Sí, hemos decidido transgredir los formatos académicos convencionales.

Pero el título
taquillero no hace más que potenciar un objeto de estudio de por si masivo. Porque aún en un
público no “otaku”, la mayoría de la juventud si no se ha enganchado al menos conoce o tiene
algún recuerdo de Dragon Ball, Pokemon, Digimon, Naruto, etc. Series en las que en mayor o
menor medida hay un componente filosófico digno de análisis. En la academia, alrededor de esto
hay estudios que van desde cómo trabajar estos formatos “no tan literarios” con la teoría literaria,
hasta la filosofía en ficciones de masas como los superhéroes o la obra de Tolkien, e incluso
algunos incipientes trabajos sobre estas producciones niponas que cada vez son más estudiadas.

Un top puede ser una excusa interesante para presentar algunas obras que se consideran
dignas de análisis e incluso algunos debates en torno a un corpus de producciones que comparten
elementos en común. Asumiendo la caducidad de la teoría de la autonomía del arte, es posible
observar que no sólo los libros sino incluso las series animadas de nuestra infancia funcionan
como formadores ideológicos. Si sabemos por experiencia que un adolescente puede conocer un
poco más el mundo a partir de leer 1984 o ver una película sobre el nazismo en la escuela ¿Es
posible que el manga y el anime tengan una función similar?

No es objeto de esta nota responder esta pregunta, pero puede ser emblemática de lo
valioso que puede ser algo tan aparentemente trivial como un top de series animadas. Y es que de
hecho se ha delimitado el top a series animadas de origen japonés, excluyendo películas y mangas
inéditos o de otras partes de oriente. Es inevitable que todo top jerarquice con una pretensión de
objetividad la “calidad” de las producciones que allí aparecen y no aparecen. Asumiendo este
artificio, se ha considerado el valor del componente filosófico en cada obra. Esta top no tiene
spoilers, pues la divulgación es uno de sus objetivos, por lo cual se invita a conocer las series para
volver sobre su análisis. Sin más preámbulos, el Top:

5. Fullmetal Alchemist

Fullmetal, tanto en su primera versión animada como Broterhood, está en cualquier top más por
su calidad narrativa que por su componente filosófico. Pero que la filosofía en esta serie no sea
pretenciosa, no quiere decir que sea irrelevante. Si bien las referencias al nazismo pueden parecer
un lugar común y nada demasiado extravagante, la reflexión sobre el exterminio no es nada
despreciable en un país que fue aliado de Alemania en la Segunda Guerra Mundial, y en el cual hay
un resurgimiento de la ideología fascista en un sector que consume este tipo de producciones.
Incluso la película de Fullmetal La estrella sagrada de milos hace una heroización de la violencia
revolucionaria, un tema tan valioso como de difícil tratamiento no sólo en Japón sino en cualquier
variante artística del resto del mundo.

Pero lo más valioso de esta serie tiene que ver con el ser y la nada. Y es que las ideas sartrianas a
partir del pensamiento dialéctico de compromiso existencial aparecen de manera muy similar.
Algunos mitos religiosos como la tríada cosmológica creación-destrucción-conservación y los
pecados capitales motorizan la historia hacia el descubrimiento de que detrás de la Verdad hay un
Yo que se manifiesta fantasmagóricamente. Incluso, un objeto emblemático de la serie es la piedra
filosofal, la cual desde el nombre alude al tema en cuestión pero que además construye un mito
no sólo en torno a referencias bíblicas sino en legados filosóficos históricos como el ánima mundi.
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Monster

Esta serie como todo seinen es mucho menos conocida, pero su autor Naoki Urasawa es un
maldito genio y si su manga 20 Century Boys (en el que de hecho se desata una pandemia) hubiera
sido adaptado seguramente coronaría este top. Aunque al igual que FMA representa sucesos
extranjeros como el nazismo en Monster o el Kukuxklan en Plutos, lo hace una manera tan
atrapante y con un manejo armonioso de diferentes géneros que recuerda grandes escritores
como Stevenson. Desde el nihilismo hasta unheilmich, la serie atraviesa un sinfín de conceptos y
hasta referencias literarias explícitas como El lobo estepario o El mago de oz. A todo esto, la
historia comienza con un suceso que abre el debate sobre el sistema de salud en un contexto de
desigualdad social. Como para no pensar el presente.

Serial Experiments Lain

Esta serie podría ser la favorita de los pensadores poshumanistas. Pero además de tratar todos los
temas posibles en torno a la globalización y la tecnología en la transformación del hombre y la
sociedad, en la serie se pueden leer referencias a la filosofía clásica, Hegel, Nietzsche, Foucault,
Deleuze, hasta Jung. Todo esto con la estética más original de este top y en solo doce capítulos de
veinte minutos.

Code Gueass

Si Death Note no entra en este top es porque los debates sobre el fin y los medios que aparecen
ahí, en Code Gueass están mucho mejor desarrollados. Mientras que el protagonista de Death
Note puede ser juzgado por falta de escrúpulos en su lucha por transformar una sociedad
corrompida, hasta el más conservador tiene que reconocer en Code Gueass los valores de un
auténtico líder revolucionario en una sociedad distópica. A este valiosísimo aporte ligado a la
filosofía política debemos sumar ideas que aparecen en el resto de este top como la relación del
Ser con la Verdad en el inconsciente colectivo jungüiano.

Evangelion

Puesto medio cantado. Este anime funciona incluso en la gente que no le gusta el anime, y es que
fue al anime algo así como Twin Peaks a la televisión. Sobre la filosofía en Evangelion se ha
hablado mucho y es lo interesante de llevar una obra compleja a un público masivo. Y corona bien
el top porque más allá de lo lúdico del formato, una de las ideas de este artículo era mostrar lo
interesante de estas ficciones que tienen cierto alcance de masas pero con componentes
filosóficos importantes. ¿Se desmitifica que la filosofía es para pocos? ¿Qué tienen los escritores
de manga que no tienen los guionistas hollywoodenses? ¿Qué horizontes de conocimiento
proponen las nuevas ficciones animadas niponas? Algunas preguntas para seguir pensando…