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ANTIGUAS

TÉCNICAS Y
MATERIALES
ARTÍSTICOS

Natalia González Zaragoza

DNI: 48395126-K

TELF: 600745169

ngzaragoza@yahoo.es
INTRODUCCIÓN

En este artículo se presenta una breve introducción del surgimiento de algunas


de las técnicas artísticas más utilizadas a lo largo de la historia del arte.
Algunos de los materiales, recetarios artísticos y procesos de la utilización de
estas técnicas son descritos en este artículo de manera escueta y
procedimental.

También en este artículo se exponen algunas elaboraciones caseras de


materiales artísticos, los cuales, eran realizados antiguamente por los propios
artistas, antes de la revolución industrial. Este proceso artesanal permite
conocer más el material que se está utilizando y las propiedades que le hacen
tener la calidad necesaria para su utilidad plástica.

Los manuales más antiguos que recogen algunas de estas técnicas y sus
materiales provienen de la Grecia Clásica gracias a autores como Plinio;
durante el Renacimiento destacan los teóricos Cennino Cennini y Vasari, que
recopilaron un gran número de técnicas, explicando su proceso de fabricación y
perfeccionamiento.

ANTIGUAS TÉCNICAS Y MATERIALES ARTÍSTICOS

Las técnicas artísticas más antiguas utilizadas por el hombre se realizaron en


las civilizaciones prehistóricas sobre cuevas y abrigos montañosos, los artistas
aplicaban la pintura a través de cerbatanas o muñecas realizadas con fibras
vegetales que les permitían fijar los pigmentos en la pared. La mayoría de sus
pinturas se realizaban con pigmentos mezclados con grasas animales como
aglutinante.

De algunas civilizaciones posteriores como la griega podemos llegar a saber


más acerca de su cultura y sus procedimientos artísticos, debido a la gran
cantidad de reliquias y materiales encontrados, sobre todo cerámicas y pinturas
murales.

En la actualidad, cualquier persona que trabaja con materiales artísticos debe


saber que la mayoría de las materias primas que utiliza fueron empleadas por
civilizaciones muy antiguas, claro está, que a éstas se unen muchos
perfeccionamientos y avances que fueron introducidos en la época industrial
del s.XIX. Los principales documentos y escritos que describen los materiales,
métodos y técnicas pictóricas utilizadas por los gremios artísticos y artesanales
de una época, pertenecen a la época romana; y esta recopilación fue llevada
a cabo por Vitrubio y Plinio el viejo.
Plinio, en su libro Historia Natural, describe como se fabricaba el blanco de
plomo, proceso que apenas ha cambiado en la actualidad. En estos escritos
también se describe a modo de leyenda como se obtenía el color denominado
sangre de dragón, la cual procede de un producto vegetal rojizo que se obtiene
de un fruto de un árbol asiático.

Las investigaciones actuales sobre los materiales antiguos y las técnicas


recogen todo tipo de referencias a materias primas del pasado. Las
conclusiones de estas investigaciones han derivado a que cada civilización y
cultura elaboró técnicas artísticas que se adecuaban al clima de su país, que
trabajaban con materiales propios de la zona, y que la elección de aquellas
materias dependía de los fines a los que se destinaban las obras artísticas.

A continuación expongo algunas de las técnicas más utilizadas en la


antigüedad y que todavía siguen utilizándose:

La acuarela:

Es una de las técnicas más antiguas utilizadas por el hombre. La civilización


egipcia conserva pinturas realizadas a la perfección con esta técnica, las
cuales han llegado casi intactas hasta la actualidad debido a la sequedad del
clima. Se sabe que también los egipcios deseaban que sus pinturas y obras de
arte perduraran a lo largo del tiempo, por lo que tomaron precauciones técnicas
para conservar su arte lo mejor posible. Los egiptólogos han sacado notables
descripciones de la metodología pictórica de esta civilización. La técnica de la
acuarela era aplicada a la pared de yeso o arcilla para dar color a los murales y
también se aplicaba a relieves o grabados de los muros de piedra de los
templos.

No se conocen a ciencia cierta que aglutinantes utilizaban los egipcios a la hora


de elaborar sus acuarelas, pero, parece que el aglutinante más empleado fue la
goma arábiga. Estas acuarelas se mantienen a la perfección, como decía
antes, debido al clima cálido y seco del país, pues si hubiera habido algún
signo de humedad estas hubieran desaparecido. De estas acuarelas destacan
algunas de mejor calidad técnica que otras, pues hubo periodos en los que
utilizaron pigmentos de gran belleza y riqueza como el lapislázuli.

A la hora de elaborar la pintura de las acuarelas se pueden utilizar todos los


pigmentos permanentes conocidos, excepto los que contienen plomo como es
el caso del blanco de plomo y el amarillo de Nápoles. Son especialmente
importantes de utilizar los pigmentos que crean efectos transparentes como es
el caso del carmesí de alizarina que produce efectos muy brillantes.

La pintura a la acuarela sobre papel surgió en China, lugar en el que se inventó


este soporte después del 100 a.C. Este soporte se introdujo en España en el
s.XII con la invasión islámica y pronto se extendió a Italia.
En Japón la acuarela ejecutada con tinta se denominó Sumi-e. En el Extremo
Oriente destacan las acuarelas monocromáticas en blanco y negro que
destacan por su calidad técnica mantenida durante siglos.

Las pinturas se componen esencialmente de pigmento finamente molido en


una solución acuosa de miel o goma arábiga que se extrae de la acacia. La
goma arábiga al mezclarse con el agua se solidifica por evaporación. Los
ingredientes se encontraran en una droguería especializada y, para realizar las
acuarelas caseras se utilizarán los siguientes productos:

Goma arábiga: Es el aglutinante y el adhesivo por excelencia de la pintura al


soporte. También aporta corporeidad a la pintura. Se necesita una cantidad
aproximada para cada color de 50-60 gramos. La goma es la savia endurecida
que producen ciertos árboles. Estas deben diluirse en agua adoptando una
forma gelatinosa. La goma arábiga al igual que otras gomas como la de cerezo
o Senegal, es bastante higroscópica, es decir, son materias que tienden a
absorber la humedad atmosférica. Las mejores variedades de goma arábiga
vienen de África.

La goma arábiga se utiliza como aglutinante en las acuarelas y en el temple, y


como adhesivo y apresto en la farmacia y la confitería.

Glicerina: Impide el secado o endurecimiento de la pintura, también añade


viscosidad a la materia y facilita la unión del color a la superficie. Se necesita
una cantidad aproximada de 40cc.

Jarabe o hidromiel (agua y miel mezcladas en partes iguales): Se necesita una


cantidad de 35cc. Aporta suavidad a la mezcla de la pintura y aumenta su
solubilidad.

Dextrina: Permite hacer más manejables los pigmentos. Es opcional.

Aromatizante: es opcional, se trata de añadir a la mezcla de la pintura una


pequeña cantidad de aceite de clavo que permite mejorar el color e impide que
se produzca moho.

Para obtener las pinturas de acuarela primero se debe disolver la goma arábiga
en agua hirviendo, removiéndose la mezcla hasta que desaparezcan los
grumos pero evitando que el agua empiece a hervir. Después a la sustancia
gelatinosa obtenida se van añadiendo los demás ingredientes hasta obtener
una sustancia cremosa que se va removiendo con una espátula, mientras se
añade un poco de agua destilada. Después esta sustancia se debe colar a
través de una tela. Las mezclas obtenidas con distintos colores se verterán en
pequeños recipientes, como por ejemplo tapaderas de botes. Las acuarelas se
dejaran secar hasta adquirir la dureza que le caracteriza.
El gouache o témpera es una acuarela opaca, por lo que los ingredientes que
se utilizan para su fabricación casera son los mismos, pero, se le añaden otros
materiales de carga como son los pigmentos muertos (la creta o el blanco fijo) y
más cantidad de pigmento. Esta pintura tiene un gran poder cubriente y con la
edad no se vuelven transparentes como hacen las pinturas al óleo. Es una
técnica muy apropiada para crear obras o apuntes de carácter espontáneo.

La encáustica:

Los métodos artísticos que se empleaban en la Grecia Clásica en formatos


pequeños fueron la encáustica y otro proceso impreciso todavía desconocido
en la actualidad, que pudo ser el óleo, el temple al huevo o la cera disuelta o
emulsionada. Aunque esta técnica sigue siendo incierta a día de hoy, la pintura
encáustica es conocida bien en la actualidad y se sabe bien que materiales e
instrumentos utilizaron los artistas griegos.

La pintura encáustica o de cera caliente fue utilizada en la Grecia Antigua tanto


para realizar pinturas murales como para pintura de caballete. Debido a su
proceso laborioso fue una técnica que acabo desapareciendo hasta que
finalmente en el renacimiento dejo de utilizarse, a favor, de otras técnicas más
sencillas de aplicar, como fue el óleo.

La palabra encáustica proviene del griego enkaustikos “grabar a fuego”. Se


trata de una pintura muy cubriente y densa. Esta técnica fue descrita por
Vitrubio arquitecto e ingeniero romano, el cual explica: hay que extender una
capa de cera caliente sobre la pintura y a continuación hay que pulir con unos
trapos de lino.”

Esta resurgió en el s. XVIII como técnica altamente permanente y resistente a


la humedad, por lo que se utilizó como técnica idónea de pintura mural. Pero
donde más se empezó a emplear fue en la pintura de caballete. Parece ser que
Eugene Delacroix utilizó en muchas de sus obras colores previamente
desleídos con cera. Varios estilos contemporáneos la han actualizado
utilizando nuevos materiales y utensilios, al ser una técnica de gran belleza,
debido a su textura y calidad cromática. En la antigüedad las pinturas se
calentaban con fuego de carbón, pero en la actualidad existen equipos
eléctricos que han facilitado el proceso.

Esta antigua técnica consiste, en mezclar pigmentos secos con cera blanca de
abejas refinada y derretida, más un porcentaje de resina damar, se debe
emplear una plancha o paleta caliente y el soporte empleado puede ser
cualquiera.

Las manipulaciones con pincel y espátula se pueden facilitar calentando y


enfriando a la superficie. Cuando la pintura se enfría ya no sufre más cambios.
Al igual que en el óleo se pueden conseguir empastes, texturas y efectos
transparentes. Si se mantiene la superficie del cuadro muy caliente se pueden
crear manipulaciones y fundidos.

En el mercado existen barras de colores de pintura encáustica, pero también se


pueden crear de un modo casero. La pintura encáustica se obtiene derritiendo
cera y resina, después se añadirá el pigmento deseado en polvo muy fino y
esta mezcla deberá removerse en un recipiente. Otro modo es realizar las
mezclas en pequeñas cantidades sobre la plancha caliente sirviéndose de una
espátula.

Los colores derretidos se pueden aplicar con pinceles fuertes de cerda y


espátulas, pero siempre y, cuando el soporte este caliente previamente. Para
que al final toda la pintura dada en el soporte quede homogénea se colocará
horizontalmente sobre una mesa y se pasará por encima una lámpara
reflectora, muy despacio, de modo que la superficie pictórica quedará como un
bloque sólido y soldado.

La pintura encáustica se caracteriza por ser una de las técnicas más limpias; el
material se puede limpiar calentándolo y frotándolo.

Plinio, en su libro “La historia natura” describe a esta técnica mencionando


detalles de su proceso, pero omitiendo a otros. A lo largo de la historia varios
autores posteriores han aportado información adicional. De las pinturas
encáusticas de la época griega destacan los retratos funerarios de El Fayum,
realizados en cera sobre tablas de madera, pintados en Egipto, pero atribuidos
a artistas griegos.

El temple:

En la época medieval empiezan a realizarse tratados y manuscritos sobre los


materiales artísticos y su conservación de un modo más objetivo que en
épocas anteriores. Entre estos documentos destacan incluso facturas, listas de
materiales y cartas de pintores.

Especialmente destacan las pinturas realizadas al temple sobre madera. Es


una de las técnicas más antiguas que se conocen, utilizadas tanto en el
Antiguo Egipto como en el período micénico en Grecia. La pintura al temple y
especialmente el temple al huevo, tuvo su máxima vigencia en los siglos
medievales. Es una técnica que además se utilizó mucho en el Quattrocento
italiano por artistas como Fra Angélico y Botticelli.

Sus orígenes comienzan en el periodo Bizantino y Cristiano, aunque algunos


autores piensan que ya se utilizaba en la Antigua Grecia. Se entiende por
pintura al temple aquella que utiliza agua para disolver los colores y que utiliza
como aglutinante las emulsiones, que pueden ser: el huevo, la caseína, la cola,
la cera, la goma, una solución de glicerina o cualquier otra solución unida con
el agua. Los colores se amasan a mano y se mezclan con el aglutinante y el
agua; la proporción varía según el aglutinante y según el color. El temple al
huevo no decolora, y es una de las técnicas más duradera en pintura; seca
rápidamente y sus colores se siguen manteniendo inalterables con el tiempo,
brillantes y vivos. La pintura al temple mejoró prodigiosamente desde su
primera formulación hecha en el s. XIII por Teófilo Segundo en su tratado
Diversarum artium Schdula, hasta el s. XV, donde el artista Giotto aporta
nuevas soluciones técnicas a través de valores de modelado, claroscuro y
profundidad. Las aportaciones de Giotto fueron descritas por el tratadista
Cennino Cennini. A partir del s. XV surgen nuevas innovaciones al mezclarse
dicha técnica con el óleo. A partir de entonces se empiezan a aplicar veladuras.
Artistas como Van Eyck empezaban sus cuadros con la técnica del temple y
los finalizaban con veladuras de óleo.

Es una técnica que se caracteriza por su luminosidad, distinta a la del óleo, y


no amarillea, pues, no se utiliza ningún componente graso derivado del aceite.

Es una técnica que se trabaja con finas capas de pintura y se debe utilizar
bastante agua, pues, al usar huevo la pintura tiende a secarse rápidamente y
se hace más difícil de manejar con el pincel. Para probar la calidad de la
pintura se aplica una pincelada sobre un cristal y se deja secar. Si esta pintura
se puede quitar fácilmente del cristal con una espátula sin resquebrajarse, es
que tiene la justa cantidad de huevo, en caso de escamarse, es que falta yema
de huevo.

Las capas que se aplican con esta técnica en el soporte deben ser traslúcidas y
no opacas.

Es una técnica muy adecuada para artistas que prefieren un plan de trabajo
minucioso y cuidadoso, más que para los que prefieran un trabajo más
espontáneo.

La pintura se aplica diluyendo mucho los colores, para lo cual se debe mojar el
pincel en agua, y las gradaciones de color se hacen con finos tramados de
líneas, en lugar de fundirlos como se hace en el óleo.

Si no se van a aplicar veladuras, se usan desde un principio colores intensos y


profundos, pero si se quieren usar, se deberán aplicar previamente capas de
colores más suaves o claros.

Aunque el temple empezó a declinar como técnica artística muchos pintores le


dieron un nuevo impulso y se empezó a utilizar sobre un nuevo soporte, el
lienzo, superficie introducida junto a la técnica del óleo. La pintura del temple
aunque cada vez fue empleándose menos, tuvo un resurgimiento a principios
del s. XX en países como Alemania y EE.UU.
El óleo:

En el renacimiento empezaron a surgir nuevos materiales y a perfeccionarse


otros ya conocidos. Una de las consecuencias de la mejora de los materiales
fue la comercialización de nuevos pigmentos hallados en Oriente y el
descubrimiento de nuevos aglutinantes y disolventes. Este es el caso del aceite
de linaza, el cual empezó a utilizarse con fines decorativos, pero al pasar por
varios procesos de purificación se convirtió en el diluyente por excelencia de la
técnica que se estaba poniendo de moda: el óleo. Esta técnica empezó a
difundirse desde Flandes al resto de Europa. Entre sus ventajas destaca que
era una técnica más sencilla de utilizar y menos elaborada en su proceso de
fabricación.

En aquel momento también empezaron a comercializarse productos como el


alcohol y otros disolventes volátiles para barnices y pinturas.

La técnica del óleo surgió en el s. XIII, según los estudios de Eastlake, en los
que se examinan viejas facturas de materiales utilizados en Inglaterra. Por lo
visto, esta técnica fue empleada con fines más bien decorativos que plásticos.

Hasta el s.XIV y el s. XV la pintura al temple reunía las características


adecuadas y deseadas por los artistas del momento y era la técnica más
importante del momento, pero los artistas ansiaban conocer nuevas técnicas
que mejorasen el proceso de creación o, que ofrecieran nuevas posibilidades
plásticas. El óleo fue la técnica artística que mejor acogida tuvo en aquel
momento, y aunque a veces, era utilizada como técnica que se aplicaba al final,
después de haber utilizado el temple, finalmente en el s. XVI empezó a usarse
como técnica pura.

Algunas de las características más importantes de esta técnica son:

-Su gran flexibilidad que permite que la pintura sea manipulada fácilmente
produciendo efectos distintos. Esta cualidad no se podía conseguir con el
temple.

-La libertad que tiene el artista de crear empastes y veladuras.

-Que el colorido de los pigmentos no cambia al secar.

-La facilidad que tiene de graduar y fundir los colores y su lentitud en secar.

Para fabricar colores al óleo se utilizan pigmentos con aceite de linaza refinado
(el más utilizado) y se disuelve en esencia de trementina o en aguarrás. La
pintura conseguida de esta mezcla no ha de ser muy pastosa y las
proporciones de aceite y pigmento variaran, pues los pigmentos tienden a
absorber de manera distinta al aceite. Cada color necesita una cantidad de
aceite, y esa cantidad será la suma de lo que absorbe.
Actualmente los artistas prefieren utilizar otras técnicas que se adaptan mejor a
sus propuestas modernas, en las que las calidades cromáticas y de
permanencia poco importan. Muchas veces las técnicas nuevas han surgido
por que los propios artistas han demandado nuevos materiales pictóricos que
se adaptasen mejor a las nuevas tendencias artísticas, como el informalismo o
el arte abstracto. La mayoría de materiales nuevos que surgieron en el s. XX
están elaborados por resinas sintéticas, este es el caso del acrílico, técnica
actual que muchos artistas prefieren antes que el óleo, debido a que tiene
cualidades parecidas, tiene un secado rápido y es más económica. Las
pinturas acrílicas se obtienen mezclando pigmentos permanentes y resina de
metacrilato, el disolvente es el agua, por lo que el secado es muy rápido.

Durante el s. XVIII y el s.XIX el artista se ha ido cada vez alejando más de


estudiar los métodos y materiales pictóricos. Con el desarrollo industrial y las
nuevas aportaciones de la ciencia el artista se fue desinteresando por el
conocimiento de los materiales que utilizaba, su procedencia y calidad. En el
s.XIX, los manuales sobre técnicas y procedimientos artísticos dejaron de
interesar en el mundo del arte, y algunos pintores olvidaron la procedencia y
riqueza material de muchos de los productos utilizados desde la antigüedad,
abandonándose de este modo, una parte fundamental de su oficio, la de crear
y conocer la materia pictórica que nutre a sus obras.

BIBLIOGRAFÍA

Materiales y técnicas del arte. Ralph Mayer. Tursen Hermann Blume Ediciones.

Wikipedia, la enciclopedia libre.

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