Luciano Cruz Aguayo,
líder del MIR, muerto el 14 de agosto de 1971: <http://letras.terra.com.br/
QBUSJDJPNBOOT DPOTVMUBEPFMEFNBS[PEF
405
Poema llamado «A mi hermana Carmen».
208
El tres letras
406
Jacqueline Mouesca, Plano secuencia de la memoria de Chile, Veinticinco
años de cine chileno (1960-1985), Madrid-Santiago, Ediciones del Litoral,
op. cit., p. 30.
407
Aldo Francia, Nuevo cine latinoamericano en Viña del Mar, Santiago, Ce-
TPD&EJDJPOFT$IJMF"NÊSJDB
QIUUQXXXNFNPSJBDIJMFOB
DMBSDIJWPTQEGT.$QEG DPOTVMUBEPFMEFNBS[PEF
209
Sergio Salinas Cañas
210
El tres letras
211
Sergio Salinas Cañas
414
Jacqueline Mouesca, op. cit., p. 32.
415
Junto con el desarrollo del cine en esta época se desarrolla el periodismo
cinematográfico con destacadas revistas y críticos. Muchos de ellos con
gran imparcialidad política y agudeza técnica. Por ejemplo, el número 1 de
la revista Primer Plano (Universidad Católica de Valparaíso) contiene una
crítica de la película Voto más fusil, escrito por Sergio Salinas Roco, en que
señala: no obstante la seriedad del acucioso trabajo artesanal de Soto, este
no logra ir más allá de una simple «novela política», a lo Costa-Gravas,
concepción fílmica, a juicio del crítico, «absolutamente errónea y falsa».
Jacqueline Mouesca, El cine en Chile: crónica en tres tiempos, Santiago,
Planeta-Universidad Andrés Bello, 1997, p. 181.
212
El tres letras
416
Ibid, p. 44.
417
Ibid.
418
Tras el golpe, los estudios de Chile Films son allanados por la fuerza militar,
y miles de metros de películas consideradas subversivas son entregadas a
las llamas. Jacqueline Mouesca y Carlos Orellana, Cine y memoria del siglo
XX, Santiago, Lom Ediciones, Colección sin Norte, 1998.
419
Memoria Chilena, «El cine chileno (1950-2006): el nuevo cine chileno»,
IUUQXXXNFNPSJBDIJMFOBDMUFNBTEFTUBTQ JEDJOFDIOVFWP
(consultado el 24 de marzo de 2011).
213
Unión Campesina Revolucionaria.
(Fotografía de Raymond Depardon).
Capítulo 4
Subjetividades y contextos.
La formación del imaginario político
en el MIR
420
Himno del MIR llamado «Trabajadores al poder».
421
MIR (con la cobertura de «Varios autores»), Inmigración europea en el siglo
XIX (Nombre verdadero: Balance de la historia del MIR chileno. Documento
base para el IV Congreso. Documento de la minoría), Santiago, Editorial
Implesa, 1986, p. 6.
215
Sergio Salinas Cañas
422
El primer paso hacia la unidad de las fuerzas revolucionarias lo dio el pre-
sidente de la CUT, Clotario Blest, al formar el M3N –sigla surgida a raíz del
gran paro general y la concentración del 3 de noviembre de 1960 de cerca
de 50.000 personas en Plaza Artesanos. Luis Vitale, «Contribución a la
historia del MIR (1965-1970)», Centro de Estudios Miguel Enríquez: <http://
XXXBSDIJWPDIJMFDPN*EFBT@"VUPSFTWJUBMFMMWDMWDUFYUQPMQEG
(Consultado el 20 de marzo de 2011).
423
José Palma Ramos, op. cit., pp. 53-54.
424
Luis Vitale no tiene certeza si es el mismo núcleo que se une al Movimiento
de Fuerzas Revolucionarias o son otros sectores. José Palma Ramos, op.
cit., p. 55.
216
El tres letras
Z.BSDP"OUPOJP&OSÎRVF[Z#BVUJTUBWBO4DIPVXFO-VFHPTF
sumaría Luciano Cruz, Sergio Zorrilla, el trotsko Fuentes y Grez,
que rompía con las Juventudes Comunistas (JJ.CC.); y finalmen-
te en 1964, se une el Movimiento Revolucionario Comunista
(MRC), de tendencia maoísta, escindido de la JJ.CC., orientado
QPS(BCSJFM4NJSOPX425.
En 1962, habían viajado a Cuba los militantes de la Van-
HVBSEJB/BDJPOBM.BSYJTUB+PSÎO1JMPXTLZZ&SOFTUP#FOBEP
a conocer la nueva experiencia revolucionaria. «Este evento y
la suma de la difusión de lo que pasaba en la isla, modificó la
intención revolucionaria que hasta ese momento existía en la
vanguardia. La VNM se transformaría en la Vanguardia Revolu-
cionaria Marxista en 1963»426.
También en 1963 se había creado el Partido Socialista Popu-
lar (PSP) luego de que convergen el Partido Obrero Revoluciona-
rio; un sector del Movimiento de Izquierda Independiente (MIDI),
encabezado por Enrique Reyes; la revista Polémica, dirigida
por Tito Stefoni; la mayoría del comité regional de Coquimbo
del PS, con su secretario regional, Mario Lobos; gran parte del
comité regional de Talca y núcleos socialistas del sur del país; la
Oposición Socialista de Izquierda (OSI), conducida por Gonzalo
Villalón; exdirigentes PS, Óscar Waiss, Dantón Chelén y los di-
rigentes poblacionales Víctor Toro y Herminia Concha.
425
Ibid, p. 55.
426
Pedro Valdés Navarro, Elementos teóricos en la formación y desarrollo
del MIR durante el periodo 1965-1970, Tesis académica para optar a los
grados académicos de Licenciado en Historia y Licenciatura en Educación
y al Título Profesional de Historia y Ciencias Sociales, Valparaíso, Instituto
de Historia y Ciencias Sociales, Facultad de Humanidades, Universidad de
Valparaíso, 2006, p. 89.
427
Luis Vitale, op. cit., p. 6.
217
Sergio Salinas Cañas
428
Andrés Pascal Allende, «MIR, 35 años». Corresponde a cinco capítulos
aparecidos en la revista Punto Final entre agosto y noviembre del 2000,
$FOUSPEF&TUVEJPT.JHVFM&OSÎRVF[
QIUUQXXXBSDIJWPDIJMFDPN
FOUSBEBIUNM DPOTVMUBEPFMEFNBS[PEF
429
Mónica Echeverría, Antihistoria de un luchador: Clotario Blest, 1823-1990,
Santiago, Lom Ediciones, 1993, citado en Fahra Neghme y Sebastián Leiva,
La política del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) durante la
Unidad Popular y su influencia sobre los obreros y pobladores de Santia-
go, Tesis para obtener el grado de Licenciado en Educación en Historia y
Geografía, Santiago, USACH, 2000, p. 261.
218
El tres letras
430
Daniel Avendaño, op. cit., p. 59.
431
Luis Vitale, op. cit., p. 11.
432
Marcello Ferrada-Noli, Nelson Gutiérrez. In memoriam, Estocolmo, 12 de
PDUVCSFEFIUUQXXXNFNPSJBOEPDPNOPUJDJBT
IUNM DPOTVMUBEPFMEFBCSJMEF
433
«Una de las primeras tareas que se dio la organización, fue la redacción de
su declaración de principios. En ella quedarían plasmados los propósitos
y la naturaleza de la nueva organización. Las definiciones políticas de las
pequeñas agrupaciones que antecedieron al MIR, ayudarán a conformar un
cuerpo homogéneo a nivel del marco teórico general. La diversidad estaba
en las diferentes estrategias que la organización debía implementar, en la
composición del partido y en la importancia de los distintos frentes. Esto
no se resolverá en el 1er congreso, pero sí distanciará más adelante a los
miristas». Pedro Valdés Navarro, op. cit., p. 110.
219
Sergio Salinas Cañas
220
El tres letras
436
Ibid.
437
Ibid.
438
Mauricio Ahumada, Mario Garcés, Pedro Naranjo y Julio Pinto, Miguel
Enríquez y el proyecto revolucionario en Chile. Discursos y documentos del
Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR, Santiago, Lom Ediciones-
Centro de Estudios Miguel Enríquez (CEME), 2004, p. 105.
439
El Programa en la acepción del MIR es el planteamiento general de lo que
pretende que el proletariado en el poder lleve a cabo en los diversos ámbitos
de la vida nacional, los objetivos finales de la lucha revolucionaria. Ibid, p.
44.
440
Ibid, p. 103.
221
Sergio Salinas Cañas
441
Ibid, p. 104.
442
Mauricio Ahumada y otros, op. cit., p. 44.
222
El tres letras
443
Fahra Neghme, op. cit., p. 14.
444
José Palma Ramos, op. cit., p. 60. Lo relatado se explicita en el documento
interno de marzo de 1971: Algunos antecedentes del Movimiento de Iz-
quierda Revolucionaria.
223
Sergio Salinas Cañas
224
El tres letras
447
Andrés Pascal Allende, op. cit.
448
Daniel Avendaño, op. cit., p. 65.
449
José Calderón López, op. cit., p. 21.
225
Sergio Salinas Cañas
450
José Palma Ramos, op. cit., p. 60.
451
La dirección quedó en manos de la llamada «nueva generación». Es elegido
como secretario general Miguel Enríquez. En el Secretariado Nacional son
FMFHJEPT-VDJBOP$SV[
#BVUJTUBWBO4DIPVXFO
4FSHJP;PSSJMMBZ4FSHJP
Pérez. Por su parte, en el Comité Central, además de los ya nombrados,
quedan Luis Vitale, Edgardo Enríquez, Grez, Patricio Figueroa, Winston
Alarcón, Nahuel Figueroa, Norman Gamboa, Genaro, Carlos Jara y Was-
hington Figueroa.
452
José Calderón López, op. cit., p. 22.
226
El tres letras
453
Ibid, p. 23.
454
Fahra Neghme, op. cit., p. 16.
227
Sergio Salinas Cañas
455
José Palma Ramos, op. cit., p. 62.
456
Daniel Avendaño, op. cit., p. 101.
457
«Hemos optado por mantener el nombre de Aníbal en reserva, debido a la
complejidad de parte de la información ventilada en el testimonio». Igor
Goicovic, «De la dura infancia, de la ardiente vida, de la esperanza... un
testimonio popular para la reconstrucción de nuestra historia reciente»,
Última Década, Viña del Mar, CIDPA, nº 6, enero de 1997, pp. 71-72: <http://
XXXDJEQBDMVEFDBEBUYUEFDBEBBSUQEG DPOTVMUBEPFMEFBCSJM
de 2011).
458
Ibid, p. 85.
228
El tres letras
459
Sebastián Leiva Flores, Teoría y práctica del poder popular: los casos del
Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR, Chile, 1970-1973) y el
Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del
Pueblo (PRT-ERP, Argentina, 1973-1976), Tesis para optar al grado de Ma-
gíster en Historia, mención Historia de América, Santiago, Departamento
de Historia, Facultad de Humanidades, USACH
QIUUQXXX
TBMWBEPSBMMFOEFDMUFTJT5FTJTVQEG DPOTVMUBEPFMEFFOFSP
460
Daniel Palma Ramos, op. cit., 63p.
229
Sergio Salinas Cañas
230
El tres letras
231
Sergio Salinas Cañas
232
El tres letras
gran parte de lo que escribió entre 1968 y 1973 fue publicado en el perió-
dico del MIR, El Rebelde, que él dirigía. Martín Hernández, El pensamiento
QPMÎUJDPEF#BVUJTUBWBO4DIPVXFO
$FOUSPEF&TUVEJPT.JHVFM&OSÎRVF[
QIUUQXXXBSDIJWPDIJMFDPN)PNFOBKFTCBVDIJTPCSFCBV-
DIJTPCSFQEG DPOTVMUBEPFMEFBCSJMEF
472
Ibid, p. 86.
473
Al parecer este es el primer documento del MIR en el que aparece la expre-
sión pobres del campo y la ciudad, que luego será usada consistentemente
para caracterizar el núcleo clasista de la fuerza social revolucionaria. Ibid,
p. 57.
474
Ibid, p. 87.
475
Carlos Sandoval, «La estrategia mirista de 1967: la vía armada», Centro
EF&TUVEJPT.JHVFM&OSÎRVF[
QIUUQXXXBSDIJWPDIJMFDPN
*EFBT@"VUPSFTTBOEPWBMBDTBOEPWBMBDQEG DPOTVMUBEP FM EF
marzo de 2011).
233
Sergio Salinas Cañas
476
Mauricio Ahumada, op. cit., p. 56.
477
MIR, «El MIR y los sucesos de Checoslovaquia», Centro de Estudios Mi-
HVFM &OSÎRVF[
Q IUUQXXXBSDIJWPDIJMFDPN"SDIJWP@.JS
%PD@@B@@TFQU@NJSBQEG DPOTVMUBEP FM EF BCSJM EF
2011).
234
El tres letras
478
Daniel Avendaño, op. cit., p. 89.
479
Ibid, p. 3.
480
Luis Vitale, op. cit., pp. 12-13.
235
Sergio Salinas Cañas
481
Martín Hernández, op. cit., p. 59.
482
Ibid, pp. 61-62.
236
El tres letras
237
Sergio Salinas Cañas
485
Ibid, p. 74.
486
Ibid, p. 75.
238
El tres letras
239
Sergio Salinas Cañas
240
El tres letras
491
Daniel Avendaño, op. cit., p. 131.
492
Véase Jorge Andrés Pomar Rodríguez, «La Vanguardia Organizada del
Pueblo (VOP): origen, subversión y aniquilamiento. ¡El pan que con sangre
GVFRVJUBEP
DPOTBOHSFTFSÃSFDVQFSBEPv
4BMBNBODB
&TQBÒB
6OJWFSTJEBE
de Salamanca, 2010: <http://halshs.archives-ouvertes.fr/docs/00/53/12/04/
1%'"5@1PNBSQEG DPOTVMUBEPFMEFBCSJMEF
493
«Ellos, por encima de su arrojo personal, no entendieron la importancia
de la táctica y la racionalidad política. Expresaron en su accionar el odio
elemental de una clase esclavizada contra los patrones y asesinos de go-
biernos anteriores. No comprendieron que la situación había cambiado el
4 de septiembre en adelante». MIR, «El MIR frente a los obreros, estudiantes
y soldados», Centro de Estudios Miguel Enríquez, 16 de junio de 1971, p.
IUUQXXXBSDIJWPDIJMFDPNFOUSBEBIUNM DPOTVMUBEPFMEFBCSJM
de 2011).
241
Sergio Salinas Cañas
494
Daniel Avendaño, op. cit., p. 138.
495
Véase Diario ABC. «La policía y el ejército desarticulan la Vanguardia
Organizada por el Pueblo», Madrid, n° 20.351, 15 de junio de 1971,
p. 1: <http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/
BCDIUNM DPOTVMUBEPFMEFBCSJMEF
496
Se trataba del excarabinero Heriberto Salazar Bello, 45 años. Felipe del
Solar y Andrés Pérez, Anarquistas. Presencia libertaria en Chile, Santiago,
RIL Editores, 2008, p. 71.
497
Daniel Avendaño, op. cit., p. 138.
498
Cristián Pérez, «Salvador Allende, apuntes sobre su dispositivo de seguri-
dad: el Grupo de Amigos Personales (GAP)», Santiago, Centro de Estudios
1ÙCMJDPT
QQ XXXDFQDIJMFDMENTBSDIJWP@@
SFW@QFSF[QEG DPOTVMUBEPFMEFBCSJMEF
242
El tres letras
499
Ibid, p. 53.
500
Ibid, pp. 53-54.
501
Desapareció en julio de 1976 luego de avisar a su familia que era seguido
por los servicios de inteligencia.
243
Sergio Salinas Cañas
502
Fue ejecutado el 10 de octubre de 1973 luego de estar detenido en el Estadio
Nacional.
503
Fue ejecutado el 5 de octubre de 1973 luego de estar detenido en el Estadio
Nacional.
504
Ibid, p. 54.
505
En un informe sobre las conversaciones MIR-UP se señaló que a partir del
incidente de Curimón se intentó por «parte de la clase dominante» bus-
car un período de represión contra el MIR, lo que se sumó a las marchas
y otros golpes efectistas que se estaban propinando al gobierno, «como
la denuncia alrededor de los autos de la Presidencia, del contrabando del
avión cubano, etc.». MIR, «Informe al Comité Central sobre las conver-
saciones del MIR-UP», 2 de mayo de 1972, p. 157, en MIR, Con todas las
fuerzas de la historia. Documentos del MIR: 1968-1970, Ediciones Segunda
*OEFQFOEFODJB
4FSJF&YQFSJFODJBTIUUQXXXTFHVOEBJOEFQFOEFODJBDM
XQDPOUFOUVQMPBET.*3@EPDVNFOUPTQEG DPOTVMUBEPFMEF
abril de 2011).
506
Revista Qué Pasa, n° 52, 13 de abril de 1972, p. 46.
244
El tres letras
245
Sergio Salinas Cañas
511
Enérico García Concha, op. cit., p. 73.
512
«El 22 de septiembre de 1974 en su domicilio ubicado en calle Tocornal, del
sector sur de Santiago, Sergio Pérez Molina, cónyuge de Lumi Videla Moya,
estudiante de pedagogía y dirigente del MIR, fue detenido por agentes de la
DINA y trasladado hasta el centro de detención de José Domingo Cañas; y,
según testigos, respecto de quien los agentes de la DINA se ensañaron en la
aplicación de torturas, con electricidad y hasta el paso de una camioneta por
sobre su cuerpo; sus testículos fueron triturados; el 26 o 27 de septiembre
atendido el estado agónico en que se encontraba, fue sacado desde ese recin-
to, desapareciendo, sin que a la fecha se haya vuelto a tener noticia alguna de
su paradero, sin registrar entradas o salidas del país, sin que conste tampoco
su defunción. Enmarcándose este hecho dentro de un patrón similar a los
ocurridos durante aquella época que se iniciaba mediante seguimiento y
vigilancia de la víctima hasta terminar en un secuestro violento». Codepu,
«Acusación formulada por el Ministro de la Iltma. Corte de Apelaciones
de Santiago, Alejandro Solís, en el marco de la investigación criminal por
el homicidio de Lumi Videla Moya y el secuestro de Sergio Pérez Molina»,
IUUQXXXDPEFQVDMJOEFYQIQ PQUJPODPN@DPOUFOUWJFXBSUJ
cle&id=736:condenados-los-asesinos-de-lumi-videla-y-sergio-perez&catid
QSPDFTPT*UFNJE DPOTVMUBEPFMEFNBZPEF
513
Enérico García Concha, op. cit., p. 77.
246
El tres letras
247
Sergio Salinas Cañas
517
.JHVFM&OSÎRVF[
j-VDJBOP$SV[
`IBTUBMBWJDUPSJBTJFNQSFv
EJTDVSTPFO
los funerales, reproducido en revista Punto Final, n° 138, Centro de Estudios
.JHVFM&OSÎRVF[
EFBHPTUPEF
QIUUQXXXBSDIJWPDIJMF
DPN)PNFOBKFTMVDJBOPMVDJBOPQEG DPOTVMUBEPFMEFTFQUJFNCSF
de 2012).
518
Mapuche y militante del MCR muerto en la ocupación del fundo Chesque,
el 22 de octubre de 1970.
519
Sebastián Leiva Flores, op. cit., p. 36.
248
El tres letras
249
Sergio Salinas Cañas
523
Salvador Allende y Fidel Castro, «El diálogo de América», Santiago, Cen-
USPEF&TUVEJPT.JHVFM&OSÎRVF[
OPWJFNCSFEF
QIUUQXXX
BSDIJWPDIJMFDPN"NFSJDB@MBUJOBàEFMDMàEFMDMQEG DPOTVMUBEPFM
de abril de 2011).
524
18 de noviembre de 1971. Véase INEDH (Instituto de Estudios Estratégicos
para el Desarrollo Humano), El joven Nelson: discursos, Concepción, INEDH
Ediciones y Al Aire Libro Ediciones, 2009, p. 39.
250
El tres letras
525
Ibid, p. 32.
526
Es posible observar la participación del MIR en la población Lo Hermida,
donde se congregaban 2 mil 500 familias agrupadas a su vez en cinco
campamentos –Trabajadores al Poder, René Schneider, Vietnam Heroico,
Lulo Pinochet y Asalto al Cuartel Moncada–, lugar donde el MIR compartía
la dirección con socialistas de izquierda y otros grupos de izquierda no
parlamentaria. Fahra Neghme, op. cit., p. 112.
527
«El gobierno debe aclarar su responsabilidad: o denuncia y castiga ejem-
plarmente a los funcionarios civiles o uniformados responsables, sean de la
jerarquía que sean, o se compromete históricamente con el derramamiento
de sangre del pueblo». MIR, «Declaración del Secretariado Nacional del
MIR frente a la masacre de Lo Hermida», 5 de agosto de 1972, en MIR, Con
todas las fuerzas de la historia..., op. cit., p. 172.
528
Cristián Pérez, «Salvador Allende, apuntes sobre su dispositivo de seguri-
dad», op. cit., p. 55.
251
Sergio Salinas Cañas
252
El tres letras
531
Ibid, p. 68.
532
Martín Hernández, op. cit., p. 128.
533
José Calderón López, op. cit., p. 59.
253
Sergio Salinas Cañas
534
Martín Hernández, op. cit., p. 128.
535
José Calderón López, op. cit., pp. 59-64.
536
Enérico García Concha, op. cit., p. 97.
254
El tres letras
537
Ibid, p. 67.
538
Ibid, p. 68.
539
Andrés Pascal Allende, op. cit.
255
Sergio Salinas Cañas
540
Ibid.
256
El tres letras
541
José Calderón López, op. cit., p. 66.
542
Ibid, p. 67.
257
Sergio Salinas Cañas
543
#BVUJTUBWBO4DIPVXFO
j3FOEJNPTIPNFOBKFBVOBSFWPMVDJÓOQBSBIBDFS
la revolución. Discurso en el acto de homenaje a la Revolución Cubana
realizado en Santiago el 26 de julio de 1973», Centro de Estudios Miguel
Enríquez, citado en Martín Hernández, op. cit., p. 139.
544
Fahra Neghme, op. cit., pp. 143-144.
545
Andrés Pascal Allende, op. cit.
258
El tres letras
546
Daniel Avendaño, op. cit., p. 170.
547
#BVUJTUBWBO4DIPVXFO
j&MHPCJFSOPIBDBQJUVMBEP-BTNBTBTTÓMPQPESÃO
confiar en sus propias fuerzas», El Rebelde, n° 95, 14 de agosto de 1973,
en Martín Hernández, op. cit., p. 152.
259
Sergio Salinas Cañas
548
Andrés Pascal Allende, op. cit.
549
Enérico García Concha, op. cit., pp. 103-104.
550
José Calderón López, op. cit., p. 77.
260
El tres letras
551
Tamara Vidaurrázaga Aránguiz, Mujeres en rojo y negro. Reconstrucción
de memoria de tres mujeres miristas 1971-1990, Tesis para obtener el grado
de magíster en Género y Cultura con mención en Humanidades, Santiago,
Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile, 2005, p. 33:
IUUQXXXBSDIJWPDIJMFDPNFOUSBEBIUNM DPOTVMUBEPFMEFBCSJMEF
2011).
552
Escondrijos donde se depositaban armas y otros materiales clandestinos.
553
Ibid.
261
Sergio Salinas Cañas
Compañeros:
el pueblo debe prepararse para resistir,
debe prepararse para luchar,
debe prepararse para vencer
Trabajadores de Chile:
¡Adelante con todas las fuerzas!
¡Adelante con todas las fuerzas de la historia!554
Miguel Enríquez
554
Discurso del 17 de julio de 1973.
555
Daniel Avendaño, op. cit., p. 186.
262
El tres letras
263
Sergio Salinas Cañas
560
Ibid, p. 78.
561
La entrevista habría sido realizada por la periodista María Leone, corres-
ponsal de la revista francesa Liberation, dirigida por Jean-Paul Sartre. Se
difundió por todos los países europeos provocando la ira de los servicios
de inteligencia chilenos.
562
Miguel Enríquez, «Entrevista de prensa», Santiago, Centro de Estudios
.JHVFM&OSÎRVF[
EFPDUVCSFEF
QIUUQXXXBSDIJWPDIJMF
DPNFOUSBEBIUNM DPOTVMUBEPFMEFBCSJMEF
563
José Calderón López, op. cit., p. 86.
564
Cristián Pérez, «Años de disparo y tortura», op. cit., p. 360.
264
El tres letras
565
Ibid.
566
Lautaro Videla, dirigente histórico del MIR, al momento del Golpe era el
subjefe de la Estructura de Agitación y Propaganda del MIR que estaba a
DBSHPEF#BVUJTUBWBO4DIPVXFO'VFVOJNQPSUBOUFEJSJHFOUFTFDVOEBSJP
estuvo en la estructura de comunicaciones ya mencionada, posteriormente
fue enviado al regional de Valparaíso y luego fue encargado del regional
Santiago hasta que se produjo su detención en enero de 1975. José Calderón
López, op. cit., p. 87.
567
Ibid, p. 87.
568
Ibid, pp. 87-88.
265
Sergio Salinas Cañas
569
Ibid, p. 88.
570
Andrés Pascal Allende, op. cit.
571
Andrés Pascal Allende, op. cit.
266
El tres letras
572
Edgardo Enríquez, Simón, era hermano de Miguel Enríquez. Fue enviado
por este al exterior para encabezar el apoyo al MIR. En 1975 fue detenido
en Argentina por agentes secretos de ese país. Como parte de la Operación
Cóndor, habría sido enviado a Chile y entregado a la DINA. Permanece
detenido y desaparecido. Cristián Pérez, «Años de disparo y tortura», op.
cit., p. 362.
573
Edgardo Enríquez, «Conferencia de prensa en La Habana», 26 de junio de
1974, en Cristián Pérez, «Años de disparo y tortura», op. cit., p. 362.
574
Si bien los contactos eran anteriores, la reunión que marca el hito funda-
cional de la Junta Coordinadora Revolucionaria se realizó en noviembre
de 1972 en Santiago. En la oportunidad se reunieron ocho miembros de
la Comisión Política del MIR, los dirigentes históricos del PRT (Santucho,
Menna y Gorriarán), más tres dirigentes del MLN Tupamaros del Uruguay.
«En esa oportunidad Miguel Enríquez formalizó la propuesta política del
MIR en cuanto a constituir la JCR. De acuerdo con la definición de la JCR
recogida por Gorriarán, de labios de Miguel Enríquez, esta debía convertirse
en un ‘(…) instrumento de coordinación revolucionaria que implicara tanto
el intercambio de experiencias políticas como el intento de fijar posturas
comunes ante acontecimientos regionales y mundiales. Y el apoyo mutuo
para solucionar la situación de compañeros perseguidos, los problemas
financieros, de documentación, armamento». Igor Goicovic, «El interna-
cionalismo proletario en el Cono Sur», op. cit
QQIUUQXXX
BSDIJWPDIJMFDPN*EFBT@"VUPSFTHPJDPJHPJDPQEG DPOTVMUBEPFM
de abril de 2011).
267
Sergio Salinas Cañas
268
El tres letras
269
Sergio Salinas Cañas
581
Cristián Pérez, Historia del MIR…, op. cit., p. 20.
270
El tres letras
582
Mauricio Ahumada, op. cit., p. 337.
583
Ibid.
584
Ibid.
585
Ibid, p. 338.
586
En el mismo documento, la Comisión Política se refiere a lo sucedido con
#BVUJTUBWBO4DIPVXFOj/VFTUSPDPNQBÒFSP#BVUJTUBWBO4DIPVXFORVF
fuera torturado sanguinariamente durante semanas y meses sin hablar nada,
271
Sergio Salinas Cañas
272
El tres letras
273
Sergio Salinas Cañas
274
El tres letras
con agentes del SIFA en el sector alto de Santiago tras una larga persecu-
ción en automóvil. Centro de Estudios Miguel Enríquez, «Bordas Paz,
+PTÊ 'SBODJTDPv IUUQXXXBSDIJWPDIJMFDPN.FNPSJBMDBJEPT@NJS#
CPSEBT@QB[@KPTFQEG DPOTVMUBEPFMEFBCSJMEF
596
Bárbara Uribe Tamblay, «en el verano del 71 se incorporó a los trabajos
voluntarios junto al movimiento campesino y al sector de obreros de Tal-
ca. Su cambio fue radical. Salió de nuestra casa una lola de Providencia y
regresó una joven madura, de vestimentas más sencillas, con una mirada
que ofrecía nuevos horizontes: los sueños la envolvieron, la esperanza de
alcanzar el cielo, de tomar las estrellas, la hizo vibrar, crecer y entregarse.
Por eso se incorporó al trabajo poblacional mi hermana, en La Bandera y
en Nuevo Amanecer. Por eso entró al MIR y fue una activa militante, aunque
secretamente confesaba que le aburría la formación teórica de izquierda,
estaba convencida de que la injusticia no era una cuestión de libros, sino
que una acción permanente, un acto de servicio, un acto de amor». Viviana
6SJCF5BNCMBZ
j#ÃSCBSB6SJCF5BNCMBZvIUUQXXXMBTIJTUPSJBTRVFQP-
EFNPTDPOUBSDMCBSCBSBIUN DPOTVMUBEPFMEFBCSJMEF
597
Máximo Gedda, militante del MIR, periodista de revista Punto Final, cineasta
y director de televisión en TVN, capturado por la DINA en julio de 1974.
Asesinado probablemente en septiembre de 1974.
598
En 1975, en julio, aparecen las fatídicas listas de los 119 chilenos que
habrían muerto en enfrentamientos en Argentina y Brasil. Estas listas
fueron publicadas en los diarios Lea y O’Dia. Muriel aparece en una de
FTUBTMJTUBT.FNPSJB7JWB
j.VSJFM%PDLFOEPSGG/BWBSSFUFvIUUQXXX
NFNPSJBWJWBDPNEFTBQBSFDJEPTEEHIUNM DPOTVMUBEPFMEFBCSJM
de 2011).
599
Los miristas que participaron en la conferencia de prensa fueron: Cristián
Mallol Comandari, Héctor Hernán González Osorio, Humberto Menanteaux
Aceituno y José Hernán Carrasco Vásquez. «Menanteaux y Carrasco salieron
en libertad en septiembre de 1975, para volver a ser detenidos por los agentes
de la DINA en noviembre de ese mismo año. Sus cuerpos fueron casualmen-
te encontrados, semienterrados, en las cercanías de Buin, en diciembre de
1975. Ambos tenían claros signos de haber sido torturados antes de dárseles
NVFSUFv.FNPSJB7JWB
j"OTFMNP0TWBMEP3BESJHÃO1MB[BvIUUQXXX
275
Sergio Salinas Cañas
NFNPSJBWJWBDPNEFTBQBSFDJEPTESBOTFMNP@PTWBMEP@SBESJHBO@QMB[BIUN
(consultado el 20 de abril de 2011).
600
Rolando Álvarez, op. cit., p. 174.
601
Ibid.
276
Afiche realizado por la resistencia en el exilio.
277
Volante de la Resistencia al interior de Chile.
278
Capítulo 5
Subjetividades: de la radicalización
ideológica a la radicalización
política en los militantes del MIR
El guerrillero,
como elemento consciente de la vanguardia
debe tener una conducta moral
que lo acredite como verdadero sacerdote
de la reforma que pretende...
El soldado guerrillero debe ser un asceta.
Ernesto Che Guevara
602
Por identidad política revolucionaria entenderemos el universo ideológico
de los valores, los sentimientos y los modos de entender y hacer política de
los militantes del MIR en Chile. «Creyendo que la violencia –en cualquiera
de sus variantes– era la forma de lograr un cambio radical, esos jóvenes
erigieron al proletariado, o al pueblo, en agente clave de esa transforma-
ción». María Matilde Ollier, De la revolución a la democracia. Cambios
privados, públicos y políticos de la izquierda argentina, Buenos Aires, Siglo
Veintiuno Editores, 2009, p. 11.
279
Sergio Salinas Cañas
280
El tres letras
606
María Matilde Ollier, «Partidos armados...», op. cit., p. 5.
607
Ibid.
608
María Cristina Tortti, op. cit., p. 300.
281
Sergio Salinas Cañas
609
Enérico García Concha, op. cit., p. 17.
282
El tres letras
610
Fahra Neghme, op. cit., p. 21.
611
Entrevista realizada a Andrés Pascal Allende, el 19 de julio de 2011.
612
Ibid.
613
Sebastián Leiva Flores, op. cit., p. 25.
614
Alondra Peirano, Un cambio profundo en la relación de los exmiristas con la
realidad: de la militancia revolucionaria al compromiso social despolitizado
en el Chile neoliberal, Seminario de Grado para optar a la Licenciatura en
Historia, Santiago, Departamento de Ciencias Históricas, Facultad de Filo-
TPGÎBZ)VNBOJEBEFT
6OJWFSTJEBEEF$IJMF
IUUQXXXDZCFSUFTJT
283
Sergio Salinas Cañas
DMUFTJTVDIJMFQFJSBOP@BIUNMJOEFYIUNM DPOTVMUBEPFMEFNBZP
de 2011).
615
Marlene Martínez Ángel, La experiencia política de los militantes del
Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR): motivaciones, práctica
partidaria y división de la militancia. Chile (1973-1988), Informe Final
de Seminario de Grado para optar al Grado de Licenciatura en Historia,
Santiago, Departamento de Historia, Facultad de Filosofía y Humanidades.
6OJWFSTJEBE EF $IJMF
IUUQXXXDZCFSUFTJTDMUFTJTVDIJMF
NBSUJOF[@NIUNMJOEFYGSBNFTIUNM DPOTVMUBEPFMEFNBZPEF
616
Ibid.
617
Juan Saavedra Gorriateguy, Te cuento otra vez esa historia tan bonita,
Santiago, Editorial Forja, 2010, p. 38.
284
El tres letras
285
Sergio Salinas Cañas
620
Pedro Valdés Navarro, op. cit., p. 154.
621
Cristián Pérez, Historia del MIR..., op. cit.
622
Véase esta afirmación en las siguientes tesis: Alondra Peirano, Un cambio
profundo en la relación de los exmiristas con la realidad: de la militancia
revolucionaria al compromiso social despolitizado en el Chile neoliberal;
Marlene Martínez Ángel, La experiencia política de los militantes del
Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR): motivaciones, práctica
partidaria y división de la militancia. Chile (1973-1988); Pedro Valdés
Navarro, Elementos teóricos en la formación y desarrollo del MIR durante
el período 1965-1970.
623
Alondra Peirano, Un cambio profundo, op. cit.
286
El tres letras
dos por el MIR, que por aquella época nada tenía que ver con lo
que fue después o es ahora. Entonces se trataba principalmente
de jóvenes muy idealistas y muy románticos, pero sin ninguna
organización seria»624.
Para el dirigente y fundador Andrés Pascal Allende625, la
Revolución Cubana y otros movimientos guerrilleros similares
tuvieron una influencia capital en la formación del MIR, como
el MIR de Venezuela y Perú, los grupos guerrilleros en Brasil,
«por las lecturas que hacíamos, la información que llegaba y
porque en los sesenta había un mayor tránsito por Chile de
personas de otros países. Pero nosotros hicimos una lectura en
Chile totalmente distinta a la de la Revolución Cubana. O sea,
no teníamos para nada una idea foquista. Nuestra lectura sobre
la Revolución Cubana era más bien de una lucha de carácter
nacional inicialmente. Siempre tuvimos claro que no podíamos
repetir en Chile lo que se había hecho en Cuba. Si bien, fuimos
partidarios de hacer ‘un, dos, mil Vietnam en América Latina’
no coincidíamos tampoco con la experiencia del Che en Bolivia.
Pese a aquello apoyamos al ELN en ese país»626.
Por ejemplo, Gregory Randall señala que además del ejem-
plo de Che en Bolivia, había otras personas que marcaban un
camino; entre ellos, menciona a Turcio Lima y Yon Sosa en
Guatemala; Carlos Fonseca en Nicaragua; Hugo Blanco en Perú;
Douglas Bravo en Venezuela; los hermanos Peredo en Bolivia;
Raúl Sendic en Uruguay; Miguel Enríquez en Chile; Roberto
Santucho en Argentina y Carlos Marighela en Brasil. «Hasta en
el mismo corazón de los Estados Unidos actuaban los Panteras
Negras, los Weatherman, los independentistas puertorriqueños.
Nos parecía que la ola imparable de la Revolución avanzaba
con fuerza y nosotros éramos parte de aquello. Las derrotas,
aunque numerosas, parecían puntuales y momentáneas. Yo ya
624
Ximena Goecke Saavedra, op. cit., p. 22.
625
Entrevista realizada a Andrés Pascal Allende, op. cit.
626
Ibid.
287
Sergio Salinas Cañas
627
Gregory Randall, Estar allí entonces…, op. cit., p. 27.
628
#BVUJTUBWBO4DIPVXFO
%JTDVSTPFOFMQSJNFSBOJWFSTBSJPEFMBNVFSUFEF
Luciano Cruz, 14 de agosto de 1972, Centro de Estudios Miguel Enríquez,
en Martín Hernández, op. cit., p. 107.
629
Ibid.
630
Juan Saavedra Gorriateguy, op. cit., p. 36.
288
El tres letras
631
Pedro Valdés Navarro, op. cit., p. 158.
289
Sergio Salinas Cañas
290
El tres letras
637
Gregory Randall, Estar allí entonces, op. cit., p. 7.
638
Entrevista a Gregory Randall, op. cit.
639
Fahra Neghme, op. cit., p. 32.
291
Sergio Salinas Cañas
640
Entrevista realizada a Andrés Pascal Allende, op. cit.
641
Ibid.
642
Fahra Neghme, op. cit., p. 32.
292
El tres letras
643
Entrevista realizada a Andrés Pascal Allende, op. cit.
644
Ibid.
645
Pedro Valdés Navarro, op. cit., p. 174.
293
Sergio Salinas Cañas
646
Ibid, p. 175.
647
Ibid, pp. 163-164.
294
El tres letras
648
Leo Wetli, «Rafael Maroto Pérez: Sacerdote, profeta y revolucionario»,
$FOUSPEF&TUVEJPT.JHVFM&OSÎRVF[
QIUUQXXXBSDIJWPDIJMFDPN
.FNPSJBMDBJEPT@NJS.NBSPUP@QFSF[@SBGBFMQEG DPOTVMUBEP FM EF
mayo de 2011).
649
Jorge Narváez, op. cit., p. 2054.
650
Ibid, p. 2065.
295
Sergio Salinas Cañas
296
El tres letras
297
Sergio Salinas Cañas
658
Ibid.
659
Ibid.
298
El tres letras
660
Mario Amorós: «Este dirigente del MIR y de Cristianos por el Socialismo
desapareció hace 31 años a manos de la DINA. 35 años sin Toño», revista
Rebelión Digital
IUUQXXXSFCFMJPOPSHOPUJDJBQIQ JE
(consultado el 16 de mayo de 2011).
661
Ibid.
662
Ibid.
299
Sergio Salinas Cañas
300
El tres letras
666
Mario Amorós, «Este dirigente…», op. cit.
667
Hasta hoy todas las gestiones de sus familiares y sus compañeros por cono-
cer su trágico final han sido infructuosas, pero al menos su tenaz lucha por
la justicia y la memoria ha permitido que en septiembre de 2008 la justicia
chilena condenara a una parte de la cúpula de la DINA por su desaparición.
Ibid.
668
Testimonio filmado por Andreu Zurriaga (sobrino de Antonio Llidó) en
septiembre de 1998, en Mario Amorós, «Antonio Llidó...», op. cit., p. 308.
301
Sergio Salinas Cañas
669
Andrés Pascal Allende contó que en una oportunidad estuvo presente en
una discusión, en la que participaban los hermanos Enríquez y Bautista
WBO4DIPVXFO
TPCSFTFSQBSUJEBSJPEF+PTÊ.JHVFM$BSSFSBPEF#FSOBS-
do O’Higgins. El MIR optó por ser carrerista. Además, se leyó mucho a
Francisco Bilbao, Santiago Arcos, los sucesos de Ranquil, la matanza de
Santa María con una óptica distinta a la de la historiografía tradicional de
izquierda. Entrevista realizada a Andrés Pascal Allende, op. cit.
670
Ibid.
671
Ibid.
672
Ibid.
302
El tres letras
673
Ibid.
674
Ibid.
675
Ibid.
303
Sergio Salinas Cañas
676
Enérico García Concha, op. cit., pp. 17-18.
677
María Matilde Ollier, «El aprendizaje radical…», op. cit., p. 66.
304
El tres letras
305
Sergio Salinas Cañas
clase hacia las FF.AA. Y de ahí la política del MIR, que marca una
diferencia con el resto de la izquierda, de trabajar con los oficiales,
con las clases, soldados y marineros. En este sentido, levantamos
consignas como la de una sola carrera funcionaria, sin divisiones
entre oficiales y soldados, por ejemplo»680. El fundador del MIR
afirmó que este trabajo comenzó, en un primer momento, por
sus propios vínculos familiares y no por una conspiración.
En el aspecto militar, Andrés Pascal Allende afirma que estu-
diaron lecturas de las revoluciones triunfantes; del Movimiento
de Liberación de Argelia, en especial Los condenados de la tierra,
de Franz Fanon; además, textos de la experiencia en Tierra Santa,
en especial el libro de Menajem Beguin, La rebelión en Tierra
Santa: Memorias personales del Comandante en Jefe del Irgún
Tsevaí Leumí en Eretz Israel; más libros sobre la experiencia
antifascista en Europa y la Guerra Civil española. «Todo estos
estudios fueron teniendo importancia en la configuración de
nuestra política militar, en que no solo se viera como una ac-
ción guerrillera, sino en la cual se combinara trabajo miliciano,
trabajo con las FF.AA., para llegar finalmente a la conformación
de grupos con capacidad de acción»681.
Para el fundador del MIR, paralelamente a que se configurara
su política militar, iniciaron un trabajo de exploración en diversos
territorios de Chile, como Nahuelbuta, Neltume, etcétera. Lo
que se trataba era imaginar cómo se articularía la política con
lo militar, transitando desde la visión por etapas y mecánica a
una acumulación estratégica de fuerza social y política revolucio-
naria. Es decir, lo militar supeditado a lo político. «Esto estuvo
marcado a partir de 1967, a pesar de que comenzamos a realizar
ciertas acciones el año 69 como propaganda armada y asaltos
a bancos. Diría que solo un 10% de todas las actividades que
desarrollaba el MIR en esos años estaba dedicada a lo militar. El
grueso estaba dedicado a lo político-social»682.
680
Entrevista realizada a Andrés Pascal Allende, op. cit.
681
Ibid.
682
Ibid.
306
El tres letras
683
Ibid.
684
Ibid.
685
Ibid.
307
Sergio Salinas Cañas
686
Ibid.
687
Ibid.
308
El tres letras
688
Ibid.
689
Ibid.
690
Ibid.
309
Sergio Salinas Cañas
310
El tres letras
311
Sergio Salinas Cañas
697
Ibid.
698
Ibid.
699
Ibid.
312
El tres letras
700
Ibid.
701
Ibid.
702
Gregory Randall, Estar allí entonces…, op. cit., p. 40.
313
Sergio Salinas Cañas
703
Ibid, p. 43.
704
Ibid, p. 64.
705
Ibid, p. 109.
314
El tres letras
706
Ibid, pp. 109-110.
707
Ibid, p. 165.
708
Ibid, pp. 165-166.
709
Entrevista con Gregory Randall, op. cit.
315
Sergio Salinas Cañas
710
Enérico García Concha, op. cit., p. 19.
711
Ibid.
712
Ibid.
316
El tres letras
317
Sergio Salinas Cañas
716
Ibid.
717
Tamara Vidaurrázaga Aránguiz, op. cit.
718
Ibid.
318
El tres letras
319
Sergio Salinas Cañas
los más coherentes, los más arriesgados, los más valientes, los
más argumentativos, estuvieron en el MIR. Muchas veces vi en
los miristas este grado de involucramiento. Los militantes se
destacaban porque eran integrales, muy buenos (...). Los miris-
tas tenía el poder de los argumentos, los otros tenían consignas,
pero no convencían. Y yo todavía creo que en toda la historia
de Chile, y hasta ahora, no ha habido mejor proyecto que lo que
quería hacer el MIR. Hubo una cultura mirista que todavía creo
es lo mejor que ha habido. Eran muy consecuentes e integrales
en muchos planos de la vida, no solo en lo político»721.
Para Soledad Aránguiz, también las amistades constituyeron
un faro a seguir. En este caso ella tiene una compañera de liceo
que constituía un referente: María Isabel Joui, tanto en el plano
ético e intelectual como en el estético, aspectos en los que era
imitada por Soledad Aránguiz y sus amigas del Frente de Estu-
diantes Revolucionario (FER).
María Isabel Joui722 representaba para sus compañeras un
ícono de la contracultura, vistiéndose al contrario de los dictá-
menes de la moda, y resaltando por ello entre las demás. «Al
imitarla, Soledad y sus amigas optaban por desechar lo superfluo
y el arquetipo femenino cuyo objetivo es agraciarse ante los ojos
masculinos. Los jeans y bototos marcaban una nueva moda entre
ellas, una estética ‘revolucionaria’ más acorde a sus ideales y que
todas seguían religiosamente»723.
Según cuenta Soledad Aránguiz, María Isabel Joui era respe-
tada por todos los del liceo, incluso los profesores, porque tenía
las mejores notas, y sabía discutir respetuosamente. «Hacía una
lectura de lo que decía el Che, y nos decía que teníamos que ser las
721
Ibid.
722
María Isabel Joui Petersen, 19 años de edad, estudiante de economía de la
Universidad de Chile, fue detenida el 20 de diciembre de 1974, por agentes
de la DINA, en calle Compañía 1741, departamento 4, de Santiago. Hasta la
fecha, María Isabel Joui Petersen y su esposo, «Renato Sepúlveda Guajardo
siguen en la calidad de detenidos y desaparecidos, sin que alguna autoridad
IBZBJOGPSNBEPTPCSFTVEFUFODJÓOZEFTUJOPvIUUQXXXNFNPSJBWJWB
DPNEFTBQBSFDJEPT%+NBSJB@JTBCFM@KPVJ@QFUFSTFOIUN DPOTVMUBEP FM
de mayo de 2011).
723
Ibid.
320
El tres letras
321
Sergio Salinas Cañas
322
El tres letras
728
Ibid.
729
Ibid.
730
Ibid.
323
Sergio Salinas Cañas
731
Ibid.
732
Ibid.
324
El tres letras
sobre todo para los que eran trabajadores en esa época. Y sobre
todo trabajadores con militancia clandestina»733.
En el caso de Sandra, la explicación de su ingreso al MIR
se encuentra en la enseñanza política que recibió en su núcleo
familiar, especialmente a través de su padre. «Y nosotros desde
muy chicos empezamos a escuchar en la casa de Allende, del
sindicato, porque mi papi era dirigente en su sindicato, entonces
el día domingo cuando estaba todo el mundo sentado a la mesa
para comer, mi papá nos contaba cómo le había ido en la última
reunión del sindicato, cuántos puntos había ganado en el pliego
de peticiones, fuimos como muy politizados desde muy chicos,
crecimos en un ambiente así»734.
En el caso de Rebeca, son sus hermanos mayores los que
fueron entregándole ideas más progresistas, más laicas, más
de justicia social y «eso cristalizó que para las elecciones de la
Unidad Popular ya habían dos, una hermana y un hermano, que
eran partidarios de los cambios profundos»735. Posteriormente,
su hermana mayor «conoció en tiempo de la Unidad Popular a
un dirigente sandinista (...) y se involucró con toda la lucha del
Frente y se fue estando Allende en el poder; se fue a Cuba, en
realidad, para que allá se entrenara (...); con mi otra hermana
pasó lo mismo; pero ella se fue después del Golpe, se fueron y
las dos se hicieron sandinistas»736.
Rebeca también menciona a su madre como un impulso en
su opción revolucionaria. «Mi mamá era antinorteamericana, no
le gustaba las cosas como los valores de la sociedad dominante,
hipócrita, entonces ella de alguna manera transmitió una cosa
muy auténtica como persona y yo creo que ahí está la base de
por qué, en esta familia, la mayoría optó por este camino»737.
En el caso de Andrea, se vuelve a repetir la idea de la en-
señanza valórica como sustento explicativo de la opción por la
militancia revolucionaria: «Tenía un tío que era comunista y una
733
Ibid.
734
Marlene Martínez Ángel, op. cit.
735
Ibid.
736
Ibid.
737
Ibid.
325
Sergio Salinas Cañas
tía que era mirista (...) como que mi tío que era comunista era
más cobardón. Y mi tía que era mirista, era más osada, más com-
prometida y todo, y los dos más o menos de la misma edad»738.
Lucía argumenta su militancia revolucionaria como una
opción consecuente con su formación cristiano-valórica: «Tuve
una formación bajo la iglesia católica (…) y era militante católica
en ese tiempo, se podría decir, porque estuve en la JEC, en la Ju-
ventud de Estudiantes Católicos... o sea, yo tuve una formación
bien profunda en ese ámbito; soy de los sectores que llegaron
desde una opción católica, moral, ética, al mirismo»739.
De forma similar opina Julián Bastías Rebolledo, quien se-
ñala que fue una decisión muy difícil optar por ingresar al MIR,
fundamentalmente porque la utilización de la violencia iba en
contra de sus principios cristianos. «Yo veía que mis compañeros
de la Parroquia Universitaria que se acercaban al MIR o a posi-
ciones de ruptura con el régimen dominante, se daban el tiempo
de descubrir a los autores marxistas, las estrategias o tácticas
militares. Con mucho dolor trataban de entender, como yo, la
necesidad de la violencia revolucionaria»740.
Julián Bastías afirma que su «mundo cristiano» igual se pre-
paraba para una probable aguda lucha de clases, «se decía que
si el pueblo iba, nosotros íbamos. Había que radicalizarse con
nuestro pueblo. Él era ‘el único Señor de la historia’, como diría
Germán Cortés, sacerdote asesinado durante la dictadura»741.
Julián Bastías narra que eran pequeños embriones de
cristianos partidarios de la opción por los pobres que consti-
tuyeron posteriormente lo que se conoció como Cristianos por
el Socialismo, influenciados por Paulo Freire y una reflexión y
práctica pastoral referenciada años después como teología de
la liberación.
En 1966, Julián Bastías funda en la Universidad de Con-
cepción la primera asociación pro-indigenista, el grupo Ayllu,
738
Ibid.
739
Ibid.
740
Julián Bastías Rebolledo, Memorias de la lucha campesina, Santiago, Lom
Ediciones, 2009, p. 13.
741
Ibid.
326
El tres letras
327
Sergio Salinas Cañas
747
Ibid, p. 37.
748
Ibid, p. 87.
749
Ximena Goecke Saavedra, op. cit., p. 47.
750
Ibid, p. 47.
328
El tres letras
329
Sergio Salinas Cañas
propósito del programa del MIR...’ así como había hablado con
los otros (y que a todo esto son gente importante en la política
chilena o algunos están desaparecidos). Y él lo encontraba inau-
dito, porque habíamos estado (bastante tiempo) peleando ahí,
en la universidad, pero bien cordialmente»754.
Kiko cuenta que estuvo conversando con el dirigente mi-
rista tres a cuatro días. «Él me pasó los planteamientos y los
principios del MIR, y después me dijo inmediatamente... ‘Míra-
me, dijo, si quieres trabajar con nosotros, tú puedes ingresar al
MIR’. La verdad de las cosas que yo creo que después de haber
hecho la recorrida de todos las demás, al último fui donde el MIR
porque ya había, prácticamente, hecho mi opción... Entonces,
una de las cosas que me pidió Bauchi fue que, por la estructura
político-militar del MIR que pretendía darse, que mantuviera mi
anonimato como militante y que realizara tareas que no fueran
públicas»755.
Por su parte, Pamela señala que entró al MIR a los 18 años
en 1968: «Y entré por un proceso de concientización colectiva en
el fondo. Yo era parte de un grupo de gente entre las que había
amigos, familiares, mi hermana, referentes familiares mayores
que yo. Eh, y que en definitiva habían ido paulatinamente vin-
culándose a los hechos que estaban pasando en ese momento
en Chile. Te estoy hablando del gobierno de la DC, con Eduardo
Frei, digamos, con la ‘Revolución en Libertad’ (…). Entonces, en
mi familia empezó a haber todo un proceso inmediato de politi-
zación, de politización de discusiones en la mesa, y de empezar
a vincularse a lo que estaba pasando. Y en ese sentido fuimos
todos como de a poco haciendo ese proceso. (…) Porque uno
era parte de una marea que iba, que iba»756.
En el caso de Joaquín, este cuenta: «Entré al MIR el año 70
(en séptimo básico), (…) estaba en un colegio donde llegaron
estudiantes de la Universidad de Chile y de un liceo que estaba
en la misma comuna de La Reina, y nos convencieron de que en
754
Ibid.
755
Ibid.
756
Alondra Peirano. Un cambio profundo..., op. cit.
330
El tres letras
757
Ibid.
758
Sebastián Leiva Flores, op. cit., p. 61.
759
MIR, «Dagoberto Cortés», Revista El Combatiente, n° 14, abril-mayo de
1990, p. 18.
331
Sergio Salinas Cañas
760
MIR, «Charles Ramírez», Revista El Combatiente, n° 15, junio-julio de
1990, p. 14.
761
Entrevista realizada a Andrés Pascal Allende, op. cit.
332
El tres letras
762
Marlene Martínez Ángel, op. cit.
763
Véase texto completo en MIR, «Notas para la formación de cuadros», Cen-
USPEF&TUVEJPT.JHVFM&OSÎRVF[
EFKVOJPEF
QIUUQXXX
cedema.org/uploads/NOTAS%20SOBRE%20LA%20FORMACION%20
%&-04$6"%304QEG DPOTVMUBEPFMEFNBZPEF
764
Marlene Martínez Ángel, op. cit.
333
Sergio Salinas Cañas
334
El tres letras
770
Ibid.
771
Máximo Antonio Gedda Ortiz, periodista, militante del MIR, dirigió los
programas Una vez un hombre y Aquí, la CUT, en Televisión Nacional.
Colaborador en Punto Final, poeta y compositor, ganó un festival de
la canción de Corfo. Fue dirigente sindical en TVN y candidato a la CUT
regional. Fue detenido por la DINA, el 16 de julio de 1974, engrosando la
lista de detenidos desaparecidos. Más antecedentes en Centro de Estudios
.JHVFM&OSÎRVF[IUUQXXXBSDIJWPDIJMFDPN.FNPSJBMDBJEPT@NJS(
HFEEB@PSUJ[@NBYJNPQEG DPOTVMUBEPFMEFBHPTUPEF
772
Entrevista con Félix, op. cit.
335
Sergio Salinas Cañas
773
Ibid.
774
Augusto Carmona fue jefe de prensa de la emisora del MIR, Radio Nacional,
y miembro del Consejo de Redacción de Punto Final. En 1973, se desem-
peñó como jefe de prensa de Canal 9 de Televisión de la Universidad de
Chile y fue líder de la toma de la estación. Fue asesinado el 7 de diciembre
de 1977, tenía 38 años, dos hijas de 3 y 12 años.
775
Entrevista con Félix, op. cit.
776
Ibid.
336
El tres letras
antes del cumplimiento del plazo de una semana, una vez comu-
nicada a nuestros enlaces la decisión fue asílense, métanse a una
embajada, pese a que la consigna era no hacerlo. El abandono,
la dispersión y la desprotección de todos, porque no era yo,
sino que todos andábamos perdidos, habían matado a Miguel,
más ese miedo prolongado que era de todos los días. Entonces
pese a la prohibición nos dijeron váyanse, asílense. Esto lo digo
a propósito de la mística, la amistad es el elemento central que
aglutina, que amalgama mi persistencia en pertenecer, trabajar
y hacer cosas por el MIR. Las que continué desarrollando en el
exilio»777.
En el caso de Dagoberto Cortés778, es luego del golpe militar,
siendo miembro del Comité Central, que opta por la dura deci-
sión de pasar a la clandestinidad, para recomponer el partido en
Santiago. El 5 de febrero de 1975 es detenido cuando camina por
el paradero 12 de Gran Avenida por hombres que se movilizan
en seis vehículos. Según algunos relatos, fue salvajemente tortu-
rado en Villa Grimaldi, incluso le quiebran las piernas pasándole
una camioneta sobre ellas sin sacarle palabras. «Enyesado y con
muletas llega a Tres Álamos, donde sus compañeros lo apodan
el ‘cojo maldito’ por sus constantes tallas. Luego es enviado a
Puchuncaví, donde es uno de los impulsores de la primera huelga
de hambre por los detenidos desaparecidos»779.
Charles Ramírez, luego de ser detenido y torturado y para
seguir militando, se ve obligado a dejar a su familia y pasar a la
clandestinidad. «En la estructura miliciana fue querido y respe-
tado por sus compañeros, tanto como conductor político como
jefe militar, destacando por su trabajo, tesón, estilo y personali-
dad muy propios»780.
777
Ibid.
778
El 28 de noviembre de 1982, Dagoberto Cortés Guajardo,Yamil, 33 años,
dirigente del MIR, resultó muerto luego de producirse un enfrentamiento con
efectivos de Carabineros que intentaron detenerlo en calle Aldunate, altura
5009, de Santiago.
779
MIR, «Dagoberto Cortés», op. cit., p. 18.
780
Ibid.
337
Sergio Salinas Cañas
781
El 22 de junio de 1981 durante el asalto a la sucursal del Banco de Chile en
el Faro de Apoquindo, Charles Ramírez ordena al resto de los participantes
escapar del lugar, mientras él se queda dándoles cobertura, muriendo en la
acción.
782
MIR, «Charles Ramírez», op. cit., p. 14.
338
Fotografía de propaganda de Radio Liberación del MIR.
339
340
Conclusiones
783
Véase Carolyn Nordstrom y Antonius Robben, Fieldwork under FIRE: con-
temporary Studies of violence and culture, Berkeley, University of California
press, 1996.
341
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784
Véase la tesis, muy citada en este libro, de Roberto Sancho Larrañaga, op.
cit., p. 498.
342
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343
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344
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345
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Referencias
Fuentes bibliográficas
347
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349
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350
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Publicaciones electrónicas
351
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352
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353
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354
El tres letras
355
Sergio Salinas Cañas
356
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357
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358
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Tesis
359
Sergio Salinas Cañas
360
El tres letras
361
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Santiago de Chile, noviembre de 2013
Se utilizó tecnología de última generación que reduce el
impacto medioambiental, pues ocupa estrictamente el
papel necesario para su producción, y se aplicaron altos
estándares para la gestión y reciclaje de desechos en toda
la cadena de producción.
L a violencia política ha sido una realidad en la historia contempo-
ránea de Chile y de América Latina. Sin embargo, ello no siempre
estuvo acompañado de una investigación rigurosa al respecto: este li-
bro constituye un notable aporte en dicho sentido.
El autor se centra en el período fundacional, de consolidación y
de inicio de la lucha armada desarrollada por el MIR. Se trata de la
etapa en la que se pasa del discurso a la acción, porque es allí cuando
se establecen los rasgos fundamentales de toda organización política.
«El tres letras» era el nombre silencioso, apenas susurrado, con el
que se denominaba al Movimiento de Izquierda Revolucionaria du-
rante la época de la dictadura militar. Había vivido desde su concep-
ción y etapa embrionaria un profundo debate en torno a la recepción
y apropiación del contexto intelectual y político de la época, y luego
continuó con una nueva discusión: la de su propio camino para esta-
blecer una justificación para la lucha armada.
ISBN 978-956-01-0040-5