Definición

El liderazgo es un rasgo y una capacidad que tienen las personas que inspiran y
motivan a otros a realizar alguna tarea o desenvolverse en alguna área, con marcadas
diferencias de lo que es un jefe, ya que el líder no está para dar órdenes ni ser servido por los
demás.

El liderazgo es una condición humana básica y universal, una relación que involucra
a todos a través de toda su existencia. Inicialmente son los padres que al ejercer bien o mal
la orientación en la vida de cada hijo, los impulsan y ponen límites en cada familia, así
también los maestros, lo mismo que en las empresas, como en las iglesias, en el ejército, el
deporte, la política, etc…

Una de las características que definen al líder es su capacidad de convencer e inspirar

a los demás, por lo que un buen líder es aquel que sirve de ejemplo y modelo a quienes lo
siguen, de modo que los demás miembros del equipo tengan de quien guiarse a la hora de
promover el desarrollo del grupo.

Tipos de liderazgo
El líder natural es aquel que no está reconocido de forma oficial, pero que ejerce el
rol de jefe o líder de un grupo sin que nadie lo cuestione. Hay personas que llevan lo de “ser
líder” en los genes y durante el desarrollo de un proyecto o del trabajo del día a día se
convierten casi sin darse cuenta en los líderes del equipo. Se trata de un tipo de liderazgo
muy apreciado entre los miembros de un equipo de trabajo, ya que todos acaban siendo
partícipes de las decisiones del “jefe” al que han elegido seguir voluntariamente.

El liderazgo autocrático es la forma de liderazgo más extrema: un líder que tiene

poder absoluto dentro del grupo. La comunicación asertiva no existe y los miembros del
equipo se limitan a cumplir órdenes y no sienten libertad ni siquiera para plantear sugerencias
o estrategias diferentes a la marcada por el líder. Estamos ante un tipo de liderazgo
empresarial muy restrictivo con respecto a la libertad de movimientos de los miembros del
equipo de trabajo, recayendo la responsabilidad y el mérito de cada acción en el líder.
 Este tipo de liderazgo genera un alto nivel de rotación de personal y no suele
funcionar demasiado bien entre equipos de profesionales cualificados.

Dentro de los tipos de líderes, el jefe carismático es de los más comunes, conocidos
y reconocidos. Este tipo de liderazgo empresarial basa su éxito en que el líder genera
sentimientos y sensaciones positivas entre el resto de miembros del equipo. Este líder
carismático ha desarrollado fuertes habilidades comunicativas y a través de sus palabras y
gestos, formas de actuar, etc., es capaz de generar el entusiasmo e ilusión necesarios para que
el proyecto fluya suave y eficazmente.

El espíritu democrático es el principal rasgo del liderazgo democrático: el líder sigue

siendo el que tiene la última palabra o decisión, pero es capaz de escuchar, atender y sopesar
las recomendaciones y opiniones de los miembros del equipo. El liderazgo democrático es
un modelo que genera un gran nivel de satisfacción en los miembros de un proyecto, lo que
mejora su motivación y, así, en su productividad y rentabilidad para la empresa. Se trata de
un estilo de liderazgo que lleva tiempo desarrollar, pero los resultados merecen la pena.

Importancia
El liderazgo es sumamente importante, ya que todo colectivo humano requiere de un
guía, de alguien capacitado y motivado, que a su vez capacite y motive a los demás, que sea
proactivo y que ayude a que cada miembro del equipo se sienta motivado y orientado a llevar
a cabo una labor efectiva dentro de los objetivos del grupo.

Por otro lado, un buen liderazgo mejora el trabajo colaborativo en todo grupo, ya que
facilitar el desarrollo de todos los miembros, pues aquellos con menos capacidades para
desarrollarlo se ven capacitado, motivados e instruidos por ejemplo de aquellos con
habilidades de liderazgo.

Además de esto, un buen liderazgo favorece las competencias comunicativas dentro

de un grupo cualquiera, ya que el líder desarrolla este tipo de habilidades al ponerlas en
práctica, y así mismo las promueve en otros, de modo que un buen liderazgo hace más
eficiente la comunicación interna y externa de un equipo.
 Otro aspecto en que es importante el liderazgo es en cuanto al cumplimiento de metas
y objetivos, ya que la existencia de un buen líder permite que un equipo o colectivo humano
pueda alcanzar las metas propuestas, ya que todos sus miembros, bajo el mando de un buen
líder, realizarán una labor colaborativa y bien orientada a los fines propuestos.

El líder nace o se hace

Ante la disyuntiva de si el líder nace o se hace, es posible tener diferentes ideas al
respecto y es difícil determinar cuál de las dos ideas es más correcta, ya que un líder posee
rasgos tanto innatos como adquiridos. En mi opinión, para determinar si una persona posee
o no las aptitudes de un líder, basta con considerar ambos aspectos en la medida en que se
hallen presentes en el individuo.

Podemos decir que un líder nace en tanto que posee habilidades, características y
competencias innatas, las cuales favorecen el proceso de liderazgo y hacen posible que el
líder sea capaz de dirigir, orientar y motivar al equipo que esté bajo su cargo. Es decir, estos
rasgos favorecen la formación de un líder, pero no la determinan en su totalidad.

Por otro lado, es importante considerar que un líder también se hace, ya que adquiere
habilidades y características a lo largo de su vida que son las que determinan el nivel de
liderazgo y le permiten orientar y dirigir a su equipo. Tales rasgos, formados a través de
diferentes procesos, permiten al individuo destacar como líder en su entorno y promover en
los demás un buen desarrollo.

De esta forma, desde mi perspectiva, ambos enfoques son correctos, ya que sin los
rasgos innatos que debe presentar una persona para liderar, es imposible que podamos hablar
de un líder efectivo, pues son estos rasgos los que le permiten destacar dentro de un colectivo
de personas.

Pero, de igual forma, sin la formación de las competencias, habilidades y aptitudes

adecuadas a lo largo de su vida, una persona no puede ser líder, por más rasgos de liderazgo
innato que posea.
 Cómo usted incentivaría el liderazgo en Rep. Dominicana a
nivel social
En cuanto a las características del liderazgo en nuestra sociedad, puedo ver que son
pocos los rasgos que destacan en ese aspecto, ya que son pocas las personas que muestran
aptitudes reales de liderazgo, ya sea porque carecen de las capacidades de un buen líder, o
porque en la sociedad no se les da la oportunidad que necesitan para desarrollar sus
competencias en ese sentido. Sea cual fuere la razón de esta situación, lo cierto es que, en el
ámbito social, la República Dominicana carece de un buen incentivo para que las personas
deseen ser líderes en algún aspecto.

Considerando esta realidad, lo primero que propongo para incentivar el liderazgo en

nuestro país es que se promueva el cambio social y política, es decir, que exista una
reestructuración de los componentes sociales de la sociedad y de su gobierno, para que así
las personas puedan tener nuevas oportunidades de desarrollo personal y social en ese
sentido.

Desde mi posición personal, el primer paso que tomaría en cuenta para incentivar el
liderazgo en los demás sería el reconocimiento, es decir, saber premiar, ya sea con hechos o
con palabras, las acciones elogiables de los demás, para así motivarlos a que continúen con
su conducta positiva.

Creo que, en todos los aspectos, se debe promover en los demás las habilidades
necesarias para formarse como líderes, para lo cual, además del reconocimiento, es necesario
dar el ejemplo desde las más altas esferas de la sociedad, de modo que aquellos con
posibilidades de liderar se sientan inspirados por el trabajo que realizan otros líderes en el
contexto social.

Esto no será posible mientras que las figuras públicas que se suponen son los líderes
reconocidos de la sociedad no apliquen una conducta encomiable y digna de ser seguida
como ejemplo, ya que las personas dan mucho valor a lo que ven en los demás, y en nuestra
sociedad no es muy positivo lo que se ve en los líderes públicos.