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Siglo XIX: En dicha época se produjo una apertura mercantil hacia el exterior

gracias a una gran diversificación de importaciones y exportaciones; desarrollo de la


ganadería (primero vacuna y luego lanar) y una agricultura moderna en expansión;
hubo avances sobre las fronteras pudiendo liberar las tierras productivas,
expandiendo la frontera y abriendo paso a nuevas zonas productoras.
Luego de la campaña al desierto, nació un mercado de tierras el cual fue inestable,
como por ejemplo la apertura de tierras hacia la patagonia (son tierras fértiles nuevas
conectadas por los ferrocarriles. Uno de los factores de valorización fueron la gente y
la inseguridad por la presencia del malón que buscaba acabar con la producción).
Como se distribuyó la tierra? Las privatizaron, paso todo a ser parte de propietarios
medianos o colonias y parcelación. La misma campaña fue financiada por tierras y
estas fueron vendidas a los títulos de las tierras, creando un mercado de tierras que
generó una gran especulación porque faltó capital para producirlas. En un principio
sus precios eran muy bajos pero dado a su productividad aumentó 10 veces su valor.

LA SOCIEDAD : tuvo un creciente el papel de los inmigrantes europeos que se


acomodaban en la sociedad local, para 1887 conformaban el 50% de la población
argentina, a pesar de su mala relación con la población criolla debido a que crecía la
falta de trabajo debido a que este era otorgado a los extranjeros. Muchos de ellos
introdujeron muchas mejoras en la producción ganadera y agrícola.
Las colonias agrícolas conformadas por extranjeros eran especialistas en la
producción de agricultura. El estanciero, que se dedicaba al engorde, era el más
beneficiado ya que al asociarse con los chacareros, a los cuales les arrendaba una
porción de tierra y los obligaba por contrato a entregar el campo alfalfado al finalizar
el mismo, lucraba doblemente.

EL TRANSPORTE: fueron incorporados los ferrocarriles a mediados de siglo


gracias a la fuerte inversión inglesa. Es imprescindible para esta etapa en Argentina.
Desde la década de 1830, los comienzos del refinamiento lanar y la incorporación de
mejoras técnicas que demandaba la cría de ovinos implicaron la necesidad del
transporte para su venta. Hacia 1850, iban surgiendo nuevas zonas agroganaderas
cuya producción se destinaba hacia el mercado urbano por excelencia, la ciudad de
Buenos Aires. El período 1880-1895 es testigo de una extraordinaria expansión
ferroviaria.
La navegación a vapor fue introducida a mediados de la década de 1820, esta redujo
el tiempo de viaje hacia Buenos Aires, importante para el comercio de carnes
congeladas el cual nace como consecuencia de la caída de ventas de animales a pie.

LA AGRICULTURA Y GANADERÍA: vive cambios gracias a la incorporación de


maquinaria y procesos productivos modernos permitiendo vencer las limitaciones y
trascender de los mercados locales a los que estaba ligada. El inicio del siglo con
exportaciones centradas en cueros vacunos, lo cerró con diversidad de bienes rurales.
Hubo intentos de poder aprovechar de mejor manera los animales vendiendo su carne
salada y secada por radiación solar para poder ser vendida sin corromperse, pero al no
ser consumida por los grandes países de Europa, en 1857, introdujeron animales de
razas finas para cruzarlos con las propias para poder obtener un mejor resultado de su
pelaje y carne, acompañado por cuidadores especializados y grandes pastos de alto
rendimiento, dando como resultado que entre 1850 y 1890 las ventas de lana
conformaban la mitad del valor total exportado por el país (fiebre del lanar). Nacen
las estancias mixtas, que varían entre agricultura y ganado. Si bien la agricultura
comenzó en las colonias, la estancia mixta fue la que hizo llevar a la Argentina a ser
el granero del mundo. Para 1905 las carnes congeladas pasaron a ser el tercer rubro
de exportación, detrás de la lana y los cueros. Gracias a la demanda de pasturas
tiernas para el ganado refinado, nacieron los contratos de aparcería donde una parte
de los lotes estaba destinada al cultivo de alfalfa. El arquetipo del agricultor era de un
aparcero, migrante italiano en su mayoría, que ocupaba una chacra no pequeña a
cambio de un porcentaje de la cosecha, dentro de los que se encontraban los
asalariados temporarios.
Se generaron dos sectores productivos diferenciados, criadores e invernadores. En
general las tierras de menor riquezas de pasturas son utilizadas para la cría de
animales, a los dos o tres años eran llevados a campos de mejor calidad (alfalfados o
sembrados con otra pastura artificial) y más próximos a puntos de comercialización
así alcanzaban su peso ideal y luego eran colocados en el mercado.

LA ECONOMÍA: promediando la década de 1880 la expansión de la producción,


que superaba a la de la población, era suficiente para el mercado local y comenzaron
a existir excedentes exportables. Financiamiento agrario: para fijar una relación
estable entre las 2 monedas (los pesos papel o moneda nacional emitidos por el
Estado y los pesos oro), se implanto en 1881 un patrón bimetálico por el cual se
respaldaba en oro y plata cada peso emitido localmente, pero ante una pequeña crisis
se volvió a la inconvertibilidad, que obligaba a aceptar la moneda según su
denominación pero sin poder cambiarla libremente por oro ya que el Estado no
tendría con que pagar. La relación inestable entre estas dos monedas favorecía a los
exportadores que obtenían sus ingresos en pesos oro y sus costos eran en pesos papel.
En 1887 Celman lanzo un proyecto de creación de bancos garantidos, donde
cualquier banco podía emitir moneda siempre que comprara deuda del estado (el
Banco Provincia ya lo hacía pero Celman lo hizo para quitarle poder a Bs As) pero
esto llevo a una descontrolada emisión de dinero que unida a la liberal concesión de
créditos causo la crisis de 1890.

LA POLÍTICA: este periodo se caracterizo por fuertes disputas entre los 2 partidos
porteños (Partido nacionalista y Partido Autonomista). En 1877, el presidente
Avellaneda intento superar la crisis institucional mediante la llamada política de la
conciliación, pero para las elecciones de 1880, los argentinos volvieron a dividirse en
2 bandos irreconciliables. Unos apoyaban a Roca y otro apoyaban a Tejedor. Roca
inauguró las sesiones parlamentarias de 1881. Los años posteriores se caracterizaron
por la aprobación de una serie de leyes que traspasaron atribuciones al poder central.
Se federalizó la ciudad de buenos aires, Se afianzó el ejercito nacional suprimiendo
las milicias provinciales, se unifico la legislación monetaria y se privo a las
provincias del derecho a emitir dinero. La educación primaria y el registro de
personas pasaron a jurisdicción de las autoridades nacionales.

Siglo XX:
-PRIMERA GUERRA MUNDIAL:
En Argentina, la producción agropecuaria sigue siendo el sector más importante de la
producción nacional y la exportación de productos primarios, etapa de economía
primario-exportadora o de “crecimiento hacia afuera”.
El estallido de la primera guerra mundial representa el primer gran shock externo del
siglo veinte, Inglaterra pierde su condición de líder. La hegemonía británica será
reemplazada por la de los Estados Unidos, que se convertirá en esos años en el centro
de las finanzas mundiales y el principal proveedor de créditos.
La paralización del comercio, flujos de capitales y mano de obra fue tan drástica
luego de la guerra que fue necesario un importante proceso productivo destinado a
sustituir importaciones, la guerra impactó fuertemente sobre el mercado
agroexportador de principio del siglo XX de la Argentina. La importante reducción en
la compra de productos agropecuarios, junto a la fuerte caída de los precios
internacionales, hizo que nuestro país comenzara a producir bienes industriales, que
hasta ese momento se importaban. Este modelo es conocido como la ISI
(Industrialización por Sustitución de Importaciones).
A su vez, hizo tambalear el sistema monetario internacional y fue necesario el
intervencionismo estatal para reencaminar las economías nacionales.
Un año antes, Argentina vive dos circunstancias que acabaron en la paralización del
comercio y quiebras de empresas: la huida de capitales provenientes de Inglaterra,
desequilibrando la balanza de pagos y generando una crisis de liquidez y la caída de
los precios mundiales de la carne y los cereales y un período de mala cosecha. El
déficit comercial generado se revierte al año siguiente con una recuperación en las
exportaciones y una caída de las importaciones. Las exportaciones crecen en los
primeros dos años gracias a la demanda de guerra. Las importaciones descendieron
drásticamente gracias a las dificultades para la navegación y la reestructuración de las
industrias europeas para satisfacer las demandas de guerra, paralizando sus
exportaciones. También afectaba a ciertas ramas de la industria que necesitaban de
insumos importados para su producción. Otro efecto importante fue el impacto
negativo que tuvo sobre las arcas fiscales, lo que llevó al Estado a recurrir al
endeudamiento tanto externo con bancos norteamericanos, como interno emitiendo
obligaciones como la reducción forzosa del gasto público.
La guerra tuvo un efecto proteccionista para la industria en toda Latinoamérica
llevando a los países en condiciones a producir aquellos productos industriales que se
compraban en el exterior. En el caso argentino, la recesión provocó una caída del
salario real y una creciente desocupación, afectando al consumo.
A diferencia de Gran Bretaña, Estados Unidos era un país altamente proteccionista,
que aplicaba elevados impuestos al comercio internacional. A su vez, era un país
productor y exportador de alimentos y productos de clima templado, con lo que no
representaba un mercado para aquellos países que se especializaban en los mismos,
como Argentina. Esto significó que las inversiones norteamericanas (destinadas a
financiar obras públicas o producción interna) no iban a poder ser saldadas con la
venta de productos exportables, sino que el sistema paso a depender de sucesivas
entradas de capital.
Otro gran problema en el sistema económico mundial desde antes de la guerra fue la
creciente sobreoferta de productos primarios. Desde la oferta, la modernización y el
cambio tecnológico llevó a una mayor productividad de los sectores agropecuarios,
provocando un importante aumento de la oferta global. Desde la demanda, las cosas
no ayudaban. El declive del crecimiento de la población europea se agravó por las
muertes que provocó la guerra, lo que llevó a que haya excedentes agrícolas y una
caída de los precios de los productos primarios. Esto derivó en un mayor
proteccionismo en Europa y en Estados Unidos ya que sus productos agrícolas debían
competir con los productos más baratos provenientes de países como la Argentina.

Los primeros años de la década del veinte se caracteriza por la vuelta al equilibrio. La
economía de Europa (particularmente Inglaterra) quedó fuertemente endeudada con
Estados Unidos, esto llevo a varios países a financiar la reconstrucción de sus
economías por medio del endeudamiento interno y la inflación.
Inglaterra, para atraer metálico hacia el país y obtener la deseada valorización de la
libra, elevó las tasas de interés, perjudicando a aquellos países cuyo mercado estaban
atados a ellos como el caso de Argentina por convenios de exclusividad (lobbies).

El principal motor de la reactivación económica en Argentina fue la recuperación del


comercio exterior. El gran cambio se dará en el origen de las importaciones,
provenientes de Estados Unidos. Estas crecen a costa de las británicas, deteriorando
el bilateralismo entre dicho país y Argentina (Argentina les vendía productos
ganaderos e Inglaterra exportaba productos manufacturados y material ferroviario).
Entonces durante los años veinte, nace un “esquema triangular” entre EEUU,
Argentina e Inglaterra. Argentina tenía excedentes comerciales con Gran Bretaña
gracias a las sostenidas exportaciones de carne y cereales. Por el lado de los
norteamericanos, tenía un déficit ya que las compras de productos manufacturados no
eran compensadas con exportaciones argentinas a ese país.
Como respuesta a estos cambios Gran Bretaña intentó preservar los privilegios
comerciales que tenía, a través de tratados especiales, ya que por ejemplo para
Argentina sabían que representaban un importante mercado para los productos de
exportación.

SECTOR AGROPECUARIO:
La carne enfriada se termina de imponer definitivamente como principal producto de
exportación debido al aumento de su precio en la contienda llevo a sobreponerse por
encima de los cultivos.
Del lado de la ganadería: el chilled se consolida luego de la interrupción de la guerra
debido a la guerra submarina que implicaba un riesgo para los embarques. En un
período de 5 años, la exportación de enfriado paso de 2.500 a 365.000 toneladas.
Del lado de la organización productiva, la región pampeana consolida la “estancia
mixta”, un tipo de organización productiva que combinaba la cría y el engorde de
ganado con la producción agrícola, con el propósito de evitar riesgos a través de una
ganancia promedio de toda la producción.

SECTOR INDUSTRIAL:
En estos años se dan procesos importantes en la industria que la van a transformar,
como la consolidación del sistema del petróleo y la incorporación del motor a
explosión. Otro sector que crece es el de la construcción con la entrada al país de
consorcios extranjeros de origen norteamericano a la construcción de edificios,
carreteras, muelles y puertos generando un gran impulso para la industria.

-CRISIS DE 1930:
En los años 30, la economía abierta de Argentina era muy vulnerable a la
inestabilidad de la economía mundial.
El ciclo económico argentino tuvo una caída en la actividad económica a razón de
dos fuerzas: la caída de los precios de exportación y la reversión del ingreso de
capitales. Desde 1928 a 1932 los precios de exportación cayeron un 64% y los
volúmenes, en cambio, sólo experimentaron oscilaciones como consecuencia del
clima. Si bien la disminución de ingresos de divisas fue amortiguada por una cantidad
de exportaciones de oro, las importaciones sufrieron una caída brusca del 55%.
Por otro lado, el hecho de ser proveedores marginales, nos hacía vulnerables a los
excedentes de oferta que se estaban produciendo en la agricultura mundial. En el año
agrícola comercial de 1928/1929 predominaba en el mundo un gran exceso de oferta,
las cosechas principales de los países productores aumentaron y se sumaron a las
reservas ya existentes llevando a una caída en los precios de las exportaciones como
por ejemplo: el trigo. La crisis había llegado a Argentina no solo por el hecho de
haber cesado el ingreso de capitales sino también por el brusco descenso de los
precios de exportación.
En Argentina, el crecimiento industrial estimulado por una caída en las
importaciones, jugó un importante rol en la recuperación económica. Sin embargo, la
principal fuente de recuperación económica fue el impacto externo. Se trató de un
aumento de los precios de exportación en medio del mismo periodo de la depresión.
El motivo de tal aumento de precios, a pesar de la depresión agraria y de la situación
básica, fue una sequía prolongada que comenzó en 1933 y duro,
ininterrumpidamente, por cuatro cosechas en las regiones productoras de granos de
los Estados Unidos, Australia y Canadá, extendiéndose también en 1934 y 1935.

Por otro lado, en los años 1934 a 1936, el capital privado, estimulado por la
recuperación, fluye una vez más hacia el país, pero al ser de corto plazo abandona a
la Argentina en la segunda mitad de 1937 en el cual llegaron noticias de una
promisoria cosecha en Norteamérica, los precios cereales en el mercado mundial
comenzaron a caer. Simultáneamente, el capital comenzó a emigrar de Argentina.
POLÍTICAS ECONÓMICAS: El gobierno de Uriburu (que previamente derrocó a
Yrigoyen) contaba con el apoyo de los militares, la clase alta y parte de la clase
media. Buscó el proceso de restructuración argentina fuera de Inglaterra; recortó las
importaciones; suspendió el cambio y salida del patrón oro y aumentó los impuestos
para equilibrar la economía. Estábamos en camino a una economía cerrada.
Con la llegada de Justo al poder en 1932, Argentina hace un pacto con Inglaterra
(pacto Roca-Runciman) debido a que perdió a su principal comprador de carnes
gracias a su política proteccionista que buscaba comprar únicamente a sus colonias
“commonwealth”. En este establece que Inglaterra iba a seguir comprando carne
exclusivamente en menor proporción que en los 30’ pero les aseguraban la compra, a
cambio de que Argentina les comprara los productos que tengan para vender. El
régimen de cambio transitó desde la inconvertibilidad (diciembre de 1929) hasta la
instauración de un control de cambios obligatorio para todas las importaciones, este
nació con el objetivo de evitar que la libra se siga devaluando. A su vez se establecen
dos mercados de cambio, uno oficial (negocian divisas mediante licitaciones) y otro
libre (compraban libras escasas a altos precios para evitar su devaluación).
El margen de cambios permitiría conseguir los fondos necesarios para financiar los
precios mínimos para el trigo, lino y maíz, el cual fue aplicado un 20% mayor al
precio previo. En un principio no iba a haber problema para los exportadores para la
compra, pero se pensó que al tener precios más elevados, los agricultores se
apresurarían a colocar sus cosechas, generando un excedente de oferta y una caída en
los precios. Por esta razón se creó la Junta Reguladora de Granos que compraría
cualquier cantidad de granos al precio mínimo y los vendería a los exportadores al
precio del mercado.
La creación del Banco Central en 1935 para controlar el sistema financiero, retiene
divisas en tiempos de auge para poder liberar y evitar los ciclos de crisis y el
entrañamiento del mercado.

-Plan Pinedo (1940): “Programa de reactivación de la economía


nacional”
Fue un plan pro-aliado, industrialista, que fue el primer documento de Estado que
intentó modificar parcialmente la estrategia de desarrollo económico vigente, con el
fin de conciliar la industrialización con la economía abierta, fomentar las relaciones
comerciales de Argentina con Estados Unidos y los países limítrofes y crear un
mercado de capitales. El aspecto “exportacionista” del plan no solamente era factible
en los tiempos de guerra, sino que se imponía con naturalidad, pero era una condición
necesaria un acuerdo amplio con EEUU para el éxito del programa al terminar la
guerra.
Esta posición proaliada tampoco iba a ser fácilmente llevada a la práctica teniendo en
cuenta las fuertes presiones ejercidas por Inglaterra ya que su objetivo era permitir la
continuidad de abastecimientos de carne a su país.
1.
A-Problemas del sector externo
1. El problema fundamental de la economía, como consecuencia de la guerra, es el de
los “excedentes invendibles de productos agrarios”. A su vez, es posible iniciar la
exportación de artículos nuevos de origen industrial.
2. En el área de la libra esterlina se acumulan saldos favorables inconvertibles en
divisas libres gracias a que Inglaterra ya no puede proveer muchas importaciones.
En el área del dólar se registra un déficit creciente ya que las importaciones pasaron a
provenir de Estados Unidos.
3. Es indispensable limitar las importaciones ya que estaban empezando a recurrir a
las exportaciones de oro.

B-Amenaza de una depresión y desarrollo de la economía


No basta la compra de excedentes con el fin de dar a la economía el ritmo necesario
para llevar al más alto grado de ocupación, ni tampoco es suficiente estimular la
industria de la construcción pero se considera que es necesario mantener y desarrollar
la demanda, generar la compra de cosechas y la reactivación de la construcción es
suficiente, junto con el cierre parcial de las importaciones, para activar la economía.

C-Papel del Estado


Es indispensable que el Estado cree condiciones favorables y ofrezca el incentivo
necesario. Su función es establecer orientaciones generales de política económica y
social.

D-Nivel general de precios


El programa se presenta como una alternativa de reactivación no inflacionaria.

2. Ley de financiación y búsqueda de un mercado de capitales de largo plazo.


El proyecto autorizaba al BCRA organizar un sistema de financiación de emergencia
convirtiendo los depósitos de corto plazo en préstamos a quince años para las
industrias y veinticinco años para la construcción; otorgar más instrumentos para el
manejo de la política monetaria y facilitar la creación de un mercado de capitales.
Los préstamos eran destinados al desarrollo de las industrias especialmente aquellas
que elaboraran materias primas nacionales, a la promoción de la construcción
especialmente para empleados y obreros que usen preferentemente materiales del país
y, por último, la compra de excedentes de productos invendibles en los mercados
externos.

3.Estrategia que no fue: industrialización exportadora y especializada en materias


primas nacionales y acercamiento a Estados Unidos.
La ley de financiación también incluía el control selectivo de las importaciones
provenientes de la zona de divisas libres (Inglaterra); desarrollo industrial mediante la
sustitución “con recursos propios del país, aunque sea de manera precaria, lo que no
se puede seguir trayendo del extranjero”. Hay que importar mientras se pueda seguir
importando.
El plan proponía un desarrollo industrial exportador y especializado en las materias
primas nacionales con promoción del intercambio con países vecinos; estímulos a las
industrias elaboradoras de materias primas nacionales; incentivos a las exportaciones
industriales particularmente a las destinadas a EEUU para romper el “esquema
triangular” para crear una oferta adicional de divisas libres que posibilitara un mayor
equilibrio en las cuentas de dólares.

4.La Corporación para la Promoción del Intercambio (CPI) y la Armour Foundation


Una de las prácticas que se llevaron a cabo de las propuestas por Pinedo fue la
fijación de normas cambiarias para promover la exportación de artículos nuevos
sumadas a las adoptadas para liberar algunas importaciones provenientes de EEUU
que estaban restringidas (CPI) vendiéndoles las divisas de la exportación a aquellos
que desearan importar productos sujetos a restricciones.

5.Discusión y derrota del plan, victoria de la política sobre la economía.


La Unión Industrial Argentina (UIA) manifestó su apoyo al plan, la Sociedad Rural
Argentina (SRA) y la Bolsa de Comercio lo apoyaron con más reservas poniéndole
más énfasis a la necesidad de limitar la industrialización a las materias primas
nacionales y de promover las exportaciones y la CARBAP (Confederación de
Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa) y la CARCLO (Confederación
de Asociaciones Rurales del Centro y Litoral Oeste) se opusieron a todo lo que no
fuera la compra de cosechas.
Los partidos políticos también tomaron actitudes diferentes, en el senado el plan se
aprobó con la oposición de los tres representantes radicales, los legisladores de la
Concordancia lo aprobaron con previa eliminación de sus aspectos más industrialistas
y en la Cámara de Diputados, controlada por el radicalismo, el plan no llegó a tratarse
ya que no iban a considerar proyecto alguno del PEN.

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