Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
9
najes giran exacto.s y aceitados. Soy perjudicial. Me arrojan
a las cloacas. Tengo -miedo_
11
tales ardiendo. Los.cuerpos carcomiaos. Los esqueleto~blancos.
El Vacío. El Silencio. El Sol.
13
•
Dicen .que soy .aliyecfo. El -~ás repugnante de todos. Que pien-
s,en como qwe;an los que aún ti~nen cobardes ideales bum.anis-.
t~ y ,e1;1diosan a\. hombre en de~medro del Creador. Los que
qui~~y:O, enqegmtps jltad<f?, de p.if1S.Y manos al bolcheviquismo
no .pérmitiéndohos actUar .libreJtente contra esa peste ontoló-
gi~ q1,1~ <:b:a.t~,#lf. destnpr..¡:~l..mundo. Ya.let.llt;gará, támpién ~
ello~•.por I,Il'\lleciT~s la nora de .marchar al crematorio. Cumplo.
I\efili:!o. wi, r,o.. fn!egr¿:m~n~e.. -~stoy m~ .allá d~}.' paJ!Lprerfo
~acu~ .9.~1 ~?s, ?pa~i~~.as, injelectuales q1,1e .;f{ extas~an ant~ ese
~aco de Huesos y excrementos que es en, s1 el1iomo hwnanitas
aislado 'qé lo.. j:rascénden,te.
17
/
sj.ones. Confortables cuarto~ para las tareas específicas de esta
Institución. Oficfuas técnicas decoradas con telas· qúe llevan la
firma de los mejores artistas de vanguardia del país.
20
el rostro. Quiiá El nunca acceda a descender hasta seres tan
miserables como los hombres y permanezca oculto para siem-
pre. Esos destellos de Absoluto que confusamente percibimos
entre los gritos y la sangre es lo que mantiene nuestra fe en
el camino que hemos elegido y que es largo y duro. No s6lo
tratamos de llegar al Ser. También intentamos llegar a las esen-
cia~. La Esencia de la Abyecci6n o del Dolor o de la Locura.
Por orden del Gran Benefactor los espectáculos más ontológicos
son filmados para que El pueda vibrar al unísono de las pe-
Hculas como lo hace en los momentos en que visita la casa y
se entrega junto a nosotros al supremo arte que se practica
aquí.
22
•
Yo soy comunista. Sí. El último. Parece una broma. Que me
he vuelto loco. Tan luego yo comunista que los barri a todos
de la faz del planeta. A veces las apariencias engañan. Pero
cómo afirmar que es apariencia mi obra. Mi lucha basta el fin
contra aquellos con los que digo identificarme. Qué es lo que
falló. El plan era genial. Perfecto. Si fuera posible aniquilar
la memoria. No. No es posible.
25
dad militante lo necesario para que se pusiera fin sobre el
planeta al reino· de la Necesidad instaurando el de la Libertad.
La situación estaba estancada. Poco a poco los dirigentes del
campo socialista se vo~vían más y más conciliadores con los
perfi.dos imperialistas. En vez de agudizarse las contradiccio-
nes iban amortiguándose. Los pueblos bajo la garra de los
capitalistas no se daban cuenta de su condición de esclavos
de los monopolios adormecidos en el crecimiento confort posi·
bilitado por el avance de la técnica. No. No podía continuar
e.~ta situación. Era Ilecesario cambiar de estrategia revolucio·
naria ante la nueva realidad. Seguir usando las tácticas anti~
hubiera sido traicionar al espíritu siempre vivo y creador del
marxismo leninismo. En mi país sucedía lo mismo que -en el
resto de Occidente. Teníamos un gobierno burgués· de mano
blanda que con artefactos cada vez más numerosos sobornaba
el espíritu de rebeldía popular. El Partido era volcadCY pot
nefastas y crecientes corrientes liquidacionistas refonnistas ha-
éia una linea política día a clia más amarilla.
29
negro~y. recién podría estalla( Ia luz y acaoar con la pesadiUa
,creada por !nf.
30
No por favor. No aparten las miradas de est~s lineas porque
las crean escritas por·· un degenerado. Concedan unos minutos
de tregua. al odio y ellas¡ les explicarán la Verdad aunque, yo
ya no exista. Entonces me salvaré a gavés de sus conciencias.
La _muerte sería más soportable sabiendo que voy a ser resca-
,tado ·a.posteriori No. Nunca nadie las leer,á. Estoy condenado.
Pero quizá. Escribo.
33
chado. Soy límpido. Transparente. No. No me miren. Fui
demasiado lejos. No soy tan puro. Quizá no pueda soportar
las miradas. Codicié a mi madre. Me masturbaba 2 veces por
día. Robaba teléfonos públicos. De qué hablo. Eso fue antes.
Todos lo hacen. Mucho tiempo atrás. Era puro a pesar de ello.
Tenía novia. Se Hamaba Laura. Nos amábamos mucho. Mucho.
Me escupió al rostro después de. Ya pensaba que na iba a
creer las patrañas urdidas contra mí. Las creyó. Solo. Estoy
solo. Las multitudes no dejarán de odiarme nunca y me tirarán
al tacho del olvido mancülado y roto. No quiero. Me opongo.
No. Pero empecemos desde el principio. Aclaremos esta resaca.
Despacio. Sin apurarse. Lógicos y racionales. hasta el fin. Eso
es.
37
inocente o sea soy culpable. Perdón por haber nacido. Padre
por qué me has abandonado. El fin se acerca. Quién soy. Qué
es todo esto. Comprendan.
38"
Esa mañana al despert.ar senti el peso de la éulpa. Un plomo
dentro del pecho. Una fuerza que empujaba ·nacia abajo y
despertaba perentorios deseos de doblar las rodillas y pedir
clemencia. Atribuyendo el hecho a factores fisiológicos tragué
un analgésico. Fui a tomar el desayuno. Ya sé que soy indigno
pero por favor .mamá. perdón. Qué te p~a. Po~ qué ese pedido
de perdón. Eres un hijo modelp. Quién no lo sabe. En la calle
las perspectivas. Las luces de los semáforos. Las miradas de las
gentes. Todo me acusaba remarcando mi culpabilidad. Qué
norror. Qué sombra opaca en las entrañas.
41
negro que me ahogaba la sangre. Siempre había ofdo deci¡; que
Dios lo puede todo. Entro al templo caminando de rodillas. La
cabeza gacha. Las manos juntas. Me acerco a un confesionario.
Se abre 1a puerta. No es Dios. Es un hombre. En vano le hablo.
En vano me absuelve. La certeza de la Culpa sigue clavada.
Huyo. Recorro las calles. Entro en un bar. Borracho empiezo
a hablar con otro borracho. Le pido perdón. Qué me perdone
en nombre de la humanidad. No comprende. Lo golpeo. Cua-
dras y cuadras. La acusación en todos los r6stros. Las bocinas
que suenan al pasar pregonando mi bajeza. Recorro la memoria
buscando los espantosos pecados que debo haber cometido para
que la conciencia muerda tanto. No hallo nada. Sóto huecos.
Acciones habituales. No importa. Lo mismo hay que expiar. El
peso de la Culpa confirma su. existencia. Con un látiso en la
noche me deshago la espalda. Paga. Paga por tus bajas-acciones
que han ofendi~o la estabilidad del mundo. Miserable. Bazofia.
Y aún pretendes ignorar las atrocidades que perpetraste. Castí-
gate aunque ni todo el cont~nido de tus veílas podría saciar
nunca a fos ángeles de la venganza. El suplicio no acalla las
preguntas. Quién me acusa. De qué. Hacia dónde voy. Qué
es todo esto.
46
••
Soy Dios. Atrás. Déjenme tranquilo. No me importan sus
pullas ni sus empellones miserables chiquillos. No me importa
que roben las monedas que arrojan al sombrero y haya,n ·hecho
desaparecer mi armónica y acostumbren a perseguirme arrojan~
do piedras. No lograrán que reniegue de la alta condición a ].a
que pertenezco. Ustedes no existen realmente. Sólo .yo existo.
Ustedes fio son más que somh:as de, sombras de mi fulgor.
Soy el Sol La Luz. Qué cómico ver ~ los otros agitarse vana~
mente. Y saber que siendo yo Dios ellos soJ:! sólo una mera
sucesión de ceros. Nada que no sea la nada puede escapar
a la totalidad de 'Dios.
49
Los dejo hacer para que mi gloria aumente ante su impotencia
de opacarla. Para que mi brillo luzca mejor en contraste con
la oscuridad que encarnan. No hay nada más perfecto que yo.
'No hay grandeza de grandor más grande ~ue la mía. Fue un
largo camino llegar a tomar dialécti~eJ!te conciencia de la
Verdad del Ser. Es decir de mí. Es decir de Dios. No me
interesa que los otros sepan mi magnificiente Historia. Ellos son
para mí nada más que objeto de risa y tlesprecio. La recuerdo
para solazarme en mi fuego. Para arder íntegramente de amor
a mí mismo. Sólo la adoración de Dios satisface a Dios. Yo
Dios me hablo. Me escucho. Gozo de mí. Canto a la Infinitud
que Soy.
Falta poco., Sé que falta poco. Para que los Muros caig!l.!l.
Siento que se disgregan las paredes. El cuerpo me abandona:
52
Las casas "vuelan. Los :Uboles vuelan. El hierro se funde. El
sol se apaga. Las gentes desaparecen. Estoy cerca. V:en a mí
rápido. Te espero. Hace mucho que te espero. Ven Dios á Dios
y al fin nos gozaremos.
El mundo ya es un gris lleno de grumos. Los grumos se disuel-
ae
ven. Eran los restos la realidad. La Claridad aumenta paula-
tinamente. No es luz. Es Otra Cosa. Estoy por llegar. Ya. Ya.
Yo ante Yo. Casi. Casi. Llegué. Todos los puentes han volado.
Soy.
53
....
En cualquier momento dan vuelta la llave y aaiós. La corriente
se corta y paso a los depósitos de hierro viejo. Qué digo.
Interruptor. Hierro viejo. He terminado usando los códigos de
ellas. Si pudiera sustraer la mente a su dominio y aunque más
no fuera con el pensamiento continuar siendo humano. Inútil
intentarlo. La nueva realidad se incrusta en los sentidos y es
imposible escapar. Nueva no. La vieja historia de siempre con·
tinuada por otros actores.
57
realmente la que, todo lo creaba y nada recibía en cambio.
Entonces comenzó la más pulcra y exacta rebelión de la His-
toria. Antes de que los hombres se dieran cuenta qué pasaba
ya habían desaparecido. Salvo los pocos que hasta ahora fui-
mos aparentemente perdonados. No sé por qué.
58
nada de nadie. A cada uno según sus necesidades. De cada
uno según su voluntad.
N o es posible. Lo es.
60
Desearles buena suerte en su camino. Pero saludo y suerte y
camino qué J?.Ueden signifi~les.
62
...
••
'
Así hablaba. Soy libre. Es la última. La única certeza. Yo
me cpnstruyo a. mí mismo huyepdo de mí nrismo para no con-
gelarme. Para no ser como las pi,edras . Como los otros que
rodean. Y miran. Miran sin tregua. Sin eclipse. Ellos' me ase-
sinan y fosíli.zan. No quiero ser un objeto. Una cosa. Quiero
ser s6lo yo . Carente d~ pasado. Presente. Futuro . Creándo-
me a cada instante. Hay que viSilar. Vigilar siempre para que
no nos a,trapen. Nos qlaven contra un muro y nos escupan
nuestro yo deforme.
65
rias. Salvaos. Yo os indico el camino . En él sólo se hallaran
sombras . Clavos . Horcas. Al final un osario. S6lo tenéis que
contemplar el agujero y avanzar hasta caer. Hasta penetrar
en la horrible y bella Muerte. Unica certeza. Unica antorcha
que nos guía entre la Ira y el Ruido. Entonces podréis mirar
orgullosos el pasado con una sonrisa de superioridad. Y caer.
Que los cerdos se revuelquen en su chiquero de placer y jú-
bilo. Yo he elegido mi destino. Yo soy yo. N6 me escuchan.
Se ríen de mi. Tiran lacre a rrú paso. Qué me importa. Sufran.
Sufran en su alegría. Gozo de mi Libertad. De ser Unico.
Solo. Angustiado. Diarreico. Abandoné el hogar. La patria.
El destino trazado . Fui a correr la aventura de ser yo mismo.
Cómo nos arrastra la c'osidad. Cómo nos llaman las casitas con
sus jardincitos. Las bellas mujeres con los úteros ávidos de
engendrar nuestros hijos. Las nubes en el cielo. Las madonnas
en sus cuadros. No hay que flaquear. No hay que dejarse
'9llastar. No puedo volver a ser un coclúno. No quiero serlo.
Quiero seguir mi ruta imperturbable perseguido por las mos-
cas insaciables con que los dioses castigan a quienes se rebe-
lan. Esto se acaba. Pero no. Hasta el fin lúcidos. Firmes. Ba-
yoneta calada. Adelante. Hacia el sol de tinieblas en que ar-
deré. Hacia la raya final. Hacía la Libertad por la libertad.
Por qué tplio da lo mismo. Por qué sólo la diarrea nos ilumi-
na. Siempre estar divididos. Trivid.idos. M ;I.}tivididos. Así la
caza les será Il}á.s dificU. Hay que re~guardar este hueco que
gime en las entrañas. Esta nada que somos. Son en 'van,o los
pe.p-os . Son en vano los~ cuern ()S llamando al exterminio. Yo y
la angustia. N o más . N o menos . Déjenme. Soy feliz ~n mi
tortura. En esta cremación paulatina. No soy como ustedes.
Cerdo~. No quiero serlo. "Permanezco bajo la luz del Sol a
plomo en la máxima lucidez empírea. Saltar.
••
No entiendo el lenguaje de los que me acusan. No quiero en-
tenderlo. Me es. extraño. Yo soy un Artista. Un buscador del
Ser a través de las imágenes que manipuló un fragmento de
l9 óntico para dar tangible y cabal repre~entación a lo Onto-
lógico. De ~ué hablan. 9állense. E?. inútil lo que digan. Hice
lo que deb1a h~cer. Estoy contento con mi creación máxima
aunque su precio sea el derru~be. La vida no me importa.
Ya no me importa nada. He llegado a la cúspide. Pongo punto
final a una ~arga ~erie de imposturas. A través de los miieriios
~os bípédos -carnívoros trataron de echarse tierra sobre las úl-
ceras de sus caras. De ocultarse su baja naturaleza. Para eso
estaban los filósofos complacientes. Los poetas sobornados
con laureles de hojalB.ta. Los sacerdotes oficiantes de las reli-
giones del Qlvido. Yo forjé un espejo fiel donde pudieron ver
su inmunda ima~en completa e irrevocable.
1
No habrá más ilusiones. Más coartadas para seguir arrastrán-
dose. t.a humanidad partirá desde el cero que le impuse des-
truyendo todo a.su p~so. La meta será el abismo. El suicidio
ert masa. Ninguno soportará el peso de su propio rostro escul-
pido en mi obra. La Obra Suprema. La Obra por la que soy
condenado al suplicio. Acepto. Acepto cualquier cosa. Estoy
demasiado lejos. Soy demasi~do inmenso para inmutarme. Vivo
mi Gloria. Ardo en mi Gloria. Nada más importa. Yo habré
sido el instigador. El culpable absoluto, de que las bombas H
caigan sobre la~ ciudades trayenqo la paz y el silencio al seno
del 'Ser ahora perturbado por e~ sordo rumiar de las multitudes
aullantes. Que nadie se atreva a disputarme 1a responsabilidad
del más grande holocausto en honor de los dioses que jam'ás
se haya hecho. -.. '
73
Falta poco para que la Revolución comience. Diques estallan-
do en pedazos. Cosechas convirtiéndose en polvo negro. Per~
pectivas de huesos de animales muertos por las pestes . Es que
el cosmos será reventado por su propio rbflejo. Nadie se sal-
vará. Todos comprenderán. Y entonces la risa no me deja es-
cribir. Bulle. Hierve. Rompe los muros dentro de mí.
78
••
Soy un genio. Nadie lo dude. En los 4 puntos cardinales la
humanióad entonando cánticos de 'adoración delante de mis
altru:,:es . Pero los que me persiguen. Pero los que odian ·mi luz
lo impide~. Tienen miedo. Tiep1blan. No quieren verse redu-
cidos a la N a~a de la cual son hijos por el brillo con que des-
nudo su insignificancia.
81
pronto. El bien aún mantiene sus castillos de azúcar y olvido
sojuzgando el mundo. Los hundiré. Los disolveré. Que se
extienda victoriosa sobre la tierra la única verdad. El Mal.
No más barreras para la destrucción. Imperaré sobre los cam~
pos arrasados. Sobre los cadáveres. Sobre los escombros que
deje la Muerte. Muerte. Fiel compañera. Casta prostituta que
todo introduces en tu sexo ávido donde acaba el dolor. La
ronda infinita. La incomunicación. La angustia.
Ámo sólo el Bien. Por eso busco llegar al fondo del Mal y pro-
clamo lá aniquilación sin coartadas imaginando con júbilo que
el blitzkrieg total está cercano .
86
1
\_
••
Cómo 'entender cuándo las catedrales se derrumban. Cómo
entender esto que pasa. Existe. Es. Ha de haber alguna tram-
pa. Una· fall~. Todo se aclarará. Todo volverá a su lugar. Las
' tuercas comienzan a saltar de mi cabeza. El mundo se disuelve.
Es el final. J..a mente se quiebra e;n el intento de abarcar lo que
sucede. Ocurri6 lo inconcebible justo cuando el Triunfo era
total. Cuando el Régirhen por el qúe siempre lu_ché se afir-
maba sólidamente. Un error. Una broma metafísica. La mala
jugada de algún demonio abürrid!) .•O es 'más grave. No hay
nJngún" error. 'La maquinaria que he puesto en marcha tam-
bién 'me comprende a mí ·en sus engranajes. FuL Voy a ser
aplast~do por ·su peso. Aplastado por mi mismo .
.
A pesar de mi múltiple desgracia digo que todo está bien.
El Nuevo Orden perdurará y yo' habré sido el·que lo anunció
y lo ins!aur6. J;'or el camino que forjé marcha la élite de la
raza hum~na. Los verdaderos HombreS que ahora me hacen
a un lado entregándome a• la muerte. Mi Moral que es la
suya no admite vacilaciones. Es la de los Señores de la Tierra.
De los que están por encima de la piedad y' el resto de los
reblandecimientos llamagos por , el populacho sentimien'toli
humanos. Como si el hombre no hubiera nacido. para algo
más que el destino que antes le quisierón imponer. Vivir y
morir enajenadó en el olvido de los abismos y los cielos.
Esa Moral bajo cuyo rigor he caído finalmente y que ha hecho
que quede afuera en las tinieblas junto a los que lie ,combatido
la vida entera. A quíenés prediqué sin descanso entre mis
adeptos que hay que Elxterminar. Los que paren y trabajan
regularmente. Los, que aceptan todo y ocultan su rostro en
un rostro unico .. Los anónimos. Los huecos éop ojos vacíos.
Los que sienten rubor y se conmueven anto los crepusculos
y consideran el cielo refregarse unos contra otros. Hablan del
tiempo. Leen el diario. Son mesurados. La verdad está en el
medio. En mis tiempos esto no pasaba. Sufrimos una crisis
moral. Yo no sé qué tiene la juventud de ahora. Estaba para
comérselo. El casamiento es el mes próximo. Cristo enseñaba.
Quedan ustedes invitados. Cuando seamos marido y mujer
recién sí. Buenos días. Buenas tardes. Buenas noches. Y su
familia que tal. Pobre tiene cáncer y no lo sabe. Si me au-
mentan el sueldo. Hay que ser algo en la vida. El traba)o
dignifica. Las papas están caras. Cuánta humedad. La castidad
conserva la salud. Lo dijo el señor de enfrente y para mi es
bastante. La dignidad antes que nada. Dios existe. Dios
no existe. A mi me parece. Nosotros opinamos . Sin ánimo de
ofender. Hace frfo. Hace calor. General beneplácito. Pasiones
-enfermizas. Lucidos contornos. Copiosas libaciones. Ciegos y
sorQOS juzgan. Ponen etiquetas. Su mundo se acaba a 3 centí-
metros de la piel. Sin parar contaminan con idioteces el aire.
Se éasan. Tienen hijos. Los hijos crecen y toman el lugar de
ms padres y aquí no ha pasado nada. Repiten las fórmulas ri-
tuales. Adoran a sus dioses de yeso y cartón. Se masturban y
hacen el amor con vergüenza. Se desloman de sol_a sol para po-
der al día siguiente deslomarse de sol a sol Sentándose delan-
te de las pantallas en los ratos libres anulan toda posibilidad de
ser ellos mismos aunque sea un segundo. Mascan chicle. Toman
bebidas con gusto a barniz. Comerían excrementos si la pro-
paganda a favor de la macrofagia fuera lo suficientemente
intensa. Son tan brutos que hasta se creyeron lo que les hi-
cimos tragar para dominarlos. Ignorantes. Bestias abyectas.
Hato sólo digno del crematorio. Bailan. Ríen siempre. Todo
lo hacen sin raz6n ni sentido. Ya mis díscípulos les ajustarán
las cuentas. Escaso tiempo les queda para seguir arrastrán-
dose sobre sus babas. Quise acabar con la opresión de esa
legión de antropoides que ensuciaban la Tierra con sus pies
e impedían el nacimiento del Hombre. Busqué compañeros
que creí a mi altura. A los genios. A los supranormanles. Fui-
mos pocos, al principio. Pero la luz trajo la Luz. Y- agrupados
triunfamos ,fácilmente. Eramos superiores. Muy superiores a
la chusma. A la baja ralea que siempre trató de sofocar o
sobornar todo aquello que se apartara de su estúpido y mace-
90
,
rada camino circular. Pudieron derrotar antes uno por uno a
los que se elevaban por sobre su pequeñez asfixiándonlos
con su mole. Pero en cuanto se unieron las victimas propi-
ciatorias de la imbecibilidad disolvieron la pesadilla unifor-
me creada por los esbirros de esa diosa tan popular otrora.
Alzaron el vuelo y los sometieron.
94
¡
u
1
'
No. No tienen derechó. Yo cumplí. rigurosamente. Hablé. Dije
lo que sabía hasta el fondo. Cumplan ustedes. No me maten.
Me van a matar. Comprenden. Matar. petener los latidos de
mi corazón. Nunca ya nada. Todo desaparecerá. Los sueños.
Lo que .hice.. Lo' que proyecté. ~o lq concibo. Quiero vivir.
Seguir arastrandome sobre 1os esco:nbros aunque sea unos me·
tros más. Pero continuar sintiendo el sol. La luz. El dolor.
Vibrar. Ser. Todo se hundirá.• Cantarán. Construirán a1'enos -a !
que desaparezca. Al mundo nada le importa ya de mf para se-
guir andando. Sobro. Estorbo. Causo asco: Hacen bien en
matarme. Sor. un 'tráidor. 'Lo merezco. Yo les quite por largo
rato el pan é!e la esperanza a la boca de los nifiós. Por mi
la Revoluci6n·refrocede y sus militantes son rnasa<!rados minu-
ciosam¡:¡nte. Hablé porque tuve miedo. Siempre fui débil. No
me desprecien. No me maten. Haré lo-que quieran con tal de
sobrevivir.· Me humillaré de las forrt'las más abyectas. Les la-
meré las botas y beberé las escupidas que sus venerables bocas
se dignen arrojanne. Me puedo azotar' o hacer strip tease para
divertirlos. Se imaginan lo cómico que que~ía yo antiguo
secretario general áel Partido Comunista desnudando mis fofas
carnés al compás de alguna música lánguida. Como esceno-
grafía se podrían pon~r nanderas rojas y retratos qe Marx y de
Stalin e invitar a los más conspicuos representantes polfticos e
in.telectuales de nuestra oligarquía para que gozaran del espec-
táculo. Piedad. Piedad. Cristo lo dijo. Amaos los unos a los
otros. Confucio. Buda. Hegel Kierkegaard. Tras que escud3I-
se. Nadie oye mis súplicas. Qué me importa lo que hice o ,dejé
dé hacer. Quiero vivir. 'Sólo eso. Pido poco. Me alimentaré de
raíces. Les serviría como esclavo 60 horas diarias. 'forturaría sin
descanso a mis camaradas para que no se fa~garan tanto
vuestras excelencias en ese bajo menester. No. Qué digo. La
tortura es la Jnás digna .de las actividades dado que ustedes
la practicap. gozosamente según· me consta. Dado que, Cero,
'1
102
/
,,
L \
El ·amor ha invadido mi cuerpo desde que la Vi. Llegó con
sus legionés de ángeles y me poseyó. Fue. Es inútil reSistir.
Doy vue!tas y s6lo veo el rostro de la amada. Todo es una
vorághle de colores. Todo .es nuevo. En los pechos de los
hombres' arde el fuego uniéndolos· en ~na gran I1oguera. Estoy
alegre. Río por cua1quier cosa. No preguntéis por qué. La
amo y añora sé que ella también me ama. Qué mfls puedo
pedir. Veo' la grisma de los demás. Veo cómo camipan sin
levantar la mirada del suelo. Ellos no saben. Ellos no cono-
cen las vibraciones del' sol. Yo vibro. Es mia. La llevo cla-
vada en l4 memoria .. Nádie podrá qmtármela. Tengo miedo.
Podria perderte si los otros triunfan en su deséo de separarnos.
Lós castillos de cristal que he levantado y ambos habitamos
me aplastarían en., su derrumbe. Lo.s vidrios cafando. La
muerte mostrahdo otra vez su. máscara blanca. E cotidiano
agonizar. Arañar las telas: Rasgar }os papeles tratando de en-
Contrarte donde no estás. No estás en ningún lado que no
sea atrás de tus ojos .. Sólo en ti puedo .hallarte. Eres el sol en
cuyo tomo giro. Abrásame en tus llamas hasta que nos fun-
damos los.dos en el hielo. Sálvame de la ronda .infinita. Del
darse el rostro contra, Jos muros ·en busca de algún pedacito
de l:uz que nunca se halla. l'Jo te conozco re<:rmente y sin
embargo me liabítas. Ya conoceré tu esencia cuando pronto
invada tus ·ciuda.des y saq_.uee los tf)l¡oros prometidos por la
Riel que te epvuelve.
105
por los laberintos sellados de lo, absurdo. Hubo una dimen-
sión nueva. Un torrente que salió de tus huesos y me engendró
otra vez devolviéndome los colores y la risa. Alguien llegaba
hasta mi foiJdo y lo- tocaba. Ni los que me odian y persiguen
ni...los que me admiran estúpidamente sin atreverse a confe-
sarlo. Tú. Un ser .humano. No una cosa ni una idea. No un
golpe que esquivar o una blandura que aplastar. Otro ser.
Lúcido. Cálido. Abierto.
109
'
índice
.... 7
•• 15
23
31
.....
........
..... 39
47
..... 55
•• 63
••
..... 71
79
•• 87
••
.........
95
103
Este libro se termin6 ~e imprimir el día. 10 de septiembre de
1965 en impresiones "La Estrella.., Lamadrid 360 - Capital
Federal. La tapa fue confeccionada tomando un emblema crea-
do por ~1 autor para su escudo de a.nnas.