LOS VALORES DE INTERNET Y LA

ECONOMIA COLABORATIVA
En los últimos años, como consecuencia de la aparición de las tecnologías
de la información y el desarrollo de las comunicaciones, hemos sido testigos
de nuevas formas de hacer negocios que utilizan las herramientas
existentes en este nuevo medio dentro de sus procesos. Es así que el
termino de comercio electrónico se vuelve común y cobra mucho sentido.

Sin embargo, debemos remontarnos al inicio de la utilización de internet

para entender que la finalidad de esta revolución no tuvo fines económicos;
sino solo facilitar el flujo de información sin tomar en cuenta las
limitaciones geográficas.
Al evolucionar en un medio no fue descabellado que el concepto de
democratización de la información de origen a valores profundos que
desemboquen en las corrientes open source actuales.
Para ejemplificar lo indicado líneas arriba podemos analizar dos casos
concretos: Primero el caso de Microsoft y Linux. Bill Gates fue capaz de
identificar un modelo de negocio que nadie imagino posible, dar valor
económico al desarrollo del software en los años en que las computadoras
recién comenzaban a masificarse como un producto de escritorio. Desde
ese entonces todos los programas eran desarrollados para correr en
Windows y por tanto para utilizarlos era necesario desembolsar sumas de
dinero con cierta frecuencia. En ese contexto Linux, que nació como el
proyecto personal de Linus Torvalds y se hizo publico en un foro de internet
en 1991, consiguió la creación de un kernel (núcleo de un sistema
operativo) que era compartido de forma gratuita con la única condición de
que cualquier mejora desarrollada en base a eso también debía ser libre. El
proyecto Linux no tenía fines lucrativos; sin embargo en la actualidad es el
principal competidor de Windows y genera millones de dólares en
transacciones indirectas derivadas de su utilización.
Un segundo ejemplo del Open Source es el caso de Microchip y Arduino.
Microchip tenía un modelo de negocio basado en la comercialización de
controladores en donde se pagaba por el chip, se pagaba por las
herramientas necesarias para utilizar el chip y se pagaba por el software
necesario para desarrollar en él. Con la aparición de ARDUINO se le da un
fuerte valor a la libertad de conocimiento, al presentarse como un proyecto
sin fines de lucro en donde se deja la información libre para la construcción
y desarrollo en software del producto. Está iniciativa terminó por desplazar
a microhip y su controlador PIC y en la actualidad es uno de los estándares
para desarrollo de proyectos electrónicos a nivel de hardware. Así mismo,
ARDUINO igual genera elevados ingresos al proporcionarle al usuario todo
el hardware necesario para sus desarrollos; vale decir, aunque la
información es libre para su fabricación las personas igual compran los
productos con la finalidad de optimizar el tiempo; y al mismo tiempo han
contribuido con su crecimiento al haber conseguido el desarrollo de
herramientas complejas en el software.
En el mundo moderno existen muchos ejemplos similares a los anteriores
que refuerzan los valores de libertad y colaboración en el núcleo de internet
y las TICs. En ese sentido, al revisar los casos de éxito de empresas no
convencionales podríamos afirmar que los negocios en donde se realizan
contribuciones económicas para beneficio de unas pocas grandes
empresas, en donde no se buscan fines comunes, no es de las más
populares.
Esto ha generado la necesidad de reinventar las formas de generar ingresos;
y es así que una de las opciones para esto llega de la mano de la economía
colaborativa; que busca los intercambios económicos en donde todos los
involucrados puedan generar beneficios individuales a través de la
colaboración; es decir reciben ingresos económicos a cambio de la oferta
de productos o servicios residuales, y además con la ventaja de no contar
con la intervención de entes reguladores.
En el espectro podemos ver desde empresas como UBER, Airbnb o Amazon
que utilizan a las personas de a pie para brindar servicios con sus recursos
sobrantes; hasta sistemas de crowdfounding que tiene como finalidad
utilizar los recursos económicos sobrantes de posibles compradores para el
desarrollo de productos de su interés que aún no se encuentran ofertados
o sitios web en donde se puede conseguir contactar con especialistas en
diseño gráfico, programación, etc. que comparten parte de su tiempo libre
para desarrollar otras actividades.
En conclusión, con el desarrollo de las nuevas tecnologías han aparecido
nuevas formas de realizar negocios y al mismo tiempo han aparecido
empresas con filosofías nuevas centradas mucho más en los usuarios y la
satisfacción de necesidades, que en la generación de utilidades sin fines
mayores.

Por Manuel Pesantes Rodríguez

PAE BUSINESS ADMINISTRATION TRUJILLO